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HERNÁN CORTÉS

Conquistador español de México (Medellín, Badajoz, 1485 - Castilleja de la Cuesta, Sevilla,


1547). Procedente de una familia de hidalgos de Extremadura, Hernán Cortés estudió
brevemente en la Universidad de Salamanca. En 1504 pasó a las Indias recién descubiertas
por Colón y se estableció como escribano y terrateniente en La Española (Santo Domingo).
Participó en la expedición a Cuba de 1511 como secretario del gobernador Diego Velázquez,
con quien emparentó al casarse con su cuñada y que le nombró alcalde de la nueva ciudad
de Santiago.
En 1518 Diego Velázquez confió a Hernán Cortés el mando de una expedición a Yucatán; sin
embargo, el gobernador desconfiaba de Cortés, a quien ya había encarcelado en una
ocasión acusado de conspiración, y decidió relevarle del encargo antes de partir. Advertido
Cortés, aceleró la partida y se hizo a la mar antes de recibir la notificación (1519).

Hernán Cortés
Con once barcos, unos seiscientos hombres, 16 caballos y 14 piezas de artillería, Hernán
Cortés navegó desde Santiago a Cozumel y Tabasco; allí derrotó a los mayas y recibió -entre
otros regalos- a la india doña Marina, que le serviría como amante, consejera e intérprete
durante toda la campaña.
Desobedeciendo órdenes expresas del gobernador Velázquez, fundó en la costa del golfo de
México la ciudad de Villa Rica de la Veracruz. Allí tuvo noticias de la existencia del imperio
azteca en el interior, cuya capital se decía que guardaba grandes tesoros, y se aprestó a su
conquista.
Para evitar la tentación de regresar que amenazaba a muchos de sus hombres ante la
evidente inferioridad numérica, Hernán Cortés hundió sus naves en Veracruz. Logró la
alianza de algunos pueblos indígenas sometidos a los aztecas, como los toltecas y
tlaxcaltecas. Tras saquear Cholula, llegó a la capital azteca, Tenochtitlán, en donde fue
recibido pacíficamente por el emperador Moctezuma, que se declaró vasallo del rey de
Castilla. La posible identificación de los españoles con seres divinos y de Cortés con el
anunciado regreso del dios Quetzalcoátl favoreció quizá esta acogida a unos extranjeros que
enseguida se empezaron a comportarse como invasores ambiciosos y violentos.
Entonces tuvo que dejar la ciudad a su lugarteniente Alvarado, para hacer frente a las tropas
de Pánfilo de Narváez, enviadas por el gobernador Velázquez para castigar su rebeldía y
devolverle a Cuba; Cortés los derrotó en Cempoala y consiguió que se uniese a él la mayor
parte del contingente (1520). Cuando regresó a Tenochtitlán, encontró una gran agitación
indígena contra los españoles a causa de los ataques realizados a sus creencias y símbolos
religiosos y de la matanza de sus nobles por Alvarado para desbaratar una supuesta
conspiración. Hizo prisionero a Moctezuma e intentó que éste mediara para calmar a su
pueblo, sin lograr otra cosa que la muerte del emperador.
Finalmente, Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán en la llamada «Noche Triste»
(30 de junio de 1520), en la que su pequeño ejército resultó diezmado. Refugiado en
Tlaxcala, siguió luchando contra los aztecas -ahora bajo el mando de Cuauhtémoc-, a los
que derrotó en la batalla de Otumba; y, finalmente, cercó y tomó Tenochtitlán (1521).
Destruida la capital azteca, reconstruyó en el mismo lugar (una isla en el centro de un lago)
la ciudad española de México. Dominado el antiguo imperio azteca, lanzó expediciones hacia
el sur para anexionar los territorios de Yucatán, Honduras y Guatemala.
Los detalles de la conquista de México, así como los argumentos que justificaban las
decisiones de Hernán Cortés fueron expuestos en las cuatro Cartas de relación que envió al
rey. En 1522 fue nombrado gobernador y capitán general de Nueva España (nombre que
dieron los conquistadores al territorio mexicano). Sin embargo, la Corona española -ya en
manos de Carlos I- practicó una política de recorte de los poderes de los conquistadores,
para controlar más directamente las Indias; funcionarios reales aparecieron en México
enviados para compartir la autoridad de Cortés hasta que, en 1528, éste fue destituido y
enviado a la Península.
En España salió absuelto de todas las acusaciones e incluso fue nombrado marqués del
Valle de Oaxaca, además de conservar el cargo honorífico de capitán general, aunque sin
funciones gubernativas. De vuelta a México en 1530, todavía organizó algunas expediciones
de conquista, como las que incorporaron a México la Baja California (1533 y 1539).
Regresó nuevamente a España para intentar obtener mercedes de la Corona por los
servicios prestados, para lo cual llegó a participar en una expedición contra Argel en 1540;
pero sus reclamaciones nunca obtuvieron plena satisfacción. Se instaló en un pueblo
cercano a Sevilla, en donde reunió una tertulia literaria y humanística. El conquistador de
México, impulsado por un gran fervor religioso -aparte de la ambición de honores y riquezas
común a todos los conquistadores-, fue un hombre culto y con preocupaciones morales
inusuales en su entorno (como la de plantearse si era legítimo esclavizar a los indios).
FRANCISCO PIZARRO
(Trujillo, España, 1478-Lima, 1541) Conquistador español. Hijo natural del capitán Gonzalo
Pizarro, desde muy joven participó en las guerras locales entre señoríos y acompañó a su
padre en las guerras de Italia.
En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo
gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la
vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de
Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de
Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513).

Francisco Pizarro
Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor,
encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que
hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que
había amasado con la de Diego de Almagro para financiar dos expediciones de conquista
(1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos fracasos.
A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla del Gallo
con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece de la
fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que
denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la
existencia de una gran civilización. No obstante, ante la negativa del gobernador de Panamá
a conceder más hombres a Almagro, en 1529 Pizarro viajó a España a fin de exponer sus
planes al rey Carlos I, quien, en las capitulaciones de Toledo (26 de julio de 1529), lo nombró
gobernador, capitán general y adelantado de las nuevas tierras, designación real esta que
provocó el recelo y la frustración de Almagro.
De regreso en Panamá (1530), Pizarro preparó una nueva expedición de conquista, y en
enero de 1531 embarcó con un contingente de 180 hombres y 37 caballos hacia Perú.
Informado de la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpa con su hermanastro
Huáscar, el 16 de noviembre de 1532 el conquistador español se entrevistó en la ciudad de
Cajamarca con Atahualpa y, tras exhortarle sin éxito a que abrazase el cristianismo y se
sometiera a la autoridad de Carlos I, lo capturó en un sangriento ataque por sorpresa.
El inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una habitación a
cambio de su libertad, pero de nada le sirvió cumplir su parte del pacto, pues Pizarro,
reforzado por la llegada de Almagro al frente de un centenar de arcabuceros, acusó a
Atahualpa de haber ordenado el asesinato de Huáscar desde la prisión y de preparar una
revuelta contra los españoles y ordenó su ejecución, que se cumplió el 29 de agosto de
1533. A continuación se alió con la nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas
resistencia la conquista de Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de
1533), y nombrar emperador a Manco Cápac II, hermano de Huáscar.
Poco después, Pizarro y Almagro se enemistaron por la posesión de Cuzco, y si bien primero
unieron sus fuerzas para sofocar la rebelión indígena dirigida por Manco Cápac contra el
dominio español (1536), acabaron por enfrentarse abiertamente en la batalla de las Salinas,
en abril de 1538. Derrotado y prisionero, Almagro fue procesado, condenado a muerte y
ejecutado por Hernando Pizarro, hermano del conquistador (8 de julio de 1538).
La venganza de los partidarios de Almagro, liderados por su hijo, se produjo el 26 de junio de
1541, fecha en que Pizarro murió asesinado en su palacio de Lima, ciudad que él mismo
había fundado a orillas del río Rímac seis años antes.

DIEGO DE ALMAGRO
(Almagro, España, 1475 - Cuzco, actual Perú, 1538) Conquistador español, descubridor de
Chile. Los orígenes de Diego de Almagro son inciertos. Parece que fue hijo ilegítimo de Juan
de Montenegro y Elvira Gutiérréz, razón por la que adoptó el nombre de su ciudad natal
como apellido.

Diego de Almagro
En 1514 se enroló en la expedición a Panamá de Pedro Arias Dávila. En 1530 aparece
asociado a Pizarro, cuando éste se dirigió a Perú y conquistó, de manera sorprendente, el
Imperio Inca. Almagro permaneció en Panamá para reclutar hombres y conseguir
avituallamiento.
Los éxitos de Pizarro lo movieron a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta
propia, la conquista de nuevos territorios, lo que le fue denegado; no obstante, cuando llegó
a Perú, en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Pizarro, lo cual causó
fricciones entre ambos. Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia
Cuzco y tomaron la ciudad. La intromisión de Pedro de Alvarado se resolvió con el pago de
una indemnización a éste y su retirada, con lo que se evitó un conflicto.
Almagro se dedicó a partir de entonces a la exploración de los territorios del sur del Imperio
Inca, en el actual Chile, hasta el valle de Aconcagua. En 1535, el emperador Carlos I lo
recompensó con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado en
las tierras más allá del lago Titicaca.
A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad de Cuzco, por considerar que
pertenecía a su gobernación. Este hecho suscitó un sangriento enfrentamiento entre
almagristas y pizarristas que concluyó con la victoria de los hermanos Pizarro en la batalla de
las Salinas, en abril de 1538. Hecho prisionero, Almagro fue ejecutado el mes de julio de ese
mismo año.
Pedro de Valdivia
(La Serena, España, 1497-Tucapel, actual Chile, 1553) Conquistador y colonizador español.
Militar desde muy joven, participó en las campañas de Italia antes de pasar, en 1534, a
Venezuela, y desde allí a Perú. Aquí fue nombrado maestre de campo porFrancisco
Pizarro, a quien apoyó en sus disputas con Diego de Almagro en 1538. En este
contencioso participó en la batalla de Las Salinas, tras la cual Pizarro le otorgó una
encomienda en el valle de la Canela (Charcas) y una mina de plata en Porco, y le encargó la
conquista de Chile.

Pedro de Valdivia
Valdivia partió de Cuzco en 1540 al frente de 150 hombres y llegó a Chile, donde exploró los
valles del Copiapó, el Coquimbo y el Mapocho. Aquí fundó en febrero de 1541 Santiago de la
Nueva Extremadura, que le sirvió de base para la exploración y conquista del resto del
territorio.
Sin embargo, poco tiempo después, aprovechando una expedición punitiva de Valdivia a
Cachapoal, los indígenas de Aconcagua destruyeron Santiago, que no tardó en ser
reconstruida. Prosiguió sus exploraciones y en 1544 fundó la ciudad de La Serena, en el
valle de Coquimbo, para facilitar las comunicaciones con Perú.
Después de solicitar sin éxito a Perú y a la corte recursos para continuar con la exploración,
se presentó en Lima en 1547. Allí intervino en las guerras civiles al lado del partido del virrey
y fue ratificado en su cargo de gobernador de Chile en 1549. En permanente lucha con los
araucanos, se dedicó a partir de entonces a reorganizar las poblaciones destruidas por los
indígenas, emprendió nuevas expediciones y fundó otras ciudades, entre ellas Concepción
(1550) y Valdivia (1552).
Cuando la resistencia indígena parecía sofocada, Caupolicán y Lautaro acaudillaron una
sublevación araucana. Pedro de Valdivia, sorprendido por los indios en Tucapel, murió en
combate el día de Navidad de 1553.

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