Dentro de nuestra sección "DOCUMENTOS" hemos decidido
publicar el emanado de la Pontiticia Comisión Bíblica, en abril de 1983 y publicado en doble versión, latina y francesa por ''Les Editions du Cerr: París, 1984. Esta decisión la hemos tomado, pues dentro de nuestro medio tal Documento, al igual que los emanados de la Comisión Teológica Internacional, no han tenido una suficiente difusión.
Con esto queremos apoyar a la misma Pontiticia Comisión
Blblica la cual expresa en su presentación, el interés que tiene de ayudar a los pasores y a los fieles preocupados por la variedad de enfoques y aproximaciones exegéticas que se dan hoy en la presentación de Jesucristo a comprender en su glbbalidad los nuevos aportes e interrogantes que se están planteando como el tener presente los riesgos que interpretaciones parciales conlle- van en la captación del misterio de su persona y de su acción (l) en sus perspectivas salvíficas y ontológico mesiánicas.
La Comisión asociada a la Congregación para la Doctrina de la Fe por Pablo
VI en 1971, en el momento de la votación de este Documento estaba integrada así: Cardenal Joseph Ratzinger, quien la preside, José Alonso Díaz, S.J. (España), Jean Dominique Barthelemy O.P. (Francia/Suiza), Pierre Benoit O.P. (Francia·lsrael), Henri Cazelles, S.J. (Francia), Guy Cou·
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Como lo anota Joseph A Fitzmyer en su "comentario" (2) al Documen to los pun tos capitales del mismo están: 1f/ Insistir en la visión total de la imagen de Cristo presentada por la Escritura la cual no ha sido respetada por algunos enfoques (cfr. Secc 3 Parte 1). 2f/ Lo que es aún de mayor-importancia, son los comen- tarios desparramados, aquí y allá a lo largo de todo el Docu- men to, sobre la metodología en la interpretación de la Escritura. El Documento evita toda armonización o concordismo de los datos bíblicos e insiste en el reconocimiento de los vacíos cristo- lógicos, tanto de cada uno de los Evangelios como de otros escritos bíblicos (cfr. 1.2.7.2 y 1.2.10), aunque la Comisión no habla explícitamente en ninguna parte del Documento del método de interpretación histórico crítico, sin embargo de hecho en sus in terpretaciones del A. T. Ydel N. T. está de acuerdo con los principios de esa metodología. No es que la Comisión haga de este método un Ím exclusivo sino que lo utiliza como un medio para llegar a la "Cristología Integral'~
Reseñamos a continuación los cinco puntos que la Comisión
destaca:
a. El deseo que los estudios bíblicos se lleven a cabo con la
ayuda de los métodos exegéticos actuales y que cada vez se perfeccionen en sus investigaciones ~ estado actual (1.3.3.).
b. Apela por una apertura a los. puntos críticos en exegésis
(1.2.1.2.) Yque la historicidad de los Evangelios no ha de ser tomada en sus "detalles mínimos"tanto más cuanto muchos elementos han sido aportados por un interés teológico.
twier C.S.C. (Canadá), Alfonso Deissler (Alemania), Mons. Albert Decamps
(~élgica), Jacques Dupont, O.S.B. (Bélgica), Joachim Gnilka (Alemania), Jhon Greehy (Irlanda), Pierre Grelot (Francia), Augustyn Jankowski (Polo- nia), Cardo Cario María Martini, S.J. (Italia), Antonio Moreno CasamitJana Chile), Laurent Navé (Alto Volta), Angelo Peuna (Italia), Ignacio de la Potterie, S.J. (Bélgica - Italia), Jerome D. Quinn (Estados Unidos de Amé- rica), Matthew Vellanickal (India), Benjamín Wanbaq O. Puermost (Bél- gica). Su secretario era Marino Maccarelli O.S.M.
Para consultar la historia de su creación y reconstitución ver "Sedula
Cura" AAS 63 (1971) 665-69 como a Joseph A. Fitzmyer, Catecismo Cristológico, 103-149.
2. "Theological Studles" Sept. (1985) 443-479 tanto más válidos en cuanto
que el autor fue hecho miembro de tal Comisión.
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c. Insiste en que el Jesús de la historia debe ser admitido como "el origen de la Cristología" (1.2.8.1). La Cristología no nació unicamen te del Kerigma Pascual. Hay que otorgar unajusta valoración a los textos más tardíos y no considerarlos como tergiversaciones de los datos originales del Jesús Histórico (1.2.7.3) Y aunque se utilice un lenguaje simbólico no se ha de identificar sin más con algo mitológico.
d. Se acepta abiertamente el que la Resurrección "no puede
probarse de manera empírica'~ Por ella Jesús fue introdu- cido en "el mundo que viene" (1.2.6.2).
e. Conviene establecer una más adecuada relación entre los
elemen tos preparatorios del A. T. Yla llegada de la plenitud de la revelación en Jesucristo en el N.T. mediante estudios exegéticos más precisos y definidos (1.2.10).
f. Se pide el valorar adecuadamente el lenguaje en la elabora-
ción cristológica de las deÍmiciones conciliares como len- guaje "auxiliar" el cual reformuló conceptualmente el len- guaje básico y "referencial" de los escritos inspirados, que si bien son más imprecisos en términos, sin embargo han de tener la primacía por ser la fuen te de la revelación (1.2.2.1).
El Padre José María Gallego, autor de la traducción, ha sido
Profesor de las Facultades Eclesiásticas de la Pontificia Univer- sidad Javeriana en donde tuvo a su cargo las cátedras de Cosmo- logía y Etica. Actualmente es el Director de la Biblioteca.
SILVIO CAJIAO, S.J.·
* Doctor en Teología, Universidad Gregoriana, Roma. Decano del Medio
Universitario de la Facultad de Teología, Universidad Javeriana; Profesor de Cristología.
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"Biblia y Cristología" (Texto Oficial)
Muchos hombres de nuestra 2. Recordando brevemente el con-
época, sobre todo en Occidente, se junto de los testimonios conser- dicen con gusto agnósticos o incre- vados en la Sagrada Escritura yen tes. ¿Pero se desinteresan por eso sobre la espera de la Salvación y de Jesucristo y de su misión en el del Mesías, para situar exacta- mundo? Los estudios y publicaciones mente el Evangelio sobre ese que aparecen muestran que no, aun- trasfondo, mostrando después que haya variado la manera de abor- cómo hace falta entender el dar esta cuestión. Sin embargo, algu- cumplimiento en Jesucristo de nos cristianos se sienten pertur- esa espera y de las promesas que bados por la variedad de maneras de la fundan. tratar el problema y de las afIrma- ciones que se hacen. PRIMERA PARTE
La Pontificia Comisión Bíblica 'Perspectivas actuales en la
quiere ayudar sobre este punto a los manera de tratar sobre Jesucristo pastores y a los fieles. Sección l. Breve inventario de los intentos 1. Presentándoles un breve cuadro de esos trabajos, de su interés, y No se trata aquí de presentar una de los peligros que llevan consigo; historia completa de los estudios
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sobre Jesucristo; se anota simple- llaman la "economía (dispensa- mente que en nuestros días se ha tio) de la salvación n. intentado hacerlo de diversas mane- ras. Las resumiremos según una cla- c. Teniendo en cuenta puntos de sificación aproximada que no in- vista modernos, ciertas cuestio- tenta ser ni lógica, ni cronológica, nes tratadas en la Edad Media indicando algunos nombres repre- son renovadas en parte: así la sentativos para algunas de ellas. "ciencia" de Cristo y el desarrollo de su personalidad (v.g.J. Mari- tain, etc.). 1.1.1 Intentos teológicos de estilo "clásico" 1.1.2 Métodos especulativos de tipo crítico 1.1.1.1. Este intento es el de los tra- tados dogmáticos de tendencia espe- 1.1.2.1. Un cierto número de teólo- culativa, que presentan una elabora- gos especulativos estiman necesario ción sistemática de la doctrina par- aplicar, no solamente a los teólogos tiendo de las definiciones conciliares patrísticos y medioevales, sino tam- y de las obras de los Padres: tratado bién a las definiciones conciliares, De Verbo Incarnato (Cfr. Concilio de una forma de lectura crítica que ha Nicea, 325; de Calcedonia, 452; de dado resultados positivos en el estu- Constantinopla 11 y m, 533 y 681) Y dio de los textos bíblicos: conviene tratado De redemptione (Cfr. Conci- interpretar esas defmiciones en fun- lios de Orange, 529; de Trento, sesiq- ción de los cuadros culturales e his- nes 5 y 6, 1546 Y 1547). tóricos en que han sido ela- boradas. 1.1.1.2. Los trabajos concebidos así aprovechan muchos enriquecimien- 1.1.2.2. El estudio histórico de los tos modernos. Concilios muestra en efecto que sus definiciones se han esforzado por a. Utilizan generalmente la crítica superar disputas de escuelas o dife- bíblica, distinguiendo mejor el rencias de puntos de vista y de len- aporte propio de cada libro o guaje que dividían a los teólogos, grupo de libros: así la exégesis aunque afirmando la fe proveniente teológica queda fundada más del Nuevo Testamento. A pesar de ese sólidamente: (v.g. J. Galot, etc.). esfuerzo, no siempre se han superado con plenitud las oposiciones. Exami- b. La influencia lateral de una teo- nando críticamente el contexto cul- logía centrada sobre la "historia tural y el lenguaje de las formulacio- de la salvación" (Heilsgeschichte, nes adoptadas, por ejemplo, en el véase más abajo 1.1.6) permite Concilio de Calcedonia (451), se dis- situar con mayor firmeza la per- tinguen mejor el objeto de la defini- sona de Jesús en lo que los Padres ción y las enunciaciones empleadas
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para formularlo rectamente. Si el se le adoptó en el protestantismo contexto cultural cambia, las formu- llamado "liberal": Se quería sustituir laciones pueden perder su eficacia en una teología "bíblica", establecida un cuadro lingüístico en que las mis- críticamente, a una teología "dogmá- mas palabras no se emplearían con el tica" que parecía excluir toda inves- mismo sentido. tigación positiva (Cfr. A. Harnack, Das Wesen des Cristentums). Estas 1.1.2.3. Hace falta pues confrontar investigaciones sobre el "Jesús de la de nuevo esas enunciaciones con las historia" terminaron con resultados fuentes fundamentales de la Reve- tan contradictorios, que la "inves- lación, volviendo con una atención tigación sobre la vida de Jesús" más sostenida al Nuevo Testamento (Leben Jesu-Forschung) vino a ser mismo. El estudio del "Jesús histó- considerada como una empresa sin rico" lleva entonces a ciertos teólogos esperanzas (A. Schweitzar, 2a. ed., (v.g. P. Schoonenberg) a hablar de su 1913). De la parte católica, aunque M. "persona humana"; ¿pero no sería J. Lagrange haya puesto firmemente mejor decir su "personalidad hu- el principio del "método histórico" mana", en el sentido en que la Esco- para el estudio de los Evangelios (La lástica hablaba de "humanidad indi- Méthode historique, 3a. ed., 1907), no vidual" y "singular"? se escapaba prácticamente a las dificultades precedentes sino postu- lando la historicidad integral de todos 1.1.3 Cristología e los detalles de los textos evangélicos investigación histórica (así: Didon, Le Cam us; más matizado, Lebreton; el mismo Lagrange, Fer- Otros caminos provienen más de nández, Prat, Ricciotti, etc.) El es- los métodos de la historia científica. fuerzo de R. Bultman (véase más Estos métodos que han dado prueba adelante 1.1.8) tendrá como punto de su eficacia en el estudio de los de partida esta dificultad de la textos del pasado, era natural que se investigación sobre la ''vida de Jesús". les empleara con los textos del Nuevo Testamento. 1.1.3.2. Desde entonces, el "método histórico" ha recibido complementos 1.1.3.1 De hecho, desde el princi- importantes, porque los historiadores pio del siglo XIX, se ha concentrado mismos han puesto en cuestión la la atención sobre la reconstitución concepción "positivista" de la obje- histórica de la vida de Jesús, tal como tividad en historia. aparecio a sus contemporáneos, y sobre la conciencia que pudo tener a. Esta objetividad no es la de las de sí mismo. Este desinterés de los ciencias naturales; se refiere a dogmas cristológicos era obvio en experiencias humanas (sociales, autores racionalistas como Reima- psicológicas, culturales, etc.), rus, Paulus, Strauss, Renan, etc. Así ocurridas una sola vez en el
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pasado, que no se pueden re- situación. Nunca es "neutra". En construir plenamente tales como efecto, la persona de Jesús concierne fueron. Si se quiere descubrir a todo hombre, y así también, al su ''verdad'', hay que partir de los historiador mismo: por el sentido de vestigios que han dejado y de los su vida y de su muerte, por el alcance testimonios (monumentos y do- humano de su mensaje, poda inter- cumentos) e intentarlo en lo pretación de que dan testimonio los posible; pero no se llega a su diferentes libros del Nuevo Tes- comprensión sino en la medida tamento. Las condiciones en que se en que se los entiende "desde su emprende toda investigación sobre interior". este punto explican la gran diver- sidad de los resultados obtenidos, sea b. Un esfuerzo tal hace intervenir por los historiadores, sea por los necesariamente las subjetivida- teólogos; porque nadie puede estu- des humanas en las investiga- diar y presentar de una manera ciones del historiador: éste ad- puramente "objetiva" la humanidad vierte su presencia en todos los de Jesús, el drama de su vida que textos que refieren los sucesos y corona la Cruz, el mensaje que ha evocan sus personajes, sin pre- dejado a los hombres por sus pa- juzgar la calidad de los testi- labras, por sus hechos y por su monios así conservados. existencia misma. Esto no impide que esta investigación histórica sea La subjetividad del historiador indispensable, si se quieren evitar dos mismo interviene en todas las peligros: o bien que se conciba a Jesús etapas de su trabajo, en su inves- como un héroe mitológico simple- tigación de la ''verdad'' en historia, mente, o bien que su reconocimiento (Cfr. H.G. Gadamer). Aborda los como Mesías e Hijo de Dios sea temas que estudia en función de abandonado a un fideísmo irracional. sus propios centros de interés, con una "comprensión previa" (Vorverstandnis) que debe 1.1.4 Cristología y ciencia de ajustar poco a poco en el contacto las religiones de los testimonios estudiados. Aun si se critica a sí mismo en el 1.1.4.1 Un dato más se ofrece a la curso de esta confrontación, es investigación para completar la base raro que la exposición de los de las investigaciones históricas: la resultados obtenidos no esté de la "ciencia de las religiones", con condicionada por su propia con- las interferencias que se pueden cepción de la existencia humana observar entre éstas. En esta pers- (Cfr. X. Leon-Dufour). pectiva es en la que hay que colocarse, por ejemplo, para explicar el paso del 1.1.3.3. El estudio histórico de Evangelio del Reino de Dios, tal como Jesús es el caso más típico de esta Jesús lo anunció según los textos
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evangélicos, al Evangelio de Jesús la fe cristiana. La cristología Mesías e Htjo de Dios, tal como se lo pierde entonces todo contenido encuentra en los textos que presen- realista. pero es posible conservar tan diversamente la fe de la Iglesia este último sin dejar de reconocer primitiva. derecho a lo que exige la "ciencia de las religiones". 1.1.4.2 Desde el siglo XIX, la his- toria comparada de las religiones ha 1.1.5 Aproximaciones a Jesús conocido un auge que renovó, sobre partiendo del judaísmo este punto, intentos más antiguos. Dos clases de materiales permitieron 1.1.5.1 La religión judía es evi- tal avance: en primer lugar la re- dentemente la primera que hay que cuperación de las antiguas literaturas estudiar para comprender la per- orientales gracias al desciframiento sonalidad de Jesús. Los evangelios lo de las escrituras egipcias y cunei- muestran profundamente arraigado forme (Champollion, Grotefend, en su tierra y en la tradición de su etc.); en segundo lugar, las inves- pueblo. Desde principio del siglo, tigaciones etnológicas sobre las investigadores cristianos han en- poblaciones llamadas "primitivas". El contrado numerosos paralelismos fenómeno religioso apareció entonces entre el Nuevo Testamento y la a la vez como irreductible a los literatura judía (Cfr. Strack-Biller- demás) Cfr. Otto, Das Heilige, 1916) y beck, J. Bonsirven, etc.) Más recien- como muy variado en el campo de las temente, los descubrimientos de creencias y de los ritos. Qumram y la recuperación del antiguo Targum palestino del Penta- 1.1.4.3 En esta perspectiva, al teuco han renovado las cuestiones y principio del siglo XX, la "Escuela de estimulado su estudio. Al principio la historia de la religión" (Religion- hubo alguna vez, detrás de esta geschicht1iche Schule) ha intentado investigación, una preocupación por aplicar bajo una forma genética y subrayar la historicidad de los evolutiva, por una parte, los orígenes materiales evangélicos sobre el y la evolución de la religión de Israel, trasfondo del judaísmo antiguo. por otra parte, el surgir de la religión Actualmente se procura preferen- cristiana a partir del Judío Jesús, en temente comprender mejor las raíces un mundo helenizado, marcado pro- judías del cristianismo para medir fundamente por el sincretismo y el ~xactamente la originalidad de éste gnosticismo. R. Bultmann (Cfr. más sin perder de vista el tronco sobre el adelante 1.1.8) ha aceptado este cual se injertó. principio sin reticencia para explicar la formación del lenguaje cristológico 1.1.5.2 Después de la Primera en el Nuevo Testamento. El mismo Guerra mundial, historiadores ju- principio queda corrientemente díos, superando una animosidad admitido entre quienes no comparten secular que había tenido paralelo en
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los predicadores cristianos, se han manera de ver, próxima a la de los interesado directamente por la per- historiadores provenientes de la Reli- sonalidad de Jesús y por los orígenes giongeschichtlicheSchule, no siempre cristianos (J. Klausner, M. Buber, J.G. descuida la profunda judaicidad del Montefiore, etc.). Cuidan de subrayar mismo Pablo. En todo caso, es claro la judaicidad de Jesús (por ejemplo, que el estudio del judaísmo contem- P. Lapide), las relaciones de su en- poráneo de Jesús en toda su comple- señanza con la de las tradiciones jidad es una etapa previa necesaria rabínicas, la originalidad profética o para comprender la personalidad de sapiencial de un mensaje íntima- este último, y el papel que el cris- mente ligado a la vida religiosa de las tianismo primitivo le ha atribuido en sinagogas y del Templo. Se han la "economía de la salvación". Ade- buscado filiaciones, ya por el lado de más, sobre una base tal, un diálogo Qumram, por historiadores judíos (Y. fecundo, sin intenciones apologé- Yadin, etc.) o desprovistos de toda fe ticas, puede entablarse entre judíos y cristiana (J. Allegro), ya por el lado cristianos. de paráfrasis litúrgicas de la Es- critura, por autores judíos (v. g. E. 1. Kutscher, etc.) y cristianos (R. Le 1.1.6 Cristología e "Historia de Déaut, M. McNamara, etc.). la Salvación"
1.1.5.3 Historiadores judíos, inte- 1.1.6.1 En el siglo XIX, como
resados por "el hermano Jesús" (Sch. reaCClOn contra el "historicismo" Ben Chorin), han puesto de relieve liberal (Cfr. 1.1.3.1.) y contra el ciertos aspectos de su fisonomía, monismo idealista de Hegel que ejer- para encontrar en él un doctor cía entonces una profunda influencia, próximo al fariseismo antiguo (D. teólogos protestantes alemanes (v. g. Flusser) o un taumaturgo análogo a J.T. Beck, J. Chr. K. von Hofmann), aquellos cuyo recuerdo ha conser- reasumieron por su cuenta la noción vado la tradición judía (G. Yermes). de "historia de la salvación" (Heil- 'AJgunoshan aceptado establecer relación sgeschichte), bastante próxima de lo entre los relatos de 'la Pasión y el que los Padres y los teólogos me- Siervo paciente del libro de Isaías (M. dioevales llamaban "economía de la Buber). Los teólogos cristianos deben salvación". Recibiendo el Evangelio tomar en serio tales esfuerzos en el en la perspectiva abierta por la fe, se estudio de la cristología. esfuerzan por encontrar'en la historia humana ''los acaecimientos significa- 1.1.5.4 Los autores judíos (v.g. S. tivos" en que Dios ha dejado, por Sandmel, etc.) tienen tendencia sin decirlo así, la traza de su intervención, embargo, a achacar a Saulo de Tarso y por medio de los cuales El lleva esta la atribución de aspectos trascen- historia hacia su "cumplimiento". dentes de su fisonomía, especial- Estos acaecimientos constituyen la mente su filiación divina. Esta trama misma de la Biblia, y el "fin" de
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la historia así concebido recibe el entera. Estimando que se puede nombre de escatología. establecer su verdad por el ca- mino de la investigación histórica 1.1.6.2 En la perspectiva de la (Historie), piensa que al mismo historia de la salvación, la cristología tiempo queda firmemente esta- se despliega de varias maneras, según blecida la divinidad de Jesús. el punto de partida elegido para Partiendo de ahí, hace la relec- construirla. tura de su viday de su ministerio: su predicación ha inaugurado el a. Paralelamente a las obras sobre Reino de Dios entre los hombres; los títulos de Cristo en el Nuevo su muerte ha realizado la sal- Testamento (Cfr. F. Hahn, V. vación de ellos; por la resurrec- Taylor, L. Sabourin, etc.) o sobre ción, Dios ha confirmado su el Cristo "Sabiduría de Dios" (A. misión. Fe u illet, etc.) O. Cullmann cons- truye sobre la misma base una c. J. Moltmann se coloca desde el cristología esencialmente "fun- principio en una perspectiva cionar' que se preserva de los escatológica: La entera historia análisis metafísicos de estilo humana aparece como polariza- "ontológico". Los títulos en cues- da por una promesa, y quienes la tión son tanto los que Jesús se ha abordan con fe descubren allí la dado a sí mismo, en relación fuente de una esperanza orien- estrecha con sus actos y su tada hacia la "salvación por Dios". conducta, como los que los pre- Este era efectivamente el caso en dicadores del Evangelio le han las promesas del Primer Testa- atribuido en el Nuevo Testa- mento. Ahora bien, el Evangelio mento. Se refieren a la obra perfecciona esas promesas por el realizada por El durante su vida anuncio de la muerte y la re- terrestre, su obra presente en la surrección de Jesucristo. En la Iglesia, la obra final (o escato- Cruz, Dios ha asumido en su Hijo lógica) hacia la cual la Iglesia la pena y la muerte humanas dirige su esperanza, pero también para hacer paradójicamente de su preexistencia (P. Benoit). ellas el medio de la salvación. Por Desde entonces, la soteriología (o amor, Jesús se ha hecho efecti- teología de la redención) está vamente solidario de la huma- incorporada a la cristología, en nidad pecadora y sufriente, a fin lugar de estar separada de ella de asegurarle una liberación que como en los tratados clásicos. le alcance en todo su ser, tanto en el- orden de sus relaciones con b. W. Pannenberg parte en su Dios, como en el plano psicológico reflexión del hecho de la re- (antropología) yen el de la vida surrección de Jesús, anticipación social (sociología y política). La ( o prolepsis) del fin de la historia teología de la redención desem-
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boca así en un programa de 1.1.7.2 Para K. Rahner, el punto acción. Se encuentra una preo- de partida de la reflexión se busca en cupación semejante en la "exé- la existencia humana, analizada de gesis social" (Cfr. G. Theissen, un modo que él llama "trascendental": E.A. Judge, A. J. Malherbe, etc.). es fundamentalmente conocimiento, amor y libertad. Ahora bien, estas dimensiones de la existencia se ac- 1.1.7 Cristología y tualizan totalmente en la persona de antropología JesÍls durante su vida aquí abajo. Por su resurrección, su vida en la Iglesia y Se agrupan bajo este título diversos el don de la fe que el Espíritu Santo métodos que tienen en común buscar hace a los creyentes, rinde posible a su punto de partida en diversos todos la realización del proyecto hu- aspectos sociales de la experiencia mano, que sin El, terminaría en un humana y de la antropología. Estos' fracaso. caminos reasumen a su manera los debates, corrientes en el siglo XIX y 1.1.7.3 H. Kung, preocupado por en la primera parte del presente, el encuentro entre el cristianismo, las sobre los "signos de credibilidad" que religiones mundiales y los humanis- conducen a la fe. Los ensayos de esta mos modernos, se inclina sobre la clase tomaban como punto de par- existencia histórica del Judío Jesús. tida, ya sea el examen de los signos Examina la manera como Jesús tomó _externos (apologética clásica), o ya en su mano la causa de Dios y la de los la experiencia religiosa considerada hombres, el drama que lo condujo a en su universalidad (tentativa "mo- la muerte, en fm, el modo de vida dernista"), o las exigencias intrín- cuyo animador e iniciador fue, y que secas de "la acción humana" (M. el Espíritu continúa haciendo brotar Blondel). Desde entonces estos pro- en la Iglesia. El obrar cristiano apa- blemas se han transformado, pero su rece así como un "humanismo radi- transformación ha tenido repercu- cal" que da al hombre su auténtica siones en el campo de la cristología. libertad.
1.1.7.1 P. Teilhard de Chardin ha 1.1.7.4 Estudiando la experiencia
presentado al hombre como el "brote personal de Jesús intenta E. Schille- terminal" de la evolución del universo. beeckx poner un puente entre ésta y Cristo, el Hijo de Dios encarnado, es la experiencia humana común, sobre considerado así como el principio todo, la de quienes fueron los pri- unificador de la historia de la huma- meros compañeros de la vida de nidadydel universo, desde su origen. Jesús. La muerte que Jesús sufrió en Por el nacimiento y la resurrección cuanto "profeta escatológico" no puso de Jesús, se manifiesta así a los fin a la fe de esos primeros compa- creyentes el sentido coherente del ñeros en El. El anuncio de su re- "fenómeno humano" entero. surrección, entendida como ratifi-
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cación divina de su vida, mostró que Dios a los pecadores: este anuncio habían reconocido en Ella victoria de está significado por la "Cruz de Jesús", Dios sobre la muerte y la promesa de verdadera "palabra" de Dios inscrita salvación para todos los que mar- en un suceso histórico. Tal es a sus charían tras El en su Iglesia. ojos el contenido del mensaje pascual, que pide una "decisión de fe" (Cfr. S. 1.1.8 La interpretación Kierkegaard), que es la única que "existencial" de Jesucristo asegura al hombre la entrad en una existencia nueva, plenamente "autén- Una aproximación a Jesús de tipo tica". Esta fe no tiene, como tal, antropológico se encuentra también contenido doctrinal: es de orden en la interpretación "existencial" de "existencial", como compromiso de la los evangelios propuesta por R. libertad que pone al hombre en las Bultmann, a la vez, exegeta y teólogo. manos de Dios.
1.1.8.1 En exégesis, Bultmann 1.1.8.3 Las formulaciones de la
toma en cuenta los resultados ne- cristología y de la soteriología que gativos en que terminaban las in- figuran en el Nuevo Testamento han vestigaciones sobre la "vida de Jesús" sido hechas, según Bultmann, en el en el protestantismo liberal. De todos lenguaje "mitológico" de la época. modos, esas investigaciones no Este lenguaje debe pues ser des- pueden, según él, servir de base a la mitologizado, es decir, interpretado teología. Con la Religiongeschichtli- teniendo en cuenta las leyes del che Schule, admite que las creencias lenguaje mitológico, para formar del cristianismo primitivo fueron el objeto de una interpretación "exis- resultado de un sincretismo entre tencial". Esta no tiene solamente por elementosjudíos, venidos en particu- fin mostrar las consecuencias prác- lar de los medios apocalípticos, y de ticas del mensaje evangélico; tiende a los elementos paganos, venidos de la poner en evidencia las "categorías" religiosidad helenista. Así el "Jesús de que estructuran la existencia huma- la historia" es separado más que na "salvada". Sobre este punto, la nunca del "Cristo de la fe" (según el reflexión de Bultmann depende fuer- principio puesto al fm del siglo XIX temente de la fIlosofía de M. Heidegger por M. Kahler). en Sein und Zeit.
1.1.8.2 Bultmann quiere, sin 1.1.8.4 En su trabajo exegético,
embargo, permanecer un cristiano Bultmann ha sobrepasado, como sus creyente que realiza una obra teo- contemporáneos M. Dibelius y K. L. lógica. Pero para salvar el valor del Schmidt, la crítica literaria clásica "Kerygma" evangélico, que había para recurrir a la crítica de las precedido a la actitud de Jesús ante "formas" literarias que han concurri- Dios, acabó por reducirlo a la pro- do a la "formación" de los textos clamación del perdón concedido por (Formgeschichte). Se trata menos de
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extraer de los textos evangélicos un 1.1.9.2 En nuestros días, las teo- contenido histórico relativo a Jesús, logías de la liberación, elaboradas que de establecer la relación de estos sobre todo en América Latina, buscan textos con la vida concreta de la en el "Cristo libertador", que algunos "comunidad primitiva" determinando han presentado como opositor po- el puesto que han ocupado allí y la lítico del poder romano (Cfr. S.G.F. función que allí han llenado (8itz im Brandon), el fundamento de una Leben), a fin de percibir sobre lo vivo "praxis" y de una esperanza. Para dar los diversos aspectos de su fe. Sin a los hombres una liberación social y abandonar sobre este punto las exi- política ¿no ha tomado Jesús partido gencias de Bultmann, sus propios por la causa de los pobres, y no se ha discípulos (E. Kasemann, etc.) han opuesto a los excesos de los poderes experimentado la necesidad de reen- opresores en los campos económico, con trar a Jesús mismo en los orígenes político, ideológico y aun religioso? de la Cristología. Los teólogos de que tratamos tienen sin embargo formas múltiples. Los unos subrayan el carácter global de 1.1.9 Cristología y la liberaciÓn necesaria, incluyendo la preocupaciones sociales. relación fundamental del hombre a Dios (v.g. G. Gutiérrez, L. Boff, etc.). 1.1.9.1 Estando condicionada la Otros insisten principalmente en las vida del hombre por su vida en relaciones sociales de los hombres sociedad, la atención a los problemas entre sí (v.g. J. Sobrino). prácticos planteados por la vida social dominan la reflexión de un 1.1.9.3 De hecho, un cierto cierto número de "lectores", teólogos número de marxistas ateos, en o no, que han dirigido su mirada búsqueda de un "principio-esperanza" hacia Jesús. Observando y experi- (E. Bloch), ven en la praxis de Jesús, mentando los vicios de las sociedades fundada sobre el amor fraterno, un humanas, se vuelven hacia la "praxis" camino abierto para hacer emerger de Jesús para buscar allí un modelo en la historia la humanidad nueva, en aplicable a nuestro tiempo. Desde el que se realizará el ideal del "comu- siglo XIX, los socialismos utópicos nismo" integral (v. g. M. Machovec). (Cfr. Proudhon) se interesaban en los aspectos del Evangelio. Marx mismo, 1.1.9.4 Algunos lectores de los aunque rechazando un bloque reli- evangelios, aceptando por principio gioso, sufría la influencia lateral del la interpretación de los fenómenos mesianismo bíblico, y F. Engels in- sociales y de la historia humana terpretaba en función de su teoría de propuesta por algunas corrientes de la "lucha de clases" la esperanza del los marxistas contemporáneos, apli- cristianismo primitivo, tal como se can sus métodos de análisis a los presenta, por ejemplo, en el Apo- textos del Nuevo Testamento y calipsis. proponen de éste una lectura
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materialista. Extraen así de los textos se concibe como una revelación teo- los principios de una praxis libera- lógica de Dios mismo. Son las de K. dora, independiente, según ellos, de Barth y H. U. von Balthasar. No se toda "ideología eclesiástica", para ignoran los resultados de la crítica fundar sus propias actividades so- bíblica; pero el recurso de la Sagrada ciales ev. g. F. Belo). Grupos de trabajo Escritura toda entera es lo que per- en que pueden figurar cristianos sin- mite construir una síntesis sistemá- ceros adoptan este método que quiere tica. Jesús de Nazareth y el Cristo de juntar la teoría con la acción, sin la fe son dos "tomas de vista" que se coincidir necesariamente con los unen profundamente para construir fines teóricos del "materialismo la autorrevelación de Dios en la dialéctico". historia humana. Evidentemente, l.l.9.5 Todas estas "lecturas" esta revelación no se descubre sino concentran su atención sobre el en la fe (K. Barth). Para H. U. von "Jesús de la historia". Según su punto Balthasar, la "kenosis" de Cristo, de vista, el hombre Jesús fue el manifestada por su obediencia radi- iniciador de una "praxis" liberadora cal al Padre hasta la muerte en la cuya acción debe ser reasumida en el Cruz, manifiesta un aspecto esencial mundo moderno con medios nuevos. de la vida trinitaria misma, al mismo Bajo un cierto ángulo, los proyectos tiempo que obra la salvación de la que se despliegan en esta dirección humanidad pecadora asumiendo su toman el lugar que ocupan, en la experiencia de la muerte. teología clásica, la doctrina de la redención y la ética social. 1.1.10.2 Para Barth, la existencia l.1.9.6 En una perspectiva sensi- entera de Cristo no adquiere su blemente diferente, aparecen inves- sentido sino en cuanto Palabra tigaciones que tienden a establecer suprema del Padre. Comunicando una teología práctica que, abor- esta Palabra por su Espíritu en su dando los problemas del campo socio- Iglesia, Dios abre el camino a una político, ofrecería a los hombres, y ética que exige de los creyentes un sobre todo a las clases pobres y flpri- interesarse por el mundo temporal: midas una esperanza efectiva "Ji/ reali- la vida política no queda excluida de zable: por la Cruz de Cristo, Dicjs se ha eso. En Balthasar, que opera una hecho solidario de la humanJ,dad que contemplación de Dios por el camino sufre para efectuar su liberación de la "estética", la reflexión racional, eCfre. J.B. Metz). Se desemboca así en las investigaciones históricas y la el campo de la ética. actuación de la libertad humana en el amor están integradas en el mis- 1.1.10 Estudios sistemáticos de terio mismo de la Pascua. Así se nuevo estilo esboza una teología de la historia que l.l.10.1 Se agrupan bajo este se libra de las reducciones idealistas título dos síntesis en que la cristología y materialistas.
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1.1.11 Cristologías desde lo alto corte entre estos dos tiempos: y cristologías desde pero se observa una transforma- abajo. ción considerable que es cons- titutiva de la cristología misma. 1.1.11.1 Entre las investigaciones Esta debe reconocer los límites cristo lógicas que acabamos de re- de "Jesús de Nazareth", aunque señar, las que parten del "Jesús sabiendo reconocer en él al histórico" se presentan, de alguna "Cristo de la fe", plenamente manera, como "cristologías desde revelado por su resurrección en abajo". Por el contrario, las que ponen la luz del Espíritu Santo. el acento sobre la relación filial de Jesús con Dios Padre pueden llamar- b. Hace falta constatar también que se "cristologías desde lo alto". Muchos los libros del Nuevo Testamento ensayos contemporáneos se esfuer- reflejan de diversas maneras la zan por combinar ambos puntos de comprensión del misterio de vista, mostrando, a partir del estudio Cristo. Pero lo hacen refiriéndose crítico de los textos, que la cristología siempre al lenguaje de las Es- implicada en las palabras y la ex- crituras: éstas se han "realizado" periencia humana de Jesús presenta en Jesús, Salvador del mundo. Su una continuidad profunda con las cumplimiento supone un "creci- cristologías explícitas que se en- mien to de sen tido '; ya se trate del cuentran en el Nuevo Testamento. Se sentido que tenían primitiva- busca esta combinación por caminos mente los textos bíblicos, o del muy diversos (v.g. L. Nouyer, R. Fuller, que el judaísmo les atribuía C.F.D. Moule, I.H. Marshall, B. Rey, releyéndolos en el tiempo de Chr. Duquoc, W. Kasper, M. Hengel, Jesús. Este enriquecimiento de J.D.G. Dunn, etc.). sentido no es el efecto de una simple especulación teológica: 1.1.11.2 Las orientaciones y las tiene su origen en la persona del conclusiones de todos estos autores mismo Jesús, cuyos rasgos espe- están lejos de coincidir plenamente, cíficos permite poner mejor en pero coinciden en dos puntos princi- evidencia. pales: 1.1.11.3 En esta perspectiva los a. Se debe distinguir la manera exegetas y los teólogos abordan la como Jesús se presentó y pudo cuestión de la personalidad indivi- ser comprendido por sus con- dual de Jesús. temporáneos (familia, adversa- rios, discípulos) y de otra parte, a. Esa personalidad ha sido mode- la comprensión que sus manifes- lada por una educación judía taciones ya resucitado han dado cuyos valores Jesús asumió ple- de su vida y de su persona a namente. Pero fue dotada tam- quienes creyeron en El. No hay bién de una conciencia de sí
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original, tanto para su relación su Padre, en sentido particular y de Dios como para la misión que completamente único. Las cuestiones tenía que cumplir entre los hom- de la ciencia y de la preexistencia de bres. Los textos (v. g. Luc. 2,40. Cristo se presentan inevitablemente; 52) obligan a considerar un pero provienen de una fase ulterior desarrollo de esta conciencia. de la investigación en cristología.
b. Pero los exegetas y los teólogos se Sección 11. Peligros y límites de
resisten a emprender una "psico- estos diversos métodos. logía" de Jesús, tanto por causa de las dificultades críticas unidas Cada uno de estos métodos que a los textos,. como por razón del acabamos de presentar tiene sus peligro de especulaciones abusi- puntos fuertes, su arraigamiento en vas, ya sean maximizantes o mi- los textos bíblicos, su riqueza y su nimizantes. Respetan el misterio fecundidad propias. Pero muchos de una personalidad que Jesús entre ellos, si se les emplea sepa- no se preocupó de definir expre- radamente, corren peligro de no samente, aunque dejaba entrever explicitar la totalidad del mensaje algo de sus secretos íntimos con bíblico, o aun de propagar de palabras o con hechos (H. Schür- Jesucristo una imagen truncada. Es mann). Las diversas cristologías preciso pues medir con precisión los del Nuevo Testamento, igual que límites de varios entre ellos. las definiciones conciliares que han repetido su contenido recu- 1.2.1 Los métodos teológicos de rriendo a "lenguajes auxiliares", estilo clásico están expuestos a dos han indicado la dirección en que escollos. puede emprenderse la reflexión sin circunscribir exactamente el 1.2.1.1 Las formulac'iones de las misterio mismo. tesis cristológicas dependen más del lenguaje de los teólogos patrísticos o medioevales que del lenguaje del 1.1.11.4 En su reflexión sobre Nuevo Testamento mismo, como si Jesucristo, exegetas y teólogos están esta fuente última de la revelación igualmente de acuerdo en no separar fuera, en sí misma, demasiado poco la cristología de la soteriología. El precisa para dar a la doctrina una Verbo de Dios se ha hecho carne (Jn formulación bien definida. 1,14) para desempeñar una función mediadora entre Dios y los hombres. 1.2.1.2 El recurso al Nuevo Testa- Ha podido ser el hombre "plenamente mento, marcado por el cuidado de libre" y "el hombre para los demás" defender o de fundar la doctrina porque esta libertad y este don de sí llamada "tradicional" en su presen- tenían su origen en la intimidad con tación "clásica", peligra ser dema- Dios, a quien podía dirigirse como a siado poco abierta a ciertos pro-
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blemas críticos que la exégesis no afirmaciones formales de la Es- puede evadir. Por ejemplo, se llegará critura. a admitir demasiado fácilmente la historicidad de todos los detalles en 1.2.2.2 En este trabajo se corre el ciertos relatos evangélicos, cuando peligro de dar un valor absoluto a las pueden tener una función teológica categorías de pensamiento y al len- según las convenciones literarias de guaje propios de nuestro tiempo, de la época, o la autenticidad verbal de tal manera que la comprensión de ciertas. palabras que los evangelios Cristo que brota de los textos bíblicos ponen en la boca de Jesús, aun podría quedar puesta en cuestión. Es cuando se refieren de diversa manera lo que se produciría si los textos del en estos evangelios. Se descuidan así Nuevo Testamento se hicieran objeto ciertas cuestiones que plantean legí- de una selección o de una inter- timamente nuestros contemporá- pretación estructurada con sistemas neos, y se corre el peligro de hacer fllosóficos. Ahora bien, la cristología depender afirmaciones doctrinales no puede ser elaborada sino guar- de soluciones críticas de tipo "con- dando el equilibrio resultante del servador" que son discutidas. conjunto de la Escritura y asumiendo la variedad de los lenguajes que ésta 1.2.2 El esfuerzo de reflexión teo- utiliza. lógica unido a la crítica del lenguaje empleado por los teólogos y los 1.2.3 Las investigaciones históricas concilios se basa sobre una intuición que han demostrado su valor para la justificada. Pero es preciso, para no inteligencia de los personajes y de los traicionar el testimonio de la Sagrada acaecimientos del pasado, se impo- Escritura, observar dos condiciones nen naturalmente en el caso de Jesús esenciales: de Nazareth. Evidentemente, no se puede descuidar ninguno de los datos 1.2.2.1 Los lenguajes "auxiliares" históricos relativos al medio en que utilizados en el curso de la historia de estos testimonios han sido recibidos la Iglesia no tienen para la fe un valor y transmitidos. idéntico al del lenguaje referencial utilizado por los autores inspirados: 1.2.3.1 Sin embargo, no bastan los el del Nuevo Testamento que hunde simples análisis de los textos. En sus raíces en el Primero. Para percibir efecto, esos textos han sido redac- "el Absoluto de la revelación" en la tados y recibidos en una comunidad relatividad del lenguaje respetando que no vivía de ideas abstractas, sino la continuidad entre la experiencia de la fe naciente y progresivamente fundadora de la Iglesia apostólica y profundizada, en la resurrección de la experiencia eclesial que la ha Jesús, acaecimiento de salvación seguido, las distinciones y análisis insertado en la experiencia de co- necesarios no pueden sacrificar las munidades judías diversas.
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1.2.3.2 Como hay sobre este punto desde el siglo III anterior a nuestra una düerencia capital entre la fe de era, eljudaísmo se había enfrentado las comunidades judías y la de la ya con el helenismo, sea para recha- Iglesia cristiana, se podría sentir la zar los elementos que se oponían a su tentación de olvidar la continuidad tradición propia, sea para asimilar histórica entre la fe primera de los los valores que podían enriquecerlo: apóstoles, estructurada por la Ley de legando a los siglos siguientes una Moisés, los Profetas y los Salmos" Biblia traducida al griego, había ya (Luc. 24,44) Yla que ellos adquieren manifestado el logro de su incultu- por su relación con Cristo resucitado. ración. El cristianismo naciente, Ahora bien, esta continuidad es heredero de esa Biblia, se metió por también un dato histórico: hubo una un camino semejante. continuidad en su actitud religiosa hacia el Dios de Abrahán y de Moisés 1.2.4.2 Igualmente, se corre el pe- antes como después del suceso pas- ligro de atribuir a las comunidades cual. Ha vivido con el "Jesús de la cristianas primitivas una facultad historia" antes de vivir con el "Cristo creativa desprovista de toda regu- de la fe". Sean cualesquiera las dis- lación interna, como si las Iglesias no posiciones subjetivas de los investi- hubieran tenido ni encuadramiento, gadores modernos, les hace falta ni tradición sólida. En el límite, al- volver a encontrar así lo que cons- gunos historiadores no verían en tituye la unidad profunda de la Jesucristo más que un "mito" des- cristol~ía del Nuevo Testamento en provisto de toda historicidad. Se evita el interior mismo de su desarrollo. lo más frecuentemente esta conjetura paradójica. Pero un cierto número de 1.2.4 Por necesario que sea el historiadores incrédulos estiman que recurso a la ciencia comparada de las las comunidades del cristianismo religiones para estudiar los orígenes helenista han hecho del "Salvador" de cristianos ella implica dos peligros. la tradición judía el "héroe" central de una "religión de salvación" paralela 1.2.4.1 Esa ciencia comparada a los "cultos de misterios". La ciencia puede estar dominada por un juicio de las religiones no exige en manera preconcebido: que la religión cristiana alguna el postulado evolucionista que debe explicarse como todos los casos determina estas maneras de ver. Se análogos, por la fusión sincretista de esfuerza por descubrir "constantes", elementos preexistentes en el medio pero no nivela las creencias hasta el en que nació: elementos judíos y punto de falsearlas. Como para todas elementos venidos de los paganismos las religiones, debe detectar la contemporáneos, pues habría resul- especificidad de la religión de Cristo, tado de la confrontación entre un ligada a la originalidad del "Evan- grupo creyente de origen judío y un gelio". Así, por la desviación de la medio helenístico al que ese grupo fenomenología, puede abrir el camino debió tomar prestado. De hecho, a la cristología misma.
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1.2.5 El estudio profundo del 1.2.6 La manera de acercarse a medio judío es esencial para com- Jesucristo partiendo de la noción de prender la persona de Jesús y la vida la historia de la salvación ha produ- de la Iglesia cristiana con su fe cido resultados importantes, aunque originaria. la expresión Heilsgeschichte quede demasiado vaga. Las cuestiones que 1.2.5.1 El estudio de Jesús, llevado deja ambiguas varían según los auto- exclusivamente en esta perspectiva, res 'que siguen este método. pondría en peligro de mutilar su personalidad, en el momento mismo 1.2.6.1 La palabra "historia", al en que pondría en evidencia su menos en las lenguas modernas de judaicidad. ¿No sería Jesús más que origen latino, y en inglés, no tiene el un doctor entre los otros, aunque mismo sentido cuando se habla de fuera el más fiel a la tradición del Jesús como personaje "histórico" y Torah y de los Profetas? ¿un tauma- cuando se habla de "historia" de la turgo análogo a algunos otros de que salvación. El alemán puede introducir la literatura judía ha conservado el alguna distinción entre Historie y recuerdo? ¿o un agitador político, Geschichte, pero la terminología que víctima finalmente del poder romano se haya de emplear,plantea una cues- con la complicidad del alto sacerdo- tión difícil. La historia de Jesús, en cio que no lo habría comprendido? efecto, entra en el campo del dominio empírico accesible mediante el estu- 1.2.5.2 Es exacto que las tensiones dio de los documentos, mientras que que han opuesto a Jesús con la la historia de la salvación no encaja corriente pietista de los fariseos se allí. Incluye la experiencia común, parecen a las disputas entre herma- pero supone su comprensión a la nosque participan de la misma cual no se llega más que por la herencia. Pero la vitalidad ulterior de inteligencia de la fe. Es preciso tener la corriente brotada de El, después en cuenta esta distinción para colo- de su rechazo por los jefes religiosos car la cristología en su verdadero de su nación, muestra que el terreno. Lo cual supone, tanto en el disentimiento fundamental entre El historiador como en el teólogo, una y aquellos tenía un principio más apertura a lavida de fe y a la "decisión profundo, aunque se admita que los de fe" que a ella da acceso. relatos evangélicos hayan podido endurecer sobre este punto la si- 1.2.6.2 Esta observación se aplica tuación original: se refería a un modo particularmente a la resurrección de de relación con Dios y de "cumpli- Cristo, que por su misma índole miento de las Escrituras" que Jesús escapa a una constatación pura- aportaba a sus contemporáneos por mente empírica, pues en efecto, in- su Evangelio del Reino de Dios. Un troduce a Jesús en el "mundo que estudio profundo de lajudaicidad de viene". Su realidad puede ser inferida Jesús no puede olvidar este punto. de las manifestaciones de Cristo en
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gloria a testigos privilegiados, y es dición en que la historia misma se corroborada por el hecho de la tumba desarrollaría? ¿No se trataba de la abierta y vacía. Pero no hay que última etapa de "la economía de la simplificar esta cuestión suponiendo salvación" inaugurada por el anuncio que todo historiador, con los solos del Evangelio del Reino de Dios, pero recursos de su investigación científica, todavía no consumada, coextensiva pudiera demostrarla como un hecho a toda la duración de la historia de la accesible a cualquier observador: Iglesia? Una cristología auténtica también aquí, la "decisión de fe", o debe precisar todas estas cuestiones. mejor, la "apertura del corazón", determina la posición tomada. 1.2.7 El peligro de ciertos métodos antropológicos, que reagrupan mo- 1.2.6.3 En cuanto a los títulos de dos de reflexión muy diversificados, Cristo, no basta distinguir los que El es minimizar ciertos componentes de se ha dado durante su vida, y los que ese ser complejo que es el hombre en le han dado los teólogos de la época su existencia y en su historia; de apostólica. Más bien conviene distin- donde viene eventualmente una cris- guir los títulos funcionales que tología truncada. definen su papel en la realización de la salvación de los hombres, y los 1.2.7.1 En la observación del "fe- títulos relacionales, que se refieren a nómeno humano", el aspecto religioso sus relaciones con Dios, de quien es el de éste, o su despliegue histórico, ¿es Hijo y el Verbo. En el estudio de esta estudiado siempre bastante cerca, cuestión, el examen de sus compor- para que la persona de Jesús y la tamientos y de sus actos no tiene fundación de la Iglesia en el seno del importancia menor que el examen de judaísmo queden situados con preci- sus títulos, porque los actos manifies- sión en el curso de la evolución tan lo que hay de más profundo en la universal? Una visión 'optimista de persona. ésta en la dirección del "punto Ome- ga" ¿deja espacio suficiente al pro- 1.2.6.4 La tensión ~trelahistoria blema del Mal y a la función de la de la .s¡Úvación y la escatología y la muerte de Jesús, aun..que, por lo esperanza que ésta excita tienen demás, se tengan en cuenta las crisis consecuencias importantes para la que la evolución humana debe atra- "praxis" cristiana en el seno de las vesar? El estudio de Jesús y de las sociedades humanas. Pero la palabra cristologías del Nuevo Testamento "escatología" es por sí misma ambi- dará aquí los complementos ne- gua. Los "últimos tiempos" ¿están cesarios. más allá de la experiencia histórica? ¿Ha anunciado Jesús el fm de "este 1.2.7.2 Los ensayos especulativos mundo" antes del paso de la gene- sobre un análisis filosófico de la ración en que vivía? ¿O bien abrió así existencia humana peligran de ser una nueva perspectiva sobre la con- rechazados por quienes rehusan esas
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bases. Ciertamente, los datos bíblicos meditación sobre el Antiguo Testa- no se descuidan; pero a menudo mento y a una reflexión más profun- deben tomarse en cuenta con mayor da sobre las palabras y los hechos de consideración de las exigencias de la Jesús, la comprensión creyente de crítica y de la pluralidad de las Cristo tenida global y virtualmente cristologías en el interior del Nuevo desde los orígenes? El papel devuelto Testamento. Solamente entonces al Primer Testamento, cuya autori- puede confrontarse la antropología dad no ha sido discutida ni por Jesús filosófi~a, de una parte, con la exis- ni por sus discípulos, peligra ser tencia personal de Jesús aquí abajo, y descuidado aquí demasiadamente, lo de otra parte, con el papel de Cristo cual falsearía la interpretación del glorificado en la existencia cristiana. mismo Nuevo Testamento. 1.2.7.4 Es perfectamente legítimo 1.2.7.3 Esjusto tomar como punto tratar de establecer una continuidad de partida un acercamien to histórico entre la experiencia de Jesús y la al hombre-Jesús: su vida dejudío, sus experiencia cristiana. Queda enton- comportamientos, su predicación, su ces por establecer, sin ligarse a las conciencia de sí mismo y la manera hipótesis minimizan tes, cómo y en como ha presentado su misión, la qué sentido Jesús, "profeta escato- perspectiva de su muerte y el sentido lógico", ha sido reconocido en la fe que le pudo dar, los orígenes de la fe como Hijo de Dios; cómo la fe y la en su resurrección y las interpreta- esperanza incoativas de sus disCÍ- ciones de su muerte en la Iglesia pulos han podido mudarse en certeza primitiva, la elaboración de la cris- de su victoria sobre la muerte; cómo, tología y de la soteriología en el Nuevo en medio de los conflictos que han Testamerl'to. Pero se corre el peligro atormentado a las Iglesias de los de hacer depender los resultados tiempos apostólicos, se ha podido obtenidos en el plano doctrinal de las reconocer la verdadera praxis queri- hipótesis críticas previamente adop- da por Cristo, la que fundaba el tadas. Si por método no se retuviera seguimiento, la secuela auténtica de sino las más restrictivas, podría Jesús; cómo las interpretaciones di- quedar vaciada la cristología de una versas de su persona y de su función parte de su contenido. Se lo advierte mediadora, tales como se encuentran sobre todo si los textos estimados "los en el Nuevo Testamento, pueden más antiguos" se consideran como mirarse como la expresión verdadera los únicos que verdaderamente den de lo que El fue realmente y de la autoridad, y si los más recientes se revelación venida en El y por El. consideran como especulaciones se- Teniendo en cuenta estas condiciones cundarias que habrían modificado ¿es como se puede evitar lo vaporoso sustancialmente los datos "originales" en la presentación de la cristología? atribuibles al "Jesús histórico". ¿No han tenido esos textos por función, 1.2.8 El método fundado sobre el en su época, explicitar, gracias a una análisis existencial con su insistencia
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sobre la adhesión personal del cre- cida al extremo. Finalmente, la in- yente hacia Dios, conformemente a la terpretación existencial propuesta para obediencia practicada por el mismo interpretar el lenguaje "mitológico" Jesús, subraya fuertemente el ¿no peligra de concluir lógicamente vínculo entre la exégesis, la reflexión en una red ucción an tropológica de la teológica y la fe viviente. Practicando cristología? una crítica rigurosa de los textos, llega frecuentemente a hacer brillar 1.2.8.3 Si la resurrección de Jesús sus funciones en las comunidades y su exaltación no son más que cristianas para las cuales fueron traducciones mitológicas del kerygma compuestos, y por consiguiente, en la pascual, no se comprende ya cómo Iglesia de hoy. Pero muchos exegetas la fe cristiana ha podido nacer de la y teólogos, cualesquiera que sean las Cruz. Si Jesús no es "Hijo" de Dios en confesiones a que pertenezcan, han un sentido único, no se ve ya porqué mostrado sus límites y sus eventuales Dios no habría dicho en El su "última lagunas. palabra" por la mediación de esa Cruz. En fin, si para apartar una 1.2.8.1 El radicalismo crítico concepción racionalista de las reduce el resultado del estudio de los "pruebas" de la fe, se suprime la evangelios a un núcleo muy tenue, noción de los "signos" que la fundan tanto más cuanto que el conocimien- ¿no se desemboca en una invitación to de Jesús como personaje de la al fideísmo? historia lo considera como despro- visto dé interés para la fe. Así Jesús 1.2.8.4 En la medida en que este no está verdaderamente en los oríge- modo de acercamiento a Jesús está nes de la cristología: ésta habría concentrado exclusivamente sobre nacido del kerygma pascual, y no de la decisión personal de fe, ¿no se su existencia de judío que realice en dejan aparte los aspectos sociales de su persona la Ley (Torah) bajo la cual la existencia humana? Tanto más, vivió. Si esta Ley no tiene por papel cuanto que se opone radicalmente más que mostrar por su fracaso la una "moral del amor" muy poco defi- impotencia de los hombres para sal- nida, a una "moral de la ley", que varse por sí mismos ¿no desaparece a incluiría las exigencias positivas de la su vez la teología del Primer Tes- justicia. Por todas estas razones, los tamento? discípulos de Bultmann han empren- dido la tarea de reintroducir a Jesús 1.2.8.2 El lenguaje simbólico em- en los orígenes de la cristología, pleado en el Nuevo Testamento para aunque reconociendo el derecho al traducir el kerygma pascual diciendo proyecto global de reflexión fundado lo que es Cristo y cuál sea su función, sobre la analítica existencial. es atribuido aquí al solo sector "mito- lógico": la relación entre los dos 1.2.9 Las ''teologías de la libera- Testamentos queda entonces redu- ción"han recordado útilmente que la
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salvación aportada por Cristo no se interpretación "ideológica" o aun una sitúa en el dominio de algo "espiritual" "mitologización" de su figura histó- desencarnado; debe liberar a los hom- rica. Entonces, la noción de "poder" bres, por la gracia de Dios, de todas en las comunidades cristianas some- las tiranías que pesan sobre su con- tidas a la potencia imperial de Roma dición presente. Pero hay peligros y a las administraciones locales no posibles en las consecuencias que se constituyen ya objeto de ningún aná- sacan de ese principio general, sobre lisis preciso, y se corre gran peligro de todo, si la doctrina de la redención no interpretar la noción misma de ese se articula claramente sobre una "poder" según criterios marxistas. ética que respete plenamente los datos del Nuevo Testamento. 1.2.9.3 En consecuencia, no se toma en consideración la acción li- 1.2.9.1 Ciertos marxistas miran beradora de Cristo operando en su lateralmente hacia el Evangelio de Iglesia por el Espíritu Santo; Jesús Jesús para buscar allí el ideal de una queda como un simple "modelo" his- vida social verdaderamente fraterna. tórico cuya acción debería ser pro- Pero eso deja intacto su método de seguida por otros más modernos y análisis de los hechos sociales en los eficaces. Se peligra ~í de terminar en planos económico y político, vincu- una completa reducción antropoló- lado a una antropología filosófica gica de la cristología. que, en su teoría, incluye un ateísmo fundamental. Adoptando sin crítica 1.2.10 Los estudios de teología este método de análisis y la "praxis" especulativa sobre Cristo rehusan consiguiente para hacer del Dios de por principio -no sin razón- colo- la Biblia el artífice de una "liberación" carse en posición de dependencia así concebida, se corre el gran peligro con relación a hipótesis críticas que de falsear la naturaleza misma de están siempre sujetas a revisión. Pero Dios, la interpretación correcta de el peligro sería que, por un cuidado Cristo, y finalmente, la comprensión excesivo de síntesis, la variedad de del hombre mismo. las cristologías del Nuevo Testamento quedara difuminada, siendo así que 1.2.9.2 Ciertos "teólogos de la libe- constituye una riqueza cierta; o tam- ración" retienen firmemente al "Cristo bién, que las preparaciones del An- de la fe" como principio último de tiguo Testamento, sean omitidas o esperanza. Pero sucede también que minimizadas, privando así al Nuevo se mira exclusivamente hacia la de sus raíces. Hay que desear que los "praxis" del "Jesús de la historia, trabajos exegéticos encuentren un reconstruida más o menos arbitra- lugar determinado y muy preciso en riamente con la ayuda de un método el estudio de la revelación que, desde de lectura que la falsea en parte, de sus orígenes históricos y en su de- modo que el "Cristo de la fe" no es sarrollo tiende a su perfecciona- considerado ya más que como una miento en la totalidad del misterio de
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Cristo. Hay ahí, en un sentido distinto arqueológicos y etnológicos de los del señalado por San Pablo (Cfr. Gal dos últimos siglos, apenas está en sus 3, 24), una "pedagogía" divina que comienzos. En cambio, para descubrir conduce a los hombres hacia Cristo. cómo Jesús es el salvador de todos los hombres en todos los tiempos, 1.2.11 Todas las tentativas hechas importa reflexionar sobre la para unir la "cristología desde lo alto" cuestión de su preexistencia reco- con la "cristología desde abajo" mues- nociendo en Ella Sabiduría de Dios y tran la dirección que ciertamente su Palabra (Cfr. el Prólogo de Juan), hay que tomar. Pueden dejar en sus- artesano y modelo de la creación penso cuestiones particulares que entera, poder actuante en toda la resolver. historia.
1.2.11.1 Las cuestiones críticas 1.2.11.3 Para comprender cómo
relativas a los evangelios, a la puesta Cristo glorificado continúa actuando en forma de las palabras de Jesús que eficazmente en este mundo para allí figuran, a la historicidad más o efectuar su obra de redención, es menos densa de los relatos que le necesario proseguir un estudio bíblico conciernen, a la fecha y al autor de más preciso con respecto a las rela- cada libro, a las modalidades y a las ciones entre la Iglesia, que es el etapas de su composición, al desa- Cuerpo de Cristo dirigido por el rrollo doctrinal de la cristología, Espíritu Santo, y las sociedades en quedan abiertas en el cuadro de los el seno de las cuales la Iglesia se . estudios exegéticas. Hay allí un cam- desarrolla. Bajo este respecto, la po de investigación que no sólo es ecJesiología constituye un aspecto legítimo, sino necesario y fructuoso esencial de la cristología, en el para la cristología sistemática misma. momento mismo en qu~ ella se ofrece a las investigaciones de los sociólogos. 1.2.11.2 Para percibir el valor único de Cristo en la historicidad del mundo, no se puede prescindir de Sección 111; ¿Cómo hacer frente a una investigación sobre el lugar que estos peligros, a estos límites, a ocupa la Biblia en el desarrollo de las estas incertidumbres? culturas. Como ha aparecido ahí en un tiempo relativamente tardío, no La experiencia evocada antes se puede omitir el estudio de la muestra que no se hará frente a manera como ha tomado algunos de todos estos peligros enunciando al- sus elementos para ponerlos al ser- gunas fórmulas terminantes que vicio de la revelación. Insertada en representen la "verdad" definitiva, o las culturas, lajudaicidad de Jesús es elaborando exposiciones sistemáti- portadora de su total humanidad. cas que englobarían todas las Este camino para llegar a Jesús, es- cuestiones y las resolverían inme- timulado por los descubrimientos diatamente.
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1.3.1 La comunión de fe con el ofrece otros medios, pero la orien- conjunto de la tradición eclesial, que tación con que hace falta practicarlos remite siempre al teólogo a la Tra- permanece la misma. dición fundadora de los tiempos apostólicos (en el sentido amplio de 1.3.3 Para que el lector creyente la palabra que incluye todo el Nuevo pueda fácilmente discernir en la Testamento) no dispensa de las in- Biblia esta cristologia integral, sería vestigaciones que deben alcanzar el deseable que la ciencia bíblica, cul- conjunto de la Escritura, sobre su tivada con la ayuda de los métodos lugar en Israel, sobre la nueva rama exegéticos de nuestro tiempo, estu- que se ha injertado en ella a partir de viera más avanzada de lo que está en Jesús en los escritos del Nuevo Tes- el estado actual de la investigación y tamento hasta el cierre de su lista de la reflexión. En efecto, muchos "canónica" es decir, "reguladora" de puntos quedan oscuros en el proceso la fe y de la vida práctica. Sobre este de composición que ha terminado en último punto existe una divergencia la presentación actual de los libros fundamental entre los judíos y los santos por los autores inspirados. cristianos; pero el principio de la Quienes para prescindir de las inves- "canonicidad" es admitido por unos y tigaciones de este género, se atu- otros. vieran a una lectura superficial que creerían "teológica", emprenderían 1.3.2 El desarrollo literario de la un camino engañoso: las soluciones Biblia refleja el desarrollo del don de simplistas no pueden en manera al- Dios que lleva a los hombres su reve- guna servir de fundamento sólido a la lación y su salvación. Para los cris- reflexión teológica efectuada con una tianos, este don culmina en el de su fe plena. Pero la Pontificia Comisión Hijo, "nacido de la Virgen María". La Bíblica estima que, prescindiendo de unidad de las Escrituras se realiza así discusiones de detalle, los trabajos alrededor de las promesas recibidas están bastante avanzados para que por los patriarcas y ampliadas por todo lector creyente encuentre un los profetas, después, alrededor de la apoyo Írrme en ciertos resultados espera del Reino de Dios y del Mesías suyos para su investigación sobre anunciado. Ahora bien, estas prome- Jesucristo. sas y esta espera son las que encuen- tran su cumplimiento en Jesús, Esto es lo que expondrán las dos Mesías e Hijo de Dios. El recurso a la secciones siguientes: Biblia en cristología está sometido a 1. Las promesas y la espera de sal- este principio de totalidad que no vación y del Salvador en el Primer habían olvidado los Padres ni los Testamento. teólogos medioevales, cuando re- currían a los métodos ofrecidos por 2. El cumplimiento de esas prome- su cultura para leer e interpretar los sas y de esa espera en la persona textos bíblicos. Nuestra cultura nos de Jesús de Nazareth.
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SEGUNDA PARTE nidad cristiana primitiva entendió y comprendió a la luz de Cristo, llegado EL TESTIMONIO GLOBAL DE ya. LA SAGRADA ESCRITURA SOBRE CRISTO 2.1.1 Dios y la revelación en el Antiguo Testamento Sección l. Las acciones salvadoras de Dios y la 2.1.1.1 Todos los pueblos del An- esperanza mesiánica de Israel tiguo Oriente buscaban a Dios pero como "por tanteos" (Ac 17,27); según Se sabe que Jesús y la primera el libro de la Sabiduría, se han extra- comunidad cristiana reconocían la viado en esa búsqueda, cuando autoridad divina de las Escrituras encantados por la belleza de las cosas, que nosotros llamamos Antiguo tomaron por dioses las Potencias de Testamento. En efecto, sobre el tes- este mundo, sin saber cuán sl,lperior timonio de los autores sagrados, es su dueño (Sab 13, 3). Ahora bien, Israel pudo creer en la voluntad de Dios se presenta a Israel como bus- salvación de su Dios y conocer sus cando El mismo a los hombres: llama caminos. Esta primera experiencia a Abrahán (Gen 12, 1-3) y le cons- de las relaciones entre Dios y su tituye una descendencia que llegará pueblo tiene pues su propia consis- a ser su pueblo particular entre todos tencia y merece por lo mismo que se los pueblos de la tierra (Ex 19, 5-6; Dt la evalúe debidamente. 7,6) por pura gratitud (Dt 7,8). En Abrahán y su posteridad las naciones Se pueden también examinar en recibirán la bendición (Gen 12,3; 22, estos escritos tres tipos de realidades 18; 26, 4); únicamente en este Dios cuyo perfecto cumplimiento encon- ellas encontrarán la salvación (ls 45, trarán los cristianos en Jesucristo: a) 22-25), yen El deben buscar el objeto el conocimiento del verdadero Dios de su esperanza (ls 51, 4-5). que se distingue de las otras divini- dades y funda la esperanza de Israel; 2.1.1.2 Dios, Creador del universo b) la experiencia que Israel ha hecho (Gen 1,1 - 2,4) se manifiesta a Israel de las voluntades de salvación de su sobre todo como Señor y Dueño de la Dios, en el curso de su historia en historia (Aro 1,3 - 2,16; Is 1!! 5 ss.); El medio de los otros pueblos; c) las es el "Primero y el Ultimo", y fuera de diferentes mediaciones que promo- El no hay otro Dios que pueda operar vieron constantemente la realización como El (ls 44, 6; 45,5-6); no hay Dios de la alianza y de la comunión entre sino en Israel (ls 45, 14) y El es el solo Dios y los hombres. No se trata aquí (ls 45,5). de retrasar las diferentes etapas de la revelación de Dios a Israel, sino de Se presenta a los hombres nota- evocar los principales testigos de este blemente como Rey:ya se ha revelado "Primer Testamento" que la comu- esta realeza por su fuerza de creación
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(Sal 93, 1-2; 95, 3-5), Y la manifiesta jero (Ex 3, 8; Jos 24,10; 2 S7, 9-11), le todavía más por tomar a su cargo el dará el don de la tierra de las destino de Israel (Ex 15, 18;Is52,7)y promesas (Gn 15, 18; 22, 17; Jos 24, por su reino venidero (Sal 98). 8-13; 2 S 7, 10), en fin, le procurará la salvación (Ex 15, 2; Jc 2, 16-18). Así esta misma realeza estará en el También mediante ellos Dios trans- , centro mismo del culto que se le mitirá a este mismo pueblo sus rendirá en Jerusalén (ls 6, 1-5; Sal mandamientosysusleyes(Gn 18, 19; 122). Cuando Israel se da jefes según Ex 15,25; 21,1; Dt 5, l;Jos 24, 25-27; 1 su elección (1 S 8, 1-9) sufre bajo el R 2, 3) cuya observancia ser' para yugo de esos reyes (l S 8, 10-20) y así Israel la manera de confesar a su descubrirá en su Dios al Buen Pastor Dios con el respeto del prójimo en su (Sal 23; Ex 34), porque El es siempre persona y en sus bienes (Ex 20, 3-17; "fiel... justo y recto" (Dt 32,4), "mise- Dt 5, 6-21; Ex 21, 2ss; Lv 19). La ricordioso, compasivo... abundante en relación entre el don de la tierra y la ternura y veraz" (Ex 34,6). obediencia a la leyes presentada, en la Biblia, bajo el concepto jurídico de Un Dios cercano a los hombres "alianza" (berit) que define los nuevos constituye pues el corazón mismo de vínculos que Dios establece entre El y la fe de Israel; su nombre propio, los hombres. dado por el tetragrama YHWH, quiere ser la confesión de una tal fe (Cfr. Ex Ciertamente, el pueblo y sus jefes 12-15), y define por lo mismo el tipo se comprometen libremente en esta de relación que pretende establecer alianza (Ex 24, 3-8; Dt 29, 9-14; Jos con su pueblo, llamando a éste a la 24, 14-24). También serán tentados fidelidad. de introducir otros dioses aliado de YHWH(Ex32, 1-16;Nm25, 1-18;Jc 2, 11-13) Yde oprimir a su prójimo con 2.1.2 Dios y los hombres: toda clase de injusticias (Am 2, 6-8; promesa y alianza Os 4, 1-2; Is 1, 22-23; Jr 5, 1ss) rompiendo así la alianza contraída 2.1.2.1 En virtud de una libertad con su Dios (Dt 31, 16-20; Jr 11, 10; inquebrantable (Jr 31, 35-37), signi- 32, 32; Ez 44, 7). Ciertos reyes fueron ficada por su juramento "ante sí particularmente culpables en estas mismo" (Gn 22, 16-18), este Dios se injusticias (Jr 22, 13-17) Y en esta ha comprometido con los hombres ruptura de la alianza (Ez 17, 11-21). constituidos en un pueblo. Les provee Pero la fidelidad de Dios vencerá la dejefes responsables de la realización iQfidelidad de los hombres (Os 2, 20- de estos designios: Abrahán (Gn 18, 22) trabando con ellos una alianza 19), Moisés (Ex 3, 7-'15), "Jueces" (Jc nueva (Jr31, 31-34), alianza perpetua 2, 16-18) Y Reyes (2 S 7, 8-16). Me- e inquebrantable (Jr 32, 40; Ez 37, diante ellos Dios librará a su pueblo 26:27). Alianza que no se extiende a de toda esclavitud o dominio extran- la descendencia de Abrahán, marca-
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da por el signo de la circuncisión (Gn los orígenes (Am 9, 11-12; Ez 34, 23- 17,9-13) sino a la humanidad entera 31; 37, 24-27). por el signo del arco iris (Gn 9,12-17; Cfr. Is 25, 6; 66,18). Los profetas anuncian también la purificación y la restauración de 2.1.2.2 Si los profetas fueron los Jerusalén, lugar en que el Señor reside testigos escandalizados de esta rup- en su templo; ella llevará los nombres tura de la alianza bajo todas sus simbólicos de "Ciudad-Justicia" (ls 1, formas, que producían así la conde- '26), "el Señor nuestrajusticia" (Jr 33, nación del pueblo elegido por YHWH 16), "el Señor está allí" (Ez 48, 35); (2 R 17, 7-23), son sobre todo, los aun sus muros se llamarán "Salva- testigos privilegiados de la fidelidad ción"ysus puertas, "Alabanza" (Is 60, de ese mismo Dios por encima de las 18). Todas las naciones participarán infidelidades humanas. Ese Dios de la alianza eterna de David (ls 55, transformará radicalmente el cora- 3-5); serán llamadas a compartir la zón del hombre, haciéndole capaz de Salvación del Dios de Israel en la realizar sus compromisos por la ciudad santa restaurada (ls 62, 10- obediencia a la ley (Jr 31, 33-34; Ez 12), porque de Sión sale la ley y la 36, 26-28). No obstante los fracasos justicia para alcanzar los confines de repetidos de la alianza por parte de la tierra (Is 2, 1-5; Mi 4, 1-4), y sólo en Israel, los profetas no dejaron de YHWH encontrarán la salvación. esperar la realización de la salvación aportada por Dios, gracias a su amor 2.1.3 Las mediaciones de y a su indulgencia sin límite (Am 7, salvación 1-6; Os 11, 1-9; Jr 31, 1-9) aun en los peores momentos de su historia (Ez 2.1.3.1 Ciertamente, es Dios mismo 37,1-14). quien salva a su pueblo y a la huma- nidad entera, pero lo hace por diver- Dios, por David, había realizado sas mediaciones. sus promesas de hacer de las tribus de Israel un pueblo libre en una tierra a) El rey ocupa un lugar de elec- de su pertenencia (2 S 7, 9-11). ción en este suceso de la Salvación. Aunque sus descendientes no hayan Adoptándolo como su Hijo (2 S 7, 14; marchado sobre sus huellas, los Sal 2,7; 110,3 LXX; 89, 27-28) Dios le profetas aguardan siempre a aquel confiere la fuerza de vencer a los rey que, como David, (2 S 8,15), hará enemigos del pueblo (2 S 7, 9-11; Sal reinar la justicia y el derecho, sobre 2, 8-9; 110, 1ss; 8~, 23-24), como lo todo, con respecto a los más pobres y habían hecho -antes los jueces sal- a los más débiles del reino (Is 9, 5-6; vadores (Jc 2, 16). Investido de la 11, 1-5; Jr 23,5-6; 33,15-16). Un rey sabiduría divina (1 R 3,4-15. 28) el será la manifestación del "celo" de rey debe ser fiel al Dios de la alianza Dios por su pueblo (Is 9, 6), Y la (1 R 11, 11; 2 R 22,1...) y vigilar para garantía de la paz prometida desde que el derecho y la justicia se obser-
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ven a través de todo el reino, sobre dicionado por el cumplimiento de su todo con respecto a los pobres, a las función de ministro de la Ley (Os 4, viudas y a los huérfanos (Is 11,3-5; J r 6-10). ~2, 15-16; Sal 72, 1-4, 12-14). El Deuteronomio tendrá pues razón c) El profeta desempeñó un papel para insistir sobre esta sumisión del importante en la experiencia que rey a todos los deberes de la alianza Israel hizo de la salvación. Habitado (Dt 17, 16-20). Por lo demás, el rey por la "palabra" de Dios (Jr 18, 18) El asegur-ará a su pueblo paz y libertad está presente en todos los momentos mediante su fidelidad a la justicia críticos de esta historia (Jr 1, 10). (Sal 72, 7-11; Jr 23, 6; Is 11,5-9). Pero Debe ante todo denunciar las infide- si el rey, como fue el caso, es hallado lidades del pueblo y de sus jef('s infiel a sus deberes con respecto a la políticos y religiosos (l R 18): por el alianza, arrastrará consigo al pueblo honor de su Dios, exige que se respete en su caída (Jr 12,12; 22,13-19). Las al hombre en su persona y en su bien, naciones mismas son invitadas por en virtud misma de la alianza si- todas partes a participar de las naítica (l R 21; Am 2, 6-8; 5, 7-13; Os bendiciones de un tal don que Dios 4, 1-2; Mi 3, 1-4; Jr 7, 9). hace a los hombres (Sal 72, 17). El menosprecio de la Ley atrae b) Aunque los reyes hayan ejercido sobre el pueblo pecador el juicio de funciones sacerdotales (2 S 6, 13.17- Dios, que la intercesión del mismo 18; 1 R 8, 63 ss; etc.), el ejercicio de profeta no sería capaz de apartar esas funciones corresponderá a un (Am 7, 7-9; 8, 1-3). Solamente una sacerdote-levita (Dt 18, 18). Conviene verdadera conversión del pueblo subrayar que la función del sacerdote infiel podrá permitir a Dios mani- está definida en referencia a la Ley festar de nuevo su salvación (Am 5, (Jr 18, 18); él es su guardián (Os 4,6; 4-6; Jr4, 1-2; Ez 18,21-23; J12, 12-17). Dt 31, 9), él enseña las diversas Puesto que esta conversión se ha cláusulas que la constituyen (Dt 33, manifestado efímera (Os 6, 4) si no 10). Por su función cultual, el sacer- imposible (Jr 13,23) Dios solo puede dote se santifica él mismo y con él, pues realizarla (Jr 31, 18; Ez 36, 22). toda la comunidad de Israel (Lv 21, Debido a esto, el profeta puede an un- 8), para hacer posible la ofrenda de ciar un porvenir mejor, aun en el un sacrificio agradable a Dios (Dt 33, momento en que los fracasos son los 10). Puesto que el culto celebraba los más graves (Os 2, 20-25; Is46, 8-13;Jr sucesos pasados de salvación (Sal 31, 31-34; Ez 37). Esta pedagogía 132, 136... ) y recordaba los compro- prepara la victoria del amor de Dios misos de Israel hacia su Dios (Is 1, sobre la condición pecadora de los 10-20; Os 8,11-13; Am 5, 21-25; Mi 6, hombres (Os 11, 1-9; Is 54, 4-10). 6-8) el valor de la misión cultual del sacerdote, según el testimonio no d) Al Sabio corresponde el sentido equívoco de los profetas, está con- de este universo que el Creador ha
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puesto a disposición del hombre (Si b) El "Servidor del Señor" todavía 16,24 -- 17, 14) puesto que es a la vez velado en su misterio profundo, se- el don y el reflejo de su bondad (Gn 1, llará la Alianza universal, revelará al 1-2,4; SaI8). Le corresponde también mundo entero al único verdadero recoger y evaluar a la luz de la Reve- Dios-Salvador, e instaurará el orden lación las diversas experiencias del dictado por Dios (ls 42, 1-4; 49, 1-6). hombre en cuanto ser social y res- Solidario de los sufrimientos del ponsable para legarlas a las gene- pueblo errante, tomará sobre sí el raciones futuras como un ideal que peso de sus pecados para justificar realizar (Pr 1 a 7), o un ministerio que en seguida a las multitudes (Is 52,13 respetar (Pr 30,18-19). Sin embargo, --53, 12). sucederá que el Sabio sobreestime el valor de sus consejos (ls 5, 21; 29, c) En fin, cuando los tiempos es- 13-14) Y aun haga violencia a la Ley tarán cumplidos, aparecerá como la de YHWH por esos mismos consejos figura de un Hijo de hombre (inter- (Jr 8,8-9). Deberá en fin saber medir pretado entonces como el "pueblo de los límites de una tal sabiduría para los santos del Altísi-mo", Dn 7,18), procurar al hombre felicidad y éxito viniendo ante Dios "con las nubes del (Qo 1, 12 -- 2, 26). cielo" para recibir el imperio eterno sobre todos los pueblos de la tierra, 2.1.3.2 La historia ha mostrado que que le obedecerán (Dn 7,13-14.27). estas diferentes mediaciones no han logrado poner a los hombres en 2.1.3.3 Para representar esta comunión duradera con Dios. Al acción de Dios en el mundo y en la término de constantes fracasos, Dios historia, la fe israelita ha tenido suscitó en la conciencia religiosa de recurso también a las figuras de cier- su pueblo la esperanza de mediadores tas potencias que las religiones nuevos, capaces de instaurar defini- paganas consideraban algunas veces tivamente su Reino. como divinidades, pero que esa fe israelita sometió al Dios de Abrahán a) Aunque comparado a los anti- para evocar su presencia creadora y guos reyes davídicos, el rey-Mesías salvadora. será humilde, pondrá fin a toda guerra y llevará la paz a las naciones a) El Espíritu es una fuerza de Dios todas (Za 9,9-10; Cfr. Sal 2, 10-12). La que presidió a la creación de todas instauración definitiva de este Reino las cosas y las renueva sin cesar (Sal mesiánico es sin duda la obra de Dios 104,29-30). Es sobre todo activo en la mismo (Dn 2, 44-45), pero quiere historia: en cuanto Potencia divina realizarla por la mediación de su habilita para ciertas misiones. Se apo- pueblo santo (Dn 7, 27), cuando la dera de los Jueces para liberar a venida de la 'justicia eterna", cuando Israel (Jc 3,10; 6,34; 11,29); desciende la "unción del Santo de los Santos" sobre David (l S 16,13), sobre el rey (Dn 9, 24). ideal (Is 11,2) y sobre el Servidor (Is
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42, 1-4) para hacerlos verdaderos buto de los reyes o un arte del éxito mediadores del reino de Dios en el en la vida, sino que se presenta como mundo. Es también quien produce en Sabiduría creadora divina (Pr 3,19- los profetas la inteligencia del tiempo 20; 8,22ss). Sólo mediante ella los presente (Ez 2, 1-7; Mi 3,8) Yla espe- reyes pueden gobernar (8, 15-16). ranza de la salvación próxima (ls 61, Invita a los hombres a seguir sus 1-3). En los últimos tiempos, este caminos; así encontrará la vida (8, mismo Espíritu creará el pueblo n ue- 32-35). Creada antes de todas las vo que resurgirá de la muerte (Ez 37, cosas, preside a la aparición del uni- 1-14) para guardar los preceptos de verso, y encuentra su alegría en habi- Dios (Ez 36, 26-28). Todo hombre en tar entre los hombres (8, 22-31). Más fm estará habitado por este Espíritu, tarde se dice salida de la boca del que le abrirá el acceso a la salvación Altísimo (Si 24,3), para identificarse (JI 3, 1-5). en seguida con el libro de la Alianza y con la Ley de Moisés (Si 24,23; Ba 4, 1). b) La Palabra de Dios no es sola- El libro de la Sabiduría de Salomón le mente su mensaje dirigido a los hom- atribuirá la posesión del Espíritu que bres (Cfr. Dt 4,13 Y 10,4: las "diez lo penetra todo (Sab 7,22) yve en ella Palabras"); es también y ante todo un "reflejo de la luz eterna, un espejo una potencia activa y que revela sin mancha de la actividad de Dios" codo. Por su Palabra, "El dijo, y todo (7,26). fue hecho" (Sal 33, 6-9; Cfr. Gn 1,3ss), y esta creación es a la vez la obra de 2.1.4 El balance de una su Palabra y de su Espíritu (Sal 33,6 ). experiencia religiosa Las palabras de Dios, puestas en la privilegiada boca de los profetas (Jr 1,9) resultan para ellos ya una alegría (Jr 15,16), 2.1.4.1 Los libros del Antiguo Tes- ya como un fuego en sus huesos (Jr tamento, leídos sin cesar y constan- 20,9; Cfr. 23,29). En fin, la Palabra, temente reinterpretados, quedan como el Espíritu, es evocada, poco a como testigos autorizados de las poco, con trazos personales: toma experiencias y de la esperanza que se lugar en la boca y en el corazón de acaba de evocar brevemente. En el Israel (Dt 30,14); "tiene su puesto" en tiempo de Jesús, la esperanza de los los cielos (Sal 119,89); es enviada y judíos había tomado formas diversi- realiza misiones (Sab 18, 15-16) de ficadas, según las opiniones que donde vuelve no sin resultado (ls prevalecían en las corrientes y en los 55,11). La tradición rabínica acen- partidos. Tanto como su realización tuará fuertemente esta imagen: en- final era mirada como cierta, también tonces la Palabra del Señor (Memra) las modalidades de su cumplimiento manifestará la acción de Dios mismo quedaban indeterminadas. Por en sus relaciones con el mundo. ejemplo, mientras que los fariseos creían en la venida del Mesías daví- c) En el libro de los Proverbios, la dico, se esperaba entre los esenios, Sabiduría no es solamente un atri- además de este Mesías (Ungido) real
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a quien volvería al poder político, un Sección 11. Mesías sacerdotal (Cfr. Za 4,14; Cfr. El cumplimiento en Jesucristo Lv 4,3) que tendría la preeminencia de las promesas de salvación sobre él, y un Profeta que los pre- cedería a ambos (Cfr Dt 18,18; 1 M 4,46; 14,41). 2.2.1 La persona y la misión de Jesucristo
2.1.4.2 La espera del Reino de 2.2.1.1 El testimonio evangélico
Dios, portador de salvación para todos los hombres y causa de un Jesús de Nazareth, "nacido de una cambio radical de la condición hu- mujer, nacido bajo la Ley" ha venido mana, constituye en todo caso el en la plenitud de los tiempos (Ga 4,4) centro de la fe y de la esperanza de para realizar la esperanza de Israel: Israel. Su advenimiento, objeto de Como decía El, por su predicación del una Buena Nueva, resucitará a Je- Evangelio, "el tiempo se ha cumplido rusalén e iluminará el mundo entero y el Reino de Dios está cerca" (Mc 1, (Is 52, 7-10). Fundado sobre el de- 15). En su persona, este Reino está ya recho y la justicia, este Reino presente y operante (Cfr. Lc 17, 21 y manifestará a todos los hombres las las parábolas del Reino). Los milagros verdaderas dimensiones de la san- y la obra de potencia que El opera por tidad de Dios, que quiere la salvación el Espíritu de Dios muestran que el de todos (Sal 93; 96-99). Las poten- Reino de Dios ha llegado (Mt 12,28). cias de este mundo han usurpado la Jesús viene, "no para abolir la Ley ni realeza de Dios. También serán ellas los Profetas, sino para darles cum- despojadas de sus vanas pretensiones plimiento" (Mt 5,17). (Dn 2, 31-45). Una de las grandes manifestaciones del Reino de Dios en Sin embargo, este "cumplimiento" medio de los hombres será su victorIa no puede ser asimiladQ a lo que los sobre la muerte por la promesa de la contemporáneos deducían de su lec- resurrección (Is 26,19; Dn 12,2-3; 2 M tura de las Escrituras. Para saber 7, 9-24; 12, 43-46). cómo se diferenciaba, hace falta examinar con cuidado el testimonio A Juan Bautista le tocará anunciar de los evangelios. Estos provienen de la venida inminente de este Reino los discípulos que han vivido la ex- definitivo que instaurará "uno más periencia de sus palabras y de sus fuerte que él" (Mt 3, 11-12 Y para- gestos (Ac 1,1), y que nos la han lelos). Los tiempos están ahora transmitido con la autoridad del Es- cumplidos: todo hombre que se arre- píritu Santo (2Tim 3,16; Cfr.Jn 16,3). pienta de sus pecados podrá gozar La acción del Espíritu Santo no ha verdaderamente de la salvación (Mc consistido simplemente en asegurar 1,1-8; Mt 3,1-12; Lc 3,1-18). una transmisión materialmente fiel;
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sino que más bien ha fecundado una 10,47, etc.). Más aún, se comporta reflexión que ha producido, con el como rey davídico, el día en que tiempo, una expresión cada vez más entra en Jerusalén bajo las acla- rica, cada vez más desarrollada, de la maciones de la multitud, "a fin de historia y de los hechos relativos a que se cumpla la Escritura" (Mt Jesús. De ahí las diferencias de tono, 21,1-11; Cfr. Za 9,9s). Se porta en de concepción, de vocabulario, que se seguida en el Templo "como te- observan, por ejemplo, entre los niendo autoridad", pero no quiere Sinópticos y el IV evangelio. Pero la decir a los sacerdotes en virtud seguridad de que esta maduración de qué poder El hace esas cosas del recuerdo y de la reflexión, en el (Mc 11, 15-16.28). Efectivamente, seno de la primera comunidad cris- en ese sitio su misión tiene un tiana, ha sido conocida por el Espíritu aire más profético que real (Cfr. de Dios, autoriza al cristiano, que Mc 11,17, donde se alegan Is 65, 7 recibe estas presentaciones de Jesús y Jr 7, 11). y de su mensaje en diversos niveles de desarrollo, para acogerlos con la b) Jesús deja a Pedro profesar, en misma fe como auténtica Palabra de nombre de los doce discípulos Dios garantizada por la Iglesia. que El es el Cristo (es decir, el Mesías); pero prohibe en seguida 2.2.1.2 Jesús y la tradición del decir a nadie nada de eso (Mc Antiguo Testamento 8,30ss), siendo·dado que esa pro- fesión de fe es todavía imperfecta, La actitud que Jesús adopta, no y que Jesús piensa ya El mismo en solamente con respecto a la Ley, sino su fracaso final y en su muerte también con respecto a los títulos (Mc 8,31, etc.). Su concepción del atribuidos por las Escrituras a los Mesías hijo de David difiere en mediadores de la salvación, depende efecto de la de los escribas; se lo esencialmente de la relación que El ve, cuando El les muestra que mantiene con Dios: la del Hijo con su según el Salmo 110, 1, éste es el Padre (Cfr. más adelante, 2.2.1.3). Señor de David (Mt 22, 41-47 y paralelos). En los evangelios si- a) No es extraño verle aceptar los nópticos, cuando el gran sacer- nombres de "maestro" (Mc 1,38 dote le interroga para saber si El etc.) y de "profeta" (Mt 16,14; Mc es el Cristo (el Mesías) hijo de 6,15; Jn 4,19), o aun atribuirse Dios (o: del Bendito; Cfr. 2 S 7,14; este último título (Mt 13,57; Lc Sal 2, 7) El da una respuesta cuyo 13,33). Aunque rehusa ser rey o tenor difiere según los evangelios mesías en un sentido puramente (Mc 14,62; Mt 26-34; Lc 22, 69-70, terrestre (Cfr. Lc 4, 5-7; Jn 6,15), donde la pregunta está dividida no rechaza, sin embargo, el nom- en dos). Pero, en los tres casos, El bre de hijo de David (por ej. Mc profesa abiertamente que "en
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adelante el Hijo del Hombre (Cfr. curso de la última Cena (Mc Dn 7, 13-14) estará sentado a la 14,24 y paralelos) parece hacer derecha de Dios (o: de la poten- alusión a la misión del Siervo cia)" como un rey en la gloria paciente que entrega su vida "por divina. En el evangelio según multitudes" (ls 53,12), sellando Juan, cuando el prefecto Pilatos con su sangre la nueva Alianza lo interroga para saber si El es "el (Cfr. Is 42,6; Jr 31,31). Se puede rey de los judíos", precisa que su creer que El piensa ya en eso realeza "no es de (ek) este mun- cuando dice que ha venido "no do" y que El la ejerce "dando para ser servido, sino para servir testimonio de la verdad" (Jn 18, y dar su vida como rescate por 36-37). De hecho, Jesús no se muchos" (Mc 10,45). comporta como Señor, sino como- servidor y aun como esclavo (Mc e) Hay más. Dios no ha anunciado 10,45; Lc 22,27; Jn 13,13-16). su venida solamente en persona- jes humanos. Ha evocado también c) La apelación de "Hijo del Hom bre " la mediación de atributos divinos: que Jesús sólo se da a sí mismo en su Palabra, su Espíritu, su Sa- los textos evangélicos, es de una biduría (Cfr. supra, 2.1.3.3.). En gran importancia cuando lo de- efecto, Jesús se presenta como signa como mediador de la salva- quien habla en nombre del Padre ción, según el libro de Daniel, y con su autoridad, tanto en el IV (Cfr. Dn 7,13). Pero hasta su evangelio (Cfr. Jn 3,34; 7,16; 8,26; Pasión, o al menos hasta su res- 12,49; 14,24 yel Prólogo que le da puesta ante Caifás, ese título lleva el título de Logos "Palabra"), consigo una cierta ambigüedad, como en los sinópticos: "Se os ha porque puede tratarse de una dicho ... yyo os digo ..." (Mt 5,21ss; manera de hablar de sí bastante Cfr. 7,24.29). Declara, por otra corriente en arameo. En breve, parte, que habla y obra por el Jesús se comporta y habla de una Espíritu Santo (Mt 12,28), que manera tal, que parece que nunca dispone de esta Potencia divina y revela explícitamente el secreto la enviará a sus discípulos (Lc 24, -o el misterio- de su persona, 49; Ac 1,8; Jn 16,7). En fin, deja porque los hombres no podrían entender que la Sabiduría está comprenderlo: según el IV evan- presente y obra en su persona gelio, El sólo dice lo que los dis- (Mt 11,29; Cfr. Lc 11,31). cípulos "pueden soportar" (Jn 16,12). Así se reencuentran con Jesu- cristo las dos vías, de arriba y de d) Pero al mismo tiempo, El insinúa abajo, que Dios había trazado en muchas cosas que se aclararán el Antiguo Testamento para pre- más tarde en el Espíritu (Jn parar su venida entre los hom- 16,13). Así en las palabras que El bres: de arriba, los llamamientos pron uncia sobre el cáliz en el cada vez más próximos de su
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Palabra, de su Espíritu, de su llamado '~oánnico" de Mateo y de Sabiduría, que bajan a nuestro Lucas (Mt 11, 25-27 = Lc 10, 20- mundo; de abajo, las facciones 21). Aquí la relación de Jesús a cada vez mejor dibujadas "de un Dios aparece tan íntima, que Mesías, rey dejusticia y de paz, de puede decir: "Todo me ha sido un humilde Siervo paciente, de entregado por mi Padre, y nin- un misterioso Hijo de hombre, guno conoce al Hijo sino el Padre, que ascienden, y con ellos hacen ni al Padre, sino el Hijo, y aquél a ascender a la humanidad hacia quien quisiere revelárselo" (Mt Dios. De donde las dos marchas 11,27 = 10,22). que se ofrecen a la cristología: descubrir en Jesucristo, de una b) Tal es el secreto íntimo en que parte, a Dios que viene a los todos los actos y comportamien- hombres para salvarlos comu- tos de Jesús encuentran su ori- nicándoles su vida; de otra parte, gen, dicho de otra manera, su la humanidad que vuelve a en- verdadera "filiación': Jesús tiene contrar en el nuevo Adán la conciencia de ella desde su edad vocación primera de los hijos juvenil (Lc 2,49), y la manifiesta adoptivos de Dios. por su perfecta obediencia a la voluntad del Padre. (Mc 14,36 y 2.2.1.3 Jesús ante Dios paralelos). Esta cualidad de Hijo no le impide, sin embargo, ser a) El secreto último -o más bien el perfectamente un hombre que misterio- de Jesús consiste "crece en sabiduría, en edad y en esencialmente en la relación mial gracia ante Dios y ante los hom- que mantiene con Dios. De hecho, bres" (Lc 2,52). Adquiere así por en su plegaria llama a Dios etapas una conciencia cada vez "Abba": este término, en arameo más precisa de su misión recibida "Padre" con un matiz de fami- del Padre, desde su juventud liaridad (Cfr. Mc 11,36 etc.) El se hasta la Cruz. Finalmente, su da a sí mismo el nombre de "Hijo", experiencia de la muerte es en la misma frase en que dice que resentida por El tan cruelmente sólo el Padre, con exclusión, no como por cualquier otro hombre solamente de los ángeles, sino (Cfr. Mt 26,39; 27,46 y paralelos): aun del mismo Hijo, conoce el día "Aunque era Hijo, ha aprendido del Juicio (Mc 13, 32). Esta ma- la obediencia por lo que ha nera de presentarse como "el sufrido" (He 5,8). Hijo" ante "el Padre" se vuelve a encontrar también en muchos 2.2.1.4 Jesús en los orígenes de lugares del IV evangelio (como J n la cristología 17,1: "Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo a fin de que tu Así todos los títulos, todas las Hijo te glorifique"; Cfr. también Jn funciones y todas las mediaciones de 3,35-36; 5, 19-23) yen el "logion" salvación de que se hablaba en las
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santas Escrituras, están asumidas y desde largo tiempo (Cfr. Jn 2,11) reunidas en la persona de Jesús. Pero quedó muy imperfecta mientras ha sido necesario, para quienes cre- que Jesús vivió. Esa fe fue sacu- yeron eH El, interpretarlas de una dida por su muerte, según el manera nueva. Paradójicamente, el testimonio de todos los evange- reino del Mesías (es decir, de Cristo) lios. Pero se hizo más completa y ha llegado por el escándalo de la más clara, cuando Dios concedió Cruz, según que Jesús hubo sufrido El al Resucitado que se manifestara mismo la muerte como Siervo a los suyos (Ac 10,41s; Cfr. 1,3; Jn paciente (1 P 2, 21-25, asumiendo Is 20, 19-29). Las apariciones por 53) y que El entró, por su resurrec- las cuales Jesús "se mostró vivo ción, en la gloria del Hijo del Hombre con numerosas pruebas" (Ac 1,3) (Ac 7,56; Ap 1,13; Cfr. Dn 7,13s). El no habían sido esperadas por los pudo así ser recQnocido en la fe como discípulos, tanto, que "no las "Cristo, hüo de David"y como ''Hüo de aceptaron sin dudar de la verdad Dios en poder" (Rm 1, 3-4), como de la resurrección" (San León, Señor (Ac 2,36; Ph 2,11; etc.), como Sermón 61,4; Cfr. Mt 28,27; Lc Sabiduría de Dios (1 Co 1,15; Cfr. Col 24,11). Pero esas manifestaciones 1, 15-16; He 1,3), como Palabra (o los llevaron a reconocer que "el Verbo) de Dios (Ap 19,13; 1 Jn 1,1; Jn Señor verdaderamente había re- 1,1-14), como Cordero de Dios in- sucitado" (Lc 24,34). molado y glorificado (Ap 5, 6ss; Jn 1,29; 1 P 1,19), como Testigo fiel (Ap b) En la luz de la Pascua, algunas 1,5), como verdadero Pastor (Jn 10, palabras de Jesús, que a primera ls; Cfr. Ez 34), como Mediador de la vista habían aparecido más difí- nueva alianza dotado del Sacerdocio ciles, se aclararon (Cfr. Jn 2,22), e real (He 8,1 - 10,18) Y aun como "el igualmente algunos de sus actos Primeroyel Ultimo"(Ap 1,17), título (Jn 12,16). Pero sobre todo su que correspondía a Dios sólo en el Pasión y su muerte tomaron todo Antiguo Testamento (Is 41,8; 44,6). su sentido cuando Elles "abrió el Así las Escrituras se han cumplido en espíritu a la inteligencia de las Jesús de manera diversa y mejor que Escrituras" (Lc 24, 32.45). Así la esperada por Israel. Pero esto no fueron constituidos los "testigos" puede reconocerse sino en el acto (Lc 24,48; Ac 1,8; Cfrf 1 Co 15,4-8) mismo de la fe en El, confesado como sobre cuya palabra se fundó la fe Mesías, Señor e Hijo de Dios (Rm 8,29; de la comunidad primitiva. Su Jn 20,31). testimonio condujo, en efecto, a la inteligencia de todo lo que 2.2.2 Los orígenes. de la fe en estaba escrito acerca de El "en la Jesucristo Ley de Moisés, los profetas y los Salmos" (Lc 24,44) y a darse 2.2.2.1 La luz de la Pascua cuenta de la manera como las a) La fe de los discípulos de Jesús, promesas de Dios se habían aunque habían creído en El cumplido en El.
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c) Estas "manifestaciones" (Ac "bautismo en el Espíritu Santo" 1O,40s; Mc 16, 12-14) ilustraban (Ac 11,16; Cfr. Mt 3,11 Y parale- al mismo tiempo el sentido de los los) los apóstoles recibieron valor sucesos que se presentaban y fuerza para dar testimonio de como las consecuencias de su Cristo (Ac 2, 23-26; 10,39), anun- resurrección de entre los muer- ciar la palabra de Dios con segu- tos: el don del Espíritu Santo ridad (parrhesia: Ac 4, 29.31) y desde la tarde de la Pascua (Jn realizar milagros en nombre del 20, 22), la venida del Espíritu Señor Jesús (Ac 3,6. etc.). Así fue Santo sobre los Apóstoles en instaurada la comunidad de los Pentecostés (Ac 2, 16-21.33), las que creen en Jesucristo. En se- curaciones obradas "en el nombre guida la Iglesia, edificada "en el de Jesús" (Ac 3,6 etc.). Desde esta Espíritu Santo" (Ac 9,31; Cfr. Rm época, la fe apostólica tuvo por 15, 16-19; Ef 2, 20-22) se acre- centro, no solamente el Reino de centó de tal manera entre los Dios cuya venida había anun- judíos y en medio de las naciones, ciado Jesús (Mc 1,15), sino tam- que se rindió testimonio al Cristo bién la persona misma de Jesús y al Reino de Dios, propagado por quien este Reino había sido "hasta los extremos de la tierra" inaugurado (Cfr. Ac 8,12; 19,8; (Ac 1,8). etc.); Jesús, tal como lo habían conocido antes de su muerte, y b) Las tradiciones evangélicas tal como había entrado en su fueron recogidas y puestas poco gloria por la resurrección de en- a poco por escrito bajo esta luz, tre los muertos (Lc 24,46; Ac esperando a ser puestas en fin 2,36). fijadas en los cuatro libritos. Estos no son simples recuerdos 2.2.2.2 El desarrollo de la de "lo que Jesús hizo y enseñó" cristología (Ac 1,1; dan también de eso interpretaciones teológicas (Cfr. a) Según la promesa de Jesús (Lc Instrucción de la Pontificia 24,49; Ac 1,8), sus discípulos Comisión Bíblica, de 4 Mayo 1964, fueron "llenados con una fuerza AAS LVI/III, Vol. VI, 1964, pág. de arriba, la del Espíritu Santo" 712.718; o Docum. Catholique 7 cuando se cumplió el día de Junio 64, Col. 711-718). Se debe Pentecostés (Ac 2, 1-4; Cfr. 10,44). pues buscar allí la cristología de Tal fue en efecto el don particular cada evangelista. Esto vale sobre de la "n ueva alianza ": por la todo para Juan, que en la época primera alianza, la Ley había sido patrística recibirá el nombre de dada al pueblo de Dios; por la "teólogo". Igualmente, todos los nueva, el Espíritu del Señor fue autores, cuyos escritos conserva esparcido sobre toda carne según el Nuevo Testamento, han inter- la promesa profética (Ac 2, 16- pretado de maneras diversas los 21; Cfr. JI 3, 1-5 LXX). Por este hechos y las palabras de Jesús, y
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más todavía su muerte y resu- tianos. Ciertamente está permi- rrección. Se puede hablar así de tido a cada uno ser más sensible a la cristología del apóstol Pablo, talo cual entre ellos, según que que se desarrolla y se modifica, parezcan hablar mejor de Cristo desde sus primeras epístolas, conforme a las afinidades de los hasta la tradición emanada de él. espíritus o de las diversas cul- Se encuentran también otras turas. Pero para los fieles, su cristologías en la epístola a los conjunto es lo que constituye el Hebreos, la Carta primera de único Evangelio anunciado por Pedro, el apocalipsis de Juan, las Cristo y relativo a Cristo. Ninguna Epístolas de Santiago y de Judas, de esas cristologías puede ser la segunda Epístola de Pedro, rechazada como si, debida a una aunque no tengan el mismo de- evolución secundaria, no presen- sarrollo en todos sus escritos. tara el verdadero rostro de Cristo, o como si por estar marcada por No solamente se distinguen estas un contexto cultural antiguo, cristologías por las diferentes hubiera perdido su valor. La in- iluminaciones que proyectan terpretación de los textos, que sobre la persona de Cristo que sigue siendo necesaria, no debe realiza el Antiguo Testamento; terminar por vaciarlos de con- sino que la una o la otra aporta tenido. todavía nuevos elementos, en particular, los "Evangelios de la d) En cuanto a las expresiones de infancia" de Mateo y de Lucas que que se sirven los autores para en~ñan la concepción virginal presentar diversamente su pro- de Jesús, mientras que los es- pia cristología, merece una gran critos de Pablo y de Juan nos atención. Como se ha dicho antes manifiestan el misterio de su (Cfr. supra 2.2.1.4.), esas expre- preexistencia. Un tratado com- siones están tomadas en su mayor pleto de "Cristo Señor, mediador parte de las Sagradas Escrituras. y redentor" no se presenta en Sin embargo, a partir del mo- ninguna parte. El hecho es que mento en que la predicación los autores del Nuevo Testa- evangélica entra en contacto con mento, en cuanto pastores y las filosofías y las religiones hele- doctores, testimonian del mismo nistas, los pastores y los doctores Cristo con voces diversas en la de la época apostólica fueron sinfonía de un canto único. llevados poco a poco a asumir prudentemente expresiones e c) Estos testimonios deben ser imágenes que corrían en el len- recibidos en su totalidad, para guaje de las naciones, reinter- que la cristología, en cuanto co- pretándolas según las exigencias nocimiento de Cristo fundado y de la fe. Por lo demás, ejemplos de arraigado en la fe, sea verdadera este género son poco numerosos y auténtica en los creyentes cris- (veáse el caso del "pleroma" en
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Col. 1,9). Tales casos no deben mundo, la Iglesia experimenta en atribuirse a un falso sincretismo: su fe la presencia de Cristo en quieren pintar al mismo Cristo medio de ella (Cfr. Mt 18,20). Por que otros designan con la ayuda eso la Iglesia está tensa con una de otras expresiones, más di- firme esperanza hacia la venida rectamente dependientes de la gloriosa de su Señor. Expresa Escritura. Abren así el camino a este deseo en su plegaria, espe- los teólogos de todos los tiempos, cialmente cuando celebra el que han debido encontrar -y memorial de su Pasión y de su todavía deben encontrar- len- resurrección. (l Co 11,26), pi- guajes "auxiliares" para hacer diendo con fuerza su retorno: claro a sus contemporán~os el "Ven, Señor Jesús" (1 Co 16,22; lenguaje particular y fundamen- Cfr. Ap 22,20). tal de la Sagrada Escritura, a fin de anunciar correctamente a b) En la diversidad de situaciones todos la plenitud del Evangelio. históricas, incumbe a la Iglesia reconocer auténticamente la 2.2.3 Cristo, mediador de presencia y la acción de Cristo. salvación Por esta razón se preocupa de escrutar los "signos de los tiem- 2.2.3.1 Cristo presente en su pos" y los interpreta siempre a la Iglesia luz del Evangelio (Cfr. Gaudium et spes, NI! 4). Para hacerlo, deben a) Cristo permanece con los suyos los ministros del Evangelio y los hasta el fin del mundo (Mt 28, fieles, cada uno según su propia 20). La Iglesia, cuya vida toda misión, guardar la doctrina (Tt proviene de Cristo Señor, tiene 2,10) y "conservar el depósito" (1 por misión escrutar su misterio y Tm 6,20) a fm de,no ser ''llevados hacérselo conocer a los hombres. por todo viento de doctrina"(Ef Ahora bien, esto no 'se puede 4,14). Por lo tanto, la verdadera realizar más que en la fe y bajo el fe en Cristo, la acción auténtica influjo del Espíritu Santo (l Co 2, del Espíritu Santo y la "praxis" 10-11). En efecto, éste distribuye recta de los cristianos fieles sus dones a cada uno en particu- deben siempre ser "discernidas" lar como él sabe (Cfr. 1 Co 12,11), (1 Co 12,10) y "probadas" (1 Jn "en vista de la construcción del 4,1). Cuerpo de Cristo, al término de la cual debemos llegar a hacernos La verdadera fe es la fe en Jesu- una sola cosa en la fe y en el cristo, Hijo de Dios, que ha venido éonocimiento del Hijo de Dios, y a en carne (1 Jn 4,2), que ha reve- constituir ese Hombre perfecto, lado a los hombres el nombre del en la fuerza de la edad, que Padre (Jn 17,6), que se ha en- realiza la plenitud de Cristo" (Ef tregado a sí mismo como rescate 4, 12-13). Así insertada en el por todos (1 Tm 2,6; Cfr. Mc 10,45 .
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y paralelos), que ha resucitado al CEf 4,24). Por el mismo Espíritu tercer día (1 Co 15,4), que ha sido resucitará a todos los que creen llevado a la gloria (1 Tm 3,16), en Cristo (Rm 8,11; 1 Co 6,14). que está sentado a la derecha de Por la fe y el bautismo los cris- Dios (1 P 3,22) Y cuya manifes- tianos se hacen miembros de tación gloriosa se espera al fin de Cristo (1 Co 6,13), unidos a El los tiempos (Tt 2,13). Una cristo- hasta en sus cuerpos, que reciben logía que no profesara todo esto su vida y se hacen un templo del se apartaría del testimonio de la Espíritu Santo (1 Co 6,19). Ellos tradición apostólica, regla última todos no constituyen más que un de la fe según San Ireneo (De- solo cuerpo, que es el cuerpo mostración apostólica, N2 3), crucificado y resucitado del "regla de la verdad", guardada en mismo Cristo. Este cuerpo, ani- todas las Iglesias gracias a la mado por un solo Espíritu (1 Co sucesión de los apóstoles (Ad- 12, 12ss; Ef 4,4) asume a todos los versus haéreses, III, 1, 2) Y reci- bautizados como sus miembros: bida por todo cristiano al ser es la Iglesia (Col 1,24; Ef 1,22). bautizado (ibídem, 1, IX, 4). Cristo es la Cabeza de este Cuer- po; Ello vivifica y lo hace crecer c) Así mismo, la acción del Espíritu (Col 2,19) por la energía (Ef 4,16) Santo debe ser discernida con la de su Espíritu. Tal es la "Creación ayuda de signos seguros. La Igle- nueva" (2 Co 5,17; Ga 6,15) en la sia está dirigida en su camino por que Cristo reconcilia todo lo que el Espíritu de Dios. Pero, lo el pecado había dividido: los mismo que cada fiel (Rm 8,14), hombres entre sí (Ef2, 11-18), los no puede "creer a todo espíritu" pecadores con Dios, de quien se (1 Jn 4,1). Porque no hay más habían hecho enemigos por su Espíritu de Dios que "el Espíritu rebeldía (2 Co 5,18-20; Rm 5,10; de Jesús" (Ac 16,7), ese Espíritu Col 1,21), y aun el mundo entero, Santo sin el cual nadie puede donde Cristo ha vencido las po- decir: "Jesús es Señor" (1 Co tencias del mal que tiranizaban a 12,2). Este mismo Espíritu re- la humanidad (Col 1,20; 2,15; Ef cuerda a los discípulos todo lo 1, 10.20-22). que Jesús ha dicho (Jn 14,26) y los introduce en la verdad entera 2.2.3.2 Hacia el Cristo total (Jn 16,13) hasta que, en la Iglesia, "estén cumplidas las palabras de a) La salvación que aporta Cristo es Dios" (Dei verbum, N2 8). pues "total': que alcanza a los hombres hasta en su cuerpo por Por este mismo Espíritu el la gracia del bautismo (Rm 6, 3-4; Padre resucitó a Jesús de entre Col 2, 11-12), de la eucaristía los muertos (Rm 8,11), creando (Cfr. 1 Co 10, 16-17)yde los otros en El el Hombre nuevo "en la sacramentos (Cfr. R. 12,1). La justicia y la santidad de la verdad" santidad de Cristo, que se comu-
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nica a la Iglesia, irradia así la vida b) Esto no se hace sin paciencia ni concreta de los cristianos, y a sufrimiento (Mt 5,11; Jn 15,20; través de ellos, el mundo en que 16,33; Col 1,24). El pecado, ellos viven. A la imagen de su entrado en el mundo desde los Hermano "Primogénito" (Rm orígenes (Rm 5,12), continúa 8,29) participan en la edificación operando ahí sus daños. El reino del Reino de Dios que Cristo ha de Dios, ya comenzado, no está venido a establecer entre los todavía plenamente manifes- hombres, con todo su programa tado. Se desarrolla poco a poco de amor, de justicia y de paz (Ga en los dolores de un parto (Mt 5,22-23; Flp 4,8; Col 3, 12-15). A 24,8; Jn 16, 21-22). La creación ejemplo de su Maestro, deben misma, sujeta a la Vanidad, "dar la vida por sus hermanos" (1 aspira a ser liberada de la servi- Jn 3,16). dumbre de la corrupción (Rm 8,29-31). Pero Cristo ha triunfado del Pecado por su muerte y su Jesús ha venido para anunciar la resurrección. Ha vencido al Buena Nueva a los pobres, a liber- "Príncipe de este mundo" (Jn tar a los cautivos, liberar a los 12,31; 16,11.33). Con su ejemplo y oprimidos (Lc 4, 18-21). Sus dis- por su gracia, los cristianos tienen cípulos se empeñan por conti- pues que luchar y sufrir, si es nuar esta obra de liberación. Su necesario, hasta el martirio y la Iglesia prepara el advenimiento muerte y su resurrección. Ha del Reino final de Cristo, cuando vencido al "Príncipe de este mun- Este, habiendo sometido todas do" (Jn 12,31; 16,11.33). Con su las cosas, se someterá El mismo á. ejemplo y por su gracia, los cris- su Padre, "a fin de que Dios sea tianos tienen pues que luchar y todo en todos" (1 Ca 15,28). sufrir, si es necesario, hasta el Desde ahora, en orden a este martirio y la muerte (Mt 24, 9-13 logro, la Iglesia se inserta y paralelos; Jn 16,2; Ap 6, 9-11), mediante sus miembros en el para que el Bien triunfo del Mal, mundo presente. Lejos de hacer- esperando que lleguen "los cielos los salir de este mundo, la Iglesia nuevos y la tierra nueva... en que trabaja mediante ellos para la justicia habitará (2 P 2,13). hacer penetrar el espíritu del Evangelio en todas sus estruc- turas, familiares, sociales y po- Entonces, Aquel que nos amó el líticas. Así Cristo, presente en el primero (l Jn 4,19) será recono- mundo, esparce la gracia de su cido, amado, adorado, servido salvación: "Bajado a las regiones por todos los hombres hechos sus inferiores de la tierra" y "subido hijos de adopción (Ef 1,5). Así por encima de los cielos", "llena terminará en la eternidad biena- todas las cosas" (Ef 4,9-10). venturada la obra de salvación
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qu{' su fidelidad misericordiosa todos lo aclamarán en una feli- prosigue con incansable pacien- cidad sin término: "A aquel que se cia (Cfr. Rm 2,4-5; 3,25-26; 9,22), sienta sobre el trono, como tam- después de su primer llama- bién al Cordero, la alabanza, el miento al que se sustrajo la honor, la gloria y el poder por los humanidad, hasta el día en que siglos de los siglos" CAp 5,13).