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Historia de la psicopatología

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La psicopatología, (del griego, psyché: alma; pathos: enfermedad; y logos:
discurso racional) es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta
anormal o desviada, y que presta especial interés a la naturaleza u orígenes de los
comportamientos patológicos. Sirve como base para disciplinas más aplicadas,
como la psicología clínica o la psiquiatría, y guía los procesos
de prevención, diagnóstico y tratamiento. Uno de sus principales objetivos es
lograr establecer unos principios generales que permitan identificar las causas de
la conducta anormal mediante la aplicación del método científico.1
A lo largo de la historia de la psicopatología, el concepto mismo de enfermedad
mental ha evolucionado en función del momento histórico y de las circunstancias
culturales de cada sociedad. Tanto la conducta anormal como el modo en que
debía ser tratada se han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad
hasta nuestros días. Así, podemos señalar las primeras
concepciones mágicas y animistas de las sociedades primitivas; la notable
influencia de los factores religiosos durante la Edad Media que impulsaron una
visión de la locura como castigo divino ante el pecado; la progresiva tendencia
hacia la asunción de posiciones de carácter más organicista a partir del siglo XIX y
el posterior desarrollo de la psicobiología y la psicofarmacología; y los modelos de
corte psicogénico, que buscan las causas de la desviación conductual en factores
de índole psicológico o psicosocial.

Don Quijote de la Mancha. Ilustración de Ricardo Balaca (1880-1883).

Índice

 1Sociedades primitivas
 2Civilizaciones preclásicas
 3Antigüedad clásica: Grecia y Roma
 4Edad Media
 5Renacimiento e Ilustración
o 5.1Los centros de internamiento
 6Del siglo XVIII al XIX
o 6.1El tratamiento moral
o 6.2Disciplinas precientíficas
 7Siglo XIX
o 7.1Organicismo y teoría degeneracionista
o 7.2La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas
o 7.3Hacia una psicopatología experimental
o 7.4Corriente psicologista
 8Del siglo XX a la actualidad
o 8.1Modelos psicopatológicos
o 8.2Auge de los psicofármacos
o 8.3Clasificaciones psicopatológicas modernas
 9Véase también
 10Notas
 11Referencias
 12Bibliografía
 13Bibliografía adicional
 14Enlaces externos

Sociedades primitivas[editar]

Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor de la
oquedad indica que el individuo sobrevivió a la intervención.

Existe la concepción generalizada de que el pensamiento mágico y animista que


caracterizaba a los pueblos primitivos de culturas preliterarias también sustentaba
su concepción del comportamiento anormal, que en algunas sociedades se
entendía como la expresión de algún tipo de posesión por parte de espíritus
malignos, o como el resultado de un castigo divino. No existen muchas fuentes
fiables de épocas tan pretéritas, por lo que las teorías elaboradas al respecto
emanan de la información aportada por el análisis de los hallazgos
arqueológicos que se han realizado en el último siglo en diversos lugares del
mundo. En Perú se encontraron restos de cráneos trepanados que datan de
la Edad de Piedra.2 Se ha propuesto una explicación de tipo demonológico para
estos hallazgos, en el sentido de que las trepanaciones podrían responder a la
intención de expulsar del cuerpo a los espíritus malignos que lo invadían. La
costumbre de la trepanación se ha venido observando en diversas
culturas mediterráneas y precolombinas,3 siendo una práctica frecuente en la Edad
Media que quedó reflejada en la obra de El Bosco, Extracción de la piedra de la
locura. No obstante, existe otra interpretación de carácter no demonológico para
estas trepanaciones, según la cual estas rudimentarias operaciones pudieron
deberse a motivos de índole puramente biológico u organicista; concretamente,
como un modo de liberar un exceso de presión intracraneal.4 Otras hipótesis
aventuran la posibilidad de que las trepanaciones respondieran a costumbres
relativas a la neurofagia, en la creencia de que la ingestión del cerebro del
fallecido pudiera resultar beneficiosa.56
Además de los hallazgos arqueológicos, otra fuente de datos al respecto es la que
se obtiene a partir del estudio etnográfico de sociedades actuales cuyo nivel
de evolución cultural se supone equiparable al de los
periodos paleolítico y neolítico.7 A partir de los estudios realizados sobre estas
sociedades se ha señalado la existencia de un tipo de pensamiento mágico que,
sin embargo, no adquiere las connotaciones negativistas de la demonología, sino
que se considera algo positivo para la sociedad. Bajo esta concepción se
encuentra la figura del chamán, considerado por los miembros de la sociedad
como un individuo con poderes especiales, capaz de comunicarse con los
espíritus y de realizar rituales curativos, entre otras habilidades, y cuya
sintomatología sería considerada en otro tipo de sociedades como indicativa de la
presencia de un trastorno mental.8

Civilizaciones preclásicas[editar]
En las civilizaciones anteriores al pensamiento greco-romano, entre las que se
encuentran las culturas mesopotámica, hindú, china, hebrea y egipcia, también
predominó una concepción sobrenatural de la naturaleza de los comportamientos
anormales, entendiéndose en muchos casos como una suerte de castigo divino o
posesión maligna.9 En la cultura mesopotámica, los espíritus vigilaban los actos de
los hombres y castigaban sus males acciones enviándoles la enfermedad. Una de
ellas era la locura, que se atribuía a la intervención del demonio Idta. Las técnicas
curativas pasaban por averiguar la causa del castigo, por lo que se hacía
necesaria una labor de investigación e interrogación acerca de los actos
cometidos. Ensalmos, oraciones y sacrificios eran prácticas habituales para tratar
de alcanzar la sanación.10
Fragmento del Papiro Edwin Smith.

Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que


la locura se explica como un acto de Dios contra los pecadores. Así, en
el Deuteronomio se advierte de que la violación de los mandamientos será
castigada con «la locura, la ceguera y la paralización del corazón». Bajo la
influencia del confucianismo, en la antigua China se consideraba que la locura era
la consecuencia de no respetar las tradiciones instauradas por los antepasados.
Por su parte, el hinduismo específica los siete demonios responsables de los
diferentes tipos de locura.8 En el libro hinduista Majabhárata aparecen
descripciones de sintomatologías que se ajustan a lo que hoy se considerarían
conductas psicopatológicas.11
A pesar de esta predominancia de la concepción demonológica de la enfermedad
mental en las sociedades preclásicas, el hallazgo del papiro quirúrgico de Edwin
Smith12 en Tebas, que data aproximadamente del año 1500 a. C., constituye una
prueba documental de que en el Antiguo Egipto ya manejaban nociones referentes
a la localización de las funciones mentales en el cerebro. El papiro contiene
indicaciones al respecto del diagnóstico, tratamiento y pronóstico de diversas
enfermedades, y se considera uno de los textos médicos más antiguos de los que
se tiene constancia.1310

Antigüedad clásica: Grecia y Roma[editar]


La concepción sobrenatural o mágica de la conducta anormal fue dejando paso a
una concepción del trastorno mental como fenómeno natural a lo largo del periodo
de la antigüedad clásica, a resultas de la influencia ejercida por las corrientes de
pensamiento de la civilización grecorromana. Sin embargo, durante los primeros
tiempos de la cultura griega, todavía se encuentran prácticas de tipo religioso
encaminadas a exorcizar a los demonios de la locura en las que se invocaba
a Asclepio, dios de la medicina y la curación. Con la aparición de la Escuela
jónica en el siglo VI a. C., la mitología va dejando paso a las explicaciones
racionales a través de la denominada filosofía de la naturaleza. La filosofía
presocrática sentó las bases de esta nueva concepción naturalista de la realidad.
Filósofos como Tales de
Mileto (ca. 630 - 545 a. C.), Anaxímenes (ca. 585 – 524 a. C.)
o Anaximandro (610 - 546 a. C.) entre otros, teorizaban acerca del Arché u origen
esencial de todas las cosas en el ámbito de lo material. 14
Hipócrates, por J.G de Lint (1867-1936).

Se considera que el inicio de la psicopatología como tal tiene lugar con la obra


de Hipócrates (460 - 370 a. C.), que desde una perspectiva somatogénica
equiparó las alteraciones mentales al resto de enfermedades físicas, en el sentido
de que todas ellas tendrían un origen natural radicado en determinadas
alteraciones anatómicas o fisiológicas. Hipócrates situó el origen de las funciones
intelectivas en el cerebro, y realizó la primera clasificación de los trastornos
mentales, dividiéndolos en tres grupos: manía, melancolía y frenitis. Describió las
afecciones que hoy relacionamos con los términos de paranoia, alucinosis
alcohólica y psicosis postparto, y desdeñó las interpretaciones mágicas al respecto
de la epilepsia.15 Desde un punto de vista constitucionalista, elaboró su
célebre teoría de los cuatro humores corporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra
y flema), de cuyo equilibrio (eucrasis) o desequilibrio (discrasis) dependía la salud
del individuo. A pesar de los escasos conocimientos fisiológicos de la época, la
tradición constitucionalista ha seguido ocupando un lugar en la psicopatología
hasta nuestros días, con un mayor o menor grado de aceptación. 1617
Ya en la época romana, destaca la figura de Galeno (130 - 200), médico de la
corte del emperador Marco Aurelio. En su obra El tratado de las pasiones, Galeno
esboza la figura del psicoterapeuta, como una persona que orienta al paciente a
través de la palabra, señalando sus defectos y equilibrando sus emociones. 18 De
sólida formación fisiológica, incorporó la teoría hipocrática de los cuatro humores a
la tradición médica occidental. Empleó el término «temperamento»
(en latín, temperamentum, «mezcla proporcionada») para referirse al resultado de
la mezcla de las cuatro cualidades fundamentales (caliente, frío, húmedo y seco).
Estableció nueve posibles combinaciones de los cuatro humores, una de ellas
temperada o proporcionada, y las otras ocho, intemperadas o
desproporcionadas.nota 1
Tras la muerte de Galeno, el desarrollo de la psicopatología sufrió un periodo de
estancamiento. En la época romana tardía, las influencias orientales y la
importación por parte del cristianismo de la concepción religiosa de la enfermedad
mental característica del judaísmo, condujeron a un declive intelectual que
desembocó en el inicio de la Edad Media.20

Edad Media[editar]

Detalle de la obra Extracción de la piedra de la locura de El Bosco.

Durante la Edad Media, la concepción de la enfermedad mental adquiere un


carácter marcadamente religioso como consecuencia de la influencia de la Iglesia
sobre la mayor parte de los ámbitos de la vida cotidiana. Suele establecerse una
distinción en dos períodos. Durante el primero de ellos, que abarca desde el siglo
V hasta el siglo XIII, el enfermo mental es considerado una víctima de la acción del
diablo, y los tratamientos encaminados a la sanación no resultan denigrantes o
agresivos con el enfermo (oraciones, exorcismos, agua bendita, peregrinaciones,
etc.) Sin embargo, a partir del siglo XIII, el enfermo mental pasa a considerarse el
culpable de su afección, que se entiende bien como un castigo divino a una vida
pecaminosa, bien como el resultado de un pacto voluntario con el demonio a
cambio de poderes sobrenaturales. En esta segunda época, los tratamientos se
endurecen considerablemente, y pueden incluir la tortura o incluso la pena de
muerte, al considerarse que el castigo iba dirigido al demonio que poseía a la
víctima, y no a la persona en sí.21 En la Edad Media, en Occidente confluyen tres
marcos culturales diferenciados: el bizantino, el árabe y el cristiano. Bizancio se
mantiene hasta el siglo XV como un referente cultural de primer orden, sirviendo
como vía de transmisión de las aportaciones de la civilización greco-romana hacia
el mundo árabe, como la medicina basada en los principios humorales. Desde
el siglo IX hasta el XV, los árabes transmiten la cultura griega y romana al resto de
Occidente. Las aportaciones de la medicina árabe a la historia de la psicopatología
son notables: fueron los árabes los primeros en fundar centros de cuidados para
enfermos mentales en ciudades como Bagdad, Damasco o El Cairo, entre otras.
El tratamiento al enfermo en estas instituciones era de tipo humanitario, al imperar
la idea de que el enajenado debía sus síntomas al hecho de haber sido escogido
por Dios para hablar por su boca. De entre las figuras más destacadas de esta
época (Avenzoar, Averroes o Maimónides, entre otros) resulta especialmente
importante para la psicopatología la figura de Avicena (980-1037), que en su
obra El canon de medicina dedica un capítulo a la psicopatología descriptiva,
donde específica las alteraciones de diversos procesos psicológicos como
la memoria, el razonamiento o la imaginación.2223

La Inquisición, cuadro de Goya.

El cristianismo es sin duda el factor que más ha influido en la caracterización de la


enfermedad mental en la Edad Media. Durante la Baja Edad Media aún se
observaba cierta tolerancia hacia los rituales paganos. Pero a partir de mediados
del siglo XV, con el declive de las civilizaciones árabe y bizantina y la
predominancia del cristianismo, la Iglesia católica comienza la instauración de
medidas de persecución hacia todos aquellos actos considerados como formas
de herejía, brujería, magia o locura. Los participantes en este tipo de prácticas
eran considerados disidentes o peligrosos. En este contexto, el papa Inocencio
III crea la Santa Inquisición en el año 1119, inicialmente destinada a la lucha
contra los herejes, pero que en el siglo XIII amplía su objetivo a la brujería, con lo
que se establece una equiparación entre ambas actividades. Así, se acusa a los
herejes de cometer actos satánicos, y se pasa a conceder a la brujería carácter de
verdad. En el siglo XV, el papa Inocencio VIII publica la bula Summis
Desiderantes Affectibus en la que reconoce la existencia de las brujas, en contra
de lo que hasta entonces establecía el Canon Episcopi. Se inicia así la caza de
brujas, respaldada por la posterior publicación de obras como el Malleus
maleficarum («martillo de las brujas») de los inquisidores dominicos Enrique
Kramer y Jakob Sprenger, ya en pleno Renacimiento. En esta obra se detallan de
forma pormenorizada las diversas técnicas de interrogación y castigo de las que
podía hacerse uso, así como las prácticas sexuales aberrantes llevadas a cabo
por las brujas de forma habitual.24. Se estima que entre mediados del siglo XV y
finales del siglo XVI se ajustició a más de 100.000 personas bajo la acusación de
brujería. En la actualidad se considera muy probable que en muchos de esos
casos, los síntomas que presentaban las víctimas estuvieran provocados por
algún tipo de enfermedad mental o neurológica, como la epilepsia o
la esquizofrenia.25
Una edición del año 1669 del Malleus maleficarum.

Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer
una distinción entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el
Grande (1193 - 1280), Tomás de Aquino (1225 - 1274) o Arnau de
Vilanova (1204 - 1311) establecieron relaciones entre la enfermedad mental y la
enfermedad somática. Las teorías humorales seguían estando presentes, así
como la teoría de las facultades, según la cual la locura podía deberse a la pérdida
de alguna facultad de tipo sensorial, intelectual o conativa. En los casos en los que
se consideraba que la locura no obedecía a una posesión demoníaca, los
afectados podían ser cuidados en sus casas por sus familiares cercanos si no se
les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser recluidos en cárceles. 26
De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos mentales
en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los
de Metz (1100), Braunschweig (1224), y Érfurt (1385).27 En Valencia, el
religioso Juan Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado exclusivamente al
cuidado de los enfermos mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio
de 1410 bajo el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats, conocido
popularmente como Hospital de Inocentes de Valencia. El papa Benedicto
XIII autorizó el hospital con la condición de que se encontrara bajo la advocación
de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital de la Santa Cruz
de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de pacientes. 28

Renacimiento e Ilustración[editar]
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la
«primera revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo
del Renacimiento establece el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón,
la ciencia y la naturaleza, aunque en el ámbito de la salud mental, las creencias
religiosas encuentran un arraigo muy firme que se mantendría todavía durante
mucho tiempo. No obstante, el estudio de la salud mental abandona
paulatinamente el modelo demonológico para adoptar una
perspectiva naturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja paso a la
de enfermedad; los «endemoniados» pasan a ser pacientes. 29 Entre las causas de
este cambio de perspectiva puede señalarse un enriquecimiento de la
infraestructura cultural: la aparición de la imprenta favorece la difusión de los
textos científicos; los avances alcanzados durante el Imperio Bizantino fluyen
hacia Occidente tras la conquista de Constantinopla; y el descubrimiento de
nuevos territorios (América, Asia) amplía la visión general del mundo. Además,
aumentan en gran medida los conocimientos en las áreas
de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores hacen que el periodo
comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad cultural
muy superior a la de épocas anteriores.30

Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del trato
humanitario al enfermo mental.

La perspectiva humanística y psiquiátrica de la época se manifiesta en la obra de


diversos autores. Cornelio Agripa (1486 - 1535) rechazó con firmeza el modelo
demonológico y escribió en defensa de las mujeres, por lo que se le considera
un feminista adelantado a su tiempo. Juan Luis Vives (1492 - 1540) enfatizó la
necesidad de ofrecer un trato desprovisto de crueldad a los enfermos mentales en
la obra De subventione pauperum (1526). Asimismo, en De anima et vita (1538),
Vives propuso para lapsicología una orientación empírica basada en
la observación. Andrés Vesalio (1514 - 1564) profundizó en los conocimientos
sobre anatomía humana. Otros autores representativos de la época
fueron Paracelso (1493 - 1541), Felix Plater (1536 - 1614) o Johann
Weyer (1515 - 1588), considerado por algunos como el primer psiquiatra de la
historia. Autor de la obra De praestigiis daemonum, realizó descripciones clínicas
en clave psicopatológica de diversos trastornos mentales, y defendió un
tratamiento al enfermo basado en la comprensión y la empatía. Con la obra
de della Porta (1535 - 1615) da comienzo el estudio de la fisiognomía, que
pretende analizar psicológicamente a las personas a partir de determinados
rasgos físicos, principalmente faciales, y cuya influencia se extendió hasta
el siglo XX a través de autores como Lombroso o Kretschmer.31 Juan Huarte de
San Juan (1529-1588) escribió el Examen de ingenios para las ciencias, que se
considera el primer tratado de psicología diferencial de la historia,3233 y que fue
censurado por la Inquisición al ubicar en el cerebro el centro de la razón y
rechazar las explicaciones teológicas al respecto de la enfermedad mental.
Ya en el siglo XVII, el neuroanatomista inglés Thomas Willis (1621 - 1675) clasificó
la epilepsia, la histeria y la hipocondría entre las enfermedades nerviosas; y el
también inglés Thomas Sydenham (1624 - 1689) aplicó por primera vez a la
medicina el método inductivo en la práctica clínica, valiéndose de
la observación para identificar los diferentes síntomas y posteriormente poder
agruparlos en síndromes. Otros autores que posteriormente conceptualizaron la
enfermedad mental como una alteración de tipo nervioso fueron William
Cullen (1710 - 1790), que acuñó el término «neurosis»; Johann Cristian
Reil (1759 - 1813) y Robert Whytt (1714 - 1766).34
Los centros de internamiento[editar]
San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno
González (1880).

Un punto central de esta época histórica en lo que a la psicopatología se refiere es


la proliferación de las instituciones manicomiales. Los centros de atención al
enfermo mental, que ya habían hecho su aparición de forma esporádica a
principios del siglo XV, experimentan un crecimiento notable. Destaca en este
ámbito la figura de Juan Ciudad Duarte o Juan de Dios (1495 - 1550). Habiendo
sido internado en un centro tras sufrir un episodio psicótico en su juventud, decidió
que el tratamiento allí recibido no se ajustaba a las necesidades de los enfermos
mentales, por lo que en el año 1527 fundó una institución en Granada cuyo
modelo humanitario de tratamiento al paciente se extendió al resto
de España, Italia y Francia.nota 2 Los tratamientos que se ofrecían en la mayor parte
de los centros de la época incluían medidas tranquilizantes o estimulantes, así
como vendajes, baños, sangrías o dietas. Por otra parte, se buscaba garantizar un
trato humano al enfermo mediante la ausencia de agresiones físicas, el
ofrecimiento de medios de disfrute cultural (libros, música, etc.) y la posibilidad de
realizar tareas ocupacionales con vistas a la reinserción social. 36nota 3
Así, la proliferación de las instituciones de cuidados a enfermos mentales continúa
su curso. Bajo el influjo de la Ilustración, surge el culto a la razón, por lo que
la locura o sinrazón pasa a convertirse en un fenómeno despreciable. Disminuye
el número de centros de carácter religioso, pero en países
como Francia comienzan a surgir instituciones que, bajo control estatal, tienen
como objetivo último la reclusión y custodia de aquellos individuos que pudieran
alterar el orden público, entre los que se incluyen no ya solamente a los enfermos
mentales (representantes de esa «desgracia moral» que es como se considera la
locura), sino también a los vagabundos y menesterosos. Comienzan a surgir
teorías de corte pseudocientífico que niegan la existencia de sentimientos
humanos a los dementes, y se justifican así todo tipo de tratamientos denigrantes
y crueles.38

Del siglo XVIII al XIX[editar]


El tratamiento moral[editar]

Philippe Pinel, considerado el padre de la psiquiatría moderna.

Se considera a Philippe Pinel (1715 - 1826) como el padre de


la psiquiatría moderna. Fue un defensor de la corriente anatomopatológica, que
entendía la enfermedad mental como el resultado de alteraciones de tipo
anatómico, y no funcional. Pero su verdadera importancia para
la psicopatología radica en el hecho de haber llevado a cabo la instauración del
denominado tratamiento moral para los enfermos mentales,39 lo que ha sido
considerado como la segunda revolución psiquiátrica. Al ser nombrado director
médico del Hospital de Bicêtre (1793), y posteriormente de la Salpêtrière (1795),
Pinel puso en marcha una serie de medidas que pasaban por romper las cadenas
con que se reducía a los internos y ofrecer una serie de programas terapéuticos
estructurados a través de un trato amable, libre de agresiones y desde una
posición de respeto al paciente. Autor del Traité mèdicophilosophique sur
l'aliénation mentale, Pinel es considerado uno de los precursores de la terapia
ocupacional.40 Su principal discípulo fue Jean Étienne Dominique
Esquirol (1772 - 1840).41
El tratamiento moral de Pinel pronto se extendió a otros países. En la ciudad
de York, William Tuke fundó en 1792 un centro de atención a enfermos mentales
que incluía actividades como la laborterapia y la reestructuración ambiental, y en
los Estados Unidos se crearon varios centros de financiación privada de la misma
orientación. En Italia, el gran duque de Toscana Leopoldo II promulgó la primera
Ley de Dementes en el año 1774, que obligaba a tratar médicamente a los
enfermos mentales. En España, el tratamiento moral llegó de la mano del profesor
de la Universidad de Barcelona Joan Gine i Partagas (1836 - 1903). No obstante,
la falta de sistematización que caracterizaba a los principios terapéuticos del
tratamiento moral, la carencia de un sustrato teórico de base por la falta de
desarrollo de una psicología científica, y el incipiente auge biologicista del
momento, condujeron al declive de este tipo de prácticas clínicas. 42 Autores
como Thomas Szasz y Michel Foucault43 criticaron el tratamiento moral por abrir
las puertas a una política institucional de carácter represivo y controlador, así
como por dejar caer la responsabilidad de la curación exclusivamente en el
enfermo.44
Disciplinas precientíficas[editar]

Diagrama frenológico del S. XIX.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX comienzan a desarrollarse


en Europa diversos movimientos de carácter pseudocientífico, principalmente
en Viena, donde Franz Joseph Gall (1758 - 1893) y Franz Mesmer (1734 - 1815)
desarrollan respectivamente las tesis de la frenología y el mesmerismo. Según la
frenología de Gall, en concordancia con las doctrinas fisiognómicas, el
funcionamiento de los diversos procesos psíquicos estaba relacionado con el
desarrollo anatómico de determinades partes del cerebro. A cada función psíquica
correspondía una región cerebral localizada. Desde este punto de vista, un
análisis de las protuberancias craneales podría conducir a determinar las
características psíquicas de un individuo, en función de las áreas cerebrales que
se habían desarrollado en mayor o menor medida.
Algunos de los presupuestos de la frenología pueden encontrarse posteriormente
en los trabajos de autores como Paul Broca o Alfred Binet. En cualquier caso, a
pesar del carácter poco científico de esta disciplina, la asunción de la existencia de
una relación entre diferentes áreas cerebrales y determinades funciones
psicológicas es la base de la actual neuropsicología, y los primeros
descubrimientos en el ámbito de la anatomía patológica que tuvieron lugar en
estas fechas sentaron las bases para el surgimiento de una tendencia organicista
que se desarrollaría a lo largo del siglo XIX.4546
El mesmerismo, por su parte, suponía la asunción del hecho de que los astros
influyen en el comportamiento de los individuos mediante su movimiento y
situación. Esta disciplina presuponía la existencia de un «fluido magnético
universal» o «magnetismo animal». Mesmer suponía que cada individuo
participaba en cierta medida de ese magnetismo, de tal suerte que las diversas
alteraciones de carácter histérico se debían a una mala distribución de los fluidos
corporales. Suele referirse a Paracelso (1493 - 1541) como un antecedente de
estas prácticas, al haber atribuido propiedades curativas a los imanes. El
mesmerismo gozó de una gran popularidad en el París de finales del siglo XVIII,
en un contexto histórico en el que estaban muy presentes los estudios
sobre fuerzas gravitacionales y electricidad llevados a cabo por Isaac
Newton y Benjamin Franklin. Este último, a la sazón embajador de los Estados
Unidos en París, dictaminó la ineficacia terapéutica del mesmerismo tras un
estudio que se prolongó durante cinco años. 47

Siglo XIX[editar]
Organicismo y teoría degeneracionista[editar]

Carl Wernicke, neurólogo y psiquiatra alemán.

A medida que avanza el siglo XIX, y sobre todo a partir de su segunda mitad, el
contexto científico se va impregnando de un tinte naturalista y organicista que
repercute en la mayor parte de los ámbitos de investigación, incluida
la psicopatología, cuyos principales focos de crecimiento se localizan
en Francia, Alemania e Inglaterra. Las ciencias naturales avanzan en la
elaboración de taxonomías; aumenta el calado de la metodología observacional, y
la teoría de la evolución hace notar su influencia sobre las ciencias biológicas.48 Se
produce un amplio desarrollo en el ámbito de la fisiología y los conocimientos
anatómicos del sistema nervioso central y periférico en Francia y Alemania con los
estudios de Claude Bernard (1813 - 1878) y Hermann von
Helmholtz (1821 - 1894).49 Además, autores como Carl
Wernicke (1848 - 1905), John Hughlings Jackson (1835 - 1911) y Sergéi
Korsakov (1854 - 1900) facilitan una orientación biologicista de
la psiquiatría mediante sus respectivas aportaciones al conocimiento fisiológico y
anatomopatológico en el ámbito de la neurofisiología, la organización de
los niveles cerebrales y las alteraciones mnésicas.50 En Alemania, el principal
precursor de esta tendencia organicista se encuentra en la figura del
fisiopatólogo Wilhelm Griesinger (1817 – 1868), autor de la obra Patología y
tratamiento de las enfermedades mentales (1843), y el primero en afirmar de
forma explícita que las enfermedades mentales eran trastornos cerebrales,
relativizando así la importancia concedida a los aspectos culturales en el
desarrollo de las psicopatologías, lo que supuso una ruptura con la tradición
alemana, fuertemente entroncada hasta entonces en las raíces románticas y los
principios teológicos.51
En Francia, las tesis organicistas se concretan en la llamada «teoría de la
degeneración», cuyos principales exponentes fueron Bénédict Morel (1809 - 1873)
y Valentin Magnan (1835 – 1916). Según esta teoría, la causa de la enfermedad
mental radicaría en una degeneración genética, que se transmitiría de generación
en generación, y que sería responsable de las neurosis, las psicosis, y en última
instancia, de la deficiencia. La teoría de la degeneración llegó hasta Inglaterra de
la mano del psiquiatra Henry Maudsley (1835 – 1918), donde obtuvo una gran
aceptación,52 y su influencia también se extendió a España.5354
La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas[editar]

Emil Kraepelin, uno de los precursores de la psiquiatría moderna.

Durante el siglo XIX, se construye la psicopatología como una lengua descriptiva.


Este proceso, que comienza en Francia y concluye en Alemania, causa la
fragmentación del modelo dieciochesco de locura (como entidad monolítica) y da
lugar a la creación de unidades de análisis que, en imitación de la medicina,
también se les llama ‘signos y síntomas’ (mentales). 55 A finales del siglo XIX, sería
un discípulo de Griesinger, el alemán Emil Kraepelin (1856 - 1926), quien sentaría
las bases de una psicopatología basada en la descripción de los síntomas.
Combinó una concepción orgánica del origen de los trastornos mentales con una
clasificación sistematizada de tales trastornos desde una perspectiva descriptiva y
longitudinal. La obra de Kraepelin se considera la base de los sistemas actuales
de clasificación de los trastornos psicopatológicos, como el Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales de la APA y la Clasificación Internacional de
Enfermedades de la OMS. Por estos motivos está considerado como el padre de
la psiquiatría moderna. A lo largo de las sucesivas ediciones de su Tratado de
psiquiatría prestó especial atención al desarrollo del curso de las psicopatologías
mediante estudios longitudinales, lo que le permitió establecer una distinción entre
lo que denominaba «psicosis maníaco-depresiva» (en la que se englobaban los
diversos trastornos del estado de ánimo) y la «demencia precoz» (posteriormente
denominada por Eugene Bleuler como esquizofrenia).5624
Hacia una psicopatología experimental[editar]
La psicología experimental o científica dio sus primeros pasos a finales del siglo
XIX, principalmente mediante el desarrollo paralelo de dos corrientes
metodológicas diferenciadas. Una de ellas se centró en la manipulación de
variables con el objetivo de establecer relaciones causales, y estaba representada
por las figuras de Iván Pavlov (1849 - 1936) y Wilhelm Wundt (1832 - 1920). La
otra corriente, correspondiente a los trabajos de Francis Galton (1822 - 1911)
y Charles Spearman (1863 - 1945), adoptó un punto de vista multivariado y se
centró en el establecimiento de asociaciones, más que de causalidades. Esta fue
la metodología que sirvió como punto de partida para el desarrollo de disciplinas
como la psicometría. Paralelamente al nacimiento de la psicología experimental
surgió también la psicopatología experimental, dado que Pavlov también aplicó
sus trabajos al ámbito psicopatológico, y acuñó el término «neurosis experimental»
en sus investigaciones sobre discriminación estimular realizadas con perros.
El propio Kraepelin puede ser considerado como uno de los precursores de la
psicopatología de carácter experimental en el contexto de la Alemania de finales
del siglo XIX. Tras trabajar durante nueve años con Wundt en Leipzig, fundó su
propio laboratorio en Heidelberg, donde realizó estudios experimentales sobre
aspectos como la emoción, la fatiga, la memoria y los efectos de diversas
sustancias psicofarmacológicas. Desde entonces, y ya entrado el siglo XX,
comenzaron a proliferar los laboratorios psicopatológicos, especialmente en
los Estados Unidos, tanto en hospitales (Nueva
York, 1896; Massachusetts, 1904 y 1911) como en universidades (Harvard, 1913,
o Yale, 1916).57
Corriente psicologista[editar]

Jean-Martin Charcot, dando una clase en el Salpêtrière de París.

De manera paralela a los modelos organicistas, surge una corriente que enfoca la
psicopatología desde un punto de vista más psicológico. Entre las figuras más
importantes de esta tradición destacan, en Europa, Jean-Martin
Charcot (1825 - 1893), Joseph Babiński (1857 - 1932), Paul Janet (1859 - 1947)
y Eugen Bleuler (1857 - 1939). Asimismo, en Estados Unidos, es de reseñar la
obra de Adolf Meyer, suizo de nacimiento.58 Bajo el influjo de esta perspectiva se
desplazó el centro de atención desde la etiología exclusivamente organicista de
los trastornos mentales hacia una visión más centrada en las relaciones que se
establecen entre el mundo interior del hombre y los problemas de la vida que le
puedan afectar. Así, se pasó a prestar especial atención a las estrategias de
afrontamiento desplegadas ante las situaciones estresantes. Esta corriente hunde
sus raíces en el idealismo y romanticismo alemán, y supone el punto de origen del
desarrollo de teorías posteriores, como la obra de Sigmund Freud. Así, los
franceses Charcot, Babiński y Janet realizaron estudios sobre la neurosis,
la histeria y los procesos de sugestión. Bleuler acuñó conceptos como «autismo» y
«esquizofrenia», y estableció una diferenciación entre los subtipos de
esquizofrenia hebefrénica, catatónica, paranoide y simple. Por su parte, Meyer
combatió el modelo médico de enfermedad mental y prestó especial atención al
modo en que los individuos reaccionaban a los problemas del medio como forma
de explicación del desarrollo de las diferentes patologías mentales, lo que
favoreció el desarrollo de nuevas técnicas terapéuticas en los Estados Unidos,
como la terapia ocupacional.59

Del siglo XX a la actualidad[editar]


A partir del siglo XX tiene lugar una proliferación de diversas escuelas y modelos
psicopatológicos. De entre los movimientos de mayor importancia que han tenido
lugar a lo largo de este periodo, cabe destacar el surgimiento del psicoanálisis, el
desarrollo de las escuelas fenomenológicas, los descubrimientos y avances en el
ámbito de la psicofarmacología y la neurociencia, y el asentamiento de los
modelos de atención comunitaria, así como la desaparición de los hospitales
mentales como centros de referencia para el tratamiento de las psicopatologías. 60
A partir de la segunda mitad del siglo XX se establecen las nosologías y los
sistemas de diagnóstico y tratamiento de mayor reconocimiento a nivel general,
como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales y
la Clasificación Internacional de Enfermedades.61
Modelos psicopatológicos[editar]

Tratado de Psicopatología General (Allgemeine Psychopathologie) de Karl Jaspers (1913).

Con la aparición del psicoanálisis, el centro de atención de la psicopatología se


desplazó desde la enfermedad hacia el individuo, al buscar las motivaciones de
los trastornos en la historia personal de los pacientes. Además de fomentar
la psicologización del trastorno mental, el psicoanálisis supuso un avance en lo
que respecta a las técnicas de intervención y tratamiento verbales; la curación a
través de la palabra. Por último, el psicoanálisis fomentó el tratamiento individual
en contraposición al internamiento del enfermo en instituciones manicomiales. 62
El conductismo es otra corriente psicológica que se desarrolló durante el siglo XX,
principalmente en Estados Unidos. Bajo una concepción
estrictamente ambientalista de la psicopatología, el trastorno mental se explica
como el resultado de un aprendizaje deficiente de la interacción entre el sujeto y
su medio. A partir de los estudios de Edward Thorndike e Iván Pávlov surgen los
trabajos de John Broadus Watson (1878 - 1958), en los que trata de aplicar los
principios del condicionamiento clásico al comportamiento psicopatológico. Más
adelante destacarían autores como Hans Eysenck (1916 -1997) y Joseph
Wolpe (1915 - 1997), así como el célebre Burrhus Frederic Skinner (1904 - 1990),
que desarrollaría los principios del condicionamiento operante.63
En oposición a la corriente psicoanalítica, en Europa surgen las posturas
fenomenológicas desarrolladas por Karl Jaspers (1883 - 1969), que hunden sus
raíces en la corriente existencialista, niegan la estructuración tripartita de la psique
que proponía Freud, y relativizan el papel que este le otorgaba al inconsciente en
el comportamiento humano. La obra cumbre de Jaspers, «Psicopatología
General» (Allgemeine Psychopathologie), ha ejercido una influencia capital en el
desarrollo de la psicopatología hasta nuestros días. 64 Pueden apreciarse las
huellas de estos modelos fenomenológicos en la psicología humanista que surgió
en los Estados Unidos de la mano de autores como Abraham
Maslow (1908 - 1970), Carl Rogers (1902 - 1987) o Eric Berne (1910 - 1970),65
autoproclamada como «la tercera fuerza» frente a las posturas psicoanalíticas y
conductuales.66
Auge de los psicofármacos[editar]
Los primeros tratamientos de corte biológico que se desarrollaron en el siglo
XX suponían graves perjuicios al paciente: sumamente rudimentarios, con
peligrosos efectos secundarios y de eficacia muy reducida o directamente nula,
algunos de estos métodos eran la psicocirugía radical (lobotomía o lobectomía),
los electrochoques, o la inducción de convulsiones y comas insulínicos. Pero en
los años cincuenta, los avances en las áreas de la bioquímica y la biología
molecular permitieron el desarrollo de diversas clases de psicofármacos que
pasaron a convertirse en parte importante de muchas terapias de índole
psicopatológico. Algunos de los grupos de fármacos más habituales son:

 Neurolépticos: indicados para el tratamiento de síntomas psicóticos


(principalmente alucinaciones y delirios), desarrollados a partir del
descubrimiento de la clorpromazina en el año 1953. Supusieron un gran
avance en el tratamiento de la esquizofrenia, y fueron uno de los factores que
facilitaron la disminución de los internamientos institucionales al posibilitar un
tratamiento ambulatorio libre de síntomas.
 Antidepresivos: Incluyen los primeros antidepresivos tricícliclos,
(imipramina, clomipramina, etc.), los inhibidores de la
monoaminooxidasa (IMAO), y los más recientes inhibidores selectivos de la
recaptación de monoaminas, como los ISRS. En 1949 se descubre que
el litio es un estabilizador eficaz del estado de ánimo en los casos de trastorno
bipolar (entonces conocido como psicosis maníaco-depresiva), y el tratamiento
se populariza a partir de los años setenta.
 Ansiolíticos: los tranquilizantes menores combaten los síntomas de uno de
los problemas más comúnmente diagnosticados: los trastornos
de insomnio y ansiedad. No obstante, desde los años sesenta y hasta la
actualidad se ha venido observando una presencia cada vez más generalizada
de este tipo de prescripciones, lo que en ocasiones ha sido visto como un
problema de salud pública que afecta a una parte importante de la sociedad. 67
68

Clasificaciones psicopatológicas modernas[editar]


El empleo de criterios diagnósticos precisos para formular las diferentes
categorías diagnósticas ha sido esencial en el desarrollo del actual corpus teórico
de la epidemiología psicopatológica y de los procedimientos de evaluación y
diagnóstico. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales y
la Clasificación Internacional de Enfermedades sientan las bases de la
psicopatología moderna, en la medida en que vertebran y guían el proceso de
diagnóstico clínico desde una perspectiva descriptiva y ateórica, estableciendo
unos criterios concretos para el diagnóstico de cada trastorno definido, y
convirtiéndose así en herramientas indispensables para la práctica clínica en
psicopatología y psiquiatría. No obstante, no escasean las voces que señalan las
limitaciones de estos modelos de clasificación,69 de carácter siempre transicional y
en constante evolución, adaptándose al contexto social del momento.
Después de haber leído los materiales ubicados en la sección de recursos los invitamos a
participar en el foro sobre los conceptos de enfermedad y trastorno mental, es necesario que
delimiten los conceptos y citen los autores que se recomiendan

Buen día
Después de haber leído, visto los vídeos  y estudiado detenidamente los materiales de la
unidad debes realizar un mapa conceptual de la Historia de la psiquiatría y un cuadro
comparativo de las diferencias entre psiquiatría y psicopatologia.
Instrucciones 
Debes adjuntar las dos tareas en un mismo archivo

Referencias:
José Luis Medina Amor y Rebeca Suárez Guinea. MANUAL DEL RESIDENTE EN
PSIQUIATRÍA. Disponible
en: http://www.sepsiq.org/file/Publicaciones/Manual_Residente_Psiquiatr%C3%ADa2.pdf 
(Revisado: 25/08/2020)
Carolina Raheb. CLASIFICACION EN PAIDOQSIQUIATRIA, CONCEPTOS Y
ENFOQUES, SISTEMA DE CLASIFICACION: DSM-IV, ICD-10. Disponible
en: http://www.paidopsiquiatria.cat/files/sistemas_clasificacion_dsm-iv_cie-10.pdf (Revisa
do: 25/08/2020)
 

Trastornos mentales
28 de noviembre de 2019

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Datos y cifras
 Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con
manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una
combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las
emociones, la conducta y las relaciones con los demás.
 Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la
esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades
intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo.
 Hay estrategias eficaces para prevenir algunos trastornos mentales,
como la depresión.
 Se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y
medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan.
 Los pacientes deben tener acceso a la atención médica y los servicios
sociales que les puedan ofrecer el tratamiento que necesitan. Además,
es fundamental que reciban apoyo social.

La prevalencia de los trastornos mentales continúa aumentando, causando efectos


considerables en la salud de las personas y graves consecuencias a nivel
socioeconómico y en el ámbito de los derechos humanos en todos los países

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders
La ENFERMEDAD o EL TRASTORNO MENTAL es una alteración de tipo emocional,
cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos
básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta,
la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Lo que dificulta a la
persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de
malestar subjetivo. (Ref. La “Guía de estilo” de FEAFES, la Confederación Española
de Agrupaciones de Familiares y personas con enfermedad mental).
 
No es fácil establecer una causa-efecto en la aparición de la enfermedad mental sino
que son múltiples y en ella confluyen factores biológicos (alteraciones bioquímicas,
metabólicas, etc.), factores psicológicos (vivencias del sujeto, aprendizaje, etc.) y
factores sociales (cultura, ámbito social y familiar, etc.) que pueden influir en su
aparición.
 

Conceptos de enfermedad y trastorno mental

Los términos “trastorno mental” y “enfermedad mental” son muy controvertidos y sus
respectivas definiciones han dado lugar a largas discusiones que no se han resuelto
todavía de un modo completamente satisfactorio . En términos prácticos, el término
“enfermedad” suele reservarse para aquellos procesos patológicos en los que la pérdida
de salud tiene una causa orgánica conocida. El término “trastorno” es más amplio y se usa
cuando hay una alteración genérica de la salud, sea o no consecuencia directa de una
causa orgánica. Las nosotaxias psiquiátricas modernas utilizan el término “trastorno” para
la mayoría de las entidades que estudian, lo cual implica que los diagnósticos psiquiátricos
no son siempre diagnósticos de enfermedad.

Luis caballero Martinez. Conceptos de enfermedad y trastorno mental. Clasificación.


Trastornos clínicos y de la personalidad. Problemas psicosociales. Bases etiopatogénicas
de los trastornos mentales. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=2347662 (Revisado: 26/08/2020)

La OMS señala que los Trastornos mentales se caracterizan por una combinación de
alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones
con los demás. Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la
esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los
trastornos del desarrollo, como el autismo.

Organización Mundial de la Salud. Trastornos mentales. Disponible en:


https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders (Revisado:
26/08/2020)

Las enfermedades mentales son desordenes o trastornos del cerebro que alteran la
manera de pensar y de sentir de la persona afectada al igual que su estado de ánimo y su
habilidad de relacionarse (identificarse) con otros. Frecuentemente disminuyen la
capacidad de una persona para afrontar las exigencias normales de la vida diaria. Todas
las enfermedades mentales son causadas por desórdenes químicos del cerebro.

Estas enfermedades pueden afectar a personas de cualquier edad, raza, religión o


situación económica. Estas alteraciones se manifiestan en trastornos del razonamiento,
del comportamiento, de la facultad de reconocer la realidad y de adaptarse a las
condiciones de la vida.

Ecured. Enfermedad mental. Disponible en: https://www.ecured.cu/Enfermedad_mental


(Revisado: 26/08/2020)

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