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Arquitectura creada… Identidad perdida

Andrea Guadalupe Castañeda Flores

Con el paso del tiempo la arquitectura ha evolucionado, simultáneamente a la evolución de la sociedad,


es por eso que se ha tenido que adaptar a las nuevas necesidades de la misma, proyectando así espacios
más amplios y con más luz o reducidos a falta de espacio pero con eficiente distribución; algunos
arquitectos se preocupan por el diseño sobre la función, mientras que para otros la función es lo vital y
la forma es lo de menos, sin darse cuenta que para lograr una buena arquitectura se requieren tanto una
buena forma como una eficiente función, ya que las personas necesitan de ambas para vivir el espacio y
no sólo tratar de habitarlo. El hablar de un espacio no sólo es pensar en un terreno o en una
construcción, sino en todas las maneras de habitar un lugar, de verlo, de olerlo, de sentirlo, y es por eso
que se debe diseñar pensando que cada lugar y cada proyecto son únicos como únicos son los usuarios
con sus respectivas necesidades.

El diseño es un punto muy importante en un proyecto, ya que dependiendo de la época y de los


requerimientos de la sociedad con su eterna evolución, es que se desean crear espacios más eficientes
en menor espacio y con mayor rapidez, de ahí que surjan las ideas de “la ciudad genérica” y “el espacio
basura” de Rem Koolhaas; en el pasado se diseñaba para cubrir necesidades, aprovechando los
materiales que venían de la naturaleza y los métodos constructivos que se iban creando, los cuales con
el paso del tiempo han logrado que la construcción sea más rápida pero con un diseño vago y una
identidad perdida.

La arquitectura como la moda, la gastronomía, la industria, entre otros, cuenta con ciertos sectores
favorecidos sobre otros que no tienen tanta suerte, ya que los planteamientos no pueden ser iguales,
porque los primeros al contar con posibilidades, pueden conseguir un diseño único y personal, mientras
que los segundos requieren de un espacio más que de un diseño, obteniendo así poco del mismo pero
mucha posibilidad de compra.

El arquitecto en su afán de vender ha perdido un poco la identidad, esto por seguir ciertas reglas ya
establecidas o porque simplemente lo que quiere es producir mucho sin pensar tanto, llegando así a la
fractalidad de la Ciudad Genérica, ya que ahora tenemos “una repetición sin fin del mismo módulo
estructural” (Koolhaas, 2006), como en los nuevos conjuntos habitacionales que son la repetición del

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mismo proyecto multiplicado en grandes cantidades, para abarcar un gran sector de la población en un
espacio relativamente reducido, adaptándoles además una pequeña ciudad ya que no sólo se cuenta con
casas, sino también con supermercados, escuelas, oficinas, en fin todos los servicios en una “pequeña
ciudad” dentro de la ciudad, resultándonos en un conflicto de conceptos ya que lo producido ahí es algo
genérico, pero no una ciudad genérica, porque ésta “implica el rechazo de la ciudad como fortaleza”
(Koolhaas, 2006).

A pesar de los esfuerzos de algunos por hacer arquitectura memorable, otros tantos se han preocupado
por hacer arquitectura y nada más, creando “espacios basura” o volviéndolos así, al intervenirlos de
algún modo haciéndoles perder su valor original, transgrediéndolos con adaptaciones como aire
acondicionado siendo arquitectura clásica o con adaptaciones modernas o posmodernas sin respetar el
estilo y el tiempo de la edificación, porque tratando de recuperar un poco de la historia, estamos
terminando con ella pero además estamos creando sin dejar huella porque “hemos construido más que
todas las generaciones anteriores juntas, pero en cierto modo no se nos recordará a esa misma escala”
(Koolhaas, 2007).

Si queremos ser memorables tenemos que pensar que si hay ciertas reglas o ciertos parámetros que
inevitablemente se tienen que seguir pero eso no significa que dejemos de ser libres al momento de
proyectar, siempre y cuando se respeten las necesidades del usuario, porque el diseño no debe ser
solamente el hecho de que se vea bien sino que sea un espacio realmente habitable, un espacio que te
invite a vivirlo por medio de tus sentidos y por la manera en la que está resuelto, no solamente hecho
por hacer sino con una simplicidad de forma pero complejidad de aspectos que aunque se tenga que
parecer a otros espacios siga teniendo su identidad, siga siendo único y adaptable a lo que sea que
venga.

Bibliografía
Koolhaas, R. (2006). La Ciudad Genérica.
Koolhaas, R. (2007). Espacio Basura. (J. Sainz, Trad.) Barcelona, Cataluña, España: Gustavo Gili.

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