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DIANA ALEJANDRA MARROQUIN TELLEZ

INGENIERIA DE MERCADOS
FINANZAS APLICADAS AL MERCADEO

ANALISIS LEY 1116 DEL 2006 – DECRETO NACIONAL 560


Mediante la ley 1116 de 2006, el Congreso de la República de Colombia reguló desde el
año 2006 el régimen judicial de insolvencia empresarial, con el objetivo principal de
proteger el crédito y recuperar o conservar la empresa como unidad de explotación
económica y fuente generadora de empleo, preservando el objetivo básico financiero de
la generación de valor. Según la norma vigente, el proceso de reestructuración pretende
normalizar empresas viables, en cuanto a sus relaciones comerciales y crediticias,
permeando la gestión operativa, administrativa y de manejo de activos y pasivos.
Esta normativa se diseñó tomando como base los estudios realizados por la Comisión de
las Naciones Unidas para la Unificación del Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), la
regulación y estructura existente en Estados Unidos y algunas figuras del derecho europeo
(Ruiz López, 2009). Sin embargo, esta no es la primera vez que en la regulación nacional
aparece legislación en esta materia. En 1995, a través de la ley 222, se expidieron
modificaciones al libro II del Código de Comercio, con la finalidad de incluir el régimen de
procesos concursales, y más tarde, en el año 1999, con la ley 550, se buscó establecer un
régimen para promover la reactivación empresarial, mediante la definición y la
reglamentación de los acuerdos de reestructuración empresarial.
En la reglamentación vigente es posible identificar dos secciones. En la primera se
establece el proceso de reorganización con sus requisitos, aplicabilidad, efectos y
sanciones. En la segunda se describe el proceso de liquidación judicial, cuyo inicio
proviene, en primera instancia, del incumplimiento o fracaso de un proceso de
reorganización empresarial, regulado por las leyes 1116 de 2006 o 550 de 1999.
Es de aclarar que, si bien la ley 550 fue remplazada en su mayoría por la ley 1116, objeto
de este análisis, existen aún 1.123 acuerdos pactados durante la vigencia de la primera
que se encuentran en trámite o ejecución y que, en caso de incumplimiento, se regirán
por la presente ley. Sin embargo, el proceso de liquidación no hace parte del alcance de
este trabajo y, por lo tanto, no se profundizará en su contenido.
Personas susceptibles de aplicación:
Se identifica que podrán someterse a la ley 1116 de 2006 y al régimen de insolvencia
contenido en ella las personas naturales comerciantes, patrimonios autónomos sujetos a
la realización de actividades empresariales y personas jurídicas no exentas, con
operaciones permanentes en el territorio colombiano y con inclusión de sucursales de
sociedades extranjeras establecidas en Colombia. Dada la amplitud de las personas
exentas, se hace necesario detallarlas, al no estar sometidas a las disposiciones de la ley:
 Las entidades de servicios de salud, tales como EPS, IPS y administradoras del régimen
subsidiado;

 Bolsas de valores y agropecuarias;

 Las entidades sometidas a vigilancia por las Superintendencias Financiera o de Economía


Solidaria, cuando estas últimas desarrollen actividades de ahorro y crédito;

 Las sociedades de capital público bien sean del Estado central o de cualquier nivel
territorial, así como las sociedades de derecho público;

 Las empresas de servicios públicos domiciliarios;

 Las personas naturales no comerciantes, cuyos procedimientos de insolvencia se


encuentran reglamentados en el decreto 2677 de 2012;

 Otras personas jurídicas sujetas a regímenes especiales de recuperación, liquidación o


intervención administrativa
DECRETO 560 2020
El Gobierno Nacional expidió el Decreto Ley 560 de 15 de abril de 2020, con el fin de crear
un sistema de recuperación empresarial, amplio e incluyente, que facilite la preservación
de la empresa y el empleo, sin descuidar el crédito, y que abarque a todos los actores de
la economía proporcionando soluciones efectivas y ágiles, para afrontar eficazmente la
crisis empresarial generada por el Covid-19.
¿Cuál es la finalidad del Procedimiento de Recuperación empresarial?
Busca ampliar la cobertura de los deudores que puedan adelantar los procesos de
reorganización o negociación de deudas.
¿Cuál es la duración del Procedimiento de Recuperación empresarial?
Estos procesos tendrán una duración limitada y será de tres (3) meses máximos, contados
a partir de la comunicación de inicio.
¿Cuáles son los efectos de este procedimiento durante la negociación?
Cuentan igualmente con la protección de la suspensión se suspenden los procesos de
ejecución, restitución y de cobro al deudor, durante la negociación y tendrá los efectos
previstos en el artículo 17 de la Ley 1116 de 2006, sin que proceda el levantamiento de
medidas cautelares o autorizaciones allí previstas. El inicio del procedimiento suspenderá
los procesos de ejecución, cobro coactivo, restitución de tenencia y ejecución de
garantías, respecto a todos los acreedores.

El Decreto Ley está dirigido a las empresas afectadas a raíz de la emergencia sanitaria
ocasionada por el COVID-19.
Una leída rápida y no armónica de este elemento subjetivo, podría llevar a pensar que la
norma solo aplicaría para las empresas que entrarían en insolvencia por la crisis del COVID
19 y no aquellas que ya están tramitando procesos de reorganización. Pero, la lectura
integral de la norma y su redacción, permiten deducir que hay aspectos de esta, que, si
son aplicables a aquellas empresas que ya se encuentran adelantando proceso de
reorganización, unas de forma explícita y otras que lo serían por interpretación.

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