Está en la página 1de 45

Un cambio positivo de vida

Gina Giardinella
Para mis Lectores
Antes de comenzar a leer este libro me gustaría que
compartiéramos esta sencilla oración que te ayudará en ese
proceso de cambio maravilloso de vida que desees emprender.
Señor Jesús, hoy reconozco que te necesito, te abro las puertas
de mi corazón, te permito que entres a mi vida para dirigirme,
perdona mis faltas, séllame con tu Espíritu Santo, escribe mi
nombre en el libro de la vida y salva mi alma.
Amén
Agradecimiento
A Dios todopoderoso, a Jesús quién dió su vida por nosotros, y
a su Espíritu Santo quién me guió al escribir este libro.
Contenido
DEDICATORIA....................................................................................... 9
INTRODUCCIÓN................................................................................... 13
PARTE I:
DESPLEGANDO LAS ALAS................................................................ 15 La oruga sin visión
La oruga resistente
La oruga venenosa
PARTE II:
METAMORFOSIS................................................................................... 29 Transformación
Mariposas
PARTE III:
TODO FINAL TUVO UN COMIENZO............................................. 43 ¿Cómo lo hago? ¿Por dónde comienzo?
Cómo evaluarnos
Decisiones
PARTE IV:
DE VUELTA AL AMOR......................................................................... 59 Separa tus sentimientos
Purifica tu corazón
Ora con definición
Entrega a Dios
Espera en el Señor
EPÍLOGO. ................................................................................................. 77 UNAS PALABRAS PARA CONCLUIR
CADA CORDEL TIENE DOS PUNTAS
SOBRE LA AUTORA.............................................................................. 83

Dedicatoria
En honor a mi Madre
C
ada 1 de mayo se cumple un año más desde que el espíritu de mi madre
abandonó esta tierra, aunque fueron 10
meses antes cuando realmente la perdimos, en ese entonces, ella sufrió un
ACV que la dejó en un limbo, un lugar intermedio sin darnos señales claras
de si aún estaba aquí o no.
Pero no es así como recuerdo a mi Madre, la recuerdo como la gran mujer
que fue, fuerte y decidida, aguerrida, luchadora; una mujer de fe. Pero
también, una mujer a la que le encantaba disfrutar de las cosas sencillas y
grandes que la vida le ofrecía.
“Soy una mujer de armas tomar”, recuerdo que decía cuando tenía que asumir
alguna decisión difícil en su vida, y “A mí no se me muere el muchacho en la
barriga” expresaba cuando tenía que emprender algo nuevo. Mi Madre no
conocía el significado de la palabra pereza, ella siempre estaba en
movimiento, dispuesta a hacer o a aprender algo, le encantaban las
manualidades y las ventas, se quedaba hasta altas horas de la noche haciendo
sus manteles de navidad, cojines, tarjeteros, etc. y luego los vendía para
disponer de algún dinero extra, sintiéndose muy orgullosa de sus logros,
jamás se paralizaba ante los hechos o las circunstancias por muy difíciles que
fueran.
Disfrutaba tanto de un viaje al exterior como de una barquilla, o de ver a un
pajarito bañándose en un pocito de agua estancada.
Mi Madre fue una mujer con un espíritu de hospitalidad como no he conocido
a otra, en su casa siempre había un plato de comida de más para quien lo
necesitara, un lugar donde pasar la noche también. Tenía el don de
multiplicar la comida y también los aposentos; muchas veces la sala de
nuestra casa parecía un campamento con colchonetas por todas partes,
habilitando sofás como nidos para que durmieran sus amadas visitas.
Mi Madre demostraba su amor a través de la comida, le encantaba cocinar
para sus seres queridos, además entre más comiéramos más feliz se sentía;
nunca se cansaba de hacer nuestros platos preferidos y jamás pero jamás dejó
que pasáramos un cumpleaños sin celebrar. Comenzaba el día en que
cumplíamos años, despertándonos, entonando la canción “Las mañanitas”,
con una guitarra que no sabía tocar, pero que sin embargo, le daba a sus
cuerdas para acompañarse, luego hacía nuestra torta preferida, la mía era
rellena con crema pastelera y chocolate, adornada con melocotones, además
no podía faltar nuestro almuerzo preferido, ñoquis, raviolis, etc.
Cada niño que nacía en la familia era para ella una aventura, se encargaba de
ese nuevo bebé por lo menos los dos primeros meses de vida, enseñándonos a
cuidarlo y dándonos instrucciones hasta enloquecernos.
Mi Madre amaba a sus hermanos, hermanas, sobrinos, nietos y bisnietos con
toda su alma, tenía también sus cuñadas preferidas y se dolía hasta lo más
profundo cuando ya en sus años dorados no se sentía correspondida, debido a
que por el afán de cada quien, las visitas no eran tan frecuentes como ella
hubiese deseado.
Pudiera seguir enumerando recuerdos, pero terminaré diciendo que de mi
Madre aprendí muchas cosas y gran parte de lo que soy hoy en día, se lo debo
a ella...
“Sólo lamento no habérselo agradecido en vida como lo hago ahora”, sin
embargo, doy gracias a Dios por la madre que me permitió tener. Hoy como
homenaje a su memoria le dedico este libro.
¡Gracias Mamá!
Introducción
H
ace unos cuantos años, siendo apenas una joven, aún no conociendo la
Palabra de Dios de la forma en
que la conozco; por supuesto que sabía que existía la Biblia, la escuchaba
cuando asistía a la iglesia y la leía de vez en cuando, pero no la conocía como
hoy en día, como cuando comencé a estudiarla y analizarla después que
llegué a los caminos del Evangelio a través de la iglesia cristiana. Hoy, la
conozco como una herramienta de poder para mi vida diaria, como la guía
que nos dejó Jesús, como la evidencia de que El estuvo en la tierra, como una
enseñanza maravillosa que nos da esperanza, fortaleza y dirección para ser
usada en el día a día y a lo largo de las diferentes etapas de nuestra vida. En
aquel tiempo, hace unos cuantos años siendo apenas una jovencita y si alguna
tristeza tocaba mi vida, o algún acontecimiento me desequilibraba, entonces
decidía entrar en contacto con la naturaleza, me iba a algún parque, o a la
playa y allí reflexionando, al observar las maravillas que Dios había hecho, el
equilibrio volvía a mi vida, me relajaba y algo dentro de mí, en mi
subconsciente quizá, entendía que si Dios había sido capaz de crear tan
maravillosa obra, el mar, el cielo, el aire, las montañas, las grandes
extensiones de arena, la vegetación, también era capaz de encargarse de mí y
de cualquier cosa que me perturbara.
Es por eso que doy gracias a Dios por la naturaleza, porque es a través de ella
que entendemos o tratamos de entender mejor el poderío, la majestuosidad y
la perfección del Creador.
El Salmo 104 se titula “Dios Cuida su Creación”, este hermoso cántico nos
habla de la creación, hoy te invito a meditar que es a través de la observación
de la naturaleza como podríamos llegar a entendernos un poco mejor a
nosotros mismos, prestando atención, tratando de encontrar similitudes con
ella, que nos ayuden a conocernos mediante la comparación y la
introspección. En las siguientes páginas nos compararemos con las Orugas y
las Mariposas, sólo al observarlas a simple vista, si te dieran a escoger,
¿Qué te gustaría ser?
Una simple Oruga, que parece un gusano, que se arrastra, es viscosa,
pegajosa, fea y algunas veces hasta venenosa; o una linda Mariposa, de
hermosos colores, que puede volar, pasearse entre jardines de flores, decorar
el ambiente, etc.
Estoy segura de que escogiste la Mariposa, pero…
“Entre lo que somos y lo que nos gustaría ser, hay un largo trecho…”
“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir
hacia adelante. La vida en realidad es una calle de un solo sentido”.
Agatha Christie
Novelista Inglesa
I Parte Desplegando las Alas
LA ORUGA SIN VISIÓN
C
asi todos sabemos que de esa fea oruga que parece un gusano, nace después
de un tiempo una hermosa mariposa,
luego de que sufre una metamorfosis o en palabras menos técnicas, un
cambio, una transformación de un estado a otro. Nosotros como seres
humanos también podemos lograr esta transformación en nuestra vida y
siempre debería ser para mejorar.
De tal manera, comencemos observando a las orugas. Estas suelen tener por
lo general una serie de ojos, pero no tienen buena visión, algunas de ellas las
que viven en la oscuridad, no llegan ni siquiera a tener ojos y me pregunto,
¿Cuántos de nosotros como la oruga, teniendo ojos y además sentidos e
inteligencia, vemos pero no observamos con detenimiento lo que sucede a
nuestro alrededor?.
En nuestra familia, en el trato con nuestros hijos, esposo, hermanos, padres u
otros miembros, o aún con los que decimos son nuestros amigos queridos o
simplemente gente de nuestro entorno cotidiano; observamos realmente sus
necesidades, a qué se deben sus cambios o actitudes.
¿Está tu esposo preocupado o molesto?
¿Está tu hijo muy callado o ensimismado?
¿Está tu amiga triste?
A veces una actitud esconde otra. Por ejemplo, una persona puede ocultar una
preocupación detrás de una irritabilidad o bravura, o quizá un joven oculte
una gran falta de afecto o su soledad detrás de una rebeldía o desobediencia.
A lo largo de los años y con la ayuda de Dios, al cual suelo pedir
discernimiento de espíritu en todo tiempo, pero sobre todo en los momentos
más cruciales a los que me he enfrentado, he logrado comprender algunas
actitudes en mi familia, en los que me rodean, o aún en mí misma. Recuerdo
una anécdota de los primeros años de casada. Me encontraba arriba de una
escalera limpiando el polvo de las lámparas de techo en la sala de mi casa, era
cerca de la hora del almuerzo, estaba mi mamá de visita y un señor
arreglando la lavadora que se había dañado; en ese momento llegó mi esposo
a almorzar, él venía muy contento, pero de pronto al entrar a casa su humor
cambió repentinamente, se molestó, no quiso comer y yo no entendía qué
había sucedido, avergonzada ante los presentes y con lágrimas en mis ojos,
no lograba entender ese cambio de humor, fue un tiempo después cuando
analizando entendí que él se molestó porque yo estaba sobre una escalera con
una falda short bastante corta y había un extraño en casa; pero a los seres
humanos nos cuesta mucho comunicarnos asertivamente y hablar claro, los
sentimientos actúan como reflejos y se muestran antes que las palabras,
es por esto que debemos observar muy bien con los ojos del alma, con los
ojos del espíritu y de la sabiduría que Dios nos da, no tener corta visión como
la oruga, porque el Creador nos ha hecho a su imagen y semejanza, poco
menores que los ángeles y debemos aprovechar estos atributos que El nos ha
dado para observar, analizar y comprender mejor a nuestros seres queridos.
LA ORUGA RESISTENTE
Siempre he pensado que el ser humano es una de las criaturas más resistentes
que Dios ha creado, parecemos frágiles, pero en realidad no lo somos. En una
oportunidad, vi un documental sobre una mujer deportista que al subir una
montaña cayó por una pendiente y se fracturó las dos piernas, nadie podía
ayudarla y se encontraba en una zona tan poblada de vegetación que no la
podrían ver fácilmente desde el aire, en esa difícil situación el cerebro envió
un mensaje a todas sus terminaciones nerviosas suprimiendo el dolor y ella,
se entablilló sola sus dos piernas, durante dos días con sus respectivas noches
se arrastró hasta llegar al río, en donde fue encontrada por el equipo de
rescate que la buscaba. Sólo después de que su cerebro supo que la ayuda
había llegado y que se ocuparían de ella, solo entonces se desmayó y al ser
atendida terminó recuperándose satisfactoriamente. El cuerpo humano tiene
sus mecanismos de supervivencia que están conectados íntimamente con la
mente y el espíritu humano.
Observando detenidamente la cabeza de la oruga vemos que es una cápsula
resistente y dura que protege a este indefenso y diminuto ser, de la misma
manera es impresionante observar lo resistentes que podemos ser los seres
humanos ante algunas situaciones, pareciera que también tuviéramos esa
cápsula sobre nuestras cabezas. Muchas personas suelen pasar años
soportando o viviendo una misma circunstancia que no está acorde a la
Palabra de Dios o al plan de hacernos el bien que el Señor tiene para nosotros
sus hijos. Cuántas veces algunos seres toleran maltrato físico y verbal (y no
me refiero a niños indefensos), sino a personas adultas, maduras o hasta
profesionales e independientes económicamente, en algunas oportunidades
sufriendo también adulterio, alcoholismo, drogadicción, escasez, desamor,
mentiras y cualquier clase de abusos a su integridad física y moral,
generación tras generación, abuelas o abuelos, madre o padre, hijas o hijos,
nietas nietos, etc., viviendo y tolerando lo mismo, siempre en el mismo
círculo vicioso, sin encontrar o buscar una salida, simplemente tolerando,
resistiendo y aguantando. Te pregunto:
¿Crees que sea esta la voluntad de Dios para tu vida?
¿Cómo saberlo?
A la luz de la Palabra de Dios, no tengas miedo de intentar cambiar tu
situación.
Escrito está:
…Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo,
trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
(Lamentaciones 3,35-36)
Al interpretar este versículo entendemos que Dios no aprueba al que no
respeta el derecho de los demás, o al que lo perturba inquietando su vida.
… Si opresión de pobres y perversión vieres en la provincia, no te
maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más
alto sobre ellos.
(Eclesiastés 5,8)
De la misma manera no nos sorprendamos de los que abusan de los demás y
pareciera que nadie los puede detener, por más fuerza física o poder que
tengan sobre otros más débiles o indefensos, estemos seguros que Dios no lo
aprueba y que El vigila cada obra que se realice sobre la tierra y en su
momento El intervendrá.
Por tanto debemos entender, que no es correcto y no debemos permitir esas
injusticias en nuestra vida, no la merecemos, existen leyes divinas y leyes
terrenales sustentadas en la legislación de cada país según sean sus
costumbres e historia; aquí, en los países occidentales y en gran parte del
mundo, afortunadamente estas leyes coinciden en perfección con la Palabra
de Dios (La Biblia), nuestro manual de vida. El Señor recrimina el robo, el
adulterio, la fornicación, el maltrato, el abuso, la estafa, etc.
“Mas busquemos primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás
vendrá por añadidura”
(Mateo 6,33)
Es profundo y debemos tratar de entenderlo. Si no aceptas en tu vida ni en tu
hogar nada contrario a la Palabra de Dios y si lo hubiere, lo echaras de ti,
entonces la paz, la abundancia, la armonía y otras bendiciones del Señor se
manifestarán en ti y en tu familia.
“Si alguna iniquidad hay en tu mano, y la echas de ti y no consintieres
que more en tu casa la injusticia. Entonces, levantarás tu rostro limpio
de mancha, y serás fuerte y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te
acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más
luminosa que el mediodía; aunque oscurezca será como el amanecer.
Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás a tu alrededor y
dormirás seguro, te acostarás y no habrá quien te espante. Y muchos
suplicarán tu favor”.
(Job 11, 14-19)
A quién no le gustaría disfrutar de la bendición que promete esta hermosa
porción de la Palabra de Dios. Como seres humanos podemos desviarnos en
el camino y flaquear, pero al decidir seguir la ley Divina (los Mandamientos
de Dios), la moral y buenas costumbres de las leyes terrenales acordes a
dicha ley, inmediatamente las piezas del rompecabezas de tu vida encajarán,
evitando consecuencias espirituales y aún materiales desagradables,
atrayendo por el contrario, todo lo bueno.
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo
hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la
tierra.”
(Deuteronomio 28,1-2)
No permitamos que el amar a otros nos convierta en víctimas, aunque
tengamos una caparazón dura, resistente como la cápsula de la oruga, seamos
fuertes y aguantadores, debemos entender que Jesús vino a darnos vida y vida
en abundancia y los pensamientos que Dios tiene para nosotros son de bien y
no de mal, así que siempre debemos tener presente, analizar, discernir e
interpretar que debemos amar a Dios por sobre todas las cosas, pero al
prójimo como a nosotros mismos, ni más ni menos, nuestro prójimo merece
todo nuestro respeto y consideración, así como nosotros la de ellos.
LA ORUGA VENENOSA
Las orugas más coloridas suelen ser las más venenosas, así que existen
orugas que con sus colores envían mensajes de alto, no te acerques, soy
altamente venenosa.
¿Cuántas veces envías tú este tipo de mensajes con tus respuestas, tus
ademanes o gestos, tu silencio, o tu mirada?
O lo que es peor aún, con algún comentario sutil, pero mal intencionado.
Intimidando a todos a tu alrededor. Quizá haces huir hasta al más valiente!
Todos en algún momento de nuestra vida manipulamos. Observemos como
los bebés o los niños pequeños van aprendiendo que con su llanto logran lo
que desean, al comienzo comida o cambio de pañal, luego otras cosas y es
allí donde los padres empiezan a darse cuenta y a educar al niño, a enseñarle
que hay otras maneras de obtener lo que necesita y a ponerle límites.
¿Conoces a alguna persona que te haga sentir oprimida, o la que envía
tantos mensajes de no te acerques, que aunque quisieras abordarla, darle
tu amistad y ayuda, parece imposible?
Yo me he topado algunas veces con este tipo de personas, y las llamo en son
de broma “nube negra”, porque parece que siempre tuvieran sobre su cabeza
una nube negra que presagia una tormenta, pero en realidad no tiene nada de
gracioso y volviendo a la observación de la oruga venenosa, la pregunta
verdaderamente importante sería:
¿Te identificas tú con este tipo de oruga?
¿Sueles tener este tipo de comportamiento con los seres que te aman, o
que tratan de brindarte su cariño o amistad?
Otras orugas son voraces, comen de los árboles y de las plantas hasta
secarlas, provocan la muerte de la vegetación y hasta de otras especies. A
veces estamos tan llenos de resentimientos que somos voraces con quienes
nos rodean, culpando a otros, aún a los hijos o a cualquier otro inocente
porque no podemos ni queremos asumir nuestras debilidades ni
responsabilidades por las decisiones que hemos tomado y sus consecuencias,
o por lo que nos ha tocado vivir aún sin ser culpables. Y más peligrosa que
esta situación, se torna el hecho de que podemos ser voraces con nosotros
mismos, recriminándonos de manera negativa, llevándonos a la depresión y a
la baja autoestima hasta el punto de secarnos por dentro.
No es lo mismo reflexionar sobre nuestras debilidades y errores para mejorar,
tratar de enmendar o corregir, que culparnos duramente hasta sentir que no
valemos nada, debemos pedir perdón a Dios y perdonarnos por creernos
inferiores, haber actuado mal o por creer que otros son inferiores a nosotros,
si otros nos han ofendido o herido profundamente, sólo el perdón verdadero
nos liberará.
Recordemos que tenemos abogado ante Dios nuestro Padre, es su hijo Jesús,
es a través de El que el Padre nos perdona y nos mira con misericordia, sólo a
través de El podremos llegar a perdonar a quienes nos han ofendido.
Conozcamos que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, somos
hechura suya, y tenemos muchas herramientas en la Palabra de Dios para
ayudarnos a superar nuestros temores e inseguridades.
“Porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
(Efesios 2,10)
Otros versículos a los que podemos acudir y que nos ayudarán a superar
nuestros miedos e inseguridades son:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4,13)
“Si Dios está conmigo, quién contra mí”
(Romanos 8,13)
“No me ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor, y de
dominio propio”
(2 Timoteo 1,7)
Por lo tanto meditemos en estos versículos, guardémoslos en nuestro corazón
y traigámoslos a memoria cada vez que necesitemos fortaleza.
I Parte
Un tiempo para reflexionar
1. ¿Hay alguna persona en tu entorno a la que debes prestar más atención, ayuda o amor?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
2. ¿Estas tolerando en tu vida alguna circunstancia que te perturba?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
3. ¿Tienes actitudes que oprimen, asusten o intimiden a otros?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
“Si buscas resultados distintos,
no hagas siempre lo mismo”.
Albert Einstein
Científico
II Parte
Metamorfosis
TRANSFORMACIÓN
P
ara comenzar su proceso, la mariposa coloca sus huevos en las hojas de
alguna planta que sirve de receptora, luego cada
huevo se transforma en larva u oruga, en este momento se encuentra muy
vulnerable, debe alimentarse para sobrevivir y cambia su piel por lo menos
cuatro o más veces. Para lograr la transición de oruga a mariposa, ella se
encierra en un capullo construido por sí misma, y allí comienza su proceso de
transformación; es una fase larga y con un alto costo y desgaste de energía.
Así mismo, el cambio y transformación personal es un proceso que requiere
mucha energía, fortaleza y disposición. Luchar contra nuestra naturaleza
humana es una tarea de valientes. Recuerdo una fábula que escuché un
tiempo atrás, la cual ilustra clara y metafóricamente la naturaleza de cada
individuo.
“Cierto día se encontraban a la orilla de un río, un fuerte y feroz tigre y un
agresivo y peligroso escorpión; el tigre se disponía a cruzar a nado aquel
ancho río para llegar a la otra orilla cuando escuchó la voz del escorpión
que le pidió amablemente lo montara en su lomo y lo pasara al otro lado, ya
que él no podía nadar. El tigre lo miró desconfiado y se negó diciendo que si
él lo llevaba sobre sí, podría ser atacado fácilmente y él le inyectaría su
veneno; el escorpión insistía alegando que jamás haría eso, puesto que él
también saldría perjudicado si en el medio del río el tigre dejaba de nadar
por estar paralizado por su veneno, y de esta manera ambos morirían.
Finalmente, el tigre accedió a pasarlo al otro lado, pero a mitad del camino
el escorpión no pudo resistirse y le clavó su ponzoña; el tigre muy
sorprendido, aturdido por el dolor y muriendo le preguntó, ¿Por qué lo
hiciste? Ahora ambos moriremos. Lo siento contestó el escorpión; es mi
naturaleza...”
A lo largo de nuestras vidas las personas formamos un carácter definido por
nuestra naturaleza humana, algunos somos impulsivos, otros pasivos,
emotivos, alegres, depresivos, etc. Acaso no has escuchado la frase “soy
alegre por naturaleza” o “soy esto o aquello por naturaleza”, significa así soy
yo, es mi forma de ser, mi temperamento. Por ejemplo, el que es alegre por
naturaleza aún en medio de un problema que lo agobie, en algún momento de
ese proceso y sin ni siquiera entenderlo, cuenta un chiste, comparte o aun ríe
con otros olvidando por ratos su padecer. A veces quisiéramos estar bravos o
molestos ante cierta situación, pero no podemos o se nos olvida y allí
estamos, alegres otra vez; lo mismo sucede en el caso contrario, quienes
siempre ven el vaso medio vacío, quienes siempre están a la defensiva,
quienes no pueden evitar que aflore su negatividad aún cuando la
circunstancia sea buena.
Definitivamente somos lo que pensamos. Decidir cambiar nuestra naturaleza
o al menos controlarla y transformarla en positivo no es una tarea fácil que se
logre de un día para otro, es una labor que requiere conciencia, tiempo y una
alta inversión de energía; pero sí se puede, y los beneficios y resultados darán
un estupendo y maravilloso giro a tu vida.
Como el escorpión de la fábula sabemos y entendemos que nuestra naturaleza
humana descontrolada puede perjudicarnos sobre manera, sin embargo, no
hacemos nada por evitarlo.
Debemos entender que somos una obra maestra del Creador, Dios nos ha
hecho a su imagen y semejanza, creativos como El, con un gran potencial
para usar en lo que queramos emprender. Al buscar su ayuda queriendo de
corazón comenzar a tomar el control de nuestra naturaleza carnal y sustituirla
por nuestra naturaleza espiritual, crucificando al “viejo ser” y renaciendo un
“ser nuevo” dentro de nosotros, El nos va a ayudar.
No lo dudes ni un momento. HOY es el momento perfecto para tomar esa
decisión. HOY es el primer día del resto de tu vida. Las bendiciones están a
la vuelta de la esquina.
Sabemos no es un proceso fácil, requiere constancia y dedicación, estar
consciente, alerta, quizá por el resto de tu vida. Tú te preguntarás:
¿Por dónde empiezo? ¿Cómo lo hago?
Revestirnos de confianza, de una nueva esperanza, de amor, de tolerancia, de
paz, de compromiso, de fe, superando los obstáculos.
La Palabra de Dios nos habla respecto a la Vida Antigua y la Vida Nueva,
así:
“Haced morir pues en vuestros miembros lo terrenal: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
idolatría;”
(Colosenses 3,5)
“Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.”
(Colosenses 3,8)
“No mintáis los unos a los otros, habiéndonos despojado del viejo
hombre con sus prácticas, y revestíos del nuevo hombre, el cual
conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando, hasta el
conocimiento pleno.”
(Colosenses 3, 9-10)
“Vestíos pues como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
longanimidad; soportándonos unos a otros y perdonándonos unos a otros
si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo nos perdonó,
así también hacedlo vosotros.”
(Colosenses 3,12-13) “Y sobre todas estas cosas vestíos de AMOR, que es
el vínculo de la perfección.”
(Colosenses 3,14)
Por lo tanto, cada circunstancia debemos verla como una oportunidad; el
resultado siempre dependerá en gran parte de nuestra actitud. Quizá usted
esté pensando en este momento, sí, las palabras son muy bonitas y hacen
parecer todo muy fácil.
¿Pero por qué me cuesta tanto?
Cuando existe un problema bien sea con un hijo rebelde, una traición del ser
amado, una dificultad legal o financiera, una enfermedad o una pérdida
irreparable como la muerte; estas palabras pueden parecerte huecas o vacías.
Pero es en este preciso momento cuando debemos comenzar a revestirnos con
la ayuda de Dios y de su Santo Espíritu, debemos primeramente rendirnos al
Señor, levantarnos y aprender de lo vivido.
En realidad, siempre tendremos dos opciones en la vida, dejarnos vencer por
el abatimiento, o superarlo y seguir adelante.
Es necesario que construyamos un capullo, como lo hace la oruga y nos
encerremos en él, para tener un tiempo de reflexión y entrega al Señor,
reconociendo que su pensamiento es más alto que el nuestro, y que sus
caminos no son nuestros caminos, pero confiamos en su bondad y amor
restaurador.
Una vez que superes una situación dolorosa con la ayuda de Dios, estarás
listo para ayudar a otro en una circunstancia similar.
Así como Jesús fue llevado a la cruz para cumplir el propósito del Padre,
después de mucho dolor y sufrimiento, fue resucitado. De esa misma manera
debemos salir de nuestro encierro, de nuestro dolor, de nuestro resentimiento,
de nuestra debilidad, de nuestra tristeza, depresión, adicción, etc., y comenzar
a romper ese capullo, el proceso es doloroso y requiere mucha energía, pero
no lo dudes, tú sí puedes lograrlo. La circunstancia difícil en Dios, es
solamente un trampolín para mejorar, crecer, madurar y prepararnos para
aprovechar y disfrutar las bendiciones que El tiene preparadas para nosotros.
Te cuento una historia:
“Cierto día una hermosa mariposa se encontraba paseando entre jardines de
flores multicolores y distinguió a una oruga arrastrándose lenta y
difícilmente para encontrar su comida, la saludó amablemente, la animó a
seguir adelante, ya que según su perspectiva le faltaba muy poco para llegar
a su alimento. La oruga cansada y molesta la miró con desdén, le contestó de
mala gana, sí claro, para ti es fácil decirlo desde allá arriba volando ligera,
paseándote, siendo admirada por tus colores y tu belleza. La mariposa la
miró compasiva y le dijo: Sabes, puedo comprenderte, también sé lo que es
luchar por salir adelante, por eso puedo decirte con propiedad que te
esfuerces, que sigas intentándolo en vez de renegar, si cumples tu proceso
agradecida y haces lo que tienes que hacer, algún día serás como yo. Pues
yo también fui en el pasado, una oruga como tú...”
MARIPOSAS…
En un viaje de vacaciones que realicé con mi familia, entramos a un
invernadero con un hermoso jardín muy bien cuidado, había muchos tipos de
mariposas, de variados tamaños y hermosos colores que jugaban en raras
combinaciones haciéndolas únicas, muy llamativas.
Observándolas para fotografiarlas, aunque se suspendían muy quietas sobre
las flores, como posando, debíamos mirarlas con mucha atención porque
parecían perderse en frente de nuestros propios ojos, se confundían con las
flores y la vegetación, se mimetizaban con el ambiente.
Las mariposas se pueden mimetizar con el ambiente, bien sea para formar
un nido o volar a solas. Mimetizar significa confundirse o integrarse con el
ambiente.
Nosotros podemos intentar hacer lo mismo, integrarnos con nuestro
ambiente, ser parte verdaderamente de lo que nos rodea y quienes nos rodean:
madre, padre, hermanos u otros miembros de la familia, si decidimos formar
un nido u hogar propio, entonces con nuestro esposo, hijos o sea nuestra
familia nuclear, tratando de colocarnos en su lugar para buscar sentir como
ellos y entenderlos mejor, no sólo socializando en la cotidianidad, sino
profundizando en lo que verdaderamente sienten y piensan, sus sueños,
esperanzas, temores, tristezas; qué esperan de nosotros y qué esperamos de
ellos, abriendo también nuestro corazón y sentimientos con verdadera
honestidad, venciendo el temor a ser rechazados y evitando por todos los
medios ser intolerantes con los que amamos.
Investigando un poco conocí que existen más de 150.000 especies de
mariposas; observándolas debemos entender que somos criaturas únicas,
aunque nos parezcamos a otros no somos iguales; ni aún los gemelos son
iguales, no tenemos las mismas huellas digitales, ni el mismo tono de voz, ni
la misma manera de ser. Podemos sacar ventaja de nuestra individualidad,
amarnos, respetarnos como somos y tratar de mejorar cada día en espíritu,
cuerpo y mente. Observarnos y mejorar aprovechando lo mejor de nosotros
mismos.
Algunas veces también debemos volar solas, esto no significa que debemos
colocar una barrera ante los que quieren acercarse a nosotros, sino tener un
tiempo de introspección, para aprender a entendernos y conocernos, no
significa que detengas tus actividades normales de ama de casa, madre,
esposa, trabajadora, o que debas irte a una montaña y escapar de la realidad,
NO, simplemente debes aprender a pasar tiempo a solas contigo,
analizándote, observándote, preguntándote:
¿Qué es lo que verdaderamente deseas hacer?
¿Cuáles son tus metas a corto o largo plazo en tu vida?
¿Qué esperas de tu pareja, de tu trabajo?
¿Cómo te gustaría verte en 5 años o más?
¿De qué cosas te gustaría disfrutar?
¿Qué estás haciendo o que eres capaz de hacer para lograrlas?
Te sugiero cada noche reflexionar sobre cómo te comportaste en el día, cómo
fue tu trato con los demás, hubo alguna actitud que quisieras mejorar en ti, o
permitiste algún abuso hacia tu persona. Seamos honestos con nosotros
mismos, busquemos la manera de enmendar; primero haciendo conciencia de
nuestra actitud, luego analizando el porqué de nuestro comportamiento ante
determinada situación, qué fue lo que desencadenó nuestra actitud impulsiva
o nuestra actitud pasivapermisiva y cómo nos gustaría haber actuado en
realidad. La negación no es buena y sólo empeorará las cosas, al negar o
restarle importancia a la situación que te perturbó sólo lograrás agregar más
dolor a tu vida y se acrecentará el problema, si eres de los culpan a otros y
justificas tu actitud, si siempre son los demás los que con sus palabras o
acciones te deprimen o alteran, también debes hacer un alto y observarte,
debemos enfrentar con sabiduría, con valor, buscar la raíz de nuestros
sentimientos, es la única manera de comenzar a sanar. Al decidir empezar a
estudiar nuestras respuestas ante las circunstancias estaremos más alertas y
conscientes para futuros comportamientos; si sientes que se te hace muy
difícil casi imposible hacerlo tu sola, busca ayuda en tu pastor o guía
espiritual o aún busca ayuda profesional si viene al caso, pero nunca te
conformes, siempre podemos mejorar y aspirar a tener una vida mejor, llena
de paz, armonía, abundancia, gozo y plenitud. Recuerda el ejemplo de la
oruga resistente, tú no tienes que pasar años viviendo una misma situación
dolorosa, es hora de cambiar patrones antiguos, hábitos viejos, romper
cadenas y ataduras, si hasta ahora no has logrado los resultados que deseas en
tu vida, entonces definitivamente debes darte cuenta que tu estrategia no ha
sido la más indicada y es hora de cambiar.
Así como los colores de las mariposas son hermosos y siempre destacan y
son parte importante del ecosistema, de la misma manera nosotros, los seres
humanos, individuales y hechos a imagen del Señor, podemos destacarnos de
muchas formas; es mejor hacerlo positivamente; aunque los que destacan
negativamente también son noticia siempre es mejor ser recordados por lo
bueno. Dice la Palabra de Dios en Proverbios 22,1:
“Que el buen nombre vale más que el oro y la plata”
Una persona puede haber tenido un buen comportamiento toda su vida y
apenas ser notado, sin embargo al fallar, cometer un error o falta, enseguida
es recordado y criticado, estamos acostumbrados a ver el
II Parte
Un tiempo para reflexionar
1. ¿Tienes algún comportamiento que te gustaría modificar?
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
2. ¿Que estas dispuesta a hacer para cambiar ese patrón de conducta que te perjudica?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
borrón en la hoja limpia, o como dice mi pastora, el punto negro en un
pizarrón todo blanco, así solemos ser los seres humanos, gracias al Señor
siempre podemos enmendar y mejorar, trazarnos como meta destacar en
positivo, dejar una buena huella, sembrar una buena semilla, podemos ser
parte importante de lo que nos rodea, comunidad, trabajo, iglesia, colegio,
etc., es decir de nuestro (ecosistema); aportar lo mejor de nosotros mismos.
Hacerlo como para Dios, con verdadera excelencia y amor.
En los siguientes versículos observamos que a Dios le agradan los de recto
proceder, y que todo aquel que obra mal y no desea enmendar su
comportamiento, tarde o temprano enfrentará las consecuencias de sus actos.
Por lo tanto, brillemos en positivo para ser recordados por nuestras buenas
obras y no al contrario.
Escrito está:
...Abominación son a Jehová los perversos de corazón; más los perfectos
de camino le son agradables.
...Tarde o temprano, el malo será castigado; mas la descendencia de los
justos será librada…
(Proverbios 11,20-21)
“La mayor rémora de la vida
es la espera del mañana,
y la pérdida del día de hoy”.
Séneca Filósofo Latino
III PARTE
“Todo final tuvo un comienzo’’
¿Cómo lo hago ? ... ¿Por dónde empiezo?
E
stas son preguntas muy comunes que vienen a nuestra mente cuando
tomamos la decisión de analizarnos,
muchas veces queremos hacer un alto en nuestras vidas, pues deseamos
cambiar en positivo, pero verdaderamente no sabemos por dónde empezar.
No debemos dejar pasar ese momento, sino por el contrario escuchar nuestra
voz interior y tomarnos muy en serio. A continuación te daré una serie de
herramientas que te ayudarán a saber dónde estás parada y hacia qué lado
quieres avanzar.
Lo primero que debemos hacer, es preguntarnos:
¿Estoy totalmente conforme con mi estilo de vida?
Si tu respuesta verdaderamente sincera es “SI”, te felicito; pero si crees que
hay espacios en los que podrías mejorar, entonces vamos a analizar cuatro
áreas muy importantes que conforman nuestra vida.
ÁREA DE SALUD ÁREA DE HOGAR
ÁREA DE FINANZAS ÁREA PERSONAL
Área de Salud:
Cuántas veces hemos escuchado o aún pronunciado la frase:
“La salud no tiene precio”
Y es que efectivamente sentirse sano y saludable es una gran bendición que
poco apreciamos cuando la tenemos, pero realmente valoramos y extrañamos
cuando la perdemos.
Nuestro cuerpo nos envía señales a diario, sin embargo a veces no le
prestamos atención. Para analizarnos es preciso preguntarnos:
¿Me siento saludable y con energía para realizar mis labores diarias?
Cómo me levanto por las mañanas, despierto descansada y con buen ánimo
para enfrentar mi día, o todo lo contrario.
Tengo ojeras y dolores musculares continuos o no.
Realizo ejercicios cardiovasculares y de tonificación muscular por lo menos 2
veces a la semana.
¿Cuido mi alimentación?
Como de manera equilibrada, incluyendo en mi dieta regular frutas y
verduras.
Consumo alimentos sanos a la plancha y al vapor, o abuso de las grasas, los
dulces y de la comida chatarra.
Tomo el tiempo para comer en paz, sentada, saboreando y disfrutando mis
alimentos, dando gracias por la provisión y por poder comerlos; o como
parada y aceleradamente.
Tengo un peso acorde a mi estatura y edad, o estoy un poco pasada de kilos.
Luzco acorde a mi edad; o aparento menos edad o más edad de la que tengo.
Área de Familia y Hogar:
¿Cómo son mis relaciones con los miembros de mi familia?
Nos tratamos con cordialidad, sinceridad y respeto; o prevalecen en nuestras
conversaciones los gritos e insultos.
Dirías que en tu casa se halla un ambiente de armonía y paz.
Te provoca llegar a tu casa después de un día agitado.
Crees que a los miembros de tu familia les provoque llegar a casa después de
un día agitado.
Compartes en la mesa alguna comida con tu familia por lo menos una o dos
veces a la semana, donde conversen y pasen un buen rato.
Está tu hogar limpio y ordenado, los baños, los closets, las gavetas, etc.
Colocas en tu hogar plantas, detalles aromáticos o cualquier pincelada que
demuestren tu amor por tu familia.
Acumulas ropa que no te has puesto por más de un año, o almacenas objetos
o chécheres inservibles.
Colaboran todos los miembros de la familia gustosos en las labores del hogar
o en la parte financiera si fuere necesario (incluyendo jóvenes y niños
quienes pueden ayudar con oficios acordes a su edad).
Aunque no lo creas todas estas observaciones nos ayudan a saber cómo nos
sentimos en casa, si estamos apáticos o motivados, y si sabemos expresarnos
el amor unos a otros.
Área Financiera o de Trabajo:
¿Te gusta lo que haces y te sientes bien remunerado?
Ciertamente debemos ser justos. Si sólo hemos cursado estudios de
bachillerato o primaria y aplicamos por un trabajo en una empresa, no
podemos pretender tener un sueldo de médico o ingeniero; sin embargo,
muchas personas que no poseen títulos universitarios pueden estar muy bien
remuneradas trabajando por su cuenta como comerciantes o en empresas de
multinivel donde ofrecen buenas oportunidades y entrenamiento con
excelentes beneficios.
La reflexión más importante para analizar en esta área sería:
¿Me agrada lo que hago? ¿Trabajo con excelencia, dando lo mejor de mí?
¿Estoy agradecida de la oportunidad que me brindan al permitirme trabajar en
esta actividad?
¿Me destaco en lo que hago y he recibido reconocimientos?
¿Tengo el aprecio de compañeros de trabajo, jefes o clientes según sea el
caso?
¿Tengo definida mi meta de dónde deseo estar y cuánto deseo ganar a
mediano plazo, dentro de un año o dos quizás?
Esta es una de las áreas más importantes a analizar, pues como es obvio está
íntimamente ligada a las otras tres.
En esta área aprenderemos a reconocer realmente cuanto valor nos damos,
cuanto verdaderamente respetamos nuestros deseos y necesidades.
A lo largo de mi vida al conocer a mujeres madres, abuelas, casadas o
solteras, muchas veces he observado un común denominador, se sacrifican
por los demás a tal punto que se olvidan de sí mismas, y se colocan de
últimas en la fila de los sueños.
Yo te invito a preguntarte:
¿Tomas tiempo para ti?
Te tomas libremente y sin remordimiento un tiempo para compartir una
merienda, un café o una agradable conversación con tus amigas por lo menos
una vez a la semana.
Te cuidas, vas a la peluquería, al gimnasio o a algún spa a embellecerte cada
cierto tiempo.
Tienes tiempo para leer o relajarte en alguna actividad que te agrade.
Has cumplido tus sueños.
Cultivas tu vida espiritual.
Te preocupas por mejorar tus conocimientos.
¿CÓMO EVALUARNOS?
Después de cuestionarnos con todas las anteriores premisas, debemos
aprender a evaluarnos, proporcionándonos una puntuación para cada área,
que oscile entre el 1 y el 10 de la siguiente manera:
Imaginemos cada área dentro de una línea recta.
/__________________________***_______________________________/ 1 3 5 7 10
El número 1 representa: “INSUFICIENTE”
El número 3 representa: “INSATISFACTORIO”
(Las puntuaciones que se encuentran por debajo de 5 nos indican que
verdaderamente no estamos conformes con nuestro estilo de vida en cierta
área, representan poco o escaso, que falta algo, o sea que no llena nuestras
expectativas)
El número 5 representa: “MEDIANO”, “PASABLE”, “CONFORME”.
(Esta puntuación la considero delicada ya que al estar en el límite o en el
medio, ni muy buena ni muy mala, podríamos caer en un conformismo que
nos impide avanzar, así mismo estamos a la misma distancia de ir hacia atrás
como hacia adelante y si nos descuidamos lo más probable es que
retrocedamos sin darnos cuenta.)
El número 7 representa: “SATISFACTORIO”
El número 10 representa: “ÓPTIMO”.
(Las puntuaciones superiores al 7, representan que nos encontramos,
satisfechos, o a gusto con lo que tenemos, significa que hemos estado
enfocados en hacer las cosas bien y tenemos la visión de mejorar cada día).
Particularmente no creo que nadie pueda ni deba adjudicarse un 10, porque
siempre tenemos algo que mejorar, eso es parte de la sazón de la vida, es
parte del incentivo, del aliciente o del estímulo que necesitamos para seguir
adelante y disfrutar el proceso de la vida.
Es verdaderamente importante que nos evaluemos con franqueza, que seamos
muy sinceros con nosotros mismos, recuerda que esta valoración es privada y
secreta, y gracias a ella podremos hacernos un real autoanálisis.
Una vez que nos hemos examinado tendremos ya una idea más clara de lo
que deseamos cambiar o mejorar en nuestro estilo de vida, te pregunto:
¿Te gustaría hacer algo para mejorar tu estilo de vida?
Si tu respuesta es “SI”, entonces pasamos a la pregunta más importante de
todas:
¿Qué estás dispuesta a hacer, para mejorar las diferentes áreas que
conforman tu vida?
Querida amiga existe algo implícito en cada persona exitosa o decaída que ha
pasado por esta vida, es que todo lo que hacemos en nuestra existencia tiene
una consecuencia; esta secuela puede ser positiva o negativa. Así mismo todo
lo que queremos lograr en nuestro caminar tiene un precio, o sea, amerita un
esfuerzo, requiere de nuestra energía, así como la oruga tiene un gran
desgaste de energía para salir del capullo convirtiéndose en mariposa, para
luego poder extender y desplegar sus alas para volar.
La buena noticia es que mientras estemos vivas, tenemos el poder, con la
ayuda de Dios, de cambiar el curso de nuestro destino, las experiencias
pasadas sólo han sido parte de nuestro aprendizaje, nunca es tarde para pasar
de un extremo a otro. Hoy es un buen día para comenzar a mejorar.
DECISIONES ¿Cómo lograr cambios y tomar decisiones acertadas con
Dios?
Probablemente después de analizarte seas de las personas que
verdaderamente desean un cambio favorable en su vida, pero la mayoría de
los cambios ameritan una decisión de nuestra parte.
De acuerdo a la personalidad de cada quien, muchos son decididos y
arriesgados, tan apresurados al decidir, se lanzan sin analizar, con fe y
optimismo creyendo que tan solo el gran deseo de que todo marche bien es
suficiente; otros son tan lentos en tomar decisiones que nunca logran arrancar
y desperdician muchas oportunidades porque anteponen sus temores, sus
dudas y tampoco logran un análisis objetivo.
Unos se asemejan a un río que corre presuroso con un torrente de agua muy
fuerte que arrastra todo a su paso y erosiona las rocas, otros son un pozo de
agua estancada tan quieta que produce mal olor, zancudos y larvas.
¿En cuál similitud te identificas tú?
Cualquiera sea la respuesta, lo ideal es tratar de alcanzar el equilibrio, el
punto medio, como una deliciosa corriente de agua clara, que fluye cristalina
y segura de que llegará al mar después de recorrer muchos canales.
Toda decisión, todo cambio inevitablemente acarrea consigo un riesgo, de la
misma manera cuando un vendedor de pólizas de seguros nos explica que
dependiendo del riesgo, nuestra póliza aumentará de precio, así mismo
sucede en nuestra vida. Pero podemos minimizar los riesgos si
verdaderamente estudiamos la situación, analizamos los pro y los contra,
pasamos nuestra decisión a la luz de la Palabra de Dios y aplicamos nuestro
sentido común. Por ejemplo: si usted está analizando un nuevo trabajo, donde
existen muchas cosas a favor; como un mejor sueldo, un mejor cargo, bonos
especiales etc., pero esa empresa realiza una actividad no muy alineada a la
ley. La respuesta es clara NO está acorde a la ley de los hombres, ni de Dios
y si usted acepta , el riesgo de que termine mal es muy alto, está a simple
vista y no podemos hacernos los ciegos. En nuestras decisiones debemos
apostar a ganar y no a perder; otro ejemplo sería, si usted está buscando un
compañero de vida, y se fija usted en un hombre casado, sea cual sea la
situación que él le plantee, le disfrace y le maquille, usted amiga mía está
apostando a perder , ya que no está aprobada esta situación en la Palabra de
Dios y su sentido común le debería orientar a apartarse y esperar que esta
persona resuelva su situación por sí misma, sane sus heridas, estabilice su
economía etc. antes de intervenir.
¿Por qué a veces apostamos a perder y no a ganar?
A lo largo de mi vida he observado que muchas veces nos precipitamos en las
decisiones porque como seres humanos tenemos carencias que necesitamos
llenar, aunque el costo de las consecuencias sea muy alto. No debemos
olvidar que al decidir no afectamos solamente nuestra vida, nuestro destino,
sino también el de nuestra familia, nuestros hijos y amigos.
Es importante:
Reconocer nuestro circunstancia y aceptarla, no engañarnos y estar alertas.
Orar, derramar nuestro corazón a Dios con sinceridad, pedir que El llene
nuestras carencias con su paz y nos envíe lo que necesitamos.
Esperar confiadas, activar nuestra fe.
Integrarnos a algún grupo de apoyo, de oración y si fuese necesario, buscar
ayuda profesional.
III Parte
Un tiempo para reflexionar
1. ¿Deseas mejorar alguna o varias áreas de tu vida?, ¿Cuales?
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
2. Nombra por lo menos una acción que estes dispuesta a hacer para mejorar tu área:
• Salud: _____________________________________________
• Finanzas: ___________________________________________
• Hogar: _____________________________________________
• Personal: ___________________________________________
3. Eres de las personas que toman decisiones:
• Conscientes SI NO
• Impulsivas SI NO
• ¿Te paralizas ante una decisión y pierdes la oportunidad?
SI NO
“Considero mas valiente al que conquista sus deseos, que al que conquista a
sus enemigos,
ya que la victoria mas difícil,
es la victoria sobre uno mismo”.
Aristóteles Filósofo Griego
IV PARTE
De vuelta al Amor
M
uchas veces debemos tomar decisiones que van en contra de nuestros
sentimientos, decisiones
que no queremos pero que son convenientes, que favorecen a nuestros seres
amados y a nuestro entorno; decisiones que a la larga si las tomamos desde el
amor a los demás y tratando de hacer la voluntad de Dios, también nos
favorecerán a nosotros. Sabemos muy pero muy adentro que debemos
perdonar para poder seguir adelante, pero todo nuestro ser se resiste y no
conocemos cómo lograrlo.
Aún cuando nos sintamos secos por dentro, como si ya no tuviéramos de
donde sacar amor para ofrecer, es en ese momento cuando la vida parece al
revés, cuando las heridas son tan profundas y están tan frescas, que solo
quisiéramos dar la vuelta, correr en la dirección contraria. Cuando tu pareja o
algún ser amado te ha traicionado, cuando tu amigo te ha estafado, cuando te
han tratado injustamente, cuando has luchado por algo y trabajado duramente
y aún así no lo has obtenido, cuando todas esas personas que te han hecho
daño ahora requieren tu perdón, tu ayuda, entonces comenzamos a
preguntarnos:
¿Qué debo hacer?.
No podemos ignorar que en ese momento somos protagonistas de los
acontecimientos y que la vida nos está demandando o exigiendo una
respuesta de la cual dependerá el curso de nuestra existencia.
Sea cual sea nuestro pasado o nuestra circunstancia actual; sean cuales sean
las decisiones acertadas, o no, que hayan dirigido nuestra vida en el pasado;
sean cuales sean nuestros sentimientos heridos y nuestras confusiones.
Existen 5 pasos especiales que quiero compartir porque son fundamentales
para lograr el control y el equilibrio que tanto anhelamos en nuestra vida.
Paso N° 1.- Separa tus sentimientos:
Ante una circunstancia difícil, una injusticia, el sentirnos heridos, cuando la
depresión toque nuestra puerta; es importante aprender a “separar nuestros
sentimientos”, para poder ver la circunstancia que nos atañe de manera
objetiva; debemos aprender a desdoblarnos en esos momentos, observar,
analizar, tomar decisiones que nos ayuden a evitar males mayores; decisiones
y actitudes que permitan que nuestra vida, las de nuestros hijos, el trabajo, las
finanzas y todas aquellas cosas y personas que dependen de nosotros o que se
vean afectadas por nuestra actitud, puedan permanecer a salvo.
Siempre habrá un tiempo para estar a solas con nuestros sentimientos, sentir
el dolor, la soledad, llorar, desahogarnos; pero luego debemos apartar esos
sentimientos y no permitir que ellos nos dominen, controlen e impidan actuar
con sensatez; el show debe continuar, el mundo sigue girando, nuestras
responsabilidades necesitan ser atendidas, en nuestro trabajo no nos darán
vacaciones mientras nos recuperamos, nuestros hijos sean pequeños o
adolescentes necesitarán nuestra atención, si estudiamos los profesores no se
detendrán a esperarnos, por lo tanto debemos aprender a separar, a colocar
nuestro piloto automático y seguir adelante, apartando un tiempo cada día
para entrar en contacto con nuestros sentimientos, estar al tanto de ellos, pero
no permitir que nos dominen.
No es fácil pero tenemos dos opciones; dejarnos arrastrar por el dolor y la
desesperanza, o superarlo y seguir adelante, te aseguro que la segunda dará
mejores frutos.
Al estudiar la Palabra de Dios (LA BIBLIA), he observado en diferentes
historias, que Dios no es sentimentalista, debemos decidir dejar de
compadecernos, seguir adelante, así mismo orar por dirección y fortaleza;
Dios siempre responde, no es un Dios que se mueve por sentimientos, sino
que movemos su poder al obedecerlo y reconocerlo como nuestro guía
supremo, que nos ama, que siempre tiene el control de nuestra vida si se lo
permitimos; pase lo que pase debemos confiar en que su voluntad para
nosotros es hacernos el bien, siempre y cuando actuemos según su preceptos.
El enderezará lo torcido, cambiará nuestro lamento en baile y cumplirá el
propósito en cada uno de nosotros.
Paso N° 2.- Purifica tu corazón:
Dios no puede obrar donde hay rencor, para comenzar a sanar nuestras
emociones debemos purificar nuestros sentimientos; la Palabra de Dios es
clara y el perdón es un mandato del Señor que encierra el gran secreto de la
libertad de nuestra alma.
.. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo...”
(Efesios 4,32)
... “Soportándonos unos a otros, y perdonándonos unos a otros si alguno
tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también
hacedlo vosotros”.
(Colosenses 3.13).
No es una tarea fácil el purificar nuestro corazón y soltar toda amargura,
creemos que si lo hacemos el mal que hemos recibido quedará impune, aquel
que nos ocasionó el agravio será beneficiado, quizá sentimos que si soltamos
ese dolor estamos conformándonos conque somos perdedores, que el otro
ganó, que nos rendimos, nuestra mente es un campo de batalla y nos
aferramos al rencor, al odio, a la ira y a tantos sentimientos negativos porque
ellos nos dan la fuerza para seguir adelante en pie de lucha, pero estamos
equivocados, sólo nos agotarán, nos debilitarán a la larga, nos robarán la paz
y lo que es peor aún, nos convertirán en personas iguales o peores a las que
nos ofendieron. ¡Estamos equivocados!
¿Debo perdonar al que no me pide perdón y al que no se arrepiente del mal
que ha hecho?
La respuesta es sí, primeramente debemos entender que es un mandato de
Dios el perdonar, es una orden, una obligación que encierra un gran misterio
y como lo mencioné anteriormente, es una llave mágica para liberarnos,
sanarnos y devolvernos la paz perdida.
Estudiando La Biblia nos damos cuenta que Dios es JUSTO, si confiamos en
El, se encargará de hacernos justicia y tratar con nuestros agresores. Muchas
veces el agresor no es realmente malo, ni hizo lo que hizo con toda su mala
intención de hacernos daño, simplemente pudo dejarse envolver por
circunstancias que no supo manejar, tomó las decisiones equivocadas, no
tuvo la capacidad de ver las cosas de otra manera, algunas veces esas
personas que parecen tan fuertes y malas, simplemente están siendo
influenciadas por otras que los dominan, en el fondo son más débiles que
nosotros, lo saben, se comportan mal porque tienen una lucha y confusión
interna que no han podido resolver. Al separar nuestros sentimientos,
podremos ver un poco más claro, analizar a esas personas con objetividad,
buscando el porqué de su comportamiento, analizando si nosotros tenemos
responsabilidad en lo que ha sucedido, ponernos un poco en los zapatos del
otro dejando de ser víctima y por consiguiente al entender al otro, comenzará
a sanar nuestro corazón. Por el contrario si el ofensor tuvo toda su mala
intención de dañarnos, también debemos trabajar en perdonarlo porque una
persona tan mezquina, de mal corazón, sólo puede ser digna de nuestra
lástima y nuestro Dios que no es sentimentalista y que conoce lo profundo de
los sentimientos, de los pensamientos y del corazón de cada ser, se encargará
de tratar con esa persona y hacernos justicia, si se lo permitimos.
La Palabra de Dios apoya estas reflexiones así:
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de
Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”
Romanos 12,19.
“Más tu Jehová, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones. A
causa del poder del enemigo esperaré en ti. Porque Dios es mi defensa. El
Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis
enemigos mi deseo”
Salmo 59,8-10
“Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo su pie resbalará, porque
el día de su aflicción está cercano. Y lo que está preparado se apresura.”
Deuteronomio 32,35
Podríamos conseguir muchos otros versículos a través de la Palabra de Dios
donde observamos que el Señor nos habla de que El tomará nuestra causa en
sus manos, nos hará justicia, que no debemos preocuparnos ni desgastarnos
nosotros, que confiemos en El, que reposemos y descansemos en El. El
tomará la causa del afligido en sus manos, pero para dejarlo actuar debemos
purificar nuestro corazón, el Señor nos prueba a través de las circunstancias
difíciles de nuestra vida para saber qué es lo que hay dentro de nosotros, de
qué estamos realmente hechos y si vamos a seguir sus preceptos o los
nuestros.
Paso N° 3.-Ora con definición:
La oración es poderosa, a través de ella pedimos a Dios lo que queremos, la
oración es simplemente una comunicación con nuestro Creador. Escrito está:
“Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces”
Jeremías 33,3
Pero en ese clamor a veces no estamos claros ni del favor que realmente
queremos recibir de Dios, ante nada debemos aclarar nuestra mente y
concientizar lo que queremos para nuestra vida presente y futura.
Recordemos que nuestra oración debe estar acorde a la Palabra de Dios, por
ejemplo, no podemos orar pidiendo el mal para otro, sin embargo, sí debemos
estar seguros de lo que queremos. Algunas veces oramos así: “Señor te pido
por mi hijo”, pero no especificamos y aunque Dios conoce los deseos más
profundos del alma humana estoy segura de que desea definición de nuestra
parte; o sea, sería mejor si le dijéramos: “Señor oro para que ayudes a mi hijo
a ser un joven honorable, que siempre diga la verdad, lo alejes del mal y la
tentación y le consigas el cupo que el anhela en la Universidad”, de esta
manera estamos orando con definición.
Debemos llamar a las cosas que no son, como si ya fueran. Traerlas del
mundo espiritual al mundo material. Decretarlas es también una manera de
ser específico. La oración del Padre Nuestro que todos conocemos dice
“Venga a Nosotros tu Reino”, significa que debemos pedir que el buen
propósito que Dios tiene para nosotros ya en el cielo, se manifieste aquí en la
Tierra en nuestra vida.
Por otra parte, cuando hemos orado durante mucho tiempo por el mismo
motivo, hemos obtenido respuesta, las cosas caminan bien por un período,
pero luego parece que todo vuelve atrás, como al inicio, entonces ya cansados
de nadar contra la corriente, nos preguntamos:
¿Cómo debemos orar?
¿Debemos seguir haciéndolo por ese motivo?
Quizá debamos reflexionar, reestructurar nuestra oración y renovar nuestras
fuerzas, pero nunca abandonar, nunca rendirnos y nunca desestimar el poder
de orar con definición, confiando en que en el tiempo perfecto Dios nos
responderá.
Paso N° 4.-Entrega a Dios:
Después del duro trabajo que significa lograr separar nuestros sentimientos
para poder seguir funcionado en medio de la crisis, luego de lograr purificar
nuestro corazón para que no nos domine el rencor, el resentimiento o la
depresión y haciéndonos un análisis que nos permita saber lo que realmente
queremos para nuestra vida y orar por ello, cuando hemos hecho todo lo que
está a nuestro alcance, todo lo que hemos podido y aún así no hemos logrado
que la circunstancia cambie, es entonces cuando debemos entender que el
tiempo de Dios es perfecto y que el proceso que debemos vivir como seres
humanos para aprender, fortalecernos, etc., posiblemente no lo hayamos
cumplido aún, en ese transitar por el camino del mejoramiento personal
debemos aprender a soltar en las manos de Dios nuestras cargas, confiando
en El con verdadera fe y esperanza, seguros de que El ya nos escuchó, que
conoce nuestras necesidades, que nos guiará y tomará el control de nuestra
vida, que su verdadero plan es hacernos el bien; que sus caminos no son
nuestros caminos y que sus pensamientos no son nuestros pensamientos.
En otras palabras debemos entregar a Dios, soltarle a El nuestro problema,
nuestra tristeza, nuestra preocupación, lo que sea que nos inquiete, nuestras
finanzas, nuestro trabajo, nuestros hijos, nuestro esposo, etc.
Actuando con sensatez y humildad, esperando confiados en su buena
voluntad, en que su reino se manifieste en nuestra vida.
Paso N° 5.- Espera en el Señor:
Entregar no es fácil, pero con esfuerzo y fe podemos hacerlo, luego
“Esperar”, puede parecer sencillo al principio, sin embargo, al pasar el
tiempo y seguir esperando, sin obtener respuesta aún después de haber orado
y confiado en Dios, la situación se torna diferente, quizá desesperanzadora...
Alguna vez has llamado telefónicamente a alguna empresa, o al banco y te
dejan esperando con alguna música de fondo, de vez en cuando una
grabadora te informa que pronto serás atendida o atendido. Muchas veces
cuando al fin te responde un operador de carne y hueso, y tú le informas tu
problema, te dice; te comunicaré con la persona idónea para resolver este
asunto, así te pasan de operador en operador, tú recitando una y otra vez con
paciencia el problema que buscas te sea resuelto. Algunas veces cuando al fin
te están explicando los pasos a seguir para solucionar la circunstancia, la
llamada se pierde y debemos comenzar de nuevo todo el procedimiento.
Nuestra paciencia se agota, renegamos del servicio de dicha empresa, de las
líneas telefónicas, de los operadores, en fin deseamos tirar la toalla, nos
cansamos de insistir, de esperar y con suerte tal vez lo intentemos otro día.
Cuando decidimos esperar en el Señor, muchas veces sentimos que esa
llamada que le hacemos al Padre Todopoderoso está en espera. Nos
preguntamos ¿Cuánto más tendremos que dar tiempo al tiempo, porqué
el Señor no contesta nuestra llamada, o porqué nos tiene en expectativa?.
Viene a mi mente una hermosa canción que dice así: “Dios no rechaza
oración,
oración es alimento,
Nunca vi un justo sin respuesta,
ni quedar en sufrimiento.
Basta solamente ESPERAR, lo que Dios irá a hacer, Cuando él levanta su
mano, es hora de vencer.”
En esta primera parte de la canción, reflexionamos que la oración es
poderosa, es alimento para nuestra alma, ya que orando aumentamos nuestra
fe y fortalecemos nuestra esperanza. La mejor manera de esperar es orando;
en la Palabra de Dios escrito está:
“La oración eficaz del justo puede mucho” Santiago 5,16
Luego la canción continúa así: “Dios va al frente abriendo caminos,
quebrando cadenas, sacando espinos, manda a sus ángeles contigo a
luchar,
el abre puertas que nadie puede cerrar.
El trabaja para los que CONFIAN, Camina contigo de noche y de día,
levanta tus manos la Victoria llegó, comienza a cantar y ALABA A
DIOS.”
Esta letra tan profunda resume lo que sucede en el tiempo de espera, Dios va
al frente abriendo caminos, para Dios un año es como mil días y un día como
mil años, El no concibe el tiempo de la misma manera que nosotros, El vive
en la eternidad. Pero en nuestra vida terrenal, mientras esperamos el tiempo
pasa lento, sin embargo El va abriendo caminos, tratando con las personas
involucradas, moviendo las piezas de los que intervienen en nuestro juego
para obrar a favor de quien conviene con justicia, preparando el terreno para
que todo sea idóneo según lo esperamos.
Es ese proceso de espera que el Señor usa para romper cadenas internas de
opresión en nuestra vida, en nuestra mente, saca las espinas de nuestro
corazón, sana nuestras heridas para prepararnos a recibir su respuesta, su
bendición, con humildad y paz interior. Probablemente este proceso se
cumple tanto en nosotros como en la contraparte involucrada en la
circunstancia que deseamos resolver.
“Manda a sus ángeles contigo a luchar”
La Palabra dice que los ángeles son nuestros consiervos, siempre atentos a
ayudarnos cuando lo solicitemos. Escrito está:
“Pues a sus ángeles enviará cerca de ti, que te guarden en todos tus
caminos, en las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra”
Salmo 91,11-12
Muchas veces estos ángeles se mueven en lo sobrenatural, y no los vemos
mientras nos protegen y nos cuidan , otras veces esos ángeles que Dios
escoge y envía a ayudarnos en los momentos difíciles son buenas personas,
amigos que nos llenan de amor, que nos demuestran que le importamos, que
nos dan una buena recomendación, que nos nutren recordándonos la Palabra
de Dios, que oran por nosotros y con nosotros. Debemos estar atentos para
acogerlos, recibirlos y discernirlos.
“El abre puertas que nadie puede cerrar, el trabaja para los que
CONFIAN’’
Definitivamente cuando Dios abre una puerta, nadie puede cerrarla, sólo
nosotros mismos con nuestra desobediencia o falta de fe, porque él realmente
obra para los que confían en él, y sólo los que perseveremos en esa confianza
comprobaremos que nuestro Dios camina con nosotros en todo tiempo.
Culmina la canción con esta bella estrofa:
La gente necesita entender, lo que Dios está hablando, cuando él se
queda en silencio, es porque está trabajando.
Nuestro Padre siempre está obrando a nuestro favor, aún en esos largos
silencios en los que parece que no nos escuchó, en los que sentimos que
olvidó nuestras oraciones. No temas , no dudes, no desesperes; espera en el
Señor y El concederá las peticiones de tu corazón. Aún en las situaciones más
difíciles y dolorosas dice la Palabra:
“Estad quieto y conoced que yo soy DIOS”
Salmo 46,10
“Acaso se ha acortado mi mano para bendecir y sanar“
Isaías 59,1
“Por qué te abates alma mía, y gimes dentro de mí, pon tu confianza en
Dios, que aún has de alabarle”
Salmo 42,5
Incluso si la situación que nos perturba no se resuelve como esperábamos,
Dios traerá su bálsamo consolador, su amor que reanima y fortalece, nos
confortará Si nos entregamos a El con humildad, nos enviará su Espíritu
Santo consolador y todo saldrá bien.
IV Parte
Un tiempo para reflexionar
1. ¿Ante una circunstancia difícil; crees que tus emociones o sentimientos te dominan y te impiden actuar con
objetividad?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
2. ¿Esta tu corazón lleno de resentimiento, o has aprendido a perdonar?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
3. ¿Podrías definir con exactitud lo que deseas obtener a corto y mediano plazo?

______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
“La vida es aquella que te va sucediendo
mientras te empeñas en hacer otros planes”.
Jhon Lennon Cantante y Compositor Británico
EPILOGO
Unas Palabras para Concluir
CADA CORDEL TIENE DOS PUNTAS
L
a lluvia caía apaciblemente sobre las flores que cultivo en mi ventana, era una
lluvia suave pero persistente,
la neblina cubría el ambiente y para mí en esa mañana observarla me
producía una sensación maravillosa; me preguntaba: ¿Sentirían lo mismo las
otras personas? o ¿Pudiera ser que para otros la lluvia representara en ese día
un contratiempo?.
Toda situación tiene por lo menos dos puntos de vista, así es la vida, la
Palabra de Dios nos dice :
“Cada hombre es sabio en su propia opinión, pero sólo Jehová pesa los
corazones”.
Proverb. 21,2
Por lo tanto analizando los capítulos de este libro concluyo que en cualquier
situación que enfrentemos en nuestra vida, nunca estamos aislados, siempre
hay alguien del otro lado, otra perspectiva, otro punto de vista, alguien que
cree tener la razón o que quizá la tenga.
Pero lo verdaderamente importante es que tu entiendas en qué posición estás
y a dónde quieres llegar, sólo así podrás saber cuál es el rumbo a seguir, dar
los primeros pasos visualizando el objetivo final, pasar por las diferentes
etapas hasta sentirte cada día mejor, más segura, más satisfecha, más
realizada, más sincera, más valiente, más plena; así como la Oruga logró
cumplir su proceso hasta desplegar sus alas y convertirse en una bella
Mariposa.
De Oruga a Mariposa es un libro que intenta llevar a cada lector a analizarse
profundamente y a entender que sin importar la circunstancia que le esté
tocando vivir, siempre podrá superarse y evolucionar hasta llegar a ser esa
persona que anhela respetándose a sí misma y por consiguiente, logrando el
respeto de los demás.
Algunos Consejos:
Analiza las diferentes etapas de tu vida.
Reconoce con objetividad tus debilidades y tus fortalezas (Conócete un
poco mejor).
Puntualiza lo que desees cambiar o mejorar. Decídete y comienza a
avanzar. Aprende del pasado.
No te enganches a los recuerdos. Valora cada momento presente. Vive
dando lo mejor de ti. Cultiva la paz en tu corazón. Disfruta de las cosas
sencillas. Nunca pierdas la esperanza. No temas, apóyate en Dios.
Queridos lectores, les invito a reflexionar una vez más; todo en esta vida va
pasando, las cosas buenas pasan y las cosas malas también, nada es eterno,
nada dura para siempre.
Tú tienes el potencial de vencer la adversidad, la vida está hecha de
momentos que no vuelven nunca más. Ayer ya pasó, recordemos lo bueno,
aprendamos y fortalezcámonos de lo difícil, vivamos el hoy con pasión y
buena voluntad, mañana no ha llegado aún, planifiquemos, esperemos con fe.
Con tu esfuerzo, buena voluntad y la ayuda de Dios ...
“Todo saldrá bien” ¡Hasta pronto y Dios les bendiga!
Sobre la Autora
G
ina Giardinella nació en Valera Edo. Trujillo Venezuela, en el seno de una
familia Italo -Venezolana.
Creció en Caracas donde cursó estudios de Administración de Empresas y
Ciencias Gerenciales, con varios cursos e investigaciones sobre Relaciones
Humanas ya que su verdadera pasión la ha inclinado siempre a la observación
de las relaciones interpersonales y el comportamiento humano.
En el año 2008 es cofundadora junto a la Pastora Magaly Piña del grupo
“Mujeres Solidarias con un Corazón Dispuesto para Dios”, cuyo objetivo
principal es ayudar espiritualmente a mujeres a través del estudio de la
Palabra de Dios como una herramienta eficaz para la vida diaria, así mismo
participa en conferencias dirigidas sólo a mujeres ayudándolas a que
entiendan su importante papel dentro del hogar y la sociedad, motivándolas a
valorarse a sí mismas a través de un crecimiento personal integral. De allí
nace en el 2011 la “Iglesia Familias Solidarias con un Corazón Dispuesto
para Dios”, dando vida a su premisa: “Porque detrás de cada mujer hay una
familia”.
En al año 2010 apoyó durante aproximadamente un año al Centro de Ayuda y
Restauración Familiar del Estado Trujillo - CECORFA, dando asesorías
dirigidas especialmente a familias en conflicto y mujeres víctimas de
maltrato.
Actualmente alterna estas actividades con su papel de madre de dos jóvenes y
esposa por más de 18 años, así mismo se desempeña como empresaria
independiente el área de fotografía y diseño gráfico conjuntamente con su
esposo.
Su admiración y amor por la naturaleza considerada por ella como el espacio
terrenal creado por Dios e inigualado por el hombre la inspiró a escribir de
Oruga a Mariposa, siendo este el primer libro de su serie “Herramientas
para la Vida” donde compara la transformación en positivo que un ser
humano puede lograr si se lo propone y con la ayuda de Dios, con la
metamorfosis que sufre la Oruga hasta convertirse en una bella Mariposa.
Con contenido práctico y lenguaje sencillo la autora invita a la reflexión
personal y a un cambio positivo de vida que resulta de gran valía a sus
lectores.

También podría gustarte