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Un almácigo es un recipiente transportable que se utiliza para reproducir plantas a partir de semillas en un entorno protegido antes de trasplantarlas al suelo. Los almácigos permiten controlar la germinación de las semillas y protegerlas de condiciones adversas como heladas o lluvias hasta que estén listas para ser trasplantadas. Es importante mantener el sustrato húmedo, esparcir las semillas a distancia, regar periódicamente y respetar la temperatura necesaria para cada semilla.
Un almácigo es un recipiente transportable que se utiliza para reproducir plantas a partir de semillas en un entorno protegido antes de trasplantarlas al suelo. Los almácigos permiten controlar la germinación de las semillas y protegerlas de condiciones adversas como heladas o lluvias hasta que estén listas para ser trasplantadas. Es importante mantener el sustrato húmedo, esparcir las semillas a distancia, regar periódicamente y respetar la temperatura necesaria para cada semilla.
Un almácigo es un recipiente transportable que se utiliza para reproducir plantas a partir de semillas en un entorno protegido antes de trasplantarlas al suelo. Los almácigos permiten controlar la germinación de las semillas y protegerlas de condiciones adversas como heladas o lluvias hasta que estén listas para ser trasplantadas. Es importante mantener el sustrato húmedo, esparcir las semillas a distancia, regar periódicamente y respetar la temperatura necesaria para cada semilla.
No sabes nada de plantas, pero te encantan; te fascina la cocina y lo que en sí
implica dicho mundo (vegetales, hortalizas, frutas, etc.) ¿Y te interesaría tener tu propio mini huerto, o lo has intentado y nunca te ha dado resultado? Para responder a esta y otras interrogantes, es necesario que en primer lugar conozcas de lo que es un almacigo; y acá te contaremos que es y para qué sirve. Los almácigos son el primer paso a la hora de montar un huerto ecológico, una herramienta excelente para los horticultores porque les permiten sembrar hortalizas y favorecer la germinación de las semillas en un entorno protegido de condiciones adversas como por ejemplo: heladas, vientos fuertes, granizo, lluvias, etc. Es importante revisar el calendario de siembra y el calendario lunar para saber en qué momento es más conveniente cultivar nuestras hortalizas.
Los almácigos se utilizan con el objetivo de reproducir plantas a partir de sus
semillas, en las situaciones en las cuales la siembra efectuada en forma directa sobre el suelo del jardín puede llegar a acarrear algún tipo de problema. De esta manera, el almácigo permite controlar la germinación hasta que llegue el tiempo del trasplante. Un detalle muy importante para que se logre el éxito, es que las semillas utilizadas sean de buena calidad y hayan sido conservadas correctamente. Por eso, lo ideal es adquirir estos productos en comercios especializados, donde les puedan asesorar con conocimiento y experiencia sobre las mejores marcas.
Los almácigos se desarrollan en un recipiente transportable. Deben tener
cierta profundidad y un tamaño acorde al número de semillas a incorporar. Hay que cubrirlos con vidrio o plástico y no deben recibir luz solar directa. El sustrato a emplear siempre depende del tipo de especie.
Es muy importante conservar húmedo el sustrato y esparcir las semillas
respetando cierta distancia entre ellas. Regar con periodicidad y mantener el recipiente cubierto; son otras dos cuestiones claves, al igual que respetar la temperatura que precisa cada semilla para su crecimiento. Cuando las plantas comiencen a germinar, es hora de iniciar a planificar el trasplante. En nuestras siguientes publicaciones de la semana hablaremos de todo lo que necesitas conocer a cerca de los almácigos, su cuidado, tipos de riego y condiciones adecuadas para su óptimo funcionamiento.