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Memorita Descriptiva Ante Proyecto Final PDF
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CENTRO DE FE Y CULTURA DE
AYABACA
NKK
I.- ANTECEDENTES
A) FESTIVIDAD Y PEREGRINAJE
A) PROYECTO
B) PLANTEAMIENTO
C) PROGRAMA DE AMBIENTES
Actualmente el terreno tiene una serie de construcciones de adobe sin valor patrimonial
y que se encuentran en estado de ruina y abandono. Estas serán demolidas para la
construcción del Centro de Fe y Cultura.
Foto 01: vista de las edificaciones sin valor patrimonial que darán paso a la nueva construcción del Centro de Fe y
Cultura de Ayabaca. Vista del frente de la Av. Grau, aquel de la Plaza de Armas.
Arqta. Patricia Navarro Grau 2017
2
Foto 02 (arriba):
vista desde la esquina de
la calle Tacna y Av.
Arequipa. Nótese el
estado de abandono de
las edificaciones
existentes.
Foto 03(izq.): vista
aérea del terreno donde
se edificará el Centro.
Foto 04 (abajo):
otra vista aérea del
terreno y del actual
Santuario del Sr.
Cautivo de Ayabaca.
Ayabaca y los poblados vecinos (ya sean cabeza de población o anexos) remontan sus
fundaciones a la época del Virreinato. Esta tipología urbana se remonta al siglo XVI,
cuando se crearon en el Perú las reducciones indígenas. Tan pronto llegaron los europeos
al Perú en el siglo XVI, fue muy importante para el rey de España –en ese entonces Carlos
I, también Emperador de Alemania– crear ciudades donde se pudiera vivir y contar con
los servicios administrativos, religiosos, educativos, sanitarios, etc. Lima, Cusco,
Huamanga, Trujillo y Arequipa son ejemplo de ello.
Sin embargo, durante las primeras décadas del Virreinato del Perú, las poblaciones
indígenas continuaron viviendo de modo disperso o en los asentamientos prehispánicos,
muy diferentes de las ciudades europeas. Esto generó una mayor dificultad en el
Virreinato para administrar las tierras, las poblaciones y los recursos, y dificultó la labor
evangelizadora y adoctrinadora de la Iglesia por medio de las órdenes religiosas.
Ante esta situación, se desarrolló la necesidad de crear ciudades para la población local.
Una de las principales preocupaciones de la Corona fue enseñar a la población a vivir
“políticamente”, es decir, en “polis”, ciudades. Es así como se inicia un largo proceso en
donde se trata de juntar a la población local en centros poblados, y que se lleva a cabo de
manera decidida solamente en época del Virrey don Francisco de Toledo (tras las décadas
de inestabilidad causadas por las guerras civiles entre los conquistadores y los
encomenderos contra los primeros virreyes). Fue él a quien correspondió la tarea de
fundar estos poblados indígenas que dio en llamar “reducciones indígenas”. Estas
reducciones fueron pueblos conformados específicamente por los miembros de las
comunidades indígenas. Durante casi cinco años, entre 1570 y 1575, don Francisco de
Toledo viajó por una amplia parte del Virreinato para crear las ciudades. Según estudios,
cerca del 80% de los pueblos del Perú fueron fundados en estos cinco años. Cada pueblo
debía contar con características comunes: una plaza en el centro, frente a la cual se
encontraba la iglesia, y en los otros solares la casa de la autoridad, el hospital y la cárcel.
A partir de la plaza se organizaban las calles a cuyos lados se levantaban las viviendas
para la población. El edificio de la iglesia era un hito en el conjunto urbano.
Son diversas las teorías que se relacionan con el origen y la propuesta de esquema de las
ciudades hispanoamericanas en general y de las reducciones indígenas en particular.
Estas interpretaciones van desde las más pragmáticas que recurren al ejemplo de los
campamentos militares del Imperio romano con su traza cuadriculada, o aún a las
ciudades hipodámicas de la antigua Grecia, hasta las proposiciones que hablan de la
influencia de la Ciudad Ideal del Renacimiento Italiano del siglo XVI, pasando por otras
propuestas como la de la Jerusalén Celeste y la Ciudad de Dios, o la influencia del
Se considera que Ayabaca corresponde a esta época debido a que su fecha de fundación
se remonta al año 1571, dentro del periodo de organización del Virreinato del Perú. En el
momento de su fundación, estas tierras se encontraban habitadas por poblaciones
mitimaes que fueron llevadas a la zona en la época del Inca Huayna Cápac tras la
conquista de las tierras de manos de las poblaciones Ayahuacas, emparentados con los
jibaros.
La ciudad también se beneficiaría del comercio con las zonas sureñas del Ecuador, en
especial con la zona de Loja, lo cual se evidencia en la gran cantidad de matrimonios que
se realizaron entre las clases pudientes de ambas ciudades.
Esto nos muestra una relación económica triangular en que la ciudad de Paita funcionaba
como puerto principal, mientras que Piura y Ayabaca funcionaban como centros
agrícolas y ganaderos en la costa y la sierra del departamento.
Sobre el origen de la imagen del Señor Cautivo se han escrito varias leyendas conocidas que no
mencionaré. Al margen de este origen legendario, lo que es evidente es el extraordinario parecido con la
imagen del Cristo de Medinaceli, fabricada en un taller sevillano hacia 1614, que representa el Ecce
Homo típico del siglo XVII que se esparció por toda la Península Ibérica y, por ende, por toda
Hispanoamérica.
El fructífero trabajo realizado en este Concilio permite saber que, para 1773, la fiesta del Señor Cautivo
todavía no era de las más relevantes en el virreinato peruano, pues no aparece en el listado que elaboran
y que debían guardar los indios y españoles: en el mes de octubre sólo aparece la fiesta de “San Simón y
Judas apóstoles”.
Sin embargo, diez años después, en 1783, el obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón, tras su visita al
Partido de Piura, consignó en su informe la Fiesta del Señor Cautivo, en octubre, “celebrada por los
arrieros”; lo que lleva a pensar que fuera este grupo quien lo había asumido primero como santo patrono
para que los guiase en su oficio, y no los campesinos.
Esta visita pastoral sirve también para verificar que solo Ayabaca y Sechura tenían cofradías del Señor
Cautivo. En ninguna de las 12 doctrinas ni anexos había cofradía similar, ni siquiera en Piura. En
Sechura, de las doce existentes, una era del Cautivo probablemente, porque en esta zona había un buen
grupo de arrieros devotos.
De seguro los milagros del Cautivo fueron conociéndose y la devoción se expandió primero por algunas
haciendas piuranas como Suipirá y, luego, a lo largo de la costa peruana llegando hasta la misma ciudad
de Trujillo. El dueño de esta hacienda, Vicente María Fernández de Otero, por su devoción al Cautivo, en
1788, consiguió permiso del Consejo de Indias para pedir al Papa “Indulgencia plenaria para la Iglesia de
San Francisco de Suipirá y altar de Ntro Sr. llamado el Cautivo”. Consiguió este pedido para todo aquel
que “hiciere oración delante de la Imagen”; de tal manera que, si los feligreses no podían asistir hasta la
doctrina de Ayabaca podían lograr la remisión de la pena en el Purgatorio en esta iglesia.
Por su parte, en Trujillo, según testimonio de Pedro Josef de Valdivieso párroco de la Vice Parroquia de
San Lorenzo, en setiembre, se hacía una “Novena a la efigie del Señor Cautivo”. Este sacerdote afirmaba
que de 1789 a 1813 no faltó “la Predicación de nueve días consecutivos, en que se hacían… los desagravios
a la Soberana Efigie de Christo… Cautivo que se venera en esta Iglesia… haciéndose dichos nueve sermones
morales y en calidad de Misión, sacándose en su ultimo día a la… soberana Efigie por la noche
procesionalmente hechandose saetas en cada esquina y predicándose del mismo modo sus pláticas para
mover los fieles a Penitencia como efectivamente se movían, hasta que cesó esta operación de la Procesión
Este mandato del Obispo se aplicó en Ayabaca porque era tradición que “en todas las fiestas, después de
las vísperas, aproximadamente a las nueve de la noche, los indios se reunieran dentro de la iglesia, en un
acto que llamaban Velorio, a beber aguardiente, chicha y guarapo al son de melodías emitidas por el
órgano y a la luz de velas”. Durante dos horas conversaban, reían y, por efecto del alcohol, cometían
“ynsolencias repugnantes al templo de Dios”. El sacerdote Pedro Patiño erradicó esta costumbre
generando el descontento de los feligreses. Sin embargo, la festividad continuó y se afianzó con el
transcurrir de los años en muchos corazones de fieles que hasta hoy peregrinan a la ciudad de Ayabaca
para agradecer o pedir por sus intenciones al Señor Cautivo.
B) PLANTEAMIENTO:
Patio Cortile:
Es un espacio de estar y de circulación al aire libre, que conecta visual y físicamente con
todos los ambientes del recinto, y además permite la integración visual hacia la plaza, y
es adecuado para la recreación y el conglomerado de personas en el desarrollo de diversas
actividades. Los ambientes se desarrollan a partir de este patio, constituyéndose en el
nexo que vincula y domina las interrelaciones de cada ambiente. El cual además da paso
a la importante conexión entre la iglesia matriz y el Centro. Formalmente se conforma
por pórticos y arcos seguidos de corredores de circulación, lo cual genera una percepción
visual más libre y amplia.
Circulaciones:
La escalera se desarrolla en un eje lineal que atraviesa longitudinalmente el edificio desde
el patio en el primer nivel, pasa por el Área de Museo y los servicios del segundo nivel, y
termina en la Casa de la Comunidad Religiosa en el tercer nivel. Se cuenta solo con esta
escalera (no es necesaria otra), ubicada convenientemente para evitar recorridos largos.
Las áreas con Mezaninne cuentan con escaleras internas en cada ambiente con medidas
de acuerdo a reglamento.
Los pasillos, corredores, escaleras cortas y rampas de medio nivel cuentan con medidas
de acuerdo al reglamento.
La rampa de ingreso se desarrolla de manera envolvente a la cara de la fachada, inicia en
el nivel más bajo -2.83m, para descansar en un nivel mirador hacia la plaza -1.69m,
retomando recorrido hacia el primer piso -0.52m del patio Cortile. Sigue su recorrido para
llegar al nivel del campanario mirador +0.65, prosigue a un descanso +1.85, luego a un
descanso a + 2.95 antes de llegar al segundo nivel a +3.48, teniendo así rampas que no
exceden el 8% de pendiente, siendo esta la pendiente adecuada de acuerdo a la NORMA
A.120 del RNE.
Servicios higiénicos:
Se han desarrollado baños para uso múltiple en las dos plantas, con el número de aparatos
requeridos reglamentariamente, dada la capacidad total del local para casos de alta
afluencia de personas.
C) PROGRAMA DE AMBIENTES:
Semisótano: COMERCIO
El semisótano se divide en dos zonas. Una zona está en el nivel -3.30 m y se encuentra
hacia la Ca. Tacna. Se compone de cuatro Locales Comerciales y unos SSHH distribuidos
en torno a un Hall que se abre hacia la calle, y en la esquina se ubica la Radio que tiene
unos SSHH y a la cual se accede por un ingreso privado. La segunda zona da hacia la Ca.
Grau y comienza en el nivel -2.83 m donde hay un hall de distribución. Desde ahí inician
las rampas de acceso público o puede irse a la Bodega de Andas que está finalmente en el
nivel -3.30 m.
Cuenta con un área construida de 322.87 m2.
Locales Comerciales (04)
Hall de Ingreso a Locales Comerciales
SSHH de Locales Comerciales
Radio con SSHH
Bodega de Andas
Ingreso por calle Miguel Grau
Rampa de Acceso
Mezaninne de Museo
Habitaciones simples/baño (09)
Pasillos
Escaleras
Bodega
Áreas Exteriores / Patio, terraza
Área de Condensadores
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