Está en la página 1de 1

Jueves, 23 de enero de 2014

1 SAMUEL 3.1- 4

El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí, y la palabra de Jehová


escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. Y aconteció un día, que
estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de
modo que no podía ver, Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba
el arca de Dios, y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, Jehová llamó a Samuel;
y él respondió: heme aquí.

Paráfrasis:

Samuel siendo aun joven servia a Dios y estaba sujeto a Elí, había en ese tiempo
ausencia de la palabra de Dios, y las visiones habían desaparecido. Cierto día mientras
Elí estaba en su cuarto porque él ya no podía ver muy bien, Samuel dormía en el
santuario donde estaba el arca del pacto, y siendo muy temprano antes que se apagara la
lámpara de Dios, Dios llamó a Samuel; y Samuel dijo: aquí estoy.

Problema personal:

 ¿Cuál ha sido mi respuesta al llamado?


 ¿Estoy en el lugar correcto para oír la voz de Dios y ser direccionado hacia una
nueva revelación de su palabra?
 ¿Soy sensible a la voz de Dios que me llama antes que la lámpara se apague?

Decisión:

Responder a Dios: heme aquí


Estar en el lugar correcto y a la hora correcta
Ser sensible a la voz de Dios que me llama

La sujeción es importante, y el servicio a Dios aun mas, pero lo que resalta el pasaje es
la sujeción a la autoridad que tenia el joven Samuel, él estuvo sujeto a Elí aun a pesar de
que Dios le había llamado, él espero hasta que Elí lo dirigió nuevamente a la voz de
Dios que lo llamaba y le dio las instrucciones necesarias para responder.

Dios nos llama personalmente, el es un Dios personal, pero además de eso no pasa por
encima de las autoridades que él ha establecido ese fue el caso de Samuel. Aunque tuvo
una experiencia de llamado su obediencia era tal y su sujeción a la autoridad era tal que
él pensó que el que lo llamaba era Elí y no actúo hasta que Elí lo guiara nuevamente a
esa voz divina. Hoy mi decisión es estar en obediencia y sujeción a la autoridad que
Dios ha establecido, aunque ya escuche la voz de Dios que me llama es necesario correr
hacia la autoridad y permitir la dirección que me dirigirá nuevamente hacia la voz de
Dios, pero de una manera diferente, donde podré estar en su secreto podré oír y ver su
palabra y tendré un mensaje que proclamar…

También podría gustarte