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Adolfo Chaparro
El movimiento en Deleuze
Para Deleuze, la primera tesis que propone Bergson es el movimiento que no se confunde
con el espacio recorrido. Revisemos un poco esta tesis: el espacio recorrido reduce la
capacidad del movimiento, generando una posible división en cuanto a instantes que se le
pude asignar y pierde una continuidad que hay en el acto del movimiento. En ello, cuando
hay una reconstrucción en la sucesión de los instantes en el tiempo (a lo que llamará
Deleuze cortes inmóviles) se da un movimiento.
Al suceder esto, podemos decir que se producen dos errores de lo que es el movimiento: el
estar separados uno del otro no incluye que haya infinitud en dos instantes, y, por tanto, no
hay continuidad entre ellos, por lo que no se produce movimiento. El segundo error es que
se divida el movimiento, al ser una duración “concreta” que se establece por sí misma.
Deleuze nos anticipa lo importante de la temporalidad en el sujeto y su acto, ya que el
sujeto es limitado en cuanto a sus acciones. Esto será analizado con más detalle en la
tercera tesis. Tomar estos dos errores, es lo que dice Bergson, es la ilusión cinematográfica.
¿Lo anterior no llevaría a pensar que en el cine no hay movimiento en el movimiento entre
cada fotograma o imagen instantánea? Para ello dirá el autor francés que lo que se da “no es
el fotograma, sino una imagen media que el movimiento no se añade, no se suma: por el
contrario: el movimiento pertenece a la imagen media como dato inmediato.” Lo que
quiere decir es que ese fotograma no es una imagen desprendida una de otra, es una imagen
que requiere de la otra, y en la que ya está inmerso un movimiento, y esto es lo que llamará
la imagen-movimiento. Y por ello quita la ilusión de un falso movimiento en el cine.
Luego entonces, nos lleva a pensar que en el cine y la percepción natural se produce una
diferencia: mientras que en la percepción natural la ilusión es corregida por las condiciones
que hacen posible la percepción para el sujeto, en el cine, la ilusión se corrige al mismo
tiempo que aparece la imagen, para un espectador que se encuentra fuera de condiciones. 3
Condiciones que refieren al estado de cosas para que se dé esa percepción. Pero ello,
pareciera, que al tomar los fotogramas en el cine, refiera a cortes inmóviles, lo cual sucede
en la percepción natural, al dejar elementos que se toman por separado.
De esto se deriva la segunda tesis en la que ya no son las ilusiones sobre el movimiento lo
erróneo, sino la manera de reconstruir el movimiento: con instantes y con posiciones. Se
encuentran dos maneras de hacerlo: la antigua y la moderna. La antigua pone al
movimiento como una idea, un algo eterno e inmóvil, y para reconstruir el movimiento es
necesario captar su forma en la actualización más cercana. Por ende, pone a dos formas en
2
La reconstrucción es un término acuñado por Deleuze para revisar y construir aquello que es el
movimiento.
3
Ibídem. Pág. 15
tensión, se genera una dialéctica de las formas “el movimiento así concebido será, pues, el
paso regulado de una forma a otra.”4
En la moderna, encontramos que ya no se busca el elemento que tenga una forma que
trascienda, sino elementos materiales inmanentes5 que genera un análisis del movimiento
en el que se toma un momento entre los elementos que están inmersos en el movimiento, y
la cámara hace posible que ese movimiento sea percibido. Por lo tanto, aquello que la
cámara capta, sus fotos, ya no son fotos de pose sino fotos instantáneas. Instantáneas en el
sentido que son de momentos privilegiados, son momentos señalados que pertenecen al
movimiento y que permite que el cine constituya “el sistema que reproduce el movimiento
en función del momento cualquiera.”6
Esto, afirma Deleuze, permite que Bergson confirme su primera tesis y en la segunda se
genere una nueva cuestión: “además de que el instante es un corte inmóvil del movimiento,
el movimiento es un corte móvil de la duración, es decir, del Todo o de un todo.” 7 Y con
esto, continúa a la tercera tesis del movimiento, en la que pone el movimiento que concibe
en sus cortes una suposición de “todo está dado”, pero el mismo movimiento es una
expresión de cambio en esa totalidad, ya que no todo está dado ni que puede darse8.
4
Ibídem. Pág. 17
5
Ibídem. Pág. 17
6
Ibídem. Pág. 18.
7
Ibídem. Pág. 22
8
Al haber un cambio, es necesario que sea algo nuevo y que por tanto no se dé por sentado que ya está
realizado un todo.
de agua se convierte en un vaso de agua dulce, el movimiento remite a un cambio. Un corte
inmóvil produce un movimiento como corte móvil (como pasa con el azúcar y el vaso de
agua, al estar los dos objetos en movimiento para convertirse, en este caso, el vaso de
agua), y un movimiento produce una cambio en los estados de lo que componen.
El todo no en sentido de que es un conjunto, ya que los conjuntos, como lo aclara Deleuze,
son cerrados, dados en sí. Por el contrario el todo es aquello que cambia, lo abierto a lo
nuevo, y por eso no se puede entender que el todo sea un conjunto. Pero lo anterior nos
lleva a pensar que cada corte inmóvil, aquello que compone el movimiento, es un conjunto
de elementos que está atravesado, precisamente, por el movimiento. Permite así que se dé
una apertura a lo abierto de lo cerrado.
“A los objetos o partes de un conjunto, podemos considerarlos como cortes inmóviles; pero
el movimiento se establece entre estos cortes, y remite los objetos o partes a la duración de
un todo que cambia; expresa, pues, el cambio del todo en relación con los objetos, él mismo
es un corte móvil de la duración.”10
Por lo tanto, el movimiento contiene dos grandes rasgos: 1. El movimiento es aquello que
acontece entre los objetos, y 2. Es el que hace que en la duración se separen lo objetos, y
luego, al interiorizarse en el todo, se fundan en un cambio de estado.
II
Si bien, el movimiento es algo que se crea, se puede tomar luego como una pre-
comprensión del movimiento en sí del acto, entendiendo que cada movimiento es distinto y
por ello siempre nace uno diferente, siempre habrá un movimiento de un objeto para
producir algún otro objeto. Y en tanto suceda esto se podrá tomar a la teoría de imagen-
movimiento como una parte de la solución a la que Nagel pretende que se encuentre.
Bibliografía