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Módulo 2 Funcionarios.

Otras soluciones preventivas

4.1- Funcionarios del concurso. Sindicatura

Hemos visto la complejidad y la multiplicidad de intereses que se entrelazan en el proceso concursal,


como también desarrollamos los principales rasgos del mismo. Pero el órgano jurisdiccional no podría
actuar plenamente la ley concursal sin el auxilio de funcionarios concursales.

Y el funcionario más importante y destacado por la profusa actividad que le encomienda la ley
concursal es el SÍNDICO CONCURSAL.

4.1.1- Naturaleza de su función.

Con relación a la naturaleza de la función del síndico en el proceso concursal, la discusión parece haber
llegado a su momento culmine a partir del precedente “Amiano” resuelto por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación. En este precedente, el Alto Tribunal se inscribe en la corriente de opinión que
caracteriza al síndico como un órgano del concurso cuyas atribuciones, legitimación y responsabilidades
son conferidas por la ley.

Como lógica derivación de lo expuesto se deduce el natural descarte de las teorías “representativa” de
los acreedores y de la función “pública”.

Los síndicos de los pañeros, 1662.( REMBRANDT)

En la actualidad se ha desechado la idea de que el síndico sea un representante, pues tal noción es
insuficiente para explicar su condición. Tal tesis ha sido superada, pues ya no se discute que el síndico
no recibe sus facultades ni de los acreedores, ni del deudor, en tanto la función que ejerce le ha sido
asignada por la ley, por lo que no puede sostenerse válidamente que actúe en interés directo de unos u
otros sino en aras del cumplimiento de las finalidades del proceso concursal. Tampoco es un
funcionario público, la naturaleza del vínculo con el Estado Nacional resulta insuficiente para
adjudicarle tal rango.

Desde esta perspectiva, la estructura organicista de la sindicatura es la que mejor expresa técnicamente
los distintos planos de la actividad del síndico en el desenvolvimiento del proceso concursal.

El síndico del concurso no constituye un órgano mediante el cual el Estado exterioriza sus potestades y
voluntad, sino un sujeto auxiliar de la justicia, cuya actividad en el proceso colectivo se desarrolla con
autonomía, sin subordinación jerárquica, y en base a la idoneidad técnica que deriva de su título
profesional. Sus funciones están determinadas por la ley respectiva tanto en interés del deudor, como
de los acreedores y del proceso colectivo en general. (CSJN, Amiano, Marcelo Eduardo y otro c/ ‐E. N. ‐
M° de Justicia‐ y otro s/ proceso de conocimiento. 04/11/2003, T. 326, P. 4445).
4.1.2- Designación.

El art. 253 establece las pautas a seguir para designar a los síndicos:

1) Podrán inscribirse para aspirar a actuar como síndicos concursales los:

a) contadores públicos con una antigüedad mínima en la matrícula de CINCO (5) años; y estudios de
contadores que cuenten entre sus miembros con mayoría de profesionales con un mínimo de CINCO (5)
años de antigüedad en la matrícula. No es un cargo de libre acceso para cualquier profesional de
ciencias económicas. En el originario proyecto de ley 24.522 enviado por el Poder Ejecutivo Nacional se
preveía que los abogados también podían ser síndicos, pero dicha posibilidad fue modificada en el
Senado.

b) Los integrantes de los estudios al tiempo de la inscripción no pueden a su vez inscribirse como
profesionales independientes.

c) Se tomarán en cuenta los antecedentes profesionales y académicos, experiencia en el ejercicio de la


sindicatura, y se otorgará preferencia a quienes posean títulos universitarios de especialización en
sindicatura concursal, agrupando a los candidatos de acuerdo a todo estos antecedentes.

2) Cada 4 años la Cámara de Apelación correspondiente forma DOS (2) listas, la primera de ellas
correspondientes a la categoría A, integrada por estudios, y la segunda, categoría B, integrada
exclusivamente por profesionales; en conjunto deben contener una cantidad no inferior a QUINCE (15)
síndicos por Juzgado, con DIEZ (10) suplentes, los que pueden ser reinscriptos indefinidamente.
Rouillon entiende que la distinción entre concursos a los que corresponde la designación de una u otra
categoría no depende de las pautas contenidas para los pequeños concursos preventivos, sino que en la
complejidad y magnitud de la causa. Sin embargo, el principio general en la práctica es que los síndicos
categoría B son designados en los pequeños concursos preventivos, y los A en los grandes concursos. El
juez en la sentencia de apertura del concurso (art.14inc.2 LCQ) y en la de quiebra (art.88 inc.11° LCQ)
determina la categoría de síndico a sortear.

3) La Cámara puede prescindir de las categorías a que se refiere el inciso anterior en los juzgados con
competencia sobre territorio cuya población fuere inferior a DOSCIENTOS MIL (200.000) habitantes de
acuerdo al último censo nacional de población y vivienda.

4) Las designaciones a realizar dentro los CUATRO (4) años referidos se efectúan por el juez, por sorteo,
computándose separadamente los concursos preventivos y las quiebras.

5) El sorteo será público y se hará entre los integrantes de una de las listas, de acuerdo a la complejidad
y magnitud del concurso de que se trate, clasificando los procesos en A y B. La decisión la adopta el juez
en el auto de apertura del concurso o de declaración de quiebra. La decisión es inapelable.

6) El designado sale de la lista hasta tanto hayan actuado todos los candidatos.

7) El síndico designado en un concurso preventivo actúa en la quiebra que se decrete como


consecuencia de la frustración del concurso, pero no en la que se decrete como consecuencia del
incumplimiento del acuerdo preventivo. Esta regla ha creado conflicto interpretativo con el art.64 in
fine. Se ha interpretado que el art.64, en cuanto mantiene el órgano concursal, se aplica se aplica a los
pequeños concursos preventivos en los que el síndico actúa como controlador del acuerdo pues no cesa
en sus funciones. En cambio, en los casos de gran concurso preventivo, el cese de la actuación de la
sindicatura (art.59) impone la designación de un nuevo síndico.

8) Los suplentes se incorporan a la lista de titulares cuando uno de éstos cesa en sus funciones.

9) Los suplentes actúan también durante las licencias. En este supuesto cesan cuando éstas concluyen.
10) Sindicatura plural. El juez puede designar más de UN (1) síndico cuando lo requiera el volumen y
complejidad del proceso, mediante resolución fundada que también contenga el régimen de
coordinación de la sindicatura. Igualmente podrá integrar pluralmente una sindicatura originariamente
individual, incorporando síndicos de la misma u otra categoría, cuando por el conocimiento posterior
relativo a la complejidad o magnitud del proceso, advirtiera que el mismo debía ser calificado en otra
categoría de mayor complejidad. En este sentido, Rivera y Martorell recuerdan casos como El Hogar
Obrero, donde la cantidad de acreedores ascendía a 300.000, por ello la facultad de nombrar a más de
un estudio.

4.1.3- Funciones.

ACTUACIÓN DEL SÍNDICO EN EL CONCURSO PREVENTIVO

El síndico debe velar porque los actos del deudor no alteren la par condicio creditorum. Si bien la
defensa propia en el proceso no es, por sí misma, un acto de disposición del derecho, sin embargo, los
efectos de una defensa incompleta o mal llevada pueden ser prácticamente iguales a los de un acto de
disposición.

El sentido de esa participación es, precisamente, que el concurso mantenga a través del síndico un
control sobre los actos dispositivos procesales del deudor, que por cumplirse en juicios materialmente
no atraídos no es posible que lo ejerzan ni el juez de comercio ni los acreedores concurrentes distintos
del actor.

El concursado no pierde la legitimación para actuar. Por ello, no tiene legitimación ni siquiera
adhesivamente, y menos en el carácter de "parte". Y no es parte porque su actuación no viene dada por
razón de su propio interés, sino que resulta impuesta por la ley en su carácter de órgano del concurso.
Más correcto es decir que el síndico cumple una función de orden procesal, de tipo controlante.

No puede realizar ningún acto de disposición del objeto procesal en los juicios no atraídos, ni asumir
una defensa del concursado.

El síndico tiene un poder de denuncia sobre los actos procesales del deudor que pudieran alterar la par
condicio creditorum o que desmedren el activo que puede ser ejercido:

a) ante el juez que entiende en la causa no atraída, para que quede advertido de la situación a los fines
de sentenciar;

b) ante el juez del concurso, a los fines de la aplicación del art. 17 CQ.;

c) ante el juez del concurso, con ocasión de la elaboración del informe del art. 56 LCQ.

Si el concursado cumple en los juicios no atraídos actos procesales que pudieran considerarse de
administración extraordinaria (art. 16) tales como allanarse, desistir o transigir con referencia a bienes
registrables, disposición o locación de fondo de comercio, etc., necesita la autorización del juez del
concurso correspondiente.
Se mencionan como funciones propias del concurso preventivo:

1. Vigilancia y control de la administración del patrimonio del deudor

2. Colaboración en el desenvolvimiento del proceso, por ej.: envío de cartas certificadas; diligenciando
los oficios pertinentes en los registros respectivos a los fines de asegurar el patrimonio prenda común

3. Las funciones propias en la verificación de créditos

4. Sus funciones durante la el desarrollo del acuerdo, en la impugnación, en la homologación, etc.

EN LA QUIEBRA: las principales funciones se relacionan con:

a) Administración, conservación y custodia del patrimonio del fallido.

b) Liquidación del patrimonio. En este sentido, cabe recordar lo dispuesto por el art.203 LCQ cuando
expresa que “la realización de bienes se hace por el síndico...”.Esto de manera general, pues en
particular se verán las distintas funciones que posee ya sea en la continuación de la empresa, en las
acciones de recomposición patrimonial, en la confección de los proyectos de distribución e informe
final, etc.

4.1.4- Capacidad

El art.275 in fine establece:

El síndico es parte en el proceso principal, en todos sus incidentes y en los demás juicios de carácter
patrimonial en los que sea parte el concursado, salvo los que deriven de relaciones de familia en la
medida dispuesta por esta ley.

Asu vez el art. 110 primera parte establece:

Legitimación procesal del fallido. El fallido pierde la legitimación procesal en todo litigio referido a los
bienes desapoderados, debiendo actuar en ellos el síndico.

No cabe duda que en el concurso preventivo y en la quiebra como proceso principal tienen plena
legitimación para la postulación procesal pertinente destinadas a cumplir la finalidad de cada uno de
ellos. Además, posee legitimación respecto de los incidentes concursales y procesos individuales en la
quiebra, donde se acentúan sus posibilidades de actuación. En los incidentes del concurso preventivo,
su intervención es limitada y se afirma que el síndico produce un informe como en el caso de las
verificaciones tempestivas. En doctrina se discute si tiene legitimación para iniciar incidentes de revisión
de créditos, y la doctrina mayoritaria se pronuncia a favor de tal posibilidad.

La ley 26.086 le ha dado el carácter de “parte necesaria” en los juicios de contenido patrimonial que
ahora siguen tramitando ante el juez natural. Rápidamente la doctrina ha dicho que tal definición no
debe ser asimilada a la conceptualización que desde la doctrina procesalista lo hace respecto a parte,
sino que es más limitada.
4.1.5- Indelegabilidad de funciones

Varios son los caracteres que posee la actuación de la sindicatura, uno de los más importantes es el de
la indelegabilidad, o sea, la imposibilidad de sustitución de las funciones para la cual ha sido designado.
La dedicación que requieren cada uno de los procesos concursales, por la importancia de las cuestiones
económicas e intereses en juego, imponen la igualdad de atención de todos los juicios más allá de su
dimensión retributiva. Ello genera además la responsabilidad en el ejercicio de su función, que sólo se
logra con el ejercicio indelegable del cargo.

Nótese que este rasgo es común a todos los funcionarios del concurso.

ARTÍCULO 252.‐ Indelegabilidad de funciones. Las atribuciones conferidas por esta ley a cada
funcionario, son indelegables, sin perjuicio del desempeño de los empleados.

Además son excluyentes de la actuación del deudor y de los acreedores, salvo en los casos en que
expresamente se prevé su participación individual y el derecho que éstos tienen de efectuar denuncias
sobre la actuación de los funcionarios.

Asimismo, en el segundo párrafo del art.252 LCQ se fija a favor de la sindicatura la sustitución de
facultades respecto de los acreedores y del deudor, salvo por supuesto en aquellas funciones que la
misma ley le reconoce, por supuesto, el poder de denuncia que éstos tienen respecto de la actuación
de los funcionarios.

Además, y como carácter anexo, se suma la irrenunciabilidad en el cargo. Esto se ha establecido a los
fines de evitar la renuncia de los síndicos en aquellas quiebras con poco o nulo activo, de manera tal
que se ven reducidos sus emolumentos. El ejercicio de la función de la sindicatura es una carga, y el
profesional que se inscribe voluntariamente en un listado para coadyuvar en la tarea concursal debe
saber que se encontrará con quiebra sin activos incluso sin los necesarios para cubrir sus emolumentos.
Expresa el dispositivo legal:

ARTICULO 255 1º y 2º párrafo LCQ. Irrenunciabilidad. El profesional o el estudio incluido en la lista a


que se refiere el Artículo 253 no puede renunciar a las designaciones que le correspondan, salvo causa
grave que impida su desempeño.

La renuncia comprende la totalidad de las sindicaturas en que el funcionario actúe y debe ser juzgada
por la Cámara de Apelaciones con criterio restrictivo. El renunciante debe seguir en sus funciones hasta
la aceptación del cargo por el reemplazante.

“La falta de percepción de honorarios del síndico no justifica el incumplimiento de sus deberes ‐en el
caso, se le impuso multa por incumplir medidas de indagación del patrimonio del fallido‐ pues integrar
voluntariamente los listados de síndicos de un juzgado del fuero mercantil torna previsible la
posibilidad de ser designado en procesos sin activo por realizar en el cual no se reciba emolumentos.
Tribunal: CNCom., sala D, 01/10/2001, Mahlknecht, Leo F. s/quiebra s/incidente de apelación en: LA LEY
2002‐B, 540”.

Por supuesto que todos estos caracteres que venimos desarrollando respecto del síndico y la particular
naturaleza de sus funciones determinan que su misión sea remunerada (luego veremos cómo se
determinan sus honorarios).
4.1.6- Actuación personal

ARTÍCULO 258.‐ Actuación personal. Alcance. El síndico debe actuar personalmente. Cuando se trate de
estudios éstos deberán indicar en cada concurso en que actúen cuál o cuáles de sus profesionales
integrantes asume el deber de actuar personalmente. El indicado no podrá ser reemplazado salvo causa
justificada, admitida como tal por el juez. La actuación personal se extiende aun cuando deban
cumplirse actos fuera de la jurisdicción del tribunal.

Si no existen fondos para atender a los gastos de traslado y estadías o si media otra causa justificada, se
requiere su comisión al agente fiscal de la respectiva jurisdicción, por medio de rogatoria al juez que
corresponda. Sin embargo, el juez puede autorizar al síndico para que designe apoderado con cargo a
gastos del concurso, a los fines de su desempeño en actuaciones que tramitan fuera de su tribunal.

Rouillon expresa que la carga de actuar en forma personal se debió a una corruptela que se producía
con la delegación o apoderamiento que efectuaba el síndico en otros profesionales. De ahí que las
presentaciones y demás actos procesales deberán estar rubricados por el síndico, sin perjuicio de la
posibilidad de que sea asesorado por profesional en derecho.( Rouillon, A.N., “Régimen de Concursos y
Quiebras. Ley 24.522”. Buenos Aires. Astrea, p. 364)

La norma admite excepciones:

• En casos de estudios de contadores, se puede designar a un profesional integrante de aquel para que
actúe personalmente.

• Cuando no existen fondos se puede requerir la comisión de un agente fiscal de la respectiva


jurisdicción donde se debe realizar actos procesales.

• También puede el juez autorizar la designación de un letrado a los fines de desempeño en otra
jurisdicción y sus gastos serán considerados como gastos del concurso.

4.1.7- Deberes y facultades.

En el plano funcional, y de conformidad con lo dispuesto por el art. 275: “Compete al síndico efectuar
las peticiones necesarias para la rápida tramitación de la causa, la averiguación de la situación
patrimonial del concursado, los hechos que puedan haber incidido en ella y la determinación de sus
responsables”.

A tal fin tiene, entre otras, las siguientes facultades:

1) Librar toda cédula y oficios ordenados, excepto los que se dirijan al presidente de la Nación,
gobernadores, ministros y secretarios de Estado, funcionarios de análoga jerarquía y magistrados
judiciales;

2) Solicitar directamente informes a entidades públicas y privadas. En caso que el requerido entienda
improcedente la solicitud, debe pedir al juez se la deje sin efecto, dentro del quinto día de recibida;

3) Requerir del concursado o terceros las explicaciones que estime pertinentes. En caso de negativa o
resistencia de los interpelados, puede solicitar al juez la aplicación de los artículos 17, 103 y 274, inciso
1º;

4) Examinar, sin necesidad de autorización judicial alguna, los expedientes judiciales o extrajudiciales
donde se ventile una cuestión patrimonial del concursado o vinculada directamente con ella;

5) Expedir certificados de prestación de servicios de los dependientes, destinados a la presentación


ante los organismos de seguridad social, según constancias de la contabilidad;
6) En general, solicitar todas las medidas dispuestas por esta ley y otras que sean procedentes a los
fines indicados;

7) Durante el período de verificación de créditos y hasta la presentación del informe individual, debe
tener oficina abierta al público en los horarios que determine la reglamentación que al efecto dictará la
Cámara de Apelaciones respectiva;

8) El síndico debe dar recibo con fecha y hora bajo su firma o de la persona autorizada expresamente en
el expediente, de todo escrito que le sea presentado en su oficina durante el período de verificación de
créditos y hasta la presentación del informe individual, el que se extenderá en una copia del mismo
escrito;

La disposición transcripta que enumera genéricamente las facultades y deberes del funcionario, debe
complementarse con el art. 142 que regula la legitimación del síndico para actuar en el marco de las
relaciones jurídicas patrimoniales trabadas por el deudor, preexistentes a la quiebra.

La correlación normativa continúa con las previsiones contenidas en los art. 251 y sgtes., y además es
amplísima la regulación normativa de su ejercicio funcional a lo largo de la ley 24.522.

Como es posible advertir sin dificultad, el síndico constituye la pieza maestra del proceso concursal y su
actuación adquiere especial gravitación no sólo en el correcto desarrollo del trámite, sino también en el
cumplimiento de los principios rectores que gobiernan la legislación concursal.

La misión del síndico en el concurso asume un rol decisivo en cuestiones centrales del trámite, como
por ejemplo, suministrando el informe individual en la etapa de verificación de los créditos; informando
sobre la viabilidad de la continuación de la explotación de la empresa fallida, ejercitando las acciones de
recomposición patrimonial, participando de la elaboración del informe final y proyecto de distribución
de fondos; presentando el informe general; liderando la gestión del trámite liquidativo en la quiebra;
encargándose de la incautación, conservación y administración de los bienes del deudor fallido, etc.

4.1.8- Asesoramiento profesional.

El art.257 autoriza al síndico a designar profesionales cuando la materia exceda su competencia como
así también el nombramiento de asesores letrados. En todos los casos, los honorarios de los
profesionales que contrate serán a cargo de la sindicatura.

Este sistema implicó un profundo cambio respecto de lo acontecido con el régimen de la ley 19.551, en
donde estos honorarios no estaban a cargo del síndico.

Las excepciones vendrían a darse:

I. Cuando requirió autorización judicial previa (art.258 in fine).

II. Cuando el juez mediante resolución fundada los encuadre dentro de los gastos del concurso porque
la actuación de aquel profesional fue necesaria y útil para el conjunto de acreedores.
4.1.9- Causales de remoción

Las causales de remoción de la sindicatura están reguladas en el art.255 2º parte, y ellas son:

i) Negligencia,

ii) Falta grave y

iii) Mal desempeño del cargo.

Estas situaciones son evaluadas en cada caso en concreto por el juez concursal.

Martorell resume algunos de los criterios jurisprudenciales en la materia:

1) inactividad procesal, 2) actuación en beneficio personal y no del concurso, 3) falta de estudio en las
problemas que se presentan en el concurso, 4) delegación de funciones, 5) desconocimiento de la ley,
traducid en aconsejar verificar créditos a acreedores no insinuados, 6) no contestación de
requerimiento del tribunal, 7) efectuar pagos indebidos, 8) efectuar negociaciones incompatibles con su
cargo, 8) no deducir las acciones de responsabilidad, 9) invertir los fondos del concurso en operaciones
de riesgo, etc.

También es posible que el juez aplique otras sanciones prevista por la misma ley:

i) Apercibimientos o

ii) Multas hasta el equivalente a la remuneración mensual de un juez de primera instancia.

Se debe tener en cuenta que:

I. Las sanciones no se acumulan, unas excluyen a las otras. O sea ante hechos reprochables a la
sindicatura el juez deberá graduar la sanción de acuerdo a su gravedad.

II. Debe existir proporcionalidad en las sanciones respecto de las faltas cometidas. A falta leve sanciones
leves y viceversa.

III. No pueden aplicarse sanciones retroactivamente, esto es, se debe sancionar al síndico por el hecho
actual, los pasados no sancionados no pueden reflotarse contemporáneamente.

IV. Si bien no existe la suspensión provisoria, se puede acceder a la misma con utilidad frente a casos de
incompatibilidad momentánea en el cargo. Por ejemplo: al síndico denunciado por la presunta comisión
de un hecho delictivo en otro concurso, se lo puede suspender designando un suplente mientras se
resuelve la situación; o bien, mientras se siga sustanciando la remoción.

Los que pueden plantear la remoción son:

I. El deudor

II. Los acreedores

III. O el juez de oficio

En los dos primeros casos se aconseja la formación de un incidente donde se le confiere participación al
denunciado para asegurar su derecho de defensa. Sin embargo, si la falta es de una gravedad
importante, el juez lo sancionará de oficio y el síndico podrá acceder a la revisión de la sanción a través
de la apelación de la medida.
Efectos de la remoción:

a) pérdida del cargo en el concurso en el cual se cometió la falta y en todos los concursos en los cuales
está interviniendo

b) inhabilitación fijada por el juez que lo remueve con tope mínimo de 4 años y un máximo de 10 años

c) una reducción en los honorarios a cobrar que varía entre el 30% y el 50%, salvo que exista dolo en el
actuar antijurídico del síndico, caso en el cual se puede superar aquel porcentaje.

4.1.10- Informe individual.

La previsión legal contenida en el art. 35 regula uno de los acontecimientos más importantes que está
presente en la determinación del pasivo concursal, y que tiene al síndico como protagonista.

En efecto, según la norma mencionada, vencido el plazo para la formulación de observaciones por parte
del deudor y los acreedores, en el plazo de veinte días, el síndico deberá redactar un informe sobre
cada solicitud de verificación en particular, el que deberá ser presentado al juzgado. En ese informe el
funcionario debe consignar el nombre completo de cada acreedor, su domicilio real y el constituido,
monto y causa del crédito, privilegio y garantías invocados; además, debe reseñar la información
obtenida, las observaciones que hubieran recibido las solicitudes, por parte del deudor y de los
acreedores, y expresar respecto de cada crédito, opinión fundada sobre la procedencia de la
verificación del crédito y el privilegio.

También debe acompañar una copia, que se glosa al legajo a que se refiere el artículo 279, la cual debe
quedar a disposición permanente de los interesados para su examen, y copia de los legajos.

De este modo, la verificación de créditos está cuidadosamente regulada en la ley concursal con un
procedimiento que asegura las garantías de las partes involucradas. Por ende, quienes se pretendan
acreedores y deseen participar en el concurso deben cumplir con la carga de pedir su verificación al
síndico “indicando monto, causa y privilegios” y al mismo tiempo el funcionario de concurso debe llevar
a cabo las investigaciones necesarias que le permitan cumplir con su trascendental función de aconsejar
al juez sobre la legitimidad o ilegitimidad de cada pretensión, fundando acabadamente su opinión (arts.
33 a 35, LCQ).

El informe individual debe ser minucioso (art. 35, LCQ) y adquiere en la etapa instructiva un valor
semejante a la propia resolución verificatoria, aún cuando el consejo del síndico no sea seguido por el
magistrado en la ocasión prevista por el art. 36 LCQ.

No puede sostenerse que los créditos que oportunamente se presentaron a verificar, y no aconsejada
por el síndico la verificación en su informe individual, se encontraban implícitamente rechazados por no
mediar resolución del magistrado interviniente. Si así se admitiera, la decisión carecería de sustento
jurídico‐legal válido, ya que no se encontraría fundada, lo que la tornaría viciada por no ajustarse a la
ley ritual.
4.1.11- Informe general.

Se ha dicho que el informe general es una pieza fundamental dentro del procedimiento, pues nos
permite conocer el pasado, presente y futuro del deudor concursado o fallido.
Es el elemento informativo más importante para descifrar la situación patrimonial del deudor.
ARTICULO 39: Oportunidad y contenido. Treinta (30) días después de presentado el informe individual
de los créditos, el síndico debe presentar un informe general, el que contiene:

1) El análisis de las causas del desequilibrio económico del deudor.


Aquí se enjuicia la conducta empresaria concreta llevada a cabo por el concursado o fallido, analizando
la rentabilidad concreta, los gastos y sus relaciones con los ingresos, etc.

2) La composición actualizada y detallada del activo, con la estimación de los valores probables de
realización de cada rubro, incluyendo intangibles.
Este inciso fue modificad en forma coordinada con el art.48 LCQ por la ley 25.589 a los fines de poder
brindar más datos al juez al momento de efectuar la valuación de la empresa.

3) La composición del pasivo, que incluye también, como previsión, detalle de los créditos que el
deudor denunciara en su presentación y que no se hubieren presentado a verificar, así como los demás
que resulten de la contabilidad o de otros elementos de juicio verosímiles.

4) Enumeración de los libros de contabilidad, con dictamen sobre la regularidad, las deficiencias que se
hubieran observado, y el cumplimiento de los artículos 43, 44 y 51 del Código de Comercio.

5) La referencia sobre las inscripciones del deudor en los registros correspondientes y, en caso de
sociedades, sobre las del contrato social y sus modificaciones, indicando el nombre y domicilio de los
administradores y socios con responsabilidad ilimitada.

6) La expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos, hechos y circunstancias que


fundamenten el dictamen.
La sindicatura está en mejores condiciones para fundamentar este dato. Será fundamental sobre todo
en caso de quiebra, por la determinación de la fecha de retroacción.

7) En caso de sociedades, debe informar si los socios realizaron regularmente sus aportes, y si existe
responsabilidad patrimonial que se les pueda imputar por su actuación en tal carácter.

8) La enumeración concreta de los actos que se consideren susceptibles de ser revocados, según lo
disponen los artículos 118 y 119.

9) Opinión fundada respecto del agrupamiento y clasificación que el deudor hubiere efectuado respecto
de los acreedores.

10) Deberá informar, si el deudor resulta pasible del trámite legal prevenido por el Capítulo III de la ley
25.156, por encontrarse comprendido en el artículo 8° de dicha norma

Este es el contenido mínimo indispensable que debe contener este informe que viene a significar una
radiografía panorámica de las causas del estado patrimonial de crisis, como así también de las
soluciones que se vislumbran en el caso del concurso preventivo y de las perspectivas de cobro en caso
de quiebra (art.200 in fine).
En la sentencia de apertura del concurso o de declaración de quiebra, el juez fija el plazo para la
presentación, que debe producirse con posterioridad a los informes individuales y de la sentencia de
verificación. Si la sindicatura no cumple en tiempo, puede ser objeto de sanciones.
Por ser equivalente a un informe técnico, el juez para apartarse de sus razones deberá aportar razones
de peso e importancia provenientes del conocimiento del concursamiento y de otros datos concretos
de la causa.
4.2- Otros funcionarios del concurso.

4.2.1- Comité de control.

En el extenso artículo 260 LCQ se regula el instituto del Comité de Control, tal la nueva denominación
que le ha dado la ley 26.684.

ARTICULO 260.‐ Controlador. Comité de control. El comité provisorio de control en el concurso es un


órgano de información y consejo. El comité definitivo es el controlador necesario en la etapa del
cumplimiento del acuerdo preventivo, y en la liquidación en la quiebra. Sus integrantes son elegidos por
los acreedores por mayoría de capital, y el comité debe ser integrado por un número mínimo de tres (3)
acreedores. Asimismo, debe ser integrado por los representantes de los trabajadores, elegidos por los
trabajadores de la concursada o fallida. La propuesta de acuerdo preventivo debe incluir la
conformación y constitución del comité definitivo de control. El comité constituido para controlar el
cumplimiento del acuerdo mantiene sus funciones en caso de declaración de quiebra como
consecuencia de incumplimiento del acuerdo.

El comité, provisorio o definitivo, en el concurso tiene amplias facultades de información y consejo.


Puede requerir información al síndico y al concursado; exigir la exhibición de libros; registros legales y
contables; proponer planes de custodia y conservación del patrimonio del concursado; solicitar
audiencias ante el juez interviniente, y cuanta otra medida considere conveniente en la etapa procesal
de su actuación. En la etapa de liquidación en la quiebra el comité puede proponer medidas, sugerir a
quién debe designarse para efectuar la enajenación de los activos o parte de ellos, fundando su
proposición en razones de conveniencia para la mejor realización de los bienes; exigir información a los
funcionarios del concurso; solicitar audiencias al juez interviniente y cuanta otra medida considere
conveniente en la etapa procesal de su actuación.

Debe informar de su gestión a los acreedores y a los trabajadores de la concursada o fallida con la
periodicidad que se indique en el acuerdo, la que no deberá ser inferior a cuatro (4) meses, y
mensualmente en la quiebra, confeccionando y colocando a disposición de los mismos el informe en el
domicilio que a tal efecto constituyan en el expediente.

El comité deberá emitir opinión para el levantamiento de la inhibición de quien estuviere en etapa de
cumplimiento del acuerdo preventivo, en los casos en que ello fuere necesario en los términos del
artículo 60.

La remuneración del comité, si se previera ésta, estará regulada en el acuerdo. En caso de quiebra, será
fijada por el juez teniendo en cuenta la naturaleza y extensión de las funciones cumplidas.

El comité provisorio, previsto en el artículo 14, inciso 13, cumplirá funciones informativas y de control
en el trámite de acuerdo preventivo hasta su sustitución por el comité de control conformado en el
acuerdo. Durante su desempeño tendrá las facultades previstas en el párrafo segundo, primera parte
del presente artículo.

Contratación de asesores profesionales. El comité de control podrá contratar profesionales abogados,


contadores, auditores, evaluadores, estimadores, tasadores y cualquier otro que considere
conveniente, para que lo asista en su tarea con cargo a los gastos del concurso. La remuneración de
dichos profesionales será fijada por el juez al momento de homologación del acuerdo, del
cumplimiento del acuerdo preventivo, o de la finalización de la liquidación —según haya sido el caso de
la actuación de dichos profesionales— en relación con el desempeño cumplido y la labor realizada, no
pudiendo resultar dicha remuneración, en su conjunto para todos los intervinientes, superior al medio
por ciento (0,50%) del monto de los créditos de los que resulten titulares los miembros del comité, ni
inferior a un sueldo de secretario de primera instancia de la jurisdicción en que tramite el concurso o
quiebra.
Remoción. Sustitución. La remoción de los integrantes del comité de control se rige por lo dispuesto en
el artículo 255. Sin perjuicio de ello, sus integrantes podrán ser sustituidos en cualquier oportunidad
por los acreedores, bajo el mismo régimen de mayorías de su designación, excepto los representantes
de los trabajadores, que podrán ser sustituidos en cualquier oportunidad por el mismo procedimiento
por el que fueron electos.

(Artículo sustituido por art. 31 de la Ley Nº 26.684 B.O. 30/06/2011)

Es un órgano concursal, integrado por tres acreedores (o sea colegiado, con toma de decisiones
deliberativas) y por representantes de los trabajadores de la fallida o concursada, elegidos por ellos
mismos y cuya función principal consistirá en la vigilancia, consejo y contralor de los acontecimientos
que se sucedan en el proceso concursal en defensa de los intereses de los acreedores. Tiene amplia
legitimación para solicitar al síndico o al juez concursal todo tipo de información.

Su constitución es necesaria solo en los “grandes concursos preventivos o quiebras”, prescindiéndose


de ellos en los pequeños concursos.

Se expresa que existen cuatro comités de acreedores:

I. El inciso 11 del art.14 (texto según ley 26.684) le impone al juez la necesidad de la designación de este
Comité de Control, nombrando para ello a los tres acreedores quirografarios de mayor monto. La ley
26.086 modificó este inciso y no se encontraba esta figura. La doctrina había entendido que fue un
error o inadvertencia del legislador y aconseja su designación, pues por ejemplo, en el caso del art.16
LCQ deberá contar con este Comité para saber su opinión. Por ello, la ley 26.684 lo ha previsto
expresamente, tal como vimos oportunamente.

II. El art.42 establece la constitución de un segundo Comité provisorio designado a los acreedores de
mayor monto de cada categoría y dos nuevos representantes de los trabajadores, que se incorporarán
al ya electo conforme el art.14 inc. 13º LCQ Se faculta al juez concursal para reducir el número de
representantes de los trabajadores cuando la nómina de trabajadores así lo justifique. Asimismo, a
partir de este momento cesan los representantes de los acreedores en este Comité.

III. El art.45 le impone al deudor la conformación de un comité de contralor del acuerdo. Sólo se faculta
al deudor para conformar los integrantes que van a representar a los acreedores, manteniéndose los
representantes de los trabajadores.

IV. En caso de quiebra, este último comité seguirá su actuación. En los otros supuestos de quiebra
directa, son designados por los acreedores. El art.201 LCQ (texto según ley 26.684) ha establecido que
dentro de los diez (10) días contados a partir de la resolución del artículo 36, el síndico debe promover
la constitución del comité de control que actuará como controlador de la etapa liquidatoria. A tal efecto
cursará comunicación escrita a la totalidad de los trabajadores que integren la planta de personal de la
empresa y a los acreedores verificados y declarados admisibles, con el objeto que, por mayoría de
capital designen los integrantes del comité.

Se les aplica el mismo régimen de remoción que los síndicos, y se pueden reemplazar a los integrantes
del comité cuando los acreedores así lo decidan por mayoría de capital (art.260 1º parr. LCQ donde se
confiere esta potestad).

Pueden ser remuneradas sus funciones de acuerdo a la naturaleza y extensión de las tareas cumplidas.
Finalmente, hay que resaltar dos misiones de importancia en el concurso preventivo:

1. La vista que se le debe correr a los controladores en caso de solicitud de cumplimiento del acuerdo
(art.59 ult. Párr. LCQ).

2. La quiebra que están legitimados para solicitar en caso de incumplimiento del acuerdo homologado.

Una última observación: varios artículos de nuestra LCQ recibieron modificaciones por la ley 26.684 al
sólo efecto de adecuar la redacción y la nueva conformación que se le daba al Comité de Control (por
ejemplo: art.42 y 45 LCQ), no reformulándose en lo demás el texto que se encontraba vigente. Lo
mismo puede decirse del art.260 LCQ, que simplemente se adecuó a la nueva configuración del
instituto.

Además, en algunos artículos mantuvo la antigua denominación, vg: art.59 y 289, lo que aparece cuanto
menos, como desprolijo desde el punto de vista de la técnica legislativa.

4.2.2- Coadministradores

Es aquel funcionario que designa el juez concursal en aquellos casos en que se decreta la continuación
de la actividad de la empresa en quiebra (art.259).

También se puede acudir a estos profesionales cuando en el concurso preventivo, cuando el


concursado haya actuado en violación de los artículos 16 y 17 LCQ.

Deben ser profesionales en administración de empresas. Sus atribuciones vienen de la mano de la


particular situación de la empresa en quiebra y de lo que le ordene el juez en la designación. Depende
de cada jurisdicción provincial la confección de listado de estos profesionales a los fines de su sorteo.

Su retribución no puede exceder el 10% del resultado neto obtenido de la explotación.

4.2.3- Enajenadores. Martilleros

El art.261 LCQ establece el siguiente esquema:

En caso de venta singular de los bienes y en caso de subasta pública de la empresa o de los bienes en su
conjunto se designa un martillero, que debe tener 6 años de antigüedad en la matrícula. Cobra
comisión de los terceros, y sólo puede efectuar los gastos impuestos por la ley y que son de costumbre.
Los demás, necesitan autorización judicial previa en la tarea de enajenación de activos.

Se pueden designar Bancos Comerciales o de Inversión. Su retribución únicamente puede provenir de


terceros.
4.2.4- Evaluadores.

ARTICULO 262.‐ Evaluadores. La valuación de las acciones o cuotas representativas del capital en el caso
del artículo 48, estará a cargo de bancos de inversión, entidades financieras autorizadas por el Banco
Central de la República Argentina, o estudios de auditoría con más de diez (10) años de antigüedad.

Cada cuatro (4) años la Cámara de Apelaciones formará una lista de evaluadores.

De la mencionada lista, el comité de control propondrá una terna de evaluadores, sobre la cual elegirá
el juez.

Si no existiese tal lista por falta de inscriptos, el comité de control sugerirá al juez, dos o más
evaluadores, que reúnan similares requisitos a los establecidos en el párrafo primero de este artículo,
correspondiendo al juez efectuar la designación sobre dicha propuesta.

La remuneración del evaluador la fijará el juez en la misma oportunidad en que regule los honorarios de
los demás funcionarios y abogados, y se hará sobre la base del trabajo efectivamente realizado, sin
consideración del monto de la valuación.

(Artículo sustituido por art. 32 de la Ley Nº 26.684 B.O. 30/06/2011)

Estos funcionarios del concurso únicamente actúan frente a un caso de cramdown, emitiendo su
dictamen de valuación de la empresa luego de la existencia de terceros inscriptos en el registro del
art.48.

4.2.5- Empleados

ARTICULO 263.‐ Empleados. El síndico puede pedir al juez autorización para contratar empleados en el
número y por el tiempo que sean requeridos para la eficaz y económica realización de sus tareas.

La decisión debe determinar, en su caso, el tiempo y emolumentos que se autorice.

La autorización previa se requiere, pues es necesario para:

a) determinar su duración,

b) el número de empleados que necesitará y

c) la retribución se la considere gasto del concurso.

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