Introducción

Los residuos sólidos son aquellas sustancias, productos o subproductos en estado sólido
o semisólido que ya no se necesitan.
Con la evolución del hombre ha habido un incremento en la generación y diversidad de
residuos. Así vemos, que en la antigüedad los residuos eran básicamente orgánicos, lo
cual es de suponer por el medio ambiente en el que se desenvolvían. Al principio, las
poblaciones nómadas abandonaban sus campamentos dejando las basuras, tales como:
huesos, pieles, restos de sílex, conchas, marfil, madera, astas, etc.
Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería se establecen asentamientos.
Comienzan depositando los residuos en basureros fuera de los núcleos de población, las
basuras se depositaban en contenedores de arcilla, o en fosas que se vaciaban y
limpiaban periódicamente. También, los residuos se vertían a las afueras de la ciudad y
se cubrían con tierra, quemándose regularmente.
Debido a las epidemias que se dieron en la Edad Media se establecieron normas
sanitarias y de higiene que permitió otras formas de recolección.
La Revolución Industrial trajo consigo un gran desarrollo de la metalurgia y de la
producción industrial de bienes. Como consecuencia, se emitieron grandes cantidades de
dióxido de carbono a la atmósfera. Aunado a esto, los avances científicos en la
microbiología, permitieron conocer que los microorganismos eran los principales
causantes de las enfermedades, lo que supuso un importante avance en todo lo referente
a la higiene y a la gestión de residuos. Mediante el uso de incineradoras, planes de
gestión de residuos y tratamiento de aguas.
Los nuevos avances tecnológicos y el desarrollo de la sociedad de consumo, dieron lugar
a la aparición de nuevos tipos de residuos, cuyo volumen y peligrosidad han obligado a
desarrollar nuevas técnicas de gestión de los mismos, con el fin de minimizar su impacto.

Las sociedades modernas se han visto en la necesidad de establecer normas de gestión

integral de sus residuos, mediante la depuración y reutilización de aguas residuales, la
creación de centros de reciclaje para los residuos sólidos urbanos, la retirada selectiva de
materiales tóxicos y la elaboración y aplicación de leyes y políticas de protección
ambiental a todos los campos de la actividad económica. Estas acciones han permitido
darnos cuenta que los residuos sólidos pueden ser reaprovechados, pasando por
procesos de fabricación y transformación, así como su reutilización.
América Latina produce aproximadamente 436,000 toneladas de residuos sólidos
urbanos. El 50% de ellos aún recibe disposición final inadecuada y la recolección sigue
siendo deficiente en barrios marginales de las metrópolis. No hay cifras regionales en
cuanto a generación de residuos sólidos especiales y peligrosos. Se estima
aproximadamente 1,2 millones de camas hospitalarias, que pueden producir 600
toneladas diarias de residuos hospitalarios peligrosos que requieren de una gestión
especial. Sin embargo, pese a que la legislación ambiental vigente en los países prohíbe
la disposición final sin el tratamiento previo de residuos especiales y peligrosos, es común
que esta actividad se realice conjuntamente con los residuos comunes en muchos de los
países, afectando a los trabajadores y contaminando el ambiente. Pero, en la actualidad
muchos países están empezando a tomar conciencia. Así vemos, por ejemplo en Perú, el
enfoque sobre el manejo de los residuos sólidos está cambiando gradualmente. Se viene
pasado de una visión de limpieza y ornato de la localidad hacia una que contempla un
sistema integrado de gestión. Este implica tanto la incorporación de la población en la
etapa de segregación, como motivarla tanto a reducir la generación de residuos sólidos,
como a reusarlos y reciclarlos. A ello se suma la inversión en equipamiento para una
adecuada gestión de los mismos, desde la generación hasta la disposición final.
En nuestro país, el Plan Nacional de Residuos Sólidos elaborado por el Ministerio de
Salud, señala que el manejo integral de los residuos sólidos es el problema municipal y
ambiental más delicado que toda sociedad tiene que enfrentar. Existe una creciente
contaminación del medio ambiente por el manejo de los desechos sólidos. La proliferación
de vectores de enfermedades humanas, tales como el dengue, la malaria y el hantavirus,
guarda relación en muchos casos de manera directa con los residuos sólidos.
La caracterización de residuos sólidos domiciliarios consiste en identificar la cantidad y
composición física y química de los residuos sólidos generados en las residencias, según
el nivel de ingreso.
La composición de los residuos sólidos está ligada a factores como las características de
la población, la época de producción de los residuos, el nivel social de la población, sus
hábitos de consumo, etc. La metodología aplicada para la caracterización de residuos
sólidos domiciliarios analiza el porcentaje de la composición de los residuos, tanto de la
parte orgánica como de la inerte y en su valoración se cuantifica el volumen y el peso, con
los cuales se determina la generación per cápita en los sectores de ingresos altos, de
ingresos medios y la de ingresos bajos. Además, con el proceso de caracterización se
logra determinar el porcentaje de materia orgánica, papel, vidrio, residuos de aparatos
eléctricos y electrónicos, entre otras clases de residuos que se generan en un lugar
determinado, con estos datos se pueden obtener bases para proyectar el crecimiento de
esos residuos en función del tiempo. También se logra conocer la composición
fisicoquímica y biológica de los residuos, la cual ayudará a la toma de decisiones sobre su
aprovechamiento, tratamiento y disposición final. Está técnica, por su facilidad de
realización, resulta en ser una medida sencilla para gestionar residuos.
Una de las formas más comunes para reducir la generación de residuos, principalmente
orgánicos, es la composta. Una composta es la mezcla de materiales orgánicos, de tal
manera que fomenten su degradación y descomposición. El producto final se usa para
fertilizar y enriquecer la tierra de los cultivos; al añadir composta se reciclan así nutrientes
y minerales que podrían combatir enfermedades en los cultivos.