Universidad Autónoma del Estado de México

Facultad de Humanidades
Licenciatura en Filosofía
Filosofía de la religión
Reporte del libro La esencia de la religión de L. Feueurbach
Por: Juan Carlos Salomé Monroy

En La esencia de la religión, Feueurbach nos explica que la religión ha tenido como

correlato principal la naturaleza, entendida esta como ente concreto en primera
instancia, pero que tras un ejercicio de abstracción y despojamiento de todo carácter
material ésta se convierte en una divinidad, la cual, quedando como esencia tras el
depuramiento abstractivo, servirá de fundamento para dar entrada a lo objetos reales y
físicos. Al igual que Nietzsche años más tarde, Feueurbach comparte la idea del
hombre como un ser olvidadizo que al paso del tiempo hace caso omiso del proceso
que se llevo a cabo para dar pie a sus construcciones conceptuales, en este caso
<<Dios>>, y que pasado el tiempo éstas las toma como cosas en sí, como cosas dadas;
pues bien, en Feueurbach tenemos un ejercicio parecido al decirnos que <<el hombre
olvida que Dios ha tenido su origen en la naturaleza>>, por otra parte dice que <<La
existencia de Dios, o mejor dicho, la creencia en su existencia tiene su único
fundamento en la existencia de la naturaleza>>. Pero esto, como lo acabamos decir,
pronto lo olvida el hombre, más aún, nos animamos a decir que en el caso del
cristiano no sucede una cosa tal, sino que éste hace un esfuerzo ingenuo por hacer
tabla rasa en total consciencia, a fin de darse una idea de Dios libre de todo
presupuesto material o natural: <<Un ser que tuviera el honor -parafraseando a
Feueurbach- de no presuponer nada tras de sí tendría también el honor de no ser nada.
Pero también es verdad que los cristianos son grandes expertos en el arte de convertir
la nada en algo.>> Bajo este grandioso registro nos permitiremos rastrear la tesis de
Nietzsche en la Genealogía de la moral y en el Anticristo con respecto al cristianismo
como el movimiento nihilista de la Europa de aquel entonces y a los cristianos como
la raza maestra en el arte de la falsificación, no sólo con respecto al ejercicio de
transmutación de los valores nobles, sino también en lo tocante a la concepción
valorativa del mundo, de la naturaleza; en Feueurbach la nada se convierte en
<<algo>>, pero en Nietzsche la nada se radicaliza, se absolutiza, se convierte en
<<todo>>,- “No se dice <<nada>>, sino <<más allá>>, <<Dios>>, (...)”.