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Segundo Parcial Ética Isabella Cabanzo

Sofía Sala
¿Pro-Vida o Pro-Aborto? Decisiones de la Mano de Epicteto
Ana tiene una amiga llamada Ely de 18 años, de apasionadas creencias religiosas, en contra
del derecho a decidir de las mujeres sobre su vida y cuerpo, con una familia “tradicional y
conservadora”. Ely salió a marchar en contra del aborto, buscando convencer a sus pares de
tomar su misma posición con un simple argumento: “hay vida desde la concepción.” Ana tiene la
misma edad pero pensamientos contrarios a los de Ely. Ana cree en Dios, pero no en la iglesia, ni
en el fanatismo, apoya el derecho a decidir y la libertad de practicarse un aborto, cree que nadie
es dueño de la vida del otro y que cada mujer gestante tiene derecho a decidir sobre su cuerpo.
Ely, al considerarse “pro-vida”, considera que tiene la capacidad de juzgar y condenar a Ana
porque ella vive en la “gracia de Dios” mientras que Ana vive según ella, en el “pecado.” Ely
siente superioridad moral gracias a sus creencias y por lo tanto invalida a todo aquel que piense
diferente, tildándolo de asesino y argumentando que, “nadie es dueño de la vida de nadie.” Sin
embargo, Ana considera ese argumento incoherente, ya que no permitir que una mujer decida
qué hacer con su cuerpo y su vida estaría contradiciendo este. Debido a las perspectivas
diferentes que tienen Ana y Ely sobre el aborto, han venido surgiendo diversos conflictos en su
amistad. La forma de Ely de abordar el tema suele incomodar pues ella siempre busca
representarse como “el bien” y pretende destruir la perspectiva del otro. Esto ha llevado a Ana a
alejarse porque Ely ha afectado su amistad, a pesar de que pensar diferente no debería causar
esto. Ely trata a los demás de forma hiriente por pensar diferente y se oculta detrás de sus
creencias para sentirse con el derecho de hacerlo. Todo lo mencionado hace que Ana replantee
cómo se siente ante su amistad y qué debería hacer, ya que Ana quiere ser fiel a su posición
sobre el aborto y respetar la opinión ajena, pero también quiere seguir teniendo una amistad con
Ely; aunque sus perspectivas choquen tanto. Ely se niega a mejorar su actitud y Ana no sabe
cuánto más va a tolerarlo; a pesar de ser amigas Ana considera que no tiene la obligación de
dejarse reprimir por Ely solo para salvar la relación y tampoco va a cambiar su convicción sobre
el tema.
¿Debe Ana alejarse de Ely para estar tranquila con su convicción? o ¿Será más acertado seguir
soportando la actitud de Ely y enfrentarse a sus críticas e intolerancia ante su pensamiento
dicotómico?
Al elegir cualquiera de las dos alternativas propuestas se comprende que habrán diferentes
consecuencias y se explorará hipotéticamente cada una. En la primera opción, si Ana decide
alejarse de Ely, probablemente pierda la amistad entre las dos. Sin embargo, si para Ana se
volvió tortuoso estar cerca de Ely, desprenderse de ella será lo más adecuado y con seguridad
ganará paz; logrando ser fiel a su convicción evitando discusiones e incluso invalidar su opinión
con el fin de tener una buena relación con Ely. Por otro lado, si Ana opta por seguir aguantando
la actitud de Ely, probablemente Ana ceda ante la falta de comprensión de su amiga y cambie su
convicción acerca del aborto. Esto con el fin de tener una relación más amena y semejante a
pesar de no ser completamente honesta consigo misma, lo cual a largo plazo podría crear cierto
resentimiento convirtiéndose en una bola de nieve que consecuentemente acabará con su
relación, dejándolas en muy malos términos. Dicho esto, para resolver el dilema planteado se
dispondrá de una perspectiva ética con el fin de elegir la mejor opción.
Se tomará la perspectiva ética de Epicteto, específicamente el Enquiridión o Manual de
Epicteto en el cual se recopila una síntesis de sus principios más importantes. Este manual
pretende enseñar lecciones de vida, cómo llevar una vida buena-honrada. Uno de los objetivos
más importantes para Epicteto es la estabilidad, ya que esta permitirá tener una calma mental a la
que se puede recurrir incluso en las situaciones más adversas. Para él es esencial reconocer qué
situación está en nuestras manos o se nos escapa, si podemos solucionarla o es ajena totalmente;
visibilizando la importancia de poner cualquier decisión en tela de juicio. Esto con el fin de
señalar que “no nos daña nada que no provenga de nosotros mismos, lo que nos afecta es la
interpretación que le damos a las cosas, que le damos a los demás y a sus actitudes” (Saely,
2010, p.60). Reiterando que las personas y situaciones no representan problemas ni nos hacen
daño, si no la forma como se ven, las reacciones y actitudes. Dicho esto, para Epicteto el hombre
que cuida de sí mismo y trata de hacer siempre lo mejor primero para él y luego para los demás,
es capaz de construirse, conocerse y cuidar de sí mismo (Saely, 2010). Se entiende que para
Epicteto, el bien y las respuestas no están en los objetos externos ni en Dios, sino en la sabiduría
y dominio del alma que permite llegar al ideal máximo, la ataraxia; logrando así completa
tranquilidad y control sobre lo que nos afecta (Saely, 2010).
Se comprende que el Enquiridión contiene varios principios éticos, no obstante no todos son
útiles para resolver este dilema en específico. Del manual se consideran importantes los
planteamientos los capítulos: 1, 8, 10, 20, 35 y 42. Los capítulos 1, 8 y 10 visibilizan la
importancia de comprender que los sucesos que ocurran no dependen de nosotros y si lo ajeno se
pretende como propio se sufrirán perturbaciones constantes. De nosotros depende si nos afecta,
entonces, no se puede pretender “que los sucesos sucedan como quieres, sino quiere los sucesos
como suceden y vivirás sereno” (EPICTETO, 1995, p.3). Sin embargo, al estos darse a lugar se
identificará las capacidades con las que se cuenta para enfrentarse a dicha situación y permitirá
acostumbrarse a estos a medida que sucedan (EPICTETO, 1995). En los capítulos 20 y 35 se
evidencia cómo, según Epicteto, las situaciones cobran trascendencia por nuestra interpretación,
resaltando que no ofende el que lastima sino opinar de esto como algo ofensivo, ya que se le da
poder de irritabilidad a este y se pierde control. Asimismo, se habla de actuar a su parecer y
evitar huir de los individuos que critiquen su actuar, porque si la acción en su convicción es
correcta no hay porque avergonzarse de esta y temer la crítica hacia esta. Por último, el capítulo
42 exhibe lo erróneo que es dañar o hablar de alguien por el hecho de no tener el mismo parecer
y se considera que esta persona lo ve como su “deber” viviendo así engañado en su mal actuar
(EPICTETO, 1995). Basándonos en estos principios éticos se pretende dar una respuesta a la
problemática a la cual se enfrenta Ana.
Siguiendo los planteamientos anteriores de la ética de Epicteto, la solución que se elige para
este dilema es la segunda. Ana va a seguir soportando la actitud de Ely y enfrentándose a sus
críticas e intolerancia ante su pensamiento dicotómico, sin embargo como ella no puede controlar
ni hacerse cargo de lo que piense, diga o haga Ely; Ana entenderá que una vez deje de darle
trascendencia a lo que Ely hace, esto le dejará de afectar. Ana comprenderá que los sucesos
jamás ocurrirán como ella quiere, habrán personas que la injurien por su pensamientos y esto
solo le permitirá crecer, se acostumbrara al ganar la capacidad de controlarse ante los arrebatos
de los demás. Ana no tiene porqué modificar su convicción ni terminar su amistad, solo debe
recordar que únicamente depende de ella; sentirse lastimada o por el contrario respetada por su
perspectiva. Si los demás no le dan un trato digno por esto, es ella quien debe preguntarse “¿por
qué temer a los que te lo afean incorrectamente?” (Epicteto, 1995, p.12). Los demás juzgan,
hablan y lastiman porque no comprenden. Por lo tanto, está en uno ser afectado por la falta de
comprensión o emprender el camino a la ataraxia y lograr tranquilidad con su actuar, pensar y lo
que piensen los otros de este.
Lista de Referencias

EPICTETO. (1995). Manual, Madrid, Gredos.


Saely, M.(2010). El Pensamiento de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio Desde la Perspectiva
Foucaultiana. La Colmena: Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México,
ISSN 1405-6313, Nº. 65-66, 2010, págs. 56-63. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5492952

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