Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Material Módulo I PDF
Material Módulo I PDF
Los valores se incluyen en los juicios meta-lógicos sobre las cosas, pero los
valores no existen como realidades separadas de las cosas o del hombre, pues
quien hace una valoración de las cosas es el mismo hombre. Es decir, los valores
están ligados a las cosas y no pueden existir desligados de ellas. 1
Todo lo que existe tiene una razón para existir, y en esta razón está su
sentido y su valor. Es decir, todo lo que existe es bueno, es un bien, vale. Y
llamamos Bien a aquel o aquello que porta valor o valores. De modo que el valor
es aquello por lo cual apreciamos las cosas (“Los valores se perciben mediante
una operación no intelectual llamada estimación”)2, lo que hace buenas a las
cosas.
1Cfr. TIERNO, Bernabé: Valores Humanos. Taller de Editores S. A., 12ª edición, Madrid, 1996, Pág. 15. Como
nos sugiere el mismo Tierno: “Los valores no son ni meramente objetivos ni meramente subjetivos, sino ambas
cosas a la vez: el sujeto valora las cosas, y el objeto ofrece un fundamento para ser valorado y apreciado”.
2CARRERAS, Llorens – ELIJO, Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa- GUICH, Ricard- MIR,
Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS, Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo educar en valores –Materiales, Textos,
Recursos y Técnicas-. Editorial NARCEA, Séptima edición, Madrid, 1999, Pág. 19. Es decir, “Cualquier valor
está vinculado a la reacción del sujeto que lo estima; por ejemplo: ante el valor del amor uno puede reaccionar
sublimándolo y otro encarnándolo… Hay unos más estimables que otros, les otorgamos una jerarquía. Según
ésta, los valores pueden clasificarse en vitales, materiales, intelectuales, morales, estéticos y religiosos”.
relativismo del valor, puesto que el ser del valor consiste en impulsar la acción
del hombre hacia una meta elevada.3
“Los hombres, lo mismo que las culturas, al final tienen más de común que de
diferente, sencillamente porque el ser humano es ante todo humano y constituye
una única especie, presentando las razas y las culturas una variabilidad que
afecta más a lo superficial y anecdótico que a lo profundo y esencial”. 4
3Es decir, porque las diferentes manifestaciones culturales no valgan igual, no por ello podemos tildar un valor
como relativo. Por ejemplo, no es lo mismo amputar una mano al ladrón que someterlo a un proceso de
reeducación, si con ello se quiere preservar o defender el derecho de propiedad, entendida ésta como un valor a
proteger por la sociedad.
4ORTEGA RUIZ, Pedro y MINGUEZ VALLEJOS, Ramón: Los valores en la educación. Editorial Ariel, 1ra.
Edición, Barcelona, 2001, Pág 22.
consiguiente, de ideas y actitudes que reproducimos a partir de las diversas
instancias socializadoras”.5
Lo normal es que cada ser humano, con cada una de sus actuaciones, pues
busque ser feliz; y en esa búsqueda de la felicidad realiza evidentemente el bien
que la razón práctica le propone como objetivo. De tal manera que ningún ser
humano, en su sano juicio, elegiría un contravalor que atente contra sí mismo, o
su crecimiento, o su felicidad.
Pero los valores nacen con el mismo hombre, pues éste es quien hace una
valoración de las cosas y establece un orden jerárquico entre los bienes que le
solicitan y entre los bienes a que aspira. Es decir, los valores, además de que son
propuestos por la sociedad y la cultura en que nacemos, son asimilados por cada
sujeto en un orden de importancia a partir de la incidencia interior que los
mismos proporcionen a la persona.
En cada ser humano reside el poder de decisión sobre los valores que
regirán su vida, los cuales indicarán el grado de formación y educación de cada
persona, y que sobre todo rebelarán las características del proyecto de vida de
cada uno. Bernabé Tierno nos añade:
“Si la distinta jerarquización de los valores es lo que otorga la talla moral a cada
individuo, es evidente que la educación de una persona dependerá sin duda de
5CARRERAS, Llorens – ELIJO, Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa- GUICH, Ricard- MIR,
Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS, Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo educar en valores, op. cit., Pág. 20.
esta escala moral que haya interiorizado, y que se encuentra en congruencia con
el propio proyecto de vida como canalización de todas sus energías”. 6
Los valores llevan dentro de sí una funcionalidad (sirven para algo), la cual
no es real porque la posean ellos mismos, sino que se hace real en cuanto que el
hombre usa los valores a partir de sus necesidades humanas, físicas,
intelectuales, relacionales. Por ejemplo, un pedazo de pan y un vaso de agua
tienen mayor valor para una persona que está muriendo de hambre que para un
glotón, quien después de hartarse, siente náuseas con sólo mencionarle la
comida. O también: una moneda de $500 pesos tiene mayor valor para un
hombre desempleado y con una familia larga, que para un gran empresario que
todavía está soltero.
7 Por ejemplo, son muy variados los sentimientos que experimenta una persona al contemplar los museos
vaticanos, pues ante las antigüedades artísticas que representan los frescos, pinturas y esculturas que allí se
exhiben, un apasionado del arte podrá permanecer durante meses en un éxtasis creciente, y quizás una persona
con precaria formación artística resulte aburrido con rapidez.
Es difícil expresar lo que sentimos, mas el juicio que emitimos sobre la
belleza contemplada estará distante de ser un juicio teórico. Es decir, tiene un
significado que apunta a una realidad que trasciende al ser que contempla.
Tierno nos lo dice de manera elegante:
Sin embargo, una vez que esos valores no han sido interiorizados por la
mayoría, no han tenido sentido o han sido rechazados fuera del ámbito escolar,
se han creado situaciones conflictivas en lo afectivo, escolar, laboral y familiar
(inseguridad ciudadana, violencia, desorden familiar, agresividad).9
Insertar en los centros educativos una pedagogía de los valores es educar
al alumnado para que se oriente hacia el valor real de las cosas. Por esta
8 Ibid.
9Cabe destacar que los cambios traen a su vez resultados positivos: “La crisis de los sistemas de valores y de las
religiones puede que en el fondo no sea tan negativa; la humanidad ha sufrido y está sufriendo un profundo
cambio, es una etapa nueva; por ello, debemos estar atentos a los valores que van emergiendo, dispuestos a
modificar nuestra forma de actuar como elementos efectivos de esta dinámica” (CARRERAS, Llorens – ELIJO,
Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa- GUICH, Ricard- MIR, Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS,
Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo educar en valores, op. cit., Pág. 20.
pedagogía, las personas implicadas creen que la vida tiene un sentido, reconocen
y respetan la dignidad de todos los seres.
Todos los valores que configuran la dignidad del ser humano, son el
fundamento de un diálogo que hará posible la paz entre todos los pueblos. “La
Declaración Universal sobre los Derechos Humanos de la ONU no hace más que
recoger el común sentir de los hombres que reconocen los valores que dignifican
y acompañan la existencia de cualquier ser humano”.10
Pero educar en los valores es educar moralmente, porque son los valores
los que enseñan al individuo a comportarse como hombre, establecer una
jerarquía entre las cosas, llegar a la convicción de que algo importa o no importa,
vale o no vale, es un valor o un contravalor. 11
Los criterios para vivir en sociedad desde el punto de vista moral son:
10
TIERNO, Bernabé: Valores Humanos, op. cit., Pág. 18.
11 Contravalor es todo aquello que dificulta al hombre llegar a ser más persona y le resta humanidad.
1) La crítica, como instrumento de análisis de la realidad que nos rodea y
para cambiar todo lo que sea injusto.
12 TIERNO, Bernabé: Valores Humanos, op. cit., Págs. 23-24. Es decir, un signo de aceptación de sí mismo es:
--El aprendizaje y crecimiento con las experiencias de uno mismo
--La creatividad con la que llenamos de dinamismo nuestra vida
--La apertura y entrega a los demás
una personalidad equilibrada y madura. ¿Cuáles sentimientos podrían
aparecer?:
--La incompetencia.
--La infravaloración.
--El obsesivo deseo de aprobación por parte de los demás.
--El qué dirán asfixia la libertad de obrar.
--Lo que puedan pensar de mí me impide expresarme críticamente.
“Sólo el niño que ha sido aceptado incondicionalmente por sus padres será capaz
de aceptarse tal como es. Conocemos casos de homosexualidad más o menos
larvada, motivada por el hecho de que los padres no supieron aceptar el sexo del
hijo. Querían tener una niña y les nació un varón. Su rechazo del niño fue tan
patente que éste se hizo consciente del problema desde muy corta edad y adoptó
la actitud femenina que sus padres deseaban con el objeto de contentarles de
alguna manera. Las condiciones de los padres impidieron en el hijo la
aceptación del propio esquema corporal”.13
-Autoconocimiento
-Autonomía y autorregulación
-Capacidades de diálogo
-Capacidad para transformar el entorno
-Comprensión crítica
-Empatía y perspectiva social
-Habilidades sociales y para la convivencia
-Razonamiento moral.