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Otras disposiciones testamentarias

Las disposiciones testamentarias, pueden hacerse a título de institución de heredero, O de


legado, o bajo cualquier otra denominación propia para manifestar la voluntad del testador. Así
lo establece el artículo 895 Código Civil Venezolano, el cual expresa lo siguiente: “Las
disposiciones testamentarias pueden hacerse a título de institución de heredero, o de legado,
o bajo cualquiera otra denominación propia para manifestar la voluntad del testador La figura
del heredero, artículo 834 del Código Civil Venezolano señala; que es heredero quien sucede
a título universal o en una parte alícuota, y se llama legatario el que sucede a título particular.
Pone así, dicho texto legal, en relación dos conceptos centrales del derecho sucesorio:  La
sucesión a título universal y la sucesión a título particular, por una parte.  Las nociones de
heredero y legatario por la otra. Caracterizando al heredero como el sucesor en la
universalidad o en una parte alícuota. Y, al legatario el sucesor en las demás disposiciones,
que por argumento al contrario son las transmisiones a título particular. Dice así el dispositivo
técnico en referencia: "Las disposiciones testamentarias que comprendan la universalidad o
una parte alícuota de los bienes del testador, son a título particular y atribuyen la calidad de
heredero". "Las demás disposiciones son a título particular, y atribuyen la calidad de
Legatario" (artículo 834 del Código Civil Venezolano). Cabe resaltar, que el Heredero, es la
persona con vocación hereditaria que acepta la herencia según lo establecido en el
CódigoCivil, es decir, el sucesor que ha aceptado la sucesión patrimonial es llamado
heredero. Tal acto es importante ya que la aceptación de una herencia conlleva efectos
jurídicos trascendentales. El heredero, siempre lo es a titulo universal, o sea, hereda un
universo, un continente patrimonial que obviamente incluye todas las relaciones jurídicas en él
contenidas. Quien asume cierta cualidad deberá siempre responder por las consecuencias
jurídicas derivadas de la herencia y la misma es ilimitada.

Fideicomiso

Es un contrato en virtud del cual una o más personas (fideicomitente/s o fiduciante/s)


transmiten bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su propiedad a
otra persona (fiduciaria, que puede ser una persona física o jurídica) para que esta administre
o invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado beneficiario, y
se transmita su propiedad, al cumplimiento de un plazo o condición, al fideicomisario, que
puede ser el fiduciante, el beneficiario u otra persona.
Al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien objeto
del fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina
ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una
institución fiduciaria en todas las empresas.
Los bienes afectados al fideicomiso no corren el riesgo comercial del fiduciante (el que
transmite la propiedad de los bienes) ni del fiduciario (el propietario de los bienes
fideicomitidos luego del vencimiento del plazo del contrato), puesto que el patrimonio que es
objeto del fideicomiso no puede ser perseguido por los acreedores de ninguno de ellos, ni
afectado por la quiebra de ambos o de alguno de ellos.

Legado

Se denomina legado o manda al acto a través del cual una persona en su testamento, decide


repartir una parte muy concreta de sus bienes a otra persona determinada. Hablamos en todo
caso de bienes individuales, y no de porciones del patrimonio.
También recibe por extensión ese nombre el conjunto de bienes que son objeto del legado.
La persona que recibe un legado es denominada legatario y, normalmente, tiene menos
derechos que un heredero a la hora de la administración y defensa del caudal hereditario. En
caso de pleito, por ejemplo, los herederos pueden representar al patrimonio hereditario en
juicio, pero no los legatarios. Otra limitación del legatario es que no tiene derecho a acrecer.

Codicilo

Un codicilo o codicilio es, en Derecho, una disposición que el testador añade a


su testamento con posterioridad a ser otorgado y que tiene como objeto realizarle una
modificación no sustancial, siempre y cuando no se alteren los herederos ni cualquiera de las
condiciones que les afectan en tal condición. Su origen se remonta al Derecho romano.
Son admitidos en el Derecho civil foral navarro, el catalán y en el Derecho Foral Balear. Los
requisitos exigidos para su otorgamiento son los mismos que para realizar un testamento

Donatio mortis causa

Es aquel negocio jurídico entre vivos, es decir, un contrato de donación bajo la condición de que el
donatario sobreviviera al donante. Se aproxima a un negocio jurídico de última voluntad por cuanto
se le consideraba revocable.

Como expone Lacruz, el Código Civil regula con normas distintas los negocios jurídicos de
atribución patrimonial inter vivos y los mortis causa. Aquéllos, relativos a movimientos de valores
en vida de las partes, y éstos, a la suerte de las relaciones patrimoniales de una persona natural
después de su muerte.

En sus especies más vulgares, la separación de unos y otros es evidente: la venta o el


arrendamiento, frente a la institución de heredero o el legado. Sin embargo, hay variedades en las
que la distinción resulta más difícil: la atribución por medio de mandato post mortem o contrato a
favor de tercero; la compraventa con pacto de sobrevivencia; el seguro de vida; la donación para
después de la muerte del donante en sus diversas modalidades.

Para identificar la frontera entre ambas clases de negocios, los datos más significativos de los
diversos ordenamientos se hallan en la regulación de la donación a causa de muerte.

Mortis causa capione

Expresión latina que significa “por causa de muerte”, es decir, que produce efectos después de la
muerte. Se utiliza en derecho para referirse a aquellos actos jurídicos que se producen o tienen
efecto tras el fallecimiento de una persona.

Frente a los actos “mortis causa” están los actos jurídicos “inter vivos” que son aquellos que se
producen por la voluntad de las personas sin que exista el fallecimiento de ninguna de ellas.
Ejemplo típico de actos “mortis causa” en materia de sucesiones, es una herencia o legado, cuyos
efectos jurídicos se materializan cuando fallece el causante. Sin embargo, en la donación o demás
contratos, la mayoría actos “inter vivos”, los efectos jurídicos se producen en vida de las partes.

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