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El 2020 ha puesto frente a nuestras Tnuot un gran desafío. Hemos tenido que redefinirnos,
repensar lo que es una Tnua, y debimos adaptarnos al medio virtual, el cual se volvió la
base de nuestra subsistencia y nuestro activismo. Ciertamente, nos encontramos frente a
muchos obstáculos, tuvimos que entender ciertos límites que nos da el medio virtual, pero
también es innegable que la cuarentena frente a la pandemia del COVID-19 nos ha traído,
como movimientos educativos, varias grandes oportunidades. A través de este escrito, me
gustaría enfocarme en la mayor oportunidad que nos ha traído el marco dentro del cual
nos encontramos actualmente: la de definir nuestra esencia, y marcar a partir de la
definición un camino claro por medio del cual guiarnos hacia la visión a la que apuntan
todas nuestras Tnuot. Para definir la esencia, en primer lugar, debemos hacernos la
siguiente pregunta: ¿Qué es aquello inter-temporal e intangible que nos caracteriza como
Tnuot Noar?
Durante el siglo en el cual ha existido Hanoar Hatzioni, cuyo destino fue heredado por la
actual Familia Hanoar Hatzioni, hemos atravesado muchos cambios. Cada una de nuestras
Tnuot surge como un sueño llevado a la realidad por personas que, en la mayoría de los
casos, ya no forman parte de las mismas. Además, en muchos casos, el Ken en el cual
comenzó todo no es el centro actual de peilut. Incluso nuestras ideologías se han
modificado, frente a un mundo en continuo cambio. No es casualidad que nos
identifiquemos como “movimientos”, constantemente estamos evolucionando, mejorando,
y creciendo en todo sentido. Dentro de un contexto de tanto cambio, ¿Cuál es nuestra
esencia entonces?
Nuestra esencia son esos valores, que nos han caracterizado durante casi un siglo, y el
impulsarnos hacia la visión constituye una base de todas nuestras Tnuot, nosotros mismos
y nosotras mismas. El cuestionamiento que queda es: ¿Cómo llegamos a aquella visión?
Por un lado, la Ideología es aquel set de ideas que, como Tnuot, nos ayudan a llevar a todos
aquellos valores que nos caracterizan a una realización en el mundo de forma práctica.
Así, por medio de nuestros pilares, siguiendo a nuestras fuentes de inspiración, y
planteando un Tojnit claro, nos impulsamos hacia la visión, traduciendo a la esencia en
ideas. Dentro de la Ideología se encuentran dos conceptos muy importantes que debemos
tomar en cuenta: la misión y los objetivos. Para llegar a la visión, primero debemos pasar
por una misión que sea realizable dentro de nuestro ciclo tnuatí, como sucede con la
Hagshama Atzmit en la mayoría de los casos. Además, es importante entender que no
podemos solamente quedarnos en la misión, sino que existen ciertos objetivos que nos
impulsan hacia nuestra visión, mismos que funcionan como escalones que nos llevan a la
utopía que buscamos. Así, la Tnua es un primer paso dentro de un gran proceso, un
proceso esencial. Si vemos a la visión como un punto final, y buscamos generar un camino
por medio del cual llegar a ella, podemos concebir a la Ideología como el pavimento que
atravesamos, el cual marca el destino.
Por otro lado, la Concepción Educativa existe como aquel marco en el cual decidimos
tomar acción. Como Tnuot Noar, decidimos que la ruta hacia el cambio es la educación,
pero no cualquier tipo de educación. Dentro de nuestras Tnuot, tenemos tres factores
cardinales que nos guían en nuestro sendero educativo. En primer lugar, decidimos educar
y no adoctrinar. Además, tomamos como medio específicamente a la educación no-formal;
y, en tercer lugar, brindamos una educación que se basa en cuatro conceptos: “actuar,
vivenciar, aprender y soñar”. Los tres factores cardinales de nuestra Concepción Educativa
no son simplemente el camino más simple hacia la visión, sino que son también una
traducción directa de nuestra esencia en ideas, ideas que nos llevan a una práctica
específica. Así, la Ideología y la Concepción Educativa se asemejan en muchos sentidos,
principalmente en relación con la esencia, de la cual se desprenden. Siguiendo con la
metáfora del camino, podemos concebir a la Concepción Educativa como la ruta que
seguimos, misma que se diferencia de otras miles de rutas posibles, y nos impulsa
específicamente hacia nuestra visión. Así, juntando al pavimento formado por nuestra
Ideología, con la ruta que nos presenta nuestra Concepción Educativa, llegamos a un derej
(camino) que nos guía hacia la visión. ¿Y qué nos falta?
Por supuesto, debemos tener a alguien que transite el camino, alguien que genere una
trascendencia, y acá es donde entra la importante figura del/a Madrij/a. Antes de hablar de
esta figura, sin embargo, debemos entender, ¿Qué la ayuda en su travesía por este derej?
במה לשיח חינוכי רעיוני, ""דעותנו
ישראל- "מזכירות "הנוער הציוני העולמית
“Deotenu”, foro de diálogo educativo ideológico
Mazkirut "Hanoar Hatzioni Haolamit" – Israel
Un concepto del que hablamos muchos en nuestras tnuot, pero al que no le damos mucha
explicación, es el concepto de “Hadraja”, mismo que se puede explicar como el set de
herramientas que, en nuestro camino como Madrijim/ot, nos ayudan a ser grandes guías.
La Hadraja está dividida en dos figuras: la figura del/a Mejanej/et (educador/a) y la figura
del/a Manhig/a (líder). Cuando se juntan ambas figuras, se obtiene la base con la cual
transita el derej el/la Madrij/a, lo cual lleva a que su cuestionamiento sea fundamental.
El/la Madrij/a es un ejemplo a seguir, es quien mejor conoce al camino en sí, y es también
quien hace al camino propio. Al final, es fundamental comprender que el derej no es un
concepto externo a nosotros y nosotras, sino que el derej es construido por nuestro
constante activismo, por la forma en la que guiamos, por nuestra constante búsqueda por
conocerlo, reconocerlo y transitarlo. El derej está constituido por la esencia de la tnua, y la
esencia de la tnua es también nuestra esencia, lo cual lleva a que el rol del/a Madrij/a no es
simplemente el de guiar a otros y otras por medio de un camino que le fue indicado, sino
que es el de guiar a otros y otras por medio de su propio camino, el gran camino de
nuestras tnuot, que nos impulsa a la meta máxima.
Recapitulando, poseemos dentro de nuestras tnuot una esencia que nos caracteriza, y por
medio de la cual construimos una visión en la cual se basa nuestro derej educativo.
Además, poseemos a una figura importante, el/la Madrij/a, quien transita el derej por
medio de herramientas subjetivas y en constante expansión, como un guía que vive el
camino por experiencia propia, y no solamente lo comprende externamente. Ahora, el
gran cuestionamiento que queda es: ¿Por qué es tan fundamental reconocer a nuestra
esencia y nuestra meta máxima?
Tal y como dije al principio de este escrito, nuestras tnuot han atravesado una gran
cantidad de cambios a través de su historia, algunos internos y muchos otros externos.
Además, es importante entender que no por nada nos reconocemos como “movimientos”,
pero, ¿Hasta dónde nos podemos mover? ¿Cómo nos mantenemos fieles a los valores con
base en los cuales surgimos? Al entender a la esencia, al derej, y nuestro rol en relación
con el mismo, podemos entender hacia donde debemos enfocarnos en ese cambio.
Podemos entendernos mejor a nosotros mismos y nosotras mismas, al marco en el cual nos
encontramos, y así podemos encontrar el correcto empalme entre nuestras identidades, y
la tnua como un gran proceso. Entender a la esencia es entender la base de todo lo que
hacemos, y de todo lo que somos. Así, comprender a la esencia es la clave para la
identidad, y la continuidad.
El 2020 nos ha enfrentado a muchos desafíos, pero también nos ha dado la oportunidad de
reflexionar sobre quienes somos, y hacia dónde queremos apuntar, a nivel personal y a
nivel tnuatí. Otra gran oportunidad que nos brindó fue la de realizar el Majón Virtual
2020, en el cual estuvieron presentes javerim y javerot de toda la Tnua a nivel continental,
constituyendo así un Majón único, del cual tuve la gran oportunidad de cumplir un sueño
que tengo a nivel personal, el sueño de ser Rosh Jinuj dentro de un Majón.
במה לשיח חינוכי רעיוני, ""דעותנו
ישראל- "מזכירות "הנוער הציוני העולמית
“Deotenu”, foro de diálogo educativo ideológico
Mazkirut "Hanoar Hatzioni Haolamit" – Israel
El Majón nos permitió ampliar nuestros horizontes mucho más allá de lo que el contexto
actual nos había ya permitido, reforzando así el gran ideal que nos guió a través de la
pandemia: #LaTnuaNoPara. Además, constituyó el marco ideal para cuestionarnos nuestra
esencia, que no es una esencia que solamente compartimos a nivel individual o tnuatí, sino
que es una esencia que nos caracteriza como Familia Hanoar Hatzioni. Así, pudimos
comprender mejor lo que nos vincula a nivel mundial, nuestra meta máxima, y donde nos
encontramos en relación con la misma.
Para finalizar, me gustaría dejarles una frase que dijo el padre del sionismo moderno,
Teodoro Hertzl: “Todas las acciones fueron alguna vez un sueño”. Tenemos un gran sueño
que llevar a una realidad, y la acción ya comenzó, ahora nos falta enfocarnos. ¿Qué
esperamos para llevar al sueño a una realidad?
¡Jazak Ve’Ematz!
- Liderazgo en épocas de crisis, ser un líder por fuera del “libreto”, Mato Wexler:
http://www.hholamit.org.il/liderazgo-en-epocas-de-crisis-ser-un-lider-por-fuera-del-
%c2%a8libreto%c2%a8/