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CAPÍTULO III

Derecho Civil
4945 A. Representación en el negocio jurídico. Representación directa e indirecta. Representación voluntaria 4947
y legal. El poder
B. Responsabilidad extracontractual 4973
C. Derecho de obligaciones 5052
D. Compraventa 5094
E. Permuta 5110
F. Donación 5112
G. Arrendamiento 5122
H. Sociedad 5136
I. Préstamo 5144
J. Depósito 5152
K. La fianza 5162
L. Transacción 5171
M. Arbitraje 5173
N. Juego y apuesta 5175
Ñ. Renta vitalicia 5177
O. Alimentos 5179
P. Propiedad. Registro de la propiedad 5181
Q. Derechos reales y garantías 5222
R. Matrimonio 5286
S. Edad 5366
T. Incapacitación 5370
U. Sucesiones 5378
V. Registro Civil. Eficacia de los asientos. Publicidad y rectificación 5475
A. Representación en el negocio jurídico. Representación directa e indirecta. Representación voluntaria y legal.
El poder

4947 A la hora de llevar a cabo algún acto jurídico es posible que el sujeto lo realice directa o personalmente o que otro
lo haga en su lugar a través de la representación. El que otorga el poder a otro es el representado, poderdante o, en
su caso, mandante. Quien actúa por otro es llamado representante, apoderado o mandatario.
Se trata de una figura frecuente en el tráfico jurídico, que facilita la gestión y llevanza de los intereses de toda
índole de las personas y que recibe la tutela del ordenamiento jurídico.
«Ninguno puede contratar a nombre de otro sin estar por éste autorizado o sin que tenga por la ley su representación
legal. El contrato celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o representación legal será nulo, a
no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser revocado por la otra parte contratante» ( CC
art.1259 ).
El precepto es el único que dedica el CC al concepto de representación y a la eficacia de lo hecho por el
supuestamente representante (falsus procurator) cuando no existe poder. Fuera de ello la regulación aplicable se
encuentra en el contrato de mandato aunque no se trate exactamente de la misma figura ( CC art.1709 a 1739 ).
La representación voluntaria surge del negocio jurídico en cuya virtud autorizamos a otro para que actúe en nuestro
nombre. Lo que haga el otro producirá efectos en nuestra esfera jurídica mediante la legitimación que se confiere a
través del apoderamiento. El representante, con mayor o menor amplitud, actúa siguiendo el criterio de determinación
del representado.
La representación puede darse aislada, para un único acto jurídico (por ejemplo autorizamos a alguien para que
recoja un documento que solo se entrega al interesado, o una prueba médica), o para varios (autorizo a un hermano
para que actúe por mí en todas las tramitaciones de la sucesión de nuestro padre). Puede también formar parte de

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alguna relación jurídica más compleja, así un contrato de mandato (nombramos un mandatario para que gestione
nuestros intereses en una empresa), o un arrendamiento de servicios, en cuyo caso ese otro contrato es la causa
o justificación del apoderamiento.
Por el contrario en la representación legal la legitimación surge de la ley, haciendo abstracción de la voluntad
del representado. El representante gestiona un patrimonio o interés ajeno, mediante lo que se conoce como
«heteronomía», atendiendo a la voluntad y criterio del propio representante.
1. Representación voluntaria

4949 Representación directa


El representante actúa en nombre y por cuenta del representado. Los que tratan con él saben que está actuando
en una esfera jurídica ajena y los efectos de lo hecho por él se producen «inmediatamente» en el patrimonio del
representado. Influye en el tratamiento de los vicios en la declaración de voluntad y en los requisitos de capacidad
que se exigen al representante. Algunos entienden que es la única representación aunque se trata de una postura
aislada. También se ha dicho que el representante sólo actúa en interés del representado, y no en el suyo propio,
lo que tampoco es exacto.
Un caso de representación directa puede ser el recurso a un «nuntius». Aunque se ha negado su carácter de
representante puede ser considerado así cuanto su actuación depende de un previo apoderamiento. Si se limita a
un simple acto material (llevar un documento) y sin el mencionado apoderamiento no habrá representación.
4951 Representación indirecta
Figura más compleja desde el punto de vista de la técnica jurídica. El representante actúa por cuenta del poderdante
(está llevando a cabo un negocio por encargo de aquel), pero lo hace en nombre propio. Esto es, el que contrata
con él no sabe que está obrando para otro. En este caso los efectos del negocio encomendado se producirán en el
representante (es el propio representante, por ejemplo, quien ha comprado las acciones) y después será necesario
otro acto jurídico para que los efectos se produzcan en el representado. Tal configuración influye en la capacidad
y en la responsabilidad.
4953 Representación y mandato
Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o hacer alguna cosa, por cuenta o
encargo de otra» ( CC art.1709 ). En teoría son figuras diferentes, así se ha venido destacando por la doctrina y
por la Jurisprudencia ( TS 16-2-1935, seguida por otras muchas). Aun cuando en la práctica suelen darse unidas
(mandato representativo) en teoría el mandato es un contrato, quedando obligado el mandatario a obrar por cuenta
del mandante, bien en su nombre, bien en el propio nombre del mandatario, mientras que la representación es un acto
unilateral por el que el poderdante faculta al apoderado para obrar en su nombre, aunque no queda obligado a ello.
El TS suele destacar que el mandato afecta a las relaciones internas, mientras que el apoderamiento es un concepto
de naturaleza formal que trasciende a lo externo; así como que el primero tiene su origen en un contrato obligatorio,
surgiendo la representación de un acto unilateral de apoderamiento que puede mantenerse independiente de aquel.
4955 Sujetos
Representado, poderdante o, en su caso mandante es quien autoriza o encarga a otros la gestión de sus intereses.
Apoderado, representante o, en su caso, mandatario quien actúa por cuenta de otro.
El poderdante debe tener capacidad para realizar el acto para el que se otorga el poder de representación (de otra
manera sería fácil burlar la falta de capacidad), así como para ejercitar válidamente las facultades conferidas en el
poder. Puede serlo un menor emancipado si el contenido se mueve en el ámbito de lo que permite el CC art.323 ,
necesitando complemento de capacidad en otro caso.
El representante, si es representación directa, en principio no requiere la capacidad necesaria para llevar a cabo el
negocio representativo, pues sus efectos se producen en el representado o mandante (el menor emancipado podría
realizar para otro los actos que no le permite el CC art.323 realizar por sí solo). Incluso algunos autores entienden
que le bastaría capacidad para entender y querer.
Si es representación indirecta es necesario que el representante tenga capacidad para poder actuar como parte
en el negocio representativo, pues los efectos del negocio se producirán en su persona y patrimonio, pudiendo
derivarse responsabilidades que comprometan sus bienes. «En este caso el mandatario es el obligado directamente
a favor de la persona con quien ha contratado, como si el asunto fuera personal suyo. Exceptuase el caso en que
se trate de cosas propias del mandante» ( CC art.1717 ).
En el caso del mandato el CC art.1716 dispone: «El menor emancipado puede ser mandatario, pero el mandante
sólo tendrá acción contra él en conformidad a lo dispuesto respecto a las obligaciones de los menores». En realidad
de lo que se trataría es de limitar las acciones derivadas del incorrecto cumplimiento del mandato (contrato del que

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pueden surgir responsabilidades), limitando el poder de agresión del mandante acreedor a los bienes enumerados
en el CC art.323 .
4957 Poder o apoderamiento
Negocio jurídico unilateral por el que el poderdante confiere el poder de representación permitiendo que otro actúe por
su cuenta y, en su caso, en su nombre. Legitima y justifica la actuación del representante. En teoría rige el principio
de libertad de forma, aunque en muchos casos el ordenamiento puede exigir que el poder se recoja en escritura
pública (por ejemplo, el CC art.1280 , poder general para pleitos, poder para contraer matrimonio). En la práctica, por
la trascendencia de la figura puede exigirse que conste en escritura pública.
El poder, o el mandato, puede ser general o especial. «El mandato es general o especial. El primero comprende
todos los negocios del mandante. El segundo uno o más negocios determinados» ( CC art.1712 ). Por ejemplo,
autorizamos a que nos representen en un grupo de relaciones, o en todas las relativas a ciertas esferas; o bien sólo
para un negocio concreto.
Más importancia reviste el límite que establece el CC art.1713 que exige un poder especial, en el sentido de un
apoderamiento expreso al respecto, cuando se autorice a otro para transigir, enajenar, hipotecar o ejecutar cualquier
acto de riguroso dominio. Si se otorga un poder general, sin especificar esas facultades, sólo comprenderá actos
de administración.
El negocio de apoderamiento recibe el nombre de poder. Nombre con el que también se conoce en el tráfico al
documento en el que consta el apoderamiento.
4959 Negocio representativo
Se conoce como tal el negocio que lleva a cabo el representante por cuenta del representado (por ejemplo, la compra
de la casa que queremos y que realiza en nuestro nombre el apoderado). Si es representación directa los requisitos
de la declaración de voluntad (vicios o discrepancias) se valorarán en la persona del representado (por ejemplo
si sufrió error, dolo, etc.). Como ya se ha dicho la capacidad para realizar ese negocio concreto la debe poseer el
representado. Si estamos ante una representación indirecta habrá que tener en cuenta que sea la declaración del
representante la que esté adecuadamente formada, así como el hecho de que se le exigirá capacidad para llevar a
cabo el negocio representativo.
4961 Actuación del representante
El CC establece una serie de deberes que debe cumplir el mandatario y que pueden extrapolarse a la representación
en general. Así:
a) Deber de fidelidad, esencial en una institución basada en la confianza que inspira el representante, entendido en
sentido amplio como lealtad que impide tutelar el abuso en el ejercicio de la representación, la autocontratación o el
hecho de actuar en el único beneficio del representante. Existen no pocos procedimientos judiciales por abuso en el
ejercicio del poder en el marco de representaciones entre familiares (por ejemplo, parientes que apoderan o otros y
estos se aprovechan en su propio beneficio).
b) Debe atenerse en su ejercicio a las instrucciones del representante, en el marco del mandato determina el CC:
«En la ejecución del mandato ha de arreglarse el mandatario a las instrucciones del mandante. A falta de ellas, hará
todo lo que, según la naturaleza del negocio haría un buen padre de familia» ( CC art.1719 ). La doctrina critica que
se exija una diligencia estándar o de tipo medio, especialmente cuando el apoderamiento forme parte de una relación
profesional que exigiría una diligencia mayor (por ejemplo, un abogado o procurador).
c) Debe informar y dar cuenta de sus gestiones al representado. Determina el CC: «Todo mandatario está obligado
a dar cuenta de sus operaciones y a abonar al mandante cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando
lo recibido no se debiera al segundo» ( CC art.1720 ). Dentro de ese deber de informar debe ir dando cuenta de sus
gestiones, pudiendo solicitar las instrucciones necesarias.
d) Deber llevar a cabo la gestión encomendada Aplicable al mandato, por el hecho de ser un contrato, pero no a
la representación pues, como ya se vio, por sí sola no obliga al tratarse de un negocio unilateral. «El mandatario
queda obligado por la aceptación a cumplir el mandato y responde de los daños y perjuicios que, de no ejecutarlo,
se ocasionen al mandante» ( CC art.1718 ).
4963 Obligaciones del representado
En sede de mandato, los CC art.1727 recogen las obligaciones del mandante, extrapolables a la representación.
Destaca la obligación de cumplir las obligaciones contraídas por el representante ( CC art.1727 ), (por ejemplo,
pagar el precio de la casa comprada); colaborar en la ejecución del mandato (por ejemplo, anticipando cantidades o
facilitado documentación); pagando la retribución si así se ha pactado; o, finalmente, dejando indemne el patrimonio
del representante, esto es reintegrándole gastos o resarciéndole daños sufridos ( CC art.1718 y 1719 ).

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4965 Consecuencias de la extralimitación del representante
El representante se extralimita cuando actúa sin poder (no es representante o ya se extinguió el apoderamiento), o
se extralimita en su función (realiza algo para lo que no estaba apoderado). El CC art.1259 habla en tal caso de que
el negocio será «nulo», lo que no es radicalmente exacto, el negocio es «ineficaz», está en un estado de suspensión
temporal a la espera de que lo ratifique el representado (lo podrá hacer si le resulta ventajoso o beneficioso); o lo
revoque la otra parte (se entiende la otra parte del negocio representativo al conocer que el representante actuó sin
poder).
La ratificación es así la declaración de voluntad del poderdante de querer el negocio indebidamente realizado para
el por el representante. Se realiza «ex post», a diferencia del apoderamiento que se lleva a cabo «ex ante».
4967 Extinción
Las causas se recogen en CC art.1732 , dentro del mandato. No coinciden con las causas normales de extinción de
obligaciones por la especial naturaleza que se predica de la representación o el mandato como negocios basados en
especiales relaciones de confianza, permitiéndose rupturas unilaterales. Así:
a) Revocación: declaración de voluntad unilateral del mandante de poner fin al mandato. Libre y sin tener que alegar
causa alguna. En algunos supuestos, cuando el mandato interesa también al mandatario y el apoderamiento es tan
solo un instrumento dentro de un complejo de relaciones contractuales, llega el Tribunal Supremo a admitir los pactos
de irrevocabilidad.
b) Renuncia del mandatario: dejando a salvo el resarcimiento de daños que la misma pueda ocasionar al mandante
( CC art.1736 ).
c) Incapacitación del mandatario.
d) Muerte, declaración de prodigalidad o por concurso o insolvencia
Excepcionalmente no se extinguirá por muerte cuando se trate de un apoderamiento preventivo o mandato de
protección, previsto para desplegar efectos cuando el mandante pierda capacidad.
2. Representación legal

4969 Se dirige fundamentalmente a facilitar la gestión de los patrimonios de las personas faltas de capacidad (menores
o incapacitados), o bien la administración de bienes que, por la causa que sea, no pueden ser, al menos de
modo transitorio, administrador por su titular (ausencia, patrimonios hereditarios, bienes con sujetos transitoriamente
indeterminado, etc.). En ella el representante actúa en nombre de otro pero por su cuenta, suple la voluntad
del representado, derivando la representación y sus efectos directamente de la ley, así como (habitualmente) la
designación de la persona que ostentará esa función. En muchos casos participa de la naturaleza de las instituciones
de protección y guarda.
4971 Principales supuestos de representación legal
Se distinguen los siguientes:
a) La patria potestad: los padres son los representantes legales de sus hijos menores o de los mayores incapacitados
en el caso de prórroga o rehabilitación de la patria potestad ( CC art.154 y 171 , entre otros).
b) La tutela: el tutor es el representante legal de los menores y de los incapacitados ( CC art.267 ).
c) El curador: no suple al incapacitado, completa su capacidad o le asiste ( CC art.289 ).
d) Defensor judicial ( CC art.299 ).
e) Representante del ausente ( CC art.184 s. ).
f) Representante del desaparecido ( CC art.181 ).
g) Administrador de una herencia en administración ( CC art.804 ).
h) Albacea testamentario ( CC art.902 ).
i) Administrador del concursado ( LCon art.35 ).
B. Responsabilidad extracontractual
(CC art.1902 s.)

4973 1. Concepto 4974

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2. Función 4982
3. Elementos 4984
4. Reparación del daño 5010
5. Prueba del daño 5012
6. Prescripción de la acción 5014
7. Responsabilidad por hechos ajenos 5016
8. Responsabilidad por animales 5024
9. Responsabilidad por la tenencia de cosas 5026
10. Responsabilidad objetiva en leyes especiales 5038
1. Concepto

4974 Hablamos de responsabilidad para referirnos a la obligación de reparar un daño antijurídico que se ha causado a
otro sujeto. Cuando ese daño deriva del incumplimiento de una obligación previa de origen contractual entre el autor
y el perjudicado surgirá una responsabilidad contractual. Cuando el daño deriva de un ilícito penal, hablamos de
responsabilidad civil derivada del ilícito penal. Cuando el daño deriva del incumplimiento del principio general de
no causar daño a otro «alterum non laedere», hablamos de responsabilidad extracontractual. La responsabilidad
extracontractual se regula con carácter general en CC art.1902 s. , y supone la obligación de reparar el daño causado
a otra persona por un comportamiento culposo o negligente, activo u omisivo, que no es constitutivo de un ilícito
penal ni deriva del incumplimiento de una relación previa entre víctima y autor.
4976 Responsabilidad contractual-Responsabilidad extracontractual
La distinción teórica de ambos tipos de responsabilidad se presenta sencilla desde el momento en que la primera
es aquélla que surge en el caso de incumplimiento de una obligación previa entre la partes más allá de la órbita
de lo estrictamente pactado en el contrato, mientras la responsabilidad extracontractual es aquélla que deriva del
incumplimiento del principio general de no causar daño a otro; sin embargo, en la práctica es complicada diferenciarlas
en algunos supuestos, siendo esencial realizarlo por el distinto régimen jurídico de una y otro (preinscripción,
daños indemnizables, causas de exoneración,...). La Jurisprudencia en estos casos ha consagrado la teoría de la
yuxtaposición de responsabilidades, lo que permite al demandante plantear alternativa o subsidiariamente ambas
acciones, y unidad de culpa civil según la cual el Juzgador queda vinculado por los hechos pudiendo encuadrar la
conducta en la culpa contractual o extracontractual ( TS 23-12-04, EDJ 225029 ).
4978 Responsabilidad civil derivada del ilícito penal
(CP art.109 s.)

La responsabilidad civil derivada de delito o falta se regula por las normas contenidas en el Código Penal, su finalidad
es la misma que la responsabilidad civil general: reparar los daños causados. La diferencia es que los hechos
causantes de dichos daños son constitutivos de un ilícito penal, por ello podrá ser declarada por el juez penal. La
prescripción de la acción para exigir la responsabilidad civil derivada del delito es de 5 años ( CC art.1964 ) frente
al año de la responsabilidad civil general.
4980 Responsabilidad subjetiva-responsabilidad objetiva
La responsabilidad subjetiva se fundamenta sobre la idea de culpa. El autor de los daños responde siempre que haya
actuado con culpa, es decir, con falta de la diligencia debida y, precisamente, esa actuación negligente es la causante
de los daños. Por el contrario, la responsabilidad objetiva es aquella en que la imputación de la responsabilidad se
justifica sólo en la relación de causalidad de haber producido el daño a través de un determinado comportamiento,
salvo que concurra una causa de exoneración. La regla general del Código Civil es la responsabilidad por culpa ( CC
art.1902 ), pero existen supuestos de responsabilidad objetiva en el propio Código ( CC art.1905 y 1910 ) y sobre
todo en la legislación especial.
2. Función

4982 Las obligaciones derivadas de la responsabilidad civil pretenden fundamentalmente reparar el daño causado, que
el perjudicado se encuentre en una situación similar a la que tendría de no haber sufrido el daño, en definitiva,
compensarle por el daño sufrido. Se diferencian:
a) Función preventiva: la finalidad de la obligación de reparación derivada de la responsabilidad civil es evitar que
se reproduzcan conductas causantes de daños.

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b) Función punitiva: la obligación de reparar es una verdadera sanción para el responsable de los daños.
3. Elementos

4984 El Código Civil señala que «el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está
obligado a reparar el daño causado» ( CC art.1902 ). De acuerdo con esta delimitación del artículo señalado podemos
señalar como elementos de la responsabilidad civil extracontractual:
- la acción u omisión (nº 4986 );
- la antijuridicidad (nº 4988 );
- la culpabilidad (nº 4990 );
- el daño (nº 4999 ); y
- la relación de causalidad (nº 5004 ).
4986 Acción u omisión
Para que surja la responsabilidad es necesario que se produzca un comportamiento humano, activo u omisivo
que causa el daño, es decir, se precisa la realización de una acción o la omisión de la misma, cuando se estuviera
obligado a realizarla previamente o sin existir esa obligación directa cuando debía realizarla para que no se produjera
el daño ( TS 25-3-10, EDJ 52515 ). La regla general, aunque veremos las excepciones correspondientes, es que la
responsabilidad extracontractual surge por actos propios, es decir, el autor y responsable de la acción u omisión es
quien responde de los daños que cause su comportamiento. Las personas jurídicas responden de los daños causados
por los órganos que las representan ( TS 10-3-94, EDJ 2184 ).
4988 Antijuridicidad
Para que el comportamiento generador de los daños dé lugar a responsabilidad civil es necesario que sea antijurídico
o como dice el CC art.1902 que sea ilícito, es decir, contrario a la norma, lo que sucederá cuando vulnere el principio
general de no causar daño a otro. La antijuridicidad quedará excluida y no surgirá la responsabilidad del autor de
los daños en los siguientes supuestos:
- legítima defensa, cuando el daño sea provocado en la defensa de un bien o derecho del autor de los daños, siempre
que el daño provocado sea menor que el que pretende evitar ( TS 28-6/-96, EDJ 3757 ; 5-5-08, EDJ 66888 );
- cumplimiento de un deber, cuando los daños se deriven del cumplimiento de un deber o ejercicio de un derecho,
siempre y cuando éste no sea abusivo ( TS 9-4-90);
- estado de necesidad, cuando la actuación del sujeto era necesaria para evitar un daño mayor ( TS 6-11-06, EDJ
337352 );
- consentimiento de la víctima, supone el permiso de la víctima para la causación de los daños o la asunción del
riesgo de que los daños se produzcan como consecuencia de la participación en una determinada actividad en la que
la posibilidad de que se deriven daños es elevada. En estos casos, si no concurre otra circunstancia determinante
del daño, si se llega a producir el responsable de los mismos queda exonerado de responsabilidad (STS 22-12-09,
EDJ 307246 ; STS 7-7-06, EDJ 275366 ).
4990 Culpabilidad
El Código Civil señala como base de la responsabilidad la culpa o negligencia cuando señala «interviniendo culpa o
negligencia», por lo que el autor de los daños responderá siempre que su comportamiento sea culposo o negligente,
independientemente del grado de culpa mayor o menor, ya que el artículo señalado no hace distinción al respecto ( CC
art.1902 ; TS 20-5-97, EDJ 3806 ). Si se responde por culpa o negligencia, resulta evidente que la responsabilidad
del sujeto surge también en los casos de actuación dolosa o intencionada.
Por tanto la culpabilidad como elemento de la responsabilidad extracontractual se integra de dos conceptos dolo (nº
4992 ) y culpa (nº 4994 ).
4992 Dolo
Supone la intencionalidad del autor tanto en su comportamiento como en la causación de los daños, por eso en
la mayoría de las ocasiones su comportamiento será constitutivo de un ilícito penal. A nivel de responsabilidad
extracontractual estos supuestos son excepcionales y no presentan diferenciación en sus consecuencias.
4994 Culpa
Se concreta en la falta de la diligencia debida, es decir, se corresponde con una actuación negligente o imprudente;
no hay intención de causar el daño producido con la conducta, pero la realización de ésta sin la diligencia debida
produce el resultado dañoso. Con carácter general, salvo que la norma exija otra cosa, la diligencia debida será

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la diligencia media concretada en el canon del buen padre de familia, que supone la realización de la conducta que
cualquier persona media en esa circunstancia hubiera realizado, llevando al límite, vía jurisprudencial, esta diligencia
( TS 25-3-2011, EDJ 71300 ), que será mayor cuando el sujeto llamado a actuar sea un profesional, en este caso, la
diligencia exigida en el ámbito de su actividad profesional será más rigurosa.
Para determinar el concepto de culpa hay que atender a los criterios de previsibilidad y evitabilidad:
a) La previsibilidad supone que el sujeto antes de su actuación y atendiendo a criterios de normalidad y razonabilidad
pueda prever que de su conducta puedan derivarse unos daños y aún así realiza la misma.
b) La evitabilidad supone que previstos esos daños aún así el sujeto decide actuar sin realizar las acciones o poner
los medios que hubieran sido necesarios para evitar el daño. Por tanto, cuando el sujeto pudo prever los daños y aún
así actuó sin intentar evitar los mismos existirá culpabilidad en su conducta.
La dificultad de probar en muchas ocasiones la culpa de la víctima y con ella la imposibilidad de reparar el daño
causado, ha justificado que sin olvidar la base culpabilística de la responsabilidad consagrada en el Código Civil,
la jurisprudencia ha realizado una progresiva objetivización de la responsabilidad extracontractual con el fin de
facilitar a la víctima la reparación de los daños causados.
Las técnicas o instrumentos utilizados por los Tribunales se concretan en: inversión de la carga de la prueba, la
prueba de la culpa del autor por parte de la víctima en muchas ocasiones resultaba impracticable, por lo que a nivel
jurisprudencial se empezó a aplicar la inversión de la carga de prueba, de manera que era el autor de los daños
quien debía probar que había actuado diligentemente ( TS 24-1-02, EDJ 440 ; 26-7-06, EDJ 253100 ), se presume
por tanto la culpa del agente en la conducta que causa los daños; «doctrina del riesgo», de forma que si el ejercicio
de una determinada actividad de la que obtiene un beneficio entraña una serie de riesgos que pueden concretarse en
daños el sujeto que pone en marcha la misma debe responder de los daños que genere ( TS 12-7-99, EDJ 14503 ;
27-1-01, EDJ 11744 ).
4997 Concurrencia de culpas
. Culpa del autor y la víctima Cuando la causación de los daños se deriva de una conducta culposa de un tercero
y además concurre la negligencia de la víctima, ésta debe soportar los daños que se deriven de su comportamiento
negligente y sólo podrá exigir la reparación de los daños imputables a la conducta culposa del tercero ( TS 23-2-10,
EDJ 14201 ; 30-3-11, EDJ 25769 ); por tanto, cuando concurra la culpa exclusiva de la víctima no habrá lugar a
indemnización alguna ( TS 30-7-08, EDJ 173075 ; 22-2-10, EDJ 12421 ).
En cuanto a la concurrencia de culpa del autor y caso fortuito o conducta de otro sujeto, cuando en la causación
de los daños concurra la conducta culposa de una persona pero los mismos se deriven también de caso fortuito, sólo
podrá exigirse responsabilidad al autor de los daños por la parte de los mismos que se deriven de su comportamiento,
de manera que los derivados de caso fortuito deberá soportarlos la víctima. Del mismo modo, cuando en la causación
de los daños concurra culpa de varios sujetos cada uno soportará la parte de los daños que se puedan imputar a
su comportamiento ( TS 12-10-05; 23-2-10, EDJ 14201 ). En realidad lo que acontece en estos supuestos es una
concurrencia de causas, es decir, distintos comportamientos culposos que contribuyen a la causación de los daños.
4999 Daño
Es la base de la responsabilidad, si no existen daños no surge la responsabilidad, no hay obligación de reparar, aunque
exista conducta culposa y antijurídica, por lo que el daño debe ser cierto y debe quedar probado. Se considera daño
cualquier lesión menoscabo en los bienes y derechos del sujeto, dignos de protección jurídica, ya sean patrimoniales
o no. En este sentido, podemos diferenciar daños patrimoniales y daños personales. Estos daños incluyen tanto el
daño emergente, como el lucro cesante. El daño emergente son las pérdidas efectivamente sufridas. Por su parte,
el lucro cesante son las ganancias que razonablemente deja de obtener por el sujeto a consecuencia del daño ( TS
28-2-02, EDJ 6284 ; 31-3-09, EDJ 38277 ). Podemos incluir como categoría de daños indemnizables la pérdida de
oportunidades que se corresponde con las ganancias que hubiera podido obtener el sujeto, pero sobre las que no
hay certeza que se hubieran alcanzado, de no haberse producido los daños ( TS 13-3-07).
5002 Daños patrimoniales
Se corresponde con daños materiales, causados en los bienes o derechos de contenido patrimonial o económico
de la víctima.
1. Daños personales son los daños que suponen una lesión o ataque a la vida o integridad física del sujeto.
2. Daños morales son aquellos que afectan a intereses espirituales del ser humano, bien directamente por suponer
un atentado contra bienes o derechos de la personalidad, o bien indirectamente por derivarse de un daño personal
o patrimonial ( TS 31-5-07, EDJ 68110 ; 27-12-11, EDJ 338567 ).

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5004 Relación de causalidad
Para que surja relación de causalidad no sólo es necesario la conducta negligente y los daños, sino que es necesario
que entre uno y otro exista una relación de causalidad, esto es, que los daños sean imputables o debidos a dicha
conducta; «el conjunto de condiciones empíricas antecedentes, que proporciona la explicación, conforme con las
leyes de la experiencia científica, de que el resultado haya sucedido» ( TS 20-10-06, EDJ 319053 ). Precisamente, la
constatación de este nexo causal será lo que permita exigir responsabilidad al sujeto. Existen diversas teorías para
determinar la relación de causalidad:
a) Teoría de la equivalencia de las condiciones o conditio sine qua non, según la cual el sujeto que con su
comportamiento ha contribuido a la causación de los daños debe responde, aunque su intervención sea mínima ( TS
10-6-08, EDJ 131352 ); todo resultado es resultado de una multitud de condiciones, siendo todas ellas, desde el punto
de vista causal, igualmente necesarias, y por tanto, equivalentes.
b) Teoría de la causalidad más próxima, será causa del daño la más inmediata y directa en causación del daño; el
resto de circunstancias que influyen en su producción son condiciones no causas ( TS 21-3-50).
c) Teoría de la causalidad adecuada, es la usada mayoritariamente por los Tribunales, supone reconocer que existe
relación de causalidad cuando el comportamiento es adecuado para causar los daños, si puede considerarse apto
para producir el resultado dañoso existirá relación de causalidad ( TS 29-4-03, EDJ 9563 ).
5006 Ruptura
No surgirá responsabilidad, aunque existan daños, cuando se produzca una ruptura de la relación de causalidad, esto
es, cuando no es posible imputar los daños al autor del comportamiento porque existe otra causa que ha contribuido
directamente a la causación de los daños. En este sentido, se produce la ruptura del nexo causal cuando concurre
caso fortuito o fuerza mayor, la conducta del perjudicado o la intervención de terceros:
1. Si los daños se deben a caso fortuito o fuerza mayor se rompe la relación de causalidad y no existirá, en
principio, obligación de reparar los daños. Podemos delimitar el caso fortuito-fuerza mayor con relación a las notas
de imprevisibilidad e inevitabilidad, de forma que la afirmación de caso fortuito implica la calificación del suceso
impeditivo como imprevisible e inevitable:
- imprevisible, por cuanto conforme a las reglas de la lógica y la normalidad era imposible prever que aconteciera;
- inevitable, por cuanto, aún previsible, era imposible impedir su acaecimiento y/o los daños derivados del mismo.
Cuando el suceso causante del daño revista estas notas, imprevisibilidad e inevitabilidad, hablaremos de fuerza
mayor si los hechos resultan externos al ámbito de control del sujeto, y hablaremos de caso fortuito, cuando el
suceso se produce en el ámbito de control del sujeto ( TS 6-3-03, EDJ 4336 ; 28-10-04, EDJ 160040 ). Aunque el
CC en principio atribuye efectos similares a ambos, a saber, ruptura de la relación de causalidad y exoneración de
la responsabilidad, a veces, las consecuencias de uno y otro difieren y se responde por el caso fortuito y no por la
fuerza mayor (responsabilidad patrimonial de la Administración).
5008 2. Cuando en la causación de los daños concurre la conducta de la propia víctima, también se produce una ruptura
de la relación de causalidad. Cuando el comportamiento de la víctima es la única causa del evento dañoso, por lo que
se tiene que exonerar de responsabilidad al demandado ( TS 24-12-08; 24-7-08, EDJ 173079 ). Sin embargo, en la
mayoría de los supuestos lo que acaecerá será una concurrencia de causas, en el sentido de que los daños tengan
su causa parte en la actuación de un tercero, parte en el comportamiento de la víctima, en cuyo caso habrá que
proceder a un reparto de responsabilidades ( TS 22-2-10, EDJ 12421 ). Cuando el perjudicado asuma voluntariamente
la participación en una actividad de riesgo (asunción del riesgo), su consentimiento o su voluntariedad a la misma,
no excluye automáticamente la responsabilidad del organizador de aquella, sino que la asunción del riesgo sólo se
corresponde con los riesgos normales que se deriven de la actividad y no los extraordinarios o los que puedan deberse
a una mala organización de la actividad ( TS 8-7-05, EDJ 113517 ; 21-5-08, EDJ 82728 ).
3. La acción de un tercero en la causación de los daños supone la ruptura de la relación de causalidad. Se produce
cuando el daño no puede ser atribuido al presunto agente sino a la actuación de otro sujeto, lo que exonera de
responsabilidad al agente material del daño. Para ello es necesario que la conducta del primero no cause directamente
los daños, si contribuye a los mismos junto con el comportamiento del tercero, de nuevo, habrá una concurrencia de
causas en la producción de los daños y, consecuentemente, reparto de responsabilidad entre los sujetos causantes
del daño ( TS 11-5-88; 14-2-06, EDJ 11940 ).
4. Reparación del daño

5010 La finalidad última de la responsabilidad civil es la reparación del daño causado, es deber que recae sobre el
responsable y el derecho que tiene la víctima. La reparación del daño puede ser «in natura» o reparación por
equivalente.

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a) La reparación in natura supone la reparación en forma específica, lo que supone restituir las cosas a su estado
originario, sin embargo, llevar cabo este tipo de reparación no resulta posible en muchas ocasiones, especialmente,
en el caso de daños no patrimoniales.
b) No siendo posible la reparación in natura habrá que acudir a la reparación por equivalente o indemnización
de los daños, para lo que habrá que proceder a su valoración, lo que en el caso de los daños personales o morales
resulta complicado. La obligación de indemnizar el daño es una deuda de valor por lo que se abonará el valor del
año cuando se pague la indemnización.
5. Prueba del daño

5012 Corresponde la prueba del daño, así como del resto de elementos que integran la responsabilidad extracontractual,
a la víctima ( LEC art.217.2. ); excepción hecha de la prueba de la culpa, que la dificultad de probar la misma por
parte de la víctima, ha justificado que la jurisprudencia entienda que probados los hechos, los daños y la relación de
causalidad entre uno y otro se presume la culpa del autor, quien deberá probar lo contrario si quiere exonerarse de
responsabilidad (inversión de la carga de la prueba).
6. Prescripción de la acción

5014 El plazo general de ejercicio de la acción indemnizatoria del daño extracontractual es de un año ( CC art.1968.2 ),
sin perjuicio del mayor plazo previsto en algunas leyes especiales pudiendo interrumpirse el mismo de acuerdo con
las reglas generales ( CC art.1973 ). En cuanto al cómputo del plazo, se iniciará según el CC art.1968.2 desde el
momento que lo supo el agraviado, lo que va a depender en cierta medida del tipo de lesiones y del momento en
que se manifiesten las mismas. En el caso de daños personales, esto sucederá cuando se hayan determinado las
lesiones totales, incluyendo las psicológicas y/o cuando haya cesado íntegramente el resultado dañoso, en el caso
de los daños continuados.
7. Responsabilidad por hechos ajenos
(CC art.1903)

5016 La regla general es que se responde por hechos propios, pero la regla general, a veces, se excepciona y surge la
responsabilidad por actos de terceros. El fundamento último de esta responsabilidad por hecho ajeno es la «culpa
in eligendo o in vigilando», pero la jurisprudencia ha objetivizado esta responsabilidad y en escasas ocasiones ha
admitido la prueba liberatoria. Son todos supuestos de responsabilidad directa.
5018 Responsabilidad de los padres por los daños causados por los hijos. Responsabilidad de los tutores
Responden los padres por los daños causados por los hijos menores de edad o incapaces que estén bajo su guarda.
Para que los padres respondan de los hechos de los hijos es necesario que los daños sean imputables a éstos,
es decir, que los daños se deban a una conducta culposa del menor o sin que exista conducta negligente del
menor cuando nos encontremos ante un supuesto de responsabilidad objetiva. Los presupuestos para que surja esta
responsabilidad son:
- que el hijo sea menor de edad o tenga su capacidad modificada legalmente y se encuentre bajo la tutela, o patria
potestad prorrogada o rehabilitada;
- que se encuentre bajo la guarda de los padres en el momento de causación de los daños, este presupuesto
adquiere especial importancia en el caso de que la guarda no corresponda conjuntamente a ambos progenitores ( TS
10-11-06, EDJ 306299 ; 8-3-08).
En este caso, aunque en ocasiones la Jurisprudencia ha optado por atribuir la responsabilidad al progenitor que en
el momento de causación de los daños tenía atribuida la guarda del hijo ( TS 11-10-90, EDJ 9254 ), lo normal es
que se exija responsabilidad a ambos padres. En términos similares se regula la responsabilidad de los tutores por
los tutelados, menores o incapaces, con la única diferencia que en este caso se exige la convivencia del tutor y
tutelado, para exigir la responsabilidad del primero por los hechos causados por el menor o incapaz.
5020 Responsabilidad de los centros docentes
Los titulares de un centro docente de enseñanza no superior, público o privado, responden de los daños y perjuicios
que causen sus alumnos menores de edad durante los períodos de tiempo en que los mismos se encuentren
bajo el control o vigilancia del profesorado del centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y
complementarias ( TS 4-6-07, EDJ 70067 ; 30-6-09, EDJ 150923 ). La responsabilidad recae sobre el titular del
centro educativo, persona física o jurídica, pública o privada. En el caso de titularidad pública la responsabilidad se

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determinará conforme a las normas previstas en la LRJPAC. Para que surja la responsabilidad del centro docente
es necesario que:
- sea un centro de enseñanza no superior;
- que el causante de los daños sea menor de edad; y
- que el daño se produzca durante el espacio y tiempo en el que el alumno está bajo el control del personal del
centro, desarrollando cualquier tipo de actividad escolar o extraescolar organizada por aquél.
Corresponde la carga de la prueba al centro docente.
5022 Responsabilidad de los empresarios por daños causados por sus dependientes
Los dueños o directores de un establecimiento o empresa son responsables de los perjuicios causados por sus
dependientes en el desarrollo de la actividad en que los tuvieran empleados, o con ocasión de sus funciones. Los
presupuestos para que surja la responsabilidad del empresario son:
- la relación de dependencia; y
- que los daños se deriven del desarrollo de las funciones que le han sido encomendadas por el empresario.
En cuanto a la relación de dependencia no exige la jurisprudencia una relación laboral como tal, basta que el
causante de los daños actúe bajo las órdenes del empresario, aún sin relación contractual entre ellos ( TS 30-10-03,
EDJ 127694 ; 6-5-09, EDJ 72813 ). Además, es necesario que los daños sean consecuencia del desarrollo de las
funciones que le han sido encomendadas. En los casos en los que el empresario responda por los hechos de sus
empleados se prevé una acción de regreso a su favor.
8. Responsabilidad por animales

5024 Señala el Código Civil que el poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que
causare, aunque se le escape o extravíe ( CC art.1905 ). Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño
proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido. Nos encontramos ante un caso de responsabilidad
objetiva, derivada del riesgo de la posesión o utilización de los animales, por lo que resulta suficiente que se produzca
el daño causado por un animal para que surja responsabilidad del poseedor o de quien se sirve de él, aun no
imputándose a este sujeto ningún tipo de culpa o negligencia. Sólo se extinguirá su responsabilidad cuando pruebe
la fuerza mayor, es decir, que la causa de los daños ha sido imprevisible e inevitable y se encontraba fuera de su
ámbito de control, o que los daños se deben a la culpa exclusiva de la víctima. El responsable es el poseedor del
animal o quien se sirve del mismo. Esta responsabilidad se aplica, por tanto, en los casos que exista un animal que se
encuentre bajo la posesión de hecho del hombre, e incluso cuando la misma falte por haberse escapado o extraviado
( TS 9-6-06, EDJ 89293 ; 9-9-14, EDJ 176187 ).
9. Responsabilidad por la tenencia de cosas
(CC art.1907 a 1910)

5026 El Código Civil regula una serie de supuestos de responsabilidad en los que la nota común es la responsabilidad del
propietario de un bien, o quien ostente su control, por los daños que cause el mismo o las personas que se sirven
de aquél.
5028 Responsabilidad del propietario en caso de ruina del edificio
El propietario de un edificio responde de los daños causados por la ruina de todo o parte de él, cuando se deban a
la falta de las reparaciones necesarias ( CC art.1907 ). La diligencia del propietario se manifiesta en la realización de
las reparaciones necesarias para evitar ese estado de ruina, lo que se corresponderá con el cumplimiento de las
obligaciones impuestas en CC art.389 y 391 . Sin embargo, producidos los daños por ruina del edificio se presume
la culpa del propietario, por lo que en cierta forma se produce la objetivización de la responsabilidad ( TS 19-7-07,
EDJ 100767 ).
El responsable es el propietario, que responde por la ruina de cualquier tipo de construcción o quien esté obligado a
evitar ese estado de ruina ( TS 25-2-87, EDJ 1550 ). El CC art.1909 establece que si el daño se debe a un defecto
de construcción, además de contra el propietario, el perjudicado podrá dirigirse contra el arquitecto, o, en su caso,
contra el constructor, dentro de los plazos legales, previstos en la Ley de ordenación de la Edificación. Cuando en
este caso responda el propietario podrá repetir contra arquitecto o constructor.
5030 Responsabilidad por la explosión de máquinas o inflamación de sustancias explosivas

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(CC art.1908.1)

El Código Civil obliga al propietario de máquinas o sustancias explosivas a responder por los daños causados por su
explosión cuando las máquinas no hubiesen sido cuidadas con la debida diligencia o se produzca la inflamación de
sustancias explosivas si no estuviesen colocadas en lugar seguro y adecuado.
La responsabilidad tiene carácter subjetivo, pero desde el momento que se presume que la explosión o la inflamación
de las sustancias explosivas se debe a una falta de cuidado del propietario en su conservación o mantenimiento
se está objetivizando la culpa.
5032 Responsabilidad del propietario de árboles
(CC art.1908.2)

Dispone el Código Civil que el propietario de un árbol situado en sitios de tránsito responde por su los daños
que cause su caída, salvo que la misma se deba a fuerza mayor. De nuevo, nos encontramos ante un caso de
responsabilidad objetiva, que tendrá lugar cuando la caída se deba a la conducta de un tercero, la propia culpa de la
víctima o a un acontecimiento imprevisible e inevitable TS 9-5-05, EDJ 71445 ).
5034 Responsabilidad del responsable de emanaciones y humos
(CC art.1908.3)

Es responsable, el propietario de cloacas o depósitos de materias infectantes de los daños que se deriven de las
emisiones no tolerables de los mismos, salvo que esas emanaciones se deban a un defecto de construcción.
Además de contra el propietario, el perjudicado podrá dirigirse contra el arquitecto, o, en su caso, contra el constructor,
dentro de los plazos legales, previstos en la Ley de ordenación de la Edificación. Cuando en este caso responda el
propietario podrá repetir contra arquitecto o constructor. Actualmente, esta responsabilidad se traslada a cualquier
tipo de emisión que suponga un ataque al medio ambiente. Es una responsabilidad de carácter objetivo, con inversión
de la carga de la prueba.
5036 Responsabilidad por caída de cosas
(CC art.1910)

El Código Civil señala la responsabilidad del cabeza de familia que habita una casa o parte de ella por los daños
causados por las cosas que se arrojaren o cayeren de la misma. La responsabilidad que consagra esta norma no es
directa del propietario sino de quien tenga atribuido su uso, que puede ser el propietario, o un tercero (arrendatario,
usufructuario, etc).
Se responde por los daños que cause la caída de cosas voluntaria o no, las filtraciones de líquidos u otras sustancias,
no sólo hacia el exterior sino también en el interior de la vivienda. Es una responsabilidad objetiva del «cabeza de
familia» que podrá repetir posteriormente contra el causante de los daños ( TS 4-12-07, EDJ 233278 ).
10. Responsabilidad objetiva en leyes especiales

5038 Existen supuestos en los que la responsabilidad surge al margen de toda idea de culpa, siendo lo importante la
relación de causalidad, es decir, que los daños se puedan imputar a un determinado comportamiento al margen de
la conducta diligente o no del sujeto, se habla entonces de responsabilidad objetiva. El sujeto que causa los daños
responde pese a que haya actuado sin culpa y sólo se verá exonerado si prueba la ruptura de la relación de causalidad.
5040 Responsabilidad por daños causados por vehículo de motor
(RDLeg 8/2004)

El Texto Refundido de la Ley de responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor consagra una
responsabilidad objetiva para los daños personales y una responsabilidad por culpa en los términos del CC art.1902 .
Respecto a los daños personales el conductor responsable de los daños no responderá cuando fueron debidos
únicamente a la conducta o la negligencia del perjudicado o a fuerza mayor extraña a la conducción o al
funcionamiento del vehículo.
No se considerarán casos de fuerza mayor los defectos del vehículo ni la rotura o fallo de alguna de sus piezas o
mecanismos ( RDLeg 8/2004 art.1.1). El conductor y el propietario del vehículo son responsables de los daños
personales sean producto de la circulación de un vehículo a motor. Para garantizar esta responsabilidad la ley obliga
a la contratación de un seguro obligatorio.

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La cuantificación de los daños personales debe hacerse obligatoriamente de acuerdo con el baremo de daños que
aparece en la Ley, baremo que ha sido utilizado por los Tribunales para determinar los daños en otros supuestos
de responsabilidad.
5042 Responsabilidad por productos defectuosos
El RDLeg 1/2007 art.137 obliga a responder al productor de los daños que se deriven de un producto defectuoso,
entendiendo por éste, aquél que no ofrezca la seguridad que cabría legítimamente esperar, teniendo en cuenta todas
las circunstancias y, especialmente, su presentación, el uso razonablemente previsible del mismo y el momento de
su puesta en circulación ( TS 12-7-14). Para que surja esta responsabilidad el consumidor deberá probar el defecto,
el daño y la relación de causalidad entre ambos para obtener la reparación de los daños causados. No obstante,
no surgirá esta responsabilidad en los siguientes supuestos cuando:
- no se había puesto en circulación el producto;
- es posible presumir que el defecto no existía cuando el producto se puso en circulación el producto;
- el producto no había sido fabricado para la venta o distribución, ni fabricado, importado etc. en el marco de una
actividad profesional o empresarial;
- el defecto se debió a que el producto fue elaborado conforme a la normativa vigente;
- el defecto es imputable a la concepción del producto al que ha sido incorporado o a las instrucciones dadas por
el fabricante del mismo;
- el estado los conocimientos científicos existentes cuando se puso en circulación no permitían saber la existencia
del defecto.
La responsabilidad por productos defectuosos tiene una plazo de preinscripción especial de 3 años desde que se
produjeron los daños.
5044 Responsabilidad por navegación aérea
La responsabilidad por daños derivados de la navegación aérea de personas, equipajes y cosas tiene naturaleza
objetiva como se desprende de la Ley Navegación Aérea que dispone que «La razón de indemnizar tiene su base
objetiva en el accidente o daño y procederá, hasta los límites de responsabilidad que en este capítulo se establecen,
en cualquier supuesto, incluso en el de accidente fortuito y aun cuando el transportista, operador o sus empleados
justifiquen que obraron con la debida diligencia» (L 48/1960 art.120).
Es una responsabilidad limitada en su cuantía, salvo que se pruebe que los daños se deben a culpa del transportista
u operador que responderá de sus propios actos y de los de sus empleados ( TS 4-7-14, EDJ 196423 ). Se impone
la asegurabilidad obligatoria y los plazos de preinscripción se acortan respecto al plazo general, al exigir la ley un
plazo de 6 meses para la reclamación de los daños.
5046 Responsabilidad por daños derivados de la caza
(L 1/1970)

La Ley de caza obliga al cazador que con ocasión del desarrollo de una actividad de caza causa unos daños a un
tercero a responder en todo caso, salvo cuando los daños se deban a fuerza mayor, culpa exclusiva de la víctima.
El carácter objetivo de la responsabilidad justifica la exigencia de asegurabilidad obligatoria. Cuando no estuviera
identificado el autor del daño la responsabilidad será solidaria entre todos los miembro de la partida de caza ( TS
28-4-06, EDJ 65261 ).
5048 Responsabilidad por daños causados por la energía nuclear
(L 12/2011 art.16)

La Ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por materiales radiactivos obliga a responder
de manera objetiva a los explotadores de las instalaciones radiactivas situadas en territorio nacional en las que
se manejen, almacenen, manipulen o transformen materiales radiactivos que no sean sustancias nucleares serán
responsables de conformidad con la presente ley, por los daños causados dentro del territorio nacional, que sean
consecuencia de un accidente, siempre que tales daños se produzcan como resultado de la emisión de radiaciones
ionizantes y tanto si tal accidente ocurre dentro de las instalaciones, como durante el transporte, almacenamiento
o manejo de dichos materiales en cualquier lugar fuera de las mismas. Como en los casos anteriores es una
responsabilidad limitada en su cuantía y que exige un seguro de responsabilidad obligatorio que dé cobertura a los
daños causados.
5050 Responsabilidad por daños causados por la Administración
«Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes, de toda
lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la

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lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos» (Ley Régimen jurídico de
las Administraciones públicas art.139). Es una responsabilidad objetiva, responde tanto del funcionamiento normal
como anormal y sólo se exonera cuando los daños sean imprevisibles o inevitables conforme al estado de la ciencia
y de la técnica en el momento de producirse; la culpa de la víctima no permitirá exonerar a la Administración, tan
sólo moderar su responsabilidad ( TS 3-12-12, EDJ 303149 ; 30-4-13, EDJ 55410 ).
C. Derecho de obligaciones

5052 Elementos 5056


Fuentes 5058
Clases 5060
Cumplimiento 5072
Incumplimiento 5081
Garantías 5091
Extinción 5092
5054 Obligación es un vínculo jurídico que une a dos personas, llamadas acreedor y deudor. En virtud de ese vínculo
jurídico estas personas son titulares de diversos derechos, deberes y responsabilidades. El deudor queda sujeto a
realizar una prestación a favor del acreedor, para la satisfacción de un interés de este digno de protección, y a este
le compete un correspondiente poder (derecho de crédito) para pretender y exigir tal prestación.
El acreedor goza de un derecho subjetivo (de crédito) que le faculta para exigir al deudor un comportamiento que
puede consistir en dar, hacer, o no hacer alguna cosa. El deudor es sujeto de un deber jurídico, que consiste en
observar ese determinado comportamiento o realizar la prestación.
Si el deudor incumple o cumple mal su obligación, la deuda se convierte en responsabilidad, como consecuencia
del incumplimiento.
5056 Elementos y causa
Son elementos de la obligación:
a) Vínculo: es el nexo que liga a una persona con la otra. Este vínculo engloba:
- el débito, deuda o deber de prestación frente al que existe el derecho de crédito a exigir el cumplimiento, y
- la responsabilidad, que se genera para el deudor en caso de cumplimiento defectuoso o incumplimiento de la
prestación, y de la que responde el deudor con su patrimonio.
b) Sujetos: son las personas ligadas por el vínculo. Sujeto activo es el acreedor, mientras que el sujeto pasivo de la
obligación es el deudor. En cada una de las posiciones, activa o pasiva, pueden confluir una pluralidad de sujetos.
c) Prestación: es el contenido u objeto de la obligación y está constituida por la conducta en cuya observancia estriba
el deber del obligado. Tiene como finalidad satisfacer un interés del acreedor, que puede ser o no pecuniario. Y
debe consistir en dar, hacer o no hacer alguna cosa ( CC art.1088 ).
Toda prestación ha de cumplir tres requisitos:
- ser posible (nadie puede obligarse a algo que sea imposible);
- lícita (no ser contraria a la ley, la moral o las buenas costumbres); y
- determinada o determinable (conforme a criterios fijados de antemano, excluyéndose que pueda quedar al arbitrio
de una de las partes, ni tampoco al acuerdo posterior de las dos).
La causa es el fin objetivo o inmediato a que la obligación se dirige. Puede ser onerosa o gratuita.
5058 Fuentes
(CC art.1089)

Las obligaciones nacen de:


a) la ley (que impone al sujeto observar una determinada conducta);
b) los contratos (que tienen para las partes fuerza de ley y deben cumplirse al tenor de lo dispuesto en ellos);
c) los cuasicontratos;
d) actos u omisiones tipificados como ilícitos penales, que generan la responsabilidad civil procedente del delito; y

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e) actos y omisiones en que intervenga culpa o negligencia que generan obligaciones derivadas de la responsabilidad
extracontractual.
Las obligaciones que nacen de los cuasicontratos se generan por un hecho lícito y voluntario del autor que produce
consecuencias, normalmente indemnizatorias. Los cuasicontratos admitidos en nuestro derecho son:
- gestión de negocios ajenos ( CC art.1888 ); y
- cobro de lo indebido por error ( CC art.1895 ) y el enriquecimiento sin causa.
La voluntad unilateral no es fuente de obligaciones, por sí sola, sino que debe ser aceptada por otro sujeto para
generar realmente obligaciones.
5060 Clases de Obligaciones
La clasificación de las obligaciones puede hacerse atendiendo a diferentes criterios:
- por razón de la prestación (nº 5062 );
- atendiendo a la pluralidad de sujetos que pueden concurrir en el lado activo (de créditos) o pasivo (de deudas) (nº
5066 );
- según la interconexión entre las obligaciones (nº 5068 ); y
- otras clases de obligaciones (nº 5070 ).
5062 Por razón de la prestación
Podemos distinguir:
1. Obligaciones positivas y negativas Según el comportamiento del deudor consista en realizar una acción o una
omisión.
a. Las obligaciones negativas: son aquellas en las que la prestación consiste en un no hacer o en tolerar que el
acreedor haga algo.
b. Las obligaciones positivas: se dividen en obligaciones de dar y hacer:
- En la obligación de dar, el deudor se obliga a entregar una cosa al acreedor, que puede ser genérica o determinada.
En caso de entrega de cosa determinada, surgen una serie de obligaciones complementarias, como la de conservar
la cosa con la diligencia de un buen padre de familia hasta su entrega ( CC art.1094 ), la de entregar todos sus
accesorios aunque no hayan sido mencionados ( CC art.1097 ), y la de entregar al acreedor los frutos que la cosa
haya tenido desde que nace la obligación de entrega ( CC art.1095 ).
- En la obligación de hacer, el deudor se obliga a realizar una determinada actividad, que puede tener como finalidad,
únicamente el desarrollo de dicho comportamiento (obligación de medios) o bien obtener un determinado resultado.
2. Obligaciones transitorias o de tracto único Son aquellas en las que la prestación se agota en un solo acto o en
varios aislados, y obligaciones duraderas, llamadas de tracto continuo o periódico, en las que la prestación consiste
en conductas permanentes o reiteradas en el tiempo.
3. Obligaciones alternativas Son las que tienen por objeto varias prestaciones posibles entre las que el deudor debe
elegir una para cumplir con ella íntegramente. La individualización de la prestación con que ha de cumplirse se llama
concentración. A partir de la concentración, la obligación pierde toda especialidad.
5064 4. Obligaciones facultativas Son aquellas en las que se debe una prestación totalmente individualizada, pero en el
momento de cumplir, el deudor puede liberarse ejecutando la prestación debida o la facultativa.
5. Obligaciones genéricas y específicas Obligación específica es aquella cuyo objeto está individualmente
determinado, mientras que la obligación genérica es aquella que presenta un objeto determinado por características
genéricas (que son comunes a todas las que forman el género) y sin que se identifiquen o se individualice, dentro
del género los concretos bienes que serán objeto de entrega. El obligado debe un ejemplar cualquiera dentro del
género del que se trate.
A partir de la especificación, la obligación genérica se convierte en específica. La especificación puede realizarse
mediante el cumplimiento, o con carácter previo al mismo (cuando así haya sido dispuesto por las partes).
6. Obligaciones divisibles e indivisibles Según que en abstracto puedan ser cumplidas o no por partes iguales,
mediante el fraccionamiento de la prestación total en varias menores de contenido homogéneo y valor proporcional,
que produzcan al acreedor una utilidad cuantitativamente menor que el todo pero cualitativamente igual a este.
7. Obligaciones pecuniarias Dentro de las obligaciones de dar, cobra especial relevancia la obligación pecuniaria,
consistente en entregar una suma de dinero en concepto de tal. Es una obligación genérica, cuyo género es el
dinero. Puede consistir en entregar una cantidad de dinero, es decir de unidades monetarias, o de pagar en dinero un

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determinado valor. En este último caso, es habitual pactar cláusulas de estabilización para eliminar el efecto negativo
de la devaluación monetaria y la inflación.
Las obligaciones de cantidad de dinero pueden clasificarse en obligaciones líquidas o ilíquidas. Las obligaciones
de cantidad son líquidas cuando no sólo está determinado en qué consiste la obligación, sino que también está fijada
numéricamente su cuantía.
Dentro de las deudas pecuniarias destaca la obligación de intereses, consistente en que el deudor se obliga a pagar
una cantidad de cosas de la misma especie que las debidas, proporcional a la cuantía de estas y a la duración del
plazo de abono de la deuda. Los intereses pueden ser retributivos o resarcitorios, pueden tener un origen de carácter
legal, judicial o convencional, y su cálculo puede realizarse conforme al interés pactado o el legal. No pueden ser
usurarios ni leoninos, puesto que en tal caso se declararían nulos, debiendo el prestatario devolver exclusivamente
el principal adeudado.
5066 Atendiendo a la pluralidad de sujetos que pueden concurrir en el lado activo (de créditos) o pasivo (de deudas)
Se distingue entre obligaciones mancomunadas y solidarias. En nuestro Derecho, la regla es la mancomunidad ( CC
art.1137 ), salvo en la responsabilidad extracontractual donde la regla se invierte.
a) En la obligación mancomunada, cada deudor debe y cada acreedor tiene derecho a exigir sólo una parte de
la obligación total (puede exigirse separadamente su parte y con independencia de los demás). Cuando se trata de
obligaciones mancomunadas divisibles, se habla de obligaciones parciarias, dado que la obligación se desgaja en
tantas partes iguales como acreedores o deudores haya.
b) En la obligación solidaria, cada acreedor tiene derecho a la totalidad de la prestación, y cada deudor está obligado
a prestar el todo, aunque sólo una porción de dicha deuda es suya.
5068 Según la interconexión entre las obligaciones
Pueden ser obligaciones unilaterales y bilaterales.
Son bilaterales cuando existe una reciprocidad, porque ambas obligaciones son la una contrapartida de la otra. Se
trata de dos obligaciones englobadas en una relación jurídica superior que abarque a ambas. Cuando simplemente
una persona está obligada frente a otra, o aunque se deban mutuamente no hay conexión entre sus obligaciones,
se habla de obligación unilateral.
Las obligaciones bilaterales tienen dos especialidades frente a las unilaterales: La exigencia de cumplimiento
simultáneo, salvo acuerdo en contrario o disposición especial; y la aplicación en caso de incumplimiento de una
obligación del CC art.1124 , a cuyo tenor, cuando uno de los obligados no cumple y el otro ha cumplido o está
dispuesto a cumplir, éste puede exigir el cumplimiento forzoso, o la resolución de la obligación, y en cualquiera de los
supuestos, la indemnización de los daños y perjuicios sufridos. Y aun habiendo optado por el cumplimiento, puede
optar por la resolución cuando el cumplimiento resultare imposible.
5070 Otras clases de obligaciones
Por lo que también podríamos mencionar otras clases de obligaciones, entre las que destacan:
a) Las obligaciones principales y accesorias. La principal puede existir por sí sola, la accesoria presupone otra
principal de la que depende y en función de la que se justifica, tendiendo a asegurarla o a completar sus efectos. La
obligación accesoria sigue la suerte de la principal.
b) Las obligaciones puras, condicionales o a plazo. Las partes pueden pactar que la obligación esté sometida a
plazo (inicial o final) o a condición (suspensiva o resolutoria) cuyo régimen se disciplina en CC art.1121 a 1129 .
5072 Cumplimiento de la obligación
El pago o cumplimiento consiste en la realización por el deudor del comportamiento previsto en la obligación. El pago
es la ejecución de la prestación debida ( CC art.1157 ) que extingue la obligación ( CC art.1156.1º ). El fin natural
de la obligación es proporcionar la satisfacción del interés del acreedor mediante el cumplimiento de la prestación
debida, y en su defecto, la indemnización de los perjuicios que el incumplimiento le reporte.
5073 Requisitos
El pago ha de cumplir una serie de requisitos consistentes en que respecto a la obligación, ésta debe ser existente,
exigible, y estar vencida. En cuanto a la prestación, se requiere la ejecución exacta de la conducta constitutiva de
aquella prestación, lo que implica la identidad y la integridad (e indivisibilidad) del pago. Cuando la prestación debida
es un negocio jurídico, se precisa la declaración (expresa o tácita) de realizarla con el fin de cumplir la obligación
(«solvendi animo»).
5074 Circunstancias del pago
La exactitud del pago implica la realización del mismo en el lugar, tiempo y forma debidos.

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a) El lugar del pago será el que se haya pactado. En su defecto, si es cosa determinada, debe entregarse en el
lugar en que la cosa existiera en el momento de constituir la obligación. Como norma de cierre, el cumplimiento se
realizará en el domicilio del deudor, y si se excluye este, y no puede fijarse otro lugar conforme a las reglas del CC
art.1171 , será en el domicilio del acreedor.
b) El tiempo del cumplimiento, en principio, la obligación ha de cumplirse tan pronto como existe. En este sentido,
las obligaciones puras y las sometidas a condición resolutoria o a término final deben pagarse inmediatamente ( CC
art.1113.1º y 2º y CC art.1125 a contrario sensu). En cambio, las obligaciones bajo condición suspensiva, han de
cumplirse cuando la condición se cumpla ( CC art.1113 a contrario sensu) y las sometidas a término inicial, cuando
éste llegue ( CC art.1125 ) o cuando la ley lo declare vencido.
c) En cuanto a la forma, la obligación ha de cumplirse realizando la prestación, según la naturaleza de la misma, la
buena fe y el uso ( CC art.1258 ) en la forma y con la diligencia que en ella o en la ley se determine. Si nada se ha
especificado, debe observarse la diligencia de un buen padre de familia.
Respecto a los gasto, salvo pacto en contrario, los gastos que origine el cumplimiento (por hacerlo en el tiempo, lugar
y forma debidos) son de cuenta del deudor ( CC art.1168 ), porque se trata de gastos ocasionados y necesarios para
realizar exactamente la prestación prometida.
5076 Imputación del pago
Es la designación de la deuda a la que debe aplicarse la prestación realizada por el deudor entre aquellas deudas
iguales que tiene con el mismo acreedor. La imputación la realiza el deudor, según su voluntad, en declaración
recepticia. Tiene algunos límites, así en caso de obligación de intereses, mientras no se cubran estos, no puede
aplicarse el pago al capital. En defecto de imputación por el deudor, la ley determina una serie de reglas consistentes
en el pago del interés antes que capital, de la deuda más onerosa para el deudor, y como regla de cierre, el pago
a prorrata entre todas ellas ( CC art.1173 y 1174 ).
5077 Sujetos del pago
El deudor es el sujeto activo o «solvens» en el pago: en principio debe pagar el deudor, por sí o mediante otra
persona que obre en su nombre, o por su cuenta, pero también se admite el pago hecho por un tercero. El acreedor
sólo puede rechazar el pago de un tercero cuando la calidad y circunstancias de la persona del deudor se hubiesen
tenido en cuenta al estipular la obligación ( CC art.1161 ). El «solvens» debe tener capacidad para realizar el acto
en que consista el cumplimiento. En las obligaciones de dar, el pagador ha de tener, además, la libre disposición de
la cosa debida y capacidad para enajenarla.
El acreedor es el sujeto pasivo del pago o «accipiens»: sólo puede recibir la prestación ejecutada el acreedor (o su
representante legal o voluntario), o la persona autorizada para recibir el pago en su nombre ( CC art.1162 ), quien
puede recibirlo pero no exigir su cumplimiento. El «accipiens» debe tener la capacidad necesaria para administrar
sus bienes. No obstante, el pago hecho a un acreedor incapaz es válido en aquello (todo o parte en) que le fue útil.
Igualmente es válido el pago hecho de buena fe al acreedor aparente, y el hecho a un tercero que le haya sido útil
al acreedor.
5079 Subrogados del pago
Existen otros medios distintos al pago, a los que se atribuyen los efectos del mismo, por lo que se denominan
subrogados del pago: son la dación en pago, el pago por cesión de bienes, la compensación, la condonación y la
consignación:
a) La dación en pago implica el acuerdo entre acreedor y deudor, posterior al nacimiento de la obligación, mediante
el cual el deudor cumplirá realizando una prestación distinta de la prevista, quedando liberado cuando la realice.
b) Con el pago por cesión de bienes, no se extingue directamente la obligación, sino que el deudor acuerda con sus
acreedores la cesión de determinados bienes para que con el producto de su venta, estos cobren sus créditos hasta
donde alcance el producto obtenido por ellos. En lo que reste, la deuda subsiste.
c) En la consignación, si el acreedor rechaza injustificadamente el ofrecimiento de pago realizado por el deudor, este
tiene, al margen de otros efectos jurídicos, (como la mora «accipiendi»), la posibilidad de liberarse de la obligación
mediante la consignación. Ésta consiste en depositar la cosa debida a disposición de la autoridad judicial ( CC
art.1178.1º ). La obligación se extingue cuando el juez declara que la consignación está bien hecha.
d) La compensación, es un modo de extinción de las obligaciones, «ope iuris», que se da cuando dos personas, por
derecho propio, son recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra. En dicho caso, el crédito y la deuda
se extinguen en la cantidad concurrente.
e) La condonación o remisión: es la renuncia (expresa o tácita) del acreedor, a título gratuito, a su derecho de crédito.
Como consecuencia de esta renuncia el derecho se extingue y el deudor queda liberado.

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5081 Incumplimiento
Se produce desde el momento en que el deudor no realiza exactamente el comportamiento previsto en la obligación.
Sus efectos varían en función de cuáles sean la causa (imputable o no al deudor) y la entidad del mismo (es decir
que se trate de cumplimiento parcial, o defectuoso, o moroso, o incumplimiento total).
5082 Causas del incumplimiento
Se clasifican según el incumplimiento sea imputable al deudor (dolo o culpa) o no (caso fortuito y fuerza mayor):
1. Causas imputables al deudor:
a) El dolo consiste en la transgresión voluntaria y consciente de la obligación, es decir es obrar de mala fe. No se
requiere la intención de dañar, sólo que exista un incumplimiento premeditado. No se presume nunca, por lo que ha
de probarlo quien lo alegue.
b) La culpa o negligencia del deudor consiste en la omisión de la diligencia debida y exigible, esto es, la que exija la
naturaleza de la obligación y corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar. La obligación
puede expresar cuál es el nivel de diligencia exigible, si no lo hace, se entenderá que debe observarse la que
correspondería a un buen padre de familia ( CC art.1104 ). La culpa del deudor se presume «iuris tantum» ( CC
art.1183 ). La culpa puede graduarse:
- máxima (culpa lata) consistente en no proceder ni siquiera con la más elemental diligencia que cualquiera guarda;
- culpa leve u omisión de la diligencia normal; y
-culpa levísima consistente en omitir la diligencia que sólo observan las personas más cuidadosas.
La culpa puede ser valorada en abstracto (objetiva, con referencia a la diligencia del hombre medio) o en concreto
(subjetiva, con respecto al nivel de diligencia que pone el interesado en sus propios asuntos). A falta de pacto sobre
cuál haya de ser la diligencia exigible, se aplica la diligencia de un buen padre de familia ( CC art.1104 ).
2.Causas no imputables al deudor: el deudor no responde de aquellos supuestos que no hubieran podido preverse,
o que previstos fueran inevitables ( CC art.1105 ). Las notas que caracterizan al caso fortuito y la fuerza mayor son,
respectivamente, la imprevisibilidad y la inevitabilidad, y la procedencia interna o externa del hecho impeditivo,
con respecto al poder de decisión del deudor. Para la exoneración de responsabilidad es preciso que junto a la
inevitabilidad, el deudor haya desplegado la diligencia que debía observar en el cumplimiento de la obligación.
5084 Tipos de incumplimiento
Puede ser incumplimiento total o cumplimiento inexacto de la prestación:
1. El incumplimiento total se da cuando falta por completo la realización de la prestación.
2. En el cumplimiento inexacto debe distinguirse a su vez, entre el cumplimiento puntual inexacto, en el que la
prestación realizada no es idéntica a la prometida; y el cumplimiento moroso, en que el cumplimiento implica la
ejecución de la prestación debida con posterioridad a que el deudor haya incurrido en mora.
La mora del deudor («mora debitoris») es el retraso jurídicamente relevante en el cumplimiento de la obligación (que
ni impide ni hace inútil el cumplimiento tardío), del que es responsable el deudor. Para incurrir en mora además
del retraso, es necesario que el acreedor haya reclamado el cumplimiento. A partir de la intimación al deudor, sea
judicial o extrajudicial, el deudor incurre en mora ( CC art.1100 ). Por excepción, la mora puede ser automática. En
las obligaciones recíprocas, sólo quien ha cumplido o se ha allanado a cumplir, puede constituir en mora a la otra
parte. Como consecuencia de la mora, el deudor debe indemnizar los daños y perjuicios ocasionados al acreedor,
y responde a partir de la mora, de la imposibilidad de cumplir la prestación, aunque proceda de caso fortuito o fuerza
mayor.
5086 Consecuencias del incumplimiento
Si el deudor no responde del incumplimiento, el acreedor debe soportar el cumplimiento inexacto o incumplimiento.
1. Imputable. Si la causa del incumplimiento es imputable al deudor, en tanto que responsable del mismo, cabe exigir
al deudor bien el cumplimiento forzoso, bien la indemnización de daños y perjuicios, o ambos, en su caso.
2. Remedios. Cuando el deudor es responsable del no cumplimiento exacto de la prestación, el ordenamiento
dispone, como regla, que si aún es posible obtener la prestación, se exija el cumplimiento forzoso, lo que implica la
ejecución «in natura» de la prestación debida, sea por sí mismo, o a su costa. Sólo si no es posible lo anterior, cabe
el cumplimiento por equivalencia, y, además, que se indemnicen al acreedor los daños y perjuicios ocasionados por
el cumplimiento inexacto o moroso. Excepcionalmente, en caso de obligaciones recíprocas, la ley concede al acreedor
la facultad de optar libremente entre pedir el cumplimiento o la resolución, con la indemnización correspondiente en
cada caso ( CC art.1124 ).

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5088 Alcance de la indemnización
La indemnización de daños y perjuicios comprende tanto el daño emergente (pérdida sufrida) como el lucro cesante
(ganancia que se ha dejado de obtener) ( CC art.1106 ). Se distingue:
a) Si el incumplimiento se debe a culpa del deudor, se indemnizan los daños previstos o que se hayan podido prever
al tiempo de constituirse la obligación, y que sean consecuencia necesaria de su falta de cumplimiento. Cabe la
moderación judicial de la indemnización por culpa.
b) Si el incumplimiento es doloso, el deudor responde de todos los daños que conocidamente se deriven de él,
aunque no estuvieran previstos o fueran imprevisibles y aunque no sean consecuencia necesaria de dicha falta ( CC
art.1107 ).
En cuanto a la prueba: El incumplimiento se presume culpable (por culpa del deudor, CC art.1183 , si bien se admite
prueba en contrario) por lo que el acreedor debe probar, los daños y perjuicios causados y, en su caso, el dolo.
5090 Prescripción
La acción para exigir el cumplimiento, a tenor de lo dispuesto en el recién modificado CC art.1964 , prescribe a los
cinco años desde que pueda exigirse el cumplimiento de la obligación. Si se trata de una obligación de tracto continuo
(sea de hacer o de no hacer), el plazo comenzará cada vez que se incumplan.
5091 Garantías
El ordenamiento jurídico concede al acreedor determinadas garantías para procurarle la satisfacción de su derecho,
frente a un posible incumplimiento del deudor.
- La garantía general y básica es la sujeción de todo el patrimonio del deudor para el cumplimiento de sus obligaciones
( CC art.1911 ).
- La ley dispone determinadas acciones en defensa del crédito del acreedor, como son, con carácter general, pero
subsidiario, las acciones subrogatoria, y revocatoria o pauliana, reguladas en el CC art.1111 , o en determinados
supuestos, la acción directa.
- Otras garantías nacen del pacto entre las partes, y pueden ser de carácter real (hipoteca o prenda) o personal
(cláusula penal, arras, o derecho de retención).
5092 Extinción
Las obligaciones se extinguen con carácter general ( CC art.1156 ) por el pago o cumplimiento, por los subrogados
del pago (dación, consignación, condonación y compensación), por novación (extintiva), por imposibilidad de la
prestación, y por confusión.
D. Compraventa

5094 Obligaciones del vendedor 5097


Obligaciones del comprador 5104
Tiempo y lugar del pago del precio 5106
Pago de gastos 5108
5095 Es el contrato bilateral y oneroso por el cual una de las partes, llamada vendedor, se obliga a entregar a la otra,
denominada comprador, una cosa o derecho cuya existencia y legitimidad garantiza a cambio de una prestación de
dinero.
No existe ninguna particularidad respecto a la capacidad para asumir la posición de vendedor o comprador. Las
prohibiciones para celebrar el contrato de compraventa se enumeran en el CC art.1459 y se refieren únicamente al
comprador
Objeto: Cosa y precio. La cosa es el objeto de la prestación principal que asume realizar el vendedor. Incluye las
cosas en sentido material o físico y los bienes inmateriales o no corporales. Debe ser posible, lícita y determinada o
determinable. La obligación esencial del comprador es la de pagar el precio, que ha de ser cierto, en dinero o signo
que lo represente.
Rige el principio de libertad de forma, aunque para determinados supuestos las partes podrán compelerse
recíprocamente a adoptar una forma determinada.
Perfección del contrato Se produce con el consentimiento, pues se trata de un contrato consensual.
5097 Obligaciones del vendedor
Son las siguientes:

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- custodiar y conservar la cosa que está obligado a entregar con la diligencia de un buen padre de familia;
- entregar la cosa objeto de la compraventa con todos sus accesorios;
- saneamiento de la cosa vendida;
- hacer frente, salvo pacto en contra, a los gastos de escrituras y a los impuestos que correspondan.
5098 Obligación de entrega de la cosa
La entrega de la cosa consiste en ponerla en poder y posesión del comprador. Esta entrega es lo que se llama la
tradición.
La tradición puede ser real o ficticia. Real es la que ha sido definida, consistente en poner en poder y posesión del
comprador la cosa. La ficticia es equivalente a la real y tiene lugar cuando en lugar de la entrega de la cosa física, lo
que se hace es formalizar una escritura pública, se entregan llaves, etc.
5099 Tiempo y lugar de la entrega
La compraventa es un contrato bilateral y por tanto, las obligaciones recíprocas que produce tienen que cumplirse
simultáneamente, salvo que se haya pactado otra cosa. Si se ha pactado un momento para la entrega, en tal momento
debe hacerse.
Si se ha pactado un plazo para el pago del precio, el vendedor deberá entregar la cosa tras la perfección del contrato.
El lugar de la entrega de la cosa no está regulado específicamente en relación a la compraventa, por lo que habrá de
estarse a la regla general del lugar pactado, donde se encontraba la cosa, o el domicilio del deudor ( CC art.1171 ).
5101 Gastos de la entrega
Corresponderán a quien se haya pactado. En defecto de pacto serán a cuenta del vendedor. Los gastos de
otorgamiento de escrituras corresponden al vendedor, salvo pacto en contra.
5102 Saneamiento por evicción y por vicios ocultos
La obligación de saneamiento significa que el vendedor está obligado a proporcionar al comprador la posesión pacífica
y las características aparentes de la cosa entregada.
Se designa con el nombre de saneamiento por evicción la obligación de proporcionar la posesión pacífica. Con el
nombre de saneamiento por vicios ocultos, la de proporcionar las condiciones aparentes de la cosa.
5104 Obligaciones del comprador
La obligación del pago del precio es la obligación esencial del comprador.
Se trata de una obligación de dar consistente en la entrega de una suma de dinero. Es, pues, una típica obligación
pecuniaria.
5106 Tiempo y lugar del pago del precio
El comprador ha de pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar fijados por el contrato. En defecto de
pacto, el pago se hará en el tiempo y lugar en que se haga la entrega de la cosa vendida.
Como obligación complementaria a la del pago del precio el comprador está obligado a pagar intereses en los tres
casos que recoge el CC art.1501 .
5108 Pago de gastos
Se distinguen según sean:
a) De transporte: salvo pacto en contra, los gastos de entrega de la cosa son a cargo del vendedor. Los de transporte
o traslación una vez entregada la cosa corresponden al comprador.
b) De copia de la escritura y de inscripción registral: los gastos de escritura son del vendedor. Salvo pacto en
contrato, los de primera copia y los demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador. Los gastos de
inscripción en el Registro de la Propiedad, si se trata de cosa inmueble, son también a cargo del comprador.
E. Permuta
(CC art.1538 s.)

5110 El código contiene una escasa regulación de la permuta, remitiéndose a la compraventa, tal y como dispone el CC
art.1541 , en todo aquello que sea compatible.

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Contrato por el que una parte se obliga a transmitir a la otra la propiedad de una cosa a cambio de que ésta, a su
vez, se obligue a transmitirle la propiedad de otra cosa. Se caracteriza por suponer un cambio de cosa por cosa y
por la inexistencia de precio en dinero.
No hay en la permuta partes distintas como en la compraventa, sino que los permutantes tienen las mismas
obligaciones. Cada permutante tiene la obligación de entregar la cosa y de saneamiento respecto al otro permutante.
Con respecto al saneamiento por evicción en el caso de la permuta hay reglas específicas (contenidas, básicamente,
en el CC art.1540 ).
F. Donación
(CC art.618 s.)

5112 Obligaciones del donante 5115


Obligaciones del donatario 5117
Revocación de las donaciones 5118
Reducción de las donaciones por inoficiosidad 5120
5113 Constituye una liberalidad que se realiza mediante contrato, en virtud del cual una parte, llamada donante, empobrece
su patrimonio al realizar a título gratuito una atribución a favor de la otra parte, llamada donatario, que se enriquece.
El Donante es el que realiza la transmisión y el donatario es el que recibe y adquiere la cosa donada. Para ser donante
se requiere plena capacidad de obrar y el poder de disposición de los bienes. En cambio, para ser donatario basta
con tener capacidad jurídica. Sí se exige capacidad de obrar en el supuesto de aceptación de una donación modal.
A su vez, los derechos objeto de la donación pueden ser reales o de crédito. La cosa o derecho donado ha de ser
concreto e individualizado.
En el caso de la donación de cosas muebles habrá de estarse a lo que dispone el CC art.632 . En el caso de
donaciones de bienes inmuebles el CC art.633 deja claro que es necesaria la escritura pública.
El perfeccionamiento del contrato se produce cuando existe consentimiento y se observa la forma debida del
contrato.
5115 Obligaciones del donante
Según el tipo de donación de que se trate, el donante estará obligado a transmitir la propiedad o derecho real sobre
la cosa, o cumplir la deuda objeto de la obligación donada o liberar la obligación o gravamen.
No tiene obligación de saneamiento salvo si la donación es modal. Pero si se produce la evicción de la cosa donada,
aunque el donante no responda, el donatario se subroga en todas los derechos y acciones que en caso de evicción
corresponderían al donante.
5117 Obligaciones del donatario
Como negocio jurídico a título gratuito y como contrato unilateral, la donación no produce obligación alguna en el
donatario. Cabe que se le imponga una carga o modo, pero la obligación en este caso del donatario no nace de la
donación sino del modo.
5118 Revocación de las donaciones
Los supuestos de revocación de las donaciones son los siguientes:
a) Por superveniencia: que el donante tenga, después de la donación, hijos aunque sean póstumos.
b) Por supervivencia de hijos: que resulte vivo el hijo del donante que éste reputaba muerto cuando hizo la donación.
c) Por incumplimiento del modo: el modo constituye una obligación impuesta al donatario en el propio contrato
que debe ser cumplida. Si la incumple, culpablemente, el donante o sus herederos pueden exigirle su cumplimiento
forzoso o bien provocar la revocación de la donación.
d) Por ingratitud: el código sanciona algunas conductas graves de ingratitud, reprobabas socialmente, con un efecto
jurídico: si un donatario incurre en una de estas conductas la donación puede ser revocada. Estas conductas se
encuentran expresadas en el CC art.648 .
5120 Reducción de las donaciones por inoficiosidad
La legítima constituye una limitación en derecho de sucesiones a la facultad de disponer del testador. Si en el momento
de calcular las legítimas no hay bienes suficientes, es posible la reducción de las donaciones por inoficiosidad. Si la
donación es inoficiosa significa que perjudican a las legítimas.

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G. Arrendamiento

5122 Arrendamiento de cosa 5124


Arrendamiento de servicios 5126
Arrendamiento de obra 5128
Arrendamientos urbanos 5130
5123 El Código Civil lo concibe unitariamente a pesar de que su regulación, contenida en CC art.1542 s. establece que
puede ser de cosas, de obras o de servicios.
Estos tres tipos de arrendamientos son contratos consensuales, onerosos, bilaterales y de ejecución continuada.
5124 Arrendamiento de cosa
Es el contrato por el cual una parte, arrendador, se obliga a entregar y mantener temporalmente la posesión de una
cosa a la otra, arrendatario, por un precio cierto.
Son sujetos del contrato el arrendador, que se obliga a entregar la cosa y a mantener la posesión en el arrendatario,
y éste, que se obliga a pagar el precio y recibe la posesión de la cosa. En principio se requiere simplemente la
capacidad para contratar.
El objeto está constituido por la cosa y el precio. Puede ser objeto de arrendamiento todo tipo de cosas muebles
o inmuebles. No puede serlo, en cambio, una cosa que se consuma por el uso adecuado de la misma ni derechos
susceptibles de uso o disfrute que sean personalísimos e intransmisibles.
Sobre el precio, el CC exige que sea un precio cierto, determinado o determinable sin necesidad de un nuevo convenio
entre las partes. Normalmente se tratará de dinero, pero nada impide que consista en otra contraprestación. Puede
satisfacerse periódicamente o de una sola vez.
Con carácter general rige el principio de libertad de forma, aunque con ciertas excepciones muy concretas:
Obligaciones del arrendador:
- entregar al arrendatario la cosa objeto del contrato;
- mantener la posesión útil de la cosa al arrendatario.
Obligaciones del arrendatario:
- pagar el precio;
- usar la cosa arrendada con la diligencia de un padre de familia;
- debe poner urgentemente en conocimiento del arrendador la necesidad de reparaciones necesarias que a éste le
corresponden;
- pagar los gastos que ocasione la escritura del contrato, aunque cabe pacto en contra;
- devolver la cosa al extinguirse el arrendamiento.
El contrato se extingue por las causas generales de extinción de todos los contratos y además por las siguientes
causas específicas: transcurso del plazo, pérdida del derecho de arrendador o por falta de prueba del precio.
5126 Arrendamiento de servicios
Es el contrato en virtud del cual una de las partes se obliga a prestar a la otra un servicio por precio cierto.
Es un contrato consensual, bilateral, oneroso y de carácter temporal.
a) Sujetos: una de las partes se obliga a prestar el servicio y tiene el derecho a percibir la remuneración. Según la
mala terminología del CC se le denomina arrendador, aunque también se le llama trabajador, empleado o profesional.
La otra parte o sujeto tiene el derecho a que se realice el servicio y se obliga a pagar el precio o remuneración. El
CC lo llama arrendatario, aunque también se le puede denominar empleador o patrón. Se les exige la capacidad
general para contratar.
b) Objeto: está constituido por la prestación de servicios y el precio. El primero puede ser de cualquier tipo, manual
o intelectual. En cuanto al precio o remuneración puede consistir no solo en dinero, que será lo habitual si no en otra
cosa o incluso en otro servicio. Puede fijarse por unidad de tiempo, que será lo habitual, o por un precio alzado o
por resultados.
c) Forma: no es un contrato formal, sigue el principio de libertad de forma.

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d) Contenido: La obligación del empleado o profesional es la de prestar el servicio. Es una obligación de hacer.
Habrá de realizarse con la diligencia debida y adecuada a cada caso. Si no se ha pactado lo contrario, ha de hacerse
personalmente. El empleador tiene que pagar el precio o remuneración.
e) Duración: Es un contrato esencialmente temporal.
Se extingue por las causas generales de los contratos y además, entre otras, por transcurso del tiempo o terminación
del servicio prestado o por imposibilidad de su realización.
5128 Arrendamiento de obra
Es aquel contrato por el que una de las partes se obliga a ejecutar una obra por precio cierto. La obra puede consistir
en la creación o modificación de una cosa o en cualquier otro resultado producto de la actividad humana. La función
del contrato no es tanto la actividad en sí como el resultado de la misma. Éste es el objeto del pago o retribución.
a) Sujetos: El sujeto que se obliga a ejecutar la obra es llamado contratista o arrendador.
El que tiene el derecho a recibir la obra y a pagar el precio se le denomina comitente o dueño de la obra o arrendatario.
b) Objeto: La obra y el precio. La obra puede ser de creación, modificación o de reparación. Tiene que ser posible,
licita, determinada. Puede ser material o inmaterial. El precio tiene que ser cierto.
c) Forma: Libertad de forma
d) Obligaciones: que se pueden dividir en las siguientes:
- obligaciones del contratista: ha de realizar la obra, de acuerdo con lo pactado y según los usos y costumbres de
cada caso concreto. Ha de realizarse en el tiempo pactado de forma expresa o tácitamente;
- obligaciones del comitente o dueño de la obra: debe cooperar con el contratista para que éste realice correctamente
la obra. Está obligado al pago del precio que, si nada se ha pactado, será a la entrega de la obra.
e) Extinción: Además de por las causas generales de extinción de los contratos puede extinguirse por desistimiento
del comitente o dueño de la obra, por muerte del contratista intuitu personae o por imposibilidad de ejecutar la obra.
5130 Arrendamientos urbanos
(L 29/1994)

Es el contrato de arrendamiento, regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, cuyo objeto es una finca
urbana, distinguiendo si ésta se destina a vivienda o a uso distinto al de vivienda.
El arrendamiento de vivienda es aquel que recae sobre una edificación habitable cuyo destino principal sea satisfacer
la necesidad permanente de vivienda del arrendatario. El arrendamiento para uso distinto al de vivienda es aquel
que recae sobre una edificación, para la que la ley no exige su habitabilidad, cuya finalidad primordial sea un uso
distinto al de vivienda.
5132 Arrendamiento de vivienda
Dentro de este supuesto podemos distinguir:
1. Duración del contrato: la libremente pactada por las partes. Si ésta fuera inferior a tres años, llegado el día del
vencimiento del contrato, éste se prorrogará obligatoriamente por plazos anuales hasta que el arrendamiento alcance
una duración mínima de tres años, salvo que el arrendatario manifieste al arrendador, con treinta días de antelación
como mínimo a la fecha de terminación del contrato o de cualquiera de las prórrogas, su voluntad de no renovarlo.
Se entenderán celebrados por un año los arrendamientos para los que no se haya estipulado plazo de duración o
éste sea indeterminado. No procederá la prórroga obligatoria del contrato si, una vez transcurrido el primer año
de duración del mismo, el arrendador comunica al arrendatario que tiene necesidad de la vivienda arrendada para
destinarla a vivienda permanente para sí o sus familiares en primer grado de consanguinidad o por adopción o para
su cónyuge en los supuestos de sentencia firme de separación, divorcio o nulidad matrimonial. Si llegada la fecha
de vencimiento del contrato, o de cualquiera de sus prórrogas, una vez transcurridos como mínimo tres años de
duración de aquel, ninguna de las partes hubiese notificado a la otra, al menos con treinta días de antelación a aquella
fecha, su voluntad de no renovarlo, el contrato se prorrogará necesariamente durante un año más. El arrendatario
podrá desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hayan transcurrido al menos seis meses, siempre que
se lo comunique al arrendador con una antelación mínima de treinta días. Las partes podrán pactar en el contrato
que, para el caso de desistimiento, deba el arrendatario indemnizar al arrendador con una cantidad equivalente a una
mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por cumplir. Los períodos de tiempo inferiores
al año darán lugar a la parte proporcional de la indemnización.
2. Derechos y obligaciones de las partes: se distinguen las siguientes:
a) Obligaciones del arrendador:

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- entrega al arrendatario de la vivienda objeto del contrato. No es precisa la entrega física, basta la puesta a disposición;
- mantener la posesión útil de la vivienda al arrendatario, comprendiendo la conservación de la vivienda y la obligación
de realizar las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad.
b) obligaciones del arrendatario:
- pagar la renta;
- usar la vivienda con la diligencia de un buen padre de familia, según lo pactado o según su naturaleza.
- custodia: debe poner en conocimiento del arrendador la necesidad de reparaciones que sean necesarias para la
conservación de la vivienda. Podrá realizar él mismo las que sean urgentes y exigirle su importe.
- el arrendatario tiene los derechos de tanteo y retracto.
3. La renta: rige el principio de autonomía de la voluntad, es decir, la renta será la que libremente estipulen las
partes. Se pagará en el tiempo que pacten las partes, a falta de pacto será mensual, debiéndose pagar en los primeros
siete días de cada mes. El lugar será también el que se pacte, a falta de pacto será en la vivienda arrendada. Debe
efectuarse su pago en metálico salvo que se pacte otra cosa y el arrendador debe dar recibo del pago, a no ser que
se haga el pago mediante procedimiento que acredite el mismo.
Durante la vigencia del contrato, la renta solo podrá ser revisada por el arrendador o el arrendatario en la fecha en que
se cumpla cada año de vigencia del contrato, en los términos pactados por las partes. En defecto de pacto expreso,
no se aplicará revisión de rentas a los contratos.
5134 Arrendamiento para uso distinto del de vivienda
(LAU art.29 a 35)

Se rige fundamentalmente este arrendamiento por la autonomía de la voluntad de las partes. Son escasas las normas
imperativas al respecto.
Su duración es la libremente pactada por las partes.
Las obligaciones de arrendador y arrendatario son básicamente las mismas que las previstas para el arrendamiento
de vivienda.
Con respecto a la renta no existe ninguna previsión específica por lo que todo lo referente a ella queda bajo el principio
de autonomía de la voluntad.
H. Sociedad
(CC art.1665 s.)

5136 Contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o industria con ánimo de partir
entre sí las ganancias.
Es un contrato consensual, bilateral o plurilateral, oneroso y conmutativo, intuitu personae y de tracto continuo.
Los sujetos son los socios, pudiendo ser dos o más. Se les aplican las reglas generales sobre la capacidad de los
sujetos.
Es la actividad, lícita, de colaboración entre los contratantes-socios, para conseguir un fin lucrativo, común y partible.
La sociedad debe tener un objeto lícito y establecerse en interés común de los socios. El interés común suele
desdoblarse en dos elementos básicos de la sociedad:
- el fondo común, formado con las aportaciones de los socios;
- el lucro común partible, que significa que la sociedad se constituye para obtener un lucro o ganancia, que ha de
ser común a todos los socios y repartirse entre los mismos.
Rige el principio de libertad de forma, aunque si se aportan bienes inmuebles será necesaria la escritura pública.
5138 Clases
Las sociedades pueden ser:
1. Civiles-mercantiles: el criterio de distinción entre ambas es por la finalidad u objeto: si es simplemente conseguir
un fin lucrativo, común y partible, será sociedad civil; si este fin se pretende conseguir mediante la realización de
actos de comercio, será sociedad mercantil.
2. Universales-particulares: la sociedad universal comprende todos los bienes de los socios, haciendo común el
patrimonio de cada uno de ellos y comprendiendo todo tipo de actividades. Puede ser de todos los bienes presentes

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o de todas las ganancias. La sociedad particular se caracteriza por su nota negativa: no es universal y es la que se
da hoy en día en la práctica. Se trata de una sociedad con limitación de aportaciones, no comprendiendo todos los
bienes de los socios.
5140 Obligaciones de los socios
Están obligados a hacer la aportación a la que se han comprometido para la formación del patrimonio social, pudiendo
consistir en dinero, bienes o industria. La aportación puede ser en propiedad, o del uso o disfrute manteniendo la
propiedad el socio.
Respecto al deber de fidelidad, deben colaborar de buena fe en la obtención del fin común y no hacer nada perjudicial
para la sociedad. En cuanto a la distribución de ganancias y pérdidas, a cada socio le corresponde una parte de las
ganancias y, como la sociedad implica también una comunidad de riesgos, también le compete asumir una parte de
las pérdidas. En esa distribución se aplicará en primer lugar lo pactado. Si solo se ha pactado la parte en las ganancias
será igual su parte en las pérdidas. A falta de pacto, se distribuyen ganancias y pérdidas en forma proporcional a lo
que se haya aportado. El socio industrial tiene la participación igual a la del que menos haya aportado.
5142 Extinción y liquidación
Además de las causas generales de extinción de los contratos se extingue por voluntad de cualquiera de los socios
existiendo justo motivo, por muerte, insolvencia, incapacitación o declaración de prodigalidad de cualquiera de ellos,
cuando expira el término por el que fue constituida la sociedad o cuando se pierde la cosa o se termina el negocio
que le sirve de objeto.
En cuanto a la liquidación, cuando se da alguna de estas circunstancias, y antes de la extinción propiamente dicha,
ha de procederse a la liquidación de la sociedad. Se realizará la división y adjudicación del patrimonio social, según
lo que hayan pactado los socios en el contrato de sociedad o acuerden en el mismo momento de la liquidación. A
falta de pacto se aplican las reglas de la partición de la herencia.
I. Préstamo
(CC art.1740 s.)

5144 Comodato 5146


Mutuo 5150
5145 Dentro de la denominación de préstamo el Código Civil recoge dos figuras contractuales diferenciadas:
1. El comodato es el préstamo de uso, se transmite la posesión de la cosa prestada pero no la propiedad, por lo que
hay que devolver la misma cosa. Es esencialmente gratuito (nº 5146 ).
2. El mutuo, al que el Código llama también simple préstamo, que es el préstamo de consumo. Se transmite la
propiedad de la cosa prestada, por lo que el prestatario debe devolver otra cosa de la misma especie y calidad. Puede
ser gratuito o con pacto de pagar interés (nº 5150 ).
5146 Comodato
Es aquel contrato por el que un sujeto -comodante- entrega a otro -comodatario- una cosa para que use de ella
durante cierto tiempo y se la devuelva. Es un contrato real, unilateral, gratuito y temporal. Se distinguen los siguientes
elementos:
1. Sujetos: Comodante, es el que cede el uso de la cosa. Precisa la capacidad general para contratar y tener un
derecho sobre la cosa que le permita ceder su uso. Comodatario: es el que recibe la cosa, y deberá devolverla. Se
le exige la capacidad general para contratar.
2. Objeto: según el Código ha de tratarse de una cosa no fungible, aunque, en realidad, se quiere decir no consumible,
pues el comodatario ha de devolver la misma. Puede ser tanto mueble como inmueble.
3. Forma: rige el principio de libertad de forma
5147 4. Contenido: se distinguen los siguientes derechos y obligación según el sujeto:
a) Para el comodatario:
- Conservación de la cosa con la diligencia de un buen padre de familia. Está obligado a satisfacer los gastos ordinarios
que sean necesarios para el uso y conservación de la cosa prestada; responde de los deterioros causados por su
culpa y de su pérdida.
- Tiene derecho a usar la cosa según lo pactado o según la costumbre. No tiene derecho a los frutos salvo que se
pacte expresamente
- Devolución: debe devolver la cosa en el momento de extinguirse el contrato.

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b) Para el comodante:
- El comodante conserva la propiedad de la cosa prestada u otro derecho que tuviera sobre ella.
- Los gastos necesarios para la conservación de la cosa durante la vigencia del contrato los debe abonar el comodante
siempre que el comodatario los ponga en su conocimiento antes de hacerlos, salvo casos de urgencia.
- Responderá de los vicios conocidos y no comunicados al comodatario y responderá frente a éste de los daños
causados que por esta causa hubiese sufrido.
5. Extinción: Además de por las causas generales de extinción de todo contrato, por llegar al plazo pactado o al uso
para el que se prestó la cosa. No se extingue por la muerte de uno u otro de los contratantes, salvo que se haya
celebrado intuitu personae.
5149 Precario
Es la posesión de una cosa, que se ha entregado sin pactar la duración ni el uso a que ha de destinarse, ni éste resulta
de la costumbre. Se trata así de un comodato sin duración prevista que se extingue a voluntad del comodante.
5150 Mutuo
Es aquel por el que una parte, mutuante o prestamista, entrega a la otra, mutuatario o prestatario, una cosa fungible
con la obligación de devolver otro tanto de la misma especie y calidad. Puede pactarse además, la obligación de
pagar interés. Es un contrato, por regla general, real, unilateral -sólo tiene obligaciones el mutuatario o prestatario-,
gratuito -si se pacta obligación de pago de intereses es oneroso-, temporal y traslativo de dominio. Se distinguen los
siguientes elementos:
a) Sujetos: El mutuante o prestamista es el que transmite la cosa fungible a la otra parte. Se precisa, por tanto, la
capacidad general para contratar y el poder de disposición sobre la cosa. El mutuatario recibe la cosa en propiedad
y devolverá otro tanto de la misma especie y calidad. Le basta la capacidad general para contratar.
b) Objeto: La cosa objeto del mutuo es siempre una cosa fungible, cosa sustituible. El prestatario no tiene que devolver
la misma cosa que recibió sino otro tanto de la misma especie y calidad.
c) Forma: Rige el principio de libertad de forma.
d) Contenido:
- Para el prestatario: adquiere la propiedad de la cosa prestada y devolverá otro tanto de la misma especie y calidad
en el momento correspondiente a la extinción del préstamo. Puede además tener la obligación de pagar interés.
- Para el prestamista: como contrato fundamentalmente unilateral no tiene obligación alguna.
e) Extinción: Además de por las causas generales de extinción de los contratos, normalmente se extingue por
finalización de su plazo de duración, ya sea el pactado o el fijado por los tribunales en defecto de pacto.
J. Depósito
(CC art.1758)

5152 Es aquel contrato por el que una parte, depositante, entrega a la otra, depositario, una cosa mueble, que se obliga
a custodiar y a restituir cuando le sea reclamada. Se trata de un contrato de custodia, en el que la obligación de
custodiar una cosa se convierte en su esencia.
Como características, se trata de un contrato real, normalmente gratuito y unilateral, en cuanto que solo nacen
obligaciones para el depositario. Si se pacta retribución será bilateral.
5153 Clases
Puede ser:
1. Judicial o extrajudicial: el extrajudicial puede ser necesario o voluntario.
2. Civil o mercantil: la normativa a aplicar será diferente en cada uno de estos casos. Será mercantil aquel en el
que al menos una de las partes sea comerciante, las cosas depositadas sean objetos de comercio o constituya una
operación mercantil.
5154 Depósito voluntario
Es extrajudicial, también se llama ordinario, y es aquel que se hace por la voluntad del depositante. Se distinguen
los siguientes elementos:
a) Sujetos: el depositante que entrega la cosa y el depositario que la recibe y se obliga a custodiarla y restituirla. La
capacidad es la general para contratar.

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b) Objeto: La cosa depositada debe ser mueble. Debe estar en posesión del depositante, no siendo preciso que sea
propietario de la misma, sino que basta con que sea poseedor.
c) Forma: libertad de forma.
d) Obligaciones: según el sujeto se distinguen las siguientes:
1. Obligaciones del depositario:
- Custodia: debe hacerlo con la diligencia de un buen padre de familia. No puede servirse de la cosa depositada sin
permiso expreso del depositante. Si media tal permiso, el depósito queda desnaturalizado y se convierte en préstamo
o comodato.
- Restitución: es la obligación de devolver la misma cosa al final de la custodia. Se produce la restitución cuando le
sea pedida la cosa por el depositante, aunque en el contrato se haya fijado un plazo o tiempo determinado para la
devolución. Puede por propia iniciativa, y sin exigírselo el depositante, restituir la cosa si tiene justo motivo.
2. Obligaciones del depositante:
- Retribución: la regla general es que el contrato de depósito en gratuito, salvo pacto en contra. Si media tal pacto
el contrato deviene oneroso y bilateral.
- Indemnización: el depositante está obligado a reembolsar al depositario los gastos que haya hecho para la
conservación de la cosa depositada y a indemnizarle por todos los perjuicios que le haya supuesto el depósito. Tiene
un derecho de retención como garantía del cumplimiento de esta obligación.
d) Extinción: Además de por las causas generales de extinción de los contratos se extingue por la exigencia de la
restitución por el depositante o por la renuncia justificada por el depositario.
5156 Depósito irregular
Es aquel que recae sobre cosa fungible, en el que se transmite la propiedad de la cosa al depositario, el cual tiene
la obligación de restituir no la misma cosa sino otro tanto de la misma especie y calidad. La diferencia con el mutuo
es que en el depósito el depositario no puede servirse de la cosa, no puede utilizarla.
Se discute la admisión del depósito irregular, puesto que hay quienes sostienen que se trata, en todo caso, de un
préstamo o comodato.
5158 Depósitos necesarios
Pueden ser:
a) legal: es el que se hace en cumplimiento de una obligación legal. Cumple una función cautelar.
b) miserable: es el que tiene lugar por alguna calamidad como incendio, ruina, saqueo, naufragio u otras causas
semejantes. El depositante no actúa con plena libertad para constituir el depósito y elegir el depositario.
c) introducción de cosas en hospedaje: es un depósito necesario consistente en la introducción de cosas en un
alojamiento, como hotel, pensión, etc.
5160 Secuestro convencional y judicial
Es aquel contrato por el que dos o más personas que se creen con derecho a una cosa la depositan en un tercero
que la restituirá en su caso a quien corresponda. Se trata de un contrato de depósito con la única especialidad que
la restitución deberá hacerse al contratante que concierna.
El secuestro judicial no es un contrato. Es una decisión judicial por la que se ordena el depósito cuando se decreta
el embargo o el aseguramiento de bienes litigiosos.
K. Fianza
(CC art.1822 s.)

5162 Es el contrato por el que una parte, fiador, asume la obligación de cumplir la contraída por otro, fiado, en el caso de
no hacerlo éste, frente a su acreedor.
La esencia de la fianza es, por tanto, su función de garantía de la obligación contraída por otro, el fiado, frente al
acreedor de éste, que ve así reforzada la seguridad del cumplimiento de la obligación y protegido su crédito.
5163 Caracteres
Se distinguen los siguientes:
a) Accesoriedad: la fianza depende y está subordinada a una obligación principal, que es la que garantiza.

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b) Subsidiariedad: la obligación del fiador es subsidiaria a la del deudor principal, pero en el sentido no de su
existencia sino de su cumplimiento, es decir, el fiador cumplirá su obligación subsidiariamente, en el caso de que el
deudor de la obligación principal la incumpla.
c) Consensual.
d) Unilateral, pues solo contrae obligaciones el fiador. Será bilateral si se pacta una contraprestación.
e) Gratuito, salvo que se pacte una contraprestación para el fiador, en cuyo caso será oneroso.
5165 Sujetos, objeto y forma de la fianza
El acreedor de la obligación principal y el fiador, pudiendo incluso constituir la fianza sin que intervenga el fiado o
incluso aunque lo ignore o se oponga. Pueden intervenir los tres o solo fiador y deudor fiado, en cuyo caso, al no ser
parte de la fianza el acreedor de la obligación principal estaríamos ante un contrato a favor de tercero.
La capacidad exigida es la general para obligarse.
El objeto de la fianza es la obligación principal garantizada. Debe ser una obligación válida.
Rige el principio de libertad de forma.
5167 Obligaciones de fiador
Cumplir la obligación garantizada en el caso de no hacerlo el deudor principal. Es una obligación idéntica a la del
deudor. Cuando el acreedor le reclame que cumpla con la obligación garantizada porque no lo ha hecho el deudor
de ésta puede oponer todas las excepciones que competan al deudor principal salvo las puramente personales. El
fiador que paga la deuda se convierte en acreedor del deudor principal. Contra éste tiene una acción de reembolso.
5169 Extinción de la fianza
Por extinción de la obligación garantizada o por extinción de la fianza, con independencia de la obligación garantizada
y subsistiendo ésta.
L. Transacción
(CC art.1809 s.)

5171 Es el contrato por medio del cual las partes deciden poner fin a una controversia jurídica entre ellas existentes, o un
litigio ya planteado, mediante recíprocas concesiones.
Es un contrato de carácter consensual, bilateral y oneroso.
Respecto a los sujetos, basta la capacidad general para contratar; el CC art.1810, 1811 y 1812 prevé reglas
especiales de capacidad.
En la transacción se da la libertad de forma. Y entre los efectos que tiene, se encuentra el de poner fin a la controversia
existente entre las partes, que quedan obligadas a aceptar y cumplir el acuerdo alcanzado.
Se dan las causas generales de extinción de todos los contratos.
M. Arbitraje
(L 60/2003)

5173 Es el contrato por el que las partes pueden someter, previo convenio, a la decisión de uno o varios árbitros las
cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir en materias de su libre disposición.
Entre las clases del arbitraje, se hallan:
- de equidad, cuando la discusión se resuelva atendiendo al propio entender y saber de los árbitros, y
- de derecho, cuando se resuelva en base al derecho positivo.
En el convenio arbitral las partes expresan su voluntad de someterse a la decisión del árbitro.
Los sujetos del arbitraje son las personas físicas o jurídicas que deciden someter su controversia al arbitraje. Además
de la capacidad general para contratar, deben tener la libre disposición sobre las materias sometidas a los árbitros.
Puede tratarse de un conflicto ya existente o futuro, en cuyo caso ha de ser determinable sin necesidad de un nuevo
convenio.
El procedimiento para la designación de los árbitros corresponde a las partes de común acuerdo bajo el respeto al
principio de igualdad. La Ley prevé reglas supletorias para los casos en los que no sea posible el acuerdo.

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El laudo es la resolución o respuesta que el árbitro o árbitros acuerdan para decidir el litigio que se les ha sometido
a decisión. Debe dar respuesta a todos los aspectos discutidos. Contra él se podrá ejercitar una acción de anulación
por alguna de las circunstancias contempladas en L 60/2003 art.41.
N. Juego y Apuesta
(CC art.1798 s.)

5175 El contrato de juego puede definirse como el acuerdo de voluntades por el cual la parte que pierde en el juego se
obliga a entregar dinero, una cosa o a realizar una determinada actividad a favor de la que gana.
El contrato de apuesta es el acuerdo de voluntades por el cual una de las partes se obliga a entregar a la que acierta
la realización de un hecho o suceso incierto, dinero, una cosa determinada o efectuar una determinada actividad.
Son contratos consensuales, bilaterales y onerosos.
El efecto principal consiste en el derecho que tiene el que gana en el juego o acierta la apuesta a recibir la prestación
que la otra parte se comprometió a entregar o realizar.
Ñ. Renta vitalicia
(CC art.1802 s.)

5177 Es el contrato que obliga al deudor a pagar una pensión o rédito anual durante la vida de una o más personas
determinadas, a cambio de un capital en bienes muebles o inmuebles cuyo dominio se le transfiere con la carga de
la pensión.
Es un contrato aleatorio, en el sentido de que la duración de la obligación de abonar la renta es incierta, pues depende
de la vida del pensionista. Es, además, un contrato real, unilateral, de tracto sucesivo, oneroso y temporal.
La persona que entrega el capital y recibe la renta, se denomina rentista, pensionista o acreedor de la renta; y el
pagador, que es quien recibe el capital y asume la obligación de pagar la renta. Ambos necesitan la capacidad
general para contratar.
El capital, que debe estar formado por bienes muebles o inmuebles, y la renta, que consiste normalmente en dinero.
Tiene libertad de forma.
Al ser un contrato unilateral solo da lugar a obligaciones a cargo de quien recibe el capital. Su obligación principal
es pagar al rentista la renta pactada.
Se extingue por las causas generales y por la muerte de la persona cuya vida se tuvo en consideración para fijar
la duración del contrato (rentista o pagador).
O. Alimentos
(CC art.1791 s.)

5179 Es aquel contrato por el que una de las partes se obliga a proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo
tipo a una persona durante su vida a cambio de la transmisión de un capital en cualquier clase de bienes y derechos.
Es aleatorio, consensual, oneroso, bilateral, de tracto sucesivo y temporal.
Como sujetos están:
- alimentante, que es quien se obliga a proporcionar los alimentos;
- alimentista, la persona física en cuyo beneficio se establece la obligación de alimentos.
La persona que entrega el capital puede ser el propio alimentista o un tercero.
Para el alimentante el objeto del contrato consiste en proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo tipo al
alimentista. El alcance de los alimentos contractuales es más amplio que el de los alimentos entre parientes. Para la
otra parte del contrato el objeto es la entrega de un capital consistente en cualquier clase de bienes y derechos que
sean transmisibles y tengan contenido económico que pasar a la titularidad del alimentante.
Impera la libertad de forma.
Las formas de extinción de esta figura, además de las generales, están:
- por muerte del alimentista,

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- por resolución del contrato a instancia del alimentista,
- por confusión del obligado a prestar los alimentos con el alimentista y
- por el mutuo acuerdo de las partes.
P. Propiedad. Registro de la propiedad

5181 1. Propiedad 5182


2. Registro de la Propiedad 5212
1. Propiedad

5182 La propiedad, a lo largo de la historia, ha servido para definir el estatuto jurídico que regula el acceso de los seres
humanos a la titularidad plena de los bienes. En este sentido, la propiedad va mucho más allá del mundo del
derecho. La propiedad fundamenta el sistema social, económico, político e, incluso, religioso, de un país. De ahí que,
al intentar el ordenamiento jurídico definirla, sólo la está aprehendiendo como elemento estructural de la sociedad que
la soporta. Sin duda, el régimen de la propiedad que contemple una sociedad en un momento determinado supone
uno de los pilares en torno al cual se organiza.
Partiendo, por tanto, de ese protagonismo, es necesario tener presente un segundo punto de vista: la relevancia
del momento histórico para definir el contenido del derecho de propiedad dentro de un ordenamiento jurídico. Los
legisladores van a dotar de una dimensión positiva o negativa al mismo atendiendo al marco político-social en el que
vaya a desenvolverse, siendo la propiedad una de las instituciones más sensibles, dada la preeminencia que tiene
dentro del sistema y de la propia ideología que la envuelve.
Este enfoque todavía hemos de tenerlo más presente cuando en el tema que nos ocupa vamos a encontrarnos que
conviven normas de finales del siglo XIX, el Código civil, con normas preconstitucionales, la Ley de Expropiación
Forzosa (L 16-12-1954), o el resto de normas nacidas al amparo de un nuevo marco constitucional. De ahí, que el
ya de por sí complejo mundo de la propiedad se va a tener que adaptar a una realidad social del tiempo en que ha
de ser aplicada, como nos dice uno de los criterios interpretativos del CC art.3.1 , siendo más heterogénea, si cabe,
que el ordinario de otras instituciones.
5184 Concepto: el art.348 del Código Civil
La propiedad es el derecho real más pleno que se puede tener sobre las cosas o los derechos.
Partiendo de este concepto tan simple, pero tan descriptivo sobre la propiedad, se ha de señalar que sí existe en
nuestro ordenamiento jurídico una definición de la propiedad como derecho desde 1889, y es la que encontramos
en el CC art.348 que, expresamente señala:
«La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones que las establecidas en las leyes.
El propietario tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa para reivindicarla.»
Esta definición ha sido objeto de un análisis muy crítico por la doctrina y jurisprudencia, en gran medida por la obvia
diferencia histórico-social en la que se creó y en la que hoy en día se tiene que aplicar. Sin duda alguna, ambos
momentos son totalmente dispares y vienen regidos por principios rectores de la vida económica y social sumamente
diferentes. Dos han sido, someramente, las críticas primordiales a este precepto que conceptualiza la propiedad:
a) recoge la idea clásica de que la propiedad es una suma de facultades, hoy totalmente superada y,
b) no hace ninguna indicación a la vertiente social de la propiedad privada.
5186 Estas opiniones tienen un claro fundamento y son desde luego ciertas. La primera de carácter técnico parece
inatacable, no así la segunda. Formalmente el CC art.348 no define la propiedad con alusión a su idea social, pero la
generalidad y, lo que es más importante, la elasticidad del precepto hace que pueda admitir dicha posibilidad. Con la
referencia a las «limitaciones establecidas en las leyes», hace totalmente posible que mediante éstas se introduzca
ese criterio de sociabilidad. Así lo entendió el TS desde muy pronto al interpretar el artículo, baste citar como
ejemplo la TS 22-5-1914 que indica: «Si bien es esencia y atributo peculiar del dominio que aquel a quien pertenece
una cosa pueda disponer de ella libremente, esta facultad no reviste caracteres absolutos y omnímodos, en razón a
que toda propiedad se subordina siempre a limitaciones determinadas, ya por las leyes, ya por pactos convenidos
o por costumbres establecidas y aceptadas».
A ello hay que añadir que el Código Civil se ha de reinterpretar conforme al texto constitucional con el que le
toca convivir en cada momento. La Constitución, como norma suprema del ordenamiento de un país, prima sobre
cualquier otra de rango inferior a ella, teniendo que adaptarse el ordenamiento preconstitucional a la misma con la

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interpretación que sea conforme a los nuevos valores y principios en ella recogidos y, de no ser esto posible, dicha
norma tendrá que ser derogada por inconstitucional. Esto último no ha ocurrido con el CC art.348 , siendo la referencia
a las «limitaciones» lo suficientemente explícita y necesaria para que lo recogido en la Const art.33 , y el resto de
preceptos relativos a la propiedad incluidos en la Constitución, sea subsumible en el contenido de la propiedad y, por
tanto, jerárquicamente respetuoso con el nuevo régimen en el que se ha de incardinar.
5188 Propiedad y Constitución Española. La función social
La Constitución de 1978 no define expresamente el derecho de propiedad privada como se hace en el CC, pero sí
la reconoce junto con la herencia en Const art.33 , que declara:
«1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.
2. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes.
3. Nadie puede ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social,
mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.»
La doctrina y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional entienden que sí es posible hablar de un concepto
de propiedad privada constitucional, atendiendo no sólo Const art.33 , sino al resto de disposiciones relativas al
sistema económico y político elegido por la Constitución: Const.art.38, 40.1,45.2,46,128.1,129.2 y 130.1 . Sin olvidar
el condicionante que, para el régimen de la propiedad, se deriva del sistema tributario elegido por la Constitución.
El Tribunal Constitucional ha hecho referencia a este derecho en numerosas ocasiones. Donde se recogen los puntos
cardinales, que han sido reiterados por todas las posteriores sentencias que han tratado este tema, fue en la TCo
37/1987 , emitida en Pleno, relativa al recurso de inconstitucionalidad planteado frente a diversos artículos de la
Ley de Reforma Agraria de Andalucía (L 8/1994). Aquí interesa ver cómo compartimenta el contenido del derecho
de propiedad privada que nos ofrece nuestro Tribunal Constitucional: «la Constitución reconoce un derecho a la
propiedad privada que se configura y protege, ciertamente, pero también, y al mismo tiempo, como un conjunto de
deberes y obligaciones establecidos, de acuerdo con las Leyes, en atención a valores o intereses de la colectividad,
es decir a la finalidad o utilidad social que cada categoría de bienes objeto de domino esté llamada a cumplir». ( TCo
37/1987, fundamento jurídico 2 ).
Por tanto, acoge el concepto de propiedad privada como situación jurídica, como conjunto de derechos y deberes,
si bien predominando los primeros sobre los segundos, ya que sino, se desfiguraría de tal manera el derecho de
propiedad privada que no sería tal. El TCo 37/1987 establece su concepto atendiendo a su contenido, y a la diversidad
de preceptos que se encargan de matizarlo.
5190 Entonces, ¿qué modelo de propiedad privada recoge nuestra Constitución de 1978? Las características
primordiales del modelo de derecho de propiedad contemplado en la Constitución son:
1. Reconocimiento de la propiedad privada como derecho. Luego esa tiene que ser la nota dominante en su contenido.
2. Si bien es un derecho, la función social inherente al mismo «delimitará su contenido». En este mismo derecho
conviven facultades y obligaciones atendiendo a la realidad social en la que nos desenvolvemos y al Estado social
en que vivimos, al que responde nuestro ordenamiento jurídico.
3. Las leyes, debido a la función social de este derecho que impregna a determinados bienes, delimitarán el contenido
de la propiedad.
4. La propiedad privada, al igual que todos los derechos recogidos en el Capítulo segundo del Título I, tiene un
contenido esencial que debe ser respetado por el legislador bajo sanción de inconstitucionalidad. Sin este contenido
esencial no sería posible su identificación como tal y su diferenciación con otros tipos de derechos.
5. La privación de bienes y derechos que pertenezcan a alguien sólo puede realizarse si concurre: causa justificada de
utilidad pública o interés social, y siempre mediante la correspondiente indemnización y de conformidad a las leyes.
6. El derecho de propiedad privada está incluido en Const Título I Capítulo II, 2ª, «De los derechos y deberes de los
ciudadanos», derivándose de ello la importante consecuencia de que su régimen de tutela es el recogido en Const
art.53.1 . Es decir, que el derecho de propiedad privada y la herencia «vinculan a todos los poderes públicos. Sólo
por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y
libertades que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en Const art.161.1.a) , recurso de inconstitucionalidad», y,
7. El derecho a la propiedad privada debe de interpretarse conforme a los demás preceptos constitucionales
relacionados con él ( Const art.128.1,130.1, 39, 40.1, 47 ...).
5192 Contenido esencial y función social de la propiedad
Como se ve la propiedad derivada de la Constitución es una propiedad funcionalizada, acogiendo en su seno los
deberes derivados de la implicación de la propiedad dentro de una sociedad. Pero, ¿en qué cosiste el contenido

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esencial?, ¿hasta donde pueden llegar esos deberes u obligaciones y a partir de qué punto ya no estaremos en
presencia de la propiedad privada sino de otro derecho real limitado?
El contenido esencial de los derechos, cuyo precedente lo encontramos en la Ley Fundamental de Bonn art.19.2,
ha sido objeto de análisis por el Tribunal Constitucional desde muy temprano. Así, encontramos en el TCo 11/1981,
Fundamento Jurídico 8 , una relevante referencia al contenido del mismo: «Constituyen el contenido esencial de
un derecho subjetivo aquellas facultades o posibilidades de actuación necesarias para que el derecho sea
recognoscible como pertinente al tipo descrito y sin las cuales deja de pertenecer a ese tipo y tiene que pasar a
quedar comprendido en otro, desnaturalizándose por decirlo así. Todo ello referido al momento histórico de que
en cada caso se trata y a las condiciones inherentes en las sociedades democráticas, cuando se trate de derechos
constitucionales.
El segundo posible camino para definir el contenido esencial de un derecho consiste en tratar de buscar lo que
una importante tradición ha llamado los intereses jurídicamente protegidos como núcleo y médula de los derechos
subjetivos. Se puede entonces hablar de una esencialidad del contenido del derecho para hacer referencia a aquella
parte del contenido del derecho que es absolutamente necesaria para que los intereses jurídicamente protegibles,
que dan vida al derecho, resulten real, concreta y efectivamente protegidos. De este modo, se rebasa o se desconoce
el contenido esencial cuando el derecho queda sometido a limitaciones que lo hacen impracticable, lo dificultan más
allá de lo razonable o lo despojan de la necesaria protección.
5194 Los dos caminos propuestos para tratar de definir lo que puede entenderse por «contenido esencial» de un derecho
subjetivo no son alternativos ni menos todavía antitéticos, sino que, por el contrario, se pueden considerar como
complementarios, de modo que, al enfrentarse con la determinación del contenido esencial de cada concreto derecho,
pueden ser conjuntamente utilizados, para contrastar, los resultados a los que por una u otra vía pueda llegarse.»
Pero, fijado lo que es el contenido esencial, nos falta responder a la pregunta fundamental de qué constituye el
contenido esencial de la propiedad privada. A mi juicio, el contenido esencial lo constituyen las facultades de uso,
disfrute, enajenación y defensa, pudiendo, en último caso el propietario, transformar las facultades sobre las que
recae este derecho en su equivalente económico. Si se suprime totalmente una de ellas el derecho de propiedad
estará desnaturalizado y, por tanto, dicha injerencia será inconstitucional por vulneración del Cont art.53.1. Las
limitaciones, obedeciendo a la función social de este derecho, podrán ser parciales pero de ninguna manera absolutas.
5196 Propiedad y propiedades
La existencia de varios regímenes jurídicos reguladores de la propiedad es hoy innegable. La diversificación puede
deberse a varios motivos:
- subjetivo: ya esté la propiedad en manos públicas o privadas y,
- objetivo: dependiendo del tipo de bienes en los que se proyecta; o por su finalidad o afección a la prestación de
determinados servicios.
Independientemente del régimen público o privado para diferenciar la propiedad, que aquí no interesa, dentro de la
propiedad privada se ha venido considerando desde hace tiempo que ésta no obedece a un tipo unitario sino que
se diversifica conforme a su regulación.
Sin duda alguna ha sido la función social la causa principal de esta pluralidad de estatutos. La función social se
presenta como la protección del principio de solidaridad a la hora de vivir en sociedad. Interés social que se muestra
predominante en unos determinados tipos de bienes, no en todos, de ahí que la función social sea el motivo de la
diferente regulación legal. Es el objeto lo que hace diferenciar al legislador. No es lo mismo ser propietario de un bien
inmueble que de un mueble, de un Velázquez que de un bolígrafo, de una empresa que de una banqueta.
Según seamos propietarios de un determinado tipo de bienes u otros así será el régimen jurídico que se nos aplique.
La razón, es clara, no todos los bienes tienen la misma importancia social, dependerá de su valor económico,
cultural, energético, ambiental, su escasez, etc. A ello hay que unirle el momento histórico en el que se va a aplicar,
ya que en cada situación histórica la sociedad tiene unos valores que propugna como superiores o dignos de mayor
protección. Es el momento histórico el que determina la existencia de la función social de determinados bienes.
5198 La existencia de «propiedades» no es algo nuevo en los ordenamientos jurídicos, lo que sí que ha separado el
tratamiento jurídico en unas épocas respecto a otras y porqué es en el siglo XX cuando se tildan muchos fenómenos
de «propiedades», es por el increíble acrecentamiento de legislación especial para regular la propiedad privada en
atención al tipo de bienes sobre los que se proyecta. La existencia de una legislación fuera de los Códigos conlleva
el distanciamiento con el modelo recogido con carácter, más o menos, unitario, y, además, una limitación a la libertad
de los propietarios, lo cual repelía al pensamiento liberal-burgués. La normativa especial tiene como consecuencia
la diversificación de regímenes y el establecimiento de trabas a los titulares de derechos. No existe una ley «extra
muros» que trate de ampliar las facultades del propietario, entre otras cosas porque a tenor del CC art.348 no puede

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haber otro régimen más amplio que ese y porque nuestro legislador tiende a concebir únicamente la ley como elemento
limitador en este campo (tanto en el CC art.348 como en la Const art.33.2 ).
Como corolario a lo expresado y, en esa línea, creo necesario añadir la opinión del Tribunal Constitucional: «La
propiedad privada, en su doble dimensión como institución y como derecho individual, ha experimentado en nuestro
siglo una transformación tan profunda que impide concebirla hoy como una figura jurídica reconducible exclusivamente
la tipo abstracto descrito en el CC art.348 . Por el contrario, la progresiva incorporación de finalidades sociales
relacionadas con el uso o aprovechamiento de los distintos tipos de bienes sobre los que el derecho de propiedad
pueda recaer ha producido una diversificación de la institución dominical en una pluralidad de figuras o situaciones
jurídicas reguladas con un significado y alcance diversos. De ahí que se venga reconociendo con general aceptación
doctrinal y jurisprudencial la flexibilidad o plasticidad actual del dominio, que se manifiesta en la existencia de
diferentes tipos de propiedades dotadas de estatutos jurídicos diversos, de acuerdo con la naturaleza de los bienes
sobre los que cada derecho de propiedad recae» ( TCo 37/1987, Fundamento jurídico 2 ).
5200 De todo ello, se han de señalar aunque sea sólo a modo de ejemplo más representativo que, en nuestro derecho,
nos encontramos con las siguientes propiedades privadas especiales:
Propiedad inmobiliaria RDLeg 2/2008 Texto refundido de la Ley de suelo. 26-6-08
Propiedad de montes L 43/2003 Montes. 22-11-03
Propiedad industrial L 11/1986 (1) Patentes. 26-3-86
L 24/2015 (2) Patentes. 25-7-2015
L 17/2001 Marcas. 08-12-01
Propiedad intelectual RDLeg 1/1996 Texto refundido de la Ley de Propiedad 22-4-96
Intelectual, regularizando, aclarando y
armonizando las disposiciones legales
vigentes sobre la materia.
Propiedad horizontal L 49/1960 Propiedad horizontal. 23-7-60
Propiedad de animales peligrosos L 50/1999 Régimen Jurídico de la Tenencia de 24-12-99
Animales Potencialmente Peligrosos.
Propiedad histórica-cultural L 16/1985 Patrimonio Histórico Español. 29-6-85
(1) Vigente hasta 1-4-2017.
(2) Vigente a partir del 2-4-2017.
5202 Caracteres
Visto lo anterior, se ha de señalar que la propiedad presenta unos caracteres más o menos unívocos en cualesquiera
de sus manifestaciones que la caracterizan frente al resto de derechos reales. Son los siguientes:
a) Plenitud: en origen el propietario, como se viene señalando, es el titular de todas las facultades que le puede
irrogar el ordenamiento jurídico a un ciudadano sobre un bien. Si la propiedad es el derecho más pleno, el resto de
derechos reales son limitados ya que, por definición, no puede predicarse de ellos que tengan todas las facultades.
b) Elasticidad: como ha sido señalado por el TCo, el derecho de propiedad puede revestir distintos contenidos
atendiendo al bien sobre el que recaiga, sin por ello dejar de ser propiedad. Pero también, puede perder
temporalmente facultades a favor de otros sujetos y recuperarlas cuando las mismas dejan de tener efecto sobre ellos,
retornando a quien ostente el derecho de propiedad. Esta «vis atractiva» de facultades perdidas, no es característica
de ningún otro derecho real.
c) Exclusividad: el titular de este derecho está amparado por el ordenamiento jurídico como sujeto que puede impedir
cualquier obstáculo en su goce respecto de cualquiera, aunque de ello no se derive que otros sujetos puedan ejercer
algún derecho sobre la cosa.
d) Perpetuidad: la propiedad no está sujeta a limitaciones temporales como ocurre con el resto de derechos reales,
salvo en lo que se refiera a limitaciones que por la función social se imponen a determinadas facultades de los
propietarios de una cosa o derecho (p.ej. las facultades patrimoniales en los derechos de autor).
5204 Defensa de la propiedad
Como se ha señalado al ver el contenido de la propiedad, una de las facultades que forman parte del contenido
esencial del derecho de propiedad es la facultad de defender este derecho frente a las inmisiones ilegales de
terceros. La defensa de la propiedad, al ser el derecho real más pleno que se puede tener sobre una cosa, se compone
no sólo de las acciones específicas que la ley le otorga al titular por el hecho de serlo, sino por el conjunto de acciones
que presentan cada una de las facultades que integran el dominio. Es decir, es una suma de medidas de defensa, si

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bien aquí, sólo nos vamos a referir por su especialidad a los medios de defensa más característicos de este derecho
real. Entre esos medios exclusivos se han de citar:
- acción reivindicatoria (nº 5206 );
- acción declarativa del dominio (nº 5208 );
- acción negatoria (nº 5210 ).
5206 Acción reivindicatoria
Es, sin duda, uno de los elementos identificadores de la propiedad. Aparece recogida, como se vio, en CC art.348
si bien, ha sido la jurisprudencia quien ha tenido que matizar su contenido, requisitos e incluso su concepto. Tal
parquedad del legislador no sólo afecta a la acción reivindicatoria, sino a la falta de regulación positiva de la mayor
parte de acciones del dominio, como ocurre con la declarativa o la negatoria. De ahí que como se ha destacado,
TS 3-6-64, el CC art.348 «incluye en su ámbito todas aquellas que protegen el derecho de propiedad, y que en un
principio no tienen una concreción legal específica».
Puede definirse como el derecho del propietario no poseedor de exigir la restitución de su bien, concreto y
determinado, contra quien lo posee indebidamente. O como ha señalado la ya clásica TS 1-3-54, «aquella acción
de que dispone el propietario no poseedor frente al poseedor no propietario para obtener la restitución de la cosa».
Por tanto, la finalidad de esta acción es la recuperación de un determinado bien por su propietario. Bien que está
en posesión de un tercero y que no tiene derecho a poseerlo frente al propietario. Es decir, el poseedor retiene
indebidamente frente al propietario que lo reclama. Por ello se puede concluir que la acción reivindicatoria es
una acción de carácter real, por cuanto se puede interponer frente a cualquier sujeto que perturbe el derecho del
propietario; restitutoria, pues tal es su finalidad primordial y, de condena, ya que si triunfa el demandante se impone
la realización al demandado de los actos conducentes a la restitución del bien.
Son requisitos para su ejercicio con éxito:
1. Acreditación por parte del demandante de su condición de dueño.
2. Identificación del bien objeto de la acción, que coincida con el que el demandante es titular.
3. Posesión indebida de la misma por el demandado.
5208 Acción declarativa del dominio
Se puede definir como aquella que tiene por finalidad la constatación o declaración de que el derecho propiedad sobre
un bien pertenece a un determinado sujeto, frente a quien discute tal derecho o se lo atribuye, sin que el demandante
tenga aspiraciones de restitución de dicho bien. Como requisitos la jurisprudencia ha destacado los siguientes:
1. El demandante ha de acreditar ser titular del derecho de propiedad sobre el bien.
2. La identidad de la cosa.
3. No es necesaria la posesión del demandado. A diferencia de la reivindicatoria el tema de la posesión inmediata
o actual aquí es irrelevante. Sólo se discute la propiedad. La posesión puede tenerla el demandante, el demandado o
un tercero, es igual. El triunfo de la acción no va a alterar el estado posesorio que va a seguir perteneciendo a quien
lo ostentaba con anterioridad a la acción. La acción declarativa no es restitutoria, y ahí radica su principal diferencia
con la reivindicatoria.
4. Necesidad de protección jurídica por parte del propietario. El actor debe temer por su seguridad, que el peligro
temido sea de tal naturaleza que para evitarlo sea precisamente la declaración judicial la única medida adecuada
posible, y que vaya dirigida contra su persona de un «modo serio, formal, deliberado y solemne» ( TS 3-12-77).
5210 Acción negatoria
Aquella que autoriza al propietario de un bien para defender la libertad de su dominio y que se declare la inexistencia
de limitaciones o cargas sobre él que son las que alega como suyas el demandado. Sus requisitos son: el demandante
ha de probar que él es propietario del bien en cuestión y que la perturbación es ilegítima, ya sea presente o previsible.
2. Registro de la Propiedad

5212 «El Registro de la Propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio
y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.» ( CC art.605 ). A continuación, señala sus efectos respecto de
los derechos en él inscritos: «Los títulos de dominio, o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no
estén debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.» ( CC art.606 ) y
«El Registro de la Propiedad será público para los que tengan interés conocido en averiguar el estado de los bienes
inmuebles o derechos reales anotados o inscritos.» ( CC art.607 ).

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Por tanto, de tales preceptos no puede derivarse un concepto unitario sobre el Registro de la Propiedad sino, al menos,
dos acepciones: la primera, la que se refiere al Registro de la Propiedad como instrumento jurídico destinado a
dotar de seguridad el tráfico de los derechos sobre bienes inmuebles en nuestro país, y, otra segunda, que definiría
al Registro como el conjunto de libros formalmente organizados en los que se extienden los actos relativos a la
vida jurídica de los inmuebles y a los que tienen acceso los ciudadanos.
En esta segunda acepción, el Registro de la Propiedad está adscrito al Ministerio de Justicia, a través de la Dirección
General de los Registros y del Notariado. Estando un Registrador al frente de cada uno que, en principio, coincidirán
con cada partido judicial. Los Registradores son funcionarios, si bien, no cobran vía Presupuestos Generales sino
que perciben sus honorarios a través de un arancel.
La regulación jurídica del mismo se encuentra principalmente en CC art.605 a 608 , el Decreto por el que se aprueba
la nueva redacción oficial de la Ley Hipotecaria (D 8-2-1946) y el Decreto por el que se aprueba el Reglamento
Hipotecario (D 14-2-1947).
5214 Principios hipotecarios
Con tal denominación se designan los principios jurídicos positivos en los que se inspira el Registro de la Propiedad
y que caracterizan un sistema registral frente al resto. En España se pueden resumir en los siguientes:
1. Principio de inscripción registral: todo nace con la inscripción del inmueble en el Registro. El acceso de la finca
al Registro y los posteriores avatares jurídicos de la misma surgen con la inscripción de la misma.
2. Principio de exactitud registral: dentro el mismo se incluyen el principio de legitimación, contemplado en la Ley
Hipotecaria art.38 que determina: «A todos los efectos legales se presumirá que los derechos reales inscritos en
el Registro existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento respectivo. De igual modo se
presumirá que quien tenga inscrito el dominio de los inmuebles o derechos reales tiene la posesión de los mismos»;
y el principio de fe pública registral consagrado en la Ley Hipotecaria art.34 : «El tercero que de buena fe adquiera a
título oneroso algún derecho de persona que en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido
en su adquisición, una vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o resuelva el del otorgante por
virtud de causas que no consten en el mismo Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que tuviere su causante o
transferente.»
3. Principio de especialidad: tendente a que los datos que aparezcan en el Registro respecto a las fincas y los
derechos sean diáfanos e indubitados (p.ej. Ley Hipotecaria art.119 ).
5216 4. Principio de legalidad o calificación: recogido en la Ley Hipotecaria art.18 : «Los Registradores calificarán, bajo su
responsabilidad, la legalidad de las formas extrínsecas de los documentos de toda clase, en cuya virtud se solicite la
inscripción, así como la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos contenidos en las escrituras
públicas, por lo que resulte de ellas y de los asientos del Registro.»
5. Principio de rogación: la actividad registral debe iniciarse por aquel al que el ordenamiento le reconozca como
parte interesada en el proceso de inscripción, nunca de oficio por parte del Registrador (art.6).
6. Principio de tracto sucesivo: Ley Hipotecaria art.20 , «Para inscribir o anotar títulos por los que se declaren,
transmitan, graven, modifiquen o extingan el dominio y demás derechos reales sobre inmuebles, deberá constar
previamente inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgue o en cuyo nombre sean otorgados los actos
referidos.
En el caso de resultar inscrito aquel derecho a favor de persona distinta de la que otorgue la transmisión o gravamen,
los Registradores denegarán la inscripción solicitada»
7. Principio de prioridad: «prior in tempore potior in iure», el primero en el tiempo tiene mejor derecho. Es decir, que
el título más antiguo tiene prioridad sobre el más moderno en caso de conflicto ( Ley Hipotecaria art.17, 24 y 25 ).
5218 Actos y derechos inscribibles
Básicamente aparecen recogidos en los artículos primero y segundo de la Ley Hipotecaria. Visto con anterioridad al
art.1, el segundo declara: «En los Registros expresados en el artículo anterior se inscribirán:
Primero. Los títulos traslativos o declarativos del dominio de los inmuebles o de los derechos reales impuestos sobre
los mismos.
Segundo. Los títulos en que se constituyan, reconozcan, transmitan, modifiquen o extingan derechos de usufructo,
uso, habitación, enfiteusis, hipoteca, censos, servidumbres y otros cualesquiera reales.

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Tercero. Los actos y contratos en cuya virtud se adjudiquen a algunos bienes inmuebles o derechos reales, aunque
sea con la obligación de transmitirlos a otro o de invertir su importe en objeto determinado.
Cuarto. Las resoluciones judiciales en que se declare la incapacidad legal para administrar, la ausencia, el
fallecimiento y cualesquiera otras por las que se modifique la capacidad civil de las personas en cuanto a la libre
disposición de sus bienes.
Quinto. Los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, y los subarriendos, cesiones y subrogaciones de
los mismos.
Sexto. Los títulos de adquisición de los bienes inmuebles y derechos reales que pertenezcan al Estado, o a las
corporaciones civiles o eclesiásticas, con sujeción a lo establecido en las leyes o reglamentos.»
5220 Asientos del Registro
El Reglamento Hipotecario determina que «En los libros de los Registros de la Propiedad se practicarán las siguientes
clases de asientos o inscripciones: Asientos de presentación, inscripciones propiamente dichas, extensas o concisas,
principales y de referencia; anotaciones preventivas, cancelaciones y notas marginales.» ( RH art.41 ).
La inscripción es un asiento principal, definitivo y positivo, es decir, en él se manifiesta la constitución, transmisión o
modificación de un derecho real sobre un inmueble. El contenido de la inscripción extensa lo recoge de una manera
muy detallada el art.9 de la Ley Hipotecaria .
La anotación preventiva es un asiento de carácter temporal, eventual y dependiente. Consistente en un trámite del
procedimiento registral que depende de otro asiento, ya sea de cancelación o de inscripción. Su artículo de referencia
es el 42 de la Ley Hipotecaria, que recoge la enumeración básica de posibles anotaciones preventivas.
La cancelación, por su parte, es un asiento accesorio, definitivo y negativo, ya que producen como efecto la extinción
de la inscripción de la cual dependen ( art.76 de la Ley Hipotecaria ).
Por último, la nota marginal es un asiento accesorio, definitivo y positivo y que, como su adjetivo calificativo indica,
se extiende al margen de otros asientos.
Q. Derechos Reales y garantías

5222 1. Contenido de los derechos reales 5223


2. Derechos reales en cosa ajena o limitativos del dominio 5233
3. Derechos reales limitados de garantía 5256
4. Derechos reales limitados de adquisición y sobre bienes incorporales 5282
5. Otros derechos de naturaleza real discutida 5284
1. Contenido de los derechos reales

5223 Se trata de un derecho subjetivo que atribuye a su titular un poder directo e inmediato sobre una cosa imponiendo
a todos un deber de respeto y abstención.
Sus caracteres son:
a) la inmediatividad (poder directo e inmediato sobre la cosa que tiene el titular de un derecho real) y
b) la absolutividad (eficacia erga omnes del derecho real); que incluye dos facultades:
- reipersecutoriedad (persecución de la cosa cualquiera que sea quien la tenga) y
- exclusividad (posibilidad de adopción de medidas para evitar intromisiones o perturbaciones de terceros).
5225 Diferencias con los derechos de obligación
Estas son:
1. Sujeto pasivo: en el derecho real, la generalidad de las personas a las que se impone el deber general de respeto
y abstención, y en el derecho de obligación, la persona o personas determinadas o determinables que ocupan la
posición deudora a quien el acreedor puede exigirles la prestación.
2. Objeto: en el derecho real, las cosas corporales o incorporales, y en el derecho de obligación, la prestación
consistente en dar, hacer o no hacer alguna cosa ( CC art.1088 ).
3. Eficacia: la del derecho real es erga omnes, y es inter partes en el derecho de obligación.

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4. Compatibilidad con otros: el derecho real es «derecho de exclusión», salvo los casos de cotitularidad o que no
puedan coexistir entre ellos (por ejemplo, dos propiedades sobre el mismo bien) o deben establecerse reglas para
determinar su preferencia o rango (por ejemplo dos hipotecas sobre el mismo bien). El derecho de obligación es
«derecho de unión»: no existen preferencias entre los derechos de crédito, salvo en cuanto al orden para satisfacer
los mismos a cargo del patrimonio de un mismo deudor cuando éste resulte insuficiente.
5. Principio rector: en el derecho de obligación es el de autonomía de la voluntad ( CC art.1255 ); en cambio, el
derecho real se rige por el principio de orden público.
El principio de libertad de forma del CC art.1278 quiebra en materia de derechos reales, ya que con frecuencia se
exigirá para su constitución documento público ad probationem ( CC art.1280 ) o incluso ad solemnitatem (hipoteca,
superficie).
6. Contrato: es fuente del derecho de obligación ( CC art.1089 ); pero necesita la tradición para constituir derechos
reales ( CC art.609 ), según la teoría del título y el modo.
7. Prescripción: la del derecho real puede ser adquisitiva y extintiva, y en el derecho de crédito sólo esta última, al
no ser susceptibles de usucapión.
8. Duración: el derecho real tienen vocación de permanencia (no necesariamente perpetuidad). El derecho de
obligación tiene naturaleza transitoria, se extingue con el cumplimiento de la prestación.
5227 9. Inscripción registral: en principio reservada a los derechos reales, siendo el Registro de la Propiedad ajeno a
los derechos de obligación.
Sin embargo, existen derechos reales no susceptibles de inscripción:
a) Los derechos reales sobre bienes muebles: conforme al LH art.1 el Registro de la Propiedad tiene por objeto la
inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.
Debe tenerse en cuenta la existencia del Registro de Bienes Muebles, al que acceden, por ejemplo, los vehículos a
motor o la maquinaria industrial, resultando a veces más práctico diferenciar entre bienes registrables y no registrables.
b) La posesión ( LH art.5 ): los títulos referentes al mero y simple hecho de poseer no son inscribibles.
c) Aquellos que por tener su origen directamente en la Ley no necesitan de publicidad registral para ser eficaces
frente a terceros, como la servidumbre natural de aguas ( CC art.552 ) o los retractos legales ( LH art.37.3 ).
d) Las servidumbres aparentes, que nacen de hechos que deben ser captadas necesariamente por los sentidos. El
TS admite su oponibilidad a terceros pese a no figurar inscritas.
También existen derechos personales inscribibles:
- Los arrendamientos de bienes inmuebles y los subarriendos, subrogaciones y cesiones de los mismos ( LH art.2.5 ).
- El derecho de opción ( RH art.14 ).
5229 Clases
Por lo que respecta al debate sobre si los derechos reales son numerus clausus o apertus, la DGRN ha venido
admitiendo el numerus apertus en varias resoluciones sobre la inscripción de figuras diversas:
- la multipropiedad ( Resol 4-3-1993 ),
- el tanteo convencional ( Resol 20-9-1966 ),
- el leasing inmobiliario (como derecho real autónomo y no simple conjunción de arrendamiento y opción de compra,
Resol 26-10-1998 )
- o modalidades atípicas de servidumbre (como el derecho a instalar carteles en terraza ajena).
Si bien reconoce que la creación de derechos reales atípicos debe considerarse siempre excepcional, sometida a
estrictos límites y requisitos (causa justificada para su creación, evitación de vinculaciones perpetuas de los bienes,
perfil claro de su contenido y ejercicio y no se trata de garantías reales; aunque, por ejemplo, la Resol DGRN 8-6-2011
defendió el numerus apertus para justificar la admisibilidad de la controvertida hipoteca en mano común).
5231 Los derechos reales se reparten en dos grupos:
1. Los de protección provisional: en este primer grupo nos encontramos con la posesión ( CC art.430 a 466 ):
apariencia de poder sobre las cosas del mundo exterior con independencia de la existencia o no de una titularidad
jurídico-real, provisionalmente protegida por el Derecho en tanto no se pruebe su falta de adecuación a la realidad
jurídica. Es un derecho real, pues goza de inmediatividad ( CC art.430 : tenencia de una cosa o disfrute de un derecho)
y de absolutividad ( CC art.446 : todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión).

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Dicha apariencia provisional de derecho se sitúa en el ámbito de los derechos de cosas (propiedad, usufructo, uso,
habitación, ciertas servidumbres, censo enfitéutico, superficie, prenda, anticresis,) y de algunas relaciones obligatorias
(arrendamiento, transporte, comodato, depósito) que recaen sobre el mundo exterior y permitan un ejercicio de hecho
con cierta estabilidad o duración semejante a la de los derechos reales.
2. Los de protección definitiva: en este segundo grupo, encontramos la propiedad y los derechos reales en cosa
ajena o limitativos del dominio (nº 5233 ).
La propiedad la define el CC art.348 como el derecho a gozar y disponer de una cosa sin más limitaciones que las
establecidas en las leyes.
2. Derechos reales en cosa ajena o limitativos del dominio

5233 Usufructo 5234


Uso y habitación 5240
Servidumbre 5244
Censos 5250
Derecho de superficie 5252
Derechos de sobreelevación y subedificación 5253
Derecho de aprovechamiento por turnos de bienes inmuebles 5254
5234 Usufructo
(CC art.467)

Da derecho a disfrutar los bienes ajenos con obligación de conservar su forma y sustancia salvo que la Ley o el título
de su constitución autoricen otra cosa.
Puede recaer sobre bienes muebles e inmuebles y derechos no personalísimos e intransmisibles. Es un derecho real
limitado sometido a límites temporales: normalmente es vitalicio cuando el usufructario es persona física y, cuando
es jurídica, el CC art.515 impone un límite temporal de 30 años. Y es trasnsmisible.
Se diferencia el fideicomiso de residuo del usufructo con facultad de disposición en que:
1. El usufructario no deja de serlo, y el usufructo es un ius in re aliena. Además el instituido en usufructo aunque sea
universal se reputa legatario. El usufructo es un derecho limitado por naturaleza que se le ponen ampliaciones que
no corresponden a su naturaleza. Además, no hay llamamiento sucesivo, sino que se distribuye de manera inmediata
las facultades integrantes del derecho.
2. El fiduciario es propietario y es heredero. Parte de una plenitud de facultades dominicales a las cuales se ponen
limitaciones, que en este caso es lo excepcional ( TS 9-2-98, EDJ 339 ).
5236 Derechos del nudo propietario
Estos son:
- enajenar los bienes, pero no alterar su forma ni sustancia, ni hacer en ellos nada que perjudique al usufructuario
( CC art.489 );
- hipotecarlos ( LH art.107.2 );
- hacer obras, mejoras y plantaciones ( CC art.503 );
- imponer servidumbres sobre la finca ( CC art.595 );
- inspeccionar la actuación del usufructuario sin causarle molestias ( CC art.520 ).
5238 Derechos y obligaciones del usufructuario
Entre los derechos se encuentran:
- usar ( CC art.480, 487 y 488 ), y
- aprovechar la cosa y percibir sus frutos ( CC art.471 a 474 ).
En cuanto a las obligaciones, entre estas se encuentran:
1. Anteriores al disfrute de los bienes ( CC art.491 ): formar inventario de los bienes y prestar fianza;
2. Durante el usufructo:

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a) guardar y conservar los bienes ( CC art.497 ),
b) realizar las reparaciones ordinarias ( CC art.500 ),
c) pagar las contribuciones y cargas ( CC art.504 ),
d) comunicar al propietario actos perjudiciales por parte de terceros ( CC art.511 );
3. Al terminar el usufructo ( CC art.522 ): entregar la cosa al propietario.
5240 Uso y Habitación
(CC art.524)

El Uso da derecho a percibir de los bienes ajenos los que basten para satisfacer las necesidades del usuario y su
familia aunque esta aumente.
El usuario tiene derecho a los frutos en una medida, la suya y la de su familia, aunque ésta aumente. El consumo
ordinario que lleva implícito el uso de la cosa es para satisfacer una necesidad y no puede obtener beneficios más allá.
La Habitación da la facultad a su titular de ocupar en casa ajena las piezas necesarias para sí y para las personas
de su familia. No concede a su titular un derecho a los frutos y además el uso de la casa ha de serlo como vivienda
( CC art.527 ).
5242 Caracteres comunes al uso y la habitación
Estos son:
a) su contenido se regula por su título constitutivo, en su defecto por el CC art.523 y 529 y, subsidiariamente, por
las disposiciones del usufructo siempre que sean aplicables ( CC art.528 );
b) sólo pueden recaer sobre cosas corporales dentro del comercio de los hombres, muebles o inmuebles, que
proporcionen frutos directamente consumibles;
c) son intransmisibles e indisponibles, no pudiendo ser objeto de arrendamiento ( CC art.525 );
d) se extinguen por las mismas causas que el usufructo y por el abuso grave de la cosa usada y de la habitación ( CC
art.529 ), pero el mal uso no provoca la extinción. Si el titular del derecho de uso no lo utiliza de forma preferente, es
decir, no habita en la vivienda o no le satisface sus necesidades primarias, existe un abuso de derecho que motiva
su extinción ( AP Lleida17-5-06, EDJ 301918 ; AP Barcelona 26-1-01 EDJ 6720).
5244 Servidumbre
Gravamen impuesto sobre un inmueble a favor de otro perteneciente a distinto dueño (servidumbre predial, a que
se refiere el CC art.530 ) o a favor de una o varias personas o de una colectividad (servidumbre personal, admitida
por el CC art.531 ).
Hay diversas clases:
1. Reales o personales: las reales se constituyen en provecho de una persona, en cuanto propietaria de una finca
determinada y las personales, a favor de una o varias personas, o de una comunidad, por su propia individualidad
y no por poseer un predio.
2. Legales o voluntarias ( CC art.536 ): por ley o voluntad de las partes. Y entre las servidumbres legales se
encuentra la siguiente clasificación:
a) En materia de aguas ( CC art.552 a 563 ; RDL 1/2001).
b) De paso ( CC art.564 a 570 ).
c) De medianería ( CC art.571 a 579 ).
d) De luces y vistas ( CC art.580 a 585 ).
e) De desagüe de edificios ( CC art.586 a 588 ).
f) Distancias y obras intermedias ( CC art.589 a 593 ).
3. Aparentes o no aparentes ( CC art.532 ): las primeras se anuncian y están continuamente a la vista por signos
exteriores, que revelan su uso y aprovechamiento. Las segundas no presentan indicio alguno exterior de existencia.
4. Continuas y discontinuas ( CC art.532 ): el uso de las continuas es o puede ser incesante, sin la intervención del
hombre. Las discontinuas se usan a intervalos más o menos largos y dependen de actos del hombre.

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4. Positivas y negativas ( CC art.533 ): la positiva impone al dueño del predio sirviente la obligación de dejar hacer
alguna cosa o de hacerla por sí mismo, y la negativa prohíbe al dueño del predio sirviente hacer algo que le sería
lícito sin la servidumbre.
5246 Las servidumbres se caracterizan porque:
a) no se presumen, siempre deben probarse ( TS 4-11-97 y 8-10-88, EDJ 7819 );
b) exige la relación entre dos predios: «dominante» y «sirviente» ( CC art.530 );
c) son indivisibles;
d) deben tener una causa perpetua: satisfacer un interés permanente del predio dominante y descansar en una
utilidad que pueda constantemente prestar el predio sirviente;
e) se transmiten conjuntamente con la finca a la que sirven ( CC art.534 );
f) no son hipotecables, salvo la servidumbre de aguas ( LH art.108 ).
El dueño del predio dominante puede ( CC art.542 a 545 ):
- exigir la constitución de servidumbres pagando su precio;
- exigir su inscripción en el Registro ( LH art.1.1 );
- usar de la servidumbre de la manera necesaria para satisfacer el interés amparado;
- usar de todos los derechos accesorios.
5248 Adquisición, modificación y extinción
Las servidumbres se adquieren por:
a) por disposición de la ley;
b) título y prescripción ( CC art.537 a 540 );
c) signo aparente o destino del padre de familia ( CC art.541 ).
La modificación de las servidumbres se lleva a cabo:
- por convenio de los interesados ( CC art.551 y 594 );
- modificación voluntaria del dueño del predio sirviente del lugar y forma de uso de la servidumbre para evitar un
sacrificio excesivo o innecesario al dueño del predio sirviente ( CC art.545 );
- modificación externa del predio dominante o sirviente ( CC art.546.3 );
- prescripción ( CC art.547 ).
Pueden extinguirse en los siguientes casos ( CC art.546 ):
• por reunirse en una misma persona la propiedad del predio dominante y la del sirviente;
• el no uso durante 20 años,
• cuando los predios vengan a tal estado que no pueda usarse de la servidumbre;
• llegar el día o realizarse la condición, si la servidumbre fuera temporal o condicional;
• la renuncia del dueño del predio dominante;
• la redención convenida entre el dueño del predio dominante y el del sirviente.
5250 Censos
(CC art.1623 y 1634)

Suponen la sujeción de bienes inmuebles al pago de un canon o rédito anual en retribución de un capital que se
recibe en dinero, o del dominio pleno o menos pleno que se transmite de los mismos bienes. Producen acción real
sobre la finca gravada.
Sus caracteres son:
1. Se constituye sobre predios, al igual que las servidumbres.
2. Pago del canon o renta que grava un inmueble.
3. De tiempo indefinido.
4. Redimible.
5. Transmisible tanto las fincas gravadas como el derecho a percibir la pensión ( CC art.1617 ).

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6. Indivisible salvo pacto en contrario ( CC art.1618 ).
7. Prescriptibles tanto el capital como las pensiones de los censos ( CC art.1620 ).
5252 Derecho de superficie
Atribuye a su titular el derecho a construir o plantar sobre suelo ajeno, pudiendo disfrutar de la construcción o
plantación por un tiempo, a cambio del pago de una renta. No regulado por el CC, pero recogido en el RH art.16 y
30 (el TS 24-2-00, EDJ 2580 declaró nulo su párrafo 2º) con una más amplia regulación en urbanismo. La LH art.107
lo declara hipotecable.
5253 Derechos de sobreelevación y subedificación
Son derechos de superficie que permiten a su titular elevar plantas sobre un edificio o realizar construcciones bajo
su subsuelo, adquiriendo su propiedad.
La criticada TS 10-5-99, EDJ 6844 mantiene que, una vez constituido el régimen de propiedad horizontal, el promotor
no puede reservarse el derecho de sobreelevación al recaer sobre las cubiertas del edificio, elementos comunes y,
como tales, pertenecientes a todos los propietarios del inmueble.
5254 Derecho de aprovechamiento por turnos de bienes inmuebles
(RDL 8/2012)

Atribuye a su titular la facultad de disfrute exclusivo, durante un período específico de cada año, consecutivo o alterno,
de un alojamiento susceptible de utilización independiente por tener salida propia a la vía pública o elemento común
del edificio en el que se integra y esté dotado permanentemente con el mobiliario adecuado al efecto, así como del
derecho a la prestación de los servicios complementarios.
3. Derechos reales limitados de garantía

5256 Prenda 5259


Hipoteca 5263
Anticresis 5278
Hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento 5280
5257 El principio de responsabilidad patrimonial universal del CC art.1911 no supone garantía bastante para el acreedor.
Otros instrumentos garantizan el pago del crédito: las garantías personales (fianzas, avales) y reales. Las reales se
regulan en el CC Libro IV, Título XV y en la Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin Desplazamiento de 16-12-1954.
Se trata de derechos accesorios de realización de valor que facultan al acreedor a realizar bienes del deudor,
quedando afectos al pago, y a cobrarse la deuda con cargo a dichos bienes, con preferencia frente a otros deudores.
5259 Prenda
(CC art.1863)

Recae sobre bienes muebles e implica desplazamiento posesorio. En caso de derechos no instrumentalizados no
resulta posible la traslación posesoria, sustituyéndose por una notificación ( TS 3-2-09, EDJ 13333 ).
Tiene los siguientes caracteres:
1. Sujeta un bien ajeno al pago del crédito.
2. Derecho accesorio: su nacimiento y extinción depende del derecho de crédito que garantiza.
3. Conlleva desplazamiento de la posesión del bien del deudor al acreedor: de este modo se garantiza respecto de
terceros la publicidad de la vinculación del bien al pago de la deuda.
4. Derecho de realización de valor: en caso de impago de la deuda el acreedor puede solicitar la ejecución del bien
y cobrarse la deuda con cargo al mismo de forma preferente ( CC art.1922.2 y 1926.1 ).
Respecto a sus elementos, se pueden diferenciar entre:
1. Personales: el acreedor pignoraticio, titular del derecho real de prenda y el deudor pignoraticio, persona obligada
al pago de la obligación. El CC permite que terceros extraños a la obligación principal puedan asegurarla pignorando
o hipotecando sus propios bienes. Los requisitos de capacidad son los generales previstos en la ley, si bien, es
necesario que la cosa pignorada pertenezca en propiedad al que la empeña y que las personas que constituyan la
prenda tengan la libre disposición de sus bienes o, en caso de no tenerla, se hallen legalmente autorizadas al efecto.

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2. Reales: todas las cosas muebles en el comercio susceptibles de posesión. Pueden garantizarse también toda
clase de obligaciones, ya puras o sujetas a condición suspensiva o resolutoria (desde la TS 19-4-97 se admite la
pignoración de créditos como garantía real).
3. Formales: el CC no exige forma especial para constituir el derecho de prenda, pero exige se ponga en posesión
del bien al acreedor o a un tercero de común acuerdo.
Se extinguirá al extinguirse la obligación principal garantizada. Se presume remitida la obligación accesoria de
prenda, salvo prueba en contrario, cuando la cosa pignorada, después de entregada al acreedor, se hallase en poder
del deudor.
5261 Derechos y obligaciones del acreedor
Estos son:
1. Da derecho al acreedor a retener la cosa en su poder o en el de terceros a quien hubiese sido entregada, hasta
que se pague el crédito. Si mientras el acreedor retiene la prenda, el deudor contrajese con él otra deuda exigible
antes de haberse pagado le primera, podrá aquél prorrogar la retención hasta que se le satisfagan ambos créditos,
aunque no se hubiese estipulado la sujeción de la prenda a la seguridad de la segunda deuda ( CC art.1866 ).
2. El acreedor debe cuidar la cosa dada en prenda con la diligencia de un buen padre de familia, con derecho al
abono de los gastos hechos para su conservación, y responde de su pérdida o deterioro ( CC art.1867 ).
3. Si produce intereses compensará el acreedor los que perciba con los que se le deben; y si no se le deben, o en
cuanto excedan de los legítimamente debidos, los imputará al capital ( CC art.1868 ).
4. Mientras no se le expropie de la cosa dada en prenda, el deudor sigue siendo dueño de ella ( CC art.1869 ). El
acreedor podrá ejercitar las acciones que competan al dueño de la cosa pignorada para reclamarla o defenderla
contra tercero.
5. En caso de impago de la obligación garantizada el acreedor podrá vender el bien pignorado, conforme a la LEC o
un proceso extrajudicial. Si la prenda consistiere en valores cotizables se venderán en la forma prevenida por el CCom
6. El acreedor tiene derecho de cobro preferente ( CC art.1922.2 y 1926.1 ).
7. El acreedor no puede apropiarse las cosas dadas en prenda ni disponer de ellas ( CC art.1870 ) y deberá cuidarlas
con la diligencia de un buen padre de familia, respondiendo de los daños y perjuicios excepto en caso fortuito o
fuerza mayor.
8. No puede el deudor pedir la restitución de la prenda contra la voluntad del acreedor mientras no pague la deuda
y sus intereses, con las expensas en su caso ( CC art.1871 ).
5263 Hipoteca
Sujeta directa e inmediatamente los bienes sobre los que se impone, cualquiera que sea su poseedor, al cumplimiento
de la obligación para cuya seguridad fue constituida ( CC art.1876 ; LH art.104 ).
En cuanto a sus características, son las siguientes:
1. Derecho real al sujetar bienes inmuebles al cumplimiento de una obligación. 2. Derecho de realización de valor,
aunque los bienes hayan pasado a terceros ( CC art.1858 ; LH art.129 ).
3. Accesorio, ya que nace y depende de una obligación de crédito previa.
4. Al igual que la prenda es indivisible, aunque la deuda se divida entre los causahabientes del deudor o del acreedor
( CC art.1860 ; LH art.122 ). No podrá, por tanto, el heredero del deudor que haya pagado parte de la deuda pedir
que se extinga proporcionalmente la prenda o la hipoteca mientras la deuda no haya sido satisfecha por completo.
Tampoco podrá el heredero del acreedor que recibió su parte de la deuda devolver la prenda ni cancelar la hipoteca
en perjuicio de los demás herederos que no hayan sido satisfechos. Se exceptúa de estas disposiciones el caso en
que, siendo varias las cosas dadas en hipoteca o en prenda, cada una de ellas garantice solamente una porción
determinada del crédito. El deudor, en este caso, tendrá derecho a que se extingan la prenda o la hipoteca a medida
que satisfaga la parte de deuda de que cada cosa responda especialmente.
5. Derecho de constitución registral, ya que su nacimiento se condiciona a la inscripción en el Registro de la
Propiedad ( CC art.1875 ; LH art.145 y 149 ).
6. Recae sobre bienes inmuebles ajenos, enajenables y determinados ( CC art.1874 ; LH art.106 a 108 ).
7. No implica desposesión, pues la publicidad se logra por la inscripción registral.
8. Los créditos hipotecarios gozan de preferencia ( CC art.1923.3 y 1927.2 ).
9. Es un derecho transmisible e hipotecable.

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La hipoteca exige escritura pública e inscripción en el Registro ( LH art.145 ).
5265 Clases
La hipoteca puede ser:
1. Voluntarias o legales: las voluntarias tienen su origen en un acuerdo de voluntades, las legales en la ley. Tienen
derecho a exigir hipoteca legal ( LH art.168 ):
a) Las mujeres casadas sobre los bienes de sus maridos:
- Por las dotes que les hayan sido entregadas solemnemente bajo fe de Notario.
- Por los parafernales que con la solemnidad anteriormente dicha hayan entregado a sus maridos.
- Por las donaciones que los mismos maridos les hayan prometido dentro de los límites de la Ley.
- Por cualesquiera otros bienes que las mujeres hayan aportado al matrimonio y entregado a sus maridos con la
misma solemnidad.
b) Los reservatarios sobre los bienes de los reservistas en los casos señalados en el CC ( CC art.811, 968 y 980 )
y en cualesquiera otros comprendidos en leyes o fueros especiales.
c) Los hijos sometidos a la patria potestad por los bienes de su propiedad usufructuados o administrados por el
padre o madre que hubieran contraído segundo matrimonio, y sobre los bienes de los mismos padres.
d) Los menores o incapacitados sobre los bienes de sus tutores, por los que éstos administren y por la
responsabilidad en que incurrieren, a no ser que presten, en lugar de la fianza hipotecaria, otra garantía establecida
y autorizada por el CC.
e) El Estado, las provincias y los pueblos, sobre los bienes de los que contraten con ellos o administren
sus intereses, por las responsabilidades que contrajeron éstos, de conformidad con lo establecido en las leyes y
reglamentos.
f) El Estado sobre los bienes de los contribuyentes en los casos establecidos en la LH.
g) Los aseguradores sobre los bienes de los asegurados, también en los casos establecidos en la LH.
5267 2. Ordinarias y de seguridad: las ordinarias garantizan una obligación existente y cuyas características están
determinadas en la inscripción registral. La de seguridad garantiza una obligación de cuantía dudosa.
3. Comunes o preferentes: en las comunes el orden de ejecución se determina conforme a la fecha del asiento
registral. Las preferentes tienen una prelación privilegiada por disposición de la ley.
5268 Elementos
La hipoteca tiene elementos:
1. Personales: el acreedor y el deudor hipotecarios, éste último dueño de la finca hipotecada (deudor de la obligación
garantizada o no). El deudor hipotecario ha de ser dueño de la cosa y mayor de edad.
2. Reales: en general son hipotecables los bienes inmuebles susceptibles de inscripción y los derechos reales
enajenables, con arreglo a las leyes, impuestos sobre los mismos ( LH art.106 ).
Resultan hipotecables ( LH art.107 ):
1. El derecho de usufructo: extinguiéndose la hipoteca cuando concluya el usufructo por hecho ajeno a la voluntad
del usufructuario. Si concluyere por su voluntad, subsistirá la hipoteca hasta que se cumpla la obligación asegurada,
o hasta que venza el tiempo en que el usufructo habría naturalmente concluido a no mediar el hecho que le puso fin.
2. La mera propiedad: si el usufructo se consolida con ella en la persona del propietario, no sólo subsistirá la hipoteca,
sino que se extenderá también al mismo usufructo, salvo pacto en contrario.
3. Los bienes anteriormente hipotecados, aunque exista pacto de no volverlos a hipotecar.
4. El derecho de hipoteca voluntaria, quedando pendiente la que se constituya sobre él de la resolución del mismo
derecho.
5. Los derechos de superficie, pastos, aguas, leñas y otros semejantes de naturaleza real.
6. Las concesiones administrativas de minas, ferrocarriles, canales, puentes y otras obras destinadas al
servicio público, y los edificios o terrenos que, no estando directa y exclusivamente destinados al referido servicio,
pertenezcan al dominio particular, si bien se hallen agregados a aquellas obras, quedando pendiente la hipoteca, en
el primer caso, de la resolución del derecho del concesionario.

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5270 7. Los bienes vendidos con pacto de retro o a carta de gracia, si el comprador o su causahabiente limita la hipoteca
a la cantidad que deba recibir en caso de resolverse la venta, dándose conocimiento del contrato al vendedor, a fin de
que si se retrajeren los bienes antes de cancelarse la hipoteca, no devuelva el precio sin conocimiento del acreedor,
a no mediar para ello precepto judicial.
8. El derecho de retracto convencional, si bien el acreedor no podrá repetir contra los bienes hipotecados sin
retraerlos previamente en nombre del deudor, en el tiempo en que éste tenga derecho y anticipando la cantidad que
pare ello fuere necesaria.
9. Los bienes litigiosos, si la demanda origen del pleito se ha anotado preventivamente, o si se hace constar en la
inscripción que el acreedor tenía conocimiento del litigio, quedando la hipoteca pendiente de la resolución del pleito.
10. Los bienes sujetos a condiciones resolutorias expresas, quedando extinguida la hipoteca al resolverse el
derecho del hipotecante.
11. Los pisos o locales de un edificio en régimen de propiedad horizontal.
12. El derecho del rematante sobre inmuebles subastados en un procedimiento judicial. Una vez satisfecho el
precio del remate e inscrito el dominio en favor del rematante, la hipoteca subsistirá, recayendo directamente sobre
los bienes adjudicados.
No son hipotecables ( LH art.108 ):
1. Las servidumbres, a menos que se hipotequen junto con el predio dominante, excepción hecha de la de aguas.
2. Los usufructos legales, salvo el concedido al cónyuge viudo por el CC
3. El uso y la habitación.
5272 Extensión
(LH art.109 a 113)

Respecto a la obligación garantizada, la hipoteca se extiende a todo el principal. En cuanto a los intereses, y en
defecto de pacto, asegurará, en perjuicio de tercero, los de las dos últimas anualidades y la parte vencida de la
anualidad corriente. No puede pactarse que la hipoteca asegure intereses por plazo superior a cinco años.
Respecto del inmueble la hipoteca se extiende (aparte del propio inmueble) a las accesiones naturales, a las mejoras
y al importe de las indemnizaciones concedidas o debidas al propietario por razón de los bienes hipotecados ( TS
27-6-07, EDJ 80178 : a todos los bienes muebles que sean pertenencias de la cosa principal durante la vida de la
hipoteca).
Salvo pacto o disposición legal, la hipoteca, no comprende los objetos muebles que se hallen colocados
permanentemente en la finca hipotecada, bien para su adorno, comodidad o explotación, o bien para el servicio de
alguna industria, a no ser que no puedan separarse sin quebranto de la materia o deterioro del objeto, los frutos,
cualquiera que sea la situación en que se encuentren, las rentas vencidas y no satisfechas al tiempo de exigirse el
cumplimiento de la obligación garantizada. Si la finca hipotecada pasa a un tercer poseedor no será extensiva la
hipoteca a los muebles colocados permanentemente en los edificios, ni a las mejoras que no consistan en obras de
reparación, seguridad o transformación, siempre que unos u otras se hayan costeado por el nuevo dueño, ni a los
frutos pendientes y rentas vencidas que sean de la pertenencia del mismo.
5274 Contenido
No priva de la propiedad al dueño del inmueble, el cual podrá usarla, transmitirla o gravarla nuevamente.
En caso de venta de un inmueble hipotecado: si el vendedor y el comprador hubiesen pactado que el segundo
se subrogará tanto en las responsabilidades derivadas de la hipoteca como en la obligación personal garantizada,
queda el primero desligado de dicha obligación si el acreedor prestare su consentimiento expreso o tácito.
Si no se ha pactado la transmisión de la obligación garantizada, pero el comprador ha descontado su importe del
precio de la venta, o lo hubiese retenido y al vencimiento de la obligación fuere ésta satisfecha por el deudor que
vendió la finca, quedará subrogado éste en el lugar del acreedor hasta tanto que por el comprador se le reintegre
el total importe retenido o descontado.
En caso de impago del crédito, el acreedor hipotecario podrá acudir a dos acciones para exigir el pago: la personal
y la hipotecaria. Podrá válidamente pactarse en la escritura de constitución de la hipoteca voluntaria que la obligación
garantizada se haga solamente efectiva sobre los bienes hipotecados, no alcanzando a los demás bienes del
patrimonio del deudor ( LH art.140 ).

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Cuando la hipoteca afecte a dos o más fincas y el valor de alguna de ellas no cubriese la parte de crédito de que
responda, el acreedor puede repetir por la diferencia exclusivamente contra las demás fincas hipotecadas, en la forma
y con las limitaciones establecidas en la LH art.121 .
La acción hipotecaria podrá ejercitarse directamente contra los bienes hipotecados según LEC Libro III Título IV, con
las especialidades de su capítulo V. En la escritura de constitución de la hipoteca puede pactarse la venta extrajudicial
del bien hipotecado ( CC art.1858 ) para el caso de falta de cumplimiento de la obligación garantizada. La venta
extrajudicial se realizará por medio de notario con las formalidades establecidas en el RH (la TS 29-12-05 declara
su legalidad).
5276 Extinción
La hipoteca se extingue, entre otras, por las siguientes causas:
- renuncia;
- acuerdo extintivo entre las partes;
- pérdida de la finca o extinción del derecho real;
- confusión o reunión en una misma persona de las cualidades de acreedor y deudor hipotecario;
- expiración del término o condición resolutoria;
- prescripción: 20 años ( CC art.1964 y LH art.128 );
- caducidad de la inscripción o cancelación del asiento registral.
5278 Anticresis
Autoriza a su titular para percibir los frutos de un bien inmueble del deudor, con el fin determinado de aplicarlos al
pago de los intereses, si se debieran, y después cuando no fueran debidos, a la satisfacción del capital de su crédito
( CC art.1881 ).
Como caracteres, son los siguientes:
1. La finca puede pasar a poder del acreedor o de un tercero, quedando obligados a pagar las contribuciones y cargas
que pesen sobre la finca y a hacer los gastos necesarios para su conservación y reparación, deduciéndose de los
frutos las cantidades que emplee en uno y otro objeto.
2. Si la finca se traslada del patrimonio del deudor se puede retener la cosa hasta el completo pago del crédito.
3. El acreedor no adquiere la propiedad del inmueble por falta de pago de la deuda dentro del plazo convenido, por
lo que cualquier pacto en contrario devendrá nulo (por todas, TS 20-12-07, EDJ 251602 ). Y el acreedor en este caso
puede pedir, siguiendo la LEC, el pago de la deuda o la venta del inmueble.
4. Se trata de un derecho accesorio ( TS 10-5-89).
5280 Hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento
(L 16-12-1954)

Son derechos reales de garantía sobre bienes muebles, pero que a diferencia de la prenda ordinaria no implican
desplazamiento posesorio, lo que suplen a través de su publicidad registral.
1. Sólo pueden constituirse sobre los bienes enumerados en la ley.
2. Los bienes objetos de garantía han de ser enajenables y sólo puede hipotecarse o pignorarse la plena propiedad
de los mismos, no cuotas indivisas ni derechos de usufructo sobre las mismas (L 16-12-1954 art.1.2).
3. El precio de los bienes hipotecados o pignorados ha de estar totalmente satisfecho.
4. Deben constituirse mediante escritura pública e inscribirse en el Registro de hipoteca mobiliaria y de prenda sin
desplazamiento de la posesión (Resol DGRN 12-5-2008).
5. La inscripción tiene carácter constitutivo (para la Resol DGRN 18-3-2008 es un elemento sólo de eficacia en el
caso de la prenda).
6. El Registro especial de gravámenes (L 16-12-1954 art.67 a 80) depende del Ministerio de Justicia y de la Dirección
General de los Registros y del Notariado, a cargo de los Registradores de la Propiedad.
7. Los bienes gravados no pueden enajenarse sin el consentimiento del acreedor (L 16-12-1954 art.4).
8. El acreedor hipotecario o pignoraticio (L 16-12-1954 art.10) tiene para el cobro de sus créditos el mismo derecho
de preferencia que el acreedor prendario.

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9. Las acciones derivadas de estas garantías prescriben a los tres años (art.11). La Ley de 1954 regula dos
procedimientos especiales:
- judicial sumario (L 16-12-1954 art.92 y 93), y
- extrajudicial ante Notario (L 16-12-1954 art.94 y 95).
4. Derechos reales limitados de adquisición y sobre bienes incorporales

5282 El retracto legal ( CC art.1521 ) es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato,
en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago.
El tanteo legal (mencionado en el CC en sede de censos: 1636 y 1656 y regulado en leyes especiales como la LAR
o la LAU), es el derecho a adquirir una cosa en las mismas condiciones en las que su titular pretende enajenarla
a un tercero.
El derecho a retraer en la venta con pacto de retro ( CC art.1507 s. ) es el derecho que se reserva el vendedor
a recuperar la cosa vendida reembolsando el precio y determinados gastos. El vendedor podrá ejercitar su acción
contra todo poseedor que traiga su derecho del comprador, aunque en el segundo contrato no se haya hecho mención
del retracto convencional, salvo lo dispuesto en la LH respecto de terceros ( CC art.1510 ).
Los derechos reales sobre bienes incorporales es una posibilidad que no ha sido siempre admitida en la doctrina,
pero hoy existe cierta unanimidad en considerar derechos reales los derivados de:
- la propiedad intelectual y
- la propiedad industrial.
5. Otros derechos de naturaleza real discutida

5284 El derecho de arrendamiento o el de opción, que la mayoría de la doctrina considera derechos personales sin
perjuicio de que en ocasiones puedan gozar de oponibilidad frente a terceros (por la legislación especial o por su
inscripción registral).
El contrato de opción (promesa de venta) es aquel en el que una persona se compromete, dentro del plazo, a vender
una cosa a favor de un tercero.
El derecho de retención que concede el CC a ciertos sujetos ( CC art.453 , al poseedor; CC art.522 , al usufructuario;
CC art.1600 , al que ejecuta una obra en cosa mueble; CC art.1730 , al mandatario; CC art.1780 , al depositario;
CC art.1866 , al acreedor pignoraticio). Se considera una facultad más del derecho del que deriva, participando de
la naturaleza real o personal de tal derecho.
R. Matrimonio

5286 1. Sistema matrimonial Español 5287


2. Formas de celebración del matrimonio 5296
3. Efectos personales del matrimonio 5305
4. Nulidad, separación y disolución del matrimonio 5307
5. Régimen económico del matrimonio. Cuestiones generales 5330
6. Régimen de gananciales 5339
7. Régimen de separación de bienes 5362
8. Régimen de participación 5364
1. Sistema matrimonial Español

5287 El matrimonio es la unión legal entre dos personas del mismo o distinto sexo, que se encamina al establecimiento
de una plena comunidad de vida.
Es un negocio jurídico bilateral, en cuanto acuerdo de voluntades de los contrayentes dirigidas a unirse en matrimonio.
No obstante, sus consecuencias vienen establecidas de modo inderogable por el Ordenamiento Jurídico, y la
autonomía de la voluntad de los contrayentes queda muy reducida.

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El sistema matrimonial español es facultativo de libre elección de tipo anglosajón: Existe un único matrimonio civil
que puede celebrarse en distintas formas: civil o religiosa.
5289 Esponsales
Promesa del futuro matrimonio hecha y aceptada recíprocamente entre dos personas. No produce obligación de
contraerlo, ni de cumplir lo que se hubiese estipulado para el supuesto de su no celebración. No se admitirá a trámite
la demanda en que se pretenda su cumplimiento ( CC art.42 ). No obstante, el incumplimiento de la promesa cierta
de matrimonio producirá la obligación de resarcir a la otra parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas
en relación al matrimonio cuando se rechace sin justa causa y la promesa haya sido hecha por un mayor de edad
o por un menor emancipado ( CC art.43.1 ).
5291 Uniones de hecho
Unión duradera, exclusiva y estable de dos personas de sexo diferente o del mismo sexo en una relación de afectividad
análoga a la del matrimonio
En el ámbito estatal, a diferencia de lo que sucede en las Comunidades Autónomas, no hay legislación general sobre
las uniones de hecho.
5292 Requisitos para celebrar el matrimonio
Son los siguientes:
1. Edad: no pueden contraer matrimonio los menores de edad no emancipados ( CC art.46.1 ). Por tanto, pueden
contraer matrimonio: los mayores de edad y los menores emancipados por concesión de los padres o del Juez, así
como el mayor de 16 años que con consentimiento de los padres haga vida independiente ( CC art.314 y 319 ). Se
ha suprimido la posibilidad de que pudieran contraer matrimonio los menores de edad no emancipados que habiendo
cumplido 14 años, hubieran obtenido dispensa del impedimento de edad (L 2/2015).
2. Libertad de estado: no pueden contraer matrimonio los que estén ligados con vínculo matrimonial ( CC art.46.2 ).
3. Sanidad de juicio: el matrimonio requiere consentimiento matrimonial que no podrá prestarse por la persona que
carece de entendimiento y voluntad. Si alguno de los contrayentes estuviere afectado por deficiencias o anomalías
psíquicas, se exigirá dictamen médico sobre su aptitud para prestar el consentimiento ( CC art.56 ).
4. Parentesco: no pueden contraer matrimonio:
- los parientes en línea recta por consanguinidad o adopción;
- los colaterales por consanguinidad (o adopción) hasta el tercer grado ( CC art.47.1 y 2 ).
5. Muerte dolosa: no pueden contraer matrimonio los condenados por haber tenido participación en la muerte dolosa
del cónyuge o persona con la que hubiera estado unida por análoga relación de afectividad a la conyugal ( CC art.47.3
-redacc L 2/2015).
En consecuencia, existen impedimentos matrimoniales que no permiten contraer matrimonio con cualquier otra
persona (de edad, de vínculo) e impedimentos que no permiten contraer matrimonio entre sí a las personas afectadas
(parentesco y crimen). Son dispensables los impedimentos de muerte dolosa y de parentesco de grado tercero entre
colaterales. La dispensa ulterior convalida, desde su celebración, el matrimonio cuya nulidad no haya sido instada
judicialmente por alguna de las partes ( CC art.48 -redacc L 2/2015).
5294 6. Consentimiento: supone la aptitud de querer y entender en el momento de otorgarlo, y saber que es el matrimonio.
No hay matrimonio sin consentimiento matrimonial ( CC art.45.1 ). Será nulo, cualquiera que sea su forma de
celebración, el matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial ( CC art.73 ). El consentimiento debe prestarse
por cada uno de los interesados, pero es posible el matrimonio mediante apoderado en los términos del CC art.55 .
En la prestación del consentimiento no debe concurrir error en la identidad de la persona del otro contrayente, o en
aquellas cualidades que, por su entidad, hubiesen sido determinantes de la prestación del consentimiento matrimonial,
ni coacción o miedo grave. En otro caso, el matrimonio será nulo ( CC art.73. 4 y 5 ).
El consentimiento matrimonial ha de ser puro, si bien las determinaciones accesorias de la voluntad (condición,
término o modo) se tendrán por no puestas ( CC art.45.2 ).
Tanto el matrimonio simulado, aquel en el que el consentimiento se emite en forma legal por ambos contrayentes,
pero sin una voluntad efectiva de contraer matrimonio, como el matrimonio con reserva mental de un cónyuge, aunque
el otro lo desconozca, determinan la nulidad del matrimonio. Mientras no se pruebe lo contrario, se presume la
correspondencia entre declaración y voluntad.
7. El expediente prematrimonial: la celebración del matrimonio civil requiere la tramitación de un expediente
matrimonial previo en el que se acredite que concurren los requisitos legales necesarios. Si alguno de los contrayentes

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estuviere afectado por deficiencias o anomalías psíquicas, se exigirá dictamen médico sobre su aptitud para prestar
el consentimiento ( CC art.56 ).
No requieren expediente previo a su celebración los matrimonios en peligro de muerte ( CC art.52 ). En el matrimonio
secreto el expediente se tramitará reservadamente ( CC art.54 ).
La tramitación del expediente aparece regulada en el RRC art.238 s.
8. Matrimonio canónico o celebrado en otra forma religiosa: debe cumplir los requisitos exigidos para la validez
del matrimonio civil. Por lo que se refiere al expediente prematrimonial, deben tenerse en cuenta los CC art.60, 63
y 65 -redacc L 2/2015.
2. Formas de celebración del matrimonio

5296 Cualquier español podrá contraer matrimonio fuera o dentro de España:


a) ante el juez, Alcalde o funcionario señalado por el Código (nº 5298 );
b) en la forma religiosa legalmente prevista (nº 5300 ).
También puede contraer matrimonio fuera de España con arreglo a la forma establecida por la Ley del lugar de
celebración ( CC art.49 ). Si ambos contrayentes son extranjeros podrán casarse en España con arreglo a las formas
prescritas para los españoles o en la forma establecida por la ley personal de cualquiera de ellos ( CC art.50 ).
5298 Matrimonio en forma civil
(CC art.51)

Se establece por el Código Civil la competencia para autorizar el matrimonio civil:


1. El Juez encargado del Registro Civil y el Alcalde del municipio donde se celebre el matrimonio o concejal en quien
éste delegue.
2. En los municipios en que no resida dicho Juez, el delegado designado reglamentariamente.
3. El funcionario diplomático o consular encargado del Registro Civil en el extranjero.
El consentimiento debe prestarse ante el juez, Alcalde o funcionario correspondiente al domicilio de cualquiera de
los contrayentes y ante dos testigos mayores de edad. No obstante, el consentimiento podrá prestarse por delegación
del instructor del expediente, bien a petición de los contrayentes, bien de oficio, ante un juez, alcalde o funcionario
de otra población distinta ( CC art.57 ).
El matrimonio es válido a pesar de la incompetencia o falta de nombramiento legítimo del funcionario autorizante si
éste ejerciera sus funciones públicamente y al menos uno de los contrayentes hubiera procedido de buena fe ( CC
art.53 ).
5300 Matrimonio en forma religiosa
(CC art.59 y 60)

Tras la reforma operada por la Ley de Jurisdicción Voluntaria, el CC art.60 ha queda redactado en los siguientes
términos (L 15/2015):
«1. El matrimonio celebrado según las normas del Derecho canónico o en cualquiera de otras formas religiosas
previstas en los acuerdos de cooperación entre el Estado y las confesiones religiosas produce efectos civiles.
2. Igualmente, se reconocen efectos civiles al matrimonio celebrado en la forma religiosa prevista por las iglesias,
confesiones, comunidades religiosas o federaciones de las mismas que, inscritas en el Registro de Entidades
Religiosas, hayan obtenido el reconocimiento de notorio arraigo en España.
En este supuesto, el reconocimiento de efectos civiles requerirá el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) La tramitación de un acta o expediente previo de capacidad matrimonial con arreglo a la normativa del Registro Civil.
b) La libre manifestación del consentimiento ante un ministro de culto debidamente acreditado y dos testigos mayores
de edad.
La condición de ministro de culto será acreditada mediante certificación expedida por la iglesia, confesión o comunidad
religiosa que haya obtenido el reconocimiento de notorio arraigo en España, con la conformidad de la federación que,
en su caso, hubiere solicitado dicho reconocimiento.
3. Para el pleno reconocimiento de los efectos civiles del matrimonio celebrado en forma religiosa se estará a lo
dispuesto en el Capítulo siguiente.»

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5302 Formas especiales
Estas conforman el:
- matrimonio en peligro de muerte. Esta dispensado de la previa formación de expediente ( CC art.52 );
- matrimonio mediante apoderado ( CC art.55 );
- matrimonio secreto: la dispensa de la forma ordinaria se refiere a los requisitos de publicidad ( CC art.54 y 64 ).
5303 Inscripción del matrimonio en el Registro civil
Después de la celebración del matrimonio, el juez, alcalde o funcionario autorizante extenderá la inscripción o el
acta correspondiente con su firma y la de los contrayentes y testigos. Practicada la inscripción o extendida el acta,
el juez alcalde o funcionario entregará a cada uno de los contrayentes documento acreditativo de la celebración del
matrimonio ( CC art.58 in fine y 62 ).
En cuanto a la inscripción del matrimonio celebrado en forma religiosa ha de tenerse en cuenta el CC art.63 . Los
CC art.64 y 65 contienen reglas especiales.
En cuanto a los efectos de la inscripción, ésta no tiene eficacia constitutiva, pero es necesaria para el reconocimiento
de los efectos civiles. Entre los cónyuges, los efectos del matrimonio, personales y patrimoniales, se dan y son
oponibles entre ellos, esté o no inscrito, pero, el matrimonio no inscrito no perjudicará los derechos adquiridos de
buena fe por terceros (efectos económicos).
En caso de matrimonio secreto, hasta que no esté inscrito en el Registro civil ordinario, no perjudicará los derechos
adquiridos por terceros de buena fe ( CC art.64 ).
3. Efectos personales del matrimonio

5305 El matrimonio origina una serie de deberes recíprocos entre los cónyuges que son los siguientes: deber de respeto
y ayuda mutua, de actuación en interés de la familia, de convivencia, de fidelidad, de compartir responsabilidades
domésticas y de cuidar y atender a los ascendientes y a otras personas a su cargo ( CC art.66 a 68 ).
Se trata de deberes incoercibles, pero que pueden generar consecuencias, tanto civiles como penales, en caso
de incumplimiento.
Además, los cónyuges han de fijar de común acuerdo el domicilio conyugal. En su defecto, resolverá el Juez, teniendo
en cuenta el interés de la familia ( CC art.70 ).
4. Nulidad, separación y disolución del matrimonio

5307 Nulidad 5308


Separación 5318
Disolución 5324
Efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio 5326
5308 Nulidad
Se produce en virtud de causas coetáneas a la celebración del matrimonio. La nulidad opera ex tunc, salvo para el
contrayente de buena fe y para los hijos.
El Código Civil determina que es nulo cualquiera que sea su forma de celebración ( CC art.73 ):
a) El matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial.
b) El matrimonio celebrado entre las personas a que se refieren CC art.46 y 47 , salvo los casos de dispensa conforme
al CC art.48 . Esta causa supone la existencia de impedimentos indispensables o no dispensados.
c) El matrimonio que se contraiga sin la intervención del Juez, Alcalde o funcionario ante quien deba celebrarse,
o sin la de los testigos. Ahora bien el matrimonio será válido, a pesar de la incompetencia o falta de nombramiento
legítimo del juez, alcalde o funcionario si al menos uno de los contrayentes hubiera procedido de buena fe y aquéllos
ejercieran sus funciones públicamente ( CC art.53 y 78 ).
d) El matrimonio celebrado por error en la identidad de la persona del otro contrayente, o en aquellas cualidades
personales que por su entidad hubiesen sido determinantes de la prestación del consentimiento.
e) El matrimonio contraído por coacción o miedo grave.

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5310 1. La acción de nulidad corresponde a los cónyuges, al Ministerio fiscal y a cualquier persona que tenga interés
directo y legítimo en ella, y no está sujeta, en principio, a plazo de ejercicio ( CC art.74 ).
Por excepción, si la causa de nulidad es la falta de edad, mientras el contrayente sea menor, la acción sólo pueden
ejercitarla sus padres, tutores o guardadores y, en todo caso, el Ministerio Fiscal. Una vez que alcance la mayoría
de edad, sólo podrá ejercitar la acción el cónyuge que se casó siendo menor en el plazo de un año a contar desde
su mayoría de edad ( CC art.75 ).
En los casos de vicio del consentimiento, la acción sólo puede ejercitarla el cónyuge que hubiera sufrido el vicio
durante el plazo de un año desde la cesación del error o desaparición de la causa del miedo.
2. Efectos de la declaración de nulidad: en cuanto a los cónyuges, quedan en libertad de estado y, en cuanto a
los hijos, la afirmación del CC art.92.1 de que no exime a los padres de sus obligaciones para con los hijos, es inútil
porque esos deberes son consecuencia de la filiación y no del matrimonio.
Como consecuencias patrimoniales, la sentencia firme de nulidad producirá la disolución del régimen económico
matrimonial ( CC art.95.1 ). Si la sentencia declara la mala fe de uno solo de los cónyuges, el de buena fe «podrá optar
por aplicar en la liquidación del régimen económico matrimonial las disposiciones relativas a régimen de participación
y el de mala fe no tendrá derecho a participar en las ganancias obtenidas por su consorte ( CC art.95.2 ).
Otra consecuencia patrimonial es el derecho a una indemnización que adquiere el cónyuge de buena fe si ha existido
convivencia conyugal, atendidas las circunstancias previstas en el CC art.97 ( CC art.98 ).
5312 Convalidación del matrimonio nulo
Son convalidables los siguientes matrimonios:
1. El contraído por personas en quienes hubiera concurrido el impedimento de edad, si hubieran vivido juntas durante
un año después de alcanzada la mayoría de edad ( CC art.75.2 ).
2. El contraído por error, coacción o miedo grave, si los cónyuges hubieran vivido juntos durante un año después
de desaparecidas esas circunstancias ( CC art.76.2 ).
3. El contraído con impedimento dispensable (el de parentesco del tercer grado colateral y muerte dolosa del
cónyuge anterior o persona con la que hubiera estado unida por relación análoga de afectividad) se convalida por la
obtención de la dispensa después de la celebración ( CC art.48 ).
5314 Matrimonio putativo
La declaración de nulidad del matrimonio no invalidará los efectos ya producidos respecto de los hijos y del contrayente
o contrayentes de buena fe ( CC art.79 ). La buena fe se presume, presunción «iuris tantum» que admite prueba en
contrario, y ha de referirse al momento de celebración del matrimonio. A través del matrimonio putativo se protegen
los efectos del matrimonio nulo producidos desde su celebración hasta la declaración de nulidad, pero no hay efectos
posteriores a la sentencia.
5316 Nulidad del matrimonio canónico decretada por Tribunales eclesiásticos y su eficacia en el orden civil
Los casados canónicamente pueden solicitar la nulidad ante los tribunales civiles o ante los tribunales eclesiásticos
que decidirán si el matrimonio es nulo o no conforme al Derecho canónico y, posteriormente, conforme al CC art.80
cualquiera de las partes podrá solicitar la eficacia civil de la Resolución eclesiástica. La LEC art.954 a que se refiere
este precepto ha sido derogado por la L 29/2015, sobre cooperación jurídica internacional en materia civil.

Precisiones

Sobre la cuestión deben tenerse en cuenta la L 29/2015 art.41 s. y, en especial, su artículo 46.
5318 Separación
Subsiste el vínculo conyugal, pero se produce una suspensión en la vida en común de los casados. La separación
puede ser:
1. De hecho.
2. Legal; en esta:
a) Se decretará judicialmente la separación cuando existan hijos menores no emancipados o con la capacidad
modificada judicialmente que dependan de sus progenitores, cualquiera que sea la forma de celebración del
matrimonio:

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- a petición de ambos cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, una vez transcurridos tres meses
desde la celebración del matrimonio. A la demanda se acompañará una propuesta de convenio regulador redactada
conforme al CC art.90 .
- a petición de uno solo de los cónyuges, una vez transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio.
No será preciso el transcurso de este plazo para la interposición de la demanda cuando se acredite la existencia de
un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge
demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio.
A la demanda se acompañará propuesta fundada de las medidas que hayan de regular los efectos derivados de la
separación ( CC art.81 -redacc L 2/2015).
b) Conforme al CC art.82 -redacc L 15/2015:
«1. Los cónyuges podrán acordar su separación de mutuo acuerdo transcurridos tres meses desde la celebración
del matrimonio mediante la formulación de un convenio regulador ante el Secretario judicial o en escritura pública
ante Notario, en el que, junto a la voluntad inequívoca de separarse, determinarán las medidas que hayan de regular
los efectos derivados de la separación en los términos establecidos en el artículo 90. Los funcionarios diplomáticos
o consulares, en ejercicio de las funciones notariales que tienen atribuidas, no podrán autorizar la escritura pública
de separación.
Los cónyuges deberán intervenir en el otorgamiento de modo personal, sin perjuicio de que deban estar asistidos por
Letrado en ejercicio, prestando su consentimiento ante el Secretario judicial o Notario. Igualmente los hijos mayores o
menores emancipados deberán otorgar el consentimiento ante el Secretario judicial o Notario respecto de las medidas
que les afecten por carecer de ingresos propios y convivir en el domicilio familiar.
2. No será de aplicación lo dispuesto en este artículo cuando existan hijos menores no emancipados o con la capacidad
modificada judicialmente que dependan de sus progenitores».
5320 Acción de separación y efectos
La acción tiene carácter personalísimo. La sentencia o decreto de separación o el otorgamiento de la escritura pública
del convenio regulador que la determine producen la suspensión de la vida común de los casados y cesa la posibilidad
de vincular bienes del otro cónyuge en el ejercicio de la potestad doméstica.
Los efectos de la separación matrimonial se producirán desde la firmeza de la sentencia o decreto que así la
declare o desde la manifestación del consentimiento de ambos cónyuges otorgado en escritura pública conforme a
lo dispuesto en el artículo 82.
Se remitirá testimonio de la sentencia o decreto, o copia de la escritura pública al Registro Civil para su inscripción,
sin que, hasta que esta tenga lugar, se produzcan plenos efectos frente a terceros de buena fe ( CC art.83 -redacc
L 2/2015).
Se disuelve la sociedad de gananciales o el régimen de participación ( CC art.1392 y 1415 ).
El cónyuge separado pierde sus derechos sucesorios en la herencia del otro ( CC art.834 y 945 ).
Permite la revocación de las donaciones por razón del matrimonio ( CC art.1343 ).
5322 Reconciliación
Supone la reanudación de la convivencia conyugal por parte de los cónyuges separados, con ánimo de que cese
la situación jurídica de separación y sus efectos. Puede tener lugar durante la tramitación del procedimiento o una
vez dictada la sentencia de separación y debe ponerse en conocimiento del Juez que conozca, o haya conocido
del proceso. No obstante, mediante resolución judicial serán mantenidas o modificadas las medidas adoptadas en
relación a los hijos, cuando exista causa que lo justifique.
Cuando la separación hubiere tenido lugar sin intervención judicial, en la forma prevista en CC art.82 , la
reconciliación deberá formalizase en escritura pública o acta de manifestaciones.
La reconciliación deberá inscribirse, para su eficacia frente a terceros, en el Registro Civil correspondiente ( CC art.84
-redacc L 15/2015).
5324 Disolución
Se produce en virtud de causas sobrevenidas e independientes de la celebración del matrimonio, y da lugar a la
desaparición del vínculo «ex nunc». Tiene lugar, cualquiera que sea la forma de celebración del matrimonio ( CC
art.85 ): por la muerte o declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges, y por el divorcio.
1. El divorcio se decretará judicialmente, cualquiera que sea la forma de celebración del matrimonio, a petición de
uno solo de los cónyuges o de uno con el consentimiento del otro, cuando concurran los requisitos y circunstancias
exigidos en el CC art.81 ( CC art.86 ).

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Los cónyuges también podrán acordar su divorcio de mutuo acuerdo mediante la formulación de un convenio
regulador ante el Letrado de la Administración de Justicia o en escritura pública ante Notario, en la forma y con
el contenido regulado en CC art.82 , debiendo concurrir los mismos requisitos y circunstancias exigidas en él. Los
funcionarios diplomáticos o consulares, en ejercicio de las funciones notariales que tienen atribuidas, no podrán
autorizar la escritura pública de divorcio ( CC art.87 -redacc L 2/2015).
La acción de divorcio puede ser ejercitada por los dos cónyuges. Tiene carácter personalísimo. Se extingue por
muerte o declaración e fallecimiento de uno de los cónyuges y por la reconciliación posterior a la interposición de la
demanda y anterior a la sentencia de divorcio, que deberá ser expresa ( CC art.88.1 ).
Los efectos de la disolución del matrimonio por divorcio se producirán desde la firmeza de la sentencia o decreto
que así lo declare o desde la manifestación del consentimiento de ambos cónyuges otorgado en escritura pública
conforme a lo dispuesto en CC art.87 . No perjudicará a terceros de buena fe sino a partir de su respectiva inscripción
en el Registro Civil ( CC art.89 -redacc L 2/2015).
2. Disolución por Decisión Pontificia sobre matrimonio canónico rato y no consumado: debe tenerse en cuenta
el CC art.80 . El CC art.954 a que se refiere este precepto ha sido derogado por la Ley sobre cooperación jurídica
internacional en materia civil (L 29/2015). Sobre la cuestión deben tenerse en cuenta el CC art.41 s. de esta Ley y,
en especial, el art.46.
5326 Efectos comunes a la nulidad, separación y divorcio
Se exponen los siguientes:
1. Efectos y medidas provisionalísimas: se solicitan antes de la presentación de la demanda y son las contenidas
en CC art.102 y 103 . Solo subsistirán si en el plazo de 30 días, a contar desde que fueron adoptadas, se presenta
la demanda ante el juez o Tribunal competente ( CC art.104 ).
2. Efectos y medidas provisionales: presentada y admitida la demanda se producen por ministerio de la Ley los
siguientes efectos:
a) Los cónyuges podrán vivir separados y cesa la presunción de convivencia.
b) Quedan revocados los consentimientos y poderes que cualquiera de los cónyuges hubiera otorgado al otro, así
como la posibilidad de vincular los bienes privativos del otro en el ejercicio de la potestad doméstica. A estos efectos,
cualquiera de las partes podrá instar la oportuna anotación en el Registro civil y, en su caso, en los de la propiedad
y mercantil ( CC art.102 ).
Además, el Juez, en defecto de acuerdo aprobado judicialmente, adoptará, con audiencia de éstas, las medidas a
que se refiere el CC art.103 relativas:
- a las relaciones paterno-filiales;
- a la vivienda familiar y al ajuar doméstico;
- a la contribución a las cargas del matrimonio, incluidas, si procede, las «litis expensas», bases de actualización
de cantidades y garantías para su pago;
- al régimen económico del matrimonio.
Estas medidas podrán ser sustituidas o confirmadas por la sentencia estimatoria.
5328 3. Efectos y medidas definitivas: pueden ser propuestas por los propios cónyuges en el convenio regulador que
debe acompañarse en determinados supuestos, de modo que si son aprobadas se aplicarán a la nueva situación.
El contenido mínimo del convenio regulador, así como otras circunstancias, se contemplan en el CC art.90 -redacc
L 15/2015.
Los acuerdos de los cónyuges adoptados para regular las consecuencias de la nulidad, separación y divorcio
presentados ante el órgano judicial serán aprobados por el Juez salvo si son dañosos para los hijos o gravemente
perjudiciales para uno de los cónyuges.
Cuando los cónyuges formalizasen los acuerdos ante el Letrado de la Administración de Justicia o Notario y éstos
considerasen que, a su juicio, alguno de ellos pudiera ser dañoso o gravemente perjudicial para uno de los cónyuges
o para los hijos mayores o menores emancipados afectados, lo advertirán a los otorgantes y darán por terminado
el expediente. En este caso, los cónyuges sólo podrán acudir ante el Juez para la aprobación de la propuesta de
convenio regulador.
Las medidas que el Juez adopte en defecto de acuerdo o las convenidas por los cónyuges judicialmente, podrán
ser modificadas judicialmente o por nuevo convenio aprobado por el Juez, cuando así lo aconsejen las nuevas
necesidades de los hijos o el cambio de las circunstancias de los cónyuges. Las medidas que hubieran sido

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convenidas ante el Letrado de la Administración de Justicia o en escritura pública podrán ser modificadas por un
nuevo acuerdo, sujeto a los mismos requisitos exigidos en este Código.
En defecto de acuerdo de los cónyuges o cuando el mismo no sea aprobado, el Juez en las sentencias de
separación, divorcio y nulidad determinará las medidas que deben sustituir las ya adoptadas respecto de los hijos:
- ejercicio de la patria potestad, gastos de mantenimiento de los hijos, derecho de visita y comunicación, CC art.92
a 94 ;
- la vivienda y ajuar familiar ( CC art.96 );
- cargas del matrimonio;
- liquidación del régimen económico matrimonial ( CC art.95 -redacc L 2/2015);
- la pensión compensatoria o indemnización en caso de nulidad ( CC art.97 a 101 ; el CC art.97, 99 y 100 han sido
modificados por la L 2/2015), así como las garantías procedentes.
Estas medidas podrán ser modificadas cuando se alteren sustancialmente las circunstancias ( CC art.91 ).
Ley aplicable a la nulidad, la separación y el divorcio: CC art.107 -redacc L 2/2015.
5. Régimen económico del matrimonio. Cuestiones generales

5330 Conjunto coherente de soluciones jurídicas dirigidas a la regulación de intereses y cuestiones patrimoniales que
derivan del matrimonio.
5331 Sistema del Código civil
El CC sigue hoy el principio de libertad de estipulación. Las partes pueden pactar en capitulaciones matrimoniales
el régimen que tengan por conveniente, que puede ser uno de los previstos por la ley o uno atípico que constituyan
( CC art.1315 ).
En defecto de capitulaciones, o si éstas son ineficaces, el régimen económico será el de la sociedad de gananciales
( CC art.1316 ). El CC establece además un sistema supletorio de segundo grado, el de separación, para el supuesto
en que los cónyuges otorguen capitulaciones para excluir el régimen de gananciales, pero sin establecer ningún otro
( CC art.1435.2 ).
Los R.E.M típicos regulados por el Código Civil son:
- régimen de gananciales (nº 5339 s. ),
- régimen de participación (nº 5364 s. ) y
- régimen de separación (nº 5362 s. ).
5333 Régimen matrimonial primario
Disposiciones legales aplicables a todo régimen matrimonial ( CC art.1318 a 1324 ).
1. Levantamiento de las cargas del matrimonio: el CC art.1318.1º dispone que «Los bienes de los cónyuges están
sujetos al levantamiento de las cargas del matrimonio». Por tales cargas debe entenderse los gastos de sostenimiento
de la familia ( CC art.1362 ). En cuanto al levantamiento de las cargas del matrimonio, el orden de aplicación de los
bienes y la cuantía viene determinado por cada régimen.
2. «Litis expensas»: la cuestión se refiere a los gastos que ocasione un pleito en el que se vean envueltos los
cónyuges y se contempla en el CC art.1318, 3º .
3. Potestad doméstica: el CC art.1319 se refiere a quién puede realizar los actos necesarios para atender las cargas
del matrimonio. Este poder se llama «potestad doméstica». De las deudas contraídas en el ejercicio de esa potestad
responderán solidariamente todos los bienes comunes y los del cónyuge que contraiga la deuda, y subsidiariamente
los del otro cónyuge.
4. Disposición de los derechos sobre vivienda habitual y los muebles de uso ordinario de la familia: para disponer
de esos derechos, aunque pertenezcan a uno sólo de los cónyuges, se requerirá el consentimiento de ambos, o en
su caso autorización judicial ( CC art.1320.1 ).
Se protege la vivienda habitual familiar, no la usada en vacaciones, ni la que use uno de los cónyuges, así como
los muebles de uso ordinario.

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El acto dispositivo realizado en contravención del art.1320, es anulable a tenor del art.1322.1. Si el acto recayera sobre
bienes gananciales y se realizará a título gratuito la sanción sería la nulidad absoluta ( CC art.1322.2 ). No obstante, la
manifestación errónea o falsa del disponente sobre el carácter de la vivienda no perjudicará al adquirente de buena fe.
5. Derecho del cónyuge sobreviviente al ajuar de la vivienda habitual común: el cónyuge supérstite tiene derecho
a que se le entreguen las ropas, el mobiliario y enseres que constituyan el ajuar de la vivienda habitual común, sin
computárselo en su haber. Se excluyen del ajuar las alhajas, objetos artísticos, históricos y otros de extraordinario
valor ( CC art.1321 ). Se trata de un derecho económico matrimonial, no de un derecho hereditario.
6. Confesión sobre la titularidad de los bienes: la confesión de un cónyuge de que determinado bien es propiedad
del otro vale como prueba, pero por sí sola no perjudicará a ningún acreedor ni a los legitimarios del cónyuge
confesante ( CC art.1324 ).
7. Falta de actuación conjunta de los cónyuges: los actos de administración y disposición realizados por uno solo
de los cónyuges cuando fuese preciso el consentimiento de ambos, salvo confirmación expresa o tácita, podrán ser
anulados a instancia del cónyuge cuyo consentimiento se haya omitido, o de sus herederos. No obstante, serán
nulos los actos a título gratuito sobre bienes comunes si falta en tales casos el consentimiento del otro cónyuge ( CC
art.1322 ).
8. Contratos entre cónyuges: los cónyuges pueden transmitirse por cualquier título bienes y derechos y celebrar
entre si toda clase de contratos, cualquiera que sea el régimen económico matrimonial ( CC art.1323 ).
5335 Capitulaciones matrimoniales
(CC art.1325 a 1335)

Contrato por el que se regula el régimen económico del matrimonio. Pueden otorgarse antes o después de la
celebración del matrimonio.
En el primer caso, si éste no llega a contraerse en el plazo de un año las capitulaciones quedan sin efecto.
5337 Donaciones por razón de matrimonio
Son las que cualquier persona hace antes de celebrarse el matrimonio, en consideración al mismo y en favor de uno
o de los dos esposos ( CC art.1336 ).
Se rigen por las reglas especiales que establece el CC art.1338 a 1343 y, en su defecto, por las reglas ordinarias
de la donación ( CC art.1337 ).
La donación por razón de matrimonio produce efectos inmediatos y el donatario adquiere lo donado en el momento
en que se produce la donación, pero esta quedará sin efecto si el matrimonio no se llega a celebrar en el plazo de
caducidad de un año ( CC art.1342 ).
6. Régimen de gananciales
(CC art.1344 a 1410)

5339 En este régimen junto a los bienes privativos de cada cónyuge, se forma una masa de bienes común a ambos
cónyuges que reciben el nombre de gananciales.
En cuanto a la naturaleza de la sociedad de gananciales, es un tipo de comunidad germánica, propiedad colectiva
o en mano común.
5341 Composición de las masas patrimoniales
1. Bienes Privativos: regla general ( CC art.1346 ):
a) Los bienes y derechos que ya pertenecieran a los cónyuges al comenzar la sociedad de gananciales.
b) Los bienes que cada cónyuge adquiera después por título gratuito (donación, herencia o legado).
c) Los bienes adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.
d) Los bienes adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno sólo de los cónyuges. Estos bienes no pierden
su carácter por el hecho de que la adquisición se realice con fondos comunes, sin perjuicio del derecho de reembolso
a favor de la sociedad.
e) Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no transmisibles inter vivos.
f) El resarcimiento por los daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus bienes privativos.
g) Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.

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h) Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo cuando estos sean parte integrantes
o pertenencias de un establecimiento o explotación de carácter común.
2. Bienes Gananciales: regla general ( CC art.1347 ):
- Los obtenidos por el trabajo o la industria de cualquiera de los cónyuges. Es decir, bienes procedentes de la actividad
de los cónyuges.
- Los frutos, rentas o intereses que produzcan tanto los bienes privativos como los gananciales
- Los bienes adquiridos a título oneroso a costa del caudal común, bien se haga la adquisición para la comunidad,
bien para uno solo de los esposos.
- Los adquiridos por derecho de retracto de carácter ganancial, aun cuando lo fueran con fondos privativos, en cuyo
caso la sociedad será deudora del cónyuge por el valor satisfecho.
- Las Empresas y establecimientos fundados durante la vigencia de la sociedad de gananciales por uno cualquiera
de los cónyuges a expensas de los bienes comunes. Si a la formación de le Empresa o establecimiento concurren
capital privativo y capital común, se aplicará lo dispuesto en el artículo 1354.
5343 3. Reglas especiales sobre el carácter privativo o ganancial:
• Créditos aplazados ( CC art.1348 );
• Derechos de usufructo o de pensión ( CC art.1349 );
• Cabezas de ganado ( CC art.1350 );
• Ganancias procedentes del juego o de otras causas que eximan de la restitución ( CC art.1351 );
• Acciones y participaciones sociales ( CC art.1352 );
• Bienes donados o dejados en testamento a los cónyuges conjuntamente ( CC art.1353 );
• Adquisiciones mixtas ( CC art.1354 );
• Bienes adquiridos por uno de los cónyuges constante la sociedad por precio aplazado ( CC art.1356 );
• Mejoras e incrementos patrimoniales ( CC art.1359 y1360 );
• Bienes gananciales por mutuo acuerdo ( CC art.1355 ).
5345 Reembolsos
La obligación de reembolso se recoge con carácter general en el CC art.1358 que establece el deber de reintegrar
actualizado el desembolso hecho por el patrimonio ganancial en uno de los privativos, o por uno de éstos en el
ganancial.
5346 Presunción de ganancialidad
Se presumen bienes gananciales los existentes en el matrimonio mientras no se pruebe que pertenecen
privativamente a uno de los cónyuges ( CC art.1361 ).
5347 Responsabilidad de los bienes gananciales
Los bienes gananciales responden:
1. En todo caso de las obligaciones contraídas por los dos cónyuges conjuntamente o por uno con el consentimiento
expreso del otro ( CC art.1367 ).
2. De las obligaciones contraídas por un cónyuge solo, sin ni siquiera el consentimiento del otro:
a) Cuando las hubiera contraído en el ejercicio de la potestad doméstica, o en la gestión de gananciales que por ley
o capitulaciones le corresponda ( CC art.1365.1 y 1319 ). También, en caso de separación de hecho, los bienes de la
sociedad responderán de las obligaciones contraídas para atender los gastos de sostenimiento, previsión y educación
de los hijos que estén a cargo de la sociedad ( CC art.1368 ).
b) De las obligaciones contraídas por uno solo de los cónyuges cuando tuvieran su origen en el ejercicio ordinario
de la profesión, arte u oficio ( CC art.1365.2 ). Si uno de los cónyuges fuere comerciante, el Código de Comercio
establece que los bienes privativos del cónyuge comerciante y los que adquiera por el propio ejercicio del comercio,
que serán gananciales, responden de las resultas del comercio, pero no el resto de los bienes gananciales, salvo
que medie consentimiento de ambos cónyuges, el cual se presume otorgado cuando se ejerza el comercio con
conocimiento y sin oposición expresa del otro cónyuge ( CCom art.6 s. ).
c) De las obligaciones contraídas por un cónyuge en la administración ordinaria de sus propios bienes privativos
( CC art.1365 ).
d) De las obligaciones extracontractuales contraídas por un cónyuge como consecuencia de una actuación que haya
beneficiado a la comunidad, o contraídas en el ámbito de la administración de los bienes (gananciales o privativos),
salvo que dichas obligaciones se deban a dolo o culpa grave del cónyuge deudor ( CC art.1366 ).

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3. Los bienes gananciales responden solidariamente de las deudas de un cónyuge que sean también deudas de la
sociedad ( CC art.1369 ).
4. Deudas derivadas de la adquisición de un bien ganancial a plazos por uno de los cónyuges sin consentimiento
del otro ( CC art.1370 ). La responsabilidad alcanza a la sociedad de gananciales, pero solo en el bien adquirido
por precio aplazado.
De las obligaciones anteriores responden los bienes gananciales, pero sólo serán de su cuenta definitiva cuando
sean de su cargo. Si son de cargo de un cónyuge, éste deberá reintegrar a la sociedad o tomar de menos en la parte
que le corresponda cuando se liquide la sociedad.
5349 Cargas de la sociedad de gananciales
Hay una serie de gastos y obligaciones que, directa y definitivamente, son a cargo de la sociedad:
1. El sostenimiento de la familia en sentido amplio, así como todo gasto relativo a los bienes gananciales ( CC
art.1362.1 y 2 ).
2. Los gastos u obligaciones derivadas de la administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los
cónyuges, y de la explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio ( CC art.1362,
3 y 4 ).
3. Las donaciones hechas por ambos cónyuges de común acuerdo, cuando no hubiesen pactado que hayan de
satisfacerse con los bienes privativos de uno de ellos en todo o en parte ( CC art.1363 ).
4. Las obligaciones extracontractuales originadas en beneficio de la comunidad o por la administración de los bienes
(comunes) siempre que no medie dolo o culpa grave del deudor ( CC art.1366 ).
5. Las deudas procedentes de cualquier juego ya pagadas, siempre que sean moderadas en relación a las
circunstancias económicas y sociales de la familia ( CC art.1371 ).
Si estas obligaciones se pagan con bienes privativos de un cónyuge, tendrá derecho a ser reintegrado del valor a
costa del patrimonio común.
5351 Deudas propias de los cónyuges
Hay una serie de obligaciones que son de cargo y responsabilidad exclusiva de un cónyuge y, por tanto, la sociedad
no va a responder ni siquiera inicialmente:
1. Obligaciones extracontractuales de un cónyuge a que se refiere el art.1366, cuando se hubieren originado por dolo
o culpa grave del deudor.
2. Lo perdido y no pagado por el cónyuge en juegos en que la ley concede acción para reclamarlo ( CC art.1372 ).
3. Las deudas anteriores al matrimonio, las originadas por los bienes privativos, cuando no provengan de su
administración ordinaria, cuando provengan de la explotación irregular de los negocios de un cónyuge o desempeño
de su profesión u oficio ( CC art.1362, 3 y 4 ).
Si el patrimonio privativo del cónyuge deudor no fuera suficiente para satisfacer esas deudas, los acreedores pueden
pedir el embargo de bienes gananciales que debe ser notificado inmediatamente al otro cónyuge que podrá exigir
que el embargo se concrete a la parte de que ostenta el cónyuge deudor en la sociedad de gananciales, en cuyo
caso se disuelve la sociedad. Si la ejecución se realiza sobre bienes comunes, porque así lo acepta el cónyuge no
deudor, se reputará que el deudor tiene recibido a cuenta de su participación el valor de aquéllos que en el momento
de la liquidación le corresponderían ( CC art.1373 ).
5353 Gestión de la sociedad de gananciales: Administración y disposición de los bienes gananciales
La regla general, es la necesidad de actuación conjunta de los cónyuges en la administración y disposición de los
gananciales ( CC art.1375 ):
- Actos de disposición a título oneroso: requieren el consentimiento de ambos cónyuges. Si el acto es de interés
para la familia, cabe la autorización judicial subsidiaria o supletoria ( CC art.1377 -redacc L 2/2015). La autorización
no puede ser general.
- Actos de administración: cuando fuere necesario el de ambos cónyuges y alguno se hallare impedido para prestarlo
o se negare injustificadamente a ello, es posible la autorización judicial supletoria ( CC art.1376 ).
Los actos a título gratuito realizados sin el consentimiento de ambos cónyuges son nulos, sin perjuicio de la posibilidad
de realizar liberalidades de uso: limosnas, propinas ( CC art.1378 ).
5355 Legitimación individual de los cónyuges
Como excepción, es posible la actuación de un cónyuge sólo en los siguientes supuestos:

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1. cada cónyuge, como administrador de su patrimonio privativo, podrá a este solo efecto, disponer de los frutos y
productos de sus bienes ( CC art.1381 );
2. cada cónyuge, sin consentimiento del otro pero si con su conocimiento, puede tomar como anticipo numerario
ganancial que le sea necesario de acuerdo con los usos y circunstancias de la familia para el ejercicio de su profesión
o la administración ordinaria de sus bienes ( CC art.1382 );
3. cada cónyuge puede realizar por sí solo válidamente actos de administración de bienes y de disposición de dinero
o títulos valores que figuren a su nombre o estén en su poder ( CC art.1384 ). Por su parte, el art.1385.1, establece
que los derechos de crédito, cualquiera que sea su naturaleza, serán ejercitados por aquel de los cónyuges a cuyo
nombre aparezcan constituidos;
4. cada cónyuge puede por sí solo disponer de bienes gananciales para atender gastos urgentes de carácter
necesario, aunque sean extraordinarios, siempre que se trate de aquéllos que estén a cargo de la sociedad conyugal
( CC art.1386 );
5. cualquiera de los cónyuges puede realizarla por si solo los actos necesarios para la defensa del patrimonio ganancial
( CC art.1385.2 ).
Salvo las excepciones vistas, tratándose de acto a título oneroso que deba realizarse con el consentimiento de
ambos cónyuges y se lleve a cabo por uno sin el consentimiento del otro, puede ser confirmado o impugnado por el
cónyuge cuyo consentimiento se omitió o por sus herederos.
Si el acto lo es a título gratuito, la falta de consentimiento de uno de los cónyuges dará lugar a su nulidad absoluta
( CC art.1322.1 y 2 y 1378, 1ª parte ).
5357 Transferencia de los poderes de administración o disposición a uno solo de los cónyuges
En determinados casos, los poderes de administración y disposición se transfieren a uno de los cónyuges:
- bien por ministerio de la ley ( CC art.1387 ),
- bien por decisión judicial ( CC art.1388 ).
En este último caso sólo se transfieren los poderes de administración.
El cónyuge en quien recaiga la administración y la disposición, o solo la administración, tendrá para administrar
plenas facultades, si bien el juez puede establecer cautelas o limitaciones cuando lo considere de interés para la
familia.
En cuanto a los actos de disposición, tendrá las facultades y controles que correspondan al caso que sea, pero
necesitará la autorización judicial para realizar actos de disposición que recaigan sobre inmuebles, establecimientos
mercantiles, objetos preciosos o valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción preferente de nuevas acciones
( CC art.1389 -redacc L 2/2015).
5359 Actos individuales lesivos o fraudulentos
Las consecuencias de estos actos realizados por uno sólo de los cónyuges, esté o no legitimado para actuar, aparecen
contempladas en el CC art.1390 y 1391 .
5360 Disolución de la sociedad de gananciales y liquidación
La sociedad de gananciales concluye de pleno derecho en los casos contemplados por el CC art.1392 (modificado por
la L 2/2015). La sociedad de gananciales concluye en virtud de decisión judicial a petición del cónyuge que proceda
en los casos contemplados en el CC art.1393 .
Disuelta la sociedad se procederá a su liquidación. Para ello será necesario primero inventariar el activo ( CC art.1397 )
y el pasivo ( CC art.1398 ): a continuación se pagará este último, así como las indemnizaciones y reintegros que
se deban a cada cónyuge ( CC art.1403 ) y, finalmente, el saldo activo se distribuirá entre los cónyuge o ex cónyuges
o sus respectivos herederos ( CC art.1404 ).
El art.1406 concede unas preferencias a los cónyuges para que se incluyan en su haber, hasta donde este alcance,
determinados bienes.
En caso de liquidación conjunta de varias sociedades, ha de tenerse en cuenta el CC art.1409 .
A la división y liquidación de la sociedad de gananciales se aplicarán en defecto de normas propias, con carácter
supletorio, las de partición y liquidación de la herencia ( CC art.1410 ).
7. Régimen de separación de bienes

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(CC art.1435 a 1444)

5362 En este régimen no se forma una masa común de bienes. Rige en los casos contemplados en el CC art.1435 .
1. Propiedad de los bienes: cada cónyuge tiene la propiedad de los bienes, tanto de los que le pertenecían al
contraer matrimonio, como de los que adquiera después por cualquier título y mantiene la administración goce y libre
disposición de sus bienes y derechos ( CC art.1437 ).
Se presumen pertenecientes a ambos cónyuges por mitades en proindiviso ordinario todos aquellos bienes y
derechos cuya titularidad exclusiva no pueda demostrarse ( CC art.1441 ). Por otra parte, si los cónyuges adquieren
conjuntamente algún bien o derecho, se entiende que les pertenece, en principio, en proindiviso ordinario, por
aplicación del CC art.1414 .
2. Gestión por un cónyuge de los bienes o intereses del otro: si uno de los cónyuges hubiese administrado
o gestionado bienes o intereses del otro, tendrá las mismas obligaciones y responsabilidades que un mandatario,
aunque no tendrá que rendir cuentas de los frutos percibidos y consumidos, salvo cuando se demuestre que los
invirtió en atenciones distintas al levantamiento de las cargas del matrimonio ( CC art.1439 ).
3. Contribución al levantamiento de las cargas del matrimonio: los cónyuges deben contribuir a su levantamiento
según lo pactado en capitulaciones matrimoniales o dispuesto judicialmente y en su defecto, la contribución de cada
uno será proporcional a sus recursos económicos. El trabajo para la casa será computado como contribución a las
cargas y, además, a la extinción del régimen de separación dará derecho a obtener una compensación que será fijada
por acuerdo de los cónyuges y en su defecto por el juez ( CC art.1438 ).
4. Deudas de los cónyuges: las obligaciones contraídas por cada cónyuge son de su exclusiva responsabilidad
( CC art.14401.1 ).
Si se trata de obligaciones contraídas en el ejercicio de la potestad domestica ordinaria, la responsabilidad alcanza
a ambos cónyuges, lo mismo si las contrajeron juntos que uno solo, pero en este último supuesto responde
preferentemente el que las contrajo y subsidiariamente el otro. Si el que las contrajo no tiene bienes suficientes para
satisfacerlas, podrán hacerse efectivas íntegramente o hasta donde sea necesario sobre los bienes del que no las
contrajo ( CC art.1440.2, 1438, 1319 ).
Declarado un cónyuge en concurso, se aplicarán las disposiciones de la legislación concursal ( CC art.1442 -redacc
L 15/2015).
8. Régimen de participación
(CC art.1411 a 1434)

5364 Los patrimonios de los cónyuges continúan separados mientras el régimen se mantiene en vigor, pero a su extinción
se establece una participación en las ganancias obtenidas por el consorte durante el tiempo que el régimen haya
estado vigente ( CC art.1411 ).
Respecto a la titularidad, disfrute, disposición y administración de los bienes, a cada cónyuge le corresponde
la administración, el disfrute y la libre disposición de los bienes que tienen en el momento de celebrar el matrimonio
y los que adquiera después por cualquier título ( CC art.1412 ).
Si los cónyuges adquieren un bien conjuntamente les pertenece en proindiviso ordinario ( CC art.1414 ). En lo no
previsto por lo ley se aplican las normas del régimen de separación ( CC art.1413 ). Por tanto, la contribución a las
cargas del matrimonio, la responsabilidad por deudas, la administración de los bienes o intereses del otro se rigen
por las normas del régimen de separación.
Este régimen sólo rige si se pacta en capitulaciones matrimoniales.
La liquidación del régimen se encuentra regulado en el CC art.1417 s.
S. Edad

5366 La edad es el periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento hasta el momento concreto de la vida de una
persona. Por su edad una persona puede ser mayor (a partir de los 18 años) o menor.
Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del nacimiento ( CC art.315 ). Se
cuenta desde las cero horas del día del nacimiento y la mayoría se alcanza a las cero horas del día en que se cumplan
18 años y no al llegar a la hora de nacimiento.

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1. Capacidad del mayor de edad: estado civil que se caracteriza porque la persona adquiere plena capacidad de
obrar. Se extingue la patria potestad o la tutela a la que estaba sometido el menor. El mayor de edad es capaz para
todos los actos de la vida civil, salvo las excepciones establecidas en caso especiales por el Código civil art.322 ).
Así, para adoptar: CC art.175.1 .
2. Capacidad del menor de edad: hay que distinguir entre:
a) Menor de edad: es un estado civil que se caracteriza por la sumisión y dependencia de la persona a las personas
que ostentan su representación legal (titulares de la Patria potestad o tutor).
El menor tiene una esfera de capacidad. A partir de los 14 años puede otorgar testamento, salvo el ológrafo ( CC
art.663 y 688 ); a partir de los 16 puede consentir la emancipación o habilitación de edad ( CC art.317, 320 y 321 ).
Cuando tenga suficiente juicio, puede aceptar donaciones no condicionales ni onerosas sin la intervención de su
representante legal ( CC art.625 y 626 ).
La falta de capacidad del menor de edad se suple obrando por él sus representantes legales, salvo si se trata de
actos personalísimos en cuyo caso no los puede realizar ni el menor ni su representante legal.
5368 b) Menor emancipado: adquiere una capacidad tan extensa como el mayor, pero para ciertos actos necesita que le
sea completada. La emancipación provoca la extinción de la patria potestad o la tutela. Tras ella, será el menor el
que obre, el que celebre los actos. Cuando el emancipado necesite el complemento de capacidad para ciertos actos
se lo otorgarán los anteriores titulares de la Patria potestad o un curador nombrado a tal efecto.
La emancipación puede tener lugar por concesión de los titulares de la patria potestad ( CC art.317 ) o por concesión
judicial ( CC art.320 ). Si el menor no está bajo la patria potestad, sino bajo tutela la salida de esta concedida por el
Juez se llama beneficio de la mayor edad o habilitación de edad.
- Efectos de la emancipación: si bien la emancipación habilita al menor para regir su persona y bienes como si fuera
mayor, hay una serie de actos que no puede realizar por si solo hasta que alcance la mayoría de edad, pues necesita
el complemento de su capacidad otorgado por los padres o el curador ( CC art.323 ).
c) Menor de vida independiente ( CC art.319 ): su situación se equipara a la del menor emancipado.
T. Incapacitación

5370 Se trata de la modificación de la capacidad de obrar de una persona física que se declara judicialmente, cuando
concurre alguna de las causas fijadas en la ley ( CC art.199 ).
Las causas que pueden provocar esta situación son las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico
o psíquico que impidan a la persona gobernarse por sí misma ( CC art.200 ).
Las personas que pueden ver su capacidad judicialmente modificada son los mayores de edad y los menores de
edad, emancipados o no, cuando concurra en ellos causa de modificación de la capacidad y se prevea razonablemente
que la misma persistirá después de la mayoría de edad ( CC art.201 ).
5372 Procedimiento
Corresponde promover el proceso a las personas mencionadas en la LEC art.757 . El juicio será verbal ( LEC art.753) .
Es siempre necesaria la intervención del Ministerio Fiscal ( LEC art.749 ) y la persona afectada puede comparecer en
el proceso con su propia defensa y representación. Si no lo hiciere, será defendida por el Ministerio Fiscal, siempre
que no haya sido éste el promotor del procedimiento. En otro caso, el Letrado de la Administración de Justicia les
designará un defensor judicial, a no ser que estuviere ya nombrado ( LEC art.758 -redacc L 2/2015).
El Juez oirá a los parientes más próximos de la persona afectada, la examinará por sí mismo y oirá el dictamen
del facultativo, y sin perjuicio de las pruebas practicadas a instancia de parte, podrá decretar de oficio las que estime
pertinentes ( LEC art.759 ).
5374 Efectos e inscripción
La sentencia debe determinar la extensión y los límites de la modificación de la capacidad ( LEC art.760 ), así como
el régimen de tutela o guarda que corresponda.
Los actos realizados por la persona cuya capacidad haya resultado modificada para los que, según la sentencia, no
tenga capacidad serán anulables por el representante legal o curador y por el propio «incapacitado» cuando recupere
la capacidad ( CC art.1301 ).
La sentencia no impedirá que si sobrevienen nuevas circunstancias se promueva un nuevo procedimiento para dejar
sin efecto o variar la modificación de la capacidad establecida ( LEC art.761 ).

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La sentencia debe inscribirse en el Registro Civil. La inscripción es obligatoria, pero no constitutiva. No afecta a
terceros mientras no se inscriba. Cabe también su inscripción en otros Registros públicos (Registro de la Propiedad
y Registro Mercantil si es comerciante).
5376 Tutela y demás instituciones tutelares
La guarda y protección de la persona y bienes de las personas con capacidad judicialmente modificada se realizará
mediante:
a) La tutela: el tutor es el representante legal de la persona sometida a tutela ( CC art.222 a 285 ).
b) La curatela: el curador no representa, sino que complementa la capacidad de la persona sometida a curatela ( CC
art.286 a 297 ).
c) El defensor judicial: será nombrado cuando exista conflicto de intereses entre el tutor o curador y la persona
sometida a tutela o curatela o cuando aquéllos no desempeñen debidamente sus funciones ( CC art.299 a 302 ).
En este ámbito ha de tenerse en cuenta, también, lo relativo a la guarda de hecho ( CC art.303 s. ).
U. Sucesiones

5378 1. Sucesión 5379


2. Herencia 5383
3. Testamento 5399
4. Legado 5411
5. Sustituciones 5415
6. Legítima 5421
7. Albacea 5437
8. Sucesión intestada 5439
9. Derecho de transmisión 5447
10. Derecho de acrecer y de reversión 5449
11. Reservas 5451
12. Aceptación y repudiación de la herencia 5453
1. Sucesión

5379 La sucesión, en general, es la acción de colocarse una persona en el lugar que ocupa otra en una relación jurídica,
que permanece inmutable en los demás elementos, de manera que la relación jurídica ha de continuar una y la misma.
La sucesión puede ser inter vivos o mortis causa, según subsista o no el «tradens», si bien sólo esta última podrá
ser a título universal.
La sucesión mortis causa ( CC art.659 y 661 ) Puede definirse como la sustitución de una persona en el conjunto
de relaciones jurídicas transmisibles que le correspondían en el momento de su muerte o en bienes y derechos
determinados dejados por el difunto.
5381 Clases
Estas son:
a) Por su origen ( CC art.658 y 912 ):
- Testada: cuando la sucesión se defiere por la voluntad del hombre manifestada en testamento.
- Intestada: cuando a falta de testamento se defiere por disposición de la ley (el CC la denomina sucesión legítima).
- Mixta: cuando se defiere en una parte por voluntad del hombre, y en otra por disposición de la ley.
- Contractual: la deferida por pacto o contrato. Si bien se admite en los territorios forales, nuestro CC parte de una
orientación de rechazo, como se deriva del silencio del art.658 y, sobre todo, del art.1271.II.
No obstante, como casos excepcionales de sucesión contractual en el Código Civil tenemos:
• la promesa de mejorar o no mejorar ( CC art.826 ),
• la mejora hecha en capitulaciones o contrato oneroso con un tercero ( CC art.827 ) y

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• la donación de bienes futuros por razón de matrimonio ( CC art.1341.II ).
b) Por sus efectos puede hablarse de:
- sucesión universal, que supone la sustitución en la universalidad de los bienes, derechos y obligaciones.
- sucesión particular, que implica la sustitución en determinados bienes o derechos; al sucesor universal se le llama
heredero; al particular, legatario.
2. Herencia

5383 En sentido subjetivo la herencia es igual a sucesión hereditaria universal ( CC art.660 ). En sentido objetivo, es la
masa o conjunto de bienes y relaciones patrimoniales que son objeto de la sucesión ( CC art.659 ).
La herencia está compuesta por el activo y el pasivo del causante, esto es, por todos los bienes, derechos y
obligaciones que no se extingan con su muerte.
La transmisibilidad es la regla general y las excepciones corresponden a los derechos de carácter público, los
personalísimos y los patrimoniales de carácter vitalicio.
5385 Heredero y legatario
(CC art.660, 661, 858.2, 1003, 1023)

1. Es heredero quien sustituye de una manera general al difunto en la titularidad de sus bienes y deudas; es la persona
o personas que vienen a hacerse cargo de todas las relaciones transmisibles del «de cuius», activas y pasivas, salvo
los bienes especialmente destinados (legados), que subentran «de un golpe» en el conjunto de esas relaciones y
cuya posición, dentro de ellas, es igual a la del difunto.
La sucesión que se verifica a favor del heredero o herederos es la sucesión a título universal; en consecuencia, el
heredero o herederos son los llamados a la totalidad de la herencia, que reciben ésa como un conjunto indistinto y
que quedan sujetos, al subrogarse en el lugar del fallecido, a una responsabilidad personal e ilimitada por las deudas
del causante (ultra vires), salvo aceptación a beneficio de inventario ( CC art.1023 ) en cuyo caso no queda obligado
a pagar las deudas y demás cargas de la herencia sino hasta donde alcancen los bienes de la misma.
La cualidad de heredero es personalísima, extracomercium e independiente de la existencia de bienes.
El legatario, por contraposición al heredero, es un sucesor a título particular, que adquiere sólo objetos particulares,
concretos y determinados, y que no responde del pasivo de la herencia, sino únicamente de las cargas u obligaciones
que el testador especialmente le imponga, dentro de los límites de su legado. No hay, pues, responsabilidad personal e
ilimitada ni una «sustitución» en las relaciones jurídicas del causante. La configuración del legatario pues, a diferencia
de la del heredero, es puramente patrimonial
5387 2. La herencia requiere aceptación, mientras que el legado no la precisa. No obstante la Resol DGRN 19-9-2002 ,
advirtiendo que es principio general de nuestro ordenamiento que la adquisición de derechos patrimoniales exige
el consentimiento del interesado, afirmó que no constando la aceptación, podría practicarse la inscripción, pero
sujetándola a la condición suspensiva de la aceptación.
El heredero ( CC art.440 ), tiene la posesión civilísima desde el momento del fallecimiento del causante, mientras
que el legatario ( CC art.885 ) no puede ocupar por su propia autoridad la cosa legada, sino que debe pedir su entrega
y posesión al heredero o al albacea, cuando éste se halle autorizado para darla.
3. Si la institución de heredero es ineficaz, pasa a un nuevo heredero. Si el legado es ineficaz, se refunde con la
herencia.
4. El legatario de parte alícuota es un llamamiento a una parte alícuota de la herencia líquida, deducidas deudas y
cargas. Se considera que es un cotitular del activo líquido hereditario. De esta forma, respecto del activo, su derecho
es semejante al de un heredero (indiviso y abstracto) y, respecto del pasivo, es semejante al de un legatario, ya
que las deudas le afectan, pero no le obligan, haciéndose efectivo su derecho después de pagar a acreedores y
legatarios simples.
5. El heredero «ex re certa», en principio, por aplicación del CC art.768 se equipara a un legatario, pero no se ha
considerado norma imperativa sino interpretativa, que establece una presunción «iuris tantum» que admite prueba en
contrario. En general, debe estimarse que el heredero en cosa cierta es un legatario en los supuestos normales en
que la cosa asignada es de escasa importancia respecto del resto de la herencia; pero se ha dicho que pueden ser
considerados verdaderos herederos por ejemplo, cuando los llamamientos de esta clase agoten el caudal hereditario,
o cuando el testador disponga de todos sus bienes mediante estos llamamientos y después adquiera algún bien,
debiendo abrirse respecto de éste la sucesión intestada.

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5389 Institución de heredero y requisitos
Es la disposición de última voluntad, por la que el testador designa a la persona o personas que han de sucederle a
título universal, subentrando así en la totalidad o en una parte alícuota de sus relaciones jurídicas transmisibles. En
derecho común la institución de heredero no es necesaria para la validez del testamento, ya que si hubiera alguna
parte vacante se abriría para cubrirla la sucesión intestada, y además se reconoce la posibilidad de que toda la
herencia se distribuya en legados ( CC art.764, 912 y 891 ).
El instituyente habrá de tener capacidad para testar ( CC art.662 s. ), respetar los límites de la legítima y los requisitos
generales para la validez del testamento ( CC art.669 s. ), entre los que destaca su carácter personalísimo ( CC
art.670 ).
El instituido habrá de tener capacidad para suceder ( CC art.744 s. ) y ser una persona cierta o que por algún evento
pueda resultar cierta ( CC art.750 ).
No obstante, como reglas de excepción se prevén las disposiciones en favor de los pobres y las hechas
genéricamente en favor de los parientes del testador ( CC art.747, 749 y 751 ). El Código no somete a formalidades
especiales la institución de herederos, que puede hacerse:
a) Por los sujetos, la designación puede ser singular o plural, pudiendo ser a su vez simultánea o sucesiva, con el
límite del CC art.781 . Como normas interpretativas de la designación plural están el CC art.765, 769, 770 y 771 . A
los sujetos se les puede designar nominalmente o por sus circunstancias.
b) Por el objeto, heredero es la persona que sucede a título universal ( CC art.768 ) aunque teniendo en cuenta que
la voluntad del testador es ley no habrá obstáculo a la institución de heredero «ex re certa».
5391 Para que una persona pueda heredar, esto es, suceder mortis causa a otra, por testamento o abintestato, se requiere:
- Que sea persona, física o jurídica, esto es, sujeto de derecho, ( CC art.745 ). En realidad no se trata de incapacidad
sino de supuestos de inexistencia de sujeto idóneo para suceder.
- Que sobreviva al causante, que el heredero exista todavía cuando muere el causante y le sobreviva algún tiempo,
por corto que sea, pues el CC art.33 establece que en caso de muerte simultánea no hay transmisión de derechos.
En cuanto a que exista actualmente al morir el causante, se admite el llamamiento al nasciturus ( CC art.29 y 959
s. ) e incluso el testador puede llamar directamente a sucederle a personas que ni siquiera estén concebidas al tiempo
de su muerte, en cuyo caso se considera que la institución está sometida a la condición suspensiva de que lleguen
a existir y queda mientras tanto la herencia sujeta a administración.
Parece que si el testador puede usar la vía de la sustitución fideicomisaria, podrá utilizar también la de la institución
directa y además el Código Civil sólo prohíbe la institución a favor de persona incierta ( CC art.750 ).
Por otra parte está la Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida art.9.
- Que tenga capacidad para suceder ( CC art.744 s. ). El art.744 fija una amplia presunción de capacidad, válida para
las personas físicas y para las jurídicas. A las incapacidades relativas se refieren dos grupos de normas:
• las que se fundan en una actitud desconsiderada o poco favorable del designado hacia el testador (son las
de CC art.257 y 900 ) y
• las prohibitivas de CC art.752, 753 y 754 que han de ser objeto de interpretación restrictiva. Rigen solamente
en la sucesión testamentaria y la infracción de estos preceptos produce solamente la nulidad de la cláusula o
disposición, no la de todo el testamento ( CC art.755 ).
5393 Indignidad
(CC art.756 y 757)

El Código Civil contempla la indignidad como una verdadera forma de incapacidad: el indigno es incapaz de suceder;
no es llamado a la herencia; se le excluye de ella desde un principio.
Pero tiene dos especialidades:
a) la indignidad se aplica a toda clase de sucesión, mientras que las incapacidades relativas son propias de la
testamentaria; y
b) el testador puede rehabilitar al indigno, pero no puede dispensar aquéllas.
El CC art.761 y 929 reconoce el derecho de representación y aunque hablan de incapacidad, sólo están pensando
en los indignos, no en los demás supuestos de incapacidad.
5395 Situaciones en que puede encontrarse la herencia
Son las siguientes:

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- Sin deferir o presunta, cuando todavía no ha muerto el causante o no se ha cumplido la condición suspensiva
impuesta por el testador.
- Abierta, en el momento de la muerte del causante o de la declaración judicial de fallecimiento.
- Deferida, cuando alguien puede hacer suya la herencia en virtud de un llamamiento a su favor, por testamento o
por Ley.
- Yacente, cuando ya está deferida, pero no aceptada por el heredero.
- Adida, aceptada o adquirida, cuando el heredero ha manifestado de modo tácito o expreso, su voluntad de hacerla
suya y le queda transferida efectivamente. Los efectos de la adquisición se retrotraen a la fecha de la muerte del
causante.
- Vacante, cuando no hay heredero o ha sido renunciada por la persona que tuviese derecho a ella, supuestos en
que corresponde al Estado, ex CC art.956 .
5397 Herencia yacente
(CC art.803, 804, 911, 965, 967, 1020, 1934)

Entre la muerte del «de cuius» y la adquisición del «heres» media un intervalo en el que, gráficamente, la herencia
duerme o yace («hereditas iacens»). Ello supone la existencia de un sistema de los llamados romanos, que exige
aceptación del heredero.
Los casos de yacencia son los siguientes:
- que se instituya heredero a un «nasciturus»;
- que se defiera la herencia a una fundación por constituir;
- que el heredero esté instituido bajo condición suspensiva;
- que el heredero sea persona desconocida;
- que el heredero no exprese todavía su voluntad de aceptar o repudiar la herencia.
La representación y administración de la herencia yacente corresponderá, normalmente, al albacea o contador-
partidor designado, y, en su defecto, a los propios herederos llamados.
Se aplicarán a la yacencia las normas que se refieren a supuestos en que la herencia se halla necesitada de una
administración.
3. Testamento
(CC art.667, 669, 733, 670, 687, 737, 741)

5399 Es el negocio jurídico unilateral, personalísimo y solemne, esencialmente revocable, en virtud del cual una persona
física con capacidad suficiente, según su arbitrio y las normas legales, dicta disposiciones, patrimoniales o no, para
después de muerte.
Es un acto o negocio:
- Mortis causa, en cuanto es otorgado por causa de muerte y para surtir efecto después de ésta.
- Unilateral, porque es individual en su otorgamiento (aceptan el testamento mancomunado las legislaciones forales
de Aragón, País Vasco, Galicia y Navarra) y es una declaración de voluntad no recepticia, eficaz por sí sola.
- Personalísimo, rasgo fundamental en derecho común, que prohíbe expresamente el testamento por comisario ( CC
art.670 , si bien se pueden conseguir efectos que se acercan a dicha institución a través de la figura del CC art.831 ).
- Solemne, en el sentido de que la expresión y constancia de la voluntad del testador debe revestir las formas jurídicas
necesarias para su validez y eficacia, sin que quepa su manifestación en forma diferente.
- Esencialmente revocable, pues el testador puede en cualquier momento modificarlo o derogarlo, y ello para que
prevalezca la última voluntad del testador, por lo que es revocable «ad nutum» (es decir, sin necesidad de expresar
la causa), si bien el reconocimiento de un hijo no pierde su fuerza legal aunque se revoque el testamento en que se
hizo o éste no contenga otras disposiciones, o sean nulas las demás que contuviere.
5401 Contenido y clases
(CC art.120, 124, 223, 667, 741 y 757)

El testamento es, sustancialmente, un acto dispositivo de bienes, aunque puede contener también, o incluso
únicamente, otras disposiciones de carácter personal o familiar, como reconocimiento de hijos extramatrimoniales,

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rehabilitación del indigno o nombramiento de tutor. En consecuencia es válido el testamento cuyo único contenido
son disposiciones no patrimoniales.
Hay tres clases o tipos básicos de testamento ( CC art.676 a 680 ): abierto, cerrado y ológrafo. Todas las demás
clases o modalidades de testamentos no son sino variantes de los testamentos abiertos o cerrados.
1. El testamento se denomina abierto o cerrado según el testador manifieste o no su última voluntad en presencia de
las personas que deben autorizar el acto ( CC art.679 y 680 ). El testamento más común y más seguro es el abierto
notarial, pues garantiza el juicio de capacidad del testador, el juicio de legalidad, la indagación de la voluntad y la
adaptación de ésta a las exigencias legales.
2. Testamento ológrafo es el que el testador lo escribe por sí mismo en la forma y con los requisitos legales ( CC
art.678 ). Requiere la autografía total y ofrece las ventajas del secreto y de la sencillez de sus requisitos, pero graves
inconvenientes: peligro de pérdida, de captación de voluntad del testador, de nulidad de sus disposiciones y de
dificultad de cumplimiento por falta de asesoramiento.
Como testamentos especiales están:
- los testamentos militar y marítimo,
- los otorgados en peligro inminente de muerte y
- el otorgado en tiempo de epidemia.
En nuestro CC rige el sistema de «numerus clausus», sin que el testador pueda usar un tipo de testamento no reglado,
ni uno que no le esté permitido.
Por último está el mal llamado testamento vital o documento de voluntades anticipadas, sobre tratamientos
médicos, destino del cuerpo y órganos vitales, que no es un verdadero testamento.
5403 Capacidad para testar
(CC art.662, 663, 664, 665, 708)

Pueden testar todos aquéllos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente. Teniendo en cuenta que es un negocio
jurídico unilateral, esencialmente revocable y que no compromete en vida, se exige una capacidad inferior que la
que se exige con carácter general para contratar. El CC art.1263 declara que no pueden prestar consentimiento
los menores no emancipados y el 663 declara incapaz para testar al menor de catorce años, además de el que
habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio.
La incapacidad por razón de edad tiene una especialidad, la del testamento ológrafo, que sólo puede otorgarse
por mayores de edad. La capacidad ha de tenerse en el mismo momento del otorgamiento del testamento; la
jurisprudencia declara que se presume la capacidad legal de todo testador, que ha de entenderse siempre existente
al momento de otorgar el testamento, salvo prueba en contrario.
La falta de capacidad determina la nulidad de pleno derecho del testamento. La incapacidad para testar no deriva
necesariamente de la incapacitación judicial, pues el incapacitado puede testar en la forma del CC art.665 , sino
de la situación de hecho de no hallarse en su cabal juicio en el momento de testar. El citado artículo se refiere al
testamento abierto notarial, no pudiendo aplicarse al ológrafo.
El sordomudo que no sabe leer ni escribir no puede testar en forma ológrafa, ya que exige autografía total, ni otorgar
testamento cerrado, ya que, según el CC art.708 : «No pueden hacer testamento cerrado los ciegos y los que no
sepan o no puedan leer».

Precisiones

1) Respecto al testamento abierto, la Resol DGRN 23-9-87 dictada en contestación a una consulta formulada por
un Notario, estableció que puede prestar consentimiento el sordomudo que no sabe leer ni escribir, siempre que
pueda gobernarse por sí mismo y pueda comunicarse a través de personas técnicas en el lenguaje especial de los
sordomudos.
2) En el testamento notarial la capacidad será apreciada por el Notario autorizante señalando el TS 18-3-88, EDJ
16814 : «...la manifestación del Notario autorizante en orden a la capacidad de testar del otorgante, dado el prestigio
y seriedad de la institución notarial adquiere una especial relevancia, constituyendo una enérgica presunción "iuris
tantum" de aptitud, que sólo puede destruirse mediante una completa prueba en contrario».
5405 Formalidades generales del testamento. Identificación del testador

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(CC art.685)

La identificación por conocimiento del Notario es el sistema al que la Ley otorga preferencia sobre los demás; si el
Notario conoce al testador, ningún medio es más seguro.
Sistemas auténticos supletorios, del mismo rango, son la identificación por documentos expedidos por las
autoridades públicas cuyo objeto sea identificar a las personas y la identificación por testigos de conocimiento ( CC
art.686 ).
La intervención de testigos sólo será precisa en los supuestos legalmente tipificados ( CC art.697 ).
Las formalidades de cada clase de testamento quedan recogidas en el CC art.668 a 742 .
Las especialidades forales se recogen en sus respectivas legislaciones.
5407 Interpretación del testamento
La regla es que la voluntad del testador es ley, salvo las limitaciones legales, como legítimas, reservas o reversión.
Hay una regla general en el CC art.675 y reglas especiales en el CC art.749, 751,765, 768, 769, 771 y otros como
los del CC art.772, 668.2, 770 y 879 .
5409 Ineficacia, Revocación y Nulidad del testamento
Caducarán los testamentos, o serán ineficaces en todo o en parte la disposiciones testamentarias, sólo en los casos
expresamente previstos en el CC art.743 .
El testamento es esencialmente revocable ( CC art.737, 738, 739, 740, 741, 742 ), siempre con las solemnidades
necesarias para testar. La revocación puede ser expresa, tácita o presunta.
- Expresa es cuando en el nuevo testamento se declara que no valga el testamento anterior en todo o en parte. Hoy
es unánime la doctrina en considerar válido un testamento pura y exclusivamente revocatorio, que llevaría consigo
la apertura de la sucesión intestada.
- Tácita tiene lugar cuando se otorga un nuevo testamento en el que no se hace referencia alguna al anterior. La
jurisprudencia moderna y la doctrina mayoritaria, creen que cabe admitir (aun sin constancia expresa de la voluntad
de conservar la vigencia del testamento anterior) la eficacia de aquellas disposiciones del primer testamento que
puedan coexistir con las del posterior, de acuerdo con el principio interpretativo en favor de la eficacia del testamento.
El efecto de la revocación es dejar sin efecto en todo o en parte el testamento anterior, sin embargo el testamento
anterior recobra su fuerza si el testador revoca después el posterior, y declara expresamente ser su voluntad que
valga el primero.
Se exceptúa de la revocación el reconocimiento de un hijo.
En cuanto a la nulidad son causas la falta de capacidad para testar, vicios de voluntad del testador, defectos formales
e incumplimiento de prohibiciones ( CC art.663, 688, 673, 687, 705, 715, 669, 733, 670 ). La nulidad puede ser:
- total afecta al testamento considerado como un todo orgánico e indivisible (consentimiento, capacidad, forma);
- parcial origina solo la ineficacia de la cláusula que contraviene determinado precepto legal sin comunicarse al resto
del testamento ( CC art.750, 752, 786 y 814 , que se apoyan en los principios del «favor testamenti» y la conservación
del negocio jurídico).
4. Legado
(CC art.858 s.)

5411 Es una disposición testamentaria de liberalidad a título particular a cargo del heredero o de otro legatario. En este
concepto tiene cabida el legado de parte alícuota ya que no es lo mismo el llamamiento universal que implica la
sucesión en las relaciones jurídicas activas y pasivas del causante y el singular a una cuota del activo.
Pueden ser objeto de legado todas las cosas presentes o futuras, propias del testador o ajenas, corporales o
incorporales, con la única condición de que sean posibles y susceptibles de transmisión, siendo nulo el legado de
cosas que están fuera del comercio ( CC art.865 ).
Es tesis generalizada que la adquisición del legado se produce ipso iure, sin necesidad de aceptación por el solo
hecho del fallecimiento del causante, con las solas desviaciones del legado sujeto a condición o términos suspensivos
y del legado de género ( CC art.881 y 882 ). Ahora bien, la Resol DGRN 19-9-2002, advirtiendo que es principio
general de nuestro ordenamiento que la adquisición de derechos patrimoniales exige consentimiento del interesado,

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afirmó que no constando la aceptación, podrá practicarse la inscripción, pero sujetándose a la condición suspensiva
de la aceptación.
Cabe la repudiación del legado y a diferencia de la herencia cabe la aceptación parcial con ciertos límites ( CC
art.889 y 890 ). Para la adquisición de la posesión de la cosa legada se requiere la entrega ex CC art.885 .
Sin embargo, el legatario puede tomar posesión de los bienes en algunos casos, como cuando lo haya autorizado
el testador, siempre que no haya herederos forzosos ( RH art.81 ); cuando toda la herencia se haya distribuido en
legados, y no haya albacea o contador-partidor o en el caso del prelegado, a favor del heredero único.
El legatario no es un sucesor a título universal, sino particular, por lo que no responde en principio, de las deudas
del testador. No obstante, las deudas le pueden afectar en ciertos casos:
a) Los acreedores de la herencia tienen preferencia sobre el legatario para el cobro con cargo a los bienes de la
herencia, como resulta del CC art.1027 .
b) El testador puede gravar al legatario con todas o algunas deudas, como se deduce del CC art.858 .
c) Si toda la herencia se distribuye en legados ( CC art.891 ).
5413 Extensión de la responsabilidad
En este caso el legatario, al igual que en los demás supuestos en que sea gravado con una manda o legado,
responderá hasta donde alcance el valor del legado (intra vires).
El CC regula las distintas especies de legado, así como su prelación ( CC art.887 ) y extinción ( CC art.869 y 888 ).
5. Sustituciones

5415 La sustitución hereditaria es aquella disposición testamentaria por la que el testador llama a un tercero a una herencia
o legado, en defecto de otra persona, o después de ésta.
Pueden ser:
1. Directas o Subsidiarias: se designa una persona en defecto de otra, de forma que habrá un solo heredero efectivo,
como la sustitución vulgar ( CC art.774 ), la pupilar ( CC art.775 ) y la ejemplar ( CC art.776 ). Su finalidad es evitar
la sucesión intestada.
2. Indirectas o Sucesivas: se designa una persona después de otra. En consecuencia hay tantos favorecidos
como llamados, ya que todos entran en el patrimonio hereditario, los unos después de los otros, como la sustitución
fideicomisaria. Su finalidad es permitir al causante determinar la trayectoria futura que han de seguir los bienes, si
bien tras la reforma de 2003, se concibe también como un medio para la protección del incapaz.
3. Fideicomisaria ( CC art.781 s. ): es la disposición testamentaria en cuya virtud el testador o fideicomitente encarga
al heredero (o fiduciario) que conserve y transmita a un tercero llamado fideicomisario, el todo o parte de la herencia.
El término grado del CC art.781 se ha interpretado por la mayoría de la doctrina que equivale a llamamiento, de
ello resulta, pues, que pueden ser llamados como sustitutos fideicomisarios cualesquiera personas que vivan a la
apertura de la sucesión y además hasta dos personas todavía no nacidas entonces. Sobre el posible gravamen de
la legítima ver CC art.782 .
El CC especifica los casos en que no surten efecto las sustituciones fideicomisarias y sus efectos así como, por el
contrario, aquellas otras que serán válidas ( CC art.785 s. ). La sustitución fideicomisaria puede ser:
- pura (o a término): aquélla en que el llamamiento al fideicomisario está sometido a un plazo, aunque sea incierto
(como la muerte); o
- condicional: aquella en que está sometido a condición.
5417 Posición de fiduciario y fideicomisario
El fiduciario es un verdadero heredero y como tal deviene propietario de los bienes objeto de la sustitución.
En la sustitución fideicomisaria pura o a término el fideicomisario es un heredero a término cierto o incierto, como
sería la muerte del fiduciario (que necesariamente ha de llegar aunque se ignore cuando). En cuanto al momento en
que el fideicomisario adquiere derecho a la sucesión, es aplicable el CC art.784 .
Si la sustitución es condicional, la posición del fiduciario es la de un heredero bajo condición resolutoria, es decir, es
análoga a la de un heredero instituido bajo condición suspensiva y no es aplicable el CC art.784 , sino el CC art.759 .

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5419 Fideicomiso de residuo
Tiene lugar cuando el testador impone al primer llamado la obligación de restituir tan sólo lo que quede o reste de la
herencia a la muerte de dicho primer llamado. Se admite a pesar del tenor del CC art.781 pues se entiende que la
obligación de conservación es un elemento natural y no esencial de la sustitución fideicomisaria.
6. Legítima

5421 Es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla reservado la Ley a determinados herederos,
llamados por esto herederos forzosos ( CC art.806 ). La ley, a diferencia de la sucesión intestada, no llama
directamente a una persona o personas determinadas, sino que impone el deber al testador de disponer o destinar
parte de la herencia a favor de ciertas personas.
La legítima está constituida, por tanto, por una porción de bienes que los legitimarios deben recibir necesariamente,
bien por disposición del testador, bien por vocación de la Ley que les llama subsidiariamente. El CC art.815 permite
al testador dejar la legítima «por cualquier título» y en consecuencia, el testador puede atribuir la legítima:
- Instituyendo heredero al legitimario, en cuyo caso, el legitimario será heredero;
- Ordenando un legado, en cuyo caso el legitimario será legatario;
- Haciendo donaciones (siempre que no incurra en preterición) en cuyo caso el legitimario será donatario;
- Disponiendo de la legítima con palabras comunes (por ejemplo, «le dejo lo que por legitima le corresponde»), en
cuyo caso la mayoría de la doctrina entiende que será legatario de parte alícuota porque el legitimario es titular de
una cuota del activo hereditario.
Si el legitimario ha sido instituido heredero, en principio su legítima la percibe embebida en la institución, aunque si
la cuota en que ha sido instituido no es suficiente podrá ejercitar la acción de suplemento ( CC art.815 ).
La mayoría de la doctrina considera que la legítima es una cuota del activo hereditario líquido, por tanto, las deudas
hereditarias le afectan (porque disminuyen el activo) pero no responde personalmente de ellas. El legitimario si es
heredero tendrá esta posición pero aún cuando no lo sea también será necesario su consentimiento para los actos
de disposición que sobre los bienes hereditarios pretendan llevar a cabo los herederos antes de pagar las legítimas.
La doctrina entiende que como el legitimario es titular de una cuota hereditaria, hasta que se le pague su legítima,
existe una afección real de los bienes de la herencia en garantía de dicho pago y, en consecuencia, puede el legitimario
dirigirse contra terceros adquirentes de los bienes relictos, salvo aplicación de los CC art.464 y LH art.34 . En la
partición hecha por los herederos, la doctrina mayoritaria entiende que debe intervenir el legitimario.
La tesis de la «pars bonorum» significa que el legitimario tiene derecho, en principio, a recibir su legítima en bienes
de la herencia. Es decir, que debe ser pagada in natura, con los mismos bienes hereditarios. No obstante, ya antes
de la reforma de 1981 se admitían una serie de supuestos de pago en metálico de la legítima: art.821, 829 y 1056.
Posteriormente se regula expresamente el pago en metálico de la legítima de los descendientes en CC art.841 s.
5423 Cálculo de la legítima
(CC art.818 s.)

El Código Civil con su art.818 señala dos funciones:


- fijar lo que el causante debe por legitima, y
- analizar si hay alguna disposición que es inoficiosa y debe ser reducida.
1. Fijación: al relictum se le suma el donatum. El relictum (caudal relicto) debe ser líquido y, por tanto, «se deducen
las deudas y cargas». El donatum se suma al caudal relicto, agregarando el de las donaciones colacionables»,
que son las donaciones computables, sin que el término colacionable se use en sentido técnico, por lo que serán
computables tanto las donaciones hechas por el testador a los legitimarios como a los terceros.
2. Computación: supone, pues, la agregación puramente imaginaria o contable de lo donado al caudal relicto líquido,
para calcular los tercios de legítima, mejora y libre disposición. Son computables no sólo las donaciones propiamente
dichas, sino también todas las disposiciones a título gratuito, hechas tanto a favor de los legitimarios como a favor de
extraños. Así, la condonación de deudas, dotación de una fundación, etc.
Sin embargo, no se computan los regalos de uso o gastos de alimentos, educación, y demás conceptos a que se
refiere el CC art.1041 ; y son parcialmente computables (en la parte que excedan del valor del gravamen impuesto) las
donaciones remuneratorias, onerosas o modales. Tras la reforma de la L 41/2003 también ha de tenerse en cuenta
el CC art.822 .

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La suma del relictum y el donatum se divide entre la porción que haya de destinarse a la legítima, obteniendo
la legítima global. Dividiendo éste entre el número de legitimarios se obtiene la legítima individual. Los que han
renunciado quedan excluidos del denominador, sin que quepa la posibilidad de ser representados ( CC art.929 ).
Los desheredados e indignos tampoco se incluyen salvo que su estirpe tenga derecho a heredar en base a los CC
art.761 y 857 .
3. Imputación: es la operación consistente en reconducir contablemente cada una de las donaciones y legados del
causante en la porción de la herencia que corresponda (legítima, mejora o libre disposición) para apreciar si son
inoficiosas y, en su caso, proceder a la reducción correspondiente. Para esta operación se estará en primer lugar a
lo dispuesto por el causante, con respeto a las normas imperativas, en su defecto, regirá el CC ( CC art.819, 825, 828,
829 ). Finalmente, cuando el testador vulnera la legítima, se procede a la reducción de las disposiciones inoficiosas,
sean testamentarias o donaciones ( CC art.817, 819, 820, 821, 822, 654, 655 y 656 ).
5425 Intangibilidad de la legítima
(CC art.813)

Esta puede ser:


a) Cualitativa: Cuando el testador respeta el quantum de la legítima pero no respeta el quale e impone gravámenes
o sustituciones, tales gravámenes deben tenerse por no puestos. No obstante, tras la reforma de la L 41/2003 la
legítima ya no es absolutamente intangible ( CC art.782 y 808 ). En materia de mejora se admite el gravamen en favor
de los legitimarios y sus descendientes ( CC art.782 y 824 ).
b) Cuantitativa: Se protege a través de la acción de suplemento de legítima, las acciones de reducción de donaciones
y legados y las acciones que se derivan de la preterición y desheredación injusta ( CC art.814, 815 y 851 ).
5427 Renuncia o transacción. Cautela Socini
La renuncia o transacción sobre la legítima futura es nula ( CC art.816 ). Se trata de un pacto sucesorio, sobre herencia
futura, que está prohibido por el CC art.1271 .
La Cautela Socini se trata de una cláusula en la que el testador deja a los legitimarios más de lo que por legítima
les corresponde, pero con una carga o gravamen (generalmente el usufructo vidual sobre la totalidad de los bienes)
y ordenando que el legitimario pueda optar entre aceptar la legítima con carga o quedarse con la legítima estricta sin
gravamen. Su apoyo legal está en CC art.820.3 .
5429 Legítima de descendientes y ascendientes
Según el CC art.807 son legitimarios en primer lugar los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes.
A falta de los anteriores, los padres y ascendientes respecto de sus hijos y descendientes. De manera que si hay
descendientes al fallecimiento del causante los ascendientes nunca serán legitimarios y ello con independencia de
que los descendientes lleguen o no a suceder.
1. Descendientes: si bien todos los hijos y descendientes son potencialmente legitimarios sólo los más próximos
en grado tienen derecho a reclamar la legítima, los descendientes de grado más próximo excluyen a los más
remotos que de ellos desciendan. Cuando el descendiente de grado inmediato es indigno, ha premuerto o ha sido
justamente desheredado, sus hijos o en su caso sus descendientes adquieren la cualidad de legitimarios por derecho
de representación, a tenor de CC art.761, 814 y 857 respectivamente.
Por último, cuando el legitimario repudia la herencia, como se desprende del CC art.929 , no habrá lugar al derecho
de representación. Si existen colegitimarios, en virtud del CC art.985.2 , éstos sucederán en la porción renunciada
por derecho propio y no por derecho de acrecer. Si bien hay que tener en cuenta que en la sucesión intestada si
repudian todos los descendientes más próximos llamados por la ley heredarán los del grado siguiente por derecho
propio ( CC art.923 ), por lo que aunque no tiene lugar el derecho de representación pues estamos en un caso de
repudiación, sí van a resultar llamados los descendientes de los repudiantes.
En cuanto a la cuantía ( CC art.808 ) la legítima de los hijos y descendientes son dos terceras partes del haber
hereditario, un tercio de reparto igualitario entre los hijos o descendientes más próximos en grado y otro que puede el
testador disponer como mejora de manera desigual entre todos o alguno de sus descendientes, cualquiera que fuera
su grado. Como regla especial cuando alguno de los hijos o descendientes haya sido judicialmente incapacitado, el
testador podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima estricta, siendo fiduciarios los hijos
o descendientes judicialmente incapacitados y fideicomisarios los coherederos forzosos. La distribución se hará:
- por cabezas entre los descendientes inmediatos, y
- por estirpes entre los descendientes mediatos que sean legitimarios en virtud del derecho de representación.
a) Legítima larga; son los 2/3 de la herencia en que deben ser favorecidos el conjunto de los hijos y descendientes.

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b) Legítima corta o estricta; es el tercio de la herencia que debe dividirse igualitariamente entre los hijos o
descendientes más próximos en grado; tercio de mejora, es el segundo tercio del que se compone la legítima larga
con el que se puede favorecer a cualquier hijo o descendiente, aunque no sea legitimario. Si no se dispone del tercio
de mejora éste integrará la legítima larga y se distribuirá igualitariamente entre los hijos o descendientes más próximos
en grado, por eso se dice que la mejora sólo es mejora cuando no es legítima, porque sólo disponiendo del tercio
de mejora se diferencia de la legítima.
Mejora entonces es la disposición efectiva del segundo tercio por la cual el ascendiente favorece a alguno de sus
descendientes que no son herederos forzosos o distribuye desigualmente entre los que efectivamente lo sean ( CC
art.808 y 823 ). Pueden mejorar los ascendientes de cualquier grado y pueden ser mejorados los hijos o descendientes
de grado ulterior, aunque vivan los de grado intermedio. Cabe la delegación de la facultad de mejorar ( CC art.831 ) y
los gravámenes sobre la mejora ( CC art.824, 782 y 813 ) siempre en beneficio de descendientes y a salvo el usufructo
del cónyuge viudo. En una de las excepciones al principio general que prohíbe los pactos sucesorios se permite la
promesa de mejorar o no mejorar ( CC art.826 ).
5431 2. Ascendientes: la legítima de los ascendientes constituye una designación subsidiaria, un segundo orden de
llamamientos, ya que sólo tiene lugar a falta de los descendientes. Como supuestos de exclusión ver CC art.111 y 179 .
Cuantía: la legítima global de los padres o ascendientes es la mitad del haber hereditario de los hijos y descendientes,
salvo el caso en que concurrieren con el cónyuge viudo del descendiente causante, en cuyo supuesto será de una
tercera parte de la herencia ( CC art.809 ). A diferencia de la legítima de los descendientes en la de los ascendientes
no juega el derecho de representación, por lo que el ascendiente que es incapaz de heredar o ha sido desheredado
no transmite ningún derecho y ha de considerarse como si no existiera, incrementando su porción la de los demás
ascendientes del mismo grado. La distribución se regula en el CC art.810 .
5433 Cónyuge viudo
(CC art.834 s.)

El viudo es legitimario siempre. Debe tratarse de viudo o viuda no separado legalmente o de hecho salvo que haya
habido reconciliación notificada al Juzgado que conoció la separación o al Notario que otorgó la escritura pública de
separación. En caso de nulidad hay que tener en cuenta el art.79 relativo al matrimonio putativo.
Es de cuantía variable dependiendo de con quien concurra ( CC art.834, 837, 838 y 840 ). Consiste, en principio, en
un usufructo de una parte del caudal relicto.
Es conmutable a instancia de los sucesores gravados con el usufructo y de acuerdo con el viudo en la forma de
ejecución ( CC art.839 ).
5435 Desheredación
(CC art.849)

Es aquella disposición testamentaria por la que el causante priva al legitimario de su carácter de tal y de su porción
legitimaria en virtud de una causa expresa, legal y cierta ( CC art.848 y 850 ). La desheredación está estrechamente
relacionada con la indignidad si bien la desheredación sólo se aplica a la sucesión testada y afecta tan sólo al
legitimario a quien priva de la legítima y la indignidad se aplica a la sucesión testada e intestada y afecta a cualquier
heredero, privándole de toda la herencia.
Las causas no son exactamente las mismas y aun cuando las haya comunes ello no supone una redundancia inútil,
ya que no hace falta probar la justa causa de desheredación expresada, sino en caso de que fuera contradicha
( CC art.850 ), sin embargo, las causas de indignidad han de ser siempre objeto de prueba y declaración judicial
correspondiente.
El CC contiene una regla general en su art.852 y causas específicas de desheredación de los diversos grupos de
legitimarios en el CC art.853 a 855 .
1. Efectos de la desheredación justa: excluye al desheredado de todo derecho a reclamar su legítima y salvo que el
testador le haya dejado algo con cargo al tercio libre, pierde todo derecho a la herencia. Si la causa de desheredación
es, además, causa de indignidad, priva al indigno de todo derecho en la sucesión. El desheredado además, pierde
el derecho:
- a percibir alimentos ( CC art.152 ),
- a los bienes reservables ( CC art.973 ),
- a la administración paterna en los términos del CC art.164 .
Si el desheredado tiene hijos y descendientes juega el derecho de representación. Cabe la reconciliación ( CC art.856,
857 y 929 ).

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2. En caso de desheredación injusta el art.851 establece como efecto la nulidad pero no supone una nulidad
automática o ipso iure sino la posibilidad de impugnación. En este caso, se verá afectada la institución de heredero
y luego los legados y demás disposiciones testamentarias pero sólo en lo necesario para cubrir la legítima del
desheredado, sin que en ningún caso se abra la sucesión intestada. En caso de desheredación injusta, lo mismo que
en la pretericción intencional, aunque existen diferentes opiniones, partiendo de que la voluntad del testador es la
ley de la sucesión, parece que si no quiso dejarle nada al desheredado o preterido, sólo se le reconocerá la legítima
estricta y no la larga ya que del segundo tercio puede disponer libremente el testador si tiene varios descendientes.
3. Pretericción: es la omisión de alguno de los herederos forzosos en el testamento, sin desheredarlo expresamente.
En sentido formal supone la omisión de un heredero forzoso en el testamento, no mencionarlo. En sentido material
supone la falta de atribución patrimonial a un legitimarlo. Puede ser intencional o no intencional y sus efectos quedan
regulados en CC art.814 .
7. Albacea

5437 Es la persona nombrada facultativamente por el testador cuya misión es asegurar el cumplimiento efectivo de su
última voluntad. Es un cargo testamentario ( CC art.892 ), voluntario en la aceptación y obligatorio en el desempeño
( CC art.898, 899, 900 ), normalmente gratuito ( CC art.908 ), personalísimo (art.909) y temporal ( CC art.904 a 906 ).
1. Capacidad ( CC art.893 ): pueden ser albaceas los propios herederos o legatarios, aunque sean legitimarios.
2. Facultades ( CC art.901 a 903 ):
- Albacea universal es a quien el testador autoriza para el cumplimiento total del testamento, hasta dejar ultimada
la sucesión.
- Albacea particular es el que recibe uno o varios encargos particulares.
Si el testador no designa facultades al albacea, será particular y se limitaran a las de CC art.902 y 903 . Pero no
obsta el carácter universal del albaceazgo para que el testador, en uso del derecho que le concede el art.1057 haya
encomendado las funciones de contador-partidor a persona distinta.
La principal prohibición que afecta a los albaceas se halla en CC art.1459.3 .
8. Sucesión intestada
(CC art.912 a 959)

5439 Es la sucesión hereditaria que se defiere por ministerio de la ley cuando faltan, en todo o en parte los herederos
testamentarios, siendo supletoria y a su vez compatible con la testada.
Casos ( CC art.912 ):
- cuando la nulidad afecte sólo a parte del testamento, la sucesión intestada será parcial y si la nulidad se refiere a
disposiciones a título singular, no se abrirá la sucesión intestada, en cuanto la parte de los legados se refundirán en
la masa hereditaria en beneficio de los herederos ( CC art.912.1 );
- en caso de que toda la herencia se distribuya en legados no se produce su apertura ( CC art.912.2 ; CC art.891 );
- en tanto la condición suspensiva no se cumple la herencia queda en estado de administración en los términos de
los art.801 s. También procede cuando se cumple la condición resolutoria, si el testador no dispone otra cosa. En
caso de premoriencia y repudiación no se transmite ningún derecho a los herederos ( CC art.766 ) y hay que abrir
la sucesión intestada a no ser que entren en juego las sustituciones o el derecho de acrecer ( CC art.912.3 ).
5441 Llamamiento
El llamamiento a la sucesión intestada se funda en la unidad de la herencia y en la proximidad de parentesco con
el causante.
El orden de llamamientos está basado en tres escalonados criterios de preferencia ( CC art.913 ):
1. La clase: es la persona, grupo o categorías de personas llamadas a la sucesión en virtud de un fundamento
especial, el parentesco, el matrimonio o el «ius imperii», de lo que resultan tres clases de herederos: los parientes,
el cónyuge sobreviviente (no separado legalmente o de hecho) y el estado.
2. Las clases a su vez, al menos las que no están compuestas de una persona única y concretamente la de los
parientes se dividen en grupos que reciben la denominación de órdenes sucesorios. En el CC son tres:
- el de los descendientes,

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- el de los ascendientes y
- el de los colaterales.
Por otra parte, el orden de los colaterales se divide en dos:
• el de los privilegiados (hermanos e hijos de hermanos) que excluyen a los demás colaterales, y
• el de los colaterales ordinarios que son los demás parientes hasta el 4º grado.
3. Por último está el grado de parentesco. La preferencia dentro de cada orden de herederos la determina el principio
de que el pariente más próximo en grado excluye al más remoto, salvo el derecho de representación en los casos
en que deba tener lugar ( CC art.921.1, 922 y 923 ).La formación de parentesco queda establecida por el CC art.915
a 920 .
5443 Modos de distribuir la herencia
Estos son:
a) La distribución per capita (por cabezas) tiene lugar cuando existen varios sucesores dentro de un mismo grado
( CC art.921.2 ).
b) La distribución por estirpes consiste en distribuir la herencia por grupos o serie de parientes, cada uno de los
cuales toma conjuntamente la cuota viril que hubiera correspondido a su causante si hubiese vivido y podido heredar,
si bien dentro de cada estirpe, la distribución se hará por cabezas. Se da esta división siempre que se hereda por
derecho de representación ( CC art.926 ).
c) La distribución por líneas tiene lugar en la sucesión de los abuelos y ascendientes de ulterior grado, y se lleva a
cabo dividiendo la herencia en dos partes, una para los parientes de la línea paterna y otra para los de la materna.
Luego, dentro de cada línea, se distribuye por cabezas entre los parientes de igual grado que concurran.
El orden de llamamientos es desarrollado por los CC art.930 s. ; se llama:
- en primer lugar a los descendientes,
- en su defecto a los ascendientes,
- en su defecto al cónyuge sobreviviente no separado legalmente o de hecho,
- en su defecto a los colaterales y
- en último lugar al Estado, respecto al cual se entenderá siempre aceptada la herencia a beneficio de inventario, sin
necesidad de declaración alguna sobre ello.
En cuanto a las legítimas en la intestada quedan embebidas por los llamamientos salvo la del cónyuge viudo que si
concurre con descendientes o ascendientes tiene derecho a ella aunque no es llamado como heredero intestado.
5445 Derecho de representación en la sucesión intestada
(CC art.924 s.)

Es el que tienen los parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera
podido heredar. Sólo tiene lugar en la línea descendente y respecto a la colateral sólo a favor de los sobrinos.
Los supuestos en los que se aplica son los de premoriencia, incapacidad y desheredación. No se admite en el caso
de renuncia ( CC art.923 y 929 ).
El efecto normal del derecho de representación es el de la división por estirpes ( CC art.926 ).

Precisiones

El Derecho de representación en la sucesión testada se regula en el CC art.766, 761, 857 y 814.3 .


9. Derecho de transmisión
(CC art.1006)

5447 Cuando el llamado fallece antes de aceptar o repudiar la herencia, transmite a sus herederos el ius delationis, o sea,
la facultad de aceptar o repudiar. Es, por tanto, el derecho que tienen los herederos del heredero que fallece en el
intervalo comprendido entre la delación hereditaria a su favor y la aceptación o repudiación de la herencia, y en cuya
virtud aquellos hacen suya la facultad de aceptar o repudiar.
El derecho de transmisión implica, por tanto, la intervención de tres sujetos:

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1. Primer causante que es aquel cuya herencia no ha sido aceptada o repudiada por el instituido.
2. Segundo causante o transmitente: el que muere sin ejercitar su ius delationis sobre la herencia del primer
causante.
3. Transmisario, que es el instituido por el segundo causante, que recibe el derecho a aceptar la herencia del primero.
En virtud del derecho de transmisión el transmisario puede repudiar las dos herencias, aceptar las dos herencias o
aceptar la herencia del transmitente y repudiar la del primer causante. Lo que no puede, en ningún caso, es repudiar
la herencia del transmitente y aceptar la del primer causante, puesto que el ius delationis es un valor patrimonial
ínsito en la herencia del aquél, y la aceptación de la herencia ha de ser total.
Si hay pluralidad de transmisarios, en base al CC art.1007 , cada uno puede aceptar o repudiar separadamente la
herencia del primer causante, y aceptar pura y simplemente o a beneficio de inventario.

Precisiones

Sobre si el transmisario sucede al primer causante directamente o sucede al segundo causante donde se integra la
herencia del primero dando lugar a una doble transmisión sucesoria: ver TS 11-9-13.
10. Derecho de acrecer y derecho de reversión
(CC art.812, 981 a 987)

5449 Es el derecho que tiene el heredero o legatario que llega a serlo de hacer suyo el incremento que experimenta su
porción a causa de no llegar a ser heredero o legatario uno llamado conjuntamente. Se necesita para que tenga lugar:
a) que haya un llamamiento conjunto, sin especial designación de parte;
b) que haya porción vacante porque alguno de los así llamados no lleguen a suceder.
En la sucesión intestada ( CC art.981 ), el derecho de acrecer no sólo tendrá lugar en caso de renuncia, sino también
en los de incapacidad o premoriencia cuando no proceda el derecho de representación ( CC art.922 s. ).
En sucesión testada, respecto a herederos voluntarios, además de los requisitos ya vistos es preciso que el
testador no excluya el derecho de acrecer, como en el caso de haber establecido una sustitución vulgar.
Respecto a legitimarios: CC art.985 .
El Derecho de reversión ( CC art.812 ) Implica una sucesión legal, anómala, singular y especial, que imprime
a los bienes una trayectoria especial.
11. Reservas

5451 Constituyen una forma de sucesión especial que opera tanto en la sucesión testada como en la intestada, en
virtud de la cual se sustraen de la libre disposición del testador y de su normal cauce sucesorio determinados
bienes, imponiendo a una persona (reservista) el gravamen o carga consistente en que los bienes adquiridos
en determinadas condiciones queden destinados a hacer tránsito, al fallecer aquél a determinadas personas
(reservatarios) que le sobrevivan.
Existen:
a) Reserva ordinaria o vidual ( CC art.968 s. ), que se establece en favor de los hijos y descendientes del primer
matrimonio.
b) Reserva lineal o troncal ( CC art.811 ), que pretende conservar ciertos bienes dentro de la línea familiar de la
que proceden.
12. Aceptación y repudiación de la herencia
(CC art.988 s.)

5453 Se distinguen dos sistemas:


- germánico, que considera que el heredero adquiere la herencia por el solo hecho de la delación, sin necesidad de
aceptarla y sin perjuicio de repudiarla, en cuyo caso se entenderá que no la adquirió en ningún momento, y

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- romanista, que considera que se adquiere la herencia mediante la aceptación, cuyos efectos se retrotraen al
momento de la apertura de la sucesión, éste es el que sigue nuestro Código Civil. La aceptación es la declaración
de voluntad de asumir la condición de heredero.
La repudiación es la declaración de voluntad de que no se asume la cualidad de heredero.
Para aceptar o repudiar la herencia es necesario la certeza de la delación ( CC art.991 ): es un acto o negocio jurídico
inter vivos, unilateral, no recepticio, voluntario ( CC art.988 ) retroactivo (art.989) indivisible y puro ( CC art.990 ) e
irrevocable ( CC art.997 ).
En cuanto a la forma:
a) La aceptación admite distintas formas si bien la aceptación a beneficio de inventario requiere forma solemne,
debiendo hacerse ante notario ( CC art.1011 ).
b) La repudiación sólo puede hacerse ante Notario en instrumento público ( CC art.1008 ).
5455 Clases de aceptación
(CC art.998, 999, 1000, 1002, 1005 y 166)

La herencia podrá ser aceptada:


- pura y simplemente; puede ser expresa (en documento público o privado) o tácita;
- a beneficio de inventario.
La regla general acerca de la capacidad para la aceptación la contiene el CC art.992 que exige tener la libre
disposición de los bienes. Respecto al menor emancipado, nadie duda de que puede aceptar a beneficio de inventario
pero se duda si puede hacerlo pura y simplemente.
Menores o incapacitados sujetos a patria potestad o tutela, se regula por el CC art.166 y 271 ; como reglas especiales
CC art.992 a 995 .
5457 Efectos
La aceptación y repudiación son irrevocables y sus efectos se retrotraen al momento de la apertura de la sucesión.
El que acepta se constituye en heredero, y como sucesor universal del causante, subentra en la posición jurídica del
mismo y, por consiguiente, en todas sus relaciones transmisibles mortis causa. Adquiere la posesión civilísima de
los bienes hereditarios con arreglo al CC art.440 .
La responsabilidad del heredero, si acepta pura o simplemente, es ilimitada o ultra vires ( CC art.1003 ).
El que repudia una herencia se entiende que no la ha poseído en ningún momento ( CC art.440 ). La repudiación
da lugar al llamamiento del heredero sustituto, o al heredero con derecho de acrecer, o a la apertura, total o parcial,
de la sucesión intestada.
La repudiación no impide la aceptación de un legado dejado al mismo heredero (art.890), la aceptación de la mejora
( CC art.833 ) ni que el renunciante pueda representar al «de cuius» en otra sucesión ( CC art.928 ). Así mismo,
el que es llamado a una misma herencia por testamento y ab intestato y la repudia por el primer título, se entiende
haberla repudiado por los dos. Repudiándola como heredero ab intestato y sin noticia de su título testamentario, podrá
todavía aceptarla por éste ( CC art.1009 ).
5459 Beneficio de inventario y Derecho a deliberar
(CC art.1010 s.)

1. El Beneficio de inventario es la facultad concedida por la ley a los herederos para aceptar la herencia sin responder
de las cargas hereditarias ilimitadamente sino que la responsabilidad es «intra vires», hasta donde alcancen los bienes
de la herencia. En este caso el patrimonio hereditario aparece como un patrimonio separado del patrimonio general
del heredero, quedando sujeto a un especial régimen de gestión, con sus propias deudas y responsabilidad. Los
bienes propios del heredero quedan a salvo de los acreedores hereditarios. La finalidad de pago aglutina los bienes
relictos, «cum viribus successionis».
2. El derecho a deliberar es la facultad que la ley concede al llamado a una herencia para que tome conocimiento
del estado de la misma o de cualquier otra circunstancia de la delación o del causante, antes de decidirse por la
aceptación o por la repudiación.
5461 Comunidad hereditaria y Derechos de los partícipes
Es la comunidad resultante del llamamiento de varias personas como sucesores a título universal en una herencia
y su aceptación, hasta la partición.
Los derechos de los partícipes se dan:

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- Sobre la herencia indivisa. Se aplican las normas relativas a la comunidad de bienes, y en cuanto a la facultad
de disposición, es hoy doctrina firme asentada que todos los coherederos, actuando conjunta y de común acuerdo,
pueden disponer no sólo de la integridad del derecho hereditario, sino también de las cosas concretas contenidas
en el mismo.
- Sobre la propia cuota. Son fundamentalmente los de aseguramiento de su futura efectividad (mediante la
posibilidad de promover la división de la herencia y la solicitud de la anotación preventiva de su derecho hereditario
( CC art.782 s. ; LEC ; LH art.42.6 ), los de disposición de su cuota y el retracto del CC art.1067 .
5463 Partición hereditaria
Como operación previa a la partición, en el caso de personas casadas, ante el fallecimiento de uno de los cónyuges
se produce la disolución de la sociedad conyugal y se ha de proceder a la liquidación de la misma para determinar los
bienes que se adjudicarán al cónyuge viudo y los que pasarán a formar parte del caudal hereditario. Esta operación
es por tanto previa a la partición hereditaria y aunque en la práctica se suelen llevar a cabo en el mismo acto son
operaciones diferenciadas, una previa a la otra.
La liquidación de la sociedad conyugal se lleva a cabo por el cónyuge viudo y los herederos del fallecido o la persona
designada por éste.
La partición es el negocio jurídico que pone fin a la comunidad hereditaria mediante la distribución entre los
coherederos de las titularidades activas contenidas en la herencia, confiriendo a cada heredero la propiedad exclusiva
de los bienes que le hayan sido adjudicados ( CC art.1068 ). El causante puede realizar la partición o encomendársela
a un tercero. En otro caso los mismos coherederos pueden cesar la comunidad. A ello responde la declaración del
CC art.1051 .
Como excepciones se citan:
- la prohibición establecida por el testador ( CC art.1051 ),
- el pacto de indivisión entre comuneros ( CC art.1255 y 400 ) o
- supuestos de suspensión de la partición, como los casos en que la viuda queda en cinta ( CC art.959 s. ).
En caso de que el testador haya designado contador-partidor la mayoría de la doctrina entiende que los herederos
de forma unánime pueden prescindir del mismo y proceder por ellos mismos a la partición.
5465 Respecto a la legitimación, de acuerdo con CC art.1052.1º puede pedir la partición todo coheredero:
• los herederos abintestato y los testamentarios;
• el fiduciario y el fideicomisario; y asimismo,
• el instituido bajo condición resolutoria.
Se les reconoce legitimación a los legitimarios, incluido el cónyuge viudo y a los legatarios de parte alícuota, como
partícipes de la comunidad hereditaria.
Se discute respecto a los cesionarios de cuota: Herederos bajo condición suspensiva ( CC art.1054 ), Herederos del
coheredero fallecido ( CC art.1055 ).
Distinta de la legitimación (cualidad por la que se es parte legítima en la partición) es la capacidad que ha de permitir
a una persona legitimada el ejercicio del derecho por sí misma. La regla fundamental acerca de este extremo está
contenida en el CC art.1052 : «Todo coheredero que tenga la libre administración y disposición de sus bienes, podrá
pedir en cualquier tiempo la partición de la herencia. Por los incapacitados y por los ausentes deberán pedirla sus
representantes legítimos».
5467 Clases de partición
Puede ser:
1. Judicial es la que se realiza en el seno de un procedimiento judicial conforme a lo dispuesto en CC art.1059 .
2. Extrajudicial puede ser realizada:
- por el mismo testador ( CC art.1056 ),
- por el contador-partidor ( CC art.1057.1 ),
- por el contador-partidor dativo ( CC art.1057.2 ),
- por unanimidad entre los coherederos ( CC art.1058 ) y
- por árbitro.
Las operaciones que comprende la partición son:

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a) Inventario y Avalúo: El inventario es la relación de los bienes que forman el caudal, descritos de modo que queden
suficientemente individualizados e identificados, haciéndose la descripción de los inmuebles conforme a la LH art.9
y RH art.51 si se pretende su inscripción registral.
El avalúo consiste en la valoración o tasación de cada uno de los bienes que figuran en el inventario. Se discute cuál
es el momento al que debe referirse la valoración, si bien el TS 29-9-66 y 31-1-72 consideró el del fallecimiento del
causante, mayoritariamente se considera el de la partición ( TS 23-6-52, EDJ 656 ; CC art.1074, 1045.2 y 847 ).
b) Deducción del pasivo y fijación del activo neto: tras las operaciones anteriores se deduce el pasivo para
determinar el activo líquido, aumentándose con el importe de los bienes colacionables, en su caso. El pasivo
hereditario se compone de las deudas y obligaciones del causante de la herencia, los gastos de entierro y última
enfermedad, los gastos de administración del caudal ( CC art.1063 ), los de la partición hechos en interés de todos
los coherederos y por la entrega de legados ( CC art.1064, 1033, 886.3 ) y pago de los legados que no signifiquen
predetracción sino carga de la herencia.
5469 Colación
(CC art.1035 s.)

Cuando a una sucesión concurren varios herederos forzosos que a su vez sucedan a título de heredero, se entiende
que la voluntad del causante, salvo que diga lo contrario dispensando de colación, es que lo que han recibido
gratuitamente del causante en vida tenga el carácter de anticipo de la herencia, por lo que cada uno, al heredar, debe
contar en su cuota hereditaria tales liberalidades, frente a los restantes legitimarios, o lo que es lo mismo, descontar
lo ya recibido, es decir, tomar de menos cuanto ya recibió.
Ahora bien, la colación en sentido estricto es a la que se refiere el CC art.1035 . Cuando el código se refiere a
la «regulación de las legítimas» y en CC art.818 se habla de «donaciones colacionables» se está refiriendo a la
computación, operación destinada a salvaguardar las legítimas y que supone la adición contable del donatum al
relictum para el cálculo de aquéllas, operación no dispensable por el causante.
Así, la reunión ficticia o computación es la operación que fija la base para calcular los tercios de legítima, mejora
y libre disposición. Para ello se hace una agregación inicial a los bienes relictos de todas las liberalidades otorgadas
por el causante.
Por su parte, la reunión ficticia es una institución de protección de las legítimas y por tanto de derecho necesario, sin
que el causante pueda sustraerse de su normativa. Para que tenga lugar, basta que haya un solo heredero forzoso,
pues él puede verse perjudicado por donaciones inoficiosas.
La colación nada tiene que ver con la protección de la legítima; es una institución de derecho dispositivo que puede
ser dispensada por el causante. Para que la colación tenga lugar se requiere que existan al menos dos herederos
forzosos que a su vez hayan sido instituidos herederos.
5471 División y adjudicación
Ambas operaciones, que se recogen en las denominadas hijuelas o lotes, se encuentran íntimamente relacionadas.
La primera consiste en señalar la cuota o haber de cada heredero. La segunda, en aplicar al pago de dicha cuota
bienes o valores determinados, que se subrogan en la misma.
Rige el principio de igualdad cualitativa ( CC art.1061 ), que es facultativo para el testador que realiza la partición, pues
ha de pasarse por dicha partición realizada por el testador si no perjudica la legítima ( CC art.1056 ), lo mismo que
para el contador-partidor que se ajusta a las instrucciones contenidas en el testamento, y para coherederos mayores
de edad y capaces de administrar sus bienes ( CC art.1058 CC ).
Los herederos mayores de edad y de común acuerdo pueden llevar a cabo la partición en los términos que
consideren oportunos.
5473 Efectos de la partición
Cada heredero convierte su derecho abstracto a la cuota en titularidades concretas ( CC art.1068 ). Con la finalidad de
mantener el equilibrio en la partición, una vez hecha se reconoce la obligación recíproca de evicción y saneamiento
( CC art.1069 s. ).
Asimismo se prevé la rescisión y la nulidad de la partición ( CC art.1073 a 1081 ).
Por último hay que tener en cuenta la suspensión de la partición cuando la viuda queda encinta. ( CC art.959 s. )
y el pago de las deudas hereditarias ( CC art.1082 a 1087 ).
El orden de prelación de cobro en la herencia es:
- acreedores de la herencia y del causante;

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- legitimarios por su legítima y su suplemento;
- legatarios;
- herederos voluntarios y acreedores particulares de los herederos.
Respecto a los acreedores, en cuanto a los derechos de oposición a la partición y de intervención en la misma ver
CC art.1082, 1083 y LEC art.782 . Hecha la partición ( CC art.1084 ) los acreedores podrán exigir el pago de sus
deudas por entero de cualquiera de los herederos que no hubiera aceptado la herencia a beneficio de inventario, o
hasta donde alcance su porción hereditaria, en el caso de haberla admitido con dicho beneficio».
La mayoría de la doctrina entiende que la responsabilidad de los herederos es solidaria incluso antes de hacer
la partición.

V. Registro Civil. Eficacia de los asientos. Publicidad y rectificación de los asientos


5475 El Registro Civil, en palabras de DE CASTRO, es «una institución o departamento administrativo y más estrictamente,
el conjunto de libros que éste custodia; pero lo que le da relieve jurídico es su específica formalidad: ser el instrumento
material para que conste públicamente la versión oficial sobre la existencia, el estado y la condición civil de cada
persona».
El término registro civil se utiliza englobando tres acepciones diferentes:
1. el conjunto de libros donde se inscriben los hechos relativos al estado civil de las personas ( CC art.325 y L
20/2011 art.2.2);
2. la oficina pública, organizada por el Estado para la constatación de dichos hechos y circunstancias, y,
3. la institución que da publicidad a los hechos y actos que afectan al estado civil de las personas.
Con la nueva L 20/2011 (que entrará en vigor el 30-6-2017), para la organización del Registro Civil no se prevé ya
división en Secciones, ni por lo tanto, en distintos Libros, sino que se articula sobre registros individuales para cada
persona en los que consten todos los actos relativos a dicha persona (L 20/2011 art.5) en el seno de un Registro
único e individualizado.
5477 Funciones
En tanto que servicio público, y dada la finalidad de la institución, el Registro civil asume cinco funciones diferentes y
complementarias en relación con el estado civil de las personas, funciones todas ellas que se perpetúan en la nueva
LRC que aún no ha entrado en vigor:
1. Función registral «stricto sensu», que consiste en la incorporación al Registro de los hechos que afectan al estado
civil de las personas (L 20/2011 art.2.2).
2. Función autentificadora en la elaboración del acto inscribible en aquellos supuestos en que los actos relativos al
estado civil se producen en virtud de declaraciones ante el Registrador, que en dichos casos actúa como fedatario
público (así, por ejemplo la L 20/2011 art.14.2 o art.29).
3. Función de publicidad de los actos inscritos, mediante certificaciones o notas, recogida en el art.15 y desarrollada
en la L 20/2011 art.80 a 82.
4. Función probatoria del estado civil de las personas (L 20/2011 art.17).
5. Función correctora, puesto que, mediante los expedientes registrales, cabe la rectificación y corrección de los
asientos practicados (L 20/2011 art.26 y 85 s.).
5479 Principios registrales
Son principios comunes a la aún vigente L 8-6-1957 y a la nueva L 20/2011:
a) Principio de legalidad: opera en una triple vertiente: la verificación de la exactitud de los hechos y actos inscribibles
(que ha de operar de oficio); evitar el acceso de actos inválidos o ineficaces (previo examen de los documentos en
que se basen), y, la corrección de las inexactitudes o deficiencias observadas (L 20/2011 art.13).
b) Principio de oficialidad: como la inscripción en el Registro es obligatoria, y habida cuenta del interés público que
éste tiene, el registrador debe actuar de oficio cuando tenga en su poder los títulos oportunos (L 20/2011 art.14).
c) Principio de legitimación o eficacia probatoria: cuando un hecho o acto accede al Registro, goza de
una presunción de exactitud y legalidad que sólo puede combatirse mediante el correspondiente expediente de
rectificación (sea judicial o registral conforme a lo previsto en la L 20/2011 art.90 y 91), y que, en cambio, no cede ante
los medios ordinarios de prueba. Además, el Registro se considera el medio normal de prueba de los hechos inscritos,

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por lo que sólo se admitirán medios probatorios distintos en casos excepcionales, como son la falta de inscripción
o la imposibilidad de certificarlos.
Como regla general, la inscripción en el Registro se hace a título declarativo, como medio de prueba del hecho o
acto que atañe al estado civil frente a terceros, por lo que también se le denomina principio de eficacia probatoria. Sólo
excepcionalmente, el Registro tiene una eficacia constitutiva, en aquellos casos en que se asigna expresamente el
carácter constitutivo a la inscripción (L 20/2011 art.18), como por ejemplo ocurre en la adquisición de la nacionalidad
(L 20/2011 art.68.1) o en la rectificación del nombre o del sexo (L 20/2011 art.90.2, o art.57.2).
d) Principio de publicidad: el Registro es público para quienes tengan interés en conocer sus asientos (L 8-6-1957
art.6 y L 20/2011 art.15). Este principio tiene distinto alcance en función de las personas que solicitan la información
registral:
- El propio interesado, de cuyos datos se trate, tiene libre acceso a todo aquello que figure en su registro individual.
- Con respecto a terceros, la norma distingue entre: Administraciones públicas y funcionarios, quienes tienen acceso
a los datos de los ciudadanos, necesarios en el desempeño de sus funciones, por lo que deberán responder del uso
que hagan de los mismos (art.15.2 L 20/2011). Y otras personas, en cuyo caso, deben ostentar un interés legítimo
para obtener la información registral.
5481 Se exceptúan del régimen general de publicidad los datos especialmente protegidos, en atención a la protección de
la intimidad (en aquellos casos previstos en el art.83, entre otros, la filiación adoptiva o desconocida, el matrimonio
secreto o la rectificación por cambio de sexo) en cuyo caso, sólo podrá acceder el inscrito o sus representantes legales
o aquellos a quienes hubiese autorizado el titular de los datos.
Si el inscrito ha fallecido, ha de ser el Juez de primera instancia quien autorice el acceso a dicha información registral.
Para conceder la autorización deben justificarse dos cosas:
- la existencia de una razón fundada, y
- de un interés legítimo, si bien se presume que ostenta un interés legítimo el cónyuge o pareja, y los ascendientes
o descendientes hasta el segundo grado (L 20/2011art.84).
5483 Principios de la nueva regulación contemplados en la L 20/2011
La nueva Ley del Registro Civil (LRC) incluye expresamente entre sus principios, la presunción de exactitud,
mediante la cual se presume que los hechos inscritos existen y que los actos son válidos y exactos mientras no se
rectifique o cancele el asiento correspondiente conforme a los trámites legales (L 20/2011 art.16).
Dicha presunción, no es una novedad, sino la base de la fe pública registral. Esta presunción de exactitud implica
dos deberes:
- obliga a los Encargados del Registro Civil a velar por la concordancia entre los datos inscritos y la realidad extra-
registral; y
- se obliga a instar la correspondiente rectificación registral cuando se impugnen judicialmente los actos y hechos
inscritos.
Aunque, no queda claro, quién es el sujeto obligado, si ha de ser el propio demandante que impugna el acto o hecho,
si debe comunicarlo el juez, en ejercicio de sus funciones, o si el propio registrador debe hacerlo de oficio cuando
tenga conocimiento de dicha impugnación.
La nueva Ley se inspira en una serie de caracteres o rasgos, que tal vez no asumen la categoría de principios, pero
que conforman la base de este nuevo sistema registral:
1. Individualización: Si en la regulación anterior, se partía de la persona como miembro de un grupo familiar, que
constaba en un libro de familia, en esta futura regulación se parte de un concepto individualista, la persona, con un
registro individual donde constan todas las inscripciones relativas a ella, (y como tal deberá constar en su caso, la
filiación, etc.). Se ha pasado de poner el foco de atención en la familia, a centrarse exclusivamente en la persona
en cuanto tal.
2. Desjudicialización del sistema registral. Es uno de los cambios radicales que prevé la nueva LRC. En las
sucesivas leyes del Registro (1870, 1957), el modelo seguido determinaba que fuesen los jueces quienes estuvieran
encargados de la llevanza y control del Registro Civil. La L 20/2011 opta, por seguir el modelo francés, de tal modo
que administrativiza todo el sistema registral, desjudicializándolo.
3. Simplificación y acceso telemático. La simplificación tiene una doble dimensión, puesto que implica tanto una
simplificación organizativa y estructural, mediante la eliminación de los Libros y Secciones del Registro, y la unificación
del Registro para todo el Estado (L 20/2011 art.3.1) como una simplificación en los trámites registrales, que deberán
seguirse tanto para las inscripciones, como para la obtención de certificaciones registrales.

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5485 Asientos del Registro Civil
Por asiento se entiende cualquier anotación realizada en los libros del Registro. La doctrina ha clasificado los asientos
registrales en:
- inscripciones propiamente dichas,
- anotaciones,
- indicaciones,
- diligencias,
- notas marginales y
- asientos de cancelación.
Al eliminar los Libros y Secciones del Registro, la L 20/2011 admite exclusivamente:
a) Inscripción se define en la L 20/2011 como «la modalidad de asiento a través de la cual acceden al Registro civil
los hechos y actos relativos al estado civil de las personas y aquellos otros determinados por esta ley» (L 20/2011
art.39.1). Tiene carácter sustantivo y eficacia probatoria plena.
b) Anotaciones registrales, que en el sistema vigente se caracterizan por su provisionalidad o su marginalidad, son
un tipo de asiento de contenido heterogéneo, y de carácter normalmente rogado, con finalidad informativa, pero sin
el valor probatorio de la inscripción (L 20/2011 art.40).
c) Asientos de cancelación (L 20/2011 art.41), que sirven para eliminar otro anterior. La causa que lo motiva puede
proceder tanto de la nulidad del propio asiento, como de la ineficacia o inexistencia del hecho inscribible que dio lugar
a dicho asiento, o por cualquier otra causa prevista en la ley. El asiento de cancelación es necesariamente un asiento
de carácter accesorio, y de contenido negativo. La cancelación puede realizarse de oficio o a instancia de parte, y
debe practicarse basándose en un título adecuado. Y aunque nada se dice expresamente en la nueva norma, cabe
entender que las cancelaciones pueden ser totales o parciales, en función de la extensión de la causa invalidante
(actual RRC art.163 ).
5487 Práctica del asiento
Cualquiera que sea el tipo de asiento, debe ser practicado por el Encargado del Registro (L 20/2011 art.20.2),
conforme a las reglas y plazos previstos en la L 20/2011 art.33. Aunque no se hace mención de la calificación por
parte del Encargado del Registro, se presume esta, dado que será la calificación efectuada y el control de que
concurran los requisitos legales, la que conducirá a la realización del asiento o por el contrario a la denegación de la
misma, salvo que se trate de la inscripción de asientos derivados de resoluciones dictadas en expedientes resueltos
por el Ministerio de Justicia, en su ámbito de competencias.
El Encargado del Registro Civil ha de practicar tanto las inscripciones promovidas por los interesados o por las
personas obligadas a promoverlas (L 20/2011 art.42) como aquellas de las que se le dé traslado porque se sigan de
resoluciones judiciales (L 20/2011 art.34), o de documentos notariales (L 20/2011 art.35).
5489 Hechos inscribibles
Con la L 20/2011 se han pasado de 10 a 15 supuestos de hechos inscribibles (L 20/2011 art.4):
- el nacimiento,
- la filiación,
- el nombre y los apellidos y sus cambios,
- el sexo y el cambio de sexo (no recogido en la L 8-6-1957),
- la nacionalidad y la vecindad civil,
- emancipación y beneficio de la mayor edad,
- matrimonio, separación, nulidad y divorcio;
- el régimen económico matrimonial legal o pactado (no recogido en la L 8-6-1957);
- las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones (no recogido en la L 8-6-1957);
- la modificación judicial de la capacidad de las personas, o la que derive del concurso de personas físicas;
- tutela, curatela y demás representaciones legales y sus modificaciones,
- actos relativos a constitución y régimen de patrimonio protegido de las personas con discapacidad (no recogido
en la L 8-6-1957);

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- la autotutela y los apoderamientos preventivos (no recogido en la L 8-6-1957);
- las declaraciones de ausencia y fallecimiento;
- la defunción.
Que todos estos hechos sean inscribibles no significa que cada uno de ellos constituya por sí un estado civil, sino que
la inscripción de algunos es necesaria para entender que la persona a la que se refieren existe y está perfectamente
identificada.
5491 Eficacia del registro: Publicidad
Una de las finalidades primordiales del Registro consiste en dar publicidad de los hechos que afectan al estado civil
de las personas, y generar una prueba de los mismos para los interesados (con valor de presunción legal, pero frente
a la que cabe impugnación).
Podríamos distinguir entre la publicidad material y formal que se deriva de los hechos inscritos en el Registro:
a) La publicidad material, que afecta al contenido de los datos registrales, hace especial referencia a la eficacia
probatoria de los hechos del estado civil que constan en el Registro.
b) Por el contrario, la publicidad formal se refiere sólo a «la proyección exterior de los datos registrados», lo que
significa que se centra en los medios para dar a conocer los asientos registrales (a través de certificaciones o notas
informativas).
5493 Eficacia de la inscripción
El efecto fundamental que se deriva de la constatación registral de los hechos y actos en el Registro, en una
inscripción, es la atribución del efecto probatorio de los mismos (L 8-6-1957 art.2 y L 20/2011 art.17). Se realiza «una
preconstitución de medios de prueba» de los datos registrales. La doctrina diferencia cuatro aspectos relacionados
con dicho efecto probatorio:
1. Valor como medio de prueba exclusivo y excluyente: las inscripciones y las certificaciones expedidas en virtud
de las mismas tienen el valor de documentos públicos ( CC art.1216 ), autorizados por el empleado público competente
(el Encargado del Registro) con las solemnidades exigidas por la Ley. Hacen prueba frente a terceros o inter partes.
Recogen en ellos la verdad registral, para hacerla valer erga omnes, lo cual es corolario del principio de publicidad
registral.
La inscripción tiene un carácter privilegiado, porque es el medio de prueba del estado civil. Ello deriva de la presunción
de exactitud del Registro, a cuyo tenor (L 20/2011 art.16.2): «se presume que los hechos inscritos existen y son
válidos y exactos mientras el asiento correspondiente no sea rectificado o cancelado en la forma prevista por la ley».
Aunque dicha presunción de exactitud es iuris tantum, porque cabe la impugnación de los hechos inscritos cuando
no se corresponden con la realidad extra-registral, su valor probatorio es extraordinario, hasta el punto de que su
impugnación sólo puede hacerse en los casos previstos, con los requisitos exigidos (L 8-6-1957 art.2 y L 20/2011
art.17) y por los cauces adecuados (expediente registral o demanda judicial).
2. Valor positivo de la inscripción como título de legitimación: El título de adquisición del estado civil, es el por
qué jurídico del estado civil originario, que puede derivar de un simple hecho o de una combinación de circunstancias,
de una declaración, etc. En cambio, el título de legitimación es «una causa especial y propia para el ejercicio normal
de las facultades derivadas de la titularidad y reviste particular importancia en materia de estado civil por su necesidad
de fijeza y general eficacia y porque la intervención del Estado ofrece los medios para conocer las situaciones del
estado civil con la seguridad suficiente para la vida normal, sin tener que investigar la realidad y validez de cada título
de adquisición» (DÍEZ DEL CORRAL RIVAS). Hecha la distinción entre título de adquisición y de legitimación, «el
registro civil es el título de legitimación por excelencia del estado civil».
5495 3. Excepcionalmente, en aquellos casos en que la inscripción es constitutiva para generar el cambio de estado
civil del que se trate (por ejemplo, nacionalidad o emancipación), podremos hablar de un valor positivo con eficacia
constitutiva.
4. Por último, debe mencionarse el posible valor negativo del Registro civil en aquellos casos en que no se ha
producido la inscripción, por lo que no surte efectos contra terceros de buena fe». Se discute en la doctrina si dicho
efecto negativo, consistente en la inoponibilidad a tercero del hecho no inscrito es un principio general, o por el
contrario, debe restringirse sólo a aquellos supuestos en que el ordenamiento atribuya tal cualidad a la inscripción
(como es el caso de la emancipación, matrimonio, divorcio, régimen económico matrimonial, etc.).
La L 20/2011 art.17, afirma que la inscripción hace «prueba plena» de los hechos inscritos. Ello no debe llevar a
equívoco, porque considerar que se trata de plena prueba del estado civil no obsta para que pueda impugnarse el
hecho inscrito, ya sea por defecto en el documento en que se basa la inscripción (por ejemplo, nulidad del mismo),
como por la inexistencia o falsedad del propio hecho. Para ello habrá que destruir la presunción de exactitud de

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la que gozan los hechos inscritos, a través de la correspondiente rectificación o cancelación del asiento (L 20/2011
art.16.2 y 3) una vez instado el correspondiente expediente registral o impugnado judicialmente el contenido registral.
5497 Valor de los demás asientos registrales
Las anotaciones tienen un valor principalmente informativo, aunque se les puede dotar de eficacia probatoria como
mera presunción «iuris tantum» (en los términos de la L 20/2011 art.93.1) para cuya destrucción, no cabe la limitación
de medios impuesta para las inscripciones (ex L 20/2011 art.17.1).
El asiento de cancelación elimina total o parcialmente la anotación o inscripción previas, motivo por el que se le
otorga una eficacia negativa, puesto que priva de eficacia (y de los efectos probatorios en caso de inscripciones
o informativos, para las anotaciones) al asiento cancelado. Por lo tanto, y especialmente en relación con las
inscripciones canceladas, a partir de ese momento, deja de producir los efectos de la fe pública registral.
5499 Publicidad formal del Registro
La L 8-6-1957 art.6 prevé tres medios de realizar la publicidad formal, consistentes en la expedición de certificaciones,
o de simples notas informativas, e inclusive mediante la exhibición directa de los libros o asientos al interesado. A
tenor de lo dispuesto en la L 20/2011 disp.trans.5ª estos medios de facilitar la publicidad de los datos registrales
se mantienen exclusivamente en relación con los Libros del Registro que no estén todavía digitalizados. Salvo esa
excepción, la L 20/2011 impone un nuevo sistema de publicidad formal basado exclusivamente en dos pilares:
- la certificación, y
- el acceso de las Administraciones públicas al Registro.
Combinando la L 20/2011 art.15 y 80, se han establecido una serie de reglas de juego que deben tenerse en cuenta:
1. Se mantiene la expedición de certificaciones registrales, como medio de prueba formal del estado civil, si bien,
el único soporte habitual para solicitarlas y expedirlas será electrónico. Este medio, que hasta la fecha es el medio
prioritario para la prueba del contenido del Registro, seguirá siéndolo para el tráfico jurídico entre particulares, pero
pasa a convertirse en medio supletorio en las relaciones con las Administraciones públicas.
Las certificaciones, pueden ser literales, o en extracto, debe expedirlas el Encargado del Registro, y hacen prueba
plena de los hechos y actos inscritos en el Registro (L 20/2011 art.80 y 81). En caso de discrepancia entre el contenido
de Registro y certificación, primará lo dispuesto en el Registro, del que la certificación ha de ser copia.
2. Se introduce, como novedad, el acceso de las Administraciones públicas y de los funcionarios en el cumplimiento de
sus funciones a los datos del Registro, de tal modo que se convierte en medio preferente de obtención de información
registral, salvo excepcionalmente, en aquellos casos en que los datos no obren en poder de las Administraciones o
fuera imposible obtenerlos electrónicamente (L 20/2011 art.15.2).
3. Se mantiene el régimen de publicidad restringida para los datos especialmente protegidos (recogidos en la L
20/2011 art.83) a los que sólo puede acceder el interesado, o las personas a quienes aquel haya autorizado. Tras su
muerte, sólo el juez de primera instancia podrá autorizar el acceso a dichos datos (L 20/2011 art.84).
4. La publicidad de las anotaciones, que se hará mediante testimonio en el que se refleje su carácter de
declaraciones con simple valor de presunción, sigue las mismas reglas y está sujeta a las mismas restricciones
previstas en la Ley para las inscripciones (L 20/2011 art.93.3).
5501 Rectificación de asientos
Para instar la rectificación de los asientos registrales (L 8-6-1957 art.92 a 97), se distinguen dos tipos de
procedimientos:
- para la rectificación de las inscripciones, la ley exige la incoación de un procedimiento judicial, que finalice con un
pronunciamiento definitivo sobre cuál ha de ser la realidad que acceda o se mantenga en el Registro;
- para discordancias de menor importancia o formales, se establece la interposición de un expediente gubernativo
(regulado en la L 8-6-1957 art.93 a 97).
Para la modificación de las inscripciones es preciso que recaiga sentencia firme (L 8-6-1957 art.92), que es título
suficiente en el que puede basarse la inscripción o rectificación del asiento registral (L 20/2011 art.27.2). El interesado
podrá solicitar la inscripción o rectificación basada en el contenido de la sentencia, y se impone al Letrado de la
Administración de Justicia la obligación de dar traslado del testimonio de la sentencia a la Oficina General para su
adecuada inscripción (L 20/2011 art.34). Dicho testimonio judicial se considera documento auténtico para practicar
la inscripción (L 20/2011 art.27.1).
En la L 20/2011 el art.16.3 (en correlación con lo dispuesto en la L 8-6-1957 art.3) exige que se inste la rectificación
del Registro cuando se impugne judicialmente algún hecho inscrito. Este precepto es genérico y aplicable a cualquier
inscripción relativa a un estado civil que sea discordante con la realidad extrarregistral, más allá de una simple

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discrepancia formal. La rectificación del Registro se hará en la Oficina General, salvo si se trata de una sentencia
extranjera, en cuyo caso le corresponde realizar la inscripción a la Oficina Central (L 20/2011 art.21.2.2ª).
En la nueva Ley se dispone que: «Los asientos están bajo la salvaguarda de los Tribunales y su rectificación se
efectuará en virtud de resolución judicial firme de conformidad con lo previsto en el artículo 781 bis de la Ley 1/2000,
de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil» (L 20/2011 art.90). En realidad, el citado LEC art.781 bis , regula sólo la
impugnación judicial, mediante recurso, de las resoluciones de la DGRN, que podrá hacerse por vía contenciosa
(si son referentes a la nacionalidad) o por vía civil (ante el juez de primera instancia de la capital del domicilio del
recurrente, ex LEC art.52.1.17 ).
A diferencia de la regla general de que la inscripción en el Registro es declarativa, la rectificación del asiento anterior
o la nueva inscripción derivada de la sentencia judicial, sólo tendrá efectos erga omnes a partir de su inclusión en
el Registro ( LEC art.222.3 párrafo 2º ). Además esta sentencia no puede ser objeto de ejecución provisional ( LEC
art.525.1.1º ), por lo que debe esperarse a la firmeza de la misma para poderse inscribir en el Registro.
5503 Expedientes gubernativos
Denominados registrales en la L 20/2011, a ellos se dedica la L 8-6-1957 art.93 a 97. Los supuestos en los que cabe
incoar dicho expediente se recogen en los art.93 a 96:
1. En el art.93 de la L 8-6-1957 se recogen tres hipótesis que se unen más que por el dato o circunstancia que puede
ser rectificado, por «los concretos medios probatorios de los que dispondrá el instructor y sobre los que recae la
valoración del resolutorio»:
- Las menciones erróneas de identidad,
- la indicación equivocada del sexo o
- cualesquiera otros errores que puedan evidenciarse por su confrontación con otras inscripciones que hagan fe del
hecho correspondiente, es decir, por el propio contraste con otros datos registrales inscritos previamente.
Estos tres distintos supuestos se han unido en uno, con dicción más general, en la L 20/2011 art.91.1.a, que se refiere
a la rectificación de menciones erróneas de los datos que deban constar en la inscripción. Caben aquí por lo tanto
todos los errores, ya sean relativos a la identidad, al sexo o derivados de la transcripción de datos ya contenidos en
otras inscripciones previas.
Junto a estos casos, el art.93.2 de la L 8-6-1957 incluye también la rectificación del sexo, no introducida por error,
sino derivada de un cambio de sexo posterior al nacimiento (los casos de disforia de género). Este supuesto
se ha reconducido al art.91.2 de la L 20/2011, que ha incluido como requisitos para la resolución favorable de la
rectificación el cumplimiento de aquellos previstos en el art.4 Ley 3/2007 que son dos: que el interesado haya sido
diagnosticado de disforia de género, y que haya sido tratado médicamente por ello durante dos años, sin que se
exija la realización de cirugía de reasignación sexual. Dado que en este caso la rectificación no procede de un error
previo, sino de una modificación posterior al nacimiento (momento en que se inscribió el sexo del recién nacido), su
inscripción tiene carácter constitutivo.
2. En el art.94 de la L 8-6-1957 se recogen dos supuestos que tienen en común el que se van a utilizar medios
probatorios distintos de aquellos que constan en el propio Registro, pero que son suficientes para causar inscripción
(conforme a la L 20/2011 art.27). Se trata de rectificar errores que se manifiestan al contrastarlo con el documento
del que trae causa la inscripción, o bien las rectificaciones procedentes de la modificación o alteración posterior del
documento público o eclesiástico (por ejemplo, por modificación de la sentencia de nulidad o divorcio) en que se
basó dicha inscripción. Rectificado el documento del que deriva la inscripción, esta ha de seguir su ejemplo. En estos
casos, para resolver el expediente, se requiere el dictamen favorable del Ministerio Fiscal.
El contenido del art.94 de la L 8-6-1957 se ha trasladado a los apartados b y c de la L 20/2011 art.92.1, con la única
diferencia de que se ha eliminado la exigencia del dictamen previo del Ministerio Fiscal.
5505 3. En la L 8-6-1957 art.95 se contienen otros supuestos que deben resolverse mediante expediente gubernativo, cuyo
nexo de unión radica en que se trata de casos en los que se pretende una modificación diferente del Registro, para
lograr la exactitud registral mediante la integración o supresión del asiento, o la corrección de defectos formales, o
la inscripción fuera de plazo. Todos estos supuestos no tienen una acogida expresa en la L 20/2011, por lo que o no
será necesario interponer dicho procedimiento registral, o por el contrario se reconducirá el error que ha de rectificarse
a alguno de los supuestos recogidos en el art.91 de la L 20/2011.
4. Para concluir con lo relativo a los expedientes registrales, la L 8-6-1957 art.93 prevé que se tramite expediente
gubernativo para realizar declaraciones con valor de simple presunción, que se incorporarán al Registro mediante
anotación. Acoge cuatro supuestos que son:
- que no ha ocurrido un determinado hecho que pueda afectar al estado civil, la nacionalidad o vecindad o

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- cualquier estado si no consta en el Registro,
- el domicilio de los apátridas y
- la existencia de hechos que no puedan acceder al Registro por causa de fuerza mayor.
Estos cuatro supuestos se recogen literalmente en la L 20/2011 apartados 92.1.a-d.
Se añade a ellos un quinto supuesto relativo a los matrimonios cuya celebración conste pero que no puedan ser
inscritos por falta de acreditación de los requisitos legalmente exigidos.

Precisiones

Con la nueva LRC, al convertir definitivamente los expedientes registrales en materia administrativa (al sujetarlos a la
LRJPAC art.88.2 , se han terminado los problemas de encaje y colisión entre la función judicial del Juez Encargado del
Registro y el posible control administrativo de su actuación por la DGRN al resolver un recurso de alzada interpuesto
contra una calificación registral o un expediente gubernativo. En la L 20/2011, la competencia para resolver el
expediente registral se sigue atribuyendo al Encargado del Registro correspondiente (L 20/2011 art.88.1), pero esta
figura ya no pertenece a la carrera judicial, sino que debe ser un Letrado de la Administración de Justicia (o funcionario
licenciado en derecho del grupo A1 del Ministerio de Justicia), y la tramitación del mismo se somete a las reglas y
procedimiento administrativo (L 20/2011 art.88.2).
5507 Impugnación judicial de hechos o actos inscritos
Tal como prescribe el art.3 de la L 8-6-1957 y el art.16.3 de la L 20/2011, en caso de impugnación judicial del
contenido registral, se exige que se inste también la rectificación de la inscripción en que figura el hecho impugnado.
La impugnación ha de basarse en la existencia de una discrepancia entre el hecho inscrito y la realidad
extrarregistral, que genera una inexactitud que debe combatirse, mediante la destrucción de la presunción de
veracidad registral. Dicha inexactitud puede ser originaria o sobrevenida.
Si la impugnación judicial prospera, deberá procederse a la rectificación de la inscripción, mediante un asiento de
cancelación, y una posterior inscripción que sea acorde con la realidad extrarregistral que ha quedado probada.
Si el interesado pretende hacer valer una realidad extrarregistral en un procedimiento judicial en contra de una
certificación registral, podrá instarse la impugnación de la inscripción registral mediante una cuestión prejudicial [L
8-6-1957 art.4, y reenvío a la LEC en la L 20/2011: LEC art.42 (en relación con la jurisdicción contenciosa, y por tanto
con las inscripciones de nacionalidad) y 43 (para todas las demás cuestiones relativas al estado civil, sometidas a
la jurisdicción civil)].

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