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Juan 14:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe


vuestro corazón, ni tenga miedo.
Gr. eir’n’, equivalente al Heb. shalom, palabra empleada como saludo en el Cercano
Oriente, y que Jesús usó cuando se presentó después de su resurrección (Joh_20:19,
Joh_20:21, Joh_20:26). Aquí Jesús habla de la paz interior del alma, tal como la que
reciben quienes son “justificados... por la fe” (Rom_5:1), cuyo sentimiento de culpabilidad
ha sido dejado al pie de la cruz, y cuyas ansiedades en cuanto al futuro se han desvanecido
ante su confianza implícita en Dios (Phi_4:6-7). Jesús llama “mi paz” a una paz tal. Con
toda su ostentación de ciencia, el mundo no puede dar una paz de esa clase. Cf.
Joh_16:33.
[Rom_5:1] Justificados.
O “habiendo sido justificados”. Ver com. Rom_3:20, Rom_3:28; Rom_4:8,
Rom_4:25.
Pues.
Es decir, en vista de la afirmación del versículo procedente y de todo el razonamiento y
la comprobación de los cap. 1-4. Pablo ha mostrado claramente que todos los hombres,
judíos y gentiles, son pecadores que están bajo condenación y que necesitan justificación.
Ha demostrado que esa necesidad de justificación no puede alcanzarse en forma legalista
por medio de obras de obediencia (Rom_3:20); pero, tal como se revela en las buenas
nuevas del Evangelio, Dios ha hecho todo lo necesario para cubrir la necesidad
del hombre. Como un don gratuito de su gracia, Dios ofrece a todos perdón
completo y reconciliación mediante la fe de Jesucristo, quien ha vivido,
muerto y resucitado para la redención del hombre caído. Luego de establecer
la doctrina de la justificación, Pablo procede ahora a explicar algunos de los
beneficios que reciben los que han compartido esa experiencia salvadora.
Tenemos paz.
La evidencia textual (cf. p. 10) se inclina por el texto de la RVR, aunque en algunos
MSS aparece con subjuntivo, “tengamos paz”. No se trata tanto de que los que han sido
justificados deban buscar la paz, sino que pueden estar seguros de que al haber sido
justificados han recibido la paz, y ya la poseen.
Sin embargo, hay una forma de traducir esta frase para que sea posible aceptar la
variante “tengamos paz”, dándole una interpretación apropiada con el contexto. La flexión
verbal que se traduce “tengamos paz” permite la traducción “prosigamos teniendo paz”,
con el significado de “disfrutemos de la paz que tenemos” o “disfrutemos de paz”;
“mantengamos la paz” (BC). Si Pablo hubiese querido decir “alcancemos paz”, la flexión
del verbo griego sería diferente. Aparece en esa forma diferente en Mat_21:38, en donde
se traduce “apoderémonos de su heredad”. Como la justificación en su sentido más pleno
implica reconciliación y paz, Pablo dice aquí: “Puesto que hemos sido justificados por la fe,
retengamos [o “disfrutemos de”] la paz que ahora poseemos”.
Pero si se prefiere la variante “tenemos paz”, el significado no es en esencia diferente.
El énfasis recae en la bendición de la paz que se deriva de la experiencia de ser perdonado y
puesto en armonía con Dios por medio de la fe en Jesucristo.
La verdadera religión con frecuencia es presentada en la Biblia como un estado de paz
(Isa_32:17; Act_10:36; Rom_8:6; Rom_14:17; Gal_5:22). Con frecuencia Pablo llama a
Dios “Dios de paz” (Rom_15:33; 1Th_5:23; Heb_13:20; cf. 2Co_13:11; 2Th_3:16). Se
describe a los pecadores como enemigos de Dios (Rom_5:10; cf. Rom_8:7; Joh_15:18,
Joh_15:24; Joh_17:14; Jam_4:4), y para éstos no hay paz, tranquilidad ni
seguridad (Isa_57:20). Pero el efecto de haber recibido la justificación por la fe es
proporcionar paz al alma del pecador antes atormentada y enajenada. Antes de la
justificación, el pecador vive en un estado de enemistad contra Dios, como lo demuestra su
rebelión contra la autoridad de Dios y la transgresión a sus leyes. Pero después de que se
ha reconciliado, está en paz con Dios. Antes, mientras se sentía culpable por causa de sus
pecados, en su conciencia sólo había temor y desasosiego; pero después de que sus pecados
son perdonados alberga paz en el corazón, pues comprende que ha sido eliminada toda su
culpabilidad.
Cuando Pablo relaciona la paz con la justificación por la fe, hace aún más claro que la
justificación no es sólo un ajuste legal de cuentas del pecador con Dios (ver com.
Rom_3:20, Rom_3:28; Rom_4:25). Recibir únicamente el perdón no necesariamente
proporciona paz. El que ha sido perdonado por un crimen quizá sienta gratitud hacia su
benefactor, pero al mismo tiempo tal vez esté tan lleno de vergüenza y turbación que no
desea la compañía del que lo ha perdonado. Está perdonado, pero quizá le sea difícil
sentirse mejor que un criminal que ha cumplido su condena; se ha desvanecido su respeto
propio y tiene muy poca motivación para vivir una vida de rectitud.
Si la justificación no significara más que perdón, estaría, sin duda, contra el plan de
Dios para nuestra restauración. La única forma como la imagen divina puede ser
restaurada en el hombre caído, es por medio de una confiada y amante comunión con
Cristo por la fe. Por lo tanto, Dios no sólo perdona, también reconcilia; nos pone en
armonía con él. Cuando nos imputa o atribuye la justicia de su Hijo que cubre nuestro
pasado pecaminoso, nos trata como si nunca hubiésemos pecado (ver com. Rom_4:8).
Nos invita a disfrutar de una comunión con Jesús que nos inspira valor para el futuro y nos
proporciona un ejemplo para que lo imitemos en nuestra vida.
Esta comprensión de la justificación por la fe muestra qué son la conversión y el nuevo
nacimiento en la vida del pecador arrepentido. No sería posible que el hombre caído
disfrutara de una nueva relación de paz espiritual, a la cual le da derecho y entrada la
justificación, si no fuera por el cambio milagroso efectuado por el renacimiento espiritual
(Joh_3:3; 1Co_2:14). De modo que cuando Dios justifica al pecador que se ha convertido,
también crea un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de él (Psa_51:10). En
cuanto a la relación entre la conversión, el nuevo nacimiento y la justificación, ver PVGM
127; CS 523-524; CC 52-53.

[Phi_4:6] Por nada.


Esto elimina todo pretexto para la preocupación producida por falta de fe. No hay nada
que en forma alguna afecte la paz del cristiano, que sea demasiado pequeño para que Dios
no lo advierta; ni tampoco hay nada demasiado grande de lo cual Dios no pueda hacerse
cargo. El sabe lo que necesitamos. Desea que tengamos todo lo que es para nuestro bien.
Entonces, ¿por qué tenemos que estar sobrecargados con preocupaciones que podemos
descargar sobre él?
Estéis afanosos.
Gr. merimnáo, “estar ansioso” (ver com. Mat_6:25). La admonición de Pablo prohibe la
desesperante preocupación, inevitable en los que dependen de sí mismos en medio de las
dificultades de la vida. Es posible hundirse bajo esa ansiedad debido a la irreflexión y el
descuido o elevarse por encima de ella “echando toda. . . ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de” todos sus hijos (1Pe_5:7). El pensamiento de la proximidad de la venida del
Señor debe ayudarnos para que nos liberemos de las preocupaciones terrenales y seamos
tolerantes en nuestras relaciones con otros (ver com. Mat_6:33-34; 1Pe_5:7).

Mateo 6:25-34 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Confianza en Dios

25 »Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo
más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo? 28
Y por el vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan
ni hilan; 29 pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 30 Y si
a la hierba del campo, que hoy es y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará
mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 31 No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”, 32 porque los gentiles se angustian por todas
estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. 33 Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 »Así que no
os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta
a cada día su propio mal.
Sino.
El apóstol ahora muestra por qué el cristiano no necesita estar preocupado por los
asuntos de esta vida: por medio de la oración puede presentar todas sus necesidades
delante de Dios.
Peticiones.
No presentamos nuestras peticiones ante Dios para hacerle saber nuestras
necesidades. El conoce nuestras necesidades antes de que le pidamos algo (ver com.
Mat_6:8; CS 580).
Toda.
Un contraste positivo frente al “nada” de la frase anterior.
Oración y ruego.
El equivalente de estas dos palabras también aparece en Eph_6:18; 1Ti_2:1; 1Ti_5:5.
“Oración” parece usarse en un sentido general que abarca la idea de pedir en sus más
amplios alcances, y “ruego” parece referirse a la oración por un propósito o una necesidad
particular (ver com. Phi_1:4).
Acción de gracias.
La “acción de gracias” acompaña necesariamente a la oración y no debe estar ausente
cuando nos acercamos a Dios. Nos ayuda a recordar las misericordias pasadas y nos
prepara para recibir mayores bendiciones. Pablo nos da un ejemplo de agradecimiento
constante (ver com. Phi_1:3).

Comentario Bíblico Adventista


[1Pe_5:7] Echando.
En el griego puede interpretarse como imperativo: “echad”. La flexión del verbo indica
que el acto es hecho una vez para siempre. El apóstol cita a Psa_55:22 (ver el comentario
respectivo).
Ansiedad.
Gr. mérimna, “preocupación”. En cuanto al verbo de la misma raíz, merimnáo, “estar
ansioso”, ver com. Mat_6:25. En el texto griego es enfática la frase “toda vuestra
ansiedad”. El que pone toda su ansiedad sobre Dios, resuelve completamente el problema
de la preocupación, que debilita a tantos cristianos.
Sobre él.
Es decir, sobre Dios (cf. 1Pe_5:5-6).
Porque él tiene cuidado de vosotros.
Dios tiene mucho interés en el bienestar del cristiano (cf. com. Mat_10:29-30;
Luk_21:18). Esta seguridad tuvo que haber sido magnífica para los que se enfrentaban a
una intensa persecución; pero en realidad, es un motivo de constante consuelo para todos
los cristianos.

Sal 55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.

G1515

eirene (εἰρήνη, G1515) , «aparece en cada uno de los libros del NT a excepción de 1 Juan, y se
traduce uniformemente como «paz». Describe: (a) relaciones armónicas entre personas
(Mat_10:34 ; Rom_14:19); (b) entre naciones (Luk_14:32 ; Act_12:20 ; Rev_6:4); (c) amistad
(Act_15:33 ; 1Co_16:11 ; Heb_11:31); (d) ausencia de agresión (Luk_11:21 ; Luk_19:42; Act_9:31 ;
Act_16:36); (e) orden, en el Estado (Act_24:2); en las iglesias (1Co_14:33); (f) las relaciones
armónicas entre Dios y el hombre, conseguidas mediante el evangelio (Act_10:36 ; Eph_2:17);
(g) la conciencia de reposo y contentamiento que surge de ello (Mat_10:13 ; Mar_5:34; Luk_1:79
; Luk_2:29; Joh_14:27 ; Rom_1:7 ; Rom_3:17; Rom_8:6); en ciertos pasajes esta idea no es
distinguible de la última (Rom_5:1)» (de Notes on Thessalonians , por Hogg y Vine, p. 154).

«El Dios de paz» es un título utilizado en Rom_15:33 ; Rom_16:20; Phi_4:9; 1Th_5:23 ;


Heb_13:20 ; cf. 1Co_14:33 ; 2Co_13:11. La palabra hebrea correspondiente, shalom , significa
primariamente integridad, véase su uso en Jos_8:31 : «enteras»; Rth_2:12 : «cumplida»;
Neh_6:15 : «terminado»; Isa_42:19 : «el perfecto» (Reina 1569, rv ). Por ello, hay una estrecha
relación entre el título en 1Th_5:23 y el término jolokleros : «entero», en aquel versículo. En la
lxx shalom se traduce frecuentemente por soteria , salvación (p.ej., Gen_26:31 ; Gen_41:16); de
ahí que la «ofrenda de paz» reciba el nombre de «ofrenda de salvación». Cf. Luk_7:50 ;
Luk_8:48. En 2Th_3:16 , el título «Señor de paz» tiene su mejor interpretación como referido al
Señor Jesús. En Act_7:26 la traducción literal es «estaba reconciliándolos (tiempo imperfecto
conativo, expresando un intenso esfuerzo) a la paz».

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