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Se diferencia del autismo infantil temprano descrito por Kanner y de otras formas menos
específicas en que en el trastorno de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del
lenguaje, no existiendo una perturbación clínicamente significativa en su adquisición. No
hay retardo, por ejemplo en la edad de aparición de las primeras palabras y frases, aunque
pueden existir particularidades cualitativas (por ejemplo gramaticales) que llamen la
atención, así como una preservación generalizada de la inteligencia.
Este trastorno, que se considera congénito y no curable, puede ser detectado a partir del
cuarto año de vida. (Hans Asperger: Die „Autistischen Psychopathen“ im Kindesalter, p.)
Desde la primera descripción del síndrome, Hans Asperger notó la semejanza que existía
entre los niños afectados y sus padres. Desde entonces se ha reconocido el carácter
genético de la condición, aunque se desconocen los mecanismos básicos. Aunque aún no
se ha identificado ningún gen específico responsable, se cree que hay múltiples factores
que desempeñan un papel en la expresión génica del autismo, dada la variabilidad
genética observada en los niños con SA. Se ha observado una alta incidencia de síntomas
similares a los del SA, aunque más atenuados, entre familiares de personas diagnosticadas
con Asperger. Aquí se incluirían dificultades leves en la interacción social, el lenguaje o la
lectura. La mayoría de las investigaciones sugieren que todos los trastornos del espectro
autista comparten los mismos mecanismos genéticos, pero en el caso del SA, este
componente genético puede ser mayor. Probablemente existe un grupo común de genes
en los que determinados alelos predisponen a una vulnerabilidad individual para
desarrollar el SA. Si este fuera el caso, cada combinación concreta de estos alelos podría
determinar la gravedad de los síntomas en cada caso.
Se han asociado algunos casos de trastornos del espectro autista con una exposición a
agentes teratógenos (agentes que provocan enfermedades congénitas) durante las ocho
primeras semanas de gestación. Aunque esto no excluye la posibilidad de que los
trastornos del espectro autista puedan comenzar más adelante, existen evidencias firmes
de que el síndrome hace su aparición en fases tempranas del desarrollo. Se ha
hipotetizado la influencia de muchos factores ambientales tras el nacimiento, pero
ninguna investigación científica ha podido confirmar estas hipótesis.
Por los datos obtenidos es muy probable que se trate de una condición poligénica, en la
cual la posesión de los alelos menos favorecidos de un conjunto de genes funcionalmente
relacionados llevaría a la expresión del síndrome. Los genes probablemente involucrados
están asociados con la neurotransmisión monoaminérgica en la región prefrontal y/o las
proteínas de "andamiaje sináptico" asociadas a la constitución de circuitos estables
durante el proceso del desarrollo neural (como la neurexina). Justamente el carácter
poligénico explicaría tanto su variabilidad clínica (lo que se ha dado en llamar el "espectro
Asperger") como la comorbilidad frecuente con el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad, el síndrome de Tourette, el trastorno obsesivo compulsivo y,
probablemente, el trastorno bipolar.
Los estudios neuroanatómicos y las asociaciones con los teratógenos indican firmemente
que existe una alteración del desarrollo cerebral que tiene lugar poco después de la
concepción.69 Una migración anormal de las células embrionarias durante el desarrollo
fetal puede afectar a la estructura final del cerebro, así como a su conectividad. El
resultado es una alteración en los circuitos neuronales que controlan el pensamiento y la
conducta.73 Existen diversas teorías que tratan de explicar el mecanismo por el que
tienen lugar estos procesos, pero ninguna de ellas es capaz de ofrecer una explicación
completa.74
La imagen por resonancia magnética funcional proporciona algunas pruebas que apoyan
tanto la teoría de la baja conectividad, como la teoría de las neuronas especulares.75 76
Etiología
Los factores genéticos se conocen como la primera causa para explicar el síndrome de
Asperger.
Ha sido un hallazgo común que generalmente uno de los padres muestra pocas o muchas
características del trastorno.
Las personas diagnosticadas con A.S. A menudo tienen familiares que muestran altos
porcentajes de depresión, sugiriendo que existe un factor genético. (Bauer,1999).
Los factores genéticos del A.S. Son más comunes si se compara con los factores genéticos
relacionados con el autismo.
Factores biológicos:
En ambos casos, autismo y A.S., Presentan ciertas áreas del cerebro que están poco
desarrolladas.
Los estudios realizados sobre daño cerebral no han mostrado un modelo consistente
(Edelson,1996).