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Sociología

Resumen primer parcial

Josep Vicent Marqués - “No es natural”


Vicent Marques considera que hay que “desnaturalizar lo social”. Lo social no es natural, es
decir, todo lo que acontece a nuestro alrededor (las cosas, los comportamientos, las
acciones, las relaciones e instituciones) y que forman parte de nuestra vida cotidiana no es
natural (creemos que lo es debido a que, gracias al proceso de socialización lo tenemos
internalizado, considerado como biológico.) Para poder desnaturalizar lo social, es necesario
problematizar lo obvio de las acciones y comportamientos de las personas.
Desde que nace, el hombre queda expuesto al proceso de socialización, el cual tiene que ver
con la influencia y conocimiento que el hombre incorpora a través de la sociedad, y que
asume como “natural”. Los sucesos y objetos que forman parte del mundo social, a
diferencia de los que forman parte del mundo natural, guardan entre sí relaciones de
significatividad que los vuelven relevantes para los grupos humanos. Pero no todas las cosas
que pueblan el mundo constituyen por necesidad la “realidad” de una sociedad, sólo a
través de una asignación de significatividad las cosas se convertirán en objetos mentales
para los hombres que entonces considerarán real lo que logran pensar.

Mills - “La promesa”


Lo que los hombres corrientes saben directamente y lo que tratan de hacer está limitado
por las órbitas privadas en que viven. Sus visiones y sus facultades se limitan al habitual
escenario del trabajo, de la familia, de la vecindad. Ni la vida de un individuo ni la historia de
una sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas.
Imaginación sociológica: es una cualidad mental que ayuda a usar la información y a
desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y
lo que está ocurriendo dentro de uno mismo. La imaginación sociológica permite a su
poseedor comprender el escenario histórico más amplio en cuanto a su significado para la
vida interior y para la trayectoria exterior de diversidad de individuos. Ella le permite tener
en cuenta como los individuos, en el tumulto de su experiencia cotidiana, son con
frecuencia falsamente conscientes de sus posiciones sociales. La imaginación sociológica es
la capacidad de articular el contexto histórico con la biografía, y como el escenario histórico
determina las experiencias individuales. A través de la reflexión, trasciendo mi propio
mundo y puedo comprender a través de la imaginación sociológica porque vivo lo que vivo.
La imaginación sociológica nos permite captar la historia y la biografía, y la relación entre
ambas dentro de la sociedad. Esa es su tarea y su promesa. Nos permite pasar de una
perspectiva a otra. La capacidad de pasar de las transformaciones más impersonales y
remotas a las características más íntimas del yo humano y ver la relación entre ambas cosas.
Es necesario saber el significado social e histórico del individuo en la sociedad y el periodo
en que tiene su cualidad y su ser.
Captar lo que está ocurriendo en el mundo y comprender lo que está pasando en ellos
mismos como puntos diminutos de las intersecciones de la biografía y de la historia dentro
de la sociedad. La imaginación sociológica es la forma más fértil de esa conciencia de sí
mismo. Existen 3 tipos de preguntas:

1. ¿Cuál es la estructura de esta sociedad en su conjunto? ¿Cuáles son sus


comportamientos esenciales? ¿En qué se diferencia de otras organizaciones
sociales?
2. ¿Qué lugar ocupa esta sociedad en la historia humana? ¿Cuál es el mecanismo por el
que está cambiando? ¿Cuáles son las características esenciales del periodo? ¿En qué
se diferencia de otros? ¿Cuál es su forma de hacer historia?
3. ¿Qué variedades de hombres y mujeres prevalecen en esta sociedad y en este
periodo? ¿Qué variedades están empezando a prevalecer? ¿De qué manera son
seleccionados, tratados?

La distinción más fructuosa con que opera la imaginación sociológica es la que hace entre
“las inquietudes personales del medio” y “los problemas públicos de la estructura social”.
Se presentan inquietudes en el carácter de un individuo, y en el ámbito de sus relaciones
inmediatas con otros. El enunciado y la resolución de esas inquietudes corresponden
propiamente al individuo como entidad biográfica y dentro del ámbito de su ambiente
inmediato. Una inquietud es un asunto privado: los valores amados por un individuo le
parecen a éste que están amenazados.
En cambio, los problemas se relacionan con materias que trascienden del ambiente local del
individuo y del ámbito de su vida interior. Un problema es un asunto público: se advierte
que está amenazado un valor amado por la gente. Cuando la gente estima una tabla de
valores y no percibe ninguna amenaza contra ellos, experimenta bienestar. Cuando estima
unos valores y advierte que están amenazados, experimenta una crisis. Y si ello afecta a
todos sus valores, experimenta la amenaza total del pánico. Pero supongamos que la gente
no siente estimación por ningún valor ni perciba ninguna amenaza, ésta es la experiencia de
la indiferencia. Si no siente estimación por ningún valor, pero percibe agudamente una
amenaza, es la experiencia del malestar, de la ansiedad. Ésta situación de malestar e
indiferencia es lo que constituye el signo distintivo de nuestro tiempo. En todas las épocas
intelectuales tiende a convertirse en comun denominador de la vida cultural determinado
estilo de pensamiento.

Elias - “Sociología fundamental”


¿Qué es lo que hace posible al pensamiento sociológico además de reflexionar sobre lo
irreflexivo y de diferenciarlo de otros campos de estudio? Contar con un modelo de análisis.
Él propone un enfrentamiento entre dos modelos: el modelo egocéntrico vs el modelo de
individuos interdependientes. Elías critica el modelo egocéntrico, se opone a pensar la
sociedad en términos de individuo vs sociedad. Ya que justamente el objeto de estudio de la
sociología es la sociedad misma, y en este modelo, el estado, la familia, la sociedad, la
escuela, están pensados como una realidad externa. La sociedad, está formada por
individuos ligados unos a otros del modo más diverso, constituyen entramados de
interdependencia. Éste es el modelo que el propone: un modelo de interdependencia, un
entramado de individuos que dependen unos de otros. Para poder entender la sociología es
necesario poder entenderse a sí mismo como una persona entre otras. Los modelos sociales
(estado, familia, etc.) están formados por este entramado de individuos. Todo ese
entramado en su conjunto es la sociedad. No hay modo de que una persona puede existir
sin relacionarse con el otro. Lo que produce el modelo egocéntrico es una cosificación y
deshumanización a las identidades sociales a través del lenguaje. Lo que conduce a la
“metafísica de las figuras sociales”. Éste es el pensamiento mágico-metafísico.
Hoy se llama ideología a las deliberaciones “racionales” orientadas a la objetividad que
juegan un importante papel en la fijación de objetivos sociales. Problemática: a) relación
individuo – sociedad. b) separación individuo-sociedad.

Modelos inadecuados para imaginar la sociedad:

● Modelo de las ciencias naturales: inadecuado porque le atribuye a la sociedad


explicaciones de la naturaleza, considerando variables objetivas sin incluir a los
individuos, situaciones etc. como si la realidad social tuviera vida propia. (La realidad
se explica a través de variables objetivas y según Elías la realidad social no tiene
carácter objetivo).
● Pensamiento mágico-mítico: inadecuado porque le atribuimos a un grupo de
personas o hasta objetos determinadas causas, como si ellas tuvieran un poder
“mágico” de condicionar y decidir el futuro de una sociedad. En este modelo no se
toma en cuenta que este grupo tiene relaciones de interdependencia con otros
grupos, y personas que también interfieren en los resultados. Sería como un modelo
mágico, mítico, y egocéntrico. La cosificación es atribuir a las relaciones sociales las
propiedades de las cosas. Las cosas no influyen sobre nosotros, sino las relaciones
sociales se ven influidas en torno a esas cosas.

¿Por qué la realidad social no tiene carácter objetivo?


Porque los hechos sociales no responden a leyes objetivas, como si lo hacen los fenómenos
de la naturaleza. No podemos pensar en las instituciones o grupos de personas como si
fueran objetos estáticos o leyes dadas. Naturalmente tendemos a pensar la relación de la
sociedad y los individuos desde nuestra propia experiencia, el yo relacionándose con figuras
sociales, como si éstas fueran objetos. El modelo de las ciencias naturales naturaliza lo
social, lo cosifica, no nos permite cuestionarnos y nos lleva a que todo lo tomemos como
natural.

Heller - “la estructura de la vida cotidiana”


La vida cotidiana es la vida de todo hombre. Nadie consigue identificarse con su actividad
humano-específica hasta el punto de poder desprenderse enteramente de la cotidianeidad
y a la inversa, no hay hombre que viva solo con la cotidianeidad aunque sin duda, ésta le
absorberá principalmente.
Vida cotidiana = vida del hombre entero, con todos los aspectos individuales y personales.
Se ponen en obra todos los sentidos, capacidades, habilidades, pasiones, sentimientos, etc.
sin embargo, ninguno se puede actuar con intensidad 100%, sino que ésta se divide. Se ve
afectada por la irreflexión y por pensamientos de tipo “sentido común”. La vida cotidiana es
indispensable, es el ámbito de reproducción de la vida. Crea las condiciones para que la
sociedad siga existiendo, y estas condiciones son distintas en cada sociedad. El hombre nace
ya inserto en su cotidianeidad. La maduración del hombre, significa en toda sociedad que el
individuo se hace con todas las habilidades imprescindibles para la vida cotidiana de la
sociedad dada. La maduración, es un proceso generalmente transcurrido en grupos, donde
se transmiten costumbres, normas. La vida cotidiana es la verdadera esencia de la sustancia
social. Las necesidades humanas se hacen conscientes como necesidades del “yo”. Lo
particular no es el sentimiento, ni la pasión, sino su forma de manifestarse. La consciencia
colectiva, está basada en la consciencia del nosotros, formada por la relación con la
sociedad, y puede derivar también en la consciencia del yo. El individuo puede identificarse
por dos dimensiones: La particularidad (porque somos parte de algo, un algo mayor, pero
tenemos características únicas e irrepetibles) y la especificidad (porque somos parte de la
especie), que coexisten silenciosamente en la vida cotidiana. Así como somos portadores de
características propias, somos portadores de características de la especie. Las especies
tienen características biológicas como no biológicas (lenguaje, conciencia, etc.). Esta
coexistencia entre lo particular y lo específico es conflictiva, y se denomina como muda
porque no hay un diálogo consciente entre ellas. Cuando la tendencia hacia lo particular,
hacia el yo, no tiene límites, no se podría vivir en sociedad, ya que uno estaría
constantemente tratando de satisfacer sus necesidades, sin mediación de la sociedad, y
seríamos individuos luchando constantemente. Por lo tanto surge la ética como necesidad
social. Cuando es internalizada por los individuos se denomina moral. La función de la moral
es doble, la inhibición (el veto) y la transformación y culturización de las aspiraciones de la
particularidad (como alcanzar las aspiraciones de la particularidad con criterio). Cuanto
mayor es la importancia de la moralidad para un individuo, se alza su particularidad
acercándose hacia la especificidad. Esto no significa una abolición de la particularidad sino
una limitación a los sentimientos del yo. Tenemos mayor criterio y conciencia de lo que está
bien y lo que está mal.
La motivación es considerada heterogénea: motivaciones particulares + motivaciones
específico morales (justicia).
Catarsis: ocurre cuando el hombre se hace consciente de lo humano específico de su
individualidad.
El medio de la abolición parcial o total de la particularidad, de su arranque de la
cotidianeidad y su ascenso a lo específico es la homogeneización: cuando concentramos
toda nuestra atención sobre una sola cuestión, le aplicamos nuestra entera individualidad
humana, “nos transformamos en hombres enteramente”, momentos fugaces. El arte y la
ciencia, generan un efecto homogeneizador más duradero, “suspenden la vida cotidiana”.
Cuando llevo adelante una actividad promovida por la moral, también me estoy elevando
hacia lo humano-específico. La característica específica de la vida cotidiana es la
espontaneidad, ya que se encuentra presente tanto en los motivos particulares como el
humano-específico.
Nunca es posible saber con exactitud los riesgos de una acción. Nos movilizamos a través de
probabilidades, son riesgos imprescindibles que nuestra vida cotidiana nos llega a vivenciar
repetidamente. Debido a esto la cotidianeidad necesita de la fe y de la confianza. Una de las
otras características del pensamiento cotidiano es la ultra generalización, donde los
prejuicios están expuestos al peligro de la cristalización.
Vida cotidiana: es heterogénea, porque exige nuestra atención desde múltiples lugares. Es
jerárquica porque hay un orden de las actividades, determinado por la estructura
económica y social. El tipo de la sociedad en la que vivimos y el tipo de la satisfacción de
necesidades determina y ordena nuestra vida cotidiana y el rol que ocupamos en la
sociedad. Cuando nos planteamos una relación distinta con nuestra vida cotidiana, cuando
uno reflexiona y es capaz de “salir” de ella, y al volver la reformula creando una jerarquía
consciente, donde el “yo” decide sobre que es una prioridad y que no, y esta decisión ya no
se basa en la estructura económica y social. La vida cotidiana también es mimesis,
pragmatismo, entonación.
Extrañación: La vida cotidiana tiene diferentes momentos (características) que tienen que
ver por ejemplo con la imitación (mimesis), la espontaneidad, intuición a través de la
probabilidad, etc. Cuando esos momentos cristalizan y se elevan al absoluto se produce el
fenómeno de la extrañación. Significa que no pueden trascender ni ser cuestionados, restan
margen de movimiento al individuo. La extrañación da carácter de extraño a algo que en
realidad no lo es. Es característico en la vida cotidiana de una sociedad capitalista, donde
resalta la esencia particular por sobre la específica. Hay extrañación de los otros. Un
predominio del yo. Es un fenómeno ambiguo, porque la sociedad refuerza el alejamiento de
lo humano específico, y a la vez nos da elementos para acercarnos a ella. Por lo tanto es
importante trascender esos momentos de la vida cotidiana, y tener un regimiento de la vida,
dándole una jerarquía consciente.

Berger y Luckmann – “la sociedad como realidad subjetiva”


Internalización de la realidad
Socialización primaria: la sociedad existe como realidad subjetiva y objetiva. La sociedad se
entiende en términos de un continuo proceso dialéctico compuesto de tres momentos:
externalización, objetivación e internalización. Estar en la sociedad, ser parte, es participar
en su dialéctica.
El individuo no nace miembro de una sociedad, sino con predisposición hacia ella. El punto
de partida de este proceso se encuentra en la internalización. La internalización, constituye
primero la base para la comprensión de los semejantes y segundo para la comprensión del
mundo en cuanto a realidad significativa y social. Este proceso comienza cuando el individuo
asume el mundo en el que ya viven otros. Además de comprender los procesos subjetivos
del otro, comprendo el mundo en el que vive, que es el mismo mundo en el que vivo yo.
Cuando el individuo ha llegado a este grado de internalización puede considerarse miembro
de la sociedad. La socialización primaria es la primera por el cual el niño atraviesa en la
niñez, y por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. La socialización primaria
suele ser la más importante para el individuo, y la estructura básica de toda socialización
secundaria debe asemejarse al de la primaria. Todo individuo nace dentro de una estructura
social subjetiva, en la cual encuentra a los otros significantes que le son impuestos y están
encargados de su socialización. Las definiciones que los otros significantes hacen de la
situación del individuo le son presentadas a este como realidad objetiva. Nace dentro de
una estructura social objetiva y dentro de un mundo social objetivo. Los otros significantes
seleccionan aspectos del mundo según la situación que ocupan dentro de la estructura
social. El mundo social aparece “filtrado”. Además la socialización primaria se efectúa en
circunstancias de enorme carga emocional. Sin esa adhesión emocional a los otros
significantes el proceso de aprendizaje sería difícil, cuando no imposible. El niño se identifica
con los otros significantes. El niño acepta los roles y actitudes de los otros significantes, los
internaliza y se apropia de ellos. Y por esta identificación con los significantes el niño se
vuelve capaz de identificarse a el mismo, de adquirir una identidad subjetivamente
coherente y plausible. El yo es una entidad reflejada, porque refleja las actitudes que
primeramente adoptaron para con el los otros significantes. El individuo llega a ser lo que
los otros significantes lo consideren. Entraña una dialéctica entre la autoidentificación y la
identificación que hacen los otros, entre la identidad que es objetivamente atribuida y la
que es subjetivamente asumida.
La socialización primaria crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de
los roles y actitudes de otros específicos a los roles y actitudes en general. Ahora el
individuo no se identifica sólo con otros concretos, sino con la sociedad. Solamente en
virtud de esta identificación generalizada logra estabilidad y continuidad en su propia auto
identificación. La formación dentro de la conciencia del otro generalizado señala una fase
decisiva en la socialización. La sociedad, la identidad y la realidad se cristalizan
subjetivamente en el mismo proceso de internalización, que se corresponde con la
internalización del lenguaje: el contenido más importante y el instrumento más importante
de la socialización. El lenguaje establece la simetría entre la realidad objetiva y la realidad
subjetiva, aunque esta no puede ser total. Ningún individuo internaliza la totalidad de lo
que se objetiva como realidad en su sociedad.
En la socialización primaria no existe ningún problema de identificación, ninguna elección de
otros significantes. La sociedad presenta al candidato a la socialización ante un grupo
predefinido de otros significantes a los que debe aceptar en cuanto tales, sin posibilidades
de optar por otro arreglo. Por lo tanto, al no optar por los otros significantes, el niño se
identifica con ellos casi automáticamente. El mundo internalizado en la socialización
primaria se implementa en la conciencia con mucho más firmeza que los mundos
internalizados en socializaciones secundarias. La socialización primaria es el primer mundo
del individuo. El mundo de la infancia es masivo e indudablemente real. La socialización
primaria termina cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la
conciencia del individuo, ya miembro efectivo de la sociedad. Existen dos problemas. A)
como se mantienen en la conciencia la realidad internalizada en la socialización primaria. B)
como se efectúan otras socializaciones en la biografía posterior del individuo.

Socialización secundaria: resulta posible concebir una necesidad en la que no se produzca


otra socialización después de la primaria, pero tendría un acopio de conocimiento muy
sencillo. Existe cierta distribución social del conocimiento, por lo que mientras así ocurra, la
socialización secundaria se vuelve una necesidad. La socialización secundaria es la
internalización de “submundos”. Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad
de la división del trabajo y la distribución social del conocimiento. Se realiza una distribución
social del conocimiento especializado, que surge como resultado de la división del trabajo y
cuyos portadores se definen institucionalmente. Los submundos internalizados en la
socialización secundaria son generalmente realidades parciales que contrastan con el
mundo de base. Este proceso de internalización involucra identificación subjetiva con el rol y
sus normas apropiadas. La realidad ya internalizada suele persistir, los nuevos contenidos
que ahora haya que internalizar deben superponerse a esa realidad ya presente. En la
socialización secundaria, las limitaciones biológicas se vuelven cada vez menos importantes
en las secuencias del aprendizaje, que pueden también manejarse según los intereses
creados de quienes administran el cuerpo del conocimiento. Mientras que la socialización
primaria no puede efectuarse sin una identificación con carga emocional del niño con sus
otros significantes, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta
clase de identificación y proceder efectivamente con la sola dosis de identificación mutua
que interviene de cualquier comunicación entre los seres humanos. Los roles de la
socialización secundaria comprenden un anonimato, se separan fácilmente de los individuos
que los desempeñan. Esta formalidad y este anonimato se vinculan al carácter afectivo de
las relaciones sociales en la socialización secundaria. La realidad original de la niñez es el
“hogar”. Todas las realidades posteriores son “artificiales”.
Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva: como la socialización nunca se
termina y los contenidos que la misma internaliza enfrentan continuas amenazas a su
realidad subjetiva, toda sociedad viable debe desarrollar procedimientos de mantenimiento
de la realidad para salvaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y
subjetiva. La socialización primaria internaliza una realidad aprehendida como inevitable.
Esta internalización puede considerarse lograda si el sentido de inevitabilidad se halla
presente casi todo el tiempo. El carácter más artificial de la socialización secundaria vuelve
aún más vulnerable la realidad subjetiva de sus internalizaciones, se haya menos arraigada y
por ende resulta más susceptible al desplazamiento. Distinguimos dos tipos generales de
mantenimiento de la realidad: mantenimiento de rutina y mantenimiento de crisis. El
primero está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida cotidiana y el
segundo en situaciones de crisis. Ambos entrañan fundamentalmente los mismos procesos
sociales, aunque deben anotarse algunas diferencias. La realidad de la vida cotidiana se
mantiene porque se concreta en rutinas. La realidad de la vida cotidiana se reafirma
continuamente en la interacción del individuo con los otros. Se internaliza originariamente
por un proceso social, así también se mantiene en la conciencia por procesos sociales. Se
refleja el hecho fundamental de que la realidad subjetiva debe guardar relación con una
realidad objetiva socialmente definida. Por lo tanto, los otros significantes ocupan una
posición central que sirve para mantener la realidad subjetiva. Son la confirmación continua
de ese elemento crucial de la realidad que llamamos identidad. Confirmación implícita de
esta identidad (la proporcionan los contactos cotidianos, accidentales) y la confirmación
explicita (emotivamente cargada) que brindan los otros significantes. Los otros significantes
constituyen en la vida del individuo los agentes principales para el mantenimiento de su
realidad subjetiva. Los otros menos significantes funcionan como una especie de coro que
mantiene una relación dialéctica con los significantes. Si existe desacuerdo entre estas
personas el individuo experimenta un problema de coherencia que puede resolver
modificando su realidad o sus relaciones. El vehículo más importante del mantenimiento de
la realidad es el diálogo. El lenguaje objetiviza el mundo, transformando la experiencia en un
orden coherente. Para poder mantener eficazmente la realidad subjetiva, el aparato
conversacional debe ser continuo y coherente. La falta de frecuencia puede recompensarse
con la intensidad.
En situaciones de crisis, se utilizan esencialmente los mismos procedimientos que para el
mantenimiento de rutinas, excepto que las confirmaciones de rutinas deben ser explícitas e
intensivas. Hablar de transformaciones involucra examinar diferentes grados de
modificación. El caso extremo, en el que se produce una transformación casi total, el
individuo “permuta mundos”. La alternación requiere de procesos de resocialización que se
asemejan a la socialización primaria. Para lograrla se tiene que incluir condiciones tanto
sociales como conceptuales. El prototipo histórico de la alternación es la conversión
religiosa. La estructura de plausibilidad debe convertirse en el mundo del individuo
desplazando a todos los demás mundos, especial aquel que el individuo habitaba antes de
su alternación. Una vez que la nueva realidad ha quedado fija, pueden entablarse
nuevamente relaciones circunspectas con extraños. El requisito conceptual más importante
para la alternación consiste en disponer de un aparato legitimador para toda la serie de
transformaciones. Lo que debe legitimizarse no es solo la realidad nueva sino también las
etapas por las que esta se asume, se mantiene, y el abandono o repudio de todas las
realidades que se den como alternativa. En la re-socialización el pasado se re-interpreta
conforme con la realidad presente. En la socialización secundaria el presente se interpreta
de modo que se halla relación continua con el pasado. La base de la realidad para la
resocialización es el presente, mientras que para la socialización secundaria es el pasado.

Internalización y estructura social: La socialización siempre se efectúa en el contexto de una


estructura social específica. No solo su contenido sino también su grado de éxito, tienen
condiciones y consecuencias socios estructurales.
Por socialización exitosa entendemos el establecimiento de un alto grado de simetría entre
la realidad objetiva y la subjetiva. Inversamente la socialización deficiente, debe entenderse
en razón de la asimetría existente entre la realidad objetiva y subjetiva. La socialización
totalmente exitosa resulta imposible desde el punto de vista antropológico. La socialización
totalmente deficiente es poco frecuente. El éxito máximo de la socialización probablemente
se obtenga en las sociedades que poseen una división del trabajo sencilla y una mínima
distribución del conocimiento. No existe problema de identidad. En tales condiciones, la
socialización deficiente ocurre sólo como resultado de accidentes biográficos, ya sean
biológicos o sociales. El individuo que se haya socializado deficientemente, tendrá alto
grado de asimetría entre la realidad socialmente definida y la realidad subjetiva. Se sentirá
preso, dentro de su mundo ajeno. Sin embargo esta asimetría no tendría consecuencias
estructurales acumulativas. La socialización deficiente dentro de un mundo social, puede ir
acompañada de una socialización exitosa dentro de otro mundo. La cristalización de la anti
realidad, y la anti identidad pueden ocultarse al conocimiento de la comunidad más general,
pero puede existir un auto identificación invisible como alguien muy diferente. Puede existir
una asimetría socialmente disimulada entre la biografía pública y la privada.

Teorías de la identidad: la identidad se forma por procesos sociales. Una vez que cristaliza,
es mantenida, modificada o reformada con las relaciones sociales. Los procesos sociales
involucrados en la formación como en el mantenimiento se determinan por la estructura
social. Recíprocamente, las identidades que forman parte de la estructura social reaccionan
sobre ella manteniéndola, modificándola o reformándola.
La noción de “identidades colectivas” es errónea. Podemos hablar de tipos de identidad,
pero reconocibles en casos individuales. Los tipos de identidad pueden observarse en la vida
cotidiana. Son observables y verificables. La identidad es un fenómeno que surge de la
dialéctica entre el individuo y la sociedad. Las teorías psicológicas sirven para legitimar los
procedimientos establecidos en la sociedad para el mantenimiento y reparación de la
identidad, proporcionando el eslabonamiento teórico entre la identidad y el mundo, ya que
estos se definen socialmente y asumen subjetivamente.

Organismo e identidad: El organismo continúa afectando la actividad constructora de la


realidad del hombre, y el mismo organismo resulta a su vez afectado por esta realidad. La
animalidad del hombre se transforma, pero no queda abolida. Existe una dialéctica entre la
naturaleza y la sociedad, y se manifiesta en cada individuo humano. Esta dialéctica es
continua y comienza en la primera fase de socialización, y sigue desenvolviéndose a través
de la existencia del individuo en la sociedad. Externamente consiste en una dialéctica entre
el animal individual y el mundo social. Internamente es una dialéctica entre en substrato
biológico del individuo y su identidad producida socialmente. En el aspecto externo, el
organismo coloca límites a lo que resulta socialmente posible. Los factores biológicos limitan
el campo de las posibilidades sociales que se abre a todo individuo. Pero el mundo social,
que es preexistente al individuo impone a su vez limitaciones a lo que resulta
biológicamente posible al organismo. La dialéctica se manifiesta en la limitación mutua del
organismo y la sociedad. La sociedad determina cuánto tiempo y de qué manera vivirá el
organismo individual. Tiene un control definitivo sobre el individuo. También interviene en
el funcionamiento del organismo (respecto de la sexualidad y nutrición). El hombre es
impulsado por su constitución biológica, pero la sociedad le indica cómo debe satisfacer esa
necesidad. En el individuo totalmente socializado existe una dialéctica interna continua
entre la identidad y su substrato biológico. Lucha entre un yo “superior” y un yo “inferior”,
equiparados respectivamente con la identidad social, y con la animalidad pre social y
posiblemente anti social. El yo “superior” debe afirmarse repetidamente sobre el “inferior”.
Afirmación de dominio sobre el substrato biológico, que resiste pero es dominado por el yo
social interior del hombre. El hombre esta biológicamente predestinado a construir y habitar
un mundo con otros. Ese mundo se convierte para el en la realidad dominante y definitiva.
Sus límites los traza la naturaleza, pero una vez construido ese mundo vuelve a actuar sobre
la naturaleza. En la dialéctica entre la naturaleza y el mundo socialmente construido el
propio organismo humano se transforma. En esa misma dialéctica el hombre produce la
realidad, y por tanto se produce a sí mismo.

Durkheim - “Las reglas del método sociológico”


¿Qué es un hecho social?: consisten en maneras de actuar, de pensar y de sentir exteriores
al individuo y que están dotadas de un poder de coerción en virtud del cual se le imponen.
En consecuencia, no pueden confundirse con los fenómenos orgánicos, ya que consisten en
representaciones acciones, ni con los fenómenos psíquicos, que sólo existen en y por la
conciencia individual. Constituyen una especie nueva para los cuales se reserva el
calificativo de sociales.
Hay hechos sociales que tienen una organización definida y otros que no, a los cuales se les
llaman corrientes sociales. Los primeros: (reglas jurídicas y morales, dogmas religiosos,
sistemas financieros) consisten en creencias y en prácticas constituidas, los segundos: los
grandes movimientos de entusiasmo, de indignación o de comparación que se producen en
una asamblea no tienen como lugar de origen ninguna conciencia particular. No llegan a
cada uno de nosotros desde fuera y son capaces de arrastrarnos a pesar nuestro. Puede
ocurrir que abandonándome a ellos sin reserva, no sienta la presión que ellos ejercen sobre
mí. Pero esta se revela tan pronto como intento luchar contra ellos. Somos víctimas de una
ilusión que nos hace creer que hemos elaborado nosotros mismos lo que se nos ha
impuesto desde fuera. Pero si la complacencia con al que nos dejamos llevar por ella oculta
la presión que hemos sufrido, no la suprime. Un pensamiento que se encuentra en todas las
conciencias particulares o un movimiento que repiten todos los individuos no son por ello
hechos sociales. Lo que los constituyen son las creencias, las tendencias y las prácticas del
grupo tomado colectivamente; algunos de estos modos de actuar o de pensar adquieren,
como consecuencia de la repetición una especie de consistencia que los precipita, por así
decir, y los aísla de los acontecimientos particulares que los reflejan. Adquieren así un
cuerpo, una forma sensible que les era propia y constituyen una realidad sui generis, muy
distinta de los hechos individuales que la manifiestan.
Un fenómeno solo puede ser colectivo si es común a todos los miembros de la sociedad o,
por lo menos, a la mayor parte de ellos. Por lo tanto, si es general. Es un estado del grupo
que se repite en los individuos porque se impone a ellos. Esta en cada parte porque está en
el todo, no en el todo porque está en las partes. Es un resultado de la vida común, un
producto de acciones y reacciones que se entablan entre las conciencias individuales, y si
resuena en cada una de ellas es en virtud de la energía especial que debe, precisamente, a
su origen colectivo.
El dominio de la sociología comprende un grupo preciso de fenómenos. Un hecho social se
reconoce por el poder de coerción externa que ejerce o es capaz de ejercer sobre los
individuos, y la presencia de ese poder se reconoce, a su ves, o bien por al existencia de
algún sanción determinada, o bien por la resistencia que el hecho opone a cualquier intento
individual de violentar. Una manera de condicionarse que existe exteriormente a las
conciencias individuales solo puede generalizarse imponiéndose sobre ellas.
Existen modos de ser colectivos, es decir, hechos sociales de orden anatómico o
morfológico. La sociología no puede desinteresarse de lo que concierne al sustrato de la
vida colectiva. Cuando se quiere conocer la manera que esta dividida políticamente una
sociedad, la composición de esas divisiones o la fusión más o menos completa que existe
entre ellas, no se actúa con la ayuda de la inspección material ni por medio de
observaciones geográficas, ya que estas divisiones son morales, aun en los casos en los que
tiene alguna base en al naturaleza física. La estructura política de una sociedad no es otra
cosa que el modo en el que los diferentes segmentos que la componen se han habituado a
convivir. Una sencilla máxima moral es seguramente más maleable que un simple uso
profesional o que una moda, pero tiene formas mucho más rígidas que ellos.
Hecho social es todo modo de hacer, fijado o no, capaz de ejercer sobre el individuo una
coacción exterior. O también, que es general en la propia extensión de una sociedad dada al
mismo tiempo que tiene una existencia propia, independiente de sus manifestaciones
individuales.

Reglas sobre la Observación de los hechos sociales


1ra regla y más fundamental: considerar los hechos sociales como COSAS.
Las cosas sociales solo se realizan por medio de hombre; son un producto de la actividad
humana. No parecen ser más que la realización de ideas, innatas o no, que llevamos en
nosotros mismos, su aplicación a las diversas circunstancias que acompañan las relaciones
de los hombres entre sí. Lo que termina de dar crédito a esta manera de ver es que, como el
detalle de la vida social desborda ampliamente la conciencia, esta no la percibe con la
suficiente fuerza como para sentir su realidad. Y en efecto, hasta ahora (año que escribió
durkheim) la sociología se ha ocupado más o menos exclusivamente no de cosas, sino de
conceptos. Es verdad que Comte proclamó que los fenómenos sociales son hechos
naturales, sometidos a leyes naturales. Reconoció implícitamente y su carácter de cosas, ya
que en la naturaleza no hay más que cosas. Lo que constituye la materia principal de su
sociología es el progreso de la humanidad en el tiempo. Pero se trata de una representación
enteramente subjetiva que, de hecho, ese progreso de la humanidad no existe. Lo único
que es dado a la observación, son sociedades particulares que nacen, se desarrollan y
mueren independientemente unas de otras. Un pueblo que reemplaza a otro no es
simplemente una prolongación de este último con algunas características nuevas; es otro,
tiene algunas propiedades más y otras menos; constituye una individualidad nueva y todas
sus individualidades distintas, siendo heterogéneas, no pueden fundirse en una misma serie
continua, ni menos aún en una serie única.
Weber - “Conceptos sociológicos y de acción social”
Sociología: ciencia que estudia la acción social, buscando interpretar estos mismos y su
desarrollo y efectos desde una perspectiva de causalidad.
Acción Social: toda relación humana donde los sujetos enlacen a dicha relación un sentido
subjetivo (motivado por ellos mismos) y se encuentra orientada la conducta en relación a la
conducta de otros, la cual puede ser por acciones de otros del pasado, del presente o en
expectativa de las del futuro.
No toda Acción es social. Por ejemplo cuando la acción esta orientada a expectativas de
otros objetos materiales, al igual no toda relación entre dos seres humanos o más conduce a
una acción social. La acción no se puede terminar por la homogeneidad con otras acciones
particulares ni por influencia cuando el individuo por pertenencia a un momento especial
dentro de una “masa de individuos” se comporta de cierta forma, siguiendo las actitudes del
grupo. Tampoco es una acción social la imitación de una conducta que nos es ajena, incluso
cuando esta se hace por un arreglo a fines. Pero cuando la imitación es por seguir una
“moda” o tradición, esta si tiene una conexión de sentido entre la acción y un motivo.
La acción social puede ser:

● Racional con arreglo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento


tanto de objetos del mundo exterior como de otros hombres, y utilizando esas
expectativas como “medios” para el logro de fines propios racionalmente
perseguidos. Medios y consecuencias se ven implicados.
● Racional con arreglo a valores: determinada por la creencia consciente en el valor
ético, estético, religioso o de cualquiera otra forma como se le interprete propio y
absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea
puramente en méritos de ese valor. El sentido de la acción no se pone en el
resultado, sino en la acción misma. Obra en servicio de sus convicciones.
● Afectiva: especialmente emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales
actuales. Satisface su necesidad.
● Tradicional: determinada por una costumbre arreglada. Reacción a estímulos
habituales.

Por relación social, debe entenderse una conducta plural de varios que se presenta como
recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste
plena y exclusivamente en la probabilidad de que se actuara socialmente en una forma
indicable. Es un condicionamiento que tenemos todos los individuos por vivir en una
sociedad. Nuestras expectativas en los otros, y las expectativas del otro sobre nosotros nos
condiciona. Se produce una reciprocidad cuando hay una expectativa o suposición de cómo
va a actuar otro.
La relación social consiste sola y exclusivamente en la probabilidad de que una forma
determinada de conducta social, de carácter recíproco por su sentido, haya existido, exista,
o pueda existir.
Relación social unilateral: el actor presupone una actitud determinada de su contrario y en
esa expectativa orienta su conducta. Consecuencias relativas al desarrollo de la acción y de
la relación. Es bilateral cuando el sentido de la acción se corresponde según las expectativas
medidas de cada uno de los actores. Puede tener carácter transitorio o de permanencia. El
contenido de sentido de una relación social puede variar o ser permanente. El sentido de
una relación social puede ser pactado por declaración recíproca. Promesa respecto a la
conducta futura.
Yo actuó suponiendo, o con cierta expectativa de cómo va a reaccionar el otro a mi acción
(acción social), y el otro orienta su acción por mi acción (acción social), lo que produce una
reciprocidad por lo tanto una relación social. La relación social es una probabilidad, ya que
no está asegurada la reciprocidad en el sentido de la acción. Lo que significa algo para uno
de los actores, puede significar algo diferente para el otro. La probabilidad de que exista la
misma conducta social, genera la relación social, que necesita de reciprocidad en
comportamientos y en expectativas. La crisis o ruptura de la relación social se da cuando ya
no existe la probabilidad, cuando ya no es probable que las personas puedan orientar su
acción en función a las expectativas del otro.

Marx – “Introducción general a la crítica de la economía política de


1857”
Los individuos, producen necesidades. En esta sociedad de libre competencia, cada
individuo aparece como desprendido de los lazos naturales. La conexión social se produce
para lograr fines privados, se vuelve una necesidad exterior. Si no existe producción en
general, tampoco existe una producción general. La producción es siempre una rama
particular de la producción, o bien es una totalidad. La producción tampoco es sólo
particular, es siempre un organismo social determinado, un sujeto social que actúa en una
totalidad más o menos grande, más o menos reducida, de ramas de producción. Un pueblo
esta en su apogeo industrial cuando lo principal no es la ganancia, sino ganar.
Toda producción es apropiación de la naturaleza por parte del individuo en el seno, y por
intermedio de una forma de sociedad determinada. La propiedad es condición necesaria
para la producción. Toda forma de producción crea sus propias instituciones jurídicas, y sus
propias formas de gobierno. En la producción, los miembros de la sociedad hacen que los
productos de la naturaleza resulten apropiados a las necesidades humanas. La distribución
determina la proporción en la que el individuo participa de estos productos. El cambio le
aporta los productos particulares por los que el desea cambiar la cuota que le ha
correspondido a través de la distribución. Finalmente, en el consumo los productos se
convierten en objetos de disfrute. La producción crea los objetos que responden a las
necesidades sociales. La distribución los reparte según leyes sociales, el cambio reparte lo ya
repartido según las necesidades individuales y finalmente en el consumo el producto
abandona el movimiento social y se convierte en un servidor. La producción de por sí,
genera un doble consumo. Un consumo objetivo: el consumo de los medios de producción.
Y un consumo subjetivo: el individuo que al producir desarrolla sus capacidades, las gasta
también en el acto de producción. Por lo tanto el acto de producir es un acto de consumo.
La producción crea el objeto de consumo, el modo de consumo y el impulso al consumo. Se
genera una identidad inmediata: la producción es consumo, y el consumo es producción
(consumo productivo) cada uno de los dos, aparece como medio del otro y es mediado por
el (dependencia recíproca). Puede verse a la producción como un objeto externo del
consumo, y al consumo como un objeto representado de la producción, es decir cada uno
de los términos (separados unos del otro) al realizarse, genera que se realice el otro.
En la sociedad, la relación entre el productor y el producto es exterior y el retorno del
producto al sujeto depende de las relaciones de este con otros individuos. La apoderación
inmediata del producto no es el objetivo del productor cuando produce en la sociedad. El
capital es un agente de producción, así como también lo es el trabajo asalariado y la
propiedad de terrenos. La producción, a su vez, está determinada por los medios de
distribución. Distribución de qué? De los medios de producción, de los miembros de la
sociedad en las distintas ramas de producción, y la distribución de productos. El cambio es
parte de la producción, y no existiría sin la división del trabajo y la producción privada. Por lo
tanto, producción distribución, cambio y consumo constituyen articulaciones de una
totalidad. El país, desde el punto de vista político económico, se encuentra dividido en
clases sociales, dividido en ramas de producción. El trabajo es un medio, para crear la
riqueza.
Marx prioriza la actividad de producción como fundamental en las relaciones sociales. La
producción genera un establecimiento de vínculos entre los individuos. El individuo
depende de la naturaleza para subsistir y la transforma en el proceso denominado
producción. Esta relación de dependencia no es individual, sino social, porque tenemos que
transformar la naturaleza partiendo de las relaciones existentes entre los individuos. En esas
relaciones (productivas) es donde está el modo de concebir la sociedad. la producción tiene
que ver con la naturaleza y al mismo tiempo con lo social porque interactuamos con la
naturaleza y con otros hombres para realizar el modo de producción. Las relaciones sociales,
son las relaciones materiales de los hombres en los procesos productivos. La fuerza
productiva puede ser, fuerza humana, o un instrumento en sí, que cooperan para producir.
Son actividades que llevan a cabo los individuos reales, en sus relaciones de cooperación
dentro del proceso productivo. La fuerza productiva es una fuerza social. Un cierto modo de
producción se combina con un modo de cooperación y este último en sí mismo es una
fuerza productiva. El hombre trabaja con otros hombres, y para otros hombres que son los
que poseen los medios de producción. Éstos son separados de los que únicamente poseen
su fuerza de trabajo. Las “relaciones de propiedad” en el capitalismo son las relaciones
sociales de producción, que son necesarias e involuntarias (producto de la historia, por lo
tanto pueden cambiar), están determinadas por los vínculos que se establecen entre los
dueños de los medios de producción y aquellos que venden su fuerza de trabajo, y las
consecuencias que tiene para ambos esta relación. La lucha de clases, logra que a través del
tiempo y de un proceso social se modifiquen las relaciones sociales de producción. Las
diferentes clases, tienen intereses antagónicos, y construyen la estructura económica de la
sociedad sobre la cual se apoyan las instituciones jurídicas y políticas. Relaciones sociales de
producción, entonces, son relaciones entre las clases sociales que se fueron formando. Son
relaciones de propiedad. La revolución social, es el paso de un modo de producción a otro.
La ganancia del propietario, proviene del trabajo realizado no remunerado. El trabajador
produce más valor del valor por el que fue comprado. El trabajador ha vendido su fuerza de
trabajo por un determinado valor, pero a lo largo de su jornada, produce un valor superior
al que ha sido comprado. La diferencia entre el valor producido y el valor al que fue
comprado es la ganancia del propietario (plusvalía), el valor de una parte del producto se
convierte en dinero y el capitalista se adueña de ella. Dicho trabajo se convierte en capital
cuando se concreta la venta del producto, y la ganancia la invierte nuevamente en la
producción, generando así un ciclo de producción.
Lifszyc Sara - “El capitalismo”
En el uso cotidiano suele usarse el término capitalista para clasificar a las personas que en
sus actitudes y acciones se caracterizan por un afán de obtener beneficios en todos los
planos de la vida social, tanto en los negocios como en la vida personal. El término
capitalismo es usado para explicar una realidad y construir diagnósticos y pronósticos sobre
los acontecimientos que se suceden en un país y en el mundo actual.
El capitalismo es un fenómeno complejo con manifestaciones en diferentes dimensiones de
la realidad, a lo largo del tiempo una amplia gama de definiciones. Karl Marx (1818-1883)
cuyo pensamiento ha ejercido una notable influencia en el campo de las ciencias sociales.
Las ideas de Marx referidas a las formas de superación del capitalismo con su principal
descubrimiento teórico, que fue formular las leyes de funcionamiento de la sociedad
capitalista. Desde otra perspectiva se categoriza al capitalismo como un fenómeno presente
en las sociedades urbanas e industrializadas, en las que el poder político y el ejercicio de
dominación se encuentran centralizados en un estado nacional. También se consideran que
son capitalistas las sociedades modernas en las que predominan las actividades individuales,
con movilidad social, tanto ascendente como descendente, estratificadas en clases.
Para Marx el capitalismo no es reductible ni a lo económico, ni a lo político ni a lo social. Es
un fenómeno integral, caracterizado por un tipo de organización de la sociedad en su
conjunto, en el que las relaciones sociales asumen la forma de relaciones entre los
propietarios y los no- propietarios de los medios de trabajo. El capitalismo es una forma de
organización social basada en la producción de mercancías ,en la acumulación de riquezas
en manos de particulares, y en la existencia de un mercado mundial integrado.
Categorías básicas del capitalismo:

● El trabajo libre.
● El trabajo asalariado.
● La propiedad privada.

Para Marx la sociedad es un todo: una configuración integrada por diferentes niveles, en la
que la producción es la dimensión fundante de lo social. Señala que para que exista
cualquier sociedad, los individuos deben reproducirse como tales: deben satisfacer sus
necesidades produciendo los medios para su subsistencia.
En la sociedad capitalista, las relaciones de producción adoptan la forma de relaciones entre
propietarios que intercambian sus productos:

● Propietarios de los medios de producción.


● Propietarios de los instrumentos.
● Propietarios de las materias primas.
● Propietarios de la fuerza de trabajo.

El trabajo es la actividad que realiza el ser humano con la ayuda de


instrumentos/herramientas para transformar, en un tiempo y en un espacio un objeto en
producto. El trabajo crea valores que se manifiestan cuando se plasma en productos
concretos y útiles, objetos que satisfacen algún tipo de necesidad, pues nadie produce
objetos inútiles. Cuando los productos son consumidos o usados por su propio productor,
estos solo asumen la característica de ser objetos útiles, de ser valores de uso. Cuando lo
producido por el trabajo no le pertenece, y su destino es ser vendido en el mercado, el
producto, además de ser un valor de uso, contiene un valor de cambio.
¿Cómo se desarrolla la acumulación de capital? Se pregunta Marx ¿De donde proviene la
ganancia del propietario de los medios de producción? Y Marx responderá que provendrá
del trabajo realizado no remunerado, pues el secreto de la producción capitalista reside en
el proceso de trabajo, cuando el trabajador produce más valor del valor con el que fue
comprado.
Dice Marx el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de vida necesarios para
asegurar la subsistencia de su poseedor. Es decir el trabajador ha vendido su fuerza de
trabajo por un determinado valor, pero a lo largo de su jornada produce un valor superior al
que a sido comprado. La diferencia entre el valor que ha producido y el valor por el cual fue
comprado es la ganancia del propietario de los medios de producción. El capitalismo se
caracteriza por la apropiación de plusvalor, que es el motor de su funcionamiento, su
continuidad depende de la expansión y profundización de intercambio y de ampliación del
proceso de acumulación.

Zeitlin - “Ideología y teoría sociológica”


La teoría general
Marx parte de los seres humanos reales, de carne y hueso, reales organismos físicos con
necesidades físicas reales. Para sobrevivir deben entrar en una relación metabólica con la
naturaleza. La actividad principal y más importante, el trabajo, es la producción de vida,
mantenimiento del proceso vital. No toman simplemente de la naturaleza lo que necesitan
para el mantenimiento de su vida, ellos producen sus medios de subsistencia con lo que
reducen su dependencia inmediata de las condiciones naturales. La actividad laboral de los
hombres, es una transformación consciente e intencional de las condiciones naturales.
El hombre no es solo un animal laborans sino también un homo faber, que vive y actúa en
dos mundos simultáneamente: el artificial y el natural. Para Marx, el proceso de trabajo no
es solo natural sino también social ya que los hombres producen interactuando y
cooperando entre sí y, por ello, entran en relaciones sociales y políticas de limitadas.
Producen materialmente y son activos dentro de límites materiales (tanto a las condiciones
naturales como sociales que se imponen a los hombres).
El modo de producción es una forma definida de actividad de los individuos, una forma
definida de expresar su vida, un modo definido de vida. Lo que son, pues, coincide con su
producción tanto con lo que producen como en el modo de producirlo. La naturaleza de los
individuos depende de las condiciones materiales que determinan su producción. Complejo
proceso por el cual los hombres interactúan simultáneamente con la naturaleza y entre sí;
hay una relación dialéctica. La suma total de estas relaciones de producción constituye la
estructura económica de la sociedad, el fundamento real sobre el cual se elevan las
superestructuras jurídicas y políticas y al cual corresponden formas definidas de conciencia
social. El modo de producción de la vida material determina el carácter general de los
procesos sociales, políticos y espirituales de la vida. No es la conciencia de los hombres lo
que determina su existencia, sino su existencia social la que determina su conciencia. Al
llegar a cierta etapa de su desarrollo, las fuerzas materiales de producción de la sociedad
entran en conflicto con las relaciones existentes de producción o con las relaciones de
propiedad en cuyo marco habían actuado antes. De formas de desarrollo de las fuerzas de
producción, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas y se inicia un período de
revolución social.
Por fuerzas productivas, Marx entiende la actividad productiva de los individuos reales en
sus relaciones de cooperación. Una fuerza productiva es una fuerza social (social:
cooperación de varios individuos). Se sigue de esto que un cierto modo de producción, o
etapa industrial, se combina siempre con un cierto modo de cooperación o etapa social, y
de este modo de cooperación en sí mismo una “fuerza productiva. Los hombres producen,
se apropian y transforman los materiales de la naturaleza cooperando. Para producir,
establecen entre si relaciones y vínculos sociales definidos, y solo dentro de ellos actúan
sobre la naturaleza, solo dentro de ellos se efectúa la producción. Estas relaciones sociales
en las cuales entran los productores, las condiciones bajo las que intercambian sus
actividades y participan en el acto total de la producción, varían naturalmente, según el
carácter de los medios de producción.
Relaciones de producción alude a las relaciones de propiedad; los hombres trabajan con
otros hombres y también para otros hombres. En la primera fase del desarrollo de un
sistema, las relaciones de propiedad facilitan el crecimiento constante de las fuerzas
productivas. En las fases posteriores las relaciones de propiedad existentes retardan y
traban el crecimiento de las fuerzas productivas. Es necesario hacer estallar esas relaciones
de propiedad para permitir el crecimiento posterior de las fuerzas productivas. Los obreros,
actuando como clase, liberan las fuerzas que existen potencialmente en el trabajo social
mediante su acción revolucionaria. La revolución de los obreros es un acto constructivo,
porque libera la productividad social de las ataduras impuestas por las relaciones de
propiedad capitalistas.
Marx considera que el modo de producción se compone de dos partes: relaciones de
propiedad y fuerzas productivas. Las relaciones de propiedad pueden promover o trabar el
crecimiento de las fuerzas productivas. A medida que cambia el modo de producción, se
modifican de manera concomitante otras esferas de la conducta social.
Las ideas no existen ni cambian, son los hombres vivos quienes cambian, junto con las
condiciones materiales de su existencia, su pensamiento y los productos de su pensamiento.
Marx postula una etapa en donde la existencia social y la conciencia social constituían una
unidad, antes de toda división del trabajo, el hacer y el pensar estaban estrechamente
entrelazados, eran la emanación directa de la conducta material. Con la división del trabajo
entre actividades materiales y mentales, las relaciones políticas y jurídicas deben asumir una
existencia independiente frente a los individuos ya que dio origen a una variedad de esferas
ideológicas distintas. Para Marx, la división del trabajo era una condición negativa.
Marx afirma que las ideas dominantes en toda época son las ideas de la clase dominante.
Esta clase, al tener a su disposición los medios de la producción material, controla también
los medios de la producción mental y trata de imponer sus ideas. Las ideas dominantes no
son nada más que la expresión mental de las relaciones dominantes

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