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Santiago, once de abril de dos mil dieciséis.

Vistos:
Se reproduce la sentencia apelada.
Y se tiene, además, presente:
Primero: Que en estos antecedentes, con fecha 27 de enero de
2016, se dictó sentencia definitiva acogiendo parcialmente la demanda
de regulación de relación directa y regular deducida por XXXXXXXX en
contra de doña Marie XXXXXXX, a favor de sus hijos XXXXXXX y
XXXXXXXX, ambos de apellidos XXXXXXXX.
En contra de esta determinación, la parte demandada interpuso
recurso de apelación, y se trajeron los autos en relación el día 12 de
febrero de la presente anualidad;
Segundo: Que, de los antecedentes aportados se desprende que
los niños respecto de quienes se demanda la relación directa y regular,
son hijos matrimoniales de las partes, y nacieron el 28 de junio de 2002
y el 6 de septiembre de 2006, respectivamente, por lo que a la fecha
tienen 13 y 9 años de edad, correspondientemente;
Tercero: Que en materia de relación directa y regular, cobra
especial relevancia el interés superior del niño, que se encuentra
consagrado expresamente en el artículo 16 de la Ley N° 19.968 y aun
cuando pueda constituir un concepto indeterminado, cuyo alcance se
aprecia cuando es aplicado al caso concreto, puede afirmarse que
consiste en el pleno respeto de los derechos esenciales del niño, para
procurar el cabal ejercicio y protección de sus derechos esenciales. Se
trata de principios rectores que el juez de familia debe tener siempre
como consideración principal en la resolución del asunto sometido a su
conocimiento. Dicho principio se identifica con la satisfacción plena de
los derechos de los menores, en su calidad de personas y sujetos de
derechos, identificándose de esta manera “interés superior” con los
derechos del niño. Si bien se encuentra presente y se proyecta en todo
el sistema jurídico, al erigirse como una garantía de amplitud tal que
obliga no sólo al legislador sino que a todas las autoridades e
instituciones y a los propios padres, interesa de sobre manera el aporte
que tiene en el ámbito de la interpretación, al constituir una norma de
resolución de conflictos jurídicos, permitiendo decidir así situaciones de

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colisión de derechos, según su contenido y la ponderación de los que se
encuentran en pugna.
En este sentido, cobran especial interés los efectos que el referido
principio produce en el marco de las relaciones parentales, en las que,
por un lado, se encuentra el derecho y responsabilidad de los padres de
mantener el vínculo filial, con miras a un adecuado desarrollo afectivo,
educativo, físico y de todo orden; y, por otro, la protección y desarrollo
de la autonomía del niño en el ejercicio de sus derechos, lo que limita
las facultades o roles de los padres, precisamente por el interés superior
de los menores, en beneficio de la satisfacción integral de sus derechos.
Así como se ha sostenido en anteriores pronunciamientos de los
Tribunales Superiores de Justicia, en relación con el interés del niño,
debe tenerse en cuenta que alude a asegurar al menor, el ejercicio y
protección de sus derechos fundamentales y a posibilitar la mayor suma
de ventajas, en todos los aspectos de su vida, en perspectiva de su
autonomía y orientado a asegurar el libre desarrollo de su personalidad;
concepto, en todo caso, cuyos contornos deben delimitarse en concreto,
en cada situación;
Cuarto: Que, siguiendo la misma línea argumentativa resulta que,
en cada caso de la naturaleza que estamos analizando, que se someta a
la decisión jurisdiccional, se deberá intentar precisar cuál es el
verdadero interés superior del niño, lo que debe hacerse sobre la base
de analizar factores tales como: a) las necesidades emocionales del
menor y las posibilidades reales de que, en lo que corresponda, puedan
ser adecuadamente complementadas por quien pretende la relación
directa y regular; b) las capacidades y habilidades parentales, así como
las condiciones personales del solicitante del régimen comunicacional; c)
el efecto probable de la pérdida de contacto entre el niño y su padre; y
d) si existiere algún daño sufrido o riesgo de sufrirlo, con ocasión de un
régimen comunicacional entre padre e hijo;
Quinto: Que, seguidamente, debe también anotarse que en
situaciones de vida separada de los progenitores, el padre no custodio
debe seguir participando de forma activa en la función de crianza y
educación de los hijos pero considerando siempre el interés superior del
niño, precedentemente tratado. En consecuencia, la separación de los
progenitores no afecta los deberes paternos derivados de la filiación, por

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el contrario, debe promoverse el mantenimiento de tales deberes y
responsabilidades en la medida que concurran los elementos descritos
en el motivo que antecede;
Sexto: Que, de cara al asunto que nos convoca, es menester
tener en consideración que, atento a lo que concluye el informe de la
perito Cinthia Muñoz, los niños de autos requieren de la presencia de
ambos padres en la etapa de su desarrollo y, por lo mismo, sugiere que
se implante un régimen de relación directa y regular que considere las
necesidades afectivas, psicológicas y sociales de los mismos, según su
edad y etapa dentro del ciclo vital que transitan. Luego, no puede
desconocerse que es indispensable propender a la vinculación de los
niños con ambos padres, cuestión que las partes no debaten, habiendo
en cambio centrado el punto en discusión, esencialmente, en torno a la
pernoctación de los menores en el hogar paterno;
Séptimo: Que, estima esta Corte, el cuestionamiento que se ha
efectuado a las habilidades parentales del padre no resulta ser un
elemento que pueda impedir una vinculación con los niños en términos
tales que incluya la alternativa de incorporar la pernoctación.
Ciertamente, no existen en el caso sub lite antecedentes graves ni
determinantes que pudieran conducir a la conclusión contraria, y privar
de tal instancia a los niños, si se tiene en cuenta que en tales
condiciones será viable conseguir una vinculación más natural y plena
entre padre e hijos que, a su vez, se condiga con una relación directa y
regular idealmente deseable con su progenitor; pernoctación que, en
todo caso, es menester integrarla en forma gradual. En este punto,
entonces, el informe de la sicóloga Daniela Castillo no resulta ser
suficiente, a juicio de estos sentenciadores, para impedir que los niños
alojen en casa de su padre, en los días y forma que más adelante se
dirá; máxime si se tiene presente que no se han denunciado
inhabilidades parentales en términos tales que conduzcan a una decisión
como la que postula la apelante. Por otra parte, tampoco parece
prudente fijar, desde el inicio, un lapso prolongado de permanencia
exclusiva de los niños con el padre considerando que éste es un proceso
que requiere se efectúe de manera paulatina a fin de procurar una
mejor articulación entre todos ellos.

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Seguidamente, no puede dejar de consignarse también que, sin
lugar a dudas, una relación más cercana entre ellos –padre e hijos–
requiere crear y mantener espacios de esparcimiento común, los que se
promueven más naturalmente y en mejor medida los fines de semana;
Octavo: Que, para arribar a la determinación adelantada en el
raciocinio anterior, se ha tenido, asimismo, en consideración la
audiencia reservada, que se incorporó en esta instancia como medida
para mejor resolver, valorando así este tribunal las expresiones de los
niños. Al efecto, resulta de especial importancia traer a colación el
principio de autonomía progresiva del menor consagrado en la
Convención de los Derechos del Niño, que se asienta en la idea de que
la facultad del niño para ejercer sus derechos autónomamente se va
haciendo cada vez más amplia a medida que sus competencias se
desarrollan, lo que implica que el deber de los padres de impartir
orientación y directrices adecuadas para el ejercicio de tales derechos,
va variando conforme evolucionan las facultades del menor, debiendo
evitarse que en nombre de la representación de sus derechos se le prive
de la posibilidad de intervenir efectivamente en la configuración de su
vida. Es así como el niño debe ser escuchado y sus expresiones y
pareceres escrutados;
Noveno: Que, es así como del conjunto de probanzas rendidas
por las partes en el juicio, apreciándolas de conformidad a las normas
de la sana crítica, el libelo que contiene el recurso de apelación, lo
expresado por los abogados de las partes en estrados y teniendo en
especial consideración lo preceptuado en el artículo 229 del Código Civil
y velando por el interés superior de los niños, esta Corte procederá a
regular la relación directa y regular en términos tales que permitan ir
involucrando al padre cada vez más en la vida de los niños. Régimen,
que, en todo caso, podrá ser revisado en el sentido que corresponda, de
conformidad a cómo se vaya desarrollando la relación padre-hijo y el
eventual avance, en cualquier sentido, que podría producirse con el
transcurrir del tiempo.
Por todas estas consideraciones, disposiciones citadas y teniendo,
además, presente, lo prevenido en los artículos 67 de la Ley Nº 19.968,
y 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se decide que:

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Se confirma la sentencia apelada de veintisiete de enero de dos
mil quince, dictada en la causa RUC N° 1520234067-6, RIT N° C-3223-
2015 del Primer Juzgado de Familia de Santiago, con declaración que
la relación directa y regular solicitada por don XXXXXXX que se
establece en favor de sus XXXXXXXX, en los siguientes términos:
RÉGIMEN ORDINARIO:
a) La tercera semana de cada mes desde el día lunes al jueves
retirándolos desde el colegio y retornándolos al hogar materno
a las 20:30 horas. Asimismo, el fin de semana correspondiente
a ese periodo, iniciando el día viernes con el retiro desde el
establecimiento educacional y retonándolos al hogar de la
madre el día domingo a las 20:30 horas, esto es, con
pernoctación durante esos dos días –viernes y sábado- en el
hogar del padre.
b) Comunicación todos los días vía telefónica y/o skype.
c) Durante los primeros 3 meses de este régimen los niños
deberán ser acompañados por un tercero en la pernoctación del
hogar paterno, mientras el padre se somete a un proceso
psicoterapéutico para fortalecer sus habilidades parentales, el
cual deberá realizarse en la Clínica psicológica de la Universidad
de Chile, CAPS.
RÉGIMEN EXTRAORDINARIO:
a) Cumpleaños de los niños y del padre, eso es, el 06 de
septiembre, 28 de junio y 10 de abril de cada año calendario,
contacto telefónico y/o skype.
b) En la semana de vacaciones de invierno regulada al padre se
aplicará el mismo régimen mencionado en la letra a) del
régimen ordinario señalado, esto es, desde el día lunes al
jueves retirándolos desde el hogar materno y retornándolos al
mismo a las 20:30 horas. Asimismo, el fin de semana
correspondiente a ese periodo, iniciando el día viernes con el
retiro desde el hogar materno y retornándolos al mismo el día
domingo a las 20:30 horas, esto es, con pernoctación durante
esos dos días –viernes y sábado- en el hogar del padre.

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c) Vacaciones de septiembre desde el día 15 de septiembre al 20
de septiembre, en forma alternada, comenzando el año 2016
con la madre.
d) El día 25 de diciembre de cada año desde las 10 hasta las
20:30 horas, debiendo el padre retirarlos y devolverlos al hogar
materno.
e) El periodo de vacaciones de verano regulado al padre, esto es,
las dos últimas semanas del mes de enero de cada año,
comenzarán el día lunes a las 10:00 horas, debiendo devolver
los niños el día domingo de la segunda semana a las 20:30
horas. La primera semana deberá ser cumplida sin pernoctación
en el hogar paterno, y entre las 10:00 y 20:30 horas. En esta
situación. La segunda semana se iniciará el día lunes a las
10:00 horas, hasta el domingo siguiente a las 20:30 horas.
Regístrese, notifíquese y comuníquese.
Redacción de la Ministra señora Romy Grace Rutherford
Parentti.
Nº Familia XXXXXXXX
No firma el Abogado Integrante señor Guerrero, no obstante haber
concurrido a la vista y al acuerdo del fallo, por encontrarse ausente.

Pronunciada por la Novena Sala de esta Corte de Apelaciones de


Santiago, presidida por la Ministra señora Jessica De Lourdes González
Troncoso, e integrada por la Ministra señora Romy Grace Rutherford
Parentti y el Abogado Integrante señor Jaime Bernardo Guerrero Pavez.

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