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Estrategias para la enseñanza de las

matemáticas

Programa de Formación Docente

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Rumbo a las ecuaciones de primer grado

Autores:
Dr. Alejandro J. Díaz-Barriga C.
Mtra. en D. Adriana León Montes

Sucede a veces que, en el conjunto de los números naturales es posible realizar otras
operaciones como la resta y la división. Pero es bien conocido que, por ejemplo, en la
primaria cuando nos pedían que al número 20 le restáramos el número 35,
respondíamos: no se puede, o no alcanza. Lo que afirmábamos era que la resta de
números naturales no siempre daba un número natural; es decir, la operación resta
no es cerrada en el conjunto de los números naturales, algo semejante ocurre con la
división.

Caso contrario son la suma y el producto de números naturales; estas operaciones


cumplen con la propiedad de cerradura, la cual para la suma nos afirma que a cada
pareja de números naturales le corresponde un número natural que es su suma. De
forma análoga para el producto.

Ahora, ¿qué pasa si restas o divides dos números naturales? Es fácil darse cuenta de
que el resultado no necesariamente será un número natural. Observa que la división
entre cero no está definida en ningún conjunto de los números con los que
trabajamos. ¿Pero, de qué me sirve esto como docente?

Como profesores debemos observar y saber leer en matemáticas para poder


encontrar la solución a un problema. Por ejemplo, si tenemos la siguiente ecuación
de primer grado:
x+3=0

En el conjunto universo de los números naturales, esta ecuación no tiene solución. Es


decir, en el conjunto de los números naturales no existe un número que sumado a
tres nos dé como resultado cero. De hecho, sabemos que el único valor que hace
verdadera la igualdad es -3, pero -3 no es un número natural. Por lo tanto, dicha
ecuación no tiene solución en el conjunto de los números naturales.

Hay una gran cantidad de problemas en la vida diaria que solamente aceptan
soluciones en el conjunto de los números naturales, si esta ecuación es el modelo
matemático de uno de esos problemas, debemos contestar que el problema no tiene
solución.

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¡Piensa por ti mismo! (Siempre es un buen consejo). Piensa en un problema cuya
solución deba ser un número natural y que dé lugar a una ecuación de primer grado
con números naturales, a la vez que no tenga solución en este conjunto, concluye en
consecuencia que el problema no tiene solución. Entonces, ¿cómo le explicarías a un
estudiante la necesidad de tener claro cuál es el conjunto (universo) donde estamos
buscando las soluciones a un problema dado?
Para que nuestra ecuación x + 3 = 0 tenga solución, deberíamos tener un conjunto de
números donde exista un número que sumado al 3 nos dé el idéntico aditivo. A ese
número usualmente lo denotamos -3. Como matemáticos nos gustaría contar con un
conjunto donde se pudieran resolver todas las ecuaciones de la forma x + a = 0 para
cualquier número natural a. De modo que nuestro nuevo conjunto está obligado a
tener como elementos todos los números naturales, y a todos los números de la
forma -a, donde a es un número natural, es decir, los inversos aditivos de los números
naturales.

Aunque aquí no hacemos un desarrollo formal de la construcción de este conjunto de


números, de nuestra experiencia sabemos que dicho conjunto es el de los números
enteros. Como parte del universo de números enteros, tenemos los números
negativos, los cuales fueron conocidos por Diofanto de Alejandría (siglo III),
matemático griego a quien se le conoce como el padre de la aritmética, ya que él fue
el primero en introducir el signo de más (+) al tratar de explicar el producto de dos
diferencias.

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