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FÓRMULA PARA LA BENDICIÓN DEL AGUA DE SAN IGNACIO

V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor.


R. Que hizo el cielo y la tierra.
V. Sea bendito el nombre del Señor.
R. Ahora y por todos los siglos.
V. Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
V. El Señor esté con Ustedes.
R. Y con tu espíritu.

OREMOS: Señor santo, Padre omnipresente y eterno Dios, que con inagotable
misericordia cuidas la obra de tus manos derramando sobre los cuerpos enfermos la gracia
de tu bendición; acoge benigno la invocación de tu Nombre, para que por la intercesión de
tu confesor, el bienaventurado Ignacio, libres da tus siervos de todo mal y, recuperada la
salud, los levantes con el poder de tu diestra, los confirmes con tu fortaleza, los defiendas
con tu poder, y los reintegres llenos de todo género de prosperidades a tu santa Iglesia. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos.

R: Amén.

(El sacerdote sumerge la medalla o la reliquia de San Ignacio; y entre tanto dice:)

+ Bendice, Señor, esta agua para que sea remedio saludable del género humano, y por la
intercesión del bienaventurado Ignacio, cuya medalla (o reliquia) sumerjo en ella, dígnate
conceder que, cuantos la tomen, reciban la salud del cuerpo y la protección del alma. Por
Cristo, nuestro Señor.

R: Amén.

(Se saca la medalla o la reliquia)

OREMOS: Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a San Ignacio de Loyola
para extender la gloria de Tu Nombre; concédenos que, después de combatir en la tierra
bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo.
Por Cristo nuestro Señor.

R. Amén.

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