Está en la página 1de 8

TALLER DE ÉTICA

ESTUDIANTE:
OSCAR DAVID TERNERA COLPAS

UNIVERSIDAD METROPOLITANA
CIENCIAS DE SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA
BARRANQUILL – ATLANTICO
2020-II
¿Qué es la practica discursiva?

El lenguaje constituye y al mismo tiempo está constituido por los sujetos que desarrollan

diferentes prácticas sociales, históricas y culturales. Las “prácticas discursivas” (categoría

que no corresponde a la de interacción comunicativa, utilizada en otras tendencias) son

fundamentales para la constitución y el desarrollo de la vida social, que se realiza entre

acuerdos, desacuerdos, conflictos y violencia. En este sentido, los discursos, como prácticas

fundamentales, entre otras que realizan los sujetos, sirven para producir y reproducir tanto la

solidaridad, la paz, como la violencia y la guerra. La producción, reproducción, resistencia, se

dan en los discursos de forma explícita, implícita, y sus efectos pueden ser inmediatos o

mediatizados, de corto o largo alcance, como en el caso de las firmas de paz o las

declaraciones de guerra, macroactos discursivos tan frecuentes en nuestro mundo actual.

En las prácticas discursivas cotidianas, y no sólo en las públicas e institucionales, los sujetos

apoyan sus semejanzas o diferencias con los demás y justifican su posición. Sin embargo, a

través de sus justificaciones y racionalizaciones, el poder y la ideología, en general, los

atrapa y los convierte en simples reproductores de argumentos que defienden explícita e

implícitamente la desigualdad, tanto a nivel micro, como macro, nacional e internacional. De

ese modo, la premisa indispensable para el logro y la conservación de la paz, que remite a la

igualdad de los seres humanos en sus derechos y deberes, no se cumple en el mundo actual,

heterogéneo, injusto, en el cual los cambios constantes, complejos y rápidos que permite la

cibernética, escapan todavía a algunos posibles intentos de explicación y comprensión. En

tales condiciones, nos atrevemos a afirmar que el desarrollo histórico se adelantó a las teorías

existentes. (Haidar, Rodríguez)


¿Qué es la práctica no discursiva y sus características?
¿Cuáles son las tenciones que se dan en la relación médico-paciente en fase

terminal (oncologicos/cáncer)?

Las personas que trabajan en cuidados paliativos se enfrentan a muchos dilemas éticos. A

menudo, ellos se relacionan con el deber de decir la verdad y respetar la autonomía del

paciente, en oposición al deber de cuidar y no provocar daño.

El principio de autonomía se basa en el respeto a los valores, creencias y capacidad de tomar

decisiones del paciente como la principal consideración moral y, por tanto, exige la

comunicación de la verdad. La beneficencia, al buscar el predominio del bien en la asistencia

del paciente y procurar su beneficio, supone que la verdad puede dañar.

El actual modelo de relación médico-paciente no ha logrado imponerse al modelo clásico

paternalista, en el que una gran parte de la información referente al mal que padecía el

paciente se mantenía inaccesible para él. En nuestro país el médico todavía asume, en muchos

casos, la responsabilidad general en el tratamiento de los enfermos, a pesar de la obligación

de aceptar que el paciente tiene derecho a ejercer su autonomía en la atención médica. Entre

los médicos existe la percepción de una invasión en el ejercicio de la profesión, por el

protagonismo que está alcanzando la autonomía de los pacientes, proceso en el cual el

médico va perdiendo progresivamente el control sobre su práctica. La creciente participación

de los pacientes también enfrenta a los profesionales a reconocer la incertidumbre y producir

frustración en quienes creen en la certeza definitiva de la medicina. Esto, que podría ser una

curiosidad histórica, sigue siendo importante hoy al persistir vivas las raíces de una relación

paternalista, moduladora de la entrega de la verdad.


Si bien el paciente terminal tiene derecho a conocer todo lo concerniente a su enfermedad y

su proceso de morir, tiene también derecho a rehusar conocerlo, lo que suele traducirse en no

indagar nada al respecto y, por lo tanto, el médico se sentiría sin el deber de informar. Esto

podría generar uno de los elementos que avalarían la licitud del ocultamiento de la verdad.

Establecer una comunicación abierta con el paciente terminal es para los profesionales de la

salud un asunto difícil de salvar en la práctica diaria. La muerte y el proceso de morir evocan

en médicos y enfermeras reacciones psicológicas que conducen, directa o indirectamente, a

evitar la comunicación sobre la materia con el paciente y su familia. Nuestra sociedad vive de

espaldas a la muerte. Por otro lado, cuando las personas están muriendo, la etapa de negación

de la muerte crea una barrera entre ellas y el resto de la sociedad, que las aísla cuando más

ayuda necesitan.

Finalmente, cuando la comunicación se da en la relación médico-paciente terminal, el

respeto, la veracidad, la confianza y la beneficencia cobran importancia, así como la

individualidad del enfermo al que nos enfrentamos. En esta situación, la meta es la calidad de

vida y no alargar la supervivencia ni producir daños innecesarios. Para ello hay que decidir

los aspectos que van a ser abordados en el proceso de la información: diagnóstico,

tratamiento, pronóstico y/o apoyo. Cambiar el miedo por esperanza, la incertidumbre por

información, la indefensión por percepción de control, la incomunicación por una

comunicación adecuada, abierta y honesta no es fácil. Las variaciones individuales son tantas

y son ellas, y no las generalidades, las que nos deben guiar durante el proceso de

comunicación. (Santiago, 2009)


¿Cómo el principio de beneficencia entra en tención con el principio de

respeto de la autonomía 3 autores?

El principio de autonomía es el primero de los principios en la Bioética principialista. Es

un principio que tiene sus raíces en la filosofía moderna, y que en el ámbito sanitario se

introduce como contraposición al multisecular paternalismo médico. Éste tiende a considerar

al paciente más como un sujeto necesitado de ayuda que como un individuo autónomo capaz

de tomar decisiones por sí mismo. Aparece por tanto como un verdadero límite moral para las

personas que trabajan en ámbito sanitario: les impide tratar a los sujetos autónomos con

menor consideración de la que merecen.

Beauchamp y Childress hablan del sujeto autónomo como de aquél cuya autorregulación,

siguiendo su significado etimológico, está libre tanto del control y la injerencia de otros,

como de limitaciones internas (por ejemplo, el defecto psíquico o la falta de conocimiento de

la realidad sobre la que tiene que decidir). La acción autónoma posee para estos autores tres

características: intencionalidad, conocimiento y ausencia de constricción. Las dos últimas

admitirían una cierta gradualidad, mientras que la intencionalidad no (o una acción es

intencional, o no lo es). Este concepto de autonomía no tendría por qué entrar en conflicto

con el de autoridad. Sin embargo, es frecuente la experiencia en ámbito sanitario de la

contraposición entre la autonomía del paciente y la autoridad del médico. Beauchamp y

Childress escriben que generalmente el dominio médico esos casos ha ido más allá de lo

razonable. (Alibés, 2008). 

TRISTRAM ENGELHARDT
Principio de autonomía como principio de permiso:

“El principio de permiso fundamenta la moralidad del respeto mutuo, ya que exige que sólo

se utilice a otras personas si éstas dan previamente su consentimiento. El principio de

permiso muestra que no se debe utilizar a los pacientes como simples medios para un fin.”

El principio de permiso:

“La autoridad de las acciones que implican a otros en una sociedad pluralista secular tiene su

origen en el permiso de éstos. Como consecuencia,

1. Sin este consentimiento o permiso no existe autoridad.

2. Las acciones en contra de esta autoridad son censurables, en el sentido que sitúan

al infractor fuera de la comunidad moral en general y, por otra parte, hacen lícito

(aunque no obligatorio) el recurso a la fuerza con fines defensivos, punitivos o de

represalia.”

Engelhardt no se detiene a definir la autonomía o la acción autónoma, da por hecho que la

persona tiene el derecho fundamental a auto determinarse; lo que él plantea es la autoridad de

las acciones que implican a otras personas, y afirma que si una acción (hacia otro) no cuenta

con el permiso o consentimiento de éste no hay autoridad para llevarla a cabo. La autoridad o

acción adecuada tiene que ser fruto de un proceso de negociación.

(Alibés, 2008).
BIBLIOGRAFÍA

Julieta Haidar, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); Lilia Rodríguez

Alfano, Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Funcionamientos del poder y de la

ideología en las prácticas discursivas. tomado de

https://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1456#:~:text=Las%20%E2%80%9Cpr

%C3%A1cticas%20discursivas%E2%80%9D%20(categor%C3%ADa,%2C%20desacuerdos

%2C%20conflictos%20y%20violencia.

Busquet Alibés, Esther (2008). Autonomía y Beneficencia. Dos principios en tensión.

.https://www.bioeticawiki.com/Principio_de_autonom%C3%ADa

Principio de autonomía y beneficencia. Dos principios en tensión

ESTER BUSQUETS ALIBÉS -11 DE MARZO DE 2008

https://www.bioeticaweb.com/autonomasa-y-beneficiencia-dos-principios-en-tensiasn/

Santiago nov. 2009 la comunicación de la verdad en la relación médico-paciente terminal

Tomado https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-

569X2009000200012

También podría gustarte