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6 Memento Abogacia Cap Iii PDF
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Derecho Civil
4945 A. Representación en el negocio jurídico. Representación directa e indirecta. Representación voluntaria 4947
y legal. El poder
B. Responsabilidad extracontractual 4973
C. Derecho de obligaciones 5052
D. Compraventa 5094
E. Permuta 5110
F. Donación 5112
G. Arrendamiento 5122
H. Sociedad 5136
I. Préstamo 5144
J. Depósito 5152
K. La fianza 5162
L. Transacción 5171
M. Arbitraje 5173
N. Juego y apuesta 5175
Ñ. Renta vitalicia 5177
O. Alimentos 5179
P. Propiedad. Registro de la propiedad 5181
Q. Derechos reales y garantías 5222
R. Matrimonio 5286
S. Edad 5366
T. Incapacitación 5370
U. Sucesiones 5378
V. Registro Civil. Eficacia de los asientos. Publicidad y rectificación 5475
A. Representación en el negocio jurídico. Representación directa e indirecta. Representación voluntaria y legal.
El poder
4947 A la hora de llevar a cabo algún acto jurídico es posible que el sujeto lo realice directa o personalmente o que otro
lo haga en su lugar a través de la representación. El que otorga el poder a otro es el representado, poderdante o, en
su caso, mandante. Quien actúa por otro es llamado representante, apoderado o mandatario.
Se trata de una figura frecuente en el tráfico jurídico, que facilita la gestión y llevanza de los intereses de toda
índole de las personas y que recibe la tutela del ordenamiento jurídico.
«Ninguno puede contratar a nombre de otro sin estar por éste autorizado o sin que tenga por la ley su representación
legal. El contrato celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o representación legal será nulo, a
no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser revocado por la otra parte contratante» ( CC
art.1259 ).
El precepto es el único que dedica el CC al concepto de representación y a la eficacia de lo hecho por el
supuestamente representante (falsus procurator) cuando no existe poder. Fuera de ello la regulación aplicable se
encuentra en el contrato de mandato aunque no se trate exactamente de la misma figura ( CC art.1709 a 1739 ).
La representación voluntaria surge del negocio jurídico en cuya virtud autorizamos a otro para que actúe en nuestro
nombre. Lo que haga el otro producirá efectos en nuestra esfera jurídica mediante la legitimación que se confiere a
través del apoderamiento. El representante, con mayor o menor amplitud, actúa siguiendo el criterio de determinación
del representado.
La representación puede darse aislada, para un único acto jurídico (por ejemplo autorizamos a alguien para que
recoja un documento que solo se entrega al interesado, o una prueba médica), o para varios (autorizo a un hermano
para que actúe por mí en todas las tramitaciones de la sucesión de nuestro padre). Puede también formar parte de
4969 Se dirige fundamentalmente a facilitar la gestión de los patrimonios de las personas faltas de capacidad (menores
o incapacitados), o bien la administración de bienes que, por la causa que sea, no pueden ser, al menos de
modo transitorio, administrador por su titular (ausencia, patrimonios hereditarios, bienes con sujetos transitoriamente
indeterminado, etc.). En ella el representante actúa en nombre de otro pero por su cuenta, suple la voluntad
del representado, derivando la representación y sus efectos directamente de la ley, así como (habitualmente) la
designación de la persona que ostentará esa función. En muchos casos participa de la naturaleza de las instituciones
de protección y guarda.
4971 Principales supuestos de representación legal
Se distinguen los siguientes:
a) La patria potestad: los padres son los representantes legales de sus hijos menores o de los mayores incapacitados
en el caso de prórroga o rehabilitación de la patria potestad ( CC art.154 y 171 , entre otros).
b) La tutela: el tutor es el representante legal de los menores y de los incapacitados ( CC art.267 ).
c) El curador: no suple al incapacitado, completa su capacidad o le asiste ( CC art.289 ).
d) Defensor judicial ( CC art.299 ).
e) Representante del ausente ( CC art.184 s. ).
f) Representante del desaparecido ( CC art.181 ).
g) Administrador de una herencia en administración ( CC art.804 ).
h) Albacea testamentario ( CC art.902 ).
i) Administrador del concursado ( LCon art.35 ).
B. Responsabilidad extracontractual
(CC art.1902 s.)
4974 Hablamos de responsabilidad para referirnos a la obligación de reparar un daño antijurídico que se ha causado a
otro sujeto. Cuando ese daño deriva del incumplimiento de una obligación previa de origen contractual entre el autor
y el perjudicado surgirá una responsabilidad contractual. Cuando el daño deriva de un ilícito penal, hablamos de
responsabilidad civil derivada del ilícito penal. Cuando el daño deriva del incumplimiento del principio general de
no causar daño a otro «alterum non laedere», hablamos de responsabilidad extracontractual. La responsabilidad
extracontractual se regula con carácter general en CC art.1902 s. , y supone la obligación de reparar el daño causado
a otra persona por un comportamiento culposo o negligente, activo u omisivo, que no es constitutivo de un ilícito
penal ni deriva del incumplimiento de una relación previa entre víctima y autor.
4976 Responsabilidad contractual-Responsabilidad extracontractual
La distinción teórica de ambos tipos de responsabilidad se presenta sencilla desde el momento en que la primera
es aquélla que surge en el caso de incumplimiento de una obligación previa entre la partes más allá de la órbita
de lo estrictamente pactado en el contrato, mientras la responsabilidad extracontractual es aquélla que deriva del
incumplimiento del principio general de no causar daño a otro; sin embargo, en la práctica es complicada diferenciarlas
en algunos supuestos, siendo esencial realizarlo por el distinto régimen jurídico de una y otro (preinscripción,
daños indemnizables, causas de exoneración,...). La Jurisprudencia en estos casos ha consagrado la teoría de la
yuxtaposición de responsabilidades, lo que permite al demandante plantear alternativa o subsidiariamente ambas
acciones, y unidad de culpa civil según la cual el Juzgador queda vinculado por los hechos pudiendo encuadrar la
conducta en la culpa contractual o extracontractual ( TS 23-12-04, EDJ 225029 ).
4978 Responsabilidad civil derivada del ilícito penal
(CP art.109 s.)
La responsabilidad civil derivada de delito o falta se regula por las normas contenidas en el Código Penal, su finalidad
es la misma que la responsabilidad civil general: reparar los daños causados. La diferencia es que los hechos
causantes de dichos daños son constitutivos de un ilícito penal, por ello podrá ser declarada por el juez penal. La
prescripción de la acción para exigir la responsabilidad civil derivada del delito es de 5 años ( CC art.1964 ) frente
al año de la responsabilidad civil general.
4980 Responsabilidad subjetiva-responsabilidad objetiva
La responsabilidad subjetiva se fundamenta sobre la idea de culpa. El autor de los daños responde siempre que haya
actuado con culpa, es decir, con falta de la diligencia debida y, precisamente, esa actuación negligente es la causante
de los daños. Por el contrario, la responsabilidad objetiva es aquella en que la imputación de la responsabilidad se
justifica sólo en la relación de causalidad de haber producido el daño a través de un determinado comportamiento,
salvo que concurra una causa de exoneración. La regla general del Código Civil es la responsabilidad por culpa ( CC
art.1902 ), pero existen supuestos de responsabilidad objetiva en el propio Código ( CC art.1905 y 1910 ) y sobre
todo en la legislación especial.
2. Función
4982 Las obligaciones derivadas de la responsabilidad civil pretenden fundamentalmente reparar el daño causado, que
el perjudicado se encuentre en una situación similar a la que tendría de no haber sufrido el daño, en definitiva,
compensarle por el daño sufrido. Se diferencian:
a) Función preventiva: la finalidad de la obligación de reparación derivada de la responsabilidad civil es evitar que
se reproduzcan conductas causantes de daños.
4984 El Código Civil señala que «el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está
obligado a reparar el daño causado» ( CC art.1902 ). De acuerdo con esta delimitación del artículo señalado podemos
señalar como elementos de la responsabilidad civil extracontractual:
- la acción u omisión (nº 4986 );
- la antijuridicidad (nº 4988 );
- la culpabilidad (nº 4990 );
- el daño (nº 4999 ); y
- la relación de causalidad (nº 5004 ).
4986 Acción u omisión
Para que surja la responsabilidad es necesario que se produzca un comportamiento humano, activo u omisivo
que causa el daño, es decir, se precisa la realización de una acción o la omisión de la misma, cuando se estuviera
obligado a realizarla previamente o sin existir esa obligación directa cuando debía realizarla para que no se produjera
el daño ( TS 25-3-10, EDJ 52515 ). La regla general, aunque veremos las excepciones correspondientes, es que la
responsabilidad extracontractual surge por actos propios, es decir, el autor y responsable de la acción u omisión es
quien responde de los daños que cause su comportamiento. Las personas jurídicas responden de los daños causados
por los órganos que las representan ( TS 10-3-94, EDJ 2184 ).
4988 Antijuridicidad
Para que el comportamiento generador de los daños dé lugar a responsabilidad civil es necesario que sea antijurídico
o como dice el CC art.1902 que sea ilícito, es decir, contrario a la norma, lo que sucederá cuando vulnere el principio
general de no causar daño a otro. La antijuridicidad quedará excluida y no surgirá la responsabilidad del autor de
los daños en los siguientes supuestos:
- legítima defensa, cuando el daño sea provocado en la defensa de un bien o derecho del autor de los daños, siempre
que el daño provocado sea menor que el que pretende evitar ( TS 28-6/-96, EDJ 3757 ; 5-5-08, EDJ 66888 );
- cumplimiento de un deber, cuando los daños se deriven del cumplimiento de un deber o ejercicio de un derecho,
siempre y cuando éste no sea abusivo ( TS 9-4-90);
- estado de necesidad, cuando la actuación del sujeto era necesaria para evitar un daño mayor ( TS 6-11-06, EDJ
337352 );
- consentimiento de la víctima, supone el permiso de la víctima para la causación de los daños o la asunción del
riesgo de que los daños se produzcan como consecuencia de la participación en una determinada actividad en la que
la posibilidad de que se deriven daños es elevada. En estos casos, si no concurre otra circunstancia determinante
del daño, si se llega a producir el responsable de los mismos queda exonerado de responsabilidad (STS 22-12-09,
EDJ 307246 ; STS 7-7-06, EDJ 275366 ).
4990 Culpabilidad
El Código Civil señala como base de la responsabilidad la culpa o negligencia cuando señala «interviniendo culpa o
negligencia», por lo que el autor de los daños responderá siempre que su comportamiento sea culposo o negligente,
independientemente del grado de culpa mayor o menor, ya que el artículo señalado no hace distinción al respecto ( CC
art.1902 ; TS 20-5-97, EDJ 3806 ). Si se responde por culpa o negligencia, resulta evidente que la responsabilidad
del sujeto surge también en los casos de actuación dolosa o intencionada.
Por tanto la culpabilidad como elemento de la responsabilidad extracontractual se integra de dos conceptos dolo (nº
4992 ) y culpa (nº 4994 ).
4992 Dolo
Supone la intencionalidad del autor tanto en su comportamiento como en la causación de los daños, por eso en
la mayoría de las ocasiones su comportamiento será constitutivo de un ilícito penal. A nivel de responsabilidad
extracontractual estos supuestos son excepcionales y no presentan diferenciación en sus consecuencias.
4994 Culpa
Se concreta en la falta de la diligencia debida, es decir, se corresponde con una actuación negligente o imprudente;
no hay intención de causar el daño producido con la conducta, pero la realización de ésta sin la diligencia debida
produce el resultado dañoso. Con carácter general, salvo que la norma exija otra cosa, la diligencia debida será
5010 La finalidad última de la responsabilidad civil es la reparación del daño causado, es deber que recae sobre el
responsable y el derecho que tiene la víctima. La reparación del daño puede ser «in natura» o reparación por
equivalente.
5012 Corresponde la prueba del daño, así como del resto de elementos que integran la responsabilidad extracontractual,
a la víctima ( LEC art.217.2. ); excepción hecha de la prueba de la culpa, que la dificultad de probar la misma por
parte de la víctima, ha justificado que la jurisprudencia entienda que probados los hechos, los daños y la relación de
causalidad entre uno y otro se presume la culpa del autor, quien deberá probar lo contrario si quiere exonerarse de
responsabilidad (inversión de la carga de la prueba).
6. Prescripción de la acción
5014 El plazo general de ejercicio de la acción indemnizatoria del daño extracontractual es de un año ( CC art.1968.2 ),
sin perjuicio del mayor plazo previsto en algunas leyes especiales pudiendo interrumpirse el mismo de acuerdo con
las reglas generales ( CC art.1973 ). En cuanto al cómputo del plazo, se iniciará según el CC art.1968.2 desde el
momento que lo supo el agraviado, lo que va a depender en cierta medida del tipo de lesiones y del momento en
que se manifiesten las mismas. En el caso de daños personales, esto sucederá cuando se hayan determinado las
lesiones totales, incluyendo las psicológicas y/o cuando haya cesado íntegramente el resultado dañoso, en el caso
de los daños continuados.
7. Responsabilidad por hechos ajenos
(CC art.1903)
5016 La regla general es que se responde por hechos propios, pero la regla general, a veces, se excepciona y surge la
responsabilidad por actos de terceros. El fundamento último de esta responsabilidad por hecho ajeno es la «culpa
in eligendo o in vigilando», pero la jurisprudencia ha objetivizado esta responsabilidad y en escasas ocasiones ha
admitido la prueba liberatoria. Son todos supuestos de responsabilidad directa.
5018 Responsabilidad de los padres por los daños causados por los hijos. Responsabilidad de los tutores
Responden los padres por los daños causados por los hijos menores de edad o incapaces que estén bajo su guarda.
Para que los padres respondan de los hechos de los hijos es necesario que los daños sean imputables a éstos,
es decir, que los daños se deban a una conducta culposa del menor o sin que exista conducta negligente del
menor cuando nos encontremos ante un supuesto de responsabilidad objetiva. Los presupuestos para que surja esta
responsabilidad son:
- que el hijo sea menor de edad o tenga su capacidad modificada legalmente y se encuentre bajo la tutela, o patria
potestad prorrogada o rehabilitada;
- que se encuentre bajo la guarda de los padres en el momento de causación de los daños, este presupuesto
adquiere especial importancia en el caso de que la guarda no corresponda conjuntamente a ambos progenitores ( TS
10-11-06, EDJ 306299 ; 8-3-08).
En este caso, aunque en ocasiones la Jurisprudencia ha optado por atribuir la responsabilidad al progenitor que en
el momento de causación de los daños tenía atribuida la guarda del hijo ( TS 11-10-90, EDJ 9254 ), lo normal es
que se exija responsabilidad a ambos padres. En términos similares se regula la responsabilidad de los tutores por
los tutelados, menores o incapaces, con la única diferencia que en este caso se exige la convivencia del tutor y
tutelado, para exigir la responsabilidad del primero por los hechos causados por el menor o incapaz.
5020 Responsabilidad de los centros docentes
Los titulares de un centro docente de enseñanza no superior, público o privado, responden de los daños y perjuicios
que causen sus alumnos menores de edad durante los períodos de tiempo en que los mismos se encuentren
bajo el control o vigilancia del profesorado del centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y
complementarias ( TS 4-6-07, EDJ 70067 ; 30-6-09, EDJ 150923 ). La responsabilidad recae sobre el titular del
centro educativo, persona física o jurídica, pública o privada. En el caso de titularidad pública la responsabilidad se
5024 Señala el Código Civil que el poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que
causare, aunque se le escape o extravíe ( CC art.1905 ). Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño
proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido. Nos encontramos ante un caso de responsabilidad
objetiva, derivada del riesgo de la posesión o utilización de los animales, por lo que resulta suficiente que se produzca
el daño causado por un animal para que surja responsabilidad del poseedor o de quien se sirve de él, aun no
imputándose a este sujeto ningún tipo de culpa o negligencia. Sólo se extinguirá su responsabilidad cuando pruebe
la fuerza mayor, es decir, que la causa de los daños ha sido imprevisible e inevitable y se encontraba fuera de su
ámbito de control, o que los daños se deben a la culpa exclusiva de la víctima. El responsable es el poseedor del
animal o quien se sirve del mismo. Esta responsabilidad se aplica, por tanto, en los casos que exista un animal que se
encuentre bajo la posesión de hecho del hombre, e incluso cuando la misma falte por haberse escapado o extraviado
( TS 9-6-06, EDJ 89293 ; 9-9-14, EDJ 176187 ).
9. Responsabilidad por la tenencia de cosas
(CC art.1907 a 1910)
5026 El Código Civil regula una serie de supuestos de responsabilidad en los que la nota común es la responsabilidad del
propietario de un bien, o quien ostente su control, por los daños que cause el mismo o las personas que se sirven
de aquél.
5028 Responsabilidad del propietario en caso de ruina del edificio
El propietario de un edificio responde de los daños causados por la ruina de todo o parte de él, cuando se deban a
la falta de las reparaciones necesarias ( CC art.1907 ). La diligencia del propietario se manifiesta en la realización de
las reparaciones necesarias para evitar ese estado de ruina, lo que se corresponderá con el cumplimiento de las
obligaciones impuestas en CC art.389 y 391 . Sin embargo, producidos los daños por ruina del edificio se presume
la culpa del propietario, por lo que en cierta forma se produce la objetivización de la responsabilidad ( TS 19-7-07,
EDJ 100767 ).
El responsable es el propietario, que responde por la ruina de cualquier tipo de construcción o quien esté obligado a
evitar ese estado de ruina ( TS 25-2-87, EDJ 1550 ). El CC art.1909 establece que si el daño se debe a un defecto
de construcción, además de contra el propietario, el perjudicado podrá dirigirse contra el arquitecto, o, en su caso,
contra el constructor, dentro de los plazos legales, previstos en la Ley de ordenación de la Edificación. Cuando en
este caso responda el propietario podrá repetir contra arquitecto o constructor.
5030 Responsabilidad por la explosión de máquinas o inflamación de sustancias explosivas
El Código Civil obliga al propietario de máquinas o sustancias explosivas a responder por los daños causados por su
explosión cuando las máquinas no hubiesen sido cuidadas con la debida diligencia o se produzca la inflamación de
sustancias explosivas si no estuviesen colocadas en lugar seguro y adecuado.
La responsabilidad tiene carácter subjetivo, pero desde el momento que se presume que la explosión o la inflamación
de las sustancias explosivas se debe a una falta de cuidado del propietario en su conservación o mantenimiento
se está objetivizando la culpa.
5032 Responsabilidad del propietario de árboles
(CC art.1908.2)
Dispone el Código Civil que el propietario de un árbol situado en sitios de tránsito responde por su los daños
que cause su caída, salvo que la misma se deba a fuerza mayor. De nuevo, nos encontramos ante un caso de
responsabilidad objetiva, que tendrá lugar cuando la caída se deba a la conducta de un tercero, la propia culpa de la
víctima o a un acontecimiento imprevisible e inevitable TS 9-5-05, EDJ 71445 ).
5034 Responsabilidad del responsable de emanaciones y humos
(CC art.1908.3)
Es responsable, el propietario de cloacas o depósitos de materias infectantes de los daños que se deriven de las
emisiones no tolerables de los mismos, salvo que esas emanaciones se deban a un defecto de construcción.
Además de contra el propietario, el perjudicado podrá dirigirse contra el arquitecto, o, en su caso, contra el constructor,
dentro de los plazos legales, previstos en la Ley de ordenación de la Edificación. Cuando en este caso responda el
propietario podrá repetir contra arquitecto o constructor. Actualmente, esta responsabilidad se traslada a cualquier
tipo de emisión que suponga un ataque al medio ambiente. Es una responsabilidad de carácter objetivo, con inversión
de la carga de la prueba.
5036 Responsabilidad por caída de cosas
(CC art.1910)
El Código Civil señala la responsabilidad del cabeza de familia que habita una casa o parte de ella por los daños
causados por las cosas que se arrojaren o cayeren de la misma. La responsabilidad que consagra esta norma no es
directa del propietario sino de quien tenga atribuido su uso, que puede ser el propietario, o un tercero (arrendatario,
usufructuario, etc).
Se responde por los daños que cause la caída de cosas voluntaria o no, las filtraciones de líquidos u otras sustancias,
no sólo hacia el exterior sino también en el interior de la vivienda. Es una responsabilidad objetiva del «cabeza de
familia» que podrá repetir posteriormente contra el causante de los daños ( TS 4-12-07, EDJ 233278 ).
10. Responsabilidad objetiva en leyes especiales
5038 Existen supuestos en los que la responsabilidad surge al margen de toda idea de culpa, siendo lo importante la
relación de causalidad, es decir, que los daños se puedan imputar a un determinado comportamiento al margen de
la conducta diligente o no del sujeto, se habla entonces de responsabilidad objetiva. El sujeto que causa los daños
responde pese a que haya actuado sin culpa y sólo se verá exonerado si prueba la ruptura de la relación de causalidad.
5040 Responsabilidad por daños causados por vehículo de motor
(RDLeg 8/2004)
El Texto Refundido de la Ley de responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor consagra una
responsabilidad objetiva para los daños personales y una responsabilidad por culpa en los términos del CC art.1902 .
Respecto a los daños personales el conductor responsable de los daños no responderá cuando fueron debidos
únicamente a la conducta o la negligencia del perjudicado o a fuerza mayor extraña a la conducción o al
funcionamiento del vehículo.
No se considerarán casos de fuerza mayor los defectos del vehículo ni la rotura o fallo de alguna de sus piezas o
mecanismos ( RDLeg 8/2004 art.1.1). El conductor y el propietario del vehículo son responsables de los daños
personales sean producto de la circulación de un vehículo a motor. Para garantizar esta responsabilidad la ley obliga
a la contratación de un seguro obligatorio.
La Ley de caza obliga al cazador que con ocasión del desarrollo de una actividad de caza causa unos daños a un
tercero a responder en todo caso, salvo cuando los daños se deban a fuerza mayor, culpa exclusiva de la víctima.
El carácter objetivo de la responsabilidad justifica la exigencia de asegurabilidad obligatoria. Cuando no estuviera
identificado el autor del daño la responsabilidad será solidaria entre todos los miembro de la partida de caza ( TS
28-4-06, EDJ 65261 ).
5048 Responsabilidad por daños causados por la energía nuclear
(L 12/2011 art.16)
La Ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por materiales radiactivos obliga a responder
de manera objetiva a los explotadores de las instalaciones radiactivas situadas en territorio nacional en las que
se manejen, almacenen, manipulen o transformen materiales radiactivos que no sean sustancias nucleares serán
responsables de conformidad con la presente ley, por los daños causados dentro del territorio nacional, que sean
consecuencia de un accidente, siempre que tales daños se produzcan como resultado de la emisión de radiaciones
ionizantes y tanto si tal accidente ocurre dentro de las instalaciones, como durante el transporte, almacenamiento
o manejo de dichos materiales en cualquier lugar fuera de las mismas. Como en los casos anteriores es una
responsabilidad limitada en su cuantía y que exige un seguro de responsabilidad obligatorio que dé cobertura a los
daños causados.
5050 Responsabilidad por daños causados por la Administración
«Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes, de toda
lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la
5110 El código contiene una escasa regulación de la permuta, remitiéndose a la compraventa, tal y como dispone el CC
art.1541 , en todo aquello que sea compatible.
Es el contrato de arrendamiento, regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, cuyo objeto es una finca
urbana, distinguiendo si ésta se destina a vivienda o a uso distinto al de vivienda.
El arrendamiento de vivienda es aquel que recae sobre una edificación habitable cuyo destino principal sea satisfacer
la necesidad permanente de vivienda del arrendatario. El arrendamiento para uso distinto al de vivienda es aquel
que recae sobre una edificación, para la que la ley no exige su habitabilidad, cuya finalidad primordial sea un uso
distinto al de vivienda.
5132 Arrendamiento de vivienda
Dentro de este supuesto podemos distinguir:
1. Duración del contrato: la libremente pactada por las partes. Si ésta fuera inferior a tres años, llegado el día del
vencimiento del contrato, éste se prorrogará obligatoriamente por plazos anuales hasta que el arrendamiento alcance
una duración mínima de tres años, salvo que el arrendatario manifieste al arrendador, con treinta días de antelación
como mínimo a la fecha de terminación del contrato o de cualquiera de las prórrogas, su voluntad de no renovarlo.
Se entenderán celebrados por un año los arrendamientos para los que no se haya estipulado plazo de duración o
éste sea indeterminado. No procederá la prórroga obligatoria del contrato si, una vez transcurrido el primer año
de duración del mismo, el arrendador comunica al arrendatario que tiene necesidad de la vivienda arrendada para
destinarla a vivienda permanente para sí o sus familiares en primer grado de consanguinidad o por adopción o para
su cónyuge en los supuestos de sentencia firme de separación, divorcio o nulidad matrimonial. Si llegada la fecha
de vencimiento del contrato, o de cualquiera de sus prórrogas, una vez transcurridos como mínimo tres años de
duración de aquel, ninguna de las partes hubiese notificado a la otra, al menos con treinta días de antelación a aquella
fecha, su voluntad de no renovarlo, el contrato se prorrogará necesariamente durante un año más. El arrendatario
podrá desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hayan transcurrido al menos seis meses, siempre que
se lo comunique al arrendador con una antelación mínima de treinta días. Las partes podrán pactar en el contrato
que, para el caso de desistimiento, deba el arrendatario indemnizar al arrendador con una cantidad equivalente a una
mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por cumplir. Los períodos de tiempo inferiores
al año darán lugar a la parte proporcional de la indemnización.
2. Derechos y obligaciones de las partes: se distinguen las siguientes:
a) Obligaciones del arrendador:
Se rige fundamentalmente este arrendamiento por la autonomía de la voluntad de las partes. Son escasas las normas
imperativas al respecto.
Su duración es la libremente pactada por las partes.
Las obligaciones de arrendador y arrendatario son básicamente las mismas que las previstas para el arrendamiento
de vivienda.
Con respecto a la renta no existe ninguna previsión específica por lo que todo lo referente a ella queda bajo el principio
de autonomía de la voluntad.
H. Sociedad
(CC art.1665 s.)
5136 Contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o industria con ánimo de partir
entre sí las ganancias.
Es un contrato consensual, bilateral o plurilateral, oneroso y conmutativo, intuitu personae y de tracto continuo.
Los sujetos son los socios, pudiendo ser dos o más. Se les aplican las reglas generales sobre la capacidad de los
sujetos.
Es la actividad, lícita, de colaboración entre los contratantes-socios, para conseguir un fin lucrativo, común y partible.
La sociedad debe tener un objeto lícito y establecerse en interés común de los socios. El interés común suele
desdoblarse en dos elementos básicos de la sociedad:
- el fondo común, formado con las aportaciones de los socios;
- el lucro común partible, que significa que la sociedad se constituye para obtener un lucro o ganancia, que ha de
ser común a todos los socios y repartirse entre los mismos.
Rige el principio de libertad de forma, aunque si se aportan bienes inmuebles será necesaria la escritura pública.
5138 Clases
Las sociedades pueden ser:
1. Civiles-mercantiles: el criterio de distinción entre ambas es por la finalidad u objeto: si es simplemente conseguir
un fin lucrativo, común y partible, será sociedad civil; si este fin se pretende conseguir mediante la realización de
actos de comercio, será sociedad mercantil.
2. Universales-particulares: la sociedad universal comprende todos los bienes de los socios, haciendo común el
patrimonio de cada uno de ellos y comprendiendo todo tipo de actividades. Puede ser de todos los bienes presentes
5152 Es aquel contrato por el que una parte, depositante, entrega a la otra, depositario, una cosa mueble, que se obliga
a custodiar y a restituir cuando le sea reclamada. Se trata de un contrato de custodia, en el que la obligación de
custodiar una cosa se convierte en su esencia.
Como características, se trata de un contrato real, normalmente gratuito y unilateral, en cuanto que solo nacen
obligaciones para el depositario. Si se pacta retribución será bilateral.
5153 Clases
Puede ser:
1. Judicial o extrajudicial: el extrajudicial puede ser necesario o voluntario.
2. Civil o mercantil: la normativa a aplicar será diferente en cada uno de estos casos. Será mercantil aquel en el
que al menos una de las partes sea comerciante, las cosas depositadas sean objetos de comercio o constituya una
operación mercantil.
5154 Depósito voluntario
Es extrajudicial, también se llama ordinario, y es aquel que se hace por la voluntad del depositante. Se distinguen
los siguientes elementos:
a) Sujetos: el depositante que entrega la cosa y el depositario que la recibe y se obliga a custodiarla y restituirla. La
capacidad es la general para contratar.
5162 Es el contrato por el que una parte, fiador, asume la obligación de cumplir la contraída por otro, fiado, en el caso de
no hacerlo éste, frente a su acreedor.
La esencia de la fianza es, por tanto, su función de garantía de la obligación contraída por otro, el fiado, frente al
acreedor de éste, que ve así reforzada la seguridad del cumplimiento de la obligación y protegido su crédito.
5163 Caracteres
Se distinguen los siguientes:
a) Accesoriedad: la fianza depende y está subordinada a una obligación principal, que es la que garantiza.
5171 Es el contrato por medio del cual las partes deciden poner fin a una controversia jurídica entre ellas existentes, o un
litigio ya planteado, mediante recíprocas concesiones.
Es un contrato de carácter consensual, bilateral y oneroso.
Respecto a los sujetos, basta la capacidad general para contratar; el CC art.1810, 1811 y 1812 prevé reglas
especiales de capacidad.
En la transacción se da la libertad de forma. Y entre los efectos que tiene, se encuentra el de poner fin a la controversia
existente entre las partes, que quedan obligadas a aceptar y cumplir el acuerdo alcanzado.
Se dan las causas generales de extinción de todos los contratos.
M. Arbitraje
(L 60/2003)
5173 Es el contrato por el que las partes pueden someter, previo convenio, a la decisión de uno o varios árbitros las
cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir en materias de su libre disposición.
Entre las clases del arbitraje, se hallan:
- de equidad, cuando la discusión se resuelva atendiendo al propio entender y saber de los árbitros, y
- de derecho, cuando se resuelva en base al derecho positivo.
En el convenio arbitral las partes expresan su voluntad de someterse a la decisión del árbitro.
Los sujetos del arbitraje son las personas físicas o jurídicas que deciden someter su controversia al arbitraje. Además
de la capacidad general para contratar, deben tener la libre disposición sobre las materias sometidas a los árbitros.
Puede tratarse de un conflicto ya existente o futuro, en cuyo caso ha de ser determinable sin necesidad de un nuevo
convenio.
El procedimiento para la designación de los árbitros corresponde a las partes de común acuerdo bajo el respeto al
principio de igualdad. La Ley prevé reglas supletorias para los casos en los que no sea posible el acuerdo.
5175 El contrato de juego puede definirse como el acuerdo de voluntades por el cual la parte que pierde en el juego se
obliga a entregar dinero, una cosa o a realizar una determinada actividad a favor de la que gana.
El contrato de apuesta es el acuerdo de voluntades por el cual una de las partes se obliga a entregar a la que acierta
la realización de un hecho o suceso incierto, dinero, una cosa determinada o efectuar una determinada actividad.
Son contratos consensuales, bilaterales y onerosos.
El efecto principal consiste en el derecho que tiene el que gana en el juego o acierta la apuesta a recibir la prestación
que la otra parte se comprometió a entregar o realizar.
Ñ. Renta vitalicia
(CC art.1802 s.)
5177 Es el contrato que obliga al deudor a pagar una pensión o rédito anual durante la vida de una o más personas
determinadas, a cambio de un capital en bienes muebles o inmuebles cuyo dominio se le transfiere con la carga de
la pensión.
Es un contrato aleatorio, en el sentido de que la duración de la obligación de abonar la renta es incierta, pues depende
de la vida del pensionista. Es, además, un contrato real, unilateral, de tracto sucesivo, oneroso y temporal.
La persona que entrega el capital y recibe la renta, se denomina rentista, pensionista o acreedor de la renta; y el
pagador, que es quien recibe el capital y asume la obligación de pagar la renta. Ambos necesitan la capacidad
general para contratar.
El capital, que debe estar formado por bienes muebles o inmuebles, y la renta, que consiste normalmente en dinero.
Tiene libertad de forma.
Al ser un contrato unilateral solo da lugar a obligaciones a cargo de quien recibe el capital. Su obligación principal
es pagar al rentista la renta pactada.
Se extingue por las causas generales y por la muerte de la persona cuya vida se tuvo en consideración para fijar
la duración del contrato (rentista o pagador).
O. Alimentos
(CC art.1791 s.)
5179 Es aquel contrato por el que una de las partes se obliga a proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo
tipo a una persona durante su vida a cambio de la transmisión de un capital en cualquier clase de bienes y derechos.
Es aleatorio, consensual, oneroso, bilateral, de tracto sucesivo y temporal.
Como sujetos están:
- alimentante, que es quien se obliga a proporcionar los alimentos;
- alimentista, la persona física en cuyo beneficio se establece la obligación de alimentos.
La persona que entrega el capital puede ser el propio alimentista o un tercero.
Para el alimentante el objeto del contrato consiste en proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo tipo al
alimentista. El alcance de los alimentos contractuales es más amplio que el de los alimentos entre parientes. Para la
otra parte del contrato el objeto es la entrega de un capital consistente en cualquier clase de bienes y derechos que
sean transmisibles y tengan contenido económico que pasar a la titularidad del alimentante.
Impera la libertad de forma.
Las formas de extinción de esta figura, además de las generales, están:
- por muerte del alimentista,
5182 La propiedad, a lo largo de la historia, ha servido para definir el estatuto jurídico que regula el acceso de los seres
humanos a la titularidad plena de los bienes. En este sentido, la propiedad va mucho más allá del mundo del
derecho. La propiedad fundamenta el sistema social, económico, político e, incluso, religioso, de un país. De ahí que,
al intentar el ordenamiento jurídico definirla, sólo la está aprehendiendo como elemento estructural de la sociedad que
la soporta. Sin duda, el régimen de la propiedad que contemple una sociedad en un momento determinado supone
uno de los pilares en torno al cual se organiza.
Partiendo, por tanto, de ese protagonismo, es necesario tener presente un segundo punto de vista: la relevancia
del momento histórico para definir el contenido del derecho de propiedad dentro de un ordenamiento jurídico. Los
legisladores van a dotar de una dimensión positiva o negativa al mismo atendiendo al marco político-social en el que
vaya a desenvolverse, siendo la propiedad una de las instituciones más sensibles, dada la preeminencia que tiene
dentro del sistema y de la propia ideología que la envuelve.
Este enfoque todavía hemos de tenerlo más presente cuando en el tema que nos ocupa vamos a encontrarnos que
conviven normas de finales del siglo XIX, el Código civil, con normas preconstitucionales, la Ley de Expropiación
Forzosa (L 16-12-1954), o el resto de normas nacidas al amparo de un nuevo marco constitucional. De ahí, que el
ya de por sí complejo mundo de la propiedad se va a tener que adaptar a una realidad social del tiempo en que ha
de ser aplicada, como nos dice uno de los criterios interpretativos del CC art.3.1 , siendo más heterogénea, si cabe,
que el ordinario de otras instituciones.
5184 Concepto: el art.348 del Código Civil
La propiedad es el derecho real más pleno que se puede tener sobre las cosas o los derechos.
Partiendo de este concepto tan simple, pero tan descriptivo sobre la propiedad, se ha de señalar que sí existe en
nuestro ordenamiento jurídico una definición de la propiedad como derecho desde 1889, y es la que encontramos
en el CC art.348 que, expresamente señala:
«La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones que las establecidas en las leyes.
El propietario tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa para reivindicarla.»
Esta definición ha sido objeto de un análisis muy crítico por la doctrina y jurisprudencia, en gran medida por la obvia
diferencia histórico-social en la que se creó y en la que hoy en día se tiene que aplicar. Sin duda alguna, ambos
momentos son totalmente dispares y vienen regidos por principios rectores de la vida económica y social sumamente
diferentes. Dos han sido, someramente, las críticas primordiales a este precepto que conceptualiza la propiedad:
a) recoge la idea clásica de que la propiedad es una suma de facultades, hoy totalmente superada y,
b) no hace ninguna indicación a la vertiente social de la propiedad privada.
5186 Estas opiniones tienen un claro fundamento y son desde luego ciertas. La primera de carácter técnico parece
inatacable, no así la segunda. Formalmente el CC art.348 no define la propiedad con alusión a su idea social, pero la
generalidad y, lo que es más importante, la elasticidad del precepto hace que pueda admitir dicha posibilidad. Con la
referencia a las «limitaciones establecidas en las leyes», hace totalmente posible que mediante éstas se introduzca
ese criterio de sociabilidad. Así lo entendió el TS desde muy pronto al interpretar el artículo, baste citar como
ejemplo la TS 22-5-1914 que indica: «Si bien es esencia y atributo peculiar del dominio que aquel a quien pertenece
una cosa pueda disponer de ella libremente, esta facultad no reviste caracteres absolutos y omnímodos, en razón a
que toda propiedad se subordina siempre a limitaciones determinadas, ya por las leyes, ya por pactos convenidos
o por costumbres establecidas y aceptadas».
A ello hay que añadir que el Código Civil se ha de reinterpretar conforme al texto constitucional con el que le
toca convivir en cada momento. La Constitución, como norma suprema del ordenamiento de un país, prima sobre
cualquier otra de rango inferior a ella, teniendo que adaptarse el ordenamiento preconstitucional a la misma con la
5212 «El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio
y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.» ( CC art.605 ). A continuación, señala sus efectos respecto de
los derechos en él inscritos: «Los títulos de dominio, o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no
estén debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.» ( CC art.606 ) y
«El Registro de la Propiedad será público para los que tengan interés conocido en averiguar el estado de los bienes
inmuebles o derechos reales anotados o inscritos.» ( CC art.607 ).
5223 Se trata de un derecho subjetivo que atribuye a su titular un poder directo e inmediato sobre una cosa imponiendo
a todos un deber de respeto y abstención.
Sus caracteres son:
a) la inmediatividad (poder directo e inmediato sobre la cosa que tiene el titular de un derecho real) y
b) la absolutividad (eficacia erga omnes del derecho real); que incluye dos facultades:
- reipersecutoriedad (persecución de la cosa cualquiera que sea quien la tenga) y
- exclusividad (posibilidad de adopción de medidas para evitar intromisiones o perturbaciones de terceros).
5225 Diferencias con los derechos de obligación
Estas son:
1. Sujeto pasivo: en el derecho real, la generalidad de las personas a las que se impone el deber general de respeto
y abstención, y en el derecho de obligación, la persona o personas determinadas o determinables que ocupan la
posición deudora a quien el acreedor puede exigirles la prestación.
2. Objeto: en el derecho real, las cosas corporales o incorporales, y en el derecho de obligación, la prestación
consistente en dar, hacer o no hacer alguna cosa ( CC art.1088 ).
3. Eficacia: la del derecho real es erga omnes, y es inter partes en el derecho de obligación.
Da derecho a disfrutar los bienes ajenos con obligación de conservar su forma y sustancia salvo que la Ley o el título
de su constitución autoricen otra cosa.
Puede recaer sobre bienes muebles e inmuebles y derechos no personalísimos e intransmisibles. Es un derecho real
limitado sometido a límites temporales: normalmente es vitalicio cuando el usufructario es persona física y, cuando
es jurídica, el CC art.515 impone un límite temporal de 30 años. Y es trasnsmisible.
Se diferencia el fideicomiso de residuo del usufructo con facultad de disposición en que:
1. El usufructario no deja de serlo, y el usufructo es un ius in re aliena. Además el instituido en usufructo aunque sea
universal se reputa legatario. El usufructo es un derecho limitado por naturaleza que se le ponen ampliaciones que
no corresponden a su naturaleza. Además, no hay llamamiento sucesivo, sino que se distribuye de manera inmediata
las facultades integrantes del derecho.
2. El fiduciario es propietario y es heredero. Parte de una plenitud de facultades dominicales a las cuales se ponen
limitaciones, que en este caso es lo excepcional ( TS 9-2-98, EDJ 339 ).
5236 Derechos del nudo propietario
Estos son:
- enajenar los bienes, pero no alterar su forma ni sustancia, ni hacer en ellos nada que perjudique al usufructuario
( CC art.489 );
- hipotecarlos ( LH art.107.2 );
- hacer obras, mejoras y plantaciones ( CC art.503 );
- imponer servidumbres sobre la finca ( CC art.595 );
- inspeccionar la actuación del usufructuario sin causarle molestias ( CC art.520 ).
5238 Derechos y obligaciones del usufructuario
Entre los derechos se encuentran:
- usar ( CC art.480, 487 y 488 ), y
- aprovechar la cosa y percibir sus frutos ( CC art.471 a 474 ).
En cuanto a las obligaciones, entre estas se encuentran:
1. Anteriores al disfrute de los bienes ( CC art.491 ): formar inventario de los bienes y prestar fianza;
2. Durante el usufructo:
El Uso da derecho a percibir de los bienes ajenos los que basten para satisfacer las necesidades del usuario y su
familia aunque esta aumente.
El usuario tiene derecho a los frutos en una medida, la suya y la de su familia, aunque ésta aumente. El consumo
ordinario que lleva implícito el uso de la cosa es para satisfacer una necesidad y no puede obtener beneficios más allá.
La Habitación da la facultad a su titular de ocupar en casa ajena las piezas necesarias para sí y para las personas
de su familia. No concede a su titular un derecho a los frutos y además el uso de la casa ha de serlo como vivienda
( CC art.527 ).
5242 Caracteres comunes al uso y la habitación
Estos son:
a) su contenido se regula por su título constitutivo, en su defecto por el CC art.523 y 529 y, subsidiariamente, por
las disposiciones del usufructo siempre que sean aplicables ( CC art.528 );
b) sólo pueden recaer sobre cosas corporales dentro del comercio de los hombres, muebles o inmuebles, que
proporcionen frutos directamente consumibles;
c) son intransmisibles e indisponibles, no pudiendo ser objeto de arrendamiento ( CC art.525 );
d) se extinguen por las mismas causas que el usufructo y por el abuso grave de la cosa usada y de la habitación ( CC
art.529 ), pero el mal uso no provoca la extinción. Si el titular del derecho de uso no lo utiliza de forma preferente, es
decir, no habita en la vivienda o no le satisface sus necesidades primarias, existe un abuso de derecho que motiva
su extinción ( AP Lleida17-5-06, EDJ 301918 ; AP Barcelona 26-1-01 EDJ 6720).
5244 Servidumbre
Gravamen impuesto sobre un inmueble a favor de otro perteneciente a distinto dueño (servidumbre predial, a que
se refiere el CC art.530 ) o a favor de una o varias personas o de una colectividad (servidumbre personal, admitida
por el CC art.531 ).
Hay diversas clases:
1. Reales o personales: las reales se constituyen en provecho de una persona, en cuanto propietaria de una finca
determinada y las personales, a favor de una o varias personas, o de una comunidad, por su propia individualidad
y no por poseer un predio.
2. Legales o voluntarias ( CC art.536 ): por ley o voluntad de las partes. Y entre las servidumbres legales se
encuentra la siguiente clasificación:
a) En materia de aguas ( CC art.552 a 563 ; RDL 1/2001).
b) De paso ( CC art.564 a 570 ).
c) De medianería ( CC art.571 a 579 ).
d) De luces y vistas ( CC art.580 a 585 ).
e) De desagüe de edificios ( CC art.586 a 588 ).
f) Distancias y obras intermedias ( CC art.589 a 593 ).
3. Aparentes o no aparentes ( CC art.532 ): las primeras se anuncian y están continuamente a la vista por signos
exteriores, que revelan su uso y aprovechamiento. Las segundas no presentan indicio alguno exterior de existencia.
4. Continuas y discontinuas ( CC art.532 ): el uso de las continuas es o puede ser incesante, sin la intervención del
hombre. Las discontinuas se usan a intervalos más o menos largos y dependen de actos del hombre.
Suponen la sujeción de bienes inmuebles al pago de un canon o rédito anual en retribución de un capital que se
recibe en dinero, o del dominio pleno o menos pleno que se transmite de los mismos bienes. Producen acción real
sobre la finca gravada.
Sus caracteres son:
1. Se constituye sobre predios, al igual que las servidumbres.
2. Pago del canon o renta que grava un inmueble.
3. De tiempo indefinido.
4. Redimible.
5. Transmisible tanto las fincas gravadas como el derecho a percibir la pensión ( CC art.1617 ).
Atribuye a su titular la facultad de disfrute exclusivo, durante un período específico de cada año, consecutivo o alterno,
de un alojamiento susceptible de utilización independiente por tener salida propia a la vía pública o elemento común
del edificio en el que se integra y esté dotado permanentemente con el mobiliario adecuado al efecto, así como del
derecho a la prestación de los servicios complementarios.
3. Derechos reales limitados de garantía
Recae sobre bienes muebles e implica desplazamiento posesorio. En caso de derechos no instrumentalizados no
resulta posible la traslación posesoria, sustituyéndose por una notificación ( TS 3-2-09, EDJ 13333 ).
Tiene los siguientes caracteres:
1. Sujeta un bien ajeno al pago del crédito.
2. Derecho accesorio: su nacimiento y extinción depende del derecho de crédito que garantiza.
3. Conlleva desplazamiento de la posesión del bien del deudor al acreedor: de este modo se garantiza respecto de
terceros la publicidad de la vinculación del bien al pago de la deuda.
4. Derecho de realización de valor: en caso de impago de la deuda el acreedor puede solicitar la ejecución del bien
y cobrarse la deuda con cargo al mismo de forma preferente ( CC art.1922.2 y 1926.1 ).
Respecto a sus elementos, se pueden diferenciar entre:
1. Personales: el acreedor pignoraticio, titular del derecho real de prenda y el deudor pignoraticio, persona obligada
al pago de la obligación. El CC permite que terceros extraños a la obligación principal puedan asegurarla pignorando
o hipotecando sus propios bienes. Los requisitos de capacidad son los generales previstos en la ley, si bien, es
necesario que la cosa pignorada pertenezca en propiedad al que la empeña y que las personas que constituyan la
prenda tengan la libre disposición de sus bienes o, en caso de no tenerla, se hallen legalmente autorizadas al efecto.
Respecto a la obligación garantizada, la hipoteca se extiende a todo el principal. En cuanto a los intereses, y en
defecto de pacto, asegurará, en perjuicio de tercero, los de las dos últimas anualidades y la parte vencida de la
anualidad corriente. No puede pactarse que la hipoteca asegure intereses por plazo superior a cinco años.
Respecto del inmueble la hipoteca se extiende (aparte del propio inmueble) a las accesiones naturales, a las mejoras
y al importe de las indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por razón de los bienes hipotecados ( TS
27-6-07, EDJ 80178 : a todos los bienes muebles que sean pertenencias de la cosa principal durante la vida de la
hipoteca).
Salvo pacto o disposición legal, la hipoteca, no comprende los objetos muebles que se hallen colocados
permanentemente en la finca hipotecada, bien para su adorno, comodidad o explotación, o bien para el servicio de
alguna industria, a no ser que no puedan separarse sin quebranto de la materia o deterioro del objeto, los frutos,
cualquiera que sea la situación en que se encuentren, las rentas vencidas y no satisfechas al tiempo de exigirse el
cumplimiento de la obligación garantizada. Si la finca hipotecada pasa a un tercer poseedor no será extensiva la
hipoteca a los muebles colocados permanentemente en los edificios, ni a las mejoras que no consistan en obras de
reparación, seguridad o transformación, siempre que unos u otras se hayan costeado por el nuevo dueño, ni a los
frutos pendientes y rentas vencidas que sean de la pertenencia del mismo.
5274 Contenido
No priva de la propiedad al dueño del inmueble, el cual podrá usarla, transmitirla o gravarla nuevamente.
En caso de venta de un inmueble hipotecado: si el vendedor y el comprador hubiesen pactado que el segundo
se subrogará tanto en las responsabilidades derivadas de la hipoteca como en la obligación personal garantizada,
queda el primero desligado de dicha obligación si el acreedor prestare su consentimiento expreso o tácito.
Si no se ha pactado la transmisión de la obligación garantizada, pero el comprador ha descontado su importe del
precio de la venta, o lo hubiese retenido y al vencimiento de la obligación fuere ésta satisfecha por el deudor que
vendió la finca, quedará subrogado éste en el lugar del acreedor hasta tanto que por el comprador se le reintegre
el total importe retenido o descontado.
En caso de impago del crédito, el acreedor hipotecario podrá acudir a dos acciones para exigir el pago: la personal
y la hipotecaria. Podrá válidamente pactarse en la escritura de constitución de la hipoteca voluntaria que la obligación
garantizada se haga solamente efectiva sobre los bienes hipotecados, no alcanzando a los demás bienes del
patrimonio del deudor ( LH art.140 ).
Son derechos reales de garantía sobre bienes muebles, pero que a diferencia de la prenda ordinaria no implican
desplazamiento posesorio, lo que suplen a través de su publicidad registral.
1. Sólo pueden constituirse sobre los bienes enumerados en la ley.
2. Los bienes objetos de garantía han de ser enajenables y sólo puede hipotecarse o pignorarse la plena propiedad
de los mismos, no cuotas indivisas ni derechos de usufructo sobre las mismas (L 16-12-1954 art.1.2).
3. El precio de los bienes hipotecados o pignorados ha de estar totalmente satisfecho.
4. Deben constituirse mediante escritura pública e inscribirse en el Registro de hipoteca mobiliaria y de prenda sin
desplazamiento de la posesión (Resol DGRN 12-5-2008).
5. La inscripción tiene carácter constitutivo (para la Resol DGRN 18-3-2008 es un elemento sólo de eficacia en el
caso de la prenda).
6. El Registro especial de gravámenes (L 16-12-1954 art.67 a 80) depende del Ministerio de Justicia y de la Dirección
General de los Registros y del Notariado, a cargo de los Registradores de la Propiedad.
7. Los bienes gravados no pueden enajenarse sin el consentimiento del acreedor (L 16-12-1954 art.4).
8. El acreedor hipotecario o pignoraticio (L 16-12-1954 art.10) tiene para el cobro de sus créditos el mismo derecho
de preferencia que el acreedor prendario.
5282 El retracto legal ( CC art.1521 ) es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato,
en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago.
El tanteo legal (mencionado en el CC en sede de censos: 1636 y 1656 y regulado en leyes especiales como la LAR
o la LAU), es el derecho a adquirir una cosa en las mismas condiciones en las que su titular pretende enajenarla
a un tercero.
El derecho a retraer en la venta con pacto de retro ( CC art.1507 s. ) es el derecho que se reserva el vendedor
a recuperar la cosa vendida reembolsando el precio y determinados gastos. El vendedor podrá ejercitar su acción
contra todo poseedor que traiga su derecho del comprador, aunque en el segundo contrato no se haya hecho mención
del retracto convencional, salvo lo dispuesto en la LH respecto de terceros ( CC art.1510 ).
Los derechos reales sobre bienes incorporales es una posibilidad que no ha sido siempre admitida en la doctrina,
pero hoy existe cierta unanimidad en considerar derechos reales los derivados de:
- la propiedad intelectual y
- la propiedad industrial.
5. Otros derechos de naturaleza real discutida
5284 El derecho de arrendamiento o el de opción, que la mayoría de la doctrina considera derechos personales sin
perjuicio de que en ocasiones puedan gozar de oponibilidad frente a terceros (por la legislación especial o por su
inscripción registral).
El contrato de opción (promesa de venta) es aquel en el que una persona se compromete, dentro del plazo, a vender
una cosa a favor de un tercero.
El derecho de retención que concede el CC a ciertos sujetos ( CC art.453 , al poseedor; CC art.522 , al usufructuario;
CC art.1600 , al que ejecuta una obra en cosa mueble; CC art.1730 , al mandatario; CC art.1780 , al depositario;
CC art.1866 , al acreedor pignoraticio). Se considera una facultad más del derecho del que deriva, participando de
la naturaleza real o personal de tal derecho.
R. Matrimonio
5287 El matrimonio es la unión legal entre dos personas del mismo o distinto sexo, que se encamina al establecimiento
de una plena comunidad de vida.
Es un negocio jurídico bilateral, en cuanto acuerdo de voluntades de los contrayentes dirigidas a unirse en matrimonio.
No obstante, sus consecuencias vienen establecidas de modo inderogable por el Ordenamiento Jurídico, y la
autonomía de la voluntad de los contrayentes queda muy reducida.
Tras la reforma operada por la Ley de Jurisdicción Voluntaria, el CC art.60 ha queda redactado en los siguientes
términos (L 15/2015):
«1. El matrimonio celebrado según las normas del Derecho canónico o en cualquiera de otras formas religiosas
previstas en los acuerdos de cooperación entre el Estado y las confesiones religiosas produce efectos civiles.
2. Igualmente, se reconocen efectos civiles al matrimonio celebrado en la forma religiosa prevista por las iglesias,
confesiones, comunidades religiosas o federaciones de las mismas que, inscritas en el Registro de Entidades
Religiosas, hayan obtenido el reconocimiento de notorio arraigo en España.
En este supuesto, el reconocimiento de efectos civiles requerirá el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) La tramitación de un acta o expediente previo de capacidad matrimonial con arreglo a la normativa del Registro Civil.
b) La libre manifestación del consentimiento ante un ministro de culto debidamente acreditado y dos testigos mayores
de edad.
La condición de ministro de culto será acreditada mediante certificación expedida por la iglesia, confesión o comunidad
religiosa que haya obtenido el reconocimiento de notorio arraigo en España, con la conformidad de la federación que,
en su caso, hubiere solicitado dicho reconocimiento.
3. Para el pleno reconocimiento de los efectos civiles del matrimonio celebrado en forma religiosa se estará a lo
dispuesto en el Capítulo siguiente.»
5305 El matrimonio origina una serie de deberes recíprocos entre los cónyuges que son los siguientes: deber de respeto
y ayuda mutua, de actuación en interés de la familia, de convivencia, de fidelidad, de compartir responsabilidades
domésticas y de cuidar y atender a los ascendientes y a otras personas a su cargo ( CC art.66 a 68 ).
Se trata de deberes incoercibles, pero que pueden generar consecuencias, tanto civiles como penales, en caso
de incumplimiento.
Además, los cónyuges han de fijar de común acuerdo el domicilio conyugal. En su defecto, resolverá el Juez, teniendo
en cuenta el interés de la familia ( CC art.70 ).
4. Nulidad, separación y disolución del matrimonio
Precisiones
Sobre la cuestión deben tenerse en cuenta la L 29/2015 art.41 s. y, en especial, su artículo 46.
5318 Separación
Subsiste el vínculo conyugal, pero se produce una suspensión en la vida en común de los casados. La separación
puede ser:
1. De hecho.
2. Legal; en esta:
a) Se decretará judicialmente la separación cuando existan hijos menores no emancipados o con la capacidad
modificada judicialmente que dependan de sus progenitores, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio:
5330 Conjunto coherente de soluciones jurídicas dirigidas a la regulación de intereses y cuestiones patrimoniales que
derivan del matrimonio.
5331 Sistema del Código civil
El CC sigue hoy el principio de libertad de estipulación. Las partes pueden pactar en capitulaciones matrimoniales
el régimen que tengan por conveniente, que puede ser uno de los previstos por la ley o uno atípico que constituyan
( CC art.1315 ).
En defecto de capitulaciones, o si éstas son ineficaces, el régimen económico será el de la sociedad de gananciales
( CC art.1316 ). El CC establece además un sistema supletorio de segundo grado, el de separación, para el supuesto
en que los cónyuges otorguen capitulaciones para excluir el régimen de gananciales, pero sin establecer ningún otro
( CC art.1435.2 ).
Los R.E.M típicos regulados por el Código Civil son:
- régimen de gananciales (nº 5339 s. ),
- régimen de participación (nº 5364 s. ) y
- régimen de separación (nº 5362 s. ).
5333 Régimen matrimonial primario
Disposiciones legales aplicables a todo régimen matrimonial ( CC art.1318 a 1324 ).
1. Levantamiento de las cargas del matrimonio: el CC art.1318.1º dispone que «Los bienes de los cónyuges están
sujetos al levantamiento de las cargas del matrimonio». Por tales cargas debe entenderse los gastos de sostenimiento
de la familia ( CC art.1362 ). En cuanto al levantamiento de las cargas del matrimonio, el orden de aplicación de los
bienes y la cuantía viene determinado por cada régimen.
2. «Litis expensas»: la cuestión se refiere a los gastos que ocasione un pleito en el que se vean envueltos los
cónyuges y se contempla en el CC art.1318, 3º .
3. Potestad doméstica: el CC art.1319 se refiere a quién puede realizar los actos necesarios para atender las cargas
del matrimonio. Este poder se llama «potestad doméstica». De las deudas contraídas en el ejercicio de esa potestad
responderán solidariamente todos los bienes comunes y los del cónyuge que contraiga la deuda, y subsidiariamente
los del otro cónyuge.
4. Disposición de los derechos sobre vivienda habitual y los muebles de uso ordinario de la familia: para disponer
de esos derechos, aunque pertenezcan a uno sólo de los cónyuges, se requerirá el consentimiento de ambos, o en
su caso autorización judicial ( CC art.1320.1 ).
Se protege la vivienda habitual familiar, no la usada en vacaciones, ni la que use uno de los cónyuges, así como
los muebles de uso ordinario.
Contrato por el que se regula el régimen económico del matrimonio. Pueden otorgarse antes o después de la
celebración del matrimonio.
En el primer caso, si éste no llega a contraerse en el plazo de un año las capitulaciones quedan sin efecto.
5337 Donaciones por razón de matrimonio
Son las que cualquier persona hace antes de celebrarse el matrimonio, en consideración al mismo y en favor de uno
o de los dos esposos ( CC art.1336 ).
Se rigen por las reglas especiales que establece el CC art.1338 a 1343 y, en su defecto, por las reglas ordinarias
de la donación ( CC art.1337 ).
La donación por razón de matrimonio produce efectos inmediatos y el donatario adquiere lo donado en el momento
en que se produce la donación, pero esta quedará sin efecto si el matrimonio no se llega a celebrar en el plazo de
caducidad de un año ( CC art.1342 ).
6. Régimen de gananciales
(CC art.1344 a 1410)
5339 En este régimen junto a los bienes privativos de cada cónyuge, se forma una masa de bienes común a ambos
cónyuges que reciben el nombre de gananciales.
En cuanto a la naturaleza de la sociedad de gananciales, es un tipo de comunidad germánica, propiedad colectiva
o en mano común.
5341 Composición de las masas patrimoniales
1. Bienes Privativos: regla general ( CC art.1346 ):
a) Los bienes y derechos que ya pertenecieran a los cónyuges al comenzar la sociedad de gananciales.
b) Los bienes que cada cónyuge adquiera después por título gratuito (donación, herencia o legado).
c) Los bienes adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.
d) Los bienes adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno sólo de los cónyuges. Estos bienes no pierden
su carácter por el hecho de que la adquisición se realice con fondos comunes, sin perjuicio del derecho de reembolso
a favor de la sociedad.
e) Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no transmisibles inter vivos.
f) El resarcimiento por los daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus bienes privativos.
g) Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.
5362 En este régimen no se forma una masa común de bienes. Rige en los casos contemplados en el CC art.1435 .
1. Propiedad de los bienes: cada cónyuge tiene la propiedad de los bienes, tanto de los que le pertenecían al
contraer matrimonio, como de los que adquiera después por cualquier título y mantiene la administración goce y libre
disposición de sus bienes y derechos ( CC art.1437 ).
Se presumen pertenecientes a ambos cónyuges por mitades en proindiviso ordinario todos aquellos bienes y
derechos cuya titularidad exclusiva no pueda demostrarse ( CC art.1441 ). Por otra parte, si los cónyuges adquieren
conjuntamente algún bien o derecho, se entiende que les pertenece, en principio, en proindiviso ordinario, por
aplicación del CC art.1414 .
2. Gestión por un cónyuge de los bienes o intereses del otro: si uno de los cónyuges hubiese administrado
o gestionado bienes o intereses del otro, tendrá las mismas obligaciones y responsabilidades que un mandatario,
aunque no tendrá que rendir cuentas de los frutos percibidos y consumidos, salvo cuando se demuestre que los
invirtió en atenciones distintas al levantamiento de las cargas del matrimonio ( CC art.1439 ).
3. Contribución al levantamiento de las cargas del matrimonio: los cónyuges deben contribuir a su levantamiento
según lo pactado en capitulaciones matrimoniales o dispuesto judicialmente y en su defecto, la contribución de cada
uno será proporcional a sus recursos económicos. El trabajo para la casa será computado como contribución a las
cargas y, además, a la extinción del régimen de separación dará derecho a obtener una compensación que será fijada
por acuerdo de los cónyuges y en su defecto por el juez ( CC art.1438 ).
4. Deudas de los cónyuges: las obligaciones contraídas por cada cónyuge son de su exclusiva responsabilidad
( CC art.14401.1 ).
Si se trata de obligaciones contraídas en el ejercicio de la potestad domestica ordinaria, la responsabilidad alcanza
a ambos cónyuges, lo mismo si las contrajeron juntos que uno solo, pero en este último supuesto responde
preferentemente el que las contrajo y subsidiariamente el otro. Si el que las contrajo no tiene bienes suficientes para
satisfacerlas, podrán hacerse efectivas íntegramente o hasta donde sea necesario sobre los bienes del que no las
contrajo ( CC art.1440.2, 1438, 1319 ).
Declarado un cónyuge en concurso, se aplicarán las disposiciones de la legislación concursal ( CC art.1442 -redacc
L 15/2015).
8. Régimen de participación
(CC art.1411 a 1434)
5364 Los patrimonios de los cónyuges continúan separados mientras el régimen se mantiene en vigor, pero a su extinción
se establece una participación en las ganancias obtenidas por el consorte durante el tiempo que el régimen haya
estado vigente ( CC art.1411 ).
Respecto a la titularidad, disfrute, disposición y administración de los bienes, a cada cónyuge le corresponde
la administración, el disfrute y la libre disposición de los bienes que tienen en el momento de celebrar el matrimonio
y los que adquiera después por cualquier título ( CC art.1412 ).
Si los cónyuges adquieren un bien conjuntamente les pertenece en proindiviso ordinario ( CC art.1414 ). En lo no
previsto por lo ley se aplican las normas del régimen de separación ( CC art.1413 ). Por tanto, la contribución a las
cargas del matrimonio, la responsabilidad por deudas, la administración de los bienes o intereses del otro se rigen
por las normas del régimen de separación.
Este régimen sólo rige si se pacta en capitulaciones matrimoniales.
La liquidación del régimen se encuentra regulado en el CC art.1417 s.
S. Edad
5366 La edad es el periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento hasta el momento concreto de la vida de una
persona. Por su edad una persona puede ser mayor (a partir de los 18 años) o menor.
Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del nacimiento ( CC art.315 ). Se
cuenta desde las cero horas del día del nacimiento y la mayoría se alcanza a las cero horas del día en que se cumplan
18 años y no al llegar a la hora de nacimiento.
5370 Se trata de la modificación de la capacidad de obrar de una persona física que se declara judicialmente, cuando
concurre alguna de las causas fijadas en la ley ( CC art.199 ).
Las causas que pueden provocar esta situación son las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico
o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí misma ( CC art.200 ).
Las personas que pueden ver su capacidad judicialmente modificada son los mayores de edad y los menores de
edad, emancipados o no, cuando concurra en ellos causa de modificación de la capacidad y se prevea razonablemente
que la misma persistirá después de la mayoría de edad ( CC art.201 ).
5372 Procedimiento
Corresponde promover el proceso a las personas mencionadas en la LEC art.757 . El juicio será verbal ( LEC art.753) .
Es siempre necesaria la intervención del Ministerio Fiscal ( LEC art.749 ) y la persona afectada puede comparecer en
el proceso con su propia defensa y representación. Si no lo hiciere, será defendida por el Ministerio Fiscal, siempre
que no haya sido éste el promotor del procedimiento. En otro caso, el Letrado de la Administración de Justicia les
designará un defensor judicial, a no ser que estuviere ya nombrado ( LEC art.758 -redacc L 2/2015).
El Juez oirá a los parientes más próximos de la persona afectada, la examinará por sí mismo y oirá el dictamen
del facultativo, y sin perjuicio de las pruebas practicadas a instancia de parte, podrá decretar de oficio las que estime
pertinentes ( LEC art.759 ).
5374 Efectos e inscripción
La sentencia debe determinar la extensión y los límites de la modificación de la capacidad ( LEC art.760 ), así como
el régimen de tutela o guarda que corresponda.
Los actos realizados por la persona cuya capacidad haya resultado modificada para los que, según la sentencia, no
tenga capacidad serán anulables por el representante legal o curador y por el propio «incapacitado» cuando recupere
la capacidad ( CC art.1301 ).
La sentencia no impedirá que si sobrevienen nuevas circunstancias se promueva un nuevo procedimiento para dejar
sin efecto o variar la modificación de la capacidad establecida ( LEC art.761 ).
5379 La sucesión, en general, es la acción de colocarse una persona en el lugar que ocupa otra en una relación jurídica,
que permanece inmutable en los demás elementos, de manera que la relación jurídica ha de continuar una y la misma.
La sucesión puede ser inter vivos o mortis causa, según subsista o no el «tradens», si bien sólo esta última podrá
ser a título universal.
La sucesión mortis causa ( CC art.659 y 661 ) Puede definirse como la sustitución de una persona en el conjunto
de relaciones jurídicas transmisibles que le correspondían en el momento de su muerte o en bienes y derechos
determinados dejados por el difunto.
5381 Clases
Estas son:
a) Por su origen ( CC art.658 y 912 ):
- Testada: cuando la sucesión se defiere por la voluntad del hombre manifestada en testamento.
- Intestada: cuando a falta de testamento se defiere por disposición de la ley (el CC la denomina sucesión legítima).
- Mixta: cuando se defiere en una parte por voluntad del hombre, y en otra por disposición de la ley.
- Contractual: la deferida por pacto o contrato. Si bien se admite en los territorios forales, nuestro CC parte de una
orientación de rechazo, como se deriva del silencio del art.658 y, sobre todo, del art.1271.II.
No obstante, como casos excepcionales de sucesión contractual en el Código Civil tenemos:
• la promesa de mejorar o no mejorar ( CC art.826 ),
• la mejora hecha en capitulaciones o contrato oneroso con un tercero ( CC art.827 ) y
5383 En sentido subjetivo la herencia es igual a sucesión hereditaria universal ( CC art.660 ). En sentido objetivo, es la
masa o conjunto de bienes y relaciones patrimoniales que son objeto de la sucesión ( CC art.659 ).
La herencia está compuesta por el activo y el pasivo del causante, esto es, por todos los bienes, derechos y
obligaciones que no se extingan con su muerte.
La transmisibilidad es la regla general y las excepciones corresponden a los derechos de carácter público, los
personalísimos y los patrimoniales de carácter vitalicio.
5385 Heredero y legatario
(CC art.660, 661, 858.2, 1003, 1023)
1. Es heredero quien sustituye de una manera general al difunto en la titularidad de sus bienes y deudas; es la persona
o personas que vienen a hacerse cargo de todas las relaciones transmisibles del «de cuius», activas y pasivas, salvo
los bienes especialmente destinados (legados), que subentran «de un golpe» en el conjunto de esas relaciones y
cuya posición, dentro de ellas, es igual a la del difunto.
La sucesión que se verifica a favor del heredero o herederos es la sucesión a título universal; en consecuencia, el
heredero o herederos son los llamados a la totalidad de la herencia, que reciben ésa como un conjunto indistinto y
que quedan sujetos, al subrogarse en el lugar del fallecido, a una responsabilidad personal e ilimitada por las deudas
del causante (ultra vires), salvo aceptación a beneficio de inventario ( CC art.1023 ) en cuyo caso no queda obligado
a pagar las deudas y demás cargas de la herencia sino hasta donde alcancen los bienes de la misma.
La cualidad de heredero es personalísima, extracomercium e independiente de la existencia de bienes.
El legatario, por contraposición al heredero, es un sucesor a título particular, que adquiere sólo objetos particulares,
concretos y determinados, y que no responde del pasivo de la herencia, sino únicamente de las cargas u obligaciones
que el testador especialmente le imponga, dentro de los límites de su legado. No hay, pues, responsabilidad personal e
ilimitada ni una «sustitución» en las relaciones jurídicas del causante. La configuración del legatario pues, a diferencia
de la del heredero, es puramente patrimonial
5387 2. La herencia requiere aceptación, mientras que el legado no la precisa. No obstante la Resol DGRN 19-9-2002 ,
advirtiendo que es principio general de nuestro ordenamiento que la adquisición de derechos patrimoniales exige
el consentimiento del interesado, afirmó que no constando la aceptación, podría practicarse la inscripción, pero
sujetándola a la condición suspensiva de la aceptación.
El heredero ( CC art.440 ), tiene la posesión civilísima desde el momento del fallecimiento del causante, mientras
que el legatario ( CC art.885 ) no puede ocupar por su propia autoridad la cosa legada, sino que debe pedir su entrega
y posesión al heredero o al albacea, cuando éste se halle autorizado para darla.
3. Si la institución de heredero es ineficaz, pasa a un nuevo heredero. Si el legado es ineficaz, se refunde con la
herencia.
4. El legatario de parte alícuota es un llamamiento a una parte alícuota de la herencia líquida, deducidas deudas y
cargas. Se considera que es un cotitular del activo líquido hereditario. De esta forma, respecto del activo, su derecho
es semejante al de un heredero (indiviso y abstracto) y, respecto del pasivo, es semejante al de un legatario, ya
que las deudas le afectan, pero no le obligan, haciéndose efectivo su derecho después de pagar a acreedores y
legatarios simples.
5. El heredero «ex re certa», en principio, por aplicación del CC art.768 se equipara a un legatario, pero no se ha
considerado norma imperativa sino interpretativa, que establece una presunción «iuris tantum» que admite prueba en
contrario. En general, debe estimarse que el heredero en cosa cierta es un legatario en los supuestos normales en
que la cosa asignada es de escasa importancia respecto del resto de la herencia; pero se ha dicho que pueden ser
considerados verdaderos herederos por ejemplo, cuando los llamamientos de esta clase agoten el caudal hereditario,
o cuando el testador disponga de todos sus bienes mediante estos llamamientos y después adquiera algún bien,
debiendo abrirse respecto de éste la sucesión intestada.
El Código Civil contempla la indignidad como una verdadera forma de incapacidad: el indigno es incapaz de suceder;
no es llamado a la herencia; se le excluye de ella desde un principio.
Pero tiene dos especialidades:
a) la indignidad se aplica a toda clase de sucesión, mientras que las incapacidades relativas son propias de la
testamentaria; y
b) el testador puede rehabilitar al indigno, pero no puede dispensar aquéllas.
El CC art.761 y 929 reconoce el derecho de representación y aunque hablan de incapacidad, sólo están pensando
en los indignos, no en los demás supuestos de incapacidad.
5395 Situaciones en que puede encontrarse la herencia
Son las siguientes:
Entre la muerte del «de cuius» y la adquisición del «heres» media un intervalo en el que, gráficamente, la herencia
duerme o yace («hereditas iacens»). Ello supone la existencia de un sistema de los llamados romanos, que exige
aceptación del heredero.
Los casos de yacencia son los siguientes:
- que se instituya heredero a un «nasciturus»;
- que se defiera la herencia a una fundación por constituir;
- que el heredero esté instituido bajo condición suspensiva;
- que el heredero sea persona desconocida;
- que el heredero no exprese todavía su voluntad de aceptar o repudiar la herencia.
La representación y administración de la herencia yacente corresponderá, normalmente, al albacea o contador-
partidor designado, y, en su defecto, a los propios herederos llamados.
Se aplicarán a la yacencia las normas que se refieren a supuestos en que la herencia se halla necesitada de una
administración.
3. Testamento
(CC art.667, 669, 733, 670, 687, 737, 741)
5399 Es el negocio jurídico unilateral, personalísimo y solemne, esencialmente revocable, en virtud del cual una persona
física con capacidad suficiente, según su arbitrio y las normas legales, dicta disposiciones, patrimoniales o no, para
después de muerte.
Es un acto o negocio:
- Mortis causa, en cuanto es otorgado por causa de muerte y para surtir efecto después de ésta.
- Unilateral, porque es individual en su otorgamiento (aceptan el testamento mancomunado las legislaciones forales
de Aragón, País Vasco, Galicia y Navarra) y es una declaración de voluntad no recepticia, eficaz por sí sola.
- Personalísimo, rasgo fundamental en derecho común, que prohíbe expresamente el testamento por comisario ( CC
art.670 , si bien se pueden conseguir efectos que se acercan a dicha institución a través de la figura del CC art.831 ).
- Solemne, en el sentido de que la expresión y constancia de la voluntad del testador debe revestir las formas jurídicas
necesarias para su validez y eficacia, sin que quepa su manifestación en forma diferente.
- Esencialmente revocable, pues el testador puede en cualquier momento modificarlo o derogarlo, y ello para que
prevalezca la última voluntad del testador, por lo que es revocable «ad nutum» (es decir, sin necesidad de expresar
la causa), si bien el reconocimiento de un hijo no pierde su fuerza legal aunque se revoque el testamento en que se
hizo o éste no contenga otras disposiciones, o sean nulas las demás que contuviere.
5401 Contenido y clases
(CC art.120, 124, 223, 667, 741 y 757)
El testamento es, sustancialmente, un acto dispositivo de bienes, aunque puede contener también, o incluso
únicamente, otras disposiciones de carácter personal o familiar, como reconocimiento de hijos extramatrimoniales,
Pueden testar todos aquéllos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente. Teniendo en cuenta que es un negocio
jurídico unilateral, esencialmente revocable y que no compromete en vida, se exige una capacidad inferior que la
que se exige con carácter general para contratar. El CC art.1263 declara que no pueden prestar consentimiento
los menores no emancipados y el 663 declara incapaz para testar al menor de catorce años, además de el que
habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio.
La incapacidad por razón de edad tiene una especialidad, la del testamento ológrafo, que sólo puede otorgarse
por mayores de edad. La capacidad ha de tenerse en el mismo momento del otorgamiento del testamento; la
jurisprudencia declara que se presume la capacidad legal de todo testador, que ha de entenderse siempre existente
al momento de otorgar el testamento, salvo prueba en contrario.
La falta de capacidad determina la nulidad de pleno derecho del testamento. La incapacidad para testar no deriva
necesariamente de la incapacitación judicial, pues el incapacitado puede testar en la forma del CC art.665 , sino
de la situación de hecho de no hallarse en su cabal juicio en el momento de testar. El citado artículo se refiere al
testamento abierto notarial, no pudiendo aplicarse al ológrafo.
El sordomudo que no sabe leer ni escribir no puede testar en forma ológrafa, ya que exige autografía total, ni otorgar
testamento cerrado, ya que, según el CC art.708 : «No pueden hacer testamento cerrado los ciegos y los que no
sepan o no puedan leer».
Precisiones
1) Respecto al testamento abierto, la Resol DGRN 23-9-87 dictada en contestación a una consulta formulada por
un Notario, estableció que puede prestar consentimiento el sordomudo que no sabe leer ni escribir, siempre que
pueda gobernarse por sí mismo y pueda comunicarse a través de personas técnicas en el lenguaje especial de los
sordomudos.
2) En el testamento notarial la capacidad será apreciada por el Notario autorizante señalando el TS 18-3-88, EDJ
16814 : «...la manifestación del Notario autorizante en orden a la capacidad de testar del otorgante, dado el prestigio
y seriedad de la institución notarial adquiere una especial relevancia, constituyendo una enérgica presunción "iuris
tantum" de aptitud, que sólo puede destruirse mediante una completa prueba en contrario».
5405 Formalidades generales del testamento. Identificación del testador
La identificación por conocimiento del Notario es el sistema al que la Ley otorga preferencia sobre los demás; si el
Notario conoce al testador, ningún medio es más seguro.
Sistemas auténticos supletorios, del mismo rango, son la identificación por documentos expedidos por las
autoridades públicas cuyo objeto sea identificar a las personas y la identificación por testigos de conocimiento ( CC
art.686 ).
La intervención de testigos sólo será precisa en los supuestos legalmente tipificados ( CC art.697 ).
Las formalidades de cada clase de testamento quedan recogidas en el CC art.668 a 742 .
Las especialidades forales se recogen en sus respectivas legislaciones.
5407 Interpretación del testamento
La regla es que la voluntad del testador es ley, salvo las limitaciones legales, como legítimas, reservas o reversión.
Hay una regla general en el CC art.675 y reglas especiales en el CC art.749, 751,765, 768, 769, 771 y otros como
los del CC art.772, 668.2, 770 y 879 .
5409 Ineficacia, Revocación y Nulidad del testamento
Caducarán los testamentos, o serán ineficaces en todo o en parte la disposiciones testamentarias, sólo en los casos
expresamente previstos en el CC art.743 .
El testamento es esencialmente revocable ( CC art.737, 738, 739, 740, 741, 742 ), siempre con las solemnidades
necesarias para testar. La revocación puede ser expresa, tácita o presunta.
- Expresa es cuando en el nuevo testamento se declara que no valga el testamento anterior en todo o en parte. Hoy
es unánime la doctrina en considerar válido un testamento pura y exclusivamente revocatorio, que llevaría consigo
la apertura de la sucesión intestada.
- Tácita tiene lugar cuando se otorga un nuevo testamento en el que no se hace referencia alguna al anterior. La
jurisprudencia moderna y la doctrina mayoritaria, creen que cabe admitir (aun sin constancia expresa de la voluntad
de conservar la vigencia del testamento anterior) la eficacia de aquellas disposiciones del primer testamento que
puedan coexistir con las del posterior, de acuerdo con el principio interpretativo en favor de la eficacia del testamento.
El efecto de la revocación es dejar sin efecto en todo o en parte el testamento anterior, sin embargo el testamento
anterior recobra su fuerza si el testador revoca después el posterior, y declara expresamente ser su voluntad que
valga el primero.
Se exceptúa de la revocación el reconocimiento de un hijo.
En cuanto a la nulidad son causas la falta de capacidad para testar, vicios de voluntad del testador, defectos formales
e incumplimiento de prohibiciones ( CC art.663, 688, 673, 687, 705, 715, 669, 733, 670 ). La nulidad puede ser:
- total afecta al testamento considerado como un todo orgánico e indivisible (consentimiento, capacidad, forma);
- parcial origina solo la ineficacia de la cláusula que contraviene determinado precepto legal sin comunicarse al resto
del testamento ( CC art.750, 752, 786 y 814 , que se apoyan en los principios del «favor testamenti» y la conservación
del negocio jurídico).
4. Legado
(CC art.858 s.)
5411 Es una disposición testamentaria de liberalidad a título particular a cargo del heredero o de otro legatario. En este
concepto tiene cabida el legado de parte alícuota ya que no es lo mismo el llamamiento universal que implica la
sucesión en las relaciones jurídicas activas y pasivas del causante y el singular a una cuota del activo.
Pueden ser objeto de legado todas las cosas presentes o futuras, propias del testador o ajenas, corporales o
incorporales, con la única condición de que sean posibles y susceptibles de transmisión, siendo nulo el legado de
cosas que están fuera del comercio ( CC art.865 ).
Es tesis generalizada que la adquisición del legado se produce ipso iure, sin necesidad de aceptación por el solo
hecho del fallecimiento del causante, con las solas desviaciones del legado sujeto a condición o términos suspensivos
y del legado de género ( CC art.881 y 882 ). Ahora bien, la Resol DGRN 19-9-2002, advirtiendo que es principio
general de nuestro ordenamiento que la adquisición de derechos patrimoniales exige consentimiento del interesado,
5415 La sustitución hereditaria es aquella disposición testamentaria por la que el testador llama a un tercero a una herencia
o legado, en defecto de otra persona, o después de ésta.
Pueden ser:
1. Directas o Subsidiarias: se designa una persona en defecto de otra, de forma que habrá un solo heredero efectivo,
como la sustitución vulgar ( CC art.774 ), la pupilar ( CC art.775 ) y la ejemplar ( CC art.776 ). Su finalidad es evitar
la sucesión intestada.
2. Indirectas o Sucesivas: se designa una persona después de otra. En consecuencia hay tantos favorecidos
como llamados, ya que todos entran en el patrimonio hereditario, los unos después de los otros, como la sustitución
fideicomisaria. Su finalidad es permitir al causante determinar la trayectoria futura que han de seguir los bienes, si
bien tras la reforma de 2003, se concibe también como un medio para la protección del incapaz.
3. Fideicomisaria ( CC art.781 s. ): es la disposición testamentaria en cuya virtud el testador o fideicomitente encarga
al heredero (o fiduciario) que conserve y transmita a un tercero llamado fideicomisario, el todo o parte de la herencia.
El término grado del CC art.781 se ha interpretado por la mayoría de la doctrina que equivale a llamamiento, de
ello resulta, pues, que pueden ser llamados como sustitutos fideicomisarios cualesquiera personas que vivan a la
apertura de la sucesión y además hasta dos personas todavía no nacidas entonces. Sobre el posible gravamen de
la legítima ver CC art.782 .
El CC especifica los casos en que no surten efecto las sustituciones fideicomisarias y sus efectos así como, por el
contrario, aquellas otras que serán válidas ( CC art.785 s. ). La sustitución fideicomisaria puede ser:
- pura (o a término): aquélla en que el llamamiento al fideicomisario está sometido a un plazo, aunque sea incierto
(como la muerte); o
- condicional: aquella en que está sometido a condición.
5417 Posición de fiduciario y fideicomisario
El fiduciario es un verdadero heredero y como tal deviene propietario de los bienes objeto de la sustitución.
En la sustitución fideicomisaria pura o a término el fideicomisario es un heredero a término cierto o incierto, como
sería la muerte del fiduciario (que necesariamente ha de llegar aunque se ignore cuando). En cuanto al momento en
que el fideicomisario adquiere derecho a la sucesión, es aplicable el CC art.784 .
Si la sustitución es condicional, la posición del fiduciario es la de un heredero bajo condición resolutoria, es decir, es
análoga a la de un heredero instituido bajo condición suspensiva y no es aplicable el CC art.784 , sino el CC art.759 .
5421 Es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla reservado la Ley a determinados herederos,
llamados por esto herederos forzosos ( CC art.806 ). La ley, a diferencia de la sucesión intestada, no llama
directamente a una persona o personas determinadas, sino que impone el deber al testador de disponer o destinar
parte de la herencia a favor de ciertas personas.
La legítima está constituida, por tanto, por una porción de bienes que los legitimarios deben recibir necesariamente,
bien por disposición del testador, bien por vocación de la Ley que les llama subsidiariamente. El CC art.815 permite
al testador dejar la legítima «por cualquier título» y en consecuencia, el testador puede atribuir la legítima:
- Instituyendo heredero al legitimario, en cuyo caso, el legitimario será heredero;
- Ordenando un legado, en cuyo caso el legitimario será legatario;
- Haciendo donaciones (siempre que no incurra en preterición) en cuyo caso el legitimario será donatario;
- Disponiendo de la legítima con palabras comunes (por ejemplo, «le dejo lo que por legitima le corresponde»), en
cuyo caso la mayoría de la doctrina entiende que será legatario de parte alícuota porque el legitimario es titular de
una cuota del activo hereditario.
Si el legitimario ha sido instituido heredero, en principio su legítima la percibe embebida en la institución, aunque si
la cuota en que ha sido instituido no es suficiente podrá ejercitar la acción de suplemento ( CC art.815 ).
La mayoría de la doctrina considera que la legítima es una cuota del activo hereditario líquido, por tanto, las deudas
hereditarias le afectan (porque disminuyen el activo) pero no responde personalmente de ellas. El legitimario si es
heredero tendrá esta posición pero aún cuando no lo sea también será necesario su consentimiento para los actos
de disposición que sobre los bienes hereditarios pretendan llevar a cabo los herederos antes de pagar las legítimas.
La doctrina entiende que como el legitimario es titular de una cuota hereditaria, hasta que se le pague su legítima,
existe una afección real de los bienes de la herencia en garantía de dicho pago y, en consecuencia, puede el legitimario
dirigirse contra terceros adquirentes de los bienes relictos, salvo aplicación de los CC art.464 y LH art.34 . En la
partición hecha por los herederos, la doctrina mayoritaria entiende que debe intervenir el legitimario.
La tesis de la «pars bonorum» significa que el legitimario tiene derecho, en principio, a recibir su legítima en bienes
de la herencia. Es decir, que debe ser pagada in natura, con los mismos bienes hereditarios. No obstante, ya antes
de la reforma de 1981 se admitían una serie de supuestos de pago en metálico de la legítima: art.821, 829 y 1056.
Posteriormente se regula expresamente el pago en metálico de la legítima de los descendientes en CC art.841 s.
5423 Cálculo de la legítima
(CC art.818 s.)
El viudo es legitimario siempre. Debe tratarse de viudo o viuda no separado legalmente o de hecho salvo que haya
habido reconciliación notificada al Juzgado que conoció la separación o al Notario que otorgó la escritura pública de
separación. En caso de nulidad hay que tener en cuenta el art.79 relativo al matrimonio putativo.
Es de cuantía variable dependiendo de con quien concurra ( CC art.834, 837, 838 y 840 ). Consiste, en principio, en
un usufructo de una parte del caudal relicto.
Es conmutable a instancia de los sucesores gravados con el usufructo y de acuerdo con el viudo en la forma de
ejecución ( CC art.839 ).
5435 Desheredación
(CC art.849)
Es aquella disposición testamentaria por la que el causante priva al legitimario de su carácter de tal y de su porción
legitimaria en virtud de una causa expresa, legal y cierta ( CC art.848 y 850 ). La desheredación está estrechamente
relacionada con la indignidad si bien la desheredación sólo se aplica a la sucesión testada y afecta tan sólo al
legitimario a quien priva de la legítima y la indignidad se aplica a la sucesión testada e intestada y afecta a cualquier
heredero, privándole de toda la herencia.
Las causas no son exactamente las mismas y aun cuando las haya comunes ello no supone una redundancia inútil,
ya que no hace falta probar la justa causa de desheredación expresada, sino en caso de que fuera contradicha
( CC art.850 ), sin embargo, las causas de indignidad han de ser siempre objeto de prueba y declaración judicial
correspondiente.
El CC contiene una regla general en su art.852 y causas específicas de desheredación de los diversos grupos de
legitimarios en el CC art.853 a 855 .
1. Efectos de la desheredación justa: excluye al desheredado de todo derecho a reclamar su legítima y salvo que el
testador le haya dejado algo con cargo al tercio libre, pierde todo derecho a la herencia. Si la causa de desheredación
es, además, causa de indignidad, priva al indigno de todo derecho en la sucesión. El desheredado además, pierde
el derecho:
- a percibir alimentos ( CC art.152 ),
- a los bienes reservables ( CC art.973 ),
- a la administración paterna en los términos del CC art.164 .
Si el desheredado tiene hijos y descendientes juega el derecho de representación. Cabe la reconciliación ( CC art.856,
857 y 929 ).
5437 Es la persona nombrada facultativamente por el testador cuya misión es asegurar el cumplimiento efectivo de su
última voluntad. Es un cargo testamentario ( CC art.892 ), voluntario en la aceptación y obligatorio en el desempeño
( CC art.898, 899, 900 ), normalmente gratuito ( CC art.908 ), personalísimo (art.909) y temporal ( CC art.904 a 906 ).
1. Capacidad ( CC art.893 ): pueden ser albaceas los propios herederos o legatarios, aunque sean legitimarios.
2. Facultades ( CC art.901 a 903 ):
- Albacea universal es a quien el testador autoriza para el cumplimiento total del testamento, hasta dejar ultimada
la sucesión.
- Albacea particular es el que recibe uno o varios encargos particulares.
Si el testador no designa facultades al albacea, será particular y se limitaran a las de CC art.902 y 903 . Pero no
obsta el carácter universal del albaceazgo para que el testador, en uso del derecho que le concede el art.1057 haya
encomendado las funciones de contador-partidor a persona distinta.
La principal prohibición que afecta a los albaceas se halla en CC art.1459.3 .
8. Sucesión intestada
(CC art.912 a 959)
5439 Es la sucesión hereditaria que se defiere por ministerio de la ley cuando faltan, en todo o en parte los herederos
testamentarios, siendo supletoria y a su vez compatible con la testada.
Casos ( CC art.912 ):
- cuando la nulidad afecte sólo a parte del testamento, la sucesión intestada será parcial y si la nulidad se refiere a
disposiciones a título singular, no se abrirá la sucesión intestada, en cuanto la parte de los legados se refundirán en
la masa hereditaria en beneficio de los herederos ( CC art.912.1 );
- en caso de que toda la herencia se distribuya en legados no se produce su apertura ( CC art.912.2 ; CC art.891 );
- en tanto la condición suspensiva no se cumple la herencia queda en estado de administración en los términos de
los art.801 s. También procede cuando se cumple la condición resolutoria, si el testador no dispone otra cosa. En
caso de premoriencia y repudiación no se transmite ningún derecho a los herederos ( CC art.766 ) y hay que abrir
la sucesión intestada a no ser que entren en juego las sustituciones o el derecho de acrecer ( CC art.912.3 ).
5441 Llamamiento
El llamamiento a la sucesión intestada se funda en la unidad de la herencia y en la proximidad de parentesco con
el causante.
El orden de llamamientos está basado en tres escalonados criterios de preferencia ( CC art.913 ):
1. La clase: es la persona, grupo o categorías de personas llamadas a la sucesión en virtud de un fundamento
especial, el parentesco, el matrimonio o el «ius imperii», de lo que resultan tres clases de herederos: los parientes,
el cónyuge sobreviviente (no separado legalmente o de hecho) y el estado.
2. Las clases a su vez, al menos las que no están compuestas de una persona única y concretamente la de los
parientes se dividen en grupos que reciben la denominación de órdenes sucesorios. En el CC son tres:
- el de los descendientes,
Es el que tienen los parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera
podido heredar. Sólo tiene lugar en la línea descendente y respecto a la colateral sólo a favor de los sobrinos.
Los supuestos en los que se aplica son los de premoriencia, incapacidad y desheredación. No se admite en el caso
de renuncia ( CC art.923 y 929 ).
El efecto normal del derecho de representación es el de la división por estirpes ( CC art.926 ).
Precisiones
5447 Cuando el llamado fallece antes de aceptar o repudiar la herencia, transmite a sus herederos el ius delationis, o sea,
la facultad de aceptar o repudiar. Es, por tanto, el derecho que tienen los herederos del heredero que fallece en el
intervalo comprendido entre la delación hereditaria a su favor y la aceptación o repudiación de la herencia, y en cuya
virtud aquellos hacen suya la facultad de aceptar o repudiar.
El derecho de transmisión implica, por tanto, la intervención de tres sujetos:
Precisiones
Sobre si el transmisario sucede al primer causante directamente o sucede al segundo causante donde se integra la
herencia del primero dando lugar a una doble transmisión sucesoria: ver TS 11-9-13.
10. Derecho de acrecer y derecho de reversión
(CC art.812, 981 a 987)
5449 Es el derecho que tiene el heredero o legatario que llega a serlo de hacer suyo el incremento que experimenta su
porción a causa de no llegar a ser heredero o legatario uno llamado conjuntamente. Se necesita para que tenga lugar:
a) que haya un llamamiento conjunto, sin especial designación de parte;
b) que haya porción vacante porque alguno de los así llamados no lleguen a suceder.
En la sucesión intestada ( CC art.981 ), el derecho de acrecer no sólo tendrá lugar en caso de renuncia, sino también
en los de incapacidad o premoriencia cuando no proceda el derecho de representación ( CC art.922 s. ).
En sucesión testada, respecto a herederos voluntarios, además de los requisitos ya vistos es preciso que el
testador no excluya el derecho de acrecer, como en el caso de haber establecido una sustitución vulgar.
Respecto a legitimarios: CC art.985 .
El Derecho de reversión ( CC art.812 ) Implica una sucesión legal, anómala, singular y especial, que imprime
a los bienes una trayectoria especial.
11. Reservas
5451 Constituyen una forma de sucesión especial que opera tanto en la sucesión testada como en la intestada, en
virtud de la cual se sustraen de la libre disposición del testador y de su normal cauce sucesorio determinados
bienes, imponiendo a una persona (reservista) el gravamen o carga consistente en que los bienes adquiridos
en determinadas condiciones queden destinados a hacer tránsito, al fallecer aquél a determinadas personas
(reservatarios) que le sobrevivan.
Existen:
a) Reserva ordinaria o vidual ( CC art.968 s. ), que se establece en favor de los hijos y descendientes del primer
matrimonio.
b) Reserva lineal o troncal ( CC art.811 ), que pretende conservar ciertos bienes dentro de la línea familiar de la
que proceden.
12. Aceptación y repudiación de la herencia
(CC art.988 s.)
1. El Beneficio de inventario es la facultad concedida por la ley a los herederos para aceptar la herencia sin responder
de las cargas hereditarias ilimitadamente sino que la responsabilidad es «intra vires», hasta donde alcancen los bienes
de la herencia. En este caso el patrimonio hereditario aparece como un patrimonio separado del patrimonio general
del heredero, quedando sujeto a un especial régimen de gestión, con sus propias deudas y responsabilidad. Los
bienes propios del heredero quedan a salvo de los acreedores hereditarios. La finalidad de pago aglutina los bienes
relictos, «cum viribus successionis».
2. El derecho a deliberar es la facultad que la ley concede al llamado a una herencia para que tome conocimiento
del estado de la misma o de cualquier otra circunstancia de la delación o del causante, antes de decidirse por la
aceptación o por la repudiación.
5461 Comunidad hereditaria y Derechos de los partícipes
Es la comunidad resultante del llamamiento de varias personas como sucesores a título universal en una herencia
y su aceptación, hasta la partición.
Los derechos de los partícipes se dan:
Cuando a una sucesión concurren varios herederos forzosos que a su vez sucedan a título de heredero, se entiende
que la voluntad del causante, salvo que diga lo contrario dispensando de colación, es que lo que han recibido
gratuitamente del causante en vida tenga el carácter de anticipo de la herencia, por lo que cada uno, al heredar, debe
contar en su cuota hereditaria tales liberalidades, frente a los restantes legitimarios, o lo que es lo mismo, descontar
lo ya recibido, es decir, tomar de menos cuanto ya recibió.
Ahora bien, la colación en sentido estricto es a la que se refiere el CC art.1035 . Cuando el código se refiere a
la «regulación de las legítimas» y en CC art.818 se habla de «donaciones colacionables» se está refiriendo a la
computación, operación destinada a salvaguardar las legítimas y que supone la adición contable del donatum al
relictum para el cálculo de aquéllas, operación no dispensable por el causante.
Así, la reunión ficticia o computación es la operación que fija la base para calcular los tercios de legítima, mejora
y libre disposición. Para ello se hace una agregación inicial a los bienes relictos de todas las liberalidades otorgadas
por el causante.
Por su parte, la reunión ficticia es una institución de protección de las legítimas y por tanto de derecho necesario, sin
que el causante pueda sustraerse de su normativa. Para que tenga lugar, basta que haya un solo heredero forzoso,
pues él puede verse perjudicado por donaciones inoficiosas.
La colación nada tiene que ver con la protección de la legítima; es una institución de derecho dispositivo que puede
ser dispensada por el causante. Para que la colación tenga lugar se requiere que existan al menos dos herederos
forzosos que a su vez hayan sido instituidos herederos.
5471 División y adjudicación
Ambas operaciones, que se recogen en las denominadas hijuelas o lotes, se encuentran íntimamente relacionadas.
La primera consiste en señalar la cuota o haber de cada heredero. La segunda, en aplicar al pago de dicha cuota
bienes o valores determinados, que se subrogan en la misma.
Rige el principio de igualdad cualitativa ( CC art.1061 ), que es facultativo para el testador que realiza la partición, pues
ha de pasarse por dicha partición realizada por el testador si no perjudica la legítima ( CC art.1056 ), lo mismo que
para el contador-partidor que se ajusta a las instrucciones contenidas en el testamento, y para coherederos mayores
de edad y capaces de administrar sus bienes ( CC art.1058 CC ).
Los herederos mayores de edad y de común acuerdo pueden llevar a cabo la partición en los términos que
consideren oportunos.
5473 Efectos de la partición
Cada heredero convierte su derecho abstracto a la cuota en titularidades concretas ( CC art.1068 ). Con la finalidad de
mantener el equilibrio en la partición, una vez hecha se reconoce la obligación recíproca de evicción y saneamiento
( CC art.1069 s. ).
Asimismo se prevé la rescisión y la nulidad de la partición ( CC art.1073 a 1081 ).
Por último hay que tener en cuenta la suspensión de la partición cuando la viuda queda encinta. ( CC art.959 s. )
y el pago de las deudas hereditarias ( CC art.1082 a 1087 ).
El orden de prelación de cobro en la herencia es:
- acreedores de la herencia y del causante;
Precisiones
Con la nueva LRC, al convertir definitivamente los expedientes registrales en materia administrativa (al sujetarlos a la
LRJPAC art.88.2 , se han terminado los problemas de encaje y colisión entre la función judicial del Juez Encargado del
Registro y el posible control administrativo de su actuación por la DGRN al resolver un recurso de alzada interpuesto
contra una calificación registral o un expediente gubernativo. En la L 20/2011, la competencia para resolver el
expediente registral se sigue atribuyendo al Encargado del Registro correspondiente (L 20/2011 art.88.1), pero esta
figura ya no pertenece a la carrera judicial, sino que debe ser un Letrado de la Administración de Justicia (o funcionario
licenciado en derecho del grupo A1 del Ministerio de Justicia), y la tramitación del mismo se somete a las reglas y
procedimiento administrativo (L 20/2011 art.88.2).
5507 Impugnación judicial de hechos o actos inscritos
Tal como prescribe el art.3 de la L 8-6-1957 y el art.16.3 de la L 20/2011, en caso de impugnación judicial del
contenido registral, se exige que se inste también la rectificación de la inscripción en que figura el hecho impugnado.
La impugnación ha de basarse en la existencia de una discrepancia entre el hecho inscrito y la realidad
extrarregistral, que genera una inexactitud que debe combatirse, mediante la destrucción de la presunción de
veracidad registral. Dicha inexactitud puede ser originaria o sobrevenida.
Si la impugnación judicial prospera, deberá procederse a la rectificación de la inscripción, mediante un asiento de
cancelación, y una posterior inscripción que sea acorde con la realidad extrarregistral que ha quedado probada.
Si el interesado pretende hacer valer una realidad extrarregistral en un procedimiento judicial en contra de una
certificación registral, podrá instarse la impugnación de la inscripción registral mediante una cuestión prejudicial [L
8-6-1957 art.4, y reenvío a la LEC en la L 20/2011: LEC art.42 (en relación con la jurisdicción contenciosa, y por tanto
con las inscripciones de nacionalidad) y 43 (para todas las demás cuestiones relativas al estado civil, sometidas a
la jurisdicción civil)].