CUENTOS PATALCOS - Editado

Libro N°15- Cuentos Patalcos (cuentos y relatos)
“Ediciones Roberto Attias”

ISBN 978-987-45190-9-2
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ISBN 978-987-45190-9-2
Aviso Legal; Para dar cumplimiento con lo establecido en la Ley

34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y
de Comercio Electrónico, a continuación se indican los datos de
información general de este libro electrónico: Titular: Roberto Attias-
Barrio 180 Viviendas- C.P. 3514- Fontana, Chaco, Argentina -Contacto:
robertoattias@yahoo.es Objetivo: este e-book o libro electrónico, es para
la divulgación de material Intelectual literarios y actividades diversas,
del Señor Roberto Attias. El autor no autoriza la impresión fraccionada
del material, ni el copiado parcial de ninguna de sus publicaciones, a
causa de que la publicación es gratuita y exige que sea distribuida en el
formato aquí presente y en su totalidad.---------------------------------------
Attias, Roberto
Cuentos catalpos / Roberto Attias. - 1a ed ilustrada. - Fontana:
Roberto Attias, 2020.
Libro digital, PDF
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-45190-9-2
1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos Fantásticos. 3. Relatos
Personales. I. Título.
CDD A863
Para realizar tapa/contratapa usé materiales cedidos gratuitamente

por varios sitios: Overlays de https://www.pngfuel.com/free-png
brushes de https://www.brusheezy.com/y una gran imaginación y otras
herramientas.—
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ISBN 978-987-45190-9-2
Este libro está dedicado a mi querido amigo de la

juventud Hugo Alberto Comparín,
Nació el 7 de
agosto de 1954,
un año mayor que
yo pero no se
notaba. Cordial e
inseparable en
todos los terrenos
y en todas las
circunstancias y
aunque no lo puse
en peligro jamás
se que podía
contar con él aún
entre los
segmentos
marginales en los
que me movía con
comodidad. Al
comienzo él a mi
lado escudándome de cualquier situación que pudo
resultar de mi propia imprudencia. En pocos puntos
nuestros derroteros nocturnos se encontraban
después de que nos separábamos para correr
aventuras individuales.
Arrancábamos después de tomar algo en un bodegón
que estaba a la par de la iglesia y los sábados
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ISBN 978-987-45190-9-2
confluíamos en la pista San Martín, pero durante las

tardes estaba en su casa pues su familia fue siempre
cordial y me gustaba conversar y oír las anécdotas de
su padre. Escribí dos cuentos y dos poemas pensando
en aquellos días. En 1978 salí del pueblo y pasé a
saludarlos en 1994 por un momento fugaz y no volví
más seguro de haberlos dejado felices y con buena
salud para un futuro reencuentro, pero la muerte me
los arrebato a casi todos. Hugo falleció el 17 de junio
de 2007. Querido amigo, querido hermano del
corazón, que Dios te tenga en su gloria.-
Todas las fotografías de donde aparece Hugo, fueron

aportadas por su familia.
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Más fotos de Hugo y su familia
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“Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como

para que se te caiga el cerebro al suelo.”
Una de las frases de Richard Feynman, Premio Nobel
de Física en 1965.
Índice
-----Prologo
-----Prefacio
Cuentos
1. Las distancias virtuales

2. Eclipse
3. La sombra verde
4. La cofradía de los náufragos
5. En el ocaso
6. La estación del silencio
7. El mago
8. El encargo dorado
9. Verdadero amor
Relatos
A. Opinión. Paradoja cotidiana.

B. Los estantes del aire
C. El concepto de la angustia y Yo.
D. Regio
E. Locología
F. Mi relación con la fe: DIOS y el Covid19
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Prólogo
Soy un viajero de todos los tiempos a los que me

introduzco como en un guante. Antes en la
cotidianidad presencial me movía cómodo y
activo en busca de nuevas sensaciones.
He sido un explorador de los placeres cotidianos

de la comunicación verbal en ese tiempo del ayer,
el conocimiento virtual profundo no era
imprescindible pues teníamos la oportunidad de
vernos, sonreírnos, de cruzarnos en la calle o el
de encontrarlos de forma sorpresiva en algún
espacio común o bebemos un vaso de vino entre
charadas.
La sociedad fue mutando y de lo presencial

fuimos pasando a la cotidiana virtualidad,
primero a través de emails y los chats como el
Messenger y allí también me he desplazado con
comodidad como si hubiera nacido entre redes.
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Este tiempo es más del aislamiento social al viaje

virtual y nuevamente estoy en mí tiempo.
He evolucionado y todos los tiempos son mi

tiempo ideal, pero solo en pequeños rasgos he
mutado mucho mas, en mis preferencias sonoras
he virado hacia la música clásica sin abandonar
varios de aquellos como, Chuck Berry, the
hollies, CCR, Shocking Blue, Norman
Greenbaum, Tommy James, Los Bravos, Mungo
Jerry, The Rolling Stones, Edwin Starr, entre
varios otros dependiendo de mi estado de ánimo
pero estas me agradan en cualquier momento; y
además mis necesidades personales de aprender
más.
El vivir me trajo sorpresas y anhelos de conocer

otros temas y la virtualidad nos obsequió los
MOOCs y allí fui en busca de la información
guiada por profesores universitarios de muchos
países y me sumergí sin dudarlo en 127 cursos
en español de los temas más variados pues el
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aprender en línea tiene la virtud de la adicción

de aprender sobre muchas materias sin
complicar tanto el ingreso de los aspirantes a
nuevos conocimientos a los campus y allí se
decantan y quedan los aptos y no solo los
interesados.
En la vorágine de las enseñanzas universitarias

asistí a cursos de posgrados dictados para
profesores e ingenieros, en temas como Gestión
del agua, Criminología, En el área de la salud,
Atención pre IEPH y pos hospitalario. Economía,
y de Educaciones varias, Impresiones en 3D,
Arte, Drones, Gestión Turística, hotelería y
Gastronomía, Reducción de Riesgo de Desastre
entre otros muchos temas en los últimos 4 años,
pues entrar a los MOOCs es dar un paso hacia el
conocimiento y poder reconocer mejor los
aspectos de la cotidianeidad.
Otros podrían pensar que he desperdiciado mi

tiempo en no aprender de joven, y es posible que
tengan razón, por otro lado no se pudo hacer todo
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lo que hice y también hacer una carrera

universitaria presencial ya que en mi juventud
era la única forma.
He vivido como un bohemio, me casé con la mujer

que me eligió y la elegí y a causa de eso he sido
repudiado, pero ella aún permanece a mi lado
desde 1975 por lo que deduzco que la elección ha
sido inmejorable.
No ampliaré la parte económica porque no es

importante a menos que te destruya y tuve como
todos caídas abruptas y hubieron tiempos que
vivía de la basura y no perdí la esencia, no
cambió mi interior ni un ápice y la muestra es
que todo lo que publico o realizo en la virtualidad
lo hago gratis luego de pagar los cánones legales.
Escribir y fotografiar son mis hobby’s
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Prefacio
Este libro, el N°15, es un grupo de textos con una
nueva visión de la realidad, es probable que
algunas aseverarán de forma coloquial que se me
cayó un tornillo por decir lo menos y otros más
puntillosos alegando términos más acordes a la
medicina psiquiátricas expondrán que sufro de
alteraciones de la conducta, locura sin más o
alguna otra explicación encumbrada para definir
algún tipo de delirio existencial. Lo que me
tranquiliza es que la mayoría de las personas
juntas en un tema siempre han estado
equivocadas como ha ocurrido a lo largo de la
historia de la humanidad, (Por ejemplo la Tierra
plana o que el Sol giraba alrededor de la Tierra)
que es lo mismo que decir que la razón de
muchos es una sinrazón.-
http://edicionesra.blogspot.co
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Las distancias virtuales
Sin darme cuenta estaba en medio de un

dialogo a través de un chat interesante, pues
mi interlocutora que dijo llamarse Seren, la
que me aventajaba en conocimientos sobre
astrofísica y sobre otros temas relacionados al
tiempo, al espacio y otras ideas más intricadas
que me dejaban callado, mas por respeto y
poder oírla divagar, que por creer que fueron
verdad y a la vez en otros momentos dudaba
de mis dudas y le concedía un poco de
credibilidad.
Insistía en que me explique de donde era y se

limitaba a decirme que no estaba lejos ni
cerca según quien lo viera y al comienzo
aunque no era suficiente para calmar mis
anhelos de saber y de informarme sin otra
razón que para conocer sus costumbres
quizás o de puro curioso nomás, no dejaba de
atosigarla con las preguntas más desopilantes
que se me pudieron ocurrir en torno a su
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diálogos,
Me escribe:
 --Estoy en otra dimensión,
 ¿En cuál? respondí entre confundido y
ansioso
 --En otra,-- repite--, y tomándola medio
en broma insisto
 --¿En la cuarta, en la decima?, pregunto
con insistencia y a la vez algo de burla.
o Solo en otra y es todo lo que puedo
decirte para no enredarlo más.
 Bueno, ya es algo, ya hemos avanzado.
¿y donde esta ese espacio? ¿es grande o
pequeño?
 Es el espacio que conoces más todo el
aire que te rodea, inmenso, pero debes
comprender mis conceptos del tamaño
para que ambos podamos dialogar en
este tema que tanta ansiedad te produce.
 Es justo, bueno oriéntame como saber
más-
 Para que comprendas mejor usaré
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conocimientos comunes para ti y los

compararé con los míos; para ti la
distancia más corta es una recta entre
dos puntos y para mí es un agujero de
gusano, que es para nosotros un atajo
común y para vosotros solo una teoría
fantástica y siguen soñando con que
‘Stargate’ deje de ser solo una película…
(ríe).
El siguiente ejemplo es para que tu mente
se vaya acostumbrando a nuevas ideas:
En tu mundo existe el agua de manera
natural y su composición es bien
conocida y pues le permite adaptarse
dentro de de los causes de vuestras
lagunas, ríos y mares y ahora para uso
práctico la llamaremos ‘Dimensión Agua’.
En esta dimensión liquida sabemos que
existen seres vivos, plantas acuáticas y
muchas clases de animales algunos fijos
como los corales y otros móviles. Solo
usaré unos de los cordados, los peces;
Ninguno de estos últimos ven el líquido
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donde permanecen y se desplazan a

voluntad, pero tú sabes que es un
elemento definido y puede beberla,
tocarla y mojarte en ella.
Al espacio alrededor de ti lo llamaremos

la ‘Dimensión Aire’ que para vosotros es
un espacio vacío entre dos cuerpos y para
nosotros un sendero interminable que
unido al espacio infinitos podemos
conducirnos a donde queramos.
Por un momento me arrepentí de haber

insistido en más información pero ya era tarde
para volver al comienzo y proseguí oyéndola.
 Para que comprendas mejor lo que tus
llamas aire tiene pequeñas aberturas,
huecos o lugares que parecen carente de
importancia, pero son pasaje para unir
mundos. Te mostraré con un ejemplo
práctico una pequeña ventana que está
cerca de ti y desde allí se puede observar
por donde transito.
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Quedé en silencio tratando de entender este

nuevo concepto, esta nueva realidad a la que
comenzaba incursionar con muchas dudas
pero que a la vez me animaban a saber más y
más del tema.
Al día siguiente en este tiempo mío, hizo que

me inclinara hacia la derecha del costado de
mi sillón y que observara dentro de una caja
que tengo allí desde hace mucho tiempo para
poner elementos que andan sobre el escritorio
y molestan, pequeñas cosas sueltas; fue el
packaging de la impresora y paso a ser la
estación de espera de estos elementos antes
de terminar en la basura, Al menos los que no
se perdían de allí. Es algo incomodo para
mirar porque esta sobre la mesa entre el
teclado y la pared, pero la curiosidad pudo
más que el sentido común y me incliné con
gran expectativa y aun sintiéndome un tonto
observé por la abertura del cubo de cartón y
allí estaba la misma imagen que vio Yashoda
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al mirar el interior de la boca de Krishna.
Al fin pude apreciar la realidad abrumadora y

magnifica ante mis ojos y a la vez pude definir
el destino de todos los objetos que guardaba
en ese habitáculo y que muchos no volví a
encontrar. Desde allí solo contenido por un
campo de fuerza que contienen todo para que
no salga disparado, según fueron sus
palabras, al no haber atmosfera que nuble la
visión ilimitada como un infinito manto de
planetas, estrellas y cometas errantes que
surcan el firmamento. Más allá y saliendo del
Sistema Solar brillan las Alfa Centauri.
Al día siguiente nos volvimos a conectar y aún

estaba intimidado y perplejo de tanta
grandeza vista, ella al darse cuenta me dice
con suavidad
 Pude darle largas al tema pero preferí

mostrarte esta realidad. Como ves puedo
estar en apariencia en un teclado a la
vuelta de la esquina y luego cruzar frente
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a ti, invisible a tu mirada y en un

parpadeo fugaz pasar cerca de Algol,
Beta Persei.
 Por un instante un halo de ansiedad me
cubrió como un manto frio y me
apresuré a preguntarle
 ¿Nosotros nos veremos en alguna
ocasión? ¿En algún punto de nuestros
diálogos podríamos tener una
videoconferencia y quizás tengamos un
breve momento para obsequiarnos una
sonrisa en ese instante donde lo
presencial y lo virtual están indefinidos y
a la vez los integrantes quedan
atrapados en ambos planos como el gato
de Schródinger, pero con menos riesgo
fatal?
Sé que ríe porque también lo estoy haciendo, y

con mayor elocuencia y sabiduría argumenta
 Estamos en la virtualidad y para llegar a

otro estado debemos abandonar este
cómodo lugar donde podemos estar y
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salir de él sin preámbulos, sin cambiar de

aspecto y hasta sin muchas explicaciones
pues en un diálogo se comprende que al
ser redondeado el tema queda finiquitado
para ese día.
Era verdad lo que me decía, yo mismo no hago

videoconferencia con nadie por no tener que
arreglarme para la ocasión y además elegir un
espacio grato, ordenado y armonioso. Ese
silencio aunque no fue largo le dio pie para
cambiar el tema y preparar esa salida.
 --Me despido de ti ahora, debo regresar a

mi derrotero en esa otra realidad que
estas empezando a comprender.-
Y con esto se desconectó del chat, de haber

podido le habría suplicado que no se fuera,
pero no me dio tiempo y me quede solo, el
silencio me oprimía y la tristeza me aplastaba
como nunca antes, el deseo de seguir
conectado con esa navegante magnífica me
empujó a buscarla por todos los chats
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conocidos sin encontrarla, abrumado por la

pena me sumió en el silencio de varios días
con los que fui resignándome a su ausencia.
Creo que jamás estaré seguro si hice bien en

indagar o sería mejor haber mantenido una
distancia prudencial entre la realidad y la idea
de lo que representa la virtualidad y a la vez
no puedo dejar de pensar que cuantos
contactos de los grupos sociales tienen
domicilio real a la vuelta de la esquina o en
otra constelación.
Aun así me dejó una ventanita abierta por

donde podre mirar el espacio infinito desde mi
habitación y esperar su regreso.- FIN
El cuento “Las distancias virtuales” se lo

he dedicado hace mucho tiempo a mi
sobrina Norma Estela Acevedo de Gral.
San Martín, Chaco, aún desde antes de
que este libro esté proyectado, pues ella
también es una soñadora como yo.-
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Eclipse
Pasó por la casa de su vecino don Osvaldo al

que conociera cuando este fue sereno y
cuidador de la finca Las Amapolas. Allá iba
don Ángel, el viejo trenzador de lazos con
tientos de cuero de res, padecía de Presbicia y
salía en cada noche como le recetara ñaMarta
la curandera de la zona, a cazar y comer
Lechuzas para ver mejor en la penumbra, pero
aún esas aves tenían mejor vista que él y por
tal motivo la mayoría se les escapaba.
Esa fue de inicio la circunstancia que los

reunió en ese horario umbroso y cuando no
estaba haciendo herramientas de campo. Este
lechucero desde joven realizaba su labor
artesanal en las tardes lluviosas, que no eran
muchas, pero luego pudo observar que los
lazos abandonados al sol se desplazaban
solos, allí iban con un zigzagueo hasta la
sombra del rancho y así fue que trasladó todo
su labor a las noches con rocío, era en esencia
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que los animales a los que le habían

despellejado, aún sufrían de calor a través de
esas rajas de cueros.
Por su parte Don Osvaldo, el guardián de los

inmuebles leía lo que encontraba sobre
historias medievales, cruzadas, ejércitos y
demás belicosos. Se cree que desde allí nació
ese anhelo algo difícil de concretar, el de ser
un guardia suizo en el Vaticano; de los
requisitos solo cumplía el ser soltero y
católico, pues no daba la altura, la
nacionalidad y estaba en el continente
equivocado. Aún así lo más cerca que había
estado de Suiza, fue cuando saboreó una
pequeña porción de Emmental que uno de sus
empleadores trajera de su viaje por el viejo
continente y disfrutando de aquellas
fotografías de la Basílica de San Pedro,
tomadas en épocas Elmar T. Mäder.
Y así rodando de un empleo a otro, siempre de

noche, quién sabe de qué escaparate había
obtenido unas hojas con antiguos dibujos
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donde estaban estampadas las imágenes con

las características del uniforme de estos
soldados, y como no tenía más detalles de
quién proveería el armamento, fue creando
uno propio. Ya tenía lista su alabarda que
había logrado hacer de una vara de dos
metros y para la cabeza del arma juntó un
pequeño azadón para el hacha y unos trozos
de reja de hierro forjado para completar el
conjunto y había enviado todos los trozos de
metal a un herrero. Este los soldó a un
fragmento de caño, según indicaciones del
aprendiz de guardia. Este instrumento
después de años de la aplicada labor de su
dueño con golpes de martillo y de pasar la
lima, había quedado bastante decorativo.
Pero como es de comprender estos dos

trabajadores nocturnos no eran los únicos en
aquel lugar que dormían de día, también
estaba el maestro panadero, el guardia
nocturno del expendio de combustible,
algunos barrenderos, los policías que hacían
sus rondas, los guardias del hospital con una
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docena de médicos y enfermeras, los

limpiadores de oficinas, los ordeñadores en los
tambos, los redactores del diario, impresores y
repartidores. Las prostitutas y los travestis,
los boqueteros, los comerciantes de drogas y
muchos otros con puestos especiales como el
empleado de faro, esta construcción casi
perdida entre la maleza y la bruma en el risco.
No podían faltar los despenseros de donde se
proveían del sustento todos estos
noctámbulos.
La comunidad tenía dos grupos bien

separados por sus horas de dormir y de
trabajar, que cada vez se alejaban mas unos
de otros, pues casi no se veían.
Pasó el tiempo y las edificaciones fueron

ajustándose más a sus necesidades, los
diurnos habitaban las casas que daban al
oeste de la avenida y además en estas solo
tenían ventanas hacia ese punto cardinal, al
llegar el ocaso que indicaba la hora de
descansar se encerraban y trancaban las
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puertas, por su parte los nocturnos tenían las

casas hacia el este y sus ventanas también
hacia ese punto y con el aclarar que les
indicaba el fin de la jornada. Dicho de otra
manera, ambos grupos podían transitar la
avenida en sus horarios cotidianos sin
distracciones.
Al comienzo, cuando obligados por las

circunstancias tuvieron que concurrir a algún
establecimiento diurno, sentían que sus
pupilas sufrían con toda esa luz brillante del
inclemente sol, por lo que se colocaban
grandes anteojos oscuros y así se confundían
en el día con los drogadictos que también
acusaban los mismos rigores. Además para
protegerse de la radiación solar se cubrían
todo el cuerpo con grandes ropas oscuras,
capellinas y sombrillas artesanales al mejor
estilo Crusoe, esos elementos que tan bien
describió Defoe, por lo que eran difíciles de
reconocer; y así fue que al poco tiempo todos
usaron un testaferro discreto para sus
trámites.
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En años después alguien pudo apreciar que

allí se habían formado dos pueblos y aun
contra todas las leyes de la física ocuparon el
mismo espacio, con las mismas viviendas del
comienzo y las mismas familias originales. La
mitad de todos hacían sus vidas con toda
normalidad de día y la otra mitad de noche, y
así se fueron olvidando un grupo del otro,
inclusive conocían el lugar por nombres
diferentes, los diurnos conservaron el nombre
original, ‘El Amanecer’, pues ese fue nombre
del faro y del primer almacén de ramos
generales que se había instalado en esa región
hace 100 años y luego en derredor se formara
el caserío y los otros conocían a su pueblo con
el nombre de ‘Sendero de Luna’, como se
nombró en aquellos tiempos lejanos a la
primera pista de baile del lugar.
Las parejas de horarios mixtos se fueron

separando y formando relaciones equilibradas
en sus horarios y así pasaron de las
incertidumbres a la nueva armonía. Cuando
alguien preguntaba por un ausente habían
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infinidades de excusas, si era por un familiar,

que había muerto, si era solo un pariente o un
amigo que se fue a vivir a otra parte, lo cual
no era una absoluta mentira, que desapareció
un día yendo de pesca si era solo un curioso,
pero la razón más importante es que ellos
tampoco sabían dónde estaban, así que era
fácil negar sin mentir.
Don Ángel al fin llegó a la casa de su amigo,

luego de acosar a las lechuzas hasta el fin de
esa noche y don Osvaldo lo esperaba para
continuar juntos el resto de esa jornada. A
sus modos de ver vivían los dos solos en
kilómetros a la redonda.
Las personas iban desapareciendo, sus casas

cerradas y ninguna noticia de ellos; al
comienzo solo algunos pero luego más y más y
ellos se encontraron sin vecinos con los que se
podía dialogar o verlos cumplir sus funciones,
el silencio era abrumador en ese importante
grupo de casas que otrora fuera una pequeña
y próspera comunidad de vida nocturna,
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ahora abandonada y desconocían el destino de

sus habitantes.
Sabían que estos acontecimientos extraños,

estas posibles abducciones comenzaron a
suceder después de aquel Eclipse de sol que
fue raramente más extenso.
Lo que ambos no sabían es que en esa corta

mezcla del día y la noche todos ellos se
encontraron en las calles y al comprender que
eran el doble de lo que creían que habitaban
el lugar, que los nombrados muertos estaban
vivos, que los ahogados nunca salieron a la
mar y que nadie se había marchado de allí, se
armó un desbande y a causa de eso las
noches quedaron vacías.
Pero llegó el día y la hora señalada por ambos

como la búsqueda de los noctámbulos amigos
que se desvanecieron en el día de la
interposición de los astros.
Uno llevaba un látigo y el otro armado con la
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vieja alabarda casera y modo de Morrión sin

plumas, tenía una caparazón de Tatú mulita
pintada con matices metalizados color dorado
tanto que de lejos y con el reflejo de la
mañana, parecía traer un trozo del sol sobre
los hombros y bajo su amplia capucha de
cuero de oveja, completando el atuendo con
trapos, sombrillas y grandes anteojos oscuros.
Habían llegado al centro del poblado, en una

mañana ardiente, por la avenida que dividía
los barrios y ahora una calle polvorienta que
los unía a todos; parecían dos espantapájaros
enfundados en sus trajes de piltrafas usado
como camuflaje para sus cacerías, de faena
casera, donde no faltaban tiras de diversos
colores, tramas y tamaños.
Asediados por conocidos, desconocidos y

curioso, además desde todos los espacios
surgían aromas exquisitos, algunos picantes
de pizzas recién cortadas, desde otros café
humeantes y el bizcochuelo recién
desmoldado, y como si faltaran tentaciones
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culinarias, los aromas a pan con grasa y

facturas de manteca recién horneadas.
Se oía la algarabía y los aplausos, pero nadie

comprendió sino hasta mucho después que
con sus arribos en pleno día y atrapados por
la camaradería de los vecinos del lugar, se
esfumó para siempre el pueblo noctívago
‘Sendero de Luna’ con la desaparición de sus
últimos dos habitantes.- Fin
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La sombra verde
Aquel hombre había perdido casi todo lo

valedero para la mayoría de las personas, su
juventud y salud física, pero en su pobreza
económica era constante.
Lo que perduraba en él desde niño fue la

imaginación y la pasión por la lectura de los
más diversos temas. Al ir madurando se
intereso mas en los temas más
impresionantes y Recordó haber leído de las
ocurrencias de Gauss que especulaba con la
posibilidad de seres planos, los Planilandeses
y la teoría de un mundo bidimensional. Con
los años adquirió la esperanza de compartir
sus días con los misterios más escondidos y
secretos de la naturaleza, también conservaba
el respeto por la libertad, el amplio criterio
para convivir con el entorno y la candidez para
asombrarse.
Su andar inclinado terminaba en un bastón
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ISBN 978-987-45190-9-2
tosco que cuidaba y contenía sus pasos; este

fue claro en su hechura nueva y hoy es un
trozo de madera tosca algo curvada, antiguos
barnices acumulados en sus vetas y el
constante manoseo lograron oscurecerlo y el
desgastes en la empuñadura es un fiel
testimonio del uso de la mano izquierda; esos
dedos son feos y deformes a causa de la
enfermedad de sus huesos, pero en sus gestos
y en su piel perduraban la suavidad, la
dulzura y en cada primavera un común
reposo de mariposas.
Su deambular diario, cuando se lo permitía su

salud, era por el parque cercano que se podía
ver desde la ventana de su acogedora y simple
habitación; allí entre pasillos y canteros
colmados de flores comunes, trinos y árboles
fuerte, formaban un domo de luces, sombras
tenues y bondades infinitas.
Fue en aquel lugar poblados de niños,

murmullos y colores que comenzó a prestar
atención de forma inusual a las sombras de
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ISBN 978-987-45190-9-2
los transeúntes, pues había visto casi de reojo

un par de situaciones extrañas al ras del piso
donde se confundías las hojas caídas con
amplias motas de movimientos furtivos.
Sentado en una banca bajo una añeja palmera

lo contemplaba todo, y pudo observar que una
mácula gris, del color de todas las sombras no
se movía con la agilidad que una joven saltaba
sobre una cuerda sujeta por otras dos que la
hacían girar como parte de un juego.
Limpió con premura y excitación sus anteojos

y allí estaba quieta, extendida sobre la hierba
aun reflejando sobre el piso de hojas a la niña
que se había ido dejando sus zapatillas a la
vera del lugar de entretenimiento. La sombra
estaba sola y la niña tenía otra sombra que
saltaba al compás de esta. Don Manuel se
acercó con suavidad y se detuvo cuando su
sombra real cubrió una parte de la otra pero
no huyó; por algún motivo que el sospechó
que ella necesitaba otro cuerpo con otras
pisadas para poder salir de allí, y para
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comprobarlo pasó cerca de aquella y la

sombra solitaria se adhirió a la de él y formó
una sola, pero en la multitud que pasaba lo
abandonó sin que él se percatara.
La próxima tarde volvió y no pudo hallarla y

así pasaron algunos días y por fin la encontró
sola, al lado de un muro. Este ser provenía de
un espacio bidimensional, ancho y largo y no
podía reflejarse en los edificios, solo en el piso,
así que al acompañar a alguien que en su
andar llegaba a un árbol o en una edificación,
esta se trancaba en su base pues no veía
hacia arriba ya que su mundo era plano. Pero
por otra parte era escurridiza y ágil como
pocas, a tal punto que se convirtió en la
sombra de muchos, al trasladarse
acompañando el andar o al quedar quieta a
los pies de alguien en algunos paseos
públicos, a los que ella no podía diferenciar de
otros lugares, pues solo veía hacia los
costados en su existencia bidimensional. Era
sin más, una mancha oscura y el matiz que
mas ostentaba era el gris traslucido; muchas
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veces lucía huellas de pisadas a las que

seguramente ignoraba sin mayores
ambiciones de saber quién o qué se las daba,
pues solo podía ver la huella a la par de sí y
no sobre ella, pero no las suelas de los
zapatos y mucho menos todo el calzado.
Ella y su mundo eran planos y ni siquiera

podía imaginarse nuestras tres dimensiones
como la mayoría de los humanos no pueden
concebir una cuarta.
Con prontitud el anciano se acercó a ella y

ambos retomaron el paso y fueron a
descansar en un banco rojo y allí concluyó
que era tan similar a las sombras reales que
se mimetizaban con estas.
El caso es que el anciano consiguió llegar

hasta su hogar sin perturbar al traslado de
aquella, la que por razones que él desconocía
y que convencido estaba aun sin ninguna
prueba, que lo seguía a todas partes aunque
muchas veces no supiera si era aquella, otra
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similar o el reflejo común que se produce al

tapar la luz.
Una vez el viejo se paró a ver a los niños

colorear en el suelo y uno de ellos dibujó un
paisaje y el verde sobre ella, que al
desplazarse se llevó media imagen consigo,
luego se adhirió a la sombra de un señor que
paseaba con su familia y caminaba hacia la
nuevas refacciones del parque.
Manuel pasó un día en su dormitorio por una

recaída en su salud y al volver a su habitual
recorrido vio sobre el concreto de una nueva
pista de patinaje muchas sombras
estampadas e inmóviles, mudas y
abandonadas que se quedaron adheridas al
cemento de fraguado rápido, muchos chicos
hablaban de esas forma en el suelo y
suponían que fueron hechas por artistas
callejeros, pero él supo la verdad. Con pena
pero con premura siguió mirando pues la
construcción proseguía y pudo distinguir en la
nueva pista donde el cemento aun estaba
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fresco y entre varias sombras reales a una de

ellas, al ver ese trozo de dibujo verde del
paisaje que dejara aquel niño plasmado en su
fina transparencia; apuró a colocar la suya
sobre esta, la que se fundió con tal fuerza que
pudo quitarla de allí .Fue cuando la felicidad
inundó sus ojos de lágrimas y su corazón de
esperanza. Nuevamente tenía amigos
invisibles para los ojos de los demás, como
cuando fuera un pequeño niño.
Y dedujo que en los últimos pasos de su vida

sería como al comienzo, rodeado de alegrías y
de la magia de la inocencia pura y fue feliz.-
FIN
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La cofradía de los náufragos
Algunas veces me entristecen los recuerdos,

me sorprenden salidos con un brinco desde lo
profundo de mi memoria donde todos esta en
un aparente letargo; aún los que traté de
recordar en algún instante mientras relataba
un suceso intrascendente y no pude hallar el
hilo de esa maraña de pensamientos.
Quizás sean los primeros vestigios del

Alzheimer, como le dijo el médico por lo bajo a
Martín, el vecino que me acompañó en aquella
consulta e insistía que debía hacer algunos
estudios para confirmar ese diagnóstico,
mientras que a mí me guiñó el ojo al suponer
que pude haberlo oído y luego palmeándome
la espalda trató de convencerme que no me
debía inquietar.
Pero estos recuerdos esquivos algunas veces

fluyen y son vívidos.
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Volvía a sentir que estaba de pie y acodado en

la barra de madera, de nuevo allí, que me
acoplé a cualquiera de esos repetidos días
grises y aunque me apenó al recordarlos no
puedo evitar sentir aquella desdichada
nostalgia, aquellos momentos íntimos, pues
esa armoniosa monotonía me envolvió y
alimentó las ansias y narcotizaba con
espejismos discordantes en un tiempo que me
pareció cómodo e interminable.
Fue entonces que al estar sumido en ese

espacio que para muchos pudo llegar a ser un
tugurio decadente, falto de originalidad y
alejado del buen gusto, ese lugar atestado de
olores picantes y manchas ocres fue
invaluable para mis breves huidas de la
abrumadora realidad cotidiana.
La mayoría de los concurrentes fuimos

infortunados quizás de los mismos pesares o
de un sinnúmero de senderos que con
inequívoco atino nos condujeron a ese destino;
los navegantes de los sueños rotos y el rio de
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la vida nos llevó a ese páramo. Éramos

conocidos solo allí y aunque no
intercambiábamos palabras más que el amago
de un saludo, tampoco sabíamos los nombres
ni los apodos y mucho menos sus
cotidianeidades. Fuera de aquel lugar
nuestros senderos eran distintos y nuestras
ocupaciones no permitieron que nos
cruzáramos y si alguna vez sucedió lo
contrario, no he reconocido a ninguno.
Allí no éramos otras personas, sino las

mismas desnudas de los matices sociales, no
hacía falta lucir atavíos ampulosos o
mantener muecas sonrientes pues no era una
reunión de varios, sino de cada uno con sus
melancolías.
Allí la verdadera magia anidaba en esos grifos
de donde manaba la esencia, junto al
murmullo casi imperceptible de la ciudad, que
se colaba por la puerta. Lo mejor que tenía
aquel lugar era el vino suelto, fresco sin ser
frio, barato sin ser ordinario, el que era traído
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por los choferes de los camiones cisternas que

llevaban el producto de las bodegas a las
fraccionadoras, y que hurtaban algunos litros
para vendérselo a escondidas de sus patrones.
Un día llegamos y el lugar había cerrado para

siempre como los ojos de su anciano dueño.
Esa desazón difícil de explicar se apoderó de

mí, se apoderó de todos y quedamos
nuevamente a la deriva y nadie intentaba
alejarse.
Estábamos de pie inmóviles como si nuestras

brújulas se hubieran destrozado al impactar
junto a los anhelos contra la puerta
descolorida de aquel lugar, la muerte nos
había dejado huérfanos de este mísero espacio
donde sacábamos a respirar nuestras
verdaderas esencias de hombres tristes.
Nuestras voluntades se habían detenido, pero
luego de un largo rato de estar de pie sin
mirarnos ni hablarnos y de uno por vez, con
marcada postergación a definir otro rumbo,
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nos alejamos de allí.
Una tarde en uno de esos recorridos pasamos

frente a la edificación que se estaba realizando
donde fuera el bodegón, en aquel antro donde
sin darnos cuenta habíamos formado un
grupo de náufragos sociales que flotábamos a
la deriva de nuestros destinos, y sin entender
que fuimos de forma silenciosa y anónima
parte de la letra inédita de un tango no
escrito.
Un par de meses después me regalaron una

cachorrita a la que puse el nombre de Éowyn,
sobrina de Théoden del film El señor de los
anillos. Desde que me rescató de la tristeza
hace más de tres años, cada tarde vamos de
paseo por plazas o parques donde voy sujeto a
ella a través de un cordón; tenemos diversos
momentos de felicidad y hasta el médico dice
que mi deterioro cognitivo se ha hecho más
lento.- FIN
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En el ocaso
Acostado sobre la tierra desgranada por las

explosiones que sucedían ese prédio casi a
diario, rodeado de escombros donde otrora
fue una zona urbanizada. El aire estaba
saturado de humo pero la situación
continuaba siendo soportable.
Desde su posición, con la espalda apoyada

cobre una mochila mullida y por la gracia del
momento y el médico que iba con ellos, que lo
arrastro un par de metros hasta allí, le realizó
curaciones, torniquetes y lo dejó en posición
Flower que le ayudaba a respirar; y con la
promesa de que lo recogerían.
Sin más que hacer podía oír e identificar

fusiles como el M107, pero también otros
menos modernos adquiridos aquí y allá, por
los insurgentes como los DSA SA-58 OSW y
otras más adaptadas, como la carabina
M4A1. Todo se mezclaba en una ambiente real
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de combate de guerrillas.
Como todos los días y sin tregua desde

temprano los sediciosos comenzaron a tirar
con morteros M29 de 81 mm y luego se
detuvieron por un par de horas y debió ser
cuando plantaron las minas antipersonales
como las M18A1 Claymore, colocadas por
doquier, son las llamadas no controladas y
seguros de que se activarían con algunos de
los dispositivo de accionamiento, ya sea
alambres trampa, golpeadores, sensores
infrarrojos, acústicos o de vibración, todos
estaban instalados y listos. Cualquiera de
estos sistemas la debieron haber activado
cuando se iban haciendo paso entre los trozos
de mampostería y chatarras dispersas de por
doquier.
La terrible explosión le dio de lleno a su

observador, pero aun así la fuerza lo tiro por
el aire como un muñeco desarticulado y al
caer atontado y aun aferrado a su pesada
arma, un M82 con la que era capaz de
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penetrar blindajes, pero antes de darse cuenta

que fue lo que lo sacudió, llegó su auxilio.
Una hora antes la patrulla caminaba entre los

escombros y cubriéndose de los espacios
altos. Estaba en el lugar preciso, el había
elegido nuevamente ese escenario, era un
guerrero voluntario y esa vida al borde del
desastre lo mantenía estimulado. En ese
instante era solo media parte del equipo que
ya no alcanzaría otro punto elevado.
De regreso a esa región donde ya había sido

herido dos años antes y aun estaba sufriendo
trastorno por estrés pos traumático, con el
que había destruido sus relaciones familiares,
amistades y todo por donde anduviera.
Era la segunda vez que estaba en la arena

ardiente pues era el único sitio desde donde
podía disparar a las personas desde lejos,
matar, destruir y mutilar sin ir a la cárcel. La
vez anterior había sufrido laceraciones que lo
tuvieron en cama por varios meses.
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Su crueldad y alevosía no le permitían

entenderlo aún que era solo un trozo de aquel
combatiente, inmovilizado pero consiente y
sus pensamientos estaban a punto de llevarlo
por un sendero intransitable y peligroso. No
había nadie más con vida en ese entorno
pestilente, solo los cuerpos destrozados de sus
dos compañeros, pues el explosivo estaba
colocado a la altura de la cintura y aunque
venían en fila fue desbastador.
Su conciencia iba y regresaba por la pérdida

de sangre y el combate se había ido a otras
posiciones más lejanas y los sonidos de la
lucha regresaban por momentos con las
ráfagas del viento que se producía en el
cambio del clima ardiente del día por el frio
desértico nocturno.
Tenía su pesado rifle listo para disparar sobre

cualquier cosa que se moviera, aunque su
equipo óptico se había destruido.
Lentamente las sombras del atardecer
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llegaban por los rincones más ocultos y con

lentitud cubría los espacios convirtiendo todo
en un paisaje homogéneo en el cual él
desaparecería también.
El pesimismo ante el temor de no ser

rescatado se agudizaba en ese espacio perdido
entre infinidades de edificios destrozados y
aun así fue cuando encendió un localizador
ultrasónico que tenía en la culata del fusil.
Sus heridas eran terribles aunque él no lo

supiera, pues el médico dejó una manta sobre
sus piernas para evitarle la imagen
desgarradora, además aun estaba bajo el
efecto del analgésico que este le aplicara al
irse.
El reloj se había roto y sintió pena pues lo

tenía desde la llegada a la zona de conflicto.
Aunque no podía medir el tiempo transcurrido
sabía que debería hacer ante el regreso del
dolor. Llevaba las piruletas analgésicas sabor
a frambuesa a base de Fentanilo. Más tarde
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colocó en su boca y saboreo hasta que se

disipó, por unos 15 minutos y reservó el resto
para el próximo episodio.
Ese regreso al padecimiento que esperaba que

sea en un plazo de cinco horas posteriores ya
estaba en el umbral con el sufrimiento
lacerante, casi indescriptible y descubrió que
había arribado a la esencia del conflicto desde
abajo, desde los senderos de los combatientes
pedestres, tan lejos de su ubicación
acostumbrada desde arriba en lo alto de las
edificaciones, como él llamaba el nido de las
águilas.
La nueva situación le trajo pánico a su ya

conflictiva existencia y afloró en él toda la
debilidad y el terror escondido. Esta vez
consumió el resto de la piruleta empezada y
siguió consumiendo las restantes hasta agotar
el stock.
Pasó el dolor y se sintió a salvo hasta que

comprendió que estaba en mayor peligro y
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llegó la euforia, luego la somnolencia y las

alucinaciones. Su cerebro se diluía en un
colchón de sangre y neuronas muertas,
mientras caía con suavidad por ese túnel de la
inconsciencia hacia ninguna parte y fue
cuando oyó la voz del rescatista que lo
llamaban desde un punto dentro de la zona de
guerra, una localización a donde su mente ya
no podría acceder jamás.- FIN
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La estación del silencio
Allá iba hacia la casa de unos amigos en el

trasporte público, el pasaje estaba más que
completo, diría mejor, atestado de estudiantes
universitarios que se dirigían a la vecina
provincia para asistir a clases, quizás de
abogacía o veterinaria, todos apegados y
sumidos en sus conversaciones típicas de la
tecnología actual donde se habla con los
dedos y se oye con los ojos, aparte de la
música que sigue siendo igual que en este
tiempo como en el comienzo del siglo XXI, se
la oye con los oídos y con variados tipos y
tamaños de auriculares.
En esos recorridos todos aunque estén

amontonados en un limitado espacio, están
solos en presencia real, es que cada uno está
unido de forma virtual a otra persona con la
que está manteniendo un dialogo fluido, o
recluidos en los compases que oyen en
silencio y que además acompañan con algún
texto de apunte que leen sin pausa, aun de
pie. El pasajero que desentona en este grupo
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es uno bastante mayor en más de un aspecto,

aunque cada persona se ve más joven de lo
que está.
El percibía la velocidad del rodado de dos

maneras, a través de los pies calzados con
zapatillas mullidas, las vibraciones de la
carrocería y haciendo un pequeño esfuerzo
por sobre las cabezas de los demás, por la
ventanilla que aunque no estaba libre de
manchas dejadas por la tierra y el rocío de la
noche anterior, resignaba distinguir como se
alejaban a toda prisa las jirafas del
alumbrado, las que están ubicadas en los
canteros centrales. Este espacio además
poseen unos 4 metros de ancho de pasto bien
cortado y algunos árboles que luchan contra
la polución constante.
El chofer iba pisando el acelerador con

despreocupación mientras charlaba,
seguramente con alguien, como siempre y solo
tal vez por conocer sus costumbres y porque
desde la mitad del colectivo donde iba parado
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no se podía ver nada del frente.
Aunque es menos probable que un vehículo

tenga un accidente contra otro rodado en una
autopista, donde ambas manos están
separadas por un cantero central de grandes
dimensiones, siempre existe la posibilidad de
que ocurra una situación desprevenida y al
parecer todo este grupo estaba predestinado al
desastre.
Se oyó un roce brutal de las chapas y se

redujo la velocidad de manera brusca y una
vibración tal que hizo estallar los cristales de
las primeras ventanillas y todos los pasajeros
fueron expulsado hacia el frente con inusitada
violencia, aunque no todos lo sintieron de la
misma forma, algunos cayeron de bruces en
el pasillo y sus rostros quedaron escoriados
por la abrasión y por ende los de abajo
sufrieron todas las lesiones , y para otros fue
como el danzar desarticulado de su cuerpo en
cámara lenta al comienzo y que fue tomando
velocidad al pasar los milisegundos. Para
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cuando se generalizó el efecto del impacto, el

rodado había sufrido la literal destrucción de
uno de sus flancos y aun sin detenerse
totalmente despidió a varios pasajeros por
esta grotesca abertura. Esos que quedaron
libres de caer en el plan del rodado fueron los
despedidos por la abertura y quedaron
diseminados sobre la hierba verde y bien
mantenida del cantero central. Aun cuando
esto parece ordenado no lo fue, en muchas de
las situaciones se desconoce cómo ocurrieron
y solo tenemos que conformarnos con los
resultados, entre ellos como fueron lanzados
hacia afuera los pasajeros del medio del grupo
y no los más livianos o como salió ileso el
chofer si el accidente fue en el frente.
Una maniobra fatal realizada por el

conductor de un camión de gran porte que
transitaba delante de este fue el meollo de la
colisión que luego tomo ribetes más trágicos al
no poder absorber la carrocería el brutal y
desprevenido rozón.
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Marcos quedo tirado en la hierba entre otras

personas, este aun atontado pudo ver que
eran varias mujeres jóvenes que parecían
desmayadas y se desmayó nuevamente pero
un instante después se despertó lúcido y sin
dolores al punto que se puso de pie e invito a
las personas que estaban también con
aparente estado de buena salud a salir de ese
lugar neblinoso aun cuando estaba seguro
que el pronóstico meteorológico vaticinaba
una buena jornada.
El grupo se levantó y luego de unos pasos

giraron y vieron que el colectivo estaba
volcado y todos esos pasajeros debían estar en
alguna parte, aunque no se los distinguía en
las inmediaciones.
Creyó que quizás en un escenario próximo a la

ruta se estaba filmando escenas sobre la II
Guerra Mundial al ver pasar a varias motos
BMW R 75 con sidecar y uniformados con
ropa del ejército alemán, quizás aprovechando
la zona que más al oeste estaba desolada pero
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eso debió tener poca publicidad y aunque se

habían mantenido con bajo perfil para evitar
aglomeración de curiosos importunando esa
labor, muchos igual estarían en las
inmediaciones, pero no ocurrió mas nada
sobre ese tema hasta 3 horas después que
aviones Focke-Wulf Fw 190 ‘Würger’ bajaron
en picada sobre ellos y aunque de frente se
podían distinguir que disparaban no llego ni
una bala; luego dieron dos pasadas y se
alejaron.
Para este momento el joven creyó que todas

las épocas estaban mezcladas y que ellos
tampoco habrán entendido mucho desde
arriba, ya que el terreno era diferente a su
época.
Marcos y algunos de sus eventuales

compañeros caminaron hasta el puente sobre
un rio no muy ancho que se extendía por
varios cientos de metros de forma paralela y a
la izquierda de la ruta, desde esa posición y
luego gira a la derecha y claramente antes de
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ver el espectáculo oyeron los sonidos

característicos del expulsar del CO2 por los
espiráculos en la calma absoluta, y al llegar
les emocionó ver una vaina de Yubartas las
que debían estar moviéndose hacia la costa de
Colombia para aparearse y dar a luz sus crías,
Volvieron con premura ya que el momento

cambiaba y se modificaba a cada instante y lo
único constante era el accidente y el colectivo
volcado y media docena de personas
deambulando por el lugar como atontadas.
Había allí más que la falta de accidentados, es
que el paisaje estaba deslucido y aunque fue
extraño y lluvioso el asfalto era distinto a lo
que conocía, mas abrasivo y a la vez la
vegetación era vellosa por tramos y espinosa
por otras y su verde amorronado la convertía
en algo grotesco y desechable, pero aun
estaban de pie y sin entender el porqué no se
oían el tránsito vehicular en toda la zona.
Volvió a mirar el camino desierto y llegó a

creer que quizás esto fue a causa de un
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ataque nuclear, podía ser ya que no había

visto otro para poder compararlo y como nadie
de los diseminados por doquier emitía ni una
sola palabra, sino que observaban en derredor
con expresiones propias del aturdimiento, se
dirigió en busca de su bolso el que creyó que
estaría cerca de donde se había levantado y al
cruzar de nuevo hacia ese lugar un automóvil
en silencio a gran velocidad y sin esquivarlo
simplemente lo pasó por dentro y alrededor,
literalmente por un momentos ambos eran
uno solo y las partículas del vehículo cruzaron
dentro de sí y por los lados sin producir
ninguna molestia, no como si se cruzara con
una nube, más sorprendente y aterrador y
quizás ese era un fantasma, o él lo era.
Como a diez metros y a la par del colectivo

vio al joven parecido a su amigo de la
adolescencia que había muerto hace varios
años, tenía el corte de cabellos y la juventud
de aquel tiempo salvaje de adolescentes,
inclusive su ropa era de entonces o eso
parecía; este lo saludó levantando una mano
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con naturalidad como si no fueran más de

cuarenta años que no se veían y vió la actitud
del dialogo de otras personas que vivían cerca
de su antiguo hogar y por un momento creyó
que era una coincidencia verlos allí en su vieja
camioneta color naranja y aun deteriorada por
un terrible accidente de entonces y sin
entender como podría ser conducida en ese
estado deplorable.
De pronto retornó el ruido, las sirenas, la

gente corriendo y se vio nuevamente tirado en
el suelo, inmóvil, doloridos y aunque se
desmayó varias veces más y al regresar una y
otra vez a esas escenas familiares entendió
que esas situaciones estaban dentro de su
memoria, eran parte de sus conocimientos,
anhelos y afectos olvidados pues no había otra
explicación posible y en los momentos de
conciencia los médicos trataban de regresarlo
de ese lugar sin ruidos estridentes, sin dolores
y sin colores brillantes. Un lugar que quizás
podría definirse como un paramo de la
inconsciencia o tal vez la misma muerte.-FIN
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El mago
Esa mano ágil atrapo el lapso de la inocencia
descuidada y con pase veloz formo un instante
oblicuo lejos de las miradas atentas y a la vez
engañadas; un reflejo de luz y dos de sombras
se entremezclaron en un brevísimo tiempo
aprovechado en el centro de la escena, entre
ademanes furtivos y música envolvente donde
ni una sola voz dejó caer un tono. Allí estaba
nuevamente la mano enguantada haciendo
arabescos y mientras hacía danzar un trozo de
seda se jugó el instante de tratar de
sorprendernos y de llenarse de gozo.
Pero todos nos colmamos de asombro, él de
un interrogante
¿En qué instante macabro ese disparo de
fogueo se convirtió en letal? Esa fracción de
segundo logró que el acto de magia ese
tornara en su muerte inesperada y el nuestro
gozo ante el movimiento desarticulado de su
cuerpo al caer de forma tan real, lo que nos
hizo romper en un fuerte aplauso.
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El encargo dorado
Después de todos esos años de silencio estoy

como cada tarde desde entonces, desde
aquella vez que recibí el legado de mi padre y
como el del suyo y así hasta llegar a don
Eustaquio el médico-soldado, con el cuerpo
cosido de antiguas cicatrices y con la memoria
poblada de escenas pavorosas y de todas esas
miradas de esperanzas en rostros
ensangrentados y toda una nación que fue
exterminada por codicia y envidia.
Esta es la breve historia de aquel antepasado

nuestro y sus palabras trasmitidas de forma
oral de padres a hijos.
“Estoy observando el agua, ese cristal húmedo

donde se refleja el cielo brillante y la luna
pálida. Hoy hace frio como entonces cuando al
caer la tarde, como hoy también, la densa
bruma se extendió sobre la superficie y vistió a
la vegetación ribereña como siluetas furtivas y
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nos dejo imaginar escuadrones de mudos

espectros de valientes con rostros imprecisos
aunque sabemos que no hay personas en la
cercanía, aun así giro apresurado observando
en derredor en busca de algún intruso y luego
me alegré de confirmar lo que ya sabía.
Estoy navegando en mis recuerdo muy

distantes y me veo joven lejos, muy lejos en el
tiempo junto a la familia Cardozo festejando mi
flamante título de médico y orgulloso de
ponerme al servicio de un país pujante y
laborioso donde su economía estaba en
constante crecimiento.
Don Francisco hizo instalar una fundición de

metales comprando equipo en el exterior y
contratando ingenieros y con este material
extraído construyeron ferrocarriles que
surcaron todo el territorio, además de la
fabricación de armamento para el ejército que
en ese momento lo constituían setenta mil
hombres leales, orgullosos y valientes.
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También se montaron formidables fortalezas en

lugares estratégicos para los regimientos que
custodiaban las fronteras en constante alerta y
daban seguridad a sus habitantes, aunque el
enemigo más peligroso estaba a miles de
kilómetros de allí, en la vieja Europa, siendo
artero había tejido una red de ambiciones,
miedos y odios en esta región de América.
Este presidente llevaba el honor y el coraje

como un estandarte de luz que nos alumbraba
a todos, hijo devoto de la Santa Iglesia Católica
y amante incondicional de las letras al punto
que era el hombre más instruido y culto del
país, que además poseía una visión de
progreso atípico que liberaría a sus hermanos
latinoamericanos de ataduras económicas con
la banca de Londres que era el que prestaba
valores a los gobiernos de esta región.
Él buen amigo de mi padre, don Eulogio

Cardozo, también lo conocía y le insinuó que
me diera trabajo y este lo hizo junto a él. Desde
entonces me consideré mas como su amigo que
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como un profesional de la salud al servicio del

Estado.
En un momento de nuestra relación, abandoné

mis actividades medicas y me dediqué a
acompañarlo, a escucharlo y a aprender de sus
muchos conocimientos y razonamientos
basados en el pensamiento puro, desde ese
momento y por mucho tiempo lo acompañé a la
mayor cantidad de compromisos que pude,
pues el tenia una voluntad inagotable por
gobernar nuestro país con sabiduría y buen
corazón. La administración era tan buena que
no solo no tenia deuda externa ni solicitaba
créditos, sino que era un comprador que
pagaba al contado, donde el estado poseía
cerca de dos millones de libras esterlinas este
modelo administrativo podría despertar la
curiosidad de los vecinos y si estos tomaban el
ejemplo se liberarían de sus acreedores y
caerían los negocios extranjeros. esto despertó
la alerta de los codiciosos que pusieron un
maquiavélico plan con el afán de matar a
nuestro lider y sepultar sus ideas simples
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basadas en la auto sustentación a través de la

agricultura, la ganadería y las industrias
locales y exportando el remanente.
Este gran hombre siempre quiso la paz de la

región pero le tendieron una trampa donde
culminó con una gran guerra donde tres países
vecinos formaron la Triple Alianza en contra
nuestra. No voy contar los acontecimientos
políticos que se originaron en ese entonces,
porque ellos se pueden consultar en los libros
de historia, solo contaré mi participación y
como legado la de toda la familia la que recibió
un mandato de patriotismo al que no podrá
rehusar.
La banca internacional apoyó a Brasil porque

este le debía y todo lo que siguió escapa a la
imaginación de nuestros días, fue una guerra
de exterminio porque los tres ejércitos se
abocaron a la matanza general. Nuestros
valientes soldados dejaron su sangre y sus
vidas en cada palmo de territorio al que
defendieron sin treguas ante la aplastante
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mayoría. Todas las batallas fueron

sangrientas, pero la de Curupaity donde
triunfamos contra la terrible alianza asesina,
fue una de las peores.
Pasé por allí una semana después de la

contienda. El hedor de los cadáveres de los
aliados corrompiéndose en la profunda fosa
que franqueaba el muro de aquel fuerte se
pudo oler por varios meses y según el viento a
larga distancia, mezclados en el hediondo
barro se podían distinguir los grupos de
distintos batallones que terminaron muertos
allí, pero luego fuimos perdiendo soldados y
dominio hasta que llegó diciembre de 1869 y
nuestros enemigos estaba a las puertas de la
ciudad antigua, de la madre de ciudades.
Hacía mucho tiempo que no dialogaba con don
Francisco, fuimos separados por los
acontecimientos pero siempre estuve presente
para lo que le fuera útil.
Me citó en Luque, la capital militar del país en

guerra y que fuera la capital de la Republica
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ISBN 978-987-45190-9-2
hasta 1868 y pasada la media noche

quedamos solos, un halo de tristeza flotaba en
el campamento y sin más preámbulos me dio
instrucciones precisas de mi accionar para los
próximos días. La tarea que nació de aquel
dialogo fue sin lugar a dudas el más grande
honor a la confianza que depositaba en mi
como leal amigo y hombre de bien, según sus
propias palabras.
Nos estrechamos en un fuerte abrazo y tuve la

certeza en aquella mirada de que no
volveríamos a vernos; pues él era consciente
que lo perseguirían hasta matarlo, había
tratado de realizar una tregua con Mitre y este
se negó, pues una de las consignas era quitarle
la vida antes de concluir la guerra.
Esos días de zozobras sentí que mi alma había

ennegrecido y la pena lacerado mis alegrías
hasta desaparecerlas, ya no recordaba de la
última vez que había reído feliz.
Al llegar el amanecer el campamento estaba
68
ISBN 978-987-45190-9-2
vacío, nos marchamos en silencio una hora

después de haber recibido instrucciones y en el
mismo movimientos ellos también con destino
norte dejando tras de sí un mapa de huellas
entrecruzadas de los caballos y los carros con
pertrechos y alimentos.
Nosotros, unos pocos y cubiertos por la

indiferencia y el desconocimiento general
.marchamos al este unas dos leguas y antes de
llegar al agua giramos al norte media legua
costeando el lago donde quizás a causa de la
época del año había una especie de terraplén
que se introducía en el lago de unos mil metros
hacia el SSO los hombres enviados
anteriormente tenían ocho grandes canoas
unidas de a dos con trozos de madera a modo
de precarios catamaranes pues de otra manera
las embarcaciones se hubieran desfondado por
el peso, colocaros lagos tablones de quebracho
colorado sobre aquellas de a dos formando
cuatro grupos bien atados y sobre estos las
cajas ciegas del depósito de oro de la reserva,
unos seis mil kilogramos entre las barras y las
69
ISBN 978-987-45190-9-2
libras esterlinas. De afuera se podía asegurar

que eran armas por los dibujos típicos que
identificaban a cada elemento marcados en la
madera. Confirmé a los soldados que eran
pertrechos que depositaríamos en lo profundo
del lago para que no las usara el enemigo
contra nosotros, luego de cargar el material nos
entregaron esas embarcaciones y se
marcharon.
Desde este punto solo mis hermanos y yo, con

premura pero sin hacer mucho ruido con los
remos condujimos aquel embarque hasta el
punto donde él había elegido y estando allí y
antes de cambiarnos a la pequeña
embarcación de guía abrimos en las canoas
varias vías por donde entro el agua y así se
fueron a pique en silencio. Abandonamos tres
de los carros sin caballos en distintos lugares y
los otros dos los llevamos para usarlos de
traslado de los heridos. El hambre ya
comenzaba a desbastar la población así que en
poco tiempo nos habíamos comido los caballos.
Los detalles menores se resolvían en la marcha
70
ISBN 978-987-45190-9-2
y luego de algunos meses todo parecía irreal y

lejano en tiempo.
Por su parte el ejército llevaba custodiando

varios carretones donde presuntamente estaba
el cuantioso tesoro. Luego el pequeño grupo
alcanzó al ejército en marcha y todos
desaparecieron en el horizonte hacia Cerro
Korá donde perdieron la vida un tiempo
después en una lucha feroz a orillas del Río
Aquidabán. Por mi parte me quedé a cuidar a
los heridos que eran miles hasta después de
que los brasileros saquearan Asunción.
La misión que me encomendó mi gran amigo y

superior tenía tres partes, la primera era dejar
pistas erróneas, la verdad es que no hacía
falta. la segunda esconder el oro donde nadie
sospechara que estaría y a la vez accesible
para su recupero, pero la tercera era mucho
más difícil de cumplir, pues tenía que
devolverlo al estado en el momento justo y a
las personas apropiadas para que le den un
buen uso, o sea que debía usar mi buen juicio
71
ISBN 978-987-45190-9-2
para esta tarea.”
Con mis setenta años hemos llegado a la

actualidad y ajustado a los criterios de mis
antecesores puedo asegurar que aparecieron
varios hombres que brillaron por un tiempo
pero luego se opacaron, sin darme alternativas
a desenterrar esos valores, todos los
enfrentamientos políticos alejan mas la
posibilidad de recibir el secreto de las cajas
sumergidas. Cada tanto oigo relatos de los
buscadores de aquel tesoro que se perdió a
orillas del Aquidabán, otros que saben de
leyendas que cuentan que fueron enterrados
en lo que hoy es la costa chaqueña de
Argentina, pero son fantasías codiciosas que
me aseguran que nadie sospecha de la verdad.
Vivo en la casa familiar de más de un siglo y

medio, pues el que recibe el mandato debe
estar cerca. Algunas veces cuando voy a
visitar a mi hijo que vive en Luque me traen
en el auto por la avenida Las Residentas la
que cambia de nombre a Gobernador Irala,
72
ISBN 978-987-45190-9-2
luego gira a la izquierda por Fray Luis de

Bolaño para empalmar con la ruta Mariscal
Francisco Solano López y de allí estamos
cerca. Nuestra casa está en la calle Hermanas
Dominicas que resulta ser un camino
obligatorio para ir a ver la belleza del lago.
Ahora la costa es distinta a lo que recibimos
de información, la saliente que usaron ellos no
está más y desde cerca de mi casa hay otra
que apunta hacia el NNE. Entre esta nueva y
la desaparecida forman un ángulo de 90°, un
rincón de esperanza para el mañana.
Sentado bajo los árboles pienso en el anhelo

de patria grande que tenía don Francisco y en
el oro que está a salvo; quizás un día otro
como él con su mismo tesón, bravura y afán
por el porvenir, desinteresado de sí mismo,
con sus valores de lucha nos gobierne y al fin
mi sucesor le entregará el recado y el paquete
para que podamos terminar con aquel
encargo.-FIN
73
ISBN 978-987-45190-9-2
Verdadero amor
Espléndida, radiante y todos los demás

atributos que las mujeres con su figura y
donaire tienen. La envolvió con lisonjas y
flores, confundió sus sentidos con versos de
aromas exquisitos, con melodías al oído y
cuando estuvo atrapada en sus anhelos la
dejó flotando en un espacio íntimo
inalcanzable para otros, alejada de la verdad y
suspendida solo para vivir de sus sueños y
esperando sus mensajes, sus llamadas y sus
cartelitos virtuales; había sido acondicionada
a estar cada día anhelando su contacto.
Jamás estuvo tan cerca de la realidad como
para despertar de ese letargo, pues su
conducta fue condicionada con las
recompensas variables a través de mensajes
que fue modificando su conducta hasta
hacerla dependiente de sus respuestas, como
una droga malévola y efectiva de absoluta
dependencia sentimental, hasta que él la citó
74
ISBN 978-987-45190-9-2
en una plaza y le mostro la realidad.
- Mírame como soy-, le dijo, y ella aun

obnubilada veía lo que él le enseñó a ver, una
ilusión.
- ¿Ves la edad que tengo, la condición en que

vivo y querrás tener hijos?
- Si -respondió ella -… y sé que eres para mí

pues le has dado un sentido de pertenencia a
mí existir.
- Debes abrir los ojos en más de un sentido y

ver que este anciano abatido será una carga
para ti, además tengo una familia formada de
la que no preguntaste y yo cobardemente callé
por miedo a verte huir, y me conformé con
disfrutar de tu tiempo sin aceptar que te
estaba robando el futuro. Por eso ahora te
muestro esta realidad sin trampas ni dobleces
y abro la jaula de palabras que te adormecen
los sentidos, para brindarte un sendero limpio
lejos de mí, porque ahora te amo de verdad.-
75
ISBN 978-987-45190-9-2
Opinión:
Paradoja cotidiana,
jabón y grasa
¿Hay algo más paradójico que lavar un

delantal de cocina engrasado con un jabón en
pan? Parece un absurdo luego de saber cómo
está fabricado.
1°- se hierve la grasa animal y
cuando comenzó a derretirse debe continua
en el fuego y se la fríe con cuidado que no se
queme, como cuando se usa este método para
obtener grasa para hacer pan.
2°- para hacer la legía: se disuelve y se hierve
en agua gran cantidad de ceniza de madera
dura, (si la ceniza fuera de ramas o pasto el
producto quedara cremoso y no se
endurecerá), en este caldo se colocará la grasa
76
ISBN 978-987-45190-9-2
derretido y se las hervirá junta para que se

produzca la saponificación al hermanarse
ambos elementos.
1 kg de ceniza blanca en 8 litros de agua
hervirla por 30 minutos revolviendo y luego
colar. Este liquido luego seguirá hirviendo
hasta quedar reducido a un litro: reservar en
lugar seguro.
Se usaran 2500 cc de grasa derretida tibia en
una olla de acero inoxidable y se le agregará
el litro de legía también entibiada, (o en la
cantidad que necesite pero respetando las
proporciones). Se le agrega 2 cucharadas de
sal para que tenga consistencia y luego
esperar a que rompa el hervor y seguir
cocinando de 3 a 5 minutos más.
Debes revolverlo varias veces cada diez
minutos hasta que se vaya enfriando
lentamente, cuando a la masa aun tibia le
puedes hacer rayas o círculos y mantiene el
77
ISBN 978-987-45190-9-2
dibujo está listo. El color es amorronado.

Coloca en los moldes engrasados y mantén en
lugar tibio que se enfríe lentamente para que
no sea frágil el producto terminado; un día
después está listo.
en moldes generalmente armados con trozos
de tablitas sueltas para su mejor
desmoldado, de madera o de otro material.
El resultado de esta elaboración es el jabón
más común. Una curiosidad que he visto en
mis años de aprender cosas, el producto hecho
con aceite vegetal flota y el realizado con
grasa animal no.
¿Tenemos que entender que la grasa es solo el

vínculo para poder usar la legía en pocas
cantidades, que es la que verdaderamente
limpia?.-
78
ISBN 978-987-45190-9-2
Los estantes del aire
Cuando me dispuse a contarles sobre mi

visita a la costa y pero luego de encender la
computadora se me antojó tomar un
cappuccino en una jarrita que antes cumplía
la función de medidora para mis anhelos de
repostero, pero se le fue borrando las marcas,
las letras y los números y ahora me
acompaña silenciosa.
La busqué donde pertenece, dormitando

quizás y como no la vi allí también la busque
por otros lugares, pues en bien sabido que si
no está en su lugar puede estar en cualquier
parte; pero tampoco tuve suerte y ya, entre
frenético y apático, me senté frente a la
máquina sin esa bebida caliente, la que
podría haber preparado también en una taza
y al mirar en derredor allí estaba la jarrita,
luego de que junte todo lo que había sobre la
79
ISBN 978-987-45190-9-2
mesa y no la vi, ella permanecería sola en

medio de la nada y recordé otra situaciones
similares y aquí se las cuento.
No es la primera vez que me ocurre esto y sé

que tampoco será la última, lo que además le
da un valor agregado a cada cosa que se me
extravía. He creado infinidades de teorías con
respecto de este tema, inclusive alguna de
ellas le habré acertado pero nunca lo sabré
pues no las tengo anotadas. Aun así aquí les
dejo dos de las más recurrentes: desde que
son pequeños duendes que me esconden las
cosas, o que hay una dimensión que tiene
estantes de aire esmerilado o algo así (aun
no tengo bien definidos los detalles…ja) el
caso es que no se ven de cualquier ángulo a la
vez que desaparecen y reaparecen (supongo)
en el mismo lugar.
En este momento tú pensarás, este viejo esta

chiflado, pero aun cuando jamás te ocurrió
80
ISBN 978-987-45190-9-2
algo así, este tema tiene un contagio y desde

ahora en alguna oportunidad te ocurrirá.
Pero te aconsejo que no se lo digas a
nadie…ja
Nota: hace algunos años escribí un cuento

sobre este tema: “El duende de los broches”
81
ISBN 978-987-45190-9-2
El concepto de la angustia y Yo.
Es difícil comenzar este diálogo pues temo

que se enrede y tú no puedas interpretar a
carta cabal mi exposición, aun así lo
intentaré:
En 2013 una gentil dama de una escuela de

fotografía me invitó a un certamen de
imágenes representativas a los pensamientos
de Soren Kierkegaard. Debo aclararte que
hasta ese momento no sabía que había
existido este hombre.
Como autodidacta en la mayor parte de mi

vida les esquivaba a los filósofos pues ellos
ponían en duda de mis creencias religiosas,
las que son muy variadas. Pero esta persona
había logrado motivarme a leerlo en mi afán
competitivo incursione en sus textos y apoco
de interiorizarme me había atrapado con
82
ISBN 978-987-45190-9-2
firmeza en sus cavilaciones. Leí muchos .pdf

con sus pensamientos en busca de lograr
plasmar una idea filosófica en una fotografía
y aunque jamás puede reducir sus
conclusiones en una simple imagen en este u
otros temas, resolví uno de mis interrogantes
más ocultos en mí este sentimiento, que
siempre lo considere una aberración de mis
sentires ante un acontecimiento específico y
más incongruente que solo el vértigo, al estar
parado a la par de la baranda del puente
Gral. Belgrano, aferrado a uno de los caños de
la iluminación sentía como si una parte ajena
a mi tratara de impulsarme a arrojarme al
vacío.
Para Kierkegaard en “El Concepto de la

angustia” la angustia/temor es un miedo poco
definido. Soren usaba como ejemplo a un
hombre al borde de un edificio o un precipicio.
Cuando el hombre mira al borde,
83
ISBN 978-987-45190-9-2
experimenta un miedo definido a caer, pero,

al mismo tiempo, siente un aterrorizante
impulso de tirarse intencionalmente al vacío.
Esta experiencia es de angustia o temor por
nuestra completa libertad de elegir si
arrojarnos o no al precipicio. El mero hecho
de que uno tenga la posibilidad y la libertad
de hacer algo, incluso la más terrorífica de las
posibilidades, dispara inmensos temores.
Kierkegaard llamó a esto "mareo de libertad".
Luego de leerlo en varios volúmenes

comprendí que no era una parte ajena, sino
yo mismo y aunque sigo teniendo temor, me
comprendo mejor y no puedo dejar de meditar
que muchos hayan terminado muertos por
esta sensación.
Por otra parte desdeño su inclinación ligada a

la religión y rescato su explicación amena a
las cuestiones cotidianas. Quizás su
formación como estudiante de teología y
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ISBN 978-987-45190-9-2
viviendo en el seno de una familia

estrictamente religiosa en ese siglo, lo inclina
a ligar todos sus pensamientos con esa fe por
lo que esa parte de sus deducciones me es
indiferente.-
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ISBN 978-987-45190-9-2
Regio
Estaba saboreando una fracción indefinida
de queso cremoso por su aspecto más que por
su tamaño pues no tendría más de treinta
gramos y que semanas atrás era menos
sabroso y con los días en la heladera había
adquirido mejor sabor o se había
acostumbrado a su paladar. El tema que
surgió mientras lo deglutía con calma
momentos antes de terminárselo es que ese
queso, aún siendo de baja calidad era
insustituible en toda su magnitud y al volver
a adquirir en el mismo comercio y aun
eligiendo la misma marca sería otro su sabor
y su textura por lo que este trozo era
irremplazable, una joya culinaria que
desaparecería para siempre y que su paladar
poco refinado logró experimentar su gusto
intenso y su textura suave y muy cremosa,
una mezcla económica entre Cuartirolo y
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ISBN 978-987-45190-9-2
Tybo. No posee corteza, de coloración

uniforme blanca amarillenta y como todos
estos productos vulgares vienen envasados al
vacío en bolsas plásticas.
El cuenco habitual de los quesos en el primer

estante de la heladera hogareña pronto
recibirá otro trozo visitante y quizás más
sabroso y mejor estacionado pero jamás será
de ese sabor único y particular que ocupó su
atención por tres semanas.-
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ISBN 978-987-45190-9-2
Locología (relato en broma)

Estudio de las expresiones coloquiales de las
alteraciones de la conducta humana, emitidas
por personas carentes de conocimientos
específicos.
Aún cuando en algún momento se llegó a creer

que eran dicotomías antagónicas, al no poderse
establecer una dicotomía entre datos
cuantitativos frente a datos cualitativos en la
evaluación del proyecto; se llego a rebatir la
supuesta dicotomía entre intelectual y hombre
iletrados. A raíz de esto se refundó la teoría con
las conclusiones obtenidas, después de un arduo
recopilar de disertaciones en reuniones
familiares, lugares de copeo al paso, quermeses y
todo tipo de tertulias donde tres o más individuos
apelando a sus imaginaciones e ingenios y
acompañados por distintas recursos y símbolos
expresados con las manos que definen el estado
mental de un tercero ausente.
88
ISBN 978-987-45190-9-2
Mi relación con la fe, DIOS y el Covid19

En la fe he tenido tres etapas bien definidas
en el primer tercio de mi vida no he pensado
en Dios, no tenía una orientación espiritual en
mi hogar y mis amigos más cercanos tampoco
así que fui un caminante sin ninguna fe aún
cuando a la distancia las instituciones
religiosas puedo comprobar como Dios me
mostraba todo y de todos los ángulos para que
elija, pero yo estaba en otras cosas más
superficiales, mis pensamientos no
escudriñaban los motivos y permitía que los
acontecimientos sigan fluyendo.
En mi segunda etapa fui un católico y también

por momentos un judío fundamentalista no de
las costumbres pues no las conozco y oraba
en mi hogar, rezaba con algunas oraciones
existentes en el catolicismo o formadas por mí
en el momento, pero me mantenía lejos de las
instituciones religiosas. Fue la etapa donde
consideré que Dios era la representación y el
89
ISBN 978-987-45190-9-2
camino de lo bueno, recé y aún lo hago en su

nombre, para que las personas se liberen de
las más terribles situaciones y apoyándolos
espiritualmente.
En mi tercer etapa ha sido la más dura de
todas y descubrí algo que ha estado siempre
frente a mí, un pregunta y a la vez una
afirmación ¿Dios es omnipotente? Si, y al serlo
es el creador y responsable del bien y del mal,
de las sanaciones y de las pestes, de la
bondad y de la crueldad y comprendí que el
Mal no es antagonista de Dios sino una de sus
creaciones.
Cuando castiga tiene que tener la penalidad
cerca y no enviar a buscarla a otro lado.
Dios es todo, la caridad, la mezquindad, la
maldad e inclusive el mal mismo, es una
pérdida de tiempo y un razonamiento
equivocado el esperar que Él destruya la
maldad por simple vocación de servicio ¿Por
qué lo haría, por qué actuaría en oposición a
su creación?
90
ISBN 978-987-45190-9-2
Dios el omnipotente, (si alguien dudan de esto

deberá considerase politeísta y lo respeto de
igual manera, crean en lo que quieran
mientras sean buenas personas)
En la etapa actual es continuación de la
anterior pero hallé la respuesta..
Para mi es omnipotente y es el creador de todo
lo que existe a ambos márgenes de la
existencia humana, pero el hombre es
responsable de lo que elige. “Esto es el libre
albedrío”.
Dios permite las calamidades y a la vez la
lucha de los hombres por la salud. Les daré
un ejemplo, el hombre creo por varias
intensiones o descuidos la pandemia del
Covi19 y ahora quiere darle a Dios la labor de
destruirla, y jamás ocurrirá, Se tendrán que
hacer responsables los que las provocaron y el
resto de la humanidad presionarlos para que
arregle el desastre.
Los que estén ofendidos conmigo por este

tema y sean intolerantes por favor desechen
91
ISBN 978-987-45190-9-2
mi libro, solo he dado a conocer detalles de mi

vida y no quisiera que se sientan incómodos
por el prologo ya que el resto son cuentos y
relatos y no tienen estos temas, es que ya no
me interesa agradarles a todos, solo a los
despiertos, tolerantes y sobre todo los que
gustan repensar los temas. Por eso les
aconsejo que borren el PDF y se aparten a
refunfuñar en algún rincón solitario lejos de
los que piensan de otra manera.
n el primer tercio de mi vida no he pensado en
Dios, no tenía una orientación espiritual en mi
hogar y mis amigos más cercanos tampoco así
que fui un caminante sin ninguna fe aún
cuando a la distancia las instituciones
religiosas puedo comprobar como Dios me
mostraba todo y de todos los ángulos para que
elija, pero yo estaba en otras cosas más
superficiales, mis pensamientos no
escudriñaban los motivos y permitía que los
acontecimientos sigan fluyendo.
En mi segunda etapa fui un católico y también
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ISBN 978-987-45190-9-2
por momentos un judío fundamentalista no de

las costumbres pues no las conozco y oraba
en mi hogar, rezaba con algunas oraciones
existentes en el catolicismo o formadas por mí
en el momento, pero me mantenía lejos de las
instituciones religiosas. Fue la etapa donde
consideré que Dios era la representación y el
camino de lo bueno, recé y aún lo hago en su
nombre, para que las personas se liberen de
las más terribles situaciones y apoyándolos
espiritualmente.
En mi tercer etapa ha sido la más dura de
todas y descubrí algo que ha estado siempre
frente a mí, un pregunta y a la vez una
afirmación ¿Dios es omnipotente? Si, y al serlo
es el creador y responsable del bien y del mal,
de las sanaciones y de las pestes, de la
bondad y de la crueldad y comprendí que el
Mal no es antagonista de Dios sino una de sus
creaciones.
Cuando castiga tiene que tener la penalidad
cerca y no enviar a buscarla a otro lado.
Dios es todo, la caridad, la mezquindad, la
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maldad e inclusive el mal mismo, es una

pérdida de tiempo y un razonamiento
equivocado el esperar que Él destruya la
maldad por simple vocación de servicio ¿Por
qué lo haría, por qué actuaría en oposición a
su creación?
Dios el omnipotente, (si alguien dudan de esto

deberá considerase politeísta y lo respeto de
igual manera, crean en lo que quieran
mientras sean buenas personas)
En la etapa actual es continuación de la
anterior pero hallé la respuesta..
Para mi es omnipotente y es el creador de todo
lo que existe a ambos márgenes de la
existencia humana, pero el hombre es
responsable de lo que elige. “Esto es el libre
albedrío”.
Dios permite las calamidades y a la vez la

lucha de los hombres por la salud. Les daré
un ejemplo, el hombre creo por varias
intensiones o descuidos la pandemia del
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Covi19 y ahora quiere darle a Dios la labor de

destruirla, y jamás ocurrirá, Se tendrán que
hacer responsables los que las provocaron y el
resto de la humanidad presionarlos para que
arregle el desastre.
Los que estén ofendidos conmigo por este

tema y sean intolerantes por favor desechen
mi libro, solo he dado a conocer detalles de mi
vida y no quisiera que se sientan incómodos
por el prologo ya que el resto son cuentos y
relatos y no tienen estos temas, es que ya no
me interesa agradarles a todos, solo a los
despiertos, tolerantes y sobre todo los que
gustan repensar los temas. Por eso les
aconsejo que borren el PDF y se aparten a
refunfuñar en algún rincón solitario lejos de
los que piensan de otra manera.
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ISBN 978-987-45190-9-2
Datos del autor

Roberto Attias
Domiciliado en Fontana,
Chaco, Argentina
Escritor y fotógrafo de fauna
He recibido los siguientes
Reconocimientos: 253
80 en cuentos breves.
103 en poesías.
7 en fotografías.
63 especiales en educación y textos
Sus obras literarias
96
ISBN 978-987-45190-9-2
97
ISBN 978-987-45190-9-2
98

CUENTOS PATALCOS - Editado

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Libro N°15- Cuentos Patalcos (cuentos y relatos)

“Ediciones Roberto Attias”

Aviso Legal; Para dar cumplimiento con lo establecido en la Ley

Para realizar tapa/contratapa usé materiales cedidos gratuitamente

Este libro está dedicado a mi querido amigo de la

confluíamos en la pista San Martín, pero durante las

Todas las fotografías de donde aparece Hugo, fueron

Más fotos de Hugo y su familia

“Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como

1. Las distancias virtuales

A. Opinión. Paradoja cotidiana.

Soy un viajero de todos los tiempos a los que me

He sido un explorador de los placeres cotidianos

La sociedad fue mutando y de lo presencial

Este tiempo es más del aislamiento social al viaje

He evolucionado y todos los tiempos son mi

El vivir me trajo sorpresas y anhelos de conocer

aprender en línea tiene la virtud de la adicción

En la vorágine de las enseñanzas universitarias

Otros podrían pensar que he desperdiciado mi

lo que hice y también hacer una carrera

He vivido como un bohemio, me casé con la mujer

No ampliaré la parte económica porque no es

Escribir y fotografiar son mis hobby’s

Las distancias virtuales

Sin darme cuenta estaba en medio de un

Insistía en que me explique de donde era y se

conocimientos comunes para ti y los

donde permanecen y se desplazan a

Al espacio alrededor de ti lo llamaremos

Por un momento me arrepentí de haber

Quedé en silencio tratando de entender este

Al día siguiente en este tiempo mío, hizo que

al mirar el interior de la boca de Krishna.

Al fin pude apreciar la realidad abrumadora y

Al día siguiente nos volvimos a conectar y aún

 Pude darle largas al tema pero preferí

a ti, invisible a tu mirada y en un

Sé que ríe porque también lo estoy haciendo, y

 Estamos en la virtualidad y para llegar a

salir de él sin preámbulos, sin cambiar de

Era verdad lo que me decía, yo mismo no hago

 --Me despido de ti ahora, debo regresar a

Y con esto se desconectó del chat, de haber

conocidos sin encontrarla, abrumado por la

Creo que jamás estaré seguro si hice bien en

Aun así me dejó una ventanita abierta por

El cuento “Las distancias virtuales” se lo

Pasó por la casa de su vecino don Osvaldo al

Esa fue de inicio la circunstancia que los

que los animales a los que le habían

Por su parte Don Osvaldo, el guardián de los

Y así rodando de un empleo a otro, siempre de

donde estaban estampadas las imágenes con

Pero como es de comprender estos dos

docena de médicos y enfermeras, los

La comunidad tenía dos grupos bien

Pasó el tiempo y las edificaciones fueron

puertas, por su parte los nocturnos tenían las

Al comienzo, cuando obligados por las

En años después alguien pudo apreciar que

Las parejas de horarios mixtos se fueron

infinidades de excusas, si era por un familiar,