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La estatua de la libertad

Más allá de la emoción y la espuma, emerge la potencialidad de


consolidación de un momento dialéctico y esperanzador cuya
explosión rompa definitivamente los valores y las
representaciones imposibilitantes erigidas tras la invención del
negro; restituyendo y afirmando la dignidad negada hasta
encumbrarla como una estatua firme y vigorosa que canta “libre,
al fin; libre, al fin. ¡Somos libres, al fin!”

En las mismas ciudades en las que, por fin, caen las Ya sea sobre pedestales o sobre árboles, lo único que se
estatuas de aquellos esculpidos en la pétrea colonialidad eleva es una negación. Como Fanon afirma, “para nosotros
“blanca”, machista, sexista, esclavista e imperial, se elevan el que adora a los negros esta tan «enfermo» como el que
los árboles de los que cuelgan los cuerpos de hombres los abomina”. Por ello, la invención de un objeto icónico,
“negros” inferiorizados, animalizados, discriminados y cuya verdadera entidad ha sido arrancada de las páginas
racializados. Frente a unos y otros, las fotografías y videos de la historia y artificiosamente adobada al gusto
registran multitudes furiosas que expresan no sólo los civilizatorio de occidente, reclama el levantamiento de un
valores de la época sino causas, diametralmente sujeto consciente de sí, en abierta recuperación de su
diferentes. herencia negada, trasplantada y enterrada bajo las raíces
de los árboles que crecieron a la sombra mentirosa de la
Todo ícono porta en sí mismo un conjunto de
inferioridad, sobre los que cuelgan los cuerpos a los que
características que responden a una determinada
se niega y quieren seguir negando toda luz, todo honor,
narrativa en la cual se lo inscribe y se le asigna sentidos
toda belleza, toda compasión.
que construyen y refuerzan visualmente la manera como
son imaginados y representados los sujetos, sus Si el Orfeo de Sartre, negro, pierde la mordaza no es para
relaciones y prácticas, distribuyendo lugares fijos en la entonar alabanzas en las lenguas de quienes le
construcción simbólica del poder y del depoderamiento, tal sometieron y cancelaron su propia voz: La dialéctica del
como he propuesto que se llame a las imagoloquías. denegrecimiento reclama un grito audible por todas las
latitudes en las que las hijas e hijos de África desoyen los
De manera específica, durante el despliegue del
cantos de sirena que llaman a la resignación. La quietud
capitalismo, en plena expansión imperial europea, se
se torna en movimiento. El silencio se vuelve acción. La
consolidaron imagoloquías del poder que privilegian la
pasividad muta como acto creativo, retando la herencia
distinción, el donaire, lo bello, la hidalguía, y la racionalidad
icónica y los lugares fijos, trastocando las fronteras de la
explícitamente asignadas a ciertos individuos cuya
historia, rompiendo los moldes de la negación y diluyendo
escenificación y significación se eleva sobre pedestales en
el dolor esencialista tras las tesis del racismo.
los que se concede a la blanquitud prerrogativas virtuosas
de tamaño singular, confiando su perdurabilidad a los Más allá de la emoción y la espuma, emerge la
materiales más preciados y firmes. potencialidad de consolidación de un momento dialéctico y
esperanzador cuya explosión rompa definitivamente los
Durante cinco siglos también se encumbraron los cuerpos
valores y las representaciones imposibilitantes erigidas
cazados, violentados y mancillados de miles que murieron
tras la invención del negro; restituyendo y afirmando la
ahorcados e incinerados para ser convertidos en el
dignidad negada hasta encumbrarla como una estatua
ejemplo de lo que el odio, la ignorancia y la crueldad
firme y vigorosa que canta “libre, al fin; libre, al fin. ¡Somos
extrema sitúa en el trato desconsiderado y desigualitario
libres, al fin!”
con el que se erigió al negro como objeto del dominio, la
desposesión, la negación de derechos, la fijación de la Referencias
maldad y la configuración de la perversidad y la barbaridad _______
reflejadas en una tez tan inexistente como la blancura Lorde, A. (2003) La Hermana, la extranjera. Fanon, F. (2011) Piel
Negra, máscaras blancas. “La experiencia vivida del negro”. Sartre,
misma; transfiriendo a la piel la máscara bifronte del
J.P. (1960) Orfeo Negro. Arcos R., A. (2018) Imagoloquía: ¿qué lugar
racismo y la identidad mistificada del ellos y el nosotros ocupa la imagen en la producción de discurso político? Luther K.,
homogéneo, sin fractura alguna. Martin. (2016) The Radical King Legacy.

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