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Guía de ayuno y oración

por tu matrimonio

Una guía devocional de siete días para

profundizar en tu vida de oración y en tu matrimonio.

por Edurne Mencía

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© 2015 Edurne Mencía y El Viaje de una Mujer.

Todos los derechos reservados.


Introducción
Que debemos orar por nuestro matrimonio es algo que sabemos más que de sobra. Y,
sin embargo, siempre terminamos fallando en la base, o por lo menos yo. Hay
temporadas en las que oro como una jabata por mi esposo día sí y día también y otras
en las que lo voy dejando para otro momento, el día pasa, la semana pasa y, sin darme
cuenta, he bajado los brazos en mi lucha en oración por él.

Y esta ha sido una de esas temporadas en las que las ocupaciones, los problemas y el
día a día han hecho mis oraciones más breves, más genéricas y más débiles... “Señor
bendice a mi esposo”, “Señor cuida a mi esposo”... y ya.

Así que he decidido que ya es hora de ser intencional en las oraciones por mi esposo,
doblar rodillas y orar con todo por él y por nuestro matrimonio. Y he pensado
comenzar un ayuno parcial de una semana y oraciones concretas por mi matrimonio...

...y he pensado que tal vez tú desees tomarte también una semana de oración
intencional por tu matrimonio y que puedas acompañarme durante estos siete días.

¿Por qué incluir los ayunos parciales? Como te dije, yo necesito algo más que un
tiempo de oración, necesito un tiempo de involucrarme activamente en la batalla
espiritual por mi matrimonio y una serie de ayunos acompañando a mi oración me
parece una buena manera de hacerlo.
Daniel 9:3

Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Cuando nos privamos de algo como una comida, redes sociales, una afición o
cualquier otra cosa de las que hacemos habitualmente para centrarnos en Dios durante
el tiempo que ocuparíamos en esa actividad, estamos haciendo un ayuno. Tiene la
intención de crear en nosotros un espacio vacío que pueda ser llenado por el Señor.

Las claves para el ayuno y la oración son la sinceridad de corazón y la consistencia. Se


trata de darle prioridad a nuestra relación con Dios y de clamar a Él por motivos
específicos. No es un arma para cambiar a nuestro esposo, más bien, seremos
nosotras las transformadas después de pasar este tiempo de comunión íntima e
intensa con Dios.

Entonces, esta es mi propuesta para ti, que, durante 7 días, comenzando hoy
miércoles y terminando el próximo martes, podamos unirnos en oración y ayuno
parcial por nuestros matrimonios.

Si una semana de ayuno es demasiado tiempo para ti, tómalo como un desafío de
oración. No vamos a ser más o menos espirituales por ayunar o no. Que esto sea lo
que yo necesito ahora, no quiere decir que sea lo que tú necesitas también. Así que, no
tengas ningún problema si quieres orar por tu matrimonio durante esta semana sin
hacer el ayuno. O cámbialo y en lugar de ayunar durante una semana seguida, hazlo
durante un día a la semana siete semanas seguidas ¡tú decides!

Contenta en Su servicio,

Edurne
El Ayuno
La Biblia presenta el ayuno como algo que es bueno y beneficioso y es una práctica
que se refleja tanto en el Antiguo Testamento (1 Reyes 21:9, Esdras 8:21, Ester 4.3,
Jonás 3:5...) como en el Nuevo (Hechos 13:4; 14:23) y, con frecuencia va ligado a la
oración (Lucas 2:37; 5:33).

Creemos casi siempre que el objetivo del ayuno es la falta de alimento. En cambio, el
propósito del ayuno debe ser quitar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarte
en Dios. El ayuno es una manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en
serio tu relación con Él y te ayuda a obtener una nueva perspectiva y una renovada
confianza hacia Dios.

Aunque en la Escritura casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen


otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin
de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno (1 Corintios 7:1-
5). El ayuno debe estar limitado a un tiempo determinado, especialmente cuando el
ayuno es de comida. Los largos períodos de tiempo sin comer son dañinos para el
cuerpo. La intención del ayuno no es castigar al cuerpo, sino el enfocarse en Dios.

Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en
Cristo. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos, tampoco
es una manera de aparecer más espirituales que otros, sino que es una herramienta
para humillar nuestro espíritu y practicar la presencia de Dios.
La Oración
A veces nos preguntamos por qué es necesario orar. Déjame darte algunas razones:

1. Por obediencia a Dios - Lucas 2:36-38, Filipenses 4:6-7

2. Para seguir el ejemplo de Cristo y la iglesia primitiva - Marcos 1:35; Hechos 1:14;
2:42; 3:1; 4:23-31; 6:4; 13:1-3

3. Como medio para que Dios intervenga en determinadas situaciones:

- Preparación para decisiones importantes (Lucas 6:12-13).

- Para derrotar la actividad demoníaca en la vida de las personas (Mateo 17:14-21).

- En la reunión de los obreros para la cosecha espiritual (Lucas 10:2).

- Para adquirir fortaleza y vencer ante la tentación (Mateo 26:41).

- Para fortalecer a otros espiritualmente (Efesios 6:18-19).

Tenemos la promesa de Dios de que nuestras oraciones no son en vano, aún si no


recibimos específicamente lo que pedimos (Mateo 6:6; Romanos 8:26-27). Él ha
prometido que cuando oremos por cosas que estén de acuerdo a Su voluntad, Él nos
las concederá (I Juan 5:14-15).

Algunas veces Él retarda sus respuestas, de acuerdo a Su voluntad y para nuestro


beneficio. En estas situaciones, debemos ser diligentes y perseverantes en la oración
(Mateo 7:7; Lucas 18:1-8). La oración no debe ser vista como el medio por el cual
Dios cumple nuestra voluntad en la tierra, sino como el medio para hacer que la
voluntad de Dios sea hecha en la tierra. La sabiduría de Dios excede sin medida a la
nuestra.

En situaciones en las que no sabemos específicamente cuál sea la voluntad de Dios, la


oración es el medio para discernirla. Y, especialmente, en situaciones que se nos
escapan de las manos o en las que ya no hay nada humanamente humano que
podamos hacer, Dios muestra Su poder a través de nuestra oración.

La falta de oración demuestra falta de fe, y falta de confianza en la Palabra de Dios.


Oramos para demostrar nuestra fe en Dios, que Él hará conforme a lo que ha
prometido en Su Palabra, y bendecirá nuestras vidas abundantemente, más de lo que
pudiéramos esperar (Efesios 3:20).
Día 1
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón
delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Salmo 19:14

Devocional –

David cierra el Salmo 14 rindiendo humildemente su boca y su corazón a Dios. Él


sabía que una vida piadosa verdadera no era solamente cuestión de lo que se hace,
sino también de lo que se dice y de lo que se piensa en el corazón.

En este primer día del desafío de ayuno y oración concentrémonos en nosotras


mismas: en lo que hay en nuestro corazón, en lo que sale de nuestra boca. A veces
somos rápidas para criticar las actitudes y las palabras de nuestro esposo pero nos
olvidamos de las nuestras.

Al final, a las únicas personas que podemos cambiar es a nosotras mismas y sólo
podremos hacerlo con Dios, quien es nuestra fuerza, nuestra roca y nuestro redentor.

Si buscamos a Dios de corazón, exponiéndole sinceramente nuestros fallos, Él nos


ayudará a hacer los cambios necesarios en nuestra propia vida. La mejor manera de
comenzar con este tiempo de oración intensa por nuestro matrimonio es confesando
a Dios nuestro pecado y pidiendo perdón.

Ser conscientes de nuestros propios fallos nos permite ver los de nuestro esposo con
ojos limpios y sinceros, con gracia y misericordia.

Cuando Dios nos cambia desde el interior, transformando nuestro espíritu, los
cambios en el exterior serán cada vez más visibles. Y una vez que nuestra propia
transformación comienza, que nuestro matrimonio sea también transformado, está
sólo un paso más allá.

Desafío de oración – Ora por ti como esposa. Reflexiona en los años que llevas
casada y eleva una oración de alabanza y gratitud a Dios. Pídele que haga salir a la luz
cualquier pecado oculto y que te ayude a desarrollar el fruto del Espíritu Santo
plenamente. Ora para que puedas darle bien y no mal todos los días de tu vida.

Desafío de ayuno - ayuna hoy durante una comida de tu elección (desayuno,


almuerzo, cena).

Mi oración - Padre, gracias por estos años de matrimonio en los que día a día has
sido fiel. Mi corazón está lleno de alabanza y gratitud a Ti.
Te pido perdón porque no siempre he sido la esposa que tú quisiste que fuera.
Perdóname por todas las veces en las que he tenido palabras y actitudes erradas. Y,
sobre todo, te pido perdón por todas las veces en las que pretendí dejarte fuera de mi
matrimonio.

Ayúdame a ser una mujer íntegra en la que el fruto del Espíritu pueda desarrollarse
plenamente. Ayúdame a ser fiel y a llevar a mi esposo bien y no mal todos los días de
mi vida (Pr 31:11).

Transforma mi mente y mi corazón, Señor, para llenarme de Ti cada día más y poner
mis ojos en lo que Tú quieres para mi vida y mi matrimonio.
Día 2
Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo

Efesios 4:15

Devocional –

Todos como creyentes debemos desear crecer. ¿Y qué hay más hermoso que crecer
no solo en lo personal e individual sino también como matrimonio?

Una de las maneras en las que podemos crecer es a través de la honestidad,


diciéndonos siempre la verdad el uno al otro por muy dura o difícil que sea. Somos
exhortados también a seguir la verdad “en amor”. ¡Cómo cambian las cosas
dependiendo de la forma en la que las digamos!

A veces pensamos que la sinceridad equivale a la brutalidad: te suelto lo que te tengo


que decir y ya. Pero nos olvidamos de hablar con amor, de ser cariñosos en nuestra
forma de hablarnos y de cuidar no sólo lo que decimos, sino cómo lo decimos.

Como pareja, es imprescindible que podamos mantener los canales de comunicación


abiertos y que creemos la confianza suficiente como para poder hablar de cualquier
cosa que suceda, de cualquier problema o situación que nos preocupe.
La idea de este versículo aplicado al matrimonio es que ambos podamos crecer en
Jesús, no de manera independiente, sino en la cabeza. Un matrimonio unido en Cristo
se asegura de que este sea el centro de la relación y se esfuerza en que así sea.

Desafío de oración – Ora para que puedan decirse la verdad en amor en uno al
otro, ser honestos y compartir abiertamente sus sentimientos el uno con el otro. Ora
para que, como pareja, puedan crecer en su vida espiritual y en el Señor.

Desafío de ayuno - ayuna hoy durante una comida de tu elección y súmale


ayunar durante 8 horas seguidas de todas las redes sociales. Usa el tiempo que
invertirías en redes para orar.

Mi oración - Padre, ayúdanos como pareja a decirnos siempre la verdad con amor,
a no escondernos las cosas ni a ocultar secretos el uno con el otro. Ayúdanos a confiar
el uno en el otro y a ser confiables para nuestra pareja.

A veces somos torpes para comunicar nuestros sentimientos. Danos las palabras
adecuadas para que nuestra pareja sepa realmente qué sucede en nuestro corazón.
Ayúdanos a ser honestos y a que se mantenga siempre abierta la comunicación entre
nosotros.

Ayúdanos y guíanos en nuestro crecimiento espiritual. Que Tú seas el centro de


nuestra vida en todo momento y que nuestro matrimonio te glorifique en todo
momento.
Día 3
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras
mujeres, y no seáis ásperos con ellas- Colosenses 3:18-19

Devocional –

Cuando Dios creó el matrimonio dio al hombre y a la mujer un papel que cumplir
dentro del mismo. Y con este versículo Pablo recuerda tanto a las mujeres como a los
maridos esa parte con la que tienen que cumplir...y que generalmente es la que más les
cuesta a ambos: nos dice a las mujeres casadas que nos sujetemos a nuestros maridos y
les dice a nuestros esposos que nos amen y no sean ásperos con nosotras.

Ahí es nada.

El término “sujetarse” está tomada del mundo militar en su original griego. Implica el
someterse a un rango y habla de la organización del ejército. La idea de sumisión no
tiene nada que ver con que alguien sea más listo, mejor o tenga más talento que otro.
Tiene que ver con seguir un mandato de Dios.

La igualdad de hombres y mujeres ante el Señor es constatada por Pablo en Gálatas


3:28. Pero que no haya diferencia entre nosotros ante el Señor no quiere decir que los
dos tengamos el mismo papel o cumplamos la misma función dentro del matrimonio.
La sujeción de la esposa implica que esta está cumpliendo de manera voluntaria con su
parte dentro del equipo que forma el matrimonio.

El llamado a las mujeres casadas es a someterse a sus maridos, no al género masculino


en general, y esta sujeción debe hacerse “como conviene en el Señor”, lo cual pone la
sujeción en su justo lugar: sujetarnos a nuestros esposos es una expresión de nuestra
sujeción al Señor.

Por otro lado, se exhorta a los maridos a amar a sus mujeres. El verbo usado para
“amar” aquí es “agapao”, que no denota afecto o romanticismo, sino que se refiere a
un amor que cuida al otro, a una actitud deliberada que se compromete con el
bienestar del otro.

El amor ágape con el que el marido debe amar a la esposa es un amor que no cambia,
que se da sin esperar nada a cambio, que ama porque quiere, porque lo decide. Los
hombres deben imitar a Cristo a la hora de amar a sus esposas (Efesios 5:25).

Cada uno en su lugar, cada uno con su papel, formando un todo perfecto que da
espacio y lugar para ambos dentro de la relación matrimonial.

Desafío de oración – Ora para que Dios los ayude a cada uno a cumplir Su
voluntad para el matrimonio y a que los dos puedan cumplir con gozo con su papel
dentro del mismo.
Desafío de ayuno - Ayuna hoy durante una comida de tu elección y súmale 3
horas de ayuno de sueño. Dedícalas a la oración por tu matrimonio.

Mi oración – Padre ayúdanos a mi esposo y a mí a cumplir con Tu voluntad para


el matrimonio tal y como Tú lo creaste y lo diseñaste.

Ayúdame a mí como esposa a sujetarme a mi marido tal y como conviene en el Señor.


Sabes que esta es un área de mi vida con la que he luchado desde el primer día de estar
casada Señor. Te agradezco por cómo has ido cambiando mi corazón en cuanto a la
sujeción a mi esposo y te ruego que puedas darme el gozo de cumplir con tu voluntad
también en este aspecto.

Que pueda recordar en todo momento que sujetarme a mi esposo es un acto de


obediencia a Ti y que es algo conveniente en el Señor.

Ayuda a mi esposo, tal y como Tú demandas de él, a amarme cada día más y a
demostrarme ese amor en las cosas grandes y en las pequeñas. Dale palabras
“sazonadas con sal” y quita toda aspereza de sus palabras y de sus hechos.

Te ruego que puedas ayudarnos a glorificarte con nuestro matrimonio y a ser un


reflejo para otros de lo que debe ser un esposo y una esposa cristianos.
Día 4
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en
la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

2 Co 12:9

Devocional –

Gloriarnos en las debilidades no es algo que las personas podamos hacer de manera
natural. Y, sin darnos cuenta, muchas veces queremos ocultar nuestros fallos, errores
y puntos débiles de quien más amamos, nuestro esposo. Pero no nos damos cuenta de
que, a la larga, eso solo crea confusión y malestar.

Somos verdaderamente fuertes cuando reconocemos nuestra debilidad y reconocemos


también que Dios es el único que puede hacer algo a través de ella. Y nuestro
matrimonio es verdaderamente fuerte cuando, en la pareja, analizamos en qué
aspectos estamos fallando y en cuáles debemos mejorar y pedimos a Dios que nos
ayude y que obre de la manera maravillosa que sólo Él sabe hacerlo.

Dios nos dice que, ante nuestras debilidades, Su gracia es suficiente, Su amor en
acción es suficiente. Y esa gracia nos es concedida en cada momento que lo
necesitamos: antes, ahora y siempre.
De manera que, si hemos de gloriarnos en algo dentro de nuestra relación,
gloriémonos de las debilidades que en ella hay y que ambos tenemos como individuos
para que el poder de Cristo esté presente en todo momento y pueda manifestarse en
nuestra vida diaria.

Muchos creyentes cometen el error de esperar el momento en el que la vida cristiana


se vuelva “fácil”... cuando hayan crecido lo suficiente, cuando hayan madurado lo
suficiente, cuando hayan estudiado lo suficiente... Pero esto no funciona así. Las cosas
no van a ser fáciles hasta que lleguemos a la morada eterna. Seguiremos
enfrentándonos a nuestra debilidad humana cada día que estemos en esta tierra.

Y es la certeza de que el poder de Dios nos sostiene en nuestra debilidad la que nos
lleva a través de esta vida con gozo y esperanza.

Filipenses 4:13 – Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Tengamos siempre en cuenta aquello en lo que fallamos, porque es entonces cuando


Dios podrá obrar en nosotros y en nuestra relación de pareja.

Desafío de oración – Ora para que Dios bendiga y fortalezca tu matrimonio en


medio de la presión y los problemas de la vida diaria. Ora para que puedan reconocer
las debilidades de cada uno y encontrar su fuerza en Dios.
Desafío de ayuno – Ayuna dos comidas de tu elección (desayuno, almuerzo,
cena). Utiliza el tiempo que usarías en esas comidas para orar por tu matrimonio.

Mi oración – Señor danos la valentía para reconocer que no podemos hacerlo


todo por nuestras propias fuerzas. Ayúdanos a ver que es en nuestras debilidades que
Tú te glorificas.

A veces pensamos que somos mejores al no reconocer nuestros fallos y nuestras


debilidades y que nuestra pareja nos ve con mejores ojos al ocultar lo que
verdaderamente hay en nuestro corazón. Pero lo único que conseguimos es llenarnos
de miedos, inseguridades y lastres que de una manera u otra afectan nuestra relación.

Ayúdanos a capear los temporales juntos. A sobreponernos a los problemas juntos. A


superar los malos momentos juntos. Ayúdanos a apoyarnos el uno en el otro y, sobre
todo, a apoyarnos en Ti para que Tú nos des Tu fortaleza a cada paso del camino.
Día 5
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar - 1 Pedro 5:8

Devocional –

¡Ah ese león rugiente! ¡Qué ganas nos tiene a todos! Este versículo nos dice, sin
tapujos, que Satanás quiere atraparnos, masticarnos y dejar los despojos para los
buitres...que es lo que hacen los leones con sus presas.

Satanás tiene sus días contados (Apocalipsis 20.1-2) pero, hasta que su momento
llegue, su misión es destrozar todo lo que encuentre a su paso. Y un matrimonio
cristiano que ama a Dios y quiere honrarle y servirle es su objetivo número 1. Esto ya
es algo que hacía Julio César en sus guerras de conquista para el Imperio Romano:
“divide y vencerás”. Satanás sabe que si destruye los matrimonios, destruye las familias
y destruye la iglesia.

La exhortación aquí es clara: sed sobrios y velad. Resistid. Aguantad. Uníos el uno al
otro en oración para que el enemigo huya. Apoyaos el uno en el otro para que el
rugido no os paralice y os convirtáis en presas fáciles. Orad juntos y el uno por el otro
para resistir el día malo.

Cada creyente debe esforzarse en luchar de manera personal contra el enemigo. Y,


como pareja, esforzarnos en mantener al león rugiendo lejos de nuestro matrimonio.
Orar juntos y el uno por el otro, estudiar la Palabra juntos y de forma individual,
animarse en el servicio a Dios y en congregarse, son los pilares para que el enemigo no
pueda acercarse a nosotros.

Desafío de oración – Ora para que Dios proteja tu matrimonio de los ataques
de Satanás, para que sean librados del mal y de sus planes destructivos. Ora para que
Dios los ayude a orar el uno por el otro, por sus hijos y a velar juntos por la
protección de su familia.

Desafío de ayuno – Ayuna hoy durante una comida de tu elección y súmale al


ayuno todo tipo de bebidas que no sean agua. Toma unos minutos para orar cada vez
que tengas sed.

Mi oración – Padre, protege nuestro matrimonio del malo y del mal. Sabemos que
Satanás está como león rugiente queriendo devorarnos y destruirnos, lanzándonos sus
dardos envenenados para hacernos caer.

Ayúdanos a vivir apoyados en Ti, sustentados en Ti, cimentando nuestro matrimonio


y nuestra familia en Tu Palabra, sabiendo que Tú puede protegernos y cuidarnos de
todo ataque del enemigo.

Ayúdanos a ponernos cada día toda la armadura de Dios para poder resistir los
ataques. Ayúdanos a reconocer la tentación en nuestro día a día para poder evitarla.
Danos el deseo de estar cada día más unidos a Ti.
Día 6
Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate
siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña? -
Pro 5:19-20

Devocional –

Para el buen funcionamiento de nuestra relación matrimonial es necesario tener una


vida sexual sana y placentera para ambos. Es maravilloso ver cómo la Escritura es
explícita en muchos casos en cuanto a la relación física entre un hombre y una mujer
dentro del matrimonio, ¿no crees?

“Sus caricias te satisfagan en todo tiempo y en su amor recréate siempre”. Que esa frase esté en la
Biblia nos habla de que también esta es una parte importante de nuestro matrimonio
que debemos cuidar y valorar.

Muchas mujeres cristianas están llenas de tabúes con respecto al sexo. Conozco a
muchas a las que ni siquiera les gusta hablar sobre nada que tenga que ver con el tema
y sé que algunas se sonrojarán al leer sobre ello. Me pasó cuando escribí la serie sobre
el Cantar de los Cantares en El Viaje de una Mujer.
¡Pero está en la Escritura! Dios lo dejó ahí para que sepamos y entendamos cómo
satisfacernos el uno al otro, cómo amarnos el uno al otro en el plano físico también.

Déjame decirte que la primera causa de divorcio es la infidelidad. No voy a decir aquí
ni mucho menos que todos los casos de infidelidad se producen por insatisfacción
sexual dentro del matrimonio, sería muy simplista por mi parte hacerlo, pero sí diré
que en muchos casos de infidelidad, influye la falta de atención del cónyuge hacia su
pareja.

No dejemos a un lado esta parte tan importante del matrimonio. Desde el momento
en el que nos casamos somos una sola carne (Génesis 2:24), aspiramos a una unidad
plena de mente, cuerpo y espíritu. Disfrutemos de nuestra pareja, de la intimidad.
Disfrutemos el uno del otro y oremos para que el Señor mantenga lejos de nuestro
matrimonio la tentación de estar con otras personas.

Desafío de oración – Ora para que Dios pueda crear en ambos el deseo de
satisfacerse el uno con el otro, que puedan tener una vida íntima placentera para
ambos y que el Señor pueda mantener alejada la tentación de buscar satisfacción fuera
del matrimonio.

Desafío de ayuno – ayuna hoy durante una comida de tu elección y súmale


todo tipo de dulces y azúcar. Recuerda orar cada vez que tengas ganas de algo dulce.
Mi oración – Padre, ayúdanos como pareja a encontrar placer y satisfacción el uno
en el otro. Ayúdanos a amarnos, a tener intimidad y a gozarnos en ella. Si hay algo que
esté obstaculizando nuestra vida sexual muéstranoslo para que podamos superarlo
juntos.

Ayúdanos a tener confianza plena el uno en el otro y a estar satisfechos el uno con el
otro para no tener que buscar ninguna relación fuera de nuestro hogar que nos llene
más que la relación con nuestra pareja.

Ayúdanos a ser uno no solamente en el plano físico, sino también en el plano


emocional, en el intelectual y en el espiritual. Que seamos el uno el mejor amigo del
otro, el confidente; que sean los brazos de nuestra pareja los que buscamos cuando
estamos cansados, tristes o desorientados; que nuestra vida entera esté unida por la
eternidad.
Día 7
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación - Salmo 119:97

Devocional –

Un matrimonio que desea honrar a Dios debe conocer lo que Él espera de cada uno.
Y eso solo podemos hacerlo a través de leer, estudiar y meditar Su Palabra. A veces
oramos y decimos “Señor, ¡háblame!” Y como que esperamos que se abran los cielos
y Dios nos hable con voz de trueno...y nos olvidamos de que Dios ya habló, de que Él
nos dejó Su Palabra para que sepamos cómo vivir de manera que a Él le agrade,

Para amar la ley de Dios necesitamos:

- Darle nuestro tiempo

- Darle nuestra atención y cuidado

- Tener un oído atento

- Obedecerla

- Confiar en ella
El salmista amaba la ley de Dios y por eso meditaba en ella todo el día. ¿Cuánto
tiempo utilizamos cada día en meditar en la ley de Dios? ¿Cuánto de nuestro
matrimonio está dedicado a pasar tiempo juntos en la Palabra de Dios?

Cuando la Biblia está en el centro de nuestro matrimonio y de nuestra familia,


tendremos la herramienta principal que necesitamos para guiar nuestras vidas por el
camino agradable al Señor.

Desafío de oración – Ora para que ambos puedan ser obedientes a la Palabra a
la hora de construir sus vidas, su matrimonio y su familia en la verdad de Dios. Ora
para que la Biblia esté en el centro de su matrimonio y puedan orar y leer juntos cada
día.

Desafío de ayuno – Ayuna todas las comidas desde que te levantes hasta las
5pm. Mantén una actitud de oración por tu matrimonio durante todo el día.

Mi oración – Señor, que Tu Palabra sea la brújula de nuestra vida. Que Tus
estatutos sean nuestro motor para cada decisión, nuestro consuelo en las aflicciones,
nuestra guía y aliento.

Ayúdanos a conocer Tu Palabra para que podamos discernir qué cosas vienen de ti y
cuáles no. Solamente conociendo Tu verdad podremos reconocer y confrontar las
mentiras que quieran enturbiar nuestra vida y nuestro matrimonio.
Danos la sabiduría para guiar a nuestros hijos en Tus caminos y para no apartarnos a
derecha ni a izquierda de Tu voluntad perfecta para nosotros, tanto en lo individual
como en el conjunto de matrimonio y la familia.

Ayúdanos a amar tu ley, a honrarla, a respetarla y, sobre todo, a vivirla, para que
nuestro matrimonio pueda ser testimonio de Ti a las personas que nos rodean y que
aún no te conocen.

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