Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Jukat (Números 19:1-22:1)
por Rav Baruj Leff
¿Quién puede haber escrito descripciones tan negativas, perjudiciales y destructivas del
pueblo judío?
¡Este ser humano no pudo haber sido un judío! ¿Acaso podemos llegar a creer que
un judío escribiría descripciones tan negativas, perjudiciales y destructivas de sus
ancestros?
La lista sigue.
Esta lista incluye lo que ocurrió en la parashat Jukat (Bamidbar 20:7-13), el fracaso
de Moshé y Aharón cuando para aplacar la sed del pueblo golpearon la roca en vez
de hablarle para que saliera agua. Moshé y Aharón fueron castigados y no se les
permitió entrar a la Tierra de Israel.
Entonces, ¿qué humano escribió la Torá? ¡No pudo haber sido un judío! La única
posibilidad que nos queda es que la haya escrito un antisemita. Pero en ese caso
no se entiende cómo ese antisemita logró persuadir a los judíos para que la
aceptaran.
Si la escribió Dios, entonces entendemos por qué el pueblo judío la aceptó. Ellos
sabían que lo que Dios escribe es cierto y confiaron en que Él ocasionalmente
escribe comentarios críticos y negativos con el objetivo de brindar enseñanzas
importantes. Dios escribió esos hechos para transmitir críticas constructivas.
Este aspecto único de revelar la historia ancestral también cuando muestra a las
personas bajo una luz negativa nos lleva a detenernos y entender que Dios debe
haber escrito la Torá. También hay otros aspectos singulares descriptos en la Torá
que llevan a la misma conclusión.
La Torá trae profecías que se hicieron realidad. Hay muchos libros con profecías
sobre el futuro que algunas personas afirman que se hicieron realidad, como
Nostradamus. Sin embargo, un análisis exhaustivo de esas profecías revela que son
ambiguas y que es prácticamente imposible probar su precisión.
Cualquier profecía que sólo se puede comprender después de que haya ocurrido
un evento no puede aceptarse como profecía.
¡Todo esto fue predicho! La Torá, escrita hace más de 3000 años, enseña que los
judíos serían dispersados por todos los rincones de la tierra, pero que mantendrían
su identidad distintiva. ¿Qué ser humano podría haber escrito semejante disparate?
¿Como podría esperar que los judíos aceptaran la Torá y vivieran con fe en ella?
Pero si Dios la escribió, obviamente se entiende. Dios podía saber que los judíos
nunca se asimilarían a las naciones del mundo. Y si los judíos sabían que Él la
escribió porque fueron testigos de que Él les habló en el Monte Sinaí, se
comprende su fe en el eventual regreso a Israel.
(Hay otros puntos a considerar respecto a que la Torá fue escrita por Dios. Ver Kol
Iaakov Vaetjanán y Behar).