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¿El periodismo para qué?

Escrito por: Mariana Díaz Caicedo

A partir de los vídeos y textos propuestos por el profesor sobre Cartagena, se puede
apreciar el deber del periodista que con el pasar de los años ha sido olvidado.
Desde mi punto de vista, el periodismo va de la mano con la investigación, una
investigación que va dirigida hacia la búsqueda de lo que no nos han contado.

Para nadie es un secreto que hoy en día lo que vemos en los medios no es hecho
por periodistas, sino que viene de los intereses de “empresarios, gobernantes y
anunciantes”, como decía Omar Rincón, personas que han secuestrado al
periodismo. Pero, aunque lo secuestraron, no todo está perdido.

Considero que el periodismo se trata de la pasión que tienen los periodistas para
ejercer su oficio, valga la redundancia. Una pasión que debe ir acompañada de la
misma cantidad de ética, para que en el proceso, no se quebrante lo
verdaderamente importante, que es darle una voz a los que no han sido
escuchados.

Historias como las de Cartagena, hay miles y aún peores. Pero en vez de eso, los
medios nos han acostumbrado a ver día a día cosas superficiales y lo peor es que lo
aceptamos y nos acostumbramos a vivir con eso. Se necesitan periodistas de
corazón (que estoy segura de que ya los hay) que sean capaces de inmiscuirse en
los lugares más recónditos, olvidados e invisibles para la sociedad, para que a
través del poder del periodismo y de la información, ayuden a las personas que
hacen parte de ellos, a ser escuchadas.

En el ejercicio de hacer una reflexión crítica sobre este asunto tan importante, debo
ser sincera y aclarar que el periodismo no es lo que me apasiona. Sin embargo,
estoy consciente de la importancia de este oficio y aún más de que se lleve a cabo
de una manera honesta y comprometida con la sociedad.
De igual importancia es que las personas se dejen informar y sean responsables al
momento de hacerlo. Ya que, no sirve de nada el esfuerzo de los periodistas por
concientizar a través de sus historias, si nosotros como sociedad seguimos
preocupándonos por cosas tan banales como con quienes salen los famosos o
como son sus casas, etc.

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