Está en la página 1de 11

LA CONTINUIDAD PEDAGÓGICA EN LA EMERGENCIA

DOCENTES de NIVEL SECUNDARIO

Presentación del curso

El curso que presentamos es parte de las iniciativas formativas que se ofrecen a equipos
directivos y docentes de todos los niveles y modalidades de nuestra provincia en esta situación de
emergencia.

Además de lecturas y actividades, esperamos que les aporte espacios colectivos donde compartir
las experiencias promovidas para afrontar la contingencia. Apostamos a pensar y estar juntos en
la complejidad y sumar argumentos pedagógicos al valioso trabajo que, día a día, se realiza en
nuestras instituciones.

Propósitos del curso

1. Acompañar a las escuelas, a sus directivos y docentes en el trabajo de continuidad


pedagógica que vienen realizando para ​hacer escuela​ en el contexto de aislamiento social.
2. Promover la reflexión pedagógica sobre la importancia de las escuelas en el sostenimiento
del lazo social y en continuar con las tareas de enseñanza y las políticas de cuidado en
este contexto.
3. Fortalecer los modos de trabajo institucional y áulico desde el entorno virtual de enseñanza
y aprendizaje.

La propuesta consta de cuatro módulos:

El primero abordará el marco ético y político de la continuidad pedagógica desde el paradigma del
cuidado y la perspectiva de derechos. El segundo módulo retoma la idea de planificación
pensando los acuerdos y criterios institucionales posibles y deseables para sostener hoy las
trayectorias educativas. El tercero, organizado por y con cada nivel, aporta a pensar el desarrollo
de encuentros pedagógicos a distancia que pongan el foco en el lazo y en la producción de
sentidos, así como en el acceso a los diversos materiales y recursos seleccionados por la
Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE). El cuarto módulo propondrá ideas y
dinámicas de trabajo entre pares para repensar la evaluación más allá de la calificación; se trata
de un espacio de diálogo y de seguimiento y mejoramiento de las propuestas.
En la primera etapa de la cuarentena, la política de la DGCyE consistió en promover la
“continuidad pedagógica” como modo de acompañamiento en la excepcionalidad de la
emergencia. La situación se vio agravada por haber acontecido en el inicio del ciclo lectivo,
cuando las y los docentes hacemos acuerdos con las y los estudiantes y sus familias, iniciando así
la construcción de un vínculo que es complejo y que requiere de tiempos y experiencias
compartidas para consolidarse.

Ante la emergencia, muchas escuelas pusieron en práctica esa continuidad con iniciativas propias
de órdenes muy diversos, algunas incluso antes de que se distribuyera una serie de cuadernillos
elaborados por las direcciones de los niveles Inicial, Primario y Secundario. Estos materiales
fueron incluidos en el portal ​Continuemos estudiando​, que ofrece contenidos educativos y
posibilita su navegación y la descarga de materiales sin consumir datos para aquellos que cuenten
con conexión.

También, se desarrollaron multiplicidad de iniciativas que florecieron por parte de directores y


directoras, maestros y maestras, quienes establecieron canales de comunicación alternativos
–usaron las redes sociales, radios comunitarias y otros medios– para sostener el vínculo con sus
estudiantes y posibilitar la continuidad pedagógica. Los esfuerzos por sostener los lazos con la
comunidad educativa son extraordinarios y, en la emergencia, se está avanzando en una
apropiación y combinación de tecnologías por parte de todos y todas que destacamos. De esta
manera, y respondiendo a las mejores tradiciones y acorde a su historia, la escuela está presente
en las situaciones de emergencia para acompañar a sus estudiantes y sus familias.

Para la segunda etapa de la cuarentena, la DGCyE tiene como prioridades:

A. Concentrar los esfuerzos, para posibilitar actividades educativas a distancia, en la


producción de contenidos que serán distribuidos a través de cuadernillos impresos y digitalizados
en el sitio “Continuemos estudiando”.

B. Seguir impulsando distintas estrategias para estar presentes, a pesar de la distancia, con
cada una de las familias que forman parte de la comunidad educativa de nuestra provincia.

C. Ofrecer aulas virtuales para el dictado de clases y el encuentro de estudiantes y docentes.


También, acompañar a las escuelas con documentos y orientaciones producidos por el Nivel,
cursos sobre la continuidad pedagógica, pedagogía de la virtualidad y acompañamiento desde
los Centros de Capacitación, Información e Investigación Educativa (CIIE) en el trabajo de
gestión de las aulas virtuales y las actividades a distancia de los docentes.

En este marco político, social y educativo se inscribe el presente curso. Les proponemos a
continuación el desarrollo de la primera clase.
Módulo 1
¿De qué hablamos cuando hablamos de continuidad
pedagógica en la emergencia?

"¿No es nuestro deber reflexionar sobre las crisis y las rupturas que sacuden
nuestras sociedades, a fin de permitir que un continuará ​se haga posible?
¿No pertenece esto a una ética de la transmisión?"

Jacques Hassoun (1994)

Introducción

El mundo atraviesa una


pandemia. Frente al coronavirus
SARS-CoV-2, un virus del que
poco se sabe, la mejor vacuna
–por ahora– es el aislamiento. El
gobierno nacional decidió cuidar a
la población y, el día 20 de marzo
de 2020, emitió el Decreto N°
297/20 que establece el
aislamiento social preventivo y
obligatorio. A pocos días de haber
comenzado las clases, de un día
para otro, escuelas, docentes,
equipos directivos, niños, niñas y
jóvenes –y sus familias–, nos
encontramos sin poder ir a la escuela, sin la rutina de la presencia de los cuerpos en las aulas.
Pero ¿sin escuela? No, de ninguna manera. Ante la urgencia, nos encontramos con otros modos
de hacer escuela.

Nuestra sociedad no puede ni quiere prescindir de la escuela. Nuestra escuela no puede ni quiere
prescindir de la pedagogía. El Estado se hace presente en la reinvención que, desde ese día,
docentes y directivos hacen para enseñar y para cuidar de modos inéditos.

De eso se trata este módulo, de acompañar un proceso nuevo y complejo que nos tomó por
sorpresa, de ayudar a nuestros y nuestras docentes y directivos a pensar las coordenadas
políticas y pedagógicas de este tiempo inédito y a adquirir ciertas herramientas que colaboren en
esta tarea. Eso sí: sin perder de vista que, una vez más y como tantas otras veces en nuestra
historia, se trata de seguir haciendo escuela. Se trata de –entonces y por último– pensar con otros
y otras los modos para hacerlo que la urgencia requiere.

Objetivos de la primera clase

1. Reconocer la importancia de la centralidad del Estado en la definición de las políticas


pedagógicas en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia
del coronavirus SARS-CoV-2.
2. Conocer los entornos virtuales de formación como opción para hacer escuela en el
contexto de aislamiento social y en el marco de la política de continuidad pedagógica.
3. Reflexionar, a partir de algunos aportes de pedagogos/as contemporáneos/as, acerca del
papel de la escuela y de las nociones de continuidad pedagógica, trayectoria educativa,
políticas del cuidado y posicionamiento docente en tiempos de aislamiento social.

En esta primera clase se trabajará:

1. El marco ético y político de la continuidad pedagógica desde el paradigma del cuidado y la


perspectiva de derechos.
2. Los modos de contribuir a la construcción de lazos desde la propuesta de enseñanza.
3. La recuperación de experiencias que cada institución haya diseñado.

A continuación, queremos compartir el escenario en el que se presenta la interrupción de las


clases presenciales, los interrogantes claves que se abren y algunas políticas para la continuidad
pedagógica que fueron diseñadas desde la Dirección General de Cultura y Educación, ampliando
lo dicho más arriba.

En este módulo, encontrarán imágenes de Xul Solar que acompañan el texto propuesto. Su
inclusión nos habla del compromiso con la propia tierra, de la mirada local pero extraña y de
la imaginación como estrategia para interrogar el mundo.

1.​ E
​ l Estado ante la emergencia.

“Aquellos derechos con lo que contamos hoy, se deben justamente a que


tenemos un Estado que los garantiza. Hoy se puede decir que la educación
es un derecho, que la salud es un derecho, que la vivienda es un derecho,
que la jubilación es un derecho, lo que quiere decir que tenemos un Estado
gracias a cuya activa intervención en la vida social podemos contar con la
garantía de esos derechos que nos asisten”

Eduardo Rinesi​ (2015)

En una serie de charlas dictadas en el año 2015, el filósofo Eduardo Rinesi nos compartía, casi a
modo de infidencia, cómo había cambiado su mirada a lo largo de treinta años de reflexiones
filosóficas. En la década de 1980 entendía que si el hombre había podido luchar por márgenes
mayores de libertad, lo había hecho en contra del Estado responsable de las peores tragedias de
la vida colectiva; en la actualidad, en cambio, ese Estado es condición de posibilidad de muchos
de los derechos que nos hacen humanos.

En nuestro país, un punto de inflexión lo constituye la sanción de la Ley 26.061 que dispone un
“Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes”. En la
Provincia de Buenos Aires, su correlato fue la Ley 13.298 de Promoción y Protección de
Derechos​. ​Este instrumento legal forma parte de un movimiento político, social y cultural que
impulsa el pasaje de la concepción de las infancias y las adolescencias como sujetos tutelados a
sujetos de derecho. La educación, previamente y más aún en esta coyuntura marcada por la
pandemia, puede y debe ser pensada a partir de las “políticas de cuidado”. Nuestros y nuestras
estudiantes, la ciudadanía, tienen derecho tanto a cuidar, cuidarse, como a ser cuidadas y
cuidados.

No es nuestra intención abundar en un abordaje legal de la cuestión, pero sí enfatizar el derecho


de nuestros y nuestras estudiantes a ser cuidados por sus familias, sus docentes y el Estado. ¿Y
cómo se traducen estos derechos en nuestras escuelas?

En las rutinas escolares cotidianas, las políticas de cuidado para infancias y adolescencias se
abordan garantizando la educación de todos y todas, ofreciendo seguridad alimentaria a través de
los Servicios de Alimentación Escolar, con Equipos de Orientación Escolar que trabajan
cuestiones de violencia familiar y de adicciones, promoviendo la efectiva implementación de la
Educación Sexual Integral, entre otras; también, fundamentalmente, desarrollando propuestas de
enseñanza que permitan alojar a todas y todos. Sin lugar a dudas, la pandemia sostiene estas
agendas, pero nos desafía a redoblar esfuerzos para garantizar otros cuidados. Y, en este
sentido, el trabajo cotidiano que realizan directores y directoras, maestros y maestras, auxiliares y
familias para sostener el vínculo entre las escuelas y sus estudiantes es actualmente nuestra
principal política de cuidado. Toda la creatividad, todas las horas ofrecidas, todos los medios
imaginados, todos los esfuerzos compartidos, son las formas que, en la emergencia, asumen las
políticas de cuidado de nuestros y nuestras niñas, adolescentes, adultos y adultas.
La continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio interpela y desafía al Estado, a sus
instituciones educativas y a toda la comunidad. En la tradición del sistema educativo argentino, el
derecho a la educación es el derecho a la escuela. En la presente coyuntura, el derecho a la
escuela se resignifica pero no se resigna: adquiere aún más importancia como modo de sostener
el vínculo de niños, niñas, jóvenes, adultas y adultos; no solo con la posibilidad de aprender, sino
de imaginar futuros mediatos más allá de la pandemia. Tengamos en cuenta que la escuela
inscribe un orden de sentido para cientos de miles de estudiantes del sistema educativo. La
coyuntura compromete al Estado a reponer otro orden y otros sentidos que garanticen el
sostenimiento de vínculos que sigan aportando a la construcción de la vida en común.

2.​ L
​ os y las docentes y las escuelas

“Nuestra tarea es generar las condiciones que hagan posible el encuentro


entre cada docente y cada estudiante, día a día; que encontrarnos sea una
rutina que se incorpore como cualquiera de las otras que construimos o
intentamos construir en el contexto de esta pandemia”

Subsecretaría de Educación ​(2020)

Permitámonos una breve reflexión histórica acerca de la escuela para tratar de comprender las
coordenadas de este presente que la interpela y la moviliza.

En el contexto del capitalismo industrial, la escuela moderna se expande como institución que se
propone alojar a las infancias, sacarlas de las calles y ordenar la vida de los adultos para que
puedan responder a las exigencias del mercado de trabajo. Fue pensada como un organizador de
la vida familiar y también como un espacio de transmisión de un conjunto de conocimientos y
valores básicos. Esa función la desempeña hace doscientos años, construyendo hábitos y rituales
de comportamiento familiar y societario que están naturalizados y que los damos por descontado.
La pandemia hoy tensiona los supuestos sobre los que se apoya el dispositivo institucional escolar
desde el inicio de los sistemas educativos modernos. El encuentro cara a cara, cuerpo con
cuerpo, entre los que enseñan y los que aprenden
ya no forma parte de la rutina cotidiana y, desde
ese imprevisto, desde esa ruptura de la
presencialidad, también queda suspendido o en
cuestión algunos pilares de la escuela moderna.

La mayoría de las instituciones y sus docentes


ensayaron múltiples formas de afrontar la
suspensión de las clases presenciales,
encauzaron sus energías en la búsqueda de
alternativas al problema vincular y pedagógico
(¿se puede pensar uno/a separado/a del otro/a?),
reimaginando vínculos y diseñando nuevas posibilidades para el desafío de enseñar y aprender.
Es significativo el esfuerzo de producción de contenidos por parte de especialistas, pero también
de colectivos de enseñantes y equipos docentes que rápidamente acceden a los entornos
virtuales en condiciones desventajosas, consecuencia de las políticas de discontinuidad de la
alfabetización digital impulsada por la anterior gestión educativa tanto a nivel nacional como
provincial.

Los esfuerzos de las escuelas por sostener los vínculos forman parte de las políticas de cuidado,
intentando a través de esos vínculos promover otras rutinas, construir el lazo sin atosigar a los y
las estudiantes y sus familias, pero haciendo presente el lugar de la escuela ofreciendo materiales
y accesos a diversos modos de aprendizaje:

En este marco de urgencias sanitarias, alimentarias y distancias físicas, las acciones


simples y concretas se vuelven necesarias e imprescindibles para acercarnos y nos
reafirman el sentido que tiene el aporte de todos y todas, y de cada uno, para la comunidad.
(Subsecretaría de Educación, 2020)

3.​ O
​ tros modos de enseñar: la no-presencialidad y la obstinación pedagógica

La escuela logra sostener cruces, diseñar puentes, entretejer en nuevas


urdimbres la experiencia de pasados y presentes, proyectar, nombrar otros
futuros posibles… En fin, es la obstinación pedagógica”.

Patricia Redondo​ (2004)

Queremos invitarlas/os a pensar de qué manera estamos transitando este momento histórico
inédito; momento que nos desafía porque implica otros modos de hacer escuela, otros modos de
enseñar, otros modos de cuidar. Este contexto puso sobre la mesa cuestiones que estaban desde
antes, y que seguirán estando en la vuelta a las aulas. Este tiempo, esta experiencia, es una
oportunidad para reponer, entre nosotras y nosotros y en los equipos de los que formamos parte,
la discusión pedagógica en el centro de la escena.

En igual sentido, Inés Dussel nos invita a reflexionar sobre la escuela en este tiempo de pandemia
cuando sostiene que “aunque no actúe en el espacio de un edificio escolar, la escuela no puede
renunciar a los vínculos intergeneracionales, a la relación con los conocimientos”.

Cada una y cada uno de ustedes está ensayando algunas experiencias para hacer algo de este
orden, para no renunciar a la enseñanza y para seguir construyendo lazos solidarios.

Les proponemos la lectura de los siguientes materiales con el propósito de promover algunas
reflexiones pedagógicas en torno al papel de la escuela y su responsabilidad en la continuidad
pedagógica, y sus incidencias en las trayectorias educativas.

El primero de ellos es un artículo de Pedro Núñez (2020), “Desigualdades educativas en tiempos


de coronavirus”. El autor nos invita a reflexionar en clave pedagógica los efectos del aislamiento
social y los nuevos modos que estamos buscando y ensayando para hacer escuela. Para hacerlo,
parte de reconocer a las desigualdades en el acceso a la educación y a la democratización del
conocimiento como preexistentes a la pandemia. Ofrece, además, diferentes alternativas y
propuestas para comunicar y enseñar que se han estado ensayando en estos tiempos de
coronavirus.

El segundo material es un audio (aunque también les compartimos el texto, por si desean leerlo)
de Alejandro Álvarez Gallego (2020), un pedagogo colombiano de extensa trayectoria. Sus ideas
nos proponen pensar y pensarnos en este tiempo y en el que vendrá. Su voz abre nuevas
oportunidades de análisis y de reflexión: nos permite salir de nuestro propio contexto, ver qué
sucede y cómo se plantean estos problemas en otras latitudes y culturas.

Álvarez Gallego discute con la idea de desescolarización –la del siglo XXI– que viene bajo la
forma de “telescuela” o “​homeschooling”​ y plantea el riesgo que implica que ciertos grupos estén
viendo la pandemia como un gran ensayo social de educación sin escuela: ¿podríamos estar
frente a los albores de su abolición?

​RECURSOS
● Artículo de Pedro Núñez. Disponible ​aquí​.

● Artículo de Álvarez Gallego formato PDF. Disponible ​aquí​.

● Artículo de Álvarez Gallego formato AUDIO. Disponible ​aquí​.


Consideramos, coincidiendo con los autores, que la escuela ofrece mucho más que lo que estas
propuestas pregonan: ofrece tiempo y espacio con otros y otras; ofrece la ruptura que implica lo
diferente a lo familiar para permitir la construcción de lo común. Además, brinda a niños, niñas y
jóvenes un espacio para la interacción con sus pares, no solo virtual, sino en el encuentro de los
cuerpos. Jugar en el recreo, hacer una fila, esperar un turno, la gestualidad de la comunicación en
la proximidad. Podríamos, entre todos y todas, seguir enumerando.

Esperamos que estos materiales nos permitan pensar este presente, lo que estamos haciendo
para tramitar esta escuela sin edificio escolar y lo que vendrá.

A partir de estas lecturas y primeras reflexiones, les proponemos la siguiente actividad:

FORO 1: DESDE LA VIRTUALIDAD


A partir de la lectura de la clase y de los textos elegidos, les proponemos
participar en el foro “Desde la virtualidad”.

Un foro es un espacio de diálogo, de aprendizaje y de construcción


colectiva. Sin embargo, no en todos los foros sucede esa
construcción, la condición para que esto ocurra es la participación, la
lectura y el intercambio con los/as colegas y el/la tutor/a. Para facilitar
la conversación, se requiere que las intervenciones sean breves, que
los textos sean visibles (por favor, no subir archivos adjuntos) y se
pueden utilizar audios, videos e imágenes (ilustraciones, fotografías,
etc.) Lo fundamental es animarse a interactuar con los y las colegas.

Para más orientaciones sobre los modos de participación, los


invitamos a recorrer el siguiente documento, que incluye tutoriales y
pistas para la construcción colectiva. Disponible ​aquí​.

En este foro los y las invitamos a ​describir ​muy brevemente una


experiencia que hayan llevado adelante para ​establecer o reestablecer
el vínculo pedagógico con aquellos y aquellas familias y estudiantes
desenlazados. N ​ os referimos específicamente a quienes no hemos
podido contactar por medios virtuales o analógicos (como los Cuadernillos
entregados junto al Servicio Alimentario Escolar), o bien que en principio
se sumaron pero han dejado de participar ¿Con qué obstáculos se
encontraron? ¿Cómo los resolvieron? ¿Desde qué sentidos se imaginaron
estas acciones? ¿Cómo fue la recepción por parte de las y los docentes y
estudiantes?

Pero además, al escribirla tendrán que relacionar la experiencia propia


con las participaciones anteriores de al menos un/a colega, a quien
deberán mencionar. Es decir, ustedes relatarán su propia experiencia,
pero recuperando el aporte de otros. Esa recuperación puede ser a través
de una pregunta sobre la experiencia del compañero/a, un comentario o
sugerencia a partir de la experiencia personal o vinculación con lo
presentado en el módulo.

4.​ ​Los modos de la continuidad pedagógica

La continuidad pedagógica en tiempos de


no-presencialidad no se agota en la virtualidad, y
es interesante pensarla desde diferentes
oportunidades que nos ofrecen diferentes medios
de comunicación y diferentes estrategias de
encuentro a distancia. Les contamos la experiencia
de los “Cuentos que viajan”.

“Cuentos que viajan” nació como un proyecto artesanal entre las Direcciones Provinciales de Nivel
Inicial y Nivel Superior con la idea de proponer una cita poética. Todos los días, a las 20 horas,
llegaría por WhatsApp un cuento infantil narrado. ¿A quién estaría dirigido? Primero, a maestras y
maestros del nivel Inicial; segundo, a docentes de profesorado para el nivel Inicial y sus
estudiantes. Se ofrecieron a hacer las narraciones las integrantes del grupo “Literatura en los
Márgenes”, de un IFD de Bariloche. La idea central era hacer lazo con cuentos, con palabras. Ese
proyecto, que nació modesto por sus recursos y sus pretensiones de llegada, viajó lejos. Hoy esos
cuentos son escuchados por maestras, claro, pero también por niños y niñas internados e
internadas en una red de hospitales públicos, niños y niñas de los jardines comunitarios, familias
latinoamericanas en Madrid y París, entre otras y otros.

Estos cuentos viajeros tienen decenas de miles de escuchas diarias. Pero también pasan otras
cosas: los cuentos se dibujan, los cuentos son renarrados por niñas y niños que los escuchan,
abuelos y abuelas vuelven a contar a sus nietos y nietas los que les contaban a sus hijos e hijas.
Y mucho más. Es decir, la cita poética es muy esperada y concurrida. Y, sobre todo, produce
experiencias que nunca imaginamos.

5. A modo de cierre

Llegados/as a este punto, nos hemos dado un tiempo para la lectura, la reflexión y compartir con
otros y otras colegas. No es poco en este tiempo vertiginoso y de gran exigencia al que estamos
expuestas y expuestos. En este contexto de aislamiento social, el Estado está presente a través
de la escuela, a través de nuestro trabajo; al mismo tiempo, nos acompaña en el esfuerzo que,
colectivamente (y que cada una y uno), viene realizando. Sigamos haciendo escuela,
construyendo lazo. Las y los esperamos en nuestro próximo encuentro.

REFERENCIAS
Álvarez Gallego, A. (2020). ​La emergencia pedagógica [Archivo PDF].
Inédito.

Buenos Aires. DGCyE. Dirección Provincial de Educación Secundaria.


(2017). ​Las políticas de cuidado en la Escuela Secundaria.​

Buenos Aires. DGCyE. Subsecretaría de Educación. (2020, 6 de abril).


Acerca de la continuidad de las políticas educativas​ [Documento Base].

Núñez, P. (2020, 14 de abril). Desigualdades educativas en tiempos de


coronavirus. ​La Vanguardia Digital. Disponible en
http://www.lavanguardiadigital.com.ar/index.php/2020/04/14/desigualdade
s-educativas-en-tiempos-de-coronavirus/

Redondo, P. (2004). ​Escuelas y pobreza. Entre el desasosiego y la


obstinación.​ Paidós: Buenos Aires.

Rinesi, E. (2015). ¿De qué hablamos cuando hablamos de soberanía?.


Disponible en
http://www.agustinrossi.com.ar/wp-content/uploads/2015/01/Eduardo-Rin
esi.pdf

También podría gustarte