LA VIDA TIENE PROPÓSITO

QUEREMOS SABER SI LA VIDA TIENE PROPÓSITO (2 mins.)

¡Qué bueno es estar vivo, sentir que uno está logrando algo y que su vida tiene un verdadero
significado!
Nadie en realidad disfruta de una vida sin objeto….. una vida sin propósito. Tarde o temprano, casi
toda persona se pregunta qué propósito tiene la vida.
¿Será acaso nuestra existencia, solamente trabajar duro para mejorar nuestras condiciones de vida,
proveer lo necesario a nuestras familias, morir a los 70 u 80 años y luego dejar de existir para
siempre?
En este discurso daremos respuesta a interrogantes como ¿Qué propósito tiene Dios para la tierra,
¿Que propósito tiene para la humanidad? y ¿Como el propósito de Dios puede darle un real sentido
a su vida?.

Cuando dirigimos nuestra mirada al cielo en una noche estrellada podemos percibir, la grandeza del
universo y el poder de quién es su creador. Comparadas con esta inmensidad, nuestras vidas
pueden parecer muy insignificantes, el salmista David, en el salmo 8:3,4, pensó de manera similar al
describir los cielos , la luna y las estrellas como la obra de sus dedos y se preguntaba ¿Qué es el
hombre mortal para que el creador lo tuviera presente y lo cuidará, frente a la grandeza del
universo?.

Entonces, al contemplar las maravillas de la creación, es normal que queramos saber si la vida tiene
un propósito. Surgen preguntas como ¿Por qué estamos aquí? y si realmente ¿Importamos a
alguien?
La Biblia, contiene afirmaciones exactas sobre asuntos que podrían interesar a los científicos de hoy.
He aquí algunos ejemplos
Edad del Universo y de la Tierra
La Biblia no pone fecha al origen del universo. Tampoco dice en ninguna parte que la Tierra solo
tenga unos pocos miles de años. El primer versículo de la Biblia dice sencillamente: “En el principio
Dios creó los cielos y la tierra” Está afirmación, es muy importante porque abre la puerta para que los
científicos determinen la edad del universo y la Tierra utilizando leyes y principios probados.
Y respecto de la Preparación de la tierra para la vida humana. En el capítulo 1 de Génesis se
describe de manera sencilla el proceso de preparación del planeta para la vida y se utiliza el término 
día creativo. Los científicos de hoy pueden estudiar lo que ocurrió en esas etapas creativas y calcular
su duración.

¿QUÉ PROPÓSITO TIENE DIOS PARA LA TIERRA? (8 mins.)

El profeta Isaías que vivió hace 2700 años, escribió en Isaías 40:26, 28, Es obvio que por muy sabio
que fuera Isaías no pudo averiguarlo por sí mismo, que el universo físico es producto de la energía
infinita de Dios. Más bien se limitó a escribir lo que Jehová le mando por inspiración divina. De esta
porción de las escrituras podemos entender que la vida no es el resultado de la casualidad, sino que
ciertamente existe un creador del universo y de la tierra en que vivimos.

Cuando analizamos la creación de Jehová, vemos pruebas irrefutables de un diseño con propósito.
Un ejemplo:
 La ubicación precisa de la Tierra en nuestro sistema solar permite que haya vida
La vida en la Tierra jamás habría existido de no ser por una serie de felices “coincidencias”, algunas
de las cuales eran desconocidas o mal entendidas hasta el siglo XX. Podemos destacar algunas
características que hacen de la tierra un domicilio perfecto para la humanidad:
- La ubicación de la Tierra en la galaxia Vía Láctea y en el sistema solar, así como su órbita,
inclinación, velocidad de rotación y su singular Luna que es la principal causa de las mareas
oceánicas, tan vitales para la ecología del planeta. Además, su presencia estabiliza la orientación del
eje terrestre.

Además pensemos que la tierra esta en el espacio que es un lugar peligroso a causa de la radiación
letal y de los meteoritos que lo surcan constantemente. Pese a ello, nuestro planeta azul viaja por
esta galaxia sin sufrir apenas daño. ¿Cómo logra que la tierra se mantenga protegida de todas estas
amenazas?, es gracias a que la tierra posee un campo magnético y una atmósfera que forman un
doble escudo protector alrededor de ella, que son verdaderas maravillas del diseño que el hombre
aún no entiende a cabalidad.

 Y que podemos decir de los Ciclos naturales de la tierra que fueron diseñados para
reabastecer y purificar las reservas de aire y agua del entorno y que son vitales para el desarrollo de
la vida animal y vegetal. En el caso del aire ¿cual piensan ustedes que es la fuente de
reabastecimiento de oxigeno más importante de la tierra? Es muy común pensar que la mayoría del
oxígeno que respiramos proviene de los árboles y las selvas, sin embargo estos ecosistemas
producen solo el 28% del oxigeno de la tierra y el resto lo producen los océanos a través de las
plantas fitoplancton, algas marinas y plancton que viven en él mar.
 Y si sumamos la gran diversidad de la flora y fauna y su extraordinaria belleza, todo esto hace
hace de la tierra un planeta único en el universo conocido.
Al examinar cada uno de estos aspectos, podemos concluir lo que Jehová dice en la Biblia, Isaías
45:18
Así es, Jehová hizo la Tierra con un propósito, para que fuera un hogar permanente y hermoso para
los seres humanos, leamos como lo muestra. Además, estas palabras que “no creo la tierra
sencillamente para nada” se extienden a todos sus propósitos, de manera que así como llevará a
cabo su propósito para este planeta, también se realizara su propósito para su pueblo escogido.
Así que, estas palabras constituyen una garantía para el pueblo de Dios de la actualidad, de que la
tierra no se convertirá en un yermo desolado, sino que Dios hará que la tierra perdure para siempre
transformada en un bello paraíso y habitada por seres humanos justos.
Por lo Tierra, así como tenemos la certeza que Dios no dejará que se destruya la Tierra, cual será el
propósito que sin faltar se cumplirá para nosotros, la humanidad?

¿QUÉ PROPÓSITO TIENE DIOS PARA LA HUMANIDAD? (14 mins.)

El increíble diseño del cuerpo humano demuestra que fuimos creados con un propósito.
El ADN es el material genético de todos los organismos celulares y la base molecular de la herencia
genetica.* Este porta instruccionespara nuestro funcionamiento. En casi todos los organismos, el
ADN está en forma de filamentos llamados cromosomas, que se agrupan en el interior del núcleo de
cada célula. ¡Imagínese! Toda la información necesaria para la formación de su cuerpo, que es
único, está almacenada en paquetes tan pequeños que solo se observan a través del microscopio.
Y La ciencia aún no ha destapado todos sus secretos del ADN. “Cada descubrimiento revela una
nueva complejidad”, afirma la revista New Scientist.

Ahora pregúntese ¿Sería lógico atribuir tal perfección de diseño y organización al azar?

Supongamos que usted encuentra un manual técnico de un millón de páginas escrito en un código
eficaz y elegante. ¿Concluiría que de algún modo se escribió a sí mismo? ¿Y si fuera tan diminuto
que necesitara un microscopio potente para leerlo? ¿Y si, además, contuviera instrucciones
específicas para la fabricación de una máquina inteligente que se reparara y se duplicara sola,
compuesta de miles de millones de piezas que encajaran unas con otras en el momento exacto y de
forma precisa?

De seguro, jamás se le ocurriría pensar que dicho libro apareció de la nada.

Luego de examinar los trabajos de investigación sobre el funcionamiento interno de la célula, el

filósofo inglés Antony Flew, quien fuera uno de los máximos exponentes del ateísmo, afirmó: “La
increíble complejidad de los mecanismos que son necesarios para generar vida [demuestra] que
tiene que haber participado una inteligencia superior”. Flew es partidario del principio de “seguir la
prueba adondequiera que esta lleve”. En su caso, las pruebas lo llevaron a cambiar por completo su
manera de pensar y a aceptar la existencia de Dios.

El cerebro humano también deja atónitos a muchos expertos. Producto del ADN, el cerebro ha sido
descrito como “el objeto más complicado del universo”. Hasta la más avanzada supercomputadora
parece verdaderamente rudimentaria al lado del cerebro que sólo pesa aproximadamente 1,5 kilos.
En opinión de un neurocientífico, cuanto más se aprende “más espléndido e incomprensible se
vuelve”.
Piense en esto: el cerebro nos permite hacer actividades tan variadas como respirar, reír, llorar,
armar rompecabezas, construir computadoras, montar en bicicleta, escribir poesía y contemplar los
cielos nocturnos con admiración, pregúntese ¿Es razonable —o mejor aún, coherente— atribuir
estas facultades y capacidades a las fuerzas ciegas de la evolución?

Para entender la naturaleza humana, ¿deberíamos mirar hacia abajo, por así decirlo, a los monos y
otros animales, como hacen los evolucionistas? ¿O deberíamos mirar hacia arriba, a Dios?
Es verdad que compartimos elementos comunes con los animales. Tenemos que comer, beber y
dormir, por ejemplo, Sin embargo, nosotros tenemos una necesidad adicional, tenemos necesidad
espiritual. Nos preguntamos de dónde venimos? A donde vamos? Porque estamos aquí?
A diferencia de los animales, los seres humanos podemos conocer a nuestro creador y adorarlo.
Veamos lo que la Biblia enseña de nuestro origen Leamos Génesis 1:27.
Como fuimos creados a la imagen de Dios, tenemos cualidades únicas, Dios formó al hombre “a su
imagen”, hablando en sentido espiritual y moral.

Nuestro Creador nos ha dado la capacidad intelectual para estudiar el mundo que nos rodea y hallar
respuestas satisfactorias a nuestros interrogantes.

Dios quería que los seres humanos vivieran para siempre en la Tierra.
Jehová puso a la primera pareja humana en un hermoso jardín en Edén; les encargó que cuidaran
de la Tierra, la poblaran y extendieran el Paraíso. Les dio un propósito.
Leamos Génesis 1:28.

Y mas importante aún, Jehová quería que Adán y Eva disfrutaran de una estrecha amistad con él.
En un principio se comunicaba directamente con ellos en el jardín de Edén.
Mire en Génesis 3:8 
Según algunas opiniones, estas palabras implican que Jehová acostumbraba comunicarse con Adán
en ese momento, tal vez todos los días.
Dios había dedicado tiempo, no solo a dar instrucciones al primer hombre, sino también a enseñarle.
Si obedecían a Dios, seguirían vivir para siempre.
Pero hoy la Tierra no es un paraíso.

¿Por qué?
Jehová les dio a los humanos libertad de elección, pero Adán y Eva usaron mal ese regalo (Gé 3:6).

El que fueran perfectos no resultaba automáticamente en se obedientes. Asi, podrían demostrar su

amor a Dios obedeciendo sus leyes por voluntad propia. En efecto, Dios no programó a los seres humanos
para que le obedecieran automáticamente. La obediencia debía nacerles del corazón. Y es lo que sigue
esperando de cada uno de nosotros
Leamos (Deuteronomio 10:12, 13;

Por el contrario, Adán descuidó su amor por Dios. Adán n o había permitido que el amor a Dios y a sus
principios lo motivaran a obedecerlo por encima de todo.
Lo cierto es que él decidió ceder a los deseos de su esposa, quien ya había optado por comer del
árbol prohibido. Para él fue más importante complacerla a ella que obedecer a su Creador. Cuando
Eva le ofreció el fruto prohibido, él tendría que haber reflexionado en el daño que aquello causaría a
su relación con Jehová. Su amor a Dios no era profundo e inquebrantable, y eso lo hizo vulnerable a
las tentaciones; de ahí que se dejara convencer por su esposa.
Adán pecó antes de engendrar hijos, y por eso todos sus descendientes hemos heredado la imperfección y la
muerte.

Pero es imposible ser obediente?

Comparemos entonces, como actuo otro hombre perfecto que estuvo en la Tierra.
Pensemos en Jesús. Él no tenía ninguna limitación que lo hiciera vulnerable a las tentaciones, pues
fue concebido por espíritu santo (Lucas 1:30, 31; 2:21; 3:23, 38). No obstante, a diferencia de Adán,
Jesús eligió por voluntad propia resistir las enormes presiones y mantenerse leal a su Padre.
Y que habrá de nosotros?
Al igual que Adan y Jesús tenemos libre albedrío. Así que lo mejor que podemos hacer es meditar
con agradecimiento en la bondad de Jehová y cultivar un intenso amor por él. Sin duda, él merece
que le sirvamos y obedezcamos de todo corazón (Salmo 63:6; Mateo 22:36, 37).

¿Qué beneficio obtendremos de servirle a Dios?

EL PROPÓSITO DE DIOS PUEDE DAR SENTIDO A NUESTRAVIDA (6 mins.)

Es muy cierto que las personas le buscan sentido a la vida de muchas maneras, sin embargo
si lo buscan en los placeres, la riqueza y la fama finalmente acabaran desilusionados (Ec 2:1-11).
Nuestra vida tendrá verdadero sentido si vivimos en armonía con el propósito de Jehová.
Aunque somos descendientes de Adá podemos ser leales, y podemos ser amigos de Dios.
Los sabemos porque en la Biblia se muestran ejemplos, como con Abrahan,
Leamos Snt 2:23

Así que habiendo visto las pruebas de que fuimos creados y todo a nuestro alrededor, a que
conclusión llegamos?
Leamos que dice la Biblia en Eclesiastés 12:13
Analicemos estas palabras. Primero dice que debemos:
“Teme al Dios verdadero.” 
ese temor es una sana actitud de corazón. Podríamos pensar en un niño que anhela complacer a su cariñoso
padre.
En efecto, el temor de Dios nos impulsa a someternos a su voluntad porque lo amamos y sabemos
que él nos ama. Y no es solo un sentimiento, pues se manifiesta con obras. ¿De qué manera?
“Guarda sus mandamientos.” 
Tal como un fabricante sabe cuál es el mejor modo de utilizar su producto, Jehová sabe cómo podemos vivir
del mejor modo posible, pues él es nuestro Creador. Sus mandatos son para nuestro provecho, porque él
desea que nos vaya bien en la vida, que seamos felices (Isaías 48:17).

“Este es todo el deber del hombre.” Estas palabras subrayan una razón importante para temer a
Dios y obedecerle: es nuestro deber. Puesto que Jehová nos creó, le debemos la vida misma (Salmo
36:9). Por tanto, le debemos obediencia. Así que, al vivir como él nos pide, cumplimos nuestro deber.

Entonces, ¿cuál es el propósito de la vida? La sencilla respuesta es que estamos aquí para hacer la
voluntad de Dios. No hay mejor modo de darle sentido a nuestra existencia.
Jehová pronto llevará a cabo su propósito original para la Tierra y para la humanidad, podremos
disfrutar para siempre de una vida con propósito.

¿Le gustaría aprender más sobre la voluntad de Jehová y cómo armonizar su vida con ella? A los
testigos de Jehová les complacerá ayudarle.
Entonces usemos bien nuestra libertad de elección: obedezcamos a Dios y hagamos su voluntad.

Si lo hacemos, nuestra vida tendrá sentido y seremos felices.