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PUBLICIDAD Y SECRETO SUMARIAL.

*
Jesús PECES MORA TE

1. EL MANDATO LEGAL DE SECRETO: separa esta concepción de la orientación anglosajo-


na, se evidencia con la regla que el common /aw ha
El secreto de lo que nosotros denominamos «su- mantenido desde que el juez Eduardo Cake decla-
mario» desapareció de las legislaciones continenta- rase, en 1612, la gran importancia de que todas las
les para el denunciado o imputado desde que aqué- causas sean oídas, juzgadas y determinadas abier-
llas recogieron el principio de publicidad para las tamente, informando también la práctica de los Tri-
partes, consagrado por el artículo 14 de la Declara- bunales en los Estados Unidos de América del Nor-
ción de derechos del hombre y del ciudadano, ane- te, de manera que el juez Frankfurter en ~950, con
ja a la Constitución francesa de 24 de junio de 1793. ocasión de la sentencia Mary/and v. 8a/t/more Ra-
dio Show /ne, llegó a decir que «una de las deman-
Sin embargo, los textos legales decimonónicos se
das de la sociedad democrática es que el público
negaron a admitir la publicidad general de las actua-
sepa lo que ocurre en los !ribunales, y lo c?noz~a
ciones sumariales. Los redactores de nuestra Ley
por medio de la prensa, a fin ~e que el r~fe~l~o pu-
de Enjuiciamiento Criminal rechazaron la tendencia
blico pueda juzgar si nuestro sistema de Justicia pe-
de ciertas escuelas «radicales» (en expresión de su
nal es justo y ajustado a derecho».
Exposición de Motivos), que i~tentaban exten?~r.el
La rigidez de los sistemas normativos dificulta una
sumario desde el momento mismo en que se iniCia,
respuesta general satisfactoria al conflicto entre pu-
las regl~s de la publicidad, contradicción e igualdad,
blicidad y secreto, mientras que el judge made /aw
que vinieron a regir exclusivamente desde la aper-
permite una más fácil acomodación. a .Ios hech~s.
tura del juicio hasta el pronunciamiento de la sen-
De aquí que las soluciones legales y JUrlsprudencla-
tencia firme. Se justificaba tal exclusión por la desi-
les en aquéllos hayan sido insuficientes para cons-
gualdad real entre el individuo que delinque y el Es-
truir teorías susceptibles de salvar la antimonia.
tado, que, en posición análoga a la víctima, ~re~isa
Ante los «Ieading case,), por el contrario, nos en-
alguna ventaja en los primeros ~omentos, ~lq~l~ra
contramos con una casuística valiosa, que ha con-
para recoger los vestigios del crimen y los indiCIOS
solidado, como fundamental, el valor de la publici-
de culpabilidad de su autor.
dad del proceso, que sólo puede limitarse para ga-
Las reservas de las tareas de investigación e ins-
rantizar no tanto la represión del delito cuanto un jui-
trucción quedó recogida en el artículo 301 de la Ley
cio justo e imparcial. Dicey (An /ntroduetion to the
de Enjuiciamiento Criminal, al decir que «las diligen-
study of the Law of the ConstitLftion, 1885) marc8:~a
cias del sumario serán secretas hasta que se abra la diferencia histórica entre la libertad de expreslon
el juicio oral, con las excepciones determinadas en en Inglaterra y en Francia en la menor regulación de
la presente Ley», previniendo seg~idamente. con que había sido objeto en la primera frente a una ma-
sanciones disciplinarias a quienes, Sin ser funciona- yor interferencia del pod~r público en la .segunda. El
rios públicos, revelaren indebidament~ el s~cr.eto d~1 monopolio legal, a traves del ordenamiento proc.e:-
sumario, porque si lo hiciese un funcionario In?u.rn- sal, penal o administrativo, ha dificultado el. eqUili-
ría en las responsabilidades que señala el Codlgo brio entre publicidad y secreto, ha entorpecido las
Penal en su artículo 367. soluciones, enturbiando una práctica prudente que
Con extremosa interpretación, una Circular de la armonizase derechos e intereses, y ha propiciado
Fiscalía del Tribunal Supremo de 1928 decía que «la una trayectoria vacilante según la interpretación de
enorme difusión que la prensa proporciona, hace los preceptos aplicables. Se ha oscilado entre el her-
mayor el daño que la Ley, con ordenamiento previ- metismo y la locuacidad, motivada ésta, no tanto por
sor, trata de evitar, y hace también que muchas ve- un protagonismo publicitario de los jueces, cuanto
ces la difusión, por medio de la prensa, de las ac- por la no siempre fácil exégesis de las normas que
tuaciones judiciales, degenere en crítica de las mis- consagran el derecho fundamental a la libre infor-
mas en contiendas apasionadas sobre su utilidad y mación y las que imponen restricciones a ésta por
disc~siones sobre su procedencias». El abismo que razón de la instrucción sumarial.

• Este texto es parte de la ponencia presentada por el autor deres del Estado y de la sociedad". Universidad Menéndez Pe-
en el Seminario sobre «El poder judicial en el conjunto de los po- layo (Santander). Cursos de Verano, 1989.

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11. SISTEMA VIGENTE zar a la comunicación o recepción de información
veraz por cualquier medio de difusión, cuando los
El secreto sumarial es una excepción a la regla datos revelados se han obtenido legítimamente y al
constitucional de publicidad de las actuaciones judi- margen de las actuaciones sumariales. Esta parece
ciales, permitida por el artículo 120.1 de la Consti- la orientación recogida por la conocida sentencia
tución. Los artículos 301 y 302 de la Ley de Enjui- Sunday Times, dictada por el Tribunal Europeo de
ciamiento Criminal regulan una fase del proceso pe- Derechos Humanos el 26 de abril de 1976, y la doc-
nal, preparatoria del juicio, reservada y, en conse- trina establecida por la citada setencia del Tribunal
cuencia, limitativa de la publicidad y de la libertad de Constitucional, de 31 de enero de 1985, al decir ésta
información. Mientras se averigua la perpetración de que «aquellos datos a los que no se tiene acceso le-
los delitos y se constatan las circunstancias que pue- gítimo no podrán ser objeto en difusión, pero sólo en
dan influir en su calificación, se asegura la persona la medida en que aquello que se quiere difundir haya
y las responsabilidades económicas de los culpa- sido obtenido ilegítimamente ... Tal secreto implica
bles, cabe la excepción prevista constitucionalmen- que no puede transgerirse la reserva por medio de
te a la publicidad de las actuaciones judiciales. revelaciones indebidas o a través de un conocimien-
La legitimidad de esta excepción radica en su ran- to ilícito. Pero no significa que uno o varios elemen-
go legal y en su conformidad con los artículos 14.1 tos de la realidad social (sucesos singulares o he-
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí- chos colectivos cuyo conocimiento no resulta limita-
ticos, de 19 de diciembre de 1966, y 6.1 del Conve- do o velado por otro derecho fundamental) sean
nio para la Protección de los Derechos Humanos y arrebatados a la libertad de información».
de las Libertades Fundamentales, de 4 de Noviem- Ante un ilimitado derecho a informar verazmente
bre de 1950. En la interpretación realizada de este sobre datos o noticias obtenidos legítimamente y al
último precepto por las Sentencias del Tribunal Eu- margen de las actuaciones judiciales, se ha plantea-
ropeo de Derechos Humanos de 8 de diciembre de do si tal situación ha de considerarse positiva, en
1983 (casos Pretto y Axen) y de 22 de febrero de tanto que evita restricciones a la libertad de informa-
1984 (caso Sutter), el principio de publicidad no es ción o si, por el contrario, tiene un aspecto negativo,
aplicable, desde su perspectiva de garantía de los en cuanto priva al juez que instruye un sumario de
justiciables contra una justicia secreta que escape a una facultad que puede ser no sólo conveniente sino
la fiscalización del público, a todas las fases del pro- imprescindible para la recta administración de la jus-
ceso penal, sino tan sólo al juicio oral que lo culmi- ticia. Se ha citado el sistema americano, en el que,
na y al pronunciamiento de la subsiguiente sen- en determinados supuestos y con amplias garantías,
tencia. un juez puede ordenar la no publicación de una in-
El Tribunal Constitucional, en sentencia pronun- formación sumarial (Espín Templado. Revista Juri-
ciada por su Sala Segunda con fecha 31 de enero dica de Cataluña. 1986. I n° 2, página 146), seña-
de 1985 (Ponente Sr. Tomás y Valiente) declaró que lando como garantías imprescindibles la de su es-
«esta genérica conformidad constitucional del secre- tricta necesidad, la concreción de la información pro-
toe sumarial no está, sin embargo, impuesta o exi- hibida y la limitación temporal. No obstante, en la ac-
gida directamente por ningún precepto constitucio- tualidad, no parece que sea posible, con nuestro vi-
nal y por lo mismo requiere, en su aplicación con- gente sistema jurídico, impedir la publicación de he-
creta, una interpretación estricta». Tanto esta sen- chos o datos lícitamente obtenidos fuera de las ac-
tencia como la ulterior del mismo Tribunal, de fecha tuaciones procesales.
4 de octubre de 1988 (Sala Primera, Ponente Sr. Especial atención merece la posible declaración
Diaz Eimil), exigen que el secreto de las actuacio- judicial de secreto para las partes, permitida por el
nes sumariales venga objetiva y razonablementee artículo 302 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
justificado en circunstanticas evidenciadoras de que tras su redacción por Ley de 4 de diciembre de 1978.
la medida resulta imprescindible para asegurar la Según este precepto, las partes personadas pueden
protección del valor constitucioal de la justicia, por- conocer las actuaciones sumariales e intervenir en
que la regulación legal del secreto sumarial no se in- todas las diligencias que se lleven a efecto, si bien
terpone como un límite frente a la libertad de infor- el juez de instrucción, mediante Auto, podrá decla-
mación, sino más amplia y genéricamente como un rar el procedimiento secreto total o parcialmente
impedimento al conocimiento por cualquiera, inclui- para aquéllas por tiempo no superior a un mes, de-
das las partes en algún caso, de las actuaciones de biendo alzarse necesariamente el secreto con diez
esta etapa del proceso en aras de alcanzar una se- días de antelación a la conclusión del sumario.
gura represión de delito. Con esta regla, a nuestro entender, se viene a re-
Para restringir la publicidad de las actuaciones su- gular el principio de publicidad para las partes. Sin
mariales y el derecho de defensa del justiciable se embargo, la sentencia, antes referida, del Tribunal
requiere, no sólo su previsión en una norma con ran- Consttitucional, de 4 de otubre de 1988, con el fín
go de Ley, sino la justificación de la limitación en de justificar la prórroga de la reserva de las actua-
cada caso concreto con base en la protección de ciones sumariales para las partes, asimila el conte-
otro bien o derecho constitucionalmente relevante, nido de dicho precepto, no al principio de publicidad,
así como la congruencia y proporcionalidad entre la sino al derecho de defensa del justiciable. Así de-
medida aplicable y la consecución de aquellos va- clara que «el derecho que tienen las partes perso-
lores. nadas a intervenir en las actuaciones judiciales de
Las restricciones legales, y debidamente justifica- instrucción no confiere al sumario el carácter de pú-
das, de la publicidad del sumario no pueden alcan- blico en el sentido que corresponde al principio de

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publicidad, sino que es tan sólo manifestación del brá de servir a los jueces para interpretar y aplicar
derecho de defensa del justiciable» las disposiciones relativas al secreto sumarial.
De tal apreciación deduce la comentada senten- Las pautas marcadas por la jurisprudencia cons-
cia que, al tener las partes, una vez alzado el secre- titucional han de orientar la práctica judicial al hacer
to, oportunidad bien en fase sumarial posterior o en uso de las facultades previstas en los artículos
el juicio plenario, de conocer y contradecir la prueba 229.2, 232.2 Y 234 de la Ley Orgánica del Poder Ju-
que se hay practicado durante su vigencia o propo- dicial. Los dos primeros fijan claramente el carácter
ner y practicar la prueba pertinente en contrario, es excepcional de la limitación de la publicidad, tanto
legítimo prorrogar el secreto para las partes con la general como para las partes, exigiendo su previ-
finalidad de impedir que el conocimiento e interven- sión legal y la motivación por razones de orden pú-
ción del acusado en las actuaciones judiciales pue- blico y de protección de los derechos y libertades,
da dar ocasión a interferencias o manipulacuones di- El último impone a los funcionarios judiciales, que
rigidas a obstaculizar la investigación en su objetivo custodían los pleitos y causas, la obligación de faci-
de averiguación de la verdad de los hechos. litar a los interesadeos cuanta información soliciten
Finalmente, la indicada sentencia declara que es sobre el estado de las actuaciones judiciales, quee
inaceptable una interpretación estricta (después cla- podrán examinar y conocer, salvo que sean o hu-
Iificada de rígidamente formalista) del artículo 302 ci- biesen sido declaradas secretas conforme a la Ley.
tado, según la cual la prórroga del plazo máximo de Es destacalbe que el precepto no circunscribe el de-
secreto sumarial, que en dicho precepto legal se es- recho a ser informado a las partes, sino que se re-
tablece, ocasiona, por sí sola y sin más condiciona- fiere a los interesados. A nuestro entender este con-
miento, un resultado de indefensión. cepto, definido en el ordenamiento administrativo, es
Ya se vincule el contenido del artículo 302 de la más amplio que el de parte y abarca a todo aquél
Ley de Enjuiciamiento Criminal al derecho de defen- que, aún sin tener el carácter procesal de parte, ten-
sa del justiable o al principio de publicidad del pro- ga un interés directo o indirecto en el proceso. Ale-
ceso para las partes, lo cierto es que ambos son de- gado y acreditado tal interés, no puede serie nega-
rechos fundametnales, reconocidos por el artículo da la información que pida, salvo que por disposi-
24.2 de la vigente Constitución, y, según el artículo ción legal o decisión judicial se hubiese declarado
53.1 de la misma, sólo por Ley pueden regularse, el secreto de las actuaciones. La asociación Jueces
la que habrá de respetar su contenido esencial. En para la Democracia, en su reciente Congreso Ex-
este caso, la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal traordinario sobre el proceso penal (San Sebastián
regula, en su artículo 302, tales derechos, lo que, en 22, 23 Y 24 de junio de 1989), ha expresado que
nuestra opinión obliga a respetar los términos estric- «no debe ser cicatero en la facilitación a los intere-
tos del propio precepto legal, que fija el límite máxi- sados, que debidamente acrediten su condición de
mo del secreto para las partes en un mes y habrá tal, de información sobre el estado de las actuacio-
de alzarse necesariamente con diez días de antela- nes judiciales».
ción a la conclusión del sumario.
La muy autorizada doctrina del Tribunal Constitu-
cional se ha elaborado, en parte, sobre la interpre- 111. LA PRACTICA
tación que las sentencias aludidas del Tribunal Eu-
ropeo de Derechos Humanos, de 8 de diciembre de
Recientemente el periodista Francisco Gor (Revis-
1983 y de 22 de febrero de 1984, hacen de los ci-
ta Procuradores, febrero-marzo 1989) se lamentaba
tados artículos 14 del Pacto Internacional de Nueva
de que «si la doctrina está clara, la práctica es titu-
York, de 19 de ciembre de 1966, y 6 del Convenio
beante y poco propicia a reconocer los amplios már-
de Roma, de 4 de noviembre de 1959. Estas, des-
genes que una sociedad libre y democrática otorga
pués de constatar la diversidad que presenta el prin-
al ejercicio de los derechos a la libertad de expre-
cipio de publicidad en los sistemas legislativos y
sión y a la información, quienes están al frente de
prácticas judiciales de los Estados miembros del
los poderes del Estado se repliegan sobre sí mis-
Consejo de Europa, concluyen que aquél hace re-
mos y procuran cerrar a cal y canto o filtrar a su con-
ferencia exclusiva a la celebración de las vistas y al
pronunciamiento de los fallos. No puede olvidarse, veniencia las fuentes que delanta su actividad. Esto,
sin embargo, que dichas sentencias contemplan la que es pereceptible en el ámbito del Poder Ejecuti-
garantía de los justiciables contra una justicia secre- vo y de la Administración Pública en general, tam-
ta que escape a la fiscalización del público, pero no bién se produce en el área de actividad del Poder
aluden al control que las partes (imputado, procesa- Judicial. Ajenos en gran medida al cambio cualitati-
do, querellante, etc.) pueden ejercer sobre la activi- vo que ha supuesto el paso del Estado utoritario al
dad jurisdiccional instructora, que vienen garantizan- democrático, quienes ejercen la función jurisdiccioal
do por el principio de publicidad del proceso para las en juzgados y tribunales siguen tan cerrados como
partes y por el derecho de defensa (contradicción,), en el pasado ante la demanda de información sobre
ambos reconocidos constitucionalmente como fun- lo que ocurre en su interior. Nadie se ha preocupa-
damentales, y por lo mismo sólo restringibles por do por dar una respuesta global e institucional que
Ley y no por decisión judicial, aunque ésta sea haga posible el ejercicio del derecho a la informa-
motivada. ción en este área pública, y los periodistas se ven
No obstante, cualesquiera que puedan ser las dis- obligados a mendigar informaciones que obtiene o
crepancias con tal sentencia, la doctrina de nuestro no según el humor del juez o del funcionario de
Tribunal Constitucional es la expuesta y, según el ar- turno».
tículo 5.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ha-
0
El análisis referido no es rigurosamente exacto.

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Ciertamente la práctica judicial es titubeante, pero de hechos o actuaciones del sumario facilitadas por
no responde a una insensibilidad hacia los valores funcionarios, abogados, partes o policías, a pesar de
democráticos ni, en términos generales, al talante !o cual éstas, salvo excepciones, no provocan deci-
del juez, sino a la dificultad de encontrar el equili- sión judicial alguna para evitarlas, prohibirlas o san-
brio entre significados que, en ocasiones, aparecen cionarlas. Tal permisividad es consecuencia, en
enfrentados. unos casos, de su inevitabilidad debido al acceso
El vigente sistema normativo, aun sutil y certera- que unos y otros, por razón de su oficio o del ejer-
mente intrerpretado, no impone a los jueces un per- cicio de sus derechos, tienen a la investigación, yen
manente esfuerzo de ajuste y acomodación, y esto otros porque la mejor garantía del buen hacer de to-
resulta extremadamente árduo para un funcionario. dos, empezando por el juez, es el conocimiento pú-
Se ha repetido hasta la saciedad, sin apenas encon- blico de su actividad. El Ministerio Fiscal ha de afron-
trar eco, que una parte de los grandes males que tar también la responsabilidad, no siempre ejemplar-
aquejan a algunas Adminitraciones de Justicia, pro- mente asumida, de informar sobre las pretensiones
vienen de la estructura orgánico funcionarial de los que ejercite o no durante el proceso, con expresión
jueces. La rutina y el automatismo, la incompeten- de las razones de sus decisiones, y lo mismo cabe
cia y la mediocridad, el corporativismo y la intriga, to- decir que las demás partes que intervengan. En
dos vicios característicos de los sistemas funciona- cualquier caso, los principios aludidos son de vigen-
riales, no son el medio más idóneo para hallar la res- cia general durate toda la instrucción, y es el juez
puesta adecuada en cada momento a esa compro- quien ha de velar por su cumplimiento para la mejor
metida, delicada y espinosa tarea de lograr un fiel realización de la Justicia.
balanceo entre la reserva exigida parea la realiza- Las continuas informaciones de prensa (otro tan-
ción de la Justicia y el derecho a una informción li- to sucede en cualquier medio de comunicación) so-
bre, objetiva y veraz. bre hechos y datos de los sumarios que se instru-
Hechos acaecidos en los últimos años en nuestro yen son prueba del interés por conocer lo que se
país son suficiente demostración de la necesidad de hace por los jueces y por el Ministerio Fiscal. Quie-
contar con una información sobre actuaciones de nes mejor pueden satisfacer la demanda informati-
empresarios, jueces, políticos, policías u otros fun- va son los protagonistas de la investigación o ins-
cionarios. Basta recordar sumarios como los del sín- trucción, siempre que con sus revelaciones no que-
drome tóxico, la desaparición de Santiago Corella, de en entredicho su imparcialidad y se preserve la
la corrupción de jueces, los GAL, la «mafia policial", limpieza del proceso. Si en un momento determina-
para rendirse ante la evidencia del valor de la infor- do la publicidad puede ser nociva al fin de la instruc-
mación como medio de desenmascarar conductas. ción, creemos acertado declarar el secreto total o
La publicidad durante el sumario ha servido para parcial para las partes personadas en la forma es-
mantener el temple de la actuación judicial. ¿Cabe tablecida por nuestro ordenamiento, o bien ser cui-
albergar alguna duda sobre la importancia de que dadosos para evitar la publicidad general, no dando
los ciudadanos sepan si se investiga o no, si se hace facilidades indebidas, que prohibir, secuestrar o san-
de una u otra manera y quiénes se oponen o favo- cionar la publicación.
recen la instrucción? A raíz de la decisión judicial de De aquí que no nos pareciese totalmente justifi-
no investigar el empleo de los fondos reservados al cada la alarma que llevó al Consejo General del Po-
Ministerio del Interior, se ha suscitado uno de los der Judicial al acuerdo que, en sesión plenaria,
más interesantes debates públicos sobre el signifi- adoptó el día 5 de noviembre de 1986, en el que se
cado de las razones de Estado. decía: «El Consejo vienje observando, con crecien-
En otros casos, las informaciones han sido causa te preocupación, la actitud de diversos jueces y ma-
de confusión y tergiversación, no tanto por su obje- gistrados que, en medios de comunicación estata-
to cuanto por el modo de publicar, y esta responsa- les y privados, realizan manifestaciones en relación
bilidad atañe primordialmente a sus autores. La bús- con materias sometidas a su potestad jurisdiccional.
queda de la noticia para conseguir la primacía infor- En razón, cabalmente, del respeto por la imparcial
mativa se ha hecho con olvido del contraste de ve- actuación de quienes tienen encomendada la deli-
racidad. A veces, por un llamativo reclamo se han cada tarea de administrar justicia, el órgano de Go-
pretendido el rigor y la objetividad. Las fuentes de in- bierno del Poder Judicial, sin perjuicio del derecho
formación no siempre han sido los jueces, los se- a la información, de la libertad de expresión garan-
cretarios judiciales o los funcionarios de la oficina ju- tizada respecto a todos y del conocimiento del es-
dicial. Las revelaciones se hacen también por los tado que se encuentren los procedimientos judicia-
abogados, la partes o la policía. Es posible que si les, entiende que es de todo punto necesario poner
los propios jueces ofreciesen la publicidad conve- fin a tales conductas, y, a tal efecto, en sesión del
niente sobre hechos y actuaciones, no estricta y ne- Pleno de 5 de noviembre de 1986, ha adoptado el
cesariamente reservados, la información fuese fide- siguiente acuerdo:
digna y carente de aquellos vicios. Primero: Recabar de todos los miembros integran-
En general, los jueces son más proclives a facili- tes del Poder Judicial, apelando a su arraigado sen-
tar información acerca de los aspectos formales de tido de prudencia y discrección, la eliminación de ta-
la instrucción que de sus contenidos. No parece, sin les actitudes y manifestaciones públicas, que aun
embargo, que deba existir diferencia alguna de tal siendo minoritarias, pueden comprometer la inde-
naturaleza, sino que, la instrucción como un todo pendencia jurisdiccional, núcleo esencial de la fun-
será o no objeto de reserva según los principios que ción de jueces y magistrados.
quedaron expuestos en elc'apítulo precedente. De- Segundo: Recordar a todos los jueces y magitra-
cíamos que no son infrecuentes las informaciones dos, a través de los señores presidentes de las Au-

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diencias Territoriales, el deber que les impone su es- sejo General del Poder Judicial un claro y firme
tado jurídico de abstenerse de formular declaracio- acierto, al advertir a los jueces acerca del riesgo de
nes públicas en relación con materias o asuntos so- comprometer su imparcialidad, y la limpieza del pro-
metidos a su decisión jurisdiccional. ceso, con una publicidad innecesaria o desmedida
Tercero: Atendiendo a la demanda social de infor- y con una información precipitada. El Consejo, con
mación en problemas de que conoce la Administra- certera visión, no previno de los peligros de la pu-
ción de Justicia, así como al lícito derecho de los ciu- blicidad para evitar la impunidad de un posible he-
dadanos de recibir veraz y objetiva información de cho delictivo (razón última y principal del secreto del
tales materias, el Consejo emprende la puesta en sumario según nuestra doctrina tradicional), sino
marcha de Servicios u Oficinas de Información en que señaló un valor muy superior, cual es el de la
determinados órganos jurisdiccionales, con objeto imparcialidad del juzgador, necesario para obtener
de garantizar a todos los ciudadanos esa informa- la tutela judicial efectiva. Tal llamada de atención
ción veraz. pudo provocar, juntamente con otros factores, la re-
Este acuerdo fue ampliamente contestado por los flexión del colectivo judicial hasta llegar a la situa-
medios de comunicación, que los calificaron de «Ley ción actual, en que la publicidad e información so-
del silencio». La Junta de Jueces de Primera Instan- bre las actuaciones judiciales de instrucción son ge-
cia e Instrucción de Madrid replicó con otro acuer- neralmente prudentes, atendiendo a los bienes en
do, en el que afirmaba la competencia exclusiva de conflicto para proteger el superior de la consecución
los jueces para informar, bajo su personal respon- de la justicia del caso concreto.
sabilidad, de los asuntos sometidos a su conoci-
miento. En definitiva, el Servicio u Oficina de Infor-
mación anunciados sólo podría recibir datos o noti- IV. UN DIFICIL EQUILIBRIO:
cias de los propios jueces encargados de la instruc-
ción de las causas, con lo que no sería sino un in-
La justificación de la instrucción secreta está fun-
termediario, cuya singularidad podría estar en selec-
cionar o filtrar la información a los medios de comu- damentalmente en el logro de la represión de los de-
litos y en evitar la impunidad. La armonización del
nicación, lo que no parece acorde con el valor de
una información objetiva y veraz. principio básico de publicidad de las actuaciones ju-
diciales con el sigilo propio de la instrucción se ma-
No me parece que fuese oportuna aquella admo-
nición del Consejo General del Poder Judicial a los nifiesta compleja, singularmente desde que son los
jueces en un momento en el que se iniciaba la aper- jueces los encargados de ésta. Con sagacidad, Ju-
tura de cauces de comunicación entre la Justicia y lio B.J. Mayer ha dicho que «el buen inquisidor mata
los ciudadanos, tradicionalmente cegados por acti- al buen juez o, por el contrario, el buen juez des-
tierra al inquisidor» (Doctrina Penal n.O1. Ediciones
tudes como las reflejadas por la Circular de la Fis-
calía del Tribunal Supremo de 1928. No estábamos Depalma. Buenos Aires. 1987, pago 660).
aquí sobrados de planteamientos como los expues- Podemos observar cómo en los sistemas en los
tos por Bentham cuando afirmaba que: «Donde no que el juez no tiene encomendadas las tareas de la
hay publicidad no hay justicia porque la publicidad investigación material, sino meramente la de recibir
es el alma misma de la justicia», ni de actitudes ju- las pruebas o datos, aportados por las partes, para
diciales como las que formularon el/eading case se- decidir las pruebas o datos, aportados por las par-
tes, para decidir si se abre el juicio contra el acusa-
gún el que «con reconocimiento del principio de una
justicia abierta se asegura que la adminitración pú- do o imputado, o bien para, a la vista de aquellos ele-
blica de la justicia estará sujeta al escrutinio públi- mentos probatorios, resolver sobre la privación de li-
co. La justicia se hace públicamente para que pue- bertad o de cualquier otro derecho, la publicidad de
da ser discutida y criticada en público» (Borrie and tales actuaciones no tiene más límite que el de las
Lowe's Law of Contempts. 1983, pág. 184). garantías de imparcialidad y neutralidad del juicio,
mientras que, cuando el juez posee la iniciativa y di-
Cuando los jueces estaban abriendo las puertas
y ventanas de los Palacios de Justicia a la sociedad, rige las pesquisas, el sigilo de éstas tiene por objeto
el que alguno se excediese con escándalo de mu- impedir que el conocimiento e intervención del acu-
chos, nos justificaba una advertencia general a to- sado en las actuaciones judiciales pueda dar oca-
dos, pues habría sido suficiente advertir a los char- sión a interferencias o manipulaciones dirigidas a
latanes, siempre con suma prudencia porque se en- obstaculizar la investigación en su finalidad de ave-
sayaba un mecanismo hasta entonces desconocido. riguación de la verdad de los hechos. Así lo recono-
Habituados nuestros jueces a valerse de las mule- cieron expresamente las dos citadas sentencias del
tas de la Ley escrita y de una jurisprudencia inalte- Tribunal Constitucional de fechas de 31 de enero de
rable, quedaron perplejos y confusos ante una situa- 1985 y 4 de octubre de 1988.
ción nueva, constituida por un principio fundamental Es difícil en nuestro sistema procesal la aplicación
de publicidad de las actuaciones judiciales y una in- de los principios establecidos por el common law,
verterada práctica secretista. El resultado fueron las donde la jurisprudencia y la doctrina han asumido
minoritarias actitudes y manifestaciones denuncia- como inexcusable el valor de la publicidad para que
das por el Consejo General del Poder Judicial, con exista auténtica justicia, de manera que las liberta-
el tiempo derivadas en otras que, sin comprometer des de expresión, publicación e información no pue-
la independencia e imparcialidad de la jurisdicción, dan suprimirse, o reducirse gratuitamente, salvo que
ofrecen a los ciudadanos la información que deman- pueda causarse un prejuicio real en los administra-
dan sobre la administración de justicia. dores de la justicia. El prejuicio de jueces y jurados
Tuvo, sin embargo, el mentado acuerdo del Con- es el riesgo fundamental que justifica, en este siste-

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ma, las limitaciones a la publicidad y al derecho a la que sea en breve, empeorará la situación al crear
información. En el nuestro, al igual que en los de- prejuicios en los miembros de aquél.
más que atribuyen la investigación material al juez, A pesar de que con la «contempt of court act» bri-
existe otro factor, valorado como fundamental por tánica de 1981, aprobada como consecuencia de la
doctrina y jurisprudencia, que es el del éxito de la sentencia ya citada «Sunday Times» del Tribunal
instrucción a los fines fijados por el artículo 299 de Europeo de Derechos Humanos, de fecha 26 de
nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal (constata- abril de 1976, se pretendió, tal como manifestaba la
ción de la perpetración del delito y sus circunstan- comisión Phillimore, que la balanza se inclinase un
cias, averiguación y aprehensión de los delincuen- poco más en favor del derecho a la libertad de ex-
tes). presión, aún prevaleciando el interés de la Adminis-
Aún siendo imposible desentenderse de este ob- tración de Justicia sobre éste, sin embargo se in-
jetivo, tendente a evitar la impunidad, opino que la curre en «contempt» en el caso de publicaciones
práctica judicial va abriendo camino a la orientación que hagan comentarios sobre el caracter del acusa-
de limitar la publicidad en tanto en cuanto perjudi- do, que revelen sus antecedentes penales, que ma-
que la imparcialidad del juez y la limpieza del pro- nifiesten que el acusado ha confesado la realización
ceso. Las excepciones al principio de publicidad de del delito, cuando se lleve a cabo un juicio paralelo,
las actuaciones judiciales vienen determinadas, más se publiquen entrevistas con testigos o la fotografía
que por un secreto establecido legalmente, por la del acusado si hay problemas de identificación, o se
protección de los derechos fundamentales, constitu- hagan comentarios sobre testimonios bien para in-
cionalmente amparados (artículo 24 de la vigente fra o supravalorarlos. (Borrie and Lowe's: Law of
Constitución), de obtener la tutela judicial efectiva y contempt. 1983, págs. 95 a 99).
ser sometido a un juicio justo e imparcial. De aquí El sistema de valores cosntitucionalmente consa-
el acierto, al que antes nos referíamos, del Consejo grado y las escuetas, pero, en nuestra opinión, ex-
General del Poder Judicial, al aludir en su acuerdo presivas declaraciones del Tribunal Constitucional,
como valores superiores, a los que debe supeditar- creemos que son fundamento para entender que el
se la publicidad de las actuaciones judiciales, los de juez de la causa tiene potestad, que habrá de em-
la imparcialidad del juzgador y la neutralidad del plear, para limitar el derecho a informar verazmente
juicio. sobre datos o noticias obtenidas legítimamente y al
En la sentencia, tantas veces citada, del Tribunal margen de las actuaciones judiciales, cuando las in-
Constitucional de 31 de enero de 1985, si bien se se- formaciones puedan lesionar los derechos a la tute-
ñala, como causa fundamental del secreto sumarial, la judicial efectiva y a un juicio justo e imparcial, no
la segura represión del delito, hay un atisbo de esta así cuando aquellas informaciones, obtenidas lícita-
otra orientación más acorde con la esencia de la ju- mente y fuera del proceso, comprometan simple-
mente la segura represión del delito.
risdicción como instancia neutral y arbitral, ampara-
dora de libertades y derechos, al decir que no pue- No creo aventurado afirmar que el sustraer la in-
vestigación, indagación o pesquisa de los delitos, de
den ser arrebatados a la libertad de información uno
las competencias del juez, para atribuírselas al Mi-
o varios elementos de la realidad social salvo que
nisterio Fiscal, facilitará en gran medida la solución
su conocimiento esté vedado por otro derecho fun-
de la antinomia que supone el principio general de
damental. Aunque la sentencia no hizo más preci-
publicidad de las actuaciones judiciales y la existen-
siones, debe entenderse que si el conocimiento de
cia de una excepción, tan general que de hecho se
algún hecho o suceso perjudica a los derechos fun-
ha convertido en otro principio práctico, cual es el se-
damentales indicados de un juicio justo e imparcial
creto de esas actuaciones judiciales encaminadas a
o a una efectiva tutela judicial, su publicación puede
la averiguación de los delitos y de sus responsables.
y debe ser prohibida por el juez encargado de velar Sin entrar en esta candente polémica, sobre la que
por tales derechos. Este mismo criterio parece de- hace tiempo tuve ocasión de pronunciarme (Jorna-
ducirse de la otra sentencia referida del mismo Tri- das de Derecho Procesal, organizadas por el Con-
bunal Constitucional, de fecha 4 de octubre de 1988, sejo General del Poder Judicial y celebradas en Ma-
al destacar como valor protegido, a través del se- drid los días 26, 27 Y 28 de enero de 1984), consi-
creto del sumario, el de la justicia. Valor éste que ob- dero válido sostener, como brillantemente lo ha he-
tiene su plena efectividad con un proceso limpio y cho el magistrado Varela Castro en el reciente Con-
un juicio justo. greso extraordinario de Jueces para la Democracia,
El rigor en las informaciones, en evitación de pre- celebrado en San Sebastián, los días 22, 23 Y 24 de
juicios en el juzgador, se olvida con harta frecuen- junio de 1989, que la investigación no constituye ac-
cia, de manera que, en ocasiones, peligra seriamen- tividad jurisdiccional y sólo en cuanto tenga una fase
te la imparcialidad de la decisión judicial. No es im- contradictoria ha de ser atribuida al juez. Esta ins-
prescindible citar casos concretos, pero todos con- trucción contradictoria tendrá las características pro-
servamos en la memoria situaciones en las que el pias del juicio: igualdad de partes, oralidad y publi-
juez se ha visto obligado a realizar un esfuerzo so- cidad, de manera que la actuación judicial no ven-
brehumano para resolver con libertad de criterio y drá mediatizada en ningún caso por un fin espurio,
sobreponerse al cúmulo de datos, informaciones u como es la segura represión del delito, sino que es-
opiniones difundidas, unas veces a favor y otras en tará presidida por el principio que configura la esen-
contra del denunciado, querellado, procesado o acu- cia misma de la jurisdicción, que es la decisión de
sado. Si estos hechos no se remedian, una vez es- un conflicto entre partes iguales.
tablecido el jurado, cuya reinstauración confiamos El valor real del llamado juez natural se ha igno-

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rado y sustituido por el del «jues predeterminado por "Los principios procesales de oralidad y de publicidad gneral y
la Ley'), como si ésta tuviese virtualidad taumatúr- su carácter técnico o político». R. De Derecho Procesallberoa-
mericana. N° 11-111.abril-septiembre, 1975.
gica para, por sí misma, convertir al juez impuesto
Fayos Gardo, A.: "La Contempt of Court Act británica de 1981:
en juez natural. El significado de éste repele toda be- El desacato al tribunal cometido por los medios de comunica-
ligerancia, y quiérase o no, el inquisidor siempre es ción social». La Ley. Año VIII. N° 1793. 8 de septiembre de
beligerante, y de aquí que tienda al sigilo para que 1987.
su tarea pueda llevarse a cabo con más facilidad. Gor, Francisco.: "Jueces y periodistas». Procuradors. Febero-
Marzo, 1989.
Mientras la investigación siga encomendada a los
Jiménez Aguirre, J.M.: "LIbertad de información y secreto suma-
jueces, éstos se debatirán entre dos polos, cedien- rial» (comentario a la Sentencia de la Sala Segunda del Tribu-
do al que más fuerza represente según las circuns- nal Constitucional de 31 de enero de 1985, recurso de amparo
tancias y condiciones objetivas y personales. Por un 358/1984). Revista General de Derecho n° 507. Diciembre,
lado estará su obligación de investigar celosamente 1986.
en evitación de la impunidad de los delitos, emplean- Jueces para la Democracia.: Congreso Extraordinario sobre el
Proceso Penal. San Sebastián, 22, 23 Y 24 de junio de 1989.
do los medios que la Ley pone a su alcance, por Edita Jueces para la Democracía. Singularmente la Ponencia
otro, intervendrá su conciencia de que la jurisdicción del Magistrado Varela Castro, páginas 17 a 25, y las Ponen-
se asienta, entre otros pilares, sobre la publicidad y cias de la Sección Territorial de Valencia sobre preparación del
la paladina realización. En definitiva, el dilema exi- juicio, páginas 43 a 51, y de Andalucía y Cataluña sobre la pu-
girá un permanente y difícil equilibrio, que sólo su blicidad en el proceso penal, páginas 37 a 39 y 62-64.
Muñoz Machado, S ..: Libertad de prensa y proceso por difama-
buen sentido, prudencia y experiencia le permitirán ción. Cap. 11:La información sobre procesos judiciales, pági-
lograr. nas 123 a 130; Cap. 111:IF) anotación marginal sobre las difa-
maciones vinculadas a procesos judiciales, páginas 163 a 169;
114) Información sobre juicios y difamación sobre juicios y di-
famación, páginas 182 a 186. E. Ariel. Barcelona, 1988.
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