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EL ARTE EFÍMERO – MANDALAS

Se denomina arte efímero a toda aquella expresión artística concebida bajo


un concepto de fugacidad en el tiempo, de no permanencia como objeto
artístico material y conservable. Por su carácter perecedero y transitorio, el arte
efímero no deja una obra perdurable, o si la deja —como sería el caso de la
moda— ya no es representativa del momento en que fue creada. En estas
expresiones es decisivo el criterio del gusto social, que es el que marca las
tendencias, para lo cual es imprescindible la labor de los medios de
comunicación, así como de la crítica de arte.

Los mandala tiene su origen en India y su nombre en sánscrito significa “círculo


o rueda”, pasando a representar su característica básica, aunque pueden ser
de diferentes formas incorporando todas las figuras geométricas.

Para los budistas, su función es la meditación. No obstante, el proceso más


importante para ellos es la “creación” de éstos por ser un camino “recorrido”
que muestra las vivencias del momento de quien lo diseña y siendo la vía de
conexión entre el hombre y la divinidad, tanto en el proceso de creación, al
tenerlo para observación o como adorno.

“Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y


purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en
ellos”.
SHIVA NATARAJA

La figura de Natarash lo
muestra con cuatro brazos,
dentro de un círculo de llamas
y bailando sobre un enano
(símbolo de la ignorancia
humana). La figura del
Natarash muestra a Sivá como
la fuente del movimiento dentro
del cosmos, representado este
por el círculo de llamas.

La danza de Shivá está


compuesta por la combinación
siempre fluyente de sus cinco
actividades. El poder de la
creación está representado por
la mano derecha en alto y el
tambor, sobre el cual toca y
produce las vibraciones de las
que emanan los ritmos y ciclos de la creación. El poder de mantener está
representado por la mano derecha de abajo en un gesto de bendecir o
indicación de no temer. El poder de destrucción se muestra a través del fuego
que sostiene en su mano izquierda elevada en una pose de media luna. El
poder de ocultar es aquel que esconde la verdad, permitiendo así el
crecimiento y eventual cumplimiento del destino, representado por el pie
derecho parado sobre el demonio postrado. El poder de revelar brinda
conocimiento y libera el espíritu. Este está representado por el pie izquierdo
levantado y la mano izquierda hacia abajo como una trompa de elefante.

Puede llevar en su cabello una sirena, una calavera, una cobra o una luna
creciente. Los tres ojos simbolizan el sol, la luna y el fuego o los tres poderes;
crear, preservar y destruir. Dos ojos representan el mundo de dualidad
mientras que el ojo del medio muestra la visión de no-dualidad. Su sonrisa
indica una transcendencia imperturbable.

LAS ESPIGADORAS DE MILLET

Las espigadoras (en francés, Des glaneuses), también conocido como Las
cosechadoras, es un cuadro del pintor francés Jean-François Millet. Pintado al
óleo en 1857, es una representación realista de mujeres espigando. La pintura
es famosa por mostrar de una manera muy humanista la realidad de la
sociedad rural del siglo XIX, lo que fue mal recibido por la clase alta francesa.
Cuando fue expuesto en el Salón de París de 1857, fue considerado como
«peligroso». Posteriormente, se convirtió en símbolo del patriotismo francés,
utilizándose para estimular el alistamiento durante la Primera Guerra Mundial.

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