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El hormigón es un material de consistencia viscosa en el momento de su puesta en obra.

Como sabrás, está compuesto por cemento, agua, áridos de distintos tipos y algunos
aditivos. El proceso de fraguado del hormigón es un factor esencial en la construcción,
puesto que supone la adquisición de la resistencia a medida que va endureciendo.
Para que esta resistencia alcance los niveles considerados en el diseño de una
infraestructura, será necesario que el fraguado se realice de manera correcta.

Índice de contenidos

 Riego de hormigón
 Uso de telas para aporte de humedad
 Uso de cubiertas protectoras
 Aplicación de compuestos de sellado

Para conseguir que el proceso de la fraguado se produzca de manera adecuada y el


hormigón pueda alcanzar sus condiciones constructivas óptimas a lo largo de su vida útil,
es imperativo que la proporción agua/cemento en la mezcla de hormigón sea la justa
necesaria, ni más ni menos.

 
Fotografía: Pezibear (Pixabay)

En el caso de que la proporción agua/cemento sea superior a la necesaria para la


reacción química del proceso de fraguado, el agua sobrante no imprescindible para la
reacción permanecerá en el interior del hormigón durante su proceso de endurecimiento
y posteriormente se evaporará, dejando una serie de oquedades que dotarán al
hormigón de una porosidad elevada. Esta porosidad resultante no solo disminuirá
considerablemente la resistencia del hormigón, sino que además propiciará una
“puerta de entrada” ante elementos agresivos externos, tales como puede ser el propio
aire, que contribuye a la oxidación de la armadura interna del hormigón armado.

Sin embargo, de ser la cantidad de agua menor que la estrictamente necesaria la


previsión de las condiciones del hormigón no es mejor, ya que la reacción química que
posibilita el fraguado no llegaría a finalizar, es decir, parte del cemento que contiene el
hormigón no llegará a endurecerse, lo que afectará de manera muy negativa a la
resistencia del hormigón, la cual será inferior a la esperada en este caso.

 
Fotografía: Tecnopreco

Por tanto, el hormigón es un material que podríamos definir como estrictamente


susceptible en el momento de su puesta en obra. De tener lugar una actuación
inadecuada durante esta fase, la resistencia y durabilidad del hormigón se verán muy
afectadas durante la vida útil de la estructura. Es necesario, por tanto, prestar especial
atención a las proporciones de sus componentes principales.

Ahora bien, vamos a centrarnos en el segundo caso mencionado: la falta de agua en el


proceso de fraguado en el hormigón. Esta puede suceder por dos motivos principales: bien
porque la cantidad añadida de agua de amasado sea insuficiente (improbable, dado que
se trata de una cantidad determinada por cálculos muy estrictos) o bien porque se
produzcan pérdidas de humedad durante el proceso de fraguado, debido,
principalmente a factores ambientales, tales como la temperatura o el viento, que
favorecen la evaporación de agua procedentes de las capas superiores del
hormigón. Es aquí donde el curado juega un papel fundamental.

El proceso de curado tiene como función principal evitar la pérdida de


agua (principalmente por evaporación) necesaria para el correcto y
completo fraguado de la mezcla de hormigón, de tal forma que esta pueda
alcanzar sus máximas condiciones de resistencia y durabilidad en el
tiempo. Para ello, es necesario mantener la humedad de la mezcla a toda
costa hasta que se complete la reacción de endurecimiento.
Los procedimientos de curado han de realizarse de manera
ininterrumpida desde el momento de inicio de fraguado de la mezcla,
posteriormente al vertido, hasta la conclusión de dicho proceso. Como es
obvio, el tiempo de fraguado dependerá en gran medida de la situación de
la obra y las condiciones climáticas de su entorno. En zonas muy secas y
cálidas, el hormigón endurecerá más rápido, por lo que el curado necesario
será más intenso y se prolongará menos en el tiempo que en zonas frías y
húmedas.

Además, el tiempo de curado también dependerá del tipo de hormigón.


Como norma general, para hormigones de uso convencional y resistencias
normales, el curado ha de ser realizado de manera continua durante al
menos 7 días, mientras que si se trata de un hormigón de alta
resistencia dicho periodo se extenderá a los 15 días.
Llegados a este punto os estaréis preguntando cómo se puede realizar
un curado efectivo. A continuación se exponen varias medidas, todas ellas
ampliamente utilizadas en la actualidad, algunas de ellas se basan en
el aporte de agua externo y otras en impedir la pérdida de la humedad
existente:

Riego de hormigón

Consiste en el aporte de agua externo a la superficie de hormigón, el cual


suele realizarse con la ayuda de mangueras, es decir, consiste en “regar” la
plataforma de hormigón. Se trata de uno de los métodos más comúnmente
utilizados, dada su sencillez y bajo coste. Con el aporte de agua externo se
consigue que la evaporación, la cual se inicia en la superficie, se produzca
sobre el agua de riego en lugar de sobre el agua de amasado. El riego
deberá mantenerse durante la totalidad del proceso de fraguado y debe
realizarse tantas veces como sea necesario para evitar que la superficie del
hormigón se seque, en función de las condiciones ambientales en las que se
encuentre la obra.

Uno de los principales inconvenientes de esta metología de curado es la


necesidad de que exista un operario/a que lo realice, por lo que no es
aconsejable para obras en las que el trabajo vaya a ser interrumpido
posteriormente a la puesta en obra, aunque también es necesario verificar
que la temperatura ambiente no es lo suficientemente fría como para que el
agua de aporte pueda formar cristales de hielo en el interior de los poros en
los que penetre.

Uso de telas para aporte de humedad

Este método consiste en la incorporación de telas húmedas de arpillera o


algodón en la superficie del hormigón, las cuales contribuyen al
mantenimiento de la humedad. Este método es muy usado en pilares, por su
facilidad y por la escasa molestia que ello supone para el resto de la obra.
Sin embargo, cuenta con el principal inconveniente de que si la tela se seca,
el efecto producido será el contrario al deseado (absorbiendo el agua en
superficie), por lo que ha de prestarse especial atención a mantenerla
siempre húmeda.
 

Fotografía: Deyute
 

Uso de cubiertas protectoras

Se basa en la incorporación de una cubierta protectora a la superficie del


hormigón, normalmente de un material plástico (polietileno) por su
impermeabilidad, con la finalidad de evitar la pérdida del agua de amasado
por evaporación. En casos de temperatura extremas, esta técnica puede
combinarse con la anterior, incorporando cubiertas plásticas en la
superficie de las telas para evitar que estas se sequen y mantener así la
superficie del hormigón húmeda de manera constante.

Fotografía: Clarín Arq

Aplicación de compuestos de sellado

Esta técnica consiste en la adición de compuestos específicos que penetren


en los poros, generando una película superficial impermeable que evite la
pérdida de agua por parte de la mezcla de hormigón. La aplicación de estos
compuestos ha de realizarse mientras la mezcla aún se encuentre muy
húmeda, para evitar que estos se incorporen a los estratos no superficiales
del hormigón.

Una vez explicados los principales métodos de curado, queda hacernos la


siguiente pregunta: ¿qué sucede si el curado del hormigón en una obra es
deficiente?. Como se ha mencionado con anterioridad, un curado deficiente
disminuiría considerablemente la resistencia y durabilidad del
hormigón durante el ciclo de vida de la infraestructura. Diversos estudios
comparativos realizados sobre probetas de hormigón curadas y no curadas
arrojan unos resultados de resistencia a compresión a 28 días un 35%
menor en probetas no curadas adecuadamente.

En definitiva, se puede concluir que el curado es un procedimiento


esencial para el correcto desarrollo de una infraestructura de hormigón, por
lo que no se debe tomar a la ligera la elección del método más adecuado
para llevarlo a cabo ni tampoco se debe escatimar bajo ningún concepto en
el tiempo de su realización.

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