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Aprendizaje y Memoria.

La memoria y el aprendizaje son dos procesos que permanentemente están


entremezclado en el argot como si fuera uno. Debemos considerar que el avance en las
investigaciones de las neurociencias y los nuevos descubrimientos nos están
permitiendo conocer con mucha más profundidad el funcionamiento del cerebro, sobre
todo en lo referente a lo que realiza durante el aprendizaje de las personas, el
almacenamiento de la memoria y el desarrollo de múltiples inteligencias, actividades
conocidas como procesos de cognición.

¿Qué es la memoria?

La memoria no es más que una representación mental de una experiencia y la capacidad


de poder evocarla cuando se desee o necesite. La literatura sobre la temática asume que
se trata, esencialmente, de un proceso donde intervienen cambios físicos y biológicos en
nuestro cerebro. Cambios que pueden ser permanentes y que pueden ser activados,
evocados o rememorados por decisión del sujeto. 

 ¿Cómo aprendemos?

Aprender es un proceso que realiza el organismo a base de vivir experiencias, las cuales
modifican su conducta. Un aprendizaje nuevo conlleva una conducta novedosa. Así,
cuando una experiencia nueva se asoma a nuestro cerebro por medio de los órganos
sensoriales, éste lo primero que hace es intentar relacionarla con un conocimiento que
ya posee.

Para comenzar a aprender nuestro cerebro utiliza la memoria, es


decir, rememora aquellas experiencias similares que tiene ancladas en su corteza,
activando todo el mecanismo fisiológico y químico necesario para “visualizar
mentalmente” ese recuerdo.

La emoción es la energía para aprender. Abre las puertas de lo que es aprender y


memorizar. Por ello, si hemos puesto a su disposición  estas “herramientas
amplificadoras” del proceso, como son la atención y la emoción, el circuito “se activa”
en toda su intensidad y prepara al organismo mediante la creación de moléculas
facilitadoras de procesos de transmisión sináptica, que relacionarán el nuevo
conocimiento con el esquema neuronal previo.

Últimamente en  diversos diálogos, debates y artículos, muchos  docentes estamos


aportando argumentos en contra del excesivo culto que las prácticas de enseñanza
otorgan a la memoria como valor de aprendizaje. Un exceso que hemos convertido en
una cultura educativa y de la que nos está costando salir: el memorismo como arte y
práctica educativa. En este intento de huída, y por efecto rebote, hemos convertido a la
memoria en una proscrita de los procesos de aprendizaje que denominamos activos,
pasando así de ser el centro de lo que considerábamos aprender, a ser la “olvidada” y,
seguramente, errando en su concepción por “pasarnos de frenada”.

“Debemos considerar que el avance en las investigaciones de las neurociencias y los


nuevos descubrimientos nos están permitiendo conocer con mucha más profundidad el
funcionamiento del cerebro, sobre todo en lo referente a lo que realiza durante el
aprendizaje de las personas, el almacenamiento de la memoria y el desarrollo de
múltiples inteligencias, actividades conocidas como procesos de cognición”.

¿Qué es la memoria?

La memoria no es más que una representación mental de una experiencia y la capacidad


de poder evocarla cuando se desee o necesite. La literatura sobre la temática asume que
se trata, esencialmente, de un proceso donde intervienen cambios físicos y biológicos en
nuestro cerebro. Cambios que pueden ser permanentes y que pueden ser activados,
evocados o rememorados por decisión del sujeto. Así, una experiencia o aprendizaje
relevante puede propiciar una cascada de procesos moleculares que, comenzando por
cambios sinápticos transitorios, culmina en la síntesis de nuevas macromoléculas que
insertadas en los terminales sinápticos cambian el número y la fuerza de estas sinapsis,
variando así sus propiedades de señalización, y formando con ello representaciones de
la experiencia: el aprendizaje y la memoria enredados en una espiral sin fin a lo largo de
la vida, proceso que, al mismo tiempo, va  modificando la estructura de nuestro cerebro
de forma permanente.

 ¿Cómo aprendemos?

Aprender es un proceso que realiza el organismo a base de vivir experiencias, las cuales
modifican su conducta. Un aprendizaje nuevo conlleva una conducta novedosa. Así,
cuando una experiencia nueva se asoma a nuestro cerebro por medio de los órganos
sensoriales, éste lo primero que hace es intentar relacionarla con un conocimiento que
ya posee.

Para comenzar a aprender nuestro cerebro utiliza la memoria, es


decir, rememora aquellas experiencias similares que tiene ancladas en su corteza,
activando todo el mecanismo fisiológico y químico necesario para “visualizar
mentalmente” ese recuerdo.

La emoción es la energía para aprender. Abre las puertas de lo que es aprender y


memorizar. Por ello, si hemos puesto a su disposición  estas “herramientas
amplificadoras” del proceso, como son la atención y la emoción, el circuito “se activa”
en toda su intensidad y prepara al organismo mediante la creación de moléculas
facilitadoras de procesos de transmisión sináptica, que relacionarán el nuevo
conocimiento con el esquema neuronal previo.

Pero aprender no es sólo disponer  de la información. Llegar al conocimiento con esa
información requiere de práctica y reflexión en una secuencia de aprendizaje adecuado.

MEMORIA

“Memorizar es grabar lo aprendido”

La memoria necesita de excitación continua. Por ello, los mejores aprendizajes


memorizados tienen también la característica de la cotidianidad. La aplicación de lo
aprendido a situaciones reales y constantes (diferentes a la “situación aula”) y la (auto y
hetero) evaluación permanente, es la vía  que  transforma al aprendizaje en
conocimiento.

Memorizar y aprender vs aprender y memorizar

La enseñanza directa se ha concretado en los últimos años en una actividad de tipo


transmisora que podemos describir como  un proceso en el que el docente presenta los
contenidos, los alumnos practican con ellos y finalmente, demuestran que han aprendido
mediante una prueba reproductiva, lo más fiel a lo presentado en el inicio, o mediante
una  actividad basada exclusivamente en aquello que se presentó. En esta
dinámica memorizamos primero y constatamos que hemos aprendido después.
Parece evidente, conforme avanzamos en conocimiento sobre el cómo memorizamos,
que con ese tipo de enseñanza erramos tanto en el momento que elegimos para poner
el foco educativo en la memorización como en el modo. Así, el reto propuesto de
encontrar métodos didácticos susceptibles de provocar una mejora en los procesos de
memoria, se transforma en una obligatoriedad ineludible para cualquier docente del
siglo XXI.

Estudiar no es lo mismo que aprender

Pero si el aprendizaje lo desarrollamos comparando y contrastando informaciones


diversas, se activan las memorias conscientes, explícitas o declarativas, memorias que
se arraigan en el hipocampo y sus zonas adyacentes para —luego— consolidarse en la
corteza cerebral, sede de los aprendizajes auténticos y verdaderos. Estudiar es diferente
al concepto de aprender: ‘aprendizaje’ no es lo que se demuestra en las preguntas de un
examen o de una prueba.

A este simulacro de aprender, que llamamos estudiar, nunca lo podremos transformar


en conocimiento, pues le faltan dos ingredientes básicos: la repetición, que se da desde
la  aplicabilidad a contextos diversos y habituales,  y la emoción de compartir y
socializar el conocimiento.

El aprendizaje se concibe como la adquisición del conocimiento por medio del estudio,
el ejercicio o la experiencia. Este es un proceso a través del cual se modifican y
adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado
del estudio, la instrucción, el razonamiento y la observación. Asimismo, el aprendizaje
puede ser analizado desde diferentes perspectivas por lo que existen diversas teorías en
relación con ello. El aprendizaje humano consiste en adquirir, procesar, comprender y,
finalmente, aplicar una información que ha sido enseñada, es decir, hay que tener claro
que cuando aprendemos nos adaptamos a las exigencias que los contextos nos
demandan.

El conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o


el aprendizaje (a posteriori), o a través de la introspección (a priori). En el sentido más
amplio del término, se trata de la posesión de múltiples datos interrelacionados que, al
ser tomados por sí solos, poseen un menor valor cualitativo.

El conocimiento es el acto consciente e intencional para aprehender las cualidades del


objeto y primariamente es referido al sujeto, el Quién conoce, pero lo es también a la
cosa que es su objeto, el Qué se conoce. Su desarrollo ha ido acorde con la evolución
del pensamiento humano. La epistemología estudia el conocimiento y ambos son los
elementos básicos de la investigación científica, la que se inicia al plantear una hipótesis
para luego tratarla con modelos matemáticos de comprobación y finalizar estableciendo
conclusiones valederas y reproducibles. 

Caracterización del conocimiento

Basados en este desarrollo del h. sapiens, al conocimiento se le caracteriza siguiendo el


medio con que se le aprehende; así, al conocer obtenido por la experiencia se le llama
conocimiento empírico y al que procede de la razón, conocimiento racional. Ambas son
etapas o formas válidas para conocer (3).

Conocimiento empírico o conocimiento vulgar. En sus inicios, el hombre por


observación natural comienza a ubicarse en la realidad, apoyado en el conocer que le da
la experiencia de sus sentidos y guiado únicamente por su curiosidad. Este conocer
inicial aprendido en la vida diaria se llama empírico, por derivar de la experiencia, y es
común a cualquier ser humano que cohabite una misma circunstancia.

La comunicación es un acto de relación humana en el que dos o más participantes


intercambian un mensaje mediante un lenguaje o forma de expresión.

La comunicación humana nos permite:

 Conocer el mundo que nos rodea.

 Organizar nuestro pensamiento.

 Expresar nuestros sentimientos e ideas.

 Comprender los sentimientos e ideas de los demás.


Para comprender la importancia de la comunicación en las relaciones humanas, es
necesario tener en cuenta que:

 La comunicación se da en un contexto.

 Es un proceso en el que se da la siguiente interacción: tiene efectos en el que


comunica y en el que recibe e interpreta.

 De esta forma, tiene influencia sobre la otra persona.

 Se comunica con la conducta y con la ausencia de esta también hay


comunicación.

El sistema de comunicación específicamente humano es el lenguaje. La lengua materna


es un sistema de signos adquiridos con propósitos de comunicación, a través del cual los
individuos de una comunidad se interrelacionan; es adquirida por el niño en contacto
con la generación que le precede en un contexto sociocultural particular.

¿Qué son los trastornos de la comunicación?

Hay varios tipos diferentes de trastornos de la comunicación, que incluyen los


siguientes:

 Trastornos del lenguaje:

o Trastorno del lenguaje mixto receptivo y expresivo. El trastorno del


lenguaje mixto receptivo y expresivo identifica retrasos del desarrollo y
dificultades en la capacidad para comprender el lenguaje hablado y
producir el habla.

o Trastorno del lenguaje expresivo. El trastorno del lenguaje expresivo


identifica retrasos del desarrollo y dificultades en la capacidad para
producir el habla. 

 Trastornos del habla y el sonido (también conocidos como trastornos


fonológicos). Este trastorno se presenta cuando un niño continúa teniendo
dificultades para producir palabras con claridad pasada cierta edad. 

 Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (también conocido como


tartamudeo). Este trastorno comienza en la niñez y puede durar toda la vida.
 Trastorno de comunicación social (pragmático). La persona que tiene este
trastorno tendrá dificultades con la comunicación verbal y no verbal que no está
relacionado con una capacidad cognitiva reducida. 

¿Cuáles son las causas de los trastornos de la comunicación?

Los trastornos de la comunicación pueden ser del desarrollo o adquiridos. La causa


puede estar relacionada con problemas biológicos como anormalidades del desarrollo
del cerebro o, posiblemente, por la exposición a toxinas durante el embarazo. Esto
incluye como abuso de sustancias o toxinas ambientales como el plomo. En algunos
casos, un factor genético es considerado como una causa contribuyente.

Un tumor es cualquier alteración de los tejidos que produzca un aumento de volumen.


Es un agrandamiento anormal de una parte del cuerpo que aparece, por lo tanto,
hinchada o distendida. El tumor, junto con el rubor, el dolor y el calor, forman la tétrada
clásica de los síntomas y signos de la inflamación.

Causas

En general, los tumores ocurren cuando las células se dividen y se multiplican


excesivamente en el cuerpo. Normalmente, el cuerpo controla la división y el
crecimiento de las células. Se crean nuevas células para reemplazar a las viejas o para
desempeñar nuevas funciones.

Los problemas con el sistema inmunitario del cuerpo pueden llevar a que se presenten
tumores. El tabaco causa más muertes por cáncer que cualquier otra sustancia
ambiental. Otros factores de riesgo que predisponen al cáncer incluyen:

 Benceno y otros químicos y toxinas

 Consumo excesivo de alcohol

 Toxinas ambientales, como ciertos hongos venenosos y un tipo de tóxico que


puede formarse en las plantas de cacahuete (aflatoxinas)

 Exposición excesiva a la luz solar

 Problemas genéticos
 Obesidad

 Exposición a la radiación

 Virus

Una crisis convulsiva es una descarga eléctrica anormal desordenada que sucede en el
interior de la sustancia gris cortical cerebral e interrumpe transitoriamente la función
encefálica normal. En los casos típicos, una crisis produce una alteración de la
conciencia, sensaciones anormales, movimientos involuntarios focales o convulsiones
(la contracción involuntaria violenta y difusa de los músculos voluntarios). El
diagnóstico puede ser clínico y se basa en los resultados de neuroimágenes, pruebas de
laboratorio y EEG solicitados debido a convulsiones de reciente aparición o en los
niveles de fármacos antiepilépticos (anticonvulsivos) para los trastornos convulsivos
previamente diagnosticados.

El accidente cerebrovascular isquémico es el resultado de una isquemia cerebral


focal asociada a un infarto encefálico permanente (p. ej., resultados positivos en la
RM con técnica de difusión). Sus causas más frecuentes son (en orden decreciente) la
oclusión aterotrombótica de arterias grandes; la embolia cerebral (infarto embólico); la
oclusión no trombótica de las arterias cerebrales pequeñas y profundas (infarto
lacunar) y la estenosis arterial proximal con hipotensión que disminuye el flujo
sanguíneo cerebral en las zonas arteriales limítrofes (accidente cerebrovascular
hemodinámico). Su diagnóstico es clínico, pero se realiza una TC o una RM para
confirmar la presencia del ACV y su extensión.

Los siguientes son los factores de riesgo modificables que más contribuyen al
aumento del riesgo de accidente cerebrovascular isquémico:

 Hipertensión
 Tabaquismo
 Dislipidemia
 Diabetes
 Resistencia a la insulina (1)
 Obesidad abdominal
 Alcoholismo
 Falta de actividad física
El metabolismo es el proceso que usa el organismo para obtener o producir energía por
medio de los alimentos que ingiere. La comida está formada por proteínas,
carbohidratos y grasas. Las sustancias químicas del sistema digestivo descomponen las
partes de los alimentos en azúcares y ácidos, el combustible de su cuerpo. El organismo
puede utilizar esta energía de inmediato o almacenarla en tejidos corporales, como el
hígado, los músculos y la grasa corporal.

Un trastorno metabólico ocurre cuando hay reacciones químicas anormales en el


cuerpo que interrumpen este proceso. Cuando esto pasa, es posible que tenga
demasiadas o muy pocas sustancias que su cuerpo necesita para mantenerse saludable.
Existen diferentes grupos de trastornos. Algunos afectan la descomposición de
los aminoácidos, los carbohidratos o los lípidos. Otro grupo, las enfermedades
mitocondriales, afectan la parte de las células que producen la energía.

El síndrome de Down es un trastorno genético ocasionado cuando una división celular


anormal produce material genético adicional del cromosoma 21.

El síndrome de Down se caracteriza por una apariencia física típica, discapacidad


intelectual y retrasos en el desarrollo. Además, puede estar asociado con enfermedades
cardíacas o de la glándula tiroides.Los programas de intervención temprana con un
equipo de terapeutas y educadores especiales que tratan la situación específica de cada
niño pueden ser útiles para el tratamiento del síndrome de Down.

Las enfermedades neurodegenerativas

Afectan varias actividades que el cuerpo realiza, como el equilibrio, movimiento,


hablar, respirar y funciones del corazón. Muchas de estas enfermedades son genéticas.
Las causas pueden ser alcoholismo, un tumor o un ataque cerebrovascular (ACV). Otras
causas incluyen toxinas, químicos y virus. Otras veces, las causas se desconocen.

La enfermedad de Parkinson.
Es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas (neuronas)
no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro
conocido como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece darse
entre miembros de una misma familia.

Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan
ambos lados. Algunos son:

 Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara

 Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco

 Lentitud de los movimientos

 Problemas de equilibrio y coordinación

A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener
dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas
como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.

La enfermedad de Alzheimer

Es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un


trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo
sus actividades diarias.El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del
cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el
mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los
nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo
leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad.
Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.

En la esclerosis múltiple.

El daño a los nervios interrumpe la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

La esclerosis múltiple ocasiona muchos síntomas diferentes, como pérdida de la visión,


dolor, fatiga y disminución de la coordinación. Los síntomas, la gravedad y la duración
pueden variar según la persona. Algunas personas pueden no presentar síntomas durante
gran parte de sus vidas, mientras que otras pueden tener graves síntomas crónicos que
nunca desaparecen.

La fisioterapia y los medicamentos que inhiben el sistema inmunológico pueden aliviar


los síntomas y reducir la velocidad de la progresión de la enfermedad.

Las enfermedades infecciosas. Son, por lo general, provocadas por


microorganismos que invaden el cuerpo y se multiplican en él.

Los siguientes son ejemplos de cómo pueden invadir el cuerpo los microorganismos:

 A través de la boca, los ojos o la nariz

 A través del contacto sexual

 A través de heridas o mordeduras

 A través de dispositivos médicos contaminados

Una persona puede ingerir microorganismos al beber agua contaminada o al comer


alimentos contaminados. Puede inhalar esporas o polvo o inhalar gotitas expulsadas por
la tos o el estornudo de otra persona. Una persona puede manipular objetos
contaminados (como el pomo de una puerta) o entrar en contacto directo con una
persona contaminada y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.

Algunos microorganismos se transmiten a través de líquidos corporales, como sangre,


semen y heces. Por tanto, pueden invadir el cuerpo por contacto sexual con una pareja
infectada.

Las mordeduras de humanos y animales y otras heridas que desgarran la piel pueden
permitir que los microorganismos invadan el cuerpo. Los insectos infectados pueden
transmitir enfermedades cuando pican.

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave en la que una persona pierde el


contacto con la realidad (psicosis). Una persona con esquizofrenia puede tener
alucinaciones (ver u oír cosas que no son reales) o creer cosas inusuales que no son
ciertas.
 La esquizofrenia no es solo un comportamiento inusual o extraño, sino que
impide que las personas afectadas vivan una vida normal

 Las personas tienen problemas en el trabajo, en sus relaciones con otras personas
o con el cuidado de sí mismos

Tipos

 Esquizofrenia paranoide: La característica principal del tipo paranoide de


esquizofrenia consiste en la presencia de claras ideas delirantes y alucinaciones
auditivas sin claras alteraciones en la afectividad, en el lenguaje y sin mostrar un
comportamiento catatónico asociado. Fundamentalmente, las ideas delirantes
son de persecución, de perjuicio o ambas, pero también puede presentarse ideas
delirantes con otra temática, aunque suelen estar organizadas alrededor de un
tema coherente. También es habitual que las alucinaciones estén relacionadas
con el contenido de la temática delirante. Los síntomas asociados incluyen
ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir. El inicio tiende a ser más tardío
que en otros tipos de esquizofrenia y las características distintivas pueden ser
más estables en el tiempo.

 Esquizofrenia desorganizada: Las características principales del tipo


desorganizado de esquizofrenia son el lenguaje desorganizado, el
comportamiento desorganizado y unas alteraciones en las emociones marcadas.
Puede haber ideas delirantes y alucinaciones, pero no suelen estar organizadas
en torno a un tema coherente. Las características asociadas incluyen muecas,
manierismos y otras rarezas del comportamiento. Habitualmente, este subtipo
está asociado a un inicio temprano y a un curso continuo.

 Esquizofrenia catatónica: La característica principal del tipo catatónico de


esquizofrenia es una marcada alteración psicomotora que puede incluir
inmovilidad, actividad motora excesiva, negativismo extremo, mutismo o
peculiaridades del movimiento voluntario. Aparentemente, la actividad motora
excesiva carece de propósito y no está influida por estímulos externos.

 Esquizofrenia residual: El tipo residual de esquizofrenia debe utilizarse cuando


ha habido al menos un episodio de esquizofrenia, pero en el cuadro clínico
actual no es acusada la existencia de ideas delirantes, alucinaciones,
comportamiento o un lenguaje desorganizado, sobresaliendo principalmente los
síntomas negativos (aislamiento emocional, social, pobreza del lenguaje, falta de
interés...).

 Esquizofrenia indiferenciada: cuando una esquizofrenia no reúne los criterios


de los subtipos anteriores o presenta varios de ellos se le llama indiferenciada.

 Esquizofrenia simple: la esquizofrenia simple constituye uno de los subtipos de


la esquizofrenia donde los síntomas positivos (delirios y alucinaciones) son
mínimos destacando otras alteraciones. Ha sido un diagnóstico que ha estado
envuelto en controversias por lo que en la última edición del Manual DSM de
trastornos mentales se ha suprimido, así como el resto de subtipos de la
esquizofrenia.

La psicosis puede ser el resultado de un trastorno psiquiátrico, como la esquizofrenia.


En otras ocasiones, puede ser ocasionada por un trastorno de la salud, por
medicamentos o por el uso de drogas. Los síntomas posibles son delirios, alucinaciones,
hablar de forma incoherente y nerviosismo. La persona con el trastorno no suele ser
consciente de su comportamiento. El tratamiento incluye medicamentos y terapia
conversacional.

¿Qué tipos de psicosis hay?

 Psicosis inducida por tóxicos. ...

 Psicosis reactiva breve. ...

 Trastorno delirante. ...

 Psicosis orgánica. ...

 Esquizofrenia. ...

 Trastorno esquizofreniforme. ...

 Trastorno bipolar. ...

 Trastorno esquizoafectivo
Psicosis inducida por tóxicos

El consumo de drogas o alcohol, o bien la abstinencia repentina tras un consumo


prolongado, puede provocar la aparición de síntomas psicóticos. En algunos casos, los
síntomas se resuelven rápidamente al desaparecer los efectos de la droga, mientras que
en otros la enfermedad puede persistir a pesar de suspender el consumo.

Psicosis reactiva breve

En ocasiones, los síntomas psicóticos aparecen de forma súbita en respuesta a una


situación de mucha tensión, como puede ser un cambio importante en las circunstancias
personales o la muerte de un familiar. Aunque los síntomas pueden ser muy intensos, la
recuperación se produce en pocos días.

Trastorno delirante

El síntoma principal son los delirios, es decir, es la firme creencia en cosas que no son
ciertas.

Psicosis orgánica

A veces, los síntomas psicóticos son consecuencia de lesiones o enfermedades orgánicas


como traumatismos, infecciones o tumores. Habitualmente se presentan junto con otros
síntomas específicos de tipo neurológico.

Esquizofrenia

El término esquizofrenia se utiliza para hacer referencia a aquellos trastornos psicóticos


en los que los síntomas persisten durante un período no inferior a seis meses. La
duración y la intensidad de estos varían según el caso y, al contrario de lo que se suele
creer, muchas personas diagnosticadas de esquizofrenia llevan una vida normal.

Trastorno esquizofreniforme

Únicamente se distingue de la esquizofrenia en que los síntomas persisten menos de seis


meses.

Trastorno bipolar

En estos casos, la psicosis es la punta del iceberg de una alteración del estado de ánimo
más generalizada que se caracteriza por la alternancia de episodios de euforia y
excitación (manía) y otros de desánimo e inhibición (depresión). En caso de presentar
síntomas psicóticos, éstos suelen estar relacionados con el estado de ánimo. Así, en un
episodio depresivo, el enfermo puede escuchar voces que le dicen que se suicide
mientras que, en un episodio maníaco, puede creerse un ser con cualidades
excepcionales capaz de realizar grandes proezas.

Trastorno esquizoafectivo

Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o consecutiva de síntomas de un


trastorno del estado de ánimo (tales como la depresión o la manía) y de psicosis. Es
decir, el cuadro clínico no es típico de un trastorno afectivo ni de la esquizofrenia.

Depresión psicótica

Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin que en ningún
momento de la enfermedad lleguen a aparecer síntomas maníacos.

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