Está en la página 1de 2

Evangelio según San Lucas 5,1-11

Fecha: 3 de Septiembre

Jesús se auto invita a subir a la barca de Pedro, que no se niega a prestarle un servicio, pero Jesús
necesita más; aunque tenga a muchos dispuestos a echarle una mano, El busca hombres que se
entreguen totalmente a su obra. Pues El necesita verdaderos Apóstoles.

Pedro dijo al Señor: “Apártate de mí, que soy un hombre pecador”. Es un temor repentino el de
Pedro, que a pesar de que creía conocer a Jesús, acababa de descubrir que Dios había penetrado
en su vida íntima. Además es el primer acto de fe en la persona divina de Jesús, que emplea
pescadores para salvar a los pecadores.

“Lo dejaron todo y lo siguieron” no era mucho lo que tenían, pero si era toda su vida; su trabajo,
familia y su pasado de pescadores.

Cristo es el que escoge a sus Apóstoles y los envía en su nombre, pero, ¿A quién enviara? Solo a
quienes aceptan ser discípulos suyos.

El que acepta hacer algo más, que los servicios materiales, que se pueden prestar en la Iglesia; el
que se siente responsable de ayudar a tantas personas que los necesitan, incluso nosotros
podemos convertirnos en unos verdaderos pescadores de hombres, ¿Pero cómo? Ayudando a
Evangelizar, realizando obras de misericordia, y ahora en estos momentos donde la pandemia del
covid acecha a la humanidad, debemos ser más solidarios y ayudarnos mutuamente, no juzgando
ni rechazando, sino siendo unos verdaderos pescadores de hombres.

Oración: Señor Jesús danos un Espíritu generoso, capaz de poder darnos al servicio de los demás,
donde podamos convertirnos en unos verdaderos pescadores de hombres. Amén.

Aspirante: Yina Fernanda Ijají Cruz


Evangelio según San Lucas 6,6-11

Fecha: 7 de Septiembre

Hermanos: La primera lectura nos dice “Echen fuera la vieja levadura”, nosotros, como verdaderos
hijos de Dios, ya estamos resucitados con Cristo, es decir, que debemos desechar de nuestras
vidas todo aquello que nos ata al pecado, debemos vacías nuestra mente y corazón para darle
paso a la Palabra d Dios en nuestras vidas.

El Evangelio de hoy nos habla de la sanación de la mano de un hombre que la tenía paralizada;
Jesús podía ver dicho al hombre: ¿Por qué me pides que haga un trabajo prohibido en día sábado?
“Vuelve mañana que te sanare”. Pero prefiere un enfrentamiento, porque el Evangelio significa
liberación y el hombre llega a ser libre cuando reconoce que no hay ninguna cosa totalmente
sagrada, en una sociedad que pretende imponerle sus propios criterios.

Mientras nosotros estemos sometidos a unas órdenes, o a unas autoridades que son consideradas
sagradas y que nadie piensa en criticar, no seremos libres ni verdaderos Hijos de Dios.

Jesús nos pide que tengamos el valor de enfrentarnos a los demás, y si podemos ayudar a nuestro
hermano: vistiéndolo, dándole de comer, regalándole un consejo, lo hagamos con completa
libertad y no importa cuánto nos critiquen, sintámonos felices porque Dios se fijara en las buenas
obras que realicemos con los demás y luego nos premiara con su gran recompensa. No importa ni
el día, ni la hora, si un hermano nos necesita nosotros debemos prestarle nuestro servicio.

Oración: Señor Jesús envía sobre cada uno de nosotros el Espíritu de servicialidad y caridad con
todos los hermanos que nos necesiten. Amén.

Aspirante: Yina Fernanda Ijají Cruz

También podría gustarte