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SEGUNDA ACTIVIDAD DE EXTENSION

MARIA JOSE MEDRANO RAMIREZ

SALMA RIOS MACHADO

EMILUDIS LOZANO RODELO

Trabajo de extensión, consultorio jurídico I,

como requisito parcial para una

valoración académica.

DOCENTE: Ernesto Segundo Ortiz Ramos.

CORPORACION UNIVERSITARIA ANTONIO JOSÉ DE SUCRE

(CORPOSUCRE)

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA DE DERECHO

SINCELEJO-SUCRE
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EL ESPECIAL TRATAMIENTO CONSTITUCINAL DE LAS COMUNIDADES


ÉTNICAS PARA COMBATIR LA DISCRIMINACION RACIAL.

La discriminación racial y étnica, es un fenómeno de la vida cotidiana que impide que las
personas en cierta medida no pueda progresar, en el sentido de que el racismo y la intolerancia
puede actuar, desde el primer aspecto; en la negación de principios básicos como lo es la
igualdad de las personas, hasta la incursión del odio étnico, que puede destruir vidas, toda vez
de que la discriminación por su naturaleza misma tiene una gran influencia en lo que es la
autoestima de la persona. La constitución política de Colombia en forma explícita reconoce el
derecho a la igualdad, al establecer que las personas son iguales ante la ley y que por ende
gozan de los mismos derechos y oportunidades (CP, art. 13). A su vez dispone medidas con el
fin de prohibir hacer distinción alguna entre personas por su razón de raza, origen nacional o
familiar, lengua, religión, opinión política o filosofía. El mencionado artículo superior, en su
defecto se detiene en reconocerle la posibilidad de que el estado promueva determinadas
medidas que resulten ser favorables a los grupos discriminados o marginados, para que de este
modo se garantice una igualdad real y efectiva para todas las personas. Por otro lado, cabe
apreciar que la constitución política de Colombia consagra a su vez el respeto y el
reconocimiento de la diversidad de cultura de la nación en su artículo 7, de ese modo la
constitución busca eliminar la discriminación racial, la cual refiere a la población
afrocolombiana y por su parte a los pueblos indígenas, abarcando la dimensión formal y
material de lo que corresponde a el derecho a la igualdad, así como el desarrollo propio de su
diversidad cultural que emerge del grupo étnico conforme a cada uno de estos.

Amenudeo escuchamos o incluso vemos que la discriminación suele ser el pan de cada día
en ciertos escenarios, como los son los grupos raciales, aun cuando la constitución es clara en
decir que se prohíbe hacer distinción alguna cuando verse sobre dichos aspectos, a lo que en
este informe compete, tratar de abarcar las situaciones en donde los diferentes grupos étnicos
sufren graves y continuas violaciones a los derechos fundamentales resaltando de estos, el
derecho a la igualdad y el tratamiento jurisprudencial que le ha brindado la corte constitucional
por su parte. Cabe destacar que para tiempos atrás cuando el hombre negro era considerado un
esclavo, un ser que no tenía derechos, ni voz, ni voto, solo estaba dispuesto a obedecer, se logró
acabar la esclavitud y fueron adquiriendo derechos como los otros ser humano, en nuestra
actualidad se ve reflejado que esto no se ve acabado del todo, todavía existe la discriminación
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por raza en la población negra, es así como entra la ley a defender los derechos de estas
personas, y es un delito toda clase de discriminación, contamos con una Constitución política,
en donde todos los seres humanos, tenemos los mismos derechos, somos iguales ante la ley,
pero aun así existen personas que discriminan sin importar que este flagelo ya está tipificado
como delito. En un estado democrático, social y de derecho como el nuestro, la discriminación
como negación de igualdad, impide la convivencia en libertad y, por lo tanto, el fundamento
básico de la democracia. El desarrollo de una conciencia crítica de forma autónoma facilita la
participación inclusiva de todos sus miembros en el marco de una sociedad más justa y libre.

Tanto el racismo como la discriminación constituyen un objeto de estudio que implica


muchas disciplinas, un análisis jurídico de su situación puede servir para concretar cuáles son
los aspectos que verdaderamente pueden suponer una amenaza para la convivencia en
democracia, también como se ha ido adaptando a ella hasta encontrarse vigente y en algunos
aspectos con más fuerza.

Por su parte, en Colombia no se han creado legislaciones específicas para proteger a las
personas de los actos discriminatorios, ni para garantizar el derecho a la igualdad de
grupos tradicionalmente marginados y discriminados, como son los pueblos indígenas y la
población afrocolombiana, muy a pesar de que han habido intentos o iniciativas legislativas,
estos proyectos de leyes no han prosperado, como ejemplo de ello encontramos que el 20 de
junio de 2007 se tramitaron dos iniciativas que pretendían crear un Estatuto Antidiscriminación,
los dos proyectos incluían a diferentes grupos de población: las mujeres, las personas LGBT,
la población afrocolombiana, los pueblos indígenas, el pueblo Rom, el pueblo raizal y las
personas en situación de discapacidad física o mental, por su parte, el 15 de agosto de
2007, la Defensoría del Pueblo presentó al Senado de la República el Proyecto de Ley 068 de
2007, por medio del cual se perseguían los mismos objetivos señalaba conductas
discriminatorias a partir de los criterios sospechosos del artículo 13 (orientación sexual,
género, etnia, raza, orientación política o filosófica, religión, edad, discapacidad, condición
social y condición de salud), mientras que el proyecto de ley de los senadores Parody y
Benedetti incluía conductas discriminatorias por ámbitos (laboral, público y privado,
educativo, de la seguridad social, y otras formas de discriminación en ámbitos y servicios
públicos) (Juristas, s.f.).

Atendiendo lo anteriormente planteado, es pertinente precisar que la falta de legislación, la


ausencia de políticas públicas y de implementación de medidas, planes y programas orientados
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a proteger la igualdad y la diversidad de los grupos étnicos, puede ser una de las causales por
la que manifiesten graves violaciones a los derechos civiles, políticos, económicos, sociales
y culturales de los pueblos indígenas y la población afrocolombiana. Por su parte los
principales problemas que afectan a estas poblaciones, y que pueden llegar a identificarse,
son en otros: la segregación de facto, la estigmatización y los señalamientos graves y continuos
por parte de altos funcionarios del gobierno, la ausencia de penalización de los actos de
discriminación y de acciones judiciales que permitan denunciarlos, y la falta de garantía de
derechos como la consulta previa, el territorio, la autonomía, el derecho a una vida libre de
violencia, la salud, la educación, la vivienda y el trabajo. (Juristas, s.f.). En su defecto la
jurisprudencia ha sido fundamental para una vez que sea evidente que se ha infringido en una
violación de los derechos fundamentales de los grupos étnicos, por razón misma de la
ocurrencia de la discriminación hacia ellos, para el caso en compete, la racial, procederá la corte
a dar el debido tratamiento amparando el derecho que se vio vulnerado por el acto
discriminatorio.

Para continuar entraremos entonces analizar varias sentencias de la corte constitucional, que
prevé circunstancias en las cuales por causa de la discriminación racial, los grupos
afrocolombianos y los grupos indígenas, se les vulnera el derecho a un trato igualitario que
establece la constitución política en su artículo 13.

En primera medida entraremos a analizar la sentencia T-691/12 la cual en términos generales


puede resumirse la cuestión que se debate en los siguientes términos: el estudiante Heiler Yesid
Ledezma Leudo ( quien afrocolombiano y a su vez la única persona negra de su clase) presentó
acción de tutela por considerar que en una clase de su carrera universitaria se le sometió a un
trato discriminatorio, en la medida que un docente empleó un ejemplo de carácter racista
durante una sesión, en frente de él y de todos sus otros compañeros. Considera a su vez que la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas, su alma mater, le falló en el momento en que
le solicitó que protegiera sus derechos ante la situación de discriminación a la cual se le había
sometido. Sostiene, además, que por cuestiones de ‘solidaridad de cuerpo’, algunos otros
docentes le han sometido a presiones posteriores. La Universidad, por su parte, considera que
sí llevó a cabo la investigación ante los hechos solicitados y se tomó una decisión al respecto,
por lo que, a su parecer, no le fueron violados los derechos al debido proceso. Que no fuera del
gusto y agrado del estudiante, es asunto diferente; a su parecer, sostienen la institución, el
accionante está buscando beneficios académicos con el proceso, a costa del buen nombre de
sus profesores. Pero la Universidad reitera que adoptó una decisión a su juicio adecuada, en el
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legítimo uso de su autonomía universitaria. El profesor acusado, por su parte, reitera ante la
Sala de Revisión que fue un ejemplo desafortunado, por el cual, de forma inmediata pidió
disculpas al estudiante. No obstante, insiste en que se trata de una expresión ‘castiza’, usual y
corriente en la lengua española, cuyo uso no necesariamente implica un ataque de carácter
racial.

De esa manera procede la corte a resolver el primer problema jurídico que versa sobre la
siguiente pregunta ¿una persona, en el rol de profesor universitario, viola los derechos a la
educación y a la igualdad (en especial, el derecho a no ser discriminado), cuando, en ejercicio
de su derecho fundamental a la libertad de cátedra, usa en clase una expresión que se acusa
discriminatoria (en este caso ‘racista’) para ejemplificar una categoría teórica técnica (de
ingeniería), pese a que, ante el reclamo de un estudiante que se sintió discriminado, el
docente (i) retiró lo dicho, (ii) pidió disculpas, y (iii) aclaró que sólo usó la palabra como se
hace cotidianamente, ordinariamente, no para atacar a nadie?

Y a su vez segundo problema jurídico que entra resolver la corte es el siguiente: ¿desconoce
una universidad los derechos a la igualdad (en especial el derecho a no ser discriminado) y al
debido proceso de una persona que, en su calidad de estudiante, solicitó a las directivas de la
entidad que se tomaran medidas de protección ante un acto que consideró discriminatorio,
cuando en ejercicio de su autonomía universitaria resolvió no tomar medidas de protección, a
pesar de que la investigación adelantada internamente por la Institución educativa concluyó
que sí habían ocurrido los hechos reportados por el estudiante, al menos parcialmente?

Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito, la corte constitucional para resolver los


interrogantes y el acto que el accionante considera que resulta discriminatorio y que por ende
fragmenta su derecho a un trato igualitario, utiliza las reglas y principios que inspiran el estado
social y democrático de derecho que es Colombia, y que excluyen a los actos de discriminación
en contra de cualquier persona. Definiendo esta misma como actuaciones contrarias al principio
de dignidad humana y, por tanto, proscritas del orden constitucional vigente. Haciendo
inferencia que cuando tales actos conllevan una puesta en escena, ante un grupo de personas
que hacen las veces de público, la discriminación implica afectaciones inmateriales a la
dignidad que han de ser especialmente valoradas por el juez constitucional, de acuerdo con las
reglas aplicables. Es de exponer estas reglas constitucionales básicas que utiliza la corte para
resolver el caso, la cual se detiene en cuatro partes; como primera
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La Protección efectiva de los derechos de las personas frente a actos de discriminación;


aspectos jurisprudenciales, distintos artículos constitucionales enfatizan en el amparo
reforzado del que deben gozar no sólo las personas afrodescendientes como individuos, sino las
comunidades a las que pertenecen. Es decir, que de acuerdo con la Constitución, hay una
protección especial tanto individual, como colectiva, en relación con los afrodescendientes. ||
Por un lado, del artículo 1° y 7° se deriva el reconocimiento y protección de la identidad e
integridad cultural y social de estas comunidades. (corte constitucional, s.f.).

Como segundo; la jurisprudencia constitucional en materia de actos discriminatorios


es reiterada, amplia, constante y pacífica, es preciso hacer una distinción entre un trato
diferente que se encuentra justificado de forma objetiva y razonable en la Constitución, y un
trato diferente que tan sólo puede ser ‘explicado’. La jurisprudencia constitucional ha indicado
que el hecho de que un acto discriminatorio se pueda explicar no implica que se pueda justificar.
Poder dar razones acerca de por qué se realizó un acto, no implica, necesariamente, que tales
razones sean válidas a la luz del marco axiológico que impone la Constitución (corte
constitucional, s.f.).

Como tercero; la Jurisprudencia constitucional sobre protección actos


discriminatorios basados en raza y estereotipos racistas, La Corte Constitucional se
preocupó desde un inicio por mostrar cómo discriminaciones estructurales siguen inmersas en
las culturas dominantes de los distintos pueblos, comunidades y grupos sociales que habitan
Colombia. Patrones clasistas, sexistas o racistas, persisten en las estructuras jurídicas, sociales
e institucionales, en ocasiones tan íntimamente vinculadas a las prácticas cotidianas, que
simplemente se vuelven invisibles. Son discriminaciones estructurales que simplemente no se
ven. En un estado social y democrático de derecho, fundado en la dignidad humana, el uso de
expresiones racistas por parte de los docentes está proscrito de los espacios educativos, salvo
que ello sea razonable y proporcionado constitucionalmente, en circunstancias específicas.
Ningún ser humano ha de ser sometido a un trato cruel y degradante como el que supone ser
puesto en un escenario de discriminación, en el cual se reproduzcan estereotipos claramente
racistas, humillantes y ofensivos (corte constitucional, s.f.)

Y como cuarto, los Escenario de discriminación. Un escenario de discriminación es un


acto discriminatorio que supone una puesta en escena, una escenificación. Por escena, suele
entenderse el sitio o la parte, usualmente de un teatro, en el que se lleva a cabo un espectáculo
teatral; el lugar de la acción teatral que está a la vista de un público, de un conjunto de personas
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que son espectadores. (contitucional, s.f.). Para la corte un acto discriminatorio conlleva una
‘puesta en escena’ cuando los hechos se desarrollan en un escenario frente a un público. Es
decir, cuando la persona que comete el acto discriminatorio en contra de otra u otras personas,
lo hace en un lugar concreto, en el cual se encuentra otra u otras personas que son espectadores
de lo ocurrido.

Entorno a la aplicación de las mencionadas reglas al caso en concreto, aclara la corte que
Cuando se usa en clase, por parte de un docente, una expresión que mantiene y preserva
estereotipos racistas y esclavistas en las estructuras lingüísticas, se promueve un trato
excluyente, que margina a las personas consideradas como parte de una determinada ‘raza’.
Promover, justificar o preservar el uso de expresiones racistas en el ámbito de la educación,
así como invisibilizar su contenido discriminatorio, desconoce los derechos a la igualdad y la
no discriminación. Por lo tanto una persona, en calidad de profesor viola los derechos a la
educación y a la igualdad, y a su vez el derecho que le confiere a no ser discriminado, cuando
un docente emplea durante una sesión de clase una expresión claramente racista para presentar
un ejemplo. Tal acto discriminatorio ocurre así la palabra ‘haya sido retirada’ y lamentada
por el propio profesor. Tales aspectos, son relevantes, por ejemplo, para establecer (i) el
impacto de la afectación del derecho y (ii) el grado de responsabilidad del docente por lo
ocurrido; mas no son aspectos determinantes para establecer si se produjo o no una afectación
a los derechos fundamentales a la igualdad y a la no discriminación.

Razón la cual la corte, considera que el evento no puede considerarse un acto


discriminatorio, pero ordena a la universidad adoptar medidas inclusivas, que hagan un aporte
a la construcción de una comunidad académica incluyente y respetuosa del orden constitucional
vigente.

De la misma manera traemos a colación la sentencia T-680/16, sentencia en la que se ve


reflejado la discriminación a un joven en el ámbito educativo por pertenecer a una población
de afrocolombiana, en donde la madre del joven promueve el amparo de sus derechos mediante
una acción de tutela, como agente oficiosa del menor, donde por su condición de afro, se le ve
violado el derecho a la educación y a la autonomía universitaria, por parte de la universidad
industrial de Santander, por la motiva razón de esta haber vulnerado sus derechos a la igualdad
y a la educación, debido a que la demandada se le negó la admisión especial solicitada por el
menor y su madre con base en el acuerdo 134 del 2011, que ofrece beneficios a la población
afrocolombiana. La corte entra analizar el problema jurídico que se presenta en la sentencia,
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debe determinar si la UIS vulneró los derechos fundamentales a la educación e igualdad de


Andrés Eduardo Guevara Terranova, reclamados en la acción de tutela, al negarle su admisión
a la institución bajo el argumento de que no se podía dar validez al documento de la
organización de base presentado por el aspirante, ya que el representante legal que lo firma no
aparece registrado en el Registro único nacional de Consejos Comunitarios y Organizaciones
de la Dirección de Asuntos para comunidades negras del Ministerio del Interior. la Corte
considera necesario referirse a cinco temas que se encuentran relacionados: i) la agencia
oficiosa y representación de menores de edad en sede de tutela; ii) procedencia de la acción de
tutela para amparar derechos de sujetos de especial protección constitucional; iii) el derecho a
la educación superior y el principio de autonomía universitaria; iv) las medidas afirmativas para
comunidades negras en el marco de la educación superior y, v) la función certificadora y de
registro de la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras, Afro colombianas, Raizales y
Palenqueras del Ministerio del Interior.

Por su parte y en razón de lo anteriormente expuesto; el artículo 10 del Decreto Estatutario


2591 de 1991 preceptúa lo siguiente : “La acción de tutela podrá ser ejercida, en todo momento
y lugar, por cualquiera persona vulnerada o amenazada en uno de sus derechos fundamentales,
quien actuará por sí misma o a través de representante. Los poderes se presumirán auténticos.

En consecuencia a ello, la jurisprudencia ha establecido que existen una serie de requisitos


necesarios para la procedencia de la agencia oficiosa, tendientes a verificar que el titular del
derecho no esté en condiciones de ejercerlo por sí mismo, y exista la manifestación expresa de
que se está actuando en calidad de agente oficioso, requisitos cuyo rigor se aminora en los casos
en que el agenciado es un menor de edad. Asimismo, el ordenamiento jurídico permite que los
representantes legales de los menores defiendan los derechos de estos mediante acción de tutela.
El artículo 86 superior consagra que cuando se encuentre amenazado un derecho fundamental,
la acción de tutela procede como medio de defensa judicial para su protección inmediata,
respecto de cualquier acción u omisión que provenga ya sea de una autoridad pública o de un
particular. Ahora bien, la educación tiene la condición de un derecho prestacional porque hace
parte de los derechos sociales, económicos y culturales (en adelante DESC), (artículos 67, 68 y
69 de la Constitución). Esto implica que su efectividad está ligada a la disponibilidad de
recursos económicos, una regulación legal y una estructura organizacional. Por otra parte, se
constituye como derecho fundamental cuando se trata de educación primaria y básica y, de
manera excepcional, de educación superior, como se explicará más adelante. La Corte también
ha protegido el derecho al acceso a la educación superior, cuando su amenaza o vulneración
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provoca la amenaza o vulneración de otros derechos de carácter fundamental, como la igualdad,


el libre desarrollo de la personalidad o el debido proceso por conexidad. La Corte ha protegido
el derecho a la educación por la correspondencia que ésta tiene con el desarrollo personal e
inclusive el plan de vida del individuo como herramienta para superar situaciones de
marginación.

El estudio del derecho a la educación superior requiere ineludiblemente tener en cuenta la


autonomía universitaria. Esta consiste en la facultad que gozan las universidades para darse sus
directivas y regirse por sus propios estatutos de acuerdo con la ley, en virtud del artículo 69 de
la Constitución. Esta potestad de autorregulación administrativa y académica está también
consagrada en los artículos 28 y 29 de la Ley 30 de 1992. Estos disponen que las instituciones
de educación superior podrán darse y modificar sus estatutos; designar sus autoridades
académicas y administrativas; crear, desarrollar sus programas académicos; expedir los
correspondientes títulos; definir y organizar sus labores formativas, académicas, docentes,
científicas, culturales y de extensión; seleccionar y vincular a sus docentes y alumnos; adoptar
el reglamento interno; arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento de su misión social
y de su función institucional. Esta Corporación ha identificado casos en lo que está, por un lado,
el derecho a la educación, y por el otro, la garantía del principio de la autonomía de los centros
educativos, materializado en las obligaciones establecidas en sus reglamentos. Ha dicho la
Corte que en el evento en que dichas normas entren en conflicto, “el juez debe proceder a
realizar un juicio de ponderación a favor del derecho a la educación si la consecuencia del
conflicto es su desconocimiento y negación. El propósito de la ponderación no es excluir o
eliminar [la garantía] a la autonomía sino establecer una prelación a favor del derecho a la
educación en aras de impedir que sea suspendido o negado indefinidamente.

Con el anterior sustento el comité y la Universidad se mantuvieron en la negativa de admitir


al hijo de la accionante, negando las solicitudes posteriores y argumentando esta situación en
la contestación enviada en el marco de la presente acción de tutela. Justificación que fue
aceptada por los jueces de instancia, quienes consideraron que la negativa de la UIS no era
caprichosa, contaba con sustento normativo y se hacía conforme a la autonomía universitaria
de la que goza esta institución. Sin embargo, para esta Sala no es de recibo lo indicado por la
Universidad Industrial de Santander.

Adicionalmente, para esta Corporación resulta preocupante que esta sea la segunda ocasión
en que la UIS resulta condenada por un tema relacionado con la admisión de una persona
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vinculada a una minoría étnica. Por lo anterior, se ordenará a esta institución que realice tres
jornadas de capacitación de dos horas cada una, dictadas por expertos en el tema, sobre
comunidades étnicas, su importancia para nuestro país y la razón de la existencia de medidas
afirmativas en favor de estas. Estas jornadas deberán ser dirigidas, como mínimo, a los
funcionarios de la oficina de admisiones de la Universidad y a los miembros del Comité de
Admisiones y deberán ser realizadas en un máximo de tres (3) meses contados a partir de la
notificación de este fallo.

En mérito de lo expuesto, la Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional,


administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución Política,

ORDENAR a la Universidad Industrial de Santander que admita en el programa de


medicina para el período del primer semestre de 2017 al joven Andrés Eduardo Guevara
Terranova, atendiendo a las aclaraciones hechas.

Consecuentemente a esto, entramos analizar la sentencia C-666/16 en donde el ciudadano


Peter William cortes presentó en esta corporación demanda de inconstitucionalidad contra el
decreto ley1278 de 2002(el estatuto de profesionalización del docente).

La demanda fue admitida mediante el auto del 24 de junio del 2016, en el que se comunicó
la iniciación del proceso al presidente de la República, a los ministros del interior y de
educación y al director de instituto colombiano para el fenómeno de educación superior. Así,
con lo anterior de la discriminación entramos a analizar la sentencia, para evitar con su decisión
que se afecten los derechos fundamentales involucrados y en especial los derechos derivados
de la estabilidad laboral de los docentes de las comunidades negras. Uno de los intervinientes
señala que la Corte debe declararse inhibida para adoptar un pronunciamiento de fondo en el
presente caso, específicamente en relación con el cargo por omisión legislativa, puesto que la
demanda no cumple ninguno de los requisitos establecidos en el artículo 2º del Decreto 2067
de 1991. Por lo tanto, antes de entrar a analizar el fondo del asunto, la Corte analizará la aptitud
de la demanda en relación con dicho cargo. Al analizar la aptitud del primer cargo, la Corte
debe referirse a la manera como la jurisprudencia ha distinguido entre omisiones legislativas
absolutas y relativas.

En el presente caso el demandante aparentemente dirige el primero de sus cargos contra la


totalidad del Decreto 1278 de 2002. Sin embargo, en su demanda no plantea omisiones respecto
de elementos puntuales del régimen jurídico creado por el decreto. Por el contrario, solicita la
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exequibilidad condicionada del Decreto 1278 de 2002, en la medida en que su ámbito de


aplicación no menciona a las comunidades negras, afro colombianas, raizales y palanqueras.
Por lo tanto, se discute el ámbito de aplicación del decreto objeto de análisis, el cual puede
entenderse de diversas maneras. Una primera interpretación, conforme a la cual, como la
normativa no distingue, la disposición es aplicable a las comunidades negras. En tal caso, sigue
el argumento, el Decreto sería inexequible por falta de consulta previa. Conforme a una segunda
interpretación, la disposición excluyó a las comunidades negras, en cuyo caso la
inexequibilidad del ámbito de aplicación del Decreto provendría de la vulneración del derecho
a la igualdad.

El presente asunto el demandante sostiene que conforme a una interpretación plausible de la


disposición acusada, las comunidades negras estarían excluidas de la aplicación del Decreto
1278 de 2002, pero otra interpretación permitiría concluir que están incluidas, lo cual resulta
inconstitucional. Sin embargo, esto no debería llevar a la Corte a dudar sobre el deber
constitucional de excluir a dichas comunidades como sujetos de tal norma, pues de lo contrario
se vulneraría el derecho a la igualdad. De hecho, el demandante solicita que la Corte ordene la
aplicación de un régimen jurídico diferencial, que dé cuenta de sus diferencias culturales, tal y
como lo hizo con los pueblos indígenas en la Sentencia C-208 de 2007. Por su parte, el
Ministerio de Educación sostiene que no existe una comisión legislativa relativa frente a las
comunidades negras como sí la había en relación con las comunidades indígenas.

Por lo tanto, le corresponde a esta Corporación resolver el siguiente problema jurídico: ¿la
ausencia de mención explícita a las comunidades negras en el ámbito de aplicación del estatuto
de profesionalización docente, genera una omisión legislativa relativa que resulta contrario a la
Constitución?

En primer lugar, el intérprete debe considerar que para el momento de expedición del
Decreto 1278 de 2002 existían elementos de juicio suficientes para afirmar que el Legislador
extraordinario sabía que tenía tanto la obligación internacional como el deber constitucional de
garantizar que los docentes de las comunidades negras tuvieran un régimen especial. Por lo
tanto, es perfectamente razonable que haya decidido excluirlos de la aplicación del régimen
general establecido en el Decreto 1278 de 2002.

La Corte concluye que las comunidades negras se encuentran en la misma situación en que
están las comunidades indígenas, en cuanto atañe a la falta de una regulación legal integral de
las relaciones entre el Estado y los docentes que prestan servicios en sus comunidades y
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territorios. Cómo ya lo sostuvo la Corte en la Sentencia C-208 de 2007, esto implica el


incumplimiento del deber constitucional específico de permitirles a estas comunidades el
ejercicio de su autonomía en materia educativa y de protección y promoción de su identidad
cultural. Por lo tanto, la Corte declarará la exequibilidad del inciso primero del artículo 2º del
Decreto 1278 de 2002, en los mismos términos que lo hizo la sentencia cuyo precedente se
reitera, esto es, la constitucionalidad será avalada siempre y cuando se entienda que el decreto
no es aplicable a los docentes que prestan sus servicios a las comunidades negras, afro
colombianas, raizales y palenqueras, o en sus territorios en el ámbito de aplicación del Decreto.

Con todo lo expuesto por la corte constitucional se llegó a la siguiente decisión.

Declara EXEQUIBLE el inciso primero del artículo 2º del Decreto Ley 1278 de 2002, por
el cual se establece el estatuto de profesionalización docente, siempre y cuando se entienda que
el mismo no es aplicable a los docentes y directivos docentes en los establecimientos educativos
estatales que prestan sus servicios a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y
palenqueras y a aquellas ubicados en sus territorios.

Del mismo modo estudiamos Sentencia de Tutela nº 444/19 de Corte Constitucional, 26 de


Septiembre de 2019; sentencia en la cual la comunidad M. de M. señaló que los municipios de
galapa, baranoa, u, piojó y puerto Colombia promovieron acción de tutela ya que señalan que
su derecho a la consulta previa fue afectado puesto que habían desarrollado un proyecto vial
Cartagena-barranquilla y circunvalar de la prosperidad sin su participación, la Autoridad
Nacional de Licencias Ambientales (en adelante, ANLA) emitió la Resolución N°1382 del 29
de octubre de 2015 en la que concedió licencia ambiental para el proyecto vial Cartagena-
Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad. En su artículo 1° se estableció que en el área del
proyecto no se registra presencia de comunidades tribales, sin advertir la existencia del territorio
ancestral de la comunidad M. y la consecuente necesidad de llevar a cabo un proceso de consulta
previa, esto afecta directamente al territorio de la comunidad M. hasta el punto de ser una “una
invasión de su territorio ancestral y un atentado con su cultura y su relación con la tierra”, este
asunto se resuelve en primera instancia mediante un auto 651 de 2018 por el cual se declara
nulidad del proceso sin ninguna información que dé cuenta las razones que llevaron a ello, al
momento que dispone la corte constitucional a dar sus consideraciones en segunda instancia
manifiesta que este incumplimiento injustificado genera una falta disciplinaria y según el
artículo 228 superior debe ser sancionada.
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La accionante es una comunidad indígena auto reconocida y a su vez reconocida por el


ministerio del interior y las autoridades públicas locales, se sitúan en el departamento del
atlántico desde la época prehispánica y se divide en numerosas familias asentadas
indistintamente, por parte de la actora el proyecto vial de Cartagena-barranquilla y circunvalar
de prosperidad ejecutado por la concesión de costera Cartagena Barranquilla S.A.S. este
proyecto es viable y fundamentado en la licencia ambiental contenía en las resoluciones N 1382
y N 1382 del año 2015, así las cosas la corte tuvo en cuenta que la comunidad indígena son el
grupo tradicionalmente discriminado en Colombia y estas tienen derecho a la total participación
en la consulta previa al momento de comenzar un proyecto de infraestructura que cruce por su
territorio, la Corte ha comprendido que la afectación directa no ocurre únicamente por proyectos
o gestiones en el suelo titulado a favor de la comunidad, sino que trasciende el plano geográfico
y registral del territorio, para proteger el ámbito cultural en que se desenvuelven los grupos
étnicos. Para hacerlo ha recordado en varias oportunidades que “el concepto de territorio
[ancestral o étnico] no se restringe a la ubicación geográfica de una comunidad o un resguardo
indígena, sino que se asocia al concepto de ámbito cultural”, ancestral y espiritual.

Por ende, la determinación de la afectación directa no se reduce a conclusiones técnicas en


función de la cartografía física; un reconocimiento territorial sometido a ella es insuficiente
para precisar el ámbito cultural de las comunidades étnicas y su relación con el territorio, al
punto en que, por sí solo, no será concluyente para la identificar las incidencias de una medida
proveniente del Estado, la corte constitucional llegó a la conclusión de CONCEDER la
protección al derecho de consulta previa a la comunidad indígena M. de M. y REVOCAR el
fallo proferido el 31 de mayo de 2019 en este asunto constitucional.

Es pertinente concluir luego de hacer un rastreo a través de las sentencias aportadas y


previamente estudiadas en el presente informe, que las comunidades afrocolombianas y los
pueblos indígenas, tiene especial protección por nuestra constitución política, toda vez que en
torno a ellos gira el mayor número de actos discriminatorios, en razón de su etnia, cabe destacar
que aunque la legislación colombiana no ha previsto la necedad de crear leyes que resulten
benefactoras y que regulen de fondo el problema de discriminación racial que viven las personas
pertenecientes a estos tipos de grupos sociales, en ese sentido es de apreciar la iniciativa de la
constitución en querer protegerlos a través de sus exigencia misma al trato igualitario, es de
notar que no es suficiente, ya que si bien la constitución lo expresa, lo determina, lo exalta, es
de precisar que estos derechos necesitan ser más impulsados, he decir sacarlos de forma literal
de la constitución, y hacer valor ante la sociedad, que se note, que se exprese que se viva de
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políticas públicas, o de cualquier otra iniciativa que impulse y que a su vez le dé el tratamiento
incluyente que requiere el mismo en la sociedad, que de cierta forma esto ayude a que haya
menos discriminación, de manera que se le imponga a las otras personas como una obligación
social, que a su merced resultan ser diferentes por no pertenecer a la comunidad misma
(AFROCOLOMBIANA), que esa exigido el buen trato igualitario como se exige a las persona
el pago de una renta, el pago de una cuota, la indemnización de un perjuicios, o cualquier evento
que en cierta medida requiera de más compromiso, que ejercer el respeto y a su vez impulsarlo,
pues de ese modo puede resultar absurdo, que en pleno 2020, siglo XI, se hable de
discriminación cuando aparentementemente es un tema que quedo saldado en épocas pasadas,
pero lo cierto, es que la realidad que estos viven es distinta a la que se predica, por tal razón la
constitución como ley de leyes, o norma de norma, puede ser muy explícita, clara y reiterativa,
pero necesita apoyo de esos mismo entes que ella misma creo para proteger los derechos
fundamentales de las personas, pero a lo visto la corte ha actuado de forma independiente, y
solo cuando la infracción o la vulneración del derecho a la igualdad se da a notar por medio de
una acción constitucional, pero el sentido es que si la persona que se siente ofendido por un
acto discriminatorio, no tiene más opción que velar por que la corte haga su respecto análisis
del caso, de esa manera cabe precisar que si bien la corte ha dispuesto ciertas reglas en la cuales
se precisa o se reconoce que hubo un acto discriminatorio, procederá esta hacer lo pertinente
para protegerlo.

Bibliografía
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