Está en la página 1de 137

de lo en la

r r a
CONTEMPORÁNEA
Investigación ganadora del Concurso Distrital
ele Investigación en Arte Dramático 20 70:
Sandra Camacho [Coordinadora],
Carlos lozano y Pedro Rozo.
Marina lamus [Tutora] Corporación
Luna Alternativas Culturales

El E de
DR ATU R TANA
Concurso istrital de
r a. turg1 2 11
Quemado. Erik Leyton Arias* Érase una vez 1..ma
guerra. Gustavo Salcedo Hernánclez * Tribula-
ciones de un autor desconcertado o la saga del
espejo constante. José Assad Cuéllar

*
Te otro en Estudio
Colección Arte Dramático IDARTES
INSTITUTO DISTRITAL DE LAS ARTES - !DARTES

Teatro en Estudio- Colección Arte Dramático IDARTES


Investigación en arte dramático & Dramaturgia bogotana

Con la creación del Instituto Distrital de las Artes- IDARTES, entidad ads- Podemos afirmar que en Bogotá se ha afianzado un movimiento teatral que
crita a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía Mayor de cuenta con un reconocimiento nacional e internacional, que ha convertido la
Bogotá, se abre un espacio permanente en la ciudad para el fortalecimiento de ciudad en la capital del arte dramático y un punto de referencia obligado en el
las prácticas artísticas y el fomento a la creación, la experimentación, la memo- itinerario escénico del continente.
ria, las innovaciones y la interdisciplinariedad en las artes.
En la obra que hoy dejamos en manos de los habitantes de la ciudad, el lector
Mediante la ejecución de políticas, planes, programas y proyectos, el podrá conocer y tener la oportunidad de controvertir el análisis presentado bajo el
IDARTES garantiza el ejercicio efectivo de los derechos culturales de los y las título "La construcción de lo urbano en la dramaturgia bogotana contemporánea",
habitantes de la ciudad, en lo re~acionado con la formación, creación, investi- ganador del Concurso Distrital de Investigación en Arte Dramático de 201 O, elabo-
gación, circulación y apropiación de las áreas artísticas de literatura, artes plás- rado por Sandra Camacho López (coordinadora), Carlos Enrique Lozano y Pedro Mi-
ticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música. guel Rozo, con la participación de Marina Lamus Obregón como tutora del trabajo
investigativo. Y podrá disfrutar de la obra ganadora del Concurso Distrital de Dra-
Uno de los programas a través de los cuales se circulan las obras artísticas maturgia 2011, "Quemado" de Erik Leyton Arias; y las finalistas "Érase una vez una
así como el conocimiento resultante de las diversas investigaciones realizadas guerra" de Gustavo Salcedo Hernández y "Tribulaciones de un autor desconcertado
por cada sector artístico, es la línea de publicaciones deiiDARTES. o la Saga del espejo constante" de José Assad Cuéllar.

En esta línea de publicaciones se encuentran las diversas ediciones Estos trabajos permitirán acercarnos a una ciudad que revela, a través de
resultantes de las investigaciones del sector artístico bogotano, las colecciones obras teatrales, sus transformaciones sociales y humanas, y que brinda el espacio
generadas en cada área artística con los premios de los concursos distritales, para la creación en medio de su frenético movimiento y propone una lectura
las revistas y catálogos de los diversos eventos organizados y fomentados por simbólica y cotidiana de miles de personajes y situaciones que fácilmente con-
IDARTES y la divulgación de la literatura a través del programa "Libros al viento". vierten la ciudad en un gran escenario teatral.

Con la publicación de resultados de investigación sobre procesos artísticos


en el área de arte dramático, se pretende dar a conocer las técnicas, metodolo- SANTIAGO TRUJILLO ESCOBAR
gías de montajes y puestas en escena a la vez que promocionar la producción Director General- Instituto Distritalde las Artes IDARTES
dramática de las agrupaciones teatrales de la ciudad permitiendo a artistas y
a la ciudadanía en general, apreciar los diferentes factores que intervienen
en los procesos creativos.
Introducción 11

Introducción

Nuestro propósito ha sido el de estudiar la composición de la ciudad como


configuración de lo urbano en cuatro piezas de la dramaturgia bogotana con-
temporánea: Nada, de Tania Cárdenas, Como la lluvia Q.D__EI lago, de Erik Le-
~
yton, Montallantas, de Rodrigo Rodríguez, y-ttV7entre de la ballena, de Fabio
Rubiano. Actualmente hay en Bogotá un número significativo de dramaturgos
activos, entre los cuales tienen una presencia importante los cuatro autores men-
cionados. Ellos han obtenido con las obras citadas reconocimientos nacionales
e internacionales de renombre. Nada fue publicada en el año 2000 dentro de la
Colección de Teatro Americano Actual (N° 4) de la Casa de América en Madrid,
España; Montallantas fue galardonada con el Premio Nacional de Dramaturgia
del Ministerio de Cultura, 1996; El vientre de la ballena se estrenó en 2006 en
una coproducción con el teatro Mlandinsko de Eslovenia, en el marco del X
Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, y Como la lluvia en el lago obtuvo
el primer premio en el XVIII Concurso de Textos Teatrales para Jóvenes Autores
"Marqués de Bradomín", 2003, en España 1 •

Las obras que nos ocupan, si bien se han dado a conocer en el sector tea-
tral, aún no han sido objeto de investigación formal. Esto ha obstaculizado la
incorporación a la cultura teatral bogotana de gran parte de sus aportes. Tanto
la comunidad académica como los creadores del arte dramático en la ciudad se
verían beneficiados si se contara con un mayor número de estudios sobre la con-
temporaneidad teatral pues solo a través de la reflexión teórica sobre la práctica
artística es posible construir memoria, desarrollo y patrimonio.

1 Hasta lo fecho, Leyton es el único autor extranjero que ha ganado este


prestigioso golordon.
(13)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporóneo
Introducción 11

El teatro es una de las expresiones artísticas por medio de las cuales una ni la literatura con la ficción: no es una la que propicia la existencia ni la identificación
sociedad construye su identidad grupal y cultural: consideramos por lo tanto que de la otra 3 • La ficción es realmente creada a partir de unas convenciones sociales
una mirada a la ciudad desde el drama capitalino contemporáneo puede ayudar que se han aprendido desde la infancia. Es por esta razón que cuando una obra
con seguridad a comprender referentes, mitologías y sentidos de pertenencia literaria, sea esta teatro, novela o cuento, rompe con los límites de la ficción (bien
que se han creado en torno a Bogotá y que, como ciudadanos, nos definen sin sea porque trae tal cual la realidad a la ficción o porque instala a esta última en un
que seamos del todo conscientes de ello. El análisis de estos autores, dado que nivel realista), el problema n·o es estructural sino de alteración de una convención.
se trata de escritores activos, se torna así aún más pertinente, pues es desde la
dramaturgia contemporánea, y no de otras épocas, que resulta posible hablar de En este sentido, la pregunta sobre las ciudades reales y las ciudades ficcio-
la Bogotá de hoy. nales de las cuatro obras que acá se consideran estaría más bien encaminada a
permitirnos descubrir unos universos de ficción que pueden o no corresponderse
Para entender mejor la intención que perseguimos con la presente investi- con los imaginarios que compartimos, y que construyen el universo real urbano
gación, traemos aquí !a siguiente afirmación del arquitecto e historiador argenti- de Bogotá. De hecho, esta dramaturgia, más que describir una ciudad determi-
no Norberto Feal: "la imaginación urbana coloca a la ciudad en el centro mismo nada, pone en juego unos referentes sobre lo urbano que instalan el lugar de
de la producción histórica al mismo tiempo que modela el territorio, construye sus historias en un contexto citadino y en permanente transformación. Es por
la realidad, da significado a lo territorial, a lo planetario" 2 • En efecto, al hacer esta razón que nos ha parecido crucial adelantar la presente investigación. Para
el recorrido por las ciudades ficcionales de las obras en estudio corroboramos Schaeffer, el hecho de que el arte esté estrechamente ligado a la realidad es lo
que la ciudad es el espacio por excelencia para la creación cultural del hombre. que hace que su evolución vaya de la mano con la evolución histórica del hom-
Comparamos los referentes reales con los diferentes imaginarios de los autores bre. A través de la creación dramatúrgica bogotana contemporánea, entonces,
en torno a lo urbano para entender las transformaciones que sufren los objetos, es posible dar cuenta de las transformaciones sociales y humanas de nuestra
los espacios, el tiempo, los personajes y los textos en el escenario de cada una de ciudad y nuestra época.
las piezas. Esas distancias entre lo real y lo ficcional construyen en la dramatur-
gia bogotana examinada el dispositivo relacional entre el autor y el lector-espec- En ese orden de ideas, los análisis que aquí se hacen corresponden tam-
tador, entre ese mundo real en el que se encuentran estos últimos y el universo bién a las propias vivencias de quienes llevamos a cabo esta investigación (pues
ficcional que se crea en la escritura de aquel. también habitamos actualmente en Bogotá). En las reflexiones recogidas en el li-
bro anteriormente citado, Schaeffer asegura que la ficción, entendida como una
Para este caso, en el que se intenta comprender el proceso de composi- especie de contrato social (de acuerdos, de convenciones, como ya se ha dicho),
ción de lo urbano en los textos teatrales, nos parece pertinente hacer referencia establece un marco común para la lectura de una obra artística. Esta posibili-
al concepto de ficción que plantea el filósofo francés Jean~Marie Schaeffer. Este dad contractual surge de mecanismos psicológicos aprendidos desde la infancia
autor sostiene que la ficción no necesariamente tiene que ver con la literatura, (en la cual los roles se crean a partir de la imitación de los adultos). Podríamos

2 Feol, Norberto. "Lo ficcionolizoci6n del t,zrritorio'', en Bifurcaciones No 4, 3 Schoeffer, Jeon-Morie. ¿Por qué la ficción?, Madrid Ediciones Lengua de
primavera de 2005: www.bifurcocior.es.ci/004/Feol.htm
Tropo, 2002.

(14)
(15)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo E¡¡tretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional JI

concluir entonces que en la lectura que aquí hacemos de las obras analizadas do en otras vías de acceso al texto dramático, quizá más corrientes, por ejemplo:
se desentrañan los referentes invocados por los autores (a partir de las realida- ei personaje, la acción dramática, la fábula o el conflicto.
des plasmadas en sus creaciones), pero esto se hace desde los referentes de los
lectores, es decir, de los investigadores que realizamos elanálisis. Así pues, las Los dispositivos ficcionales que se construyen en esta dramaturgia ponen al
convenciones que descubramos en la ficción darán cuenta en cierta medida de lector y al espectador en relación, a través de las convenciones de las que habla
las convenciones presentes en nuestra propia lectura de la Bogotá actual. Schaeffer, y permiten comprender la manera como se construye el conjunto de
lo urbano en esta dramaturgia bogotana. Con las premisas expuestas hasta aquí
El proceso de estudio de las cuatro obras estuvo dividido en tres etapas. damos paso a las posibi 1idades ficcionales y reales de las obras anal izadas.
En cada una de ellas se auscultó, desde diferentes puntos de vista, la presencia
de lo urbano, no solo como espacio físico concreto sino como dimensión que
determina valores, patrones de conducta, relaciones de personajes, etc. 4 • Las tres
etapas concluyeron en una organización de los hallazgos de la investigación en
*
torno a sendos temas principales: el entrecruzamiento entre lo real y la ficción;
las estrategias autorales en la composición de lo urbano; y el punto de relación
entre el universo urbano exterior e interior, esto es, la violencia. Entretejidos de lo ciudad real
A través de dichos análisis e interpretaciones, abordamos la manera como y lo ciudad ficcionol
lo urbano ha sido compuesto, organizado y desarrollado en cada una de las
cuatro obras. Se encontraron también unos denominadores comunes entre las
piezas, que nos permitieron comparar y contrastar las diferentes aproximaciones
de cada autor a la construcción de la ciudad en sus dramas. Este esfuerzo hizo
posible establecer las diferentes visiones que rigen estas ciudades ficcionales
La ciudad es ese espacio llamado urbano en el que la modernidad ancla
para determinar la relación que tienen con la Bogotá que habitan sus autores.
su desarrollo socio-económico y lo transforma continuamente. Es ese lugar en
el que los hombres crean sus relaciones, de igual a igual o bien en términos
Realizar una investigación como ésta, asumiendo el espacio como eje me-
de jerarquía, y en el que seguir las normas o desobedecerlas determina la co-
dular del proceso de análisis en la dramaturgia, nos permitió explorar un camino
nexión del individuo con el conglomerado social. En contraste con estas pre-
tan fructífero y provechoso para la reflexión teatral como el que se ha encontra-
misas, decir urbano es también apelar a una paleta de imaginarios diferentes:
-inmensidad, oportunidades, supervivencia, rebúsque, indiferencia, vida noc-
turna, velocidad diurna, grandes avenidas, direcciones, laberintos, encuentros,
desencuentros. Todo tipo de adjetivos pueblan la imaginación al nombrar el
4 Este proceso inicial fue denominado 'rastreo'. A manero de ejemplo término, como una amplia gama de colores que ilumina los contrastes de ese
incluimos un modelo (el que seguimos en lo obro fv1ontol!ontos) en lo porte final de lo lugar en el que los personajes construyen su vida social y, por ende, su historia.
investigación. Lo segundo etapa lo constituyen los conclusiones del rastreo y lo tercero
surge del cruce de los conclusiones anteriores.

(16) (17)
Teatro en estudio 11 La construcción de lo urbano en la dramaturgia bogotana contemporánea E11tretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional //

Los recorridos urbanos, los imaginarios y lo que más adelante explicare- la construcción de la ciudad. El espacio principal donde se desarrolla la obra, el
mos como dispositivo ficcional son los tres aspectos que permiten entrelazar negocio donde se despincha a los clientes, es la puerta de entrada a la urbe d~n­
en esta dramaturgia a la ciudad real con la ficcional. de se desarrolla la ficción. En cuanto a la transformación de estos espacios, por
medio de una acotación una llanta se convierte en vitrina portátil, por ejemplo,
esta metamorfosis del objeto no solamente da cuenta del pasaje de lo real a lo
Recorridos urbanos
ficcional, sino que puede ser leída también como metafóra de los procedimien-
tos comerciales modernos que todo lo transforman.
La ciudad, como aglomeración de habitantes en un mismo lugar, también
lleva implícita una problemática referida al espacio. El urbanista Bernard La-
Respecto de la manera como el espacio social es construido, se puede
m izet señala: "Las prácticas sociales del espacio organizan la significación de
1
determinar que los personajes transitan por tres niveles diferentes del espacio
la ciudad a partir de una red de Semas de utilización' correspondientes a las
físico: el íntimo, compuesto por el baño, la cocina y la habitación, es decir
funciones sociales de la ciudad" 5 • Lamizet propone por lo menos cinco unidades
los lugares donde residen José y su familia; el público, compuesto por el taller
gramaticales (semas) del concepto de ciudad, las cuales se evidencian en mayor
propiamente dicho, que sirve de punto de encuentro para todos; y la ciudad.
o menor medida en las cuatro obras objeto de nuestro análisis: el espacio ínti-
No todos los personajes tienen acceso a todos los niveles. Así por ejemplo, la
mo de los personajes (habitación), la manera como el entorno físico determina
presencia de José está restringida casi por completo al taller, pues él es quien
y condiciona las relaciones entre ellos (intercambios), la apropiación personal
realmente lo hace funcionar y su ausencia afectaría gravemente su producción.
de la planta física de la ciudad que realiza cada uno (circulación), las jerarquías
De hecho, en el espacio íntimo a José se le ve pocas veces, porque ahí es Tulia
sociales y productivas que se establecen entre ellos (producción) y el grado de
quien manda y su rara presencia en la habitación está dada siempre en términos
cohesión entre los diferentes imaginarios sociales (identidad).
de confrontación con ella, su mujer. Esto contrasta con la intrusión de Alberto
en el cuarto, donde acaricia subrepticiamente a Tulia y arregla con ella las citas
Desde la perspectiva de Lamizet, podemos establecer que Rodrigo Ro-
para verse después. De los personajes que no son de la familia, el único que
dríguez utiliza diversos procedimientos para construir la Bogotá donde se de-
tiene acceso al espacio íntimo es el Gavilán, por ser el novio de Carmela. Ella
sarrolla la historia de Montallantas. Puesto que la mayor parte de la obra tiene
no tiene casi relación con el segundo nivel, es decir, el espacio de trabajo, y sus
lugar en un espacio pequeño, a la vez íntimo y público (en la casa-lote viven y
recorridos van de la ciudad a la habitación, donde también evita estar mucho
trabajan Alberto, José y su familia), es la palabra de los personajes la principal
tiempo, dado su odio por Tulia.
encargada de 'traer' la ciudad hasta los lectores-espectadores. Estos 'reportes'
construyen una urbe variada y extensa en donde las discrepancias entre las dife-
El montallantas, el taller, es primordialmente un espacio productivo, pero
rentes subjetividades contribuyen a dibujar una Bogotá compleja. La palabra de
también es un espacio social que congrega a los personajes. Ahí se reúne un
los personajes no es, sin embargo, la única herramienta utilizada por el autor en
.grupo de el ientes frecuentes que no solo arreglan sus llantas si no que conversan,
beben 1icor y hasta ven partidos de fútbol. En este espacio se complementan las
necesidades de su clientela con el surtido de la tienda de enfrente, donde queda
el teléfono público y donde también se puede comprar alcohol y cigarrillos. Se
5 Lomizet, Bernord. Les longoges de lo vil/e, Morseille, Éditions Porentheses,
podría decir que el negocio de Alberto y José está enlazado por necesidades
1997, p. 39, troducciOn propio.

(18) (19)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

con otros locales aledaños como la tienda, la droguería (donde Alberto manda En Como lluvia en e/ lago la fragmentación de la historia posibilita tanto la
al Chino a comprarle algo para el dolor de cabeza) y el eléctrico de la esquina aparición de múltiples lugares como de las maneras en que son presentados. Los
(donde le prestan las herramientas al repartidor de domicilios para que baje la lugares cotidianos interiores y exteriores se ven enrarecidos por un asesinato.
llanta de su moto). Este tejido inserta al montallantas en un contexto urbano y Cinco testigos relatan los sucesos desde diferentes espacios, cada uno desde su
le permite al lector-espectador 'ver' el vecindario que lo rodea sin necesidad de perspectiva, aunque el hecho detonante de la acción sea único: un asesinato.
ponerlo en escena. Esta visión ampliada del lugar que se muestra en el escenario La visión de la hija de la víctima, de la testigo, del forense, del sicario y de la
permite generar la ilusión de que este sitio no se encuentra aislado del mundo propia víctima aportan complejidad a la mirada y al significado del crimen. Este
sino que está inserto en él, específicamente en Bogotá. recurso escritura! impide la descripción de la ciudad en su totalidad puesto que
físicamente es imposible abarcarla toda con la mirada de un solo personaje. Esta
Los personajes hacen una distinción nominal entre el montallantas y la imposibilidad obedece también a que los imaginarios surgidos en el momento
casa-lote que es crucial para entender la jerarquía social que rige ese lugar. El del asesinato son tan variados como personajes hay en la obra.
montallantas es el taller, el espacio productivo; la casa-lote es el terreno y la
construcción donde se encuentra el negocio. El primero es de Alberto, pues es Otro aspecto a señalar es la gran diferencia entre los roles y funciones
él quien ha hecho las 'mejoras' del lugar, mientras que la segunda también es sociales de los personajes. Ello permite también visualizar la nociones de inter-
de José, pues es una herencia que los hermanos han recibido de su madre. Esta cambios y de productividad que conceptual izan la ciudad, según Lamizet. Está
tensión inicial por la propiedad del montallantas es el motor principal de la el Senador, quien tiene un alto cargo público pero que no por eso deja a un
acción dramática y es uno de los desencadenantes del suicidio de José. Los dos lado su vida familiar. Vemos también a la Niña, quien lo tenía todo, pero que
hermanos están, entonces, a la cabeza de aquella pirámide social que se congre- ahora es hija de un senador asesinado y de una madre lisiada física y psicoló-
ga en el montallantas, aunque José ocupa un peldaño más bajo que su hermano gicamente de por vida. Está el Matador, un sicario que nos muestra su sangre
puesto que en el negocio él es el empleado mientras que Alberto es el patrón. fría al momento de matar, y que también nos permite entrar en su vida íntima
Esta condición de jefe le da a Alberto la facilidad para transitar a su antojo por presentándola destrozada a causa de la pobreza y del abandono. Aparece tam-
los tres niveles espaciales de la obra: el taller, el espacio íntimo y la ciudad. Él se bién el personaje desprevenido, cotidiano, un ama de casa que hace compras
va a la tienda a tomar con el Gavilán, luego, con Tulia, sale a comprar la carne, para preparar el almuerzo de su familia en una tienda de barrio y que a su vez
entra al baño de José y toca a su mujer, conversa tranquilamente con los clientes se convierte en el principal testigo de los hechos. Hay también un funcionario
en el montallantas, y todo lo hace sin restricciones. público, el Forense, cansado de su trabajo, del ambiente laboral en el que debe
soportar desplantes al interior de diminutas oficinas y ascensores mecánicos
Pero si los dos hermanos están a la cabeza de aquella pirámide social, es la ruidosos, que esconden misterios difícilies de resolver y donde la burocracia
familia el núcleo central del montallantas. Esta familia está compuesta por, además es el caldo de cultivo de la impunidad. Es así como cada uno de los personajes
de Alberto y José, Tulia -mujer de este último-, la Piojosa -hija de Tulia con retraso se posiciona frente a la ciudad de manera diferente de acuerdo a sus propias
mental- y Carmela, hija de un primer matrimonio de José. El Chino es el ayudante circunstancias y al lugar en el que entrega su testimonio de los hechos.
del montallantas y es como un hijo para José. La posición de cada personaje en
esta estructura social determina los recorridos que realizan por la ciudad. La Niña, quien comienza la obra dando su declaración cuatro horas
después de los sucesos, rinde indagatoria a la policía en una comisaría. Ella

(20) (21)
Teatro en estudio JI Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

es la testigo directa de los hechos, pues iba con la víctima en la camioneta ello. Ella viene de 'la fama', término muy bogotano para referirse a la carnicería,
en el momento de su muerte. El espacio de la comisaría es para ella un lu- trae los alimentos para preparar el almuerzo a su familia. Sin embargo, ese lugar
gar reducido que parece asfixiarla. Lo que vive en el momento de narrar los cotidiano del cual viene aparece en la narración como una analogía con lo que
hechos es una realidad insoportable, que zumba en sus oídos "como una sucederá en su propia calle: su transformación en otra 'carnicería' cuando ocu-
nevera" o "como una estación de autobuses", en donde estos son dos refe- rra el asesinato del Senador.
rentes urbanos modernos, cotidianos y que después del magnicidio resultan
especialmente fastidiosos. Los sonidos la enloquecen: "¿Puede contestar ese En segundo lugar, con la alusión que la Vecina hace a 'la fama' también
teléfono? El ruido me va a volver loca, no lo soporto, no lo puedo aguantar, me podemos situarnos en el serna de intercambios. La carnicería representa la acti-
entra una ansiedad rara" 6 • Los teléfonos, las voces, las miradas recrean para este vidad comercial que, para Lamizet, es el origen de la ciudad. Es en los diferen-
personaje una atmósfera insoportable y amenazante: "este escándalo me está tes puntos de comercio donde ella reafirma, a partir de las relaciones que allí
matando, el gordo de allá no ha dejado de mirarme las piernas" 7 • Para la Niña, establece, su pertenencia a ese conglomerado urbano. Por otra parte, al llegar
las personas que están allí le parecen indiferentes a lo ocurrido. Esta indiferencia a su calle, viniendo de la fama, ella ve a una anciana, vecina también, que se
es, también, una actitud corriente en la Bogotá que conocemos. La sociedad dispone a cruzar la calle. Con esto entramos, en tercer lugar, en el serna de la
representada, lejos de solidarizarse con el dolor del otro, busca la posibilidad circulación, el cual traza en los habitantes de la ciudad las formas de ubicación
de obtener reconocimiento o inclusive ganancias económicas de las desgracias y de orientación para el desplazamiento. Esta anciana es conocida de la testigo:
ajenas. La· anterior descripción de la ciudad coincide con la obra de Fabio Ru- la Vecina la ve desde lejos y siente el peligro al advertir que su calle se ha trans-
biano, El vientre de la ballena, en la que el drama humano se vuelve espectáculo formado, de manera inesperada y súbita, en un lugar para la muerte. Ella ve una
en emisiones televisivas de reality show. camioneta que se aproxima y que no tiene intención de parar, y teme por la vida
de la anciana. Esta es la descripción inicial que la Vecina realiza, y con ella da
A su turno, con el personaje de la Vecina, en Como la lluvia en el lago, cuenta del instante en que lo cotidiano es transgredido y se instala el momento
de Leyton, se puede hacer un recorrido por tres de los sernas de Lamizet que de la catástrofe, la situación de partida de la obra: el asesinato del Senador.
establecen las relaciones entre las funciones sociales de la ciudad 8 • En primer
lugar, con su testimonio se logra establecer el serna de la habitación. Allí se pue- Así pues, a las diez de la mañana la tranquilidad de esta calle poco tran-
de observar un lugar para vivir, cotidiano y organizado desde la individualidad sitada se ve rota, en pocos segundos, por una camioneta que transita a alta
de este personaje que hace parte de un estrato económico medio y popular. La velocidad y que amenaza con atropellar a una lugareña; y luego, por una moto
Vecina tiene su rutina, es ama de casa y sus actividades se corresponden con conducida por un sicario que le cierra el paso a la camioneta y que le dispara
tres veces su ametralladora a un hombre en el interior del vehículo. Los disparos
y el choque de la camioneta contra un poste oscurecen la mañana de la Vecina.
En ese momento, asegura, "e/ tiempo se congeló" 9 •
6 Leyton, Erik. Como la lluvia en el lago, manuscrito no publicado, 2003, p. 3.

7 lbíd., p. 7.

8 Lamizet ob. cit., p. 39. 9 Leyton, ob. cit., p. 6.

(22) (23)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo E11tretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcio¡¡a/ 11

Este personaje nos brinda una imagen de la realidad que muestra la vio- (a quien ha golpeado con sus instrumentos de trabajo, ollas y cacerolas, para
lencia extrema de lo urbano. El sicariato, que ha sido una actividad económica obligarla a escuchar la verdad de los hechos). Esta imagen puede causar estupor,
organizada y difundida en las grandes urbes del país, es dibujado en esta pieza de debido a la violencia que supone, pero también a la comicidad que sugiere, por
Leyton como una actividad que enturbia la cotidianidad de los ciudadanos. Todo lo extraño de la situación. El espacio cotidiano se transforma pues en escenario
lo que la Vecina sabía de esta forma de asesinato, hasta el momento de la tragedia, de un suceso insólito. Esto sucede también en El vientre de la ballena, en donde
era lo que había visto en la televisión. Sin embargo, la realidad supera a la ficción: un consultorio odontológico es transformado en sala de partos y oficina princi-
pal de la red de tráfico de niños. Estos espacios utilizados para enmarcar hechos
insólitos son como programas de televisión donde los invitados entretejen sus
discursos trayendo a colación sus desgracias y su intimidad (que pasará por lo
Era un solo muchacho el de la moto, y yo que siempre pensé
banal y lo cómico, a través de ovaciones, risas y aplausos).
que venían dos, uno manejando y otro disparando, porque
Nada, de Tania Cárdenas, se desarrolla en su totalidad en un café, que por
eso es lo que ustedes dicen en los noticieros, que siempre son el hecho de ser un espacio público parecería condicionar las acciones de los
personajes. Sin embargo, estos transgreden todo el tiempo las reglas implícitas y
dos, pero no, qué va, este venía solo manejando y disparan- explícitas del lugar: Jacobo sale del baño casi con los pantalones abajo, subién-
dose la cremallera; Celia le reclama sin pudor (a viva voz) su abandono; Vera
do. Me pareció que cerraba los ojos cuando disparaba, como
se le toma el café y hace caso omiso de la advertencia de Ernesto, el mesero,
si tuviera asco, como si le diera asco(.. .) Disparó tres veces 10 • para que no moleste a los clientes. En este espacio público dominante aparecen
menciones a los espacios íntimos de los personajes (para Vera es la seguridad,
el lugar al que quiere regresar; para Jacobo es el espacio de la tragedia, pues
ahí está Andrea muerta; para Celia es el espacio del encuentro con jacobo y, al
Ella, entonces, se entera de que los medios de comunicación no son mismo tiempo, es el lugar de la traición cuando su amante no llega; para Marco
fieles a los acontecimientos. En esta ocasión la Vecina tiene acceso directo parece ser un lugar de tránsito entre sus obligaciones, adonde quiere ir a cam-
a la verdad y se convierte en el prototipo del ciudadano del común que, en · biarse para poder hacer el turno siguiente; Ernesto es el único personaje que
cualquier momento de su vida cotidiana, se enfrenta a una realidad que no parece habitar el bar, no hay ninguna referencia a su casa). Los diferentes lugares
coincide con la transmitida por la televisión (medio a partir del cual moldea su que componen la ciudad están desconectados el uno del otro, solo el café y el
representación del mundo). edificio de jacobo tienen una relación espacial clara: están al frente el uno del
otro, separados por la calle.
Por otra parte, se puede establecer que cuando la Vecina da su testimonio
se encuentra en su casa. Ella narra su historia a una presentadora de televisión Es difícil determinar si la cohesión en la obra con respecto al imaginario de
ciudad de estos personajes es muy elevada o no lo es, pues ellos parecen habitar
en el vacío. El café es un microcosmos cerrado con poca relación con su entor-
no. Aunque no hay denominadores comunes entre los pers<e>najes, tampoco po-
1o lbíd., p. 12.

(24) (25)
Teatro en estudio JI Lo construcción de Jo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

dría decirse que haya desencuentros. De Ernesto no conocemos sus posiciones donde los personajes cruzan la calle para tomar cerveza y aguardiente). Este
con respecto a nada, excepto a Vera (la quiere fuera, pues está molestando a sus tipo de negocios caracterizan ciudades como Buenos Aires y Madrid, pero n_o
clientes) y a la importancia que para él tienen los clientes. Jacobo es el personaje Bogotá. La decoración interior del lugar no se especifica y su arquitectura co-
que está más tiempo presente en escena y a la vez quien menos habla. Lo más rresponde a una especie de 'diseño tipo' para esta clase de comercios: una barra
claro de él es la gran autoridad que ejerce sobre Marco (su hijo, quien a duras semicircular con asientos alrededor, un espacio de servicio tras la barra, unas
penas se atreve a cruzar el umbral). Ni siquiera su posición respecto a Celia y mesas con asientos, una ventana que da a la calle y, al fondo, un corredor que da
Andrea es clara (no sabemos si quiere abandonar a su amante, solo que no fue acceso a los baños. El lenguaje que utilizan los personajes es un español neutro,
a verla el día anterior; tampoco conocemos si tuvo algo que ver en la muerte sin coloquialismos, lo cual impide asignar una ubicación geográfica a su manera
de su esposa). De Celia sabemos que quiere estar con Jacobo, pero fuera de eso de hablar. No se reconoce tampoco, en todo el texto, ni un solo colombianismo.
no sabemos ni siquiera si trabaja o qué hace para sobreviví r. De Vera sabemos
que quiere regresar a casa, que tiene una hermana a la que le duele la cabeza, En dieciocho escenas y un epílogo, Fabio Rubiano, en El vientre de la ba-
un padre que le pega, y que le tiene gran temor a la calle. También sabemos llena, desmonta la terrible estructura de la violencia urbana. El autor desarma
que está en una edad indeterminada entre la infancia y la adultez. Marco es el la estructura y va mostrando cada pieza desde situaciones diferentes, las cuales
personaje de quien menos sabemos: trabaja en un sitio de comidas rápidas y se van encajando entre sí para dar cuenta de lo que la sociedad consumista de
es hijo de Jacobo. hoy, cargada de violencia y de cruda indiferencia por el otro, convierte en una
imagen caricaturizada del hombre y del mundo actual. Los espacios interiores
Aunque se vislumbra una especie de jerarquía social al interior del café, la están impregnados de una violencia inusitada: el padre golpea a la hija, la hija
estructura no es del todo clara. Jacobo es el cliente habitual y es quizá la cabeza golpea a la madre, la madre vende a su nieto antes de nacer. Todo se transgre-
de la pirámide, pues es quien paga por el servicio recibido. Celia es la amante de de en esta ciudad. El espacio exterior es amenazante, hay una red peligrosa de
Jacobo y por ende goza de un lugar de privilegio. Ernesto es el único empleado, tráfico de niños que incentiva la prostitución y el asesinato. De las cuatro obras
aunque podría ser el propietario, no lo sabemos porque la autora no brinda nin- objeto de análisis, esta es la que utiliza recursos dramatúrgicos más directos y
guna información al respecto. Marco es el hijo de Jacobo, y realmente no tiene descarnados para perturbar al lector-espectador. El humor negro, el cinismo de
mucho que ver en la vida del café, va ahí solo a buscar a su padre para que le los personajes, la estructra fragmentada de la historia, la falta de continuidad en
dé las llaves del apartamento. Vera es una niña perdida y sin dinero quien llega los desplazamientos y acciones de los personajes muestran una ciudad caótica,
al café por casualidad. Está en la base de la pirámide. sin referentes colectivos de identidad.

Tampoco es posible ubicar el café, ni su entorno, en la jerarquía social de La historia del Oficial con su hija Cloe comienza en casa. Otro lugar que
la ciudad ficcional. Sabernos que Jacobo es técnico de mantenimiento de una la hija frecuenta es la casa de su madre, donde va solo los fines de semana, si
fábrica y que a su hijo le toca trabajar en un restaurante y hacer dobles turnos. bien desearía ir con más frecuencia. El padre, por su parte, viene de dos espacios
No sabemos tampoco si Andrea trabajaba. Cabe suponer que la obra se desarro- cotidianos y urbanos, su oficina y el supermercado. Nunca se hace explícito en
lla en un barrio obrero de alguna ciudad grande en un país que no es Colombia, qué ciudad viven. Puede ser cualquiera. El lugar evocado por los dos personajes
pues aquí el lugar de congregación probablemente sería una tienda y no un café, para hacer sus actividades juntos es el supermercado, sitio donde pueden obte-
y se consumiría alguna bebida alcohólica (como por ejemplo en Montallantas,

(26) (27)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dromoturgio bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

ner alimentos, pero también acumular puntos para obtener el premio deseado: Los imaginarios
una máquina y un curso final para hacer pan.
"No hay ciudad sin imaginarios" 11 , dice el filósofo Olivier Mongin. Para el
En contraste con el supermercado, aparece la ciudad en general, el afuera que habita la ciudad, hablar de ella implica muy a menudo recurrir a la subjeti-
de la casa, el cual es percibido como peligroso. Por esta razón, el padre prohíbe vidad, porque se concibe la ciudad, en gran medida, de acuerdo a la experiencia
a su hija salir sola, asegurando que están desapareciendo niños. que allí se ha vivido No obstante, existen aproximaciones objetivas. Aproxi-
maciones hechas por analistas, investigadores, urbanistas, ingenieros: "Aquellos
En cuanto a Elena y la Madre, al igual que los dos personajes anteriores, que ya no caminan por la ciudad, sino que la miran desde lo alto, con una mirada
inician la acción en su casa. Elena tiene en su casa un espacio especial para el de avión (. .. ) como los escritores y los gestionadores" 12 • Lo interesante de estas
ejercicio, pues quiere hacer desaparecer su gordura. Estos personajes no hablan dos posibilidades, subjetiva y objetiva, es ver las coincidencias y las diferencias.
sobre la ciudad, aparecen en un espacio y luego en otro, sin que veamos los
recorridos que realizan y sin que nos hagan un reporte de ellos. Así, primero se La ciudad implícita en la obra Montallantas es deducible primordialmente
presenta el consultorio del dentista, en el cual Elena se encuentra acostada en de los lugares recorridos y de las actividades realizadas por los personajes. El
una especie de silla de peluquería, al parecer adaptada para hacer de camilla, centro de esta urbe son el monta llantas y la tienda, su 'sede adjunta'. Es en esos
pues está dando a luz a su hijo. Como vimos anteriormente, esta situación rom- lugares donde pasan más tiempo los habitantes de este universo ficcional. Hay
pe de entrada con lo convencional, y transforma un lugar en otro a partir de su una homogeneidad en la clase social de los personajes -con la excepción del
uso. Entonces, Elena tiene a su hijo no en una clínica sino en un lugar con apa- ejecutivo- que los hace compartir un cierto imaginario de la ciudad y de la vida.
riencia de consultorio odontológico, pero en el que clandestinamente se realiza La urbe es el espacio del trabajo y de la búsqueda por la supervivencia, son po-
un comercio alrededor de actividades ilegales como la venta de niños. cos los espacios para la recreación. La lucha por el dinero es difícil, y ello hace
que los personajes estén en permanente competencia, intentando aventajarse
En el fragmento seis llega el Oficial a la casa de Elena y de la Madre, pues los unos a los otros. Esto dibuja un entorno hostil, donde la calidad de vida no
viene buscando a su hija, a quien ha golpeado y quien se ha fugado de la casa. es muy alta. Las calles son el espacio del crimen y el crimen es una manera más
En la visita que él les hace, se alude al barrio en el que viven. Este es el primer de ganarse la vida. Las muertes violentas abundan y la impunidad es moneda
referente de la obra sobre una vida propiamente urbana y organizada como tal. corriente. La ciudad, su infraestructura física, es un laberinto con obstáculos por
Al final del encuentro, Elena evoca el lugar en el que posiblemente esté su hija: el que los personajes deben tratar de moverse sorteando las dificultades. Si esta
el prostíbulo. Esta evocación la hace de manera codificada, pues no es posible ciudad fuera un juego de video habría que decir que el objetivo sería sobrevivir
decirle al Oficial en forma explícita lo que ella sabe. En el fragmento nueve, el cayendo en la menor cantidad posible de trampas. Para los ganadores del juego,
Oficial vuelve a hablar con Elena y asegura haber estado en todos los prostíbu-
los del barrio, sin haber podido encontrar menores de edad. Así pues, se puede
concluir que estas mujeres habitan seguramente en un barrio popular que sería
una zona de tolerancia para la prostitución. 1 1 Mongin, Olivier, "De la ville a la non-ville", en De la ville et du citadin,
Bouches du Rhone, Éditions Parenthese, 2003, p. 38, traducción nuestra.

12 lbíd.

(28) (29)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotOno contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

en este caso Carmela y el Gavilán, la recompensa se convierte en un regreso a y narra, desde el más allá, lo sucedido. El Senador se dirige a alguien, tal vez a
un estilo de vida feudal en el campo, donde ellos devienen terratenientes, due- quien lo recibe en su morada de muerte. A juzgar por sus palabras, es como si
ños de la finca, criadores de caballos. Es extraño que su modo de vida tan urba- estuviera a la entrada de ese lugar en el que descansará eternamente. ·
no tenga como objetivo regresar a una especie de "Arcadia pastoril y campesina"
en la que ellos habrán alcanzado el sueño de ser latifundistas 13 , seguramente Lo que es interesante en esta narración del Senador es descubrir cómo,
aspiración heredada de sus antepasados. desde su dimensión de muerto transforma la imagen del espacio urbano al
compararlo con un programa de televisión, un documental sobre el mundo
En Como lluvia en el lago, una de las maneras en que la realidad de los animal. De manera explícita la ciudad es comparada con una sabana africa-
personajes se ve transformada en imaginarios urbanos es a través del espacio. na que, gracias a su gran extensión, permite que los seres sobrevivan, les per-
En cuatro fragmentos, de los seis que conforman la obra, los personajes están mite salvarse de ser presa de los animales salvajes. Porque la ciudad también
dando sus testimonios en lugares cotidianos: una comisaría (la Niña), una casa es eso, un espacio peligroso para una persona como él, que hace parte de la
(el Matador y la Vecina), una oficina (el Forense); sin embargo, en el sexto frag- clase política dirigente del país.
mento los espacios cotidianos y reales se transforman y todos los personajes se
encuentran de manera sorprendente en un espacio imposible, en el que asesino, El senador, pues, libre en una gran sabana, rueda enjaulado en una camio-
víctima, familiar de la víctima, testigo y forense se encuentran reunidos hacién- neta que le garantiza su seguridad: blindada y grande, con "vidrios oscuros, llan-
dose preguntas, amenazándose, insultándose y, de nuevo, el asesino matando. tas anchas, rines de lujo" 14 , ésta le protege de los animales salvajes que desean su
muerte. Sin embargo, esta camioneta, coraza protectora, se convertirá al mismo
En el fragmento cuatro de la obra de Leyton, una hora exacta después del tiempo en una trampa en el momento del atentado. El Senador, que va acompa-
suceso, se presenta un mecanismo espectral parecido al producido por Rodrí- ñado por su mujer y su hija, toma una calle estrecha que le impide defenderse y
guez cuando deja que a Carmela se le aparezca el fantasma de su madre. El buscar una vía de escape. Este es su error, y lo paga con la vida. En esta ciudad,
espectro en la obra de Leyton es un político importante, padre y esposo, a quien pues, no hay que descuidarse, los delincuentes están al acecho para cazar a su
se le da la palabra para que rinda su testimonio: es el fantasma del Senador ase- presa ante cualquier descuido.
sinado que regresa para narrar los hechos de su propio asesinato. Aunque este
espectro no exige venganza, como la ex mujer de José en la obra de Rodríguez,_ El imaginario de la inmensa estepa (la urbe inmensa) se ve reducido así
en esta pieza de Leyton el personaje del senador asesinado permite, con su sola a un pequeño trecho, a esa calle estrecha que deja sin salida al Senador en el
presencia, romper el espacio cotidiano para convertirlo en un espacio extraor- momento de su muerte:
dinario, un espacio donde el fantasma convocado da su testimonio de víctima

13 Boigorri, Artemio, "De lo rural o lo urbano. HipOtesis sobre los dificultades de


mantener lo seporociOn epistemologico entre Sociología Rural y Sociología Urbano
en el morco del actual proceso de urbonizociOn global", en Congreso Español de
Socio/ogro, Granado, 1995, p . .3. 14 Leyton. ob. cit., p. 9.

(30) (31)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

Yyo en una callecita de mierda) eso también tiene gracia) la humo del cigarrillo "creó una relación entre él y yo. En cuanto vi el humo, sentí
las ganas de fumar" 16 • Los ojos del Matador en la obra de Leyton son la imagen
autopista habría sido ideal) ahora me doy cuenta) rápida) que humaniza al asesino, la llamarada, lejos de representar la deshumanización
y la criminalidad, es aquello que vincula al homicida con la hija de su víctima.
abierta) sin pantanos ni riachuelos) sin contratiempos) como

una sabana africana para un cervatillo 15 • En efecto, la Niña asegura que los ojos del asesino son "bonitos", lo cual
despoja al enemigo de su crueldad y lo pone ante ella como un semejante, crea
una relación entre iguales, una relación humana, pues lo reconoce como un otro,
a pesar de ser el asesino. La Niña logra así ver en el vasto mundo de lo urbano
La camioneta del Senador, inicialmente objeto imponente, pasa a mostrar- aquello que los otros no pueden ver: ella rompe con lo socialmente establecido
se como un objeto pesado y frágil, impráctico, en el momento del asesinato. Se y puede penetrar aún más allá de lo esperado. Y el asesino así lo reconoce: "la
establece entonces una relación conflictual del objeto entre apariencia y fun- Niña mirándome y yo disparando ... " 17 • La Niña mirándolo sin reconocer su fa-
cionalidad. Lo que figuraba como una coraza protectora se transforma, por su ceta de asesino, sin ver a esa pantera que va tras el cervatillo. El contraste entre
gran tamaño, en trampa mortal que facilita el asesinato del Senador en medio de la visión del padre y la de la hija frente al Matador es un elemento que aporta
la estrechez de la vía. En contraste, la motocicleta del matador es veloz, ágil complejidad a este personaje. Este no es un ser animalizado por todos, sino que
como la pantera que persigue a su presa. El matador se halla así en el espacio en él puede verse también su humanidad. Esto permitirá la 'compasión' sobre la
adecuado y con los medios justos para realizar su tarea. La estrechez de la cual los griegos fundamentaban el efecto de catarsis en la tragedia antigua. Por
calle es su mejor arma porque en ella su presa, el Senador, no es más que un esta razón, se experimenta el sentimiento de piedad en la escena del testimonio
cervatillo indefenso, acorralado y sin salida. Aparece aquí la metafóra de la del Matador, fragmento cinco, que nos muestra una violencia intrafamiliar extre-
ciudad como realidad salvaje. ma y una ruptura con la idea preconcebida de lo que es un asesino.

La hija del Senador, aunque de manera distinta, crea también sus imagi- Sin embargo, este mecanismo no está al alcance del asesino mismo, pues
narios a la hora de la muerte de su padre. Ante un asesinato, el asesino es visto si el Matador hubiera visto en los ojos de su víctima lo que la Niña vio en los
por los familiares de la víctima como un ser inhumano y sin compasión. Ahora suyos, jamás hubiera podido asesinar al Senador. Esto se puede explicar con una
bien, mediante la descripción que la Niña hace del Matador, Leyton rompe con de las dos estrategias fundamentales que, según el profesor Adrián Huici, de la
esta idea. Los ojos del asesino, descritos como negros y con una llamarada en Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, son utilizadas en el mo-
el centro, dejan ver su miedo y su habilidad homicida. Esta imagen evoca un
fragmento del escritor italiano Emilio Lussu, combatiente en la Primera Guerra
Mundial, cuando relata que, estando a punto de matar a uno de sus enemigos,
a un oficial austríaco, este saca un cigarrillo y lo enciende. Entonces, dice, el 16 Huici, Adrián. "De asesinos natos a guerreros programados. Masculinidad
y puntos ciegos en la propaganda de la guerra", en Contreras, Fernando y Sierro,
Francisco (coordsJ. Culturas de guerra. fvledios de información y violencia simbólica,
Madrid, Fronesis, Cótedra/PUV, 2004, p. 65.

15 lbíd., p. 28. 17 Leyton, ob. cit., p. 35.

(32) (33)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad fíccíonal 11

mento de ir a la guerra, sobre todo cuando, llegado el momento, una persona, Yo hice mi trabajo.
"un hombre, [es] capaz de usar un arma contra otros hombres" 18
:

(. . .)

Solo gente hijueputa.


La primera [estrategia] supone la apelación a determinados
El tipo era un hijueputa.
mecanismos de la psicología masculina que puede hacer de
(. ..)
la guerra un medio para reafirmar la hombría cuestionada o
En la parte de atrás la niña muerta del susto, pero no le hice
insegura, y la segunda, la incapacitación de ese hombre por la
nada, usted sabe cómo soy yo, un tipo legal, a lo que voy,
compasión, es decir, para la capacidad de 'sentir con', de sen-
rápido e higiénico, nadie sufre, los disparos necesarios y ya, no
tir igual o parecido al otro y, por lo tanto, de tener conciencia
más, lo justo, sin escándalos, sin alharaca, sin vainas, sin pen-
de su condición de semejante 19

dejadas, la niña mirándome y yo disparando, un profesional20 •

En efecto, el Matador ve también la humanidad de la Niña, ve en ella su


Si bien en esta obra no existe una declarada situación de guerra, el sica-
miedo, y la deja ilesa. Él se disocia y puede entonces verse por un lado su inhu-
riato es una suerte de guerra. Los sicarios son mercenarios en la guerra de los
manidad, y al mismo tiempo una especie de frontera moral dictada por su huma-
carteles de la droga, dispuestos a eliminar todo aquello que los jefes necesiten
nidad. Las miradas entre la Niña y el Matador crean una alianza entre iguales.
eliminar, pues para eso se les paga. Es por eso que, si se adopta la mirada de
Adrián Huici, las afirmaciones del Matador adquieren un sentido completamen-
Así pues, las imágenes reales que se entrelazan a la hora del asesinato
te coherente con su 'labor':
son leídas de acuerdo a las edades de los personajes y a los roles que tienen en
la historia. Para la Niña, la hija del Senador, lo que ha visto de la realidad, la
muerte de su padre ante sus propios ojos y 'en directo', es descrito de manera
minuciosa, pero al mismo tiempo como algo lejano que puede ser relatado ob-

18 Huici, ob. cit., p. 68.

19 lbíd., p. 68. 20 Leyton, ob. cit., pp. 32-34.

(34) (35)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficciona/ 11

jetivamente. Como si no fuera ella víctima directa de lo ocurrido, sino como un las historias que ahí ocurren tengan lugar en un 'no lugar' que no las 'poluciona'
testigo más. Es demasiado pequeña para comprender en el instante mismo la con regionalismos. Es esto lo que las hace aparecer a la vez como universales
dimensión del suceso. Esta visión infantil es complementaria a la de los adultos y como manifies tamente ficcionales, pues, como dice Wood, son los detalfes
y crea también .un contraste entre las diversas miradas, no solamente respecto inútiles -en términos de la funcionalidad narrativa-, los localismos y las particu-
del asesinato, sino de todo lo que sucede en la ciudad. laridades, lo que encubre la naturaleza ficticia de las historias, lo que las hace
aparecer en la mente de los lectores como 'reales' 21 •
En Nada, los imaginarios se pueden ver a través de una ciudad implí-
cita. La ciudad que se insinúa en la obra es una urbe grande, probablemente En El vientre de la ballena, los imaginarios urbanos se construyen a partir
capital, al interior de la cual sus habitantes real izan recorridos de acuerdo de una ciudad que se presenta como un espacio propicio para las perversiones.
a sus necesidades, creando circuitos y construyendo así pequeñas ciudades En esta obra, los niños mueren a causa de los abusos sexuales o son vendidos o
dentro de la ciudad. No se percibe un sentido de unidad, más bien, lo que se manipulados. Y esa manipulación es presentada aquí con extrema violencia en
encuentra son fragmentos urbanos que son presentados al lector-espectador el caso de Elena y su Madre. La Madre conoce a un hombre que se hace pasar
a través de menciones breves. por dentista y que se encargará de recibir en el parto a su nieto. Elena, su hija,
ha sido embarazada por un electricista, pero ella aparentemente no sabe que
La 'calle' es una categoría urbana con una presencia muy fuerte a lo largo su gordura, cada vez más evidente, es causada por un embarazo. Su madre la
de toda la obra, pero con unas características muy vagas. Cuando el texto inicia, engaña diciéndole que lo que tiene en su vientre es ''un pez maligno que te
Vera está sentada en una mesa junto a la ventana, mirando a la calle. Lo que mordía y al tiempo que te consumía te engordaba"22 , para poder así ocultar a
ella quizá observa es la amenaza del peligro. La calle es el impedimento para su hija la venta del bebé al dentista. Con esta historia, Rubiano representa una
que Vera regrese a su casa, es su gran temor, encontrarse en la calle de noche; ciudad habitada por la barbarie. Los personajes de esta obra son materialistas
es el símbolo del peligro, el lugar donde ocurren las desgracias. Sin embargo, no y consumistas sin límites. Esta ausencia de límites les permite recurrir a una
hay, a diferencia de en Montallantas, por ejemplo, fuera del temor de Vera, una violencia premeditada y variada como medio para obtener lo que desean. Dos
mención explícita a la calle como espacio de la violencia. De hecho, el acto más personajes, en particular, son magníficos representantes de esta dinámica: el
violento de la obra, el suicidio de Andrea, sucede en el apartamento de jacobo. vendedor y el periodista, es decir, los exponentes del mercantilismo y de los
Esto contrasta con Como la lluvia en el lago, donde el asesinato del Senador ocu- medios de comunicación.
rre en plena calle y donde la abuela del ~/\atador se suicida lanzándose desde un
séptimo piso hacia el suelo abierto de la ciudad. Rubiano parece hacer en esta obra una caricatura de la ciudad de hoy. En
ella se ven los personajes sumergidos en el mundo material de los objetos y de
Vale la pena anotar también que la ciudad de Nada es singular, en el sen- la maquinaria de consumo que poco a poco los van reemplazando. Es el caso
tido de que es una urbe autónoma, claramente ficcional, pero a la vez es una
especie de 'gran ciudad tipo'. Es decir que su naturaleza ficcional depende en
cierta medida de que no violente sino que respete su estatus de estereotipo, que
se adecúe perfectamente a las características de toda ciudad grande y no entre 21 Wood, James, How fiction works, New York, Picador, 2008, p. 39.
en detalles ni en particularidades, que no incurra en localismos. Esto hace que
22 Rubiano, Fabio, El vientre de lo ballena, manuscrito no publicado, 2006, p. 17.

(36) (37)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Entretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

de recordar que para Bergson "[e]/ arte del caricaturista consiste en coger un Eléctrico. (Como cómico de Stand-up)
movimiento/ imperceptible a veces/ agrandándolo para hacerlo visible a todos
Me pagaban para que me acostara con la tonta.
los ojos//23 • Rubiano crea en esta obra personajes que se han ido convirtiendo
en una cosa material y sin alma. Sus cuerpos y sus trabajos son fuente de ca- (Risas y aplausos.)
pital y son utilizados para mantener el poder, el estatus dentro de la sociedad,
Al Vendedor no le gustaba.
como en el caso de la madre de Elena, por ejemplo. En esta obra la vida pierde
todo valor, pero, paradójicamente, al mismo tiempo todo se compra, incluso No puede.
los cuerpos, los cadáveres, los órganos. Esto genera una forma inusitada de
Solo le gustan los niños y las adolescentes ...
violencia que se plasma de manera muy evidente a lo largo de toda la historia,
construyendo así el espacio urbano. Con experiencia.

(Ríe.)
Los personajes de El vientre de la ballena son seres productores, al mis-
mo tiempo que también son productos. Ellos obedecen a un sistema perver- La sangre me da impresión.
tido que mantiene el poder económico haciendo negocio con cualquier cosa
Me desmayé cuando le salió sangre la primera vez y en el parto.
a cambio de satisfacer la necesidad de sobresalir mediante la apariencia. El
cuerpo de los personajes se convierte en lo fundamental, mientras que su inte- Elena. Es un mediocre.
rior está desecho, cargado de violencia y de desespero en un mundo en el que
(Aplausos del público.)
no se es nadie si no se siguen las modas y si no se está acorde con lo que ma-
terialmente se exige para que la propia vida sea valorada por los otros. Esto se Eléctrico. Recibía un porcentaje por cada niño que nacía. Por los defectuo-
evidencia en las dos jóvenes protagonistas de esta historia: mientras que Cloe sos el porcentaje era menor de acuerdo a los órganos que se podían ubicar
vende su cuerpo para vengarse de su padre, Elena deja que sus dos embarazos en el mercado.
sean puestos en venta. A esta, más que lo que les pueda suceder a sus hijos, la
Periodista. ¿Hubo más mujeres?
obsesiona que su cuerpo deje de estar gordo.
Eléctrico. Esas revelaciones ocuparían por lo menos diez programas.
Todas estas circunstancias generan una mezcla entre lo cómico y lo espan-
toso, figurando lo trágico del hombre en el universo urbano de hoy. Rubiano,
(Se ríe. Aplausos.)2 4
con esta obra, es un caricaturista del horror cotidiano del mundo:

(Suena una fanfarria. El Eléctrico entra corriendo. Luz para él.)

23 Bergson, Henri, Le rire, París, Quogrige/Puf, 2004, p. 20.


24 Rubiono, ob. cit., p. 67.

(38) (39)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo EHtretejidos de la ciudad real y la ciudad ficcional 11

La televisión como dispositivo ficcional de la felicidad colectiva, en el mensajero del triunfo, de la victoria de los colom-
bianos, y es aprovechado por el autor para parodiar el discurso del presidente de
Cuando hablamos de dispositivo, hacemos referencia a la definición que la República cuando felicita a su país, en directo, por radio y televisión.
el filósofo italiano Giorgio Agamben da del término: 111/amo un dispositivo todo
aquello que tiene, de una o de otra manera, la capacidad de captura1~ de oriental~ En la obra de Leyton la televisión es también un dispositivo que crea lo
de determina/~ de intercepta!~ de modela1~ de controlar y de asegurar los gestos.~ urbano. Su procedimiento tiene varios niveles. Por una parte, a nivel de la escri-
las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivos"25 • El dispositivo tura dramática, en algunas partes de la obra, el autor describe los detalles de la
que construye el universo de lo urbano en la dramaturgia que acá se considera historia como si se tratase de un guión para televisión: la multiplicación de los
es la televisión. Este es el organismo de control recurrente en estos autores. espacios dibuja también la multiplicidad en las imágenes:

En la obra de Rubiano, como lo acabamos de ver, el set de televisión es


el lugar propicio para banal izar cualquier desgracia familiar y social, cualquier Niña: Cuando lo miré no había disparado. Pero un segun-
violencia, cualquier masacre, cualquier hecho horroroso acontecido en la urbe.
De hecho, en el último fragmento de la obra, la escena transcurre en un progra- do después el techo del carro ya estaba rojo. Yo también
ma de televisión en el que Elena y su madre participan. El programa es el tribu-
nal en el que ellas serán juzgadas por sus delitos, pero será el televidente quien estaba roja) y tuve el tiempo suficiente como para volverlo
pronuncie la sentencia, pues el programa se llama "El televidente es el fiscal".
a mirar a los ojos. Él me seguía mirando. No apartaba la
En los espacios de televentas se ovacionan las guerras y las violaciones porque
son fuente inagotable de niños, excelentes productos para la venta. Incluso los mirada de mis ojos 26 •
cadáveres infantiles son apreciados por sus órganos. Así pues, la presencia del
set de televisión en esta obra es el dispositivo dramático que sirve para criticar lo
corrupto y macabro de los medios de comunicación. La televisión es el disposi-
tivo urbano por excelencia de la realidad banalizada y convertida en entreteni- La hija del Senador va en la camioneta con su padre y su madre. Ella
miento, y que propicia la industrialización del horror. A través de la televisión la habla de los ojos del asesino, que quedan como imagen fija y constante en sus
realidad, convertida en ficción, desaparece. recuerdos del momento del asesinato. También habla de la sangre de su pa-
. dre llenando el lugar en el que se encuentran, y describe su recorrido. De esa
En Montallantas, el televisor cumple más bien una función social de entre- mirada de la niña al techo ensangrentado de la camioneta, sus ojos regresan a
tenimiento dentro del universo urbano. Este aparato tiene un uso propiamente ella misma, a su cuerpo invadido de ese rojo sangre, y de allí vuelve una vez
cotidiano, en él se ve un partido de fútbol que le da la gloria al equipo colom- más a los ojos del asesino. La mirada de esta niña va y viene de un plano a otro
biano contra el argentino. El televisor se convierte entonces en objeto transmisor

25 Agomben, Giorgio, Qu'est-ce qu'un dispositif?, Poris, Rivoges poche, 2007, p. 3 l. 26 Leyton, ob. cit., p. 4.

(40) (41)
Teatro en estudio 11 La construcción de lo urbano en la dramaturgia bogotana contemporánea Estrategias autorales en la composición del espacio urbano. 11

como el lente de una cámara cinematográfica o de televisión que detalla cada


elemento visible y compositivo de la escena. En ese ir y venir de la imagen, el
Estrategias outoroles en lo
personaje se confronta también con la significación de los componentes que
allí aparecen: el de la muerte, el de la sorpresa, el de ese encuentro con los
composición del espacio urbano
ojos del asesino de su padre que se quedan fijos en los suyos. La ciudad inmen-
sa que se intuye en el exterior de la escena, queda para este personaje reducida
al interior del vehículo, en donde es encerrada en medio de un extrañamiento
siniestro de lo cotidiano.
Presencia del espacio urbano en las obras

Otro de los mecanismos utilizados por Leyton para crear el imaginario


urbano a través de la televisión consiste en que, además de describir la imagen
que el personaje tiene de los hechos, centra su mirada también en detalles
mínimos. La Niña, mientras ve las balas que atraviesan el cuerpo de su padre,
El espacio urbano aparece de manera diferente en las cuatro obras en estudio, y
mantiene su mirada fija en los ojos del asesino y observa cada detalle. En aquel
su importancia dentro de cada historia también difiere. Se podría trazar un espectro
momento la realidad le resulta semejante, y en esto coincide con el fantasma
en el que la presencia de. las ciudades en los cuatro textos iría de mayor a menor.
de su padre, a los programas vistos en la televisión. Ella ve al Matador disparar
Montallantas es una obra ·donde Bogotá no solo es el espacio en el que se desarrolla
y los disparos con la metralleta le hacen mover sus mejillas. Esto, que podría
la acción sino que es un protagonista de la historia, siendo su presencia en esta pie-
ser considerado un exceso, es en el momento del asesinato una evidencia que
za preponderante y esencial. En el otro extremo del espectro estaría El vientre de la
le hace comprobar a ella que la televisión se asemeja a la realidad. Esta es una
ballena, cuya urbe ficcional es un lugar indefinido e innominado, pues su existencia
diferencia con la visión de la Vecina, quien, por el contrario, descubre que en
es presumible por simple lógica espacial, pero nunca es vista ni reportada por los
los noticieros no se dice la verdad. De esta manera, Leyton pone dos puntos de
personajes, quienes pasan casi todo su tiempo en espacios interiores. La ciudad aquí
vista que se contradicen entre sí, haciendo perder la noción de lo verdadero y
no aparece descrita por la palabra de sus habitantes, y lo poco que sabemos de ella
lo falso, de la realidad y la ficción a través del más importante dispositivo de
es que sus calles representan un peligro para los menores. En el centro del espectro
poder que existe en nuestra sociedad para capturarnos, modelarnos, ordenar-
estarían Como la lluvia en el lago y Nada, en su orden.
nos, controlarnos: la televisión.
La Bogotá de Montallantas es una ciudad en transición donde lo urbano
todavía no ha reemplazado por completo a lo rural y donde la producción indus-
* trial -representada en la obra por el diagnosticentro- no ha terminado de suce-
der a ciertos modos de producción artesanal-simbolizados por el montallantas-.
Este estado de transición está denotado por las descripciones de la ciudad que
realizan los personajes y por sus hábitos y costumbres. Hay en toda la obra una
tensión subyacente entre el desarrollo y la tradición que terminará llevando a la
muerte, por diferentes motivos, a José y Alberto, representantes de una manera

(42) (43)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autorales en la composición del espacio urbano. 11

secular de hacer las cosas. La ciudad en esta pieza tiene nombre propio, Bogotá, Cloe, 11Sobre vitaminada//27 y con una estatura //de casi dos metros de a/tura 1128 •
y es el espacio que simboliza a, y en el cual tienen lugar, las grandes tensiones Por otra parte, están la Madre y Elena, con su aparente retraso mental. Con
entre futuro y presente, urbanidad y ruralidad o también juventud y vejez. estas imágenes, Rubiano nos instala en un universo ficcional que representa -el
mundo contemporáneo a partir de la caricatura de la juventud y de las familias
Como la lluvia en el lago se desarrolla así mismo en Bogotá, pero la ciudad de una ciudad cualquiera de hoy. Mientras las dos historias se desarrollan, apa-
que aparece en el texto no es ya la representación realista del texto de Rodrí- recen espacios cotidianos urbanos, interiores y exteriores, de manera explícita
guez, sino una versión estilizada y fragmentada de la capital colombiana. En 0 implícita, que van dibujando una red urbana en la que suceden una serie de
esta obra el espacio urbano nos llega a través de los reportes de los personajes, situaciones cargadas de violencia extrema. La ciudad como tal, sin embargo,
como el de la Vecina en el que, mientras esta narra los hechos de los que fue no es definida nunca ni descrita con precisión pues para el autor lo importante
testigo, mezcla su vida, se refiere a su familia y a la violencia que vive, habla de del espacio urbano no son sus peculiaridades geográficas o urbanísticas sino su
sus hijos y de lo que les da para comer, contribuyendo así a construir la cotidia- función en la historia: la urbe es el lugar donde desaparecen los niños, es un
nidad de las clases populares de Bogotá. La construcción del espacio urbano en espacio de violencia y peligro en el que se trafica con menores.
esta obra está en función de adentrarse en la violencia extrema que allí sucede.
La vida aparece aquí fragilizada, dividida en diferentes fragmentos que deben Cada uno de los cuatro autores utiliza un repertorio diferente en la cons-
ser de nuevo cosidos para comprender que la ciudad es un espacio en el que el trucción de sus ciudades ficcionales, de acuerdo a la importancia que le otor-
principio universal de la vida es fácilmente transgredido. gan al espacio urbano. Es posible, sin embargo, establecer cuatro herramientas
principales para la representación de las urbes: la presentación de los espacios
Nada, de Tania Cárdenas, es la única de las cuatro obras objeto del presen- ficcionales en el escenario (descripciones escénicas versus descripciones del
te estudio que está escrita bajo el supuesto aristotélico de la unidad de espacio. mundo ficcional); la relación de esos espacios ficcionales con otros lugares de la
Toda la obra transcurre en un café, en una urbe indeterminada -no ya Bogotá- extraescena y el tránsito de los personajes entre ellos; el reporte o la descripción
donde los personajes arriban por distintos motivos. La concentración del espacio verbal que hacen los personajes de los diferentes sitios, y, por último, la apari-
da cuenta de una ciudad fragmentada en la cual, más que un sentido de unidad, ción de la ciudad en el escenario a través de la televisión.
lo que aparece es una serie de islas urbanas circundadas por zonas oscuras (en
una de las cuales se pierde Vera, la niña). La ciudad de Nada, como ha sido
mencionado anteriormente, es una ciudad ficcional autónoma que no requiere
Espacios ficcionales y espacio escénico
ser actualizada por parte del lector-espectador con ningún conocimiento previo:
Las didascal ias o acotaciones son la manera como los autores de textos
el público no necesita conocer Bogotá ni ninguna otra ciudad para completar
teatrales indican a los lectores cuál debe ser, entre otras cosas, el aspecto del
la imagen urbana, es la gran ciudad 'tipo', un modelo de la gran urbe moderna.

Dos familias son el centro de las situaciones planteadas en El vientre de la


ballena. Por una parte, está la historia del Oficial, padre de una hija adolescente,
27 Rubiono, ob. cit., p. 4.

28 lbíd., P- 5.

(44) (45)
Teatro er, estudio 11 Lo construccic)n de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. 11

escenario. Es a través de ellas que los dramaturgos nos dan a conocer, no solo A la izquierda) puerta que da a la alcoba de José. Al fondo dos
qué espacios ficcionales son representados en escena, sino también cómo de-
ventanas. A la derecha) la puerta de un baño) dos butacos3°·
ben lucir esos espacios, qué elementos los componen y cuál es su disposición
escénica. En el modelo de comunicación para textos dramáticos propuesto por
Pfister 29 se distinguen primordialmente dos niveles de comunicación, el interno
y el externo: en el nivel interno se encontrarían los personajes y el mundo que En esta acotación, Rodríguez, más que describir el espacio ficcional, da
habitan (es decir, la ficción); en el nivel externo, el autor, los lectores y el es- instrucciones de cómo ponerlo en escena, brinda una lista de objetos necesaria
pacio escénico como lugar de representación del mundo ficcional. Las didas- para la utilería de la obra y le indica al director cuál ~ebe ~er la disposición de
calias pueden hacer referencia solo al nivel interno (como es el caso de Nada y los espacios que componen el montallantas. Esta met1culos1dad en el detalle es
el Vientre de la ballena) o a los dos niveles (como es el caso de Montallantas). una estrategia autora! aparentemente naturalista, que sin embargo permite cons-
Leyton, en Como la lluvia en el lago, toma una tercera vía, poco tradicional truir ambientes no realistas, como en el ejemplo, mencionado anteriormente, de
en la escritura dramática de otros períodos históricos, pero bastante frecuente la escena diecinueve en la que Tulia va a comprar el caucho para la olla: //Soroco
en la dramaturgia contemporánea, en la que prescinde por completo de las convierte su llanta en vitrina portátil"31 • Al ser explícito en los elementos que es-
acotaciones. En esta obra los lugares ficcionales donde suceden las diferentes tarán presentes en escena, el autor puede uti 1izarlos no solo para que mantengan
situaciones aparecen indicados en los títulos de las escenas y son deducibles a las propiedades que les conocemos en el mundo real (una llanta que rueda y al
partir de los diálogos de los personajes, pero el autor se rehúsa a dar su visión pincharse necesita ser reparada), sino para que adquieran caracte.rísticas c?~u­
escénica de los mismos. nicacionales útiles para la ficción escénica (una llanta que se conv1erte en v1tnna
portátil). En los otros textos estudiados los autores se limitan a la descripción de
!vlontallantas es la única de las cuatro obras objeto del presente estudio en los espacios ficcionales, y dejan que sea el director quien se encargue de con-
la que el autor brinda una propuesta explícita para su representación escénica.
cretar esos espacios en el escenario.
Rodríguez escribe sus acotaciones inscribiéndolas en el nivel externo de comu-
nicación del texto. Esto se hace evidente desde la didascalia inicial que describe Esta transformación de los objetos en el escenario, que es una alteración
el espacio de trabajo de Alberto y José: de los códigos realistas que dominan la mayor parte de la obra, está apoyada
por la palabra de los personajes. En la misma escena del ejemplo anterio1~ Tulia,
hablando de los cauchos para la olla a presión, le dice a Soroco: //Apuesto que
Llantas viejas amontonadas) compresor, prensa) manguera

para el aire) mesones) estante con aceite y herramientas(.. .)

30 Rodríquez, Rodrigo, Montallantas, Bogotá, Ditirambo Editores, 2009, p. 29.

29 Pfister, Manfred. The theory and onalysis of drama, Cambridge, Cambridge


University Press, 2000, p. 4. 31 lbíd., p. 42.

(46) (47)
Teatro en estudio JI Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autorales e11 la composición del espacio urbano. 11

no tiene de esos nuevos con sabores//32 • Está claro que la palabra aquí funciona to.joven. Acné. Ropa blanca percudida, un completo simula-
de manera análoga a como lo hace la llanta: se reemplaza el sentido literal por
uno figurado (la llanta se transforma en vitrina y el caucho para la olla parece
cro de elegancia. Corbatín torcido y las mangas recogidas. En
transmutar en preservativo). Esta operación, en este caso específico, le sirve al un rincón, junto a la ventana, está sentada una mujer muy
autor para resaltar la idea de la infidelidad de Tulia.
joven que mira hacia la calle. Ella es Vera 34•
En una escena previa hemos visto, así mismo, a Carmela y el Gavilán
asomados por las dos ventanas del fondo, mirando hacia el público, en una
situación que no podría ser leída de manera realista (pues lo lógico sería que
estuvieran hablando adentro del espacio interior, no asomados a la ventana y Como ha sido mencionado anteriormente, esta es la única de las cuatro
hablando hacia la concurrencia), utilizando un lenguaje altamente literario y obras que se adhiere a la regla de la unidad de espacio. Toda la acción transcurre
poético ajeno a los personajes en el universo ficcional. Otra vez se subvierten los en el café. Esta singularidad de lugar podría ser vista como un obstáculo para la
códigos realistas que rigen la mayor parte del texto. En otra escena, denominada comprensión de la ciudad o de los recorridos que por ella hacen los personajes.
"Ham/et/ el primo de Carme/a" 33 , a la hija de José se le aparece el fantasma de La autora, sin embargo, de manera ingeniosa nos permite reconstruir la urbe fic-
su madre clamando venganza porque Alberto, su cuñado, la ha asesinado. Esta cional puesto que al interior del café se da una curiosa territorialidad que semeja
intrusión intertextual también altera la dinámica realista y se suma a las inconsis- las condiciones de los personajes en el espacio más amplio de la ciudad. Ernesto
tencias en los procedimientos estilísticos que hacen de Montallantas la obra más siempre está tras la barra que es el corazón del café; es casi la personificación
heterogénea, en cuanto a la escritura, de las cuatro en estudio. de ese local. Jacobo transita entre el baño y la barra; es, por decirlo de alguna
manera, el cliente principal del café. Celia se sienta junto a Jacobo, su sitio está a
En Nada, la autora solo se ocupa del nivel interno de la comunicación. su lado; ella existe en el café y por él, por Jacobo, él es la única razón por la que
Cárdenas toma la opción de describir minuciosamente el café donde transcurre ella va ahí. Vera recorre todo el lugar: primero está junto a la ventana mirando a
toda la acción del drama, pero no da ninguna indicación sobre cómo debe ser la calle, luego intenta llamar por teléfono, ubicado en el corredor junto al baño,
representado en escena: luego va a importunar a Jacobo en la barra, después se para en el umbral de la
puerta, etc.; es la única que recorre todo el espacio sin restricciones en su movi-
lidad, lo cual refleja también su posición en la ciudad: ella está perdida y vaga
Un café. Una barra semicircular alrededor de la cual se en- por todas partes. La vida de Celia y sus recorridos están atados a los de Jacobo,
cuentran las sillas. Detrás de la barra está el mesero: Ernes- su vida es él. jacobo vive al frente del café y parece que pasara más tiempo ahí
que en su casa. Ernesto no sale nunca, es el corazón mismo de ese comercio.

32 lbíd.

33 lbíd., p. 6 l. 34 Cárdenos Poulsen, Tonio, Nodo, Madrid Coso de América, 2000, p. 69.

(48) (49)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. 11

Es posible deducir una imagen incipiente de la ciudad a partir de la mane- lamente por la forma, sino también por el contenido del texto. El autor parece
ra como los personajes se apropian de este espacio concreto. La ciudad que nos proponer que en una tragedia social como esta las únicas voces autorizadas son
es presentada es una gran urbe dentro de la cual sus habitantes viven en la más las de las fuentes primarias, las de las víctimas, los victimarios y los testigos; ·de
absoluta soledad en pequeñas islas, de las cuales surgen solo por necesidad. Esta resto, inclusive el autor debe permanecer en silencio, y por eso las únicas infor-
es una ciudad donde las calles son lugares amenazantes en la noche y donde maciones que recibimos del universo ficcional y el espacio urbano son las que
los personajes no persiguen más que sus propios intereses, donde no existe la nos brindan los monólogos de los personajes.
compasión ni la ayuda al prójimo.

Rubiano, en El vientre de la ballena, escribe un texto en el que el papel El espacio de la acción y su entorno ficcional
de la ciudad es importante solo en tanto contribuye a hacer avanzar la acción.
Lo que aparece en el texto es únicamente lo imprescindible para el movimiento Los lugares de la ficción que aparecen en la escena están conectados unos
dramático. //El Oficial entra. Trae bolsas de mercado con víveresl/35 • Esta es la con otros en el nivel interno de la comunicación. Es esta relación entre ellos lo
acotación inicial. En ella el autor no da ninguna indicación de adonde entra el que permite hablar de ciudad: la calle está bordeada por diferentes construccio-
nes, parques, intersecciones, etc. A diferencia del cine, sin embargo, el teatro
personaje (aunque se deduce que es a su casa, por el diálogo que sigue) ni de
presenta dificultades técnicas para mostrar en escena los lugares contiguos al
cómo ese lugar debe ser representado en escena. Lo importante es que el policía
entre al mismo lugar en el que se encuentra su hija Cloe, porque de lo contra- espacio en el que ocurren las acciones, y por lo general estos no se manifiestan
rio la escena no tendría lugar. La táctica que rige la escritura de Rubiano es la más que a través de referencias verbales de los personajes.
de lo imprescindible. El autor solo indica en las didascalias lo verdaderamente
En la obra de Rodríguez, el negocio del montallantas, el taller, es primor-
necesario para que la historia pueda llevarse a cabo, el resto es una de las tareas
dialmente un espacio productivo, pero también es un espacio social que con-
principales del director y de los actores en la concretización escénica del texto.
grega a las figuras ficcionales. Ahí se reúnen un grupo de clientes frecuentes, y
no solo arreglan sus llantas sino que conversan, beben licor y hasta ven partidos
Como se dijo anteriormente, Leyton toma la opción de prescindir por com-
pleto de las acotaciones. Todo lo que sabemos de los lugares donde sucede de fútbol. Este espacio ve complementadas las necesidades de su clientela con
el surtido de la tienda de enfrente, donde queda el teléfono público y donde
la acción nos llega a través de la palabra de los personajes. Como la lluvia en
el lago es una reconstrucción de hechos pasados a través de monólogos pro- también es posible comprar alcohol y cigarrillos.
nunciados por diferentes personajes. La obra comienza media hora después del
Leyton también sitúa la acción de Como la lluvia en el lago en la capital
acontecimiento principal: el asesinato de un senador en manos de un sicario
colombiana, y los diferentes monólogos de los personajes ocurren en distintos
en la ciudad de Bogotá. El tema puede ser familiar dentro del campo dramático
espacios de la ciudad. El lugar de enunciación es visto siempre a través de la
contemporáneo colombiano, pero la estructura de la obra, el modo como está
subjetividad del hablante. La técnica utilizada por el autor es semejante a la del
escrita y como se recuentan los hechos, permite una lectura compleja no so-
decorado verbal tan presente en el teatro isabelino, pues son los personajes los
que nos informan sobre cómo ven ellos los espacios y no el autor a través de las
acotaciones. Esta subjetividad en la mirada se opone a la narración objetiva de
35 Rubiano, ob. cit., p. l.

(50) (51)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autornles en la composición del espacio urbano. JI

las didascalias y hace que las descripciones de los espacios digan incluso más del mente, que el espectador puede reconstruir el plano extendido de la ciudad en
estado de ánimo interno de los personajes que del lugar donde se encuentran. donde ocurre la acción.

La autora de Nada, a diferencia de lo que ocurre en las dos obras ante- En Montallantas, los personajes describen una Bogotá caótica y agresiva
riores, no se preocupa por armar un tejido urbano, sino más bien una serie de donde la movilidad es difícil. Para los taxistas, representados por el Soroco y
islas que corresponden a los espacios de habitación de los personajes. Como el Gavilán, el recorrido físico de la ciudad es no solo su oficio sino también
se ha mencionado antes, en El vientre de la ballena el espacio aparece solo en su campo de batalla. Su relación con los pasajeros es de confrontación, y el
cuanto es necesitado para que la acción dramática progrese. Se presentan puros motivo de la confrontación tiene que ver con el estado de las calles de Bogotá:
espacios interiores destinados a permitir que ocurran una serie de situaciones "Pues me hizo meter por una trocha y casi rompo el carro: me saltó la piedra y
dramáticas que configuran el gran arco de acción de la obra. Incluso más im- lo bajé del carro de un varillazo"39 • La infraestructura vial de la ciudad es precaria
portantes que los espacios son los elementos que ahí se encuentran: "una silla y desigual. Para el Gavilán y Carmela, las calles y el taxi brindan el espacio per-
rústica para partos''36 , ''un sillón de odontología "37 , 11hilera de cunas''38 , etc. La fecto para el crimen al que se dedican intentando mantener algún mínimo ético.
definición del espacio en el sistema interno de comunicación, es decir en el Tras un asalto en el carro del Gavilán, Carmela le reclama porque la víctima era
universo ficcional, no parece ser importante para Rubiano. La peluquería pue- una anciana y, al parecer, fue asesinada. Él acepta que llegaron demasiado lejos:
de ser un consultorio odontológico o la comisaría un laboratorio, no importa, "Fresca, no vuelve a pasar. Es que el Flaco es muy acelerado ... Tocó pararlo por-
lo importante es que en estos lugares existan los elementos que permitirán que que también quería comérsela "40 • Para todos los personajes la ciudad es el espa-
las acciones tengan lugar a!lí. cio del trabajo y del rebusque. Cuando el colapso del montallantas es inminente,
por ejemplo, el Chino le propone a José: Usted y yo sabemos trabaja!~ salga1nos
11

a conseguir alguna esquinita y verá cómo se levanta rapidito"41 • Sólo el ejecutivo,


Reportes verbales de los personajes cuando se le insinúa al Chino, habla de la ciudad como espacio de diversión:
lo invita al cine. El centro comercial, su cafetería, es el lugar en donde Tulia y
La ciudad ficcional no puede ser recorrida por los lectores-espectadores,
Alberto se reúnen para traicionar a José, quien es quizá el único personaje que
pero sí por los personajes, quienes nos brindan los distintos reportes que ne-
no sale del montallantas. La idea de la ciudad de este último tiene que ver con
cesitamos para conocerla. En estos se nos informa no solo sobre su geografía
los peligros que ahí acechan y de los cuales intenta alertar a Carmela, su hija, sin
urbana sino también sobre la relación particular que cada uno de ellos sostie-
saber que ella es justamente uno de los criminales que rondan la urbe.
ne con la urbe y con sus diferentes zonas. Es a través de su palabra, principal-

36 Rubiono, ob. cit., p. 1O. 39 Rodríguez, ob. cit., p. 33.

37 1bíd., p. 19. 40 1bíd., p. 37.

38 1bíd. p. 30. 4í 1bíd., p. 70.

(52) (53)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. 11

La posición de cada personaje en la estructura social del montallantas de- encuentra la fatiga. Las personas que están allí le parecen indiferentes a lo ocu-
termina los recorridos que realizan por la ciudad y los reportes que brindan al rrido. Todo lo que ella ve son claros ejemplos de indolencia frente al asesinato:
lector-espectador. Alberto transita con absoluta libertad por todas partes. Al ser el
patrón, sus recorridos están menos condicionados por las obligaciones (menos
que, por ejemplo, los de José, restringidos severamente por ellas), pero su moti-
Me parece increíble que el mundo siga rodando, que la gente
vación tiene para nosotros una mayor 'opacidad', por su estatus, pues él no tiene
que explicarle a nadie a qué sale. Es el caso, por ejemplo, cuando se encuentra siga entrando y saliendo como si nada, tomando café, ha-
a Sergio, quien le debe plata, en la Once. No se nos informa qué hacía Alberto
allá ni en qué condiciones se encontró al deudor. Un caso similar en cuanto a blando por teléfono, sacando fotocopias, rascándose las ore-
la 'opacidad' de sus actividades es el de Carmela. Sabemos que ella anda libre-
mente por toda la ciudad y entendemos que este tránsito tiene que ver con sus
jas. Como si nada43 •
ocupaciones, pero su palabra no es confiable, no sabemos a ciencia cierta qué
hace, si está o no haciendo teatro con el grupo del barrio, por ejemplo. El hecho
de que el montallantas sea el lugar de habitación de ella y su familia, y por ende Esta percepción de la vida que continúa en la indiferencia coincide con la
sea el espacio paterno, hace que sus actividades sean un secreto, pues ella le
del Forense, quien una semana después dirá en su informe:
esconde a José la verdad de lo que hace. Por lo anterior, nos queda escondida a
nosotros también la vida real de Carmela. El Chino, como ayudante de José, tie-
ne su actividad casi restringida al espacio del taller. Sus incursiones en la ciudad
En Bogotá, (. ..) la tragedia acaeció cerca del colegio de su
son dictadas por la voluntad de Alberto quien lo manda a comprar o a conseguir
diferentes cosas que necesita. El espacio de la habitación le está vedado y ni si- hija. (. ..) A dos calles del colegio, frente a otras decenas de
quiera en una ocasión especial como el partido Colombia-Argentina el acceso a
la televisión le es permitido por Tulia: //Está loco si cree que lo voy a dejar sentar muchachos que pudieron haber resultado heridos, que aho-
en mi cama"42 • La Piojosa se limita a transitar entre el espacio íntimo y el taller
cuando está acompañada por su madre; el baño es el lugar de la transgresión ra tienen una experiencia gruesa para contar en sus fiestas.
donde ella se deja tocar del Chino, quien aprovecha la confusión del partido
Serán el centro de atención. No habrá lágrimas en sus ojos44•
para proponerle un juego erótico.

En Como la lluvia en el lago, cada personaje da su versión sobre el asesi-


nato del Senador, y en cada una de ellas se cuelan reportes sobre el entorno ur-
bano de la obra. Para la Niña, primera testigo, la estación de policía en la que se

4.3 Leyton, ob. cit., p. 7.

42 lbíd., p. 59. 44 lbíd., p. 17.

(54) (55)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. //

Sin duda, sucesos como estos, más que invitar a la solidaridad hacia el a las Bahamas, cuando Celia invita a Jacobo a huir con ella: //vámonos juntos! a
dolor del otro, son vistos en esta ciudad ficcional como la posibilidad de obtener las BahamaS 1146 , le dice, invitándolo a abandonar trabajo y familia.
una ganancia, primordialmente económica. Por esta razón, en ese universo en
el que se encuentra, lo único que la Niña quiere hacer es regresar a su casa para Esta estrategia de fragmentación funciona porque los lectores-espectadores
ver televisión. La televisión es pues el único medio que le permitirá 'salvarse' y reconocen los pocos elementos brindados por la autora (la calle, la fábrica, el
descansar de la realidad: //quiero irme a mi casa 1 meter la cabeza dentro de la edificio, el café, el apartamento) como pertenecientes a la ciudad (y no al cam-
tefe hasta que me duerma! por favor! ( ... ) me caigo del sueño 1145 • po ni a lo rural), y porque esta los ubica en un terreno ficcional eminentemente
urbano. Vemos en esta operación, que podríamos denominar minimalista, un
El reporte más ilustrativo de la Bogotá de esta obra, sin embargo, nos lo proceder análogo al de la concentración de la acción en el café: se intenta re-
brinda en su testimonio el Senador asesinado. De manera implícita y como ducir al mínimo la información brindada sin que este reduccionismo afecte la
ha sido anunciado anteriormente, la ciudad es comparada por él con una sa- comprensión de la historia; por el contrario, entre menos elementos aparecen,
bana africana donde su gran extensión permite que los seres se salven de ser mayor y más visible resulta ser la potencia dramática de la fábula. De manera
cazados por los depredadores. Recordemos la comparación real izada por el opuesta a lo que sucedía en la obra de Rodríguez, donde el montallantas estaba
Senador entre la urbe y el espacio abierto donde las presas quedan a merced inserto en el tejido urbano por una serie de necesidades, aquí el café es com-
de los depredadores. pletamente autónomo y su única relación de contigüidad se da con la calle y el
edificio donde vive Jacobo. Este rincón de la ciudad es una de las pequeñas islas
En Nada, son escasos los momentos en que las figuras ficcionales hacen que conforman aquella gran aglomeración urbana.
referencia al espacio urbano que habitan, y cuando lo hacen, no lo califican;
así que es difícil conocer con certeza las características precisas de la ciudad o Como se ha dicho anteriormente, la ciudad de El vientre de la ballena es
hacerse una imagen completa de ella. Sabemos que Jacobo trabaja en una fá""' la más difícil de reconstruir de las cuatro en estudio. Los lugares de la historia
brica -porque Celia lo tranquiliza diciéndole que no ha ido a buscarlo allá-, lo aparecen con un alto grado de autonomía y no se brinda mayor información
cual nos permite colegir que esta ciudad tiene cierto grado de actividad indus- sobre los espacios exteriores. En el fragmento nueve, Elena, que está sola en su
trial. Esta gran urbe, sin embargo, está compuesta por pocos espacios: el café, el casa, anuncia al final de la escena que su madre está por llegar. Ella describe el
apartamento de Jacobo (presentado únicamente al final de la obra en la pantalla recorrido, que durará tres minutos, y con esta descripción podemos reconstruir
de televisión), la calle (vista a través de la ventana y la televisión), la casa de el trasegar cotidiano del personaje por su barrio. Gracias a eso sabemos sobre
Vera, la niña (cuya ubicación exacta es desconocida), y la fábrica donde trabaja e! transporte urbano, y que la Madre baja de un colectivo que la deja a dos cua-
Jacobo. Los reportes de la ciudad proporcionados por los personajes son escasos dras de donde viven. La Madre viene de hacer compras en el supermercado, se
y puntuales, y configuran una urbe autónoma que no guarda relación explícita encuentra con una vecina, dobla la esquina y llega a su casa. No hay ninguna va-
con ninguna ciudad conocida. La única referencia a un lugar de la realidad es loración ni descripción de la ciudad, excepto por la advertencia reiterada respecto
de la amenaza que las calles representan para los niños. Sólo en el barrio de Elena

45 lbíd., p. 7. 46 Cárdenas Paulsen, ob. cit., p. 79.

(56) (57)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. //

y la Madre, particularmente peligroso, han desaparecido cinco infantes, según el ga a la ciudadanía; y en El vientre de la ballena y Como la lluvia en el lago solo
policía. El entorno inmediato de ellas les plantea una zozobra inminente: surge de manera simbólica o metafórica. .

Elena. Han pasado cosas muy raras en este barrio, en esta casa. La ciudad de Nada es una urbe mediatizada donde los hechos violentos
se convierten en noticias que llegan de un lugar a otro a través de la televisión.
Oficial. Sí. Han desaparecido niños. Al final de la obra, cuando surge la historia del suicidio de Andrea, vemos a un
equipo de teleperiodistas llegar frente al café, mostrar la calle, seguir a Marco
Elena. No he visto niPíos por acá.
mientras sube hasta el apartamento de su familia, abrir la puerta, cruzar el espa-
Oficial. No los ha visto porque han desaparecido. cio y llegar para descubrir a su madre muerta frente a la televisión. Todo esto lo
podemos ver a través del aparato televisivo, que es el centro de atención de los
Elena. Quiero decir, no en esta casa. En esta casa no hay ni dientes del café (y un elemento central de la escenografía de la obra). El papel
preponderante de este medio de comunicación en el espacio urbano, y particu-
habrá niños 47•
larmente en la acción de la obra, se demuestra con el final del texto: //luego se
pierde la señal, solo quedan rayas de colores"48 • Es como si la autora estuviera
La estrategia evasiva de Elena no solo es indicativa de su secreto -ha te-
apuntando que la trama de la obra es una ficción televisiva que llega a su fin
nido un hijo con el cual ella y su madre han hecho negocio- sino que también
cuando se acaba la programación. No es el objeto de esta investigación, pero
nos habla de esta ciudad donde los espacios seguros son los espacios interio~
la referencia frecuente a las telenovelas hace pensar que las tres historias que
res, las casas, los lugares de trabajo, de comercio, mientras que los espacios
conforman la trama de la obra (el extravío desesperado de Vera, el abandono al
exteriores son los lugares donde se trafica con la vida y donde el peligro ace
que es sometida Celia por parte de jacobo y el suicidio de Andrea) podrían per-
cha en cada esquina.
fectamente corresponder al género del melodrama televisivo.

La ciudad y la televisión La primera parte de la historia de Montallantas ocurre el 5 de septiembre


de 1993, día del 'histórico' partido de fútbol en que Colombia le ganó cinco
Una presencia constante en las cuatro obras en estudio, y cuyo análisi,, goles por cero a la selección argentina. Para los clientes y trabajadores del mon-
como dispositivo de control adelantamos en el capítulo anterior, es la de la tei tallantas este evento futbolístico es el suceso principal de la jornada, todos están
levisión. Mediante ella, sin embargo, también es posible encontrar trazos qu~ pendientes de la transmisión por televisión. Después del triunfo viene el discurso
ayudan a completar la visión del espectador sobre las diferentes ciudades ficcio-; victorioso del presidente de la República en el que invita a los ciudadanos ato-
nales. En Nada la urbe aparece de manera directa en la imagen audiovisual; e marse la ciudad y a //que todos nos volquemos al Aeropuerto Internacional Eldo-
Montallantas es el medio que difunde un acontecimiento deportivo que congre

47 Rubiono, ob. cit., p. 34. 48 Cárdenos Poulsen, ob. cit., p. 88.

(58) (59)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Estrategias autora/es en la composición del espacio urbano. 11

rada para dar la bienvenida a estos dioses del balompié mundiaf/49 • Rodríguez, a es reducida a una callejuela que encierra a este personaje en una caja de la
diferencia de Cárdenas, no introduce el aparato televisivo en la escena sino que muerte. Y luego, en esta estrechez cada detalle es inmenso, como en una ti~a .
construye con los actores lo que está siendo transmitido por los medios, es u cómica; o como en la televisión, en donde el montaje de la imagen a través de
actor en vivo quien lee el discurso del presidente y no una imagen audiovisual. primerísimos planos, a los que se recurre a partir de la descripció.n del personaje,
En el caso de Nada, la ciudad aparece en la pantalla y los espectadores pueden se convierte en la secuencia de suspenso de un programa de an1males:
observar ahí cómo luce la fachada del café en cuyo interior nos encontramos,
el edificio en el que vive jacobo, y finalmente su apartamento. En Montallantas,
.. .la motocicleta) el retrovisor, la rueda) el ruido) el arma)
la imagen televisiva es reemplazada por una representación teatral y la ciuda
aparece, una vez más, solo en el discurso del personaje que habla. todo como en la estepa africana) hasta suenan los tambores)

A través de la pantalla, en El vientre de la ballena podemos establecer di- ja) sonaban en la radio) en serio) como en el programa de
versos lugares urbanos que se sintetizan en los sets de televisión de los diversos
programas que transmite el Periodista. La televisión se convierte así en un lugar televisión) era lo que más le gustaba a mi hija) los tambores
en el que todo puede pasar, en el que todo es transmisible e importante para la
mientras cazaban al cervatillo 50 •
audiencia. En la televisión se puede anunciar la desaparición de niños y, a la
vez, tener la imagen de una ecografía: en ella todo se puede banal izar o volver
conmovedor al mismo tiempo. Ella puede divertir y también horrorizar, y el pú-
blico puede aplaudir las dos posibilidades. La televisión, pues, es en esta obra El sarcasmo de la situación incita a la risa. Una risa sobre lo trágico de la
una especie de ventana a través de la cual se mira al mundo. Pero ese mirar es sin salida. La falta de posibilidades de sobrevivir convierte a la situación en ab-
manipulado por el Periodista que se alía con el vendedor. Todo aparece como en surda por lo extrema. De hecho, a lo largo de su testimonio, el Senador, ya muer-
una vitrina, expuesto para ser vendido, especialmente los horrores del mundo, to, no para de reír. Todo le parece cómico ahora, cuando ve su muerte como si
que van acompañados por la risa. fuera un programa de televisión. Solamente la realidad lo detiene en su risa, la
realidad de su hija y de su esposa. Es al preguntarse por la suerte de ellas como
En Como la lluvia en el lago, la ciudad es un espacio que puede ser al llega al reconocimiento de su propia muerte.
mismo tiempo de libertad y de acorralamiento. Puede tener espacios inmensos,
autopistas, pero también callejuelas. Puede ser lugar de caos, de velocidad, pero Hasta antes del sacrificio del Senador, la ciudad de las muertes violentas
igualmente de zonas de tranquilidad. Todo ello se entrevé al ir juntando las imá- había sido para los personajes algo ajeno, lejano, existente solo a través de la
genes que describe el Senador con las que van narrando los otros personajes. televisión; es por ello que las metáforas utilizadas por él están fuertemente arrai-
Es así como la imagen real de la ciudad se transforma en una imagen televisiva. gadas en la imagen televisiva. Hasta antes del asesinato los personajes estaban
Una ciudad, que por su inmensidad podría pensarse como espacio de libertad,

49 Rodríguez, ob. cit., p. 67. 50 Leyton, ob. cit., p. 24.

(60) (61)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dromoturgio bogotano contemporó La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

tranquilos frente a la pantalla, sentados en sus sillas confortablemente, viendo difiere, pero en todos se presenta a la ciudad como el espacio donde tiene lugar
mundo a través de la caja mágica. Pero cuando la realidad sale de sus pantall el atropello contra la integridad física y psicológica del individuo. En relación
de televisión para atravesar sus vidas, esa realidad comienza a aparecer pa con esta problemática urbana, Rosa del Olmo afirma:
ellos como algo extraordinario y que solo puede ser explicado a partir del
bulario de la ficción. La televisión se convierte entonces en algo muchísimo m A su vez, su crecimiento y transformación ha hecho de este
profundo y siniestro que un simple medio masivo de comunicación, se convi
en una extensión del aparato cognoscitivo de los personajes, es a través de ell fenómeno [la violencia urbanaJ uno de los más actuales e
que logran entender el mundo y lo que les acontece, y solo a partir de su
importantes de la ciudad contemporánea, convirtiéndose en el
riencia televisiva logran articular un discurso que lo explique.
principal problema y en la primera causa de muerte. No hay

* que olvidar que las ciudades son escenarios de relaciones múl-

tiples y variadas donde los conflictos inherentes a la vida social


La(s) violencia(s) urbano(s) y el
pueden expresarse en forma abierta e incluso convertirse en
engranaje dramático
actos de violencia cuando no se logran resolver pacíficamente5 2•

Definición de violencia

El ámbito de definición de la violencia es el político, y el significado exac-


to del término es, la mayoría de las veces, elusivo. Chesnais señala en este sen-
tido que "violencia ha terminado por designar cualquier cosa: desde el inter-
cambio agresivo de palabras al homicidio crapuloso, pasando por el cheque sin
Si existe un tema transversal a: las cuatro obras en estudio es el de la viol fondos" 53 • Para el propósito de la presente investigación se adopta la definición
cia. Esto no sorprende, pues en América Latina, una de las regiones más viol
tas del mundo, Colombia ocupa el primer lugar en el ránking correspondien
La importancia de este fenómeno social en el engranaje dramático de los

52 Del Olmo, Roso, "Ciudades duros y violencia", en Nuevo Sociedad NLº 167,
moyo-junio de 2000, pp. 7 4-86.

51 FundociOn Fundar, f/ rónking de violencia en América Latino, Buenos Aires,


53 Chesnois, J.C., Histoire de lo violence, París, Robert Loffont 198 1, p. 438.
2005.

(63)
(62)
Teatro en estudio 11 Lo consirucción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporóne La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

de violencia sugerida por Briceño León: 11[e]l uso o amenaza de uso de la fuerz fuera un cuadro, o una escena de televisión que se hace trozos. Es así como el
física con la intención de afectar el patrimonio, lesionar o matar a otro o a un montaje de los sucesos resulta para el lector-espectador una multiplicación, por
mismo"54 ; pero además y para nuestros fines, la misma se sitúa en el espaci cinco, de imágenes-fragmentos que se mezclan entre sí. ·
urbano y se clasifica de acuerdo a quien la ejerce o la padece (violencia intrafa
miliar, crimen organizado, suicidio), a la vez que se propone de manera implícit Esta fragmentación es justamente uno de los procedimientos privilegia-
que las manifestaciones de este flagelo social son, en cada uno de los texto dos por el autor para construir la 'micropoética' de su obra. Jorge Dubatti defi-
analizados, una de las características constitutivas de la concepción de ciudad ne este concepto de la siguiente manera: '/llamamos micropoética a la poética
de un individuo teatral" 55 , entendiendo en este caso al texto y no al autor como
'individuo teatral'. En la pieza de Leyton el asesinato funciona como aglutinante
Violencia en el engranaje dramático de los cinco testimonios, pero también como suceso real irrecuperable ocurrido
(centralidad del tema) por fuera de la vista del espectador (del cual se desprenden las narraciones de
los testigos). La alternativa a la fragmentación se da solo en la unicidad del su-
Como se ha visto anteriormente, Como la lluvia en el lago es una obra qu ceso en sí en su devenir, del homicidio como tal en el momento de tener lugar,
surge de un hecho violento como suceso de partida: el asesinato de un senador hecho que no es observado por ninguno de los espectadores pues ha ocurrido,
manos de un sicario. El primer eslabón de la cadena dramática de la obra es est en el tiempo ficcional de la obra, media hora antes del testimonio más cercano
homicidio, y cada una de las secciones en que Leyton divide la pieza dramátic al magnicidio (el de la Vecina). Esta es justamente la apuesta del autor, quien
es una versión del magnicidio. Se puede decir que la obra es no solo una ind propone en este texto uti 1izar la fragmentación de las diferentes versiones para
gación sobre los hechos violentos sino también, y de manera más important poner en evidencia temas como la imposibilidad de la reconstrucción fidedigna
sobre la narración que de ellos logran articular los testigos. La pieza está divi de los hechos violentos, el trauma de la violencia en el sujeto que la sufre, la
dida en seis fragmentos, en donde los cinco primeros son monólogos. Estos s verbalización de la violencia como mecanismo de indagación tanto psicológica
contraponen al último, en el que todos los personajes están reunidos y articula como legal en las causas y efectos de la misma, y la parcialidad perceptiva del
un diálogo. En los monólogos aparecen dos mujeres (la Niña y la Vecina) y tre sujeto, entre otros.
hombres (el Forense, el Matador y el Senador). Cada personaje se encuentra e
un lugar y en un tiempo diferentes, razón por la cual no hay interacción entr El vientre de la ballena es, al igual que la obra de Leyton, una reflexión
ellos. Cada uno de los personajes entrega su versión de los hechos. Todos ha sobre la violencia urbana, pero centrada esta vez en el tráfico y abuso de me-
coincidido temporal y espacialmente en el momento de los disparos, pero nin nores. El padre de Cloe, policía, se enfada súbitamente con ella, en la primera
guno coincide en ver o interpretar ese momento de la misma forma, de maner escena, la golpea violentamente y entonces ella se va de casa. Esta obra podría
que no tienen una misma imagen del acontecimiento. Todos ellos, a través d ser una clásica historia sobre el detective que busca a los delincuentes, pues el
la palabra, intentan describir su propia imagen de manera minuciosa, como s· Oficial dedica el resto de la obra a indagar no solo el paradero de su hija, sino
el de los criminales que trafican con niños en la ciudad. Desde el inicio de la

54 Briceño-Leon, R "Lo culturo emergente de lo violencia en Carocas", en Revisto


Venezolano de Economía y Ciencias Sociales Vol. 3, N'º 2-3, 4-9/ 1997, p. 197. 55 Dubotti, Jorge, Filosofía del teatro 11, Buenos Aires, Atuel, 201 O, p. 1O l.

(64) (65)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

obra, sin embargo, la palabra de los personajes y las situaciones planteadas se En Montallantas, la violencia aparece primordialmente en una doble fun-
alejan deliberadamente de la realidad de los espectadores, para poner en con- ción: en el nivel externo es el mecanismo que impulsa la trama hacia delante,
flicto su percepción sobre lo que observan en la escena. De manera similar a pues hace que la acción dramática progrese (es el intento de apropiación de la
lo que explica Rafael Spregelburd, Rubiano parece apelar parcialmente a "una casa-lote lo que hace avanzar la mayor parte de la historia); mientras que en el
forma de escribir el teatro -o de leerlo- que no privilegia la manera discursiva nivel interno es la dinámica mediante la cual se relaciona la familia protagónica
en la que la literatura o las fábulas dramáticas transmiten contenidos, sino una (Alberto intenta robar a su hermano José, Tulia es su cómplice, Carmela quie-
experiencia en la que una situación, un juego simple de convenciones que dura re asesinar a Alberto para vengar la muerte de su madre, etc.). A diferencia de
un tiempo, construye sentidos que entran en colisión con el sentido común de los dos textos anteriores, la violencia que aparece aquí en el contenido no es
una comunidad que los ve" 56 • solo la del crimen organizado (la red de sicarios a la orden de oscuros intereses
políticos que asesina al Senador, ni la mafia que trafica con menores), sino la
Estas situaciones, estos juegos, en la obra de Rubiano son comportamien;. intrafamiliar, aquella que ejercen, unos contra otros, los miembros de una mis-
tos de violencia y deshumanización aparentemente gratuitos, aparentemente ma familia. Como se dijo anteriormente, hay a lo largo de la obra una tensión
absurdos, que provocan la 'colisión con el sentido común' de los espectadores: subyacente entre desarrollo y tradición, y entre juventud y vejez. En el modo de
El hecho de que la realidad del público no pueda proveer una explicación su- pensamiento de los mayores la astucia posibilita el éxito de la trampa, mientras
ficiente para muchos de los giros de la trama y de las situaciones que aparecen' que en el proceder de los jóvenes es la violencia la que garantiza la consecución
en la obra (una mujer/niña de 40 años forzada por los engaños infantiles de su de los objetivos. Alberto, en un desenlace con un eco lejano de la historia de
madre a parir niños para comerciar con ellos, por ejemplo) hace de este un uni~~ Caín y Abel, lleva a José al suicido. No es, entonces, que él lo asesine, sino que
verso ficcional autorreferencial que se deslinda tanto de la realidad como de las lo acecha y lo acorrala de tal forma que su hermano no encuentra más sal ida
tramas del género detectivesco. El choque con la sensatez de la audiencia -pro./ que su propia muerte. Alberto, por el contrario, es asesinado directamente por
dueto de la dificultad para entender esta lógica extraña del mundo donde ocurre Carmela gracias a la acción del Gavilán. Carmela no se pone a urdir complejos
la historia del Vientre de la ballena- funciona en dos sentidos: como indicador; planes de venganza, sino que lo saca del velorio de José y le dispara ahí mismo,
de la distancia entre el universo de ficción propuesto en la obra y el universo'< sin miramientos. Tulia, trastornada por todas estas emociones, sufre un derrame
real del público, y como réplica del choque (emocional, cognitivo) que produce;' cerebral y queda tullida. Al final de la obra vemos que el futuro, representado
la violencia en los sujetos alcanzados por ella. Si en Leyton veíamos, entonces/~ por la generación de los más jóvenes, ha arrasado violentamente con el pasado:
que la estructura misma del texto es la de la huella de la violencia en el sujeto el montallantas ha sido reemplazado por el diagnosticentro y el narcotráfico se
(la imposibilidad de aprehender la totalidad del hecho traumático), en Rubiano ha convertido en el eje de los negocios ilegales, abriendo espacio a una nueva
encontramos que la elaboración del universo poético busca generar un encuen~izf, clase emergente en el país.
tro 'violento' con el espectador cuando entra en contacto con él.
En relación con las tres obras anteriores, Nada es aquella en donde la vio-
lencia es menos 'visible'. En la pieza hay tres historias principales organizadas

56 Spregelburd, Rafael, "Noto final 1 .Antes y después de esto obro", en Dubotti,


Jorge (comp.), Nuevo teatro argentino, Buenos Aires, lnterzono, 2003, p. 179.

(66) (67)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporó La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

como lo prescribe Ricardo Piglia en su Tesis sobre el cuento 57 : un par de rel Violencia intrafamiliar
visibles que ocurren en el bar (una niña perdida que intenta regresar a su casa
una mujer abandonada por su amante) y un relato oculto que ya ha ocurrido, e La violencia intrafamiliar es una presencia irrefutable y definitiva en tres
el tiempo ficcional, y del cual no sabemos nada (el suicidio de Andrea, espo de las cuatro obras en estudio. La excepción es Como la lluvia en el lago, don-
de jacobo). Solo al final la tercera historia es revelada, y con ella irrumpe n de el tema no aparece de manera directa. Es posible, sin embargo, reconocer
solo la violencia sino también la presencia de la ciudad. Ambas surgen i en la escena del testimonio de la Vecina una violencia que podría ser tipificada
pestivamente: en la televisión vemos cómo Marco, el hijo de Jacobo, cruza como doméstica en cuanto tiene lugar en la vivienda de esta testigo. Ella tiene
calle, pasa frente a una ambulancia que acaba de llegar, sube aterrado hasta s secuestrada a la periodista, que se ha presentado ahí para cubrir el magnicidio,
apartamento, abre la puerta y descubre a su madre muerta junto a un frasco porque quiere que escuche su testimonio. Le ha dado un golpe con una olla y
pastillas. El espacio dramático cerrado, que se había mantenido durante toda 1 la ha sometido y encerrado en su casa, obligándola a oír lo que ella tiene para
obra como un refugio seguro que protege a los personajes de la inseguridad de 1 decir respecto al crimen. Si bien estos dos personajes no tienen una relación
ciudad, se abre para revelar la historia oculta que provee el giro final de la ob de sangre (familiar), el abuso de la fuerza física de un personaje sobre el otro
la muerte de Andrea. ocurre en un ámbito doméstico. No es este, sin embargo, un tema central en
la obra, y su aparición está quizá destinada a demostrar cómo el hecho vio-
Si en Rubiano veíamos que el universo micropoético responde a una 1" lento de mayor envergadura (el asesinato del Senador) puede ocasionar una
ca particular y diferente de la realidad de los espectadores, en el texto de Cá alteración mental en uno de los testigos (la Vecina), empujándolo a actuar de
nas todos los interrogantes que presenta la autora en la trama y las situaciones manera violenta e irracional.
respeto de Marco hacia su padre que lo mantiene siempre en el umbral del
las expectativas frustradas de Celia con respecto a Jacobo, el temor de Vera q En Montallantas, la violencia intrafamiliar se manifiesta a través del abuso
le impide salir de ahí, etc.) pueden ser resueltos por el público desde su pr sexual, el abuso físico, la intimidación, el engaño y el asesinato. Alberto abusa
experiencia perceptiva de la realidad. Este procedimiento de construir la histo sexual mente de la hija de Tulia, su cuñada. Este abuso no ocurre en la escena y
sobre las expectativas de realidad de la audiencia le permite a la autora un n· solo es discernible hacia el final de la obra, cuando la Piojosa, la chica abusada,
de efectividad y concisión dramáticas imposible de lograr cuando no se cono admite que el padre del hijo que viene en camino no es el Chino sino Alberto.
la lógica que rige al universo ficcional. Es por esto que en Nada la violenc Este último no solo se aprovecha físicamente de la adolescente, sino que urde
se despliega a lo largo de la historia como una amenaza que acecha y todo un engaño para culpabilizar del embarazo al asistente del montallantas, el
tensión en la audiencia, y que al final revienta por el lado más insospecha Chino. Aunque este joven sí se aprovecha de la Piojosa, pues le ofrece pequeñas
proveyendo un desenlace sorpresivo y potente. recompensas para que ella se deje tocar por él, se podría argüir a su favor que
ambos tienen la misma edad y que -si bien es cierto que ~1 Chino la engaña con
baratijas- el hecho es consentido por ella.

La intimidación la ejerce Alberto contra todo su entorno, inclusive -y qui-


zá de manera principal, aunque menos evidente- contra su hermano José, co-
propietario del taller. Su poder intimidatorio reside en primera instancia en que
57 Piglia, Ricardo, Formas breves, Buenos Aires, Anagrama, 1986.

(69)
(68)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

es el patrón del montallantas (esto le queda bastante claro al Chino, el personaj cuidar a Elena y protegerla de los peligros que el mundo podría causarle a una
sobre el cual Alberto ejerce mayormente su autoridad) y en una personal id personalidad tan débil, parece mantenerla encerrada como una especie de pr~s­
cuya ambición se manifiesta en el deseo de controlar a los demás a través tituta a quien obliga a parir hijos para luego venderlos en el mercado negro del
temor. Esta intimidación termina en un conato de abuso sexual contra Carmel tráfico infantil. Las causas reales del sometimiento de Elena, sin embargo, no
en la escena vigésima segunda, donde él la toca por detrás. Ella es la única qu son nunca reveladas por el autor, quien a la postre deja suficientemente claro,
es capaz de rebelarse abiertamente contra el poder de su tío, a quien detesta po a través del razonamiento del personaje, de sus estrategias para lograr lo que
la manera como trata a su padre y porque tiene la sospecha de que es el asesin desea y de la manera de hablar, que este no tiene un retraso mental sino que
de su madre. En esta escena ella lo golpea una y otra vez, hasta que entra el G simplemente decide aceptar de manera voluntaria el rol que la Madre le asigna.
vilán, y entonces Alberto la acusa de loca. Carmela, al final, no aguantará más Esto relativiza y a la vez vuelve más compleja la violencia intrafamiliar de esta
terminará por asesinarlo sin miramientos en el velorio de José. familia, pues pareciera ser una violencia consentida entre dos personalidades a
su manera adultas.
La relación entre Tulia y José está marcada por la violencia, a veces con
ni da, a veces explícita, pero sobre todo por el engaño. Tulia ,le es infiel a José co Entre el Oficial y su hija Cloe, por otro lado, la violencia irrumpe de ma-
su hermano Alberto. La motivación de ella no es solo amorosa -no es solo el nera bastante gratuita. En medio de una charla sobre la acumulación de puntos
que siente por Alberto lo que la lleva a estar con él-, sino también económica. de un supermercado para ganar una máquina de hacer pan, surge el tema de la
Tulia sabe que José no tiene grandes ambiciones materiales, su objetivo no es a madre. En un comienzo, la hija habla mal de su madre y el Oficial le pide que no
mular dinero sino trabajar de una manera honesta y ser un buen proveedor pa lo haga. Por esta razón comienzan a pelearse, y entonces la hija decide anunciar
ella, su hija y Carmela. Alberto, por el contrario, desea apropiarse de la casa-l que ha cambiado de opinión y que se irá a vivir con ella. Ante esta decisión, el
y sus ambiciones lo llevarán, piensa Tulia, a progresar, es decir, a convertirse e padre la golpea violentamente. Así, en medio de conversaciones banales que
una persona adinerada. Es también por eso que ella está con él, como una man se convierten en importantes, surge también lo íntimo que nos permite eviden-
de ascender en la escala social a través de la acumulación de riqueza. Alberto ciar las fracturas internas de esta familia. Cloe, tras ser golpeada por su padre,
un ganador y José es lo contrario. La infidelidad de Tulia y el engaño de Alberto, al se va de la casa. A partir de ese momento surge ante nosotros la ciudad, como
igual que las dinámicas de violencia que se generan de esta duplicidad, tienen un un monstruo violento que amenaza con devorar a sus habitantes. El padre de
origen relacionado con el dinero y con la ambición de los personajes. Cloe, arrepentido, sale de su casa para ir a buscar a su hija, y lo hace de mane-
ra frenética pues él, como poi icía, sabe muy bien que la urbe es terriblemente
En El vientre de la ballena, la violencia intrafamiliar, uno de los temas peligrosa. Es por esta razón que después de la escena de la golpiza el universo
centrales de la obra, también está relacionada con el dinero a través del comer"' de la obra empieza a mostrar los diferentes caminos que conducirán a un la-
cio y el lucro. La relación de Elena y su Madre está signada por el engaño y el berinto de violencia y engaños, en el que Cloe quedará atrapada y del cual no
sometimiento. El autor establece un lazo entre ellas donde la Madre es quie podrá salir. En efecto, Cloe cae en una red de prostitución que también hace
tiene el poder absoluto y tiránico, mientras que Elena es la víctima de un abuso parte de la red de tráfico infantil.
sistemático de orden sexual y psicológico cuyo fin último es el provecho econó-
mico. La hija, quien aparentemente sufre algún tipo de retraso en su desarrollo En Nada, la violencia intrafamiliar aparece de manera soterrada como un
mental, es dominada por su progenitora. Esta última, con la disculpa de querer generador de tensión y como una posible explicación para algunas de las accio-

(70) (71)
Teatro C'l estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo La(s) violencia(s) urbana(s) y el engra11aje drmnático 11

nes de los personajes. Vera añora su hogar, añora la seguridad de su hogar donde~ bien sea porque está sometida a él o porque vive en un contexto donde este
se siente protegida por sus padres. Sin embargo, su casa no es el paraíso perfecto fenómeno existe. Puesto que la autora prefiere dejar la violencia infantil como
e idílico de la familia modelo: una sombra que amenaza y genera tensión, en lugar de convertirla en tema ce·n-
tral, cabe especular si Vera no miente también con respecto a aquello que la ha
llevado a abandonar su casa. El maltrato del padre funciona entonces como una
explicación posible y configuraría su partida como una fuga del hogar.
Quiero meterme en mi cama con mi pij"ama de ositos y des-

pertarme mañana por la mañana y no quiero acordarme Crimen organizado


nunca de que usted no me quiso ayudar en nada sabiendo
Nada es la única de las cuatro obras en estudio donde no aparece el fenó-
que mi mamá estaba preocupada y que mi hermana mayor meno del crimen organizado. Como se ha visto, en esta obra la violencia tiene
una dimensión más doméstica y la inseguridad ciudadana es una sombra ace-
que tiene dolor de cabeza no se pudo tomar las aspirinas por chante pero abstracta y sin características definidas. En El vientre de la ballena,
las organizaciones criminales trafican con niños; en Como la lluvia en el lago,
su culpa. ¿Qué? ¿Qué hago? Mire. Ya tengo moneda [para las mismas están al servicio de oscuros intereses políticos, y en Montal/antas se
el teléfonoJ. Por favor. Se van a poner muy bravos; y cuando encuentran ligadas a la delincuencia común y al narcotráfico.

mi papá se pone furioso se quita la correa. ¿Quieres que te Rubiano pone como tema central de su obra el tráfico de niños, pero este
tráfico se va tejiendo con otros sucesos terribles como las violaciones y la pros-
muestre las marcas?58 • titución infantil. Cada personaje que hace su aparición en la obra y cada situa-
ción nos van revelando el engranaje de esta actividad ilícita, nos van ilustrando
sobre cómo funciona esa red de tráfico de niños. Los menores pueden ser usa-
dos para vender sus órganos o para la prostitución o para cualquier cosa que se
Vera le dice lo anterior a Ernesto, bartender y a la vez mesero del café,
les ocurra a quienes manejan la red o a sus clientes. Esta actividad, terrible en
quien se rehúsa a ayudarla a llamar por teléfono. En este parlamento la niña
el mundo real, no posee la misma cualidad del horror en la obra de Rubiano.
confiesa que en su casa recibe maltrato de parte de su padre. No sabemos, pues
Aquí, a través del recurso a los procedimientos anteriormente mencionados
nunca se aclara, si en realidad Vera es golpeada o si se trata solo de una estra-'
en los que el autor construye un universo autorreferencial, 'un juego simple de
tegia de manipulación para generar lástima en Ernesto y así obligarlo a que la
convenciones'-, el comercio infantil es llevado a extremos que generan en el
ayude. Lo importante aquí es que el maltrato hace parte del imaginario de Vera,
lector-espectador un efecto más bien cómico. Pero la risa que de ello surge ya
no es libre y espontánea, al contrario, proviene de un humor impregnado de
sarcasmo, de crueldad y de desespero. La obra de Rubiano crea un humor en
el que mientras se ríe, se paralizan los sentidos frente a lo terrible que repre-
58 Cárdenos Poulsen, ob. cit., p. 15. senta esa risa. En su obra se figura al ser humano como una extraña caricatura,

(72) (73)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo La(s) violencía(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

cargada de humor negro y de cinismo. Lo grotesco de los personajes, de sus hecha de testimonios, es una hilación de monólogos que nos brindan las ver-
acciones, de sus maneras de pensar hace mezclar lo cómico y lo trágico de la siones de unas personas involucradas en un acontecimiento violento. En el ca~o
humanidad de hoy en un universo urbano. del Matador, lo vemos ya despojado de su traje de asesino en su propia casa.
Él vive en un apartamento del piso siete de un edificio. En el interior de su casa
En El vientre de la ballena, lo único claro es que todos los personajes ha- se puede intuir un ambiente de pobreza y de abandono que él mismo compara
cen parte, de una u otra forma, de la red de tráfico infantil: 1'el mundo entero es con un basurero y con la 'mierda': no hay madre porque está muerta, no existe
un sex shop//59 , dice el Vendedor. No hay nadie inocente. Los clientes desean, el padre, seguramente los abandonó, solo hay hermanos pequeños a cargo de
piden, demandan, moldean o dan forma a la oferta de los traficantes. La ciudad una abuela que está a punto de lanzarse desde el techo porque su nieto acaba de
creada por Rubiano es la ciudad del comercio sexual infantil, una urbe donde el cometer otro asesinato, y también porque tiene miedo de que él le haga daño. El
deseo por los menores es fuente de ingresos para quienes negocian con él. El ser Matador, quien viene de terminar con otra vida, llega para encontrar en su casa
humano aquí es un ser productivo y un producto al mismo tiempo, es productor una situación extrema. En un lenguaje sintetizado en frases cortas, en insultos,
y producido, mercader y mercancía. Las personas hacen parte de una masa cuya en una violencia de la palabra y de la acción que se mezclan con un terrible
función es obedecer los principios actuales del progreso y de la industria, regi- desespero, este personaje nos abre la puerta a un lugar de la ciudad que se sabe
dos por la falta de restricción y de control de los avances tecnológicos. No hay lí- que existe, pero que no es de fácil acceso. El Matador nos lleva a su casa y nos
mite para los deseos y las perversiones de quienes ostentan el poder económico, muestra el universo en el que vive. Él, al igual que la Niña, no puede dormir. La
capaces de hacer negocio con cualquier cosa que sea rentable, aunque atente realidad lo golpea tan fuerte como él mismo golpea su cabeza contra la pared
contra el respeto hacia los derechos de los demás. El individuo se halla perdido ante la amenaza de suicidio de su abuela. Cuando ella cae al vacío, la cabeza
entre las multitudes anónimas, sin valer nada por sí mismo. Esto se traduce en del Matador ya está rota y su vida aún más destrozada que antes del asesinato.
el nacimiento·de una sociedad-en la que las personas buscan sobresalir a toda Esta patética postal es la pequeña ventana que nos abre Leyton al universo del
costa por medio de la apariencia. El cuerpo se convierte en algo fundamental, crimen organizado. No es, ciertamente, una vista sobre el engranaje de la empresa
mientras que el mun.do interior de la gente está deshecho, cargado de violencia criminal que nos revele las causas y consecuencias de las ambiciones humanas,
y de desespero; esto en una sociedad en la que no se es nadie si no se siguen las que nos muestre el lado oscuro de la política y los capitales (legales e ilegales) a
modas o si no se está acorde con lo que en términos materiales se exige para que !os que sirve; es, más bien, una pequeña rendija que nos permite observar la vida
la propia vida pueda ser valorada por los demás. fracasada y terrible de uno de los operarios de esa empresa: el Matador.

Como la lluvia en el lago muestra la punta del iceberg del crimen orga- En la obra de Rodríguez, la aparición del crimen organizado (primordial-
nizado. Para seguir con la metáfora, la obra de Leyton solo nos deja ver lo que mente a través de la banda del Gavilán y Carmela, primero de atracadores y
está por encima de la superficie, el extremo visible de esa estructura criminal: el luego de narcotraficantes) está ligada a la tensión subyacente entre pasado y
asesino. El texto no pretende hacer una radiografía de las organizaciones sicaria- presente. En el montallantas es el oficio manual el que predomina. La relación
les ni busca indagar en los intereses a los que estas sirven. La pieza es una obra del Chino y José, por ejemplo, se asemeja a la relación maestro-alumno por
medio de la cual se transmite el oficio. Este es un tipo de vínculo que, si bien
efectivo en cuanto a la transmisión del saber, es poco rentable en términos de
un análisis costo-beneficio. La dinámica que se comenta contrasta con la del
59 Rubiano, ob. cit., p. 52.

(74) (75)
Teatro en estudio JI Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramático 11

diagnosticentro que se está construyendo en la esquina, donde la innovación detienen. Para él esto es inconcebible pues en el diagnosticentro habrá una planta
tecnológica sin duda hace más eficiente la producción y disminuye los costos eléctrica, es decir que la tecnología garantizará la operación continua.
fijos al reducir la nómina y los tiempos de trabajo. En este moderno local, por lo
tanto, ya no se necesitan aprendices sino mercaderistas, como el Ejecutivo, para Alberto, José y Tulia son, por el contrario, los representantes de una manera
que promocionen no solo los adelantos técnicos que proponen sino el valor aña- de pensar anticuada y cada vez más obsoleta. Los tres tienen su fuerza vital puesta
dido que recibe el cliente al hacer parte del progreso y por ende del futuro. Es en la apropiación de la casa-lote, todo su mundo gira en torno al montallantas.
curiosa la respuesta que da el Ejecutivo a Alberto cuando este lo acusa de que el Para los más jóvenes, este diminuto rincón del mundo no tiene ningún valor, la
diagnosticentro será la ruina del montallantas: //No creo: cada cual se consigue ambición de ellos desborda largamente las dimensiones del negocio familiar y
los clientes que se merece "160 • las posibilidades de prosperidad se encuentran en otro tipo de negocios, ya sea el
diagnosticentro o la exportación de cocaína. Inclusive en materia de trampas la
Su respuesta da cuenta de una comprensión del mundo nueva, diferente de la generación de Alberto y Tulia se ha ido quedando atrás. Ellos, por ejemplo, quie-
que tienen Alberto y José, anclados a una manera antigua de trabajar y de proceder. ren engañar a José a través de la traición conyugal y de la alteración de facturas
En la pieza, la nueva generación está representada primordialmente por él, Carmela para inflar los precios de las mejoras realizadas a la casa-lote. De esta manera,
y el Gavilán. Los tres tienen una cosa en común, y es que han comprendido que la Alberto piensa comprarle a su hermano el porcentaje que le corresponde en la
manera de hacer negocios -en la legalidad para el primero y en la ilegalidad para propiedad a un precio menor. Para la nueva generación, este tipo de engaños son
los segundos- ha cambiado. Ahora el desarrollo tecnológico y la apertura de nuevos engorrosos y excesivos en términos del análisis costo-beneficio. Es mucho más
mercados internacionales es lo que permite que el comercio prospere. En la penúl- fácil, efectivo e inmediato el asalto a mano armada o el narcotráfico tal como lo
tima escena de la obra, el Gavilán le responde de la siguiente manera a Josecito practican Carmela y el Gavilán. Para los viejos, el engaño está asociado a la pro-
la pregunta con respecto a su campo de trabajo: //Es ... la exportación ... llevamos piedad de la tierra, para los jóvenes el aventajamiento tiene que ver con el dinero
mercancía y traemos dólareS 1161 • Y ante la insistencia del joven sobre la naturaleza de contante y sonante, con la posibilidad de la circulación inmediata del botín, con
la mercancía y su lugar de destino, el ex taxista replica: //Yo trabajo con químicos y el hacer parte de las estructuras criminales organizadas.
llevamos medicina a los gringos 1162 • El Ejecutivo, de otra parte, se sorprende cuando
al irse la luz en el montallantas -no hay que olvidar que la obra fue escrita poco
tiempo después de la crisis energética de 1992 que llevó a la implantación del ra- Suicidio
cionamiento del servicio de luz, o de la llamada 'hora Gaviria'-, las actividades se
En Como la lluvia en el lago y en Nada se da el suicidio de un personaje se-
cundario; en El vientre de la ballena este fenómeno queda en entredicho pues el
supuesto suicida tiene trece meses de vida, mientras que en Montallantas quien
se quita la vida es uno de los personajes protagónicos, José. Colombia no es un
60 Rodríguez, ob. cit., p. 66. país con un número de suicidios especialmente elevado, de manera que llama
la atención la presencia de este fenómeno en todas las piezas estudiadas. En
6 1 lbíd., p. 85.

62 lbíd.

(76) (77)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo_ dramaturgia bogotano contemporón?o La(s) violencia(s) urbana(s) y el engranaje dramdtico 11

Bogotá, en 2002, la tasa de suicidio por cada cien mil habitantes era del 5,4°/o63 , todos los casos, aquel donde las causas quedan menos claras. Se puede suponer, por
un poco por encima del promedio nacional, que era del 3,9°/o, pero por debaj supuesto, que ella sufre una pena amorosa producto de la traición de su marido. S_in
de otros lugares de la geografía nacional como Risaralda (6,7°/o), Tolima (6,4°/o) o embargo, en el texto no hay nada que nos permita confirmar la veracidad de esta hi-
Huila (6,2°/o) 64 • Las razones que llevan al suicidio en las obras en estudio varían pótesis. Los hechos principales quedan por fuera de la acción ~ramática (la traici~n
de un texto a otro y tienen que ver primordialmente con decepciones amorosas; de jacobo, el suicidio de Andrea), y es el lector-espectador qu1en debe reconstrUir-
depresión y frustraciones existenciales. los. Como ha sido demostrado, este procedimiento es el mismo que utiliza la autora
en su composición de la ciudad: presenta una serie de islas urbanas, encontrándose
En el texto de Rodríguez, el personaje de Alberto, como una araña en tor-: la audiencia llamada a componer el mapa mental que las integra.
no a su presa, teje una intricada red de manipulación y engaño alrededor de su
hermano José. Su objetivo es apoderarse de la casa-lote y, por ende, convertirse) En Como la lluvia en ellago es la abuela del Matador quien se suicida, lanzán-
en el único patrón del montallantas. Para esto no solo utiliza burdos ardides dose desde un séptimo piso. En una de las escenas más dramáticas de la pieza, el
comerciales y legales, sino que además seduce a su cuñada en busca de compli- asesino le ruega a su única figura materna que no se lance al vacío, que lo perdone,
cidad. La labor de Tulia es aconsejar a José para que acepte las tretas de Alberto. que lo comprenda. Ella, sin embargo, sorda a las súplicas de su nieto, continúa ade-
Este último, sin embargo, no solo ataca por los dos frentes mencionados -estafa lante con su propósito y se quita la vida. Esta acción irrevocable y contundente pa-
y traición conyugal- sino que además aprovecha cada ocasión para insultarlo y rece, al menos en la visión del Matador, que es nuestra fuente, estar relacionada con
hacerle la vida imposible en su lugar de trabajo. La vida de José es francamente el hecho de que es él quien ha asesinado al Senador, hecho que parece ser la gota
dura y las únicas dos personas en quienes puede confiar son el Chino, su ayu..: que rebosa la capacidad de aceptación de la anciana. Su suicidio, paradójicamente,
dante, y Carmela, su hija. Ella, no obstante, decide partir un día para Europa, a tiene algo de lección de vida, de enseñanza última a su nieto: no todas las acciones
llevar cocaína, aunque su padre no lo sabe. José no cree que ella vaya a regresar. son reparables, no todo puede ser redimido, parece decirle la abuela.
La presión aumenta sobre él y un día decide ahorcarse en el taller. Y lo hace pú-
blicamente, hacia la ciudad, como poniendo de manifiesto tanto su inocencia El vientre de la ballena presenta un caso bastante particular y oscuramente
en el engaño del que fue víctima como su culpabilidad en su propio suicidio. jocoso. En la escena del interrogatorio asistimos al siguiente diálogo:

En Nada, la víctima -al igual que en la obra de Leyton- es un personaje ausen..: Vendedor. (Conmovido.) Lo sé. Era un bebé hermoso.
te, nunca es visto en escena. Andrea es la esposa de Jacobo, madre de Marco, rival
Oficial. ¿Por qué lo mataste?
de Celia. Nunca se nos informa de manera explícita el por qué de su suicidio. Es, de
Vendedor. No lo maté.

Oficial. ¿Quién lo hizo) la menor que te acompañaba?


63 Sánchez, R., Orejoreno, S. y Guzmán, Y., "Característicos de los suicidas en 'Vendedor. Lo hizo él mismo.
Bogotá: 1985-2000", en Revisto de Salud p,)b/ico 6 (3), 2004, pp. 217-34.

Oficial. ¿Quién?
64 Fuente: SIAVAC - DRI~; Instituto Nocional de fv1edicino y Ciencias Forenses,
2005.

(78) (79)
Teatro en estudio JI Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contempor Conclusiones 11

Vendedor. Él mismo.
Conclusiones
Oficial. ¿El bebé?

Vendedor. Estaba desesperado y se suicidó65.

Al hacer el análisis de estas obras resulta evidente que la ciudad no aparece


El Vendedor se burla del Oficial y demuestra su total ausencia de escrúpul en ellas como un espacio único ni tampoco como una sola realidad. Realidad y
a la hora de buscar una disculpa que lo exima de la acusación de haber asesin ficción se multiplican y se entrecruzan alternativamente sin llegar a una predo-
a un bebé de trece meses. Mantiene hasta el final su absurda coartada esgrimien minancia completa de ninguna de las dos. Esto, nos parece, es del todo cohe-
una lógica tan disparatada como hilarante. Cuando el Oficial le señala lo irraci rente si se relaciona con la modernidad, y especialmente con la modernidad de
nal de su argumento, puesto que el suicida era un bebé, el Vendedor le respon ciudades latinoamericanas como Bogotá, en donde la posibilidad de concebir
''¿A qué edad se tipifica el desespero y elsuicidio?''65 • un proyecto urbano se perdió casi desde su origen mismo.

En el universo ficcional creado por Rubiano en su obra, como ha sido a Es de observar que la ciudad, en cada una de las cuatro obras, es uno de
gumentado, el valor de la vida está dado por el valor del ser humano como m los principales protagonistas de la historia pues allí se desarrollan las situaciones
cancía de consumo y objeto de comercio sexual. En esta lógica rotunda, donde e planteadas, pero también es evidente que el espacio mismo condiciona y de-
capital es el amo absoluto, la ley y la justicia son solo fútiles intentos por introdu termina el accionar de los personajes. Vimos, por ejemplo en Como lluvia en el
cir límites en un sistema donde estos son impuestos por la capacidad adquisitiva lago, que es la propia calle la que posibilita el asesinato del Senador: la ciudad
de sus miembros. se convierte así no solo en lugar donde ocurre la muerte, sino en cómplice y
facilitador del homicidio. De la misma manera, el personaje de Vera, en la obra
de Cárdenas, se pierde en la ciudad, y es su intento por escapar a la amenaza de
* la urbe lo que la lleva al café. Algo semejante ocurre en El vientre de la ballena,
obra en la que la ciudad entera es el espacio propicio para la creación de una
red de delincuencia y de tráfico de menores: los múltiples espacios indetermi-
nados posibilitan la creación de lo delincuencia!, de lo clandestino, del tráfico.

Cada obra parece proponer o ahondar en aspectos diferentes de la urbe.


En Montallantas, por ejemplo, se puede ver una ciudad que todavía negocia su
transición de la ruralidad a la urbanización y la industrialización (que avanzan
de manera arrasadora). Esta precipitación súbita e incontenible de lo urbano
impide que sus habitantes desarrollen estrategias para recibir a la modernidad
y, al ver desplazadas sus costumbres y sus ocupaciones tanto personales como
65 lbíd., p. 54.

(80) (81)
Teatro en estudio JI Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporoneo Conclusiones 11

productivas, deben entonces emprender actividades que les permitan defender conflictos, difícil de alcanzar en un espacio abierto. En El vientre de la ballena
se en el nuevo entorno, muchas veces mediante la práctica de la delincuencia. todos son espacios interiores. En cada uno de estos, los personajes aparecen o
desaparecen, irrumpen o simplemente cambian de un sitio a otro sin presentar
En Como lluvia en el lago y en El vientre de la ballena ya se percibe una nunca el espacio intermedio ni el recorrido. La ciudad en esta obra queda redu-
delincuencia más organizada; los personajes hacen parte o están al tanto de la cida a los interiores que sintetizan y potencian el afuera, donde prolifera el caos
existencia de los grupos estructurados de la mafia, de la delincuencia común y impuesto por las redes delictivas que se han enquistado en todas partes. Estos
organizada. En estas obras encontramos que los protagonistas, o bien se quedan espacios son así mismo los lugares en donde se manifiestan las perversiones de
estupefactos frente a los acontecimientos (como en el caso de ciertos personajes los personajes. En Como la lluvia en el lago los imaginarios y la palabra de los
de la obra de Leyton), o son completamente indiferentes ante cualquier suceso personajes transforman los espacios: la ciudad se convierte en sabana africana;
(como en la obra de Rubiano). la comisaría de policía, en un lugar amenazante, ruidoso e imposible; los luga-
res de vivienda devienen espacios de violencia; el interior de una camioneta es
En Nada se plantean otros problemas. Mientras que el afuera del lugar transformado en patíbulo.
donde se encuentran los personajes es percibido como peligroso, ellos perma-
necen confinados en un bar en el que surgen sus conflictos íntimos. Conflictos Así pues, lo que aparece como denominador común respecto de la idea
que están construidos en un mundo indiferente, centrados en una virtualidad te- de ciudad que rige las cuatro obras son: la violencia, la delincuencia y la pe-
levisiva, pertenecientes a un espacio en el que se ignoran los gritos de ayuda de sadumbre de los personajes en medio de la urbe. A través de estos fenómenos
los más desprotegidos como Vera, una niña perdida y quien solo es reconocida se distingue también, en esta dramaturgia, un intento por hablar de lo urbano
por los otros a través de la pantalla, pues en la realidad es ignorada, como si no para indagar en temáticas profundas del ser humano contemporáneo como la
existiera, aunque esté frente a los ojos de todos. A diferencia de lo que ocurre en condición del individuo en: el contexto económico (como ser productivo y mer-
Montallantas, donde la televisión es un elemento de distracción que les permite cancía); el psicológico (como ser que, en medio de la urbe, está en permanente
a los protagonistas olvidar sus desgracias a través de partidos de fútbol, tanto negociación de su identidad); el social (ser sujeto a la indiferencia por el otro y a
en esta obra como en El vientre de la ballena este medio es el ojo mismo de las la desvalorización de la vida); y el estético (ser empujado a vivir de la apariencia,
desgracias íntimas, el que las vuelve públicas para entretener al ciudadano de a intervenir el cuerpo para lucir apetecible).
manera masificada, sin ningún control ni compasión alguna.
Podemos observar que los dramaturgos no recurren con frecuencia a la
Por otra parte las composiciones de lo urbano en estas obras tienen que descripción explícita del sitio en el que se encuentran los personajes, como tam-
ver también con el movimiento de los personajes. En la primera parte de Monta- poco de las calles, de la arquitectura, de plazas o espacios públicos; más bien
llantas podemos observar un lugar estático, en el que entran y salen personajes, todo pasa a través de la palabra de los personajes. Es esa palabra la encargada de
donde se desarrollan sus historias. Luego esta estaticidad se rompe y el autor dar cuenta del lugar donde ellos se encuentran, de los objetos que están pre-
nos cambia incluso de ciudad. En Nada, la autora propone por el contrario un sentes, de lo que sucede, de lo que aconteció, de lo que hay en el interior, de
solo espacio, el café, en el que los personajes desfogan sus vidas, sin moverse, lo que podría haber en el exterior. La ciudad es pues, para el lector, un espacio
encerrados en un lugar y un tiempo inamovibles. En esta obra el encierro es un que es preciso imaginar a partir de la descripción y la narración hechas por
requisito indispensable para lograr un máximo de intensidad dramática en los los personajes. En esa medida, la construcción de lo urbano por parte de los

(82) (83)
Teatro en estudio 11 La construcción de lo urbano en la dramaturgia bogotana contemporóne,o
Conclusiones//

habitantes de ese espacio ficcional es ante todo una "autoconstrucción". Como sin trascendencia ni territorio definido, como lo explica Masci, todo se queda
afirmaría el urbanista Paul Virilio: "/a autoconstrucción ( ... ) [es] una realidad en una mirada dirigida al interior, sin límites ni espacio territorial que la defina:
común, anterior a toda construcción, que las necesidades vitales del sujeto i
ponen a cada uno en su movimiento"66 • Así pues, es en los movimientos propios
de los personajes y en su relación con los otros que se crean los trayectos más o Los límites de la ciudad contemporánea miran siempre a su
menos completos de esa ciudad que cada lector-espectador reconstruye al cote,..
interior. Solo existen para ser borrados y reproducidos. La
jarla con su propio imaginario de ciudad.
ciudad solo tiene una relación consigo misma, lo cual/a obli-
En este sentido, la ciudad solo puede ser, en cada uno de los textos, un
ciudad fragmentada. Ni siquiera al hacer el ejercicio de unirlas e intentar una ga a una producción constante de su autorrepresentación 68 •
mirada general de las cuatro obras el rompecabezas termina por darnos un p
norama de ciudad como espacio urbano total y completo. La ciudad es, m
bien, ese lugar en el que cada personaje vive de manera singular. La urbe
descubre en esta dramaturgia desde los espacios urbanos físicos, pero también Esa representación de sí misma es generada, en la dramaturgia objeto de
desde los imaginados. Cada personaje tiene una visión de la ciudad que cas nuestro análisis, por los personajes, pero cada personaje se figura una ciudad
nunca coincide con las de los demás. Los personajes han perdido la ciudad distinta. En esa medida, la ciudad es construida a partir de sus diferencias. Por
mún y ahora se encuentran en ella como seres olvidados, tratando de sobreviví ello, no puede concebirse a la ciudad que aquí se representa como constructora
a como dé lugar, sin importar de qué manera lo hagan. de una //historia social", sino como constructora //de formas'', //que organiza fas
diferencias", como diría Masci 69 •
De hecho, la ciudad contemporánea, podríamos concluir, se vislumb
también en esta dramaturgia como la describe el filósofo italiano Fran Ahora bien, ¿de qué manera las ciudades ficcionales de nuestros autores
Masci 67 : como una ciudad en la que no se va a ninguna parte" porque ella h
11
organizan esas diferencias? Pregunta que podría reformularse de manera am-
abandonado el carácter trascendente, de significación religiosa, que tenía en s pliada en estos términos: ¿a través de qué dispositivos la ciudad contemporá-
origen; y también porque ha perdido la coherencia territorial en el tránsito d nea organiza sus diferencias? Los dramaturgos bogotanos, autores de las piezas
la edad media a la modernidad. En la ciudad contemporánea, en cambio examinadas, responden estas preguntas de diversas maneras, pero ellas parecen
coincidir una vez más con cuanto dice Masci:

66 Virilio, PouL Ciudad pánico. El afuera comienza aquí, Carocas, Milenio libre,
Monte Ávilo Editores, 1997, p. 7.
68 lbíd., p. 1 14.
67 Mosci, Froncesco, Entertoinment! Apologie de la domination, París, Éditions
Allio, 20 1 L pp. 1 13- 1 16. 69 lbíd., o. 1 13.

(84) (85)
Teatro en estudio 11 Lo construcción de lo urbano en lo dramaturgia bogotano contemporáneo Conclusiones 11

Entidad heteróclita, ni enteramente estructurada por el tra- historia en los lugares, a no tener certezas y vivir la cotidianidad entre homicidios,
delincuencia y suicidios. Estos personajes son los //vectores o tensoreS 11, como los
bajo ni enteramente creación caótica sumisa al divertimento. llamaría Michel Foucault al hablar de las líneas constructoras del dispositivo: ·

La ciudad moderna es atravesada por un doble movimiento


... un dispositivo está compuesto de líneas de diferente na-
de fuerzas. A la circulación del poder, organización técnica de

la vida de los sujetos, viene a sobreponerse el entretenimiento tu raleza, y esas líneas del dispositivo no abarcan ni rodean

como olvido de su realidad fragmentada y póstuma 70 • sistemas, cada uno de los cuales sería homogéneo por su

cuenta (el objeto, el sujeto, el lenguaje), sino que siguen

direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequi-


De ahí la presencia constante de la televisión en las cuatro obras. Dispo-
sitivo organizador por excelencia de nuestras diferencias, la televisión hace que librio, y esas líneas tanto se acercan unas a otrascomo se
olvidemos el otro dispositivo que también nos organiza y desaparece: la vio-
lencia. No se trata solamente de la violencia organizada, sino también, y acaso alejan unas de otras. Cada línea está quebrada y sometida
sobre todo, de la que surge de manera espontánea y natural incluso en el interior
de las familias. //En la ciudad contemporánea los hombres hacen más bien la a variaciones de dirección (bifurcada, ahorquillada), sorne-
experiencia de su propia desaparición 1171

tida a derivaciones. Los objetos visibles, las enunciaciones
Por esta razón, la violencia en las ciudades de hoy, concluye Masci, //es formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posición
una sumisión a una dominación (. .. ) Una tentativa de negar [en los ciudadanos]
su condición y de olvidar el olvido que les hace existir"72 • En efecto, violencia y son como vectores o tensores.
entretenimiento, en apariencia contradictorios, serían los dispositivos capaces de
hacer que exista la ciudad en las piezas analizadas. Ciudades dispares que llevan
a los personajes a perderse, a no recorrer los caminos sino más bien a aparecer sin
La dinámica de desencuentro entre las líneas provoca la dificultad para edi-
ficar la memoria colectiva y propicia que los personajes se pierdan en los caminos
del olvido al que los somete hoy en día la construcción de lo urbano. El some-
70 lbíd., p. 1 16. timiento se produce a través de dispositivos que impiden los encuentros consigo
mismo y con los otros. Esta dramaturgia parece representar así la obediencia del
71 lbíd. hombre ante los actuales poderes: los medios de comunicación y la violencia.

72 lbíd.
*
(86) (87)
Bibliografía Szondi, Peter, Teoría del drama moderno. Tentativa sobre lo trágico, J. Orduña
(trad.), Barcelona, Destino, 1994.

Ubersfeld, Anne, Semiótica teatral, F. Torres Monreal (trad.), Madrid, Cátedra, 1989.
Obras dramáticas

Textos teóricos y críticos sobre el teatro colombiano


Cárdenas Paulsen, Tania, Nada, Madrid, Casa de América, 2000.

Leyton, Erik, Como la lluvia en el lago, manuscrito no publicado, 2003.


Aldana, Janeth, "Consolidación del campo teatral bogotano. Del Movimiento
Rodríguez, Rodrigo, Monta/tantas. Bogotá, Ditirambo Editores, 2009. Nuevo Teatro al teatro contemporáneo", en Revista Colombiana de Sociología,
Rubiano, Fabio, El vientre de la ballena, manuscrito no publicado, 2006. Vol. 30, 2008, pp. 111-134.

Bergson, Henri, Le rire, Paris, Quagrige/Puf, 2004.

Camacho López, Sandra, Quand les portes se ferment: analyse de /'enfermement


Textos teóricos y críticos de teatro en general
dans la dramaturgie contemporaine co/ombienne, memoria de la Maestría en
Estudios Teatrales, Joseph Danan (dir.), Paris, Université Paris 111, 2003, p. 130.

Abirached, Robert, La crise du personnage dans le théatre moderne, Paris, Garavito, Lucía, "El teatro colombiano: caleidoscopio de nuevos rostros, nue-
Gallimard, 1994. vas voces", en Latin American Theatre Review 2000, pp. 67-78.

Dubatti, Jorge, Filosofía del teatro 11, Buenos Aires, Atuel, 201 O. González Cajiao, Fernando, Historia del teatro en Colombia, Bogotá, Instituto
Colombiano de Cultura, 1986.
Jahn, Manfred, "Narrative voice and agency in drama. Aspects of a narratology
of drama", en New Literary History, Vol. 33, No 3, 2001, pp. 659-679. Lamus Obregón, Marina, "El movimiento teatral en Colombia", en Gran Enci-
clopedia de Colombia, Vol. 5, Bogotá, Círculo de Lectores, 1997.
Kuntz, He lene, La catastrophe sur la scene moderne et contemporaine, Louvain-
.la-Neuve, Études théatrales, 2002. Lamus Obregón, Marina, "Variedad teatral en los años noventa", en Boletín
Cultural y Bibliográfico Vol. 36, 1999, pp. 121-163.
Lehmann, Hans-Thies, Postdramatic theatre, Abingdon, Oxon, Routledge, 2006.
Lamus Obregón, Marina, Estudios sobre la historia del teatro en Colombia. Es-
Pfister, Manfred, The theory and analysis of drama, Cambridge, Cambridge Uni-
tado actual de la investigación, Bogotá, Alcaldía Mayor, Instituto Distrital de
versity Press, 1988.
Cultura y Turismo, 2000.
Ryngaert, Jean-Pierre, Lire le théátre contemporain, Paris, Nathan Université, 2000.
Montoya Restrepo, Oiga Lucía, "Aspects de la construction du théatre moder-
Sarrazac, Jean-Pierre, L'avenir du drame, Paris, Circé-Poche, 1999. ne et postmoderne a partir de la violence des 'marges' de la ville: L'exemple
Sarrazac, Jean-Pierre, Poétique du drame moderne et contemporain, Louvain- colombien", memoria de la Maestría en Estudios Teatrales, Jean-Pierre Sarrazac
la-Neuve, Études théatrales, 2001. (dir.), Paris, Université Paris 111, 2007, p. 126.

Spregelburd, Rafael, "Nota final 1 Antes y después de esta obra", en Dubatti, Pardo, Jorge Manuel, "Del teatro político a las corrientes posmodernas", en
Jorge (comp.), Nuevo teatro argentino, Buenos Aires, lnterzona, 2003. Universitas Humanística Vol. 43, 1995, pp. 63-69.

(88) (89)
Reyes, Carlos José y Watson Espener, Maida, Materiales para una historia del Cortés Zabala, Diego, La ciudad visible: una Bogotá imaginada, Bogotá, Minis-
teatro en Colombia, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1978. terio de Cultura, 2003.
Viviescas, Víctor, "Modalidades de la representación en la escritura dramática co- Debord, Guy, La société du spectacle, París, Éditions Gérard Lebovici, 1989.
lombiana moderna", en Literatura: teoría, historia, crítica Vol. 7, 2005, pp. 17-51.
Del Olmo, Rosa, "Ciudades duras y violencia", en Nueva Sociedad No 167,
Viviescas, Víctor, "La representación del individuo en el teatro colombiano mo- mayo-junio de 2000.
derno", en Paso de Cato. Revista mexicana de teatro Vol. 24, 2006, pp. 24-26.
Feal, Norberto, "La ficcionalización del territorio", en Bifurcaciones No 4, pri-
mavera de 2005, en www.bifurcaciones.cl/004/Feal.htm ISSN 0718-1132

Textos teóricos generales García, Beatriz, La imagen de la ciudad en las artes y en los medios, Bogotá,
Universidad Nacional de Colombia, 2000.

Huici, Adrián, "De asesinos natos a guerreros programados. Masculinidad y


Agamben, Giorgio, Qu'est-ce qu'un dispositif?, Paris, Rivages poche, 2007. puntos ciegos en la propaganda de la guerra", en Contreras, Fernando y Sierra,
Bachelard, Gastan, La poética del espacio, E.D. Champourcin (trad.), México, Francisco (coords.), Culturas de guerra. Medios de información y violencia sim-
Fondo de Cultura Económica, 1957. bólica, Madrid, Frónesis, Cátedra/PUV, 2004.

Baigorri, Artemio, "De lo rural a lo urbano. Hipótesis sobre las dificultades Lamizet, Bernard, Les langages de la vil/e, Marseille, Éditions Parentheses, 1997.
de mantener la separación epistemológica entre Sociología Rural y Sociología Lefebvre, Henri. La Revolución Urbana, Madrid, Alianza Editorial, 1972.
Urbana en el marco del actual proceso de urbanización global", en Congreso
Español de Sociología, Granada, 1995. Masci, Francesco, Entertainment!, Paris, Éditions Allia, 2011.

Mongin, Olivier, "De la ville a la non-ville", en De la vil/e et du citadin, Bou-


Baudrillard, Jean, "Ilusión y desilusión estética", en Letra Internacional, Vol. 39,
junio-agosto de 1995, pp. 16-22. ches du Rhone, Éditions Parenthese, 2003.

Pérgolis, Juan Carlos, Bogotá fragmentada, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1998.
Baudrillard, Jean, El crimen perfecto, Buenos Aires, Editorial Anagrama, 1997.
Scarpetta, Guy, "Un stratege de la subversion, Guy Debord, l'lrrécupérable",
Baudrillard, Jean, La violencia del mundo, Barcelona, Paidós, 2004.
en Le Monde Diplomatique, 2006, en: http://www.monde-diplomatique.
Baudrillard, Jean, "L'évidence du oui a fabriqué le non, Entretien avec Jean fr/2006/08/SCARPETTN13 756
Baudrillard", en Le Monde, 28 mai 2005, pp. 40-45.
Schaeffer, Jean-Marie, ¿Por qué la ficción?, Madrid, Ediciones Lengua de Trapo, 2002.
Briceño-León, R., "La cultura emergente de la violencia en Caracas", en Revista
Virilio, Paul, "Fin de l'histoire, ou fin de la géographie. Un monde surexpo-
Venezolana de Economía y Ciencias Sociales Vol. 3, No 2-3, 4-9/1997.
sé", en Le Monde Diplomatique, 1997, en: http://www.monde-diplomatique.
Cerón Coral, Claudia, "Un mercado de recién nacidos (tráfico de niños)", en El fr/1997/08NIRILI0/8948
Espectador, domingo 28 de noviembre de 201 O.
Virilio, Paul, La inseguridad del territorio, Buenos Aires, La Marca, 1999.
Deleuze, Gilles, "¿Qué es un dispositivo?", en A1iche! Foucau/t, filósofo, Barce-
lona, Gedisa, 1999, pp. 159-160. Virilio, Paul, Velocidad y política, Buenos Aires, La Marca, 2006.

Virilio, Paul, Ciudad pánico: el afuera comienza aquí, Buenos Aires, Ediciones El Zorzal, 2007.
Chesnais, J.C., Histoire de la violence, Paris, Robert Laffont, 1981.

(90) (91)
Wood, James, How fiction works, New York, Picador, 2008.

Fundación Fundar, El ranking de violencia en América Latina, Buenos Aires,


2005.

Sánchez, R., Orejarena, S. y Guzmán, Y., "Características de los suicidas en


Bogotá: 1985-2000", en Revista de Salud Pública 6 (3), 2004.

SIAVAC- DRIP, Instituto Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, 2005.

(92)
- "[Alberto] entra a la habitación, Tulia está tendiendo la
Modelo de rastreo cama, Alberto le coge la nalga" (p. 40).

del espacio - "En la habitación" (pp. 40 y 48).

- "Tulia sale de la habitación" (p. 42).

Monta llantas - "José guarda la plata y entra a la habitación detrás de


Tulia" (p. 47).

- " ... todos, menos el Soroco, en la habitación, frente al


Autor: Rodrigo Rodríguez
televisor" (p. 65).

Espacios patentes:
- Parque:

- Montallantas: Tampoco hay una descripción explícita del parque. Solo


sabemos que es un lugar público en el que hay más gente
-Taller: (incluyendo un mimo que remeda a Alberto).

Instalado por la acotación inicial: - "El parque. Tulia y Alberto" (p. 68).

- "Llantas viejas amontonadas, compresor, prensa, man-


- Aeropuerto:
guera para el aire, mesones, estante con aceite y herra-
mientas, batea o tanque con agua para detectar las per- El autor plantea deliberadamente una construcción metafó-
foraciones de los neumáticos, un asador con carbón, rica del espacio con los objetos presentes en escena:
canastas de cerveza" (p. 2 7).
- "Una voz anuncia la salida de un vuelo con destino a Euro-
pa. Las llantas-personajes hacen la analogía del viaje" (p. 73).
-Cocina:
El autor la instala por inferencia: - Funeraria:
-''Se ve a Tulia preparar un café tras la ventana'' (p. 27). Descripción escueta del espacio:

- "En la funeraria: ataúd en el centro, amigos y allegados


- Baño del taller:
visten de negro" (p. 80).
- "A la derecha, la puerta de un baño" (p. 27).
- Casa de la Piojosa:
- ''El baño del taller está cubierto por una cortina plástica" (p. 67).
No es el comedor del montallantas sino el de la casa de la
- Habitación: Piojosa. Descripción escueta del espacio:

El autor no hace ninguna descripción explícita del espacio - "josecito (el actor que hacía del Chino) alista la mesa del
(se infiere la presencia de la cama y el televisor): comedor" (p. 83).
Espacios latentes: - Montallantas:
- (Al Gavilán, refiriéndose a un bareto.) " ... pero ni se le
-Tienda:
ocurra prender aquí esa porquería. Este es un negocio res-
- ''Regresan de la tienda Alberto y el Gavilán'' (p. 38). petable" (p. 39).

Personajes: - Funeraria:
-(Al Soroco, refiriéndose a la llanta que lleva consigo.) "Es-
Espacios patentes (por personaje):
tamos en una funeraria, no en la calle" (p. 80).
Son mucho menos las referencias de un personaje a un es-
pacio patente (caracterizado por las expresiones deícticas) -Baño:
que a uno latente:
- (A José, pidiéndole permiso.) "Permiso le uso su baño"
(p. 40).
-José:
Indica el estado del montallantas: - Tulia:

- Montallantas: - Habitación:
- "No tiene caso, este negocio está quebrado" (p. 70) .. - Parecido a los casos anteriores. Ella le reclama a Alberto
lo impropio de su conducta en ese espacio.
- Carmela: 11
- Aquí no, estese quietito" (p. 40).
Similar al caso anterior, pero menos explícito:
- Josecito:
- Montallantas:
Informa de la vergüenza que siente la Piojosa por el lugar
- (A ]osé.) "Arregle con Alberto, pero sálgase de aquí" (p. donde vive.
72).

Indica una ciudad indeterminada, pero diferente a Bogotá: - Casa Piojosa:


- (A la Piojosa.) "No arregle más, deje las cosas así; vivimos
-Ciudad: aquí" (p. 83).

- "El Gavi tiene negocios en esta ciudad" (p. 84).


Espacios latentes (por personaje):
-Alberto:
-Alberto:
Indica en los tres casos una conducta adecuada para un
espacio determinado:
- Santander : -La Once:

- 'Tse [Sergio] tenía un expreso a Santander y no llega antes - ''¿Sabe a quién me encontré en la Once?" (p. 60).
del sábado'' (p. 27).
-José:
- Droguería:
- Parqueadero:
-Alberto manda al Chino a la droguería para que le compre
remedios para el dolor de cabeza (p. 28). -José está buscando trabajo como celador en un parquea-
dero porque está aburrido de su hermano Alberto. Se lo
-Tienda: dice a Tulia y luego al Gavilán (pp. 29, 34 y 43).

- Alberto y Gavilán se van a tomar a la tienda que queda


-Tienda:
frente al montallantas (p. 33).
- Intenta mandar infructuosamente a Tulia a la tienda para
- Casa-lote: que llame al señor del parqueadero. En el montallantas no
hay teléfono.
-Alberto y José la mencionan repetidamente. Aunque casi
siempre están ahí mismo cuando lo hacen, no se refieren a
- Buses, casa de familia:
ella como si fuera un espacio patente sino latente (hay una
clara separación entre la casa-lote como lugar y el monta- - Lugares genéricos que utiliza José para sugerirle a Tulia
llantas como negocio) (pp. 41, 60 y 69). que ponga a trabajar a la Piojosa (p. 35).

- Pizzería: - Casa-lote:

- (Al repartidor.) 11 ¡Dígales a los de la pizzería que le com- - Igual que en el caso de Alberto con respecto a este mis-
pren herramientas!" (p. 43). mo espacio (pp. 44 y 45).

-Clínica de reposo: - Tulia:


11
- (Refiriéndose a Carmela.) Llevémosla a una clínica de
-Plaza:
reposo" (p. 47).
- Le dice a José que va a ir a la plaza a comprar jabón de
- Diagnosticentro: tierra para los piojos de su hija (p. 29).

Alberto (al igual que José) cree que el diagnosticentro signi-


-Escuela:
ficará el fin del montallantas:
- "A la niña va a tocar cambiarla de escuela" (p. 34).
- " ... cuando acaben el diagnosticentro de la esquina, el tra-
bajo aquí se va a acabar" (p. 60). -Colegio de monjas, colegio bilingüe:
- "¿Para cuándo está listo ese diagnosticentro?'' (p. 64). - Lugares donde le gustaría meter a la Piojosa (p. 35).
-Cafetería del centro comercial: - "Empiezo los siete domingos a Monserrate'' (p. 64).
Lugar de reunión de ella y Alberto:
-Baño:
- "Mejor nos vemos en la cafetería del centro comercial"
(p. 40). - Lugar al que se lleva a la Piojosa para tocarla (pp. 66 y
67).

-Colegio:
- Esquinita:
- Lugar donde ella estuvo trabajando de aseadora y en
Posible lugar para trabajar junto a José:
el que José también estuvo, como celador (pero se hizo
despedir) (p. 48). - " ... salgamos a conseguir alguna esquinita y verá cómo
se levanta rapidito" (p. 70).
-Cárcel:
-Casa-lote:
- Lugar al que teme ir a parar por cuenta del suicidio de
José (p. 75). - Acusa a Alberto de dejar morir a José para quedarse
con la casa-lote (p. 74).
-Chino:
- Carmela:
- Droguerías 1 y 2:
- Barrio:
- Lugar al que lo manda Alberto. El Chino dice que una
estaba cerrada y le tocó ir a la otra. Menciona el lugar dos - " ... me metí a un grupo de teatro del barrio" (p. 37).
veces (pp. 30 y 65).
-Negocio:
- Eléctrico de la esquina:
Lugar donde Carmela hace strip tease:
- Remite allá al motorizado para que le presten herra-
- "Primero un ensayo para el administrador del negocio"
mientas (p. 36).
(p. 38).

-Argentina:
- Rancho, edificios:
- Lugar donde se llevará a cabo el partido (p. 61 ).
- Lugares que Carmela menciona en su fantasía del
vuelo en globo (p. 38).
- Casa de un hermano:
- '' ... vamos a echar la plancha en la casa de un hermano" - Donde la amiga:
(p. 64).
- "Cuando no alcanzo a llegar me quedo donde mi ami-
ga" (p. 45).
- Monserrate:
- Centros comerciales: -"¿Cuándo van a la finca?" (p. 85).

- "A veces modelo ropa en centros comerciales" (p. 45).


- Soroco:

- Europa: - Kennedy-San Cristóbal Norte (trayecto):

- " ... mandamos perico a Europa" (p. 86). - " ... desde Kennedy la 1/evé hasta San Cristóbal Norte"
(p. 33).

Ejecutivo:
-Gavilán:
- California:
- La Catorce: -" ... puedes elevar tu queja ante la American Neumatic lns-
Apodo de Alberto: titute de California" (p. 61 ).

- " ... la Peste de la Catorce" (p. 31 ).


- Diagnosticentro:
- Del sur al centro (trayecto):
- "En la esquina vamos a tener planta eléctrica ' (p. 63 ).
1

- " ... quería que lo llevara del sur al centro en cinco minu-
- //Voy a estar en la esquina siempre" (p. 64).
tos" (p. 33).

-Vampiro:
- Barrio:
-
11
SÍ, senderos, pedazos de barrio, estrechos" (p. 36). -Bogotá:
1
- "Somos servicios funerarios Los Abedules', lo mejor en
-Tienda:
Bogotá" (p. 80).
- " ... vaya donde Doña Marielita por medio palo de cerve-
za" (p. 39). - Cementerio Central:

- '/Voy a llamar por teléfono al frente" (p. 44). - " ... a primera hora lo enterramos en el Cementerio Cen-
tral" (p. 81 ).
-Casa-lote:
-Voz Presidente:
- (A José.) "¿Y el casa-lote?" (p. 44).

-Aeropuerto El dorado:
- Estados Unidos:
- "Espero que todos nos volquemos al Aeropuerto Inter-
-" ... llevamos medicina a los gringos" (p. 85).
nacional Eldorado" (p. 67).

-Finca:
-Colombia:
- " .. .la imagen de Colombia en el extranjero" (p. 67). - El baño es el lugar donde el Chino y la Piojosa se
tocan.
- Cartagena y El Rodadero:
- Tanto el baño como la habitación son espacios
- " .. .para trasladarnos a las playas de Cartagena y El Roda-
de lo íntimo y lo secreto, por contraposición con el
dero" (p. 68).
espacio abierto del montallantas.

-Voz Aeropuerto:
- Intercambios: La manera como el espacio determina y
condiciona las relaciones entre los personajes.
- Caracas, Madrid, Fráncfort:
- " ... con destino Caracas, Madrid, Fráncfort'' (p. 73 ). - Los espacios determinan el accionar de los personajes
pues permiten o impiden cierto tipo de conductas.
Conclusiones preliminares:
- La habitación, al estar separada del espacio del
Cinco sernas de ciudad (lamizet): taller donde se encuentra José, le permite a Alberto
tocar a Tulia. Ese espacio, que es de José, hace que
- Habitación: Espacio íntimo de los personajes. Tulia obligue a Alberto a detenerse, pues su con-
ducta allí es impropia.
- El espacio de habitación de los personajes está dividido
en dos: uno público (el taller, el montallantas como tal, y -Alberto no permite que el Gavilán prenda un ba-
su baño) y uno privado (la habitación de Tulia y José, su reto en el montallantas porque este es un espacio
baño, la cocina). público.

-Casi toda la obra transcurre en el montallantas. - En la funeraria, en el velorio de José, Carmela y


el Gavilán respetan lo 'sagrado' de ese espacio y
- El taller es el lugar en el que confluyen los perso- hacen salir a Alberto para matarlo afuera.
najes de la obra, es el sitio de reunión, es el lugar
de lo público y por ende de lo explícito, es un lugar José le reclama a Tulia que esté despiojando a la
sin secretos. Piojosa en el montallantas, y le dice que lo haga
en la habitación puesto que el taller es un espacio
- La habitación, por el contrario, es el espacio del público.
secreto, es también el lugar de la traición (donde
Alberto toca a Tulia y ambos conspiran contra José). Los espacios exigen la presencia de los personajes:
En el eje Tulia-José, es el lugar de la confrontación,
donde ventilan sus diferencias. En el eje Tulia-AI- - El montallantas es atendido por José. Es por esto
berto, es el lugar de la complicidad y la traición. que él siempre está ahí, no puede ausentarse. En
menor medida esto le sucede también al Chino.
-La habitación y la cocina son el lugar de Tulia y la
- Carmela, al no tener ninguna actividad en el mon-
Piojosa, es allí que ellas gobiernan.
tallantas, casi que limita su circulación entre lo ínti-
mo (pues ahí vive) y la ciudad.
- Carmela es una 'extranjera' que entra y sale de
donde quiere. Es la hija de José y por ende tiene el
- El Chino tiene así mismo su esfera de acción en
derecho a habitar ahí, pero su vida no tiene nada
lo público, en el taller, pues es el ayudante de José.
que ver con el montallantas, por eso entra y sale.
Sin embargo, también sale a la ciudad pues es el
mandadero de Alberto.
-Alberto es el patrón, así que él, pidiendo permi-
so cuando entra al área de José, puede también ir
- Los taxistas circulan primordialmente en la ciu-
donde quiera.
dad, pero son clientes del montallantas y por eso
van al taller. La única excepción la constituye el
- El Gavilán y los demás personajes que no hacen
Gavilán pues es el novio de Carmela.
parte del círculo familiar limitan su presencia al es-
pacio público del montallantas.
-Circulación de los personajes por la ciudad.

- Circulación: La apropiación que hacen los personajes


- Si hubiera círculos concéntricos alrededor del
de la planta física de la ciudad.
montallantas, el personaje que menos se alejaría
sería el Chino. Él solo sale adonde Alberto lo en-
- Posibilidad de circulación de los personajes entre los
vía (a la droguería, a la tienda). Todos los espacios
tres niveles del espacio (íntimo: habitación, baño, públi-
exteriores por los que anda tienen que ver con sus
co: taller, montallantas, y ciudad).
obligaciones, es solo en el espacio íntimo -baño-
donde encuentra entretenimiento (tocando a la Pio-
-José, por lo explicado en el punto anterior, se li-
josa).
mita a circular entre lo íntimo y lo público. Su trán-
sito a la ciudad está casi prohibido. En un par de
- Tulia transita entre el montallantas, la tienda, la
ocasiones hace que Tulia salga por él (que vaya a
plaza y el centro comercial. 'Sus espacios' se pue-
llamar al frente).
den dividir en dos: obligación (montallantas, tienda,
plaza) y recreación (cafetería, centro comercial).
Alberto participa por igual de los tres espacios.

-Alberto transita por la ciudad libremente, va con


- Tulia y la Piojosa también transitan por los tres
Tulia a comprar la carne, se encuentra a Sergio en
niveles, pero primordialmente entre lo íntimo y la
la Once, etc. Por el hecho de ser el patrón, sus re-
ciudad. Sin embargo, la labor de Tulia como coci-
corridos están menos condicionados por las obliga-
nera del montallantas hace que participe también
de la esfera del taller.
ciones, pero hay una mayor 'opacidad', debido a su - La casa-lote es propiedad de Alberto y José, y la
estatus, en cuanto a la motivación de sus recorridos. disputa por la propiedad de este espacio es el mo-
tor de la acción dramática de la obra.
- Carmela es quizá la más 'opaca' en cuanto a la
naturaleza de sus recorridos. Sabemos que anda li- -Jerarquía social y productiva del montallantas.
bremente por toda la ciudad y entendemos que este
tránsito tiene que ver con sus ocupaciones, pero - Alberto es el patrón, el dueño del montallantas y,
su palabra no es confiable, no sabemos a ciencia como tal, está en el punto más alto de la pirámide.
cierta qué hace, si está o no haciendo teatro, por
ejemplo. El hecho de que el montallantas sea para - José está un peldaño más abajo, pues aunque es
ella el espacio paterno posibilita que sus activida- empleado del montallantas, es copropietario del
des sean un secreto (pues ella le esconde a José la lugar donde se encuentra el taller: la casa-lote. Es
verdad de lo que hace). hermano de Alberto.

- El Gavilán es taxista en la legalidad, pero atraca- - Tulia es la mujer de José y la amante de Alberto, y
dor y traficante en la ilegalidad. Transita libremente es quien gobierna el espacio íntimo de la casa.
por toda la ciudad. Es, a la vez, novio, empleador y
- Carmela es una 'extranjera' en la dinámica pro-
guardián de Carmela.
ductiva y social del montailantas. Es la hija de José
y eso le garantiza un espacio en la 'nobleza' de este
- El Soroco es, en teoría, una persona que por su
microcosmos, pero ella rechaza participar de esta di-
ocupación se desplaza por toda la ciudad (taxista).
námica a causa del odio que siente hacia Tulia.
Durante el transcurso de la obra, sin embargo, lo
vemos como un habitante permanente del espacio
-El Chino es el ayudante de José y el mandadero de
del montallantas.
Alberto. Está en la parte más baja de la pirámide.
- La Piojosa va donde la lleve Tulia, y a la escuela.
- El Gavilán es no solo cliente y amigo de los her-
manos, sino novio de Carmela; por eso su lugar en
- Producción: Las jerarquías sociales y productivas que se
la dinámica del montallantas es de privilegio.
establecen entre los personajes y los lugares.

- El Soroco y el motorista son el ientes del monta-


- Distinción nominal entre el espacio del negocio (mon-
llantas. Ellos pagan por estar ahí.
tallantas) y el lugar físico (casa-lote).

-El Ejecutivo es a la vez cliente y competencia para


-El montallantas es claramente propiedad de Alber-
el montallantas. Es, más que la gran amenaza, la
to, él es el jefe ahí.
certeza de que el montallantas desaparecerá y será
sucedido por el diagnosticentro; lo industrial reem-
plazará lo artesanal. Reseñas biográficos de los au-
- Identidad: Grado de cohesión entre los diferentes ima- tores dramáticos
ginarios sociales.

-Alta cohesión entre los imaginarios de los personajes; Tania Cárdenas Paulsen. Antropóloga de la Universidad de los
todos son representantes de una misma clase social, ex- Andes, hizo una Maestría en Escritura de Guiones para Cine y Tele-
cepto el Ejecutivo. visión, con énfasis en análisis de guión, en la Universidad Autónoma
de Barcelona; se especializó en Edición de Guiones en el Binger Fil-
- Para todos los personajes la ciudad es el espacio mlab, en Ámsterdam. Ha obtenido diversos reconocimientos, entre
del trabajo y el rebusque. los que se destacan el Premio Lope de Vega, el Premio Iberoameri-
cano de Teatro Villa de Madrid, 1998, Edición especial para Madrid,
- Sólo el Ejecutivo, cuando se le insinúa al Chino,
con su obra Cuarto frío. En el año 2003 obtuvo la Beca Residencias
habla de la ciudad como espacio de diversión: lo
Artísticas México-Colombia del Ministerio de Cultura y el FONCA,
invita al cine.
y fue finalista en el Premio Nacional de Dramaturgia del Ministe-
rio de Cultura en 1996. Ha publicado diversas obras teatrales. En
- Para el Soroco y el Gavilán el recorrido físico de
televisión, ha participado en la producción de Punto de giro, Pura
la ciudad es no solo su oficio sino su campo de
sangre (telenovela ganadora del Premio India Catalina 2008 a me-
batalla. Su relación con los pasajeros que llevan es
jor 1ibreto), El penúltimo beso y Retrato de una mujer, entre otras.
de confrontación, y el motivo de la confrontación
Actualmente trabaja como editora de guiones para cine y teatro,
tiene que ver con las calles de la ciudad.
está vinculada al Canal RCN como libretista y se desempeña como
docente en la Maestría de Escrituras Creativas de la Universidad
- Para el Gavilán y Carmela las calles son el espa-
Nacional de Colombia.
cio del crimen, y el crimen es una manera más de
ganarse la.vida.

-Para todos, la calle es un espacio amoral y peligroso. Erik Leyton Arias. Realizador de cine y televisión, egresado de
la Universidad Nacional de Colombia, con una Maestría en Estudios
Teatrales y Cinematográficos de la Universidad de La Coruña, Espa-
ña. Cuenta con más de ocho años de experiencia en la dirección
y realización de documentales y programas para televisión, en el
diseño y escritura de series documentales y argumentales, y en la
edición y montaje de programas para televisión. Dramaturgo desde
1998, con media docena de obras de teatro de su autoría, tres de las
cuales han sido montadas por grupos de teatro de México, Colom-
bia y España. Su texto Cielo, mi cielo obtuvo el segundo lugar en el
Premio Nacional de Dramaturgia, 1998, del Ministerio de Cultura y
fue recomendado por los jurados para su publicación. Con la mis-
ma obra obtuvo una mención en el Concurso Premio Atahualpa del
Cioppo- 50° Aniversario del Teatro El Galpón de Uruguay, en 1999.
Obtuvo el primer premio del XVIII Concurso de Textos Teatrales para
jóvenes Autores "Marqués de Bradomín", 2003, con su obra Como
lluvia en el lago.

Rodrigo Rodríguez. Director y fundador de Ditirambo Teatro, se


inició en el grupo de teatro del SENA y luego hizo estudios de Arte
Dramático en la Escuela Superior de Teatro de Bogotá "Luis Enri-
que Osario". Licenciado de la Universidad Distrital y egresado de
la Maestría en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de
Colombia. Premio Nacional de Dramaturgia 1996 con la obra Mon-
tallantas. Premio Hispanoamericano de Teatro 201 O, organizado por
el BID, por la obra Peque/las traiciones.

Fabio Rubiano Orjuela. Dramaturgo, director y actor de teatro y


de televisión reconocido en Colombia y en el mundo hispanoameri-
cano. En 1994 obtuvo el premio de la UNESCO por su obra Amores
simultáneos, y en 1996 el Premio Nacional de Dramaturgia por la
pieza Gracias por haber venido; en 1997 su obra Cada vez que la-
dran los perros recibió el Premio Nacional de Cultura en la categoría
de dramaturgia. En el año 2002, gracias a una beca del programa
"Estímulos-México" del Ministerio de Cultura de Colombia, puso en
escena, con su grupo Petra, la obra Mosca (adaptación de Titus An-
dronicus de Shakespeare). En 2004 escribió y dirigió Dos hermanas.
Invitado por la Casa de América _de España, dirigió la obra Puntos
cardinales, pieza escrita por él en colaboración con un dramaturgo
argentino y dos españoles. Sus más recientes creaciones han sido:
El vientre de la ballena (coproducción colombo-eslovena), Pinocho
y Frankenstein le temen a Harrison Ford, !mago Mundi y Cien días.
Quemado 11

La escena vacía, excepto por Ángel que duerme. Unos pocos ruidos remiten al campo.
principio Ay 8 en la extraescena. Luego van entrando, a medida que avanza el relato, y van
ndo la sabana.

*
Nueve

A y B: (En off.) Ángel tiene frío. Se abraza lo mejor que puede pero el
ío es intenso. Ángel busca su cobija. Estira las manos buscando la cobija. Las
ijas. No encuentra las tres cobijas de su cama. El frío lo despierta. Abre poco
a poco los ojos. Ángel brinca del susto. Ángel está debajo un árbol.
ÁNGEL: Mierda, estoy debajo de un árbol.

A: Es un árbol pequeño.
B: Un arbusto.

ÁNGEL: ¿Qué diablos hago debajo de un arbusto?


B: Ángel se siente muy confundido. Nunca le había pasado una cosa
así. Ángel es un tipo que vive con certezas: una. cama, una casa, un trabajo que
no le gusta, huecos en la calle, raponeros, polución, trancones, escándalo de
pitos y sirenas. El mundo es como es.

ÁNGEL: Anoche me acosté en mi cama y ahora estoy debajo de un árbol.


A: Ángel mira a su alrededor.

B: Ángel se da cuenta de que no hay nada a su alrededor.


A: Pero una nada llena de cosas. Ahí, donde debería estar el tran-
cón monumental de la Avenida Caracas, ahora hay un prado verde pardo que-
mado por las heladas; donde debería estar el barrio taciturno por donde él
jaba caminando hasta el supermercado del Park Way, ahora hay algunos
árboles pequeños, como el que lo guarda con su sombra; donde anoche esta-
ban los pequeños edificios y las casas viejas repletos de gente cercada por los

(119)
Teatro en estudio 11 Selección de dromoturgio bogotano Quemado 11

ladrones, ahora hay un paisaje sabanero con montañas al fondo; lo único qu A: La garza avanza un poco sobre Ángel. Parece que el ave tampoco
permanece es el cielo lleno de nubes gigantes entre azules y grises. había visto en su vida un animal así.
B: Se acerca un aguacero. ÁNGEl: ¿Animal?
A: Y una garza. B: La garza se detiene a unos pocos metros de Ángel. Lo mira. Estira
el cuello. Gira la cabeza otra vez. Parece que quiere olerlo.
ÁNGEl: ¡U na garza!
A: ¿Las garzas tienen olfato?
B: ¡Una garza, Ángel, mírala, qué graciosa, se acerca dando za
das lentas, como si anduviera de puntillas, como si no quisiera hacer ruido! ÁNGEl: ¿Dónde estoy?
A: Ángel jamás había tenido una garza tan cerca. B: Pero la garza no le contesta. Se aburre. La garza pierde el interés,
da media vuelta, da un par de zancadas, abre las alas y levanta el vuelo.
B: Ángel no sabe qué es una garza.
A: ¡Ah, pero ese sencillo gesto de la garza hace que Ángel obtenga
ÁNGEl: ¡Esto es una garza!
una respuesta a su pregunta!
B: Ángel cree que sabe qué es una garza.
B: Porque siguiendo el vuelo de la garza, Ángel ve otras garzas al
A: Ángel ve un pájaro blanco de patas largas acercarse a él. Ánge fondo. ¡Una bandada!
se incorpora.
A: Y a la derecha unos ciervos.
B: Ángel sabe qué animal es, pero el nombre no se le viene a la . ..-....."~"-'U.·
B: Y en el lago cientos de patos.
ÁNGEl: (Asombrado.) ¡Esto es una garza!
A: Y un cóndor que planea.
B: Eso le gustaría decir a Ángel, pero no es capaz.
ÁNGEl: Y lobos, y zorros, y conejos grandísimos, y sapos ...
A: No puede.
B: Ángel está estupefacto.
B: No lo recuerda.
ÁNGEl: Estoy estupefacto.
ÁNGEl: ¡Eso es una ... !
y B:
A (Interrumpiendo.) ¡Ángel no puede hablar, está estupefacto!
*
A: Está asustado.
B: ¡Claro que se asusta, yo también estaría asustado! La garza es
cerca, muy cerca. Lo mira con curiosidad. Gira la cabeza. Abre el pico. No pa
rece tenerle miedo.

A: Ángel está estupefacto.


ÁNGEL: Estoy estupefacto.

(120) (121)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Quemado 11

Ocho La modelo.

No están donde deberían estar.


ÁNGEl: (Estupefacto.) Mi apartamento era un apartamento viejito.
Cerrar los ojos.
Sí.
Apretar con fuerza. No se dormía bien.
Desear. Sí.
Desear estar en mi cama de nuevo. Perros en la esquina gruñéndose por una bolsa de basura.
Donde me acosté anoche. Sí.
Donde me quedé mirando al techo. Pero era mi apartamento.
Sudando. El mío.
Llevo meses así. Animales de la sabana.
Mirando al techo. Eso fue lo que preguntó la modelo hace dos noches.
Pero sin dormir. Hubiera matado por poder dormir en vez de estar viendo a esa estúpida modelo insultando

No puedo dormir. a la gente que sí puede dormir y por eso no la llama.

Vueltas en la cama. Era un crucigrama muy fácil.

Ver la televisión. Animales de la sabana.

Una modelo de televisión desesperada a las tres de la mañana porque nadie la llama Sapo, lechuza, oso, zorro, garza.
para resolver un crucigrama de lo más estúpido. Facilísimo.
Premios de millones de pesos. Lo resolví en dos minutos.
No debí insultar. Pero no llamé.
No debí desear que todo se fuera para la mierda. No quería hablar con esa estúpida modelo.
Porque se fue para la mierda. No quería decirle que resolví su estúpido crucigrama en do~ minutos.
Todo. ¿Y después qué iba a hacer con el resto de la noche?
Mi cama, mi techo, mi apartamento, mi televisor, mi calle, mi barrio, mi estúpido trabajo. ¿De las noches?

Ahora hay un árbol donde estaba mi televisor.

(122)
(123)
Teatro en estudia 11 Selección de dramaturgia bogotana Quemado 11

Donde estaba mi cama. Estaba cansado de los ojos desconfiados de todo el mundo, de todo el mundo andando a
mil por hora en la calle, de las calles repletas de huecos, de los huecos donde la gente se
Me acosté emputado.
mete y se pierde para siempre, de siempre tener que cuidarme los bolsillos en los buses,
Me robaron. de los buses repletos de gente con ganas de quitarle la cabeza a la otra gente, de la gente
Ayer me robaron. que desaparece en la bruma, de la bruma gruesa de color azul grisáceo que se eleva
sobre la ciudad como una nata.
En la esquina.
No podía dormir.
Un tipo se me acercó con un cigarrillo en la boca.
Meses sin dormir.
Me pidió un fósforo.
Mirar la televisión.
No me dio tiempo para decirle que dejé de fumar porque fumar es una mierda.
A veces modelos estúpidas, a veces un recorrido por la esplendorosa vida de la gente estú-
Eso dicen en televisión.
pida, a veces documentales sobre el día en que el sol se engullirá el Planeta Tierra.
Se pudren los pulmones, se pican los dientes, se apesta a tabaco, se jode el corazón.
"¡Váyase para la mierda!", le dije al tipo del cuchillo.
Sacó una navaja.
El individuo no se inmutó.
Se me heló la sangre.
Aspiró el cigarrillo.
Deseé no estar ahí.
Me agarró del brazo.
Y ahora no estoy ahí.
"La billetera, pirobito", me dijo.
Mi techo ahora es un cielo repleto de nubes grises.
Estaba hasta la coronilla de los atracos.
Va a llover.
Tres en un mes.
Por eso sé que todavía estoy en Bogotá.
Cuatro.
O se parece.
Ya casi llegaba a mi casa.
Y por los cerros.
Y ahora esto.
Ahí están.
La gente pasaba y se hacía la pendeja.
Sin las heridas de siempre.
El tipo con un cuchillo así de grande a plena luz del día.
Sin la iglesia de Monserrate en la cima de Monserrate.
Nada pasaba.
Todo para la mierda.
A lo lejos un avión escapando de la ciudad.
No sé qué hacer.
Los celadores seguían mirándole el culo a las colegialas que iban y venían.

(124) (125)
Teatro en estudio 1/ Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

El mensajero de la carnicería echándole encima la bicicleta a una viejita. Y mugen.

La ciudad seguía funcionando. O algo así.

Ahora no funciona. Bichos.

A la derecha están las montañas donde debería estar Ciudad Bolívar. Bichos grandes.

Ahora hay solo montañas. El sol parece más caliente.

Y bosque. Árboles por todas partes.

Y bichos. Nada.

Y una luz naranja en el horizonte. *


Mi madre diría que es señal de invierno.

Pero ahora no hay mamá.


Siete
Ni la estúpida televisión para preguntarle qué está pasando.
A y B: Ángel está maravillado con lo que ve. Nunca antes había visto un
Allá está el Cerro de Suba. paisaje de sabana tropical semihúmeda completamente virgen. Abre la boca en
¿Cómo se llamará ahora? señal de sorpresa. Se le escurren las babas. No cierra los ojos. Suda un poco.

No hay nadie a quien le pueda preguntar. A: ¡Y venados!

Nadie. B: ¡Y liebres!

Vacío. A: ¡Y búhos en los árboles!

No hay alboroto de calles. B: ¡Y un oso de anteojos!

Ni gritos. A: ¡Sí, un hermoso y gigante oso de anteojos!

Ni insultos. ÁNGEl: ¡Un oso!

Ni raponeos. A, By ÁNGEl: (Aterrorizados.) ¡¡Un oso!!

Ni taxistas levantando las tardes a madrazas.


Hablan rápido.
Sólo gritan unos pájaros aquí y allá.

Aquí y allá. A: Ángel sale corriendo como alma que lleva el diablo.
Gritan duro. B: En su estrecho apartamento de Teusaquillo, él ha visto en los docu-
mentales de Discovery Channel que los osos siempre persiguen a sus víctimas.

(126) (127)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

A: Ángel decide que el oso lo persigue con negras intenciones. ÁNGEL: ¡El corazón se me va a salir, no puedo respirar, estoy mareado!
B: Y que lo va a alcanzar. A: Ángel corre como un quemado.

A: Y que lo va a destrozar de un par de zarpazos. ÁNGEL: ¡Allá, a los árboles de la colina!


B: Ángel se caga del susto. B: Busca refugio.

B: Se tropieza. A: Ángel no se detiene a revisar si el oso lo persigue.

A: Cae. A: ¡Corre más rápido, Ángel, corre, corre!

B: Gatea. B: Ángel siente que el oso ya casi lo atrapa.

A: Se raspa las rodillas. A: Ángel siente que el frío de la muerte lo toca.

B: Se raspa los codos. B: Ángel siente que morirá.

A: Se raspa las manos. A: Ángel sucumbe al terror.

B: Se raspa la mejilla izquierda. ÁNGEL: (Sin aire.) ¡Ya casi llego, ya casi, por Dios!
ÁNGEL: ¡No! A: Ángel resbala.

A: Ángel llora. B: Ángel cae aparatosamente.

ÁNGEL: ¡No! ÁNGEL: ¡¿Otra vez?!


B: Ángel no acierta a levantarse. A: Ángel se golpea una rodilla, una pierna, la cabeza y el hombro izquierdo.

ÁNGEl: ¡No! B: Pero a Ángel no le importan los golpes, solo piensa en que el oso
no se lo trague.
A: Ángel se golpea la cabeza con una rodilla.
A: Sabe que el oso se lo tragaría de un solo bocado.
ÁNGEL: ¡No!
B: Afortunadamente el oso no ha querido perseguirlo.
B: Ángel se orina en los pantalones.
A: ¡¿Ah, no?!
ÁNGEl: ¡No, no, no, por favor!
B: (Dirigido a A.) No, pero Ángel no sabe eso.
A: ¡Corre, Ángel, corre!
A: ¡Espera, Ángel, el oso ... !
B: ¡Tienes un oso gigante corriendo detrás de ti!
B: (Interrumpiéndolo, buscando su complicidad.) ¡El oso te
A: ¡Gigante!
ruge, te gruñe, ya casi te alcanza!
B: De anteojos.
A: (Comprende y juega.) ¡Sí, sí, está preparando las garras!

(128) (129)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Quemado//

B: Se saborea.
A: Puede olfatear tu miedo. Pero al atracador no le importó.

B: Alista el salto final. Sacó la mano.

A: Se le hace agua la boca. Me volteó la jeta.

B: ¡Corre, Ángel, corre! Me calló.

A: ¡Corre! Me reventó la boca.

ÁNGEl: ¡Dios mío! Me botó al piso.

A: Ángel grita perdiendo el control, sintiéndose devorado por la A la acera cuarteada.


bestia. Rota.
B: Grita como u na niña. Un mareo azul en los ojos.
A: Grita como una quinceañera histérica. La misma sensación que tengo en la cabeza a las cinco y media de la madrugada después
8: Grita como una señora trastornada. de semanas sin dormir.

A: Grita como u na bebé cagada. Metí la mano en algo negro.

Algo como tierra.


Ángel cae al piso. A y B ríen burlándose de él.
Barro mezclado con envolturas de papas fritas.

Y una cosa verde parecida a un trébol aplastado contra el cemento.

* Agarro un poco de ese barro en la mano.

Lo miro tratando de precisar qué es.


Seis
Una gota de sangre de mi nariz cae en la mano con barro.

ÁNGEl: (Cagado.) De nuevo el mareo de las cinco y media de la madrugada pero ahora a mediodía.

¡No tengo plata, no me han pagado, no tengo nada en la billetera, estoy limpio, de Como estar borracho.

verdad, solo llevo los papeles, la cédula, la libreta militar, la tarjeta del cajero pero Como estar borracho y trabado y enfermo y pasmado y adormilado y ...
no tengo un peso en la cuenta, el carnet de la EPS donde nunca voy porque nunca
Me jaló del brazo.
me creen que no puedo dormir y me mandan a la casa con instrucciones precisas
para prepararme una agüita de canela, de verdad! El tipo me levantó.

"De malas, pirobito", me dijo poniéndome el cuchillo en el cuello.

(130) (131)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

Me metió las manos en los bolsillos. fiares contables buscando un chuzo para tomar cerveza, universitarias siendo
Me manoseó.
acosadas por los viejitos.

Yo miraba hacia el trancón del mediodía.


ÁNGEl: ¿Dónde estoy?

Carros, buses, busetas, taxis, motos, una sola masa de colores varada como una
B: Ángel quiere saber dónde está, aunque si se fijara bien se daría
cuenta de que ahora está en una zona de arbustos más tupidos, en la falda de las
culebra.
montañas gigantescas que coronan la sabana ...
Alguien.
A: Que ahora ningún animal lo acecha ...
Por favor.
B: Que ahora está muy lejos de donde quedaba su apartamento estrecho.
Los conductores miraban aburridos este paisaje de siempre.
A: Su carrera lo llevó hasta donde ayer quedaba el centro de Bogotá.
Deseé no estar ahí.
B: La Carrera Séptima.
Y ahora no estoy ahí.
A: El Parque Santander.
Ahora no hay conductores, ni carros, ni calle, ni nada.
B: ¿Te acuerdas de la iglesia de San Francisco, Ángel?
Un oso me persigue.
A: Pero ahora no hay pordioseros exhibiendo sus tripas.
No hay iglesia de Santa Teresita para esconderme.
B: No hay vendedores de lotería.
Aunque ha regresado con nuevos bríos el mareo de semanas sin dormir.
A: Ángel está solo.
No debí emputarme de esa manera.
B: (Habla muy rápido.) Solísimo, como cuando estaba solo cami-
No debí mirarlo así. nando por las calles repletas de gente chocándose una y otra vez con los hom-
No debí desear que todos se murieran. bros y los brazos de cientos de transeúntes que no miran por dónde caminan y
se chocan una y otra vez con todos los que caminan por esas calles atestadas de
Hay que tener cuidado con lo que se desea.
personas que miran hacia el piso como si estuvieran ciegas y sordas y mudas,
como si estuvieran solas y vagaran o supieran con toda precisión para dónde van
* pero en realidad no lo saben y entonces se chocan una y otra vez con el pobre
Ángel que está solo y tampoco sabe para dónde va aunque lo sepa realmente y
Cinco camine por esas calles atestadas de personas que miran hacia el piso ...

A: (Interrumpiendo.) Pero esta es otra soledad.


A y 8: Ángel tiene frío. El frío que siente es el mismo frío de la sa- B: U na soledad menos agria.
bana. El que sentía por las noches cuando regresaba a su casa esquivando
vendedores de minutos, perros meando en las esquinas, hordas de auxi-
A: Una soledad más sola.

(132) (133)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Quemado//

ÁNGEL: ¡Por Dios, dónde estoy, por Dios! A: Pedir ayuda.

B: Ángel cree en Dios. B: Preguntar.

A: Ángel cree en muchas pendejadas. A: Alguien que te aclare todo esto.

B: Pero ahora todo lo que cree no le sirve de mucho. ÁNGEL: ¡Tengo que alcanzarlos!

A: Porque ahora Ángel tiene una fría sabana ante sus ojos llena A: ¡Corre, Ángel, corre!
animales y plantas y sol de páramo y viento de páramo y humedales y nu B: ¡Aicánzalos!
grises y aire húmedo ...
A: Corre como un quemado.
B: Y garzas.
B: ¡No te olvides del oso!
A: Ángel se da cuenta de que no está bien.
A: Ángel corre todo lo que sus piernas le permiten.
ÁNGEL: No, no, no, estoy bien.
B: Y el frío y el hambre y el susto y el desconcierto ...
A: No, Ángel no está bien.
ÁNGEL: Estoy estupefacto.
ÁNGEL: Ya recuperé el aliento, estoy bien.
A: Estupefacto y ansioso. La adrenalina corre por sus venas.
A: No, no lo estás.
B: Ángel grita tratando de llamar la atención de aquellos hombres.
ÁNGEL: ¡Ya estoy bien!
A: Pero parece que no le escuchan.
A: Que no.
B: ¡Grita, Ángel, grita más fuerte!
ÁNGEL: Que sí.
A: Siguen estando muy lejos.
A: Ángel cree que está bien, pero no lo está.
B: Ángel corre, salta, esquiva los árboles.
ÁNGEL: ¡Ya estoy bien!
A: Ángel corre como un desesperado.
B: Bueno, entonces estás bien, Ángel, estás bien, pero, ¿dónde está
B: Como un quemado.
A: ¿Dónde quedó tu apartamento de soltero, tu televisor, tu po
biblioteca, tu inodoro estrecho, tus platos desechables, tu nevera vacía? A: Y mientras más cerca está de aquellos hombres, mejor los
puede observar.
B: ¿Quieres saber dónde estás?
ÁNGEL: ¿Qué están cargando? ¿Están en pelota en este frío? ¿Adónde van?
A: ¿Por qué no les preguntas a esos hombres que caminan en fil
allá, a lo lejos, en la falda de esa otra montaña donde ayer quedaba el Cerro d B: Pero nadie le responde porque nadie lo escucha.
Guadalupe? A: Ángel sigue corriendo.
B: ¡Eso es, Ángel, eso es! B: Pero se detiene intempestivamente.

(134) (135)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

A: ¿Qué te pasa, Ángel, no querías alcanzarlos?


B: Ya estás muy cerca, no te detengas ... B:,. (Volviendo a la situación.) Un sentimiento sombrío cubre el pe-
cho de Angel. Un mal presentimiento. Algo parecido al terror.
A: Ángel ha visto cosas muy extrañas.
A: ¿Dónde diablos estás, Ángel?
B: Esos hombres caminan en fila.
ÁNGEl: Creo que no me han visto.
A: Están semidesnudos.
B: Ángel se oculta ágilmente detrás de unos setos.
B: Avanzan cantando o algo así.
A: Quiere que no lo vean, pero él sí quiere seguir observándolos.
A: Pero lo que más ha asustado al pobre Ángel es lo que cargan.
B: Y observa.
B: ¿Qué es lo que cargan?
A: Ángel cree ver que dos de los hombres cargan a otro hom
amarrado de pies y manos al tronco de un árbol.
B: ¡No puede ser! *
A: El hombre amarrado cuelga como un muerto.
ÁNGEl: ¡Dios mío!
Cuatro
A: Como si lo hubieran cazado y ya estuviera muerto.
ÁNGEl: (Observando.)
B: ¿Como un muerto?
Veo que tiene mi billetera en la mano.
A: ¿Será posible?
Veo que abre la billetera.
B: ¿Estará muerto el pobre hombre?
Veo que se da cuenta de que no tengo más que dos mil pesos.
A: ¿Por qué lo cargarán así?
Veo que me observa.
ÁNGEl: ¿Qué está pasando?
Veo que me mira con cara de pocos amigos.

Pausa. A y B le lanzan una mirada asesina a Ángel. Veo el humo del cigarrillo que se eleva desde su boca.

Yo tampoco tengo amigos.


A: (De mala gana.) Nosotros hacemos las preguntas. Ahora no.

Veo que el atracador me agarra del cuello, me aprieta, me empuja, me estruja contra la
Ángel asiente sin perder la angustia. vidriera de una droguería, hace mala cara, suda, se le brotan las venas de la frente, le salen
babas de la boca que se confunden con el humo azul.

(136) (137)
Teatro en estudio JI Selección de dramaturgia bogotano
Quemado 11

Veo que el atracador está furioso y que pone el cuchillo en mi costado.


Alguien está sacudiendo un tapete sobre nuestras cabezas.
"¿Dónde está la plata, pirobito?", me pregunta. El atracador no se da cuenta, pero yo sí.
No puedo creerlo. ¿Por qué me doy cuenta de eso?
No basta con no tener ni un peso en el bolsillo. ¿Por qué le doy tanta importancia si tengo un cuchillo en el costado?
No basta con no tener qué ofrecer. ¿Por qué veo que el polvo que flota detrás del atracador comienza a brillar?
No basta con tener la cabeza hecha un pudín por semanas enteras de concursos de
¿Por qué me acuerdo de la estúpida modelo?
televisión trasnochados.
Veo polvo con destellos.
Veo que el tipo en serio espera una respuesta.
·Como luciérnagas.
Quiero decirle algo pero no puedo.
Veo que la vida comienza a acelerarse.
En serio, no puedo.
Como en las películas.
La garganta se me ha cerrado.
¡Mierda! Estoy alucinando como resultado directo de que el estúpido doctor de la estúpida
Por el susto y por el brazo poderoso de mi atacante.
EPS no me crea que llevo semanas enteras sin pegar el ojo y no me quiera dar unas pasti-
Y ahora, sin saber muy bien por qué, recuerdo la cara de la modelo de televisión llas o unas estúpidas inyecciones o unos polvos o una crema o un mazazo en la cabeza.
pidiendo que la llamen. La calle entera se acelera.
La tendría que llamar. Los carros no son los carros sino manchas que pasan a toda velocidad.
Pedirle que venga. La gente no es la gente sino manchas que caminan a toda velocidad.
Cinco sinónimos para la palabra "atraco". Los perros no son los perros.
Decirle que le respondo mil crucigramas si me quita este tipo de encima.
Pero el brazo sigue ahí.
Veo que comienza a llover. El aliento del atracador sigue sobre mi cara.
Hace frío. Huele a ajo el atracador.
Sopla el viento frío. Huele a ajo con aguardiente el atracador.
Pero no llueve agua. Y el humo azul del cigarrillo que no se acelera.
Veo que llueven papelitos del cielo. No debí pensar lo que se me ocurrió entonces.
Veo que llueven papelitos y polvo y motas y trocitos de comida.
No debí desearlo.
Escucho unas palmadas sordas. Se me cierran los ojos por el cansancio, por lo estúpido de todo esto, por el ahogo.

(138)
(139)
Teatro en estudio 11 Selección dcz dramaturgia bogotano Quemado ii

Pero la cara del tipo sigue sobre mi cara enrojeciéndose cada vez ÁNGEl: (Susurrando pero queriendo gritar.) ¡No!
De veras espera una respu A: Te van a moler a golpes.
ÁNGEl: (Susurrando pero queriendo gritar.) ¡No!
* B: Te van a tragar vivo, Ángel.

Tres A: Te van a destrozar.


B: Te van a destazar en pedacitos pequeñitos, van a hacer una ho-
guera, van a pinchar tus pedacitos en ramas de árbol, las van a cocinar una a una
B: ¿Sigues detrás de los setos, Ángel? Ten cuidado ...
en la hoguera y se las van a comer muy despacito.
A: Son unos hombres muy extraños estos que Ángel
furtivamente. ÁNGEl: (Susurrando pero queriendo gritar.) ¡No!

B: Pelo largo y descuidado. Barba de semanas. Collares, manill


A: Despacito ...
aretes ... B: Despacito ...
A: ¿Indígenas? ÁNGEl: (Gritando.) ¡¡¡Que no!!!
B: Parecen indígenas de cartelera de colegio. A: ¡Ja, ahora sí te vieron!
A: ¿Eso que llevan en las manos son lanzas? B: Los hombres que caminaban se detienen en seco.
B: ¡Te vieron, Ángel! A: Te miran curiosos.
ÁNGEl: No, no me han visto. B: Ángel no hace nada.
A: ¡Sí, ya te vieron! A: Solo los mira.
ÁNGEl: (Casi susurrando.) ¡No! B: Ellos lo miran.
B: Te vieron, Ángel, sintieron tu respiración cobarde agitando las A: Ángel los mira.
ramas de ese arbusto.
B: Ellos comienzan a hablar entre sí.
A: Ahora saben que estás ahí.
A: Ángel no entiende lo que dicen.
ÁNGEl: (Susurrando pero queriendo gritar.) ¡Que no!
B: Es una lengua extraña.
B: Te van a buscar.
A: Es una lengua primitiva.
A: Te van a atrapar.
ÁNGEl: Estoy estupefacto.
B: Te van a amarrar como a ese hombre.
A: Los hombres se fijan mejor en Ángel.

(140) 041)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Quemado 11

B: Si la situación no fuera tan extraña podríamos decir que hasta lo A: Sospecha.


miran con miedo.
B: Desconfianza.
A: ¿Podríamos decir?
A: ¡Claro!
B: Yo creo que sí.
B: Turbación.
A: ¿No será tergiversar demasiado el relato?
A: Zozobra.
B: Ahora que lo mencionas ...
B: Intranquilidad.
A: La situación amerita ser fieles a la verdad.
A: Confusión.
B: Bueno sí, pero, la verdad es un concepto tan relativo ...
B: Recelo.
A: ¡Uy, ahora no me vayas a salir con categorías epistemológicas del ser!
A: Alarma.
B: No, claro que no, no hay tiempo, Ángel está a punto de morir.
B: O un poco de respeto.
A: Pero él no lo sabe.
A: ¿Y por qué sentirían respeto por un espantapájaros como Ángel?
B: No, no lo sabe.
B: Eso escapa a nuestra comprensión. Lo cierto es que los hombres
A: Ángel no sabe muchas cosas. se arrodillan frente a Ángel.
B: Prácticamente es un ignorante. ÁNGEl: Todos.
A: Práctica y técnicamente es un ignorante. B: Todos excepto el hombre desmayado que sigue amarrado al tronco.
ÁNGEl: ¿Dónde estoy? A: Todos se arrodillan y comienzan a llorar.
B: Todos lloran.
Ay B se hablan muy cerca) mirándose a los ojos.
ÁNGEl: ¿Por qué lloran?

A: ¿Será miedo lo que sienten esos hombres por Ángel? A: Lloran y elevan oraciones a los dioses.

B: Asco puede ser. B: Ellos también creen en dioses.

A: Desconfianza. A: Ellos también creen en muchas pendejadas.

B: Aprensión. B: Ahora ellos están comprobando que sus dioses son vengativos.

A: ¿Qué es aprensión? A: ¿Y Ángel?

B: Escrúpulo. B: Ángel no hace nada.


A: Se queda mirándolos sin comprender nada.

(142)
(143)
Teatro en estudio JI Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

B: Pero el mal presentimiento que ha tomado posesión de su p A: Ahora ves incendios.


cho se acrecienta. B: Ahora ves bestias devorando hombres.
A: Los hombres lloran a mares. A: Ahora ves dibujos de inundaciones.
ÁNGEL: ¡Por favor, díganme qué pasa, dónde estoy, quiénes son usted B: Ahora ves hombres como los que tienes frente a ti siendo eleva-
qué es lo que está pasando, por favor ... ! dos por tornados.
A: Ángel intenta acercarse. ÁNGEL: ¡¿Qué es esto?!
B: Los hombres se sobresaltan con el movimiento de Ángel, lanza A: Mira las otras piedras, Ángel, míralas.
alaridos, aúllan, agarran piedras.
B: Ya casi llegas.
A: Uno de ellos se dirige a sus compañeros. Hablan.
A: Ángel mira las últimas piedras.
ÁNGEL: ¡¿Qué dicen?!
B: Finalmente lo encuentra.
B: Calma, Ángel, calma, apacigua tu desespero.
A: Ángel no lo puede creer.
A: Uno de ellos parece negarse a algo. Los demás lo presionan. Es
hombre se niega a hacer algo. Los demás lo amenazan. El hombre concede. B: No da crédito a sus ojos.
hasta el otro hombre que sigue amarrado. Lo esculca. De debajo del homb A: El último dibujo de la última piedra.
amarrado saca unas piedras lisas.
B: En el último dibujo está él, el mismísimo Ángel.
B: El hombre se acerca a Ángel con las piedras lisas. Se las quiere
A: Es un buen dibujo de Ángel.
dar. Se las ofrece. Agacha su cabeza y se las ofrece.
B: Es Ángel vistiendo las ropas que ahora viste, mirando unas piedras
A: Ángel no entiende nada.
como las que ahora tiene en sus manos, en la falda de la montaña donde ayer
B: Ángel las recibe. Son varias. No son exactamente piedras lisas. quedaba el Cerro de Guadalupe, con la expresión de angustia que ahora tiene.
Ángel se da cuenta de que hay cosas escritas en ellas. Hay dibujos. Burdamente
ÁNGEL: ¡¿Qué es esto?!
hechos, pero hay dibujos. Un paisaje. Animales. Hombres vestidos como los
hombres que Ángel tiene frente a él. B: Eres tú, Ángel, ¿no te reconoces?

A: Ángel no entiende nada. A: ¿Qué sientes, Ángel?

B: Ya vas a entender, Ángel. B: Ángel se siente morir.

A: Ángel ve los dibujos de otras piedras. Los dibujos cambian. Ya no


son paisajes tranquilos. Ahora ves un volcán en erupción. *
B: Ahora ves la tierra que se abre.

(144) (145)
Teatro en estudio 1/ Selección de dramaturgia bogotano Quemado 11

Dos Muy fuerte.

Cambié de dirección el cuchil_lo.

Ya no era mi costado.
ÁNGEl: (Sintiéndose morir.)
El cuchillo buscó sus costillas.
El humo azul del cigarrillo picándome en los ojos.
Punzó su piel.
El cuchillo en mi costado.
Penetró la carne.
Su nariz hinchada sobre mi cara.
Los tendones.
Solo lo deseé.
Los 1igamentos.
Lo deseé con fuerza.
La pleura.
Era el único pensamiento que tenía en la cabeza.
Su pulmón.
De pronto no hubo semanas sin dormir, ni cansancio, ni debilidaq, ni pesadez, ni embota-
miento, ni mareo. El cuchillo ya hace parte de su sistema respiratorio.

Todo estaba claro en mi cabeza. Las venas hinchadas de su cara comenzaron a deshincharse.

La ciudad pasaba a toda velocidad detrás del "pirobito". Los ojos dejaron de mirarme.

Estábamos solos. El brazo dejó de apretarme la garganta.

Sus venas brotadas y yo. El humo azul se desvaneció.

Entonces deseé escapar. El hombre cayó frente a mí muy despacio mientras la ciudad pasaba muy rápido.

Deseé alcanzar la ciudad y dejarme llevar por la velocidad. El pirobito se regó en el suelo.

Deseé agarrarle la mano. Estaba libre.

Lo deseé muy fuerte. Por fin.

Y el deseo se hizo verbo. Libre.

Y el verbo se hizo carne. Mi deseo se había hecho realidad.

Y le agarré la mano. Bogotá se estaba yendo para la puta mierda con toda su mierda a toda mierda.

Eso fue todo lo que hice. Sonreí.

Desear. Tan tranquilo.

(146) (147)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Quemado 11

La ciudad seguía acelerada mientras caminaba hasta mi casa. A: ¿Ves la desbandada de bestias allá, a lo lejos, donde ayer quedaba
Sapo, lechuza, oso, zorro, garza. la Avenida El Dorado?

Abrir la puerta de la calle, entrar, subir la escalera, sacar las llaves, girar la cerradura. B: ¿Ves cómo las piedras de los Cerros Orientales han empezado a caer?

Ligero. A: ¿Ves cómo la luz naranja del horizonte comienza a brillar?

Irme directo a la cama. B: ¿Ves cómo la tierra empieza a temblar?

A dormir.
El ruido de la destrucción sigue en aumento. La luz naranja del fondo se intensifica.
La ciudad todavía acelerada desde mi ventana.
A: ¿Qué has hecho, Ángel?
Conciliar el sueño.
B: ¿Qué has hecho, Ángel?
Tranquilo, con una sonrisa en la boca.
ÁNGEl: Tenía la cabeza despejada, como hacía semanas no la tenía. Re-
Mientras mi deseo se desataba en la ciudad. cuperé el pulso, el color del rostro, el brillo de los ojos. Dormir. Sin demora.
Sonriendo.

* A: "Bien hecho, pirobito, bien hecho, todo para la mierda", le dice


el hombre amarrado a Ángel que no deja de mirarlo.
Uno B: ¿Quién?
A: El hombre amarrado, el que estaba desmayado, el que ahora se ha
Se escucha un extraño crepitar que crece poco a poco. Una luz naranja aparece muy en el fondo. despertado y mira a Ángel como si lo conociera de toda la vida.
B: ¿Lo conoce?
ÁNGEL: No más mirar el techo.
A: Eso parece.
No más contar ovejas.
B: Y dice más.
No más sudor frío.
A: Dice que estos hombres creen que los dioses van a acabar con todo.
Por fin dormir profundamente.
B: Que es el día final.
A: ¿Ves cómo el horizonte se ha puesto más naranja, Ángel?
A: Dice que estos hombres creen que la señal del fin del mundo era
B: ¿Ves cómo lo~ árboles han comenzado a moverse? la aparición de un hombre extraño.
A: ¿Ves cómo el viento ha dejado de soplar? B: Un extranjero.
B: ¿Ves a los pájaros alzar el vuelo? A: Un perdido.

(148) (149)
Teatro en estudio 11 5efecci6n de dramaturgia bogotana Quemado 11

B: Que ese hombre eres tú, Ángel. a buscarlo. Lo miré un rato largo. Lo miré. El charco de sangre crecía. ¿Cuánta
sangre puede salir de un cuerpo? Deseé que usted no estuviera ahí. Deseé que
A: Como lo dicen esas piedras con dibujos.
se levantara y se fuera para la puta mierda y me dejara dormir en paz. ·
B: No hay ninguna duda.
B: ¿Qué le estás diciendo a ese hombre, Ángel?
A: Has venido a cumplir el deseo de los dioses, Ángel.
ÁNGEL: Entonces salí de la habitación, atravesé el pasillo, abrí la puerta,
B: Eres tú, Ángel. bajé las escaleras, abrí la puerta de la calle, caminé hasta el cuerpo del pirobito
A: Eres como Edipo, Ángel. y lo pateé una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, y con cada patada la
ciudad disminuía su velocidad, una patada, un ritmo menos, otra patada, otra
B: Eres el ángel de la oscuridad. patada, otra patada hasta que los dedos de los pies se me cayeron, hasta que la
A: Eres tú, Ángel. ciudad se quedó quieta, congelada, estática, detenida, paralizada ...

B: Pero eso no es lo peor. A: ¿De qué estás hablando, Ángel? ¿No escuchas cómo cabalga el fuego?

A: ¿Ah, no?
El ruido de la destrucción sigue en aumento. La luz naranja del fondo es muy intensa.
B: Lo peor es que ahora Ángel mira fijamente al hombre qu
está amarrado. ÁNGEL: Entonces solo se escuchaban mis gemidos. Entonces mis gotas de
sudor se confundían con la sangre. Y me gustó. Me gustó verlo ahí tirado. Me
A: Y él mira fijamente a Ángel.
gustó estar ahí parado. Me gustó lamerme los labios y sentir el sabor salado de
B: Y se ríe. las lágrimas secas. Entonces arrastré su cuerpo. Me lo llevé. Crucé la calle con-
A: Y se burla. gelada. Lo arrastré hasta la esquina. Lo recosté contra los postes. Lo oculté de mi
ventana lo mejor que pude. Lo cubrí con bolsas negras, con basura, con papel
B: Y ahora Ángel se da cuenta de lo peor.
periódico. Nadie podría encontrarlo. No tendría que verlo desde mi ventana. Ir
A: ¿Y qué es lo peor? a dormir. Nada más. Conciliar el sueño.

B: Ángel se da cuenta de que este hombre que está amarrado al tron- A: El pirobito está diciendo algo.
co es el mismo que ayer lo atracaba en la esquina de su apartamento.
B: ¿Qué está diciendo?
ÁNGEl: ¡No puede ser! ÁNGEl: Entonces arrastré mis pies sin dedos, cerré la puerta de la calle,
A: Míralo bien, es el mismo. subí las escaleras, entré a mi apartamento, me acosté en la cama. Me gustó
sintonizar el programa de la estúpida modelo y me gustó resolver el crucigrama
ÁNGEL: No pude dormir. ¿Cómo habría podido? Había hecho algo horri-
en dos minutos. Sapo, lechuza, oso, zorro, garza, otra vez. ¡Será estúpida! ¡Ese
ble. No podía. Me asomé a la ventana. Ahí estaba usted, tirado en la calle. Un
crucigrama ya lo pusieron la semana pasada!
charco de sangre a su alrededor. Lo miré un rato. La ciudad seguía acelerada y
nadie se detuvo para ver el nuevo cadáver. Nadie. Ni la policía, ni los bombe- B: El pirobito dice que estos hombres hicieron todo lo que se les
ros, ni la Defensa Civil, ni el Sagrado Corazón de Jesús, ni los perros, nadie vino ocurrió para que este día no llegara.

(151)
(150)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Quemado 11

A: Sacrificios, oraciones, prédicas, ruegos. El ruido de la destrucción sigue en aumento. La luz naranja del fondo ya casi lo cubre todo.
B: Para que no ocurriera.
A: Pero ocurrió. ÁNGEl: Soñé con él, con el pirobito, estaba amarrado al poste, estábamos
en una calle vacía ... ¿Qué es ese ruido?
B: Pero está ocurriendo.
A: "Gracias, pirobito", le dice cagado de la risa el hombre amarrado.
A y B: (Complacidos.) ¡Sí!
B: ¿Y por qué le da las gracias?
B: Eso es lo que dicen las profecías, que los dioses entregara
a estos hombres.
A: Porque le salvó la vida.

A: Las profecías que guardaban esas piedras. B: ¿Ángel le salvó la vida a este hombre?

ÁNGEl: ¡Ya no es mi culpa, yo me quedé dormido! A: Estos hombres iban a sacrificarlo a los dioses para que ellos no
acabaran el mundo.
A: Parece que sí.
ÁNGEl: ¿Qué es ese ruido?
ÁNGEl: Soñé que todo se iba para la mierda, pero no era en serio ...
A: Ángel es un héroe.
B: Claro que sí.
B: Ángel es nuestro héroe.
A: Tú y todos los demás deseamos que todo se vaya para la mierda.
A: (Feliz.) ¡Mira, Ángel, mira a los pájaros elevándose para no ser
B: Tú y todos los demás deseamos que el mundo se detenga en alcanzados por las llamas!
A: Tú y todos los demás deseamos que la ciudad se incendie por completo. B: (Feliz.) ¡Mira, ese es el oso que antes te perseguía, míralo huyen-
B: Tú y todos los demás pagaríamos por un buen puesto en Mons do por su vida!
rrate para ver arder la ciudad. A: (Feliz.) ¡Mira cómo el naranja del horizonte ahora es una ola de
A: Tú y todos los demás sentados con lentes de sol viendo las llamas fuego gigantesca!
subir hasta el cielo. B: ¡Qué colores!
B: Habría vendedores de dulces, de cigarrillos, de cerveza, de gorri- A: ¡Qué espectáculo!
tos de la Selección Colombia.
B: ¡Muy bien, Ángel, que bello paisaje has concebido!
A: Fotógrafos queriendo inmortalizar el momento.
A: Ya liega el calor ...
B: Nos reiríamos mucho.
B: Una gran ola de fuego consumiendo la sabana ...
ÁNGEl: Sapo, lechuza, oso, zorro, garza ...
A: Ya llega ...
B: (Muerto de risa.) ¿Es lo único que se te ocurre?

(152) (153)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano

Pausa. El ruido de la destrucción es atronador, lo cubre todo. La luz naranja del fondo es
ahora una ola gigantesca de fuego que arrasa con el escenario y con todo lo que hay en él, y luego
ERIK LEYTON ARIAS
se extiende a la velocidad de la luz entre las sillas del público. No queda nada. Luego, el silencio.

A: ¿Y ahora?
Nació en 1973. Dramaturgo, realizador de cine y televisión,
guionista, libretista y profesor universitario en áreas de dramaturgia,
Pausa.
guión, historia del cine y realización audiovisual en diferentes institu-
ciones de Bogotá. Varias de sus piezas dramáticas han sido montadas
ÁNGEl: ¿Y ahora? por grupos de teatro de Colombia, México y España. En este último
país obtuvo el primer premio del XVIII Concurso de Textos Teatrales
Pausa. para Jóvenes Autores "Marqués de Bradomín", versión 2003, con la
obra Como la lluvia en el lago, convirtiéndose en el primer autor
extranjero en recibir este premio. Fue el ganador por Bogotá del Pri-
B: ¿Y ahora qué más cosas vas a desear, Ángel?
mer Concurso de Nacional de Dramaturgia 2009, organizado por
la Red Colombiana de Dramaturgia y apoyado por el Ministerio de
* Cultura y la Universidad de Caldas, con el texto dramático Casa sin
ventanas. Su texto dramático Ambición y peluquerías fue publicado
Cero en el libro recopilatorio Cuatro tiempos: Clínica dramatúrgica 201 O,
editado por la Red Nacional de Dramaturgia con el apoyo del Minis-
terio de Cultura en 201 O. Cuenta con quince años de experiencia en
la dirección, diseño y escritura de series televisivas documentales y
de ficción. Fue ganador de un Premio India Catalina en el año 2006,
Fin en la categoría "divulgación científica en televisión", por la direc-
ción de la serie documental Mente nueva, producida por la Univer-
sidad Nacional de Colombia y Colciencias. También obtuvo uno de
los estímulos de la Convocatoria 2006 del Fondo para el Desarrollo
Cinematográfico y del Ministerio de Cultura de Colombia, con el
proyecto de cortometraje Lo más importante, grabado en 2006 y es-
trenado el año siguiente .

. (154)
Émse unn vez 111111 guerra 11

ACTO 1
Una pantalla de buen tamaño está ubicada en alguna parte del escenario) en ella veremos
imágenes que registre el Camarógrafo cada vez que encienda su cámara) y las imágenes de
rchivo que cierran el primer acto.

*
ESCENA 1
Una luz cenital opaca nos revela a un soldado agazapado tras unos sacos de arena) es
Operador de radio que se encuentra de guardia. justo cuando se empieza a quedar dormido
un ruido) una rama que se rompe bajo una pisada. Se levanta asustado y mira a su al-
rededor apuntando con su rifle. En ese momento se escucha una risa estridente. El Operador de
radio) aterrado) se da vuelta y ve a su tío Alberto que) desnudo) camina hacia él. El Operador de
radio sale de la trinchera apuntándole. Alberto llega frente al Operador de radio) mira el rifle y
se vuelve a reír. El Operador cree reconocerlo y baja el rifle.

O. RADIO: ¿Tío?

ALBERTO: (Riéndose.) Huevón. (Mirando alrededor.) ¡Huevones! ¡Todos


ustedes son unos huevones!

Alberto lo rodea mirándole el uniforme.

AlBERTO: Este campamento huele a muerto.

El Operador de radio se ha quedado sin habla. Alberto se vuelve a reír


estridentemente y niega con la cabeza. En seguida se aleja caminando y desapa-
rece en la oscuridad. La trinchera y el Operador de radio también desaparecen.

(159)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Érase una vez una guerra 11

El Ministro uno entra al cuadro con una taza de café y la fotografía cobra vida. Pone fa
* taza de café en el escritorio del Gobernado0 que inmediatamente la toma.

ESCENA 11 GOBERNADOR: (Sorbe y escupe.) ¡Esta mierda esta fría! ¡Fría!


El Ministro uno se apresura a limpiar al Gobernador. El Ministro dos los mira indiferente.
En medio de la oscuridad se empieza a escuchar la voz de un narrador de cuentos.
GOBERNADOR: (Golpeando la mesa con rabia.) No me puedo tomar un
café a la temperatura adecuada. Nada me sale bien, nada.
NARRADOR: Érase una vez La Nación, un destello de civilización e MINISTRO UNO. (Le limpia la boca al Gobernador con un pañuelo.) Mi
montañas y despeñaderos, un pequeño país nacido del capricho de algunos ofuscado Señor Gobernador, se toma las cosas muy en serio.
tadistas y fundado en el culo del mundo. El Palacio de Gobierno de La Nació
está instalado en pleno centro de La Capital, única urbe de este pequeño '"'"~. . . ...,..u, GOBERNADOR: Claro que me tomo las cosas muy en serio. ¡Soy el Go-
Desde este sitio el Señor Gobernador, único mandatario de este país, decide bernador! (Pausa.) ¿Qué ha pasado en La Capital?
de hace ya muchos años lo que se hace o se deja de hacer en todo el territori MINISTRO UNO: Lo de siempre. Unos que aprueban su labor y otros que
la desaprueban, mi interesado Señor Gobernador.
La luz empieza a iluminar la escena y vemos la oficina del Gobernador. El Gobernador
GOBERNADOR: ¿Y qué grupo es más numeroso?
un hombre de apariencia vieja y cansada. Su oficina es oscura) estantes llenos de libros y
tapizan las paredes) una ventana de la oficina da hacia la Plaza de las Protestas. En medio de MINISTRO UNO: Eso depende de a quién le pregunte usted, mi insatisfe-
oficina hay una inmensa mesa con una inmensa silla en la que se ve diminuta la figura del cho Señor Gobernador.
bernador. Sobre la mesa hay una vieja máquina de escribi0 un viejo teléfono y varios muñecos GOBERNADOR: ¡Le estoy preguntando a usted!
cuerda que distraen la cansada mente del Gobernador. Alfado izquierdo de la silla del Gobe
MINISTRO UNO: Yo diría que son muchos más los que aprueban su labor,
dar permanece de pie el Ministro dos) un hombre maduro) delgado y de apariencia sombría.
mi obstinado Señor Gobernador.
dos permanecen serios) quietos) mirando al frente como posando para una fotografía.
MINISTRO DOS: Me temo que yo discrepo de esa opinión, Señor Gobernador.
NARRADOR: La oficina del Señor Gobernador es un acogedor recinto e
GOBERNADOR: ¿Qué cree usted?
el que se almacena en decenas de libros la historia civil y jurídica de La Nación
Además de las ideas y memorias del mayor estadista de este país: el Señor G MINISTRO DOS: Yo diría que son muchos más los que desaprueban su
bernador. La ventana de su oficina da hacia la Plaza de las Protestas, donde cada labor, Señor Gobernador.
cierto tiempo grupos de airados representantes de la comunidad de La Capital GOBERNADOR: Y entonces, ¿cuál de ustedes dos tiene la razón?
reúnen a insultar al Señor Gobernador por estar en desacuerdo con su gestión
MINISTRO UNOY DOS: ¡Yo!
Al lado de la ventana hay varias canastas con distintos objetos: billetes, revistas,
comida, papel higiénico, jabones y cualquier objeto de interés para la pobl los tres se quedan en silencio. El Gobernador los mira con desprecio.
ción, que sus ministros arrojarán por la ventana para calmar los reproches. Y h GOBERNADOR: ¡Necesitamos un tercer ministro! ¡Eso es! ¿De qué otro
aquí al líder absoluto de este país, acompañado de sus siempre fieles ministros. modo podemos llegar a una conclusión sobre cómo va mi gobierno en La Nación?

(160) (161)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Érase una vez una guerra 11

MINISTRO UNO: Si me permite, mi alterado Señor Gobernador, en esta


sala somos tres.
GOBERNADOR: ¿Y cómo va nuestra guerra?
GOBERNADOR: ¿Y?
MINISTRO UNO: Muy bien, mi entretenido Señor Gobernador. Sus hom-
MINISTRO UNO: Podríamos llegar a una conclusión si usted, mi confun- bres ya están donde deben estar.
dido Señor Gobernador, toma partido. ¿Quiénes cree que son más? ¿Los que
aprueban o los que desaprueban su gestión? El Gobernador le vuelve a dar cuerda y el muñeco vuelve a empezar a tocar su tamborcito.
GOBERNADOR: No sé.
MINISTRO DOS: Si me permite, Señor Gobernador, yo podría darle argu- *
mentos sobre mi posición con respecto a su desaprobación entre las masas.
GOBERNADOR: ¿Argumentos?
ESCENA 111
MINISTRO UNO: No creo que el Señor Gobernador esté interesado en ar- La oficina del Gobernador va desapareciendo y en el centro del escenario, detrás de la
gumentos sino en hechos concretos, la retórica lo aburre. Los hechos son precisos trinchera de la primera escena, se empieza a iluminar una pequeña barraca en medio de la selva.
y rápidos. Y es un hecho, mi adorado Señor Gobernador, que la mayoría de la Sobre una pequeña caja de madera que hace de mesa, se encuentra un mapa extendido lleno de
población aprueba su gestión, ¿o usted no cree que su gobierno ha sido bueno? soldaditos de juguete con los que el Capitán juega ruidosamente.
GOBERNADOR: Sí. Estoy seguro de que.mi gobierno ha sido bueno.
MINISTRO UNO: ¡Entonces usted piensa lo mismo que yo! NARRADOR: En medio de la selva, a muchos kilómetros de La Capital, se
El Gobernador lo mira pensativo. encuentra una pequeña base militar. En ella está el Capitán, líder de la base, gue-
rrero que sueña con eliminar a los enemigos de su nación. Es un tipo maduro,
GOBERNADOR: Sí, es cierto, la mayoría me tiene que amar. Después de
recio, de carne curtida por años de combate. Está esperando la orden del Gober-
todo, estoy convencido de que he sido un excelente Gobernador.
nador para lanzarse contra el enemigo. Mientras tanto aprovecha el tiempo para
MINISTRO UNO: Así que hemos llegado a una conclusión. planear su ataque a los rebeldes.
GOBERNADOR: Me alegra saber que mis compatriotas aprueban mi ges-
tión. No es fácil estar en mi lugar. Corriendo entre el público aparece el Scout, que salta hábilmente al escenario, camina
entre los sacos de arena que hay por ahíy finalmente se para frente a la mesita del Capitán.
MINISTRO UNO: Claro que no, mi ungido Señor Gobernador.

El silencio se apodera de/lugar. Los dos ministros permanecen cada uno a un lado del SCOUT: Mi Capitán, me reporto con la novedad de que no encontré seña-
Gobernador, que mira al frente sin saber qué hacer. Se aburre. Entonces el Gobernador toma les del enemigo en dos kilómetros a la redonda.
uno de los muñecos que hay sobre su escritorio, le da cuerda y se queda viéndolo moverse frente
a él. El muñeco es un tamborilero muy ruidoso. Al muñequito se le acaba la cuerda y entonces El Capitán quita con cuidado los soldaditos del mapa, lo levanta de la mesa, lo revisa con
algo se le ocurre al gran líder. detenimiento y se para frente al Scout enseñándole el lugar en el que sobresale una gran equis.

(162) (163)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Érase Ltna vez una guerra 11

SCOUT: No sé, mi Capitán.


CAPITÁN: (Mirando de nuevo su mapa.) No puede ser, deberíamos ten CAPITÁN: ¡¿Cómo que no sabe, soldado?! ¡Usted es supuestamente nues-
los a no más de kilómetro y medio de distancia. (Señalándole con un dedo sob tro mejor scout!
el mapa.) Mire. Nosotros estamos aquí, así que ellos deben estar aquí.
SCOUT: ¡Pero es que no encontré el campamento, mi Capitán!

El Scout mira al Capitán y al mapa sin saber qué decir. CAPITÁN: ¡Pero si está a solo kilómetro y medio de aquí!

SCOUT: Mi Capitán, no hay señales de un campamento ni de que hubi Los dos se quedan en silencio.
habido uno en dos kilómetros a la redonda.
CAPITÁN: ¡Millones, soldado! ¡En la capital se gastan millones para que
El Capitán vuelve a mirar el mapa. sepamos exactamente dónde estamos parados en este momento! ¡Millones en
comunicación, transporte, inteligencia, armamento! ¿Sabe cuánto cuesta matar
CAPITÁN: Le digo que no puede ser. a alguien en La Nación?

Los dos se miran. El soldado busca una respuesta.

CAPITÁN: ¿Entonces lo que dice el mapa es falso? CAPITÁN: Legalmente, claro. ¡Millones, soldado! Estar aquí nos ha costa-
do millones, vestirlo a usted ha costado millones, sus años de entrenamiento nos
SCOUT: Mi Capitán, lo único que digo es que el campamento no está. han costado millones, ¿y usted no puede encontrar a su enemigo en menos de
CAPITÁN: (Enseñándole la equis en el mapa.) Maldita sea, soldado, dos kilómetros a la redonda?
¿no lo está viendo?
SCOUT: Le pido me perdone, mi Capitán.
SCOUT: (Mirando la equis indicada por el Capitán.) Sí, mi Capitán.
CAPITÁN: ¡Que lo perdone Dios! Yo estoy aquí para evitar su incompeten-
CAPITÁN: ¡Ahí está! cia. (Pausa.) Hay dos maneras de estimular a un hombre a lograr los objetivos
trazados por sus superiores, soldado. La clásica y siempre efectiva es el castigo,
SCOUT: Pero es que yo hablo del campamento real, mi Capitán.
el escarmiento suele funcionar a corto plazo. Humillarlo debería convencerlo de
CAPITÁN: ¿De qué campamento real me habla? que su propio bienestar depende de mi satisfacción. Así que un buen castigo de-
SCOUT: Del que debería estar a kilómetro y medio de aquí, mi Capitán. bería persuadido de que mantenerme satisfecho es evitarse hambre, frío, vigilias
interminables, etc. Pero yo soy un líder moderno, y aunque estoy seguro de que
CAPITÁN: Pues tiene que buscarlo.
disfrutaría usar todo el poder que tengo sobre un inepto como usted, castigándo-
SCOUT: Pero si ya lo busqué, mi Capitán. lo repetidas veces, esta vez voy a intentar usar un método vanguardista.
CAPITÁN: ¿Tienen artillería pesada?

(164) (165)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

El Capitán se queda mirando al soldado) tratando de que le salgan las palabras que Poco a poco el Capitán sale de la euforia. El Scout sigue gritando feliz hasta que el Capitán
lo coge con rudeza del uniforme.

CAPITÁN: Sígame, soldado.


CAPITÁN: ¡Imbécil! (Pausa.) Si no encuentra ese campamento hoy, va a
SCOUT: Sí, señor.
hacer guardia doble hasta que salgamos de esta maldita selva. ¡¿Me entendió?!
CAPITÁN: Yo puedo. Yo puedo, soldado. SCOUT: Sí, mi Capitán.
SCOUT: ¿Señor?
CAPITÁN: ¡Le ordeno que los encuentre y me traiga una descripción exac-
CAPITÁN: ¡Yo puedo encontrar ese campamento! ta de esos desgraciados!
SCOUT: Claro que sí, mi Capitán. SCOUT: Sí, mi Capitán.
CAPITÁN: ¡Repita lo que digo, animal! ¡Yo puedo!
El Scout sale corriendo de la barraca del Capitán hacia la oscuridad.
SCOUT: ¡Yo puedo!
CAPITÁN: ¡Yo puedo encontrar ese campamento!
SCOUT: ¡Yo puedo encontrar ese campamento!
*
JUNTOS: ¡Yo puedo encontrar ese campamento! ¡Yo puedo encontrar ESCENA IV
campamento! ¡Yo puedo encontrar ese campamento! ¡Yo puedo encontrar ese
campamento! En la base militar en donde está el Capitán comienza a oscurecer, y empieza a revelarse)
en el lado izquierdo del escenario) el interior de la cabaña del Comandante) líder de los insur-
CAPITÁN: ¡Yo encontré el campamento!
gentes. La cabaña está llena de panfletos y carteles que incitan a rebelarse contra algo. En un
SCOUT: ¡Yo encontré el campamento! lado hay un pequeño piano. En una esquina hay un dudoso lienzo a medio pintar, y aliado del
JUNTOS: ¡Yo encontré el campamento! ¡Yo encontré el campamento! ¡Yo lienzo) sobre una mesa) hay una paleta de pintura) varios pinceles sucios y un viejo gramófono. El
encontré el campamento! ¡Yo encontré el campamento! Comandante rebelde se encuentra parado frente a un espejo de cuerpo entero. Viste un uniforme
vistoso lleno de escarapelas y mensajes) ahora precisamente se está probando un brazalete que se
JUNTOS: ¡Encontré el campamento! ¡Encontré el campamento! ¡Encontré · quita y se pone) mientras se mira de perfil) de frente) sonríe) frunce el ceño ...
el campamento!
JUNTOS: (Felices.) ¡Encontramos el campamento!
NARRADOR: A más de dos kilómetros de la base militar se encuentra el
JUNTOS: (Eufóricos.) ¡Encontramos el campamento! ¡Encontramos enemigo. En medio de su base se levanta una cabaña en la que vive austera-
campamento! (Se abrazan.) ¡Encontramos el campamento! ¡Encontramos mente el Comandante rebelde, líder de los insurgentes. La cabaña está llena de
campamento! ¡Encontramos el campamento! ¡Encontramos el campamento! panfletos y carteles que incitan a rebelarse contra algo, desde corridas de toros
hasta el aborto, otros enarbolan el advenimiento del pueblo y el triunfo de la
revolución. El Comandante es joven, tiene un aire romántico y es bien parecido.

(166) (167)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Érase una vez una guerra 11

Sueña con ser recordado como el líder del Ejército Revolucionario del Pueblo e COMANDANTE: ¿Ve? Es demasiado largo, es como llamar a alguien por
Pie de Lucha por la Liberación de La Nación. Los símbolos revolucionarios so sus dos nombres. Se escoge uno y ya está. Además me parece que lo de "Cama-
su pasión, ahora mismo se prueba uno de sus últimos diseños para la revolución, rada" es anacrónico, ¿no cree? (Pausa.) Pensaba en "compañero", me pareció
un brazalete con la bandera de la capital y su imagen sobrepuesta, que mira al desenvuelto ... (Pausa.) No, es demasiado informal, además de gastado y poco
horizonte igual que la conocida foto del "Che" Guevara. original. Le falta peso, y en ocasiones no viene mal cierta solemnidad, ¿no?

En ese momento entra el Camarada, hombre de confianza y un poco mayor que él. Lleva El Camarada no sabe qué decir, le urge que se tomen medidas para proteger la base de
un uniforme sobrio, viejo y sucio. Trae noticias urgentes. un ataque militar.

CAMARADA: (Saluda estirando el brazo al frente con el puño cerrado.) CAMARADA: ¡Camarada compañero, La Capital nos encontró y envió un
Camarada Comandante. comando para darnos la estocada final!
COMANDANTE: (Molesto.) Ese es el problema de esta revolución, se va de
El Comandante lo ve y le enseña el brazalete. aquí para allá como en esta conversación, perdemos el objetivo todo el tiempo.
¡Una cosa a la vez, Camarada! (Furioso de volver a usar la palabra Camarada.)
COMANDANTE: Camarada ... (Se mira de nuevo en el espejo y luego vuel- ¡Camarada! ¡¿Ve?! Ya estamos donde empezamos. (De nuevo conciliador.) Es
ve al Camarada.) Camarada, ¿qué le parece? importante que demostremos que podemos evolucionar, adaptarnos a los nue-
vos tiempos pero sin necesidad de modificar nuestra ideología: y llamándonos el
El Camarada no sabe qué decir. uno al otro "Camarada" eso nunca va a pasar. ¿Qué tal "Hermano"?
CAMARADA: Hermano, por favor escúcheme.COMANDANTE: (Se ríe.)
¡No! Hermano es de monjes. (Viendo la impaciencia del Camarada.) Bueno,
CAMARADA: ¿Revolucionario?
usted gana, lo discutiremos más tarde. ¿Cuál es el problema?
COMANDANTE: ¡Ajá!
CAMARADA: ¡El problema es que la revolución se acabó! (Sin tomar alien-
to.) ¡Nuestros comandos fueron aniquilados en el norte y el oriente, solo queda
El Comandante se vuelve a ver en el espejo. la retaguardia y las provisiones no nos dejarán aguantar mucho más! ¡Y hay un
comando militar a tres kilómetros de aquí, esperando una orden para entrar a
CAMARADA: Camarada Comandante, nuestro scout nos informa que un rematar lo que queda de nosotros!
comando mi 1itar se encuentra a tres kilómetros al norte del campamento.
El Comandante mira al Camarada de manera reflexiva, como un padre analiza un proble-
COMANDANTE: Eso de "Camarada Comandante" es ridículo.
ma sobredimensionado por su inmaduro hijo.
CAMARADA: ¿Camarada Comandante?

(168) (169)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Érase una vez una guerra 11

COMANDANTE: ¿Me está diciendo que el pueblo se quedó sin concien- de cuerda golpea el tambor cada vez con menos fuerza, hasta rendirse. El Gobernador
cia ... (Piensa en cómo llamarlo, pero se da por vencido y vuelve al Camarada) bosteza y le vuelve a dar cuerda al muñequito.
Camarada? ¡Porque nosotros somos la conciencia del pueblo y por eso no po-
demos desaparecer!
CAMARADA: Camarada Comandante, este no es tiempo para demagogia.
Además, el pueblo nos odia.
*
COMANDANTE: ¡Porque no ha entendido nada! El sacrificio es necesa- ESCENA VI
rio, pero el pueblo, solo quiere la comodidad de una vida llena de ilusiones
irrealizables que lo mantienen caminando en círculos. ¡Caminando con los ojos La oficina del Gobernador desaparece y reaparece el campamento militar en el que el
cerrados! (Se calma.) Nosotros estamos aquí para abrírselos y mantenérselos Capitán sigue planeando su ataque con soldaditos de juguete, en el mapa que desplegado sobre
abiertos. Y el método que se use para ello se justifica por su resultado: la lucidez. la improvisada mesa. El sonido del muñequito de cuerda del Gobernador va desapareciendo en
(Emocionado con su descubrimiento.) ¡Eso es! Así deberíamos llamarnos entre el fondo. El Operador de radio entra y se para frente al Capitán. Trae su rifle en una mano y ,t/
nosotros: ¡"Lúcidos"! ¡Porque logramos salir del círculo, mi querido Lúcido! la otra una bala ridículamente grande. 1

CAMARADA: ¿De qué está hablando?


COMANDANTE: (Lo mira desilusionado.) No, a usted le seguiré diciendo O. RADIO: Mi Capitán, para comunicarle que ya descargamos todas las
cajas de munición enviadas desde La Capital.
Camarada. ¡Camarada, tráigame el comunicador!
CAPITÁN: Muy bien.
CAMARADA: ¿El qué?
COMANDANTE: ¡El teléfono! O. RADIO: Mi Capitán, para comunicarle que las balas no caben en mi rifle.
El Capitán se pone de pie y se para frente al Operador de radio, que le enseña la bala.
El Camarada sale y se empieza a escuchar el tambor del muñeco de cuerda del Gobernador. O. RADIO: Las balas que nos enviaron son demasiado grandes para mi
rifle, mi Capitán.

* CAPITÁN: ¿Cómo que las balas no caben en su rifle? ¡Eso es ridículo!


El Operador de radio le entrega al Capitán la bala, que evidentemente no cabe en el rifle.
ESCENA V El Capitán la toma e intenta de todas las maneras posibles introducirla. Debe tomarse un tiempo
incomprensible intentando hacerla entrar. Finalmente, no lo logra y se rinde.
La cabaña del Comandante rebelde desaparece mientras él sigue posando frente al
espejo. La oficina del Gobernador aparece revelando al Gobernador y a sus dos ministros CAPITÁN: ¡Esta bala no cabe en su rifle, soldado!
en la posición en que habían quedado en la última escena. El Gobernador, sonriendo entre-
O. RADIO: No, mi Capitán.
tenido, mira el muñeco. Los dos ministros se mantienen sin emoción aparente. El muñeco
CAPITÁN: ¿Quiere explicarme por qué esta bala no cabe en su rifle?

(170)
('171)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

O. RADIO: ¿Porque es demasiado grande, mi Capitán? O. RADIO: Gracias, mi Capitán.


CAPITÁN: ¡Exacto! ¿Y por qué la bala es demasiado grande, soldado? CAPITÁN: Ahora, con respecto a las balas ... Déjeme ver.
O. RADIO: ¿Porque en La Capital se equivocaron, mi Capitán? ..
El Capitán toma de nuevo la bala y la observa. La examina bien) como si viera un objeto
CAPITÁN: ¿Usted cree que en La Capital se equivocaron enviándonos todo extraño por primera vez. De#pronto sonríe satisfecho.
un arsenal de munición del calibre equivocado?
O. RADIO: Eso parece, mi Capitán.
CAPITÁN: Necesitábamos más poder, ¿no? Pues por eso nos envían balas
más grandes.
El Capitán se acerca y mira fijamente al Operador de radio.
O. RADIO: Pero mi Capitán, no las podemos usar si no entran en los rifles.
CAPITÁN: ¡Maldita sea, soldado! ¿Usted quiere que todo se lo solucionen
CAPITÁN: ¡Hombre de poca fe! ¡Sus superiores no se equivocan, por eso
sus superiores? ¡Esto es una guerra, hay que usar lo que se nos da! Ya se lo dije,
son sus superiores! Cada v'ez que se asciende un rango es porque se han adqui-
ellos saben por qué nos las envían. ~
rido aptitudes que el resto no posee. Por lo tanto, si yo soy de un rango ·superior
al suyo, soldado, significa que sé algo que usted no sabe. ¿Usted cree poder O. RADIO: Sí, mi Capitán.
encontrar errores en mis deliberaciones, soldado?
El Operador de radio saluda al Capitán y se retira) en el camino se cruza con el Artillero
O. RADIO: No ... no creo, mi Capitán.
que viene entrando. El Artillero omite el ami)) cuando le habla al Capitán.
CAPITÁN: ¡Claro que no! Porque no está preparado para hacerlo, porque
ARTillERO: Capitán, vengo a informarle que los proyectiles que recibi-
usted no puede entender mis intenciones. En conclusión, porque mis decisiones
mos son demasiado pequeños para nuestros morteros.
no pueden ser puestas en duda por un ser inferior a mí. (Pausa.) ¿Entonces, usted
cree que en La Capital se equivocaron? CAPITÁN: ¡¿Se están turnando para molestarme?! (Pausa.) ¿Cómo que son
demasiado pequeños?
El Operador de radio no sabe qué decir; es consciente de que lo que diga podrá ser usado ARTillERO: Los proyectiles son demasiado pequeños, Capitán, no sirven.
en su contra. ¿Cómo es posible que nos envíen eso?
O. RADIO: ¿Qué cree usted, mi Capitán? CAPITÁN: No voy a discutir más por este asunto. (Pausa.) Usted se quejó
CAPITÁN: ¡Yo hago las preguntas aquí! de que los morteros no tenían suficiente alcance. Pues con proyectiles más 1ivia-
nos el rango va a aumentar, ¿no le parece lógico?
O. RADIO: Mi Capitán, lo que un ser inferior opine no tiene ninguna im-
portancia, así que, viéndolo como mi más cercano superior, me adhiero a lo que
El Artillero permanece en silencio. El Capitán mira a su alrededor y toma una piedra
usted con el uya.
mediana del suelo.
CAPITÁN: Muy bien, soldado. Esa es la actitud que se necesita para subir
al siguiente escalón. ¡Va a llegar lejos!

(172) (173)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

CAPITÁN: (Amenazándolo con la piedra.) Muévase. ARTillERO: Esa no fue mi intención, Capitán.
ARTillERO: (Confundido.) ¿Qué? CAPITÁN: ¿Entonces cuál fue su intención, soldado?
CAPITÁN: ¡Muévase! ¡Le voy a dar con esto! ARTillERO: Ponerlo al tanto de un problema que pone en peligro la
misión, Capitán.
"
El Artillero se aleja un poco. El Capitán lo amenaza con tirarle la piedra) el Artillero CAPITÁN: ¿Y yo no le di una solución para su problema?
mueve. Ambos empiezan una danza) el Artillero se mueve a un lado y el Capitán lo sigue) así
un periodo corto hasta que le lanza la piedra y falla. Ahora el Capitán toma del suelo un montón El Artillero no responde.
de piedras pequeñas) mientras el Artillero lo mira confundido. El Capitán lo amenaza de nuevo
con ellas.
CAPITÁN: ¿No?
ARTillERO: A su manera, Capitán.
CAPITÁN: (Delirante.) ¡lo voy a matar, soldado!

El Capitán se acerca al Artillero y empieza a caminar a su alrededor) mirándolo de


El Artillero empieza de nuevo a moverse por el espacio) el Capitán le tira las piedras y arriba abajo.
algunas le dan en la cara al Artillero.

CAPITÁN: El mayor riesgo para una misión es la sublevación de personajes


ARTillERO: (Tomándose la cara.) ¡Ahhh! acostumbrados a pensar demasiado, soldado. Sujetos inconformes que encuen-
CAPITÁN: (Eufórico, y despreocupado por la cara del Artillero.) ¡Soldado! tran obstáculos donde no los hay, con la mera intención de llamar la atención.
Ya no solo podrá aumentar el rango de tiro sino que además podrá introducir ¡Son seres problemáticos porque sí! Se creen analíticos, perspicaces, intelectua-
en el mortero más de un proyectil, con lo que aumentará el radio periférico les, pero solo son hombres confundidos q~tratan de confundir al resto para no
daño al enemigo. sentirse solos. A ese tipo de hombres loselimino de mi comando porque son un
peligro para la seguridad del grupo. Lo único que nos garantiza la supervivencia
El Artillero se soba la cara. es que haya una sola cabeza pensando aquí, soldado. La única con la capacidad
de hacerlo. (En la cara del Artillero.) ¿Usted cree poder ser esa cabeza?

ARTillERO: Lo que acaba de decir no tiene ningún sentido, Capitán. ARTillERO: No, Capitán.

CAPITÁN: ¿No fue suficiente la demostración práctica? Lo hice para que CAPITÁN: Muy bien. ¿Ya le di una solución a su problema?
usted pudiera entenderlo más fácilmente. ARTillERO: Sí, Capitán.
ARTillERO: Solo digo que si los proyectiles son muy pequeños no va a ser CAPITÁN: Esa es la actitud, soldado. Ahora vaya a cumplir con su deber.
posible usarlos en los morteros, Capitán.
CAPITÁN: ¿Está poniendo en duda mi autoridad, soldado?

(17 4) (175)
Teatro er; estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra l/

El Artillero se retira) en ese momento se escucha una pequeña algarabía que se ap


ma al puesto del Capitán. El Scout llega acompañado de una reportera y su camarógrafo. REPORTERA: (Furiosa, poniendo el micrófono a un lado.) ¿No puede ayu-
Reportera luce limpia y perfectamente peinada) lo que contrasta con la suciedad de los sol darme un poquito? ¿Y cómo que no sabe de qué misión le estoy hablando?
dos y del Camarógrafo.
CAPITÁN: ¿Quién es usted?

SCOUT: Mi Capitán, con la novedad de que me encontré a esta mujer per- SCOUT: Una reporter ...
dida cerca del campamento. Dice que es de un noti ... CAPITÁN: ¡Ya sé que es una reportera! ¿Pero qué hace aquí y cómo sabe
de la misión?
La Reportera empuja al Scout y avanza hacia el Capitán. El Camarógrafo) instintivamen~ REPORTERA: Señor, mi trabajo es informar, así que estoy donde haya algo
te) en~iende la cámara y la luz de esta) y sigue a la Reportera. de interés público. (Pausa.) Ahora, ¿podemos volver a empezar?
CAPITÁN: ¿Empezar qué? ~
REPORTERA: (Mirando a la cámara.) Nos encontramos aquí, en la
REPORTERA: ¡El reportaje! ¿Usted sabe lo que tuve que hacer para llegar
base militar que sirve de fortaleza a los valerosos héroes de La Nación. Vamos
hasta aquí? Antes del ataque quiero ir a la base rebelde. Necesito que me dé un
escuchar la voz del principal baluarte de este fortín. (Atacando al Capitán con
par de horas, solo para lograr algunas entrevistas. (Mira alrededor.) ¿No tiene .
micrófono.) Me refiero a usted. ¿Cuéntenos, Capitán, qué se siente horas antes
un prisionero?
de una misión que compromete su vida y la de sus hombres?
CAPITÁN: Por favor, vuelva por donde vino, el soldado los escoltará hasta
El Capitán no reacciona aún a lo que ve. un lugar seguro. Esto no es un juego, esto es una guerra.
REPORTERA: ¿Y por qué cree que estoy aquí tratando de hablar con un
REPORTERA: Capitán ... tipo locuaz como usted?

CAPITÁN: (Acomodándose el uniforme frente a la cámara.) No sé de qué CAPITÁN: Este no es un sitio para mujeres.
misión habla. (Pausa.) Pero le aseguro que defenderemos la soberanía de La REPORTERA: ¿Y si fuera un hombre?
Nación hasta el final.
CAPITÁN: ¿Qué?
REPORTERA: ¿La satisfacción de cumplir su deber mitiga de algún modo
REPORTERA: Sí. No habría problema si fuera un hombre, ¿no?
el horror de la espeluznante muerte en la selva?
CAPITÁN: ¡¿Qué?! Lo que sigue se lo dice a los tres hombres que están ahí: el Capitán) el Scout y el propio
REPORTERA: ¿Se ayudan con algunos alucinógenos? Camarógrafo. Se acercará a cada uno furiosa mientras habla.

CAPITÁN: ¡¿De qué está hablando?! (Al Camarógrafo.) Apague ese aparato.
REPORTERA: Pues no, queridos, yo soy una profesional. Ustedes son igua-
les a los del canal, pero que les quede bien claro que (Al Camarógrafo) yo no
El Camarógrafo apaga la cámara.

(176) (177)
Teatro en estudio 11 Selección de clromoturgio bogotano Érase una vez una guerra .11

soy una muñequita que se ríe de pendejadas y habla de farándula durante medi REPORTERA: Sólo le pido que cumpla con su deber, nada distinto de lo
hora diaria. Yo puedo tener el porte que tengo pero soy una reportera de guerr que ya viene haciendo. Sus palabras son necesarias para subir el ánimo de los
y vine a hacer mi trabajo, (Al Scout) a mí no me van a comprar con piropos, que están al otro lado de la pantalla, ciudadanos del común que esperan salir-de
Capitán) ni con comentarios fuera de lugar de primates machistas. (Histérica.) sus monótonas vidas con noticias emotivas que los hagan creyentes. Su misión
¡Yo soy una profesional de sangre fría y estoy aquí para hacer mi trabajo mien- no es solo combatir, mj obtuso amigo, también es evangelizar mientras elimina
tras usted hace el suyo! ¡Usted mata gente y yo lo hago quedar como un héroe! a quien se opone al desarrollo de La Nación. Su deber es unir a una sociedad
¡¿Listo?! ¡¿Me va a seguir interrumpiendo?! disgregada por el conformismo y la ignorancia, y ello con palabras que hagan
que sus desorientados y automatizados cerebros despierten. ¿Y cómo van a des-
CAPITÁN: No.
pertar? Señalándoles al enemigo común, al culpable de todas sus desdichas, y
REPORTERA: (Intempestivamente jovial.) ¿Empezamos otra vez? asegurándoles que este será arrasado de la faz de la tierra por su Estado, repre-
CAPITÁN: Lo que usted diga. sentado en esta desolada selva por usted y sus hombres. ¡Ustedes son la mano
justiciera de los líderes de La Nación! ¡En vos confiamos, mi Capitán!
REPORTERA: (Al Camarógrafo.) ¡Arreglemos esto!

El Capitán) que ahora está posando con un rifle en la mano alfado del Scout) mira sor-
El Camarógrafo empieza a acomodar al Capitán y al Scout en una posición impostada
prendido a la Reportera.
como de fotografía de guerra.

CAPITÁN: Bueno, creo que usted tiene razón, no solo se trata de eliminar
REPORTERA: Podemos ensayar la entrevista antes de grabar, me gusta la
a las manzanas podridas, también debemos mostrarles el camino a las que no se
espontaneidad pero usted es un caso perdido, así que veamos ... Yo le pregunto:
han dañado, ¿no?
"¿Cómo se preparan para un ataque de esta magnitud?". Y usted contesta: "Nos
encomendamos a Dios, a nuestras familias y a nuestros líderes en La Capital, y REPORTERA: Usted lo ha dicho. (Al Camarógrafo.) ¡Cámara!
confiamos en los años de entrenamiento que ellos nos han dado". Luego podría
contarme que tiene alguna cábala como cargar la foto del presidente en su pe- El Camarógrafo corre por su cámara.
cho o ... No, no, qué estoy diciendo, la foto de su santa madre que falleció hace
un par de años dejándole como último deseo que acabara con los rebeldes. Me
REPORTERA: (Empieza a acomodar al Capitán en distintas posiciones.) Creo
encantaría que se le humedecieran los ojos en ese momento pero no le voy a
que me ha entendido, pero le voy a dar un tiempo para que prepare algo real-
pedir imposibles, a menos que quiera usar estas gotas.
mente emotivo. Quiero que me convenza de que su misión es imprescindible,
de que no hay duda en sus convicciones, quiero que me haga sentir orgullosa de
La Reportera saca un frasquito y se lo acerca a los ojos del Capitán que instintiva-
La Nación, de nuestros líderes en La Capital, de nuestro ejército y de usted. Esa
mente la rechaza.
cámara es su hijo, Capitán, y está asustado, desorientado, por eso quiero que lo
convenza de que usted le asegurará un futuro mejor. (Le golpea el pecho al Ca-
CAPITÁN: ¡¿Qué hace?! pitán.) Detrás de este hombre recio hay un alma altruista que ofrece su vida por
la de todos nosotros. ¡llumínenos! (Pausa.) Bueno, instrucciones claras. Nosotros

(178) (179)
Teatro en estudio 11 Selección de díomoturgio bogotano Érase una vez una guerra 11

vamos a hacer un par de tomas del campamento y los alrededores. Me gustarí ACTO 11
hablar con algunos de sus hombres, no hay nada como la espontaneidad del
ignorante. ¡Cámara!
*
La Reportera se va a ir pero recuerda algo más.
ESC·ENA 1
REPORTERA: Por favor, recuerden sus posiciones. El Gobernador está sentado en su escritorio y a su lado izquierdo permanece de pie el Ministro
dos. Ambos permanecen serios) quietos) mirando al frente como posando para una fotografía. El Minis-
La Reportera se va seguida del Camarógrafo. El Capitán y el Scout se quedan en su ri- tro uno entra al cuadro con una taza de caféy un periódico bajo el brazo y entonces la fotografía cobra
dícula pose. Unos segundos después se miran sin entender lo que acaba de pasar. El escenario vida. Pone la taza de café en el escritorio del Gobernado¡; que inmediatamente la toma.
desaparece en la oscuridad.
GOBERNADOR: (Sorbe y escupe.) ¡Esta mierda esta fría! ¡Fría!
*
El Ministro uno pone el periódico en el escritorio y se apresura a limpiar al Gobernador.
ESCENA VIl El Ministro dos los mira indiferente.

GOBERNADOR: (Golpeando la mesa con rabia.) No me puedo tomar un


Imágenes de archivo. Se empieza a escuchar un redoble de tambores. En
café a la temperatura adecuada. Nada me salé bien, nada.
la pantalla aparecen imágenes de archivo de soldados de distintas guerras del
mundo saludando sonrientes a las cámaras de reporteros de guerra. MINISTRO UNO. (Lo limpia con un pañuelo.) Mi ofuscado Señor Gober-
nador, se toma las cosas muy en serio.
GOBERNADOR: Claro que me tomo las cosas muy en serio. ¡Por eso soy
el que manda aquí! (Pausa.) (Jovial.) ¿Hablamos de mi popularidad?

El Ministro dos) aburrido) niega con la cabeza. El Ministro uno) emocionado) toma el
periódico que ha dejado sobre el escritorio.

MINISTRO UNO: Precisamente venía a demostrarle que los medios si-


guen de su parte, mi idolatrado Señor Gobernador.

(181)
(180)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

GOBERNADOR: ¡Claro, los medios! Ellos son mi tercer ministro. Son tomaría usted decisiones, aunque parecieran represivas, por el bien de ellos? Los
adictos al poder como la Iglesia. (Emocionado.) ¿Qué dicen los medios sobre habitantes de esta nación son mis hijos, Ministro, por eso debo controlar lo que
escuchan, lo que ven y lo que hacen. Es la única manera de asegurarme de que
MINISTRO UNO: (Leyendo el periódico.) Dicen que su gobierno ha
van por el camino correcto. La función de los medios es transmitir lo que la po-
tivado la economía de La Capital, dicen que las inversiones aumentan, que 1
blación necesita saber p~ua ser positivamente productiva, cualquier variación en
exportaciones llegan a cifras récord, que las ganas de trabajar son tantas y 1
ese tipo de información es alta traición a los intereses de la patria.
posibilidades tan ilimitadas que en La Capital la gente pone negocios hasta en
semáforos. Además, aseguran que el Señor Gobernador está comprometido a MINISTRO UNO: El Señor Gobernador es un magnífico padre.
bar con el grupo rebelde que amenaza la estabilidad de nuestra nación.
El Gobernador, orgulloso, mira una vez más el periódico y lo pone sobre el escritorio.
El Gobernador se pone de pie lentamente y camina sin prisa frente a su escritorio.
GOBERNADOR: Aprovechando mi popularidad actual, he decidido que el
GOBERNADOR: (Feliz.) ¿Eso dicen? asalto final sobre esos rebeldes pase de ser una simple amenaza a un ataque real.

MINISTRO DOS: Eso dicen los que pueden hablar, Señor Gobernador.
Los dos ministros se miran desconcertados.
GOBERNADOR: ¿A qué se refiere?
MINISTRO DOS: Le recuerdo que son pocos los canales abiertos para 1
MINISTRO DOS: ¿Está seguro, Señor Gobernador?
comunicación en estos momentos en La Nación. Señor Gobernador, usted h
dejado fuera del aire a cualquier contradictor. GOBERNADOR: ¿Por qué no? Según ese periódico yo ya no necesito a ese
payaso revolucionario. Vamos a enviarles a nuestros hombres el mapa correcto y la
GOBERNADOR: ¡¿De qué está hablando?!
munición que necesitan acompañada de más hombres. ¡Comuníquese y cúmplase!

El Gobernado agarra fuerte al Ministro dos de los hombros y lo sienta en su prop MINISTRO UNO: Sus deseos son órdenes, mi decidido Señor Gobernador.
silla para dejarlo a una altura inferior. El Ministro dos no entiende, el Ministro uno se q
da de pie a un lado. El teléfono que está en la mesa del Gobernador empieza a sonar. Los ministros se miran
sorprendidos.

GOBERNADOR: Lo único que he hecho es ser selectivo. La única ma


de que un país sea productivo es manteniendo un estado mental productivo, GOBERNADOR: ¿Alguien piensa contestar?
eso solo se logra controlando lo que reciben sus distraídas mentes. (Toma el
riódico de las manos del Ministro uno y se lo muestra orgulloso al Ministro d El Ministro uno se lanza sobre el teléfono.·
La función de los medios es respaldar ese proceso estando con su líder. ¿
hablaría usted a sus hijos de todo problema que tuvo en el trabajo? ¿Les di
MINISTRO UNO: (Al teléfono.) Palacio de gobierno de la Nación, oficina
que no hay suficiente para comer la semana entrante aunque fuera cierto? ¿
del Señor Gobernador en La Capital.

(182) (183)
Teatro en zstudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

La cabaña del Comandant~ rebelde se ilumina para dejar ver a este de pie con un telé~
O. RADIO: Mi Capitán, mensaje desde La Capital.
fono en la mano.
CAPITÁN: ¡Ya era hora!

COMANDANTE: Quiero hablar con el Gobernador, dígale que es de parte


El Operador lee un papel arrugado que trae en una mano.
del Comandante en jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo en Pie de Lucha
por la Liberación de La Nación.
O. RADIO: Mensaje enviado a las doce en punto, de la jefatura general
El Ministro uno le pasa el teléfono al Gobernador. del estado mayor de La Nación para el comando especial de selva número
trece en misión especial. El ataque, que dirigirá el Capitán del comando ya
mencionado, deberá realizarse a las cuatro horas del día siguiente a esta co-
MINISTRO UNO: Es el Comandante del grupo rebelde, Señor Gobernador. municación. Los refuerzos empezarán a llegar a las veintitrés horas del día en
GOBERNADOR: Aló. curso. Hasta ese momento mantendrán su posición sin perder de vista el cam-
pamento enemigo. Con ustedes, su patria, Dios y su Señor Gobernador.
COMANDANTE: Solo llamo para asegurarme de que lo que esté haciendo
sea puramente publicitario. Hay un grupo militar a tres kilómetros de mi cam-
pamento. El Operador de radio termina la lectura y mira al Capitán, que se encuentra en un estado
solemne mirando hacia el infinito.
GOBERNADOR: Era, Comandante, era publicitario. He decidido liberar
del todo a La Nación de su grupo criminal.
O. RADIO: (Trata de sacar al Capitán de su estado.) Mi Capitán, ese es
COMANDANTE: ¡Teníamos un trato! Esta zona no sería atacada.
todo el mensaje. ¿Capitán?
GOBERNADOR: ¡Eso se acabó! ¡Usted y sus hombres son historia, Co-
CAPITÁN: (Visiblemente emocionado.) Soldado, ha llegado la hora de
mandante, despídase de su revolución!
nuestra cita con el destino. Todos estos años hemos vivido para este momento.
Las vidas de un puñado de hombres puestas al borde del abismo para lograr que
El Gobernador cuelga el teléfono con una aguda carcajada. El Comandante sigue con el muchos más disfruten las suyas en el valle. Esta noche, soldado, vamos a mirar
suyo en la oreja mientras la luz se desvanece en ambas oficinas. al diablo a los ojos. (Mira al soldado.) ¿Y qué vamos a hacer?
O. RADIO: Eh ...
*
CAPITÁN: ¡Nos vamos a reír, soldado, nos vamos a reír llenos de furia

ESCENA 11 mientras le llenamos la cabeza de plomo! ¡Esta noche usted hará algo que
no olvidará jamás y que le dará sentido a su miserable vida! ¡Usted ha sido
elegido por Dios para eliminar de la faz de la tierra a sus enemigos! (Se emo-
La luz ilumina el campamento militar. El Capitán está de nuevo concentrado en su mapa
ciona cada vez más.) ¡Esta noche, después de matar hasta al último de ellos,
cuando entra el Operador de radio.

(184) (185)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano
Érase una vez una guerra ll

usted será el orgullo de toda La Nación·~ podrá volver á La Capital con la fren
te en alto, como quien ha estrangulado con sus propias manos a la serpien
CAMARADA: Tal vez todos deberíamos replegarnos a las montañas.
que acechaba al niño indefenso! (Llega a la histeria.) ¡Y si no sobrevive, s
no sobrevive aún mejor, soldado, porque volverá con las cuentas saldadas COMANDANTE: ¿Se está a~obardando, Camarada? De todos lo esperaba
ver a su comandante en jefe, Dios, y tal vez hasta lo nombre capitán des menos de usted.
"
ejército celestial! CAMARADA: Claro que no, Camarada Comandante.
COMANDANTE: Créame que desearía quedarme a combatir con uste-
El Capitán se queda mirando al soldado como un padre orgulloso mira a su hijo.
des, Camarada. Pero entiendo que mi deber, aunque yo mismo no lo quiera,
O. RADIO: Gracias a Dios por esta oportunidad, mi Capitán. es irme a un lugar seguro. Así como el deber de mis hombres, de los hombres
·CAPITÁN: (Con furia.) ¡Gracias a su ejército! (Pausa.) Debemos estar de la revolución, es enfrentar al enemigo mientras el verdadero símbolo de la
lucha revolucionaria, o sea yo, se resguarda. Para cada hombre el sacrificio es
para cuando lleguen los refuerzos. Empezaremos a movernos a las dos horas
distinto. (Pausa.) De cualquier manera yo permaneceré entre ustedes.
mañana. Transmita la información a los demás.
CAMARADA: ¿Cómo?
O. RADIO: Sí, mi Capitán.
CAPITÁN: (Mirando al horizonte.) ¡Mañana seré el héroe de toda una COMANDANTE: Permaneceré en cada bandera, en cada grito de furia,
en cada combatiente que entregue su alma por nuestra causa, ¡la causa de los
sometidos! (Pausa.) (Mirando sus cosas.) Necesito unos cuantos hombres fuertes
El Capitán se queda mirando hacia el horizonte, soñando con la batalla que hará de él
que lleven las cajas pesadas, no quiero que me falte nada en mi largo exilio. El
mártir, mientras la luz se desvanece.
espejo y el piano son muy delicados.
CAMARADA: Sí, Camarada Comandante.
*
El Comandante recuerda algo y saca una hoja de uno de sus bolsillos.
ESCENA 111

La cabaña del Comandante rebelde se ilumina. El Camarada está metiendo en cajas los COMANDANTE: Escribí un poema que quiero entregarle a cada uno de
objetos del Comandante: pinceles, carteles, libros, todo lo que encuentra. El Comandante se está nuestros hombres, Camarada: (Lee.)
dando un último vistazo en el espejo, antes de cubrirlo con una sábana.

COMANDANTE: Siento mucho tener que dejarlos, pero es por el bien de Cuando las tinieblas se abalanzaron sobre mí )

la revolución. ¿Qué sería de la lucha del pueblo sin su líder?


cuando mi voluntad se doblegóy el miedo poseía mis entrañas,
El Camarada se detiene.
pensé en mi Camarada Comandante y recuperé las fuerzas.

(186)
(187)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Érase una ¡:¡ez una guerra 11

(Suspira conmovido de verdad.) GOBERNADOR: (Lee el título en voz alta.) "Verdadera historia de La Na-
ción". (A los ministros.) ¿Ustedes ya leyeron este libro?
Cuando me vi desamparado en medio de la batalla
MINISTRO DOS: Sí, Señor _Gobernador.
y mi espíritu flaqueó ante el enemigo, (Se le quiebra la voz) MINISTRO UNO: Es fascinante, mi ilustrado Señor Gobernador.
¡11

El Gobernador vuelve a poner el libro en la biblioteca.


pensé en mi Camarada Comandantey mis miedos desaparecieron.

Cuando la inicua... (Se le quiebra la voz y no puede seguir). GOBERNADOR: Pueden tomar cualquiera de mis libros. Los escribí para
que los lean. El de La vieja Constitución, por ejemplo, es delirante (Se empieza a
reír). Uso el sarcasmo para ... (Se ríe), hablo de los tiempos en que la gente ... (Se
El Comandante se enjuga los ojos y suspira emocionado. El Camarada lo mira ríe) Cuando pensaban que la democracia era ... (Se ríe) Que eligiendo a alguien
El Comandante le ofrece la hoja al Camarada. nuevo de vez en cuando ...

El Gobernador es atacado por una carcajada delirante. El Ministro dos lo mira indiferen~
COMANDANTE: Perdón, Camarada, pero las emociones están a flor
te) el Ministro uno se empieza a reír siguiendo a su amo. El Gobernador se ríe durante un par de
piel durante la guerra. Que alguien lo transcriba y le entregue una copia
segundos y luego se calma poco a poco. El Ministro uno hace lo mismo.
cada hombre para que lo fortalezca durante el combate. Usted quédese --·-"'"!!<'
el que yo escribí.
GOBERNADOR: Tienen que leerlo.
CAMARADA: Gracias, Camarada Comandante.
COMANDANTE: (Grita, furioso.) ¡Que viva la revolución, caraja! Por la ventana se empiezan a escuchar los gritos de un grupo de airados manifestantes) el
volumen de sus arengas va en aumento mientras se acercan al palacio de gobierno.
La oscuridad se empieza a tragar al Comandante y al Camarada que se quedan
frente al otro.
MANIFESTANTES: ¡Abajo el gobierno! ¡Abajo! ¡Abajo el Gobernador!

* GOBERNADOR: ¡Ahí están otra vez esos infelices!

ESCENA IV Los manifestantes ya están frente a la ventana del palacio. El Gobernador camina hasta
su escritorio y se sienta.
La oficina del Gobernador se ilumina. Alfado del escritorio del Gobernador permane~
cen de pie sus dos ministros. El Gobernador está dándole un vistazo a su biblioteca) pasa MANIFESTANTES: ¡Exigimos la presencia del Gobernador! ¡Ahora!
mirada sobre los libros y saca uno.

(188) (189)
Teatro er¡ estudio 11 Selecci6n de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

GOBERNADOR: ¡Lo único que saben hacer es quejarse de todo! se-


Gobernador, empleos, Señor Gobernador, educación, Señor Gobernador, se El Gobernador, enloquecido, arroja al suelo todo lo que está sobre su escritorio, se tira
vicios públicos, Señor Gobernador, libertad, Señor Gobernador, democraci sobre él y hace una gigantesca pataleta de niño chiquito. Los ministros lo miran calmados, es
Señor Gobernador, hace demasiado frío, Señor Gobernador, hace demasía evidente que ya han visto esa escena antes. Después de unos instantes el Gobernador se calma,
calor, Señor Gobernador, Señor Gobernador, ¡Señor Gobernador! se limpia la cara, se baja de la mesa y se vuelve a sentar.
;1.

MANIFESTANTES: ¡Abajo el Gobernador! ¡Abajo!


GOBERNADOR: Ya me siento mejor.
GOBERNADOR: (A los ministros.) ¿Qué hacen ahí parados? ¡A trabajar!
MINISTRO UNO: Nada como el ejercicio para librarse de la mala energía,
Los dos ministros se apresuran a coger una canasta (la que contiene comida, mi recuperado Señor Gobernador.
pape/ higiénico, jabones, juguetes, como una piñata) y empiezan a arrojar su contenido por GOBERNADOR: He decidido que necesito a esos rebeldes por mi bienes-
ventana. Un grito de júbilo se escucha entre los manifestantes mientras las cosas caen. El tar mental, ministros.
nadar habla mientras los ministros desocupan la canasta.
MINISTRO DOS: ¿Ha cambiado de opinión de nuevo, Señor Gobernador?
GOBERNADOR: (Furioso.) ¡Sí! Necesito vivo a ese bandido porque ha
GOBERNADOR: Son un montón de bestias desagradecidas. Me eligi
resultado ser un paliativo para algunos de mis males. Es bueno tener un punto
para tener un chivo expiatorio a quien culpar de sus desgracias. (Golpeando
de referencia al cual señalar cuando los problemas lo apuntan a uno. ¡La guerra
escritorio con furia.) ¡Infelices! Son niños insaciables, ministros. Lo único q
debe continuar!
hacen es exigir que se les dé, y cuando no obtienen lo que quieren apun
con su sucio índice a su líder y lo acusan de todos sus males. ¡Lo único q MINISTRO UNO: Mi versátil Señor Gobernador, tiene toda la razón.
uno puede hacer es distraerlos y señalarles a otro culpable para que lo acu GOBERNADOR: ¡Así es! (Pausa.) Rastreen la llamada del tal Comandante.
de sus desgracias! ¡Tengo que hablar con él de nuevo!

Los dos ministros terminan, dejan la canasta vacía y vuelven a sus puestos junto La luz se desvanece sobre los tres hombres.
Gobernador.

*
MINISTRO UNO: Ya se han calmado, mi irascible Señor Gobernador.
MINISTRO DOS: Ya volverán.
ESCENA V
GOBERNADOR: (Furioso.) ¡Lo único que uno puede hacer es distraer! Una trinchera aparece en el proscenio. El Operador de radio está montando sacos
y señalarles a otro culpable para que lo acusen de sus desgracias! (Pausa.) N sobre sacos en el borde de la trinchera. Después de que amontona algunos, los tumba y
cesito a esos rebeldes, necesito vivo a ese Comandante, sin él yo soy el úni vuelve a empezar.
culpable de todo. (Histérico.) Los odio a todos, los odio, los odio, los odio ...

(190) (191)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

O. RADIO: Cuando el cerebro se enferma el resto del cuerpo está co (Pausa.) Jamás había dejado el cortaúñas por ahí. Puede que mi tío tenga ra-
denado a muerte. A mi tío Alberto, por ejemplo, un día empezó a cambi zón, este campamento está enfermo, la cabeza se empezó a inflamar y ya no
el genio, miraba mal, empezó a celar a mi tía por cualquier pendejada. hay espacio para pensar correctamente, no se entiende lo que se dice, todo
genio le cambió desde que empezó a sufrir dolores de cabeza que no le p empieza a perder sentido y pronto perderemos hasta la moví 1idad. El Capitán
ban con nada. El dolor era tan intenso que lo mareaba hasta que lo hacía nos está comiendo el c¡,erebro a todos.
mitar. Lo revisaron y encontraron que el problema era un tumor en la cab
La masa le crecía y empezó a apretar todo allá arriba, las ideas se le jun El Artillero llega a la trinchera.
y el hombre no podía pensar. Empezó a tener problemas para pedir un a
de panela, la lengua se le enredaba y no podía hablar, se le olvidaba pa
ARTillERO: ¿Otra vez hablando solo?
qué servía el tenedor. Después supe que también empezó a tener proble
para moverse. Mi mamá decidió que era mejor que los niños no estuvie
El Artillero deja que el Operador de radio monte otra pila de sacos y los tumba. Ahora
cerca de mí tío porque se ponía violento, así que no lo volvimos a ver s
entre los dos levantan los sacos y luego los hacen caer para volver a empezar.
hasta que estuvo en el cajón. (Pausa.) Ayer tuve un ataque de ira porque
encontraba mi cortaúñas. Al final recordé que no lo había traído, lo que
dio más rabia. Cogí un árbol a cabezazos y solo me detuve cuando Ma ARTILLERO: Es ridículo que esperen que use mis morteros.
me dio un puño en el estomago, me dejó sin aire y no me pude mover m O. RADIO: Hay un tío mío que se me anda apareciendo últimamente, Martín.
Me paré y me fui a una trinchera que estaba sola y me puse a llorar como
cagón. (Pausa.) Hace dos noches vi a mi tío pasar por acá. Yo estaba de gu ARTillERO: La lógica no tiene discusión, con proyectiles pequeños no
día, ya había empezado a cabecear cuando oí pisadas y me cagué del sus puedo usar los morteros.
Levanté el rifle y apunté a todo lado pero no veía nada, de pronto oí la ri O. RADIO: Se me volvió a aparecer anoche que estaba de guardia.
de mí tío en mi espalda. Estaba más flaco que la última vez que lo vi pero
ARTillERO: En todos los años que llevo en este negocio jamás se había
veía fuerte, se me acercó, me miró el uniforme y el rifle y me dijo: "Huevó
cometido un error como ese.
Huevones. Todos ustedes son unos huevones", y se volvió reír. El tío, adem
de muerto, estaba loco. Luego de burlarse un poco más de mi uniforme O. RADIO: Y me habló. Mi tío se murió hace muchos años, Martín. Pero
dijo que se tenía que ir, que no aguantaba el olor a muerto. Supuse que h anoche me habló.
biaba de él mismo pero se me acercó muy serio y me dijo: "Este campame ARTillERO: ¿Y qué tal que no haya sido un error?
huele a muerto". Yo me quede frío y él se volvió a cagar de risa, luego se ech
a andar sin despedirse, como hacía cuando estaba vivo. "Por no despedirs O. RADIO: Me dijo que este campamento huele a muerto.
es que sigue volviendo", pensé. Al parecer estar muerto no cambia much
las cosas, se sigue por ahí jodiendo a los demás. (Pausa.) Yo nunca he creí A patir de este punto) finalmente) empiezan a prestarse atención el uno al otro.
en nada, ni en mi papá, ni en mi mamá, nunca he creído en mi patria, ni
Dios, ni en fantasmas, ni en almas caritativas, ni en amores eternos, ni
ARTillERO: Pues si no fue un error entonces alguien nos quiere muertos.
sacrificios, ni en mujeres, ni en hombres. La fe no es más que un calman

(192) (193)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana
Érase una vez una guerra//

O. RADIO: ¿Mi tío? O. RADiO: Es un mensaje, Martín. Todos aquí olemos a muerto porque
ARTillERO: ¿Usted cree que su tío nos quiere muertos? ninguno va a salir vivo.

O. RADIO: No sé. ¿Usted qué cree? ARTillERO: ¿Su tío le dijo eso?

ARTillERO: ¿Su tío está del lado de los rebeldes? O. RADIO: No lit~ralmente, pero estoy seguro de que eso quiso decir.

O. RADIO: Mi tío está muerto. ARTillERO: No sé. Se pudo referir a que el campamento huele mal o a
que le huele a algo extraño. Mi abuela decía lo mismo cuando yo llevaba las
ARTillERO: Entonces puede estar del lado del que quiera. Aunque el h
botas de campaña a la casa. Decía: "Martín, aquí huele a muerto".
cho de estar muerto lo excusa del caso de la munición.
O. RADIO: ¡Los muertos no dicen pendejadas, Martín! Él quería decirme
O. RADIO: Está loco.
algo importante.
ARTillERO: Claro que no, ¿cómo podría un muerto tener algo que ver co
ARTillERO: Usted está muy tenso, Domínguez. Ya intentó matarse a cabe-
lo de la munición?
zazos con un árbol porque no podía hacerse el manicure y ahora anda hablando
O. RADIO: No, que mí tío está loco. con familiares muertos.
ARTillERO: ¿Al fin qué? ¿Está muerto o está loco?
El Operador de radio se pone de pie dejando caer el saco. El artillero lo levanta solo y
O. RADIO: Ambas.
sigue trabajando.
ARTillERO: Entonces el que está loco es usted, Domínguez.
O. RADIO: Me dijo que este campamento huele a muerto, Martín. O. RADIO: ¡No encontraba mi cortaúñas! ¡Quería cortarme las uñas! ¡Soy
un tipo aseado, ¿qué quiere que haga?!
El Artillero se queda pensativo.
El Artillero deja de trabajar.
ARTillERO: ¿Habló de alguien en especial?
O. RADIO: ¿Cómo así? ARTillERO: ¡Quiero que se calme! Respire profundo y tranquilícese.

ARTillERO: ¿Dijo si el olor provenía de alguien en particular?


El Artillero saca una botella pequeña de brandy que guarda en su bolsillo trasero y se la
O. RADIO: ¡Martín, no tuvimos una conversación! (Pausa.) Yo lo que e ofrece al Operador de radio. El Operador de radio se sienta en el borde de la trinchera y toma
es que me estaba hablando del futuro. un trago largo de la botella.

El Artillero no entiende.
O. RADIO: Tengo miedo, Martín. No hay nada más aterrador que creer en
algo, y yo estoy empezando a creer que no me quiero morir. Me gustaría ver a
mi mamá, me gustaría ver a mi papá.

(194) (195)
Teatro en estudio 11 Selección de d,-omoturgio bogotano Érase una vez una guerra /1

El Artillero le quita la botella al Operador de radio y bebe un trago largo. Luego guarda
El Artillero le quita la botella al Operador de radio y se toma un trago. fa botella en el bolsillo trasero.

ARTillERO: Es posible que terminemos como su tío, pero esa es una d ARTillERO: A trabajar. Mántenga esa mente ocupada.
sión que usted asumió desde el momento en que se puso ese uniforme. (Pa
Yo también he estado un poco tenso. No me gusta que las cosas pierdan sentí El Operador de radio se levanta y ayuda al Artillero con los sacos.
y lo de la munición que no podemos usar y el comportamiento del Capitán
cosas sin explicación.
O. RADIO: ¿Jamás ha dejado de obedecer una orden, Martín?
O. RADIO: El Capitán se volvió loco, Martín.
ARTillERO: No.
ARTillERO: ¡Para usted todos están locos, Domínguez! Ya deje de decir
O. RADIO: Usted es un tipo sensato, Martín. ¿Cómo puede estar tan El Artillero se detiene.
quilo? ¡Estamos cortos de munición, el Scout no encuentra ninguna base en
ga y el Capitán quiere hacernos creer que todo está bajo control, pero usted y ARTILLERO: Aunque siempre habrá un momento en el que rebelarse
sabemos que no es así! sea u na orden.

El Artillero le vuelve a pasar la botella al Operador de radio para que se tranquilice. El Artillero vuelve al trabajo y el Operador de radio se queda mirando hacia la oscuridad.
Operador de radio toma de nuevo un trago largo.

ARTillERO: Sí, todo eso es cierto. Pero no hay nada que podamos hacer.
*
aquí no se puede salir corriendo, hay que quedarse lo más calmado posible,
los ojos y los oídos bien abiertos para estar 1istos en el momento en que pase al
ESCENA VI
O. RADIO: ¿Qué va a pasar? En la barraca) el Capitán está ocupado en su mapa cuando llega el Scout empujan-
ARTillERO: Yo qué sé. Yo Cmicamente me preocupo por cumplir las ó do a un anciano. El Scout le apunta con el rifle mientras en su otra mano lleva una vieja y
denes que me dan. En este negocio no se debe pensar demasiado o se corre e gastada hacha.
riesgo de empezar a ver fantasmas, Domínguez.

O. RADIO: ¡Lo de mi tío es en serio! SCOUT: Mi Capitán, con la novedad de haber encontrado a este hombre
merodeando los alrededores de la base.
ARTillERO: Los muertos no son buena compañía. En el momento en qu
usted les pone atención empieza a alejarse de este mundo.
El Capitán se pone de pie y se queda mirando al anciano.
CAPITÁN: ¿Y bien? ¿Qué tenemos aquí?

(196) (197)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra /J

SCOUT: Lo encontré caminando sospechosamente entre el follaje m


cerca del campamento con esto. CAPITÁN: ¿Le parece sospechoso el modo en que camina el soldado?
VIEJO: Sí, se ve sospechosq.
Le entrega el hacha al Capitán.
CAPITÁN: ¡Pues a;;í se veía usted!
VIEJO: ¿Yo?
CAPITÁN: A ver.
CAPITÁN: ¡Sí, usted! Soldado, deje ese rifle y use esta hacha.
El Capitán toma el hacha y la revisa concienzudamente como si se tratara de un a
sofisticada) la sacude) la mueve como si la fuera a lanzar, hace como si fuera a atacar a a El Scout deja el rifle en el piso y toma el hacha.
con ella) pasa su dedo sobre el filo) en fin) examina todas sus posibilidades.

CAPITÁN: Ahora, camine de nuevo como este hombre caminaba en el


CAPITÁN: ¿Puedo preguntarle qué hacía caminando sospechosame momento de su detención.
cerca de nuestra base armado con esto? SCOUT: Sí, mi Capitán.
VIEJO: Estaba cortando leña.
CAPITÁN: Soldado, ¿en efecto este hombre estaba cortando leña cuan El Scout repite la caminata dentro de la cueva imaginaria llevando el hacha al frente.
lo encontró?
SCOUT: No señor, en el momento de su detención el hombre se encontra~ CAPITÁN: ¿Le parece sospechoso?
ba caminando sospechosamente con su hacha en la mano. VIEJO: Sí, ese soldado me parece sospechoso.
CAPITÁN: (Al viejo.) ¿Y bien? CAPITÁN: ¡Ese soldado es usted!
VIEJO: Estaba buscando palos secos. VIEJO: ¿Yo?
CAPITÁN: Sospechosamente. CAPITÁN: ¡Usted!
VIEJO: ¿Sospechosamente? VIEJO: No entiendo.
CAPITÁN: Soldado, ¿Quiere mostrarnos cómo caminaba sospechosamen- CAPITÁN: ¡Usted se veía así! ¿Sigue sin entender?
te este hombre al momento de su captura?
VIEJO: No.
SCOUT: Claro que sí, mi Capitán.
CAPITÁN: Bien.
El Scout dobla sus rodillas y camina como si estuviera caminando por una pequeña VIEJO: No, yo no me podía ver así porque yo no iba a matar a nadie.
con su rifle apuntando al frente. CAPITÁN: El soldado tampoco.

(198) (199)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra //

VIEJO: ¿A no? CAPITÁN: ¿Y entonces qué hacía acercándose sospechosamente a la base


con un arma en la mano?
CAPITÁN: Él solo lo estaba imitando a usted.
VIEJO: (Señalando el hacha.) Esto no es un arma, es para cortar árboles.
VIEJO: ¿Para qué?
CAPITÁN: ¿Niega usted que este artefacto sirva para matar?
CAPITÁN: ¿Usted es idiota?
VIEJO: No.
VIEJO: Ustedes me confunden.
CAPITÁN: Entonces, para el efecto que nos concierne es un arma.
CAPITÁN: (Arrancándole el hacha de las manos al Scout e imitando
caminado sospec,hoso.) ¿Por qué caminaba de este modo con un hacha ce VIEJO: Usted manda.
de e~ta base? ¡¿Por qué se dobla de este modo para caminar?! CAPITÁN: De acuerdo. Ya que hemos llegado a dos conclusiones impor-
VIEJO: ¡Porque si camino derecho me pego con las ramas en la cara! tantes, prosigamos. (Pausa.) ¿Qué hacia usted caminando sospechosamente ha-
cia nuestro campamento con un arma en la mano?
CAPITÁN: ¡Muy bien!
VIEJO: Le repito que no es un arma.
VIEJO: Gracias.
CAPITÁN: Por Dios, hombre, ya pasamos por ahí, no vamos a llegar a nin-
Los dos se miran en silencio. gún lado si usted sigue contradiciéndose. Es un arma y punto.
VIEJO: Usted manda.
CAPITÁN: Entonces sí caminaba agachado, ¿verdad? CAPITÁN: Bien, ¿qué hacia usted caminando sospechosamente hacia
VIEJO: Sí. nuestro campamento con un arma en la mano?

CAPITÁN: Pues se veía sospechoso. VIEJO: Buscaba unos buenos palos secos para hacer candela.
CAPITÁN: ¿A menos de cien metros de una base militar?
El viejo sigue confundido. VIEJO: No sabía que aquí había una base militar.
CAPITÁN: ¡Usted es un idiota! ¿Cómo no va a saber que hay una base
CAPITÁN: (Al Scout.) ¿A qué distancia se encontraba de la base en el militar a menos de cien metros de usted?
mento de su detención?
VIEJO: La selva es muy espesa, uno no sabe qué hay unos pasos adelante.
SCOUT: Entre noventa y cinco y noventa y ocho metros, mi Capitán. Tal vez si ustedes pusieran alguna señal.
CAPITÁN: ¿Sabía usted que es un delito acercarse a una base a menos CAPITÁN: ¡Claro! Y si nos pusiéramos un blanco fluorescente en el pecho
doscientos metros? para ustedes sería mucho más fácil encontrarnos, ¿verdad?
VIEJO: No sabía que aquí hubiera una base militar. VIEJO: Sí, supongo que sí.

(200) (201)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11 "

CAPITÁN: ¡Así que sí estaba buscando nuestra base, gusano!


VIEJO: No.
*
CAPITÁN: Pero lo acaba de confesar. ESCENA VIl
VIEJO: ¿Sí?
En la pantalla se ve, ·como en un cuadro de reportaje de noticiero de televisión, al Arti-
CAPITÁN: ¿No? /iero que va a ser entrevistado por la Reportera. El Artillero se ve claramente incómodo en la
VIEJO: ¿No qué? posición que le ha sido asignada por la Reportera. La luz revela al Artillero posando frente a
fa cámara de la Reportera en la trinchera en donde presta servicio con el Operador de radio,
CAPITÁN: ¡¿Qué de qué?!
que ya no está.
·VIEJO: ¡No sé!
REPORTERA: Su nombre, soldado.
Los dos se miran, el Capitán camina pensativo.
ARTillERO: Martín.
CAPITÁN: Astuto. (Pausa.) Cree que me puede engañar con esa actitud
idiota, ¿verdad? REPORTERA: ¿Por qué usa su nombre y no su apellido en el uniforme?

VIEJO: No sé. ARTillERO: Porque yo soy simplemente Martín, no veo por qué tendría
que meter a mi familia en esto.
CAPITÁN: ¡Cállese!
REPORTERA: Como sea, ¿cuánto lleva en el ejército, soldado?
VIEJO: Usted manda.
ARTillERO: Una buena cantidad de años.
CAPITÁN: (Desenfunda su revólver y lo apunta a la cabeza del viejo.
¡Que se calle o le vuelo los sesos! REPORTERA: ¿Cuál es su función, soldado?
ARTillERO: (Orgulloso.) Soy artillero. Manejo morteros y cañones, mis
El viejo esconde su cara entre las manos mientras el Capitán, que ha perdido el con bebés le abren camino a la infantería, señorita.
des~ empieza a caminar alrededor de él apuntándole con su revólver. El Scout, que ha REPORTERA: Puede verse que disfruta haciendo lo que hace, soldado.
impulsiva mente a su jefe, le apunta al viejo con su rifle.
ARTillERO: Solo cumplo con mi deber.
REPORTERA: ¿Qué siente al ver a su enemigo abatido por sus cañones, al
CAPITÁN: Usted nos va a contar todo lo que sabe. ver la carne despojada ya de espíritu, sin vida; qué se siente al ser responsable
de la inercia, del silencio eterno?
El viejo tiembla encañonado mientras la oscuridad se traga la escena.
ARTillERO: ¿Qué?
REPORTERA: Matar, ¿qué se siente al matar?

(202) (203)
Teatro en estudio 1/ Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11 "'

ARTillERO: ¿Usted ha soltado un globo lleno de agua desde un déci ARTillERO: Le hacían preguntas.
piso y luego se ha escondido sin saber a quién le va a caer?
REPORTERA: ¿Y qué pasaba si el prisionero se negaba a dar respuestas?
REPORTERA: No.
ARTillERO: Se le preguntaba de nuevo.
ARTILLERO: Yo tampoco. Pero supongo que es lo más parecido a lo q
REPORTERA: ¿Y si se negaba a hablar?
yo hago acá. Mis proyectiles caen entre los árboles así que es difícil ver a los
beldes que elimino, pero le aseguro que he cumplido con mi deber a cabali ARTillERO: Se le volvía a preguntar.
Los muertos que he visto no sé si son míos o de mis compañeros. REPORTERA: (Furiosa.) ¡El prisionero no quiere contestar la maldita pre-
REPORTERA: Según eso, es muy probable que "sus bebés" hayan ma nta! ¡El prisionero oculta algo y ustedes saben que es un rebelde! ¡No pueden
personas inocentes. guir repitiendo la pregunta todo el día! ¿Cómo lo persuaden para que conteste?

ARTillERO: No creo. ARTillERO: A veces se les amenaza.

REPORTERA: ¿Civiles? REPORTERA: (Eufórica.) ¡Entonces los torturan! Primero los golpean, lue-
go les sacan las uñas, usan hierros hirviendo y les sacan los ojos. ¿No siente nada
ARTillERO: No.
ver a un ser humano gritando, reclamando piedad?
REPORTERA: ¿Cómo puede estar seguro?
ARTillERO: Yo solo dije que a veces se les amenaza.
ARTillERO: ¡Porque no peleamos contra civiles!
REPORTERA: (Furiosa.) ¡Usted es un monstruo!
REPORTERA: Pero combate con los ojos cerrados, soldado.
ARTILLERO: (Furioso.) ¡Usted está loca!
ARTILlERO: ¡Yo solo cumplo con mi deber y punto!
REPORTERA: No puedo creerlo, ¿cómo puede dormir en la noche sabi Hay una breve tensión entre los dos que se rompe con una sonrisa inesperada de la Reportera.
do que pudo haber matado inocentes ese día?
ARTillERO: (Desesperado.) ¡Yo no mato inocentes, si los he matado; REPORTERA: Sin embargo lo respeto, soldado. Lo respeto porque a pesar
sido sin mi responsabilidad, son errores que hacen parte de mi trabajo, y si de su brutalidad, o precisamente a causa de ella, usted es un héroe de esta guerra.
trabajo involucra la muerte es solo casualidad! ARTillERO: ¿Usted cree?
REPORTERA: ¿Casualidad? Esta guerra le ha hecho más daño a su REPORTERA: ¡Estoy segura! Un miserable como usted, sin educación, sin
del que pensé. (Pausa.) Pero no se preocupe, soldado. En una guerra no ideales, sin esperanzas, pone su vida en riesgo por la causa de los más nobles en
víctimas inocentes mientras yo no lo decida. (Pausa.) Cuénteme, ¿ha La Nación. ¡Usted es un héroe, soldado! (Pausa.) ¿Hay algo que quiera decirles
presente en interrogatorios? a las personas que ven esta entrevista en toda La Nación?
ARTillERO: Una vez. ARTillERO: No sé.
REPORTERA: ¿Qué método utilizaban para que el prisionero hablara? REPORTERA: ¿Algún mensaje? ¿Usted tiene familia, esposa, hijos?

(204) (205)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra¡[

ARTillERO: No. (Pausa.) Tengo un hermano. ACTO 111


REPORTERA: Y eso está muy bien, pero, ¿seguro que no tiene hijos? (Pa
sa) ¿Mamá? *
ARTillERO: Mis papás ya murieron y soy soltero.
REPORTERA: ¿Un perro? (Pausa.) Bueno, ni modo. La gente no se e ESCENA 1
mueve tanto con los hermanos, pero hable.
La sonata aclaro de Luna))) de Beethoven) empieza a sonar y lo hace durante toda la
La Reportera se hace a un lado y sale del plano de la cámara) enciende un cigarrillo escena. El Gobernador está sentado en su escritorio y a su lado izquierdo permanece de pie el
Ministro dos. Los dos permanecen serios) quietos) mirando al frente como posando para una fo-
ocuparse en algo mientras el Artillero habla.
tografía. El Ministro uno entra al cuadro con una taza de caféy entonces la fotografía cobra vida.
Pone la taza de café en el escritorio del Gobernado~ que inmediatamente la toma.
ARTillERO: Julio, ¿cómo va todo? ...

GOBERNADOR: (Sorbe y escupe.) ¡Esta mierda esta fría! ¡Fría!


El Artillero se siente intimidado por la cámara y mira a la Reportera.

El Ministro se apresura a limpiar al Gobernador. El Ministro dos los mira indiferente.


REPORTERA: Yo no le voy a llevar el mensaje a su hermano.
¡A la cámara!
GOBERNADOR: (Golpeando la mesa con rabia.) No me puedo tomar un
ARTILLERO: (Mirando a la cámara.) Julio, ¿cómo va todo? Yo ... sigo en café a la temperatura adecuada. Nada me sale bien, nada.
monte ... Espero que esté bien, yo estoy bien ... le mando un abrazo ... un sal u
a su mujer ... ¿cómo es que se llama su mujer? ¿Ya tengo sobrinos?
MINISTRO UNO: (Le limpia la boca al Gobernador con un pañuelo.) Mi
ofuscado Señor Gobernador, se toma las cosas muy en serio.
REPORTERA: La cámara no le va a contestar.
GOBERNADOR: Claro que me tomo las cosas muy en serio, ¡¿quién cree
ARTillERO: Lo quiero mucho ... chao. que soy?! (Pausa.) ¿Consiguió el número?
MINISTRO UNO: Sí mi inquieto Señor Gobernador.
El Camarógrafo apaga la cámara y se deja de ver la imagen en la pantalla.

El Ministro uno toma el teléfono) marca un número y le pasa el teléfono al Gobernador.


REPORTERA: Bien. Un hombre solitario. Eso está bien. Como usted mis
La cabaña del Comandante rebelde se ilumina. El Comandante rebelde) al parece~ está tocando
dijo, ¿para qué meter a la familia en esto?
en su piano la sonata aclaro de Luna))) de Beethoven) que se ha estado escuchando. En la cabaña
ya no queda casi nada, únicamente el piano) el gramófono que descansa en una repisa y un telé-
El entrevistado y los entrevistadores desaparecen en la oscuridad. fono en una mesa. El teléfono empieza a sonar y entra el Camarada a contestarlo.

(206) (207)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11 '

CAMARADA: (Al teléfono.) Base rebelde, cabaña del Camarada Coman El Camarada se queda un momento pensativo.

GOBERNADOR: Quiero hablar con su Comandante, habla el Señor COMANDANTE: ¿Y cómo sé que no va a volver a cambiar de opinión?-
bernador, líder legítimo de toda La Nación.
GOBERNADOR: Eso no hay manera de que lo sepa. Tome esta oportuni-
CAMARADA: ¡Camarada Comandante, es para usted! dad y deje que la vida ~iga su curso natural.
COMANDANTE: Está bien, pero lo hago por los ideales que ...
El Comandante mira al Camarada y deja de tocar el piano, pero la música se sigue
cuchando. Se pone de pie, se acerca al gramófono, levanta la aguja y la música finalmente
El Gobernador cuelga el teléfono y el Comandante se queda en silencio.
detiene. Ahora toma el teléfono.

COMANDANTE: Aló. GOBERNADOR: Todo está resuelto.

GOBERNADOR: Es el Gobernador, Comandante. He decidido reconsid


rar nuestro trato. Lo voy a dejar vivir. El Ministro uno y el Gobernador se miran y sonríen. La oscuridad se traga la oficina
del Gobernador.
El Camarada mira al Comandante expectante, el Comandante se da cuenta y decide
trarle a su subalterno lo enérgico que puede ser al teléfono. COMANDANTE: Todo está resuelto. Volvemos a la lucha revolucionaria y
COMANDANTE: ¡Vamos a luchar hasta el final, Gobernador! ellos seguirán dándonos razones para continuarla.

GOBERNADOR: No sea ridículo. CAMARADA: ¿Usted llegó a un acuerdo con el Gobernador, Camarada
Comandante?
COMANDANTE: ¿Y a qué se debe su oferta?
COMANDANTE: ¡Jamás! (Pausa.) ¿Usted desearía que llegáramos a algún
GOBERNADOR: A que tomé esa decisión, ¡tómelo o déjelo!
acuerdo con él, Camarada?
COMANDANTE: ¡Usted es el enemigo del pueblo al que yo represento
CAMARADA: (Confundido.) No ... es que ... usted acaba de decir que todo
por el que estoy dispuesto a dar la vida!
está resuelto.
GOBERNADOR: ¡¿Qué pueblo?! ¿Los dos millones de reses que se
COMANDANTE: Sí, he decidido quedarme a luchar con ustedes.
confundidas por La Capital? ¡Yo les digo qué pensar! Años de corrupción, im
nidad y televisión los han dejado completamente enajenados. ¡¿Qué puebl CAMARADA: ¿Entonces sí nos van a atacar?
¿Los tres millones de reses que viven en el campo? ¡No existen! La ignoranci COMANDANTE: ¡Y nosotros los vamos a atacar a ellos! Y así seguiremos
la miseria no los dejan ver más allá de su nariz. ¡¿Qué pueblo?! (Pausa.) Haga haciéndolo por los siglos de los siglos.
que tenga que hacer mientras esté vivo, Comandante. La memoria de "su pu
CAMARADA: ¿Los siglos de los siglos?
blo" es bastante frágil.

(208) (209)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra//.

COMANDANTE: ¿Qué pasa, Camarada? ¿No está dispuesto a luch CAMARADA: Llevamos moviéndonos juntos demasiado tiempo, los hom-
toda la vida? bres no tienen acceso a ningún medio de comunicación con el exterior, lama-
yoría ni siquiera sabe cómo operar un radio.
CAMARADA: No es eso, Camarada Comandante. (Pausa.) Pero ... me
taría que esta guerra llegara a algún lado. COMANDANTE: Es verdad. Los únicos que nos podemos comunicar con
el exterior somos usted y yo.
COMANDANTE: (Furioso.) ¡No hay adonde llegar, insensato! (Pausa.) E
la revolución es el viaje el quees importante, la utopía es nuestra única meta CAMARADA: ¡Yo no soy un traidor!
por eso no podemos dejar de avanzar. ¡El nuestro es un viaje de eterna 1uch COMANDANTE: Entonces consígame a los que sí lo son.
¿Nos quiere ver en el poder convertidos en burócratas de camuflado?
CAMARADA: ¿Cómo sabe que son varios?
CAMARADA: No, Camarada Comandante.
COMANDANTE: ¿Por qué está tan seguro de que es solo uno?
COMANDANTE: Yo tampoco, Camarada. Por eso seguiremos
contra el monstruo desde la penumbra, representando los más nobles ideales d CAMARADA: Yo no estoy seguro de nada, usted es el que está lanzando
una sociedad. acusaciones arbitrariamente.

CAMARADA: Como usted diga, Camarada Comandante. COMANDANTE: ¡Cálmese, Camarada! Yo solo quiero que haya una purga
en un grupo que evidentemente la necesita.
COMANDANTE: Hoy me siento inspirado, quiero terminar mi autor
trato. ¡Que vuelvan ·a traer mis cosas! CAMARADA: Pero es que a este paso nos vamos a quedar sin hombres,
Camarada Comandante. Con este serían tres fusilamientos en menos de un mes.
CAMARADA: Sí, Camarada Comandante.
COMANDANTE: Pues nos quedaremos únicamente con los que estén de
nuestro lado. Entienda que solo nos estamos deshaciendo de los hombres que
El Camarada va a salir.
son un peligro para la revolución.
CAMARADA: Regarle una sopa encima no es intento de asesinato, Cama-
COMAN DANTE: Camarada, otra cosa.
rada Comandante, y escribir cartas en una lengua autóctona no es espionaje.

Dándose la vuelta. COMANDANTE: (Furioso.) ¡La sopa estaba hirviendo! (Pausa.) ¡Y todos
saben que aquí solo se puede hablar y escribir en español! El que ese hombre
supiera escribir ya me parecía sospechoso.
CAMARADA: ¿Camarada Comandante?
CAMARADA: ¡Ese hombre era un nativo! ¡Su mamá no hablaba español!
COMANDANTE: Necesito una lista de posibles traidores.
COMANDANTE: ¡Bueno, ya! Envíele mi foto a esa mujer y escríbale en su
CAMARADA: ¿Traidores? lengua que su hijo fue un gran hombre que murió defendiendo la revolución.
COMANDANTE: Los militares llegaron a cuatro kilómetros de esta CAMARADA: Como diga, Camarada Comandante.
porque alguien informó nuestra ubicación. Y yo no lo hice.

(21 O) (211)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

COMANDANTE: Después de la purga quiero que reunamos a un grupo


nuestros mejores hombres. Al ver que el Capitán está bien) el Artillero baja el rifle.

CAMARADA: ¿Para qué, Camarada Comandante?


REPORTERA: (Se sorprende al ver al viejo.) ¿Qué pasó acá?
COMANDANTE: Quiero que organicemos un ataque a alguna població
cercana. Algo pequeño para celebrar. CAPITÁN: ¿Usted sigue en mi base?

CAMARADA: Sí, Camarada Comandante.


La Reportera se acerca a la ropa colgada.

La luz empieza a abandonar la cabaña del Comandante mientras en el campamento


litar $e empiezan a escuchar gritos. REPORTERA: ¡Tiene un prisionero! (Pausa.) ¿Ese hombre está muerto?
CAPITÁN: Pregúntele a él, a mí no me quiso decir nada.
* VIEJO: ¿Me puede conseguir algo de tomar?
REPORTERA: (Al Capitán.) Lo mató. ¡Usted es un animal! (Pausa.) Y ni
ESCENA 11 siquiera pude hablar con él. (Mira la ropa colgada.) Este hombre parece un
simple campesino.
La luz revela que es el Capitán quien grita) está de pie frente a la ropa del viejo que
de una cuerda representando el cadáver del viejo. El viejo está desnudo detrás del Capitán. VIEJO: Consígame agua, por favor.
ra el viejo resulta invisible para todos los demás personajes) quienes a partir de ese momento CAPITÁN: (A la voz del viejo.) Cállese, usted ya no tiene derechos aquí.
hablar de él se referirán a la ropa colgada. Pese a que tampoco el Capitán lo puede ver, él (Acercándose a la Reportera.) ¿Usted ha visto a un rebelde sin camuflado?
puede oír. El Capitán tiene el hacha del viejo en la diestra y se mueve alrededor de la ropa
REPORTERA: No sé, ¿cómo voy a saber?
cuelga. El Scout está sentado sobre una roca mirando al Capitán.
CAPITÁN: (Señalando la ropa colgada.) Se ven igual a ese hombre. (Se-
ñalando al Camarógrafo.) Algunos se parecen a él. (Se acerca amenazante a la
CAPITÁN: (Lanzando un último grito al aire.) ¡Aaah!, ¡es lo ún Reportera.) Algunos incluso se ven como usted. Tal vez usted nos quiere hacer
que hacen, gritar! ¡Y finalmente una última contracción muscular y
creer que es reportera pero en realidad es una espía y sus entrevistas no son más
acabó! ¡El silencio!
que avances para el enemigo. (Quitándole bruscamente la cámara al Camaró-
VIEJO: Se acabó, ya no más. grafo.) ¿Y esto? (Mirando por el/ente.) ¿Quién está ahí?

REPORTERA: No lance acusaciones que no pueda sostener, Capitán.


El Artillero) seguido de la Reportera y su Camarógrafo) llega adonde está el Capitán.
Scout se levanta. El Operador de radio aparece llevando un papel en la mano.

ARTillERO: (Apuntando con su rifle en todas las direcciones.) ¡¿Señor?

(212) (213)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11.

O. RADIO: ¡Capitán, mensaje de La Capital! ¡Buenas noticias! tros a la redonda". ¡Por no ser capaz de encontrar una base que no existe, desde
ahora va a hacer doble guardia todas las noches hasta cuando me dé la gana!
CAPITÁN: (Emocionado.) ¡Deme eso!
VIEJO: ¿Qué le pasa, Capitán?
El Capitán le quita el papel de las manos al Operador de radio y empieza a leerlo, la CAPITÁN: Cállese.
portera se le acerca e intenta leerlo también, el Capitán no la deja. El Camarógrafo enciende
cámara y graba al Capitán. El Operador de radio se acerca a la ropa del viejo y se queda vién El Capitán empieza a sentirse acosado por la voz del Viejo que lo va llevando a la histeria.
El Capitán deja caer la hoja y la Reportera se lanza sobre el papel y empieza a leerlo.

CAPITÁN: (Acercándose al Artillero.) Aquí tenemos a un soldado listo a


CAPITÁN: (Al Operador de radio.) ¿Le parece una buena noticia? rebelarse contra sus superiores cada vez. que sucede algo que obstacu 1iza el
, REPORTERA: (Tira el papel al piso, furiosa.) ¿Me tomé la molestia de cumplimiento de su deber. ¡Su deber es seguir mi orden, soldado! "No es po-
gar mi vida viniendo hasta aquí para ofrecerle al público ávido de imágenes p sible, Capitán, lo que me pide es imposible, Capitán, usted está mal, Capitán".
cadoras una transmisión en directo de una batalla que no se va a dar? (Al Capitán ¡Ya puede volver a vivir al mundo del nunca jamás, lo expulso de por vida de
En La Capital, en este instante, se están llevando a cabo toda clase de crímen mi pelotón!
que necesitan de alguien que los transforme en noticia de primer orden. Cie VIEJO: Está perdiendo el control, Capitán.
de asesinos, violadores y políticos que quieren su nombre en un titular hacen
CAPITÁN: (Agitando los brazos con desespero, como tratando de repeler
las suyas, pero la reportera que podría convertirlos en la noticia del mes está a
un insecto que no ve.) No me joda. (Acercándose a la Reportera.) ¿Y qué tene-
pada en medio de la selva con un montón de niños exploradores.
mos aquí? les presento a nuestro nuevo miembro, al que más deben temerle, ella
ARTillERO: ¿Qué decía el mensaje, Capitán? es obstinada, hermosa, locuaz, manipuladora, fría, estaría dispuesta a matarnos
REPORTERA: ¡Que su supuesta misión se canceló! ¡Que aquí no va a a todos con sus propias manos si eso le garantizara una buena primicia. ¡Sonríe!
nada! Su cita con la historia ya no va a ser, Capitán. Vino hasta aquí a matar Estás frente a la cámara. ¿Qué? ¿Silencio? ¿Por qué me mira así? ¿Está pensando
golpes a un desgraciado sin nombre. ¡¿De qué me sirve a mí eso?! antes de hablar? Eso es contra las reglas de una profesional de la información.
¡Queda despedida!
El Capitán se levanta y se acerca a la Reportera. La Reportera que lo mira asustada VIEJO: (A la Reportera.) ¿Por qué deja que le hable así, señorita?
se mueve. El Capitán le quita el micrófono y se para frente al Camarógrafo, que instintivamen
CAPITÁN: ¡Yo le hablo a quien quiera como quiera porque soy el Capitán
sigue grabando, e imitando a la Reportera empieza a hablar.
de esta base!
VIEJO: Capitán, tengo sed.
CAPITÁN: Nos encontramos aquí, en la lóbrega base militar que sirve
fortaleza a los valerosos héroes de la patria entre cuyos miembros tenemos. CAPITÁN: ¡Ya le dije que se calle! (Acercándose al Operador de radio.) Y
(Acercándose al Scout) ... a un soldado incapaz de encontrar una base mili aquí está el hombre más confundido de nuestro grupo, no entiende nada de ló
debajo de sus narices. "No existe, Capitán, es imposible que esté en dos ki que pasa a su alrededor y es el que maneja las comunicaciones, ¿qué les parece?
¿Son buenas o malas noticias? (Imitando al Operador de radio.) "Me adhiero a

(215)
(214)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Érase una vez una guerra 11

lo que su mente superior opine, Capitán". ¡Bien dicho, soldado! Usted pod ARTillERO: Baje ese rifle, Domínguez.
llegar lejos en esto, pero me temo que es demasiado sensible para ser un ho
O. RADIO: ¡El cobarde es usted! ¡Mató a un inocente!
que pueda tomar decisiones. ¡Este es mi equipo!
CAPITÁN: (El Capitán levanta su revólver y le apunta al Operador de ra-
VIEJO: ¡Se volvió loco, Capitán! dio.) En la guerra no hay inocentes, soldado. No hay víctimas, solo decisiones
CAPITÁN: (Desenfundando su revólver y apuntando para todos lados que se toman o no se toman. ¡Haga lo que tiene que hacer!
Usted, es el que me está volviendo loco.
O. RADIO: ¡Yo no voy a perder mi alma por su culpa!

El Operador de radio reacciona y le apunta con su rifle al Capitán; la Reportera grita. CAPITÁN: ¡Ya es muy tarde para eso, soldado!

Apagón. La cámara del Camarógrafo también se apaga.


O. RADIO: ¡Ya cállese, maldito lunático!
Sonido de un disparo y grito de la Reportera. La luz vuelve después de unos largos segundos.
Todos se quedan quietos. El Capitán baja el arma y mira al Operador de radio.
El Capitán yace tendido en el suelo. El Operador de radio y el Artillero lo miran, ya con
O. RADIO: Se acabó. Si vuelve a abrir la boca le juro que le meto en sus armas abajo. El Scout mira al Artillero. La Reportera, arrodillada, se cubre la cara con las
manos. Todos se mantienen quietos. El Viejo no está. El Artillero mira al Operador de radio y se
cabeza la única bala que me sirve.
retira. El Operador de radio lo sigue, luego el Scout. La Reportera continúa, arrodillada, con las
CAPITÁN: Después de todo parece que sí puede tomar decisiones, sol manos en el rostro. El Camarógrafo se le acerca y la levanta. Ella, aún con la cara cubierta por
do. Si es capaz de volarme la cabeza en este instante se merecerá un ascenso. sus manos, se deja llevar. Oscuridad.
O. RADIO: Le dije que se callara.
ARTillERO: No se deje ganar por el miedo, soldado.

El Artillero levanta su rifle y le apunta al Operador de radio. *

ARTillERO: Baje ese rifle, Domínguez.


ESCENA 111

CAPITÁN: No retroceda, soldado, no dé un paso atrás después de La luz \fue/ve y el Viejo y el Capitán están desnudos en medio de la manigua.
uno adelante.
ARTillERO: Baje ese rifle, Domínguez. VIEJO: ¿Qué hora es?
CAPITÁN: No sea cobarde, soldado. Nadie se va a mover de aquí h CAPITÁN: Ya eso qué importa.
que usted cumpla con su deber. ¡Cumpla su palabra!

(216) (217)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana

VIEjO: Mi mujer debe estar preocupada.

Mientras la luz se apaga por última vez, se escucha la voz del Operador de radio.

O. RADIO: Mi tío tenía razón ... somos unos huevones.


GUSTAVO ANDRÉS
SALCEDO HERNÁNDEZ
Fin
Nació en Bucaramanga, Santander, en 1978. Estudió produc-
ción de cine en Miami. Regresó a Colombia cuatro años más tarde e
ingresó a la Casa del Teatro Nacional a estudiar Arte Dramático. Ha
sido alumno de escritura de Manuel Arias, Ana María Vallejo, Fabio
Rubiano y Mauricio Navas Talero. Ha escrito y dirigido varios corto-
metrajes y actualmente trabaja en proyectos para televisión. Dirigió,
junto a Isabel Cristina Olano, el filminuto Tacirupecajarro, ganador
del premio "El Malpensante" en el año 2008. Además de Érase una
vez una guerra, también escribió la obra La estrategia del perdedor,
que se montó durante una temporada en 2011.

(218)
Tcríbulacioues de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11

La obra se desarrolla en un escenario. A todas luces en un escenario. Un escenario


un escenario. El fondo de este escenario desnudo es una boca de escenario desde la pers-
iva de una platea, con el telón cerrado que a la vez refleja a los espectadores de la sala.
na de las entradas o salidas se hará por el fondo, salvo en el momento anunciado en la
ondiente acotación.

*
Capítulo
Título: "La vida es la muerte de la vida anterior".

Uff... Algo de Macbeth respiro en este lugar ...

Al inicio, la luz del escenario está equilibrada con la luz del público. Tres brujas en aque-
infernal alrededor de una palangana de morfología vaginal, danzan con sensualidad lésbica
invocan en el éxtasis de sus compulsiones corporales al espíritu de William Shakespeare.

BRUJA 1: ¿Cuándo volveremos a encontrarnos las tres en el trueno, los


ámpagos o la lluvia?
BRUJA 2: Cuando finalice el estruendo, cuando la batalla esté perdida y ganada.
BRUJA 3: Eso será antes de ponerse el sol.
Todas: Lo hermoso es feo y lo feo es hermoso. Revoloteemos por entre la
iebla y el aire impuro. ¡Hermanas fatídicas, enlacemos las manos! ¡Mensajeras
la tierra y del mar, giremos, giremos! ¡Tres vueltas por ti, y tres por mí, y otras
que sean nueve! ¡Silencio!. .. Acabó el conjuro.

En alguna parte es proyectada la siguiente leyenda:


'((Buen amigo, por amor de Jesús abstente
De desenterrar las cenizas aquí sepultadas.

(223)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

Bendito sea el hombre que respete estas piedras Parecen salidas de mi imaginación, para arrancar el asombro de la plebe que en
Y maldito el que remueva mis huesos). "El Globo" de a penique pagaba por ver mis ocurrencias.
William Shakespeare) 23 de abril de 1616)).
Las brujas se acercan y rodean a William, quien las mira aterrorizado. Estas lo palpan y
Un cortejo fúnebre avanza por entre el público. Se escuchan campanadas pausadas. luego festejan con gritos estridentes y gestos obscenos. Luego callan los parloteos y chillidos. De
ataúd cargado a cuestas por un séquito de dolientes se levanta un hombre) atrapado en u manera silenciosa y ceremonial se despojan de las esperpénticas máscaras develando bajo ellas
pecie de sayal y a la vez de mortaja. idénticas máscaras neutras.

CORO DE LAS TRES: ¡Un tambor, un tambor! (Burlonas.) Es él que vi


BRUJA 1: ¡Ahora represento a la culpa!. .. y te invoco para que respondas
¡El poeta inmortal! ¡El exiguo mortal! Despojado ya de la temporalidad.
por los actos que en vida cometiste en contra de quienes esperaban de ti más de
lo que les diste. Esposa, hijos, hermanos ...
Se escuchan tambores y trompetas. Sin que se altere el curso de la procesión, el
es asistido por dos hombres del común que se levantan de las locaciones del público) qu BRUJA 2: ¡Ahora mismo soy la Calumnia!. .. Y pongo en duda muchas co-
ayudan a bajar. Lo conducen lentamente hacia el escenario. Súbitamente el hombre tra sas tuyas, pero también, de quienes te condenan. Oíres y decires, revolotean de
su pasividad en acciones de resistencia. Grita y forcejea hasta la desesperación. boca en boca ... ¿cuáles verdades? ... ¿Cuáles mentiras? Se dicen de ti horrendas
cosas ... ¡Yo las divulgo! Y tú has de explicarlas: ¡católico vergonzante!, ¡alma de
Se resiste con todas sus fuerzas) pero finalmente los hombres contemporáneos lo la carnicero!, ¡farsante!, ¡ladrón de ciervos!, ¡plagiario de historias!
al escenario. Allí dos técnicos de escena lo despojan del sayal que semeja una camisa de BRUJA 3: ¡Encarno ahora a la Justicia!. .. Y en la equilibrada balanza de
lo dejan desgonzado en el suelo. Estos hombres mediante una señal indican apagar las luces mi juicio colocaré tus aciertos y desaciertos, y si fueren mayores los primeros,
público y luego salen por un extremo -jamás por el fondo-. El cortejo continúa avanzando la absolución en la paz eterna gozarás como lujuriosa libación, y si mayores
lentamente. William se reincorpora como si despe~tara de un sueño profundo. fueren los segundos, te condenarás por los siglos de los siglos sin tiempo, a los
tormentos de tus elucubraciones culposas.
WILLIAM: No les creo ni una palabra, ¡dicharacheras atorrantes!, ¡parlan-
WllliAM. (Angustiado.) ¿En dónde estoy... si es que estoy? Porque
chinas disonantes!, cuyas voces son los afluentes del mar de las banalidades, (Al
es "ser", como "ser" es estar ... Y si dudo de quién soy, entonces no puedo
público) porque dudo de mi propio juicio y creo que son producto de mi des-
gurar que estoy ... (Al público, con pausada tranquilidad.) Provengo de aq
varío causado por los vapores infecciosos que emanan de mis entrañas. (Pausa.)
cortejo cuya mortaja incómodo habitaba, puesto que en ausencia del ser,
Pero sin embargo, voy a seguirles el juego confiado en que el juego me lleve a
cuerpo no tiene razón de ser .... (Para sí, muy preocupado.) ¿Soy? ... ¿estoy? ...
recuperar el juicio razonable, y así de este juicio salir bien librado, condenan-
la pregunta ... ¿Alguien dijo algo tan lúcido en su momento de mayor confusi
do a los infiernos a estos mostrencos pueriles que mi imaginación ya engendró
No recuerdo quién, pero estoy seguro de que si no fui yo, fue mi voz que a
en anterior ocasión para otros fines más pertinentes ... (Dudoso.) ¿Quizás en el
lo dictó. ¿Quizás mi hijo, Hamnet. .. ? ¿Hamlet? ... (Atisbando a las tres e
preámbulo de alguno de mis dramas como recurso para sembrar en el vulgar
pénticas mujeres.) ¿Quiénes son ustedes, contubernio de la fealdad? (Para
espectador el interés por los sucesos que habrían de ocurrir? Tal vez ...

(224) (225)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante il

Es tan poca cosa y cosa tan poca


TODAS EN CORO:
De ancestro converso e innoble ascendencia, Que es la misma nada, que te aliviana y aligera,

De poca monta y desmedida ambición, ¡Desgraciado!,

¡Miserable!, Para el viaje sin distancia que ahora abrazas

Tu hora final llegó en el alba de este día. Y abarcas desde esa quietud obstinada.

Ya las manecillas del reloj de tu tiempo, ¡Miserable y bienaventurado!

¡Granuja!, ¡Bienhechor de inventivas y disparates!

No siguen tu senda ni rastrean tus huellas, ¡Te invocamos para que respondas a tu propio signo de interrogación!

Porque has dado el último y frágil paso.


William:~ huye hacia el público.
Recorrido breve de un mortal.

¡Truhán! TODAS:
Sin pasos que avancen el tiempo es vacuo ¡Detente!
y los tentáculos del reloj un artilugio sin causa. ¡Te conminamos para que no retornes adonde ya no perteneces!
¡Glorioso! Tu nueva naturaleza en ese lugar es insubstancial,
Lo hecho, hecho está, y en tu lecho ahora estás recostado Como insubstancial era este lugar cuando morabas aquel lado
en el equilibrado filo de la faca que se inclina levemente, Que era luz y ahora es oscuridad,
¡Abyecto!, Como oscuridad es este lugar
Para catapultarte a la siniestra de la vida. Para los que perciben la luz de allá.
¡Pero antes deberás rendir tus cuentas! Las tinieblas ahora son la luz de tu día
Pagar tus deudas pendientes Y la noche la vida que bri liaba allá.
y vaciar tus alforjas que pesan como monedas,
William, después de dudarlo, regresa resignado.
Lastre del ahogado.

¡Mísero!
la Culpa: ¡Huyes de tus propios temores pero estás atrapado en los límites
Porque lo que habrás de llevar contigo de tus acciones que ahora dibujan signos de interrogación!

(227)
(226)
Teatro en estudio JI Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11

William se detiene justo en la frontera de lo visible. Encarándolo desafiantes.

la Calumnia: Tus faltas en vida fueron tus decisiones que te llevaron a 1 Y antes de que comiences a fastidiarnos,
cima. Tu obra ponderada se construyó sobre la fragilidad de tus contradicci
Explícanos por qué crees que estás aquí, si no crees en nuestras razones,
Tu fama en estos tiempos, (Burlonas) ¡que no siempre gozaste!, reclama la mín
ma justicia a que tiene derecho un mortal. Cuya razón mayor es la respuesta a los llamados de tu invocación,

la Justicia: No te aflijas ni te relajes; en este lugar tendrá lugar un juici Aunque pareciendo lo contrario por la forma como lo presentamos,
que llamará al juicio que reclamas a rendir cuentas por lo que en vida co Al invocar tu presencia delante del público
guiste en proporción a lo que arrebataste, buscando de esta manera la jus
y no al revés, como realmente es.
condena o la merecida absolución.

TODAS EN CORO: Al público.


Te conminamos,

Te conminamos, Pero así es el teatro: espejo que refleja inversa la imagen de la verdad, falseándola en su
apariencia y revelándola en su esencia.
Figurín descolorido,
WllliAM: (Acercándose.) ¡Bribonas! Enredistas y marrulleras ... Me pon-
Efímero personajito,
go en sus manos, pero no se lamenten, si más tarde el juicio al que me someten
Marioneta astillada, se convierte en mi conjuro contra sus intenciones malévolas, ¡brujas decrepitas!,
Mascarilla desvanecida, ¡arpías cizañeras!, ¡cuervos desalmados!, que engendró y parió mi imaginación
para que ahora en este trance de fragi 1idad me paguen con el don que les pro-
¡Para que respondas en este tribunal de las tribulaciones!
digué, convirtiéndome en carroña de su festín. ¡Parricidas! (Silencio.) Aquí es-
Por las actuaciones que en vida te dieron gloria y vanidad toy hecho presencia en la fina línea que establece la frontera de la luz y de la
oscuridad. Oscuridad y luz que llevadas a sus límites ciegan por igual la visión.
Como dudas sembradas alrededor de tu semblanza inconsistente.
(Silencio.) Dispongan, pues, de mí, en este trance de incertidumbre entre el res-
¡Te conminamos a que respondas la pregunta! plandor y la oscuridad, que por igual me impiden ver el camino que debo seguir.
La pregunta que rehúyes

Y que te impide el sosiego eterno Se muestran amistosas. Se retiran las máscaras neutras develando una segunda máscara
que representa a mujeres maduras de aspecto noble y maternal. No sin cierta exageración sinies-
que extrañas sin haberlo obtenido aún.
tra. Se acercan y lo acarician con ternura.
¡Prepárate, fantasioso impúdico!

(228) (229)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11

Más vale atender a las voces de lo imaginado


CORO DE TODAS:
antes que a las voces inimaginables,
No acusamos, no malentiendas,
de los espectadores del teatro;
Ni absolvemos, no te lo imagines.
Pues están más atentos para anteponer en la memoria
Te facilitamos, apenas, si acaso un poco.
el error del actor que su momento más bri liante,
Para que aclares las aguas
porque dan por hecho que es fácil
de tus oscuros interrogantes.
el prodigio de la actuación perfecta.
Y así tu memoria amurallada en la dignidad

se preserve de los saqueadores de intimidades.


Al público.
Eso sí, ahora mismo te entregas al tránsito inevitable,

No sin saldar con expiación pública De tal manera que el mérito no es meritorio

todo aquello que aliviane tu carga. En tanto que el error es un acto sobresaliente.

Para que puedas ascender con la ingravidez,

semejante a tu pluma que elevó tu nombre WllliAM: ¿Qué pócima, además de la mandrágora, libaron, señoras,
para que tan ligeras de lengua excedan mis parlamentos y caracteres que les
a veces a las nubes del olvido,
asigné alguna vez?
a veces a la cima de la fama,
TODAS EN CORO:
según los vientos de cada tiempo.
Ya no eres el poeta,
WllliAM: (Dirigiéndose al público.)
Ahora eres el poema.
Tristes huesos expuestos y rumores que avergüenzan,
Ya no eres la pluma,
son el infierno de la grandeza.
Ahora eres el papel.
Pruebo los sabores de la muerte,
Ya no eres el dramaturgo,
que jamás en vida, a pesar de mi imaginación, imaginé.
Ahora eres el actor.
TODAS EN CORO: La última función es ahora,
No te lo tomes en serio, pero no desdeñes
Y habrás de representar al pie de la letra
nuestra desinteresada intención.
el papel que nosotras, otrora tu invención,

(231)
(230)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡ ·

en el presente inventamos para ti. cualquiera que sea su origen, ahora habita en este lugar que no es, sin duda, el
En tus manos está justificar el desenlace
paraíso. (Pausa.) Ya lo presentía ... (Al público) ¡que a lo~ poetas también se nos
niega el deleite eterno! ... quizá por haber anticipado este placer a los mortales
de manera tal, que el principio y el final, con nuestros divertimentos ... (Para sí mismo.) Ahora estoy perdido en este mar
que la causa y el efecto, de forma creíble de confusión, como si pagara con ello la osadía del goce que me prodigué en
vida. No hay dolor, solo ausencia de una presencia indefinible, solo un deseo sin
y en equilibrada proporción, justifiquen
objeto que lo provoque ... Un impulso sin una meta ... (Al público.) ¡Créanme! .. .
tus peripecias en el teatro de la vida; Esta ausencia de peligro es más aterradora que el miedo a la muerte en vida .. .
no dejando lugar a las dudas que se tejen Pues anulado el interés dramático de la existencia por la supervivencia, toda
acción pierde interés. ¿Qué hacer entonces si se carece de motivo y de finalidad
cuando el drama es imperfecto por la trama
apremiantes? ... No hacer nada tal vez ... se constituya en una acción provocado-
o el papel. ra que dote al sentimiento de un motivo para hacer algo, para conseguir algo ...
Esperar, pues, sin importar la carencia de interés y el riesgo de aburrir al espec-
De tu interpretación obtendrás el castigo o la compensación.
tador ... (Al publico.) Por esta inacción, ¡mil disculpas os ruego!

Entre risas estrepitosas y vulgares, las mujeres se elevan por los cielos hasta desapa
William, asombrado, las mira hasta que se esfuman. William, lentamente, se acuesta en el piso en posición fetal; entre tanto el cortejo
fúnebre, entre música fúnebre y campanadas, reanuda su marcha por entre el público y se
pierde sin pisar el escenario.
WILLIAM: ¡Está claro!. .. (Señalando el cortejo fúnebre) ya di el paso, Fin temporal de los acontecimientos.
aquel cuerpo en reposo que desfila ante mis propios ojos es mi despojo ... ¡ Movimiento de escena: adecuación espacial, movimientos de tramoya, ajustes técnicos,
no soy el que era! ... si es que lo fui alguna vez ... (Al público) o representé e cambio de luces, etc.
la breve comedia de la vida que fuera mía .... ¿Pero este aquí y ahora, despu
de la hora final, es quizá el inicio de otra comedia que ahora represento, co
el cuerpo de este actor que no sé quien sea ... si llega a ser alguna vez? ... (G *
peándose la cabeza.) Estas cavilaciones me desesperan y confunden ... (Para sí.
De ahora en adelante fui él, William Shakespeare. Esta idea es irrefutable a Capítulo 2
el suceso de mi propia muerte. (Pausa.) Quizá en este mismo instante soy 1
lumbre de su resplandor emanado en vida, el eco de su voz proyectado en 1 Título: ''Cuando el amo queda ciego, el lazarillo ordena al amo lo que ha de ordenar)).
bóveda celeste ... ¿O quizá el capricho de alguien que en esta hora me in ¡Hijo de perra! te conozco porque mi imaginación te parió para que rebuznaras en el cuarto
en su pluma? ... Figura suprema que, intuyo, me avasalla en este desasosiego, acto de ((Ha mlee'.
que busca, representándome en este cuerpo que no es ni fue mío alguna
usurpar mi naturaleza original ... quizás para distorsionarla o a lo mejor par Entra a escena el Sepulturero con la pala a cuestas y una calavera en la mano.
revelarla. ¡Esta es la verdadera cuestión! ... Pero mi ser, cualquiera que sea él

(232) (233)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11

SEPULTUERO: "Pero la edad, con sus arteros pasos, en su red me ha co,. SEPULTURERO: El mismo soy, el que supone, señor, pero en cambio no
gido hundiéndome en la tierra cuando de tierra fabricado he sido" ... Qué se le supongo quién diablos pueda ser usted.
va a hacer, así es la vida, que no es otra cosa que una apariencia engañosa de
WILLIAM: Soy tu padre.
la muerte, como la deliciosa prostituta que contagia a través de sus placeres la
sífilis que mata. SEPULTURERO: Pues aunque en vida no conocí a mi padre, por mi madre
que era una ramera, supe de él que fue un truhán ladrón de caminos: tuerto,
Toma un sorbo de vino cantar. boquinche, pedorro y llagoso, que le faltaban unos cuantos dientes y la totalidad
del entendimiento. Tan bruto como maloliente, que no me cabe duda que no se
trata de usted señor ... Además porque también lo que le faltaba de entendimien-
"Cuando era joven y amaba, y amaba, to le sobraba en el alargamiento ... (Ilustra una obscenidad.) ¿Ahora comprende
. Muy dulce todo me parecía por qué tampoco puede ser usted mi padre? (Ríe burlón.)

Para matar el tiempo, ¡oh!, el tiempo que pasaba, WILUAM: ¡Calla! ... y respeta a tu padre, porque el talento en la pluma no
está en el alargue de la misma sino en la inspiración de quien la guía. Y tú eres
Aunque con él, ¡oh!, nada bueno me venía".
producto de mi pluma inspirada cuando rondaba el cuarto acto de "Hamlet".

William escucha la canción y se reincorpora tratando de identificar quién la canta. SEPUlTURERO: ¿Hamlet, el príncipe muerto?
WllUAM: ¡El mismo!
WILUAM: ¿Te conozco de alguna parte? SEPUlTUREO: ¿Padre de Hamlet? ... Pero si usted no es el noble rey asesinado.
SEPULTURERO: WILUAM: No dije que lo fuera ... Yo también soy el padre del rey y de
Un pico y un azadón, todos los que conociste en vida.

Un azadón y una sábana; SEPÚLTURERO: Ahora le entiendo menos ... a menos que usted sea Dios mis-
mo en persona. ¡Pero aun así. .. ¡Yo! ... ¿Hermano de sangre del príncipe Hamlet?
¡Oh! Y un hoyo cavado en tierra
WILUAM: Hermano de sangre no ... ¡hermano de tinta!
A tal huésped bien le cuadra.
SEPULTURERO: ¿Hermano de tinta?
WllliAM: ¡Truhán! Ya sé quién eres ... (Pausa.) ¿Pero cuál naturaleza es
la que domina aquí en donde es real lo que se imaginó alguna vez ... y quizás WILUAM: Como lo oyes.
imaginado lo que alguna vez fue real? (Silencio.) SEPULTURERO: Ahora entiendo menos.
WILLIAM Y SEPULTURERO: (Señalándose mutuamente.) WILUAM: (Al público.) Pago las consecuencias de haber creado a esta
criatura tan corta de ideas ... (Al Sepulturero.) Para que sepas, el vínculo de tinta
"Y un hoyo cavado en tierra
incluso es más certero que el de la sangre, pues en él se reconoce al parentesco
A tal huésped le cuadra". no solo en el parecido de la forma, sino en el estilo poético, y en la idea que la

(234) (235)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

inspira: lo cual no deja dudas del vínculo, trátese de villano, noble, moro, SEPULTURERO: Ese es mi castigo por osado; pero creo que no hay alma
no, irlandés, veronés, danés o normando. Todos pueden ser hermanos de tinta que dure cien años, ni cien años que soporten a un alma en pena maldiciendo
hijos de un mismo poeta. su suerte ... ¡Maldita sea! ¡Hideputas!. .. ¡Carroñeros!... ·

SEPULTURERO: Ahora le entiendo menos, pero le creo, debido a la ma-


El Sepulturero lanza palazos para todas partes) enloquecido.
nera como enreda con habilidad a mi entendimiento. Eso indica que usted es
mucho más sabio que yo; razón por la cual no le entiendo pero me veo obligado
a brindarle toda mi credibilidad por tratarse, sin duda, de un pensamiento sabio WILUAM: (Al público.) No imaginé en vida peor destino que el que le
enredado o enredador, porque no es lo mismo la araña que teje la telaraña que asigné a este miserable; pero es peor este que lleva ahora y a cuyo autor desco-
la telaraña que atrapa a la araña. nozco, autor que me tiene también bajo los caprichos de su temible pluma que
WILUAM: (Para sí.) Su imbecilidad ahora opera a mi favor ... ¡Buen hom~
me abruma junto con este infeliz.
bre! Me parece razonable tu deducción ... SEPULTURERO: (Exhausto pero resignado.) Solo sé, "padre de tinta", que
aquí es peor que en la vida, porque allá, en la mala racha, bien servido se daba
SEPULTURERO: ¡Válgame Dios!. .. ¿Hermano de tinta del príncipe Hamlet?
uno cuando pensaba en la muerte; pues ante ella la peor de las desventuras era
¿Quién lo creyera? Ni yo mismo he de ser tan crédulo ... De haberlo sabido en
cosa sin valor. .. pero en cambio, estando aquí, como dicen allá "difunto" no hay
vida, al menos habría podido llegar a ser cocinero, o, ¿por qué no?, ¡ayudante de
cosa peor que le pueda aguardar a uno, por bien que uno esté. Eso significa que
cámara!, ¡Consejero del Rey!, y con un poco de suerte hasta ... ¡Caballero de la
lo peor es lo que ya le está pasando, y no lo que le pueda pasar.
Corte!, con la bendición de mi hermano de tinta el príncipe Hamlet.
WILUAM: (Para sí.) ¿Cómo habitas en este lugar, si eres un ser de mi ima-
En arrebato) William sacude al Sepulturero urgido por la respuesta. ginación? ... ¿Es posible que aquí sea suficiente haber sido imaginado para exis-
tir? ¿Pero qué sentido tiene este hallazgo, a no ser el de hacerme reflexionar
WILUAM: Así es ... Pero ya no hay vuelta atrás para ninguno de los dos ...
sobre el sentido que puede tener todo esto? ... La incertidumbre es tan honda que
¿Así que dime? ... ¿Qué es lo que quieren de mí en este lugar? ... ¿Por qué me pi-
a pesar de la diferencia entre este pobre infeliz y yo, no hay diferencia frente a la
den cuentas? ... Mejor: ¿dónde estoy? ... ¿Este es el trance entre. la vida y la muerte
posibilidad de hallar alguna respuesta. ¡Somos hermanos de ignorancia! ... (Al
o entre la muerte y el infierno?
público.) ¿Pero qué significa esa calavera que carga bajo el sobaco? "Esa calave-
SEPULTURERO: Pues la verdad, "padre de tinta", no le puedo decir ... A ra tenía lengua y podía en otro tiempo cantar ... ".
fe mía, que pensaba que todo terminaba cuando puesto el difunto en el hoyo lo
cubría de tierra con la ayuda de esta pala, borrándolo así del mundo ... Pero no, El Sepulturero deja caer la calavera al tratar de tomar un trago de vino.
y lo malo es que, por incrédulo, ahora no me dan ninguna explicación de nada.
(Al público.) "¡Cómo la tira contra el suelo ese bribón, como si fuera la
William) más calmado) lo libera. quijada con que Caín cometió el primer asesinato ... ". (Al Sepulturero.) ¿Y esa
calavera que profanas de quién es?

WILUAM: Tan perdido como yo.

(237)
(236)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡ ·

SEPULTURERO: ¿De quién es? ... ¡Mejor! ¡De qu1en fue!. .. Igual. .. El Sepulturero extiende la calavera. William la toma en sus manos y la mira como si escu-
quienquiera que haya sido, ya no le pertenece aunque sea suya, es decir de driñara en sus cuencas vacías las respuestas a sus preguntas.
su dueño; porque su sesera está deshabitada .. Por lo tanto esta calavera Fin temporal de los acontecimientos.
no es de nadie, ni de ella misma ... como el caracol sin babosa, y por eso yo Movimiento de escena: adecuación espacial, entrada de actores, movimientos de tramoya,
asigné un personaje a mi antojo. ajustes técnicos, indicaciones, cambio de luces, etc. Entretanto, el personaje William aguarda.

WILUAM: (Al público.) ¡Faltaba más! Que este borrico ahora pose de poe-·
ta ... Pero sigámosle el juego ... (Al Sepulturero.) ¡Qué bien! Háblame de ese *
sonaje que le asignaste a ese actor des-sesada, que no es novedad, pues a
chos de ese talante conocí en vida, aunque debo reconocerlo que en las tablas Capítulo 3
supieron mostrar su talento a pesar de su cráneo vacío. Tal vez la ausencia de
sesos aligeraba el peso de la razón que es lastre para el vuelo de la imaginación. Título: ((Richard, un jorobado hideputa, malnacido, le hace el amor a una recién viuda,
Ann ... )).
El Sepulturero recoge la calavera y la manipula mientras explica con entusiasmo. a¿ Qué hay en un nombre?... ¿otro hombre?)'.
a¡Oh!, corazón de tigre envuelto en un pellejo de mujer)): Duke de York.
SEPULTURERO: Pues verá usted, señor padre de tinta, esta calavera repre-:
senta en la muerte lo contrario que repr~sentaba en la vida ... En vida, reflejaba William, en una especie de balcón de la misma habitación. Anne Hathaway duerme en el
a la muerte, y aquí en la muerte refleja a la vida. ¡Esta calavera nos recuerda lecho matrimonial; a su lado alguien cubierto que no se identifica.
que alguna vez fuimos vivientes! Tal cual, en vida nos recordaba que algún día
estaríamos muertos. WILLIAM: Mi esposa Anne, entregada a la lascivia del adulterio sin el me-
WILLUAM: ¡Esa reflexión parece escapar de tus alcances limitados! Cuan.: nor remordimiento ... Siempre me persiguió en mi ausencia este fantasma, esta
do en el teatro un personaje se excede en relación con su naturaleza, se delata figuración perversa pero en consecuencia con las circunstancias que actuaron
un mal autor (Al público) ... pero aquí no sé qué signifique. como alcahuetas de esta usurpación carnal ... Aunque figurar en ausencia no es
ninguna certeza, sin embargo, es duda que corroe. (Cambiando de registro a un
SEPULTURERO: Señor padre de tinta ... esta calavera es una ventana a tra-
tono sincero pero recitativo.) "¡Qué has cometido!. .. El cielo tápase ante ello la
vés de la cual podemos atisbar lo que está del otro lado, que de otra manera es
nariz, y la luna cierra los ojos! ¡El viento lascivo que besa todo lo que encuentra,
invisible como lo somos nosotros para los de allá.
se esconde en los antros profundos de la tierra para no escucharlo ... ¡Qué has
WllUAM: Comienza a tener sentido este encuentro que ahora sospecho cometido! ¡Imprudente prostituta!". (Al público.) ... dicté a Otelo en su desvarío
no es casual ... Dé jame ver pues ... el autor, quienquiera que sea, sin que de esa obsesivo atendiendo la orden de mi propia duda.
posibilidad me excluya, ha cuidado de observar la regla de anteceder toda ac-
ción con una causa proporcional al fin que el personaje se propone. (Silencio.) Anne se despierta de manera abrupta y sobresaltada.

(238) (239)
Teatro en estudio 11 Se/ecci6n de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11 ·

ANNE: ¿Quién está ahí? ... ¿Eres tú, William? ... ¿Qué haces espián WllliAM: "Mi pulso, como el tuyo, late acompasadamente y con igual y
tras la cortina de tus dudas? Como dirías tú ... ¡no disimules!. .. Como si no saludable ritmo. No hay demencia en lo que acabo de decir, ponme a prueba y
conociera, desconsiderado. ¡Habla!, si eres tú, y calla si eres un sueño ... Pe te lo repetiré todo, palabra por palabra, de lo cual huiría a galope la locura ... ';.
antes atiéndeme: si eres un sueño, este hombre que está a mi lado serías tú an
ANNE: ¡Calla!. .. Es triste saber que la voz de algunos de tus personajes
de irte tras las faldas del teatro; pero si no es un sueño, este hombre entonces
nació de la duda sob¡e mi honradez, y ahora para acusarme recitas sus palabras
el motivo real de tus celos.
sin convicción, como muchos de tus malos actores.
WllliAM: Quizá soy yo mismo en mi sustancia y no el sueño que
WllliAM: ¿A qué otra forma puede recurrir el poeta para apaciguar la
núas. Pero de ser así, según tu suposición, entonces ese hombre que está a
duda? ... "¿Acaso, asfixiarte y 1uego quitarme la vida sería el orden?" ... Pero
lado no soy yo, sino aquel con el que me traicionas cuando no estoy.
ya no tengo la vida, luego disipo esa posibilidad, aunque sería un buen fin
ANNE: Hablas ... ¡No hay duda! ¡Reconozco tu voz que siempre para un drama de celos, pero quizás un mal principio para aliviar el tormento
sonó infantil! de un alma en pena.
WllliAM: Hablo, sí. Pero contesta: ¿quién es ese, entonces? ... si yo no soy ANNE: No entiendo cómo tu mente fue capaz de hilar esos arabescos tan
ANNE: ¡Tu fantasma! ¡Tu imaginación! La prueba de tu invención, retorcidos sobre él, solo por haberme tendido la mano cuando te fuiste y cam-
fantasioso. biaste tu hogar y tu familia por un tablado y una tribu de inmorales y busconas
de toda pelambre.
WllliAM: ¿Con el que me traicionas?
WllliAM: La ausencia del hombre no justifica, por apremiante que sea el
ANNE: Con el que te traicionas. deseo carnal, el desahogo de la mujer en brazos sustitutos. Y más infame aún,
WllliAM: ¿Crees que no sospecho de quién se trata? que ese calor protector provenga de la misma sangre del traicioraado.
ANNE: Lo sé ... Pero no te atreves a mencionar su nombre ... ¡Déjame ANNE: Nada justifica la traición, eso es muy cierto ... ¡Sí señor! ¡Ni del
vinar!. .. ¿Sospechas de tu misma sangre?, (Pausa) ¿no necesariamente hombre ni de la mujer!. .. ¡Escúchalo bien! ¡De ninguno de los dos!. .. ¿Recuer-
en tu mismo cuerpo? das? ... Alguna vez me dijiste que la traición, sin embargo, existe y subsiste, por-
que se alimenta de su propia y equivocada sustancia extraída de nosotros; a
WllliAM: ¡Sí! De mi sangre, aunque no necesariamente contenida en
veces complaciendo al impulso de la carne, y en otras obedeciendo al pensa-
propias venas ... ¿Entonces lo confiesas?
miento, según las circunstancias y nuestra natural inclinación ... ¿Olvidaste tus
ANNE: Solo doy continuidad al devaneo de tu cerebro. propias palabras? O solo son prédica que no aplicas ... como dice el predicador.
WllliAM: ¿Infieres que el delirio es muy hábil creando espejos en los WILUAM: Nunca, que recuerde, dije aquello. (Al público.) ¿Ella me su-
se proyectan las sombras de nuestros deseos inconfesables? planta o alguien nos suplanta a juntos?
ANNE: Yo solo digo sin retruécanos lo que pienso, aunque pretendas ANNE: Te recuerdo entonces los hechos que pudieron inspirar tus palabras:
fundirte y confundirme con tus locuras. me refiero a que nuestro hijo nació seis meses después de nuestro matrimonio.

(240) (241)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡(

WllliAM: No veo adónde quieres llegar dando más rodeos de los que me WllUAM: Lo intentaré como dices ... Veamos ... Por ejemplo: ¿en qué di-
endilgas cuando deseo expresarte lo que pienso. Si sigues así, tu estilo podría fieres del común? ... ¡Claro!. .. ¡Ahora encuentro una sustancial diferencia: ¡siem-
confundirse con el mío, poniendo en duda al verdadero autor de las palabras ... pre te gustaron los hombres menores! ... (Para sí.) ¡Ave de rapiña que engulle l~s
(Al público) y tal vez revelando a un tercero aquí presente sin presencia cierta. polluelos de su propio nido!. .. (A Anne.) Hábito poco común, por cierto, que
resalta tu pequeña diferencia con el resto de tu género.
ANNE: Quiero decirte, si no te queda claro, que ahora quieres actuar
anglicano piadoso, cuando en tu vida, lo sabes muy bien, mostraste ejemplo ANNE: Ser mayor no es diferencia que pueda considerarse pecado ni enga-
contrario al recato y la prudencia. Y no lo digo yo, solo hago eco a las malas ño amoroso. Siempre fui veraz cuando te juré mi amor, que aprobaron nuestras
lenguas que por malas no necesariamente son mentirosas. familias.
WllliAM: Presiento dónde va a desembocar el cauce de esta aflicción WllUAM: "Cuando jura mi amada que es honesta y veraz, yo la creo,
tuya .. : Pretendes lavar celos con celos. aunque sé que miente y engaña. Así cree que soy mozo sin malicia e inexperto
en las trampas sutiles que son propias del mundo".
ANNE: (Interrumpiéndolo.) ¿Crees que no estoy enterada de tus enredos
personales con mujerzuelas y damas admiradoras de tus enredos en el teatro? Yo ANNE: "En amor solo importa parecer sinceros, y al amor no le gusta que
sé que alguna de ellas engañó a su marido contigo ... Pero no la juzgo ... esa no le cuenten los años".
es la cuestión, al contrario, la absuelvo de toda culpa, pues esa mujer es tan solo
WllliAM: "Miento y yazgo con ella, ella miente en mis brazos y gustosos
una mujer como cualquier otra mujer.
se mezclan el embuste y la culpa".
WllUAM: ¿Reconoces, pues, en tu naturaleza femenina las debii.\.AU''-"'----~ ANNE: ¿Entonces, con qué autoridad me acusas?
que te hacen propensa al engaño?
WllliAM: Te acuso de no refrenar tu natural preferencia por los hombres
ANNE: Confieso tener los deseos que la b'uenas costumbres condenan, menores ... pero mejor me callo, porque en este instante me cuestiono la razón
pero eso no me hace culpable, si bien tampoco voy a decir que inocente ¡No
por la cual hablo contigo de estas cosas que jamás hablamos cuando era opor-
señor! Solo humana ... y te confieso que si es pecado satisfacer la debilidad en
tuno retomar o abandonar el camino.
pensamiento, pues soy pecadora! Tan pecadora como aquella respetable
encontró en el respetable señor William Shakespeare, esposo de la ANNE: Habla y di lo que tienes que decir para que te tragues de una vez
señora Anne Hathaway, la posibilidad de pecar en pensamiento, y en obra. por todas esa rosa que tienes atravesada en la garganta y que no te deja odiar
debido a la suavidad de sus pétalos, ni amar por causa de su espina puntiaguda.
WllliAM: Mi error estuvo en no verte igual a todas, sino a todas dife-
Hablo con palabras que tú me hablarías para decirme algo tan simple como: ¡Di
rentes a ti ...
de una vez lo que tengas que decir!
ANNE: Todas y todos los hijos de Dios somos iguales ante su mirada, pero WllUAM: Si en ocho años me aventajas, y ello te ha hecho en ocasio-
ante nuestros ojos imperfectos aparecen las pequeñas diferencias y resulta que
nes sonrojar, deberías considerar que quince años serían suficientes para que la
no todos somos iguales en un mismo instante ... Así que no me juzgues con la
vergüenza te devorara, cumpliendo de esta manera mi obligación de limpiar la
mirada de Dios y trata de ver esas pequeñas diferencias con la vista corta de los
afrenta que me infligiste. Pero no es así, por el contrario, las aguas deleitosas del
mortales.
placer lavan el rubor que en tu rostro debería delatarte.

(242) (243)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

ANNE: Comienzas a escucharte por fin, después de tantos rodeos y tantos años. WILUAM: ¿No tratabas de insinuar hace un momento que ese que está allí
mancillando nuestro tálamo no es otro que la representación de mi sombra culposa? ...
WILUAM: Veinte años de ausencia de tus mejores años fueron los más
fecundos de mi creación. La duda perversa alimentó mi fantasía para bien, ANNE: Lo hacía, sí ...
como el inmundo estiércol nutre a la planta que moldea la más hermosa flor ... WILUAM: ¿En qué ardid de tu lengua elemental, pero mortal como trampa
(Al público.) ¡Vacío que ahora me aplasta como roca de plomo!. .. (A ella.) para zorros, me enredas ahora?
duda, mi escudero fiel que me acompañó y aconsejó en los lugares por doqui
ANNE: Solo palabras que no llenan el espacio de tu abandono, palabras
anduve librando combates en mi imaginación desbocada ... Campos de batalla
que tus culpas las convierten en dardos que apuntan a tu corazón ... ¿Y sin em-
en los cuales volqué con furia vengativa mi odio en un tirano sin escrúpulos;
bargo te atreves a culparme de esos temores propiciados por tu manera de pro-
que lleva el mismo nombre de mi hermano, ¡maldita sea!, ¡Ricardo! Mi noble
ceder? (Quebrantada.) ¡Qué injusticia!. ..
hermano menor que no merece ser en parte el origen de un monstruo exage-
rado y desmedido en ambición, y a la vez contrahecho como el que creé par~ WILLIAM: "Si la tierra pudiera fecundarse con lágrimas de mujer, cada
satisfacer mi enojo y desahogar mi ánimo vengativo. Pero he demostrado que gota que viertes se convertiría en un cocodrilo" ...
los ejercicios mentales son capaces de convertir cualquier materia innoble en ANNE: No necesito convencerte si no está en tu interés convencerte.
abono fértil para la creación.
WILLIAM: Tiempo perdido entre las cloacas de la ficción ... Es tarde para
ANNE: Preferiste vivir con esa duda porque alivianaba tu alma y alimen- retroceder y rehacer el camino, pero en cambio, tiempo oportuno para conti-
taba tu im.aginación, y aunque en apariencia te mortificara, en verdad ella te nuar sin desandar enmendando el norte extraviado ... (Pausa.) Ahora entiendo,
libraba de tu obligación de vivir aliado de tu familia como Dios manda. ¡mi duda sobre ti es mi aliciente por el abandono ... Podría ser. Es el emplasto
WILLIAM: No tuve más remedio para librarte de los agites, peligros, sinsa- incómodo en la llaga insanable. La parodia risueña representada por el bufón
bores, angustias e insalubridades de los teatros de la ciudad. sobre su miserable suerte de ser un bufón ... (Pausa.) ¿Así que ese bulto que
reposa a tu lado es mi propia sombra proyectada en tu lecho, para culparte y
ANNE: ¡Justificaciones de un bufón, que por razonables que parezcan al
redimirme? ... (Silencio.) Veamos entonces ... ¿Lo que interpretaba como tu ardid
oído, son desmentidas por su carácter desconfiable!
se troca en prueba fehaciente de tu inocencia? ¿Será posible? ... (Al público.)
WILLIAM: ¡Pero por ello no puedes evadir la responsabilidad de demos. . ¿Quién lo dice?, ¿quién lo asegura?, ¿quién lo piensa?, ¿quién lo escribe? ¿quién
trar tu inocencia! lo dictamina?
ANNE: Si te demuestro mi honradez, la deshonra será tuya por el
al que tu imaginación me sometió ... (Quebrantada.) Así que en tu beneficio William se acerca a la cama y retira el manto. Vemos allí a un enjuto y contrahecho per-
alimento tu desconfianza callando la defensa de mi honra. sonaje ... Se miran y este personaje indica a William que se acerque.
WILLIAM: ¿Me pides ahora que considere posible que el alcance de
imaginación sea la confirmación de un hecho cierto? RICARDO 111: Ven aquí. .. (William se acerca.) Haz correr el rumor de que
ANNE: Eso mismo dije con mis palabras. Anne, mi esposa, está gravemente enferma ... (Balbucea.) Me importa mucho
poner término a todas las esperanzas que, acrecentadas, puedan perjudicarme.

(245)
(244)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de 1111 autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

(Balbucea.) ¡Degollar a sus hermanos y luego desposarme con ella! ¡Incierto WllUAM: "jesús, tened piedad de mí!. .. ¡Calla! No era más que un sue-
mino de ganancias! Pero he ido tan lejos en la sangre, que un crimen lava otro ño. ¡Oh, cobarde consciencia, cómo me afliges! ... ¡La luz despide resplandores
men. Las lágrimas de piedad no habitan en mis ojos ... (Balbucea azulencos!. .. ¡Es la hora de medianoche mortal! ¡Un sudor frío empapa mis tem-
blorosas carnes!. .. (Se mira las manos ensangrentadas y se las frota tratando de
WllUAM: ¡Eres tú, Ricardo, la ponzor1a hiriente de tu su hazaña vil, ¡
limpiárselas.) ¡Cómo! ¿Tengo miedo de mí mismo? ... Aquí no hay nadie, Ricardo
mano!, el que urde en mi perversa imaginación al engendro que reúne en
ama a Ricardo ... William odia a Ricardo ... Eso es, ¡yo!. ... ¿Hay aquí algún asesi-
deformidad todos los prodigios de la maldad y de la traición. t ¡Va 1·rente razon!
"
no.? N o. S"1. .. ¡v10 1.... ¡H uyamos pues 1.... ¡C"omo.1 ¿Oe mr" mrsmo.
.
¿Por qué? ¡De miedo a la venganza! ¡Cómo! ¿De mí mismo sobre mí mismo?
Aparecen las tres brujas con las máscaras maternales que se despojan frente al ¡Ay! ¡Yo me amo! ¿Por qué causa? ¿Por el escaso bien que me he hecho a mí mis-
dejando ver ahora las máscaras espectrales de las víctimas de Ricardo 111. mo? ¡Oh, no! ¡Ay de mí!. .. ¡Más bien debería odiarme por las infames acciones
que he cometido! ¡Soy un miserable! Pero miento; eso no es verdad ... ¡Loco,
habla bien de ti! ¡Loco, no te adules! ¡Mi conciencia tiene similares de lengua,
ESPECTRO 1: Mañana pesaré con fuerza abrumadora sobre tu alma.
y cada lengua repite su historia particular ... y cada historia me condena como
dita cómo me apuñalaste! ...
un miserable! Ya me lo advertiste, ¡culpa! ¡El perjurio en el más alto grado!. .. ".
ESPECTRO 2: Cuando yo era mortal, mi ungido cuerpo fue atravesado
ti con saña mortífera. Anne se acerca a Williarn con una palangana. William se lava las manos.
ESPESTRO 3: Mañana pasaré con fuerza abrumadora sobre tu alma ...
espérate y muere .... WllUAM: "Mi pensamiento, en donde el crimen es solo fantasía, agita de
RICARDO 111: (Delirante.) ¡Un caballo, un caballo, mi reino por un ca- tal modo mi condición humana, que ahoga en conjeturas toda forma de acción,
ballo! Miserable juego de mi vida a un albur, y quiero correr el azar de y nada existe para mí más real que la nada de donde provengo y adonde me
¡Dadme otro caballo!. .. ¡Vendadme las heridas! dirijo ... porque la vida es la inacción entre las dos tremebundas nadas: la que
nos precede y la que nos aguarda.
Uno de los espectros ofrece una daga a William. Este lo mira aterrorizado.
Anne le seca con un pañuelo las manos a William.
WllUAM: "Entre la ejecución de un acto terrible y su primer impulso,
todo intervalo es como una aparición o una horrorosa pesadilla. El espíritu ANNE: En la imaginación no hay acto terrible, pues por atroz que sea es
las potencias corporales celebran entonces consejo, y el estado del hombre solo suposición y no acción; en esta vida, en cambio, no hay acto que no tenga
semejante a un pequeño reino, que sufre entonces una especie de algo de terrible, aun el más festejado y celebrado, como el parto dichoso que,
sin embargo, es doloroso para la madre y para el recién nacido ...
William decide tornar la daga. Los espectros se lanzan sobre Ricardo 111 y Williarn se
a ellos en un festín de sangre. Los espectros se retiran arrastrando consigo el cuerpo de
111. Williarn queda frente a Anne arrodillado y con las manos ensangrentadas.

(246) (247)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

WllUAM: Creo escuchar en tu voz mis propias palabras como si el a nías, pero, mi querida ventana, te confieso que yo, este William, voy algo más
se equivocara trocando los textos. ¡Oportuna equivocación! ¡Emplasto medí liviano a ese lugar en donde las cosas no pesan por su peso sino por el prec;io
nal extraído de mi propia médula! que uno en vida pagó por ellas ... Lo cierto es que yo, fantasma, espanté al fan-
ANNE: Ahora sí puedes ausentarte tranquilo por el resto de mis días, ah tasma que yacía en nuestro lecho. Allí veo ahora el gran tamaño de mi ausencia
raque tu fantasía se lavó con otra fantasía en la que la calumnia cedió su lu que haría pequeña cualquier debilidad de la carne en un momento de duda.
a un nuevo engaño más benévolo. Qué importa si te traicioné o no, lo qu
importa es que ello no te importe ... (William trata de abrazarla pero ella su Silencio.
mente lo evita.) Torna en sombra a la luz de la oscuridad y déjame contin Camina lentamente hacia el lugar que anuncia.
sola esta travesía, este corto sueño que debe ser la vida ... Pronto despertaré Fin temporal de los acontecimientos.
haré parte de ese sueño del cual ahora procedes ... Vete, y no quiero lágrim Movimiento de escena: Adecuación espacial, movimientos de tramoya, ajustes técnicos,
porque las penas no se borran con el llanto, por el contrario, se embalsam cambio de luces, etc. Oscuridad súbita.
en sus jugos ... Yo te perdono, fantasioso empedernido, para que puedas segu
tu camino de ensoñaciones.
*
WllUAM: Sin este lastre de más.
ANNE: ¡Y una cosa aún! No importa, bellaco, que apenas me hayas men.;
Capítulo 4
cionado en tu testamento para heredarme ra segunda cama, que por ser la de 1
huéspedes es la mejor sin duda; pero una esposa fiel espera heredar la prime Título: ((El alma colectiva delega al autor la tarea de transcribir sus mitos)).
cama, la cama matrimonial que solo fue habitada por la pareja, y no la cam Se ilumina la calavera en el piso. Una sombra se acerca y la toma. Retorna la luz y vemos que
destinada para visitantes esporádicos. ¡También dejaste la huella de tu ingeni quien la sostiene es el Sepulturero. William y el Sepulturero se miran.
suspicaz en el testamento! Ni una palabra de conmiseración hacia mí. .. ¡Q
tristeza! ... Este asunto menor ya lo aclararemos en otro sueño ... Y no piens
SEPUlTURERO: Retornas de mejor humor de ese lugar en donde nunca
que se me va a olvidar ... No señor ... Ya hablaremos de ello .... ¡Vete en paz!
estuviste ...

Lo mira con ternura y le besa la frente. Luego va a la cama vacía y se acuesta. WllliAM: Sabio oficio el tuyo, tan sabio que el más imbécil es el indicado
incuestionable para desempeñarlo ...
SEPULTUREO: No te entiendo, padrecito de tinta mío ...
WllliAM: ¡Silencio! Mejor me aparto ... ya en vida perturbé su sueño m
chas veces, es hora de que ella duerma en paz y yo errático deambule ... Aho WllUAM: No hace falta entenderlo, pobre diablo, al fin de cuentas frente
regreso o parto ... Muero o revivo en remozado parto ... Vuelvo a la vida en do a los misterios de la vida no hay distancia entre el más sabio y el más imbécil.
lo roso parto o regreso a la muerte en dulce arrullo ... (Para sí.) Difícil acertar co Tú, Sepulturero, ¡hijo mío!, desenterraste ciertos recuerdos, al mismo tiempo
las más adecuadas palabras cuando lo que se experimenta no es suposición si que enterraste alguna duda ponzoñosa ... ¡Qué prodigio! No logro explicarme
descarnada realidad. (Al público.) ¿Quién lo sabrá? ... (William toma la calavera cómo tú, invento mío, me inventas en tu imaginación para alivianar el peso de
y le habla.) No sé si solo fue un sueño o la filigrana de algún inventor de cal u mis autorías.

(248) (249)
Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11 ·
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano

WllUAM: Ya te lo explicaré ... Aunque sé que de todas formas no habrás·


SEPULTURERO: Tampoco te entiendo ...
de entenderlo.
WILUAM: ¿Yo sí?
SEPULTURERO: Entonces será mejor aguzar nuestros entendimientos con
SEPULTURERO: Ahora entiendo menos. un poco de vino: tu entendimiento para explicármelo y mi entendimiento para
WILLIAM: A veces entre menos se entiende más se sabe ... Allí radica entender tu explicación.
mismo tiempo tu sabiduría y mi ignorancia.
El Sepulturero le ofrece la botella a William. Él/a mira con prevención, la toma y la exa-
SEPULTURERO: Ahora sí te entiendo a pesar de no entenderte ...
mina con desconfianza y curiosidad.
Eso quiere decir que somos dos desentendidos que se entienden gracias a
no entienden nada de nada.
WILLIAM: ¡Qué desentendimiento el de tu entendimiento! WILLIAM: ¡Pero si esta botella está vacía!

SEPULTURERO: ¡Y qué entendimiento el de tu desentendimiento!.. SEPULTURERO: Está vacía porque no has probado el vino ... Pruébalo y
Cada vez me cuesta menos reconocer que sí eres mi verdadero padre ... no estará vacía ... Así son las cosas de este lado. Lo lleno solo aparece cuando le
sustraemos lo vacío que es la esencia de su llenura .... Prueba ... y verás.
que sea de tinta.

El Sepulturero le da un cálido y emotivo abrazo a William. William se lleva la botella a la boca y toma un sorbo.

WILLIAM: Nunca te imaginé tan sensible ... WILLIAM: ¡Es cierto!. .. Cuando la vacié se llenó y extraje su contenido ...
¡Mira!. .. (Bebe.) Extraigo su contenido y en ese momento se llena, ¡mira!, y
SEPULTURERO: (Visiblemente emocionado.) Brindemos por este cuando dejo de extraerlo, se vacía ...
tro, padre mío, ¡verdadero padre mío! Aunque no te imagino fornicando con
madre ... (Pausa.) No por ella, que no le costaba hacerlo sino que, por el SEPULTURERO: Te lo dije ... (Bebe y se sienta en el suelo. Le ofrece más
trario, cobraba por hacerlo. Sino por ti, ¡padrecito de tinta! Y no por el costo, trago a William. Este duda pero finalmente toma otro sorbo.) ¿No voy yo ·a saber
que se nota que fuiste pudiente ... Pero cuánto te debió costar hacerlo con de los misterios del vino?
mostrenco que me parió, por barato que fuera el costo, me pregunto. WILLIAM: Si pudiera asegurar yo lo mismo de los misterios de la vida.
WILLIAM: No entiendes, hijo ... Mi paternidad de tinta nada tiene que SEPULTURERO: Tal vez con unos vinos en la cabeza no sea tan difícil.
con la paternidad sanguínea ... Para que existieras solo tuve que fornicar
WILLIAM: (Mirando la botella vacía.) Lugar extraño este espacio de la
mi imaginación. ¡Ella es tu madre, quien te parió!. .. Ahora, tu madre de la
invención, que es a la vez inventor e invento al mismo tiempo de todo cuanto
hablas, la pariste tú con tu imaginación. Ella, tu madre, no es de mi autoría
existe, o eventualmente de cuanto pueda existir. ..
la hija de tu propia inventiva.
SEPULTURERO: No entiendo ...

(251)
(250)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de u¡¡ autor desconcertado o la saga del espejo constante 11 .

SEPUlTURERO: Ha de ser extraño, aunque resulte familiar, así como cada SEPUlTURERO: Los efectos del vino le están haciendo creer a mi padreci-
vez que uno se emborracha: se siente extraño, pero esa extrañeza le resulta fa~ to de tinta que comprende lo incomprensible. A mí me pasa igual y confundo lo
miliar, si uno se ha emborrachado antes. imaginario con lo imaginable.

WllliAM: (Señala al Sepulturero y luego a sí mismo.) ¡Autor y obra en una


William bebe nuevamente con entusiasmo.
misma identidad! ... ¿Qué galimatías es este?
SEPUlTURERO: ¿No podría ser (Señalándose) autor ... (Señalando a Wi-
1/iam) y obra? ... (Como disculpándose.) Digo yo ...
WllUAM: Pero si damos por cierta la hipótesis de que el globo terráqueo,
según las últimas observaciones que contrarían los preceptos teológicos, no es
plano, sino redondo como una manzana, eso conduciría a que todo lo que con-
William avanza hacia el público y mira como atisbando hacia el horizonte. El Sepulturero
tinúe en la línea del tiempo y del espacio al final del recorrido solo habrá llegado
lo observa con curiosidad.
al inicio del mismo ... Y es ahí, en ese final-inicio, en donde el autor de este autor
se fundirá en mí mismo para convertirme en mi propio autor. (Bebe.)
WllUAM: Presiento que allá, del otro lado, hay otra realidad ... ¡Claro! ...
SEPULTURERO: No bebas más, padrecito, porque vas llegar a menos y no
(Bebe otro poco.) Es como si estuviéramos detrás del telón del espectáculo que
a más, como todo borracho que entre más toma más rápido da contra el suelo.
se representa, y los que están allá del otro lado también estuvieran detrás del
telón de otro espectáculo que se representa, y así sucesivamente ... (Al Sepultu-
El Sepulturero le pide la botella William) quien se la entrega.
rero.) ¿Comprendes, mi querido disparate imaginado?
SEPUlTURERO: No te entiendo, porque voy entendiendo que los padres
de tinta no crean a imagen y semejanza a sus hijos, porque si fuera así, ellos
WllliAM: ¡Quiero llegar allá donde el creador se fundirá en el creado.
entenderían todo lo que sus padres les dijesen y no habría necesidad de tanta Allá en donde yo, autor, me habré de topar con este yo creado! ... ¿Será posible?
explicación sobre lo inexplicable. SEPUlTUREO: (Bebe.) ¡Sí! Creo que sí es posible, si tú lo dices ... (Le
WllUAM: (Entusiasmado.) Pero también hay alguien que es quien escribe alcanza la botella a William.) Pero también es posible que no sea, porque lo
que es, no siempre es lo que es ... Un borracho sí que sabe esto. A tal punto
la obra que se representa, de este lado y de ese lado ... y de ese otro lado que
domina esta alquimia que en proporción a la cantidad de vino traca en be-
está atrás de ese otro lado ...
lleza la fealdad ... Esto me pasó con la "Tres Pelos" más de una vez, igual que
SEPUlTURERO: ¿Por qué más bien, en lugar de tanto lado tras de cada con la "Boca de Fosa" la "Cloaca Picha", y ni qué hablar de la más fea vista
lado, mejor no nos vamos para otro lado? jamás, la "Culoooo de Mortaja", que al tercer litro de vino se había converti-
WllUAM: (Eufórico.) Pero lo más sorprendente es que ese alguien es tam- do ante mis propios ojos incrédulos en la más bella y virginal doncella nunca
bién un papel escrito por otro que a su vez es escritura de otro ... y así. .. sucesi- antes vista ni imaginada.
vamente ... ¡Eso explica la circunstancia de nuestra conversación! (Bebe.) WllUAM: ¿Pero qué dices? (Tomándolo del sobaco.) ¡Imbécil! ... Tiene
más sesos esa calavera que el tambor vacío de tu cerebro ... ¡No interrumpas con
puerilidades el fino hilo de mi elaborado pensamiento. ¿Qué dices, imbécil? ¿Ah?

(252) (253)
Teatro en estudio 11 Selecci6n de dromoturgio bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11 ·

SEPULTURERO: Qué tienes razón, padrecito de tinta. saber? ... ¿Saber para qué? Si sabiendo entonces todo cambia, y cuando todo
WILLIAM: Entonces di algo al respecto ... cambia, ¡nada se sabe! (Pausa.) Ahora sí me siento pronunciando entintadas
palabras de mi propio entendimiento y no dictadas. ·
SEPULTURERO: ¡Mira!. .. cuando ... uno está vivo, no está vivo solamen-
te ... porque si estuviera vivo solamente y únicamente ... no existiría la muerte ... WILLIAM: ¡Imagínate! Hijo de tinta mío ... Tú dándole lecciones de vida a
U no está vivo porque también está un poco muerto, como cuando se está muer- quien te dio la vida.
to como ahora, pues igual se está algo vivo ... O si no, no estaría diciendo esto
que digo ... A la palabra "vivo" la acompaña la palabra "muerte" ... ¡Por fortuna! Brindan y beben.
Porque de no ser así, los sepultureros nos quedaríamos sin trabajo ... Los sepultu-
reros tenemos trabajo gracias a la vida y no a la muerte ... ¿Te das cuenta?
SEPULTURERO: Es que a un hijo de noble tinta o de noble entintado,
WILUAM: Eso es un disparate. (Haciendo referencia al vino) aunque bastardo, bástale su nobleza entinta-
SEPULTURERO: ¡Te lo explicaré! Los gusanos viven de nuestra muerte, o da y un poco de tinto (Bebe) para exprimir pensamientos sabios, porque la
sea que para ellos nuestra muerte no es muerte sino vida ... ¿No crees, padrecito sabia de la inteligencia se hereda por la doblemente entintada sangre, por la
de tinta? Ellos se nutren de nuestras carnes como nosotros en vida nos nutríamos herencia y por el vino.
de otras carnes. WILLIAM: La verdad, hijo mío, no te imagines que yo sea noble. Aquí en-
WILLIAM: (Bebe.) ¡Veras! Tú eres algo que imaginé, y sin embargo ... Ahora tre nos, mi abuelo fue un carnicero.
estás ahí, también imaginándome a mí. .. Yo te imagino primero, y luego tú me ima- SEPULTURERO: Muchos reyes, reinas y príncipes también lo han sido, y
ginas ... y existimos así en nuestras correspondientes imaginaciones. ¿Qué piensas? eso no les suprime una pizca de nobleza.
SEPULTURERO: ¡Imagínate!. .. ¿Qué puedo pensar ante tanta imagina- WILLIAM: Mi abuelo era carnicero de reses, cerdos, zorros y otros anima-
ción? La verdad, ahora no me siento imbécil, tal cual me imaginó mi padreci- les de lustradas pieles ...
to de tinta, porque ante la misma pregunta ni vuestra merced ni yo atisbamos
SEPULTURERO: ¡Eso sí que no es noble!, descuajar cerdos es acción baja
la respuesta; de tal manera que si mi conocimiento es una gota de vino y el
y nada comparable con la de envenenar traidores, competidores y usurpadores.
vuestro un barril, ambos vertidos en el mar serán igualmente insignificantes,
¡Eso sí que es fina nobleza! (Pausa.) ¿Quién lo creyera? Me resulta tan increíble
ya que ni la gota ni el barril aportarán a su inmensidad, ni alterarán su sabor
como saber que ahora soy hermano de tinta del príncipe Hamlet. .. ¿Carnicero?
salado ni el gris de su color, ¿entiendes?
¿Tu abuelo? ¡Vaya! No solo soy tu hijo de tinta, sino tu hijo encarnizado ... ¿Tu
WILLIAM: ¡Ser o no ser!, dijo tu hermano el príncipe. abuelo carnicero?
SEPULTURERO: ¿Ser o no ser? Buena pregunta, padrecito de tinta ... ¿Pero WILUAM: ¡Carnicero! Sí señor ...
qué será mejor, saber o no saber? ... ¿Quién lo sabrá? ... ¿Beber o no beber? Y de
SEPULTURERO: Vaya ... Entonces ahora no me queda tan difícil imagi-
saberlo, ¿para qué saberlo? ... A menos que con saberlo las cosas cambiaran,
narte follando con mi madre ... Pues ambos al fin y al cabo derivaban el sus-
pero si fuese así, entonces saberlo no serviría de nada, porque las cosas serían
tento de la carne.
distintas en adelante, y tocaría volver a preguntarse: ¿ser o no ser?, ¿saber o no

(254) (255)
Teatro en estudio /1 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

WILUAM: No digas sandeces, que jamás imaginé cuando te engendré que WILUAM: (Sobrio.) No soy el responsable de mi invención, el poeta tan
tu madre fuera carnicera ... digo ... ramera. ¡Eso te lo has inventado tú! solo es pálido intérprete de un sueño colectivo ... ¿Alguien dijo esto? ¿Alguien
lo pensó y no lo dijo? ¿O quizá lo dijo sin pensarlo? ¿O lo sabemos sin decirlo
SEPULTURERO: ¿Pero acaso no tengo el derecho a que mis invenciones
ni pensarlo? De cualquier forma, me quito un peso de encima. ¿Pero cuál es el
existan? ¿O ese es un privilegio tan solo tuyo?
significado de la invención? Si somos un invento de un invento del invento, es
WILUAM: ¡Toda invención, hijo entintado, está dotada a su vez del poder para heredar alguna tarea por concluir, como el fantasma que acude a los vivos
de la invención! para que hagan por él lo que en vida no consiguió. ¡Pobres vivos esclavos de sus
SEPULTURERO: Si fuere así, ¡mierda!, que así debe ser entonces ... ¡pues fantasmas!
entonces Dios, que Dios me perdone, es pura invención!
William trata de levantarse) y cuando está a punto de lograrlo) cae de bruces sobre el
WILUAM: ¡Calla! No blasfemes que aquí las paredes pueden escuchar.
Sepulturero que yace dormido en el piso.
No olvides que al ser tú una invención mía, soy responsable a la vez de tus
Fin temporal de los acontecimientos.
propias invenciones.
Movimiento de escena: adecuación espacial) movimientos de tramoya) ajustes técnicos)
SEPULTURERO: Dios, entonces, es responsable de la incredulidad de los cambio de luces) etc.
incrédulos, en tanto que ellos en algún momento hacen parte de su invención ...
y a la vez lo inventan.
WILUAM: Estás hilando demasiado fino, ¡bellaco!, y eso nos puede poner en
*
problemas ... No llevemos este asunto de la invención hasta Dios ... seamos cautos. Capítulo 5
Dejémoslo en la esfera de la materia. Dios no está implicado en este asunto de la
invención, él tan solo es su propio invento, ¿qué digo? ... ¡nuestro invento!. .. ¿qué
digo? ... ¡nosotros en algún momento somos su invento!. .. ¿Qué digo? ¡Dios! ¡llumí- Título: "¿Quién es el fantasma que viene del"/imo patrum" regresando al mundo que lo ha
name! ¡Dios es Dios y punto final! Dios ni siquiera es imaginable ... lo cual no quiere olvidado?". ¿Y para qué? ... ¿Acaso una deuda consigo?

decir que sea inimaginable ... ¡por el contrario! ¡Dios mío! El tinto pone briosa mi
lengua, como caballo indomable, y ella sin mi intención habla por mí, suplantán- William) solo y reflexivo pero con una atisbo de tranquilidad en su gesto. Con inmenso
dome en la sonoridad, lo cual me exime de sus aseveraciones que contrarían mi respeto y actitud ceremonial) coloca la calavera en el piso y la observa compasivo. Se enciende
pensamiento corcoveando sin norte con el único fin de desalojar mi entendimiento una luz que abrasa a la calavera. Se escucha una voz. Vemos de espaldas al público a un hombre
y convicciones del lomo de su insensatez ... (Da giros y tumbos, desesperado, como sentado como un director de teatro que observa la escena.
tratando de librase de un tormento.) (Pausa.) ¿Qué diablos me diste a beber?

SEPULTURERO: (Riéndose.) ¿Qué diablos te di? ¡Qué te dio el diablo, me- DIRECTOR HAMLET: "El Londres elisabethiano estaba tan lejos de Stra-
jor! (Ríe a carcajadas.) fford como el corrompido París lo está de la virginal Dublín". (Enérgico y enfu-
recido.) "¿Quién es el rey Hamlet?".
Se abrazan y caen de bruces) borrachos.
Largo silencio.

(256) (257)
Teatro en estudio /1 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o In sngn del espejo constante 11 ·

WllliAM: (Examinándose.) ¿Qué es un fantasma? ... ¿Uno que se ha des- soy a la vez un actor hipotético que representa a ese Hamlet. Digo hipotético
vanecido en impalpabilidad, a través de la ausencia, de un cambio de modos porque si esta pieza no se llega a representar, entonces este actor que represen.ta
y de sustancia? a este Hamlet, al igual que Hamlet, nunca habrá existido.
DIRECTOR HAMlET: ¡Comienza la escena! WllUAM: ¡Hamlet!, soy el fantasma de tu padre.
DIRECTOR HAMlET: ¡A un hijo habla!, no hay duda en ello ... ¿Pero quién
Vemos que William) envuelto en una nube vaporosa) avanza hacia el proscenio tratando
habla detrás de quien habla? Solo así podremos saber a cuál hijo habla ... ¡Ave-
de atisbar al hombre que habla.
rigüémoslo entonces!

WllliAM: ¡Hamlet! ¡Hijo!, soy el fantasma de tu padre.


DIRECTOR HAMlET: "Avanza un actor en la sombra, vestido con la cota
que dejó un elegante de la corte, un hombre bien plantado, con voz de bajo. Es DIRECTOR HAMlET: ¡Es posible que sea el fantasma!. .. ¿Pero a cuál hijo
el fantasma, es el Rey, rey y no rey, y el actor es Shakespeare que ha estudiado se refiere? (Al público.) Todo depende de quién sea el fantasma en realidad.
a Hamlet todos los años de su vida, que no fueron vanidad, que no fueron vani- WllUAM: ¡Tú eres el fantasma de mi hijo!
dad para representar el papel del fantasma". (Pausa.) Hamlet vengará tu muerte.
HAMlET DIRECTOR: Puedo ser el fantasma de tu hijo, en verdad ... ¿Pero
¿Pero quién vengará la muerte de Hamnet, tu hijo? ¿Requieres de otro autor que
de cuál hijo?, (Al público) ¡se preguntarán ustedes! "Todo depende de quién sea
te haga el favor? (Al público.) ¡Está claro! ¿Entienden, ¡de una vez por to__da~!?
el fantasma del padre", ¡se responderán! (Pausa.) ¡Soy Hamlet! El director, el
¡Que esto no lo puedo aclarar en cada función! La obra debe hablar por SI mis-
manipulador. Pero también soy el actor que representa al director que representa
ma sin la intervención del director. .. y mucho menos del autor. "Busco que la
a Hamlet ... Soy el actor que representa al actor que representa al director que
ac~ión corresponda a la palabra y la palabra a la acción, poniendo un especi~l representa a Hamlet. .. ¿Pero qué representa Hamlet? ¿Y para quién representa?,
interés en no traspasar los límites de la sencillez de la naturaleza, porque todo
se preguntarán... ¡Esa es la cuestión!. .. (Señalando a William.) Sospecho que
a lo que ella se opone, se aparta del propio fin del arte dramático, cuyo objeto,
aquel que dice ser mi padre me ha utilizado como un instrumento rentable para
tanto en su origen como en los tiempos que corren, ha sido y es presentar, por
mitigar alguna culpa y para pagar unas cuantas deudas, a juzgar por el éxito de
decirlo así, un espejo a la humanidad". Lo digo yo, Hamlet director.
este, mi personaje tan popular, tan a expensas de mi felicidad.
WllliAM: ¡Hamlet, soy el fantasma de tu padre!
WllliAM: (Señalando al director.) ¡Tú eres el fantasma de mi hijo!
DIRECTOR HAMlET: (Al público.) Me presento: ¡soy Hamlet, el fantas-
DIRECTOR HAMlET: Soy un fantasma ... (Al público con cierta ironía)
ma de mi padre! Porque solo un padre fantasma es capaz de engendrar. a un
como ustedes ... Eso no es ningún secreto. ¿Pero tú quien eres? ... Padre de Ha-
hijo fantasma. ¡Ese soy yo! Preparo una función para esta noche, cuyo fm no
mlet representado por el padre de otro ... ¿Sabes a quién me refiero? ... A tu hijo
es el fútil divertimento, sino el desenmascaramiento de los culpables de la
Hamnet. .. ¿Hamnet es a Hamlet como ... Hamlet es a Hamnet?
tragedia de mi vida.
WllliAM: "Yo soy el alma de tu padre, condenada por cierto tiempo a
WILUAM: ¡Hamlet! Soy el fantasma de tu padre.
andar errante de noche, y a alimentar el fuego durante el día, hasta que estén
DIRECTOR HAMlET: ¡Calla! Espera mis indicaciones ... (Al público.) ¡Ha- extinguidos y purgados los torpes crímenes que en vida cometí".
mlet es un decir!, porque además de ser Hamlet un personaje que nunca existió,

(258) (259)
Teatro en estudio JI Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de u11 autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡

DIRECTOR HAMLET: Reconoces, pues, tus crímenes, ¿pero quién es el DIRECTOR HAMLET: ¿A quién hay que asesinar para borrar la sangre de la
que habla? ¿Quién habla, o quién está detrás de quién habla? (Al público.) Es culpa con sangre de la culpa? ¿Al padre quizá? ¡¿Al verdadero padre?! (Señalan-
difícil establecerlo en este mundo de apariencias, ustedes lo saben mejor que yo. do al público.) ¿Al padre de ese lado, por haber traicionado a la familia? ¡Ponte
en guardia, entonces!
WILUAM: A este fantasma véngale de su infame y monstruoso asesinato.
WILLIAM: ¡Soy el fantasma de tu padre!
DIRECTOR HAMLET: Conociendo de antemano el fin que me espera, ¿me
condenas a mí, para redimir tu condena? ¿Quién te crees que soy, Acaso una HAMLET: Soy el fantasma de tu hijo, más bien ... ¡En guardia, te digo!
especie de Cristo sacrificado por amor al prójimo? ¡Contesta! WILUAM: ¿Me retas? ¿El hijo retando al padre a batirse en duelo mortal?
WILUAM: ¡Soy el fantasma condenado de tu padre que te conmina para ¡Qué temeridad! En ninguna de mis obras osé semejante escena.
vengar una terrible traición familiar! DIRECTOR HAMLET: Esta no es ninguna de tus obras, aunque tenga de
DIRECTOR HAMlET: ¿Quién es entonces el condenado? ¿El alma en pena? ellas un poco ... Esta es mi obra, mi ardid calculado para desenmascarar al cul-
¿O el hijo que pagará con su vida la paz del muerto? ¿O el hijo que alguna vez pable ... Al padre que abandonó a su hijo por perseguir las veleidades del teatro,
fue abandonado por el padre que inventó a otro hijo para reponer al que mal- cuyos efectos perversos han causado tanta desgracia ... pestes, plagas y otros
versó? ¿Qué clase de justicia es la justicia terrenal? Padres que abandonan a sus males, por sus malos ejemplos.
hijos, hijos que pagan las deudas de sus padres. WILLIAM: Estás loco ...
WllLIAM: ¡Tú eres mi sangre! DIRECTOR HAMLET: Así me concebiste ... al menos para que lo fingiera ...
DIRECTOR HAMLET: ¡Sangre que derramaste con mi muerte en la espada! Siempre dejaste la duda ... Pero si ahora me imaginas como que estoy loco, pues
¡Estocada mortal de tu pluma asesina! ¡Doblemente asesino! bien, estoy loco para ti ... En cuanto a mí, me mantengo en la eterna duda. ¡Pon-
te en guardia y defiéndete de tu hijo loco! Ya que tu frágil hijo cuerdo no supo
WILUAM: Tu padre, el fantasma, es la víctima ... ¡Una traición se lava con
defenderse de la locura de su padre y murió sin llegar a ser hombre; privándose
otra traición! ¡Tú eres mi sangre de mi sangre!
así de saborear las veleidades y donosuras que deslumbran a los humanos: am-
DIRECTOR HAMLET: Soy apenas una ensoñación de tu alma atormenta- bición, traición, venganza, antropofagia ... Así que, en ese orden de cosas, ¡he
da, una serie de manchas enigmáticas en el papel. ¡En tu papel! ¿Pero tú quién de vengar su muerte! (Hace un lance desafiante.) No haciendo más que seguir
eres en verdad? (Al público.) Presiento que he desenmascarado al autor y las instrucciones de su fantasma con el que me topé la otra noche ... ¡justicia,
este, confundido, cae en la terrible cualidad de la duda con la que signó mi ca- Hamlet! Por el abandono de mi padre, el poeta que encarna al rey que suplica
rácter cuando me urdió en su imaginación ... ¡Saboreo una dulce venganza! (A venganza a su hijo por un crimen cometido en la imaginación del poeta. ¡Soy el
William.) ¿Ei padre? ¡Sí, ya sé! ¿Pero el padre de quién? ¡Según sea la cuestión! fantasma de tu nombre, Hamlet, soy Hamnet!
¡Claro está! ¿El padre actor o el padre personaje? ¿Y me achacas la duda a mí?
WllUAM: No creo que estés loco ... Pensándolo bien, descubro que haces
¡Cuando ella está sembrada en tu simiente!
parte de los usurpadores y asesinos ... ¡Estoy rodeado de mi propia sangre trai-
WILUAM: Tienes que vengar mi muerte ... cionera! ¡He de redimir mi paz, con mi propia espada!

Hamlet toma una espada y la esgrime contra William. William desenvaina la espada y se pone en guardia.

(260) (261)
Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano

William le sonríe.
DIRECTOR HAMLET: Bien lo has dicho ... Pero quién me enfrenta, ¿el ver-
dadero padre o el rey muerto?
WllUAM: Ahora soy yo el director y el autor, esto, por orden de no sé c~ál
WllUAM: ¡Averígualo ... si la vida te da para ello!
autor que así lo determina por encima de tus consideraciones y de las mías. ¡No
hay más remedio que obedecer ahora el dictado de su pluma invisible. ¡Obe-
Se trenzan en una escaramuza.
déceme pues tú, y vete en paz, que tu paz es la mía, al igual. que tu zozobra y
tu duda eterna!, dice el autor de estas líneas, (Señalando hacia el público) que
DIRECTOR HAMLET: ¡Veremos pues quién mata a quién! presiento proviene de ese abismo oscuro ... Así qué obedéceme sabiendo que
mis palabras no son mis palabras ... ¿pero qué le vamos a hacer, si el engaño
WllUAM: Así. .. tal cual lo dices ... Muerto tú por mis propias manos,
complaciente es la única manera en que el teatro es posible y verdadero? ¡Vete!
resucita· Hamnet mi hijo y lo miro a la cara y le digo perdóname ... te abando-
Muerto estás y yo, padre, ya no tengo que representar al rey muerto! Ya no soy
né ... ¡Perdona, hijo! Soy el fantasma de tu padre y solo con tu absolución he de
más el fantasma de tu padre, ahora soy mi propio fantasma, mi propio engaño
alcanzar esta paz esquiva que me rehúye en vida y ahora en la muerte me per-
aliviado ... Tu muerte por mi propia mano me redime. Aunque todo sea un truco
sigue ... Hamlet, hijo, soy el fantasma de tu padre ... Soy el fantasma de tu padre
engañoso de esta voluntad superior que nos escribe y dictamina en esta hora y
y tu padre eres tú mismo, o si no cómo puedes explicar que después de muerto
en este instante para retarnos con las trampas sutiles que son propias del mun-
me entere de que el traidor vertió veneno en mi oído ... Soy tú, el fantasma de tu
do ... ¡De ese mundo!
· odio, hijo vengativo.

Se encienden luces del público. El director Hamlet camina en dirección del público.
Se trenzan en fiero combate. En algún momento William hiere mortalmente a Hamlet.

DIRECTOR HAMlET:
DIRECTOR HAMLET: Las cartas están echadas ... ¡fv\uerto estoy si alguna
vez estuve vivo! Tú me condujiste con tu hábil pluma cual diestra espada a este "Cuando jura mi amada que es honesta y veraz,
final sangriento ... Me clavaste en el costado un punto final después de agotarme yo la creo, aunque sé que miente y engaña,
en extenuante duelo, en donde fui víctima de tus figuras, malabares y demás así cree que soy niazo y sin malicia, inexperto
elaboradas técnicas de la pluma, que cual espada ágil y danzarina fue capaz de
en las trampas sutiles que son propias del mundo ... ".
sacrificarme para el goce del público y la paz de tu alma atormentada por el hijo
que dejaste solo.
Abandona el escenario y) sentándose entre el público) deja de existir en el momento en
que regresa la oscuridad.
William le da la espalda a Hamlet y se aleja. Hamlet se reincorpora.
Fin temporal de los acontecimientos.
Movimiento de escena: adecuación espacial) movimientos de tramoya) ajustes técnicos)
¡Detente ahí! Gira, ¡te ordeno!, lentamente hacia el público ... y repite: "Yo, el poeta mezqui- cambio de luces) etc.
no, sacrifiqué inútilmente a Hamlet, para poder invocar en un clamor de súplica el perdón
de Hamnet.
*
(263)
(262)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante¡¡·

Capítulo 6 sorpresiva el desgonzado reacciona aprovechando el engaño) desarma al adversario y luego le


clava el puñal en un ojo. ·
Los hombres buscan rápidamente la salida de/lugar, dejando a la víctima mortal boca-
Título: "El poeta es un espejo que refleja la imperfección del hombre. Y si el hombre es im- rriba sobre la mesa y con el puñal clavado en la cuenca ocular. El último hombre se detiene en la
perfecto no es su culpa, sino de Dios, que no acertó en su propósito de crearlo a imagen y puerta y luego se devuelve para apuñalar con frialdad al Sepulturero. Este cae al piso exánime.
semejanza. Si alguien probara lo contrario y aceptáramos que Dios sí consiguió del hombre Los tres hombres se dirigen hacia el público y vemos que sus rostros son calaveras. Ríen
ser su espejo, entonces sus vicios serían los vicios de Dios. En ambos casos se demostraría con voces de mujer, develando así la presencia de las brujas tras la tétrica máscara de la muerte.
la imperfección divina, por lo que juzgo que es más probable y benéfico para Dios que el Luego huyen en estampida y algarabía por entre el público) convirtiendo sus capas negras en alas
hombre le haya creado a él a su imagen y semejanza, y no al revés. De esta manera libramos de murciélago que agitan el aire a su paso.
a Dios y al poeta de la responsabilidad de dar cuenta de la imperfección del hombre".

¿Christopher Marlowe? ¿O un infundio?


SEPULTURERO: ¡Maldición! Asesinarme de esta manera después de muer-
¿O detrás de cada autor hay un plagiario o un impostor? to ... Esto no tiene perdón de Dios ... ¿Habráse visto peor sevicia? Ni en las obras
de teatro de a penique ... ¡Muerto en la muerte! Qué condición tan triste ... ¡Oh,
carroñera muerte! Apenas cuando aprendía a vivir en ella me asesinan a man-
Aclaración necesaria: al ser tan extenso el título que anuncia este capítulo) él mis-
salva ... ¿Y ahora, aprender a vivir dentro de la muerte después de muerto dentro
mo constituye el capítulo) dando así paso al siguiente) y dejando por tanto su suerte a la
de la muerte? ¡Por el coño de mi perra madre! ¡Suerte perra la del hijo de puta!
imaginación de/lector o del espectador, que es en últimas el autor de su propia lectura y el
arquitecto de lo irrepresentable.
Con su pala hace lances a diestra y siniestra y luego cae en el sitio en donde fue apuñalado.

*
WILUAM: (Reconociéndolo.) Pero si es mi querido "hijo de tinta", el Se-
Capítulo 7 pulturero ... ¿Qué ha ocurrido aquí? ... Pero si pareces un fantasma en pena ...
SEPUlTURERO: No escucho, ni oigo, ni siento; y no soy ningún fantas-
ma ... (Lamentándose.) Soy un cadáver doblemente muerto ... ¿O un muerto do-
Título: "Al final del camino se comprende que el camino continúa''.
blemente cadáver?
El fin no es un fin en sí mismo, es a lo sumo un punto aparte.
Mirando los rastros de la trifulca.
Tras del telón se gesta la siguiente obra.
Penumbra. En la posada) el Sepulturero) sentado) bebe una cerveza mientras observa lo
WllliAM: ¿Pero qué ha ocurrido aquí?
que pasa en otra mesa. Allí cuatro hombres con capas negras y que no es posible distinguir se
insultan y discuten entre sí, por algún asunto referido a la cuenta por pagar. Uno de ellos sac,1 SEPULTURERO: Si pudiera contártelo, padrecito, pero estando doblemen-
un puñal y en un lance hiere a otro. Este cae abrazando con todo su peso al agresor. De manera te frío no puedo calentarte el oído.

(264) (265)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11 ·

WILUAM: No te entiendo ... Pues te veo y te escucho efectivamente ... al CALAVERA: ¡Amicus humanis generi! ¡Qué grato escucharte ... !
contrario de lo que me dices y das por hecho. WILLIAM: ¿Latín? ¿Cómo es que este cabeza hueca habla en latín sin ha-
SEPULTURERO: Te lo estás imaginando ... pero yo, lo que es yo, estoy ber pasado por Oxford o Cambridge? ¡Averigüémoslo! ¡Ad rem, ad rem!
doblemente muerto, y no te escucho y, por tanto, tampoco tú me escuchas ... y CALAVERA: Tienes razón, ¡a las cosas, a las cosas! Pues bien, estando yo
ni qué hablar de verte, o de que me veas ... ¡Imposible! Somos invisibles el uno aquí, bebiendo con aquel granuja ahora desgranujado ....
para el otro. (Lamentándose.) Llegaste tarde, padrecito; si hubieses aparecido
un poco antes, a lo mejor me habrías salvado la muerte ... quiero decir, la prL- SEPULTURERO: (Con su propia voz.) Se refiere a mí, la muy pedante y
desagradecida.
mera muerte ... y ahora podríamos hablar ... incluso tomarnos unas cervezas;
pero ya es demasiado tarde, y ahora solo paso a ser el recuerdo de tu hijo de CALAVERA: ¡No me interrumpas, impertinente, que hablo con este caba-
tinta muerto ... ¡Digo! ¡Doblemente muerto! Como tu hijo y mi hermano de llero de equivalente rango! ¡Asinus asinum fricat!
tinta el príncipe.
SEPULTURERO: ¿Cómo así que el asno roza al asno?
WILLIAM: Quién te entiende ... CALAVERA: ¡ Epicuri de grege porcum!
SEPUlTURERO: Ahora mismo nadie ... ya que nadie puede escucharme
SEPULTURERO: Más cerdo tú, así no seas del rebaño del tal Epicuro.
y menos verme, aunque no me atrevo a decir lo mismo de olerme, porque los
muertos trascienden más por su fetidez que por cualquier otra cosa ... Dígamelo WILUAM: ¿Pero qué ocurrió aquí, noble calavera?
a mí que soy sepulturero. CALAVERA: ¿Ab initio?
WILLIAM: Muerto estás, no lo dudo ... pero de la borrachera. WILLIAM: Sí, desde el principio ¡Ab ovo! Desde el huevo mismo, mi
SEPULTURERO: No te escuché, padrecito ... Pero debo aclararte, a mane- querida i 1ustrada.
ra de testamento, que apenas bebía mi primer vaso de cerveza cuando, paso a CALAVERA: Nos encontrábamos aquí, departiendo unas cervezas con este
paso, pasó lo que pasó. Y si no pregúntele a mi calavera, único testigo de este tosco, más por conmiseración que por convicción, cuando en aquella mesa ro-
crimen; en efecto, el otro infeliz que queda aquí tampoco puede dar fe de su deada tanto de ilustres como de sátrapas, costumbre habitual en estas posadas,
propia muerte, ya que estando muerto no puede hacer declaración de su deceso. se presentó una disputa que, me dio la impresión, fue un pretexto provocado
WllliAM: No hay peor testarudo que un bruto ... ni mayor peligro que un para dar muerte a ese infeliz que yace allí sobre el mesón en que festejaban.
imbécil con iniciativa, así que démosle cuerda a su locura y a su imbecilidad, WILliAM: ¿Y aquel era uno de los ilustrados o de los truhanes?
para intentar exprimir de ella una inteligente y cuerda conclusión ... (William
CALAVERA: ¡La palabra ilustre no abarca su grandeza! ¡Un genio! ¡Un
toma la calavera entre sus manos.) Muy bien, señora calavera, cuénteme ¿qué
poeta! Tan grande como usted, y algunos hasta dirán que era usted mismo.
ocurrió aquí?
WILLIAM: ¿Quién? Al grano ... dime ... ¿quién era?
La calavera habla con la voz del Sepulturero algo impostada) tratando de disimular que es CALAVERA: Un tal Christopher.
él quien verdaderamente habla.

(266) (267)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotana Tribulaciones de un autor desconcertado o la saga del espejo constante 11

WllliAM: ¿Marlowe? ¿Mi amigo? Dios se apiade de él. .. Pero si estoy en SEPUlTURERO: Y el mío no se abrió ni se cerró ... Igual, de sepulturero a
la escena de su crimen que nunca fue representada en ningún drama. sepultado no es mucho el trecho.

CAlAVERA: Así es ... Acércate y lo reconocerás. WllUAM: Lamenté tu muerte porque en vida me enseñaste este oficio
'
pero tu muerte excitó mi gula, y muy pronto, ávido, llené el espacio que dejaste
William se acerca y le acaricia la frente. y me acomodé en la aureola de la gloria que te pertenecía.

SEPUlTURERO: Y yo me he de acomodar en la fosa que yo mismo cavé.


WllliAM: ¡Christopher! Asisto a la escena de tu triste muerte ... Porque sepulturero prevenido es enterrado en el hoyo de su propia autoría.

SEPUlTURERO: Los autores, por inmortales que sean, también se mueren, y WllUAM: Usurpé tu lugar. .. Celebré tu muerte, recorrí plácido el camino
los sepultureros, aunque mortales, nos damos el lujo de enterrarlos para siempre. que tanto te costó iniciar. .. Me alimenté de tu muerte como ave carroñera ... En
secreto celebré el lugar que me cediste, pero eso no impide que llore tu muer-
WllliAM: ¿Qué oscuras razones pudieron tener tus cobardes asesinos ...
te ...
intrigas, falsas acusaciones, envidias nefastas?
SEPUlTURERO: ¿Y por mí quién ha de llorar? ¡Ni mi puta madre, ni
SEPUlTURERO: ¡Que no pagó la cuenta al tabernero! ¡Suficiente razón!
mi distinguido padre de tinta, que ya no tiene oídos para un miserable como
WllUAM: Cualquier motivo, una vil calumnia ... yo! La verdad es que ni yo tengo lágrimas para llorarme. Triste miseria la del
enterrador enterrado.
SEPUlTURERO: O cualquier calumnia, un buen motivo ... Ora que espía
de su majestad, ora que ateo, ora que conspirador, ora que pervertido afemi- WllliAM: Pero tu muerte es el anuncio de mi propia muerte, como mi
nado ... ora ... mejor me callo, que no tiene sentido vociferar cuando nadie te muerte será el anuncio de la muerte del que me precederá ... Un genio entierra
escucha, y menos si se despotrica de un muerto. a otro genio, dirán de nosotros.
WllliAM: Estás allí como un personaje de tus tragedias o de las mías. SEPUlTURERO: Y al Sepulturero lo entierra su remplazo más imbécil
SEPUlTURERO: Y yo estoy aquí como un imbécil, de alguna escena cómi- que el muerto ... y a largo plazo el remplazo es enterrado por su remplazo más
ca ... Porque, sin importar el autor, un sepulturero siempre será un imbécil y, en burro aún ....Y a más largo plazo ... ¿Pero qué haces, padrecito? ¿Cuando com-
cambio, un príncipe, como mi hermano de tinta, un gran sabiondo importante. prendes el misterio, buscas embarcarte en otro? ¡No lo hagas! ¡No lo hagas,
por lo que más quieras!
WllliAM: Tu luz se apagó cuando apenas la mía comenzaba a brillar ... Tu
postrera oscuridad alimentó mi resplandor. William extrae la daga del ojo de Marlowe y la dirige a sí mismo.
SEPUlTURERO: Pero mi luz siempre fue apagada como una vela mo-
jada y nada la encendió, y nada la encendió, pobre de mí, la fosa siempre
SEPUlTURERO: ¡Detente, teordeno!
fue mi horma.
WllUAM: No te escucho porque estás muerto en la muerte, y yo tan solo
WllliAM: Tu muerte cerró tu camino y abrió el mío.
estoy muerto a secas.
SEPUlTURERO: Olvídate, padrecito, de las reglas y detén esa daga ...

(268) (269)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano Tribulaciones de un autor desconcertado o La saga del espejo constante 11 ·

William se clava la daga en un ojo. Camina hacia la platea. Y es ahí, en ese final-inicio, en donde el autor de este autor se fundirá en mí mismo. y me
convertiré en mi propio autor. (Señala hacia el público.) ¡Quiero llegar allá donde el creador
se fundirá en el creado! ¡Allá donde yo, autor, me habré de topar con este yo creado! y alfí,
SEPULTURERO: Ahora, así muerto en la muerte, has de escucharme ... en ese punto conclusivo, no alcanzaré a Dios, no soy tan ambicioso ... ¡simplemente me
¡Asinus asinum fricat! ¡Un burro roza a otro burro! convertiré en Dios mismo!

Se ilumina el lugar del público. William y el Sepulturero se despiden con una venia y se dirigen al fondo del escenario
William al público, con la daga clavada en el ojo por el cual se desangra. canturreando y tarareando una canción.

W'LLIAM: "Primero mi temor, después mi reverencia, por fin mi discur- CORO DE SEPULTURERO Y WILLIAM:
so. Mi temor es no haberos agradado, mi reverencia mi deber, y mi discurso es
para pediros perdón. Si ahora esperáis un buen discurso, estoy perdido, pues lo Cuando era joven y amaba, y amaba,

que tengo que decir es de mi cosecha, y lo que habría que decir me temo que Muy dulce todo me parecía
será mi ruina. Pero al grano, y de ahí al riesgo. Sabed, como ya es sabido, que
Para matar el tiempo, ¡oh!, el tiempo que pasaba
hace poco estuve aquí al final de una obra desagradable, rogándoos paciencia
y prometiéndoos otra mejor. Pensé realmente pagaros con esta, y si, cual mala Aunque con él, ¡oh!, nada bueno me venía.
expedición, no arribó a buen puerto, yo doy en quiebra y vosotros, amables
acreedores, perdéis. Prometí que aquí estaría, y aquí está mi persona a merced Atraviesan el telón en el que se refleja el público sin que se vea qué hay al otro lado. La
vuestra. Hacedme una rebaja y algo os daré; y como tantos deudores, os pro- luz del público se apaga. La calavera queda en el centro del escenario de frente hacia el público.
meteré infinitamente. Y con esto me arrodillo ante vosotros", (Pausa) para luego Entran utileros y comienzan a desocupar el escenario de trastos. En offescuchamos a las brujas.
continuar hacia un no sé donde ... un poco más liviano ciertamente, ahora, des-
pués de este juicio que presiento no es el juicio final. .. (William extrae la daga
BRUJA 1: (En -off) ¿Cuándo volveremos a encontrarnos las tres en el true-
incrustada en el ojo.)
no, los relámpagos o la lluvia?
SEPULTURERO: Te escucho, y eso quiere decir que me escuchas, pa-
BRUJA 2: (En off.) Cuando finalice el estruendo, cuando la batalla esté
drecito de tinta.
perdida y ganada.
WILLIAM: Te escucho ... Te escucho y te confieso que he disfrutado más al
BRUJA 3: (En off) Eso será antes de ponerse el sol.
escucharte que al escribirte.
TODAS: (En off.) Lo hermoso es feo y lo feo es hermoso. Revoloteemos
El Sepulturero camina hacia donde está William. William le pasa el brazo por la espalda por entre la niebla y el aire impuro. ¡Hermanas fatídicas, enlacemos las manos!
y con el otro señala hacia el público, como si atisbara un horizonte deseado. Mensajeras de la tierra y del mar, giremos, giremos. ¡Tres vueltas por ti y tres por
mí, y otras tres que sean nueve! ¡Silencio!. .. Acabó el conjuro. "¡Un tambor, un
tambor! Es él quien viene. ¡El poeta inmortal! ¡El exiguo mortal! Despojado ya
de la temporalidad".

(270) (271)
Teatro en estudio 11 Selección de dramaturgia bogotano

Los utiléros miran a la calavera) uno de ellos se inclina como para recogerla) pero el otro)
tocándolo) lo hace desistir. Salen del escenario por un lateral. La luz ambiente se desvanece en la
medida en que una luz muy blanca ilumina la calavera) que finalmente contrasta agresivame~te
con la penumbra del entorno. Un segundo antes del apagón la calavera desaparece ante los OJOS
del espectador como por arte de magia. Inmediatamente) súbita oscuridad.
JOSÉ ASSAD CUÉLLAR
Un epitafio de más:
((Buen amigo) por amor de jesús) si no consigues de manera creíble desaparecer la calavera
ante los ojos del espectador, en aras de la magia del teatro) por favor, abstente de montar esta
obra) y pi~nsa seriamente en dedicarte a otro oficio más verdadero)) (20 1O).
Actor, dramaturgo, guionista, director y docente universitario.
Fin temporal de la obra en versión del presente autor. Maestro en arte dramático y Magíster en Escrituras Creativas con
énfasis en Dramaturgia de la Universidad Nacional de Colombia.
Miembro del ITI-Unesco y de la Cátedra ITI Unesco región Suda-
* mérica. Actual Miembro del Consejo Nacional del Teatro, Periodo
2008-201 O (delegado de la Ministra de Cultura). Sus obras dramáti-
Capítulo 8 cas han aparecido en diferentes ediciones nacionales e internaciona-
les. Piezas suyas han sido montadas por un sinnúmero de colectivos
El escenario se dispone según la imaginación y el interés del siguiente autor. El título es solo tanto en Colombia como en otros países. Docente de tiempo com-
una sugerencia ... ¿o tal vez un epílogo oportuno? pleto del Programa de Artes Escénicas de la Facultad de Artes de la
((La creación surge de las cenizas de creación anterior)). Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en Bogotá.
(Hoja en blanco)

Fin

(272)

También podría gustarte