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Universidad Argentina J.F.Kennedy.

Dpto de Psicología. Escuela de Psicología.


Campos Emergentes en Psicología.

MEDICINA
INTEGRAL
KEN WILBER
Traducción:
Karina Vidal Skodeller. Esther Gulino - Lic. Marta
Gilles.
Edición y Adaptación:
M e d i c i n a I n t e g r a l. Ken Wilber

Dr. Roberto Granulles

Bs As. ECUA. 2004

Medicina Integral: un lector


noético . 1

Contribuciones de:
Larry Dossey, Roger Walsh, Michael Murphy, Ivan Illich, Eugene Taylor, Lawrence LeShan, Caroline Myss, Rachel
Naomi Remen, Arthur Deikman, Deepak Chopra, Stanley Krippner, Kenneth Pelletier, Bernie Siegel, Candace Pert,
Joan Borysenko, Jon Kabat- Zinn, Jack Kornfield, Dean Ornish, Fred Luskin, George Leonard, Richard Tarnas,
William Braud, Rupert Sheldrake, Elisabeth Targ, Dean Radin, Stanislav Grof, Kenneth Ring, Willis Harman, Charles
Tart, Elizabeth Sahtouris, Thomas Berry, Christian de Quincey, David Ray Griffin, Theodore Roszak, Brian Swimme,
Ralph Metzner, Duane Elgin, Erwin Laszlo, Angeles Arrien. Ken Wilber. .

PROLOGO
Ken Wilber
1
Siempre me impactó como interesante que la creencia principal del Juramento Hipocrático, un
juramento que ha sido tomado en varias formas por muchos médicos en todo el mundo por casi
2000 años, es simplemente "No dañe a sus pacientes". Las órdenes positivas son pocas, pero la
orden negativa nos llama la atención. ¿Por qué sería necesario pedir a un futuro médico prometer
algo así? Es como si Hipócrates hubiera entendido que, de todo el poder que posee un médico, gran
parte del cual es enormemente positivo y beneficioso, un punto necesita ser controlado: la
capacidad casi sin precedentes de dañar a una persona, legalmente.
2
En varias versiones del Juramento Hipocrático, está claro que Hipócrates (quien durante mucho
tiempo se consideró fuera Hipócrates el Grande, pero recientes investigaciones académicas
revelaron que era miembro del círculo pitagórico, lo cual provoca lo contrario a disminuir su
reputación) también entiende, particularmente cuando se trata de medicina, que hay dos formas de
provocar daño: pecados de comisión y pecados de omisión. Un médico puede dañar a un paciente
con lo que sabe, pero más aún con lo que ignora.

1
Publicado en su idioma original en www.shambala.com Mayo 2003.
M e d i c i n a I n t e g r a l. Ken Wilber

El objetivo de la medicina integral puede ser establecido simplemente como el deseo de disminuir
el daño provocado por ambos pecados, y por lo tanto prepara más eficazmente el escenario para el
extraordinario milagro que, 2000 años después, ninguno de nosotros entiende completamente: el
hecho de curar.

De forma más positiva, el objetivo de la medicina integral es utilizar una aproximación lo más
completa y comprensiva posible en el tratamiento de cualquier enfermedad -permaneciendo,
obviamente, completamente conciente de las realidades pragmáticas de las restricciones de tiempo,
limitaciones de seguro, y prácticas administrativas actuales. La medicina integral que se está
desarrollando rápidamente en nuestros días ha ido significativamente más allá de los tempranos
intentos en esta área, conocida como "holística", "alopática", "alternativa" y "complementaria". A
pesar de que algunos de los componentes de esos esfuerzos pioneros han sido conservados, la
medicina integral está siendo lanzada desde una plataforma mucho más amplia en su alcance, con
un mayor basamento en la investigación empírica, y más eficazmente relacionada con los modelos
comprensivos de la psicología y la conciencia humanas. Pero es útil recordar que la medicina
integral difiere de forma significativa de tanto la medicina convencional como la medicina
complementaria, al mismo tiempo que intenta incluir los elementos perdurables y efectivos de cada
una.
¿Cómo sería una medicina integral como esta? ¿Y cómo podría ser aplicada efectivamente dadas las
restricciones económicas y prácticas del mundo actual? Los capítulos siguientes intentan responder
exactamente esas preguntas. Antes de delinear algunas de sus impactantes conclusiones, veamos el
escenario considerando algunos de los problemas y dilemas tradicionales que enfrentan la mayoría
de los profesionales médicos y de la salud.
3
Todo el mundo conoce el primer dilema, ya que durante años fue inculcado a los estudiantes de
medicina: "No se involucre emocionalmente con sus pacientes". En su momento no era,
ciertamente, una orden cruel y poco caritativa de tratar a las personas como objetos; era un intento
genuino y sincero de aproximarse de forma desapasionada y científica a la cura de una enfermedad.
Involucrarse emocionalmente con un paciente no solo nubla el juicio del médico, sino que lo agota
y, concordantemente, parece dañar al paciente.

Sin embargo, una o dos décadas atrás, comenzó una explosión de investigaciones empíricas duras
donde demostraron que utilizar positivamente varios factores emocionales -tanto de parte del
médico como del paciente- tenía un profundo efecto afirmativo en el tratamiento, en muchos casos
reduciendo no sólo el tiempo de recuperación sino que también los costos médicos. Tampoco era
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este el caso de pacientes "necesitados" que se desempeñaban mejor si alguien sostenía sus manos.
Estudios controlados mostraron consistentemente que, si ciertos elementos emocionales y afectivos
son comprometidos en el proceso de curación, se tienden a ver efectos positivos en todo tipo de
pacientes. Para decirlo claramente, no involucrarse emocionalmente en algunos aspectos puede no
solo incrementar los costos médicos sino que puede dañar al paciente. ¿Qué debe hacer un pobre
doctor?

Las escuelas de medicina en todo el país comenzaron contemplando esta investigación con
suspicacia. Todo el asunto tenía demasiadas connotaciones "New Age" para la mayoría de los
médicos convencionales. Tratar de introducir estos factores "subjetivos" era lo opuesto a lo que
debería estar haciendo la medicina modera. No obstante, virtualmente todas las escuelas de
medicina fueron forzadas a confrontar este asunto cuando la investigación mostró que los pacientes
estaban alejándose rápidamente de la medicina ortodoxa y gastando alrededor de 2 billones de
dólares anuales en cuidados de la salud que no ignoran estos factores subjetivos. Más de dos tercios
de las escuelas de medicina tienen ahora cursos de medicina complementaria, a pesar de que las
relaciones entre los dos enfoques permanecen tan inquietas (y aún cínicas) como siempre lo fueran.
Parte de la medicina integral es un intento de encontrar una estructura que pueda permitir a
ambos enfoques -convencional y complementario- existir en una estructura que no avergüence a
ninguna.
4
El segundo dilema comúnmente enfrentado por los médicos es el muy difícil problema vulgarmente
conocido como "Dualismo Cartesiano", o el problema mente-cuerpo; el cual, mas allá de su bagaje
filosófico de alto vuelo, simplemente significa: en este momento en general probablemente sienta
que tiene cierto tipo de conciencia y libre voluntad, y aún así la ciencia física procede como si la
realidad fuera un sistema materialístico cerrado. Aún si usted es filosóficamente un materialista,
tiene que traducir constantemente toda experiencia propia en términos materialistas, ya que
simplemente no es ésa la forma en que su experiencia le llega. El Fisicalismo, en otras palabras,
viola la forma en la cual el mundo se presenta naturalmente (para no mencionar el hecho de que la
mayoría de los filósofos del área simplemente no creen que la conciencia pueda ser reducida a un
materialismo excluyente). Y aún así, como médico convencional, UD. está más o menos forzado a
tratar a un paciente como si fuera esencialmente un sistema biofísico o material -medicación para
esto, cirugía para aquello, radiaciones para esto, o una intervención física tras otra. Sus pacientes,
cuando se trata de medicina, son máquinas físicas, y aún así usted no siente concientemente ser una
máquina física -ni tampoco sus pacientes. El problema "Cartesiano" en la práctica convencional de
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la medicina se trata simplemente de que usted está básicamente forzado a tratar al paciente como
si fuera una máquina física, cuando ambos saben lo contrario.

Un tercer dilema común enfrentado por la medicina convencional es aquel de la obediencia. Se


estima ahora que en muchos casos la mayoría de las fallas en los tratamientos se deben a una falta
de obediencia de los pacientes con respecto a la intervención médica prescripta (desde tomar
pastillas hasta seguir una dieta recomendada). La obediencia del paciente siempre ha caído en la
nebulosa área de la "psicología subjetiva" -exactamente el área excluida por el modelo biofísico de
la medicina. Una vez más, las prácticas fundamentales de la medicina biofísica se vuelven
ineficaces precisamente debido a aquellos factores considerados como no-centrales por el modelo.

Un cuarto dilema enfrentado por los que ejercen la medicina es raramente mencionado, pero es un
tópico siempre agazapado en el silencioso fondo: ¿exactamente dónde localiza usted la enfermedad?
¿Y dónde localiza las causas de cualquier enfermedad? Es prácticamente imposible delimitar un
borde alrededor de una enfermedad, independientemente de sus causas. La arteriosclerosis del
corazón tiene muchos factores que contribuyen, siendo los principales culpables los ácidos trans-
grasos, los que ahora son considerados como contribuidores directos de miles de muertes
anualmente pero no obstante son ingredientes comunes en virtualmente toda comida envasada en
este país. O tome la cantidad de químicos sintéticos hormonales, cuyo número está ahora en las
decenas de miles, de los cuales alrededor del 10% son conocidos cancerígenos. ¿Puede alguien estar
sano si la biosfera está enferma? Desde esta perspectiva incómoda, parece que como médico,
cuando usted trata a cualquier paciente, está siendo llamado a arreglar un pequeño vínculo en una
cadena de eventos integralmente enferma.

Los médicos enfrentan este doloroso dilema todo el tiempo. Un adolescente concurre al consultorio
para el tratamiento de una neurosis de ansiedad; rápidamente se vuelve obvio que no es tanto el
adolescente el que está enfermo como su familia, con un padre abusivo y una madre alcohólica.
¿Dónde está "localizada" la enfermedad? Para no mencionar el hecho de que este adolescente tiene
que atravesar detectores de metales todos los días en la escuela para asegurar que no porta una
ametralladora Uzi. ¿Y que debe hacer el pobre médico? Medicar al chico, por supuesto.
El dilema es simplemente ese, así como de alguna manera misteriosa todo estuviera conectado con
todo lo demás, así toda enfermedad está, de alguna manera, profundamente imbricada en redes,
sistemas y cadenas de patología. Así cualquier paciente “individual” se torna algo similar a un
canario en el proverbial túnel de la mina, detectando la enfermedad sistémica un poco antes que
otros y teniendo el buen sentido de caer muerto antes.
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Tanto si cualquier practicante de la medicina explícitamente piense a la enfermedad como siendo


parte de mayores (y probablemente enfermos) sistemas en el mundo o no, usualmente existe la
corrosiva sensación de que los esfuerzos propios en el cuidado de la salud no son muy diferentes a
ser un médico en una unidad MASH durante una guerra: los remienda y los vuelve a enviar directo
al campo de batalla para que reciban el próximo proyectil. La insalubridad intrínseca de la situación
-este imposible trabajo Catch-22- parece ser sentido hasta cierto punto por todos los profesionales
de la salud sensibles.
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Relacionado con ese difícil asunto de cómo definir o aún localizar una "enfermedad" está el dilema
opuesto e igualmente imposible: ¿qué queremos decir con "salud"? Una vez que se comprende que
un ser humano no es simplemente un ensamblado de partes físicas, sino que contiene dimensiones
emocionales, mentales y espirituales que no pueden ser reducidas sin consideración a procesos
materiales, entonces ¿qué significa exactamente "salud" en tal ser multidimensional? ¿Cuántos
niveles de ser -físico, emocional, mental, espiritual- debería tratar un médico? ¿Puedo estar sano si
estoy mal alimentado espiritualmente? Si el análisis de sangre de un Nazi resulta ser completamente
normal, ¿está esa persona sana? "Bueno, como médico, ése no es, ni puede ser, mi principal
preocupación". Pero es el mismo dilema agonizante, ¿no es así? Diciendo que esas áreas no son de
la incumbencia de los médicos, estamos aliándonos con la vieja versión materialista de la medicina,
forzándonos así a tratar a la persona de acuerdo a un modelo que tanto el médico como los pacientes
saben que es una tontería. Y también está el otro doloroso dilema: como profesional del cuidado
de la salud, usted podría de hecho tener que especializarse en un área en particular e ignorar y
compartimentalizar todas las otras; pero como un ser humano, simplemente no puede hacer eso y
conservar algún tipo de sanidad básica o decencia. Cuanto más efectivo es como médico
convencional, frecuentemente se encuentra como convirtiéndose en menos ser humano.

La medicina integral está diseñada, en parte, para ayudar con esos dilemas, no tanto en la medida en
que afectan al paciente o cliente, pero en tanto lo hacen con el médico y el practicante de la
medicina. La medicina integral también es, obviamente, una forma más eficaz y eficiente de ayudar
a los pacientes; pero es, primera y principal, una forma de ayudar a los profesionales de la medicina
a manejar todos esos problemas opresivos y dolorosos dilemas.

Esta es una de las maneras definitorias que establece a la medicina integral lejos de la medicina
convencional como de la medicina alternativa. Algunas veces se dice que la medicina convencional
trata la enfermedad y la medicina alternativa trata a la persona. Eso está bien, y personalmente creo
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que ambas son muy importantes. Pero la medicina integral va un paso más allá: trata a la
enfermedad, a la persona y al médico.
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Aquí es útil hacer una distinción entre lo que se podría llamar una "aproximación integral" y una
"aproximación integralmente informada". Como veremos, ambas desempeñan un rol importante
en la medicina integral, a pesar de que la primera se aplica más al paciente, y la última más al
profesional del cuidado de la salud. Mientras que una aproximación integral puede ayudar más
eficazmente al paciente, una aproximación integralmente informada puede ayudar más eficazmente
al sanador.

Todos los dilemas arriba mencionados son variaciones de un tema común: la naturaleza de un ser
humano y su relación con un conjunto mayor de cosas. A pesar de que podría parecer en este punto
que estamos tomando un rodeo innecesario a través de la filosofía, psicología, metafísica o algún
otro campo alarmantemente irrelevante, el punto en relación a cualquier aproximación
verdaderamente integral es que toma contacto con tantas áreas de investigación como fuera posible
antes de retornar rápidamente a los temas específicos y aplicaciones de una práctica dada, en este
caso, medicina. Afortunadamente, los resultados de este rodeo particular pueden ser resumidos muy
simple y sucintamente, con la directa relevancia para la medicina.

Una aproximación integral significa, en ese sentido, la "vista desde 50.000 pies". Es una mirada
panorámica a los modos de inquisición-interrogación (o las herramientas para la adquisición de
conocimiento) que utilizan, y han utilizado, los seres humanos, por décadas y a veces siglos. Una
aproximación integral está basada en una idea básica: ninguna mente humana puede estar 100%
equivocada. O, podríamos decir, nadie es tan avispado para estar equivocado todo el tiempo. Y eso
significa, cuando se trata de decidir cuáles enfoques, metodologías, epistemologías o formas o
conocimiento son "correctos", la respuesta solo puede ser "Todos ellos". Esto es, todas las
numerosas prácticas o paradigmas de la indagación humana -incluyendo a la física, química,
hermenéutica, investigación colaborativa, meditación, neurociencia, búsqueda de una visión,
fenomenología, estructuralismo, investigación de energía sutil, teoría de los sistemas, viaje
chamánico, teoría del caos, psicología evolutiva- todos esos modos de inquisición tienen una
importante pieza del más abarcativo rompecabezas de una existencia total que incluye, entre otras
muchas cosas, salud y enfermedad, doctores y pacientes, enfermarse y curarse.
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Entonces, una aproximación integral no comienza por preguntar, por ejemplo, "¿Cuáles de esas
metodologías son correctas y cuáles son incorrectas?"; en cambio, pregunta "¿Qué clase de
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Universo es este que permite, en primer término, que surjan todas esas prácticas?". Desde el
momento que ninguna mente puede producir un 100% de error, esto significa inevitablemente que
todas esos enfoques tienen por lo menos algunas verdades parciales para ofrecer una conferencia
integral, y la única pregunta verdaderamente interesante es ¿qué tipo de estructura podemos idear
que de lugar a esas verdades importantes aunque parciales de todas esas metodologías? Si
encontráramos tal estructura, no sería probable que tendría un impacto directo en la práctica de la
medicina y en los difíciles dilemas enfrentados por los practicantes de medicina quienes, en efecto,
están actualmente forzados a ser menos que integrales en la práctica médica -sintiendo no obstante
la tensión e inquietud de desear ser tan totales e integrales como puedan como seres humanos? ¿Y
deseando convertir esa integridad en una integralmente informada práctica de la medicina? ¿Es
realmente necesario que cuanto más me convierta en un doctor, tanto menos me convierta en ser
humano? ¿O hay acaso alguna forma de practicar la medicina que no ceda ni un ápice de las
dimensiones rigurosamente científica, empírica y clínica que siempre serán la piedra angular de
cualquier moderno sistema científico de cuidado de la salud, pero haciendo lugar también, de forma
coherente, a todas esas otras dimensiones de ser-en-el-mundo, dimensiones que, si son ignoradas o
reprimidas, no solo nos sustraen de nuestra propia humanidad sino de ser un médico
verdaderamente efectivo?

Para señalar lo que está implicado, he aquí un ejemplo de cómo una aproximación integral ha sido
utilizada en psicología; el ejemplo es directamente relevante porque es en las dimensiones de la
psicología y la conciencia que la aproximación integral tiene mucho que ofrecer a la medicina
convencional.
Existen cuando menos una docena de escuelas de psicología principales, en el Este y el Oeste,
antiguas y modernas. Están los enfoques más "externos" y "objetivos" a la conciencia, como por
ejemplo la neurociencia, la ciencia cognitiva, la teoría del caos y la complejidad, conductismo y
neurofarmacología. Están los enfoques más "internos" o "subjetivos", como la psicología profunda,
la meditación, las visualizaciones guiadas, y la fenomenología. Están los enfoques "sociales", que
enfatizan la naturaleza relacional de la conciencia, incluyendo la terapia familiar, la teoría de los
sistemas y la psicología social. Y están las enfoques de vanguardia, incluyendo la investigación de
la energía sutil, capacidades metanormales y paranormales, y los estados y etapas transpersonales
de la conciencia.
9
Cuando comencé a estudiar psicología y a la conciencia, todavía era una práctica común elegir una
(o cuando mucho dos) de esas escuelas, decidir que esos eran básicamente los enfoques correctos,
y luego pasar el resto de nuestra vida profesional atacando vigorosamente a las otras diez
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escuelas. Pero a medida que las perspectivas integrales comenzaron a tener efecto en el campo, la
pregunta central en los estudios de psicología y de la conciencia cambió desde "¿cuál de esas 12
escuelas es la mejor o más precisa aproximación?" a "¿porqué es que existen esas 12 escuelas en
primer lugar?". Nadie es lo suficientemente listo como para estar equivocado todo el tiempo. La
implicación estaba clara: si estamos destinados a tener en algún momento una visión comprensiva,
inclusiva e integral de la psicología y la conciencia, hay una y sólo una cosa que sabemos de
seguro: incluirá a las 12 escuelas. Cientos de miles de hombres y mujeres decentes alrededor del
mundo ya están practicando neurociencia, o farmacología psiquiátrica, o meditación, o
investigación de energía sutil, o psicología transpersonal, o contemplación, o teoría del caos y la
complejidad. La mayoría son mujeres y hombres íntegros, responsables, sinceros y comprometidos,
quienes creen honestamente que la práctica del campo de su elección está produciendo una
contribución positiva y útil a la humanidad. ¿Y saben ustedes qué? Les creo. Y confío en que usted
lo hagan también. No es cuestión de si lo pueden hacer, o deban hacerlo, o estén equivocados en
hacerlo. Simplemente es el caso de que ya lo están haciendo, y lo están haciendo en comunidades
de conocimiento que han transmitido su conocimiento por décadas o aún siglos, todas ellas
contribuyendo de formas invalorables a la suma total de comprensión acerca de lo que significa ser
un ser humano en el mundo. De esa forma, la pregunta verdaderamente interesante en los estudios
de psicología y de la conciencia rápidamente se convierte en "¿qué estructura teórica puede dar
cuenta de las importantes aunque parciales verdades de todas esas 12 escuelas?". Y luego, "una vez
que tenemos una suerte de teoría integral y no excluyente, ¿cómo puede esa teoría integral ser
puesta en práctica integralmente?
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En los estudios de psicología y de la conciencia, he aquí un resultado de tal aproximación integral.
Si usted pone a todas de esas 12 importantes escuelas de psicología sobre la mesa, si asume que
todas tienen una pieza importante del rompecabezas mayor, si se pregunta entonces "¿Cómo debe
ser la naturaleza de la psiquis humana de forma tal que todos esas enfoques estén focalizados en
algún aspecto importante de ella?", una de las conclusiones a las que arriba es que la psique humana
debe contener varias dimensiones o dominios para que existan las metodologías arriba descriptas en
primer lugar. El tipo de psicología integral con el que estoy más familiarizado condensa todas esas
"necesidades" en cinco de las más importantes dimensiones o componentes de la psique,
denominados cuadrantes, niveles, líneas, estados y tipos. Algunos de los capítulos siguientes
presentan un bosquejo general de esta versión de psicología integral, de forma que puedo ser aquí
piadosamente breve -pero el punto, en todo caso, es que si tenemos una psicología más integral,
podríamos estar acercándonos a lo que significa ser un médico integral.
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"Cuadrantes" es sólo una abreviatura de perspectivas


en primera, segunda y tercera persona. Todas las
lenguas humanas principales tienen pronombre de
primera, segunda y tercera persona (primera persona:
yo, nosotros; segunda persona: tú, Ustedes; tercera
persona: él, ella, ellos, eso, su). La explicación más
simple y menos derogatoria para esto es: esos
pronombres representan dimensiones reales y durables de experiencia y realidad, dimensiones a las
cuales el lenguaje mismo se ha adaptado e incluido a lo largo de la evolución.
- Las dimensiones de primera persona de ser-en-el-mundo incluyen, entre otras cosas, el "yo"
interior, auto-identidad, arte y expresión estética, meditación, psicología profunda,
visualización guiada, introspección, oración contemplativa, estados de conciencia
normal/alterada, y fenomenología interior.
- Las dimensiones de segunda persona de ser-en-el-mundo envuelve, entre otras cosas, las
forma en las que un "tú" y un "yo" pueden reunirse y formar un "nosotros" (razón por la cual
"tú" y "nosotros" son a veces tratados conjuntamente como una segunda persona), y por lo
tanto las dimensiones de segunda persona incluyen a la cultura, hermenéutica,
entendimiento mutuo, moralidad (o cómo nos tratamos entre nosotros con respeto),
intersubjetividad en todas sus dimensiones, y la comunicación en sí misma.
- Las dimensiones de tercera persona del ser-en-el-mundo incluyen los enfoques más
"objetivas" a la realidad, los que no utilizan el "lenguaje yo" o "lenguaje nosotros" sino el
"lenguaje ello" -por ejemplo, las enfoques más científicos que se focalizan en esas
dimensiones de tercera persona del ser-en-el-mundo-, enfoques que incluyen física, química,
neurociencia, farmacología, y demás. Estos enfoques "ello" algunas veces están
subdivididos en enfoques individuales y de sistemas, brindándonos las ciencias que se
focalizan en un individuo o sus subcomponentes (las versiones más "atomísticas" de la
ciencia, incluyendo física, biología molecular, etc.) y aquellos que se focalizan en lo
colectivo (como las numerosas formas de teoría de los sistemas, ecología, y teoría de la
complejidad). Estos dos enfoques frecuentemente son resumidos en "ello" (singular) y
"ellos" (plural, colectivo, sistemas). De forma tal que los cuadrantes (yo, nosotros, ello y
ellos) son nada más que una forma simple de seguir las cuatro dimensiones principales del
ser-en-el-mundo que no solo están insertas en todas las lenguas principales -y están por ello
presentes y completamente operativas tanto en usted como en sus pacientes- sino que son
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dimensiones de la realidad que han sido intensamente investigadas por literalmente cientos
de paradigmas principales, prácticas, metodologías y modos de investigación.
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Estas dimensiones del ser-en-el-mundo son más sencillamente resumidas como uno (yo), cultura
(nosotros), y naturaleza (ello). O arte, moral y ciencia. O lo bello, lo bueno y la verdad. O
simplemente yo, nosotros y ello. Y el punto interesante es que, por lo que sabemos, ninguna de esas
dimensiones puede ser reducida sin remanente a las otras (por lo que, como científico, usted podría
tratar de focalizarse exclusivamente en la dimensión "ello" de la realidad, pero como ser humano,
no puede hacerlo sin romper el entramado de la experiencia).

Por supuesto, por siglos, los reduccionistas que representaron todos los cuadrantes han tratado de
reducir los otros tres cuadrantes a furtivas variaciones del propio, solo para encontrarse con un
enojoso fracaso tras otro. El materialista es un "yo" que pasa su tiempo tratando de probar que los
"yo" no existen, un idealista subjetivo es un "yo" que mira hacia los "ello" y trata de probar que no
existen, un constructivista postmoderno trata de probar que ambos "yo" y "ello" no son nada más
que construcciones sociales de un "nosotros". En general, uno tiene la idea de cuatro miembros de
un cuerpo, cada uno declamando que los otros no existen, una situación que probablemente pueda
ser mejor sintetizada por Lovejoy: "no hay estupidez humana que no haya encontrado su
campeón".
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Pero en todo caso, ese intento reduccionista es simplemente no interesante para un practicante
integralmente informado, ya que nadie es lo suficientemente listo para estar equivocado todo el
tiempo.

Si usted mira a estos cuatro cuadrantes, insertos en todas las lenguas naturales, rápidamente resulta
aparente que se encuentra involucrada una simple simetría. "yo", "nosotros", "ello" y "ellos"
representan el interior y el exterior, de lo individual y lo colectivo. [Esto puede ser visto en la figura
000]. La dimensión izquierda o interior (del yo y nosotros, o las dimensiones de primera y segunda
persona del ser-en-el-mundo) son "invisibles", en lo que respecta a que no pueden ser vistas por los
sentidos (por ejemplo, matemáticas, lógica, entendimiento mutuo, amor, compasión, introspección,
meditación, visualizaciones guiadas, estados de conciencia normales y alterados, etc.); pero la
dimensión derecha o exterior (de ello y ellos) puede ser vista con los sentidos, en cuanto es la
dimensión objetiva o de tercera persona de ser-en-el-mundo, incluyendo átomos, moléculas, células,
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organismos, ecosistemas y así. Si los cuadrantes Izquierdo y Derecho representan la realidad


interior y exterior, los cuadrantes superior e inferior representan al individuo (yo, ello) y lo
colectivo (nosotros, ellos).
Ahora la implicancia de ese simple esquema es que todos esas dimensiones van inextricablemente
unidas, por no otra razón que usted no puede tener un interior sin un exterior, o un singular sin un
plural (por lo cual probablemente el reduccionismo tiene una historia de fracaso tan consistente).
Pero repentinamente esto se convierte en absolutamente intrigante debido a que se relaciona
directamente con la práctica de la medicina. Si usted utiliza simplemente los cuadrantes solamente,
y los despliega en una mesa, se vuelve obvio que la medicina convencional se ha focalizado casi
exclusivamente en uno de los cuadrantes -esto es, en el cuadrante Superior-Derecho, o la dimensión
singular de tercera persona del ser-en-el-mundo. En otras palabras, la medicina convencional se ha
focalizado casi enteramente en el organismo individual y la dimensión física objetiva de ese
organismo (incluyendo su anatomía, fisiología, sistemas orgánicos y el efecto de las intervenciones
físicas de las drogas en la cirugía) -todas las dimensiones "ello" de una persona, las cuales son
definitivamente reales y definitivamente una parte crucial de la salud- pero son, por decir,
solamente 1/4 de la historia total que se esta presentando en su consultorio. Si usted y sus pacientes
tienen estas cuatro dimensiones siempre disponibles y siempre funcionando en cualquier
oportunidad, pero sí, en su práctica de la medicina, se le "permite" solamente usar o tratar 1/4 de la
condición actual, entonces algún tipo de ruptura horrible ha ocurrido en algún lugar, y tanto usted
como sus pacientes pueden sentirla, pueden sentir esta fractura desagradable del Kosmos llamada
"ir al doctor".
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Quizá es obvio que muchos enfoques alternativos y complementarios a la medicina están, a su
modo, intentando incluir los otros tres cuadrantes desconsiderados por la medicina convencional.
Por ejemplo, muchos enfoques alternativos intentan incluir las importantes dimensiones del
Cuadrante Superior-Izquierdo (o "yo"), incluyendo meditación, visualización guiada, técnicas de
relajación, visualización, oración contemplativa, y demás. Otros enfoques intentan incluir la
importancia de los sistemas sociales (o el Cuadrante Inferior Derecho), y así observan los temas de
la salud en el contexto mayor de los sistemas ecológicos y las toxinas ambientales, sistemas sociales
y sus enfermedades, y las complejas redes que involucran a todas las criaturas vivientes. Otros
enfoques complementarios llaman la atención a las más delicadas dimensiones del Cuadarante
Superior Derecho, como por ejemplo las energías sutiles que parecen rodear y permear al
organismo físico total. Aún otros enfoques complementarios agregan la importancia del cuadrante
Inferior-Izquierdo o "nosotros" -la importancia de la cultura, de una red de apoyo de entendimiento
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interpersonal (incluyendo la comunicación entre doctor, paciente, familia y amigos), al mismo


tiempo que los grupos de apoyo o terapia de grupo.
A pesar de ser cierto que, por ejemplo, las mujeres con cáncer de mama que se unen a grupos de
apoyo usualmente tienen una tasa de supervivencia un 30% mayor a aquellas que no lo hacen, el
punto en que la cultura interpersonal es un bien es sí misma, un cuadrante o dimensión del ser-en-
el-mundo muy real y muy importante, y uno se involucra con esa dimensión no solo porque hace
que el organismo físico dure un poco más, sino porque ejercita una profunda, maravillosa y honda
dimensión del ser-en-el-mundo y de conciencia. El hecho de que las personas se vuelven más sanas
cuando hacen eso es simplemente decir que lo comprensivo es mejor.

Los ejemplos abundan. Una estructura integral sugiere que todo estado de conciencia en el
individuo "yo" tiene un correspondiente estado cerebral en el organismo físico (o el "ello"
individual).
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Usted puede tratar un estado cerebral con farmacología o neurocirugía; tratar estados de la mente y
la conciencia con psicología profunda y meditación. No es necesario que, como neurocirujano, o
aún como practicante familiar, deba de alguna manera utilizar psicología profunda y meditación en
su práctica (a pesar de que ciertamente puede hacerlo si lo desea); pero es el caso de que un
practicante médico integralmente informado es conciente de las dimensiones reales de existir y
de conciencia que están presentes en sus pacientes y de esa forma puede decir cuándo podrían
necesitar Prozac o cuando podrían necesitar meditación -o ambos. Tal como es ahora, la mayoría de
las enfermedades en otros cuadrantes son tratadas con herramientas que se dirigen efectivamente
solamente al organismo físico: las enfermedades del alma son tratadas con antibióticos, debido a
que los pacientes reclaman algo.

Mientras que la mayoría de las estructuras holísticas o alternativas reconocen la importancia de esos
cuatro cuadrantes o dimensiones (intencional, conductual, social y cultural), una estructura integral
continúa expandiendo su rango heurístico reconociendo también niveles, líneas, estados y tipos.
Esto no es meramente una estructura ecléctica, la cual está presente en la mayoría de los enfoques
alternativos u holísticos (y que simplemente afirman que todo está conectado con todo), pero es una
estructura integral (o un sistema coherente que específicamente indica cómo todo está conectado
con todo). Daré aquí solo unos pocos ejemplos rápidos para mostrar qué está involucrado, y luego
regresaremos a lo que podría implicar una práctica médica "integralmente informada".
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Entre los especialistas en las dimensiones interiores del individuo (el cuadrante "yo" o Superior-
Izquierdo), encontramos un extendido consenso en que hay etapas de conciencia, estados de
conciencia, y tipos de conciencia. Debido a que los eventos en cualquier cuadrante reverberan a lo
largo de todos los cuadrantes (con la salud o enfermedad en uno tendiendo a inducir salud o
enfermedad en los otros), una estructura integral nos da una pauta para comenzar a correlacionar los
efectos de diferentes aspectos de la conciencia en la salud o enfermedad orgánicas. El impacto de
los estados alterados de conciencia en la salud y en la curación han sido documentados desde los
tiempos chamánicos hasta la psiconeuroinmunología actual, y podrá usted observar varios estudios
empíricos sobre ellos presentes en este volumen. Igualmente importante es la existencia de etapas
de conciencia. Las etapas u ondas u olas de conciencia documentadas
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parecen recorrer el espectro de sensorial a mental a espiritual; de lo pre-personal a lo personal a lo
transpersonal; de lo subconciente a lo auto-conciente a lo superconciente.
Cuando los antiguos hablaban acerca de un espectro de conciencia abarcando desde la materia al
cuerpo a la mente al alma al espíritu, parece que expresaban una versión de este gran espectro de
potencialidades -físicas, emocionales, mentales y espirituales- potencialidades que, como los
cuadrantes, resisten efectivamente el reduccionismo.

Sí, lo sé, el intento de reducir el espíritu a la materia es otra tontería que no ha dejado de tener sus
campeones. Pero aún cuando uno lo intentara, simplemente no puede reducir al espíritu a
combinaciones y permutaciones de una suciedad vivaz. Y el porqué se levantaría esta suciedad y
comenzaría a escribir poesía nunca ha sido aclarado por los materialistas de todo tipo. No es
solamente que ese reduccionismo viola el entramado de los hechos, sino que invariablemente falla
en sus propios términos, importando de forma implícita las mismas cosas que intenta explicar.
Williams James llamó al reduccionismo "genio apoyado por el prejuicio" -se necesita un genio para
hacer que ese juego filosófico parezca tener sentido, y se necesita del prejuicio de querer hacerlo en
todos los casos. Un médico más integralmente informado simplemente aparta todo prejuicio
reduccionista y, arrojando la red teórica lo más extensamente posible de forma tal de no capturar la
menor cantidad de secretos abiertos, reconoce que los seres humanos han sabido bastante desde el
primer día: todos tenemos dimensiones físicas, emocionales, mentales y espirituales de existencia y
conciencia.
Más aún, parece que cada una de esas dimensiones, niveles u ondas puede existir en formas
saludables o enfermas. No sólo hay más formas de estar sano que las que reconoce la medicina
convencional, sino que también hay más formas de estar enfermos.
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Por supuesto, estas cosas siempre están entretejidas, pero de hecho parecen existir una salud física,
salud emocional, salud mental y salud espiritual expresando los niveles, etapas u ondas de este
extraordinario espectro. De forma análoga, parece existir una enfermedad física, enfermedad
emocional, enfermedad mental, enfermedad espiritual. Como veremos, este gran espectro de salud y
enfermedad se convierte en algo de gran interés para un médico integral.
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A través de este espectro de la conciencia con sus etapas u ondas corren numerosas y diferentes
corrientes o líneas. Esto es, parece haber cuando menos dos docenas de líneas o corrientes de
desarrollo relativamente independientes que progresan a través de los niveles u ondas de desarrollo
de la conciencia. Estas líneas de desarrollo incluyen la línea cognitiva (estudiada, por ejemplo, por
Robert Kegan, Patricia Arlin), la línea interpersonal (por ejemplo, William Seman, Cheryl Armon),
aquella de los valores (Clare Graves), autoidentidad (Jane Loevinger), etapas de la fe (James
Fowler), moralidades (Lawrence Kohlberg, Carol Gilligan), necesidades (Abraham Maslow), entre
otras.

Estas líneas o corrientes de desarrollo a veces son llamadas "inteligencias" de un modo bien
conocido por Howard Gardner (e.g., inteligencia emocional, inteligencia musical, inteligencia
kinestésica, inteligencia cognoscitiva, etc.). El importante fenómeno conocido como "ondas y
corrientes" (o "niveles y líneas") simplemente significa que una persona puede estar en un nivel
bastante alto del desarrollo en alguna línea (tal como la cognoscitiva), en un nivel medio del
desarrollo en otra línea (tal como la interpersonal), y en un nivel decididamente bajo en alguna otra
(tal como la moral). Esto también tiene sentido intuitivo ya que todos conocemos individuos que
son, por ejemplo, altamente inteligentes pero no muy éticos; o gente que es altamente avanzada en
algunas habilidades y no tan desarrollada en otras.

Una psicología integral hace el sitio para todos esos factores. Y todos esos factores vienen urgente
e inevitablemente al juego, no sólo en salud y sanidad, sino en el escenario completo que significa
la práctica de la medicina, no de un mecánico a una máquina, no de un plomero a una canilla rota,
sino de un ser humano a otro. ¿Qué si en su pequeño bolso médico negro usted tiene -- no 20
píldoras, dos escalpelos, y un martillo ortopédico -- sino todos los cuadrantes, todas las olas, todas
las corrientes, todos los estados, y todos los tipos? ¿Qué si su bolso médico incluye un mapa más
comprensivo y más integral del ser humano que ha venido a usted por ayuda, tal que usted puede
tomar un diagnostico verdaderamente integral que cubra todas las bases conocidas de lo que pudiera
estar enfermo en este ser humano ahora que está de pie delante de usted? "pero,
desafortunadamente todos esos factores no son mi preocupación. Como médico, debo centrarme en
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salud y enfermedad orgánicas." Pero, como usted ve, ellas son su preocupación, porque en esta
cultura, cuando alguien realmente enferma, todos les dicen la misma cosa: " más vale vea a un
doctor." Si

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usted está realmente enfermo, en virtualmente cualquier área, no va a un rabino, a un sacerdote, o a
un masajista. Usted va a un doctor. ¿Y qué puede el pobre doctor hacer? La mayoría de los
practicantes le dirán que en más de la mitad de los casos, no hay nada físicamente mal en el
paciente. Pero lo que realmente significa es que no hay nada mal en el cuadrante Superior-Derecho,
porque hay claramente algo mal en uno de los otros cuadrantes (o los otros niveles o líneas o
estados). Una vez más no es necesario que si usted es, por ejemplo, un médico de cabecera, deba
poder por sí mismo tratar todas las enfermedades en todos los cuadrantes o los niveles o los estados.
La especialización será siempre necesaria a un cierto grado. Pero si usted aspira ser médico
facultativo integralmente informado, usted estará por lo menos familiarizado con las enfermedades
y los tratamientos en los otros cuadrantes y dimensiones. Una "práctica médica integral" es una
práctica que ubica la panoplia entera de tratamientos eficaces a través de todos los cuadrantes y
dimensiones de la salud humana y de la enfermedad. De hecho aparecen ondas físicas y
emocionales y mentales y espirituales de ser y del conocimiento, cada una de ellas poseen una
dimensión "Yo" una "nosotros" y una "ello". Y a través de esas ondas de la existencia parecen
funcionar corrientes cognoscitivas y corrientes de la auto-identidad y corrientes del valor y
corrientes artísticas, atropellando y rodando a través de ese espectro extraordinario de progresión
subconsciente a autoconsciente a superconsciente. Y ahora se ve que cada una de esas variables
actúa probablemente en cada caso de salud y enfermedad, dolencia y recuperación, sanador y
sanado. Pero el ingrediente crucial en cualquier práctica médica integral no es el bolso médico
integral en sí mismo -- con todas las píldoras convencionales, y la cirugía ortodoxa, y la medicina
de la energía sutil, y las agujas de la acupuntura – sino solamente el sostenedor de ese bolso, el
médico integralmente informado del cuidado de la salud, los doctores y las enfermeras y los
terapeutas que se han abierto a sí mismos en un espectro entero de la conciencia – de la materia al
cuerpo, a la mente, al alma, al espíritu -- y que de tal modo han reconocido que parece estar
sucediendo en cualquier acontecimiento: el cuerpo y la mente y el espíritu están obrando en uno
mismo en la cultura y en la naturaleza, y así la salud y la sanidad, la enfermedad y la integridad,
están todas ligadas en un tapiz multidimensional que no se pueda cortar sin una hemorragia fatal.

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Una práctica médica integralmente informada cambia primero al médico; él o ella puede entonces
decidir cuáles de los tratamientos -- convencionales, alternativos, complementarios, y/o holísticos --
desea utilizar al practicar la medicina con integridad. Puede incluir el agregado de nuevos
tratamientos, convencionales y alternativos; o más concientemente derivando pacientes a médicos
de otros cuadrantes cuando un diagnóstico integral así lo indica; llegando a ser parte de un grupo o
de un centro médico que se especializa en tratamientos integrales (teniendo el staff de especialistas
en distintos cuadrantes, estados, y niveles de salud y de enfermedad). El único artículo que es
constante en todos ésos es el médico transformado. Es el médico que se sana y se integra primero,
no simplemente aprendiendo nuevas y complementarias técnicas, sino asumiendo una nueva
conciencia que de lugar a las nuevas técnicas; y cómo esa integridad entonces se expresa en una
práctica médica integralmente informada puede variar considerablemente. La ventaja de la
práctica médica integralmente informada sobre acercamientos convencionales y holísticos podría
ser algo más obvia. El problema con muchas prácticas alternativas, complementarias, y holísticas es
que, pese a todo su noble intento y esfuerzo sinceros, terminan a menudo simplemente creando un
amontonamiento de tratamientos sin un diagnóstico o un plan integralmente informado del
tratamiento. A menudo resulta ser que si prescribo doxycyclina y hierbas chinas, yo soy holístico. O
también si en cada radioterapia agrego 15 minutos de imaginería guiada. El problema con esta
aproximación, en mi opinión, es que se centra demasiado a menudo simplemente en el aumento
del número y de los tipos de tratamientos o de técnicas en el pequeño bolso negro, y por lo tanto
cae en que resulta el mismo acercamiento criticable del juego de herramientas, pero ahora con más
clases de píldoras y de martillos. Eso a menudo abre al médico holístico a formas de tratamiento
que son inefectivas o aún regresivas, simplemente porque todo debe ser incluido. Pero decir que
ninguna de esas alternativas está el 100% errada no es decir que el 100% de ellas son correctas. Los
acercamientos integrales pueden ser muy rigurosos en estándares de evidencia y de eficacia, un
rigor que algunos acercamientos holísticos dejan de lado demasiado rápido en una tentativa de
"incluir todo”.
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Yo realmente no creo ser poco amable aquí, pero una práctica médica genuinamente comprensiva
no tiene que incluir sanguijuelas, ojo de lagarto, o estiércol de dragón, no importa qué nombre de
oriente los señale. El beneficio neto de esta tensión entre los acercamientos convencionales y
alternativos es que los médicos están hoy muy infelices con el estado actual de la medicina
convencional pero desconfían a menudo de las alternativas holísticas. Saben que la medicina
convencional los está lisiando como seres humanos e impidiendo la salud que pueden ofrecer al
enfermo; con todo sospechan que demasiados acercamientos alternativos y holísticos han dejado de
lado la evidencia y el rigor con tal de demostrar una versión médica de pensamiento políticamente
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correcto: nadie desea marginar sanguijuelas. Una práctica médica integralmente informada no
descuida los tipos de tratamientos eficaces que puedan o se deban incluir en un tratamiento médico
comprensivo. Pero todo eso, viene en verdad después de la transformación de los mismos
médicos. La primer cosa que usted deberá cambiar si adopta un acercamiento integral es su
propio conocimiento, su propio sentido, su propio mapa de posibilidades humanas, un mapa que
se ha ampliado dramáticamente de intervenciones orgánicas a cuidar, para un ser humano en
toda su extraordinaria riqueza a través de un espectro entero que incluso aquí y ahora funciona
del polvo a la deidad, de la suciedad al divinidad. Un médico facultativo integralmente informado
es quién ha dejado la mayor cantidad del Kosmos en su mente, encuentra de tal modo la mayoría
de los potenciales para la salud y el cuidado curativo y compasivo, y trae esa gran mente a su
práctica de una manera que inculca más confianza y más humildad, todo junto. La medicina
integral está en su infancia. Como tal, los médicos y los profesionales del cuidado de la salud que
están ayudando a forjar una práctica integral están en viaje hacia un increíble descubrimiento,
discutiblemente uno de los más importantes que la milenaria profesión de la medicina ha hecho
jamás. En los capítulos siguientes usted verá algo de lo más importante de estos esfuerzos pioneros.
Tomados juntos, cubren virtualmente aspectos de todos los cuadrantes, niveles, líneas, estados, y
tipos. Hay capítulos emocionantes en ciencia marginal en las dimensiones objetivas o "ello",
incluyendo la nueva física; recientes investigaciones sobre neuropéptidos y otros sistemas de
comunicación orgánicos; la salud espontánea y mecanismos de auto-curación; los componentes
corporales de sanidad y de su futura

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evolución; una gran parte de la evidencia empírica es la existencia y los efectos de la energía sutil y
su papel en la medicina de la salud y de la energía. (Observe por favor el fuerte énfasis que se da a
la evidencia empírica y el basamento científico en estas áreas. El ojo del lagarto cabe en el pequeño
bolso negro, si y solamente si hay evidencia científica reproductiva que actúa.) Creo personalmente
que la medicina sutil de la energía está en el borde de las brechas científicas que solamente podrían
revolucionar las dimensiones objetivas de la asistencia médica. Hay también capítulos en el
territorio extenso de la dimensión del "yo" con todas sus ondas, corrientes, y estados -- incluyendo
el papel de factores mentales en salud y enfermedad orgánicas; las muchas maneras que la mente y
el cuerpo no pueden ser reducidas el uno al otro ni separados uno de otro; la naturaleza de sanidad
consciente; modos de transformar enfermedad implicando ambos estados y etapas más altas de la
conciencia; y maneras que el profesional del cuidado de la salud puede transformar el suyo o su
propia conciencia también, particularmente con el servicio y el contrato transformacional -- el
espectro entero de "abrir su corazón: física, emocional, y espiritualmente". Hay capítulos
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importantes en la dimensión "nosotros" de salud y de enfermedad, incluyendo perspectivas


transculturales en enfermedad y sanidad; medicina participante; medicina relacional; las muchas
maneras que cada "yo" y "ello" son anidados en estratos del "nosotros" -- es decir, los temas y los
objetos se presentan en ambos fondos culturales de intersubjectividad que desempeñan un papel
enormemente influyente en la salud y la enfermedad (las dimensiones hechas principalmente por el
grado de negligencia usualmente concedidas a ellas, en los acercamientos convencionales y
alternativos semejantes). Como los teóricos desde Heidegger a Habermas han demostrado, estos
culturales "nosotros" no pueden ser reducidos a los términos de la teoría de los sistemas (o de "ello
social"), ni pueden ser capturados por aproximaciones "yo" o "ello" se acerca, pero debe ser tratado
en sus propios términos, con sus propias técnicas, y sus propios estilos -- maneras que cualquier
médico integralmente informado desearía estar familiarizado. En el análisis pasado, la relación del
médico-paciente no es un "yo" que funciona en un piso de "ello," sino de un extraordinario
"nosotros" por lo cuál el término "sagrado" es el único adjetivo aproximado, y es ese sagrado
"nosotros" que todo sanador erige como un milagro de amor y de gracia que gratamente ninguno

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de nosotros entenderá (si lo hiciéramos, no piensa usted que sería un feo desorden?). La medicina,
cuando funciona, se desliza sobre una onda de milagro y de misterio, de lo cual nada es más
misterioso y milagroso que un "nosotros." Hay capítulos significativos en el importante papel
desempeñado por los sistemas sociales, los sistemas de autoorganización del "ello dinámico", las
redes de la conectividad ecológica que no dejan individuo indemne. Esto incluye los capítulos en la
salud ecológica, la era ecozoica, la trama de la vida y qué significa para nosotros todo -- las muchas
maneras en que estamos ligados intersubjetivamente y en culturas de "nosotros" pero
interobjetivamente en los sistemas de procesos dinámicos. Note que estos sistemas que se
entrelazan (tales como la trama de la vida) están descritos siempre en términos plurales en tercera-
persona (porque son de hecho sistemas dinámicos e interrelacionados), pero el punto central, por
supuesto, es que cada "ello" y "ellos" tienen un correlato "yo" y "nosotros", y todas esas
dimensiones necesitan ser tomadas en consideración en cualquier acercamiento integral a la
medicina. Aunque el intencional "yo" y el cultural "nosotros" no se pueden reducir, ni explicar, los
sistemas sociales de procesos ecológicos, no pueden tampoco existir sin ellos. La trama de la vida
cubre solamente un cuadrante, pero un cuadrante demasiado a menudo descuidado en un foco sobre
salud individual. Todas esas dimensiones importantes de la medicina integral se tratan en los
capítulos siguientes. Porque varios acercamientos integrales están en su infancia, es evidente que no
todos los teóricos en este volumen convendrán unos con otros. No todos convendrían ciertamente
con la versión o la terminología que he estado utilizando en esta introducción, ni debieran, me
M e d i c i n a I n t e g r a l. Ken Wilber

parece. ¿Usted ha visto alguno de esos mapas que los exploradores europeos antiguos han hecho de
América? -- donde Cuba es el tamaño de Siberia y la Florida se extiende hasta Brasil? ¿Y en el lado
indígena del Atlántico también – ha visto algunos mapas similares al azteca de los nuevos territorios
que ellos exploraban? Bien, eso es casi ciertamente lo que parecen nuestros actuales mapas de una
medicina integral. ¿Pero ésa es simplemente la mayor razón para empujar en esta extraordinaria
exploración?

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Los capítulos siguientes son los mapas de los intrépidos exploradores moviéndose en un territorio
nuevo que pueda solamente ser visto oscuramente formándose en el horizonte de nuestras
conversaciones integrales. Esta es la razón por la cual es especialmente importante, me parece, que
todas estas aproximaciones se coloquen sobre la mesa, observándolas con un cierto respeto, con una
pauta integral tenida presente delicadamente: nadie es tan vivo como para errar todo el tiempo. En
este esfuerzo extraordinario, todos tienen una parte del rompecabezas integral, y estamos buscando
un marco que puede coherentemente incluir la mayoría del número de acercamientos sin patologizar
las alternativas. Este libro, entonces, es no la última palabra en medicina integral, sino simplemente
la humilde primera. Es la abertura de un diálogo demasiado largamente ignorado, la apelación de
potenciales extraordinarios por demasiado tiempo negado, el reconocimiento de un amor sanador
demasiado tiempo no expresado. La medicina integral es un reconocimiento del Kosmos en toda su
riqueza radiante; y -- de una cierta manera misteriosa que cada médico verdadero sabe en las
profundidades del corazón compasivo -- un médico integralmente informado es así uno a través de
quien el Kosmos sana. Uno en quién el espectro entero de la conciencia permite que hable y grite
sus verdades; uno en quién se coloca a sí mismo a un lado en el gesto sanador y deja el universo
correr – de la materia al cuerpo al alma al espíritu -- en sí mismo y cultiva naturaleza. La Vista
panorámica se abrió en el médico integralmente informado reestructurando su propio ser y
conciencia, volviendo al médico como una tierna, hueca y hermosa caña de bambú, hueca como
para resonar con el sonido del Kosmos entero enjuagando las orillas del alma, salvaje y radiante en
todas sus dimensiones, desbordando en un gesto sanador que no deja ser humano conciente intacto,
un gesto que cada tanto echa un vistazo a ese juramento colgado de la pared, sabiendo que, en este
respeto integral, no hay promesas sagradas rotas en este consultorio.
M e d i c i n a I n t e g r a l. Ken Wilber

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