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012
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PARTE ESPECIAL
LECCIÓN I
I. HOMICIDIO {DOLOSO}:
{El CP comienza su Libro II, con la protección del bien jurídico de mayor valor como es la
VIDA. Su Titulo primero reza bajo la rúbrica "Del homicidio y sus formas". Incluye el homicidio,
asesinato, homicidio por imprudencia grave, inducción y cooperación al suicidio y la eutanasia. Todos
delitos contra la vida humana INDEPENDIENTE.
La vida se protege en la DUDH de 1948, en el Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y en la Constitución Española.
{Otras tesis, minoritarias, defienden que es necesaria NO sólo la separación del claustro
materno, SINO que exista RESPIRACIÓN, o que se haya CORTADO EL CORDÓN UMBILICAL, mientras
que algún otro sostiene que es suficiente con que se haya iniciado el parto.
La solución no es sencilla y plantea problemas de diferenciación con el aborto en los supuestos
en que se diera muerte al que esta naciendo. P.e. médico que asfixia o estrangula al que nace cuando
solo tiene la caneza fuera del claustro materno. NO se puede sostener que estamos ante un aborto,
pues los hechos se ejecutan directamente sobre quien esta naciendo, (en la parte que esta "fuera del
claustro materno"). Otra cosa es que a efectos civiles tenga personalidad o no}
2. Homicidio {doloso}:
Descripción del tipo: Dispone el art. 138 CP: "El que matare a otro será
castigado, como reo de homicidio".
{Pena: Prisión de 10 a 15 años. }
El bien jurídico protegido: es la vida humana independiente.
Sujeto activo puede ser cualquiera, lo mismo que el sujeto pasivo, si bien hay que
tener en cuenta lo expuesto para fijar el momento en que se considera que la
persona tiene vida independiente a efectos de distinción con el delito de aborto.
3. Acción:
Viene determinada por el hecho de "matar a otro", es decir a una persona.
Es necesario que entre la conducta exterior del sujeto activo encaminada
a producir la muerte de otro (ACCIÓN) y el resultado exista relación de
causalidad, que ha de ser penalmente relevante. Si el nexo causal se rompe,
produciéndose el fallecimiento por causas ajenas a quien inició la acción, éste NO
puede ser responsable de homicidio consumado.
{{Piénsese en quien con intención de matar ocasiona unas lesiones que NO llevarían a la muerte de la
víctima, pero que fallece a consecuencia de una accidente durante el traslado al hospital. El sujeto
será AUTOR de un delito de HOMICIDIO en grado de TENTATIVA, pues el accidente interrumpió el
NEXO CAUSAL. A veces pueden producirse cursos causales complejos.
Puede también plantearse la situación de producirse el RESULTADO como consecuencia de la
intervención NEGLIGENTE de terceras personas (p.e. negligencia médica). Si la muerte se produce por
esa actuación IMPRUDENTE hay que entender que el AUTOR responderá por HOMICIDIO en grado de
TENTATIVA y NO por delito CONSUMADO. El TS a veces vacila ante estas situaciones}}.
4. Formas:
En el CP se recogen 2 formas de homicidio, el "DOLOSO", tipificado en el art.
138 y el cometido por "IMPRUDENCIA grave" (art. 142) o leve (art. 621.2). Vemos
las dolosas:
Para que pueda darse el homicidio doloso es necesario que el sujeto activo
tenga intención de matar (animus NECANDI), pues si só lo quiso lesionar
(animus LAEDENDI) cometerá un delito de lesiones y NO el de homicidio. La
prueba del dolo con frecuencia presenta dificultades.
{A veces resulta realmente complicado para el juzgador distinguir el "animus laedendi" del "animus
necandi". Hay que tener en cuenta que el Juez o Tribunal que ha de resolver el caso concreto ha de
hacerlo mediante pruebas posteriores a los hechos, que con frecuencia presenta serias dificultades,
pues la "intención" del sujeto es algo íntimo y difícil de desvelar.
El DOLO comprende el conocimiento (elemento intelectual) y la voluntad (elemento volitivo)
por parte del sujeto de realizar los elementos que integran el tipo de homicidio. En suma, tiene
conciencia y voluntad de dar muerte al otro.
Cuando el AUTOR, con presumible intención de matar NO lo consigue, si solo lesiona, lo normal es que
diga que está fue su intención (lesionar) y no la de dar muerte, pues salvo en algunos casos tendrá
menos pena por las lesiones que por el delito que quedo en grado de tentativa.
Para resolver esta situación los Jueces y Tribunales a la hora de determinar cuál era la intención del
sujeto tienen en cuenta una serie de criterios, casi todos ellos de carácter objetivo, como tipo de
arma utilizada, lugar donde se infirieron las lesiones, número e importancia de las mismas, etc. incluso
relaciones previas entre el AUTOR y la VICTIMA y otras consideraciones diversas.
La Sentencia de 31/01/11 para diferenciar el ánimo del sujeto, según tenga intención de lesionar o
voluntad de matar valora una serie de elementos, que los concreta en los siguientes: "a) los
antecedentes de hecho y las relaciones entre el autor y la víctima; b) la clase de arma utilizada; c) la
zona o zonas del cuerpo a que se dirige la agresión; d) el número de golpes inferidos; e) las palabras
que acompañaron al ataque; f) las condiciones de lugar, tiempo y circunstancias conexas o
concomitantes con la acción; g) la causa o motivación de la misma; h) la entidad y gravedad de las
heridas causadas"}
Para la perfección del homicidio:
• es suficiente el dolo eventual, es decir, que el sujeto, como consecuencia de
su acción, se le represente la posibilidad de que la muerte se produzca, y no obstante
persiste en la acción y acepta el resultado {p.e. Piensa... puede que lo mate o NO pero me da
igual yo hago la acción}.
6. Causas de justificación:
En el ordenamiento jurídico está justificada la muerte de un tercero en los
supuestos en que concurra alguna causa de justificación que excluye la
antijuricidad. La má s frecuente es la legítima defensa (art. 20.4 CP), pudiendo
concurrir también el cumplimiento de un deber o el ejercicio legítimo de un
derecho, oficio o cargo (art. 20.7 CP), e incluso el estado de necesidad (art. 20.5
CP).
Para que se dé la legítima defensa completa es necesario que concurran los
requisitos que exige el artículo 20.4 CP: "Agresión ilegítima, necesidad racional del
medio empleado para impedirla o repelerla, y la falta de provocación suficiente por
parte del defensor". Son pocas las sentencias en las que se aprecia la legítima
defensa completa, siendo más frecuentes las que estiman la incompleta.
En el uso de la violencia, y en especial de las armas de fuego, los agentes de la
autoridad NO pueden excederse más allá de lo permitido por la Ley. En su
deber de mantener el orden han de utilizar en cada caso los medios adecuados. El
uso de la fuerza debe ser exclusivamente el necesario para ejecutar la funció n que
tienen encomendada; el exceso NO está amparado en el cumplimiento de un deber.
7. Formas de ejecución:
Junto a la consumación es posible también la tentativa, de acuerdo con lo
dispuesto en el art. 16.1 CP que puede ser:
• tentativa acabada cuando el sujeto practica todos los actos de ejecució n,
• e inacabada, cuando NO los practica todos.
{La diferencia entre la consumación y la tentativa NO está en el elemento subjetivo, es el objetivo,
ya que para que se llegue a la consumación es necesario que se produzca la muerte dolosa}.
Para que pueda darse cualquiera de estas formas de ejecució n es necesaria
la existencia del objeto del delito, es decir, una persona viva. Si se dispara
contra alguien para matarle, pero resulta que previamente había fallecido, p.e. de
un paro cardiaco, la conducta es impune.
El art 16.1 cierra el paso a la tentativa inidónea al exigir que los "actos de
ejecución realizado 'objetivamente' deberían producir el resultado". No cabe duda
que ante la falta de objeto del delito NO hay riesgo NO objetivamente cabe ninguna
posibilidad de producir resultado alguno. No obstante, parte de la doctrina y la
jurisprudencia consideran que la tentativa inidónea es punible en el CP vigente.
8. Autoría y participación:
En el homicidio cabe la autoría directa, la inducción, la cooperación y la
complicidad, de acuerdo con lo que disponen los arts. 28 y 29 CP.
La Coautoría consiste en la participación eficaz en la ejecución del delito,
tras el acuerdo previo, con otro u otros de los que intervienen en la realizació n de
los hechos. El acuerdo puede ser expreso, tácito, previo o simultaneo. El simple
acuerdo previo NO es suficiente si no va acompañ ado de una participación
eficaz. La coautoría NO es la suma de autorías individuales, SINO una forma de
responsabilidad por la totalidad del hecho.
En la Cooperación necesaria el sujeto contribuye a la ejecució n del hecho
típico NO de modo directo SINO con actos necesarios para que se produzca el
resultado, como puede ser facilitar el arma homicida. Requiere el "conocimiento
de la acción" y las "circunstancias esenciales que va a ejecutar el autor". También
cabe la inducción.
A) Tipo básico:
Se contempla en el art. 142.1 CP donde se castiga "como reo al homicidio
imprudente al que por imprudencia grave causare la muerte de otro". Pena:
Prisió n de 1 a 4 añ os.
a) Requisitos: La imprudencia:
La jurisprudencia exige una acción u omisión NO dolosa, la inobservancia
reprochable de cautelas elementales, que se las mismas se derive el resultado
lesivo típico (en este caso la muerte) y una relación de causalidad entre el
resultado y la conducta del autor. La conducta ha de ser querido por el autor,
ha de infringir una norma de cuidado, se ha de producir un resultado lesivo o
poner en peligro un bien jurídico.
Este delito puede perfeccionarse TANTO por acción COMO por omisión
aunque en algunos supuestos no resulte claro a qué modalidad responden.
- Se suele distinguir entre imprudencia o culpa consciente o CON previsión,
e inconsciente o SIN previsión, segú n se haya llegado efectivamente a prever por
parte del agente el resultado, o sea, a representá rselo o no {en cuyo caso sí debía haberlo
previsto). Esto, en cualquier caso, no supone que la imprudencia consciente sea necesariamente grave.
Sin embargo, se plantea en este punto la DISTINCIÓN entre la culpa consciente o CON prevision y el
dolo eventual} una de las formas del dolo, cuya existencia daría lugar a un homicidio
doloso. Se suele seguir por la doctrina y la jurisprudencia la teoría del
consentimiento, de acuerdo con la cual existiría dolo eventual cuando el agente
ha previsto el resultado como posible y ha aceptado su producción, esto es: que
"esté de acuerdo, apruebe o consienta el resultado": el autor NO variaría su
conducta aunque supiera que el resultado iba a producirse.
-Actúa culposa o imprudentemente "el que omite la diligencia debida", es
decir, el que NO observa el deber de cuidado objetivamente exigible. Se trata, por
lo tanto, de la infracción del deber de cuidado, o sea, de las normas de conducta
exigibles para el caso, las cuales se extraen de la experiencia comú n y NO dependen
necesariamente de la trasgresió n de Leyes o reglamentos. Ademá s, NO basta la
previsibilidad de un resultado dañ oso cualquiera, SINO de la muerte de la
victima /s. En fin, para concluir la imprudencia grave consiste "en la omisión de las
cautelas o precauciones mas elementales para prevenir un mal previsible en
circunstancias normales"
c) Autor:
En un delito de homicidio por imprudencia autor puede ser cualquiera. NO
así en el caso de imprudencia profesional (art. 142.3 CP).
La jurisprudencia considera en al á mbito de la delincuencia culposa autor a
todo aquel que concurra causalmente al resultado, quedando excluida por regla
general la participación. Caben también los supuestos de coautoría, pero en tales
casos se exige la existencia de un mínimo acuerdo entre los agentes.
d) Concurso:
Respecto al homicidio doloso se halla en relació n de subsidiariedad tá cita,
excluyéndose mutuamente dolo y culpa.
3) Perseguibilidad:
Nos encontramos ante una falta perseguible sólo a instancia de parte, pese a
que el bien jurídico protegido es la vida. A este respecto dispone el artículo 621.6
CP: "Las infracciones penadas en este artículo SÓLO serán perseguibles mediante
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal".
El CP hace referencia a la "persona agraviada". En el caso que nos ocupa,
muerte, la persona agraviada es el fallecido, por lo que no es posible que pueda
pedir que se inicie el procedimiento. Una vez má s se observa la falta de técnica en
el Có digo.
El art. 639 CP dispone: "En las faltas perseguibles a instancia de la persona
agraviada también podrá denunciar el Ministerio Fiscal si aquélla fuere menor de
edad, incapaz o una persona desvalida".
En su pá rrafo segundo recoge que "la ausencia de denuncia NO impedirá la
práctica de diligencias a prevención". Hay que tener en cuenta que en un primer
momento NO puede resolverse respecto a si los hechos constituyen una
imprudencia grave o leve, por lo que necesariamente habrá que llevar a cabo las
diligencias necesarias para que se pueda determinar el tipo de imprudencia.
{{Las faltas prescriben a los 6 meses (art 131.2 CP) por lo que la denuncia ha de realizarse en ese
espacio de tiempo}}
LECCIÓN 2
I. ASESINATO
El asesinato es la muerte de otra persona si concurre, en la ejecució n, algunas
de las circunstancias que se recogen en el Art. 139 CP “Se castiga como reo de
asesinato, al que matare a otro concurriendo las circunstancias siguientes”:
1,- Con alevosía.
2,- Por precio, recompensa o promesa.
3,- Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del
ofendido.
Pena: Prisió n de 15 a 20 añ os.
El bien jurídico protegido: Es el mismo que en el homicidio, la vida humana
independiente.
Sujeto activo y pasivo: Pueden serlo cualquier persona.
Naturaleza jurídica del asesinato: Se trata de resolver si el asesinato consiste
meramente en una forma de homicidio, o es un tipo agravado de éste, o por el
contrario, nos encontramos ante un delito diferente, de naturaleza distinta en
algú n punto y sui generis.
La acción: Consiste en dar muerte a una persona concurriendo al menos una de las
circunstancias previstas en el Art. 139 CP.
Estas circunstancias son:
1,- Alevosía
Hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las
personas empleando en la ejecució n medios, modos o formas que tienden directa o
especialmente a asegurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de
la defensa por parte del ofendido. Art. 22.1 CP.
Para que pueda apreciarse alevosía no es necesario que el sujeto consiga la
muerte de la víctima, sino que la utilice para la ejecució n. Si no se consigue la
muerte, el asesinato quedará en grado de tentativa. La alevosía supone actuar a
traició n y sobre seguro; ataque sú bito, imprevisto, fulgurante y repetido, para
evitar riesgos que puedan derivarse de la defensa que pueda llevar a cabo la
víctima.
Alevosía preordenada o sobrevenida: Puede estar preordenada con
anterioridad a la ejecució n o sobrevenida una vez iniciada la misma; la
jurisprudencia no es uniforme. En cualquier caso, no hay que confundir la alevosía
con la actuació n del autor cuando después de la primera o primeras agresiones, la
víctima queda mermada de posibilidades de defensa, situació n que se da en
ocasiones en condiciones homicidas de no pueden ser calificadas de asesinato,
también cabe la posibilidad de que un comportamiento iniciado alevosamente,
pueda dejar de serlo y lo contrario.
3,- Ensañamiento
Supone al aumento deliberado e inhumano del dolor de la víctima. En ambos
casos, ademá s de la muerte se busca un mayor sufrimiento para la víctima. Se
requiere el elemento subjetivo de perseguir aumentar el dolor del ofendido, por lo
que no se apreciará ensañ amiento cuando el autor repite las heridas innecesarias
para la muerte por cuestió n de odio o venganza, pero sin buscar específicamente el
aumento del dolor. Es preciso el propó sito deliberado de aumentar el mal, de
forma fría, refinada y reflexiva. Só lo puede cometerse mediante dolo directo, sin
que sea suficiente el dolo eventual.
Se requieren, pues, dos elementos:
- Objetivo, constituido por la causació n de males objetivamente innecesarios
para alcanzar el resultado típico, que aumentan el dolor o sufrimiento de la
víctima.
- Subjetivo, consiste en que el autor debe ejecutar, de modo consciente y
deliberado unos actos que ya no está n dirigidos directamente a la consumació n del
delito, sino al aumento del sufrimiento de la víctima.
Lección 3.
Artículo 143.
1. El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años.
2. Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio
de una persona.
3. Será castigado con la pena de prisión de seis a diez años si la cooperación llegara hasta el punto de
ejecutar la muerte.
4. El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la
petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad
grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos
permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las
señaladas en los números 2 y 3 de este artículo. (Eutanasia)
Consentimiento:
El tema de la prueba es problemá tico, especialmente si tenemos en cuenta
que con el fallecimiento poco o nada se podrá aclarar pues una carta o confesiones
a terceros pueden ser insuficientes.
En los supuestos de cooperació n y homicidio-suicidio nada se dice del
consentimiento, pues se supone que el sujeto que pretende el apoyo de otro para
suicidarse le manifiesta previamente su intenció n, le pide ayuda y consiente en su
intervenció n.
El consentimiento tiene que prestarlo el presunto suicida, y ha de ser
voluntario, son coacció n o vicio de la voluntad que elimine su validez. Debe ser
expreso (no es necesario que sea escrito) no siendo suficiente cualquier
manifestació n o acto en la que se presuma tal deseo. No basta el consentimiento
presunto. Hay que tener en cuenta que quien toma esta decisió n tiene con
frecuencia problemas psíquicos que anulan o disminuyen su capacidad de decidir.
Si el consentimiento no es vá lido se cometerá homicidio.
En el art. 143.4 donde se tipifica la eutanasia se hace referencia concreta a
“petició n expresa, serie e inequívoca”, fó rmula que es vá lida para cooperació n al
suicidio y homicidio suicidio. También el art. 156, que se ocupa del consentimiento
en las lesiones, se dice que el mismo ha de ser “vá lida, libre, consciente y
expresamente emitido”. Al igual que en las lesiones, no es vá lido el consentimiento
otorgado por un menor de edad o un incapaz.
2. Inducción al suicidio
Se castiga en el art. 143.1 al “que induzca al suicidio de otro”.
Pena: prisió n de cuatro a ocho añ os.
Estamos ante un homicidio, por lo que esta figura no tiene razó n de ser. Debía
desaparecer del Có digo penal y condenarse por homicida a quien consigue que
otro se suicide al inducirle eficazmente a ello.
Induce al suicidio a otro quien consigue por cualquier medio de persuasió n
que el inducido se quite la vida a sí mismo. La inducció n puede ser directa o a
través de otra persona. La conducta dolosa del inductor es la misma que la del
autor de otro delito, pues persigue el mismo fin: la producció n de un resultado.
Es preciso que el inductor anule la voluntad del que finalmente termina
suicidá ndose, siendo su intervenció n la que decide el resultado final. No habrá
inducció n si el suicida con anterioridad había decidido quitarse la vida.
3. Cooperación al suicidio
Se castiga en el art. 143.2 al que “coopere con actos necesarios al suicidio de
una persona”.
Pena: Prisió n de dos a cinco añ os.
Nos encontramos ante una forma de cooperació n necesaria, sin la cual no se
hubiera producido el resultado, es decir, el suicidio. La autoría por cooperació n se
diferencia de la complicidad en que en tal figura la participació n no es la que
decide el resultado final. La complicidad, por tanto, es impune pues no se colabora
con actos necesarios.
Se da en la ejecució n una doble participació n, tanto del cooperador como la del
suicida, pues si la cooperació n fuera de tal entidad que la realizada por el suicida
resultada irrelevante, estaríamos en el supuesto del homicidio-suicidio del art.
143.3.
Sería una cooperació n de actos necesarios, por ejemplo, la entrega del veneno
a quien pretende suicidarse, resultando necesaria también la actividad de éste en
cuanto que es quien finalmente decide. La doctrina suele mantener que es el
suicida quien en ú ltimo extremo tiene el “dominio del hecho”. Sin embargo, la
intervenció n de ambos es igualmente decisiva, por lo que sin la participació n de
cualquiera de ellos no podría producirse el resultado. Por tanto, se trataría de un
dominio del hecho conjunto. El Tribunal Supremo también sostiene que el dominio
del hecho lo tiene el presunto suicida.
El delito se puede cometer en comisió n por omisió n. Si quien ostenta la
posició n de garante no impide el resultado comete el delito en comisió n por
omisió n. Piénsese, por ejemplo, en el socorrista que no evita que se ahogue el
bañ ista que pretende suicidarse en una piscina, pues está obligado por una
relació n contractual (posició n de garante). No obstante se puede renunciar a la
protecció n que corresponde al garante, por lo que al perder éste su condició n de
tal no respondería de un homicidio en comisió n por omisió n, a lo sumo de omisió n
del deber de socorro.
La muerte es condició n objetiva de penalidad, por lo que si no se produce no
hay delito, de ahí que la tentativa sea impune.
4. Homicidio-suicidio
Se castigan en el art. 143.3 los supuestos de suicidio cuando “la cooperación
llegara hasta el punto de ejecutar la muerte”.
Pena: Prisió n de seis a diez añ os.
Estamos ante un homicidio consentido. La víctima no tiene participació n en
el resultado, pues el suicida deja la ejecució n de su propia vida en manos de un
tercero a quien autorizó realizar el hecho.
En este caso el dominio del hecho lo tiene el que da muerte a quien se quiere
suicidar, pues, en definitiva, es el que toma la ú ltima y eficaz decisió n. Cosa distinta
es el caso del cooperador necesario, donde el dominio del hecho era conjunto.
No caben las conductas omisivas, pues cierra el paso a éstas la referencia que
se hace a “ejecutar” la muerte, lo que ha de llevarse a cabo por actos de acció n
directa y no omisivos.
Es posible la coautoría, pues el consentimiento puede otorgarse a má s de una
persona. Si uno de los coautores interviene en la ejecució n de los hechos sin
conocer que la persona quería suicidarse, responderá por un delito de homicidio y
no por el privilegiado de homicidio-suicidio, pues no se le había otorgado
consentimiento.
5. Eutanasia
Por eutanasia hay que entender muerte sin dolor o con los menores
padecimientos posibles. Dentro de las distintas formas de eutanasia hay que
distinguir la activa, que consiste en ayudar a morir a personas que así lo desean,
como consecuencia de una enfermedad grave incurable o que produzca graves
padecimientos permanentes y difíciles de soportar, y eutanasia pasiva
(ortotanasia), que consiste en no prolongar la vida, dejando al enfermo a expensas
de sus recursos físicos.
La regulació n en el Có digo es confusa y desafortunada (ademá s gran parte de
la població n acepta acortar los sufrimientos aunque suponga adelantar la muerte).
Se plantea en la eutanasia de nuevo el derecho de la persona a disponer de su
propia vida. El deseo de morir mediante el suicidio no implicaba en sí la necesidad
de que el sujeto sufriera una enfermedad incurable, que sí se precisa en la
eutanasia.
En los supuestos de eutanasia pasiva la actuació n médica es impune si se
limita a realizar un tratamiento que no precipite la muerte, como puede ser
suministrar calmantes. Aunque el médico no está obligado a prolongar la vida,
tampoco puede acortarla.
El art. 134.4 del CP castiga al que “causare o cooperare activamente con actos
necesarios y directos a la muerte de otro, por la petició n expresa, seria e
inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que
conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos
permanentes y difíciles de soportar”. La pena contemplada es la inferior en uno o
dos grados a las señ aladas en los nú meros 2 y 3 de este artículo.
Dentro de los elementos que configuran la eutanasia hay que tener en cuenta
lo que sigue:
a) “Petición expresa, seria e inequívoca” de quien solicita la muerte a un
tercero.
a. Expresa: Excluye la petició n tá cita, debiendo ser verbal o escrita.
b. Serie: Supone que ha de estar exenta de todo tipo de duda
c. Inequívoca: Equivale a que sea clara en cuanto a que el sujeto que
desea morir esté perfectamente informado de su enfermedad,
efectos, posibilidades de vida, etc.
b) “Causare la muerte de otro”. Habrá que entender que equivale a ejecutar los
hechos, es decir la muerte de una persona, aunque sea a petició n de ésta.
c) “Cooperare activamente con actos necesarios y directos, a la muerte de otro”.
Se refiere a la realizació n de actos sin los cuales no se hubiera producido la
muerte. Estamos ante un supuesto de cooperació n necesaria.
d) “Muerte de otro”. En los dos supuestos anteriores se persigue la muerte de
la persona que así lo ha solicitado, bien por ejecució n directa o por
cooperació n necesaria.
e) “Sufriera enfermedad grave” que bien “conduciría necesariamente a la
muerte” o “que produjera graves padecimientos permanentes o difíciles de
soportar”.
La referencia expresa a “causare” o “cooperare activamente con actos”
impiden las formas omisivas, por lo que no cabe la comisió n por omisió n.
De lo anterior se desprende la inseguridad jurídica a que lleva la regulació n
de la eutanasia en el Có digo Penal. Habrá que recurrir a expertos en medicina para
determinar lo que ha de entenderse por “enfermedad grave”, “padecimientos
permanentes y difíciles de soportar” o enfermedad que “conduciría
necesariamente a la muerte”.
No hay garantías, ni normas, respecto a quienes han de certificar sobre la
enfermedad grave o padecimientos permanentes difíciles de soportar. La situació n
es confusa. Tampoco las personas que puedan cooperar o ejecutar la muerte de
quien solicita la eutanasia; en principio, puede ser cualquiera, desde un médico a
un tercero, aunque en este caso el ejecutor necesitaría previamente un certificado
y con posterioridad preparar fríamente la ejecució n, lo que resulta aberrante. El
médico necesitaría también que otros certificaran la situació n.
Después de todos los preparativos cabe pensar si alguien estaría dispuesto a
ejecutar los hechos sabiendo que va a ser condenado.
Solo son posibles las conductas dolosas. No es suficiente el dolo eventual.
Tampoco las formas imprudentes al no establecerse de forma concreta en el
Có digo.
No cabe ninguna causa de justificación. No puede admitirse el estado de
necesidad, ayudando a morir al que padece una enfermedad grave a fin de evitarle
sufrimientos, sea cual fuere la situació n del enfermo. Mientras éste no preste su
consentimiento nadie está autorizado a terminar con su vida.
LECCIÓN 4
EL ABORTO.
La Ley Orgánica 2/2010 “De salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo”, dedica su título II a la interrupció n
voluntaria del embarazo. Dentro de los requisitos comunes se hace referencia al
consentimiento de las mujeres de 16 y 17 añ os. En su artículo 14 se ocupa de la
interrupció n del embarazo a petició n de la mujer, estableciendo que “podrá
interrumpirse el embarazo dentro de las primeras 14 semanas de gestació n a
petició n de la embarazada siempre que concurran los requisitos siguientes; A) Que
se haya informado a la mujer embarazada sobre los derechos, prestaciones y
ayudas pú blicas de apoyo a la maternidad. B) Que haya transcurrido al menos tres
días, desde esa informació n y la realizació n de la intervenció n.
En el art. 15.a la ley permite la interrupció n del embarazo cuando no se
superen las 22 semanas de gestació n y siempre que exista grave riesgo para la
vida o la salud de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con
anterioridad a la intervenció n por un médico/a especialista distinto que la
practique o dirija. Pero en caso de riesgo vital para la gestante podrá prescindirse
del dictamen. En el artículo 2.a) de la ley se define la salud como “el estado de
completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de
afecciones. Este concepto tan amplio de salud permitirá vulnerar la ley con
facilidad dentro de las 22 primeras semanas de gestació n.
La L.O 2/10 deroga el artículo 417 bis del CP redactado conforme a la L.O
9/85 donde se recogían los supuestos de aborto no punible, por razones
terapéuticas, éticas o eugenésicas.
En Españ a tras la LO 2/2010 en Derecho Penal el nasciturus no es bien
jurídico protegido durante las primeras catorce semanas de gestació n, ya que la
embarazada puede abortar libremente, sin embargo, hay especies protegidas de
animales y plantas amenazadas o en peligro de extinció n. En cuanto a la
demografía, hipotéticamente queda al control de la mujer, pues si fueran muchas
las que decidieran abortar legalmente, ello afectaría a la població n a nivel regional
e incluso del país. El art.15 de la Constitució n comienza diciendo “todos tienen
derecho a la vida”. Sobre esta cuestió n y con respecto al antiguo art. 417 bis, ahora
derogado, la sentencia del TC 53/85 del 11 de abril, en su fundamento jurídico 12
dice que “el Estado tiene obligació n de garantizar la vida, incluida la del nasciturus
(art 15 de la CE). La nueva ley ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional.
1. Aborto no consentido:
A) Se castiga en el art. 144 al “que produzca el aborto de una mujer sin su
consentimiento”.
Pena: Prisió n de 4 a 8 añ os. Ademá s inhabilitació n especial para ejercer cualquier
profesió n sanitaria, o para prestar servicios de toda índole en clínicas,
establecimientos o consultorios ginecoló gicos, pú blicos o privados, por tiempo de
tres a diez añ os.
Se entiende que falta el consentimiento si este se presta con algú n vicio que
lo invalida.
Son supuestos en los que la mujer desconoce que está n realizando sobre
ellas prá cticas abortivas. Puede pensar que se está n llevando a cabo cualquier tipo
de actividad, normalmente con fines curativos, que nada tienen que ver con
finalidad abortiva, o aun sospechá ndolos no se atreve a oponerse. Puede que este
privada de capacidad de decidir por efecto de drogas, anestesia, etc. Se trata de
situaciones excepcionales.
b) Consentimiento obtenido mediante violencia, amenaza o engaño.
Dispone el art. 144 en su 2º pá rrafo “las mismas penas se impondrá n al que
practique el aborto habiendo obtenido la anuencia de la mujer con violencia,
amenaza o engañ o”. Se equipara el consentimiento obtenido con violencia,
amenaza o engañ o con el no consentimiento del primer pá rrafo. Sin embargo no es
razonable que en ambos casos se imponga la misma pena, pues las conductas del
pá rrafo segundo son má s graves. Así era en el CP derogado y en realidad debió
prescindirse de este segundo pá rrafo y resolver cada caso mediante el
correspondiente concurso de aborto con lesiones, amenazas, etc.
2. Aborto consentido fuera de los casos permitidos por la ley .
Se prevén dos supuestos, uno cuando la mujer consiente de modo
voluntario y otro cuando lo hace mediante violencia, amenaza o engañ o.
a) El art 145.1 castiga al “que produzca el aborto de una mujer, con su
consentimiento fuera de los casos permitidos por la ley”.
Pena: Prisió n de 1 a 3 añ os. Ademá s inhabilitació n especial para ejercer cualquier
profesió n sanitaria, o para prestar servicios de toda índole en clínicas,
establecimientos o consultorios ginecoló gicos, pú blicos o privados, por tiempo de
uno a seis añ os.
El consentimiento se rige por las normas generales que se expusieron para
la cooperació n al suicidio y la eutanasia. Ha de ser libre, expreso, con conocimiento
de que se quiere abortar y sin ningú n tipo de vicio que lo invalide. No es suficiente
el consentimiento presunto.
Para que el consentimiento no esté viciado, quien lo solicita y obtiene de la
mujer embarazada debe explicar a ésta los riesgos que conlleva la prá ctica del
aborto.
Hay que tener en cuenta que quedan excluidos los supuestos de aborto
previstos en la LO 2/2010, en los que se requiere consentimiento de la mujer, pues
el art 145.1 hace referencia a “fuera de los casos permitidos por la ley”
Supuesto agravado. Dispone el inciso ú ltimo del art 145.1 “El juez podrá imponer
la pena en su mitad superior cuando los actos descritos en este apartado se
realizasen fuera de un centro o establecimiento pú blico o privado acreditado”.
b) El art 145.2 castiga “a la mujer que consintiere que otra persona se lo
cause, fuera de los casos permitidos por la ley”
Pena: Multa de 6 a 24 meses.
3. Autoaborto.
Se castiga en el articulo 145.2 a “la mujer que produjese su aborto fuera de
los casos permitidos por la ley”
Pena: Multa de 6 a 24 meses.
Dentro de las formas de ejecución algú n autor considera que só lo es
posible la consumació n, pero el autor del libro cree que la tentativa también es
punible. Y recuerda que el nasciturus tiene menos protecció n que los delitos
relativos a la protecció n de la flora, fauna y animales domésticos.
Supuestos agravados: El articulo 145.3 dispone para los supuestos de los
apartados 1 y 2 “en todo caso el juez o tribunal, impondrá las penas
respectivamente previstas en este artículo en su mitad superior cuando la
conducta se llevara a cabo a partir de la vigésimo segunda semana de gestació n”.
LECCIÓN 5
I. LESIONES
El Titulo III del Libro II del Código penal se ocupa De las lesiones. Además hay
otra serie de supuestos repartidos a lo largo del Libro II: el título IV se ocupa de las
lesiones al feto (arts. 157 y 158), en las torturas (art. 177), estragos (art. 346), delitos
contra la Corona (art. 486), desórdenes públicos (art. 557), terrorismo (arts. 572 y
577), en delitos contra derechos de gentes (arts. 605 y 607) delitos de lesa
humanidad (607 bis). Por último en el Libro III, que se ocupa de las faltas y sus penas,
aparecen las lesiones en los arts. 617 y 621.
1. Concepto.
Segú n el art. 147.1 por lesión hay que entender todo menoscabo a la
integridad corporal, o a la salud física o mental de una persona.
El bien jurídico protegido se desprende del concepto de lesiones, y
comprende la integridad corporal y la salud física y mental.
Clasificación.
Se especifican en el Có digo las siguientes clases de lesiones: menoscabo a la
integridad corporal o salud física o mental; pérdida o inutilidad de ó rgano o
miembro principal, de un sentido, impotencia, esterilidad, grave enfermedad
somá tica o psíquica, pérdida o inutilidad de ó rgano o miembro no principal o
deformidad; mutilació n genital.
Por otra parte, se elevan a la categoría de delito supuestos que serían
constitutivos de falta, lo que sucede con la violencia física sobre el có nyuge,
descendientes, ascendientes, hermanos u otras personas relacionadas con la vida
doméstica (arts. 153 y 173.2); también los supuestos previstos en el pá rrafo
segundo del art. 147.1.
Por ú ltimo se contempla el delito de participació n en riñ a tumultuaria
utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las
personas.
2. Lesiones.
El tipo básico de las lesiones se contempla en el art. 147.1, donde se castiga
a quien «por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que
menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental... siempre que la lesión
requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia
facultativa, tratamiento médico o quirúrgico».
Pena: Prisió n de seis meses a tres añ os.
Es necesario que la lesió n suponga menoscabo para la integridad o la salud
física o mental, y que requiera para su sanidad tratamiento médico o quirú rgico
después de una primera asistencia facultativa.
La referencia que se hace a «objetivamente» equivale a que la lesió n
efectivamente requiera ademá s de la primera asistencia facultativa tratamiento
médico o quirú rgico.
Menoscabo equivale a «deterioro», en este caso de la integridad corporal o
salud física o mental.
Asistencia facultativa será el primer contacto que el lesionado tenga con el
médico, pues así se desprende de la referencia a facultativa. Si después de esa
primera asistencia es necesario tratamiento médico o quirú rgico, estaremos ante
el delito previsto en el art. 147.1; en otro caso, ante la falta de lesiones del pá rrafo
primero del art. 617.1.
Tratamiento médico es todo sistema o método que se emplea para curar
enfermedades.
Tratamiento quirúrgico es lo relativo a la cirugía, que es la parte de la
Medicina que tiene por objeto curar enfermedades por medio de operaciones
hechas con la mano o con instrumentos.
Entre la acción y el resultado es necesario que se dé una relació n de
causalidad, pues si se rompe el nexo causal no habrá delito de lesiones.
Las lesiones pueden ocasionarse bien por dolo directo o dolo eventual, así
como por imprudencia.
Son posibles de apreciar las siguientes causas de justificación: legítima
defensa, estado de necesidad, cumplimiento del deber y ejercicio legítimo de un
derecho, oficio o cargo.
Formas de ejecución: Teniendo en cuenta la importancia que tiene el resultado en
las lesiones, y aunque técnicamente es posible, no es fá cil encontrar supuestos de
tentativa.
Es posible la comisió n por omisió n.
Concursos: Se plantea concursos de leyes o delitos en los supuestos en los que el
sujeto quiere lesionar y lo que ocasiona es la muerte, y a la inversa. Ante los
problemas que se plantean es este tipo de concursos creo que la solució n má s
correcta y que menos dificultades plantea es la de apreciar concurso ideal de
delitos.
El concurso real de delitos puede darse con frecuencia, condená ndose
separadamente las lesiones y los demá s delitos que concurran, como puede ser
robo, contra libertad e indemnidad sexual, etc.
3. Habitualidad por reiteración de lesiones o malos tratos de obra
constitutivas de falta.
Dispone el pá rrafo segundo del art. 147.1: «Con la misma pena será castigado
el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro veces la acción descrita en el
artículo 617 de este Código».
Pena: Prisió n de seis meses a tres añ os.
Se convierte en delito la repetició n de faltas penales. Ha de tratarse de cuatro
faltas por las que el autor no hubiese sido juzgado ni condenado. Si hubiera
otras será n juzgadas independientemente como faltas, por el art. 617.
No cabe recurrir a la continuidad delictiva por no permitirlo el art. 74.3 al tratarse
de «ofensas a bienes eminentemente personales».
4. Supuestos atenuados.
Dispone al art. 147.2 que: «No obstante, el hecho descrito en el apartado
anterior será castigado... cuando sea de menor gravedad, atendidos el medio
empleado o el resultado producido».
Pena: Prisió n de tres a seis meses o multa de seis a doce meses.
Se establece aquí un amplio arbitrio judicial, que permite rebajar la pena
notablemente. Esto pone de manifiesto la inseguridad del legislador, que pese a la
diversidad de tipos previstos reconoce que el tema queda inconcreto en muchos
supuestos, lo que no mejora la situació n de inseguridad jurídica. Busca el
legislador, en base a los medios utilizados por el autor y al resultado que se
produce, que el juez aplique la pena adecuada observando el principio de
proporcionalidad.
5. Supuestos agravados.
Segú n el pá rrafo primero del art. 148: «Las lesiones previstas en el apartado 1
del artículo anterior podrán ser castigadas...» con la pena agravada «atendiendo el
resultado causado o riesgo producido...».
Pena: Prisió n de dos a cinco añ os, en los siguientes supuestos agravados:
a) Uso de armas u otros medios peligrosos (art. 148.1) : Si en la agresió n se hubieren
utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente
peligrosas para la vida o salud, física o psíquica del lesionado.
b) Si hubiere mediado ensañamiento o alevosía (art. 148.2) : Se trata de un elemento
subjetivo. El autor de las lesiones con ensañ amiento persigue de forma
intencionada aumentar innecesariamente el dolor de la víctima; en cuanto a la
alevosía, el autor utiliza medios, modos o formas de ejecució n que tienden a evitar
el riesgo que para su persona pudiera suponer la defensa del ofendido.
c) Si la víctima fuere menor de doce años o incapaz (art. 148.3).
d) Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado
ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aún sin convivencia (art.
148.4): La STC 41/1010 declara la inconstitucionalidad de este nú m. 4º.
e) Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor
(art. 148.5)
Como en todos los supuestos del art. 148, el Juez ha de ponderar, para fijar la
pena en concreto, el resultado causado o riesgo producido en cada caso.
9. Impotencia y esterilidad.
Se castiga en el art. 149 al que causare a otro por cualquier medio o
procedimiento «impotencia» o «esterilidad».
Pena: Prisió n de seis a doce añ os.
Nos encontramos ante un delito de resultado, en cuanto que para su
consumación es necesario que se produzca la impotencia o esterilidad. Es posible
la tentativa, pues cabe que el sujeto activo fracase en la finalidad perseguida.
La impotencia es la incapacidad para realizar el acto sexual tanto en el
hombre como en la mujer; lleva consigo la incapacidad para engendrar.
La esterilidad es la falta de aptitud para fecundar en el hombre y para
concebir en la mujer. Respecto a la esterilidad, que puede ser temporal o definitiva,
el delito se consuma cuando se produce la misma, resultando indiferente que se
recupere con posterioridad como consecuencia de una intervenció n quirú rgica.
10. Deformidades.
a) Deformidad grave:
Se castiga en el art. 149 al que causare a otro, por cualquier medio o
procedimiento, «una grave deformidad».
Pena: Prisió n de seis a doce añ os.
Por deformidad segú n la jurisprudencia hay que entender “toda irregularidad
física, visible y permanente que suponga desfiguració n o fealdad ostensible a
simple vista”. La deformidad es un elemento del tipo. Es irrelevante que se repare
con una intervenció n quirú rgica.
La consumación se produce por el mero hecho de producir deformidad,
siendo irrelevante que la misma pueda eliminarse por cualquier operació n de
cirugía reparadora o pró tesis. La deformidad ha de ser grave, lo que corresponde
valorar a la jurisprudencia.
b) Deformidad que no sea grave:
Se castiga en el art. 150 CP causar a otro alguna deformidad.
Pena: Prisió n de tres a seis añ os.
Hay que entender que se refiere a los supuestos de deformidad que no sea
grave, pues los casos graves se tipifican en el art. 149. La pena resulta excesiva,
pues son muchos los supuestos de deformidad de escasa importancia que
encajarían dentro del tipo penal. Es suficiente el dolo eventual.
Supuesto atenuado.
Menoscabo psíquico o lesión no constitutivos de delito y malos tratos de obra
sobre ascendientes, descendientes, hermanos y otras persona integradas en el
núcleo de la convivencia familiar, y determinadas personas sometidas a
custodia o guarda en centros públicos o privados:
Se castiga en el apartado 2 del art. 153 que «si la víctima del delito previsto en el
apartado anterior fuera alguna de las personas a que se refiere el artículo 173.2,
exceptuadas las personas contempladas en el apartado anterior a este artículo».
Pena: Prisió n de tres meses a un añ o, o de trabajos en beneficio de la comunidad de
treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privació n del derecho a la tenencia y porte de
armas de un añ o y un día a tres añ os, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime
adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitació n para el ejercicio de patria potestad,
tutela, curatela, guarda o acogimiento de seis meses a tres añ os.
Las personas que se recogen en el art. 173.2, excluidas las que aparecen en el art.
153.1 son: descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopció n o afinidad,
propios o del có nyuge o conviviente, o sobre los menores o incapaces que con él convivan
o que se hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho del
có nyuge o conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relació n por la que se
encuentre integrada en el nú cleo de su convivencia familiar, así como sobre las personas
que por su especial vulnerabilidad se encuentren sometidas a custodia o guarda en
centros pú blicos o privados.
Supuesto agravado:
Dispone el art. 153.3, «Las penas previstas en los apartados 1 y 2 se impondrán en su
mitad superior cuando el delito se perpetre en presencia de menores, o utilizando
armas, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se
realicen quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código
o una medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza».
Supuesto agravado para el apartado 4:
Dispone el art. 153.4: «No obstante lo previsto en los apartados anteriores, el Juez o
Tribunal razonándolo en sentencia, en atención a las circunstancias personales del
autor y las concurrentes en la realización del hecho, podrá imponer la pena inferior
en grado».
En el caso de producirse cuatro faltas de las previstas en el art. 617, en el
plazo de un añ o, será de aplicació n lo establecido en el pá rrafo segundo del art.
147.1, en base a lo que dispone en el art. 8.4 del CP.
Derecho de corrección:
El fundamento de este derecho se basa en instituciones tanto de derecho
privado como pú blico. El derecho de correcció n se entiende en beneficio de la
persona corregida y no puede justificar un delito de lesiones, tampoco una lesió n
constitutiva de falta.
Consentimiento otorgado por menores: Segú n dispone el pá rrafo segundo del art.
155 «no será válido el consentimiento otorgado por un menor de edad o incapaz ». En
estos supuestos tampoco pueden prestar el consentimiento sus representantes
legales.
El consentimiento que no sea vá lido elimina esta figura privilegiada,
respondiendo el autor de un delito por las lesiones cometidas.
Lesiones en el deporte.- En las competiciones deportivas de riesgo como son el
boxeo, futbol, karate, etc., los contendientes han de respetar las reglas que regulan
los mismos, aceptando el riesgo que se deriva de su práctica. Ello no supone prestar
consentimiento para las lesiones que se puedan producir por quienes no respetando
las referidas reglas. Las denominadas “reglas del juego” de cualquier deporte no
eximen de responsabilidad criminal por las conductas dolosas o imprudentes que den
lugar a un resultado lesivo.
17. Trasplante de órganos, esterilización y cirugía transexual.
Dispone el art. 156 en el inciso primero de su pá rrafo primero: «No obstante
lo dispuesto en el artículo anterior, el consentimiento válida, libre, consciente y
expresamente emitido exime de responsabilidad penal en los supuestos de trasplante
de órganos efectuado con arreglo a lo dispuesto en la Ley, esterilizaciones y cirugía
transexual realizadas por facultativo».
En la Ley sobre extracció n y trasplante de ó rganos se exige que el donante
otorgue su consentimiento tras recibir la explicació n correspondiente por parte
del médico que ha de realizar la extracció n. No es vá lido el consentimiento
prestado por deficientes físicos o mentales o por cualquier otra causa que impida
que el mismo sea expreso, libre y consciente. La Ley de 14 de noviembre de 2002
establece los requisitos en materia de consentimiento en las intervenciones
médicas en el á mbito de la salud. La imprudencia médica es punible aunque exista
el consentimiento del paciente.
Con respecto a las causas de justificación en materia de esterilizació n es
posible el estado de necesidad, que concurriría si el médico que esté interviniendo
a una mujer, en una cesá rea o cualquier otra operació n que pueda afectar a las
trompas, liga éstas cuando de no hacerlo supusiera riesgo grave para la salud, si en
este momento la paciente no puede prestar consentimiento ni tampoco sus
familiares o tercero legitimado para ello.
Nulidad del consentimiento: El inciso segundo del pá rrafo primero del art. 156
especifica que el consentimiento será nulo cuando se haya obtenido viciadamente,
o mediante precio o recompensa, o el otorgante sea menor de edad o incapaz; en
cuyo caso no será vá lido el prestado por éstos ni por sus representantes legales.
LECCIÓN 6
I. DELITOS RELATIVOS A LA MANIPULACION GENÉTICA
LECCIÓN 7
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A) Tipo Básico.
El tipo bá sico se contempla en el art.163.1, donde se castiga al “particular
que encerrare o detuviere a otros, privándole de su libertad”.
Como se apuntó , el bien jurídico protegido es la libertada deambulatoria:
libertad personal que se garantiza en los art.17 y 19 de la Constitució n.
Sujeto activo. Solamente pueden ser los particulares, pues los delitos cometidos
por autoridad o funcionario pú blico se encentra tipificado en el art. 167. Sujeto
pasivo puede ser cualquiera .incluso los menores o incapaces. También las
personas internas en una opinió n pueden ser sujetos pasivos de este delito, si
dentro del centro penitenciario se les priva de las posibilidades de moverse por el
interior del mismo, fuera de las condiciones establecidas por la legislació n
penitenciaria.
Consiste la acció n, como se desprende del propio texto legal, en encerrar o
detener a una persona privá ndole de su capacidad de movimiento. Puede
realizarse bien introduciéndose en un lugar cerrado, bien impidiendo que se
mueva en un lugar abierto, como puede ser atá ndola, sujetarla por cualquier
procedimiento, empleando narcó ticos…. Art 163 no se exigen finalidad por lo que
los mó viles de la detenció n son irrelevantes.
El encierro o detenció n ha de ser contra la voluntad de la víctima, y si que
sea necesaria una opció n clara y terminante de la misma, siendo suficiente con una
oposició n tá cita.
Solo la comisió n dolosa .como dolo específico de cometer la detenció n. En
todo caso la voluntad del sujeto activo ha de ser dirigida de forma consciente a
privar de la faculta de moverse libremente al sujeto pasivo. Se trata de un delito
permite.
El consentimiento excluye la tipicidad siempre que se anterior o simultá neo
que ha consentido ser privado de libertad cambia criterio y pide ser libertad, si la
persona de detenció n ilegal. El consentimiento otorgado con posterioridad a una
detenció n ilegal es irrelevante, pues no encontramos ante un delito poco
consumado; só lo tendrá relevancia respecto de los plazos en relació n con la pena a
imponer.
También caben las causas de justificació n de legítima defensa, esto de
necesidad cumplimiento de un deber o ejercicio legítimo de un derecho.
Ofrecimiento de un deber o ejercicio legítimo de un derecho. Ofrecimiento de
internamiento en los centros adecuados de enfermo mentales, también cierta
medida como consecuencias de riesgos inminentes y extraordinarios para la salud.
La consumació n se produce en el momento en que el sujeto pasivo pierde su
capacidad para moverse libremente como consecuencia del encierro o detenció n.
No importa cuá l sea el lugar, que puede ser mueble o inmueble, como un
automó vil. Se trata de un delito de permanencia relativa y consumació n
instantá nea, prolongá ndose la lesió n del bien jurídico hasta que el sujeto quede en
libertad. No cabe el delito continuado. Es necesario un tiempo mínimo, pues a
veces estamos ante una tentativa si el sujeto pasivo consiguió eludir la situació n
en supuesto en que la retenció n fue mínima. La diferencia entre consumació n y
tentativa con frecuencia resultara confusa. Otras veces estaremos ante unas
coacciones .pues si en la detenció n ilegal es necesaria acierta permanencia y
duració n, y que, ademá s se persiga impedir la libertad de movimientos, ello no es
requisito necesario en las coacciones.
De lo anterior se desprende que con frecuencia a habrá dificultades para
distinguir supuestos de coacciones y de detenció n ilegal, lo que no sucederá con los
encierros, donde normalmente estaremos siempre ante los delitos de detenció n
ilegal. Este, en cualquier caso, es un delito de consumació n instan tena. L a simple
detenció n o inmovilizació n para cometer un delito de robo no constituye detenció n
ilegal .La detenció n ilegal es de aplicació n preferente respecto del de delito de
coacciones, por ser ley especial.
El delito se puede cometer en comisió n por omisió n, como sería el supuesto
de no abrir la puerta por parte de quien tiene la obligació n de hacerlo a una
persona que se encuentra en lugar cerrado por razones de trabajo, seguridad, etc.
El obligado a abrir tendría el deber de hacerlo en su posició n de garante.
B) Supuestos atenuados
a) Se castiga en el art.163.2, como tipo privilegiado, la detenció n ilegal
cuando “el culpable diera libertad al encerrado o detenido dentro de los tres
primeros días de su dentició n sin haber logrado en el objeto propuesto., pues de
lograrlo se la aplicaría la pena del art.163.1, También se aplicara el art 163.2 si el
sujeto no se había propuesto objetivo alguno con la detenció n, pues aunque lo
normal es que se persiga alguno puede haber excepciones.
No se posible el desistimiento pero si la atenuante de arrepentimiento
espontá neo.
Cabe el arrepentimiento tanto en la fó rmula de confesarla infracció n a las
autoridades con anterioridad a conocer que se había iniciado contra él un
procedimiento judicial, como en la reparació n de los dañ os de la víctima o
disminució n de los efectos del delito. Ambas circunstancias son compatibles. La
apreciació n una supondría imponer la pena en su mitad inferior, mientras que la
estimació n de las dos, llevaría a rebajar la pena en uno o dos grados.
Para computar el término de los tres días ha de partirse del momento de la
consumació n del delito, así como el de la puesta en libertad.
b) Se castiga en el artículo 163,4 al particular que, fuera de los casos
permitidos por las leyes, aprehendiere a unipersonal para presentarla
inmediatamente a la autoridad. Para conocer cuá les son los supuestos en que una
persona pueda detener a otra hay que acudir a la LECrim. Esta ley autoriza la
detenció n de quien vaya a cometer un delito, del delincuente in fraganti, de los que
fuguen de una cá rcel o al ser conducidos a ella a los condenados que estuvieran en
rebeldía.
C) Supuestos agravados.
a) Se castiga en el art.163, 3. CP el encierro o detenció n por má s de quince
días.
b) Segú n el art 165 se agravan las penas de los supuestos previsto en los
dos artículos anteriores, “si la detención es ilegal o secuestro se ha ejecutado con
simulación de autoridad o función pública, o la victima fuere menor de edad o
incapaz o funcionario público en el ejercicio de sus funciones”.
En el art 165 se contemplan varias situaciones, pudiendo suceder que
concurran dos o má s, por ejemplo, simulació n de autoridad y que la victima fuere
menor o incapaz. En estos supuestos es irrelevante que concurran dos o má s
hipó tesis: la simulació n de autoridad o funció n pú blica debe ser aquella que si se
calificara independientemente daría lugar a la usurpació n de funciones. El
funcionario detenido o secuestrado ha de hacerlo cuando este ejerciendo las
funciones propias de su cago, pues en otro caso no se aplicara la agravació n,
resultando el delito tipificado en algunos supuestos de los arts. 163 o 164.
c) Se castiga en el art, 166 al “reo de detención ilegal os secuestro que no de
razón del paradero de las persona detenida”.
Respecto a esta pena agravada se hace una excepció n, pues no se aplicará en
los casos en que el detenido o secuestrado se le “haya dejado en libertad”
El fundamento de la agravació n de la pena es simplemente el hecho de no dar
“razó n del paradero de la persona detenida “ ,salvo que la haya dejado en
libertad .Teniendo en cuenta el art. 166 se refiere expresamente al “reo de
detenció n ilegal o secuestro” resulta que el autor o autores han sido identificados
y se ha iniciado un procedimiento .Por “reo”, aunque el concepto no es claro ,hay
que entender a la persona acusada de un delito sede el momento en q que la
acusació n se dirige contra la misma hasta que la sentencia es firme ,a partir de este
momento es ya condenado.
El nuevo có digo penal, pretende zanjar la cuestió n del antiguo delito de
sospecha respeto del homicidio, lo que no consigue. El vigente art 166 sigue
manteniendo similar estructura que su antecedente, de modo que continú a siendo
un delito de sospecha, a mi modo de ver inconstitucional.
La persona que detiene o secuestra a otra se constituye en cierta medida, y
dentro naturalmente de lo exigible, en garante de la misma de modo que debe
velar por ella. Si el sujeto durante la detenció n da muerte a la victima estaríamos
ante un concurso real de delitos, lo mismo que si la lesiona, agrede sexualmente,
etc--.
II. SECUESTRO
El art. 164 CP “el secuestro de una persona exigiendo alguna condición para
ponerla en libertad”, prisió n 6-10 añ os.
La condició n a que hace referencia el texto legal puede ser cualquiera,
aunque loas má s frecuentes son las de tipo econó mico.
El secuestro es un supuesto agravado de detenció n ilegal sobre la base de la
exigencia de alguna condició n para la libertad. Este delito ha tenido especial
relevancia en los secuestros de personas por parte de grupos terroristas en los
que se pide un rescate para poner en libertad a la víctima, siendo excepcionales
otras reivindicaciones.
El Art 171.1 “las amenazas de una mal que nos constituya delito será n castigada
con pena de prisió n e tres meses a un añ o o multa de seis meses a 24 meses,
atendidas al gravedad y circunstancia del hecho, cuando la amenaza fuera
condicional y la condició n no consistiere en una conducta debida. Si el culpable
hubiere conseguido su propó sito se le impondrá a la pena en su mitad superior.
El texto hace referencia a un mal que nos constituye delito. En toda caso la
amenaza ha de ser condiciona, quedando excluidas del tipo las que no lo fueran.
C) Chantaje
D) Procedibilidad.
El art. 171.3 respecto del chantaje que si “si el hecho descrito en el apartado
anterior consisten en la amenaza de revelar o denunciar la comisió n de algú n
delito ministerio fiscal podrá , para facilitar la comisió n de algú n delito el
ministerio fiscal podrá , para facilitar el castigo con pena de prisió n superior a dos
añ os. En esta ú ltimo caso, el juez o tribunal podrá rebajar la sanció n en uno o dos
grados”
Supuesto agravado.
El pá rrafo segundo del 171.5, “se impondrá pena previstas los apartado 4 y 5 en su
mitad superior cundo el delio se perpetre en presencia de menores, obtenga lugar
en el domicilio comú n o en el domicilio de la víctima, o se realice quebrantando
una pena de las compelan en el artículo 48 de este Có digo o un a media a cautelar o
dos e seguida de la misma naturaleza...”
2. Coacciones.
El tipo bá sico de las coacciones aparece en el art.172.1, donde se castiga al
que sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hace lo que
al Ley no prohíbe, o le compeliera a actuar a los que no quieren, sea justo o injusto.
El art-172 la gravedad de la coacció n o lo medos empleado. Esta referencia no
es necesaria pues el momento de individualizar la pena de los jueces han de tener
en cuenta estas circunstancias, así como otras que corran relacionada con la
gravedad del hecho las personales del delincuente, concurran o no en el hecho
circunstancias modificativa de la responsabilidad criminal.
El bien jurídico protegido es la libertad de mejorar de las personas, la
libertad de decidir su forma de actú an tanto activa como emisiva es decir de hacer
o no hacer algo.
Sujeto puede ser cualquiera, mientras que sujeto pasivo podrá ser aquel que
sea susceptible de poder sucumbir ante la coacció n, en cuanto que ha de entender
lo que persigue el autor, por lo que no pueden ser sujetos pasivo las personas de
corta edad ni los qué por padecer problema mentales no tienen capacidad de
entender frente al autor que lo cosecho
La acción
Como se desprende del concepto, en impedir a otro con violencia de hacer lo
que la ley no prohíbe o le compeliere a efectuar no lo que sea justo o injusto. El
primer comportamiento es físico para el sujeto pasivo pues se el impide hacer todo
nuestra el segundo obligá ndole a realizar un comportamiento por la fuerza...En
ambos supuesto la conducta es impune si el sujeto actual legalmente como se vera
má s adelante.
DEL Texto se desprende que solo la FUERZA PUEDE DAR LUGAR al delito de
coacciones .Tanto la doctrina como la jurisprudencia admite juntó con la vis física
la violencia intimidatoria afecta directamente sobre el sujeto pasivo o a través de
tercera persona o de cosa,’ pues se puede golpear a un hijo para que el padre lleve
a cabo un comportamiento determinado o persistir o en la destrucció n del objeto
de valor propiedad del sujeto pasivo si este no realiza el comportamiento que
quiera el autor del delito .NO obstante en ese supuesto como en otros ,la zona
divisor con las que en ocasiones habrá que decidirse en favor del delito de
amenazas cuando a través de la intimidaciones se persigue influir en la formació n
de la voluta del sujeto pasivo. De otra parte, LAS AMENAZAS CONDICIONALES
ESTAN CASTIGADA CON MAYOR PENA QUE LAS COACCIONES.
Solo son posibles las conductas dolosas .El autor, ademá s de tener conciencia
en voluntad de la acció n que se ha de ser realizada, de concurrir el á nimus
específico de querer restringir la libertad de otro que cierra el paso al dolo
eventual. No son posible la forma imprudentes, no solo porque no caben
técnicamente, sino porque no se recogen en el Cp... Teniendo en cuenta la frase, sin
estar legítimamente autorizado, son posibles todas las causa de justificació n
cuando los sujeto actú en conforme a derecho.
Dentro de las formas de ejecució n son posibles tanto la consumació n como la
tentativa. El delito se consuma con la realizació n del acto al que dominado, con la
abstenció n de hacerlo. Estamos ante una tentativa cuando el sujeto no consume
sobre la voluntad del sujeto pasivo.
Coacción para impedir el ejercicio de un derecho fundamental
Art 172ª. Cuando la coacció n ejercida tuviera como objeto impedir el ejercicio de
un derecho fundamental.
Para conocer cuá les son los derechos fundamentales hay que acudir a la
constitució n, que su titulo primero se ocupa de los derechos y deberes
fundamentales, en especial de lo recogido en el cap2 que trata de los derechos y
libertades.
Concurso
El ar172.1 al disponer que la pena indicada no se impondrá cuando el hecho
tuviera señ alada la mayor pena en otro precepto de este Có digo
Se debía haber precedido de forma concursal y seguir cualquier caso las
normas generales del concurso. De otra parte el Cp. tipifica de forma expresa la
violació n de derecho fundamental.
El concurso de las leyes que plantea el art 172 estará relacionado con el
delito con ocasió n del ejercicio del derecho fundamental, y la libertad pú blica
garantiza por la constitució n tipificada en el art. 510 y ss. Y otros recogidos en el
Có digo .El concurso no será posible en mucho supuestos, una veces porque ya se
emplea la coacció n para el fin perseguí por el autor y otras porque no cabe la
comisió n del delito la utilizació n de la misma.
Coacción para impedir el disfrute legítimo de una vivienda.
El art 172.1 se impondrá la pena en su mitad superior cuando la coacció n
ejercida tuviera por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda.
Estos supuestos pueden plantea figura a la hora determinar lo que ha de
entre por impedir el legitimo disfrute. Podría ser, por ejemplo el dueñ o de una
vivienda que la tienen alquilada a un tercero y lleva a cabo cocciones con la
intencion de que se marche de la misa.
El art 172.2 “al que de modo leve coaccione a quien se haya sido su esposa o
mujer, que estén o haya estado ligada a el por una aná loga relacion de afectividad
ante un convivencia”.
b) Segú n el pá rrafo segundo del art172.2 ” igual pena se impondrá al que de
momo leve coaccioné a una persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor
Supuesto agravado:
Pá rrafo tercero del art.172 "se impondrá la pena en su mitad superior cuando
el delito se perpetré en presencia de menores ;o tenga lugar en el domicilio comú n
o en el domicilio de la vista; o se realicen quebrantado una pena de las
contemplada en el art.172 de este Có digo o una media cautelar o de seguridad de
la misma naturaleza:
Supuesto atenuado en relación con los párrafos anteriores
El art.172 no obstante lo previsto en los pá rrafos anteriores el Juez o
Tribunal razoná ndolo en sentencia en atenció n las circunstancias personales del
autor y las concurrentes en la realizació n del hecho; podrá impone la pena inferior
en grado:
{Apuntes Tema 8 elaborado por Teufel}
LECCIÓN 8
TORTURAS Y OTROS DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL Y
TRATA DE SERES HUMANOS.
Conceptos fundamentales
La integridad moral es un concepto muy amplio por lo que resulta difícil
establecer su contenido y límites. La Constitució n lo contempla como un derecho
fundamental al establecer es su artículo 15 que “todos tienen derecho a
la….integridad física y moral”. En el Có digo penal se recoge como trato degradante.
Dentro de la protecció n de la dignidad de la persona se le presta especial atenció n
a la violencia física o psíquica en el á mbito doméstico cuando esta es habitual.
La tortura es la forma de mayor gravedad entro de los delitos que atentan
contra la integridad moral. La conducta de los autores es aquí má s reprobable
porque se trata de autoridades o funcionarios pú blicos que abusan de su cargo en
la ejecució n de los hechos causando a las víctimas sufrimientos físicos, mentales, le
suprimen o disminuyen la capacidad de decisió n. De otra parte, teniendo en cuenta
quienes son los autores se eleva el riesgo de que sus conductas queden impunes.
También se castiga como delito el comisió n por omisió n, que comete la autoridad o
funcionario pú blico que, faltando a los deberes de su cargo, consiente que otros
comentan el delito.
En cuanto a la trata de seres humanos, las migraciones que se producen de
personas que viven en países donde hay pobreza, opresió n, guerras, etc., con
frecuencia son objeto de abusos graves en los países donde emigran. Los supuestos
má s frecuentes de violació n de los derechos humanos son la imposició n de trabajo
o servicio forzados, la esclavitud, mendicidad y explotació n sexual.
5.- Concurso
Dispone el pá rrafo primero del art. 173.2 “sin perjuicio de las penas que
pudieran corresponder a los delitos o faltas en que se hubieran concretado los
actos de violencia física o psíquica”.
Si el sujeto activo causa tras lesiones tipificadas como tales en otros
preceptos del C.p., ademá s de ejercer habitualmente violencia física o psíquica,
cabe el concurso de delitos del art. 177.
Con respecto a la reiteració n de faltas de lesiones, hay que tener en cuenta lo
que dispone el pá rrafo segundo del art. 147.1 del C.p..
El art. 147 castiga al “que por cualquier medio o procedimiento, causare a
otro una lesió n que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental”.
Apuntar que no en todo caso se requiere la existencia previa de una agresió n
corporal en la conducta del sujeto activo del delito, derivá ndose de ello una lesió n
en la salud mental. Ahora bien, en el art. 173.2 se castiga directamente la violencia
psíquica, sin que se exija una violencia física previa con consecuencias psíquicas
negativas.
6.- Habitualidad
Dispone el art. 173,3 que “para apreciar la habitualidad a que se refiere el
apartado anterior, se atenderá al nú mero de actos de violencia que resulten
acreditados, así como a la proximidad temporal de los mismos, con independencia
de que dicha violencia se haya ejercido sobre la misma o diferentes víctimas de las
comprendidas en este artículo, y de que los actos violentos hayan sido o no objeto
de enjuiciamiento en procesos anteriores”.
Pena: prisió n de seis meses a tres añ os, privació n del derecho a la tenencia y porte
de armas de dos a cinco añ os y, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al
interés del menos o incapaz, inhabilitació n especial para el ejercicio de la patria
potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de uno a cinco añ os, sin
perjuicio de las penas que pudieran corresponder a los delitos o faltas en que se
hubieran concretado los actos de violencia física o psíquica.
El bien jurídico es muy complejo, se progete, ademá s de la integridad
corporal y la salud física o psíquica, la dignidad de la persona en el á mbito
doméstico. Es un delito de peligro abstracto por lo que no es necesario la
producció n de ningú n resultado lesivo, ni puede apreciarse el agravante de
parentesco pues es inherente al mismo (art.67).
La incorporació n de la violencia psíquica trae consigo situaciones que
tendrá n serias dificultades para poder resolverse de forma satisfactoria, pues los
jueces no está n preparados para tratar cuestiones psicoló gicas. De otra parte, en
las lesiones constitutivas de falta no se hace referencia a la violencia psíquica. (arts.
617,1 y 617,2)
Tanto la jurisprudencia como parte de la doctrina consideran que para que se
dé la habitualidad es necesario la repetició n de tres hechos en un período de
tiempo no muy lejano. Este criterio está evolucionando y se considera suficiente la
reiteració n de conductas de contenido similar, en estos supuestos: dos conductas
homogéneas.
II. TORTURAS
Las torturas para conseguir el esclarecimiento de delitos e identificació n de
delincuentes es una realidad que sigue sin erradicarse, siendo practicada, con
mayor o menor gravedad, en todos los países. Los gobiernos se inhiben de
perseguir el uso de procedimientos ilegales de sus policías, incluso jueces y junto a
otros medios ilegales (controles telefó nicos, de correspondencia, chantaje, etc,.) se
permite la tortura. No cabe duda que con el uso de la violencia y otros medios
coercitivos es má s fá cil conseguir lo que desean aquellos que tienen el poder. Pese
a todo, son excepcionales las condenas por delitos de tortura.
Art. 15 de la C.E.: “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y
moral, sin que, en ningú n caso, puedan ser sometidos a torturas ni a penas o tratos
inhumanos o degradantes”.
El C.p, incorporó el delito de torturas en 1978, aunque no con esta
denominació n, pues contemplaba una serie de tipos agravados de otras
infracciones penales.
La convenció n contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes (ratificada por Españ a el 9/11/87) establece en su art. 1,1. “A los
efectos de la presente Convenció n, se entenderá por el término “tortura” todo acto
por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos
graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero
informació n o una confesió n, de castigarla por una acto que haya cometido, o se
sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o
por cualquier razó n basada en cualquier tipo de discriminació n, cuando dichos
dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario pú blico u otra persona en
el ejercicio de funciones pú blicas, a instigació n suya, o con su consentimiento o
aquiescencia...”.
4.- Concurso
Art. 177: “si en los delitos descritos en los artículos precedentes, ademá s del
atentado a la integridad moral, se produjere lesió n o dañ o a la vida, integridad
física, salud, libertad sexual o bienes de la víctima o de un tercero, se castigarían
los hechos separadamente con la pena que les corresponda por los delitos o faltas
cometidos, excepto cuando aquél ya se halle especialmente penado por la Ley”. Con
este ú ltimo inciso se pretende evitar la violació n del principio non bis in ídem
(castigar dos veces por los mismos hechos).
Dentro del concurso hay que tener en cuenta lo que dispone el art. 233 del CP
respecto a las “sanciones o privaciones indebidas” u otros rigores innecesarios. En
estos casos hay que entender que cuando supongan un atentado contra la
integridad moral es de aplicació n el art. 174.2 por ser ley preferente.
Se podría haber prescindido del art. 177 y resolverse todas las situaciones
que pudieran plantearse por las reglas generales del concurso. Por otro lado, no
cabe aplicar las reglas del delito continuado, que quedaría excluido segú n el art.
74.3 por tratarse de “ofensas a bienes eminentemente personales”.
b) La esclavitud
Por esclavitud, en el terreno laboral de acuerdo con la Decisió n marco, habría
que entenderla como el sometimiento incondicional de una persona a otra que la
explota desde el punto de vista econó mico como una simple mercancía. El sujeto
pierde su libertad quedando bajo el control de otro.
En el pá rrafo ú ltimo del art. 607 bis del CP, dentro de los delitos de lesa
humanidad, se recoge: “Por esclavitud se entenderá la situació n de la persona
sobre la que otro ejerce, incluso de hecho, todos o algunos de los atributos del
derecho de propiedad, como comprarla, venderla, prestarla o darla en trueque”.
Segú n el art. 1 del Convenio sobre la Esclavitud de 1926: “…se entiende que:
la esclavitud es el estado o condició n de un individuo sobre el cual se ejercitan los
atributos del derecho de propiedad o algunos de ellos”.
d) Mendicidad
Aparte del art. 177 bis,1,a), también se contempla la mendicidad en el art.
232. Se castiga la utilizació n de menores de edad o incapaces para la prá ctica de la
mendicidad agravá ndose la pena con prisió n de uno a cuatro añ os cuando se
empleare con ellos violencia o intimidació n, o se les suministrare sustancias
perjudiciales para la salud.
LECCIÓN 9
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUAL
Trata el Tit. VIII del Lib de los "Delitos contra la libertar e indemnidad
sexuales". Son 6 capítulos que se ocupan de las agresiones sexuales, acoso sexual
exhibicionismo y provocación sexual, delitos relativos a la prostitución, y a la
corrupción de menores y disposiciones comunes.
En la reforma de 2010 se incorpora un Cap II bis que reza bajo la rubrica
"de los abusos y agresiones sexuales a menores de trece años"
Termino indemnidad es difícil de interpretar con el se extiende la protección
de los delitos contra la libertad sexual a supuestos en los es dudoso este bien
jurídico.
El bien jurídico protegido en todos estos delitos es la e indemnidad sexual,
con alguna precisión.
También se protege la libertad en si pese a la rúbrica del Tit VIII " Delitos
contra la libertad e indemnidad sexuales.
I. AGRESIONES SEXUALES.
El tipo básico Se recoge en el art 178 de CP," que atentare contra la libertad
sexual de otra persona utilizando violencia o intimidación"
Pena: Prisió n de 1 a 5 añ os.
Nos encontramos con un precepto penal muy abierto donde a veces
resultará difícil interpretar que conductas comprende el tipo, provocando una
inseguridad jurídica.
Bien Jurídico: principalmente la libertad sexual, si bien también se protegen
facetas relacionadas con la dignidad e incluso la salud y la propia libertad en si.
Sujeto activo y pasivo: cualquier persona, con las excepciones del arts 179 y 180.
El sujeto pasivo ha de ser una persona viva ya que estas acciones no son
punibles con cadá veres.
La acción: consiste en atentar contra la libertad sexual de otro con violencia e
intimidació n. Para su realizació n es un elemento subjetivo caracterizado por la
finalidad lubrica que persigue el sujeto activo, este se presume en todo caso , de
lo que se desprende que es suficiente con el sujeto conozca que realiza un acto
sexual sin consentimiento del sujeto pasivo.
Se puede cometer por omisió n o comisió n siempre que exista un garante
que tenga el deber de impedir el delito.
Se requiere que la agresió n sea con violencia o intimidació n y haya una
relació n de estas con la conducta del sujeto. La jurisprudencia viene exigiendo
cierta resistencia u oposició n, aunque el derecho no obliga a los actos heroicos.
La intimidació n ha de ser de cierta entidad , aunque la reacció n de las personas
ante tal circunstancia es variable, lo esencial es que la víctima se doblegue a la
intimidació n de autor o autores.
El consentimiento, excluye la tipicidad no se comete agresió n cuando la otra
persona acepta la relació n, siempre que este sea vá lido. No es vá lido
consentimiento otorgado por menores de trece añ os.
Resulta las relaciones anteriores entre el autor y el consentimiento prestado
en otras ocasiones También es irrelevante la condició n del sujeto pasivo.
Respecto a las formas de ejecució n , el delito se consuma con la realizació n
de los actos que el sujeto lleva a cabo sobre el cuerpo de la víctima con fines
libidinosos , siendo innecesario que este consiga la satisfacció n o deseo sexual que
perseguía Es posible la tentativa, cuando inicia el contacto con el cuerpo de la
victima pero no consigue los contactos que pretendía por resistencia del sujeto
pasivo o intervenció n de terceros.
• Violación
Segú n art 179 " cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna
de las dos primeras vías, el responsable será castigado, como reo de violación" la
conducta ha de ser con violencia o intimidació n.
Pena: prisió n de 6 a 12 añ os.
Sujeto activo, en principio parece que solo puede ser el varó n para acceso carnal
y penetració n , la mujer puede ser sujeto activo como cooperadora en la
ejecució n de los hechos, y con la introducció n de corporales u objetos.
Sujeto pasivo, mujer, y varó n en los casos de penetració n anal y bucal. En los
supuestos de acceso carnales imaginable la posibilidad de que una mujer lo
cometa obligando al hombre. Por acceso carnal hay que entender la conjunció n
del miembro viril masculino a través de la vagina. Esto evita que el delito entre
mujeres.
Para la consumación es suficiente la penetració n parcial.
Respecto a los objetos, se limita a hacer referencia a objetos , sin
especificar lo que a efectos de este delito se entienden por tales.
Supuestos Agravados.
Se contemplan en el art 180.1" las anteriores conductas serán castigadas con
las penas de prisión de cinco a diez años para las agresiones del art 178, y de
doce a 15 para las del art 179, cuando ocurra alguna de las siguientes
circunstancias y que son:
1º Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter
particularmente degradante o vejatorio. Al hacerse referencia expresa a "
particularmente" , puede entenderse que se trata de supuestos muy cualificados,
como amordazar y golpear a la víctima, etc. Ha de suponer un exceso
degradante o vejatorio del que por sí ya conlleva toda violació n (DIEZ RIPOLLES).
2º Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más
personas. Para la consumació n del delito es suficiente con que uno de ellos
realice la conducta libidinosa sobre la víctima, pudiendo los otros actuar como
cooperadores en la ejecució n del delito.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia se han planteado la de considerar
coautor , y no cooperador necesario, al que no que ejecuta los hechos con su
cuerpo, haciéndolo a través de tercero, debido a que el bien jurídico protegido es
la autodeterminació n sexual y la no satisfacció n sexual.
El tipo básico
Se recoge en art 181.1, "que, sin violencia o intimidación y sin que medie
consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual
de otra persona"
Pena: Prisió n de 1 a 3 añ os o multa de 18 a 24 meses. El consentimiento valido
elimina la tipicidad.
La acción consiste en contactos con el cuerpo con fines libidinosos sin que
aquella sea consciente, como en el caso de masajista que realizan su funció n
abusando del otro. También se incluyen en la conducta atípica otras formas de
contacto sin que la victima lo espere y sin tiempo a reaccionar. Se trata de abusos
por sorpresa Cabe incluir en el tipo todas las conductas con finalidad libidinosa,
aun algunas con escasa entidad, por lo que tal vez para ciertos ataques debió
llevarse su castigo a un tipo constitutivo de falta. En este tipo de abusos sexuales
parece que el legislador es muy riguroso, así como la excesiva pena establecida.
Supuestos agravados
• Art 181.4 " en todos los casos anteriores cuando el abuso sexual consista en
acceso carnal por vía vaginal,anal o bucal o introducción de miembros corporales u
objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable sera castigado con la
pena de prisión de cuatro a diez años"
• Art 181.5" las penas señaladas en este articulo se impondrán en su mitad
superior si concurriese la circunstancia 3º o la 4º, de las previstas en el apartado 1
del art 180 de este código.
Supuestos Agravados.
Art 182.2 " cuando los actos consistan en acceso carnal por vía vaginal bucal o
anal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos
primeras vías"
Pena: prisió n de 2 a 6 añ os.
La pena se impondrá en su mitad superior si concurriera la circunstancia
3º, o la 4º, de las previstas en el art 180.1 de este có digo.
III ABUSOS Y AGRESIONES SEXUALES A MENORES DE TRECE
AÑOS
El cap. II bis del Lib II del CP figura bajo la rú brica "De los abusos y agresiones
sexuales a menores de trece añ os". Establece una serie de supuestos agravados
cuando la víctima es menor de 13. Se recoge un caso de agravació n para los
menores de 4 añ os. En realidad la agravació n se refiere, en la mayor parte de los
casos, a los supuestos tipificados en arts 178, 179 y 180.
Supuestos agravados
Art 183.4: " las conductas previas en los tres números anteriores serán
castigadas con la pena de prisión correspondiente en su mitad superior en los
siguientes casos:
a) Cuando el escaso desarrollo intelectual o físico de la victima la hubiera
colocado en una situación de total indefensión, y, en todo caso cuando sea menor de
cuatro años.
b) "Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más
personas"
c) Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter
particularmente degradante o vejatorio"
d)" Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de
una relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, por naturaleza o
adopción, o a afines , con la víctima.
e) " Cuando el autor haya puesto en peligro la vida del menor"
f) cuando la infracción se haya cometido en el seno de una organización o de
un grupo de criminales que se dedicaren a la realización de tales actividades".
En estos supuestos se contemplan en el art 183.5" en todos de los casos
previstos en este articulo, cuando el culpable se hubiera prevalido de su condición de
autoridad , agente de esta o funcionario público, se aplicará, además la pena de
inhabilitación absoluta de seis a doce años".
Se castiga en el art 183 bis " a través de Internet, del teléfono o de cualquier
otra tecnología de la informació n y la comunicació n contacte con un menor de
trece añ os y proponga concertar un encuentro con el mismo a fin de cometer
cualquiera de los delitos descritos en los arts 178 a 183 y 189, siempre que tal
propuesta se acompañ e de actos materiales encaminados al acercamiento".
El legislador busca la protecció n de los menores frente a las personas adultas
que a través de los medios indicados buscan la confianza de estos concertando
encuentros con la finalidad de conseguir actividades sexuales. Tal propuesta se
debe de acompañ ar de actos materiales encaminados al acercamiento.
Supuestos agravados
Art183 bis " las penas se impondrán en su mitad superior cuando el
acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño"
Tipo básico
Art 184.1 "el que solicitare favores de naturaleza sexual, para si o para un
tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios,
continuada o habitual, y con tal comportamiento provocare a la victima una
situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante, será castigado,
como autor de acoso sexual"
Pena: Prisió n de 3 a cinco añ os o multa de 6 a 10 meses.
Los requisitos que se exigen son:
a) Solicitar favores de naturaleza sexual. El tipo es muy abierto y puede ir
desde el beso hasta las relaciones sexuales.
b) La solicitud ha de llevarse a cabo en el á mbito de las relaciones laborales,
docentes o de prestació n de servicios. Tales relaciones no han de ser esporá dicas,
pues se exige que las mismas sean continuadas o habituales. La solicitud ha de
darse entre compañ eros, en nivel de puestos similares o distintos, siempre que el
sujeto activo no se encuentre en una situació n de prevalimiento, aunque cabe la
solicitud del inferior sobre el superior. No se cometerá este fuera de los supuestos
previstos.
c) El comportamiento de solicitud de favores de naturaleza sexual ha de
provocar en la victima una situació n objetiva y gravemente intimidatoria o
humillante. Para la perfecció n del delito es suficiente cualquiera de estas
situaciones, aunque pueden concurrir las tres.
Sera difícil precisar cuá ndo se da la situació n objetiva y gravemente
intimidatoria, sin olvidar que en tales situaciones podemos estar ante un delito de
amenazas condiciones de los arts 169.1 o 171.1.
Hostil equivale a desfavorable, incompatible y humillante a degradante.
El bien jurídico protegido es la libertad sexual.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera que se encuentre en la situació n
prevista en el texto legal, aunque también la posibilidad del acoso por el
subordinado.
Supuestos agravados
Art 184.3 " Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su
edad, enfermedad o situación"
Pena: Prisión 5 a 7 meses o multa de 10 a 14 meses en los supuestos previsto en
el apartado 1, y y de prisió n de seis meses a un añ o en los supuestos previsto en el
apartado 2 de este articulo.
Concurso: si la victima accede a la petició n podemos estar ante un delito de los
arts 178 o 179, abusos sexuales del 181.3, o bien ante amenazas condicionales de
los arts 169.1 o 171.1 castigá ndose por el delito que tenga pena má s grave, en
base a lo que dispone el art 8.4 , pues estamos ante un concurso de leyes.
2. Pornografía.
Art 186 a quien " por cualquier medio directo, vendiere, difundiere o exhibiere
material pornográfico entre menores de edad o incapaces".
Pena: Prisión de seis a u año o multa de 12 a 24 meses.
Pornográ fico es la reproducció n literaria o artística de contenido lubrico u
obsceno, que pretende reproducir vivencias reales en los sujetos que tienen a la
misma, que en este caso será n los menores de dieciocho añ os o incapaces.
También se incriminan la difusió n y venta.
Difundir equivale a divulgar o propagar y exhibir a mostrar.
El bien jurídico protegido es la libertad sexual.
Resulta difícil poder establecer una linea divisoria clara entre los supuestos
que resultarían tipificados en el có digo penal de otros que no lo son.
Supuestos agravados
a) Se castiga en el art 187.2 al " que realice las conductas descritas en el
apartado 1 de este artículo, siendo la victima menor de trece años.
Pena: prisión de cuatro a seis años.
b) Art 187.3, será n castigados quienes " realicen los hechos prevaliéndose de
su condición de autoridad, agente de esta o funcionario público".
Pena: prisió n de uno a cuatro añ os y multa de doce a veinticuatro meses en
su mitad superior e inhabilitació n absoluta de seis a doce añ os.
Es necesario que se actú e con prevalimiento de tal condició n, pues si actuara
como un particular o sin prevalerse de una condició n la conducta seria la descrita
en el art 187.1.
Concurso de delitos.
Art 187.5 " Las penas señaladas se impondrán en sus respectivos casos sin
perjuicio de las que correspondan por las infracciones contra la libertad o
indemnidad sexual cometidas sobre los menores e incapaces".
Supuestos agravados
a) Conductas realizadas sobre menores de edad o incapaces,
Art 188.2 " se realizaran sobre persona menor de edad o incapaz, para
iniciarla o mantenerla en una situación de prostitución".
Pena de cuatro a seis añ os
Concurso
Art 188.5 " Las penas señaladas se impondrán en sus respectivos casos sin
perjuicios de las que correspondan por las agresiones o abusos sexuales cometidos
sobre la persona prostituida".
Habrá concurso de delitos cuando los hechos den lugar a prostitución de una
parte y de otros abusos o agresiones sexuales.
Supuestos agravados
En art 189.3 " Serán castigados con la pena de prisión de cinco a nueve años los
que realicen los actos previstos en el apartado 1 de este articulo cuando concurra
alguna de las circunstancias siguientes:
a) cuando se utilicen niños menores de 13 años.
b) Cuando los hechos revistan un carácter particularmente degradante o
vejatorio.
c) Cuando los hechos revistan especial gravedad
d) Cuando el material pornográfico represente a niños o a incapaces que son
víctimas de violencia física o sexual.
e) Cuando el culpable perteneciere a una organización o asociación, incluso de
carácter transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades.
f) Cuando el responsable sea ascendiente, tutor, curador, guardador, maestro o
cualquier otra persona encargada, de hecho o de derecho del menor o incapaz"
10.Reincidencia internacional
Art 190 " La condena de un Juez o Tribunal extranjero, impuesta por delitos
comprendidos en este capítulo, será equiparada a las sentencias de los Jueces o
Tribunales españoles a los efectos de la aplicación de la circunstancia agravante de
reincidencia".
Segú n el art 23.4 LOPJ se estable que "será competente la jurisdicció n
españ ola para conocer de los hechos cometidos por españ oles o extranjeros fuera
del territorio nacional susceptibles de tipificarse, segú n la españ ola como alguno
de los siguientes delitos... e) los relativos a la prostitució n y los de corrupció n de
menores o incapaces".
VII DISPOSICIONES COMUNES A LOS DELITOS CONTRA LA
LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUAL.
El Tit VIII se cierra con un capitulo el VI, que figura bajo la rú brica"
Disposiciones comunes a los Capts anteriores.
1. Perseguibilidad.
De acuerdo art 191.1 " Para proceder por los delitos de agresiones acoso o
abusos sexuales, será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante
legal o querella del Ministerio Fiscal que actuara ponderando los legítimos intereses
en presencia. Cuando la víctima sea menor de edad o incapaz o una persona
desvalida, bastara la denuncia del Ministerio Fiscal".
No se incluyen dentro de estas condiciones de perseguibilidad los delitos de
exhibicionismo y provocació n sexual, ni los relativo a la prostitució n y a la
corrupció n de menores, que seguirá n el sistema general de Recrimina de denuncia
o querella.
6. Clausura de locales
Art 194" Cuando en la realización de los actos se utilizaren establecimientos o
locales, abiertos o no al público, podrá decretarse en la sentencia condenatoria su
clausura temporal o definitiva. La clausura temporal, que no podrá exceder de cinco
años, podrá adoptarse también con carácter cautelar."
Prescripción
Art 132.1 dice que los términos para computar los plazos de prescripció n "
en los delitos... contra la libertad e indemnidad sexuales.... cuando la víctima fuere
menor de edad.... se computaran desde el día que este haya alcanzado la mayoría
de edad, y si falleciere antes de alcanzarla, a partir de la fecha de fallecimiento"
{Apuntes Tema 10 elaborados por GermanSev}
LECCIÓN 10
LECCIÓN 11
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD Y LA INVIOLABILIDAD DEL
DOMICILIO.
Se ocupa el Título X del Libro II de los “Delitos contra la intimidad, el derecho a la
propia imagen y la inviolabilidad del domicilio”. Consta de dos capítulos, el primero
se ocupa del descubrimiento y revelación de secretos y el segundo del allanamiento
de morada, domicilio de personas jurídicas y establecimientos abiertos al público.
1. Secretos documentales.
Se castiga en el inciso primero art. 197.1 al «que, para descubrir los secretos o
vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles,
cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos
personales».
Pena: Prisió n de uno a cuatro añ os y multa de doce a veinticuatro meses.
El bien jurídico protegido, como se desprende del propio texto legal, es la
intimidad de las personas.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera; los menores e incapaces pueden
ser sujetos pasivos, como se verá más adelante.
La acción consiste en el apoderamiento de papeles, cartas, mensajes de correo
electró nico o cualesquiera otros documentos y efectos personales, siempre que se
haga con la finalidad de descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro. Esa
finalidad es un elemento subjetivo del injusto (HIGUERA GUIMERA).
Por secreto hay que entender el hecho que só lo conoce una persona, o un
círculo reducido de ellas, respecto al cual el afectado no desea, de acuerdo con sus
intereses, que sea conocido por terceros. Hay que relacionarlo con la intimidad o la
privacidad de las personas.
Se hace referencia a «vulnerar la intimidad de otro». La intimidad comprende
la zona íntima y reservada de una persona en el contexto moral y espiritual.
El texto legal hace referencia a que la conducta ha de llevarse a cabo sin el
consentimiento de la persona a la que se pretende descubrir sus secretos o
vulnerar su intimidad. Si el sujeto pasivo consiente la conducta es atípica.
También será atípico apoderarse de documentos que no contengan secreto alguno
respecto de su titular, aunque eventualmente los tengan de terceros, cuya
revelació n, no obstante, puede dar lugar a otro delito.
Só lo es posible la comisión dolosa, puesto que el sujeto se apodera de los
papeles con la intenció n de descubrir los secretos de otro o vulnerar su intimidad.
En ese momento se produce consumación del delito. Es posible la tentativa.
Cabe la causa de de justificación del cumplimiento de deber por parte de la
autoridad, pues la Ley autoriza al Juez a la detenció n de correspondencia privada,
apertura y examen de la misma a fin de obtener medios de prueba.
14. Perseguibilidad.
Dispone el art. 201 que «Para proceder por los delitos previstos en este capítulo
será necesaria denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. Cuando
aquélla sea menor de edad, incapaz o una persona desvalida. También podrá
denunciar el Ministerio Fiscal».
El delito se considerará pú blico, y por tanto perseguible de oficio, en los supuestos del
art. 198, es decir cuando el delito se cometa por autoridad o funcionario pú blico, así como
cuando «la comisión del delito afecte a los intereses generales o a una pluralidad de
personas» -art. 201.2-.
15. Perdón.
Dispone el art. 201.3 que: «El perdón del ofendido o de su representante legal, en
su caso, extingue la acción penal, sin perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo
del número 5º del apartado 1 del artículo 130».
Necesariamente el perdó n debe ser eficaz para dejar sin efecto tanto el procedimiento
como la pena impuesta. Sin embargo, con demasiada frecuencia se prestará al chantaje,
exigiendo una compensació n que estará relacionada con las posibilidades econó micas del
autor.
1. Allanamiento de morada.
Se castiga en el art. 202.1 el «particular que, sin habitar en ella, entrare en
morada ajena o se mantuviere en la misma, contra la voluntad de su morador».
Pena: Prisió n de seis meses a dos añ os.
No es uná nime el concepto de morada; en el Có digo no se define. En el art. 241
se hace referencia a casa habitada, concepto que no equivale a morada. Al tratarse
de usurpació n se hace menció n a vivienda que no constituya morada.
La doctrina no es pacífica en cuanto a concretar el bien jurídico protegido
(COBOS GÓ MEZ DE LINARES), que se mueve entre el derecho a la intimidad –
incluida la intimidad de la morada-, la libertad, y la dignidad de la persona. La
jurisprudencia en algú n caso dice que se «protege la paz del hogar».
Sujeto activo puede ser cualquier persona (que no habite en la misma). Sujeto
pasivo es quien ostenta el derecho a ocupar la morada, que puede ser el dueñ o de
la misma o un tercero que la tiene arrendada, cedida a título gratuito, etc.
En términos generales se puede decir que morada es el espacio donde se
habita, sea de modo permanente o circunstancial (HERNÁ NDEZ PLASENCIA). A
efectos penales morada será el lugar donde se habita de forma má s o menos
permanente, que puede ser una vivienda, el camarote de un barco, una caravana,
incluso una tienda de campañ a. La jurisprudencia por morada entiende «residencia
habitual», «vivienda», lugar donde habita una persona o familia, cualquier espacio
cerrado que sirve para realizar las actividades domésticas, de modo permanente o
accidental.
La acción consiste en una conducta activa: entrar en morada ajena, no
habitando en ella; o pasiva, negá ndose a salir una vez que la entrada ha sido
correcta, pero que invitado a abandonarla se niega. Ambas conductas se realizan
contra la voluntad del morador.
Só lo cabe la comisión dolosa, pues el sujeto ha de ser consciente de su entrada
en morada ajena que se encuentra habitada, o se mantiene en la misma contra la
voluntad de su morador.
La acció n ha de llevarse a cabo «contra la voluntad de su morador», por lo que el
consentimiento de éste excluye la tipicidad.
Cabe la causa de justificación de cumplimiento de un deber, estado de
necesidad (quien entra en un domicilio contra la voluntad de su dueñ o porque
alguien le persigue para darle muerte) e incluso algú n autor admite la legítima
defensa (RODRÍGUEZ DEVESA). En cuanto al cumplimiento de deber pese a que la
Constitució n declara la inviolabilidad del domicilio, a rengló n seguido establece las
excepciones de la entrada por autorizació n judicial o en caso de flagrante delito.
En cuanto a las formas de ejecución el delito queda consumado en el momento
en que se entra en la morada sin la voluntad de su morador, o el sujeto se niega a
abandonarla cuando es requerido para ello. Cabe la tentativa, que tendría lugar
cuando quien pretende entrar no lo consigue.
Supuestos agravados.
En el art. 202.2 se eleva la pena cuando «el hecho se ejecutare con violencia o
intimidación».
Pena: Prisió n de uno a cuatro añ os y multa de seis a doce meses.
En los supuestos en que el sujeto activo del delito entre en la morada utilizando
violencia o intimidació n, o se niega a abandonar la misma, cuando fuere requerido
para ello, haciendo igualmente uso de la violencia o intimidació n, se puede
plantear un concurso de leyes con el delito de coacciones. En este caso es de
aplicació n preferente el art. 202 por ser ley especial.
LECCIÓN 12
DELITOS CONTRA EL HONOR.
El Honor, reconocimiento personal y respeto personal y social son Bienes
jurídicos protegidos, mediante querella.
Los delitos de calumnias e injurias (la calumnias es un delito agravado de la injuria),
son los únicos delitos privados del Código Penal.
II. CALUMNIAS
1. CONCEPTO
Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o
temerario desprecio hacia la verdad.
La calumnia es una agravación respecto de la injuria y comporta un grave reproche
social, mientras que la injuria actúa como “tipo de recogida” respecto de la calumnia
(relación de subsidiaridad tacita) pero sin transcendencia social como la calumnia.
La injuria es el género y la calumnia la especie.
2. ELEMENTOS TIPICOS
La calumnia esta fuera del recurso de casación, podemos señalar como requisitos del
delito de calumnia:
- Imputación a una persona de un hecho delictivo: Mientras que en la
injuria la imputación no esta tipificada, en la calumnia si lo esta, porque la
imputación debe tener como contenido un delito. (si el hecho que se imputa es
constitutivo de falta no existirá delito de calumnia.
- La calumnia exige que el sujeto activo actúe con conocimiento de la
falsedad de la imputación o temerario desprecio hacia la verdad.
El legislador a la hora de describir el aspecto subjetivo del tipo, ha querido
considerar delictivas aquellas imputaciones realizadas con conocimiento de
su falsedad, pero también aquellas que se realizan con temerario desprecio
hacia la verdad.
No se tutela lo que se ha definido como “ceguera de los hechos” (la verdad
subjetiva para que sea relevante debe ser probada, no valen los criterios y
percepciones personales sin prueba).
3. CLASES
Con publicidad: Cuando se realicen por medio de la imprenta, radio fusión,
mediante divulgación pública con descalificaciones injuriosas o calumniosas que
lleguen al conocimiento del público en general dándole una difusión y repercusión
pública.
Sin publicidad: Se consideran así las manifestaciones realizadas en el ámbito
privado, que serán castigadas con pena multa.
Calumnias cometidas por precio, recompensa o promesa: Los Tribunales además
de las penas señaladas para los delitos de que se trate, la de inhabilitación especial
por tiempo de 6 meses a 2 años.
Esta circunstancia agravante requiere, actividad, culpabilidad y
antijuridicidad repudiada por la sociedad, en virtud de la inmoralidad y falta de
escrúpulo que se deja sentir ante la misma.
III. INJURIAS
En el delito de injurias está presente la doble vertiente del honor: estimación propia y
reputación social o fama.
Nuestro legislador ha optado por valorar el mecanismo de difusión: injurias con
publicidad y sin publicidad.
1. CONCEPTO.
Injuria es la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona
menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. Las injurias
pueden consistir en imputación de hechos o expresiones.
2. ELEMENTOS TIPICOS.
Elementos o requisitos básicos para la perfección del delito de injurias:
-Carácter objetivo u ontológico: La injuria puede consistir en la imputación de los
hechos o juicios de valor despectivos sobre el sujeto pasivo y en general toda acción
de menosprecio que muestre un carácter peyorativo o actitud e intención de
descredito que sea adecuada para lesionar el honor.
Existe la injuria por omisión, cuando la pasividad del sujeto tenga un significado
injurioso para la autoestima de otro.
3. CLASES.
Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y
circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves.
Las injurias que consistan en la imputación de los hechos no se consideran graves,
salvo cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario
desprecio hacia la verdad.
La injuria influye en la valoración que en el concepto público pueda tener la
expresión o repercusión social desfavorable para el ofendido.
Las injurias leves son constitutivas de falta (meramente cuantitativa), solamente
serán constitutivas de delito las injurias que por su naturaleza, efectos y
circunstancias, sean tenidos en el concepto publico por graves.
La cuestión de la gravedad de la injuria tiene carácter circunstancial, el Juez
debe valorar el significado del enjuriante de la acción o expresión atendiendo a las
“circunstancias personales de los implicados, la propia naturaleza de las expresiones,
los efectos y su alcance”.
La gravedad de la injuria es un elemento normativo que remite a la valoración
social.
4. EXCEPTIO VERITATIS.
En el delito de injurias, la exceptio veritatis tiene un alcance limitado, ya que lo
imputado, cuando constituye una opinión o un juicio de valor, no es susceptible de
prueba, ya que con independencia de la veracidad o no de lo imputado, se lesiona la
dignidad intrínseca de la persona.
El legislador solo ha estimado que el acusado de injuria quedara exento de
responsabilidad probando la verdad de las imputaciones cuando estas se dirijan a
funcionarios públicos sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos o
referidos a la comisión de faltas penales o de infracciones administrativas,
tratándose con ello de preservar el recto funcionamiento de la Administración
Pública.
1. RESPONSABILIDAD CIVIL
Será responsable civil solidaria la persona física o jurídica propietaria del medio
informativo a través del cual haya propagado la calumnia o injuria.
Las personas físicas o jurídicas relacionadas de algún modo con la actividad punible,
pueden resultar obligadas a las correspondientes indemnizaciones civiles
(responsabilidad civil) en beneficio de unos perjudicados totalmente inocentes.
Teoría del riesgo: aquellas entidades que obtuvieron algún beneficio derivado de la
actividad en la que a la postre se perpetro el delito, deban responder por el daño
causado. (se toma el valor del daño moral y el beneficio que haya tenido el causante
de la lesión como consecuencia de la misma, para calcular la cantidad
indemnizatoria).
3. REQUISITOS DE PROCEBILIDAD.
Nadie será penado por calumnia o injuria de oficio cuando la ofensa se dirija contra
funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre hechos concernientes al
ejercicio de sus cargos,
Nadie podrá deducir acciones de calumnia o injuria vertidas en juicio sin previa
licencia del Juez o Tribunal que de el conociere o hubiere conocido.
4. EXCUSA ABSOLUTORIA.
La exención de la pena tiene en este caso el efecto propio de una excusa absolutoria.
El perdón debe ser expreso y emitido antes de que se haya dictado sentencia.
6. PRESCRIPCION
Actualmente el plazo de prescripción para ambos delitos (injurias y calumnias) es de
5 años.
No prescribe el delito, sino el derecho a ejercer la acción penal.
{Apuntes Tema 13 elaborados por Vicecuellos}
LECCIÓN 13
DELITOS CONTRA LAS RELACIONES FAMILIARES.
El Tít. XII del Lib. II se divide en tres capítulos que tratan respectivamente de los
matrimonios ilegales; suposición de parto y de la alteración de la paternidad, estado
o condición del menor, y delitos contra los derechos familiares.
1. MATRIMONIOS ILEGALES.
Bien jurídico protegido: se protege el matrimonio, donde se origina la familia,
otorgando de esta forma protecció n penal al tipo de familia celebrada por el
matrimonio monó gamo que se disuelve só lo por muerte de uno de los có nyuges o
divorcio, aceptando pluralidad de formas de celebració n (civil y religiosa).
1.1. BIGAMIA.
La bigamia castiga en el art. 217 al que contrajere segundo o ulteior matrimonio, a
sabiendas de que subsiste legalmente el anterior.
Pena: Prisió n de seis meses a un añ o.
Sujeto activo: el contrayente que contrae un nuevo matrimonio sin estar
legalmente disuelto el anterior. Es un delito especial propio. Es necesaria la
concurrencia de dos personas, los contrayentes (má s una tercera, que es quien lo
celebra). La persona con la que se contrae el segundo matrimonio es un partícipe
necesario con responsabilidad penal si conoce la situació n legal de su pareja. En
este sentido se pueden presentar varias situaciones:
1) Que el otro contrayente lo sea de buena fe y desconozca el matrimonio
anterior. En este caso no tendrá responsabilidad.
2) Que conociera el anterior matrimonio y consienta. Entonces será
cooperador necesario.
3) Que el otro contrayente también esté casado sin disolució n del anterior
matrimonio. Será también delito de bigamia en calidad de autor (ojo, no de
coautor).
Sujeto pasivo: no está claro, aunque en principio sería la colectividad o
comunidad. La jurisprudencia también considera sujeto pasivo al contrayente de
buena fe.
Conducta típica: contraer el segundo o ulterior matrimonio sin estar legalmente
disuelto el anterior.
Cabe recordar que el matrimonio segú n el CC produce efectos civiles desde su
celebració n, efectos que subsisten hasta que se haya declarado su nulidad o
disuelto el vínculo legalmente por divorcio, muerte o declaració n de fallecimiento
de uno de los có nyuges.
Só lo admite el dolo directo porque el autor lo hace “a sabiendas”.
La consumación del delito se produce en la celebració n del segundo matrimonio
sin que sea necesaria la consumació n. Es delito de consumació n instantá nea con
efectos permanentes. Un delito de estado que se mantiene hasta que se declara la
nulidad. Cabe la tentativa.
LECCIÓN 14
HURTO.
{NOTA} Antes de iniciar el tema 14, según el manual (el cual se ubica dentro de la
lección 15 del libro) dedicado al hurto, me parece oportuno incluir el primer
apartado de la lección 15 en la cual se realizan unas consideraciones y disposiciones
comunes a los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico y
concretamente a los delitos de hurto y robo. Por tanto, el epígrafe I será de
aplicación para el mejor entendimiento de los temas 14 (hurto) y 15 (robo y
usurpación).
II. HURTO.
1. Tipo básico.
El tipo bá sico se recoge en el art. 234.1 CP donde se castiga con la pena de
prisió n de seis a dieciocho meses, si la cuantía de lo sustraído excede de 400 €, a
quien “con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su
dueño”.
Artículo 234.
“El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su
dueño será castigado, como reo de hurto, con la pena de prisión de seis a dieciocho
meses si la cuantía de lo sustraído excede de 400 euros.
Con la misma pena se castigará al que en el plazo de un año realice tres veces la
acción descrita en el apartado 1 del artículo 623 de este Código, siempre que el
montante acumulado de las infracciones sea superior al mínimo de la referida figura
del delito”.
c) Ánimo de lucro.
Es necesario la concurrencia de un elemento subjetivo del injusto, el
á nimo de lucro. É ste equivale a la intenció n de apropiarse de la cosa en beneficio
del sujeto activo o de un tercero.
2. Supuestos agravados.
En el art. 235 CP se recogen una serie de supuestos en los que se eleva la
pena de delito de hurto a prisió n de uno a tres añ os.
Artículo 235.
El hurto será castigado con la pena de prisión de uno a tres años:
1. Cuando se sustraigan cosas de valor artístico, histórico, cultural o científico.
2. Cuando se trate de cosas de primera necesidad o destinadas a un servicio
público, siempre que la sustracción ocasionare un grave quebranto a éste o
una situación de desabastecimiento.
3. Cuando revista especial gravedad, atendiendo al valor de los efectos
sustraídos, o se produjeren perjuicios de especial consideración.
4. Cuando ponga a la víctima o a su familia en grave situación económica o se
haya realizado abusando de las circunstancias personales de la víctima.
5. Cuando se utilice a menores de catorce años para la comisión del delito.
Artículo 236.
Será castigado con multa de tres a 12 meses el que, siendo dueño de una cosa
mueble o actuando con el consentimiento de éste, la sustrajere de quien la tenga
legítimamente en su poder, con perjuicio del mismo o de un tercero, siempre que el
valor de aquélla excediere de 400 euros.
El bien jurídico protegido en este caso es la legítima posesió n. El sujeto
activo es el dueñ o de la cosa si actú a directamente. Sujeto pasivo es la persona
que está en posesió n legítima de la cosa mueble con derecho a ser mantenido en su
estado posesorio frente al dueñ o.
Para que se dé el delito es necesario que exista perjuicio del tenedor de la
cosa o de un tercero, pues si no se da tal perjuicio la conducta será atípica.
LECCIÓN 15
ROBO Y USURPACIÓN
Robo con fuerza en las cosas: Concepto. Concepto de fuerza en las cosas.
Supuestos que agravan el delito de robo con fuerza en las cosas. Robo con
violencia o intimidació n. Extorsió n. Robo y hurto de uso de vehículos. Usurpació n.
1º) Escalamiento:
Por escalamiento hay que entender la entrada al lugar por vía distinta a la
normal, siempre que conlleve una conducta equiparable al robo con fuerza en las
cosas, por lo que no cometería robo, sino hurto, quien escale por una pared para
tomar un objeto que se encuentra en un balcón, pues no llega a entrar a ningún
lugar. A veces se dice que hay escalamiento cuando se entra a un
inmueble por vía insólita o desacostumbrada.
2º) Rompimiento de pared, techo o suelo, o fractura de puerta o ventana:
Se recogen aquí, desde el punto de vista de la realidad criminal, las diversas
formas que puede utilizar el autor del delito para llegar al lugar donde se
encuentra el objeto del mismo.
3) Supuestos agravados.
Se castiga en el art. 241.1 como delito de robo agravado los supuestos
en que «Concurra alguna de las circunstancias previstas en el artículo 235, o el
robo se cometa en casa habitada, edificio o local abiertos al público o en cualquiera
de sus dependencias».
Pena: Prisión de dos a cinco años.
Casa habitada.
La entrada en casa habitada para cometer un robo, en principio, no dará
lugar a allanamiento de morada.
Allí se busca tomar alguna cosa con á nimo de lucro; en el
allanamiento se persigue violar la seguridad e intimidad de las personas. Por
tanto, el robo en casa habitada no supone allanamiento, pero se tiene en cuenta el
lugar de comisió n, y de ahí que sea una modalidad agravada, lo mismo que en
los supuestos de edificios y locales abiertos al pú blico.
Se recoge en el apartado 3 del art. 241: «Se consideran dependencias de la
casa habitada o de edificio o local abiertos al público, sus patios, garajes y demás
departamentos o sitios cercados y contiguos al edificio y en comunicación
interior con él, y con el cual formen una unidad física».
Se precisa que haya comunicació n interna de las dependencias con el
resto del domicilio.
5) Supuestos atenuados.
Dispone el art. 242.4 que «en atención a la menor entidad de la
violencia o intimidación ejercidas y valorando además las restantes
circunstancias del hecho, podrá imponerse la pena inferior en grado a la prevista
en los apartados anteriores».
El injusto es menor que cuando la violencia o intimidació n es relevante.
En materia de concursos cabe la concurrencia de robo con
violencia o intimidació n con otros delitos, como homicidio, lesiones, etc. No
obstante, no cabe aquí el delito continuado, como ocurría en el hurto o robo con
fuerza en las cosas. Estos supuestos se excluyen, segú n el art. 74.3, por afectar a
bienes eminentemente personales.
3.- Extorsión.
Se castiga en el art. 243 al «que, con ánimo de lucro, obligare a otro,
con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en
perjuicio de su patrimonio o del de un tercero».
Pena: Prisión de uno a cinco años.
El bien jurídico protegido es la propiedad o cualquier otro derecho de contenido
econó mico. Se exige á nimo de lucro para el sujeto activo y perjuicio para el
patrimonio del sujeto pasivo. También se protege la libertad.
Sujeto activo puede ser cualquiera.
Sujeto pasivo es el titular del bien jurídico lesionado.
La acció n só lo puede recaer en quien tiene capacidad legal para realizar
actos en nombre propio o de tercero.
Consiste la acción en la conducta de obligar a otro, mediante
violencia o intimidació n, a realizar un negocio jurídico. Es un tipo penal específico
y anó malo, que podía haberse prescindido de él, al encajar estas conductas en
otros tipos del Có digo penal.
En la extorsió n la víctima ha de llevar a cabo un comportamiento
activo u omisivo, a diferencia de lo que sucede con el robo.
La consumación del delito se produce en el momento en que se realiza u
omite el acto o negocio jurídico, como consecuencia de la violencia o
intimidació n ejercida por el sujeto activo del delito.
Aunque se hace referencia a á nimo de lucro y ésta ha de ser la
finalidad, el delito se consuma con el acto jurídico, sin que sea necesario la
obtenció n de un beneficio para el autor, tratá ndose, pues, de un delito de
resultado cortado y consumació n anticipada.
Es posible la tentativa, que se daría tanto cuanto el sujeto activo no
consigue doblegar la voluntad de la víctima, como cuando el acto o negocio
jurídico resulta nulo por estampar la víctima una firma simulada en cualquier
documento, o porque el contenido de éste (que daría lugar al acto o negocio
jurídico) se hace de forma tan burda que no surte los efectos pretendidos por el
autor.
Concurso.
Dispone el inciso ú ltimo del art. 243 «sin perjuicio de las que
pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados».
El texto pone de manifiesto la posibilidad de que la extorsió n pueda
concurrir un concurso real o ideal con otro delito, como consecuencia de la
violencia ejercida, aunque también puede darse concurso con otros, como el de
detenciones ilegales.
Con respecto a las amenazas y coacciones, la extorsió n es delito de
aplicació n preferente por ser ley especial. De otra parte, en la extorsió n se dan
una serie de requisitos que no son propios de las coacciones, como es el
á nimo de lucro, no a través del apoderamiento de bienes muebles, como en el
robo, sino de un acto o negocio jurídico.
En las coacciones se ataca la libertad; en la extorsió n el patrimonio,
aunque se utilice violencia o intimidació n.
5.- Usurpación.
1) Usurpación violenta de bienes inmuebles.
Se castiga en el art. 245.1 «al que con violencia o intimidación en las
personas ocupare una cosa inmueble o usurpare un derecho real inmobiliario de
pertenencia ajena».
Pena: Ademá s de las penas en que incurriere por las violencias ejercidas, la pena
de prisió n de uno a dos añ os, que se fijará teniendo en cuenta la utilidad
obtenida y el dañ o causado.
El bien jurídico protegido es el derecho de todo propietario a disponer, usar
o disfrutar de un bien inmueble o un derecho real sobre el mismo.
Sujeto activo puede ser cualquiera, con la excepció n del titular del inmueble
o derecho real.
Ocupar equivale a tomar directamente una cosa, mediante un acto físico.
Usurpar equivale a quitar a alguno lo que le pertenece, en este caso un
inmueble o un derecho real.
Es necesario que la ocupació n del inmueble o la usurpació n de un
derecho real inmobiliario ajeno se realicen con violencia o intimidació n, pues en
otro caso estaremos ante una cuestió n que debe resolverse en vía civil y no penal.
Só lo son posibles las conductas dolosas, con dolo directo, pues los
hechos se realizan mediante violencia o intimidació n. No obstante, cabe el
error al estimar el sujeto activo que está ejercitando un derecho.
La consumación del delito se produce en el momento de la ocupació n del
inmueble o usurpació n del derecho real. Ha de tratarse de una ocupació n que se
pretende sea definitiva; el sujeto activo del delito quiere incorporar a su
patrimonio el bien o derecho real.
2) Concurso.
Dispone el art. 245.1 que ademá s de la pena por el delito de
usurpació n se impondrá n las que correspondan «por las violencias ejercidas».
Cabe, por tanto, un concurso de delitos con el de lesiones, homicidio, etc. No cabe
concurso con un delito de amenazas, pues el texto exige que la acció n se lleve a
cabo con violencia.
LECCIÓN 16
DEFRAUDACIONES
I. ESTAFA
El bien jurídico protegido es el patrimonio ajeno, pues el delito de estafa no
solo lesiona o pone en peligro la propiedad, sino que puede y suele afectar a otros
valores patrimoniales como la posesió n, el derecho de crédito e incluso las
expectativas.
b) Penalidad
Dispone el inciso primero del art. 249 que. «Los reos de estafa será n
castigados con la pena de prisió n de seis meses a tres añ os, si la cuantía de lo
defraudado excediere de 400 euros. Para la fijació n de la pena se tendrá en cuneta
el importe de lo defraudado, el quebranto econó mico causado al perjudicado, las
relaciones entre éste y el defraudador, los medios empleados por éste y cuantas
otras circunstancias sirvan para valorar la gravedad de la infracció n».
Para que se de el tipo penal de la estafa, la cuantía de lo defraudado debe
superar los 400 €. En caso de inferior cuantía estaremos ante la falta del art.
623.4 CP.
Para la fijación de la pena el Juez deberá tener en cuenta los siguientes
aspectos:
- El importe de lo defraudado
- El quebranto econó mico causado al perjudicado
- Las relaciones entre la víctima y el defraudador
- Los medios empleados por el defraudador
- Y cualesquiera otras circunstancias que sirvan para valorar la gravedad de
la infracció n
c) Elementos o requisitos.
El delito de estafa exige una acció n engañ osa precedente o concurrente, que
viene a ser su “ratio essendi”, realizada por el sujeto activo con el fin de
enriquecerse él mismo o un tercero (á nimo de lucro); que la acció n sea adecuada,
eficaz y suficiente para provocar un error esencial en el sujeto pasivo; que en
virtud del error este sujeto pasivo realice un acto de disposició n o desplazamiento
patrimonial que cause aun perjuicio a él mismo a un tercero y que exista relació n
de causalidad entre el engañ o de una parte y el acto dispositivo y perjuicio de otra
(STS).
Como elementos configuradores del delito de estafa hay que enumerar:
(1) Engaño: Se considera engañ o cualquier representació n distinta de la
realidad, a modo de simulació n o disimulació n capaz de inducir a error.
La maquinació n engañ osa se construye sobre la aportació n de datos o
elementos no existentes, pero es posible también que consista en la ocultació n de
datos que deberían de haberse comunicado.
La conducta engañ osa puede consistir tanto en una acció n como en una
omisió n. La omisió n resulta punible en aquellos casos en que el deber de veracidad
deriva de determinadas relaciones, normalmente contractuales, en que existe una
posició n equiparable a la de garante.
El engañ o puede ser explícito o implícito:
- explícito: cuando se organiza un plan o proceso de seducció n para hacer
creer a alguien que lo que no se ajusta a la realidad es la verdad.
- Implícito: cuando se deja de comunicar algo o se oculta a fin de que crea lo
que realmente no es cierto; la persona es llevada a error.
3. Supuestos agravados
En el art. 250.1 y 2 se contemplan supuestos de agravació n, cuando
concurran una o má s circunstancias de las previstas en el apartado 1. Dispone el
art. 250.1 que «el delito de estafa será castigado con las penas de prisió n de un
añ o a seis añ os y multa de seis a doce meses, cuando:
4. Estafas especiales
En el art. 251 se recogen los siguientes supuestos de estafa, con pena de
prisió n de uno a cuatro añ os.
a) a «quien atribuyéndose falsamente sobre una cosa mueble o inmueble
facultad de disposición de la que carece, bien por no haberla tenido nunca, bien por
haberla ya ejercitado, la enajenare, gravare o arrendare a otro, en perjuicio de éste o
de tercero».
1. Tipo básico
Dispone al art. 252. «Será n castigados... los que e perjuicio de otro se
apropiaren o distrajeren dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o
activo patrimonial que hayan recibido en depó sito, comisió n o administració n, o
por otro título que produzca obligació n de entregarlos o devolverlos, o negaren
haberlos recibido, cuando la cuantía de lo apropiado excede de 400 euros...».
Pena: La establecida en los arts. 249 y 250; prisió n de seis meses a tres añ os
para el art. 249, y prisió n de uno a seis añ os y multa de seis a doce meses, o bien
prisió n de cuatro a ocho añ os y multa de doce a veinticuatro meses para el art. 250,
en su caso. Dicha pena se impondrá en su mitad superior en el caso de depó sito
necesario o miserable. Hay que tener en cuenta lo que dispone el art. 438.
La redacció n de la figura del delito de apropiació n indebida, parece entender
la apropiació n como un simple hacer suyo, distinguiéndolo del sustraer que implica
una acció n positiva de obtener lo que antes no era suyo, característica del hurto o
el robo.
Elementos
Dentro del concepto de la apropiació n hay dos elementos: a) los actos
materiales realizados por el sujeto y dirigidos a la incorporació n de la cosa a su
patrimonio y b) un estado de á nimo que consiste en la intenció n del sujeto de
hacer la cosa suya. Sin la concurrencia de ambos elementos no hay posibilidad de
apropiació n
1°) Haber recibido dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o
activo patrimonial.
Así como en el hurto la conducta consumativa consiste en que el sujeto se
apodera de la cosa sustrayéndola y en la estafa se obtiene mediante engañ os, la
apropiació n indebida se cualifica por el hecho de que el autor se apropia de una
cosa cuya posesió n tenía legítimamente.
1. Tipo básico
Se castiga en el art. 255 al «que cometiere defraudació n por valor superior a
400 euros, utilizando energía eléctrica, gas, agua, telecomunicaciones u otro
elemento, energía o fluido ajenos...», utilizando los medios que se verá n má s
adelante.
Pena: Multa de tres a 12 meses.
LECCIÓN 17
INSOLVENCIAS PUNIBLES
En el alzamiento de bienes el autor del delito hace desaparecer u oculta todos o parte de sus
bienes para quedar en situació n de insolvencia total o parcial frente a sus acreedores. Reviste otras
formas: dilatar o impedir un embargo, procedimiento ejecutivo o de apremio, eludir obligaciones
civiles o derivadas de hechos delictivos, etc.
En el concurso punible se protege el derecho de los acreedores. En la alteració n de precios en
concursos y subastas pú blicas se pretende evitar la participació n de competidores para conseguir la
adjudicació n en condiciones ventajosas. Se utilizan amenazas, dá divas, promesas o cualquier otro
procedimiento. También se contemplan los supuestos en los que se solicita dá diva o promesa para
no participar, así como los acuerdos a los que llegan los participantes para alterar el precio del
remate.
Para el Derecho penal lo que importa es la insolvencia, total o parcial, a la que ha llegado el
deudor voluntariamente o ha agravado la situació n de crisis econó mica para perjudicar a los
acreedores. El Derecho penal no puede castigar por simples deudas, pues en nuestro Ordenamiento
está proscrita la prisió n por deudas.
LECCIÓN 18
DAÑOS
Supuestos agravados
Se incrementa la pena si los dañ os se causan en alguno de los siguientes
supuestos:
1º) Que se realicen para impedir el libre ejercicio de la autoridad o como
consecuencia de acciones ejecutadas en el ejercicio de sus funciones, bien se
cometiere el delito contra funcionarios pú blicos, bien contra particulares que,
como testigos o de cualquier otra manera, hayan contribuido o puedan contribuir a
la ejecució n o aplicació n de las Leyes o disposiciones generales. (redacció n
desafortunada, ya que parece entenderse que el dañ o ha de ser contra la persona, cuando en
realidad ha de ser contra el bien de su propiedad).
2º) Que se cause por cualquier medio infecció n o contagio de ganado.
(Entendemos ganado como aquel animal que se cría para su comercializació n, excluyéndose aves,
peces y animales “salvajes”).
3º) Que se empleen sustancias venenosas o corrosivas.
4º) Que afecten a bienes de dominio o uso pú blico comunal. (edificios pú blicos,
autobuses urbanos, mobiliario urbano, carreteras, etc.).
5º) Que arruinen al perjudicado o se le coloque en grave situació n econó mica.
Se requiere un elemento subjetivo de lo injusto, que es el causar el dañ o con la
finalidad de arruinar o dejar en grave situació n al sujeto pasivo. (Pena: prisió n de uno
a tres añ os, y multa de doce a veinticuatro meses).