Está en la página 1de 4

TEMA 2

RELACIÓN ENTRE CULTURA, IDENTIDAD, MULTICULTURALIDAD E INTERCULTURALIDAD.

CULTURA. Unesco define “cultura” como: El conjunto de los rasgos distintivos espirituales,
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que
abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas
de valores, las tradiciones y las creencias. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA ONESCO SOBRE
LA DIVERSIDAD CULTURAL

Cultura, es todo el complejo de rasgos distintivos espirituales, materiales, intelectuales y


emocionales que caracterizan a una sociedad o grupo social. Esto incluiría, además de todas las
expresiones creativas que la concepción estética de cultura define (v.gr.; historia oral, idioma,
literatura, artes escénicas, bellas artes, y artesanías), a las llamadas prácticas comunitarias (v.gr.;
métodos tradicionales curativos, administración tradicional de los recursos naturales, celebraciones y
patrones de interacción social que contribuyen al bienestar e identidad de grupos e individuos) y los
bienes muebles e inmuebles, tales como sitios, edificios, centros históricos de las ciudades, paisajes
y obras de arte.

Cultura es la síntesis que han ido elaborando los grupos humanos en sus procesos de
relacionamiento consigo mismos, con la Naturaleza y con sus dioses. Esas síntesis humanas remiten
a diversos modos de vivir, relacionarse y entender la vida que son compartidos por una comunidad.

La cultura es, todo el conjunto de expresiones particulares de un período o de un grupo humano que
de alguna forma u otra se encargan de otorgarle un sentido a la existencia de cada persona que
hace parte de un grupo, y la forma como se defina la cultura de tal o cual grupo va a depender de la
perspectiva con la que se miren los distintos elementos distintivos de cada uno. Se puede hablar
entonces de “cultura chiquitana”, “cultura aymara” o “cultura ayorea” cuando queremos distinguir un
grupo indígena de otro

Entonces, cuando hablamos de cultura nos referimos a lo que es profundamente humano y se


manifiesta en expresiones diversas. La cultura es un estilo de vida, un modo de relacionarse, que en
su esencia más profunda se expresa en forma de valores. Estos valores son el instrumento a
través del cual una cultura crea su propia identidad, su propio universo simbólico, su sistema de
valores. Cultura es pues un proceso comunitario y a la vez configura una identidad colectiva.

A partir de lo dicho deseamos precisar cinco aspectos importantes sobre cultura, de manera que
puedan servir de base para plantear el tema de interculturalidad.

1. El carácter dinámico de las culturas: La cultura se construye en la historia y se transforma en


la historia desde lo cotidiano. La cultura tiene una parte aprendida y otra dimensión creativa, se
aprende y se transforma. Trabajar por la cultura no es salvaguardar las síntesis culturales
originales de los antepasados, ya que somos seres creativos y también las circunstancias van
cambiando, demandando respuestas nuevas que a su vez van definiendo modos de ser y de
relacionarse.
2. También entendemos que no hay culturas puras. Las culturas remiten a complejidades,
mezclas, cruces, etc. Las culturas son diversas y cambiantes. Tampoco las culturas son de una
sola explicación, sino que pueden tener varias interpretaciones. Como plantea Clifort Geertz
(1991), los hechos culturales son una descripción densa.
3. No hay una cultura superior a otra. No hay culturas mejores ni peores. En los discursos
dominantes se suele jerarquizar entre culturas y aprendemos eso, lo cual está relacionado con la
cosmovisión occidental que separa lo bueno y lo malo, lo superior y lo inferior, para relacionarlo
con lo otro. De las culturas en este sentido solo se puede afirmar que son diversas.
4. La cultura tiene rasgos manifiestos y rasgos latentes. Esto quiere decir que en las culturas
hay elementos que pueden verse claramente cuando alguien se acerca a ellas, pero que hay
otros elementos más profundos que sólo pueden percibirse cuando se hace un proceso
profundo de inculturación, esto es, de estar y vivir con esa cultura como uno más del grupo.
5. Finalmente, las culturas de los pueblos no se reducen a lo que dicen de ellas los discursos,
sino que las culturas son muchos más profundas y muy diversas al interior de las mismas.

Por último, la cultura y las culturas no son algo estático, no se definen de una vez y para siempre,
con fronteras inmutables entre lo que se es y lo que no se es y no existe como algo independiente de
los individuos que componen un grupo humano. Los límites entre una cultura y otra no se encuentran
claramente definidos, y, ya que lo que otorga sentido a la vida de una persona cambia y se
transforma, las culturas también cambian y se transforman.

IDENTIDAD. Para el psicólogo Erick Erickson, la identidad es una afirmación, “un sentirse vivo y
activo, ser uno mismo, la tensión activa y confiada y vigorizante de sostener lo que me es propio; es
una afirmación que manifiesta una unidad de identidad personal y cultural”. Esta identidad se daría
como resultado de la unión de los procesos biológicos, psicológicos y sociales que constantemente
están interactuando para que cada individuo encuentre la mejor forma de representar la diversidad
que el mundo le presenta.

La identidad se va forjando poco a poco en la lucha por ser mejores y superarnos. En definitiva, la
identidad es peregrina, abierta al cambio, especialmente a la transformación que produce el contacto
con los otros.

García Castaño señala que la: “La identidad representa muchas veces los puntos de encuentro entre
los miembros del grupo, la versión y visión que mejor describe de manera homogeneizadora a tal
grupo, pero los análisis de la práctica cultural nos muestran que tal identidad se forja, se mantiene
y se transforma en un sinfín de enfrentamientos y tensiones, y que se construye
principalmente frente a algún otro”

Como plantea Amin Maalouf (1999), no somos una sola identidad, sino que somos una mezcla de
identidades que vamos recibiendo, seleccionando y asumiendo, pero ello no implica que las
identidades estén en trozos, sino que en ese proceso histórico nos vamos haciendo lo que somos.
Esto incluye también las dimensiones de nuestra identidad que a veces no queremos reconocer, ya
sea por estereotipos o porque pertenecen a identidades rechazadas.
La variedad de culturas que conforman nuestra identidad se considera aquí como una
riqueza, no como amenaza, tanto para comprenderse a sí mismo como para entenderse
respecto a los y las demás.

La identidad se crea en dos niveles distintos. Por un lado, se encuentra la Identidad Individual, que
tradicionalmente se ha definido como el conjunto de atributos y características que permiten
individualizar a las personas, es decir, como todo aquello que hace que cada individuo sea uno
mismo y no otro. La identidad individual parte de un proceso de definición del individuo frente a la
heterogeneidad del mundo y ésta puede construirse al interior de una cultura determinada o en
referencia a diversos mundos culturales, a los cuales todos tienen acceso y de los cuales se puede
“entrar o salir” en la medida que se decide hacer parte de un grupo determinado o dejar de hacer
parte de él.

Existe además un grado de afirmación consiente en la construcción de la identidad, en la medida que


cada individuo está facultado para elegir los puntos de referencia en torno a los cuales construirá la
red de significados de su existencia. Por otro lado, la identidad grupal donde lo mismo sucede a
nivel grupal, cuando un conjunto de personas constituye una comunidad específica, sus campos de
acción, sus símbolos y lenguajes propios.

VIENTOS DE TODAS PARTES


“Evidentemente, el mantenimiento y protección de las identidades, así como la protección de las
tradiciones, culturas y civilizaciones, no deben convertirse en escudos del ultranacionalismo y la
exclusión. El Mahatma Gandhi dijo un día que no le gustaría que lo derribasen por tierra, pero que
tampoco gustaría cerrar las ventanas de su conciencia al resto del mundo. Pensaba, en efecto, que
en su casa debían soplar vientos de todas partes”. JAWANT SINGH, MINISTRO DE RELACIONES
EXTERIORES DE LA INDIA

MULTICULTURALIDAD. La multiculturalidad invita a reconocer las diversas manifestaciones


culturales en un mismo espacio. Es una reivindicación de que broten las diferentes voces, los
diferentes colores, los modos diversos de ser, de existir y de manifestarse. Es un llamado a la
tolerancia de la diversidad.

La conquista de los planteamientos multiculturales es lograr que se acepte esa diversidad y que es
necesario reconocerla afín de que las prácticas políticas y sociales incluyan representaciones de las
diferentes culturas. La conquista es pues el reconocimiento de la convivencia de diversas
identidades.

La multiculturalidad tiende a suponer armonía entre todos, en tanto que a cada quien se le deja ser
como es. Existen dos posibles situaciones para enfrentar el reconocimiento de la diversidad en el
encuentro entre culturas diferentes:
a) Por un lado, se puede establecer una jerarquía de las diferencias que implica, en muchos casos,
discriminación y dominación. Las jerarquías conducen a prácticas discriminatorias que se
justifican por la ideología. Así se argumenta que una religión o una clase social o una etnia, es
superior a otra.
b) Por otro lado, frente a la diversidad puede darse también la aceptación, el respeto y un proceso
de creatividad y mutuo enriquecimiento. Para ello, lo primero que debe darse es la capacidad de
representar las diferencias para luego entrar en un proceso de aceptación del otro. Se trata de
reconocer que el otro tiene el mismo derecho que cualquier ser humano a construir su identidad y
su conciencia.

LA INTERCULTURALIDAD. La interculturalidad va más allá de la idea multiculturalidad. Significa


que las culturas o elementos culturales que son diversos, han de estar vinculados por relaciones de
diálogo, respeto y justicia.

El reconocimiento de la diversidad cultural implica establecer espacios de comunicación en medio de


las diferencias, el descubrimiento de lo que cada persona o grupo tiene en común con otros y el
lograr establecer puentes de diálogo para negociar expectativas comunes, normas y valores para
organizar la convivencia en la diferencia.

LA DIVERSIDAD CULTURAL, PATRIMONIO COMÚN DE LA HUMANIDAD


La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se
manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las
sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la
diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los
organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser
reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras. DECLARACIÓN
UNIVERSAL DE LA UNESCO SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL. ARTÍCULO 1

También podría gustarte