UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

ENSAYO:

​LA GERENCIA VENEZOLANA COMO FACTOR FUNDAMENTAL DE

BIENESTAR COLECTIVO Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL

Autor(a): Glennis Rodelo

El Vigía, diciembre - 2018

El mundo visto años atrás como un conjunto de espacios geográficos a los
cuales era difícil acceder dado que los medios de transporte eran de
desplazamiento lento y los medios de comunicación eran prácticamente
inexistentes, es visto hoy día como una red donde las limitaciones
tiempo-espacio han sido superadas a través de los medios tecnológicos. Red
donde el principal factor que se desplaza es el comercio, a través de un
intercambio permanente de saberes, de mercancías, de valores y hasta de
culturas, para quien actualmente no existe limitación de acceso entre un
espacio geográfico y otro, dentro o fuera de​ nuestras fronteras.

Por lo que, el comercio como principal fuente de crecimiento de cualquier

nación, demanda su desarrollo sobre avanzadas plataformas tecnológicas, que
conllevan a un mayor empleo de la informática en el campo de la gerencia, sin
embargo es necesario recordar que estos sistemas tratan los números en
forma abstracta obviando que representan objetos o situaciones concretas, que
exigen finalmente de ellos una expresión de relaciones significativas con su
entorno, a través del análisis e interpretación de la información en forma
satisfactoria y comprensible, la cual debe considerar la individualización que
crea característicamente el talento humano en una organización, así como la
variedad de circunstancias sociales, económicas y legales que trastocan su
ambiente interno y externo.

Desde este sentido se comprende, que el gerente como factor fundamental de

bienestar colectivo y desarrollo organizacional, debe asumir el manejo de la
toma de decisiones en forma asertiva, enmarcada sobre patrones ​de nuevos
modelos de negocios, generadores de riqueza que respondan a la práctica
común de los consumidores y proveedores de bienes y servicios
intercambiados electrónicamente, bajo el desarrollo de destrezas ​que
apuntalen a la sostenibilidad de la organización en el tiempo​, lo cual lleva a
preguntarnos ​¿Cuáles son las habilidades requeridas en la buena práctica
gerencial de estas nuevas formas de negocios?
En primer término, se afirma que este tipo de gerentes debe caracterizarse por
actuar voluntariamente, “​considerando que la acción va inspirada hacia el
deber pero tal acción debe ser completamente voluntaria” (Gainza, s/f: p. 3),
pues la voluntariedad de la acción se entiende en el presente caso, como la
libertad que tiene el gerente para conducir la organización en una realidad u
otra, a través de un presupuesto de responsabilidad hacia el desarrollo efectivo
de su objeto social, dicho de otra forma es el hombre quien actúa decidiendo
como afirma Chiavenato (2000, p. 595), “consciente y racionalmente”,
asumiendo la tecnología como un elemento esencial de la organización, que la
conjuga entre una realidad material y una realidad virtual, rompiendo, así
mismo con viejos esquemas tradicionalistas.

Por otra parte el gerente debe ser transdisciplinario, pues como señala
Martínez, (2004) la transdisciplinariedad es una forma de “...superar la
parcelación y fragmentación del conocimiento que reflejan las disciplinas
particulares y comprender las complejas realidades del mundo actual”, siendo
esto necesario al aludir una noción dinámica de la realidad, llevando cada caso
particular al ámbito de la interpretación pues su finalidad es “...comprender el
mundo actual, del cual uno de los imperativos es la unidad del conocimiento.”
(Nicolescu, 2003). Por lo que, la transdisciplinaridad como nuevo enfoque
científico, cultural, espiritual y social, acentúa una dimensión no exhaustiva en
las organizaciones, que supera las expectativas de la formalidad y avoca a la
tecnología.

Del mismo modo, debe ser promotor en la adopción de nuevas culturas

organizacionales, como la de los ​startups cuyo enfoque radica en ofrecer al
ecosistema nuevos modelos de negocio aplicando tecnologías emergentes en
la creación de valor, novedosos productos híbridos (producto tangible +
servicios intangibles), estableciendo nuevas relaciones empresariales entre
emprendedores e intraemprendedores, flexibilizando la respuesta a los clientes
y al mercado, y desarrollando talento y capital humano local, pues en un
entorno global tan competitivo como el actual, el desarrollo empresarial
depende en gran medida de la capacidad de investigar, innovar, cambiar y ser
flexible.

Aspectos estos que precisamente los startups están desarrollando y aportando

dentro del sistema empresarial actual, que sitúa a las organizaciones y sus
gerentes en un contexto donde el motor de desarrollo económico, versa sobre
la generación de tecnología y nuevos conocimientos como fuerza productiva,
dando lugar a lo que Castlles (2001) denominó, la nueva forma organizativa de
la empresa-red, característica de la economía informacional-global, altamente
marcada por la incertidumbre, la innovación, el funcionamiento en red, la
virtualidad y la búsqueda de alternativas de financiación.

Finalmente el gerente debe ser asertivo, minimizando los aspectos negativos al

máximo, demostrando conciencia de los límites morales sin disgusto y
desmesura, susceptible al fomento de las sanas relaciones sociales, ofreciendo
una imagen de sinceridad “intentado armonizar lo que se dice con lo que se
siente o se piensa” (Gispert, 1997:59). Lo que propone un enfoque de
conocimiento de sí mismo, de los otros y de su entorno, en el cual debe dar
especial atención a la noción de admisión que se encuentra estrechamente
relacionada al concepto de comprensión evitando hacer uso de mensajes
aparentes y asumiendo mensajes reales, permitiendo a la gerencia ser como
mínimo mucho más consciente de la situación real, generando competencias
que le permitirán saber y mejorar cualquier cosa trabajando con mayor
equilibrio el peso del valor de la acción y del resultado de la misma.

Para concluir, se afirma que es el gerente el factor fundamental en el desarrollo

organizacional de las pequeñas y medianas empresas venezolanas
sumergidas actualmente en una realidad socio-económica incierta, las cuales
parecen alejarse del concepto de sostenibilidad y por ende del cumplimietno de
su objeto social en forma de bienestar colectivo. Por lo que, en la buena
práctica de sus funciones debe accionar voluntariamente en la búsqueda del
cambio, abocando transdisciplinariamente la tecnología, para así adoptar los
startups como un valor organizacional agregado, que le permita generar
competencias de valor entre la acción y el resultado de la misma.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Castells, M (2001). “La revolución de la tecnología de la información”, en: La

era de la información. Economía, sociedad y cultura, Madrid Alianza.

Chiavenato, I. (2000). Introducción a la Teoría General de la Administración

(5ta. Edición, p. 595). México, D. F. McGraw-Hill Interamericana.

Gainza. L. (Sin fecha). Deontología: Valores y Deberes. Guía de Estudio para

Derecho Interactivo. (Unidad 1. Tema 2. Sesión 04. p. 3). Mérida, Venezuela:
Universidad de Los Andes.

Gispert, C. (1997). Comunicación. (p. 59). Barcelona, España: MMV Editorial

Océano.

Gómez, F. y Moldes, R. (2016) Las startup: De la flexibilidad laboral a la

identidad móvil. Trabajo Especial de Grado Universidad Europea de Madrid.
España.

MARTÍNEZ, M. (2004). Perspectiva epistemológica de la bioética. En:

prof.ucb.ve/ Disponible: http://prof.ucb.ve/miguelm/perspectivaepistdelabioetica.
html. Consultado: 02 de diciembre de 2018, 09:15 pm.

NICOLESCU, B. (2003). La transdisciplinarité. En: perso.club-internet.fr

Disponible: ​http://perso.club-internet.fr/nicol/ciret/rocher/Inicol.htm​. Consultado;
03 de diciembre, 10:18 am.

Ries, E. (2012). ​El método Lean Startup: Cómo crear empresas de éxito
utilizando la innovación continua​. [Libro en línea]. Grupo Planeta. Disponible:
http://books.google.es/books​. [Consulta: 2018, noviembre 26].