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Introducción

El trabajo que hemos realizado trata sobre la conquista española en el Istmo de Panamá,
en el cual señalamos y explicamos, como fue ese proceso de descubrimiento, conquista y
colonización en el Istmo de Panamá, cabe destacar que los conquistadores tenían una visión
y esa era encontrar “ORO”, dado así las consecuencias que traía para los indígenas, que
fueron diezmados por los conquistadores en el maltrato, esclavitud y se apropiaron de sus
tierras en busca de alimentos que satisficieran a sus diferentes tropas, luego de esto
impusieron leyes en dichas tierras, y por último, las consecuencias posteriores fueron la
colonización imponiendo su gobierno, estructuras y creencias religiosas.
DESCUBRIMIENTO DEL ISTMO DE PANAMÁ

El Istmo de Panamá fue descubierto por el explorador español, Rodrigo de Bastidas en


el año 1501, quien en ese viaje estuvo acompañado por Vasco Núñez de Balboa,
posteriormente descubridor del Océano Pacífico. Un año más tarde, en 1502, el descubridor
de América, Cristóbal Colón visito el Istmo en su cuarto y último viaje. Trato de establecer
una colonia, pero fracaso en el intento.

En 1508 se inició el periodo de conquista del Istmo de Panamá, que en ese entonces se
conocía como Castilla de Oro. La primera colonia la estableció Pedro Arias Dávila,
gobernador nombrado por la corona española en el Darién en la región bañada por las aguas
del Mar Caribe.

En 1513, Balboa el Mar del Sur, conocido luego como Océano Pacífico, seis años
después por controversias que tuvo con el gobernador, fue decapitado en la población de
Acla en 1519.

La exploración del Pacífico dio lugar al encuentro de un sitio saludable y a ese lugar
traslado Pedrarias la población, dándole el nombre de Panamá a la nueva ciudad.

La exploración del Pacífico culminó posteriormente con el descubrimiento y conquista


del Perú, así como el de otros territorios en América Central.

La conquista española del continente americano, específicamente, del Istmo de Panamá;


primera fuente de riqueza para el Istmo, se convertiría su zona de tránsito entre España y el
Virreinato del Perú.

Conquista Española

Con la llegada de los europeos, las tierras del Istmo de Panamá estaban ocupadas por los
pueblos chibchenses que se comunicaban mediante lenguas chibchas del grupo ístmico. Los
pueblos estaban organizados de manera diversa, razón por la cual, no constituían una
unidad política unificada.
El primer explorador español que alcanzo a tierras americanas fue Cristóbal Colon,
durante su tercer viaje, no obstante, no fue el primero en llegar al territorio panameño, el
primero en conocer las tierras panameñas fue Rodrigo de Galván de Bastidas, procedente
de la ciudad de Sevilla.

Como Colón había sido apresado en su tercer viaje, los Reyes Católicos eliminaron la
exclusividad de la empresa para él (las Capitulaciones de Santa Fe). Por esta razón,
Bastidas solicitó licencia para explorar. En 1501, el sevillano recorrió las costas de
Venezuela y el norte de Colombia, hasta el Golfo de Urabá. Posteriormente bordeó la costa
del istmo panameño, y llegó casi hasta el emplazamiento actual del canal de Panamá.

Durante esta travesía, no fue fundado ningún pueblo por parte de los exploradores, ni se
adentraron en el territorio panameño. A través de trueques con los pueblos indígenas
Rodrigo de Bastidas logro acumular oro y el llamado Palo de Brasil, el cual era apreciado
por su madera. Sin embargo, con respecto a otros conquistadores, Rodrigo de Bastidas de
dedicaba a comerciar antes que saquear riquezas o esclavizar indígenas.

Las embarcaciones de Bastidas se vieron atacadas por el molusco llamado broma. Este
es un molusco de unos 20 cm de longitud, que excava galerías en las maderas sumergidas
en agua de mar, como los cascos de los barcos y los muelles. Por la razón anterior, varias
naves de Bastidas naufragaron camino a la isla La Española, y perdió gran parte de sus
riquezas.

Al llegar a dicho territorio, el gobernador Francisco de Bobadilla enjuició a Bastidas por


haber violado la prohibición que tenía de arribar a la isla. En su contrato con la Corona
española, Bastidas se había comprometido a lo anterior y a no negociar con los indígenas.
Ambas cosas fueron incumplidas. Bobadilla envió a Bastidas hacia España, donde se le
siguió juicio, pero fue absuelto. Posteriormente, incluso se le reconoció una pensión
vitalicia sobre las riquezas extraídas de Urabá.

Bastidas realizó otros viajes de exploración. En 1525, fundó Santa Marta, en territorio
de la actual Colombia, primer poblado duradero en la región.

Como gobernador de esa ciudad, enfrentó una sublevación, debido en parte a su actitud
de comerciar con los pueblos autóctonos, en lugar de saquear sus riquezas. Fue herido, y
marchó a La Española a recuperarse, pero los vientos lo llevaron a Cuba, donde finalmente
murió en 1527.

El 10 de octubre de 1502, en su cuarto viaje, Cristóbal Colón llegó a la costa atlántica


del istmo, en las actuales provincias de Bocas Del Toro y Veraguas. El 2 de noviembre,
llegó a una bahía en la actual provincia de Colón, a la que bautizó como el nombre de
Portobelo o Puerto Bello.

El impacto de la Conquista española sobre los pueblos del istmo de Panamá

En un lapso menor a 20 años, entre 1501, fecha supuesta de la llegada de Rodrigo de


Bastidas a la costa caribeña del Istmo de Panamá, y 1519, cuando se funda la ciudad de
Panamá, en la costa del Pacífico, se produjo la destrucción de la sociedad indígena que
habitaba el centro y el oriente del istmo, entre la península de Azuero y el Darién. Fue una
verdadera hecatombe que liquidó demográficamente a la cultura “cueva”, como la han
denominado los antropólogos, o la cultura kuna o dule.

A mediados del siglo XVI casi no quedaban vestigios de su sociedad, ni de su modo de


producción agrícola, ni de su lengua, ni, por supuesto, sus habitantes, si es verdad que se
trataba de una cultura distinta a la dule la cual sí resistió en el Darién colombo-panameño
hasta el siglo XIX y en los siglos posteriores repobló la zona. La mayor parte de la barbarie
cometida por los conquistadores, que el cura Bartolomé De Las Casas describiera en
detalle, se produjo en el Istmo de Panamá.

Según el historiador Alfredo Castillero Calvo, se dio “la ruptura brutal que, a partir del
momento del Contacto, sufre la racionalidad geográfica que había sido culturalmente
fabricada por los aborígenes del Istmo”, la destrucción del “…espacio geográfico del Istmo
que había sido organizado por los distintos grupos indígenas en “pisos ecológicos” a partir
de los sistemas ribereños”, el cual fue suplantado a la larga por una lógica del espacio que
ha pasado a denominarse “transitismo”.

Transitismo que implica una racionalidad económica y cultural puesta en función del
mercado y el naciente capitalismo mundial, no la agricultura de subsistencia, con escaso
comercio que había imperado hasta entonces.
La lógica transitista con la que se impone la conquista del Istmo de Panamá va tener su
génesis en los informes a la Corona española del cuarto viaje de Cristóbal Colón, cuando se
produce lo que Alfredo Castillero denomina “el descubrimiento intelectual del Istmo”, en el
sentido de que, por los datos que el Almirante recogió de los indígenas, había otro mar a
escasa distancia y, por ende, suponía que debía haber un “paso” o estrecho en algún lugar
cercano. El otro elemento que despertó la imaginación de los conquistadores fue su reporte
de la existencia de mucho oro en los atuendos de los pobladores de la región.

De manera que el proceso de conquista sobre Tierra Firme, “Castilla del Oro” o el Istmo
de Panamá, se estructuró con dos objetivos claros: la búsqueda del paso hacia las islas
Molucas o China, y la apropiación del oro local. No hubo, al menos durante las tres cuartas
partes del siglo XVI, intención alguna de dominio económico para aprovechar la
producción agrícola indígena, ni mucho menos el establecimiento de colonias agrícolas por
parte de los propios colonizadores.

El tamaño de la población de los cacicazgos existentes entre Azuero y Darién, antes de


la llegada de los conquistadores españoles, aún es tema de debate. Las estimaciones más
conservadoras señalan una población de entre 150 y 250 mil habitantes. La mayoría de
ellos perecieron en las cacerías humanas montadas por los conquistadores, a las que
llamaban “cabalgadas”, las cuales empezaron bajo la dirección del propio Vasco Núñez de
Balboa, desde Santa María La Antigua, pero se hicieron más feroces con Gaspar de
Espinosa, a fines de 1515, siguiendo órdenes de Pedrarias Dávila. Castillero señala que en
este período se arrasó con los cacicazgos, desde Darién, hasta Trota en Veraguas. Cita a los
cronistas en el sentido de que, aparte de los muertos en los asaltos, se trajeron cautivas
hasta 40.000 personas para los lavaderos de oro en Darién.

El resultado de este holocausto se aprecia mejor, si se toma en cuenta que, entre 1519 y
1522, cuando se fundan las ciudades españolas de Panamá, Nombre de Dios y Natá, y se
realizan las primeras encomiendas, sólo pudieron contabilizarse 8.729 personas, que fueron
entregados en “encomienda” a 120 españoles. En Natá no llegaban a 3.000 los indígenas
repartidos.

Las estimaciones de Castillero consideran que no superaban los 15.000 indígenas en


toda la región descrita. Pero la situación empeoró a inicios de la década de 1530, con la
conquista del Perú, a donde fueron enviados algunos miles que quedaban hasta 10.000
varones jóvenes. En el último tercio del siglo XVI, una nueva incursión en Darién sólo
encontró tres grupos que sumaban 700 individuos, que fueron relocalizados en las islas del
golfo de Panamá.

Sólo se salvaron de este desastre las comunidades que habitaban la cordillera hacia el
occidente y en la vertiente caribeña, que permanecieron aislados y en resistencia a los
conquistadores. Los Gunas llegarían posteriormente, procedentes del golfo de Urabá,
ocupando el espacio deshabitado que dejaron la extinta población cueva y los propios
españoles en la zona del Darién, según la versión prevaleciente entre historiadores y
antropólogos.

La penetración española en Veraguas y Coclé del Norte, expandiéndose desde Natá, sólo
se consolidaría en las últimas décadas del siglo XVI. En lo que hoy es la provincia de
Chiriquí tardaría más porque, aunque tempranamente se fundó Fonseca, ésta fracasó.

La situación descrita convirtió la ausencia de mano de obra en un problema crónico a lo


largo de los siglos XVI y XVII. Problema que se intentó resolver, primero con indígenas
esclavizados procedentes de la zona de Nicaragua y, posteriormente, con mano de obra
esclavizada de África. De acuerdo a Castillero, los españoles organizaron política y
económicamente el espacio a partir de la fundación de ciudades. Bajo esa lógica, Pedrarias
Dávila en representación de la Corona, abandonó pronto a Santa María La Antigua,
fundada en el golfo de Urabá por las huestes de Vasco Núñez de Balboa, motivado por la
pobreza de sus suelos, el agotamiento de los lavaderos de oro y el proyecto de expansión
hacia el norte, Centroamérica, y hacia el sur, hacia el Perú.

Esto le llevó a fundar las ciudades de Panamá, en la costa del Pacífico en 1519, Nombre
de Dios en el Caribe y Natá en las sabanas occidentales del centro del Istmo. El eje
Panamá-Nombre de Dios, más tarde Portobelo, obedece al objetivo de garantizar el paso.
Aunque de Natá suele decirse que su función era la de aprovisionar la zona de tránsito
española, en realidad fue establecida como frontera con miras a la conquista de las minas de
oro del norte de Veraguas y Coclé.
A partir de la década de 1530, la conquista del Perú, asignó a la ciudad de Panamá, la
tarea de abastecer los barcos que zarpaban hacia allá. Asignación sumamente importante
porque el viaje podía durar hasta cuatro meses, debido a la corriente de Humboldt. Panamá
aprovisionaba los barcos fundamentalmente con maíz y carne vacuna, “el resto venía sobre
todo de Nicaragua”, a decir de Castillero.

El despoblamiento del Istmo no estaba restringido a los indígenas, sino también a la


población española, que marchaba al sur. Hacia 1537, en Natá, por ejemplo, sólo quedaban
15 encomenderos y alrededor de 600 indígenas. A mitad del siglo XVI, en el entorno de la
ciudad de Panamá, ya existía una importante presencia de esclavos africanos, pero no hay
registros estadísticos de esta población para esas fechas.

El Istmo de Panamá pierde relevancia como zona de tránsito en el siglo 18 y se


desconecta del comercio mundial.

El impacto de la Conquista española sobre los pueblos del istmo de Panamá

La lógica transitista con la que se impone la conquista del Istmo de Panamá va tener su
génesis en los informes a la Corona española del cuarto viaje de Cristóbal Colón, cuando se
produce lo que Alfredo Castillero denomina “el descubrimiento intelectual del Istmo, en el
sentido de que, por los datos que el Almirante recogió de los indígenas, había otro mar a
escasa distancia y, por ende, suponía que debía haber un “paso” o estrecho en algún lugar
cercano. El otro elemento que despertó la imaginación de los conquistadores fue su reporte
de la existencia de mucho oro en los atuendos de los pobladores de la región.

De manera que el proceso de conquista sobre Tierra Firme, “Castilla del Oro” o el Istmo
de Panamá, se estructuró con dos objetivos claros: la búsqueda del paso hacia las islas
Molucas o China, y la apropiación del oro local. No hubo, al menos durante las tres cuartas
partes del siglo XVI, intención alguna de dominio económico para aprovechar la
producción agrícola indígena, ni mucho menos el establecimiento de colonias agrícolas por
parte de los propios colonizadores

Aunque la colonización del Istmo por España trajo a Panamá su principal base de
cultura, la hispánica, también tuvo repercusiones negativas como la marginalización de las
culturas autóctonas y si bien se pretendió darle una solución en su momento, ésta resultó ser
la esclavización de grupos traídos de África. Efectos negativos de la colonización del
Istmo.

Durante el inicio de conquista origino una mezcla de grupos étnicos como: los blancos,
indios y negros se mesclaron entre si lo que trajo consigo nuevos grupos.

Durante la conquista los españoles encontraron aliados como los grupos que habitaban
en el territorio. Los Indígenas negros eran traídos de África y eran esclavos.
Conclusión

Al realizar este estudió de investigación, podemos concluir que el periodo de


colonización española en el Istmo, represento ganancias para algunos y pérdidas para otros.

Una vez avistado el Istmo, se reconoció su potencial político y económico, ciertamente


fue un lugar estratégico para las conquistas y mantenimiento de las colonias en el
continente americano, no sin dejar a un lado el hecho de que era un sitio inmensamente
abundante en oro y riquezas, por lo que se hizo un lugar codiciado por muchos.

Sin embargo, para los nativos de la región, sin duda alguna representó la pérdida y la
represión de sus costumbres, religión, cultura y aún más su libertad.

Con el pasar de los años la burguesía española y los problemas políticos y sociales en
Europa, ciertamente debilitaron el poder y las influencias de los reyes y gobernantes en
América, esto generó un descontento generalizado en la población local que aunado a la
falta de recursos y enfermedades decidieron unirse a los movimientos independentistas que
ya se venían gestando en la región.
Bibliografía

https://www.lifeder.com/rodrigo-de-bastidas/ ( 2014) Rodrigo de Bastidas: Biografía,


Viajes y Rutas [ONLINE]
Biografías y Vidas. (2004-2018) Rodrigo de Bastidas. La Enciclopedia
Biográfica en Línea. Recuperado en: biografiasyvidas.com
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Panamá (jun 2020) Historia Panameña [ONLINE]

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