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La psicopatología, (del griego, psyché: alma; pathos: enfermedad; y logos:
discurso racional) es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta
anormal o desviada, y que presta especial interés a la naturaleza u orígenes de los
comportamientos patológicos. Sirve como base para disciplinas más aplicadas,
como la psicología clínica o la psiquiatría, y guía los procesos
de prevención, diagnóstico y tratamiento. Uno de sus principales objetivos es
lograr establecer unos principios generales que permitan identificar las causas de
la conducta anormal mediante la aplicación del método científico.1
A lo largo de la historia de la psicopatología, el concepto mismo de enfermedad
mental ha evolucionado en función del momento histórico y de las circunstancias
culturales de cada sociedad. Tanto la conducta anormal como el modo en que
debía ser tratada se han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad
hasta nuestros días. Así, podemos señalar las primeras
concepciones mágicas y animistas de las sociedades primitivas; la notable
influencia de los factores religiosos durante la Edad Media que impulsaron una
visión de la locura como castigo divino ante el pecado; la progresiva tendencia
hacia la asunción de posiciones de carácter más organicista a partir del siglo XIX y
el posterior desarrollo de la psicobiología y la psicofarmacología; y los modelos de
corte psicogénico, que buscan las causas de la desviación conductual en factores
de índole psicológico o psicosocial.
Índice
1Sociedades primitivas
2Civilizaciones preclásicas
3Antigüedad clásica: Grecia y Roma
4Edad Media
5Renacimiento e Ilustración
o 5.1Los centros de internamiento
6Del siglo XVIII al XIX
o 6.1El tratamiento moral
o 6.2Disciplinas precientíficas
7Siglo XIX
o 7.1Organicismo y teoría degeneracionista
o 7.2La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas
o 7.3Hacia una psicopatología experimental
o 7.4Corriente psicologista
8Del siglo XX a la actualidad
o 8.1Modelos psicopatológicos
o 8.2Auge de los psicofármacos
o 8.3Clasificaciones psicopatológicas modernas
9Véase también
10Notas
11Referencias
12Bibliografía
13Bibliografía adicional
14Enlaces externos
Sociedades primitivas[editar]
Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor de la
oquedad indica que el individuo sobrevivió a la intervención.
Civilizaciones preclásicas[editar]
En las civilizaciones anteriores al pensamiento greco-romano, entre las que se
encuentran las culturas mesopotámica, hindú, china, hebrea y egipcia, también
predominó una concepción sobrenatural de la naturaleza de los comportamientos
anormales, entendiéndose en muchos casos como una suerte de castigo divino o
posesión maligna.9 En la cultura mesopotámica, los espíritus vigilaban los actos de
los hombres y castigaban sus males acciones enviándoles la enfermedad. Una de
ellas era la locura, que se atribuía a la intervención del demonio Idta. Las técnicas
curativas pasaban por averiguar la causa del castigo, por lo que se hacía
necesaria una labor de investigación e interrogación acerca de los actos
cometidos. Ensalmos, oraciones y sacrificios eran prácticas habituales para tratar
de alcanzar la sanación.10
Fragmento del Papiro Edwin Smith.
Edad Media[editar]
Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer
una distinción entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el
Grande (1193 - 1280), Tomás de Aquino (1225 - 1274) o Arnau de
Vilanova (1204 - 1311) establecieron relaciones entre la enfermedad mental y la
enfermedad somática. Las teorías humorales seguían estando presentes, así
como la teoría de las facultades, según la cual la locura podía deberse a la pérdida
de alguna facultad de tipo sensorial, intelectual o conativa. En los casos en los que
se consideraba que la locura no obedecía a una posesión demoníaca, los
afectados podían ser cuidados en sus casas por sus familiares cercanos si no se
les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser recluidos en cárceles. 26
De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos mentales
en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los
de Metz (1100), Braunschweig (1224), y Érfurt (1385).27 En Valencia, el
religioso Juan Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado exclusivamente al
cuidado de los enfermos mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio
de 1410 bajo el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats, conocido
popularmente como Hospital de Inocentes de Valencia. El papa Benedicto
XIII autorizó el hospital con la condición de que se encontrara bajo la advocación
de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital de la Santa Cruz
de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de pacientes. 28
Renacimiento e Ilustración[editar]
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la
«primera revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo
del Renacimiento establece el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón,
la ciencia y la naturaleza, aunque en el ámbito de la salud mental, las creencias
religiosas encuentran un arraigo muy firme que se mantendría todavía durante
mucho tiempo. No obstante, el estudio de la salud mental abandona
paulatinamente el modelo demonológico para adoptar una
perspectiva naturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja paso a la
de enfermedad; los «endemoniados» pasan a ser pacientes. 29 Entre las causas de
este cambio de perspectiva puede señalarse un enriquecimiento de la
infraestructura cultural: la aparición de la imprenta favorece la difusión de los
textos científicos; los avances alcanzados durante el Imperio Bizantino fluyen
hacia Occidente tras la conquista de Constantinopla; y el descubrimiento de
nuevos territorios (América, Asia) amplía la visión general del mundo. Además,
aumentan en gran medida los conocimientos en las áreas
de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores hacen que el periodo
comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad cultural
muy superior a la de épocas anteriores.30
Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del trato
humanitario al enfermo mental.
Siglo XIX[editar]
Organicismo y teoría degeneracionista[editar]
A medida que avanza el siglo XIX, y sobre todo a partir de su segunda mitad, el
contexto científico se va impregnando de un tinte naturalista y organicista que
repercute en la mayor parte de los ámbitos de investigación, incluida
la psicopatología, cuyos principales focos de crecimiento se localizan
en Francia, Alemania e Inglaterra. Las ciencias naturales avanzan en la
elaboración de taxonomías; aumenta el calado de la metodología observacional, y
la teoría de la evolución hace notar su influencia sobre las ciencias biológicas.48 Se
produce un amplio desarrollo en el ámbito de la fisiología y los conocimientos
anatómicos del sistema nervioso central y periférico en Francia y Alemania con los
estudios de Claude Bernard (1813 - 1878) y Hermann von
Helmholtz (1821 - 1894).49 Además, autores como Carl
Wernicke (1848 - 1905), John Hughlings Jackson (1835 - 1911) y Sergéi
Korsakov (1854 - 1900) facilitan una orientación biologicista de
la psiquiatría mediante sus respectivas aportaciones al conocimiento fisiológico y
anatomopatológico en el ámbito de la neurofisiología, la organización de
los niveles cerebrales y las alteraciones mnésicas.50 En Alemania, el principal
precursor de esta tendencia organicista se encuentra en la figura del
fisiopatólogo Wilhelm Griesinger (1817 – 1868), autor de la obra Patología y
tratamiento de las enfermedades mentales (1843), y el primero en afirmar de
forma explícita que las enfermedades mentales eran trastornos cerebrales,
relativizando así la importancia concedida a los aspectos culturales en el
desarrollo de las psicopatologías, lo que supuso una ruptura con la tradición
alemana, fuertemente entroncada hasta entonces en las raíces románticas y los
principios teológicos.51
En Francia, las tesis organicistas se concretan en la llamada «teoría de la
degeneración», cuyos principales exponentes fueron Bénédict Morel (1809 - 1873)
y Valentin Magnan (1835 – 1916). Según esta teoría, la causa de la enfermedad
mental radicaría en una degeneración genética, que se transmitiría de generación
en generación, y que sería responsable de las neurosis, las psicosis, y en última
instancia, de la deficiencia. La teoría de la degeneración llegó hasta Inglaterra de
la mano del psiquiatra Henry Maudsley (1835 – 1918), donde obtuvo una gran
aceptación,52 y su influencia también se extendió a España.5354
La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas[editar]
De manera paralela a los modelos organicistas, surge una corriente que enfoca la
psicopatología desde un punto de vista más psicológico. Entre las figuras más
importantes de esta tradición destacan, en Europa, Jean-Martin
Charcot (1825 - 1893), Joseph Babiński (1857 - 1932), Paul Janet (1859 - 1947)
y Eugen Bleuler (1857 - 1939). Asimismo, en Estados Unidos, es de reseñar la
obra de Adolf Meyer, suizo de nacimiento.58 Bajo el influjo de esta perspectiva se
desplazó el centro de atención desde la etiología exclusivamente organicista de
los trastornos mentales hacia una visión más centrada en las relaciones que se
establecen entre el mundo interior del hombre y los problemas de la vida que le
puedan afectar. Así, se pasó a prestar especial atención a las estrategias de
afrontamiento desplegadas ante las situaciones estresantes. Esta corriente hunde
sus raíces en el idealismo y romanticismo alemán, y supone el punto de origen del
desarrollo de teorías posteriores, como la obra de Sigmund Freud. Así, los
franceses Charcot, Babiński y Janet realizaron estudios sobre la neurosis,
la histeria y los procesos de sugestión. Bleuler acuñó conceptos como «autismo» y
«esquizofrenia», y estableció una diferenciación entre los subtipos de
esquizofrenia hebefrénica, catatónica, paranoide y simple. Por su parte, Meyer
combatió el modelo médico de enfermedad mental y prestó especial atención al
modo en que los individuos reaccionaban a los problemas del medio como forma
de explicación del desarrollo de las diferentes patologías mentales, lo que
favoreció el desarrollo de nuevas técnicas terapéuticas en los Estados Unidos,
como la terapia ocupacional.59
Buen día
Después de haber leído, visto los vídeos y estudiado detenidamente los materiales de la
unidad debes realizar un mapa conceptual de la Historia de la psiquiatría y un cuadro
comparativo de las diferencias entre psiquiatría y psicopatologia.
Instrucciones
Debes adjuntar las dos tareas en un mismo archivo
Referencias:
José Luis Medina Amor y Rebeca Suárez Guinea. MANUAL DEL RESIDENTE EN
PSIQUIATRÍA. Disponible
en: http://www.sepsiq.org/file/Publicaciones/Manual_Residente_Psiquiatr%C3%ADa2.pdf
(Revisado: 25/08/2020)
Carolina Raheb. CLASIFICACION EN PAIDOQSIQUIATRIA, CONCEPTOS Y
ENFOQUES, SISTEMA DE CLASIFICACION: DSM-IV, ICD-10. Disponible
en: http://www.paidopsiquiatria.cat/files/sistemas_clasificacion_dsm-iv_cie-10.pdf (Revisa
do: 25/08/2020)
Trastornos mentales
28 de noviembre de 2019
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Datos y cifras
Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con
manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una
combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las
emociones, la conducta y las relaciones con los demás.
Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la
esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades
intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo.
Hay estrategias eficaces para prevenir algunos trastornos mentales,
como la depresión.
Se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y
medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan.
Los pacientes deben tener acceso a la atención médica y los servicios
sociales que les puedan ofrecer el tratamiento que necesitan. Además,
es fundamental que reciban apoyo social.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders
La ENFERMEDAD o EL TRASTORNO MENTAL es una alteración de tipo emocional,
cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos
básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta,
la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Lo que dificulta a la
persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de
malestar subjetivo. (Ref. La “Guía de estilo” de FEAFES, la Confederación Española
de Agrupaciones de Familiares y personas con enfermedad mental).
No es fácil establecer una causa-efecto en la aparición de la enfermedad mental sino
que son múltiples y en ella confluyen factores biológicos (alteraciones bioquímicas,
metabólicas, etc.), factores psicológicos (vivencias del sujeto, aprendizaje, etc.) y
factores sociales (cultura, ámbito social y familiar, etc.) que pueden influir en su
aparición.
Los términos “trastorno mental” y “enfermedad mental” son muy controvertidos y sus
respectivas definiciones han dado lugar a largas discusiones que no se han resuelto
todavía de un modo completamente satisfactorio . En términos prácticos, el término
“enfermedad” suele reservarse para aquellos procesos patológicos en los que la pérdida
de salud tiene una causa orgánica conocida. El término “trastorno” es más amplio y se usa
cuando hay una alteración genérica de la salud, sea o no consecuencia directa de una
causa orgánica. Las nosotaxias psiquiátricas modernas utilizan el término “trastorno” para
la mayoría de las entidades que estudian, lo cual implica que los diagnósticos psiquiátricos
no son siempre diagnósticos de enfermedad.
La OMS señala que los Trastornos mentales se caracterizan por una combinación de
alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones
con los demás. Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la
esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los
trastornos del desarrollo, como el autismo.
Las enfermedades mentales son desordenes o trastornos del cerebro que alteran la
manera de pensar y de sentir de la persona afectada al igual que su estado de ánimo y su
habilidad de relacionarse (identificarse) con otros. Frecuentemente disminuyen la
capacidad de una persona para afrontar las exigencias normales de la vida diaria. Todas
las enfermedades mentales son causadas por desórdenes químicos del cerebro.