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Diplomado de Gerencia Pública

Área: Finanzas Públicas y Gestión del Control


Módulo III: Sistema de Contabilidad Gubernamental, Tesorería y Crédito Público
Facilitador: Lic. Eric Gamboa.
Sede: Instituto Tecnológico en Capacitación y Productividad –INTECAP

INVESTIGACIÓN SOBRE DEUDA PÚBLICA

Pamela Natalie Martínez Arias

Guatemala, 31/07/2020
CONTENIDO

DEUDA PÚBLICA...........................................................................................................................1
Colocaciones internas y externas.............................................................................................4
Bonos del Estado o Bonos de la Deuda Pública...................................................................8
Letras del Tesoro..........................................................................................................................9
Deuda Pública de Guatemala:..................................................................................................11
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DEUDA PÚBLICA

Existen diferentes definiciones, entre ellas:

 Conjunto de obligaciones o compromisos monetarios contraídos o


asumidos por el Estado, a corto, mediano y largo plazo, por sus entidades
descentralizadas y autónomas, incluyendo gobiernos locales, como
consecuencia del uso del crédito Publico, que se encuentran pendientes de
pago, de acuerdo con las condiciones previamente establecidas en los
respectivos convenios, certificados o títulos. La deuda pública se puede
clasificar en deuda pública interna y deuda pública externa.

 Conjunto de deudas que mantiene el Estado frente a otro país o


particulares. Se trata de un mecanismo para obtener recursos financieros a
través de la emisión de títulos de valores.

El Estado, por lo tanto, contrae deuda pública para solucionar problemas de


liquidez (cuando el dinero en caja no resulta suficiente para afrontar los pagos
inmediatos) o para financiar proyectos a medio o largo plazo.

La deuda pública puede ser contraída por la administración municipal, provincial o


nacional. Al emitir títulos de valores y colocarlos en los mercados nacionales o
extranjeros, el Estado promete un futuro pago con intereses según los plazos
estipulados por el bono.

La emisión de deuda pública, al igual que la creación de dinero y los impuestos,


son medios que tiene el Estado para financiar actividades. La deuda pública, de
todos modos, también puede utilizarse como un instrumento de la política
económica, de acuerdo a la estrategia escogida por las autoridades.

Existen tres tipos diferentes de deuda pública según el tiempo:

1. A corto plazo. Dentro de esta categoría se encuentran las Letras del Tesoro
y se identifica por el hecho de que tiene un plazo de vencimiento que no
supera el año.
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2. A medio plazo. Los bonos del Estado son, por su parte, los máximos
exponentes de esta clase de deuda pública que se suele utilizar para hacer
frente a lo que serían los gastos ordinarios que tiene aquel.

3. A largo plazo. Este tipo de deuda tiene una duración muy larga, que se
fijará convenientemente, y que puede incluso llegar a ser perpetua. En su
caso, se recurre a aquel para hacer frente a lo que serían gastos
extraordinarios o para situaciones especiales.

Es posible clasificar también la deuda pública de otras maneras:

 La deuda pública real: es aquella compuesta por los títulos que pueden ser
adquiridos por los particulares, los bancos privados y el sector exterior.

 La deuda pública ficticia: es la emisión destinada al Banco Central del país,


que es un organismo de la misma administración pública.

De la misma manera, tampoco podemos olvidar que otra de las clasificaciones


más importantes que existen en torno a la deuda pública es la que la diferencia en
dos grandes grupos:

 Interna: como indica su denominación, sólo hace referencia al país en


cuestión y es la que adquieren los nacionales del mismo.

 Externa, es la que se suscribe por parte de los extranjeros y afecta, por


tanto, no sólo a la economía nacional sino también a la de aquellos. Esto
supone, además, que traiga consigo un importante número de beneficios en
cuanto a amortización u ahorro nacional.

La gestión de la deuda pública tiene una gran importancia en la consecución de


objetivos macroeconómicos globales. La composición de la deuda entre
instrumentos internos y externos es la variable fundamental con incidencia en la
evolución de las principales variables macroeconómicas.

El mayor uso de préstamos externos o una disminución de las reservas


internacionales añadirán recursos globales a la economía, permitiendo un nivel de
gasto mayor para un determinado nivel de producto. Los empréstitos externos
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actúan directamente sobre la disponibilidad total de recursos, permiten que una


economía alcance niveles de gasto superiores y, si dichos recursos se emplean
eficientemente, tasas de crecimiento más altas que las que se registrarían en su
ausencia. Por el contrario, la devolución de préstamos contraídos en el exterior
requerirá en algún momento futuro un gasto menor para un determinado nivel de
producto; la “carga” que esto signifique para las generaciones futuras dependerá
de la eficiencia con que los recursos externos fueron empleados y la eventual
mayor tasa de crecimiento que ellos permitieron.

La deuda interna, por lo general, no añade nuevos recursos a la economía y su


contratación reduce la cantidad de recursos de capital disponible para el sector
privado. En la medida que solo desplaza otras formas de gasto interno, una mayor
deuda interna no incrementa el nivel del gasto global, sino que lo redistribuye. Una
redistribución inversa operará en el futuro cuando la deuda tenga que ser
amortizada a través del cobro de mayores impuestos. No existe, por lo tanto, una
carga sobre las generaciones futuras. Las políticas fiscales actuales pueden sin
embargo influir en el nivel y la eficiencia de la inversión presente y así afectar
indirectamente el nivel de vida de las generaciones futuras.

Aun en ausencia de un déficit fiscal por financiar o de un cambio en la política


monetaria por ejecutar, la administración de la deuda pública enfrenta alternativas
de acción que pueden afectar seriamente la evolución de las variables
macroeconómicas. Por ejemplo, la decisión de reducir la deuda interna y aumentar
la deuda externa en una magnitud similar producirá una reducción de tasas de
interés interna que se reflejará, en parte, en un aumento del nivel de gasto interno,
mayor actividad económica, inflación y aumento del déficit de la balanza en cuenta
corriente y, en parte, en una salida de capital privado y un deterioro de la cuenta
de capital de la balanza de pagos. Cabe esperar efectos opuestos de una política
de aumento del endeudamiento interno y reducción correlativa del endeudamiento
externo (o aumento de las reservas internacionales).

En la mayoría de los países la gestión de la deuda está fuertemente influida por la


política fiscal. Existe generalmente una fuerte tentación a financiar el déficit con
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recursos del exterior. Las medidas tributarias son impopulares, la obtención de


préstamos internos eleva las tasas de interés y los préstamos del Banco Central
son inflacionarios.

El acceso al financiamiento externo evita las consecuencias negativas inmediatas


del déficit y maximiza sus efectos positivos de corto plazo sobre la actividad
económica. El uso continuado de la financiación externa, sin embargo, tendrá
como resultado un empeoramiento del déficit en cuenta corriente y una
aceleración del servicio de la deuda externa.

Al formular la política de endeudamiento público externo, los gobiernos deben


evaluar cuidadosamente las consecuencias de mediano y largo plazo. De dicha
evaluación resultarán evidentes los peligros inherentes a ciertas estrategias de
endeudamiento externo. Por ejemplo, la decisión de lanzar un programa de
inversiones públicas con un alto contenido de gasto interno (por ejemplo, caminos)
financiado totalmente con un endeudamiento externo, provocaría inicialmente
presión sobre los recursos internos, incrementaría los precios y costos internos y,
consecuentemente, provocaría una apreciación del tipo real de cambio. Las
inversiones internas no aumentarían la capacidad productiva de bienes
exportables e importables y la apreciación del tipo real de cambio atentaría contra
el crecimiento de la industria preexistente de bienes comerciables. De esta
manera, la economía experimentaría dificultades en el futuro para pagar la deuda
externa sin una reducción significativa del consumo interno y el nivel de vida.

Colocaciones internas y externas

Interna:

La deuda interna, también conocida como deuda nacional, consiste en


obligaciones que los ciudadanos y el gobierno de un país deben, por lo general, no
añade nuevos recursos a la economía y su contratación reduce la cantidad de
recursos de capital disponible para el sector privado. En la medida que solo
desplaza otras formas de gasto interno, una mayor deuda interna no incrementa el
nivel del gasto global sino que lo redistribuye. Una redistribución inversa operará
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en el futuro cuando la deuda tenga que ser amortizada a través del cobro de
mayores impuestos. No existe, por lo tanto, una carga sobre las generaciones
futuras. Las políticas fiscales actuales pueden sin embargo influir en el nivel y la
eficiencia de la inversión presente y así afectar indirectamente el nivel de vida de
las generaciones futuras.

Aun en ausencia de un déficit fiscal por financiar o de un cambio en la política


monetaria por ejecutar, la administración de la deuda pública enfrenta alternativas
de acción que pueden afectar seriamente la evolución de las variables
macroeconómicas. Por ejemplo, la decisión de reducir la deuda interna y aumentar
la deuda externa en una magnitud similar producirá una reducción de tasas de
interés interna que se reflejará, en parte, en un aumento del nivel de gasto interno,
mayor actividad económica, inflación y aumento del déficit de la balanza en cuenta
corriente y, en parte, en una salida de capital privado y un deterioro de la cuenta
de capital de la balanza de pagos. Cabe esperar efectos opuestos de una política
de aumento del endeudamiento interno y reducción correlativa del endeudamiento
externo (o aumento de las reservas internacionales).

Con el objetivo de minimizar el costo del servicio de la deuda interna, los países
generalmente recurren a reglamentaciones de carácter institucional con la
intención de aumentar la oferta de fondos prestables al sector público. Entre las
reglamentaciones más comunes cabe destacar:

a. Restricciones a las salidas de capital al exterior,

b. Limitaciones a la posibilidad de emisión de obligaciones financieras


por extranjeros en el mercado nacional,

c. Exención de impuestos sobre la renta obtenida de los títulos


públicos, y

d. Obligaciones impuestas sobre las instituciones públicas y privadas


de invertir sus excedentes financieros en títulos públicos.
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En la mayoría de las circunstancias, estos instrumentos son de limitada eficacia e


introducen importantes distorsiones.

En determinadas circunstancias, la elevación de los tipos de interés provocada por


la colocación de deuda interna puede incentivar la entrada de capitales del
exterior, lo cual tiene consecuencias similares al endeudamiento externo.

Externa:

La deuda externa es la porción de la deuda de un país que se presta de


prestamistas extranjeros, incluidos bancos comerciales, gobiernos o instituciones
financieras internacionales. Estos préstamos, incluidos los intereses,
generalmente deben pagarse en la moneda en que se realizó el préstamo. Para
ganar la moneda necesaria, el país prestatario puede vender y exportar bienes al
país prestamista.

La deuda externa es dinero prestado por un gobierno, corporación u hogar privado


del gobierno o prestamistas privados de otro país. La deuda externa también
incluye obligaciones con organizaciones internacionales como el Banco Mundial,
el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La deuda externa total puede ser una combinación de pasivos a corto y largo
plazo.

La deuda externa, también conocida como colocación externa, ha aumentado


constantemente en las últimas décadas, con efectos secundarios no deseados en
algunos países prestatarios. Estos incluyen un crecimiento económico más lento,
particularmente en países de bajos ingresos, así como crisis de deuda
paralizantes, agitación en los mercados financieros e incluso efectos secundarios,
como un aumento en los abusos de los derechos humanos.

Los niveles excesivos de deuda externa pueden obstaculizar la capacidad de los


países para invertir en su futuro económico, ya sea a través de infraestructura,
educación o atención médica, ya que sus ingresos limitados se destinan al servicio
de sus préstamos. Esto frustra el crecimiento económico a largo plazo.
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La mala gestión de la deuda, combinada con perturbaciones como el colapso de


los precios de los productos básicos o la grave desaceleración económica,
también pueden desencadenar una crisis de la deuda. Esto a menudo se exacerba
porque la deuda externa generalmente se denomina en la moneda del país del
prestamista, no del prestatario. Eso significa que si la moneda en el país
prestatario se debilita, será mucho más difícil pagar esas deudas.

Además del sufrimiento que resulta del estancamiento económico, las Naciones
Unidas también han vinculado los altos niveles de deuda externa y la dependencia
del gobierno de la asistencia extranjera a los abusos de los derechos humanos. La
angustia económica hace que los gobiernos reduzcan el gasto social y reduce los
recursos que tiene para hacer cumplir las normas laborales y los derechos
humanos, dice la ONU.

Características de la deuda externa:

a. La deuda externa es la porción de la deuda de un país que se presta de


prestamistas extranjeros a través de bancos comerciales, gobiernos o
instituciones financieras internacionales.

b. Si un país no puede pagar su deuda externa, se enfrenta a una crisis de


deuda.

c. Si una nación no paga su deuda externa, se dice que está en


incumplimiento soberano.

d. La deuda externa puede tomar la forma de un préstamo vinculado,


mediante el cual el prestatario debe aplicar cualquier gasto de los fondos al
país que otorga el préstamo.

e. La deuda externa es dinero prestado por un gobierno, corporación u hogar


privado del gobierno o prestamistas privados de otro país.

f. La deuda externa ha aumentado constantemente en las últimas décadas,


con efectos secundarios no deseados en algunos países prestatarios,
especialmente en las economías en desarrollo.
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Bonos del Estado o Bonos de la Deuda Pública.

Un bono del Estado es una modalidad de bono emitido por un país y su gobierno
como modo de financiación y que supone para su poseedor la ganancia de
intereses fijos durante la duración del mismo hasta su vencimiento, que suele
situarse entre los tres y cinco años.

El país o gobierno que emite deuda pública con el bono del Estado busca hacerse
con fondos desde los mercados comprometiéndose a su devolución junto a
intereses previamente establecidos. Por la naturaleza de estos activos financieros,
es común que los intereses a cobrar de forma anual sean normalmente fijos y su
importe y la fecha de cobro estarán previamente especificados al inicio.

Este tipo de activos financieros públicos cuentan con un nivel de riesgo


sustancialmente menor que otros procedentes del ámbito privado, por lo que
simultáneamente un bono del Estado posee niveles de rentabilidad más bajos. Por
otro lado, esta herramienta es el principal instrumento con el que cuenta un país
para obtener renta en el medio plazo a cambio de los correspondientes cupones
anuales y sus intereses.

Vencimiento de los bonos del Estado

Generalmente los bonos del Estado tienen un plazo de vencimiento en torno a los
tres a cinco años de vida. Alternativamente suele considerarse que las
obligaciones (productos similares, aunque más longevos) van más allá de la
década y las letras del tesoro más al corto plazo (inferior a un año).

Como ocurre en el caso de los bonos corrientes, este tipo cuenta con una gran
salida en el mercado y, por tanto, facilidad para ser intercambiados y convertibles
en dinero. En España, la subasta de estos bonos tiene lugar de modo mensual a
través del Banco de España y de diferentes intermediarios financieros. Por
ejemplo, el modelo de bono del Estado existente en España tiene un interés
periódico en forma de cupón, un valor nominal de 1000 euros y un plazo de
amortización situado entre los tres y cinco años.
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Un bono del Estado cuenta con un valor nominal (de 1000 euros y sus múltiplos)
que será el valor que el poseedor o inversor recibirá en el vencimiento de este
activo. Sin embargo, este precio no actúa como límite en la compraventa de estos
activos y es posible que estos sean intercambiados bajo un precio de venta
diferente, al contrario de lo que ocurre con otras modalidades de bonos. Los bonos
de este tipo pueden conseguirse tanto en el mercado primario procedentes
directamente de su emisión por el gobierno como en el secundario a través de
otros agentes financieros y a precios marcados por el mercado en dicho momento.

Como se dijo anteriormente, los rendimientos que el inversor recibe anualmente


como propietario de un bono del Estado se llaman cupones, y cada una de estas
recepciones de dinero viene acompañada del correspondiente interés que se haya
generado en dicho periodo de tiempo y que se ha fijado previamente en el contrato
de emisión.

Letras del Tesoro

Las letras del Tesoro son títulos de deuda pública (renta fija) a corto plazo
emitidos al descuento. Son emitidos por el Tesoro del Estado como modo de
financiación. Su vencimiento suele situarse entre los tres y dieciocho meses. El
comprador de las letras obtiene la ganancia de intereses fijos durante la duración
del mismo hasta su vencimiento.

Dentro de la deuda pública, las letras del Tesoro son los títulos con un vencimiento
más corto. Inferior a 18 meses. Lo más común es que las letras tengan plazos de
3, 6, 12 y 18 meses. Debido a su temporalidad se negocian en el llamado mercado
monetario. Por el contrario, los bonos del estado (productos similares aunque más
longevos) tienen un plazo de vencimiento en torno a los tres a cinco años de vida.
Alternativamente suele considerarse que las obligaciones van más allá de la
década.

Objetivo de las letras del Tesoro

El objetivo de las letras del tesoro es conseguir financiación a corto plazo y al


menor coste posible. Debido a la gran liquidez que tienen las letras y el escaso
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riesgo que llevan asociado, el interés que debe pagar el Estado por utilizar esta
vía de financiación no es elevado. Cabe decir que esto es de esta manera en
situaciones normales, en las que los diferentes estados tienen credibilidad entre
los inversores. La credibilidad, suele verse reflejada en la calificación crediticia.

El país o gobierno que emite deuda pública con las letras del Tesoro busca
hacerse con fondos desde los mercados comprometiéndose a su devolución junto
a intereses previamente establecidos. Por la naturaleza de estos activos
financieros, es común que los intereses a cobrar de forma anual sean
normalmente fijos. Del mismo modo, su importe y la fecha de cobro estarán
previamente especificados al inicio.

Características de las letras del Tesoro

Este tipo de activos financieros públicos cuentan con un nivel de riesgo


sustancialmente menor que otros procedentes del ámbito privado. Motivo por el
cual las letras del Tesoro poseen niveles de rentabilidad más bajos. Se consideran
de los activos financieros con menor riesgo que existen en el mercado. Esta
herramienta es el principal instrumento con el que cuenta un país para obtener
financiación en el corto plazo. No suelen ofrecer cupones anuales debido a su
corto plazo. Que como hemos comentado es inferior a 18 meses. Lo más común
es que las letras tengan plazos de 3, 6, 12 y 18 meses. En resumen, las
características de las letras del Tesoro son:

• Suelen tener menor riesgo

• Su vencimiento es de corto plazo

• Tienen, habitualmente, una rentabilidad más baja

• No suelen ofrecer cupones

Las letras del Tesoro son emitidas al descuento. Es decir, el valor nominal de cada
letra es de 1.000€. Los títulos se adquieren por debajo del nominal. Al finalizar la
operación la diferencia entre el precio de adquisición y el valor de la letra (1.000€)
es el interés de la operación.
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Ejemplo de emisión de una letra del Tesoro

Por ejemplo si el Tesoro de un estado emite letras a 12 meses con una


rentabilidad del 1,395%. Significa que el precio de adquisición de cada letra fue de
986,05€ (1,395% de 1.000€). Dando lugar a una ganancia de 13,95€ por título.

El procedimiento para la emisión de deuda pública, tanto a corto como a largo


plazo, es la subasta. El mercado donde se emiten los títulos se conoce como
mercado primario. El mercado secundario es el que crea liquidez, donde se
negocian todos los valores, pudiendo el inversor invertir en plazos distintos a los
establecidos (en caso de las letras 3,6,12 o 18 meses), vender las letras antes de
su vencimiento u otras operaciones.

Deuda Pública de Guatemala:


El 02 de julio de este año, Guatemala adjudica deuda por $167 millones, esa fue la
noticia del día. Ya que el Ministerio de Finanzas adjudicó deuda soberana
equivalente a $167 millones, de los cuales $60 millones vencen en julio de 2031 y
los restantes $107 millones en octubre de 2035.

El monto global adjudicado de Bonos del Tesoro de la República de Guatemala a


la fecha, incluyendo los realizados a través de licitaciones públicas y subastas
asciende a $2.878 millones, correspondientes al Ejercicio Fiscal 2020, de los
cuales $3 millones corresponden a las adjudicaciones de bonos del tesoro para
pequeños inversionistas, informó el Ministerio de Finanzas (Minfin).

Daniel Fernández en abril de 2020, publicó un artículo en el cual da a conocer que


en múltiples ocasiones se ha mencionado que para comparar las cifras fiscales de
Guatemala con las de otros países, los indicadores que utilizan el PIB como
variable de medida son muy inexactos y llevan a conclusiones erróneas.

La deuda pública y el déficit fiscal de Guatemala son mucho más grandes de lo


que la mayoría de analistas creen, incluso si se utilizan las siempre engañosas
cifras sobre PIB.
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En Guatemala existen deudas escondidas debajo de la alfombra. El Estado de


Guatemala no reconoce todas las deudas que ha contraído. En concreto hay dos
grandes tipos de deuda que no se reconocen: las multimillonarias deudas con el
IGSS y con el Banco de Guatemala.

Diferentes leyes obligan al Estado de Guatemala a pagar por ciertos conceptos


tanto al IGSS como al Banguat. Sin embargo, el Estado de Guatemala
sistemáticamente incumple estas leyes. Derivado de la deficiencia en el pago,
tanto el IGSS como el Banguat reconocen en sus balances una deuda que el
Estado de Guatemala tiene con ellos. El problema es que el Estado no reconoce
en ningún lugar estos montos acumulados a pesar de que existe un reclamo
legítimo por parte del IGSS y del Banguat.

Los montos que el Estado adeuda al IGSS y al Banguat es lo que se llama deuda
escondida. Está escondida porque el Estado no reconoce formalmente la deuda,
motivo por el cual no aparece en las cuentas públicas oficiales. Cuando se calcula
la deuda sobre PIB, convenientemente se omiten estos rubros. Por tanto, el
Estado de Guatemala aparece sostenidamente como más solvente de lo que
realmente es. Los inversores en deuda pública guatemalteca desconocen el nivel
de maquillaje al que se somete a las cuentas públicas del Estado.

La deuda escondida del Estado de Guatemala es enorme y ha ido creciendo


paulatinamente, sin embargo, ha crecido en menor medida que el resto de deuda
del Estado. En 2003 la deuda escondida representaba nada más y nada menos
que el 65% de la deuda oficial, este porcentaje fue descendiendo hasta situarse en
el 48,6% actual. Debido a la enorme cantidad de deuda pública extra que va a
suponer el 2020, el porcentaje de deuda escondida sobre deuda oficial caerá
hasta aproximadamente el 40%.

Este año, l Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin) puso un eurobono de US$1 mil
200 millones (aproximadamente Q9 mil 235 millones) para financiar el gasto
público de Guatemala.
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Minfin indicó que la operación se realizó en dos montos. Uno es de US$500


millones con un plazo a 12 años y a una tasa de interés del 5.375 por ciento, con
vencimiento en el 2032.

El primer tramo se estructuró como un Bono Social dirigido a proyectos elegibles,


incluyendo medidas para dar respuesta a los efectos del Coronavirus. El segundo
tramo corresponde a US$700 millones a un plazo de 30 años, con vencimiento
para el 2050, con una tasa de interés del 6.125 por ciento.

Y formará parte de las fuentes del financiamiento del Presupuesto General de


Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2020.

El agente financiero emisor fue el Bank of America (BOFA). El Minfin detalló que
en la colocación de eurobonos participaron 180 inversionistas de todo el mundo.

El 23 de mayo del 2019 el Minfin también emitió un eurobono de US$1 mil 200
millones.

El monto total de la deuda pública en 2019 fue de Q157 mil 325 millones. Para
este año la deuda bonificable es de Q19 mil 864 millones que en 2019 el
Congreso no aprobó el presupuesto 2020.

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