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El dato: existe una aplicación llamada Sun Seeker (gratis para IOS) que sirve
para calcular la trayectoria de sol en cada época del año.
Para el suelo
Toma un puñado de tierra, se tiene que desmenuzar fácil; si se forma una pelota,
súmale compost maduro.
Con una pala chata, seguí el límite del cantero y marca los bordes con una
profundidad de media pala. Si hay césped, retira los panes.
Con un rastrillo haz una pasada de este a oeste y cubrí con material orgánico
seco. Espera unos días y vuelve a pasar la laya de norte a sur. Remarca los
bordes y compáctalo.
Empezar a sembrar: dos técnicas para hacer crecer las semillas
Siembra directa
Es la que se hace directamente en el cantero en que la planta va a crecer hasta la
cosecha. Esta técnica te permite no tener que hacer trasplantes, aunque, tal vez
vas a necesitar hacer un raleo si crecen muy cerca.
¿Cómo se hace?
- Retira el material orgánico seco que protege la tierra.
- Realiza un surco profundo a lo largo del cantero y regalo.
- Rellena el surco que hiciste con un colchoncito de compost maduro.
- Sobre el colchón que armaste, colocá la semilla, cúbrela con más compost
y presiona.
- Vuelve a colocar la cobertura de material seco y riega con una lluvia fina.
¿Qué podés plantar?
Acelgas, remolachas, porotos, arvejas, choclos, zapallos, habas, rabanitos, nabos,
sandías y zanahorias.
Siembra en almágicos
Es la que se hace en bandejas o cajones que se protegen de la temperatura
exterior. Te permite ir adelantando las fechas de siembra. Eso sí, una vez crecidos
los brotes, vas a tener que trasplantarlos cuidadosamente a tus canteros.
¿Cómo se hace?
- Prepara un cajón de 7 a 10 cm de altura y cubrí el fondo con una capa de
paja y 5 cm de tierra negra tamizada.
- Completa el cajón con una mezcla mitad y mitad de tierra negra y compost
maduro.
- Marca surcos de a 10 cm con una tablita, colocá las semillas, humedece,
tápalos con compost y pasto seco y riega con lluvia fina.
- También podés conseguir bandejas especiales en el vivero.
¿Qué podés plantar?
Lechugas, repollos, brócolis, tomates, ajíes y berenjenas
SEGUIMIENTO: ¡TUS VEGETALES EMPEZARON A CRECER!
TRASPLANTE DESDE EL ALMÁCIGO
Si elegiste sembrar en cajones para asegurarte del crecimiento de los brotes, llegó
el momento de trasplantar. Sácalos con cuidado uno a uno con una cuchara. Haz
un agujero en el suelo, colocá compost, dispone el plantín y cubrí con compost
más maduro al nivel del cuerpo del tallo (en el caso del tomate, podés cubrir parte
del tallo porque con el tiempo este echa raíces). Presiona la tierra para que esté
firme, colocá la cobertura y riega.
¿Cómo y cada cuánto hay que regar?
Lo que tienes que tener en cuenta a la hora de regar es no mojar de más el follaje.
Lo más práctico: colocá una manguera perforada (también podés comprar una ya
armada especialmente en el vivero) a lo largo del cantero y agrégale un
temporizador a pila que se enrosca en la canilla para no estar pendiente del riego.
Si tu huerta está armada con macetas, usa una regadera de flor fina.
¿Cómo controlar las plagas?
Podés preparar remedios con elementos que tenés en casa y prevenir las más
frecuentes. Un alcohol de ajo sirve para el ataque de pulgones y gusanos y es
muy fácil de hacer en casa: necesitás cuatro dientes de ajo y medio litro de agua.
Tritúralos con mixer por algunos minutos. Aplícalo con un pulverizador una vez por
semana para evitar la aparición de estos bichitos. Ten en cuenta que, para que
sea efectivo.
Paso a paso: cómo plantar un cítrico en maceta
1. Mezcla tierra abonada con compost orgánico para el sustrato.
2. Cubrí el fondo de la macera con 5 cm de leca y llénala hasta la mitad con
sustrato.
3. Colocá la planta en el centro y rellena el resto con el mismo preparado.
4. Cubrí la tierra con chips de madera y poda las ramas secas.
3. Mencionar y explicar brevemente las distintas formas de producir abono
orgánico.
Utiliza un recipiente de aproximadamente 1 metro de profundidad y hazle algunos
huecos en la superficie.
Sobre la tierra, agrega los desechos orgánicos que tengas en casa, que como ya
mencionamos pueden ser café o té usado y restos de verduras o frutas, u hojas y
hierbas secas o restos de la poda. Es importante no utilizar restos de animales,
huesos ni carne de ningún tipo, como tampoco restos de vidrios, plásticos ni latas
en nuestro abono orgánico.
Cada dos semanas usa una pala para mezclar el contenido, lleva la parte de abajo
para la superficie y viceversa.
Actividad n°3
1. Escribir una receta para elaborar una conserva casera.
MERMELADA DE CIRUELA
Ingredientes:
- 1 kg de ciruelas
- 2 tazas de azúcar
- El zumo de 1 limón
Pasos a seguir para hacer esta receta:
Ahora, colocamos las ciruelas troceadas directamente en la olla que usarás para
hacer la mermelada durante los pasos siguientes, añadimos el azúcar y el zumo
de limón esparciéndolos por todas las frutas y los mezclamos bien para
repartirlos. Lo más aconsejable es usar una olla grande para que las ciruelas no
queden todas agrupadas y la mermelada se cocine mejor. Cuando lo hayas
removido, tapa la olla y déjala reposar en el frigorífico dos horas. De esta forma
las ciruelas empezaran a absorber el azúcar y soltar su jugo.
Pasado el tiempo, retire la olla del frigorífico y ponla a calentar a fuego medio.
Deberás remover la mermelada de ciruela de vez en cuando para que no se
queden pegadas en el fondo y se quemen. Puede tardar alrededor de 1 hora en
tomar la consistencia adecuada de mermelada, por lo que deberás tener
paciencia. Si consideras que es demasiado espesa puedes añadir una taza de
agua.
Sabrás que la mermelada de ciruela está lista cuando al coger un poco con una
cuchara y dejarla caer las gotas caen lentamente y se agrupan. Si por el contrario
la textura es demasiado líquida, necesitará unos minutos más de cocción. Cuando
la tengas, puedes dejarla tal cual o batirla para obtener una textura más lisa y
ligera.
Una vez terminada, resérvala en caliente en tarros de cristal previamente
esterilizados y tápalos. Para que se conserve durante más tiempo deberás hacer
un cerrado al vacío. Para hacerlo simplemente coloca un paño limpio en la base
de una olla, pon los tarros tapados encima (de pie), cúbrelos con agua y
caliéntalos a fuego medio. Cuando el agua alcance el punto de ebullicón, deja que
hierva durante 20-30 minutos y apaga el fuego. Deja que los tarros se enfrien,
sécalos y resérvalos en un lugar fresco y libre de humedades.
BIBLIOGRAFÍA
https://comida.uncomo.com/receta/como-hacer-mermelada-de-ciruela-28481.html