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Seminario Mayor San José De Zipaquirá

Emerson Camilo Chávez Muñoz


Historia de la Iglesia
I Teología
El Legado Judío
En la estela del faraón Mernepta (Sg XIII a. C.), se encuentra nombrado un pueblo Israel, del
cual en la Biblia se encuentran abundantes tradiciones. En principio nos podemos remontar al
siglo XI a.C. cuando nace un sistema monárquico, guiados por personajes como: Saúl, David y
Salomón; tiempo después el reino es dividido: Judá, como el reino del norte que caerá a manos de
los Asirios (Asurbanipal) en el año 722 a.C. y Israel, el reino del sur destruido por lo babilonios,
en un primer momento en 598, y luego en el 586, dividiendo el pueblo en tres grupos, los que se
quedaron, los deportados: líderes políticos y religiosos, y los que huyeron a Egipto. En libro del
profeta Ezequiel, expresa la innovación y renovación, además de la responsabilidad individual, el
anuncio de un nuevo reinado, el de Dios, como supremo pastor y acota la teología de la
Esperanza; Deutero-Isaías (Cap. 40-55), enfatizará en el monoteísmo, y el anuncio del cordero,
Jesucristo, el nuevo David.
La segunda Época, iniciará en el 538 a.C. con Ciro rey de Persia, quién conquista a Babilonia y
libera a los pueblos cautivos, tiempo en que los israelitas vuelven a Palestina, y encuentran un
pueblo en ruinas. Dentro de esta segunda época, surgen dos personajes importantes, primero
Nehemías, que buscará la reconstrucción de las murallas y una reforma social; y Esdras «el
escriba de la ley del Dios del cielo», que llevo a cabo la reforma religiosa entorno al año 428, esto
en busca de una Identidad religiosa, basada en dos principios: 1) la idea de una raza santa,
descrita por Nehemías como un pueblo que no se mescla con los otros; pero Esdras, a diferencia
de Nehemías, resalta es el cumplimiento de la voluntad de Dios, y como lo resalta el profeta
Jonás, todo aquel que sea servidor de Yahvé, Él lo traerá hacia su Monte Santo. 2) El
complimiento de la Ley, codificada en el Pentateuco, y en especial la circuncisión y el sábado,
con el fin de ser fieles a Dios.
La Época griega, (333-63 a.C.), o conocida como el Helenismo, está en marcada en el periodo
de las conquistas de Alejandro, y que causa de esto surge una fusión de culturas, dado que, en
cada pueblo se erigían santuarios a dioses, construcciones atléticas, y se iba difundiendo en
especial el lenguaje griego, métodos de educación por medio de la formación de gimnasios,
teniendo como modelos a Homero, las tragedias, y Eurípides, que tuvo auge en Alejandría y
Pérgamo; así mismo, se extendió la filosofía, la religión, los sistemas políticos y económicos. En
Palestina fue menor, está estuvo dominada por los Tolomeos, y luego por los Seléucidas, ya que,
tanto la lengua, como los nombres no se difundieron; a diferencia de la educación y la filosofía,
como también la creación de anfiteatros, hipódromos; algunos textos de la Biblia dejan ver tintes
de pensamiento griego, como en la Torá, y por otra parte, es posible que algunos filósofos
griegos conocieran estos relatos; aunque, todo esto condujo a unas deviaciones religiosas como el
sincretismo, el incumplimiento de la Ley, y problemas legales como los préstamos y los
divorcios. Uno de los grandes legados de esta época es la Biblia de los LXX, la famosa
traducción de textos bíblicos del A.T. al griego.
Dentro de este tiempo, surge en Palestina, bajo la dominación de los Seléucidas, la rebelión de
los Macabeos, después de que Antíoco IV Epífanes buscará helenizar al pueblo (167), Apolonio
es quién ataca a Jerusalén, buscando eliminar las convicciones religiosas, y formando otra
ciudadela Acra, como colonia de los páganos y judíos renegados, judíos son obligados a romper
sus preceptos, se les impone dioses como Zeus; por tal motivo, iniciando por Matatías la rebelión,
luego sus hijos: Judas, Jonatán, Simón. Y la dinastía Asmonea completan está rebelión hasta el
63; que consistía en: a) lucha entre los partidarios de la tradición y los defensores del helenismo,
b) lucha por la libertad religiosa, que se convertirá en una lucha política; c) lucha capitaneada por
hombres con profunda valía.
Así mismo el libro de Daniel, que busca consolar al pueblo en estos tiempos presenta una
teología y literatura apocalíptica, una historia que describe el fin de los tiempos; presenta: 1) un
lenguaje plasmado de enigmas y elementos simbólicos, como la visión de las cuatro fieras; 2) las
especulaciones numéricas, que muestran en fin exacto del reinado de Dios; 3) la pseudonimia; 4)
el vaticinio post eventum; 5) la figura del ángel interprete, que habla al vidente. El mensaje se
resume en: «la hora ha llegado». Este libro es la única obra apocalíptica aceptada por los judíos y
de interés cristiano, por la figura del «Hijo del Hombre».
Los grandes grupos: 1) los saduceos, grupo de sacerdotes, aristócratas, que solo reconocían la
Torá escrita, rechazando las tradiciones, negaban la resurrección, la existencia de los ángeles, y
afirmaban que la elección del bien y el mal está al alcance del hombre. 2) Los fariseos, es un
grupo de gran liderazgo religioso, separados de la impureza, como signo de santidad; y quienes
más o menos existían desde el siglo V a.C. por ello marcaron la teología y la espiritualidad del
pueblo judío, y ellos si aceptaban la tradición oral; 3) los esenios, de quienes gracias a Flavio
Josefo y a Filón, se tiene gran información; en principio se les relaciona con la comunidad de
Qumrán, dado que, un “Maestro de Justicia” propone un nuevo uso del calendario litúrgico, pero
por ello, se le acusa de mentiroso, y tendría que retirarse con un grupo a Qumrán; por otro lado,
este grupo admitía la inmortalidad, eran agrícolas, no admitían la esclavitud, tenían el triple
precepto del amor, la vivencia de las virtudes: Justicia, fidelidad, amor y hospitalidad, compartir
de bienes; aunque frente a las mujeres, los niños, y el matrimonio tenían algunas diferencias con
la doctrina cristiana.
Gracias al Cornelio Tácito, llega la información del tercer momento el pueblo judío bajo
dominio Romano: Tras la rivalidad de Hircano y Artistóbulo, Scauro interviene en favor de uno
de ellos para garantizar el influjo de Roma en la región, poco tiempo después llega Pompeyo,
conquistando Jerusalén y entrando al santuario y nombra a Hercano como sumo sacerdote. Así
mismo, encontramos Los Salmos de Salomón, probablemente de origen fariseo, pero no forman
parte del libor canónico, que exponen una mentalidad de la esperanza mesiánica antes del NT, en
donde vendrá un nuevo Rey, que remplazará a los malos pastores, será el nuevo David, humilde,
traerá la paz y la justicia, reunirá y gobernará rectamente, y a quién Isaías lo describe en los
«Cantos del Siervo de Yahvé», será el elegido, el Hijo del Hombre; a lo que Flavio Josefo califica
«hierocracia».
Luego nace un nuevo gobernador para Galilea, Herodes (37-4 a.C.), de gran habilidad, y por su
astucia para sus amistades, en especial con Octavio, quién lo nombra «Rey de los judíos»; este
construyo el templo, palacios y fortalezas en Jerusalén, e impuso impuestos y confiscó los bienes
a los nobles. Luego Herodes reparte su reino entre sus hijos, Arquéalo, a quien nombra Rey, y
después Augusto le pone el título de etnarca, junto con sus hermanos Antipas y Filipo que
mantienen el estatuto político, serán tetrarcas. Arquéalo al asumir, el pueblo le pide la abolición
de los impuestos, liberación de prisioneros, aunque después de una revuelta, surgen jefes de
guerrillas, como Simón en Perea, Atronges y Judas en Galilea. Luego Arquéalo convierte a Judea
en una provincia romana, dependiente de un perfecto, entre uno de ellos Pilato (26-36), quien por
ser despiadado y por un problema con el agua, será destituido. Durante esta época también
existieron grupos como los zelotas y los sicarios que tenían gran resistencia al imperio romano.
Así mismo dentro de estas épocas de guerra y dominio, surgió una gran colección de obras y
redacciones sobre AT, con gran amplitud de géneros literarios, reflexiones sobre el sufrimiento y
el dolor, que buscaban enmarcar la identidad del pueblo, elegido por Dios y llamado a cumplir
una misión religiosa, además a animar la esperanza de un futuro mejor: estos se dividieron en tres
grandes secciones: Torá, Nebiim (profetas), y Ketubim (escritos); su época de selección es
discutida, aunque es muy famoso el «Sínodo de Yamnia» una escuela rabínica formada por Ben
Zakkai, entre los años 90 y 100, quienes formaron el «Canon palestino». El AT se conocía como
una lista de 22 o 24 libros; los libros fueron acogidos dentro del corpus bíblico católico,
basándose en el uso de estos dentro de la Iglesias, después en el concilio de Trento; algunos de
estos libros son denominados deutero-canónicos, como el libro de los Macabeos, dado que, se
discute su canonicidad.

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