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EDAD MEDIA

PERIODO GÓTICO

Presentado Por:
Alex Palechor
Diego Martínez
Jessica Hernández

Presentado A:
Arq. Álvaro Montilla

ARQUITECTURA
ll Semestre

Popayán – Cauca
05/06/2020
PERIODO GÓTICO

El gótico es el estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental durante la


Edad Media tardía, entre los siglos XII y el inicio del Renacimiento.
Este periodo no tiene una duración precisa ya que según las fuentes vario de país
en país; en Italia el comienzo del Renacimiento, y por ende el final del Gótico, se
sitúa en el siglo XV. Pero en otros países, incluida España, sobrevivió hasta bien
entrado el siglo XVI.
Este estilo nacido en Francia en los últimos siglos de la Edad Media nos ha dejado
tesoros que son patrimonio de toda la humanidad: quizás Notre Dame en París
sea el ejemplo más famoso, pero también en España.
El estilo gótico nació en Francia alrededor del año 1140. El primer ejemplo de
arquitectura gótica es la abadía de la basílica real de Saint-Denis. Desde allí se
expandió por toda Europa Occidental, desarrollándose según las regiones en
momentos diferentes. También presentó profundas diferencias de estilo: puro en
Francia, menos vertical y más cercano a la tradición clásica en Italia, con
peculiaridades locales en Inglaterra, España, Alemania y Flandes.
Desde el punto de vista histórico, el gótico coincide con el período de plenitud
(período central que va del siglo XI al XIII) y de crisis de la Edad Media (siglo XIV).
Es la época del resurgimiento de las ciudades y el desarrollo de la burguesía y de
las universidades, y también con la aparición de nuevas órdenes religiosas.

CARACTERÍSTICAS DEL ARTE GÓTICO

Una característica básica del arte gótico, en todas sus manifestaciones, es


la importancia de la luz, identificada con lo divino, en contraposición con las
tinieblas de la herejía y el pecado. Esta idea se desarrolla principalmente en la
arquitectura, con iglesias que se llenan de la luz del sol proveniente de las
vidrieras y rosetones.

Arquitectura gótica:
Las catedrales góticas son sin duda la máxima expresión de este arte, pero
también está presente en monasterios, iglesias, castillos y palacios.
La arquitectura gótica puso el énfasis en la ligereza estructural y la iluminación del
interior de los edificios, en contraposición con las características de la arquitectura
románica, maciza y oscura.
Una de las características más representativas del arte gótico es el uso
del arco apuntado o arco ojival, del que deriva la bóveda de crucería. Vamos a
explicarlo del modo más sencillo posible:
El arco apuntado y la bóveda de crucería

Arcoapuntado:
El arco apuntado es un tipo de arco que está formado por dos tramos que se unen
en un ángulo central en la clave (la piedra en forma de cuña que se encuentra en
el centro del arco). Esta forma le permite transmitir mejor el empuje (esfuerzo
producido por el peso de una estructura que se transmite a las paredes que la
sostienen), y por tanto permite crear construcciones de mayor altura y más
abiertas, es decir con más huecos que muros.

Ahora bien, imaginemos que prolongamos un arco apuntado convirtiéndolo en


algo tridimensional: obtendremos una bóveda de cañón apuntada. Y si cruzamos
dos de estas bóvedas obtendremos la bóveda de crucería, otro de los elementos
característicos del gótico. En su forma más simple, este tipo de bóveda está
formada por cuatro arcos apuntados en los correspondientes lados, y dos arcos
apuntados más que se cruzan diagonalmente pasando por el centro. Este cruce
forma unos nervios que separan las cuatro partes de la bóveda.

Arbotantes:
Como hemos dicho, el empuje más vertical de estos elementos, en comparación
con el arco de medio punto utilizado hasta el momento, permiten una distribución
mejor de las cargas y una altura muy superior. Además, la mayor parte de estas
cargas se transmiten directamente desde las cubiertas a contrafuertes exteriores
al cuerpo del edificio mediante el uso de arbotantes, otra de las características
típicas del estilo.
El arbotante es un elemento estructural exterior con forma de medio arco que
recoge la presión en el arranque de la bóveda y la transmite a un contrafuerte, o
estribo, adosado al muro de una nave lateral. Como resultado de la función del
arbotante, los muros pierden parte de su función de sostenimiento, por lo que
pueden utilizarse una mayor cantidad de aberturas, ocupadas por
amplias vidrieras y rosetones que dejan pasar la luz.
Así, la arquitectura gótica logró su objetivo: crear edificios de mayor altura y más
luminosos, para estar más cerca de Dios.
Alzado: la altura ganada en los edificios permitió el desarrollo de alzados que
fueron evolucionando en el tiempo. En el gótico inicial se utilizó el alzado
cuatripartito, estructurado en cuatro niveles; a finales del siglo XII se impone el
tripartito; a partir del 1300 se comienza a utilizar el bipartito, con solo dos plantas.
Ventanas Y Vidrieras: La reducción de la estructura sustentante al mínimo
imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los
artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte
desconocido hasta la fecha. Las ventanas presentan una hermosa decoración en
la parte superior con calados de piedra, al igual que los rosetones; suelen cerrarse
con estupendas vidrieras polícromas e historiadas.
Fachadas: La portada gótica repite la misma composición fundamental que la
románica, pero se multiplican las molduras decorativas y se añade una mayor
elevación de líneas. Aumenta significativamente la riqueza de las decoraciones,
con multitud de pequeños detalles.

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