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Relaciones Entre Las
Relaciones Entre Las
El corpus de la lengua está formado por un número considerable de
vocablos (bastantes más de los que puedan ser recogidos en un diccionario), a los
que la Morfología agrupa en las 19 categorías morfológicas que acabamos de
estudiar en las lecciones precedentes. Podría ser ejemplificado este corpus
comparándolo con una especie de armario con 19 cajones distintos (uno de
artículos, otro de relativos, otro de sustantivos, etc.) dispuestos de tal modo que el
hablante pudiera, conforme la linealidad del mensaje le fuera pidiendo, ir
escogiendo de cada cajón lo necesario hasta producir el mensaje deseado. Si
suponemos que uno de los mensajes producidos es Nuestro mecánico utilizó ayer
en el taller el gato para levantar el ---- averiado de un cliente, cada una de las
diecisiete palabras de que consta (incluida la que falta) guarda tanto con las
restantes del mensaje como con las restantes del corpus lingüístico (es decir,
tanto con las utilizadas en el mensaje como con las no utilizadas) tres tipos de
relaciones distintas, según nos fijemos en la significación de los vocablos
utilizados (relaciones semánticas), en su pertenencia a una categoría morfológica
concreta (relaciones paradigmáticas) o en su posición y función sintáctica dentro
de la oración en que se inserte (relaciones sintagmáticas); así, si escogemos uno
cualquiera de esos 17 vocablos (utilizó, por ejemplo) este guarda relaciones
semánticas con ayer pues ambas palabras o lexías se englobarían dentro de la
significación de "tiempo pasado"; también guarda utilizó relación paradigmática
con todos los verbos de nuestra lengua, pues a esa categoría morfológica
pertenece, además de con las restantes formas de la conjugación de ese verbo:
utilizaba, utilizaré,...; y también guarda utilizó relaciones sintagmáticas con
mecánico pues comparte con esa palabra, y de modo obligado además, el número
singular y la tercera persona, ya que se trata de su sujeto. Pueden reducirse, por
tanto, a tres las relaciones básicas que pueden establecerse entre los vocablos
que conforman el corpus lingüístico de nuestra lengua; sobre ellas trataremos a
continuación fijándonos básicamente, para su mejor comprensión, en la palabra
que falta en el mensaje que nos viene sirviendo de ejemplo:
Relaciones semánticas
Independientemente de cualquier otra consideración, la palabra que falta en
nuestro mensaje ha de tener relación significativa con el mundo de los
mecánicos, de los talleres, de las averías, de los clientes, etc., pues con todas
ellas guarda relación de significación o semántica. Esta palabra ha de ser, por
tanto, coche, garaje, estacionado, turismo, parabrisas, aparcamiento, camión,
tractor, silenciador, moto, cuentakilómetros, furgoneta, ... Lo mismo podría decirse
de cualquiera de las restantes palabras del mensaje, especialmente de gato, que
también queda dentro del mismo campo de significación y no puede, por ello,
entenderse que en este mensaje significa algo relacionado con el animal felino
doméstico. Estas relaciones semánticas impiden, por ejemplo, que en el mensaje
aparezcan palabras disparatadas o ajenas al campo de significación
correspondiente: absurda sería la sustitución de en el taller por en la azotea. De
estas relaciones se habló por extenso en la lección 4ª, dedicada a la Semántica y
a la Lexicografía. Guardan, por tanto, todas las palabras emitidas en cualquier
mensaje una relación recíproca que las engloba en una unidad de sentido o de
significación.
Relaciones paradigmáticas
Independientemente de la significación antes señalada, la palabra que falta en
nuestro mensaje ha de ser una correspondiente a la categoría morfológica o
paradigma de los sustantivos pues sólo a ellos permite la gramática ir
precedidos de otras categorías como el artículo o ir seguidos de un adjetivo;
además de que, en el hueco que falta en el mensaje, ha de aparecer el "nombre
de una cosa averiable", concepto para el que dispone la lengua de la categoría
morfológica de los sustantivos concretos, comunes, contables, individuales e
inanimados; y, en efecto, coche, turismo, camión, moto, furgoneta,... son
sustantivos de ese tipo. Del mismo modo, del paradigma de los posesivos se ha
escogido en el mensaje nuestro porque el hablante se está refiriendo a un taller de
su propiedad o de su empresa, pues de haberse tratado de otro taller habría
usado otro posesivo distinto. Y nunca habría podido usarse en el mensaje nuestro
y vuestro a la vez. De estas relaciones se habló por extenso en las lecciones 5ª-
10ª, es decir, en toda la Morfología. Guardan, por tanto, todas las palabras
emitidas en cualquier mensaje una relación relativo-negativa con los restantes
miembros del paradigma morfológico al que pertenecen.
Relaciones sintagmáticas
Independientemente del significado del vocablo en cuestión y de la categoría
morfológica a que pertenezca, la palabra que falta en nuestro mensaje ha de
cumplir todavía tres requisitos gramaticales, pues no son aleatorios ni el lugar u
orden concreto que tiene en el mensaje ni la función que cumple con respecto al
verbo del que depende ni la concordancia que guarda con las dos palabras que le
preceden y siguen: con respecto al orden, el vocablo en cuestión ha de ir
forzosamente detrás del artículo precedente, ya que en castellano es imposible
otro orden distinto a ese (*---- el); no obstante, podría ir precediendo al adjetivo
que le sigue (---- averiado) o detrás de él (averiado ----), si bien con una ligera
variación significativa. Del mismo modo -y fijándonos ahora en las restantes
palabras del mensaje-, es evidente que la lengua permite un "desorden"
aceptable: Ayer nuestro mecánico un gato utilizó... siempre y cuando sean los
grupos menores de palabras (que después denominaremos "sintagmas") los que
guarden su "orden" aceptable (no puede decirse *mecánico nuestro, ni *taller el
en, ni *gato el, ni *levantar para, ni *un de cliente,...). Del orden de las palabras en
castellano se ocupa la Morfosintaxis, y de él hablaremos en la lección siguiente.
Guardan, por tanto, todas las palabras emitidas en cualquier mensaje un orden
entre sí particularmente importante en el nivel de los sintagmas.
con respecto a su función sintáctica, la palabra que falta en nuestro ejemplo
viene a ser la complementación directa de un verbo, al que se refiere y al que
respondería en el caso de que indagásemos lingüísticamente "qué cosa" es la que
había que "levantar", pregunta que tiene como respuesta un complemento directo.
Del mismo modo, todas las unidades sintagmáticas del mensaje que analizamos
cumplen una función determinada con respecto al verbo de que dependen. De
todo ello se tratará en las lecciones que siguen (desde la 14ª a la 20ª). Guardan,
por tanto, todas las palabras emitidas en cualquier mensaje una función sintáctica
con respecto al verbo que les da unión y trabazón lógicas y significativas.
con respecto a la concordancia, el sustantivo en cuestión ha de ser
forzosamente masculino y singular ya que las dos palabras que le rodean obligan
a que se trate de un sustantivo con esos rasgos específicos (masculino, en cuanto
al género, y singular, en cuanto al número, lo que nos obliga a descartar moto y
furgoneta y a aceptar coche, turismo y camión). Del mismo modo, en el mensaje
que seguimos como ejemplo, nuestro mecánico está en singular porque el verbo
utilizado también lo está (utilizó), y viceversa. Se convierte, pues, la concordancia
en otra suerte de orden interno que relaciona intrínsecamente a unos vocablos con
otros de tal modo que cualquier leve desviación comportaría la expresión de otro
mensaje distinto y, por consiguiente, de otra significación distinta. De la
concordancia se hablará en esta misma lección.
La morfología
En la unidad anterior vimos que las lenguas se organizaban en niveles. En
un extremo se encontraba la fonología, que se ocupaba de los sonidos, sin
relacionarse con el significado. Era el nivel del significante. En esta unidad
vamos a profundizar en los niveles en los que las unidades lingüísticas
adquieren significado. En nuestra lengua tenemos 24 fonemas distintos.
Combinándolos somos capaces de formar infinitos enunciados para
significar infinitas ideas. Vamos a tratar de entender cómo.