El Ministerio Público o la Procuraduría General de la República es la
institución rectora, representante de la República Dominicana en el ejercicio de la acción penal pública, comprometida en la formulación e implementación de la política contra la criminalidad, la investigación penal, la administración del sistema penitenciario y correccional, la protección y atención de víctimas y testigos, persecución de la corrupción y el fraude, así como proveedora de los servicios jurídicos administrativos requeridos por las leyes. Es un órgano sin personalidad ni patrimonio propio (actuando, por tanto, bajo la personalidad jurídica del Estado), lo que no significa que carezca de autonomía e independencia funcional administrativa y financiera. que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República Dominicana.
Este se atribuye, dentro de un Estado de Derecho democrático, la
representación de los intereses de la sociedad mediante el ejercicio de las facultades de dirección de la investigación de los hechos que revisten los caracteres de delito, de protección a las víctimas y testigos y de titularidad y sustento de la acción penal pública. Así mismo, está encargado de contribuir al establecimiento de los criterios de la política criminal o persecución penal dentro del Estado a la luz de los principios orientadores del Derecho penal moderno (como el de mínima intervención y de selectividad).
Por su calidad en el procedimiento y su vinculación con los demás
intervinientes en el proceso penal, es un sujeto procesal y parte en el mismo, por sustentar una posición opuesta al imputado y ejercer la acción penal (en algunos países en forma monopólica). Sin embargo, es parte formal y no material por carecer de interés parcial (como un simple particular) y por poseer una parcialidad que encarna a la colectividad (al Estado) y que exige, por tanto, que sea un fiel reflejo de la máxima probidad y virtud cívica en el ejercicio de sus atribuciones y en el cumplimiento de sus deberes.
En cuanto a su ubicación institucional, el Ministerio Público puede
encontrarse:
Inserto dentro del poder ejecutivo, en cuyo caso el presidente o jefe
de gobierno tiene facultades decisivas en su conducción e interviene en el nombramiento y en la destitución de sus autoridades y demás fiscales (como sucede en los sistemas de otros países) Incorporado en el poder judicial, caso en el cual podría quedar supeditado a la función jurisdiccional (como sucede en Colombia a partir del cambio constitucional de 1991).
Inserto en el poder legislativo; el ejercicio de su función puede
quedar influida por la contingencia política.
Independiente de los poderes del estado; en este caso se entiende
como un órgano que no responde ante ninguno de los poderes clásicos en calidad de subordinado jerárquicamente (como sucede en los sistemas brasileño, peruano, chileno y guatemalteco).
Como un poder del Estado por sí mismo; se entiende como un
órgano autónomo, consagrado constitucionalmente y en igualdad de condiciones que los otros órganos del Estado (como sucede en el sistema venezolano).